Propiedades Psicométricas del SELSA (Escala para la evaluación

Anuncio
I
UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
VICERRECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
D
PROPIEDADES PSICOMETRICAS DE LA ESCALA DE SOLEDAD SOCIAL Y
EMOCIONAL PARA ADULTOS (SELSA)
Trabajo de Grado presentado por:
Joseph Abelardo Aslan Parra
Maestría en Psicología Clínica
Maracaibo, Noviembre del 2013
II
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
D
PROPIEDADES PSICOMETRICAS DE LA ESCALA DE SOLEDAD SOCIAL Y
EMOCIONAL PARA ADULTOS (SELSA)
Trabajo de Grado para optar al
Título de Magíster Scientiarum en Psicología Clínica:
_______________________
Joseph Abelardo Aslan Parra
C.I. 15.479.996
III
AGRADECIMIENTO
En primer lugar quiero agradecer a Laura Gamboa, por mostrarme el fascinante
mundo de la Soledad, que afecta a todos los seres humanos en todas las etapas de su vida y
sin embargo es ampliamente ignorada por la psicología venezolana.
S
O
D
VA
A todos los profesores de la Universidad Rafael Urdaneta, especialmente a quienes
ER
S
E
SR
han trabajado, corrigiendo, martillando a mi persona y a este trabajo. Muchísimas gracias a
HO
C
E
ER
Gloria y Gaslena.
D
A mis estudiantes, quienes sirvieron de muestra para esta investigación, sin ellos,
esta no hubiera sido posible.
Joseph Aslan
IV
ÍNDICE GENERAL
Pág.
TITULO
AGRADECIMIENTOS
ÍNDICE GENERAL
INDICE DE CUADROS
INDICE DE TABLAS
INDICE DE GRAFICOS
RESUMEN
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
CAPITULO I: FUNDAMENTACIÓN
Planteamiento y Formulación del Problema
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Objetivos Específicos
Justificación de la Investigación
Delimitación de la Investigación
HO
C
E
ER
D
II
III
IV
VI
VII
VIII
IX
1
1
5
5
5
6
8
CAPITULO II: MARCO TEÓRICO
Antecedentes de la Investigación
Bases Teóricas de la Investigación
Propiedades Psicométricas de los instrumentos
Validez
Validez de Contenido
Validez de Criterio
Validez de Constructo
Confiabilidad
Tipos de Confiabilidad
Procedimiento para el cálculo de la confiabilidad de la escala
Soledad como constructo a medir por la escala
Conceptualizaciones de Soledad
Taxonomía de Weiss
Teoría de Apego
Estilos de Apego Adulto
Soledad y Apego
Depresión
Síntomas Clínicos de la depresión
Soledad y Depresión
Mapa de Variables
10
10
15
15
15
16
17
18
20
20
22
23
25
27
31
33
35
38
42
44
46
CAPITULO III: MARCO METODOLOGICO
Tipo y nivel de Investigación
47
47
V
Diseño de la Investigación
Sujetos de la Investigación
Población
Muestreo
Muestra
Definición Operacional de la Variable
Técnicas de Recolección de datos
Descripción del instrumento
SELSA
RQ
BDI
Procedimiento
Consideraciones éticas
ER
S
E
SR
S
O
D
VA
HO
C
E
ER
47
48
48
49
49
49
50
50
50
54
55
58
58
CAPITULO IV: RESULTADOS Y DISCUSION
Análisis de los Resultados
Discusión
Conclusiones
Limitaciones
Recomendaciones
61
61
69
73
74
75
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
77
ANEXOS
82
D
VI
INDICE DE CUADROS
CUADRO 1. Modelo de Apego Adulto.
34
CUADRO 2. Mapa de Variables.
46
CUADRO 3. Ítems de las dimensiones de la escala SELSA .
51
S
O
D
VA
CUADRO 4. Traducción de los ítems 12, 13, 9 y 10 del SELSA original al
español venezolano
62
CUADRO 5. Coeficientes Alfa de Cronbach de la escala SELSA
69
D
HO
C
E
ER
ER
S
E
SR
VII
INDICE DE TABLAS
TABLA 1. Escala definitiva con varianza explicada por dominio y sus
cargas factoriales por reactivos.
64
TABLA 2. Correlaciones Rho de Spearman entre los totales y dimensiones
de la escala SELSA y BDI.
67
TABLA 3. Razón de Correlación (ETA) entre estilo de apego y
los puntajes del SELSA
68
S
O
D
VA
D
HO
C
E
ER
ER
S
E
SR
VIII
INDICE DE GRAFICOS
GRAFICO 1: Gráfico de Sedimentación de la escala para tres factores.
S
O
D
VA
D
HO
C
E
ER
ER
S
E
SR
70
IX
UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA
VICERECTORADO ACADEMICO
DECANATO DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA
RESUMEN
PROPIEDADES PSICOMÉTRICAS DE LA ESCALA DE SOLEDAD SOCIAL Y
EMOCIONAL PARA ADULTOS (SELSA)
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
DER
Autor: Joseph A. Aslan. P
Tutor: Psic. Gaslena Arocha Msc.
Fecha: Noviembre 2013
La presente investigación estuvo dirigida a determinar las propiedades psicométricas de la
escala de soledad social y emocional para adultos (SELSA), en una muestra de 194
estudiantes de la Universidad Rafael Urdaneta. La investigación fue de tipo metodológica,
con un nivel descriptivo y un modelo de campo. El diseño fue no experimental de tipo
transeccional. La validez de contenido fue evaluada por psicólogos bilingües con
experiencia en el área, se logró la validez de constructo con el análisis factorial resultando 3
factores, así como la validez discriminante relacionando el instrumento con el Inventario de
Depresión de Beck y el Cuestionario de Apego Adulto sobre Relaciones, obteniendo
correlaciones significativas positivas, y un rango de correlaciones ítem-total entre 0.31 y
0.71. En cuanto a la confiabilidad se determinó su grado de consistencia interna mediante el
coeficiente Alfa de Cronbach arronjando un valor de 0,924. Los resultados permiten
afirmar que la aplicación del SELSA resulto valida y confiable en relación a la muestra
estudiada. Se concluye que el instrumento posee adecuadas propiedades psicométricas por
lo cual conforma una medida de autoinforme apropiada para la evaluación del constructo
soledad en sus tres facetas (social, familiar y romántica) en numerosos ámbitos de la salud e
investigación.
Palabras Clave: Soledad, propiedades psicométricas, apego, depresión, validez,
confiabilidad.
[email protected]
1
CAPITULO I
FUNDAMENT ACION
Planteamiento y Formulación del problema
S
O
D
VA de elementos inherentes al
La psicología como ciencia ha estudiado granR
número
E
ES
R
S
comportamiento y procesos mentales
O del ser humano. La manera en la que logra producir
H
C
E
nuevos conocimientos
DER varía en gran medida, desde la experiencia clínica con pacientes
hasta realizando diversas investigaciones de formas cualitativas y cuantitativas. Sobre estas
últimas, recae una gran parte de sus resultados sobre los instrumentos de medición como
tests, escalas, encuestas, cuestionarios y autoregistros.
Para prácticamente cada uno de los constructos que pueden ser elaborados sobre el
funcionamiento psíquico del ser humano, como lo pueden ser actitudes, rasgos de
personalidad, inteligencia, trastornos y otros aspectos de índole emocional como ansiedad,
miedo y depresión, se han elaborado instrumentos que facilitan el estudio de estos
fenómenos. La comprobación de las características métricas de dichos instrumentos, como
lo son la confiabilidad y validez, toman un papel primordial para decidir su uso o no en un
contexto determinado.
La utilidad de estos instrumentos es aplicable a casi todas las áreas de estudio de la
psicología, dentro de las cuales se encuentra la psicología clínica. En esta rama de la
psicología, se realizan investigaciones como aproximaciones de posibles soluciones a
2
problemas clínicos y de salud mental, donde se aplican técnicas en un amplio espectro de
situaciones en las cuales se ve afectado el hombre de manera significativa, como puede
llegar a ser la soledad.
La soledad es un fenómeno universalmente conocido, y con importantes
repercusiones en la dinámica y el funcionamiento psicológico. Cuny (2001) afirma que el
S
O
D
VA
sentimiento de soledad es un elemento inherente a la condición humana. Es muy probable
ER
S
E
SR
que todas las personas experimenten este sentimiento durante el curso de su vida, en forma
HO
C
E
ER
transitoria o duradera (Rotenberg et al., 1999).
D
El sentimiento de soledad parece un fenómeno que se representa en todas las
culturas, que ha sido examinado e identificado en publicaciones recientes en diversos países
como Australia (Renshaw y Brown, 1992), Bélgica (Marcoen y Brumagne, 1985), Canadá
(DiTommaso y Spinner, 1993), Estados Unidos (Cassidy y Asher, 1992), Holanda (De Jong
Gierveld, 1987), Méjico (Natera, Herrerón y Mora, 1993), Israel (Margalit y Ben-Dov,
2000), Perú (Cuny, 2001). La universalidad del sentimiento de soledad podría explicarse,
como sugieren Baumeister y Leary (1995), de la necesidad de pertenencia, de establecer
lazos sociales estables con personas significativas.
Se han dado diversas definiciones de este fenómeno: Sullivan (1953) la definió
como una experiencia desagradable conectada con la insatisfacción de la necesidad de
intimidad interpersonal. Peplau y Perlman (1982) la definen como la experiencia
desagradable que ocurre cuando la red social de una persona es deficiente, bien cualitativa
3
o cuantitativamente. Weiss (1973) teorizó que la soledad es una respuesta a la
ausencia de una provisión social particular.
Pueden apreciarse una serie de elementos comunes en estas definiciones (West,
Kellner y Moore-West, 1986): la soledad es una consecuencia de las deficiencias percibidas
en las relaciones sociales de la persona, es una experiencia subjetiva, no es sinónimo de
S
O
D
VA
aislamiento social y es sentida como desagradable y dolorosa.
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
Muchos investigadores consideran a la soledad como una sola entidad (Russell et
D
al., 1980; Russell, 1996). Bajo la conceptualización unidimensional, la soledad es un
fenómeno unitario recogido por una medida global única y que asume a la soledad como
una misma a través de circunstancias y causas. Por ejemplo, la soledad de un soldado por
sus seres queridos en casa es equivalente a la soledad de un miembro abatido por una
relación íntima disuelta.
Alternativamente, otros investigadores describen a la soledad como multifacética, y
como
resultado
han
desarrollado
instrumentos
promoviendo
esta
perspectiva
multidimensional, manteniendo que la soledad no puede ser recogida por una medida
global única (Weiss, 1973; Schmidt y Sermat, 1983; DiTommaso y Spinner, 1993). Estos
teóricos promueven distintas tipologías para la diferenciación de la soledad. Por ejemplo, la
soledad de una viuda reciente no es equivalente a la soledad de una pareja recién casada de
luna de miel por sus familias y amigos. Weiss (1973) fue uno de los proponentes iniciales
de esta perspectiva, conceptualizando a la soledad con una naturaleza emocional y otra
4
social. Mientras que la soledad social implica una red social inadecuada, la soledad
emocional se deriva de la ausencia de una relación de apego intima.
En cuanto a su prevalencia, la soledad constituye un problema para una parte
importante de la población. Así, Rubenstein, Shaver y Peplau (1979) realizaron una
investigación a la que respondieron 25.000 personas. Un 15% afirmaron sentirse solos casi
S
O
D
VA
todo el tiempo, mientras que tan solo un 6% nunca se sentía solo. El resto afirmaba sentirse
ER
S
E
SR
solo ocasionalmente. Bradburn (1969, en West et al., 1986) encontró por su parte, que el
HO
C
E
ER
26% de sus respondientes se habían sentido muy solos o alejados de otras personas en las
D
semanas precedentes. Sermat (1980, en West et al., 1986) encontró en varias muestras que
entre el 10% y el 30% habían experimentado intensos sentimientos de soledad a lo largo de
sus vidas, y que un 80% de las personas que contactan con centros de ayuda en crisis se
quejan de soledad.
A partir de estos datos, es lógico pensar que la soledad es un estado que afecta la
salud mental de los individuos. Por tanto se convierte en un tema ineludible en la
investigación clínica. Sobre este aspecto encontramos que existen asociaciones negativas
entre el sentimiento de soledad y ciertos indicadores de salud, tanto físico como mentales
(Yanoz, 2008).
La soledad ha sido asociada con depresión y otros trastornos del estado de ánimo
(Peplau, Herman y Heim, 1979), también ha sido asociada con trastornos de ansiedad y
baja autoestima (Russell, Peplau y Cutrona, 1980; Russell, 1996), alcoholismo, suicidio y
enfermedades físicas (Ernst y Cacioppo, 1999), aspectos como bajo ingreso económico,
5
mayor educación, desempleo, estado civil (Fischer y Phillips, 1982), así como síntomas
psicosomáticos como dolores de cabeza, pobre apetito y fatiga. (Rubenstein y Shaver,
1980).
Conocer el grado de extensión en que los instrumentos cuantifican esta variable en
la que los individuos se ven insertados con seguridad en algún momento de sus vidas,
S
O
D
VA
llevara a dar un paso más hacia la realización de evaluaciones psicológicas certeras, que
ER
S
E
SR
servirán para explicar con mayor claridad los comportamientos que guardan relación sobre
HO
C
E
ER
este sentimiento.
D
En virtud de la reflexión anteriormente expuesta, se presenta la siguiente
interrogante:
¿Cuáles son las propiedades psicométricas de la Escala de Soledad Social y
Emocional para adultos (SELSA)?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Determinar las propiedades psicométricas de la Escala de Soledad Social y
Emocional para adultos SELSA.
Objetivo Específicos
Determinar la validez de contenido de la Escala de Soledad Social y Emocional para
adultos SELSA.
6
Determinar la validez de constructo de la Escala de Soledad Social y Emocional
para adultos SELSA.
Determinar la confiabilidad de la Escala de Soledad Social y Emocional para
adultos SELSA.
Justificación de la Investigación
S
O
D
A la sociología, antropología,
Vcomo
No es casualidad que distintos dominios delE
saber,
R
ES
R
S
filosofía y la psicología han H
estudiado
O a lo largo de la historia el fenómeno de la soledad.
C
E
DEqueRes un aspecto unido a la condición humana. Como se explicó
No cabe duda
anteriormente, representa una situación problemática para un porcentaje significativo de
población. Sus relaciones con la salud física, el desarrollo y calidad de vida, hacen de la
soledad un tema muy interesante y productivo para estudiar.
En la psicoterapia, se maneja con frecuencia testimonios relacionados con
sentimientos de soledad, que pueden medirse a través de distintas herramientas como los
instrumentos psicométricos, así como también sirven su función de ayudar al terapeuta a
orientar su trabajo.
Sin embargo, en Venezuela no se encontraron antecedentes de investigaciones
psicológicas o instrumentos psicométricos concernientes en esta área. Este hecho por si
solo hace que el estudio del fenómeno soledad cobre vital relevancia desde el punto de vista
humano y social, ya que se considera necesario explorar y evaluar la soledad como
condición y experiencia, identificar su magnitud en la población Venezolana, así como
7
también perfilar y verificar la construcción social del fenómeno llamado soledad dentro de
la cultura Venezolana y precisar su relación con algunos problemas de relevancia social.
Por tanto que la estandarización de un instrumento como la escala para la
evaluación de la soledad Social y emocional en adultos SELSA conforma una correcta
aproximación a dar respuesta a algunos de estos aspectos mencionados. La utilidad del test
S
O
D
VA
no solamente dependerá de su eficacia para distinguir a la soledad de manera
ER
S
E
SR
multidimensional, sino de su capacidad para medir consistentemente sin errores y que
HO
C
E
ER
pueda medir de manera real el constructo para el cual es utilizado. En este sentido es
D
importante exigir a los tests y cuestionarios que sean confiables, precisos y válidos.
La confiabilidad resulta un tema de suma importancia en la elaboración de un
instrumento, puesto que esta garantiza la estabilidad de las medidas y minimiza los errores
de medición del mismo, logrando con esto una mayor objetividad al momento de evaluar y
ofrecer un tratamiento eficaz enfocado al tipo de diagnóstico que posea.
Del mismo modo, la validez se presenta como un aspecto central a la hora de
elaborar un instrumento psicométrico. Es la validez del instrumento la que permite hacer las
inferencias e interpretaciones correctas de las puntuaciones que obtengan al aplicar el
mismo, así como establecer la relación con el constructo que se trata de medir, siendo en
este caso la soledad y otras variables que puedan influir en situaciones distintas, como por
ejemplo su relación con relaciones de tipo apego, que se corresponden con muchos
hallazgos encontrados en investigaciones anteriores.
8
Puede considerarse que los instrumentos también otorgan una herramienta básica
para el investigador, puesto que por medio de ellos le permite hacer hallazgos confiables,
válidos y cuantificables de aspectos que no pueden ser observados por sí solo, sino más
bien inferidos por medio de las conductas emitidas por los individuos.
De igual manera, la siguiente investigación cobra relevancia también al hacer
S
O
D
VA
comparaciones con hallazgos previos en estudios sobre la validez y confiabilidad de la
ER
S
E
SR
escala SELSA, así como también sobre la soledad usando otras medidas, respecto al
HO
C
E
ER
género, estado civil y la edad.
D
En última instancia todas las ciencias buscan realizar aportes en pro de la mejora de
su condición, por tanto esta condición se ve influenciada por la psicología, en su
colaboración al encontrar métodos de evaluación, diagnóstico y tratamientos más
adecuados para los diversos trastornos que aquejan la vida del ser humano, optimizando su
calidad de vida y el medio donde se desenvuelve.
Delimitación de la Investigación
La investigación tomara en cuenta una muestra 200 personas venezolanas,
habitantes del municipio Maracaibo, adultos mayores de 18 años de edad, estudiantes de la
Universidad Rafael Urdaneta, con diferentes características de estado civil y género. La
investigación se llevó a cabo durante el periodo de 2012-2013.
Este estudio se enfocara sobre los aspectos psicométricos de la escala para la
evaluación de la soledad social y emocional en adultos (SELSA), fundamentándose
teóricamente sobre los asuntos de índoles psicométrica en Brown (1980), Hernández,
9
Fernández y Baptista (2003), Anastasi (1998) y Landero y González (2006), así mismo, en
la taxonomía de la soledad elaborada por Weiss (1973) sobre la cual se elaboró la escala
SELSA.
S
O
D
VA
D
HO
C
E
ER
ER
S
E
SR
10
C A P I T U L O II
MARCO TEORICO
S
O
D
VA
Antecedentes de la Investigación
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
El trabajo de DiTommaso y Spinner (1993) para “el desarrollo y validación inicial
D
de la escala de soledad social y emocional para adultos (SELSA)”, cuyo objetivo fue la
creación de una escala tipo Likert para obtener una medición multidimensional de la
soledad, utilizando una muestra de 195 estudiantes canadienses.
Los investigadores encontraron mediante un análisis de componentes principales, 3
componentes que representan juntos un total de 52.4% de la varianza. El primer
componente, con una varianza compartida del 27.1%, corresponde a las relaciones
románticas, el segundo (15%) se refiere exclusivamente a la familia, mientras que el tercero
(10.3%) se concentró en la relación con los amigos. Estos hallazgos soportan la tipología de
Weiss (1973) de soledad, que concibe a la soledad social y emocional como estados
distintos. Así mismo, indicaron que la soledad emocional puede dividir en dos tipos:
soledad romántica y de la familia. Por tanto quedo demostrado que el instrumento posee
una buena estabilidad estructural.
Así mismo, los resultados de esta investigación indicaron que todas las subescalas
tienen alta consistencia interna, con valores alfa de Cronbach entre 0.89 y 0.93, de igual
11
manera se obtuvo que las correlaciones ítem-total para cada subescala fueron altas y
significativas, variando en un rango entre 0.39 y 0.88, las correlaciones promedio ítem-total
para las subescalas de soledad romántica, familiar y social fueron de 0.70, 0.61 y 0.64
respectivamente.
Para examinar la validez concurrente y discriminante de la escala, se evaluaron las
S
O
D
VA
correlaciones de la misma con ítems que median la soledad realizados por Russell (1984) y
con la escala UCLA de soledad.
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
D
Se encontró que los patrones y magnitudes de las correlaciones del SELSA y estas
otras medidas soportan la validez de la escala. La subescala de soledad romántica fue la que
obtuvo una correlación más alta (r = 0.69) con el ítem de Russell que evalúa la soledad
emocional, mientras que estuvo débilmente asociada con el ítem que describía la soledad
emocional (r = 0.14). Las correlaciones de la escala de soledad social y los ítems de Russell
tuvieron un patrón reverso comparado con los de la escala romántica: Este hallazgo soporta
la validez discriminante de las subescalas (rs = 0.57 y 0.27 para los ítems sociales y
emocionales respectivamente). La subescala de soledad familiar mostro una correlación
moderadamente bajas con ambos ítems de Russell (rs = 0.24 y 0.18 para los ítems sociales
y emocionales). Todas las correlaciones tuvieron 2 colas < 0.01.
Todas 3 escalas del SELSA están significativamente correlacionadas (P < 0.001, 2
colas) con la escala UCLA de soledad. La subescala de soledad social fue la que mostro la
mayor correlación (r = 0.79), mientras que las subescalas de románticas y de familia
obtuvieron correlaciones menores (rs = 0.40 y 0.37, respectivamente). Los resultados de un
12
análisis de regresión múltiple utilizando la escala SELSA para predecir puntajes en la
escala UCLA de soledad dieron como resultado que solo la subescala social tiene una
relación única substancial con la escala UCLA.
Posteriormente, los mismos autores citados anteriormente realizaron el trabajo
“Soledad social y emocional: Una reexaminación de la tipología de soledad de Weiss”
S
O
D
VA
(1997), cuyo objetivo fue evaluar las relaciones propuestas por Weiss entre las necesidades
ER
S
E
SR
relacionales, la soledad social y emocional, y la salud mental. Utilizando 241 estudiantes
HO
C
E
ER
universitarios canadienses.
D
Los resultados de esta investigación soportan los del anterior trabajo, puesto que se
encontró evidencia que sugiere la soledad social y emocional como experiencias distintas, y
que esta última puede ser dividida en soledad emocional romántica y soledad emocional
familiar.
DiTommaso, Brannen y Best (2004), realizaron una “Medición y validez de las
características de la versión corta de la escala de soledad social y emocional para adultos”,
cuyo objetivo era realizar un estudio psicométrico sobre versión corta de la escala de
soledad social y emocional para adultos. Utilizando una muestra de 1526 individuos
canadienses.
Los resultados de esta investigación mostraron un comportamiento similar a la
escala original, puesto que las puntuaciones mostraron una alta confiabilidad interna. La
validez concurrente de las escalas fue indicada por las relaciones estadísticamente
significativas con otras mediciones de soledad. La validez de constructo fue apoyada por
13
las fuertes relaciones con mediciones de adecuación de las relaciones íntimas y la
asociación de tres tipos de soledad a medidas de competencias sociales, autoestima,
confianza, salud y bienestar. Finalmente los resultados de un análisis factorial indicaron que
el modelo de tres factores del SELSA-S provee el mejor ajuste a los datos.
Seguidamente, Yarnoz (2008) realiza la “Adaptación al castellano de la escala para
S
O
D
VA
la evaluación de la soledad social y emocional en adultos SELSA-S”, donde utilizando 517
ER
S
E
SR
individuos españoles, busca realizar una adaptación de dicho instrumento. Al igual que la
HO
C
E
ER
versión original en inglés, el análisis factorial extrajo tres factores de este instrumento,
D
correspondientes a las escalas de: soledad social, familiar y romántica.
Los resultados de esta investigación indican que las tres escalas del SELSA-S tienen
una alta consistencia interna. La validez de constructo (convergente y discriminante) quedo
demostrada por la correlación de esta escala con medidas de estilo de relación (tipo de
apego) y por la asociación de estas escalas con medidas de bienestar psicológico y
deseabilidad social.
Cramer y Barry (1999), realizaron “Conceptualizaciones y mediciones de soledad:
Una comparación de subescalas”, utilizando una muestra de 231 personas, tenía como
objetivo evaluar y comparar diferentes instrumentos de auto-evaluación de soledad. Se
manejaron siete escalas populares de soledad: La escala de soledad de Jong-Gierveld, la
escala de soledad diferencial, Las escalas de soledad social y emocional de Russell y
Wittenberg, la escala de calificación de soledad, la escala de soledad social y emocional
para adultos (SELSA) y la escala de soledad de la UCLA.
14
Los resultados de la comparación de las 21 escalas derivadas, mediante un análisis
factorial, dieron lugar a cuatro factores correlacionados que dan lugar a un 73% de la
varianza compartida: Soledad social, correspondiente a un 48% de la misma, soledad
emocional, con un 11%, sentimiento negativo y soledad familiar con 8% y 6%
respectivamente.
S
O
D
VA
Dentro del estudio encontraron que las tres subescalas del SELSA poseen una gran
ER
S
E
SR
consistencia interna, así mismo poseen una carga factorial substancial en 3 de los 4 factores
HO
C
E
ER
mencionados; 0.88 para el factor que los investigadores llamaron soledad social, 0.98 para
D
la soledad romántica, 0.88 para la soledad familiar, y 0.48 para el factor que interpretaron
como sentimiento negativo. La investigación afirma que las cargas de esta escala fueron tan
altas que constituyeron importantes marcadores para definir los factores, por lo tanto, los
autores consideraron que este instrumento parece ideal para los investigadores y
profesionales que desean evaluar de forma confiable las dimensiones específicas de la
experiencia de soledad.
Los investigadores concluyeron que debido a la evaluación integral de las tres
dimensiones de soledad, las estimaciones de confiabilidad y cargas factoriales muy altas, el
SELSA representa el instrumento superior para evaluar las dimensiones tanto de la soledad
social y emocional.
Estos antecedentes investigativos sirven en el estudio, para comprobar las
propiedades adecuadas del instrumento en distintas aplicaciones, otorgándole una alta
15
consistencia interna y una buena validez de constructo, que determina al instrumento como
una herramienta confiable para la medición de la soledad.
Bases Teóricas de la Investigación
Para el desarrollo de un proyecto de investigación que maneje la estandarización de
un instrumento que mida el constructo de soledad en distintas dimensiones como lo son la
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
social, romántica y familiar, es necesario tener claramente definidos ciertos aspectos de
HO
C
E
ER
índole estadístico para la correcta interpretación de los mismos. Seguidamente se hará la
D
descripción de la soledad como constructo y la taxonomía de Weiss (1973) de la soledad en
cual se basa la escala SELSA, de igual manera se abordara la teoría del apego y la
depresión como constructos para relacionar con soledad.
Propiedades Psicométricas de los Instrumentos
Hernández, Fernández y Baptista (2003) refieren que todo instrumento de medición
o recolección de datos debe reunir dos requisitos esenciales: confiabilidad y validez. En
concordancia con lo expresado, Landero y González (2006) establecen que en el campo de
las ciencias sociales, y en particular con la psicología y la investigación de los procesos y
su medición, conviene hacer hincapié sobre dos propiedades vitales de los instrumentos de
medición: la confiabilidad y la validez.
Validez
Brown (1980) la señala como el rasgo que mide la prueba y hasta qué punto la
prueba mide lo que dice medir. De igual manera, Anastasi (1998) indica que refiere a lo que
16
el instrumento mide y como lo mide. La validez indica el grado en el cual se logra el
propósito con el cual fue elaborada la prueba (Kerlinger y Lee, 2002). Por tanto, como los
propósitos con los cuales se diseñan los instrumentos de medición varían, hay diferentes
tipos de validez. En la psicología tanto como las ciencias sociales se consideran; la validez
de contenido, la validez predictiva o concurrente y la validez de constructo.
S
O
D
VA
Fundamentalmente, todos los procedimientos para determinar la validez de un test
ER
S
E
SR
se basan en la relación entre la actuación en dicho test y otros hechos observables
HO
C
E
ER
independientemente relativos al rasgo de conducta que se está considerando. Es de suma
D
importancia para la construcción de instrumentos de medición, ya que la misma es la que
permite conocer al investigador si los reactivos o ítems de la escala en realidad miden lo
que el instrumento desea medir. A continuación se describirán cada uno de los tipos de
validez.
Validez de Contenido
Landero y González (2006) indican que esta validez refleja el grado de
representatividad de las preguntas o ítems del dominio que se pretende medir. Hernández,
Fernández y Baptista (2003) señalan que los instrumentos de medición deben contener
representados todos los ítems del dominio de contenido de las variables que se desean
medir.
Por otra parte, Anastasi y Col (1998) señalan que este tipo de validez comprende
principalmente el examen sistemático del contenido de la prueba para determinar si cubre
una muestra representativa del área que debe medirse. En conclusión, la validez de
17
contenido consiste en el grado en que los reactivos de una prueba son representativos del
campo que se supone la prueba debe medir.
Para determinar la validez de contenido existen varios métodos, entre ellos se
encuentra la validación por jueces expertos, a continuación se presenta.
Traducción
S
O
D
VlaAfiel transferencia de ideas de
Tal como refiere Orellana (1990) “la traducción
es
R
E
ES
R
S
un idioma (original o source language)
O a otro al cual se traduce (target language) en un
H
C
RE
estilo correcto,
preciso y apropiado. Y en lo posible conciso” (p.17). Por tal motivo el
DE
traductor debe ser capaz de entender los conceptos del texto original, tener conocimiento
del vocabulario de su propio idioma y del idioma al cual se traduce, así como escribir bien
en su propio idioma.
Validez de Criterio
También llamada validez concurrente o de criterio, según Anastasi (1998) indica la
eficacia de un test en predecir la conducta del individuo en situaciones específicas. Para
lograr este cometido, se compara la actuación del test con un criterio externo. Hernández,
Fernández y Baptista (1998) establecen que mientras más se relacionen los resultados del
instrumento con el criterio, la validez del criterio será mayor. Si el criterio se fija en el
presente, se habla de validez concurrente, en cambio si el criterio se fija en el futuro, se
habla de validez predictiva.
18
Validez de constructo
Anastasi (1998) la describe como el grado en que el instrumento mide una
elaboración o un rasgo teórico. Brown (1980) profundiza que en esta validez se lleva a cabo
una acumulación de evidencias respecto al rasgo que mide la prueba. Las evidencias se
pueden acumular de distintos modos de varias fuentes distintas, incluyendo estudios de
S
O
D
VA
contenido y validez de criterio. Conforme se acumulan las evidencias, se esclarece la
ER
S
E
SR
relación entre el rasgo y la prueba y se puntualiza la definición del rasgo.
HO
C
E
ER
D
Hernández, Fernández y Baptista afirman que la validez de constructo es la más
importante desde la perspectiva científica. Para ellos la validez de constructo se relaciona
consistentemente con otras mediciones de acuerdo con hipótesis derivadas teóricamente y
que conciernen a conceptos que están siendo medidos. Los autores hacen hincapié en que
esta validez está vinculada con la teoría, es necesario que exista un marco teórico que
soporte a la variable en relación con otras variables.
Métodos para el cálculo de validez de la escala
Para efectos de la siguiente investigación, se procederá a describir los 3 métodos a
utilizar, que corresponden a la validez de constructo; el análisis factorial, la validez
convergente y la validez discriminante.
Análisis Factorial. Según Anastasi (1998) es el procedimiento estadístico
para la identificación de los rasgos psicológicos. Busca la descripción de la
conducta mediante la reducción del número de categorías desde una
multiplicidad inicial de variables de escalas hasta unos pocos factores o
19
rasgos comunes. Una vez que se identifican los factores, se utilizan para
describir la composición factorial de un test, se caracterizan en función de
los factores más predominantes que determinan sus puntuaciones, junto con
su peso o carga de cada factor.
Validez Convergente. Landero y González (2006) afirman que se refiere a
S
O
D
VA
mismo rasgo, y uno de ellos se introduce
por
primera vez, obteniéndose una
R
E
S
E los puntajes del antiguo y nuevo tipo de
R
S
elevada correlación
positiva
entre
HO
C
E
ER Dicho en otras palabras, implica visualizar la existencia del
Dmedición.
cuando se usan diferentes y separados procedimientos de medición sobre un
mismo constructo, desde evidencias recogidas de diferentes maneras, siendo
estos instrumentos de medición autónomos o independientes.
Validez Discriminante. Los mismos autores explican que al contrario del
método anterior, esta busca que los puntajes derivados de un instrumento
usado para medir un constructo, no se correlacionen mucho con los
arrojados por otras pruebas que se suponen miden otros constructos
diferentes. Por tanto para que exista una adecuada validez discriminante, es
necesario que el instrumento no posea una buena correlación con otras
medidas, puesto que garantiza la independencia del constructo en las escalas.
Es necesario señalar que las medidas de consistencia interna también pueden ser
utilizadas para soportar una validación de constructo, ya que si bien constituyen
esencialmente medidas de confiabilidad, desde el momento que ayudan a caracterizar el
aspecto o rasgo de conducta que el test prueba, tienen alguna afinidad con su validez de
20
elaboración. Sin embargo, la contribución de estos datos a la validación de un test es
limitada, puesto que en ausencia de datos externos al propio test, poco puede deducirse
sobre lo que mide (Anastasi, 1998).
Confiabilidad
La confiabilidad es la medida psicométrica de una escala que refiere a la
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
consistencia de las puntuaciones obtenidas por los mismos individuos cuando son
HO
C
E
ER
examinados con el mismo test en distintas ocasiones, con conjuntos distintos de elementos
D
equivalentes (Anastasi, 1998). De igual forma, Carmines y Zeller (1979) la definen como el
grado en el cual se consiguen resultados similares en ocasiones consecutivas, gracias a un
instrumento de medición.
La confiabilidad es una medida de vital importancia ya que indica la estabilidad de
las respuestas o puntuaciones que otorga la prueba, por medio de la misma se puede saber
que un instrumento mide lo que desea medir sin que sus resultados varíen por causas
distintas a las diferencias individuales que los sujetos presentan en la variedad de su
conducta.
Tipos de confiabilidad
Dependiendo de cuáles son las fuentes de error que más interesan, podemos calcular
varios tipos de estimaciones de confiabilidad. Si bien se explican varios de los
procedimientos más utilizados para determinar la confiabilidad mediante un coeficiente,
para la presente investigación se utilizara exclusivamente el coeficiente de confiabilidad
Alfa de Cronbach.
21
La medida de estabilidad o confiabilidad por test-retest consiste en repetir la
aplicación del test en una segunda ocasión. Anastasi (1998) plantea que el coeficiente de
fiabilidad r consiste simplemente en la correlación entre las puntuaciones obtenidas por los
mismos sujetos en las dos aplicaciones del test. La varianza de error corresponde a las
fluctuaciones en la actuación debidas al azar desde una sesión a de una prueba a otra.
S
O
D
VA
Este método es particularmente susceptible a factores como el tiempo entre las
ER
S
E
SR
mediciones, el cual no debe ser muy largo para que la variable no se vea sujeta a cambios
HO
C
E
ER
en el tiempo y afecte las correlaciones; ni muy corto como para que los sujetos recuerden y
D
repitan sus respuestas en la primera aplicación. Hernández, Fernández y Baptista (1998)
aseveran que cuando una correlación es altamente positiva, el instrumento se considera
confiable.
La fiabilidad de la forma equivalente o de formas alternativas consiste en realizar 2
o más versiones equivalentes del mismo instrumento, para ser aplicados de forma paralela.
Anastasi (1998) afirma que la correlación entre las puntuaciones obtenidas en las dos o más
formas representa el coeficiente de fiabilidad del test. Hernández, Fernández y Baptista
aseguran que el instrumento es confiable si la correlación entre ambas administraciones es
significativamente positiva. Los patrones de respuesta deben variar poco entre las
aplicaciones.
El método de mitades partidas o de división en mitades parte de una sola aplicación
de la prueba, en la cual se siguen varios procedimientos de división en mitades del test para
obtener una medida de confiabilidad. Hernández, Fernández y Baptista (1998) establecen
22
que el conjunto total de ítems se dividen en dos mitades y las puntuaciones o resultados de
ambas son comparados. El instrumento será confiable si las puntuaciones de ambas mitades
se encuentran fuertemente correlacionadas. Anastasi (1998) afirma que esta medida es
especialmente susceptible al número de ítems del instrumento, mientras más extenso sea el
test, más fiable será.
S
O
D
VA
El coeficiente KR-20 Kuder Richardson fue desarrollado para estimar la
ER
S
E
SR
confiabilidad de una medición, según Hernández, Fernández y Baptista (1998), la
HO
C
E
ER
interpretación de la misma es igual a la del coeficiente alfa.
D
El coeficiente Alfa de Cronbach según Anastasi (1998) se basa en la consistencia de
las respuestas de los sujetos a todos los elementos del test. Es un examen de la ejecución de
cada elemento. Representa la media de todos los coeficientes de división de mitades que
resulta de diferentes divisiones de un test. Hernández, Fernández y Baptista aseguran que
solamente se requiere una sola administración del instrumento, sin dividir en partes
equivalentes, solamente se aplica el instrumento y se calcula el coeficiente. Para efectos de
esta investigación, se procederá a utilizar este último método para el cálculo de la
confiabilidad del test, emulando los trabajos originales de valoración del instrumento.
Procedimiento para el cálculo de la confiabilidad de la escala
Todos los procedimientos de cálculo de confiabilidad producen un coeficiente de
confiabilidad (r); que varía en su obtención según sea el tipo de confiabilidad que estamos
buscando. El coeficiente de confiabilidad oscila entre 0 y 1; donde 0 significa una
confiabilidad nula o indica un error grave de medición y 1 representa la máxima
23
confiabilidad (Hernández, Fernández y Baptista, 1998). Es importante destacar que un valor
(r = 1) indica una correlación positiva perfecta, que indica que el mismo sujeto se ubica en
la misma posición que las variables en un diagrama de dispersión, a su vez un correlación
negativa perfecta (r = -1) indica una relación de inversa proporcionalidad de puntuaciones
de una variable a otra; una correlación de (r = 0) muestra una ausencia absoluta de relación
S
O
D
VA
(Anastasi, 1998).
ER
S
E
SR
Landero y González (2006) explican el procedimiento para el cálculo del
HO
C
E
ER
coeficiente alfa, trabajando sobre la base de varianza de los ítems, aplicando la siguiente
fórmula:
D
Donde “k” es igual al número de ítems de la escala. “
de las varianzas de los ítems al cuadrado y “
” es igual a la sumatoria
” es igual a la varianza de toda la escala.
A su vez es necesario conocer las definiciones del constructo que mide la escala
utilizada en la investigación, al igual que las conceptualizaciones de las variables que se
van a contrastar con el instrumento y su relación con el constructo soledad:
Soledad como constructo a medir por la escala
En términos psicológicos, a lo largo de más de 50 años se han realizado diversas
definiciones de soledad. Una de las primeras es la de Sullivan (1953) quien la concibe
como una experiencia displacentera, asociada con la carencia de intimidad interpersonal.
De igual forma, Young (1982) la explica como la ausencia real o percibida de relaciones
24
sociales satisfactorias, que pueden ser acompañadas por manifestaciones de “distress”
psicológico. La soledad puede ser vista en parte, como una respuesta a la ausencia de
importantes refuerzos sociales.
Weiss (1973) plantea la soledad como una respuesta a la ausencia de una provisión
social particular. Su teoría explica que todos los síndromes de soledad resultantes están
S
O
D
VA
caracterizados por un anhelo de establecer relaciones que motivan a un individuo a lograr
obtener provisiones faltantes.
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
D
Perlman y Peplau (1981), describen el sentimiento de soledad como una experiencia
desagradable que ocurre cuando la red de relaciones sociales de una persona es deficiente
de una manera u otra, ya sea cualitativa o cuantitativamente. Ellos explican que esta
deficiencia se produce cuando la persona se encuentra insatisfecha en su necesidad de
relacionarse socialmente con su entorno, experimentando entonces una variedad de estados
afectivos adversos, de los cuales el sentimiento de abandono y deserción son
probablemente los que predominan.
Sermat (1978) la define como una discrepancia entre los tipos de relaciones
interpersonales que se desean, ya sea en términos relacionados con su pasado o un ideal que
no ha experimentado.
Melanie Klein (1982) se refiere al sentimiento de soledad, no como la situación
objetiva de verse privado de compañía externa, sino la sensación interna de estar solo sean
cuales fueran las circunstancias externas, de sentirse solo incluso cuando se está rodeado de
amigos o se recibe afecto.
25
También se ha visto la soledad como un mecanismo de retroalimentación
adaptativo, que informa al sujeto sobre el nivel de estimulación de interacción social que
está recibiendo, en términos de cantidad y forma. La estimulación varía desde la falta de
comunicación (soledad) hasta sobre estimulación (hacinamiento) (Flanders, 1982).
Montero-Lopez Lena y Sanchez-Sosa (2001) realizan un análisis conceptual de la
S
O
D
VA
soledad, en la que concluyen con una definición de la misma: “La soledad se define como
ER
S
E
SR
un fenómeno multidimensional, psicológico y potencialmente estresante; resultado de
HO
C
E
ER
carencias afectivas, sociales y/o físicas, reales o percibidas, que tiene un impacto
D
diferencial sobre el funcionamiento de la salud física y psicológica del sujeto”. Pp. 21
Como se observa, la soledad ha sido definida tomando en cuenta determinados
aspectos, como los aquellos relacionados con la infancia hasta los que tienen que ver con
procesos cognoscitivos del individuo, así como las redes sociales en que se desenvuelve. Es
por esta razón que los diversos autores han tratado de mostrar sus perspectivas desde
diferentes ángulos, utilizando distintos instrumentos de medición de este constructo.
Conceptualizaciones de soledad
Si bien el fenómeno de la soledad, como se dijo anteriormente, ha sido estudiado en
una gran cantidad de años y por una multiplicidad de autores, puede considerarse que
durante los últimos 20 años de investigación, 2 concepciones principales de soledad han
evolucionado. Una perspectiva refiere a la soledad como un estado unitario que varia solo
en intensidad y es el resultado de déficits en una variedad de relaciones (Russell, 1982,
1996; Russell, Peplau, y Cutrona, 1980).
26
La conceptualización alternativa de la soledad ve la experiencia como
multidimensional y de dominio específico (Weiss, 1973, 1998). Aunque esta perspectiva
propone que los diferentes tipos de soledad comparten un núcleo común, también propone
que déficits en las diferentes relaciones y las consecuencias asociadas a sentirse más solo en
un dominio particular de una relación pueden ser cualitativamente diferentes (DiTommaso
S
O
D
VA
y Spinner, 1993, 1997; Russell, Cutrona y Yurko, 1984; Schmidt y Sermat, 1983; Weiss,
ER
S
E
SR
1973, 1998).
HO
C
E
ER
Los defensores de este enfoque sugieren que refleja de una manera más completa
D
las diversas experiencias de soledad. Por ejemplo, esta perspectiva diría que hay diferencias
cualitativas entre la experiencia de un adolescente en proceso de transición a la adultez y la
soledad que siente un adulto mayor cuya pareja acaba de morir. Weiss (1973, 1987) fue el
primero que describió la naturaleza multidimensional de la soledad, al proponiendo 2 tipos
distintos: una siendo la experiencia de soledad emocional y otra de soledad social.
De acuerdo con sus formulaciones anteriores, Weiss (1998) propone que hay dos
tipos básicos de relaciones que son reflejo de la especificidad de dominio de la soledad. Las
afiliaciones, describen a las relaciones sociales tales como las amistades y las relaciones de
trabajo. Una percepción de falta de este tipo de relaciones se refleja en los sentimientos de
soledad social. El apego, se encuentra en las relaciones cercanas e íntimas que existen en
los vínculos de pareja romántica o en la relación cuidador-niño. Las deficiencias en estas
relaciones pueden llevar a una persona a experimentar la soledad emocional.
27
Taxonomía de Weiss
Weiss (1973) fue el primer autor en observar la naturaleza multidimensional de la
soledad. Tomando como base una taxonomía de las relaciones que distingue entre
relaciones de apego y de afiliación (Weiss, 1987; 1998), distingue este autor entre dos tipos
de soledad: soledad social y soledad emocional.
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
La soledad social es una carencia de relaciones afiliativas, y cuando existe, produce
HO
C
E
ER
un sentimiento de marginalidad, la sensación de no ser aceptado por los otros, aislamiento y
D
aburrimiento. Se desea fervientemente tener un lugar dentro de un grupo de personas con
las que se puedan compartir intereses y preocupaciones. Este tipo de soledad aparece
cuando perdemos contacto con aquellos que comparten nuestras preocupaciones. El autor
refiere que las relaciones con pares o compañeros son tan importantes para el bienestar
como las relaciones de apego.
Este tipo de relaciones suele empezar en los niños entre la edad de uno y dos años,
luego continua a través de los juegos, amistades y vecinos del niño preadolescente. Este
compartir sirve como vehículo para el niño expresar sus preocupaciones, y en la que
muchas de las emociones de la vida del niño se desarrollan. Es aquí donde los niños
encuentran la diversión y emoción que traen los juegos y las charlas.
En la adolescencia la participación social se vuelve aún más crítica para el
desarrollo; el grupo de amigos hace posible la expresión de preocupaciones particulares del
adolescente y les permite sentir que a pesar de las diferencias de sus sentimientos y
perspectivas con sus padres, son válidos. Los adolescentes alcanzan la autodefinición en
28
parte mediante la identificación con otros adolescentes con los que comparten algo en
común; en parte al ocupar un lugar único en el grupo. La autodefinición refiere el autor,
paradójicamente se alcanza por la pertenencia al grupo.
En la adultez las personas encuentran la integración social de distintas maneras; los
compañeros de trabajo, amigos, parientes, vecinos, que proporcionan apoyo a su sentido de
S
O
D
VA
si mismo. Un aspecto que enfatiza el autor es que tanto la integración social como las
ER
S
E
SR
relaciones de apego no pueden sustituir una a la otra. Las personas necesitan una red social
HO
C
E
ER
que les provea compromiso y una figura de apego que les proporcione seguridad. El ser
D
humano requiere de una comunidad de personas para mantener nuestra participación en
nuestras tareas. Nuestros intereses individuales y compromisos sociales se pueden
desarrollar en forma conjunta, pero incluso si no lo hacen, son propensos a formarse de
manera similar, debido al desarrollo previo de valores y marcos de referencia compartidos.
La integración a redes sociales proporciona a los individuos mucho más que el
simple apoyo para estructuraciones particulares de la realidad, sino que también
proporciona información, consejo, evaluación de sus propias conductas y de los otros, y la
ayuda ocasional mediante el intercambio de favores. La soledad social elimina estas
gratificaciones.
La soledad emocional, en cambio, es una ausencia de relaciones de apego, es decir,
relaciones especialmente significativas para la persona y que proporcionan una base segura
(Bowlby, 1982). La ausencia de este tipo de relaciones está asociada con sensaciones de
vacío, y el deseo de alguien especial con quien compartir la vida. Weiss (1973) relata que
29
los sistemas que proporcionan apego, así como la naturaleza de los sentimientos de apego
cambian a medida que maduramos.
Utilizando extractos de la teoría de apego de Bowlby, señala que los primeros
signos de conductas de apego se muestran durante la segunda mitad del primer año del
bebe. En este periodo la presencia física de la madre es esencial para la seguridad del
S
O
D
VA
infante, y que de no existir creara una perturbación. A medida que van creciendo los niños
ER
S
E
SR
se vuelven más tolerantes a mantener su sensación de bienestar a pesar de la separación
HO
C
E
ER
física de las figuras de apego, siempre que estén seguros de que pueden reincorporarse a
D
uno de ellos cuando lo deseen. Si esto no sucede, serán propensos a mostrar síntomas de
abandono; se enojan, lloran e insisten en ser reunido con la figura de apego. Mientras el
niño madura se vuelve más seguro de la accesibilidad a estas figuras a pesar de ignorar
temporalmente su ubicación. Esta confianza les permite independencia a la acción.
En la adolescencia, el mismo autor marca que conduce a una amplia reorganización
del sistema afectivo de apego. Los padres son abandonados como figuras de apego a favor
de otras personas del mismo sexo u opuesto. También pueden existir periodos en la
adolescencia en donde no existe una figura accesible de apego en absoluto, en la que el
mundo del adolescente parece vaciado, privado de una posible relación de apego.
En la adultez las personas experimentan el apego en varias personas diferentes, y si
bien el autor señala que usualmente suele ser la pareja, no siempre es el caso. El
matrimonio como institución no es fundamental para defenderse de la soledad emocional,
sino más bien la disponibilidad de un apego emocional, de una relación con otra persona de
30
tal manera que la mera proximidad de la misma proporcione sentimientos de seguridad y
bienestar.
Subyacente a la conceptualización teórica de Weiss de la soledad, ha sido su
enfoque en estudiar lo que las personas obtienen de sus relaciones con los demás. Sostuvo
que “…diferentes tipos de relaciones realizan distintas provisiones, todas requeridas por los
S
O
D
VA
individuos, al menos bajo ciertas condiciones”. Weiss identifico 6 provisiones sociales:
ER
S
E
SR
apego, integración social, alianza confiable, orientación, refuerzo de valía y oportunidad de
HO
C
E
ER
cuidar. Ya que cada provisión tiene una diferente suposición subyacente, el postulo que las
D
relaciones deben ser especializadas en sus provisiones. Por lo tanto, ninguna relación puede
satisfacer todas las necesidades, a pesar que las relaciones íntimas (p.e. las relaciones
conyugales) pueden satisfacer múltiples demandas. Weiss (1974) enfatizaba que los
individuos tienen necesidades (demandas) para su bienestar que solo pueden ser satisfechas
por las relaciones, y por lo tanto deben mantener un número de diferentes relaciones
especializadas para mantenerse saludables.
Weiss (1973) teorizó que la soledad es una respuesta a la ausencia de una provisión
social particular o una constelación de ellas. El propuso que debajo de la soledad emocional
esta la provisión social de apego, mientras que debajo de la soledad social está la provisión
social de integración social. El especulaba que todos los síndromes de soledad resultantes
están caracterizados por un anhelo de establecer relaciones que motivan a un individuo a
lograr obtener provisiones faltantes. Las provisiones sociales difieren de la soledad en que
ellas reflejan necesidades relacionales específicas emanadas de las relaciones. Por otra
parte, la soledad refleja la valoración subjetiva de niveles actúales y deseados de
31
satisfacción con las relaciones que presenta una persona. La soledad es una evaluación
global de las relaciones a lo largo de todas las necesidades relacionales.
Weiss adicionalmente postuló que diferentes patrones sintomatológicos acompañan
a cada tipo de soledad. La soledad emocional se espera produzca una sensación de soledad
absoluta, ansiedad, hipervigilancia, hipersensibilidad a estímulos mínimos, constante
S
O
D
VA
enfoque en soluciones potenciales al problema, sentimiento de abandono, vigilancia a la
ER
S
E
SR
amenaza, miedo sin nombre y evaluación constante. El especulaba que la soledad social
HO
C
E
ER
estaría asociada con aburrimiento, depresión, falta de objetivos, marginalidad, falta de
D
sentido y un impulso de búsqueda y movimiento entre la gente, junto con problemas de
conducta tales como el hablar a sí mismo y alcoholismo. Adicionalmente, Weiss propuso
que ambos tipos de soledad comparten un núcleo común de síntomas que incluyen falta de
concentración, angustia, tensión, alteraciones del sueño y retirada, junto con depresión sin
descanso e insatisfacción desenfocada y amorfa.
Teoría de Apego
En cuanto a la teoría del apego, se analiza haciendo énfasis en los planteamientos de
Bowlby (1969), que sirvieron de base para la creación del cuestionario de apego adulto
sobre relaciones (RQ), realizado por Bartholomew y Horowitz (1991), el cual será utilizado
para efectos de la determinación de la validez discriminante del SELSA.
(Echavarría y Auvert, 2007) plantean que la teoría del apego fue elaborada por el
psiquiatra inglés John Bowlby inicialmente en el año 1969 para explicar y describir, desde
una perspectiva evolucionaria, cómo y por qué los seres humanos se convierten en personas
32
emocionalmente apegadas a sus primeros cuidadores, tendiendo a establecer vínculos
fuertes, selectivos y duraderos, y como la alteración o la amenaza de esos vínculos puede
causar fuertes emociones. Bowlby (1985) propone que los seres humanos presentan una
tendencia innata a buscar vínculos de apego, los cuales brindan una satisfacción personal y
contribuyen a la supervivencia de la especie. Aunque la alimentación y el sexo cumplan
S
O
D
VA
una función importante dentro del lazo, la relación de apego tiene una existencia y una
ER
S
E
SR
función propia.
HO
C
E
ER
La formación del concepto de apego ha tenido influencias teóricas de diversas
D
corrientes psicológicas que han tratado de explicar el fenómeno del apego. Una de las
teorías que ha tenido mayor peso es la corriente psicoanalítica, tomando la importancia de
las experiencias tempranas, es decir, de sus primeras relaciones interpersonales en la
formación de la personalidad de los individuos (Bowlby, 1998).
La teoría psicoanalítica suponía primeramente que los vínculos interpersonales se
desarrollan porque el individuo descubre que necesita otro ser humano para satisfacer
necesidades como la alimentación o el sexo, consideradas como pulsiones primarias, y las
relaciones interpersonales son desplazadas como secundarias. Bowlby considera que la
necesidad de formar y mantener relaciones de apego es primaria, diferenciada de otras
necesidades biológicas (Marrone, 2001).
Bowlby (1969) postulo que el vínculo que une al niño con su madre es producto de
la actividad de una serie de sistemas de conductas, la meta del apego es la proximidad con
una figura que es percibida como capaz para enfrentar una situación de amenaza. Asimismo
33
este autor sostiene que el sistema organizado de apego está compuesto de tendencias
conductuales y emocionales diseñadas para mantener a los niños en cercanía física de sus
cuidadores. El permanecer en cercanía de los cuidadores ayudaría para protegerlos de algún
peligro o depredación.
Este sistema, como otras habilidades del organismo, está sujeto a cambios
S
O
D
VA
evolutivos y de elaboración. Las condiciones para activarlo, terminarlo y suprimirlo están
ER
S
E
SR
en estrecha relación con el feedback que recibe del medio. La función de este sistema de
HO
C
E
ER
conductas consiste en afianzar la seguridad y la protección (Sheldon y West, 1999).
D
Otra función relacionada con el sistema conductual de apego es la función evolutiva
la cual se cimenta bajo la posibilidad de tener a una persona que sea capaz de cuidar de un
individuo, le provee la protección necesaria para la supervivencia. Sheldon y West (1999)
refieren que el objetivo de un sistema de apego se consigue por su proximidad a la figura de
apego. La función del apego es la protección frente al peligro, y si uno piensa en el
mantenimiento de la proximidad a medida que evolucionamos con la edad como un proceso
representacional interno, entonces uno puede mantenerla como el objetivo también en la
edad adulta.
Estilos de Apego Adulto
(Hazan y Shaver, 1987) realizaron una clasificación compuesta por tres categorías
de apego adulto como una analogía a la clasificación de apego infantil de Ainsworth, que
establecía los estilos de apego seguro, ambivalente y evitativo.. Siguiendo los principios
34
básicos de la teoría del apego se sugieren que las diferencias en la experiencia social
temprana generan diferencias relativamente duraderas en los estilos relacionales.
Sin embargo, Bartholomew y Horowitz (1991) propusieron que la calidad de las
relaciones con los cuidadores en la infancia genera representaciones internas que proveen
prototipos para posteriores relaciones sociales. En la tabla que se presenta a continuación
S
O
D
VA
muestra los cuatro patrones de apego que resultan de la combinación de las dos
ER
S
E
SR
dimensiones. Cada celda representa un prototipo al que distintas personas podrían
HO
C
E
ER
aproximarse en diversos grados.
D
Cuadro N º 1
Modelo de Apego Adulto
Modelo de s mismo (Dependencia)
Modelos de los otros
Positiva (Baja)
Negativa (Alta)
Positivo (Baja)
I. Seguro
II. Preocupado
Negativo (Alta)
IV. Evitativo
III. Temeroso
(Evitación)
Fuente: Bartholomew y Horowitz (1991)
Las personas con estilo de apego Seguro (celda I): están caracterizadas por un
sentido internalizado de su valor propio y por experimentar comodidad ante la intimidad en
sus relaciones cercanas.
35
Los individuos con estilo de Apego Preocupado (celda II): Se sienten indignos y no
merecedores del cariño o la atención del otro: sin embargo, su imagen positiva de los demas
los motiva a esforzarse por aumentar su precario valor propio a través de una excesiva
cercanía a sus relaciones personales lo cual los deja vulnerables a una extrema ansiedad
cuando sus necesidades de intimidad no son satisfechas.
S
O
D
VA
Los individuos con estilo de apego Temeroso (celda III): Son altamente
ER
S
E
SR
dependientes de otros para la confirmación de su valor propio, sin embargo debido a sus
HO
C
E
ER
expectativas negativas de los demás evaden la intimidad para evitar el dolor de la perdida
D
potencial o el rechazo.
Los individuos con estilo de apego Evitativo: Evitan la cercanía con los otros
debido a sus expectativas negativas, no obstante, mantienen un alto concepto de si mismos
negando defensivamente el valor de las relaciones cercanas y acentuando la importancia de
la independencia.
Cada uno de los estilos está caracterizado por un patrón distinto de regulación
emocional y de comportamiento interpersonal.
Soledad y Apego
Bowlby (1973) refiere que existen dos proposiciones que son ampliamente
aceptadas en las psicología: La primera es que un gran número de trastornos mentales
pueden ser entendidos como el resultado de un mal funcionamiento en la capacidad de una
persona para hacer o mantener un vínculo afectivo con otras personas; la segunda es que los
patrones en el que una persona modela sus vínculos afectivos en la vida adulta están
36
determinados en un grado significativo por acontecimientos dentro de su familia de origen
en la infancia, en particular su relación con su madre.
El mismo autor declara que en cada etapa de nuestras vidas tendemos a realizar
fuertes vínculos con algunas otras personas especiales y particulares, que siempre y cuando
permanezcan intactos, nos sentiremos seguros en nuestro mundo, o que cuando estos
S
O
D
VA
vínculos se rompen, bien sea por una separación involuntaria o por muerte, nos volvemos
ER
S
E
SR
ansiosos y angustiados. Estos vínculos afectivos están presentes en muchas especies de
HO
C
E
ER
aves y mamíferos, por tanto que estos no son producto de un desarrollo evolutivo reciente,
D
está profundamente arraigado a nuestra herencia biológica.
La característica esencial de estos vínculos afectivos es que las personas apegadas
tienden a permanecer en la proximidad uno del otro. En caso de que por cualquier motivo
se aparten, cada uno buscara tarde o temprano al otro, y así renovar la proximidad. Por otra
parte, cualquier intento de un tercero de separar a este par es resistido enérgicamente.
Es conocimiento común que los vínculos afectivos y estados subjetivos de
emociones fuertes tienden a ir de la mano. En efecto, muchas de nuestras emociones más
intensas tienden a surgir durante la formación, mantenimiento, interrupción y renovación de
estos vínculos. Por tanto en términos de experiencia subjetiva, la formación de un vínculo
al que describimos como enamorarse de alguien, mantener un vínculo como amar a alguien,
o perder una pareja como duelo por alguien. De manera similar, la amenaza de una pérdida
crea ansiedad, y una pérdida real da lugar a la tristeza; en ambos casos probablemente
despertando un enfado tarde o temprano. El mantenimiento indiscutible de estos vínculos es
37
experimentado como una fuente de seguridad, y la renovación de este, como una fuente de
alegría.
El mismo asevera que estos vínculos conforman un comportamiento distinto a los
que llamo conductas de apego, que tienen dos características básicas, la primera expuesta
anteriormente, explica que una conducta de apego resulta en el alcance y mantenimiento de
S
O
D
VA
proximidad entre un individuo y otro. La segunda es que las conductas de apego son
ER
S
E
SR
normalmente exhibidas por un individuo joven o subordinado hacia otro más viejo o
dominante.
D
HO
C
E
ER
En este sentido, las conductas de apego presentan una conducta complementaria que
surge partir del otro individuo dominante, al que llamo comportamiento cuidador. Juntas,
estas dos conductas complementarias, de apego y cuidado, dan lugar a algunos de las más
frecuentes y persistentes formas de vínculos afectivos. La otra forma más frecuente y
persistente, son las uniones heterosexuales.
Durante el curso de una vida humana, Bowlby describe que se espera que un
individuo primero emplee conductas de apego con su cuidador, más tarde en la formación
de una pareja heterosexual, y luego comportamientos cuidadores, y al hacerlo creara
vínculos afectivos estables con otras personas. Se explica que la manera en que las
conductas de apego son organizadas en la infancia de una persona, establece un patrón que
influye profundamente en la manera en que, posteriormente, su comportamiento sexual y
cuidador se organicen. Este punto es enfatizado por el autor, que explica que en estados de
emergencia o enfermedad, tendemos a buscar la presencia consoladora de los que
38
conocemos y confiamos, y en efecto, nos sentimos preocupados, tristes y ansiosos si por
alguna razón no están disponibles.
Weiss (1973) utilizando esta información, describe que cualesquiera que sean los
mecanismos de soledad, ellos habrían llegado a ser parte del patrón de respuesta humana a
causa de su utilidad para la supervivencia de la especie. Infiere que para Bowlby era
S
O
D
VA
absolutamente necesario en la supervivencia de nuestros ancestros, que poseyeran
ER
S
E
SR
mecanismos que promuevan la proximidad, y que solo aquellos que tuvieran posesión de
HO
C
E
ER
estos mecanismos tendrían chance de tener una descendencia a la que podrían transmitir sus
D
rasgos.
Weiss (1973) especula sobre algunos de estos mecanismos, el primero sería la
inducción por la proximidad de una sensación de bienestar o placer; otro seria la inducción
por la distancia de sensaciones de angustia o molestia, que se convertiría en el motor
principal de movimientos para reducir la distancia. El tercero seria la inducción por
distancia de suplicas a todo el que podría estar escuchando, para buscar reestablecer la
proximidad. Estos mecanismos pueden verse en la seguridad que nos otorgan las personas
amadas y aceptadas, la inquietud de las personas solitarias involuntariamente, y también en
la necesidad a veces compulsiva de las personas solitarias para que los demás sepan cómo
se sienten.
Depresión
En cuanto a la depresión, se analiza la opinión de diversos autores sobre la temática,
con énfasis en los planteamientos de Beck (1987), quien representa el autor base para la
39
creación del Inventario de Depresión de Beck, el cual será utilizado para efectos de la
determinación de la validez discriminante del SELSA.
Beck, Rush, Shaw y Emery (1995) sostienen que la depresión se refiere a una
alteración del estado emocional que conlleva a una distorsión de sí mismo y del mundo. Por
ello, una de las características del paciente depresivo es su relativa inconsistencia o falta de
S
O
D
VA
atención con respecto a los estímulos ambientales, independientemente de lo que ocurra a
ER
S
E
SR
su alrededor, tiende a perseverar en sus temas de privación, anormalidad o enfermedad.
HO
C
E
ER
D
Los mismos autores antes mencionados acotan que la organización cognitiva se ha
hecho relativamente autónoma y reproduce mecánicamente un flujo continuo de ideas
repetitivas negativas. Dichas cogniciones comprenden hasta cierto punto, en construcciones
estereotipadas negativas de los eventos externos inmediatos; pero, en la mayor parte de los
casos, representan reverberaciones de ideas repetitivas negativas que nada tienen que ver
con la situación ambiental real del momento.
La opinión de Retamal (1999) de acuerdo a las investigaciones clínicas realizadas,
es que la depresión surge como el resultado de múltiples causas y factores biopsicosociales
como determinantes en la adquisición y desarrollo de la misma. Este autor hace énfasis en
la predisposición hereditaria que se plasma en forma real en cuanto este reforzada por la
historia personal desde el momento del nacimiento. La educación refuerza o revierte las
predisposiciones orgánicas. Se entiende que aun en el caso de que no existan factores
hereditarios es posible la adquisición de esta enfermedad, a partir de la realidad histórica y
actual de la persona.
40
Abdala (1999) explica que la depresión es un estado de ánimo que invade el afecto,
siendo una patología que produce una disfunción en lo laboral, lo social y familiar y
requiere de un tratamiento psiquiátrico para que el paciente modifique la distorsión que
tienen de su vida. La depresión es un estado emocional caracterizado por sentimientos de
inutilidad, abatimiento, tristeza, indignidad, culpa indefensión y desesperanza profundas.
S
O
D
VA
La misma lleva al que la siente a la soledad, a la perdida de motivación, el retraso motor y
ER
S
E
SR
la fatiga.
HO
C
E
ER
Tomando como principio central de que las concepciones invidualistas y
D
distorsionadas de las personas son fundamentales en el desarrollo y mantenimiento de la
sintomatología depresiva, Beck (1987) formula la triada cognitiva de la depresión, la cual
consiste en tres patrones cognitivos que inducen a la persona a considerarse a sí mismo a su
futuro y a su ambiente de un modo idiosincrásico y negativo.
El primer componente de la triada se basa en la visión negativa de la persona acerca
de si misma. La persona deprimida manifiesta una marcada tendencia a considerarse como
deficiente, inadecuado o inútil, bien sea a nivel físico, mental o moral más aun, se percibe
como indeseable y despreciable a cause de su supuesto del defecto, tiende a rechazarse a sí
mismo y a creer que los demás le rechazarán.
El segundo componente se centra en la tendencia del depresivo a interpretar sus
experiencias de una manera negativa o poseer una visión negativa del mundo. En este
aspecto, las interacciones con el ambiente son interpretadas como privaciones, derrotas o
41
menosprecio. El depresivo estima que el mundo le hace enormes exigencias y le presenta
obstáculos que interfieren con el logro de sus objetivos de vida.
El tercer componente se refiere a una interpretación negativa del futuro donde el
ambiente y la condición personal se desmejoran cada día más. El depresivo se concentra en
una serie de expectativas que parecen amenazantes, supone que sus problemas y
S
O
D
VA
experiencias continuarán indefinidamente y que a aquellos ya conocidos se agregarán otros
males mayores.
ER
S
E
SR
D
HO
C
E
ER
El mismo autor opina que cada persona tiene un esquema, una forma o un marco de
referencia de pensar, con el que la persona enfoca y experimenta su vida. La naturaleza y
las características de este esquema determinan las respuestas del individuo. Por
consiguiente, todas las cogniciones que pueden presentarse en forma de pensamientos
automáticos, imágenes pictóricas, fantasías o sueños, están sustentadas por esquemas
básicos que son formados por experiencias previas del sujeto, en especial durante la
infancia y la adolescencia (Colina, 1994).
La misma autora refiere que los esquemas disfuncionales se presentan como
conceptos irracionales, rígidos, absolutistas, extremistas, primitivos, radicales y muy
potentes. Al incorporarse a los esquemas en la matriz de la estructura cognitiva, estos
pueden mantenerse latentes durante años y se activan por estrés, perdidas, cambios
bioquímicos o situaciones traumáticas.
42
Síntomas clínicos de la depresión
Los síntomas que en esencia caracterizan la depresión han sido expuestos por
diferentes autores quienes describen síntomas cognitivos, intelectuales, afectivos,
motivacionales y fisiológicos. Los síntomas cognitivos muestran al depresivo como una
persona que carece de cualidades o atributos necesarios para satisfacer sus necesidades. Se
S
O
D
VA
critica por sus debilidades o errores, se culpa por ello llegando a la conclusión de que es
ER
S
E
SR
indeseable, ineficaz y de que no vale como persona. De igual manera, en estas personas se
HO
C
E
ER
hace realmente difícil la toma de decisiones, ya que piensa que va a elegir erróneamente,
D
por lo que evita comprometerse y así se hace dependiente de otras personas. (Colina, 1994).
Uno de los aspectos cognitivos más notables de la depresión es el recuerdo selectivo
de las experiencias desagradables, mientras que se le dificulta recordar eventos agradables.
Como resultado de esta visión de túnel, el paciente se vuelve impermeable a los estímulos
que pueden despertar emociones agradables. (Beck, 1974).
Síntomas Intelectuales: La persona deprimida muestra fallas de atención y
concentración que conlleva a fallas de memoria y todo se combina para menoscabar el
funcionamiento eficiente del individuo. Esto se debe a que el campo de conciencia de la
persona se encuentra invadido por cogniciones típicas de la depresión.
Síntomas afectivos: la tristeza es una característica central de la depresión. La
pérdida de gratificación conduce a la persona hacia la tristeza; la consecuencia moral de la
perdida es la tristeza, entonces el abandono esta seguido de la apatía. Cuando el deprimido
43
se considera derrotado o frustrado en las metas principales de su vida, se encuentra
propenso a experimentar un estado de indiferencia o apatía. (Beck, 1967).
Por otra parte, (Mendels, 1970) asevera que el llanto se presenta con cierta
frecuencia entre los deprimidos de grado leve y moderado, no solo como respuestas a
experiencias específicas, sino también por razón de frustraciones de menos relevancia, o
S
O
D
VA
cuando se irrita o incluso, a veces, sin motivo aparente alguno. Las personas deprimidas en
ER
S
E
SR
grado agudo también son incapaces de llorar.
HO
C
E
ER
D
Colina (1994) manifiesta que los depresivos se caracterizan por mostrar escasa
capacidad de reaccionar ante las situaciones que normalmente le proporcionan alegría; se
reduce la capacidad de experimentar placer. Otros síntomas afectivos de la depresión lo
constituyen la disminución de los vínculos afectivos y los sentimientos de soledad, al
encontrase aislados de los demás y del mundo en general.
Síntomas motivacionales: Los cambios totales de las principales metas y objetivos
se ubican dentro de las características más desconcertantes del paciente seriamente
deprimido. No solo desea evitar las experiencias que anteriormente le resultaban
placenteras, sino que es arrastrado hacia un estado de inactividad, e incluso busca retirarse
totalmente de la ida por medio del suicidio. (Beck, 1983). El mismo reseña que el paciente
depresivo pierde toda responsabilidad e iniciativa, prefiere la pasividad y la dependencia,
escapar de los problemas en lugar de afrontarlos, y actividades que con anterioridad le
resultaban agradables y podía realizar sin ninguna dificultad, ahora parecen complicadas.
44
Síntomas Fisiológicos: Mendels (1970) señala se han comprobado los síntomas
somáticos que tienden a agruparse, asociándose varios de ellos en un mismo paciente.
Dentro de las principales características fisiológicas que acompañan a la depresión se
destacan: Perdida del peso y del apetito, trastornos del sueño, disminución en la frecuencia
sexual y la fatigabilidad o experiencia de constante cansancio.
Soledad y Depresión
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
Cacioppo y Patrick (2008) refiere que la soledad rara vez viaja sola. De hecho la
D
pareja más común en los primeros estudios clínicos psicológicos eran intensas
manifestaciones de soledad y depresión. Por tanto no es sorpresa que estos dos constructos
fueran agrupados con frecuencia. Sin embargo este autor asegura que el análisis factorial ha
demostrado que la soledad y la depresión son dos dimensiones distintas de la experiencia de
una persona. A nivel de diagnóstico clínico también, en parte debido a que la depresión no
desencadena la misma constelación de respuestas que la soledad. Esta última promueve el
deseo a la proximidad y a la afiliación, pero también dispara sentimientos de amenaza y
terror. A medida que la experiencia se vuelve más intensa, el sentimiento de amenaza
promueve una tendencia a ser crítico de los demás. La soledad refleja cómo alguien se
siente acerca de sus relaciones, la depresión refleja cómo se siente de manera integral.
Si bien las dos son consideradas como estados aversivos e incomodos, la soledad y
la depresión son de muchas maneras opuestas. Según estos autores, la soledad es una
advertencia a hacer algo para alterar una condición incomoda y amenazante, en cambio la
45
depresión vuelve a la persona apática. Mientras la soledad sirve como fuerza hacia
adelante, la depresión nos detiene.
Sin embargo, donde la soledad y la depresión convergen es en una disminución del
sentido del control personal, lo que conduce a un afrontamiento pasivo. Esta pasividad
inducida es una de las razones por las que, a pesar del dolor y la urgencia que la soledad
S
O
D
VA
impone, no siempre lleva a la adopción de medidas eficaces. La pérdida de control
ER
S
E
SR
ejecutivo conduce a la falta de persistencia y la frustración, y estas a su vez conducen a lo
HO
C
E
ER
que Seligman definió como Indefensión Aprendida.
D
Cacioppo y Patrick (2008) comparten una opinión similar a la de Bowlby, ellos
afirman que la soledad actúa como una señal de alarma, incrustada en nuestros genes, y que
sirve a la supervivencia de la especie, debido a su rol social adaptativo. Pero también
relatan que puede haber un rol social igualmente adaptable para su opuesto, la depresión.
Una manera de mostrar este fenómeno seria el uso del verdadero dolor de los sentimientos
depresivos como medio de manipulación social similar al llanto, que solicita ayuda,
atención y cuidado de quienes nos rodean. El hecho que la depresión nos incentiva a ser
pasivos e indicar a los demás que no somos una amenaza podría servir para minimizar el
riesgo en las interacciones sociales durante un tiempo en donde percibimos que nuestro
valor social es bajo, especialmente en relación con la intensidad de nuestras necesidades
sociales
46
Una vez definidos los constructos a medir por los instrumentos, y partiendo de todos
los planteamientos descritos concernientes a las propiedades psicométricas de los
instrumentos psicológicos como bases de la investigación, se muestra el siguiente cuadro:
Cuadro N º2
Mapa de Variables
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
Variable
D
Validez de Contenido
Dimensión
Indicador
Validación por jueces
Acuerdo entre los
jueces
Análisis Factorial
Número y carga de
Factores
Validez de constructo
Coeficiente de
correlación ETA
Validez
Discriminante
Confiabilidad
Consistencia Interna
Rho de Spearman
Coeficiente alfa de
Cronbach
47
C A P I T U L O III
MARCO METODOLOGICO
S
O
D
VA
Tipo y Nivel de la Investigación
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
La presente investigación está enmarcada en una investigación tipo metodológico-
D
psicométrico, siguiendo un análisis riguroso de la confiabilidad y la validez de construcción
de la prueba a través de la evaluación matemática y estadística, pues el objetivo principal de
la misma reside en la valoración de las propiedades psicometrías de la escala para la
evaluación de la soledad social y emocional en adultos. De igual manera, este trabajo posee
un nivel de investigación descriptivo de campo.
Diseño de la Investigación
La investigación utiliza un diseño de carácter no experimental, ya que se realiza sin
la manipulación deliberada de las variables, en la búsqueda del fenómeno tal y como se da
en su contexto natural, para luego después analizarlo. Ahora bien, tomando en cuenta la
evolución del fenómeno, es de tipo transeccional descriptivo, por cuanto las variables de
objeto se medirán en una sola oportunidad.
Adicionalmente, resultó relevante para la investigación considerar las fuentes de
invalidación que pudieran afectar de algún modo el estudio, y para ello se consideraron las
48
fuentes de invalidación interna, que a continuación se presentan a efectos de esta
investigación:
a) Inestabilidad: para Hernández y Col (2003) este factor hace referencia a la poca o
nula confiabilidad de las mediciones, fluctuaciones en las personas seleccionadas o
componentes del experimento o inestabilidad autónoma de mediciones repetidas
aparentemente equivalentes (p.201).
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
b) Instrumentación: Esta fuente hace referencia a cambios en los instrumentos de
D
medición o en los observadores participantes, los cuales son capaces de producir
variaciones en los resultados que se obtengan (p.202).
c) Interacción entre los sujetos y el experimentador: Este factor hace referencia a
ciertas actitudes, expectativas y prejuicios que pueden alterar el comportamiento de
los sujetos durante el estudio.
Sujetos de la Investigación
Población
Esta investigación se llevó a cabo en una población de personas adultas mayores de
18 años, de ambos géneros, estudiantes de la Universidad Rafael Urdaneta, ubicada en
Maracaibo, estado Zulia.
49
Muestreo
Se utilizó un muestreo de tipo no probabilístico accidental, por tanto que se realizó
una selección de los sujetos con una edad igual o superior a los 18 años, quienes cursan
estudios de psicología en la Universidad Rafael Urdaneta.
Muestra
S
O
D
A que se requiere para un
Vsujetos
Gorsuch (1983) plantea que el número mínimo
de
R
E
ES
R
S
análisis es de tres a cinco sujetosO
por reactivo a fin de obtener factores confiables. La escala
H
C
E
para la evaluación
de la soledad social y emocional en adultos consta de un total de 37
DER
ítems, por tanto estimo una muestra mínima de 111 sujetos. La misma estuvo constituida
por 194 sujetos, 173 mujeres y 21 hombres en edades comprendidas entre los 18 y 41 años.
Definición Operacional de la Variable
Validez de Contenido
Validación por jueces. Está determinada por los acuerdos de los jueces
expertos en el proceso de traducción de la Escala de Soledad Social y
Emocional para Adultos (SELSA).
Validez de Constructo
Análisis Factorial. Numero de factores obtenidos que reflejan la estructura
conceptual de la escala. Se consideraran que los ítems conforman un factor
50
cuando su carga factorial sea mayor a 0,30 y que además tenga una
diferencia con la carga para el otro factor mayor a 0,30.
Validez Discriminante. Coeficiente Rho de Spearman entre la escala
SELSA y el Inventario de Depresión de Beck, la razón de correlación ETA
entre el Cuestionario de Apego Adulto sobre Relaciones y la escala SELSA,
S
O
D
VA
y las correlaciones ítem-total.
Confiabilidad
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER interna. Está determinada por el índice alfa de Cronbach
DConsistencia
obtenido en el cálculo de la consistencia interna de la escala y sus
dimensiones.
Técnicas de Recolección de Datos
Descripción del Instrumento
1. Escala para la evaluación de la soledad social y emocional en adultos
(SELSA):
Elaborado por DiTommaso y Spinner (1993), tiene como finalidad realizar una
medición multidimensional de la soledad, siendo estas dimensiones la soledad social y la
emocional. Esta última dimensión a su vez se subdivide en dos, conformadas por la soledad
romántica y la soledad familiar. Para la elaboración de dicha escala se generaron una serie
de enunciados basados en las definiciones de la soledad emocional y social de Weiss.
51
La escala contiene un total de 37 ítems, divididas en dos sub escalas, donde la
primera se encarga de medir la soledad emocional (romántica y familiar) y la segunda
conformada por reactivos que miden la soledad social. El instrumento está compuesto por 3
sub dimensiones de 12, 11 y 14 ítems respectivamente. A los sujetos se les pide que
indiquen el grado de acuerdo o desacuerdo de cada afirmación en una escala tipo Likert de
S
O
D
(desacuerdo), 3 (de acuerdo), 4 (totalmente de acuerdo).
LosA
ítems están distribuidos de la
V
R
E
ES
R
siguiente forma:
S
HO
C
E
DER
Cuadro N º 3.
0 a 4 puntos etiquetados de la siguiente manera: 1 (totalmente en desacuerdo), 2
Ítems de las dimensiones de la escala SELSA
Variable
Dimensiones
Soledad
Emocional
Soledad
Sub
Dimensiones
Ítems
Soledad
Romántica
1, 4, 7, 8, 10, 11, 12, 14, 15, 16, 18, 21
Soledad
Familiar
2, 3, 5, 6, 9, 13, 17, 19, 20, 22, 23
Soledad Social
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 ,12 , 13, 14
52
Adicionalmente, los ítems 1, 4, 6, 7, 8, 9, 14, 16, 17, 18, 19, 21, 22, 23 de la
subescala de soledad emocional y los ítems 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 13 de la escala de
soledad social están redactados de forma negativa.
Propiedades Psicométricas del SELSA
Es preciso notar que para la elaboración de este instrumento en primera instancia se
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
realizó una prueba piloto, utilizando 195 sujetos, se les aplico una versión del instrumento
HO
C
E
ER
que consistía en 75 ítems formados por enunciados basados en la tipología de Weiss de la
D
soledad. Estos ítems fueron ordenados aleatoriamente y fueron balanceados de tal forma
que estuviesen 36 redactados positivamente y 37 negativamente. Al igual que el
instrumento final, se le pidió a los participantes que reflejaran el grado de acuerdo o
desacuerdo con cada enunciado en una escala de 7 puntos.
Luego de aplicado esta versión del instrumento, se sometió
a un análisis de
componentes principales con una rotación varimax, de los cuales se extrajeron 3
componentes que formaban un 54% de la varianza total. Se utilizó un valor de carga
factorial de 0.30 para discriminar los ítems que se relacionaban o no con un componente.
37 items no presentaban una carga significativa sobre los componentes y fueron
descartados. Los 36 items restantes se combinaron con 1 nuevo que era conceptualmente
similar a la escala romántica. Estos 37 items conformarían el instrumento final.
Para el instrumento final, los investigadores encontraron mediante un análisis de
componentes principales, 3 componentes que representan juntos un total de 52.4% de la
varianza. El primer componente, con una varianza compartida del 27.1%, corresponde a las
53
relaciones románticas, el segundo (15%) se refiere exclusivamente a la familia, mientras
que el tercero (10.3%) se concentró en la relación con los amigos. Así mismo, indicaron
que la soledad emocional puede dividir en dos tipos: soledad romántica y de la familia. Por
tanto quedo demostrado que el instrumento posee una buena estabilidad estructural.
Todas las subescalas tienen alta consistencia interna, con valores alfa de Cronbach
S
O
D
VA
entre 0.89 y 0.93, de igual manera se obtuvo que las correlaciones ítem-total para cada
ER
S
E
SR
subescala fueron altas y significativas, variando en un rango entre 0.39 y 0.88, las
HO
C
E
ER
correlaciones promedio ítem-total para las subescalas de soledad romántica, familiar y
D
social fueron de 0.70, 0.61 y 0.64 respectivamente.
Con respecto a la validez concurrente y discriminante de la escala, se encontró que
los patrones y magnitudes de las correlaciones del SELSA y estas otras medidas soportan la
validez de la escala. La subescala de soledad romántica fue la que obtuvo una correlación
más alta (r = 0.69) con el ítem de Russell que evalúa la soledad emocional, mientras que
estuvo débilmente asociada con el ítem que describía la soledad emocional (r = 0.14). Las
correlaciones de la escala de soledad social y los ítems de Russell tuvieron un patrón
reverso comparado con los de la escala romántica: Este hallazgo soporta la validez
discriminante de las subescalas (rs = 0.57 y 0.27 para los ítems sociales y emocionales
respectivamente). La subescala de soledad familiar mostro una correlación moderadamente
bajas con ambos ítems de Russell (rs = 0.24 y 0.18 para los ítems sociales y emocionales).
Todas las correlaciones tuvieron 2 colas < 0.01.
54
Todas 3 escalas del SELSA están significativamente correlacionadas (P < 0.001, 2
colas) con la escala UCLA de soledad. La subescala de soledad social fue la que mostro la
mayor correlación (r = 0.79), mientras que las subescalas de románticas y de familia
obtuvieron correlaciones menores (rs = 0.40 y 0.37, respectivamente). Los resultados de un
análisis de regresión múltiple utilizando la escala SELSA para predecir puntajes en la
S
O
D
VA
escala UCLA de soledad dieron como resultado que solo la subescala social tiene una
ER
S
E
SR
relación única substancial con la escala UCLA.
HO
C
E
ER
2. Cuestionario de Apego Adulto sobre Relaciones (RQ):
D
Hazan y Shaver en 1987 elaboraron un instrumento que mide Apego Adulto. Dicho
instrumento sirvió de base para la realización del Cuestionario de Apego Adulto sobre
Relaciones (Relationship Questionnaire), desarrollado por Bartholomew y Horowitz en
1991. Por lo que el instrumento actual es una adaptación hecha por los últimos autores
mencionados, creado originalmente en el idioma inglés. Este cuestionario consta de cuatro
párrafos cortos, cada uno de ellos describe un patrón prototípico de apego adulto y las
puntuaciones de obtienen dando respuesta a una escala Lickert. En una segunda parte, la
persona elige el párrafo con el que se sienta más identificado.
Los estilos A y B corresponden a los patrones de apego seguro y evitativo,
respectivamente. Los estilos C y D corresponden a patrones de apego temeroso y
preocupado. Luego se solicita a los participantes clasificar su grado de identificación con
cada párrafo en una escala de tipo Lickert de 6 puntos que se extienden a partir de 1 (nada
55
parecido a mí), a 6 (totalmente parecido a mí). Estos grados proporcionan un perfil de
apego en un individuo. No existe límite de tiempo para contestar el cuestionario.
Propiedades Psicométricas
(Carpenter, 2001) obtuvo una confiabilidad interna con un coeficiente de
confiabilidad de 0.81. En otro estudio, (Crowell, 1995) trabajo con estudiantes se
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
realizaron dos aplicaciones a una misma prueba de personas con un intervalo de
HO
C
E
ER
separación de 8 meses. Se encontró una alta confiabilidad, con coeficientes de correlación
D
que oscilaban entre 0.72 y 0.96.
En cuanto a la validez del instrumento, ha sido comparado con el instrumento Adult
Attachment Styles (AAS), de Hazan y Shaver, que está compuesto por tres categorías.
Ambos instrumentos están altamente relacionados.
3. Inventario de Depresión de Beck (BDI):
Es un instrumento conformado por 21 ítems, los cuales describen manifestaciones
conductuales específicas del sujeto, en relación a los componentes de la triada cognitiva
propuesta por Beck (1987). A través de él se obtienen datos importantes en relación a
determinados hábitos y aspectos de la vida del paciente, como lo son sus hábitos
comportamentales, alimenticios y de sueño. Proporciona también información en relación
al área académica y social del sujeto, al igual que una serie de síntomas cognitivos y
fisiológicos que implican estados depresivos.
56
Los ítems del inventario presentan cuatro alternativas ordenadas en función a la
intensidad del síntoma, con un valor entre 0 y 3 puntos, significando cada una de las
puntuaciones lo siguiente: cero (0): intensidad nula del síntoma, uno (1): intensidad leve
del síntoma, dos (2): intensidad moderada del síntoma, y tres (3): intensidad severa del
síntoma. Al final el cuestionario, deben sumarse las puntuaciones. El mayor total posible
S
O
D
VA
de obtener es sesenta y tres (63) y el menor es cero (0), los cuales se categorizan en cuatro
ER
S
E
SR
niveles.
HO
C
E
ER
Propiedades Psicométricas
D
En referencia a la validez, Beltrán y Prieto (1998) afirman que la validez de
contenido del inventario representa una adecuada operacionalización de las conductas de
los distintos factores explicados por la teoría de Beck acerca de los comportamientos
esperados por un conjunto dado de sujetos, por lo cual su validez de contenido es el tipo
Tautológico. En referencia a la validez de criterio, los mismos autores comprobaron que
todos los ítems discriminan entre el grupo de control y el grupo experimental (depresivos),
a excepción del ítem número 8, a un nivel de 0,05, lo cual indica que los ítems poseen alta
y evidente validez de criterio para discriminar entre los grupos ya mencionados.
Por su parte, Vásquez y Sanz (1997) indican que diecisiete de los ítems de la
versión española del BDI de 1978 cubren 6 de los 9 criterios sintomáticos diagnósticos del
episodio depresivo mayor (American Psychiatric Association, APA 1994) y también
reflejan, aunque solo en el aspecto de síntomas deficitarios, otros dos del sistema de la
57
APA (problemas de apetito/peso y problema de sueño). El síntoma de Trastorno
Psicomotor es el único que no cubre el BDI.
Respecto a la validez convergente, los mismos autores compararon la versión
española del BDI con la Escala Auto aplicada de Depresión de Zung (Zung Self-Rating
Depression Scale, SDS), concluyendo con una correlación de 0.95, que ambas pruebas
miden el mismo constructo.
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
En relación a la confiabilidad, Vásquez y Sanz (1997) realizaron un análisis de
D
consistencia interna del BDI arrojando un alfa de 0.83, lo que indica una alta consistencia
interna. Los coeficientes de correlación ítem-total hallados fueron todos estadísticamente
significativos, oscilando entre 0.19 para el ítem de pérdida de peso y 0.54 para el ítem de
insatisfacciones. La media de las correlaciones interitems fue de 0.19.
Los mismos reportan que de la versión traducida se obtuvo la confiabilidad
utilizando una muestra estratificada según edad, sexo y estado civil de 250 sujetos
normales y una muestra de 61 pacientes psiquiátricos depresivos. Utilizando el método de
partición por mitades y la formula de Pearson se obtuvo valores de 0.87 y 0.93 corregidos
con la fórmula de Spearman-Brown. Por último, también determinaron una fiabilidad testretest en tres grupos distintos de sujetos y se obtuvo una correlación de 0.72 con un
intervalo de un mes, entre 0.60 y 0.69 para un intervalo de 3 meses, y 0.62 para un
intervalo de 4 meses.
58
Procedimiento
Para llevar a cabo esta investigación se consideraron los siguientes pasos:
Se realizo la traducción de la Escala para la evaluación de la soledad social y
emocional en adultos del idioma inglés al español. Luego se proporcionó el instrumento a
tres psicólogos bilingües con experiencia en el área, los cuales expresaron, de manera
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
independiente, el juicio de su experticia al respecto a la equivalencia haciendo
HO
C
E
ER
comparaciones entre el original y la traducción. Posteriormente se modificó el instrumento
D
de acuerdo a las correcciones realizadas por los jueces expertos.
A continuación se procedió a aplicar la prueba a una muestra de 194 sujetos
obtenida mediante un muestreo no probabilístico intencional para posteriormente realizar el
análisis de los resultados, evaluar el funcionamiento de los ítems, considerando el debido
tratamiento estadístico en función de los objetivos planteados para la investigación.
Consideraciones Éticas
Para la realización de esta investigación se tomaron los artículos pertinentes del
apartado “Deberes Éticos en la Investigación” del Código de Ética del Psicólogo de
Venezuela, de la Federación Venezolana de Psicólogos (2002), los cuales se especifican a
continuación:
Según el artículo 54 del Código de Ética, es de suma importancia tomar en cuenta y
considerar en todo momento los principios éticos y científicos de una investigación. La
59
metodología científica utilizada en la presente investigación cumple con dichas
especificaciones al ser realizada bajo parámetros estadísticos, éticos y científicos.
El artículo 55 del mismo Código plantea que para todo trabajo de investigación se
requiere de la rigurosa observación teórica y metodológica de personas expertas en el área,
entrenadas y calificadas. Para ejercer dicha función, se cuenta con la asesoría y supervisión
S
O
D
VA
de expertos en el área psicométrica y clínica, así como de expertos en el área de la
metodología de investigación.
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
D
En el artículo 59, se especifica que todas las investigaciones deberán ser calificadas
en su necesidad real, de su alcance y de los riesgos que implica, es decir, el investigador
deberá tener cuidado de transmitir las verdaderas razones de lo que busca en su
investigación. Es por ello que en el presente estudio se pretende cubrir una necesidad real
social y psicológica.
El artículo 63 declara que el investigador queda comprometido a comunicar los
resultados a otros investigadores que evidencien interés a este estudio, además de asumir la
responsabilidad futura de los resultados obtenidos siguiendo los preceptos éticos de la
profesión psicológica, por lo cual se está trabajando para una posterior creación de una
línea de investigación de soledad organizada por psicólogos y estudiantes en la Universidad
Rafael Urdaneta, los cuales se comprometen a dar continuidad a los estudios planteados en
esta investigación.
El artículo 70, argumenta sobre la publicación de algún libro, artículos científicos o
trabajos de investigación, que el psicólogo o investigador deberá dar reconocimiento a
60
todas las personas que formaron parte del mismo o que colaboraron para llevar a cabo su
finalización, estas deberán especificarse en los agradecimientos, la cual en cualquier texto
descrito a lo largo de esta investigación hace referencia al autor y el año en que publicó
dicho texto.
S
O
D
VA
D
HO
C
E
ER
ER
S
E
SR
61
CAPITULO IV
RESULTADOS Y DISCUSION
S
O
D
VA
Análisis de los Resultados
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
El análisis y la discusión de los resultados de la presente investigación se enfocan en
D
responder el objetivo general de la misma, que consiste en determinar las propiedades
psicométricas de la escala para la evaluación de soledad social y emocional para adultos.
Este análisis se fundamenta en la taxonomía de soledad de Weiss (1973), la cual sirvió de
base para crear el instrumento. De igual manera, esta investigación se asienta teóricamente
en los asuntos de índole psicométrica en Brown (1980), Hernández, Fernández y Baptista
(2003), Anastasi (1998) y Landero y González (2006).
Primero se estableció la validez de contenido de la escala para la evaluación de la
soledad social y emocional para adultos. Para ello se realizó el proceso de traducción del
instrumento en su versión original, el cual fue construido en el idioma inglés. Se solicitó a
tres psicólogos bilingües que realizaran la traducción del inglés al español, quienes
expresaron de manera independiente su juicio respecto a la equivalencia de los reactivos.
Posteriormente se solicitó a un traductor independiente realizar una re traducción del
instrumento del instrumento traducido del español al idioma original (inglés), con el fin de
62
asegurar la calidad de la traducción. Finalmente se conservó el contenido y sentido del
instrumento original, siendo modificado 5 ítems.
Cuadro N º 4.
Traducción de los ítems 12, 13, 9, 10 y 11 del SELSA original al español venezolano
Ítem
Dimensión
Original
Traducción
12
Emocional
I find myself wishing for someone
with whom to share my life
Me encuentro deseando
alguien con quien
compartir mi vida
Deseo tener a
alguien con quien
compartir mi vida
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
DER
Observaciones de
Jueces
13
Emocional
I wish my family was more
concerned about my welfare
Deseo que mi familia este
mas preocupada por mi
bienestar
Me gustaría que mi
familia estuviera
más preocupada por
mi bienestar
9
Social
I can depend on my friends for help
Puedo confiar en mis
amigos en busca de ayuda
Puedo contar con
mis amigos para que
me ayuden
10
Social
I have friends to whom I can talk
about the pressures in my life
Tengo amigos a los que
puedo hablar de las
presiones de la vida
Tengo amigos con
los que puedo hablar
las dificultades en
mi vida
11
Social
I don’t have a friend(s) who
understands me, but I wish I did.
No tengo amigos que me
entiendan. Pero me
gustaría tenerlos
No tengo ningún
amigo que me
comprenda. Pero me
gustaría tenerlo
Posteriormente, se procedió a determinar la validez de constructo mediante el
análisis factorial de la escala para la evaluación de la soledad social y emocional para
adultos, como respuesta al segundo objetivo específico de la investigación. Se realizó un
análisis de componentes principales, en el cual las pruebas de adecuación muestral
63
permitieron comprobar la adecuación de los datos para efectuar un análisis factorial,
obteniéndose un índice KMO = 0.905 y para la prueba de Esfericidad de Barlett se obtuvo
=5103,724; p. ≤ 0.001). Se eliminaron 3 de los reactivos analizados en
un Chi-Cuadrado
la dimensión emocional (11, 12 y 13), ya que mostraron comunalidades menores a 0.30.
Luego de ser eliminados estos ítems, se procedió a correr otro análisis factorial con
rotación varimax, estableciendo tres como el número de factores, replicando el estudio del
S
O
D
VA
instrumento original y en concordancia con las dimensiones en la taxonomía de soledad de
ER
S
E
SR
Weiss. Se obtuvo como resultado una solución final conformada por 34 ítems con una
HO
C
E
ER
estructura factorial estable, distribuidos en tres factores principales que explicaron el
D
57.644% de la varianza del SELSA (Ver tabla Nº 1), con unas pruebas de adecuación
muestral KMO = 0.912 y un
=4921,149; p. ≤ 0.001). Por último, se buscó eliminar los
reactivos cuyas raíces características fueran menores a 0.30 o cuando estas raíces
evidenciaran que el ítem cargaba simultáneamente para dos o más factores. Es importante
destacar que se realizó una excepción con el ítem 1, puesto que si bien está dentro de la sub
dimensión romántica, en el análisis factorial el ítem cargaba a la dimensión familiar. Luego
de hacer una revisión, se atribuyó este fenómeno a la ambigüedad del ítem, puesto que no
queda claro quién es la “otra” persona.
A continuación se muestra el grafico de sedimentación donde pueden observarse los
3 factores de la solución final.
64
Grafico N º 1.
Gráfico de Sedimentación de la escala para tres factores
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
D
Tabla N º 1.
Escala definitiva con varianza explicada por dominio y cargas factoriales de sus reactivos
Factor I: Soledad Social (VE= 24.272%)
1s. Lo que es importante para mí no parece importante para la gente que conozco.
0.449
2s. No tengo amigos que compartan mis puntos de vista, pero me gustaría tenerlos.
0.665
3s. Me siento parte de un grupo de amigos.
0.812
4s. Mis amigos comprenden mis motivos y mi forma de razonar
0.735
5s. Me siento “en sintonía” con los demás.
0.675
65
6s. Tengo mucho en común con los demás.
0.529
7s. Tengo amigos a los que puedo acudir para obtener información.
0.796
8s. Me gusta la gente con la que paso el rato.
0.733
9s. Puedo contar con mis amigos para que me ayuden
0.750
10s. Tengo amigos con los que puedo hablar de las dificultades en mi vida
0.804
S
O
D
VA
11s. No tengo ningún amigo que me comprenda, pero me gustaría tenerlo
R
E
S
E
12s. No me siento satisfecho con
Rlos amigos que tengo
S
O
CH
E
R
E amigos con quien puedo compartir mis puntos de vista.
13s.
DTengo
0.751
14s. No soy parte de un grupo de amigos pero me gustaría serlo.
0.588
0.569
0.803
Factor II: Soledad Emocional Familiar (VE= 17.656%)
1r. Soy una parte importante de la vida de otra persona.
0.445
2f. Me siento solo/a cuando estoy con mi familia.
0.485
3f. Nadie en mi familia realmente se preocupa por mí.
0.519
5f. No hay nadie en mi familia con quien pueda contar para que me apoye y estimule, pero me
gustaría que lo hubiera.
0.531
6f. Realmente me preocupo por mi familia.
0.726
9f. Realmente pertenezco a mi familia.
0.776
17f. Me siento parte de mi familia.
0.789
19f. Mi familia realmente cuida de mí.
0.777
66
20f. No hay nadie en mi familia que sienta cercano, pero me gustaría que lo hubiera.
0.532
22f. Mi familia es importante para mí.
0.837
23f. Me siento cercano/a mi familia
0.793
Factor III: Soledad Emocional Romántica (VE= 15.717%)
4r. Tengo una pareja con quien comparto mis pensamientos y sentimientos más íntimos.
S
O
D
VA
7r. Hay alguien que quiere compartir su vida conmigo.
0.875
R
E
S
E
8r. Tengo una pareja que me da el apoyo
R y el estímulo que necesito.
S
O
CH
E
R
Euna necesidad insatisfecha de una relación romántica íntima.
10r. D
Tengo
0.590
14r. Estoy enamorado/a de alguien que está enamorado de mí.
0.827
15r. Desearía tener una relación romántica más satisfactoria.
0.353
16r. Tengo a alguien que satisface mis necesidades de intimidad.
0.799
18r. Tengo a alguien que satisface mis necesidades emocionales.
0.729
21r. Tengo una pareja sentimental y contribuyo a su felicidad.
0.924
0.897
0.559
Adicionalmente, para reforzar la validez de constructo, se buscó determinar la
validez discriminante de la escala para la evaluación de la soledad social y emocional para
adultos, relacionándola con Inventario de Depresión de Beck y el Cuestionario de Apego
Adulto sobre relaciones. Para el primer caso, se procedió a correlacionar las puntuaciones
totales para cada sujeto en la prueba SELSA y el BDI, utilizando Rho de Spearman,
obteniendo los siguientes resultados:
67
Tabla N º 2. Correlaciones Rho de Spearman entre los totales y dimensiones de la escala
SELSA y el BDI.
Correlaciones
Rho de Spearman
Total
Total
Total
Total
Total
Depresion
Soledad
Soledad
Soledad
Soledad
Social
Familiar
Romantica
Coeficiente de correlación
1.000
Total Depresion Sig. (bilateral)
N
Coeficiente de correlación
Total Soledad
Total Soledad
Social
Familiar
Total Soledad
Romantica
Coeficiente de correlación
**
.405
**
.277
**
.000
.000
.000
.000
194
194
194
194
194
**
1.000
**
**
.000
.
194
194
.361
Sig. (bilateral)
N
Total Soledad
S
O
H
EC
R
E
D
.361
S
O
D
VA
.665
1.000
.564
ER
S
E
R
N
Coeficiente de correlación
**
.
.467
Sig. (bilateral)
.467
**
.693
**
.693
.692
**
.000
.000
.000
194
194
194
**
.117
.000
.000
.
.000
.104
194
194
194
194
194
**
**
**
1.000
.405
.665
.564
.191
**
Sig. (bilateral)
.000
.000
.000
.
.008
N
194
194
194
194
194
**
.117
**
1.000
Coeficiente de correlación
.277
**
.692
.191
Sig. (bilateral)
.000
.000
.104
.008
.
N
194
194
194
194
194
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
Como puede apreciarse, el coeficiente de correlación entre el total de los sujetos en
la escala SELSA y el BDI es positivo significativo moderado (ρ= 0.467), de igual manera
se encontraron correlaciones similares al considerar cada una de las dimensiones del
SELSA. Estos resultados permiten determinar que empíricamente existe una diferencia
entre el constructo soledad que mide la prueba SELSA con otro similar como lo es la
depresión en el BDI, esto quiere decir que la escala SELSA posee una adecuada validez
discriminante frente a la depresión. Es importante destacar que si observamos las
68
correlaciones entre el total de las calificaciones de los sujetos en la escala SELSA y cada
una de sus dimensiones, encontramos correlaciones positivas significativas moderadas que
sirven para validar la adecuada estabilidad estructural de la prueba. Este resultado también
puede apreciarse mediante el cálculo de las correlaciones ítem-total, donde se encontraron
correlaciones comprendidas en un rango entre 0.315 y 0.716.
Seguidamente, se procedió a relacionar los puntajes de la escala para la evaluación
S
O
D
VA
de la soledad social y emocional para adultos y el cuestionario de apego adulto sobre
ER
S
E
SR
relaciones (RQ). Para esto se procedió a utilizar el índice de asociación ETA, situando
HO
C
E
ER
como variable independiente el estilo de apego señalado en la prueba RQ (variable
D
categórica), y como variable dependiente las puntuaciones totales de los sujetos en la escala
SELSA (variable intervalar). El resultado fue el siguiente:
Tabla N º 3
Razón de correlación (ETA) entre el estilo de apego y los puntajes del SELSA
Medidas direccionales
Valor
Estilo de Apego como
Nominal
por
intervalo
Eta
variable dependiente
Total Soledad como variable
dependiente
.661
.318
Una razón de correlación ETA η= 0.318 se interpreta como la proporción de la
varianza de la variable dependiente (puntajes del SELSA) que es explicada por la variable
independiente (estilo de apego). Esta razón de correlación es positiva significativa baja, que
demuestra que ambos constructos son distintos a pesar de guardar relación, por tanto puede
inferirse una adecuada validez discriminante para la escala SELSA.
69
Para dar respuesta al último objetivo específico, en relación a la confiabilidad de la
escala para la evaluación de la soledad social y emocional para adultos, se procedió a
determinar la homogeneidad de la misma, mediante el método de consistencia interna. Este
procedimiento se hizo para la prueba total y cada uno de sus 3 factores. Obteniendo una alta
consistencia interna tanto para la totalidad de la prueba, como para cada una de las
dimensiones (Ver tabla N º 4). Esto quiere decir que la escala SELSA posee una adecuada
S
O
D
VA
precisión para medir el constructo soledad, según la tipología de Weiss.
ER
S
E
SR
Cuadro N º 5
Coeficientes Alfa de Cronbach de la escala SELSA
HO
C
E
Numero de Ítems
ER
DTotal/Factor
Alfa de Cronbach
Total
34
0.924
I Soledad Social
14
0.930
II Soledad Familiar
11
0.916
III Soledad Romántica
9
0.898
Discusión
La escala para la evaluación de la soledad social y emocional para adultos diseñada
por DiTommaso y Spinner (1993) fundamentada por la tipología de la soledad de Weiss
(1973), es un instrumento de autoinforme que consta de 34 ítems, de fácil aplicación, con
un formato tipo Likert, permite obtener una medición multidimensional (Social, Familiar,
70
Romántica) de la soledad. Su administración es de forma individual, en el los sujetos deben
responder a 34 enunciados, las respuestas en cada escala representan los niveles reportados
de soledad. La escala está dividida en dos sub escalas (Emocional y Social).
Los resultados presentes en este estudio indican que la escala SELSA adaptada al
español venezolano es una medida eficaz para evaluar la soledad con un enfoque
multidimensional, específicamente el planteado por Weiss (1973). Al igual que en su
S
O
D
VA
versión original, se han hallado tres factores en el citado instrumento. Las relativamente
ER
S
E
SR
bajas correlaciones entre las tres sub escalas, así como las medidas de consistencia interna
HO
C
E
ER
indican que la soledad social, familiar y romántica son tres constructos con una relativa
D
independencia. Estos datos son consistentes con los estudios originales y posteriores de
DiTommaso y Spinner (1993, 1997, 2004) y los de Cramer y Barry (1999) y Yanoz (2004).
Al explorar los resultados encontramos que en términos de validez, la escala posee
una adecuada validez de contenido y constructo. Los tres factores definidos por la tipología
de Weiss se mantuvieron a través de los procedimientos de análisis de componentes
principales, coincidiendo no solo con el estudio original, sino también con el de Cramer y
Barry (1999). Se puede apreciar que el factor I (soledad social) tiene 14 ítems que son los
mismos del instrumento original, estos se encargan de determinar el grado en que una
persona se encuentra socialmente integrada.
En el factor II (soledad familiar) se encuentran 11 ítems pertenecientes a la
dimensión emocional de la soledad, que miden de forma similar al instrumento original. Sin
embargo, tienen un comportamiento distinto en aspectos puntuales. En primer lugar, se
eliminó el ítem trece debido a su baja carga factorial, y adicionalmente se agregó el ítem
71
uno a esta dimensión, debido a la carga factorial que presentaba sobre la misma. Es
importante señalar que originalmente este ítem fue concebido para medir la soledad
romántica. Aunado a esto, podemos afirmar que estos ítems miden de manera adecuada el
grado de soledad familiar en una persona, es decir, las relaciones específicamente
significativas para la persona dentro del contexto familiar.
Por ultimo encontramos el factor III (soledad romántica) donde se encuentran 9
S
O
D
VA
ítems pertenecientes también a la dimensión emocional de la soledad, que miden de forma
ER
S
E
SR
similar al instrumento original a excepción de algunas diferencias. La primera es que se
HO
C
E
ER
eliminaron los ítems once y doce por su baja carga factorial en el análisis de componentes
D
principales, aunado a esto se agrega la pérdida del ítem 1 que cambio de dimensión debido
a su carga factorial con el factor II. A pesar de esto puede inferirse que los ítems restantes
miden de manera adecuada el grado de soledad romántica en una persona, es decir, las
relaciones específicamente significativas para la persona dentro del contexto de relaciones
heterosexuales.
Adicionalmente se determinó la validez de constructo y se encontró una adecuada
validez discriminante de la escala SELSA con el Inventario de Depresión de Beck y el
Cuestionario de Apego Adulto sobre Relaciones, coincidiendo en este último aspecto con el
estudio de Yanoz (2004), encontrando una correlación significativa entre el estilo de apego
y el sentimiento de soledad. También estos resultados coinciden con las bases teóricas
planteadas en donde se muestra que estos constructos (Depresión y Apego) poseen una
relación particular con la soledad. Las dos intervienen como mecanismos de la soledad, el
apego interviene en la capacidad de una persona para hacer o mantener un vínculo afectivo
72
con otras personas, mientras que la depresión interviene en una disminución del sentido del
control personal, lo que conduce a un afrontamiento pasivo.
Es importante destacar que para efectos de la validez de constructo, las
correlaciones ítem-total fueron altas y significativas para las 3 sub escalas, con
correlaciones en un rango de 0.315 y 0.716 respectivamente. Estos resultados coinciden con
los del estudio original, quienes obtuvieron un rango entre 0.39 y 0.88, que se consideran
S
O
D
VA
adecuados ya que son estadísticamente significativas pero lo suficientemente bajas como
para justificar escalas separadas.
ER
S
E
SR
HO
C
E
ER
D
Por último se calculó la confiabilidad del SELSA, obteniendo un Alfa de Cronbach
de 0.924 para los 34 ítems. A su vez se determinó la confiabilidad de cada sub escala,
obteniendo correlaciones altas en cada una de ellas, 0.930 en la soledad social, 0.916 para
la soledad familiar, y 0.898 para la soledad romántica respectivamente. Estos resultados
coinciden con el estudio original, donde encontraron valores Alfa de Cronbach de 0.91 para
la soledad social, 0.89 para la familiar y 0.93 para la romántica, de igual manera en el
estudio de Cramer y Barry (1999) donde encontraron valores similares. Todos estos
resultados demuestran que la prueba SELSA tiene una muy adecuada consistencia interna.
Se puede decir tomando en cuenta las variables presentes en la escala para la
evaluación de la soledad social y emocional para adultos se han adaptado a un contexto
cultural venezolano, constituyéndose como una medida de autoinforme apropiada para la
evaluación de este constructo, la soledad, en sus tres facetas (social, familiar y romántica)
en numerosos ámbitos de la salud, con objetivos tanto preventivos como de intervención.
73
Conclusión
En base a los objetivos planteados se determinaron las propiedades psicométricas de
una escala para la evaluación de la soledad social y emocional, conduciendo a la realización
de conclusiones basadas en una muestra de la localidad de Maracaibo, Estado Zulia,
Venezuela. Haciendo referencia a los resultados de esta investigación se concluye lo
S
O
D
VA
siguiente:
ER
S
E
SR
Se determinó la validez de contenido mediante la validación por jueces de su
HO
C
E
ER
traducción, llegando a un acuerdo entre los jueces para determinar la calidad de la misma.
D
Seguidamente se determinó la validez de constructo mediante el análisis factorial y la
validez discriminante. Con respecto el primero se encontró tres factores que explican la
soledad en un total de 34 ítems que explican el 57.644% de la varianza en las puntuaciones.
Obteniendo un alto grado de coincidencia de los ítems en los factores.
En función a la validez discriminante se encontró que la prueba SELSA
correlacionó de forma positiva significativa y moderada con el inventario de Depresión de
Beck con un Rho de Spearman de 0.467, así mismo se relacionó también con el
Cuestionario de Apego Adulto sobre Relaciones, con la razón de correlación ETA,
obteniendo un resultado de 0.318. Seguidamente se determinaron las correlaciones ítemtotal utilizando de nuevo el Rho de Spearman obtenido un rango entre 0.315 y 0.716 entre
las puntuaciones totales de los sujetos de la muestra y cada uno de los ítems. Todos estos
resultados soportan una adecuada validez de constructo para la escala.
74
En última instancia se estimó la confiabilidad mediante el método de consistencia
interna, a través del Coeficiente Alfa de Cronbach. El coeficiente total de la escala fue de
0.924 para los 34 ítems del SELSA. A su vez se determinó el nivel de confiabilidad de cada
una de las sub escalas, dando valores de 0.930 en la sub escala de soledad social, 0.916 para
la soledad familiar, y 0.898 para la soledad romántica respectivamente. Estos resultados
soportan un alto nivel de homogeneidad y consistencia interna entre los ítems de la escala.
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
Limitaciones
HO
C
E
ER
D
La narración de algunas de las instrucciones y de los ítems se hizo compleja para
algunos de los sujetos de la muestra, por lo que requerían de la intervención del
investigador para aclarar dudas sobre estos aspectos, factor que pudo influenciar en la
interpretación de los ítems al momento de realizar sus respuestas.
Al aplicar las tres pruebas de manera simultánea, la batería se tornaba extensa para
algunos sujetos, disminuyendo su interés en la misma, y en ocasiones necesitando
ayuda para poder terminarla.
Recomendaciones
A continuación se presentaran las recomendaciones extraídas del estudio de las
propiedades psicométricas de una escala para la evaluación de soledad social y romántica
para adultos, dirigido a una muestra de sujetos en el Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela:
75
Se recomienda la aplicación del instrumento SELSA sobre muestras de adultos en
distintas décadas, para determinar si el instrumento mantiene sus propiedades
psicométricas obtenidas en los resultados.
Se recomienda la revisión del ítem 1, 11, 12 y 13 del instrumento original, para
corregirlos e introducirlos de nuevo en el instrumento y determinar si sus
propiedades psicométricas mejoran.
S
O
D
A social y emocional en
de versión corta de la escala para la evaluación deR
laV
soledad
E
S
E
R
S
adultos SELSA-S, puesto que
Odebido a la menor cantidad de ítems, puede ofrecer
H
C
RE de costo/eficacia.
una elevado
DEporcentaje
Se recomienda también realizar la determinación de las propiedades psicométricas
Se recomienda también la utilización de este instrumento para correlacionar el
constructo soledad con otras variables sociales, como el tiempo dentro o fuera de
una pareja, el empleo, el estudio, entre otras, así como otras variables psicológicas
como autoestima, competencias sociales, afectividad o deseabilidad social.
76
REFERENCIAS BIBILIOGRAFICAS
Abdala (1999). Las Depresiones. Una Perspectiva Psicobiologica. Ed. Salerno. Buenos
Aires, Argentina.
Anastasi (1998).Test Psicológicos.Distrito federal, Mexico.Editorial Trillas.
Baumeister y Leary (1995).The need to belong: Desire for interpersonal attachments as a
fundamental human motivation. Psychological Bulletin, 3, 497-529.
Bartholomew y Horowitz (1991). Attachment Styles among Young adults: a test of a fourcategory model. Journal of Personality and Social Psychology, 61, 226-244.
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
Beck (1967). Depression: Clinical, experimental, and theoretical aspects. New York:
Harper & Row.
O
H
C
E
Beck (1974). Coping with
DER Depression. New York: Insititute for Rational Living.
Beck (1983). Cognitive Therapy of Depression: New Perspectives. New York: Raven
Press.
Beck (1987). Cognitive models of depression. Journal of Cognitive Psychotherapy, 1, 5-37
Beck, Rush y Emery (2008). Terapia Cognitiva de la Depresión. Bilbao. Ddb. 18va edición.
Beltrán y Pietro (1998). Estudio Psicométrico de la depresión de Beck en la Universidad
Católica Andrés Bello. Caracas. Venezuela.
Bowlby (1969). Process of mourning. International Journal of Psychoanalisis, 42
Bowlby (1982). Attachment and Loss. Vol. I. Attachment. New York: Basic Books.
Brown (1980). Principios de la Medición Psicológica y Educación. Editorial Manual
Moderno. México.
Cacioppo y Patrick (2008). Loneliness: Human Nature and the Need for Social Connection.
New York: W.W. Norton.
Carpenter (2001). Attachment bonds between adult daughters and their older mothers:
Associations with contemporary care giving. Journals of gerontology, 56B, p257p267.
77
Cassidy y Asher (1992). Loneliness and peer relations in young children. Child
Development, 63, 350-365.
Carmines y Zeller (1979). Reliability and Validity Assessment. Beverly Hills, CA: Sage.
Colina, L (1994). Terapia cognitiva. Como manejar la depresión, la ansiedad, los ataques de
pánico y las fobias.
Cramer y Barry (1999), Conceptualizations and measures of loneliness: A comparison of
subescales. Personality and Individual Differences, 27, 754-761.
Crowell y Treboux (1995). A Review of Attachment Measures: Implications for Theory
and Research. Social Development. Nueva York, Estados Unidos.
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
Cuny (2001). Actitud y sentimiento de soledad en un grupo de adolescentes universitarios
de Lima. Persona 4, 111-128.
HO
C
E
R Developing and testing a model of loneliness. Journal of
De Jong-GierveldE
(1987).
D
Personality and Social Psychology, 53, 119-128.
DiTommaso y Spinner (1993). The development and initial validation of the Social and
Emotional Loneliness Scale for Adults (SELSA). Personality and Individual
Differences, 14, 127-134.
DiTommaso y Spinner (1997). Social and emotional Loneliness: A reexamination of Weiss
typology of loneliness. Personality and Individual Differences, 22, 417-427.
DiTommaso, Brannen y Best (2004). Measurement and validity characteristics of the short
version of the social and emotional loneliness scale for adults. Educational and
Psychological Measurement, 64, 99-119.
Echavarria y Auvert (2007). Propiedades Psicometricas del cuestionario de apego adulto
sobre relaciones (relationship questionaire) en población venezolana. Universidad
Rafael Urdaneta. Maracaibo.
Ernst y Cacioppo (1999). Lonely Hearts: Psychological perspectives on loneliness. Applied
& Preventive Psychology, 8, 1-22.
Fischer y Phillips (1982). Who is alone? Social characteristics of people with small
networks. En Peplau y Perlman (Eds.), Loneliness: A sourcebook of current theory,
research and therapy, 21-39. New York: Wiley
78
Flanders (1982). A general systems approach to loneliness. En: Peplau LA, Perlman D
(eds). Loneliness. A Sourcebook of Current Theory, Research and Therapy. Wiley &
Sons, 166-179, Nueva York.
Gorsuch (1983). Factor Analysis. L Erlbaum Associates. Hillsdale, New York.
Hernández, Fernández y Baptista, P. (2000). Metodología de la Investigación. México.
Dtto. Federal: McGraw Hill.
Hazan y Shaver (1987). Romantic Love conceptualized as an attachment process. Journal
of Psychology, 18, 84-86.
S
O
D
VA
Hazan y Shaver (1987). Psychology’s role in understanding positive and negative
consequences of seeking and gaining control. American Psychologist, 51.
ER
S
E
R
Kerlinger y Lee (2002). Investigación del
Comportamiento,
4ta edición. Editorial McGraw
S
O
H
Hill.
EC
R
E
D
Klein, M. (1982), “Algunas Conclusiones Teóricas Sobre la Vida Emocional del Lactante”,
en Desarrollos en Psicoanálisis, Paidós, Buenos Aires, 1962.
Landero y Gonzalez (2006). Variables asociadas a la depresion: un modelo de regresión
logística. Revista Electronica de Metodologia Aplicada, 11, 16-30.
Marcoen y Brumagne (1985). Loneliness among children and young adolescents.
Developmental Psychology, 21(6), 1025-1031.
Margalit y Ben-Dov (2000).Kibbutz versus city comparisons of social competence among
students with and without learning disabilities. International Journal of Behavioral
Development.
Marrone (2001) La Teoría del Apego, un Enfoque Actual. Editorial Psimática. Madrid,
España.
Mendels (1970). Concepts of Depression. New York: Wiley.
Montero, Lopez y Sanchez (2001). La soledad como fenómeno psicológico: Una análisis
Conceptual. Salud Mental, Vol. 24, N°1, 19-27. Distrito Federal, Méjico.
Natera, Herrejon y Mora (1993). Interaccion entre parejas con diferente patron de consume
de alcohol y su relacion con antecedents familiares de consume en Mejico. Salud
Mental, 16, 33-43
79
Orellana (1990). La traducción del inglés al castellano: guía para el traductor. Editorial
Universitaria. Santiago de Chile.
Peplau y Perlman (1982). Loneliness: A sourcebook of current theory, research and
therapy. New York: Wiley.
Perlman y Peplau (1981). Toward a social psychology of loneliness. En R. Gilmour & S.
Duck (Eds.).Personal relationships, Vol. 3: Personal relatioships in disorder.
London:Academic Press, 31-44.
Peplau, Perlman y Heim (1979). The experience of Loneliness. San Francisco: Jossey-Bass.
S
O
D
VA
Renshaw y Brown (1992). Loneliness in middle childhood. Journal of Social Psychology,
132,545-547.
ER
S
E
R del Animo. Ediciones Departamento de
Retamal (1999). Desarrollos en Enfermedad
S
O
Psiquiatria. Campus
Oriente.
CH Facultad de Medicina Universidad de Chile, Santiago.
E
R
E
D
Rotenberg y Hymel (1999). Loneliness in childhood andadolescence. New York:
Cambridge University Press.
Rubenstein, Shaver y Peplau (1979). Loneliness. Human Nature, 2, 59-65.
Rubenstein y Shaver (1980), Loneliness in two northeastern cities. New York: International
University Press.
Rubenstein y Shaver (1982), The Experience of Loneliness. New York: Wiley.
Russell (1982). The measurement of loneliness. New York: Wiley
Russell (1996). UCLA Loneliness scale (version 3). Reliability, validity and factor
structure. Journal of Personality Assessment, 66, 20-40.
Russell, Peplau y Cutrona (1980). The revised UCLA Loneliness Scale: Concurrent and
discriminant validity evidence. Journal of Personality and Social Psychology, 39,
472-480.
Russell, Cutrona y Yurko (1984). Social and Emotional loneliness: An exploration of
Weiss’s typology of Loneliness. Journal of Personality and Social Psychology, 46,
1313-1321.
Sermat (1978): Sources of loneliness. Essence,2:271-276.
80
Schmidt y Sermat (1983). Measuring Loneliness in different relationships. Journal of
Personality and Social Psychology, 44, 1038-1047.
Sheldon, y West (1999) El Apego Adulto. Patrones relacionales y Psicoterapia.Editorial
Promolibro. Valencia, España.
Sullivan (1953). The interpersonal theory in Psychiatry. New York: Norton
Vasquez y Sanz (1997). Fiabilidad y Valores Normativos de la versión española del
Inventario para la Depresión de Beck de 1978. Clinica y Salud. 8, 403-422
Weiss (1973). Loneliness: The experience of emotional and social isolation. Cambridge,
Mass: MIT Press.
S
O
D
VA
ER
S
E
SR
Weiss (1987). Reflections on the present state of loneliness research. Journal of Social
Behavior and Personality, 2, 1-16.
HO
C
E
Weiss (1998). A taxonomy
ER of relationships. Journal of Social and personal relationships,
D
15, 671-683.
West, Kellner y Moore-West (1986). The effects of loneliness: a review of the literature.
Comprehensive Psychiatry, 27, 351-363.
Yarnoz (2008). Adaptacion al castellano de la escala para la evaluacion de la soledad
social y emocional en adultos SELSA-S. International Journal of Psychology and
Psychological Therapy, 8, 103-116.
Young (1982). Loneliness, depression and cognitive therapy: Theory and application. New
York: Wiley.
Descargar