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MES DE MARÍA EN EL AÑO JUBILAR
(Algunos pensamientos como complemento y ayuda en las celebraciones del mes de María en
nuestros Santuarios o ermitas)
ORACIÓN INTRODUCTORIA
Guía: Amada Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt, con gran alegría
quisiéramos vivir este mes dedicado a ti, recordando el pasado 18 de octubre, cuando iniciamos
nuestro año jubilar, junto a toda la Familia de Schoenstatt Internacional.
Unidos a nuestro Santuario Original, abrimos la puerta de nuestro Santuario y cruzamos el
umbral de la puerta santa. Queremos prolongar aquella hora de gracia y de alegría y hacer de
este mes, un mes para agradecer, para celebrar y renovarnos en nuestro profundo amor a Ti .
Unas palabras de nuestro Padre y Fundador, nos invitan a ello:
L1: “La mirada se pierde en el pasado, pues sabemos que este año celebramos un jubileo, un mes
jubilar. Hace … (100 años) fue el primer gran florecimiento de la congregación… Quisiéramos
penetrar más profundamente en la grandeza de la Madre de Dios… porque un hijo no se cansa de
contemplar a su madre y ahora, como hijos de Schoenstatt, podemos contemplar a nuestra
Madre a lo largo de 31 días… Quisiéramos aprender a amarla, quisiéramos vivir en total
dependencia de Ella, como un niño vive con su madre.” (P.K., 1º Mayo 1941)
Guía: En el espíritu de estas palabras, quisiéramos elevar una alabanza de gratitud a nuestra
Madre y Reina, por cuánto Ella, a través de su instrumento escogido, el P. Kentenich, nos ha
regalado desde aquella primera hora de Alianza, en la pequeña capillita del valle, nuestro
Santuario Original.
L1: ”Todo lo grande y valioso que hemos recibido durante este tiempo, en este santo lugar, está
íntimamente ligado con la Madre, Señora y Reina de Schoenstatt… Lo que se ha realizado desde
acá es obra suya…” (PK., 2ª Acta de fundación)
1ª SEMANA
“La casa es nuestra”
Guía: En esta semana agradecemos a nuestra Madre y Reina el maravilloso regalo del
SANTUARIO ORIGINAL
y volvemos a recordar aquella hora del 22 de mayo de 2013, en que, como Familia Internacional,
elevamos al cielo nuestro “Magnificat” porque Ella, la gran Misionera había obrado el milagro
esperado por tantos años: “La casa es nuestra”… Palabras que resonaron en cada hijo de
Schoenstatt…
El P. Kentenich nos dirige hoy, las mismas palabras de aquel 18 de Octubre de 1914:
L1. “Tanto el Padre, como la Madre y los hijos se alegran al poder tomar posesión de un hogar
propio… El pensamiento, la casa es nuestra, excede a todas las demás ventajas… Pero también un
sentimiento de santo orgullo hace palpitar más fuertemente nuestros corazones, porque el
Santuario, que se hallaba desde tiempos inmemoriales más o menos abandonado, desmantelado
y vacío ha sido restaurado por nosotros y por iniciativa nuestra dedicado a la Sma. Virgen… Sin
duda sería una obra sublime, digna del esfuerzo …de los mejores, si nosotros… lográsemos
introducir… un ardiente amor a María…” (18.oct. 1914)
Guía: Unidos espiritualmente a nuestra fuente de gracias original, agradecemos, una vez más, el
obrar de nuestra Mater en nuestra historia y le ofrecemos nuestros aportes al capital de gracias:
peregrinar durante este mes a su Santuario o Ermita para demostrarle nuestro amor e invitar a
otros a compartir esta gran riqueza.

Oración final para cada semana, con entrega del capital de gracia y obtención de la
indulgencia plenaria (donde hay Santuario) (Está al final)
2ª SEMANA
“Cada uno ha de alcanzar el mayor grado posible de santidad según su estado”
(Id.)
Guía: En esta semana agradecemos por aquellos
PRIMEROS CONGREGANTES
Ellos nos dejaron una maravillosa herencia de amor, entrega y fidelidad a la Madre Celestial. Aún
en medio de los horrores de una guerra, el amor a María, al P. Kentenich y a la Capillita, los llevó
a jugarse enteramente por la santidad en la vida diaria, al servicio de un apostolado universal…
Así creció Schoenstatt…
L1: “No he perdido la confianza en Uds. Se que construyendo sobre lo que hemos alcanzado hasta
ahora, haremos grandes progresos… Sin embargo, mi exigencia se refiere a algo
incomparablemente superior: cada uno de nosotros ha de alcanzar el mayor grado posible
santidad según su estado. No simplemente lo grande, ni algo más grande, sino precisamente lo
más excelso ha de ser el objeto de nuestros esfuerzos intensificados…” (id.)
Guía: En esta semana, quisiéramos regalar a nuestra Madre y Reina en el Santuario, este espíritu
de los primeros… Así creció Schoenstatt: por el camino de un serio esfuerzo por santificar el día
cotidiano, por vencer nuestros propios límites, por entregar a la Mater, en su Santuario, nuestros
esfuerzos por vivir unidos a Ella.
3ª SEMANA
“Queremos inducir a nuestra Señora a que erija aquí su trono (de gracias)”
Guía: En esta semana agradecemos la audacia en la fe de nuestro Padre y Fundador y de los
primeros. Ellos creyeron en esa primera Alianza de Amor y la Madre de Dios descendió a nuestro
Santuario para atraer desde allí corazones juveniles y hacerlos instrumentos aptos para la
salvación del mundo. En esta semana agradecemos por el gran don de
LA ALIANZA DE AMOR
Escuchemos el llamado que hoy, después de 100 años, nos hace el P. Kentenich:
L1: “Sin duda, no podríamos realizar una acción apostólica más grande ni dejar a nuestros
sucesores una herencia más preciosa, que inducir a nuestra Señora y Soberana a que erija aquí
su trono de manera especial, que reparta sus tesoros y obre milagros de gracia. …Quisiera
convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracia… Todos los que acudan
acá para orar, deben experimentar la gloria de María y confesar ¡Qué bien estamos aquí!… Así
también esta capillita… será para nosotros cuna de santidad.” (id.)
Guía: En esta semana, quisiéramos agradecer y profundizar el gran regalo de nuestra Alianza de
Amor. Aquel 18 de octubre, Ella tomó la iniciativa y descendió a la capillita... Hoy, nosotros, al
igual que los primeros, hemos de darle nuestra respuesta y decirle: “Madre, nada sin Ti, nada sin
nosotros…” Qué en esta semana, podamos agradecer todo lo que Ella nos ha regalado en
nuestro camino de Alianza y podamos conducir también a otros a nuestro Santuario, para que
muchos puedan experimentar ese hogar espiritual y exclamar: ¡Qué bien estamos aquí!
4ª SEMANA
“Amo a los que me aman”
Guía: En esta última semana de nuestro Mes de María, quisiéramos honrar y agradecer, de
manera especial, a quien le debemos todo en Schoenstatt; a nuestra querida
MADRE Y REINA TRES VECES ADMIRABLE DE SCHOENSTATT
Con Ella hemos sellado una Alianza de Amor y en este mes, hemos querido mostrarle que en
verdad la amamos realmente. Nuestro Padre y fundador, nos enseña con su propia vida, ese
amor sencillo y cálido a la Madre de Dios. Por eso queremos, en esta año jubilar, abrirle a Ella las
puertas de nuestro corazón para que nos eduque y nos forme como instrumentos aptos en sus
manos al servicio de la Iglesia y del mundo.
Escuchemos las palabras del P. Kentenich aquel 18 de octubre de 1914:
L 1: “No se preocupen por la realización de su deseo… Amo a los que me aman. Pruébenme
primero con hechos que me aman realmente y que toman en serio su propósito. Ahora tienen
para ello la mejor oportunidad…” (Id.)
Guía: Al llegar a esta semana final de nuestro mes de María, queremos mostrarle a Ella, la Madre
de Dios, que la amamos realmente. Queremos agradecerle por cuanto nos ha regalado en este
mes de gracia y comprometernos, en este año jubilar, a probarle con hechos concretos, nuestro
amor y nuestra Fidelidad a la Alianza. Regalémosle en esta semana, el contemplar su imagen y
pedirle que en este año de gracia, podamos ser instrumentos aptos en sus manos y podamos
conducir a muchas a un encuentro con Ella en la Alianza de Amor.
ORACIÓN FINAL PARA CADA DÍA DEL MES y entrega del Capital de Gracia.
Querida Madre y Reina:
Al terminar este día “llenamos las vasijas del Santuario, con nuestros dones: con el
agradecimiento y la entrega, con el arrepentimiento y el anhelo. Te pedimos con
cada paso de esta peregrinación, aviva en nosotros el fuego del amor a Ti, a la
Familia, al P. Kentenich y a la Iglesia.” (Oración de peregrinación 2014)
Entonces , “esta capillita será para nosotros cuna de santidad y esta santidad hará
suave violencia a nuestra Madre y la hará descender hasta nosotros.” (18.oct. 1914)
(Ofrecemos las ofrendas y contribuciones al capital de gracias que traemos a la Sma. Virgen.)
Querida Madre y Reina,
al igual que nuestro Padre y Fundador y los primeros, creemos en la realidad de la
Alianza de Amor. Hoy llevamos el fuego de esa Alianza primera, desde nuestro
Santuario, a cada una de nuestras realidades:
a nuestro tiempo que busca a Dios,
a las familias, donde se crece en la fe,
a los jóvenes que anhelan ideales,
a nuestra Iglesia, que amamos y servimos.
En todo nuestro mundo queremos que arda el fuego de esta Alianza, por eso
“danos fuerza para plasmar una cultura de Alianza en nuestro mundo y edúcanos
como instrumentos aptos en tus manos para responder a los desafíos del tiempo”
(Oración de peregrinación 2014)
OBTENCIÓN DE LA INDULGENCIA EN LOS SANTUARIOS
La Iglesia nos ha regalado, en este año jubilar, la gracia de obtener la INDULGENCIA PLENARIA en
cada uno de nuestros Santuarios. La indulgencia es uno de los signos jubilares que nos invita a
purificar nuestro corazón de toda culpa, llamándonos a la conversión y a abrirnos a las gracias
que nos regala el año jubilar.
Para recibir la indulgencia plenaria, debemos peregrinar a algún Santuario de Schoenstatt y
cumplir con tres requisitos:
a) La Confesión: Puede hacerse una semana antes o el mismo día, o bien, una semana después.
b) Participar en la Eucaristía y comulgar
c) Oración por las intenciones del Papa, rezando el Credo, un Padrenuestro, un Avemaría
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