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semana, el contemplar su imagen y pedirle que en este año de gracia, podamos ser
instrumentos aptos en sus manos y podamos conducir a muchas a un encuentro con Ella
en la Alianza de Amor.
ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA DEL MES y entrega del Capital de Gracia.
Querida Madre y Reina:
Al terminar este día “llenamos las vasijas del Santuario, con nuestros dones: con el
agradecimiento y la entrega, con el arrepentimiento y el anhelo. Te pedimos con cada paso
de esta peregrinación, aviva en nosotros el fuego del amor a Ti, a la Familia, al P. Kentenich
y a la Iglesia.” (Oración de peregrinación 2014)
Entonces, “esta capillita será para nosotros cuna de santidad y esta santidad hará suave
violencia a nuestra Madre y la hará descender hasta nosotros.” (18.oct. 1914)
(Ofrecemos las ofrendas y contribuciones al capital de gracias que traemos a la Sma.
Virgen.)
Querida Madre y Reina,
al igual que nuestro Padre y Fundador y los primeros, creemos en la realidad de la Alianza
de Amor. Hoy llevamos el fuego de esa Alianza primera, desde nuestro Santuario, a cada
una de nuestras realidades:
a nuestro tiempo que busca a Dios,
a las familias, donde se crece en la fe,
a los jóvenes que anhelan ideales,
a nuestra Iglesia, que amamos y servimos.
En todo nuestro mundo queremos que arda el fuego de esta Alianza, por eso “danos fuerza
para plasmar una cultura de Alianza en nuestro mundo y edúcanos como instrumentos
aptos en tus manos para responder a los desafíos del tiempo” (Oración de peregrinación
2014)
OBTENCIÓN DE LA INDULGENCIA EN LOS SANTUARIOS
MES DE MARÍA EN EL AÑO JUBILAR
(Algunos pensamientos que pueden ayudar en las celebraciones del mes de maría en los
Santuarios o ermitas)
ORACIÓN INTRODUCTORIA
Guía: Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt, con gran alegría
quisiéramos vivir este mes dedicado a ti, recordando el pasado 18 de octubre, cuando
iniciamos nuestro año jubilar, junto a toda la Familia de Schoenstatt Internacional. Unidos a
nuestro Santuario Original, abrimos la puerta de nuestro Santuario y cruzamos el umbral de
la puerta santa. Queremos prolongar aquella hora de gracia y de alegría y hacer de este
mes, un mes para agradecer, para celebrar y renovarnos en nuestro profundo amor a Ti .
Unas palabras de nuestro Padre y Fundador, nos invitan a ello:
L1: “La mirada se pierde en el pasado, pues sabemos que este año celebramos un jubileo,
un mes jubilar. Hace … (100 años) fue el primer gran florecimiento de la congregación…
Quisiéramos penetrar más profundamente en la grandeza de la Madre de Dios… porque un
hijo no se cansa de contemplar a su madre y ahora, como hijos de Schoenstatt, podemos
contemplar a nuestra Madre a lo largo de 31 días… Quisiéramos aprender a amarla,
quisiéramos vivir en total dependencia de Ella, como un niño vive con su madre.” (P.K., 1º
Mayo 1941)
Guía: En el espíritu de estas palabras, quisiéramos elevar una alabanza de gratitud a
nuestra Madre y Reina, por cuánto Ella, a través de su instrumento escogido, el P.
Kentenich, nos ha regalado desde aquella primera hora de Alianza, en la pequeña capillita
del valle, nuestro Santuario Original.
L1: ”Todo lo grande y valioso que hemos recibido durante este tiempo, en este santo lugar,
está íntimamente ligado con la Madre, Señora y Reina de Schoenstatt… Lo que se ha
realizado desde acá es obra suya…” (PK., 2ª Acta de fundación)
La Iglesia nos ha regalado, en este año jubilar, la gracia de obtener la INDULGENCIA
PLENARIA en cada uno de nuestros Santuarios. La indulgencia es uno de los signos
jubilares que nos invita a purificar nuestro corazón de toda culpa, llamándonos a la
conversión y a abrirnos a las gracias que nos regala el año jubilar.
1ª SEMANA
Para recibir la indulgencia plenaria, debemos peregrinar a algún Santuario de Schoenstatt
y cumplir con tres requisitos:
a) La Confesión: Puede hacerse una semana antes o el mismo día, o bien, una semana
después.
b) Participar en la Eucaristía y comulgar
c) Oración por las intenciones del Papa, rezando el Credo, un Padrenuestro, un
Avemaría
y volvemos a recordar aquella hora del 22 de mayo de 2013, en que, como Familia
Internacional, elevamos al cielo nuestro “Magnificat” porque Ella, la gran Misionera había
obrado el milagro esperado por tantos años: “La casa es nuestra”… Palabras que
resonaron en cada hijo de Schoenstatt…
“La casa es nuestra”
Guía: En esta semana agradecemos a nuestra Madre y Reina el maravilloso regalo del
SANTUARIO ORIGINAL
El P. Kentenich nos dirige hoy, las mismas palabras de aquel 18 de Octubre de 1914:
L1: “Tanto el Padre, como la Madre y los hijos se alegran al poder tomar posesión de un
hogar propio… El pensamiento, la casa es nuestra, excede a todas las demás ventajas…
Pero también un sentimiento de santo orgullo hace palpitar más fuertemente nuestros
corazones, porque el Santuario, que se hallaba desde tiempos inmemoriales más o menos
abandonado, desmantelado y vacío ha sido restaurado por nosotros y por iniciativa nuestra
dedicado a la Sma. Virgen… Sin duda sería una obra sublime, digna del esfuerzo …de los
mejores, si nosotros… lográsemos introducir… un ardiente amor a María…” (18.oct. 1914)
Guía: En esta semana agradecemos la audacia en la fe de nuestro Padre y Fundador y de
los primeros. Ellos creyeron en esa primera Alianza de Amor y la Madre de Dios descendió
a nuestro Santuario para atraer desde allí corazones juveniles y hacerlos instrumentos
aptos para la salvación del mundo. En esta semana agradecemos por el gran don de
LA ALIANZA DE AMOR
Guía: Unidos espiritualmente a nuestra fuente de gracias original, agradecemos, una vez
más, el obrar de nuestra Mater en nuestra historia y le ofrecemos nuestros aportes al capital
de gracias: peregrinar durante este mes a su Santuario o Ermita para demostrarle nuestro
amor e invitar a otros a compartir esta gran riqueza.
L1: “Sin duda, no podríamos realizar una acción apostólica más grande ni dejar a nuestros
sucesores una herencia más preciosa, que inducir a nuestra Señora y Soberana a que erija
aquí su trono de manera especial, que reparta sus tesoros y obre milagros de gracia.
…Quisiera convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracia… Todos
los que acudan acá para orar, deben experimentar la gloria de María y confesar ¡Qué bien
estamos aquí!… Así también esta capillita… será para nosotros cuna de santidad.” (id.)
 Oración final para cada semana, con entrega del capital de gracia y obtención de
la indulgencia plenaria (donde hay Santuario) (Está al final)
2ª SEMANA
“Cada uno ha de alcanzar el mayor grado posible de santidad según su estado” (Id.)
Guía: En esta semana agradecemos por aquellos
PRIMEROS CONGREGANTES
Ellos nos dejaron una maravillosa herencia de amor, entrega y fidelidad a la Madre
Celestial. Aún en medio de los horrores de una guerra, el amor a María, al P. Kentenich y a
la Capillita, los llevó a jugarse enteramente por la santidad en la vida diaria, al servicio de
un apostolado universal… Así creció Schoenstatt…
L1: “No he perdido la confianza en Uds. Se que construyendo sobre lo que hemos
alcanzado hasta ahora, haremos grandes progresos… Sin embargo, mi exigencia se refiere
a algo incomparablemente superior: cada uno de nosotros ha de alcanzar el mayor grado
posible santidad según su estado. No simplemente lo grande, ni algo más grande, sino
precisamente lo más excelso ha de ser el objeto de nuestros esfuerzos intensificados…”
(id.)
Guía: En esta semana, quisiéramos regalar a nuestra Madre y Reina en el Santuario, este
espíritu de los primeros… Así creció Schoenstatt: por el camino de un serio esfuerzo por
santificar el día cotidiano, por vencer nuestros propios límites, por entregar a la Mater, en su
Santuario, nuestros esfuerzos por vivir unidos a Ella.
3ª SEMANA
“Queremos inducir a nuestra Señora a que erija aquí su trono (de gracias)”
Escuchemos el llamado que hoy, después de 100 años, nos hace el P. Kentenich:
Guía: En esta semana, quisiéramos agradecer y profundizar el gran regalo de nuestra
Alianza de Amor. Aquel 18 de octubre, Ella tomó la iniciativa y descendió a la capillita...
Hoy, nosotros, al igual que los primeros, hemos de darle nuestra respuesta y decirle:
“Madre, nada sin Ti, nada sin nosotros…” Qué en esta semana, podamos agradecer todo lo
que Ella nos ha regalado en nuestro camino de Alianza y podamos conducir también a otros
a nuestro Santuario, para que muchos puedan experimentar ese hogar espiritual y
exclamar: ¡Qué bien estamos aquí!
4ª SEMANA
“Amo a los que me aman”
Guía: En esta última semana de nuestro Mes de María, quisiéramos honrar y agradecer,
de manera especial, a quien le debemos todo en Schoenstatt; a nuestra querida
MADRE Y REINA TRES VECES ADMIRABLE DE SCHOENSTATT
Con Ella hemos sellado una Alianza de Amor y en este mes, hemos querido mostrarle que
en verdad la amamos realmente. Nuestro Padre y fundador, nos enseña con su propia vida,
ese amor sencillo y cálido a la Madre de Dios. Por eso queremos, en esta año jubilar, abrirle
a Ella las puertas de nuestro corazón para que nos eduque y nos forme como instrumentos
aptos en sus manos al servicio de la Iglesia y del mundo.
Escuchemos las palabras del P. Kentenich aquel 18 de octubre de 1914:
L 1: “No se preocupen por la realización de su deseo… Amo a los que me aman.
Pruébenme primero con hechos que me aman realmente y que toman en serio su
propósito. Ahora tienen para ello la mejor oportunidad…” (Id.)
Guía: Al llegar a esta semana final de nuestro mes de María, queremos mostrarle a Ella, la
Madre de Dios, que la amamos realmente. Queremos agradecerle por cuanto nos ha
regalado en este mes de gracia y comprometernos, en este año jubilar, a probarle con
hechos concretos, nuestro amor y nuestra Fidelidad a la Alianza. Regalémosle en esta
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