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ARTÍCULO
CONDUCTAS ALIMENTARIAS E IMAGEN
CORPORAL EN LA ADOLESCENCIA
Belén Cano Moyano
INTRODUCCIÓN
Aunque los problemas con la alimentación pueden aparecer en
todas las edades, algunos de los más graves se observan entre los
adolescentes, y con mayor frecuencia entre las chicas (Toro y
Vilardell,1987; Chinchilla,1995; Fernández y Turón,1995; Abraham y
Llewellyn-Jones,1994;
Tannenhaus,1995;
Martínez-Fornes,1994;
Saldaña,1994; Cervera,1995). Se trata de una edad muy sensible a las
normas sociales impuestas desde fuera, y en la que es fácil
aceptar
acríticamente los modelos preestablecidos. Las adolescentes están
accediendo a un cuerpo con el que se van a presentar e integrar en el
mundo adulto, y a través del cual van a ser aceptadas o rechazadas.
Ellas basan su autoestima en gran parte en la aceptación de su propio
cuerpo: la mujer se identifica con su realidad corporal mucho más
intensamente que el hombre: ella es su cuerpo (Gismero,1996).
Los tipos de trastornos más comunes que afectan tanto a niños y
adolescentes como a adultos son: obesidad, sobreingesta compulsiva,
anorexia y bulimia (Saldaña,1994).
1
ARTÍCULO
Las
alteraciones
del
comportamiento
alimentario
se
están
incrementando notablemente en los últimos años, siendo motivo de
gran preocupación para los profesionales y científicos que trabajan en
esta área (Saldaña,1994).
La mayoría de los investigadores consideran un continuum en el
que en un extremo estarían las personas que tienen preocupaciones por
su figura y hacen dieta, pero no presentan trastornos, y en el otro
extremo se hallarían las personas que presentan claramente la anorexia
y/o bulimia nerviosa u otras alteraciones (Raich,1994).
Durante la última década se ha producido una gran proliferación
de investigaciones a fin de poder determinar, de una parte, los
principales factores implicados en la adquisición y mantenimiento de
estas
alteraciones
del
comportamiento
alimentario
y,
de
otra,
desarrollar instrumentos de evaluación y procedimientos terapéuticos
potentes para poder estudiar dichos trastornos y potenciar las vías para
su prevención (Saldaña,1994).
El componente cultural incluye el persistente énfasis sobre la
delgadez existente en la mujer joven, puesto que la presión que sufre la
mujer actual para hacer las cosas exitosamente y agradar a los otros
más que a sí mismas es también otro factor importante (Garner y
Garfinkel,1980).
El adolescente puede ser extremadamente intolerante ante la
desviación tanto en la constitución corporal (por ejemplo, una excesiva
obesidad o una extremada delgadez) como en la sincronización corporal
(por ejemplo, en el caso de una maduración tardía).
Los medios de comunicación manipulan esa tendencia al
presentar en los anuncios imágenes estereotipadas de adolescentes
atractivas y exuberantes que pasan por esta etapa de la vida sin barros
ni espinillas ni proporciones desgarbadas. Los adolescentes suelen ser
muy sensibles y perceptivos respecto a su apariencia física y la de sus
amigos; las discrepancias entre su autoimagen imperfecta y el hermoso
2
ARTÍCULO
ideal que se les muestra en medios como revistas y televisión puede
constituir una fuente de ansiedad.
En nuestra sociedad, algunas jóvenes se someten ellas mismas a
intensas dietas, mientras otros se lanzan a rigurosos regímenes de
acondicionamiento
físico
y
entrenamientos
de
resistencia,
levantamiento de pesas, atletismo y danza. La razón de que el peso es
importante para las niñas, es que ellas se interesan mucho por su
aceptación social, y la gordura no es bien vista en nuestra sociedad.
Hay muchas adolescentes perfectamente normales, incluso esbeltas,
que están médicamente saludables, pero que ellas mismas se
consideran obesas y quieren perder peso.
Como se mostró en un estudio longitudinal, en cualquier
momento entre los 11 y los 18, la satisfacción acerca del propio cuerpo
es menor en las niñas que en los niños (Rauste-von Wriight,1989).
Estos trastornos tienen repercusiones que llegan más allá de la
conducta de ingesta. Afectan a la salud física y al bienestar emocional
de la paciente, y también perjudican su desempeño social y profesional;
en resumen, ningún aspecto de una vida normal sale ileso cuando se
padece un trastorno de la ingesta (Tannenhaus,1995).
La imagen corporal según Slade (1988) se puede definir como
sigue: “Representación mental que tenemos del tamaño, figura y forma
de nuestros cuerpos y de las partes que los componen, es decir, la
forma en que “vemos” nuestro cuerpo y la forma en que creemos que los
demás nos ven.
La anoréxica promedio tiende a percibir las dimensiones de su
cuerpo distorsionadas al alza en alrededor del 30% de su volumen. Tal
distorsión, no se refiere al cuerpo que la anoréxica “ve”, sino al que
“imagina” tener (Toro y Artigas,2000).
3
ARTÍCULO
El objetivo que nos planteamos en la investigación fue estudiar la
relación que existe entre determinadas Variables de la Conducta
Alimentaria (deseos de adelgazar, insatisfacción corporal, inseguridad
social...) con las Variables Sociodemográficas.
MÉTODO
Las Variables Sociodemográficas que se tuvieron en cuenta para
realizar la investigación fueron el nivel educativo (desde 1º de E.S.O
hasta 3º de B.U.P, teniendo en cuenta la existencia de fracaso escolar),
el sexo, peso y altura, aspectos muy relacionados con los trastornos de
la
alimentación.
También
se
tuvieron
en
cuenta
las
Variables
Socioeconómicas, tomando como referencia si los sujetos pertenecían a
Colegio Público o Privado. Así como las Variables Socioculturales, como
tener una buena Imagen Corporal, sentirse atractivo...
En cuanto a las Variables de la Conducta Alimentaria utilizamos
dos instrumentos de evaluación: Inventario para la Evaluación de
Conductas Alimentarias (ICA, Casullo, Pérez . UBA. 1997) y el
Questionnaire d’ Image du Corps (QUIC, de Bruchon-Schweitzer, 19811982,1986-1987).
El ICA evalúa rasgos o dimensiones psicológicas que deben ser
tenidos en cuenta en la comprensión y el tratamiento adecuado de los
trastornos de la alimentación. La prueba consta de 91 ítems a los
cuales se puede responder con las siguientes cuatro posibilidades:
Siempre (o casi siempre), generalmente, algunas veces y nunca (o casi
nunca). El cuestionario se propone evaluar la presencia de síntomas
asociados con los trastornos mencionados, categorizados en las
siguientes once dimensiones psicológicas: Deseos de adelgazar, Bulimia,
Insatisfacción
Corporal,
Ineficacia,
Perfeccionismo,
Desconfianza,
Alexitimia, Miedo a Crecer, Ascetismo, Impulsividad, Inseguridad Social.
El QUIC está compuesto por 19 ítems bipolares. Los sujetos
responden a todos los ítems utilizando un formato de respuestas tipo
4
ARTÍCULO
Likert de 5 puntos, desde “mucho o a menudo” en un polo del ítem
(valor 1) a “mucho o a menudo” en el polo opuesto (valor 5). La
estructura factorial está compuesta por cuatro factores que ponen al
descubierto la organización pluridimensional de la imagen del cuerpo.
Dichos factores son los siguientes: Accesibilidad / Cierre; Satisfacción /
Insatisfacción; Cuerpo activo / pasivo; Cuerpo sereno / tenso.
La muestra de la presente investigación ha estado formada por un
total de 187 sujetos de distintas edades y nivel educativo. La edad de la
muestra oscila entre los 12 y los 18 años. Los sujetos de la muestra
pertenecen a la localidad de Torrent (Valencia), y se distribuyen en tres
centros: dos centros de enseñanza públicos y uno privado. A los sujetos
se les garantizó el anonimato en la administración de los cuestionarios.
El
lugar
de
experimentación
fueron
las
aulas
de
los
centros
correspondientes a cada uno de los grupos estudiados, durante el
horario escolar.
El estudio de los resultados se realizó con el programa estadístico
SPSS 8.
RESULTADOS
Los resultados obtenidos fueron estudiados mediante diferentes
tratamientos
estadísticos
adaptados
a
las
hipótesis
que
nos
planteamos.
En la investigación estudiamos la incidencia de las variables
sociodemográficas en las variables de la Conducta Alimentaria (ICA y
QUIC), analizándose las diferencias encontradas por sexo mediante el
Análisis de Varianza.
En la tabla 1 y 2 podemos observar las medias obtenidas en los
diferentes cursos y la media total de la muestra en el Inventario para la
Evaluación de Conductas Alimentarias.
5
ARTÍCULO
En primer lugar, pasamos a comentar los resultados más
significativos que hemos obtenido tomando como referencia el género.
En segundo lugar, explicaremos las diferencias encontradas
tomando en consideración el nivel educativo.
Nos planteamos hipótesis respecto a la incidencia del sexo en las
variables de la conducta alimentaria, se hipotetizó la existencia de
diferencias significativas entre chicos y chicas, de forma que las chicas
presentarían mayores puntuaciones que los chicos en las distintas
dimensiones de conductas alimentarias.
Las diferencias que consideramos más significativas en el
presente trabajo, si tenemos en cuenta la revisión de la literatura, es
que en nuestra muestra, los chicos obtienen una media superior a la de
las chicas en las siguientes dimensiones: Deseos de Adelgazar e
Insatisfacción Corporal, obteniendo una media superior a la de ellas,
esto puede deberse a que los grupos no son homogéneos en el número
de sujetos (n=85 y n=102; respectivamente).
En contrapartida el grupo de las chicas obtiene una media
superior en el factor Bulimia (media=41,08 y media=40,48) en
comparación con los chicos; es decir tienen una mayor tendencia a
pensar o involucrarse en comportamientos que implican comer de
manera excesiva.
Como podemos observar en las tablas, donde sí encontramos una
diferencia marcadamente significativa es en el factor Ineficacia
obteniendo las chicas en contraste con los chicos una media bastante
superior (media=74,59 y media=49,49, respectivamente); esta diferencia
indicaría una mayor presencia de sentimientos de inseguridad,
desamparo, falta de control sobre la propia vida, se vincularía con baja
autoestima o pobre autoconcepto, incluyendo además referencias a
sentimientos de vacio y soledad.
En las siguientes dimensiones el grupo de las chicas obtiene
también medias superiores a la de los chicos, pero ya no son diferencias
tan significativas: Perfeccionismo, Desconfianza, Miedo a crecer, e
6
ARTÍCULO
Impulsividad; es decir las chicas de nuestra muestra en comparación
con los chicos presentan mayores pensamientos o creencias acerca de
que los demás esperan de ellas sólo conductas exitosas, muestran
mayores sentimientos sobre la necesidad de mantenerse alejadas de las
demás personas, les gustaría detener el crecimiento personal, tienen
miedo a convertirse en adultas y presentan un mayor número de
tendencias
impulsivas,
hiperactividad,
hostilidad,
componentes
destructivos de las relaciones interpersonales.
En contrapartida, los chicos obtienen medias superiores a ellas
en: Alexitimia, Ascetismo e Inseguridad Social; esto indicaría que los
chicos presentan mayores sentimientos confusos en relación con el
reconocimiento de afectos, es decir, la imposibilidad de diferenciar
sentimientos de sensaciones corporales, tienen mayor tendencia a
comportarse de manera “virtuosa” a través de ciertos ideales como la
autodisciplina, el autorechazo y el autocontrol, además perciben las
relaciones sociales como tensas, inseguras, desagradables, y, en general
de baja calidad.
En segundo lugar, si consideramos las diferencias halladas según
el nivel educativo en el que se encuentran los sujetos, podemos
observar que en la dimensión Deseos de adelgazar, 3º B:U.P es el
grupo que más se preocupa por la dieta, el peso y temen aumentar de
peso tanto para los chicos como para las chicas.
El grupo con mayores tendencias bulímicas de la muestra se
encontraría en 3º B.U.P para las chicas, no encontrándose diferencias
significativas en los grupos de los chicos.
En la dimensión Insatisfacción corporal podemos comprobar
que el grupo más insatisfecho corporalmente sería
el de los chicos
de1ºEso seguido del de las chicas de 3º B.U.P, mostrando estos grupos
mayores sentimiemntos de disconformidad con determinadas partes del
cuerpo propio y presencia de perturbación de la imagen corporal.
7
ARTÍCULO
Por otra parte, el grupo de chicas de 3º de B.U.P es el que siente
mayor Ineficacia de toda la muestra (media=83,93).
En la dimensión Perfeccionista y Desconfianza es el grupo de
chicas de 1º de ESO el que obtiene una puntuación mayor.
En las dimensiones Alexitimia y Miedo a Crecer el grupo de
chicos de 1º de ESO es el que alcanza mayores puntuaciones, indicando
el deseo de poder detener el crecimiento personal y la presencia de
sentimientos confusos en relación con el reconocimiento de afectos.
El grupo que demuestra mayor tendencia a comportarse de
manera “virtuosa” a través de ciertos ideales como la autodisciplina, el
autorechazo y el autocontrol es el grupo de chicos de
2º de ESO
obteniendo en la dimensión de Ascetismo una media de 76,08.
Las chicas de 1º de ESO son las que presentan mayores
tendencias impulsivas, como se puede comprobar en la tabla 2.
Por último, en la dimensión Inseguridad Social es el grupo de
chicos de 1º de ESO el que obtiene una mayor media, seguido del de
chicas de 3º de B.U.P (media=71,68 y media=71,16; respectivamente).
TABLA DE MEDIAS PARA LOS CHICOS
Media total media 3º B.U.P. media 1º E.S.O. media 2º E.S.O.
N
85
35
38
12
Deseos adelgazar
54,66
58,66
53,87
45,50
Bulimia
40,48
40,46
40,55
40,33
Insatisfacción corporal
56,61
54,77
61,03
48,00
Ineficacia
49,49
43,71
60,13
32,67
Perfeccionismo
53,82
53,69
54,55
51,92
Desconfianza
52,01
48,60
59,11
39,50
Alexitimia
44,45
42,91
46,89
41,17
Miedo a crecer
56,88
45,83
63,45
68,33
Ascetismo
61,48
58,40
59,71
76,08
Impulsividad
55,47
52,37
56,89
60,00
Inseguridad social
64,73
62,17
71,68
50,17
Tabla 1: Medias totales y por niveles educativos.
8
ARTÍCULO
TABLA DE MEDIAS PARA LAS CHICAS
Media total media 3º B.U.P. media 1º E.S.O. media 2º E.S.O.
N
102
43
33
26
Deseos adelgazar
44,28
47,47
45,61
29,42
Bulimia
41,08
45,42
38,94
28,85
Insatisfacción corporal
50,13
56,53
49,24
32,03
Ineficacia
74,59
83,93
75,91
45,27
Perfeccionismo
55,44
51,05
59,70
45,15
Desconfianza
56,90
59,56
60,76
37,52
Alexitimia
43,53
46,35
45,39
28,76
Miedo a crecer
60,40
58,74
58,48
51,67
Ascetismo
60,60
61,26
59,61
47,88
Impulsividad
63,82
62,05
67,82
48,61
Inseguridad social
63,34
71,16
62,94
40,12
Tabla 2: Medias totales y por niveles educativos.
Pasamos a comentar los resultados obtenidos en nuestra muestra
de sujetos en el Questionnaire d’Image du Corps. La estructura factorial
del QUIC está compuesta por cuatro factores que ponen al descubierto
la organización pluridimensional de la imagen del cuerpo.
En el factor Accesibilidad/Cierre podemos observar (tabla 3) que
un 18,46% de los chicos de la muestra tendrían una “mala” imagen
corporal, frente a un 20,98 % de las chicas, estos datos nos indican que
estos sujetos rechazan las experiencias corporales de orden sensorial,
sensual y estético, siendo más representativo en el grupo de las chicas,
el grupo de 3º de B.U.P (chicas) es el que obtiene un mayor porcentaje
en el factor Cierre (21,02) indicando una peor imagen corporal.
En el factor Activo/Pasivo el grupo de las chicas obtiene un
mayor porcentaje que el de los chicos en el polo negativo del factor
9
ARTÍCULO
(Pasivo), es decir las chicas de nuestra muestra sienten que sus cuerpos
están carentes de energía o actividad en mayor medida que los chicos
(23,08% y 20,25% respectivamente), siendo el grupo de 3º de B.U.P
chicas el que obtendría mayor porcentaje.
Por último, en el factor Satisfacción/Insatisfacción son también
las chicas las que obtienen un mayor porcentaje de insatisfacción con
sus cuerpos (12,30%) proyectando unas percepciones desfavorables que
evocan un cuerpo “aborrecible”, perecedero, un cuerpo sin interés e
inanimado.
A modo de resumen, los chicos de 1º de ESO son los que han
obtenido un mayor porcentaje en mala imagen corporal en los distintos
factores evaluados y el grupo que ha obtenido en todas las dimensiones
peor imagen corporal ha sido el grupo de chicas de 3º de B.U.P.
TABLA DE RESULTADOS QUIC
CHICOS
TOTAL
3º B.U.P.
1º E.S.O.
2º E.S.O.
N
85
35
38
12
Buena / Mala
Buena im.
Mala im.
Buena im.
Mala im.
Buena im.
Mala im.
Buena im.
Mala im.
Accesibil./Cierre
81,54
18,46
82,03
17,97
80.71
19,29
82,75
17,25
Activo/Pasivo
79,75
20,25
79,26
20,74
79.18
20,82
83,00
17,00
Satif./Insatisf.
88,52
11,48
88,49
11,51
88.16
11,84
89,75
10,25
CHICAS
TOTAL
3º B.U.P.
1º E.S.O.
2º E.S.O.
N
102
43
33
26
Buena / Mala
Buena im.
Mala im.
Buena im.
Mala im.
Buena im.
Mala im.
Buena im.
Mala im.
Accesibil./Cierre
79,02
20,98
78,98
21,02
82,40
17,60
88,86
11,14
Activo/Pasivo
76,92
23,08
75,14
24,86
82,21
17,79
87,91
12,09
Satif./Insatisf.
87,70
12,30
87,35
12,65
90,28
9,72
93,19
6,81
Tabla 3: Porcentajes de imagen corporal.
10
ARTÍCULO
CONCLUSIONES
En nuestra muestra, los sujetos que obtuvieron puntuaciones
más elevadas en el factor Cierre (mala imagen corporal), son los sujetos
que tienen más deseos de adelgazar, tienen más tendencias bulímicas,
mayor insatisfacción corporal, se sienten más ineficaces, son más
desconfiados e impulsivos, en definitiva que tienen mayor inseguridad;
en contrapartida con el polo positivo del factor (buena imagen corporal).
Aquellas personas que obtienen puntuaciones mayores en el
factor Pasivo (mala imagen corporal), tienen más deseos de adelgazar,
miedo a crecer, son más fragiles y tienen más temores.El factor Insatisfacción Corporal mantiene una correlación
positiva con todas las dimensiones de la Conducta Alimentaria
evaluadas,
siendo
más
significativa
con
algunas
variables:
Insatisfacción Corporal, Ineficacia, Desconfianza, Alexitimia.
A
partir
de
estos
resultados
podemos
decir
que
parece
confirmarse el hecho de que existe una relación muy importante entre
los factores psicológicos y socioculturales en la presencia de síntomas
asociados a los diferentes trastornos de la alimentación.
Existen muchos factores que causan los trastornos de la
alimentación, entre los factores desencadenantes los más importantes
serían estar en la etapa de la pubertad, llevar una dieta restrictiva,
desagrado del cuerpo, insatisfacción personal, también estarían los
factores de mantenimiento del trastorno de la alimentación, entre los
que podemos señalar como más significativos la desnutrición, el
aislamiento social, la imagen corporal negativa, la presión social
(delgadez),
todos
estos
factores
acompañados
de
los
factores
predisponentes (Individuales, Familiares y Sociales) han de tenerse en
cuenta en la comprensión y tratamiento adecuado de los trastornos de
la alimentación.
11
ARTÍCULO
El anhelo de adelgazar o de mantenerse delgado se ha convertido
en un valor central de nuestra cultura, y su interiorización en todos
nosotros es un hecho indiscutible. Tampoco es discutible que esta
generalizada y emotiva vocación de perder peso constituye el más
notable factor de riesgo para los trastornos del comportamiento
alimentario. Por nuestra parte, hemos podido comprobar que toda una
serie de factores que permiten la interiorización del actual modelo
estético corporal (delgado) en nuestras adolescentes se dan de modo
semejante en las anoréxicas, pero con mucha más intensidad, poniendo
de manifiesto la existencia de un continuo fenoménico (Toro et
al.,1994).
“Estar en un instituto donde hay otros pacientes con trastornos
de la conducta alimentaria constituye un factor de riesgo en la
población para padecer anorexia o bulimia. Hoy es una experiencia
común, ya que en cada uno de esos centros hay cinco o seis casos. Las
pacientes anoréxicas en fase activa son poco contagiosas; sin embargo,
las bulímicas y algunos cuadros incompletos tienen más ascendencia y
pueden serlo. El mayor riesgo se da cuando pertenecen al mismo grupo
de amigas” (Gonzalo,1995).
En la actualidad, el problema de la imagen corporal es abordado
desde una perspectiva multidimensional (Chinchilla,1995). Para Garner
y Garfinkel (1982), este trastorno consiste en las alteraciones de la
percepción (del tamaño corporal) y alteraciones cognitivas-afectivas
(valoración negativa de la apariencia física que provoca insatisfacción y
preocupación por la figura). Rosen y cols. (1991) añaden otro hecho:
una alteración conductual que implica conductas repetitivas de
verificación conductual y la evitación de situaciones en las que la
valoración negativa del cuerpo provoca ansiedad.
Se ha argumentado que la imagen negativa del cuerpo desempeña
un papel causal en el desarrollo de trastornos alimentarios y que la
dieta extrema es debida a las percepciones y actitudes alteradas
(Fairburn y Garner,1988; Striegel y cols.,1986).
12
ARTÍCULO
“En definitiva, parece posible que el trastorno de la imagen
corporal en interacción con múltiples factores predisponentes y
desencadenantes constituya el modelo nuclear en el que se desarrolla y
se mantienen los trastornos de conducta alimentaria (Chinchilla, 1995).
13
ARTÍCULO
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