Subido por Jorge Ruben Gomez Sandoval

PROYECTO INVESTIGACIÓN I

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UNIVERSIDAD NACIONAL SAN
ANTONIO ABAD DEL CUSCO
FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA PROFESIONAL DE FARMACIA Y
BIOQUÍMICA
“EVALUACION Y ANALISIS DE TRASTORNOS DEL SUEÑO RELACIONADO AL
USO FRECUENTE DE APARATOS TECNOLÓGICOS EN LA ESCUELA
PROFESIONAL DE FARMACIA Y BIOQUÍMICA 2022”
Perú-Cusco
2022
ÍNDICE
RESUMEN
TÉRMINOS CLAVE (KEYWORDS)
EVALUACION Y ANALISIS DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO RELACIONADOS AL
USO FRECUENTE DE APARATOS TECNOLÓGICOS EN ESTUDIANTES DE LA
ESCUELA PROFESIONAL DE FARMACIA Y BIOQUÍMICA EN 2022
I.
GENERALIDADES
INTRODUCCIÓN
El avance tecnológico ha facilitado en gran medida a las personas en las últimas décadas y
trajo consigo múltiples beneficios para la humanidad. Sin embargo, recientemente se hace
más evidente aspectos negativos que conlleva un uso excesivo e irresponsable de estos
aparatos tecnológicos, en especial de los smartphones.(1) Es así, que el uso excesivo de
estos aparatos se asocia a la aparición de comportamientos adictivos en los usuarios, por
ejemplo, se ha visto en aquellas personas que estudian en línea aumentan las horas de
exposición a los dispositivos tecnológicos, de forma que termina afectando la calidad y
horas de sueño. El sueño es una función biológica de gran importancia para la mayoría de
los seres vivos. Varios estudios sobre la fisiología del sueño han demostrado que durante
este se produce una diversidad de procesos biológicos de gran relevancia, como la
conservación de la energía, la regulación metabólica, la consolidación de la memoria, la
eliminación de sustancias de desecho, activación del sistema inmunológico. (1)
En los adolescentes se ha visto que esto produce ciertos síntomas de dependencia que
ocasionan ausentismo escolar, agresividad, ansiedad, alteraciones de sueño o bajo
rendimiento académico. Se puede decir que el uso continuo de los aparatos tecnológicos
interrumpen el tiempo de sueño, alterando de esta forma el ciclo circadiano.(2)
Las alteraciones en los patrones de sueño en los jóvenes se relacionan con el incremento
de cambios de ánimo, problemas con el comportamiento, ansiedad, abuso de sustancias y
pensamientos suicidas.
Es por ello que radica la importancia de conocer los distintos aspectos relacionados a las
alteración del sueño y que conllevan a cambios del modo de vida, por lo que este tema
cobra mayor influencia actualmente ya que el uso de estos equipos tecnológicos ha ido
creciendo de manera muy exorbitante.
Por lo anterior en este trabajo de investigación se pretende determinar el uso excesivo de
aparatos tecnológicos en el desarrollo de trastornos de sueño en estudiantes de la escuela
profesional de Farmacia y Bioquímica.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA:
El uso de aparatos tecnológicos ha ido incrementando estos últimos años, sobre todo luego
de la pandemia, ya que al estar en confinamiento muchas escuelas, colegios y
universidades optaron por las clases virtuales. Muchos jóvenes pasaban excesivas horas
haciendo uso de estos aparatos lo cual sin darnos cuenta ha llevado a serios problemas de
salud como los trastornos de sueño.
Los alumnos de la E.P de Farmacia y Bioquímica han estado sufriendo últimamente de
algunos trastornos del sueño como insomnio, hipersomnio, narcolepsia, parálisis del sueño,
entre otros. Sería de gran importancia el ver cuanta relación existe entre el uso excesivo de
estos aparatos y la generación de estos trastornos de sueño para poder advertir su excesivo
uso y tomar acciones pertinentes.
FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
¿Hasta qué punto el excesivo uso de aparatos tecnológicos es un factor para la generación
de trastornos de sueño en los alumnos de la E.P. de Farmacia y Bioquímica?
OBJETIVOS GENERALES:
●
Analizar y evaluar la relación entre la incidencia de trastornos de sueño y el uso
excesivo de aparatos tecnológicos en los alumnos de la E.P. de Farmacia y
Bioquímica.
●
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
● Determinar el número de horas que los estudiantes de Farmacia y Bioquímica pasan
expuestos a los aparatos tecnológicos.
● Determinar qué tipo de trastorno del sueño es predominante entre los estudiantes.
● Determinar otras posibles causas de los trastornos del sueño que se presentan.
LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN
● Reducida información bibliográfica sobre los trastornos asociados a las tecnologías.
● El uso de los aparatos tecnológicos no es catalogado como un factor de riesgo
limitante en las actividades realizadas por los estudiantes, sino al contrario.
● No existe base científica que el uso de celulares pueda causar trastornos de sueño
como insomnio, a excepción de la adicción o dependencia de estos aparatos
tecnológicos.
● No existe forma de cuantificar el grado de trastornos que puede causar el excesivo
uso de estos aparatos tecnológicos en una persona, y si esto sería igual para las
demás personas.
JUSTIFICACIÓN E IMPORTANCIA
La presente investigación se realiza con el fin de comprobar si el uso excesivo de los
aparatos tecnológicos conlleva riesgo de producir trastornos del sueño en las personas
(jóvenes universitarios entre los 17 a 25 años terapéuticos para pacientes con trastornos de
sueño podrían aumentar su efectividad del tratamiento regulando el uso de los aparatos de
edad), de esta forma aportar un nuevo conocimiento social, que puede ser factor de riesgo
en el desarrollo de problemas psicosociales y de salud. También, mediante esta
investigación se verificará indirectamente el control que los jóvenes universitarios tienen
frente al uso de los aparatos tecnológicos.
Los tratamientos tecnológicos durante este proceso, de esta forma presentando mejores
resultados, especialmente en jóvenes.
HIPÓTESIS
Existe excesivo uso de estos aparatos tecnológicos tales como celular, laptops o
computadoras y sobre todo si es por las noches, por ello hay más riesgo de tener o
padecer de trastornos del sueño.
II. MARCO TEÓRICO CONCEPTUAL
VISIÓN HISTÓRICA
-TECNOLOGÍA Y SU USO
El surgimiento de la tecnología como concepto, inicia a finales del siglo XVIII, en 1777, un
profesor de economía de la Universidad de Gotinga (Alemania), llamado Johann Beck Mann
publicó “Instrucción sobre tecnología” en donde la definió como: “una curiosa unión de una
rica sabiduría y un conocimiento técnico” (1)
La tecnología surgió en la década de los 70, sin embargo, en ésta época no era frecuente la
comercialización de la tecnología, fue hasta la década de los 90 es en donde la tecnología
se estableció en la sociedad de manera que adquirió un auge importante, formando así la
sociedad de la información, dando paso al término denominado “convergencia tecnológica”,
el teléfono celular puede considerarse el principal representante de este término, esto se
debe a que integra: texto, audio, imagen y números; lo que permite contenidos de estilo
info-entretenimiento y da inicio a la digitalización de la vida cotidiana.(2)
Surge la necesidad del uso de ésta para la comunicación y el entretenimiento, en esta fase
de digitalización, se distinguen las siguientes etapas evolutivas del uso de las nuevas
tecnologías: La primera se refiere a la automatización de las tareas, la segunda a la
experiencia de su uso y la tercera a la reconfiguración de sus aplicaciones. (2)
-Importancia del sueño
Los seres humanos al nacer tienen una necesidad elevada de número de horas de sueño,
se estima que un recién nacido necesita dormir unas 16 – 18 horas por día; las mismas que
van disminuyendo progresivamente con el paso del tiempo hasta estabilizarse en alrededor
de 8 horas al día en los adultos normales y reduciéndose conforme se envejece, hasta
terminar en alrededor de 6 horas diarias de sueño (8). Asimismo, el sueño es diferente de
acuerdo a la edad en que es evaluado, los adultos mayores tienen más número de
despertares, se despiertan más temprano y tienen en general menos proporción de sueño
REM que los jóvenes (8).
Se ha discutido mucho acerca de la función del sueño, antes se consideraba que las horas
de sueño, eran horas perdidas e improductivas; sin embargo actualmente conocemos que el
sueño cumple variadas funciones de acuerdo a la edad y al individuo; en niños pequeños el
crecimiento y la maduración neurológica se realizan durante el sueño; a lo largo de toda la
vida el sistema inmunitario se repara durante las horas de sueño, así como se lleva a cabo
la consolidación de la memoria, la regulación de la temperatura corporal y el metabolismo;
entre otras funciones.(8)
Los patrones del sueño de los adolescentes están determinados por los cambios
hormonales que se producen durante la pubertad, el estilo de vida (actividad física, hábitos
alimentarios, consumo de alcohol y tabaco y uso de nuevas tecnologías, entre otros),
factores sociales (hora de inicio de las clases) y factores ambientales (como el ruido, la luz y
la temperatura, entre otros).(9) El uso de nuevas tecnologías para la telecomunicación y
momentos de ocio, como la televisión, o interactivas, como los ordenadores, los teléfonos
móviles, las tabletas y las videoconsolas, ha aumentado significativamente las últimas
décadas y se ha relacionado con una mala calidad del sueño en la adolescencia.
El uso de estas nuevas tecnologías puede estar afectando el sueño de la población al
desplazar las horas de sueño. Las personas se quedan viendo television hasta bien tarde
por la noche o en la cama y esto nos hace ir a dormir en horas más tardías, con lo que las
horas de sueño disminuyen porque la mañana siguiente la alarma suena a la misma hora.
Por otro lado, chatear por teléfono móvil con los amigos, mirar vídeos, usar redes sociales o
jugar videojuegos puede provocar una cierta excitación mental no indicada para conciliar el
sueño de forma adecuada. Otro mecanismo que se ha descrito es que la sobreexposición a
la «luz azul» que emiten los dispositivos electrónicos con pantalla puede ser peligrosa ya
que altera nuestro ciclo de sueño/vigilia interfiriendo con la producción de la hormona
melatonina y produciendo un estado de vigilia más prolongado.(9)
Recientemente, estudios experimentales han observado que los campos electromagnéticos
de radiofrecuencia que emiten estos dispositivos podrían afectar las ondas cerebrales
relacionadas con el sueño reconfortante.(9)
ANTECEDENTES
Antecedentes internacionales:
Los aparatos tecnológicos son instrumentos tecnológicos relativamente nuevos, versátiles y
accesibles, que en estos días son artefactos atractivos para la población en general y más
específicamente para los jóvenes, cuyo uso puede derivar en un riesgo de abuso y en
consecuencia hacia un comportamiento adictivo que puede causar problemas de salud . La
aparición de lo que se conoce hoy como tecnologías de la información y comunicación
(TIC), durante la segunda mitad del siglo XX ha generado un cambio en la forma que se
entienden las actividades cotidianas. En este sentido, se ha de pensar que la tecnología y
sus avances conforman parte fundamental del entorno en el que se mueve el mundo actual.
De acuerdo con el modelo de sistemas que propone Betty Neuman, la persona como un
sistema abierto es receptor tanto de energía como de información, que a su vez produce
cambios en el estado de bienestar, pues el surgimiento de internet se ha acompañado de la
aparición de problemas de salud antes no descritos, tales como: el síndrome del túnel
carpiano, que es una enfermedad que se presenta cuando el nervio que va desde el
antebrazo hasta la mano se presiona o se atrapa dentro del túnel carpiano, en la muñeca,
causando entumecimiento, dolor, hormigueo y debilidad en la mano afectada, lesiones en la
columna y nervios cervicales.(3)
Permanecer mirando por horas las pantallas de un ordenador o televisor puede traer
también problemas en los ojos puesto que la irrigación sanguínea es poca y los efectos de
la radiofrecuencia provocan elevación térmica en el tejido. Los más comunes son:
sequedad, tensión ocular, sensación de vista cansada, cefaleas, insomnio, vibración
fantasma, además de otros problemas de tipo cerebral debido a la exposición de la
radiofrecuencia. Muchas personas presentan enfermedades como la depresión, el
aislamiento social, la ansiedad, la pérdida del placer y el disfrute de las actividades diarias,
entre otros problemas psicológicos. Abusar de la tecnología puede causar daños
irreversibles en el sistema nervioso central, ya que los campos electromagnéticos que estas
tecnologías emiten provocan diversas afecciones como son vértigo, fatiga, trastornos del
sueño, pérdida de memoria y desarrollo de tumores cerebrales principalmente (9). La
obsesión por la tecnología es una realidad en el mundo moderno y podría denominarse
como un factor estresante, que en el modelo de sistemas está condicionando la salud del
individuo; los especialistas han catalogado algunas variaciones de este padecimiento como:
nomofobia el miedo irracional a no tener consigo el teléfono celular, la portatilitis que son
molestias y dolores musculares por usar y cargar portátiles en exceso, y la adicción a
internet, cuya influencia en el uso de la tecnología inalámbrica retoma gran importancia
entre la población joven.(2)
El contexto actual de confinamiento le otorga a las TIC un rol importante en la socialización,
incrementando su uso. El estudio en línea también aumenta el tiempo de exposición a los
dispositivos, afectando la calidad del sueño (10). El uso problemático de las TIC en
adolescentes se manifiesta con síntomas de dependencia y abstinencia, ocasionando
además, ausentismo escolar, agresividad, ansiedad, alteraciones del sueño o bajo
rendimiento académico.
En los Estados Unidos de América, Hale L, et al., en 2018 reportaron el 51% de personas
con impactos significativos en el estado de ánimo, el funcionamiento diario y las relaciones
interpersonales.(10) Además, el uso de internet como entretenimiento promueve un patrón
de sueño más corto y disminuye su calidad.(10)
Según un estudio realizado por la Universidad de Granada, España 2002, en el cual
la cantidad del sueño se midió en horas, se consideró que si se duerme diariamente 5,5
horas o menos, es un patrón de sueño corto, 9 horas o más es un patrón de sueño largo
y entre 7 y 8 horas es un patrón de sueño intermedio.(10) En cuanto a los trastornos del
sueño, según el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM-V), el
insomnio se define como una predominante insatisfacción por la cantidad o la calidad del
sueño, que se puede presentar como dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo o
despertar pronto por la mañana y ser incapaz de volver a dormir; esta sintomatología se
presenta en al menos tres días a la semana durante un periodo de tiempo igual o mayor a
tres meses.
Johansson et al., en 2016, en una población de 259 adolescentes entre 13 y 21 años,
observaron que el 97% hace uso de alguna tecnología una hora antes de dormir, el 47%
utiliza tres o cuatro dispositivos antes de dormir y el 10 % usan seis o más, y que el uso de
múltiples dispositivos está asociado significativamente a una menor duración del sueño,
sueño más ligero y despertar temprano. Determinaron mediante el uso de la escala de
somnolencia de Epworth que el uso de internet antes de dormir se asocia de forma
significativa con somnolencia diurna en exceso y la ausencia de sueño reparador (Rho=
0,15 a 0,31, p <0,05)33.
Antecedentes nacionales
El sueño es una de las necesidades del ser humano, cuya duración va disminuyendo
conforme aumenta la edad, tiene una relación directa con el estado de salud y la calidad de
vida de las personas, así como tendría una influencia importante en la cognición y el
rendimiento académico, por lo que cuidar la calidad de sueño resultaría fundamental para
mejorar el rendimiento cognitivo en las personas; siendo necesario desarrollar campañas de
difusión y concientización para lograr que los estudiantes y en general toda la población,
tengan una buena calidad de sueño, así como realizar estudios para determinar cuáles son
los factores que incrementan el compromiso cognitivo y las medidas de prevención a
emplear.(8)
En un análisis de la relación entre el uso de dispositivos móviles de pantalla y calidad de
sueño / somnolencia diurna en estudiantes de la facultad de medicina Humana de la
Universidad Ricardo Palma, en el periodo noviembre-diciembre del 2019.
El 61,4% de estudiantes se identifican con sexo femenino, la mediana de edad fue de 24
años (23-26). El 87% tuvo problemas de sueño y el 37% presentó somnolencia diurna. La
prevalencia de problemas de sueño entre hombres y mujeres fue 86,7% y 87,1%
respectivamente. La media de horas de sueño fue de 5,8±1hrs. Se encontró relación con el
uso de Smartphone y Tabletas en horas de la madrugada con la calidad de sueño con un
PR=1,2 IC95% [1,04-1,5] valor p=0,015 y PR=1,3 IC 95% [1,0-1,9] valor p=0,04
respectivamente.(12)
Y se encontró una prevalencia alta de problemas de sueño. La prevalencia de problemas de
sueño se incrementa conforme pasa el periodo del día en el cual se utilizan dispositivos
móviles de pantalla. Hay relación entre el uso de Smartphone y Tabletas en horas de la
madrugada con la calidad de sueño.(12)
ESTADO DEL ARTE
El avance cognitivo y de investigación de los desórdenes y trastornos de sueño actualmente
resultan ser bastante extensos en cuanto a conocimiento y epidemiología que se observa
en este problema.
Adicionalmente, frente a la relación que presenta este problema frente a los usos excesivos
de los aparatos tecnológicos, usualmente los estudios abarcan el uso de los smartphone y
los problemas relacionados al sueño a comparación con el uso de otros dispositivos
tecnológicos.
El 2021 se publicó en la revista healthcare, una investigación titulado “Efectos adversos de
la adicción a los teléfonos inteligentes entre estudiantes universitarios en Corea del Sur: una
revisión sistemática”, en el cual se evalúa la relación que existe entre el tema de
investigación de los trastornos de sueño y el uso de dispositivos tecnológicos viene a ser
uno comparativo con otros treinta y cuatro artículos publicados entre 2012 y 2022 fueron
incluidos en la síntesis de esta revisión. Además, en los resultados se observó que ocho
estudios exploraron la asociación entre la adicción a los teléfonos inteligentes y la salud
mental y psicológica de los estudiantes universitarios en Corea.(24) La adicción a los
teléfonos inteligentes se asoció con la salud física que conduce a trastornos del sueño y
problemas musculoesqueléticos y neurológicos. El rendimiento académico, la
procrastinación, la impulsividad, la autoestima, la interacción social reducida, la soledad y el
suicidio también se asociaron negativamente con la adicción a los teléfonos inteligentes.
(22)
Por otro lado también se encontró la investigación con el tema: La relación entre el uso
excesivo de teléfonos inteligentes y el sueño en niños más pequeños: un estudio de cohorte
prospectivo. Este artículo se halló en la revista Journal of clinical sleep medicine : JCSM :
Aunque originalmente fue publicado por el American Academy of Sleep Medicine. En la
investigación se estudió los problemas de sueño de los niños en el que se evaluaron
mediante el cuestionario de hábitos de sueño de los niños. Se utilizó el análisis de
covarianza para examinar la asociación entre el uso excesivo de teléfonos inteligentes y los
hábitos de sueño en los niños. Este artículo se caracteriza por realizar un estudio
estadístico. (23)
Estos dos últimos artículos que se visualizaron, son los más similares encontrados para
obtener una guía respecto a la forma de trabajo que se realizará en la E.P de farmacia y
bioquímica. Además mediante la forma de estudio realizado no vienen a ser iguales al
menos en la primera investigación, mientras que la segunda considera los cuestionarios
similares a la metodología para este trabajo.
BASES TEÓRICAS CIENTÍFICAS
Desde hace décadas, el ritmo de la vida moderna ha generado múltiples cambios en
nuestra conducta y hábitos. Especialmente, los hábitos alimenticios y de ejercicio se han
modificado de manera importante, pero uno de los cambios más evidentes ha ocurrido en el
sueño.
TRASTORNOS DEL SUEÑO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera los trastornos del sueño como una
epidemia de salud pública. Según la Organización Mundial de la Salud, el 40% de la
población no duerme lo suficiente (5). La alteración del sueño es una de las quejas de salud
más habituales en las consultas médicas. En los Estados Unidos, más del 50 por ciento de
los adultos experimentan al menos un trastorno del sueño intermitente, y solo el 30 por
ciento informó haber dormido lo suficiente. El Instituto de Medicina estima que entre 50 y 70
millones de estadounidenses sufren trastornos crónicos del sueño y la vigilia, que afectan la
función diurna y la salud física y mental. Durante los últimos 20 años, el campo de la
medicina del sueño se ha convertido en una especialidad que aborda los trastornos del
sueño y los efectos de la privación del sueño en la salud general.(3)
En términos generales, los trastornos del sueño son problemas relacionados con dormir.
Estos incluyen dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormido, quedarse dormido
en momentos inapropiados, dormir demasiado y conductas anormales durante el sueño.
CLASIFICACIÓN DE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO:
La clasificación de los trastornos del sueño más utilizada es la Classification of Sleep
Disorders o ICSD. Esta distinguen 3 grandes grupos de enfermedades del sueño:
Disomnias, Parasomnias (trastornos patológicos que ocurren durante el sueño) y trastornos
del sueño asociados con procesos médicos o psiquiátricos.(11)
Insomnio: El insomnio es el más frecuente de todos los trastornos del sueño en la
población general. Por insomnio se entiende la presencia de forma persistente de dificultad
para la conciliación o el mantenimiento del sueño, despertar precoz, o un sueño poco
reparador, a pesar de disponer de condiciones adecuadas para el sueño; además, para el
diagnóstico de insomnio, es necesario que tales dificultades produzcan en el paciente al
menos una de las siguientes molestias diurnas: fatiga o sensación de malestar general,
dificultad para la atención, concentración o memoria, cambios en el rendimiento
socio-laboral (o escolar, en el caso de los niños), alteraciones del ánimo o del carácter,
somnolencia, disminución de la energía, motivación o iniciativa, propensión a cometer
errores en el trabajo o en la conducción de vehículos, síntomas somáticos como tensión
muscular o cefalea, y preocupaciones, obsesiones o miedos en relación con el sueño. ()
Insomnio agudo. La aparición de los síntomas definitorios de insomnio guarda una clara
relación con un acontecimiento estresante. Éste puede ser de carácter psicológico,
psicosocial, interpersonal o del entorno, siendo algunos ejemplos los cambios o conflictos
en las relaciones interpersonales, el duelo, el diagnóstico de una enfermedad o el traslado a
otra ciudad. Existen también factores estresantes con un sentido emocional positivo. La
duración de este tipo de insomnio suele ser inferior a los 3 meses, disolviéndose cuando
desaparece el acontecimiento estresante o cuando el sujeto logra adaptarse a él.(12)
Su prevalencia exacta es desconocida, aunque se estima en torno al 15-20% en la
población adulta general. Es más frecuente en mujeres que en varones, y aunque puede
presentarse a cualquier edad, aparece con más frecuencia en adultos mayores que en
adultos jóvenes o niños.
Insomnio psicofisiológico. Se define así a la dificultad condicionada para dormirse y/o
extrema facilidad para despertarse del sueño, durante un periodo superior al mes,
expresada por al menos una de las siguientes condiciones: ansiedad o excesiva
preocupación por el sueño; dificultad para quedarse dormido al acostarse o en siestas
planificadas, pero no en otros momentos del día en los que se llevan a cabo tareas
monótonas y en los que no hay intención de dormirse; hiperactividad mental, pensamientos
intrusivos o incapacidad para cesar la actividad mental, que mantienen al sujeto despierto;
mejoría del sueño fuera del entorno y dormitorio habituales; excesiva tensión somática en la
cama, que incapacita la relajación e impide conciliar el sueño. Afecta aproximadamente al
1-2% de la población general, y predomina en el sexo femenino, y en grupos de edad de
adolescentes y adultos jóvenes.(12)
Insomnio paradójico. Se denomina también pseudoinsomnio o mala percepción del sueño.
La principal característica es una queja de insomnio grave, sin que pueda objetivarse un
trastorno de tal magnitud mediante la realización de pruebas diagnósticas como la
polisomnografía. Existe por tanto una discordancia entre los resultados de la
polisomnografía y las quejas subjetivas de los pacientes, quienes refieren dormir nada o
muy poco todas las noches y de forma crónica. Constituye el 5% de todos los casos de
insomnio, y es más frecuente en mujeres.(13)
Insomnio idiopático. Se trata de un insomnio que aparece durante la infancia o durante los
primeros años de la juventud, sin que se pueda reconocer un factor desencadenante o una
causa que lo justifique. Es un insomnio crónico, que cursa de forma persistente, sin periodo
alguno de remisión. Aunque su inicio se establece en la infancia o juventud, no suele ser
hasta muchos años después cuando se reconoce y se reclama la ayuda de un especialista.
Su prevalencia es, aproximadamente, del 0,7% en adolescentes y del 1% en adultos
jóvenes, desconociéndose en grupos de mayor edad. También es posible el cuadro
opuesto, es decir, que en vez de sentir insomnio sientan dormir bien cuando en realidad hay
insomnio.(13)
Insomnio debido a trastornos mentales. Se define así al insomnio que dura al menos un
mes y que está causado por una enfermedad mental subyacente (guarda una relación
temporal, en la mayoría de los casos, con un trastorno mental diagnosticado según los
criterios de la DSSMD). El insomnio no es sino un síntoma más de la enfermedad mental,
aunque en muchas ocasiones puede ser más intenso que el habitualmente asociado al
trastorno mental subyacente, requiriendo entonces un tratamiento independiente del
proceso de base.
Es el insomnio más frecuentemente diagnosticado entre los pacientes que acuden a
consultas especializadas en trastornos del sueño. Aproximadamente un 3% de la población
general tiene síntomas compatibles con este diagnóstico.
Insomnio debido a una inadecuada higiene del sueño. Es el insomnio asociado a
actividades diarias que necesariamente impiden una adecuada calidad del sueño y
mantenerse despierto y alerta durante el día. Un elemento común a esas actividades es que
son prácticas que están bajo el control de la voluntad del sujeto. Pueden ser prácticas que
conllevan un estado de hiperalerta o hipervigilia (el consumo rutinario y antes de acostarse
de alcohol o cafeína; el desarrollo, también antes de acostarse, de intensas actividades
mentales, físicas o emocionales; o condiciones inapropiadas de luz, ruido, etc., o prácticas
que impiden una correcta estructuración el sueño –siestas frecuentes durante el día,
grandes variaciones en las horas de acostarse o levantarse, pasar mucho tiempo en la
cama–, etc. Su prevalencia se estima en torno al 1-2% en los adolescentes y adultos, y
constituye alrededor de un 5-10% de los insomnios.(11-13)
Insomnio debido a fármacos o tóxicos. Es la interrupción o supresión del sueño
relacionada con el consumo de fármacos, drogas, cafeína, alcohol, comida, o con la
exposición a un tóxico ambiental. El trastorno del sueño puede aparecer durante periodos
de consumo o exposición, o también durante periodos de retirada o abstinencia. Afecta
aproximadamente al 0,2% de la población general, y al 3,5% de los sujetos que consultan
por problemas de sueño.(13)
Insomnio debido a problemas médicos. Es el causado por una enfermedad orgánica
coexistente o por otra alteración fisiológica, de modo que se inicia con dicho problema
médico y varía según las fluctuaciones o cambios en su curso. Afecta al 0,5% de la
población general, siendo más frecuente en personas de edad avanzada. Alrededor de un
4% de los pacientes que son valorados en Unidad de Sueño presentan este tipo de
insomnio.(13)
Trastornos respiratorios
Síndrome de apneas centrales: a. Apnea central primaria b. Patrón respiratorio de Cheyne
Stokes c. Apnea central debido a una respiración periódica a gran altitud de. Apnea central
primaria de la infancia (apnea central primaria neonatal) e. Apnea central debido a fármacos
o tóxicos 2.2. Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS): a. Síndrome de apnea
obstructiva en adultos b. Síndrome de apnea obstructiva pediátrica 3.3. Síndrome de
hipoventilación del sueño: a. Hipoventilación alveolar central (hipoventilación del obeso b.
Hipoventilación alveolar central congénita
Hipersomnias
Esta sección incluye un grupo de enfermedades caracterizadas fundamentalmente por
somnolencia diurna, que no es atribuible a ninguna dificultad para el sueño nocturno ni a
cambios en el ritmo circadiano. Se entiende por somnolencia diurna la incapacidad para
mantenerse despierto y alerta durante la mayoría de las situaciones del día. Ésta ocurre con
mayor probabilidad en situaciones monótonas que no requieren una participación activa.
Muchas veces conllevan un aumento en el tiempo total de sueño diario, sin que ello
suponga una sensación de sueño reparador. En otros casos conlleva un comportamiento
automático que no impide realizar actividades durante el estado de somnolencia.(13)
Hipersomnia recurrente. Se trata de una entidad poco frecuente, habiéndose descrito en
la literatura médica sólo unos 200 casos, con ligero predominio en el sexo masculino. Su
principal paradigma es el síndrome de Kleine-Levin. Se caracteriza por la aparición de
episodios de hipersomnia con una frecuencia que oscila entre 1 y 10 veces por año. Los
episodios pueden durar desde pocos días hasta varias semanas. Frecuentemente vienen
precedidos por pródromos consistentes en fatiga o cefalea, de unas pocas horas de
duración. Durante los episodios de hipersomnia, los pacientes pueden dormir de 16 a 18
horas al día, despertándose o levantándose únicamente para comer. No es infrecuente que
los pacientes vean incrementado su peso durante los episodios. Otras alteraciones del
comportamiento, como hiperfagia, hipersexualidad, irritabilidad o agresividad, y también
cognitivas o mentales, como confusión, desrealización, alucinaciones, etc., pueden
manifestarse durante los periodos de hipersomnia. No obstante, la confluencia de todos
estos síntomas es una excepción, y lo más habitual es que la hipersomnia se presente de
forma aislada.(13)
Hipersomnia idiopática con sueño prolongado. Se caracteriza por una somnolencia
excesiva, constante y diaria durante al menos tres meses. El sueño nocturno se prolonga
durante unas 12-14 horas, con ningún o muy pocos despertares. Durante el día el paciente
puede realizar siestas de 3 ó 4 horas de duración, sin que resulten reparadoras. Los
pacientes aquejados de esta enfermedad tienen además una gran dificultad para
despertarse tanto del sueño nocturno como de las siestas.(13)
Hipersomnia idiopática sin sueño prolongado. Se distingue de la anterior en que en este
caso el sueño nocturno suele tener una duración entre 6 y 10 horas, no excediendo este
límite. No se acompaña de cataplejia, aunque los pacientes pueden tener a veces dificultad
para despertarse del sueño nocturno y también de las siestas.
Sueño insuficiente inducido por el comportamiento. Consiste en la somnolencia
secundaria a una privación crónica del sueño, voluntaria, pero no buscada directamente,
derivada de comportamientos que impiden alcanzar la cantidad de sueño necesario para
mantener un adecuado nivel de vigilia y alerta (obligada por circunstancias como el trabajo,
niños pequeños en casa).
Otros tipos de hipersomnia. Otros tipos de hipersomnia son la hipersomnia debida a una
enfermedad médica (enfermedades neurológicas como la enfermedad de Parkinson y
lesiones del hipotálamo, enfermedades endocrinológicas como el hipotiroidismo, trastornos
metabólicos como la encefalopatía hepática o la insuficiencia renal, etc.), la hipersomnia
secundaria al consumo de fármacos o drogas, y la hipersomnia no debida a ninguna
condición fisiológica ni al consumo de sustancias sino a un trastorno mental, y la mala
percepción de hipersomnia.(12)
Alteraciones del ritmo circadiano
Para obtener un sueño óptimo, reparador o de buena calidad, el tiempo dedicado al mismo
debería coincidir con el ritmo circadiano biológico del sueño de cada individuo. En la
segunda Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño se describen las siguientes
alteraciones del ritmo circadiano:
Síndrome de la fase del sueño retrasada. Se caracteriza, como su propio nombre indica,
por un retraso –habitualmente mayor de dos horas– en los tiempos de conciliación del
sueño y despertar, en relación con los horarios convencionales o socialmente aceptados.
Los individuos afectados por esta entidad tienen una práctica imposibilidad para dormirse y
despertarse a una hora razonable, haciéndolo más tarde de lo habitual. La estructura del
sueño es normal, destacando únicamente en los estudios polisomnográficos un importante
alargamiento de la latencia del sueño o el tiempo que tardan en dormirse los pacientes.
Estos tienen con frecuencia problemas socio-laborales, ya que sus horas de mayor
actividad suelen ser las de la noche. En estos individuos están también retrasados otros
ciclos biológicos circadianos, como son el de la temperatura y el de la secreción de
melatonina.(12)
Parece existir un componente genético, habiéndo demostrado asociaciones entre
polimorfismos en algunos genes y el retraso en la fase del sueño. Es más frecuente entre
adolescentes y adultos jóvenes, siendo su prevalencia del 7-16%. Aunque se han descrito
casos de inicio en la infancia, la edad media de inicio de los síntomas son los 20 años.(13)
Síndrome de la fase del sueño adelantada. Es menos frecuente que el síndrome de la
fase retrasada. Los periodos de conciliación del sueño y de despertar son muy tempranos o
precoces con respecto a los horarios normales o deseados. Los sujetos que padecen este
síndrome suelen quejarse de somnolencia durante la tarde y tienen tendencia a acostarse
muy pronto, y se despiertan espontáneamente también muy pronto por la mañana. Cuando
se acuestan muy tarde, por factores exógenos, sufren un déficit de sueño, ya que su ritmo
circadiano les despierta igualmente pronto. No se conoce su prevalencia, pero se estima en
torno al 1% en los adultos y ancianos, y aumenta con la edad (probablemente porque con la
edad se acorta el ritmo circadiano). Afecta a ambos sexos por igual.
Ritmo sueño-vigilia irregular. Se caracteriza por la ausencia de un ritmo circadiano
sueño-vigilia claramente definido. Tal ritmo está tan desestructurado, o es tan caótico, que
los periodos de sueño y vigilia son absolutamente variables a lo largo de las 24 horas del
día. Aunque el tiempo de sueño total es normal, los pacientes muestran síntomas y signos
de insomnio o somnolencia dependiendo de la hora del día.
Ritmo sueño-vigilia libre. El ritmo sueño-vigilia no coincide con el patrón típico de 24
horas. Lo más frecuente es que el ritmo sea más largo que el típico de 24 horas, pero
también puede ser más corto o variable. Esta alteración es muy frecuente en sujetos
completamente ciegos, debido a la pérdida del estímulo luminoso como marcapasos más
importante para un correcto ritmo circadiano. Se presenta también en sujetos con retraso
mental, demencia y trastornos psiquiátricos.(13)
Jet Lag o alteración del sueño por viajes con cambio de huso horario. Se caracteriza
por un desajuste entre el ritmo circadiano endógeno de sueño-vigilia y el patrón exógeno de
sueño-vigilia de una zona geográfica determinada, derivado de un desplazamiento de gran
distancia –que conlleva el cruce de varios meridianos terrestres– en un corto periodo de
tiempo. En estos desplazamientos, el ritmo circadiano permanece anclado en el horario del
punto de partida, y se ajusta lentamente al horario del punto de llegada. Se trata de un
proceso autolimitado, que puede durar hasta 6 días. La gravedad de sus síntomas
(insomnio, somnolencia, astenia, bajo rendimiento intelectual, etc.) depende del número de
meridianos terrestres que se cruzan, y parece ser mayor en sujetos de edad más avanzada.
En los desplazamientos hacia el Este (la alteración es similar a un retraso del sueño) el
desajuste suele ser mayor que en los desplazamientos inversos, en los que predomina una
alteración similar al síndrome de adelanto de la fase de sueño.
Alteración del trabajador nocturno. En esta alteración del ritmo circadiano, los síntomas
de insomnio o hipersomnia son secundarios a jornadas o turnos laborales que se solapan
con el periodo normal del sueño, permaneciendo el trabajador alerta en un momento
inadecuado de su ciclo sueño-vigilia. No sólo se presenta en trabajadores que tienen turnos
nocturnos o de madrugada, sino también en aquellos con rotación de los turnos; estos
últimos necesitan un tiempo determinado para adaptar su ciclo sueño-vigilia a la nueva
situación. Habitualmente, todas estas condiciones de trabajo conllevan una reducción de las
horas de sueño con un desajuste del ritmo circadiano de sueño-vigilia.(13)
Alteración del ritmo circadiano debida a un proceso médico. Es el trastorno del ritmo
circadiano en relación con una enfermedad. En general, el ingreso en un hospital,
especialmente en sujetos de edad avanzada, es una condición suficiente para producir un
cambio del ritmo sueño-vigilia. Los ingresos prolongados, las intervenciones quirúrgicas, el
empleo de fármacos sedantes o hipnóticos, las estancias en unidades de cuidados
intensivos (en las que hay una actividad continuada las 24 horas del día, sin apenas
interrupción de estímulos sonoros y luminosos), y los procesos metabólicos e infecciosos,
son factores que facilitan esta alteración.
Parasomnias
Las parasomnias son trastornos de la conducta o comportamientos anormales que tienen
lugar durante el sueño. En la segunda edición de la Clasificación Internacional de los
Trastornos del Sueño se dividen en tres grupos: parasomnias del despertar, parasomnias
asociadas al sueño REM, y otras parasomnias. En muchos casos hay datos sobre la
influencia genética.(13)
Parasomnias del despertar
Despertar confusional. Se conoce también como “borrachera del despertar”. Se
caracteriza por la aparición de un cuadro confusional al despertarse del sueño. Los
individuos que sufren este trastorno se despiertan desorientados en tiempo y en espacio,
con bradipsiquia y con una marcada disminución de la atención y de la respuesta a los
estímulos; habitualmente suelen presentar también cierto grado de amnesia anterógrada o
retrógrada. El comportamiento durante el despertar confusional puede ser apropiado o, por
el contrario, el sujeto puede mostrarse agresivo y violento, consigo mismo o con el
acompañante. Los episodios confusionales pueden durar desde algunos minutos, lo más
frecuente, hasta varias horas. Su prevalencia es mayor en los niños y en los adultos
jóvenes, y habitualmente desaparecen con la edad.(13)
Sonambulismo. Este trastorno consiste en el desarrollo, durante las fases de sueño
profundo o delta (generalmente en la primera mitad del tiempo de sueño), de una secuencia
de comportamientos complejos que habitualmente incluyen el caminar. Antes de comenzar
a caminar, los individuos pueden sentarse en la cama y mirar alrededor de una forma
confusa. Además, pueden llevar a cabo otras conductas aprendidas durante la vigilia, e
incluso adoptar comportamientos agresivos. Los ojos suelen permanecer abiertos y con
sensación de asombro. Durante los episodios, los sujetos se encuentran profundamente
dormidos, siendo difícil despertarles del sueño; cuando esto se consigue, suelen
encontrarse confusos, y con amnesia de lo ocurrido. Es más frecuente en la infancia, con
una prevalencia aproximada de un 17%, y tiende a desaparecer con la edad, siendo la
prevalencia en adultos del 4%. No existe un tratamiento etiológico, siendo necesario el
adoptar medidas que eviten accidentes fortuitos.
Terrores nocturnos. Se caracterizan por la aparición súbita y durante las fases de sueño
profundo, en la primera mitad de la noche, de episodios de llanto o grito inesperados, con
una expresión facial de miedo o terror intensos, y que se acompañan de una importante
descarga autonómica, con taquicardia, taquipnea, diaforesis, etc. Habitualmente el sujeto
permanece sentado en la cama durante los episodios, profundamente dormido y sin
responder a los estímulos externos; si se le despierta suele encontrarse confuso y
desorientado, sin recordar lo que estaba sucediendo. Este trastorno es más propio de la
infancia, donde la prevalencia es del 1-6,5%, aunque también puede aparecer en edades
más avanzadas.(13)
Parasomnias asociadas al sueño REM:
Trastorno de conducta del sueño REM. Este trastorno se caracteriza por la aparición de
conductas anómalas durante el sueño REM. En lugar de presentar una pérdida completa
del tono muscular propia de la fase REM del sueño, los sujetos con este trastorno suelen
realizar movimientos, habitualmente violentos como puñetazos o patadas, que se
corresponden con la actividad motora propia de la ensoñación en curso. Como
consecuencia de tales movimientos, los sujetos pueden autolesionarse o lesionar al
compañero de cama de forma fortuita. Otros tipos de conducta menos agresivos son
accesos de risa, gritos, movimientos de gesticulación o de rascado, etc. Durante los
episodios los sujetos suelen permanecer con los ojos cerrados. Típicamente, al final de
cada episodio, el sujeto se despierta bruscamente, refiriendo una ensoñación muy
vivenciada y coherente con los movimientos que ha desarrollado durante la fase de sueño
REM. El trastorno de conducta asociado al sueño REM afecta predominantemente a
varones por encima de los 50 años, y se ha asociado a sinucleinopatías.(13)
Parálisis del sueño aislada. Consisten en una incapacidad para hablar y realizar cualquier
movimiento voluntario con la cabeza, el tronco o las extremidades, debido a una pérdida
completa del tono muscular. Los episodios suelen suceder al inicio de las fases de sueño
REM o en la transición sueño-vigilia. Pueden durar unos segundos o incluso minutos.
Durante los mismos, especialmente si son los primeros episodios, el sujeto puede
experimentar intensa sensación de ansiedad, y puede también tener alucinaciones.(13)
Pesadillas. Son ensoñaciones muy vivenciadas, de contenido desagradable, y que
producen una importante sensación de miedo en el sujeto, llegando a despertarle en
muchas ocasiones. Ocurren durante la fase REM del sueño, y a diferencia de los terrores
nocturnos, predominan en la segunda mitad de la noche y el sujeto suele recordar y es
consciente de lo sucedido cuando se despierta. Aunque es muy frecuente en la infancia, los
adultos pueden tener también pesadillas de forma ocasional.(14)
Otras parasomnias. Se incluyen los trastornos disociativos del sueño, la enuresis, la
catatrenia o quejido nocturno, el síndrome de explosión cefálica, las alucinaciones del sueño
y el síndrome de la comida nocturna.(13)
MOVIMIENTOS ANORMALES RELACIONADOS CON EL SUEÑO
La alteración del sueño nocturno o las quejas de fatiga y somnolencia diarias son requisitos
fundamentales para incluir en esta sección entidades que cursan con movimientos
anormales. La clasificación de movimientos anormales incluye los relacionados con el
sueño. Otro aspecto diferente, aunque relacionado, son los trastornos del sueño asociados
a enfermedades del control. Los principales trastornos del sueño que cursan con
movimientos anormales, que se describen en la segunda Clasificación Internacional de los
Trastornos del Sueño son los siguientes:
Síndrome de piernas inquietas. Es un trastorno del sueño caracterizado por una
necesidad imperiosa e irresistible de mover las piernas. Con mucha frecuencia, aunque no
siempre, se acompaña de incómodas e incluso dolorosas parestesias en el interior de las
piernas. La necesidad de mover las piernas y las posibles parestesias acompañantes
empeoran con el reposo (en decúbito o en sedestación), y suelen mejorar, de forma
prácticamente inmediata, caminando o moviendo las piernas. Suele ser peor por las tardes
y las noches, mientras que su intensidad disminuye considerablemente por las mañanas.
Aparece en la transición vigilia-sueño, cuando el paciente está todavía despierto,
dificultando la conciliación del sueño al principio de la noche o tras los despertares
nocturnos. Aunque, como su propio nombre indica, afecta predominantemente a las
extremidades inferiores, los síntomas pueden presentarse también en los miembros
superiores.
Su prevalencia es de aproximadamente el 5-10%, siendo ligeramente más frecuente en
mujeres y en las edades avanzadas de la vida. Hasta en un 80-90% de los casos se asocia
a movimientos periódicos de las piernas. Más del 50% de los pacientes con este trastorno
tienen una historia familiar de síndrome de piernas inquietas; en las formas hereditarias, el
inicio de los síntomas es más precoz. Como principales factores etiológicos se han descrito
la anemia ferropénica, la insuficiencia renal crónica, la diabetes mellitus o la enfermedad de
Parkinson; además, algunos fármacos sedantes, antihistamínicos, neurolépticos o
antidepresivos pueden agravar los síntomas. El tratamiento debe enfocarse hacia una
corrección de la causa (anemia la más frecuente). Cuando ésta no es identificable, puede
administrarse tratamiento farmacológico con Clonazepam o agentes dopaminérgicos.
Movimientos periódicos de las piernas. Son episodios repetidos de movimientos bruscos,
rápidos e involuntarios, de las extremidades. Suelen producirse en secuencias de 4 ó más
movimientos, separados entre sí por un intervalo de 5 a 90 segundos (habitualmente 20-40
segundos). Los episodios ocurren sobre todo en las fases 1 y 2 del sueño, pero pueden
extenderse a lo largo de toda la noche. Como consecuencia de los mismos, se producen
microdespertares repetidos y una interrupción brusca del sueño, que aunque el paciente no
sea consciente de ello, desestructuran el patrón normal del sueño. Pueden producirse
también, sobre todo cuando los síntomas son más intensos, durante la vigilia, pero no todos
los autores están de acuerdo en su relevancia. Habitualmente afectan a las extremidades
inferiores, y consisten en una extensión del primer dedo del pie, en combinación con una
flexión parcial del tobillo, la rodilla y, en ocasiones, también la cadera. Puede además
afectar a los miembros superiores.(13)
Su prevalencia aumenta con la edad, afectando a un 34% de los sujetos mayores de 60
años. Si bien la mayoría de sujetos que padecen el síndrome de piernas inquietas tienen
también movimientos periódicos de las piernas, no suele suceder a la inversa.(14)
Sólo requieren tratamiento los pacientes sintomáticos, pudiendo emplearse
benzodiacepinas para reducir los despertares, y agentes dopaminérgicos u opiáceos a dosis
bajas.
Calambres nocturnos. Consisten en la contracción involuntaria, súbita, intensa y dolorosa
de un músculo o grupos musculares de las extremidades inferiores –habitualmente de la
pierna o del pie–, durante el sueño. Pueden preceder en ocasiones de una leve sensación
dolorosa. Las contracciones duran desde unos pocos segundos hasta varios minutos, y se
remiten espontáneamente. No es infrecuente que quede una molestia muscular secuelar
tras los mismos. Es un trastorno relativamente frecuente, que afecta a un 15% de la
población. Para aliviar o evitar los síntomas pueden realizarse ejercicios de estiramiento
muscular, aplicación de calor local, masoterapia o incluso la movilización de la extremidad.
Pueden emplearse también complejos vitamínicos y suplementos electrolíticos.(13)
Bruxismo. Durante el sueño es frecuente que se produzca una contracción de los músculos
maseteros, pterigoideos internos y temporales, provocando un cierre enérgico de la
mandíbula superior e inferior. Estas contracciones pueden ser aisladas y sostenidas,
contracción tónica, o pueden cursar como series repetitivas, rítmicas, actividad muscular
masticatoria rítmica. Si estas últimas son muy intensas, el golpeteo de las piezas dentales
puede producir un ruido conocido como bruxismo. Ello puede provocar un desgaste del
esmalte dental, dolor dental o mandibular, alteraciones de la articulación
temporo-mandibular y cefalea. Cuando es intenso puede incluso interrumpir el sueño. Es
más frecuente en la infancia, donde su prevalencia es de un 14-17%, reduciéndose con la
edad; en adultos es del 3%. Para su tratamiento pueden emplearse férulas de
protección.(14)
Movimientos rítmicos durante el sueño. Son movimientos rítmicos, estereotipados, como
de balanceo de la cabeza o de todo el cuerpo, que a veces se asocian a sonidos guturales,
y que suelen emplearse durante la conciliación del sueño o durante el mismo. Suelen
iniciarse a los 9 meses de edad, y prácticamente desaparecen para los 5 años, por lo que
no requieren tratamiento.(13)
MARCO CONCEPTUAL O DEFINICIÓN DE TÉRMINOS BÁSICOS
Tecnología:
La tecnología se define usualmente como el conjunto de herramientas hechas por el
hombre, como los medios eficientes para un fin, o como el conjunto de artefactos
materiales. Pero la tecnología también contiene prácticas instrumentales, como la creación,
fabricación y uso de los medios y las máquinas; incluye el conjunto material y no-material de
hechos técnicos; está íntimamente conectada con las necesidades institucionalizadas y los
fines previstos a los cuales las tecnologías sirven (20)
El sueño:
Es primordial en el ser humano, ocupando la tercera parte de nuestra existencia, sin
embargo, durante siglos no se ha tomado importancia en la ciencia de medicina. En los
últimos tiempos se ha comprobado que el sueño es un comportamiento complejo y
altamente estructurado. Entre un 8% y un 15% de las personas tiene algún trastorno de
sueño que repercute en su vida diaria.(16)
Dimensión calidad de sueño:
La calidad de sueño, se refiere al dormir bien durante toda la noche y tener un buen
rendimiento en el día, considerado un factor contundente de la salud y un elemento
propiciador de una buena calidad de vida. Abarca una de los aspectos clínicos más amplios
pero el menos entendido, por lo que hace falta conocer de modo preciso la incidencia y los
factores que lo están determinando en cada individuo.(20)
Las dimensiones de la calidad del sueño, según el Pittsburgh, son 7, de las cuales se
detallan a continuación: calidad subjetiva del sueño, latencia del sueño, duración del sueño,
eficiencia habitual del sueño, trastornos del sueño, uso de medicamentos hipnóticos,
disfunción diurna.
Dimensión 1. Calidad Subjetiva del sueño: Es la apreciación autocrítica, que se realiza la
persona de su propia satisfacción de sueño, que puede ser favorable como desfavorable,
esta implica una autoevaluación recurrente que puede variar dependiendo de sus
experiencias.
Teniendo como indicador: calidad de su dormir; que se da en el sujeto, proporcionando un
sueño reparador o un sueño poco reparador.
Dimensión 2. Latencia de sueño: Calcula la duración que la persona cree que puede
dormirse. En decir el tiempo que pasa desde que se apagan las luces por completo hasta
que se asemeja la fase I del sueño NO REM.(20)
Teniendo como indicador: tiempo en que demora en quedarse dormido; es el tiempo
transcurrido que cree que el sujeto se dormirá.
Dimensión 3. Duración de sueño: Es el tiempo que la persona duerme. Asimismo, una
duración alterada del sueño en el último mes se considera cuando es menor de siete horas
por noche. (20)
Teniendo como indicador: horas que duerme durante la noche; es el tiempo que durará el
sueño del sujeto.
Dimensión 4. Eficiencia de sueño habitual: Es la relación entre la duración del tiempo total
que pasa dormido en una noche y la duración del tiempo que pasa en la cama. (20)
Teniendo como indicador: horas que se duerme y hora que se levanta; es la cantidad de
horas que pasa el sujeto en cama mientras duerme y se levanta.
Dimensión 5. Alteraciones del Sueño: Es cuando el ser humano no puede conciliar el
sueño de forma normal, presentando diferentes alteraciones del patrón de sueño, afectando
su salud. (20)
Teniendo como indicador: veces que se ha tenido problemas para dormir; es la cantidad que
ha alterado el sueño del sujeto, dificultando la conciliación del sueño.
Dimensión 6. Uso de medicación hipnótica: Son sustancias que las personas utilizan
cuando no pueden conciliar el sueño por diversos factores. Teniendo como indicador:
medicinas que ha ingerido por su cuenta o recetadas por el médico; es la veces que ha
tenido que utilizar medicamentos que le ayuden a dormir, ya sea prescrito por un profesional
de salud o automedicados.
Dimensión 7. Disfunción diurna: Evalúa la facilidad con que la persona se duerme mientras
realiza cualquier tarea diaria, teniendo cansancio en todo momento. (21)
Teniendo como indicador: tuvo somnolencia mientras realizaba sus actividades diurnas o ha
tenido problemas en “tener ánimos para realizarla”; valora como el sujeto se queda dormido
de un momento a otro. (20)
Trastornos del sueño:
Según la clasificación DSM, se define como la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o
la falta de un sueño reparador (sueño aparentemente adecuado en cantidad, que deja al
sujeto con la sensación de no haber descansado lo suficiente) durante tres veces en una
semana durante un mínimo de un mes, con suficiente intensidad para provocar
repercusiones (cansancio diurno, irritabilidad, falta de concentración, pérdida de memoria,
etc.) y no ser debido a otro trastorno mental ni a efectos fisiológicos directos de una
sustancia o enfermedad médica. (3)
Tipos de aparatos tecnológicos:
Hacen referencia los distintos tipos de aparatos tecnológicos tales como los celulares,
tablet, laptop, computadora y la televisión. Que es utilizada por personas para hacer
llamadas, videos, mensajes y jugar.
Teléfono móvil: Actualmente conocidos como teléfonos celulares, llamados uno de los
dispositivos electrónicos más populares en el campo comercial, estos dispositivos están
disponibles en diferentes colores, tamaños, diseños y marcas, lo que nos permite hacer y
recibir llamadas. Las fábricas de estos dispositivos están innovando cada vez más sus
productos con características especiales como Bluetooth, capacidad de doble SIM, Wi-Fi,
pantalla táctil. Sin embargo, algunos teléfonos móviles que tienen sistemas operativos de
doble núcleo pueden ser un poco más caros porque son de alta tecnología, ya que para
muchas personas hoy en día es necesario tener un teléfono móvil.(18)
Tablet: Fueron creados por Steve Jobs que ofrecen una mejor navegación en Internet a
diferencia del teléfono móvil, estos dispositivos electrónicos son buenos para leer debido a
su mayor tamaño, sin embargo, también hay tabletas que los crearon con una similitud con
la computadora, en escritos, documentos y se pueden hacer archivos, son dispositivos
livianos porque son portátiles. (19)
Computadora o PC: Conocido como una computadora personal, es un dispositivo
electrónico diseñado para ser utilizado por un solo individuo, tiene una diversidad de
sistemas operativos que permiten el uso de varios usuarios, generalmente es de tamaño
mediano, ha sido diseñado para llevar a cabo una computadora trabajo, que nos permiten
navegar por internet, realizar trabajos, editar textos y también nos permiten escuchar
música, ver videos, jugar, estudiar, entre otras actividades.(18)
Laptop: También se llama computadora portátil porque puede transportarse fácilmente. Las
computadoras portátiles realizan la misma función que una computadora, son aún más
beneficiosas, ya que son rápidas en el sistema operativo y no tardan mucho en iniciarse y
tienen una gran ventaja, ya que son ligeras y pequeñas a su vez.(18)
Televisión o TV: Conocido como Televisión y abreviado como TV, este término se usó en el
año 1900, es un dispositivo utilizado para la información, ya que percibe imágenes en
movimiento y sonido. La transmisión puede realizarse por medio de ondas, por cables. El
receptor de las señales es la televisión.(17-18)
Dimensión Características de aparatos tecnológicos:
Cabe destacar que es el tiempo de uso de los aparatos tecnológicos y la frecuencia con que
se usa cada uno de los ya mencionados anteriormente.
Tiempo de uso: Tiempo de uso de los aparatos tecnológicos en determinados contextos
sociales, familiares y laborales tanto por los adolescentes como también por cualquier
persona que disponga de un dispositivo.(21)
Frecuencia: Se basa en los días de la semana de uso de un dispositivo, es decir la
cantidad de veces que es utilizado.
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Variable independiente: frecuencia de uso de aparatos tecnológicos.
Variable dependiente: trastornos de sueño que se presentan.
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