Revista Economía Colombiana Edición 346

Anuncio
Entrar a la
publicación
Director
Edgardo José Maya Villazón
Contralor General de la República
“
En este PDF encontrará algunos botones de navegación
los cuales explicamos a continuación:
Entrar a la
publicación
Salir
Busqueda de
palabras o frases
Contenido
Siguiente página
Anterior página
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
Zoom -
Zoom +
El primer paso para tener
una mejor definición y
estructuración de la política rural es entender que
no basta con promover el
desarrollo de las actividades agropecuarias, sino
que es necesario ampliar
el ámbito de las políticas
públicas a muchas otras
actividades económicas, si
se quiere diversificar
y potenciar la calidad
del empleo y con ello las
fuentes de ingresos de los
habitantes del campo.
Editorial, pág. 4
También el contenido lo llevará a cada artículo haciendo click sobre él.
Edgardo José Maya Villazón
Contenido
Subdirectora
Gloria Amparo Alonso Másmela
Vicecontralora General de la República
Coordinadora
Gloria Patricia Rincón Mazo
Contralora Delegada Economía y Finanzas
Consejo Editorial
Jorge Humberto Botero Angulo
Cesar González Muñoz (QEPD)
Margarita Henao Cabrera
Antonio Hernández Gamarra
Beethoven Herrera Valencia
Santiago Montenegro Trujillo
Editor General
Oscar Alarcón Núñez
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Preparación editorial
Oficina de Comunicaciones y Publicaciones
Directora oficina
Rossana Payares Altamiranda
Diseño de portada
Néstor Patiño Forero
Diagramación, edición fotográfica
y elaboración de gráficos
Andrea Artunduaga Acosta
”
Colaboración fotográfica
Google, El Tiempo, El Espectador.
Suscripciones y distribución
Sede Av. Jimenéz
Cra. 9 No. 12C-10
PBX 6477000
e-mail: [email protected]
Impresión
Imprenta Nacional de Colombia
© Contraloría General de la República - 2016
Zoom +
COLUMNISTA INVITADO
Contenido
EDITORIAL
La macroeconomía
colombiana posboom
minero energético
4
62
Edgardo José Maya Villazón,
Contralor General de la República.
Absalón Machado,
Consultor en temas agrarios
y desarrollo rural.
Hacia una sociedad rural
equitativa
TEMA CENTRAL
A dónde vamos
con el posacuerdo rural
8
40
65
Aurelio Iragorri Valencia,
Ministro de Agricultura y Desarrollo
Rural.
Rafael Pardo Rueda,
Alto consejero para el posconflicto,
derechos humanos y seguridad.
Alejandro Reyes Posada,
Investigador social, consultor
y columnista.
Desarrollo rural en el
marco del posconflicto
20
El campo colombiano:
Un camino hacia
el bienestar y la paz
Lo que nos depara
el posacuerdo en el campo
43
La incierta financiación
del posconflicto
Juan Camilo Restrepo,
Exministro de Agricultura.
33
50
Santiago Perry,
Miembro del Consejo Directivo
de la Misión para la Transformación
del Campo.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Hernado José Gómez,
Ex director del Departamento Nacional
de Planeación y consultor en temas
económicos y empresariales.
102
Acceso y uso de la tierra en
los acuerdos de La Habana:
Alcances y retos de la
Reforma Rural Integral
Liliana Moreno Acevedo,
Funcionaria de la Contraloría Delegada
para el sector Agropeuario.
114
Restitución de tierras
y generación de ingresos:
retos del posacuerdo
Mercedes Ortiz Cañón,
Asesora de la Contraloría Delegada
para el sector Agropeuario.
120
Desnutrición
y producción de alimentos:
el tratamiento de los países
frente al fenómeno
Cinco Planteamientos de la
SAC en torno al conflicto
y al posconflicto en
el agro colombiano
Busqueda de
palbras o frases
Rafael Mejía López,
Presidente de la Sociedad de Agricultores d
e Colombia, SAC.
137
74
Coyuntura económica
Educación rural:
Un reto y una oportunidad
en el posconflicto
Los retos de la infraestructura
en el posconflicto
Luis Fernando Andrade,
Presidente de la Agencia Nacional
de Infarestructura, ANI.
Siguiente página
Anterior página
Miguel Alfonso Montoya, Juan Pablo
Radziunas y Carlos Humberto Barrera,
Funcionarios de la Contraloría Delegada
para Economía y Finanzas.
Cecilia María Velez,
Actual rectora de la Universidad
Jorge Tadeo Lozano.
80
Contenido
Néstor Rubiano Páez,
Asesor de la Contraloría Delegada
para el sector Agropeuario.
La reforma rural
en el posconflicto
COYUNTURA
José Antonio Ocampo,
Director de la Misión para la
Transformación del Campo.
El plan Colombia Siembra
y las recomendaciones
de la Misión Rural
4
87
DESDE LA CGR
“Las enormes desigualdades que
caracterizan al país implican
la necesidad de colocar la equidad
en el centro de las políticas de
desarrollo del campo”.
pág. 20 // El campo colombiano: un camino hacia el bienestar y la paz
Zoom +
HISTÓRICO
146
Estructura
de la reforma agraria
Carlos Lleras Restrepo,
Expresidente de la República
de Colombia.
ECONOMÍA COLOMBIANA
5
EDITORIAL
que es ambientalmente diverso, económicamente
muy variado y multiétnico.
Editorial
Hacia
Siguiente
Artículo
una sociedad rural
equitativa
Está dedicado el tema central de este número de la
Revista a reflexionar sobre la transformación que es
necesario alcanzar en nuestra sociedad rural, si se
quiere que Colombia supere de manera definitiva
las profundas disparidades que nos agobian como
nación.
El logro de ese propósito ético – deseable además
por razones humanitarias, sociales, económicas y
políticas – supone repensar algunas de las creencias, hondamente arraigadas en la mentalidad nacional, que han guiado a lo largo de los años el diseño y la puesta en práctica de la política pública
sobre el mundo rural.
La primera de ellas ha postulado con mucha fuerza,
explícitamente en ocasiones e implícitamente las
más de las veces, que el campo equivale y se circunscribe al quehacer de la producción agrícola y
ganadera. Esa concepción vuelve invisibles a quienes se dedican al turismo rural, ecológico y de aventura; a quienes trabajan en la minería artesanal; a los
oferentes de servicios ambientales; a los pequeños
industriales y comerciantes del campo; a quienes en
6
ECONOMÍA COLOMBIANA
él manufacturan las artesanías; y, a quienes se dedican a ofrecer el transporte y otros servicios.
Por lo tanto, el primer paso para tener una mejor
definición y estructuración de la política rural es entender que no basta con promover el desarrollo de
las actividades agropecuarias, sino que es necesario
ampliar el ámbito de las políticas públicas a muchas
otras actividades económicas, si se quiere diversificar y potenciar la calidad del empleo y con ello las
fuentes de ingresos de los habitantes del campo.
El segundo paradigma que debe ser objeto de revisión es la noción que diferencia lo rural de lo urbano
apelando, como único criterio, a la distinción del
lugar en donde se asientan los pobladores de la nación. Esa idea -- cuya expresión en las estadísticas
se manifiesta clasificando, sin ningún otro distingo,
como urbana a la población que vive en las cabeceras municipales y como rural a quienes viven en los
corregimientos y poblados dispersos -- es altamente
perjudicial porque desconoce las enormes diferencias que existen entre las cabeceras municipales y
porque propicia un enfoque único hacia un mundo
Frente a esa visión mecanicista para diferenciar lo
urbano de lo rural, en los últimos años se ha propuesto examinar esa clasificación haciendo énfasis
en la densidad poblacional, en la cercanía de los
municipios a ciudades de gran tamaño y en la necesidad de reconocer las diferencias de historias,
actores, y proyectos de vida que caracterizan a los
pobladores del campo. Por eso es que el nuevo paradigma hace énfasis en estimular un desarrollo rural
con enfoque territorial.
Así como se reconoce que el mundo rural es mucho
más que lo agropecuario, que tiene grados en vez
de clasificaciones excluyentes, y que es necesario
procurar un desarrollo territorialmente diferenciado, también las prédicas sobre la política pública
han evolucionado en los últimos años en cuanto se
postula la necesidad de un alcanzar un crecimiento que sea ambientalmente sostenible, económicamente competitivo y socialmente incluyente.
Esa visión integral lleva a que la búsqueda de la inclusión social y económica de los pobladores del
campo no se circunscriba al asistencialismo circunstancial para mejorar sus condiciones de vida, sino
que busque que se generen empleos bien remunerados y que exista cobertura plena de los bienes sociales básicos (alimentación, salud, educación, agua
potable y saneamiento básico, y protección social).
Esa novedosa concepción sobre el mundo rural, y
las concomitantes recomendaciones de política que
ella supone, no puede hacer olvidar, sin embargo,
que la producción agrícola y ganadera siguen teniendo un peso muy significativo en él, y que por lo
tanto la transformación del campo exige una muy
eficaz política para potenciar su crecimiento y desarrollo.
La dotación de recursos a los desposeídos (tierra,
crédito, asistencia técnica, etc.) y los apoyos a todos los productores (infraestructura de transporte,
energía, adecuación de tierras, sanidad y seguridad)
es parte fundamental de la política rural. Dentro de
ello la dotación de tierras a los campesinos pobres
y la seguridad jurídica sobre la propiedad rústica de
todos los habitantes del campo es condición indispensable para una transformación del mundo rural.
Por lo tanto, es necesario reorientar los recursos
públicos hacia la inversión que incremente la oferta
de bienes y servicios básicos y minimizar el pago de
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Edgardo José Maya Villazón,
Contralor General de la República.
Siguiente página
subsidios directos a los productores. Además es
fundamental que el gasto público corriente se asigne tomando en consideración el grado de pobreza
relativa en las distintas áreas rurales más que atendiendo sólo el criterio de la concentración poblacional. Así las cosas la decisión de asignar más y de
mejor manera los recursos presupuestales para el
desarrollo rural será una de las decisiones cruciales
sobre la recomposición del gasto público nacional
en los próximos años.
Anterior página
Zoom +
Además, como complemento a los recursos que la
nación destine para estos propósitos, se precisa incrementar la generación de ingresos fiscales locales, para lo cual factor de fundamental importancia
es una redefinición de la tributación territorial y
dentro de ella el diseño de un impuesto predial altamente progresivo que incentive el uso de las tierras
de acuerdo a su vocación natural.
ECONOMÍA COLOMBIANA
7
EDITORIAL
Todas las materias así enunciadas son las que se
analizan-- con distintos énfasis, enfoques y propuestas de política-- por calificados expertos en este
número de nuestra Revista, la cual incluye además
contribuciones de algunos funcionarios de nuestra entidad sobre desnutrición, comercio exterior
y producción de alimentos; el acceso a la tierra en
los acuerdos de paz de la Habana; la restitución de
tierras y generación de ingresos; y, la coyuntura en
que se desenvuelve nuestra economía.
Se cierra este número en la sección de textos históricos con apartes de la ponencia que el entonces
senador doctor Carlos Lleras Restrepo presentó al
Senado de la República en 1961 para darle trámite
al proyecto de ley que con el transcurrir de los debates se convirtió en la Ley 135 de ese año, conocida
como ley sobre la reforma social agraria. Ese texto
es especialmente valioso porque contiene una defensa de la iniciativa, de la importancia de su integridad para no circunscribirla sólo a la dotación de
tierras a los campesinos y porque – desde luego sin
proponérselo en su momento – es hoy una demostración clara de cuánto dejamos de hacer en el último medio siglo para tener una sociedad rural más
equitativa, más competitiva y más ambientalmente
sostenible.
Porque entonces como ahora lo que Colombia requiere es una sociedad rural que haga parte constitutiva de la sociedad nacional y cuya suerte se vea
como un potencial de desarrollo y de generación de
riqueza, y no como lastre de esos propósitos. Lo
cual supone borrar del imaginario nacional el desprecio con que se mira el mundo rural al considerarlo como prototipo de lo inculto y lo torpe.
Tema central
Por eso lo positivo del pacto sobre el desarrollo rural integral que se acordó como primer punto en
las conversaciones de paz con las FARC es que--sin afectar en nada los principios fundamentales
de nuestra organización institucional, ni aquellos
que gobiernan el régimen económico---propone
construir la sociedad rural equitativa, incluyente,
competitiva y ambientalmente sostenible que tanto requiere la nación colombiana. Nuestros lectores
pueden constatar que, con especial riqueza conceptual, analítica y propositiva, este número de nuestra
publicación contribuye a esclarecer el camino que
será necesario recorrer para alcanzar, en un día no
muy lejano, esa sociedad rural.
Contenido
Edgardo José Maya Villazón
Contralor General de la República
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
CÉSAR GONZÁLEZ
Ante su fallecimiento lo recordamos
César González Muñoz, destacado economista, egresado de la Universidad Nacional y uno de los más notorios discípulos del profesor Lauchlin Currie, Especializado en la Universidad de Cambridge (Inglaterra),
ocupó importantes cargos en el sector público y privado, tales como gerente de la Financiera Eléctrica
Nacional, presidente de la Asociación Bancaria y recientemente superintendente de Servicios Públicos.
Además fue catedrático de las universidades Nacional, donde fue decano de Economía, y del Externado
de Colombia. Fue autor de varios textos sobre desarrollo económico y administración bancaria. Y especialmente, una persona cálida, altruista y servicial.
Anterior página
Zoom +
Para la Contraloría General de la República y para el Equipo de la Revista “Economía Colombiana”, es
especialmente doloroso registrar su deceso. Hacía parte del Consejo Editorial de esta Revista, en donde
participó y colaboró activamente para beneficio de esta publicación. Los quebrantos de salud por los que
se vio afectado en los últimos días de su vida, no fueron impedimento para seguir con entusiasmo su labor
y darnos sus sabios consejos.
Deseamos hacer llegar a sus familiares nuestras expresiones de pesar ante tan dolorosa desaparición, al
mismo tiempo que hacemos público nuestro agradecimiento por la colaboración que siempre incondicionalmente nos prestó.
Firma del fin del conflicto ( La Habana, 23 de junio de 2016).
8
ECONOMÍA COLOMBIANA
ECONOMÍA COLOMBIANA
9
TEMA CENTRAL
Desarrollo rural
TEMA CENTRAL
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
en el marco del
posconflicto
Las cifras hablan por sí solas: el 60 por ciento de
los civiles muertos por causa del conflicto armado
son campesinos, finqueros o empresarios con alguna relación con el campo. El área rural es exportadora de desplazados, por la violencia o la pobreza.
Anualmente cerca de un millón de sus habitantes
emigran a las ciudades. Para ellos llegó el momento
del retorno.
En el centro de la visión de la paz del Gobierno está
la preocupación por lograr la transformación del
campo, para lo cual es necesaria la terminación del
conflicto armado, para luego abrir un período de
construcción de la paz territorial y de integración
y prosperidad para la población rural, especialmente de aquellas regiones que han sufrido el rigor del
conflicto armado.
Cuando llegue el hito histórico de la firma de los
acuerdos de paz, Colombia tendrá que haber dado
un gran salto en el cumplimiento de nuestra meta:
sembrar un millón de nuevas hectáreas, para garantizar la seguridad alimentaria, impulsar el autoabastecimiento, generar empleo, luchar contra la pobreza,
potencializar nuestras tierras, y garantizar la reinserción de los antiguos guerreros.
Para ello, el Gobierno Nacional ha tomado la decisión, a través del Plan Nacional de Desarrollo, de
impulsar una gigantesca transformación del campo
mediante la implementación de dos estrategias:
Misión rural impostergable
La superación de la pobreza y la generación de empleo, comienzan
a mostrar resultados para el posconflicto (…) Ser campesino
o empresario del campo volverá a ser sinónimo de bienestar
y prosperidad.
Ninguna cosecha ha sido tan esperada como el fin
del conflicto armado interno. La paz ha sido el fruto
prohibido durante décadas. Su semilla, la mayoría
de las veces, se sembró en terreno estéril.
La historia ha cambiado. Gracias al Presidente Juan
Manuel Santos, hay razones para ser optimistas. La
reconciliación se asoma como un fruto apetecido.
Pero para que germine, la paz necesita tierra fértil. ¡Y
esa tierra está en el campo colombiano! Allí donde
el conflicto se ha vivido con mayor ímpetu es donde
nacerá el nuevo país que estamos construyendo.
El objetivo es sembrar paz donde hoy abunda la
maleza de la guerra. Para que allí nadie nunca más
alce un arma para manchar de sangre la tierra. Para
que seamos realmente una despensa del mundo, en
donde nuestros campesinos vivan en casas dignas,
sus hijos vayan a la escuela sin miedo a ser víctimas
de la violencia y tengan acceso a la educación superior y a mejores oportunidades de vida.
* Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural.
10
ECONOMÍA COLOMBIANA
No es una tarea fácil. Es una misión rural impostergable. La hemos llamado Plan Colombia Siembra y exige cambios profundos en la organización del sector
agrario, tarea que ya estamos cumpliendo.
• El Desarrollo Rural con Enfoque Territorial (DRET)
para cerrar las brechas sociales y regionales.
Una misión rural para que quienes abandonen la lucha armada encuentren donde cultivar su nueva vida
y ratifiquen que valió la pena cambiar los fusiles por
semillas de esperanza.
Históricamente, el sector rural ha jugado y sigue
jugando un papel preponderante en el desarrollo
económico del país. Sin embargo, la contribución
del sector al PIB total ha venido decayendo situándose en los últimos años alrededor del 6,2%, como
corresponde a las tendencias internacionales de los
países en desarrollo.
Un millón de nuevas hectáreas sembradas, para que
la paz tenga mucho campo.
Aurelio Iragorri Valencia*
Ese es el compromiso del Presidente Santos: después de ocho años de gobierno entregar un país
reconciliado con el campo, en donde no hayan desplazados, ni víctimas ni victimarios, y la riqueza sea
distribuida equitativamente. En donde todos aprendamos a perdonarnos.
Es una meta ambiciosa para la que ya se han destinado 1,9 billones de pesos. La nueva agenda que le ha
trazado al sector la reconciliación exige constancia
y mucho esfuerzo. Trabajo y más trabajo. El campo
es el futuro y el corazón de la nueva Colombia que
estamos construyendo entre todos. Es la tierra el corazón de la esperanza.
Un país donde haya tierra para cultivar y no tierra
para enterrar los sueños.
Claves de la transformación del campo
Posconflicto traerá cambios
La paz es nuestra gran oportunidad de sembrar
vida. El posconflicto traerá consigo cambios profundos, pero será en el campo donde más impactará lo
acordado en La Habana, no en vano el tema agrario
es el primero de la agenda. Es allí donde está concentrada la pobreza extrema, se han cometido los
delitos más graves y vivido los episodios más dolorosos. Es del campo de donde han salido la mayoría
de los seis millones de desplazados por la violencia.
Es allí donde la palabra reconciliación adquiere una
dimensión humanitaria.
• La transformación productiva, que busca incrementar la oferta agropecuaria, fomentar las exportaciones y garantizar la seguridad alimentaria del país, mediante la siembra de un millón de
hectáreas: Plan Colombia Siembra.
Desafíos del sector rural
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
En términos técnicos, las reformas estructurales,
que inició el gobierno del Presidente Santos, se
orientan a promover el crecimiento económico, el
cierre de las brechas sociales y territoriales, la sostenibilidad ambiental y la conservación de los recursos naturales. Igualmente, deberá lograr la reparación integral de las víctimas del conflicto armado y
el diseño y ejecución de una política de desarrollo
rural integral con enfoque territorial, que fortalezca
las capacidades locales y regionales para orientar y
gestionar un desarrollo regional acorde con las potencialidades y las necesidades de sus poblaciones,
que permita cerrar las grandes brechas productivas,
sociales e institucionales.
ECONOMÍA COLOMBIANA
11
TEMA CENTRAL
El diagnóstico de Misión Rural afirma que en las últimas dos décadas se ha presentado crecimiento moderado del PIB Agropecuario alrededor de un 2,5%
promedio anual frente a un crecimiento del 4,5%
del PIB total. Este regular desempeño es consecuencia de la baja diversificación y modernización de la
producción agropecuaria y rural. Esta situación comenzó a reversarse a partir de 2013, cuando el alto
crecimiento de la economía cafetera (22,3%) fue
determinante del incremento del 5,5% del PIB en el
2013. Tendencia que se mantuvo durante el 2014,
aunque a ritmos más moderados (2,3%).
TEMA CENTRAL
El posconflicto traerá
consigo cambios
profundos, pero será
en el campo donde
más impactará
lo acordado en La
Habana, no en vano
el tema agrario es el
primero de la agenda.
Las últimas cifras del DANE, sin embargo, revelan
un fuerte crecimiento del PIB agrario, que lo consolidan como el motor de la economía nacional.
En efecto, las estadísticas del DANE, sobre el crecimiento en el último trimestre de 2015 del PIB,
registran un crecimiento del 4,8% de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, por encima
del total nacional que fue de 3,3%. (Gráfico 1)
Así, el sector agropecuario lideró el crecimiento durante los últimos tres meses del año anterior, junto
con sectores como construcción (4,3%) y servicios
financieros, actividades inmobiliarias y servicios a
las empresas (4,2 %).
Producción de alimentos
En cuanto al crecimiento de la producción mundial
de alimentos y materias primas de origen agrícola
ha permanecido relativamente estancado durante
los últimos años. En el caso de Colombia, en la década de los sesenta las áreas sembradas de cultivos
transitorios correspondían al 70% y el 30% restante
a cultivos permanentes, caso contrario lo que ocurre en la actualidad donde los cultivos permanentes
hacienden al 70% de las hectáreas sembradas y los
cultivos transitorios solo llegan al 30%. Sumado a lo
anterior, en la últimas dos décadas sólo hemos sembrado 640 mil hectáreas nuevas.
Millones de toneladas
10,0
5,0
9,8
8,6
4,2
3,9
10,3
9,8
4,1
Busqueda de
palbras o frases
4,7
3,9
Siguiente página
-
4,8
Construcción
-4,9
-4,4
2010
2011
-5,8
-5,9
-5,6
2012
2013
2014
Anterior página
-10,0
Exportaciones
Importaciones
Balanza comercial
4,2
Servisios financieros, inmobiliarios
Industria manufacturera
4,0
Suministro de electricidad, gas y agua
4,0
Balanza comercial
7.892
Millones de USD
3,4
Servicios sociales, comunales y personales
0,5
Transporte, almacenamiento y comunicaciones
-1,4
Explotación de minas y canteras
3,2
PIB
3,3
-2
7.024
5.727
5.000
-1
0
1
2
Variación porcentual
3
6.574
6.251
6.581
6.127
4.194
1.662
1.650
323
-
4
5
6
6.242
5.362
1.534
Valor agregado
-3
Zoom +
10.000
3,6
Comercio, reparación, restaurantes y hoteles
ECONOMÍA COLOMBIANA
8,8
-5,0
4,3
Contenido
Balanza comercial
15,0
Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca
Fuente: Dane.
Balanza comercial 2010-2014
Gráfico 2
Crecimiento del PIB por ramas de actividades (2015)
Variación %
Gráfico 1
12
Esas cifras revelan que las acciones y el direccionamiento del sector agropecuario, están dando resultados, a pesar de las circunstancias que afectan negativamente como el fuerte fenómeno de El Niño.
2010
2011
Exportaciones
2012
Importaciones
454
2013
2014
Balanza comercial
Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Colombia
Siembra, 2016.
ECONOMÍA COLOMBIANA
13
TEMA CENTRAL
TEMA CENTRAL
Reducción de la pobreza rural
No ocurre lo mismo en el caso de la balanza comercial en valor, dado que el monto de las exportaciones agrícolas para el 2014 (7.892 millones de
dólares) fue superior a las importaciones USD6.242
millones, arrojando un superávit de 1.650 millones
de dólares. (Gráfico 2)
Lo anterior significa que si bien no se han logrado
cambios significativos en la generación de riqueza
sectorial, la tendencia creciente del PIB agropecuario en los últimos años, permite proyectar una mejora en las condiciones de vida de la población rural.
Aún con estos avances en la producción agrícola
nacional y en el comercio internacional, Colombia
es uno de los pocos países que puede incorporar
extensas regiones de su geografía a la producción
agrícola y forestal.
Las estadísticas del DANE revelan que entre los años
2002 y 2014, la pobreza multidimensional en la
zona rural disminuyó 34 puntos porcentuales, al pasar del 78% en el año 2002 al 44% en el 2014; mientras que la pobreza por ingresos disminuyó solo 21
puntos porcentuales, al pasar del 62% al 41% en el
mismo período.
Generación de empleo
Reducir la pobreza por ingresos, específicamente la
pobreza extrema, es uno de los mayores retos que
tiene Colombia en el posconflicto.
En relación con las cifras de empleo, estas muestran
una mejora sustancial en las tasas de desempleo rural: mientras la tasa de desempleo urbano pasó de
15,6% en 2002 a 10,4% en 2012; las de desempleo
rural presentan un índice mucho menor, al pasar de
10,9% a 6,5% en el mismo período. (Gráfico 3)
Cerca de 500 mil pobres menos en el campo
Las nuevas políticas de inversión y la orientación de
la política rural en las regiones han permitido, sin
embargo, que entre 2014 y 2015, 700 mil personas
salieran de la pobreza multidimensional, de las cuales 412 mil fueron en el sector rural. Vale recordar,
que gracias a la política de articulación regional, 2,3
millones de pobladores rurales se vieron beneficiados
De hecho, la tendencia es creciente, pues de noviembre de 2015 a enero de 2016 se generaron 441
mil nuevos empleos, de esos 195 mil fueron en el
sector rural; más del 95% del empleo fue generado
en parcela propia y familiar. Ello implica que quienes
están produciendo la comida en Colombia, los campesinos, se están motivando a sembrar más.
en 2015, con proyectos de inversión del Ministerio
de Agricultura y Desarrollo Rural en 1.074 municipios
de los 32 departamentos, cosa que antes no sucedía.
El objetivo, es priorizar de forma equitativa, incluyente y participativa el presupuesto de inversión
sectorial, de acuerdo con las necesidades municipales y departamentales dentro de un proceso de
concertación con los actores locales.
Acceso a la tierra
Dentro de los factores explicativos de la brecha urbano-rural, están los problemas asociados al ordenamiento social y productivo que están relacionados
con falta de acceso a la tierra, inseguridad jurídica y
conflictos en el uso del suelo.
De acuerdo con los resultados del Censo Nacional
Agropecuario (2014), solo el 36,4% de los hogares
rurales tiene acceso a la tierra. Según el IGAC, el
75,6% de los hogares rurales que acceden a tierras
en 2011, tienen menos de 5 hectáreas.
Contenido
La concentración de la tierra y la informalidad de la
propiedad rural han sido muy altas históricamente.
Según el índice Gini de propietarios, durante los años
2009-2011 se presentó un aumento de la concentración de la propiedad al pasar de 0,859 a 0,863 (Gráfico 4). Con el agravante que buena parte de esa tierra
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Gráfico 4
Gráfico 3
Tasa de desempleo rural 2002-2012
Índice Gini
0,60
18
16
15,6
14,1
14
(%)
12
13,6
11,8
12,0
10,9
8,8
10
9,1
11,2
8,2
7,7
7,1
8
11,3
8,1
12,0
7,9
11,8
10,8
10,4
0,50
8,5
7,3
6,5
6
4
0,40
2
0
2008
2002
2003
2004
2005
2006
Urbano
Fuente: DANE-GEH 2002-2012.
14
ECONOMÍA COLOMBIANA
2007
2008
Rural
2009
2010
2011
2012
2009
Nacional
2010
2011
2012
2013
Cabeceras
2014
Rural
Las cifras del
DANE en 2015,
revelan un fuerte
crecimiento
del PIB agrario,
que lo consolidan
como el motor
de la economía
nacional.
Anterior página
Zoom +
Fuente: DANE-Estadísticas Sociales según pobreza
y desigualdad.
ECONOMÍA COLOMBIANA
15
TEMA CENTRAL
no se utiliza eficientemente, lo que afecta el acceso
al factor productivo y las posibilidades de desarrollo
rural.
La falta de acceso a tierras encuentra explicación
en la carencia de oportunidades y recursos para
adquirirlas por parte de los trabajadores agrarios.
Igualmente, el despojo y la usurpación de tierras ya
bien sea como consecuencia del conflicto armado o
por la acción de particulares ante la inexistencia de
reglas institucionales claras, objetivas y justas para
transarlas, termina por reforzar la tendencia a la excesiva concentración de la propiedad rural.
Este hecho se profundiza aún más si se tiene en
cuenta que los instrumentos de política para este
propósito han sido de muy bajo impacto y con muchas dificultades en su implementación. Tal es el
caso del Subsidio Integral de Tierras. Entre 2008 y
2014, cuando el Incoder realizó convocatorias públicas, 132.782 familias campesinas se postularon para
recibir el subsidio, de las cuales únicamente accedieron 7.623.
A lo anterior se suma el hecho que solamente el
21,4% de los predios rurales están ocupados por sus
propietarios formales y el 59,1% están en condición
de informalidad, de acuerdo con la ECV 2011. Además, una buena parte de los predios formalizados se
encuentran en “falsa tradición”, tal como lo señalan
los estudios del IGAC (2012). (Gráfico 5)
Gráfico 5
Nivel de informalidad en la propiedad
de la tierra en Colombia
19,5%
21,4%
59,1%
Propietarios
Poseedores u ocupantes
Tenedores
Fuente: Cálculos DNP-DDRS con datos de DANE-ENCV 2011
(Módulo L Componente Rural - Información de fincas)
16
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
Ordenamiento del suelo
Otro hecho que se deriva de la falta de ordenamiento productivo es la subutilización del suelo.
Actualmente tenemos 7 millones 155 mil hectáreas cultivadas y un potencial de 26.5 millones de
hectáreas con vocación agrícola.
Con respecto al recurso hídrico, la mayor demanda
de agua en Colombia corresponde al uso agrícola
con un total de 19.386 millones de m3 (54%), de
los cuales el 56% del agua se utiliza efectivamente
en el riego de cultivos, mientras que el resto (46%)
se utiliza para el consumo humano, para otras labores agrícolas o simplemente se desperdicia. Esta
situación de uso ineficiente del recurso hídrico
debe considerarse como parte de la problemática
del ordenamiento productivo del sector.
En materia de infraestructura de riego, se estima
que en Colombia 7,6 millones de hectáreas de las
tierras aptas para las actividades agrícolas requieren algún tipo de riego y/o drenaje. Sin embargo,
su cobertura es baja y presenta serios problemas
de sostenibilidad técnica, operativa y administrativa. De acuerdo con la información disponible del
Incoder, en el país existen 1.137.238 hectáreas
adecuadas que representan solo el 14% del potencial de tierras irrigables, de las cuales 217.910 hectáreas (19,6%) corresponden a la inversión pública
y las restantes 919.328 ha (80,4%) a la inversión
privada.
En relación con la investigación y el desarrollo
tecnológico, existe poca oferta de paquetes tecnológicos que permitan solucionar problemáticas
de los subsectores o renglones productivos en las
regiones y, así mismo, provean instrumentos y
asistencia técnica para agregar innovaciones a la
producción agropecuaria. Adicional a ello, la asistencia técnica agropecuaria ha desaparecido de las
políticas públicas como instrumento para la innovación y el desarrollo productivo.
Hoy en día, el país se encuentra rezagado en materia logística, particularmente en los temas relacionados con la infraestructura de transporte para
el sector rural, ya bien sea por la falta de vías o
por su mal estado. De acuerdo con los estudios de
competitividad del Foro Económico Mundial (FEM,
2013) y los hallazgos del Logistics Perfomance Index (2014) del Banco Mundial, Colombia se ubica
en el puesto 92 entre 148 países del mundo, muy
por debajo de países de desarrollo similar como:
Chile, Brasil, Argentina, El Salvador, Guatemala,
Perú y Ecuador.
Contenido
Transformación del campo y crecimiento verde
Como se ha señalado antes, en el centro de la visión
de paz del Gobierno está la preocupación por el territorio, la equidad y los derechos. Se trata de una mirada que busca un desarrollo rural integral que le devuelva al sector el protagonismo perdido, debido a su baja
competitividad y a los agudos problemas de pobreza.
Esta situación de inequidad y contrastes ha obligado al país a pensar en nuevas estrategias que
promuevan la transformación integral del campo,
que involucre las dimensiones económica, social,
ambiental e institucional para potenciar y desplegar
acciones diferenciales más acordes con los factores
endógenos y las capacidades de cada territorio; que
involucren aspectos de competitividad, productividad y sostenibilidad del crecimiento del sector y
que fortalezcan la institucionalidad local y la participación de las comunidades rurales, profundicen la
democracia, generen mayor estabilidad política y,
en general, fortalezcan la gobernabilidad y la gobernanza de los territorios.
En este sentido la construcción conjunta de la paz
es un proceso que debe ser ampliamente participativo. Es decir, debe concebirse y desarrollarse a partir
de un diálogo que incluya al Gobierno y las institu-
ciones estatales, a las organizaciones sociales y a
las comunidades en el territorio, y al sector privado
y a sus empresas.
Tal y como se ha señalado a lo largo de este documento, para alcanzar esta visión de la paz territorial
y sembrar los cimientos del posconflicto, es necesario concentrar los esfuerzos públicos y privados
en el cierre de las brechas sociales, económicas e
institucionales y avanzar en el cumplimiento de los
siguientes objetivos: 1) aumentar la productividad y
competitividad de las actividades agropecuarias; 2)
integrar el territorio y sus comunidades, para contribuir al cierre de brechas poblacionales y sociales,
potenciando la conectividad para la inclusión productiva y el acceso a bienes públicos, servicios sociales e información; y 3) reducir las desigualdades
sociales y territoriales entre los ámbitos urbano y rural, mediante el desarrollo integral del campo como
garantía para la igualdad de oportunidades.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
La consolidación de la paz territorial pasa por la
transformación de las condiciones del campo, la
reparación de las víctimas, el acceso a los bienes
y servicios públicos y la garantía de los derechos
constitucionales para todos sus habitantes, especialmente de aquellos que han vivido en la periferia
del país, en las zonas marginales, y que han sufrido
el conflicto en carne propia.
ECONOMÍA COLOMBIANA
17
TEMA CENTRAL
Esta visión debe tener en cuenta los insumos de los
procesos participativos de los últimos dos años, principalmente los del Pacto Agrario y las mesas de negociación con otras organizaciones campesinas, las
propuestas del sector empresarial del campo colombiano y sus agremiaciones, y las recomendaciones
de la Misión para la Transformación del Campo.
Estrategia de transformación productiva del campo
llo Rural, creada mediante el Decreto 2364 del 7 de
diciembre de 2015.
El enfoque Desarrollo Rural Territorial (DRET) reconoce la necesidad de diseñar políticas y estrategias
participativas y diferenciales que tomen en cuenta
las particularidades y dinámicas de cada región y de
los diferentes grupos poblacionales y que sean diseñadas con la participación de las autoridades departamentales, municipales y las comunidades rurales.
Mediante el Plan Colombia Siembra, el Gobierno busca aumentar la oferta agropecuaria interna, fomentar las exportaciones de productos agropecuarios y
garantizar la seguridad alimentaria del país, a través
del incremento de un millón de hectáreas sembradas
y el aumento de los niveles de productividad de las
actividades del sector.
De tal manera, que los mecanismos deberán servir
también para que las nuevas Agencias de Desarrollo
Rural, de Tierras y de Renovación del Territorio tengan una bitácora que oriente su accionar para tratar
de reducir las brechas y desigualdades productivas,
sociales e institucionales, mediante el diseño e implementación de planes operativos y de inversiones
adecuados a las características y dinámicas particulares de cada región.
Del total de la meta del millón de nuevas hectáreas
sembradas, 600 mil hectáreas corresponden a la
iniciativa privada, que serán apoyadas mediante los
incentivos, mecanismos y líneas de crédito de que
dispone el Ministerio. Las restantes 400 mil hectáreas serán desarrolladas a través de intervenciones
directas con recursos de los programas y proyectos
de inversión pública del Ministerio y de las entidades
adscritas, principalmente, de la Agencia de Desarro-
El modelo de desarrollo rural con enfoque territorial, es un modelo que permite articular las grandes
apuestas nacionales de transformación productiva
con los recursos locales, basados en pequeños y medianos emprendimientos rurales que se integran y
conectan entre sí en los distintos eslabones de las
cadenas productivas, generando mayor valor agregado territorial y con una gran capacidad de adaptación y flexibilidad territorial.
Ilustración 1
Estrategias de Transformación del Campo 2014-2018
Ordenar el territorio rural
buscando un mayor acceso
a la tierra por parte de los
productores agropecuarios
sin tierras o con tierra
insuficientes
Facilitar el acceso a la
tierra
Cerrar brechas urbanorurales
Mejorar las
condiciones de
habitabilidad y el
acceso a servicios
públicos de la
población rural
Acelerar la salida de la
pobreza y la ampliación
de la clase media rural
mediante una apuesta de
inclusión productiva de los
pobladores rurales.
Desarrollar
mecanismos de
intervención
territoriales flexibles,
oportunos y
pertinentes.
Generar seguridad
jurídica en relación
con la tierra
Implementar planes de
acceso y mejoramiento
de calidad de los
servicios de educación
y salud rurales
Desarrollar las
capacidades
productivas y
comerciales de las
comunidades rurales.
Promover el uso
eficiente del suelo y los
recursos naturales
Ajustar el sistema de
seguridad social rural
y promover la
formalización laboral
Facilitar el acceso a
activos y mercados
Fuente: DNP –Bases del Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.
18
TEMA CENTRAL
ECONOMÍA COLOMBIANA
Impulsar la competitividad
rural a través de la provisión
de bienes y servicios
sectoriales
Sistema Nacional de
Ciencia y Tecnología
Agroindustria
Plan maestro de
rehabilitación de vías
terciarias del país.
Sistema Nacional de
Crédito Agropecuario
Modelo eficiente de
comercialización y
distribución de
productos e insumos
agropecuarios
Plan de
aprovechamiento
comercial para el acceso
real de los productos
agropecuarios a los
mercados
Institucionalidad para la
transformación del campo
Modernización del
MADR
Autoridad de Tierras
Fondo de Tierras
Fondo de Desarrollo
Rural y los mecanismos
ejecutores en territorio
Coordinación e
intervención en el
territorio rural y
consolidar un sistema
de información rural
para la toma de
decisiones
Acuerdos de consulta
previa con grupos
étnicos
Desde esta perspectiva, lo que impulsa el desarrollo
es la capacidad de combinar esos factores locales
con las intervenciones de los agentes capaces de
articularlos y conducirlos.
Lineamientos estratégicos del Desarrollo
Rural Integral con enfoque territorial
La estrategia de transformación del campo reúne cinco objetivos estratégicos y 18 líneas de intervención.
De acuerdo con lo anterior, el reto de construir una
paz duradera, parte de una trasformación integral
del campo, que abarca cinco grandes objetivos:
1. Ordenar el territorio rural buscando un mayor
acceso a la tierra por parte de los pobladores rurales sin tierras o con tierra insuficiente, el uso
eficiente del suelo y la seguridad jurídica sobre
los derechos de propiedad bajo un enfoque de
crecimiento verde.
2. Cerrar las brechas urbano-rurales y sentar las
bases para la movilidad social mediante la dotación de bienes públicos y servicios sociales que
apoyen el desarrollo humano de los pobladores
rurales.
3. Acelerar la superación de la pobreza y la ampliación de la clase media rural a través de una
apuesta de inclusión productiva de los campesinos.
4. Impulsar la competitividad rural a través de la
provisión de bienes y servicios sectoriales, que
permitan hacer de las actividades agropecuarias una fuente de riqueza para los productores
del campo.
5. Contar con un arreglo institucional integral y
multisectorial que tenga presencia territorial de
acuerdo con las necesidades de los pobladores
rurales y los atributos del territorio, y que además permita corregir las brechas de bienestar
y oportunidades de desarrollo entre regiones
rurales.
En este sentido, las nuevas agencias deben jugar
un papel fundamental como institucionalidad del
sector responsable de la implementación de la política de tierras y desarrollo rural territorial, siempre
y cuando logren su implementación como agencias
promotoras, gestoras y financiadoras del desarrollo
rural integral.
Los principales retos que deben enfrentar estas
agencias, son:
• La persistencia y la intensidad de la pobreza rural, a pesar del avance en el cumplimiento de las
metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
• La limitada disponibilidad de infraestructura de
riego y drenaje para la producción agropecuaria.
• La desigual e ineficiente distribución de la propiedad de la tierra.
• La baja productividad y competitividad de las actividades agropecuarias y rurales.
• El uso ineficiente de los factores de producción,
particularmente la tierra y el agua, y
• Las profundas brechas y desequilibrios urbano-rurales.
Estrategia de Desarrollo Rural Territorial, DRET
De acuerdo con los objetivos de la política pública (PND 2014-2018: “Todos por un nuevo país”)
(Ilustración 1) y las recomendaciones de política de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos, OCDE, la estrategia desarrollo rural territorial debe estar orientada a generar capacidades
y oportunidades para que los pobladores rurales logren ser los gestores de su propio desarrollo. Esto
significa que la estrategia DRET debe enfocarse en
el desarrollo de capacidades endógenas de los territorios para lograr ambientes territoriales integrales
favorables que permitan mejorar la productividad
y competitividad territorial y reducir las desigualdades y brechas entre los sectores urbano y rural.
El DRET(Ilustración 2) está soportado en cuatro
enfoques estratégicos: i) el enfoque de derechos,
entendido como la garantía del goce efectivo de
los derechos de la población rural para acceder a
los bienes y servicios sociales básicos y a la propiedad de la tierra que les permita consolidar una
clase media rural; ii) el enfoque territorial, que
implica la atención diferenciada de los territorios
con el fin de cerrar las brechas existentes entre los
ámbitos urbano y rural, especialmente en aquellos
que se han visto más afectados por los efectos del
conflicto armado interno y que tienen un mayor
rezago en su desarrollo; iii) el enfoque participativo, entendido como la generación de capacidades
para participar como ciudadanos en la toma de decisiones que les incumbe; y iv) el enfoque de generación de capacidades e ingresos para la población
rural, a través del desarrollo de emprendimientos
competitivos y sostenibles.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
19
TEMA CENTRAL
Ilustración 2
TEMA CENTRAL
Enfoque estratégico DRET 2015-2018
La superación de pobreza rural extrema requiere una
mirada integral, en la medida que se trata de un fenómeno multidimensional, que está relacionado con
la carencia de aspectos tales como:
TERRITORIO
Conglomerados
Agroindustriales
• El acceso a factores productivos básicos, particularmente, la propiedad de la tierra,
Asociatividad
Articulación
Urbano-rural
Mercados
Famiempresa
rural
• El acceso a los servicios sociales básicos, tales
como educación rural de calidad, salud, protección social, agua potable y saneamiento básico,
• La provisión de bienes públicos sectoriales, especialmente la infraestructura de riego, adecuación
de tierras y vías.
• Vivienda y habitabilidad rural digna.
Recursos físicos
y productivos
Ordenamiento
social, Ambiental
y productivo
• Oportunidades de empleo e ingresos.
Acceso a bienes
y servicios sect.
Bienes y sevicios
sctoriales
(Riego)
Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural 2016.
Estos cuatro enfoques constituyen los eslabones de la cadena de generación de capacidades y oportunidades del desarrollo rural territorial, que se articulan y convergen en la ruta de generación de ingresos que ha
sido diseñada e incorporada a la política de Transformación del Campo; tal como se ilustra a continuación:
Ilustración 3
Ruta de Generación de Capacidades e Ingresos
MADR, ADR, DNP,
MINTIC, SENA.
DPS, MEN,
MINSALUD, ICBF,
MADR.
POBREZA RURAL
• Acceso a los servicios
sociales básicos.
•Participación.
• Acceso a tierra.
• Acceso a vivienda.
MADR, ADR,
UAEOS, SENA.
GENERACIÓN DE
CAPACIDADES
ASOCIATIVAS
• Capacitación
•Liderazgo
•Confianza
• Participación
DPS, MEN,
MINSALUD, ICBF,
MADR.
DESARROLLO DE
CAPACIDADES
EMPRESARIALES
• Innovación
•Formalización
• Capacitación empresarial.
• Vinculación a cadenas
productivas.
TERRITORIO Y
• Conglomerados
•Alianzas
•Redes
• Competitividad territorial.
Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural con base en el documento Generación de Ingresos y desarrollo
de capacidades de pequeños productores rurales, Bogotá, 2014.
20
ECONOMÍA COLOMBIANA
Estos factores constituyen lo que se denomina “condiciones previas” del desarrollo, en la medida que
constituyen las condiciones mínimas necesarias para
el desarrollo económico y social de las comunidades
rurales. Al aplicar este concepto a los municipios colombianos se puede constatar que la carencia de esas
“condiciones previas” es lo que caracteriza a los territorios rurales dispersos y desarticulados, los cuales
fueron identificados por la Misión Rural como territorios con baja densidad poblacional y afectados por el
conflicto armado, localizados en zonas ambientales
frágiles donde predomina la ruralidad profunda; tales
como los municipios de las zonas de consolidación,
zonas de importancia ambiental estratégicas y de
presencia de los grupos armados ilegales.
De acuerdo con la Misión Rural, existen en el país
aprox. 306 municipios que clasifican dentro de la
categoría de “rurales dispersos”, con densidades de
población inferiores a 25 hab/km2, cuyas cabeceras
municipales tienen menos de 12 mil habitantes, han
sido el epicentro de las acciones violentas de los grupos armados y se encuentran localizados en zonas
apartadas y ambientalmente frágiles.
Por estas razones, en estas zonas se requieren para
la consolidación de la paz territorial, el diseño de
programas especiales de desarrollo rural integral que
incorporen políticas multidimensionales, multisectoriales e integrales de desarrollo rural territorial que
permitan generar las condiciones básicas necesarias
para su desarrollo y, por ende, lograr los efectos deseados en materia de la inclusión económica y social
y del bienestar de los pobladores rurales de la Colombia rural profunda.
El enfoque de generación de capacidades asociativas, igualmente, es un pilar del desarrollo rural territorial.
En este contexto, la transformación y fortalecimiento institucional constituyen uno de los procesos
más importantes del Desarrollo Rural con Enfoque
Territorial –DRET- para garantizar la generación de
capacidades endógenas en los territorios rurales, la
profundización de la descentralización, el fortalecimiento de la asociatividad y participación de los actores locales en los procesos de planificación y toma
de decisiones, y la democratización de la vida civil y
política de los territorios.
El enfoque de generación de capacidades empresariales es el eje de la estrategia de inclusión productiva, que reconoce la importancia que tienen las
pequeñas y medianas empresas, tanto por su capacidad para generar empleo e ingresos como por
su poder para adecuarse al entorno y su flexibilidad
para enfrentar los retos derivados de las reformas estructurales y las crisis.
Las cadenas productivas o de valor se entienden
como una manera de organizar y articular las diferentes actividades agropecuarias y rurales, que involucran el intercambio de bienes y servicios, dinero
e información que le añaden valor a esos bienes y
servicios.
Para ello, trabajamos en la promoción de la asociatividad y los encadenamientos entre productores, la
articulación de instancias regionales en el marco de
las comisiones regionales de competitividad y la implementación de programas de apoyo a la promoción
de clúster. Estas acciones deben reflejarse en los objetivos misionales y planes estratégicos de las entidades del sector y de las que lo complementan y le dan
soporte, como responsables directos y/o corresponsables de la ejecución de políticas de desarrollo rural.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Conclusión
Colombia avanza hacia el fin negociado del conflicto armado. A la par el sector rural da pasos seguros
hacia la superación de las causas que han permitido
el afianzamiento del conflicto en el campo. La superación de la pobreza, la generación de empleo, una
nueva institucionalidad para el sector, sumado a un
enfoque moderno y con sentido humano de la política pública, comienzan a mostrar resultados de cara
al posconflicto. El campo colombiano ha padecido la
tragedia de la guerra, será ahí donde nacerá la nueva Colombia de paz, equidad y educación, en la que
la tierra volverá a ser sinónimo de vida y esperanza
para todos. Las cifras hablan por sí solas. La cosecha
de la paz está más cerca que nunca. Ser campesino
o empresario del campo volverá a ser sinónimo de
bienestar y prosperidad.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Zoom +
21
TEMA CENTRAL
El campo colombiano:
TEMA CENTRAL
Artículo
Anterior
un camino hacia
Siguiente
Artículo
el bienestar
y la paz
Dentro de una visión de desarrollo, la Misión invita al Gobierno
a poner en marcha un programa de gran alcance para promover
y fortalecer las organizaciones de productores y las organizaciones
sociales.
José Antonio Ocampo*
I. Marco conceptual
La sociedad rural y el campo colombiano han sido
ejes indiscutibles del desarrollo del país. Al mismo
tiempo, su atraso relativo en materia social y económica muestra los sesgos urbanos que ha tenido
nuestro desarrollo y, por lo tanto, la inmensa deuda que el país ha acumulado con el mundo rural. El
campo ha sido, además, el escenario principal de
un largo conflicto armado. El objetivo central de la
Misión para la Transformación del Campo es, por
lo tanto, proponer políticas de Estado para que la
sociedad rural pueda manifestar todo su potencial,
contribuyendo al bienestar nacional y haciendo un
aporte decisivo a la construcción de la paz. La paz
ofrece, además, inmensas posibilidades para el desarrollo rural, tanto agropecuario como no agrope* Director de la Misión para la Transformación del Campo.
22
ECONOMÍA COLOMBIANA
Vea aquí la presentación del autor
https://youtu.be/t6cWgao5dPU
cuario, y permite pensar en el avance de las zonas
rurales como unos de los pilares del desarrollo futuro del país. Todas estas tareas deben entenderse
dentro de la concepción de nuestra Carta Política, que define a Colombia como un Estado social
de derecho. El objetivo es, por lo tanto, garantizar
oportunidades económicas y derechos económicos,
sociales y culturales a nuestros habitantes rurales
para que tengan la opción de vivir la vida digna que
quieren y valoran.
La Misión parte de tres ideas fuerza, que pueden
entenderse como los principios básicos que deben
regir las políticas de desarrollo rural:
1. La necesidad de fomentar un enfoque territorial
participativo, que reconoce una ruralidad diferenciada, las ventajas de la asociatividad y a los
habitantes rurales como gestores y actores de
su propio desarrollo.
2. La concepción del desarrollo como un proceso integral, que busca la inclusión, tanto social como
productiva, de todos los habitantes rurales. Esta
visión implica la necesidad de superar la visión
asistencialista de las políticas rurales y considerar
a los habitantes rurales tanto como agentes de
desarrollo productivo como sujetos de derechos
y, por ende, como plenos ciudadanos.
3.La necesidad de promover un desarrollo rural
competitivo y ambientalmente sostenible basado, ante todo, en la provisión adecuada de servicios y bienes públicos que faciliten el desarrollo de actividades tanto agropecuarias como no
agropecuarias.
El enfoque territorial participativo adopta la concepción de la nueva ruralidad, que supera la dicotomía
rural-urbana y mira más a las relaciones, sinergias
y complementariedades que permiten aumentar la
competitividad y cerrar las brechas de exclusión de
la población rural. Este enfoque busca atender la
diversidad socio-económica, cultural y ecológica de
los distintos territorios del país con estrategias y
políticas específicas a las condiciones de cada uno
de ellos. Parte, además, de promover a las organizaciones locales y sus iniciativas, así como a las redes
de cooperación entre agentes públicos y privados,
contribuyendo de esa manera a construir tejidos
sociales más densos, es decir, a construir sociedad.
El desarrollo como un proceso integral, responde al
concepto de desarrollo sostenible en el sentido amplio en el que se utiliza en las Naciones Unidas1, el
cual abarca sus dimensiones económicas, sociales
y ambientales. En tal sentido, busca promover ante
todo, que los habitantes del campo tengan una vida
digna, que garantice tanto sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, como sus
derechos civiles y políticos; y entre estos últimos,
muy especialmente su seguridad personal y su libertad para asociarse y participar sin miedo en las
decisiones de su comunidad y de la vida nacional.
Dadas las enormes desigualdades que caracterizan
al país, esta visión implica la necesidad de colocar
la equidad en el centro de las políticas de desarrollo del campo y, por ende, reducir las enormes desigualdades entre los habitantes rurales y urbanos,
entre los propios habitantes rurales, entre hombres
y mujeres, entre distintos grupos étnicos y entre
1 Este es, entre múltiples otros casos, el que se utiliza en los Objetivos
de Desarrollo Sostenible que hacen parte de la Agenda Mundial de Desarrollo 2030 adoptada en septiembre de 2015 por la Asamblea General
de la ONU.
las distintas regiones. Esto implica tener políticas
de Estado que eliminen las diferentes formas de exclusión social, garantizando el acceso de todos los
habitantes a bienes de interés social básicos (nutrición, educación, salud, protección social, entre
otros), independientemente del lugar de residencia
o del tipo de trabajo. Lo anterior debe complementarse con una estrategia de inclusión productiva,
que abarque tanto la agricultura familiar como las
actividades independientes no agropecuarias y la
promoción del trabajo asalariado formal. Esta estrategia debe estar orientada a garantizar acceso a recursos productivos apropiados y muy especialmente tierra, crédito, tecnología y capacitación laboral
y empresarial, así como apoyo a las distintas formas
de asociación de los productores y a sus alianzas
con el sector empresarial de mediana y gran escala.
En materia de tierra, busca reducir tanto la alta concentración de la propiedad como la fragmentación
del minifundio que ahoga a ciertas regiones del
país, así como superar la generalizada informalidad
que caracteriza la tenencia de la tierra en el país.
Contenido
En materia
económica, es
necesario garantizar
un desarrollo que
permita el progreso
de pequeñas, medianas
y grandes empresas.
Las políticas para
apoyar el desarrollo
productivo deben
estar dirigidas
a la provisión de
servicios y bienes
públicos.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
23
TEMA CENTRAL
Estas políticas deben favorecer a los sectores más
pobres de las zonas rurales, al tiempo que construyen las bases de una clase media rural.
En materia económica, es necesario garantizar un
desarrollo que permita el progreso de pequeñas,
medianas y grandes empresas, incluyendo cooperativas y otras formas de asociación de productores.
Las políticas para apoyar el desarrollo productivo deben estar dirigidas a la provisión de servicios y bienes
públicos, entendidos como aquellos que benefician
a la comunidad o a una porción importante de ella
en forma colectiva y que, por lo tanto, no pueden
ser apropiados o provistos de manera individual.
Este es el caso de la ciencia, tecnología e innovación; la infraestructura de transporte, electricidad,
tecnologías de información y comunicación (TIC) y
adecuación de tierras; la sanidad agropecuaria, la
asistencia técnica y el acompañamiento integral; la
seguridad jurídica sobre la propiedad; la seguridad y
la justicia; y la información. Se debe garantizar también una política económica apropiada, en especial
en materia cambiaria, crediticia y de comercio exterior. Por el contrario, se debe abandonar en general
la tendencia a superar las dificultades coyunturales
a través de apoyos o subsidios directos a actividades productivas específicas, que generan nuevas
inequidades (ya que no todas las actividades son
apoyadas de la misma manera) y, especialmente, no
corrigen los problemas estructurales que enfrenta
el campo y, por ende, no tienen efectos de larga
duración. Los subsidios directos pueden ser necesarios en coyunturas excepcionales, pero en ese caso,
deben ser transitorios, de bajo costo fiscal, favorecer prioritariamente a los agricultores de menores
ingresos y tener preferiblemente efectos favorables
sobre la productividad.
Estas políticas deben garantizar un sector agropecuario competitivo, que genere un ambiente propicio para apuestas empresariales de todo tipo y que
responda a la vocación del país de ser una de las
despensas del mundo, como apropiadamente lo ha
señalado la FAO. Más allá de ello, las estrategias de
la Misión reconocen que si bien históricamente la
zona rural era visualizada como aquella en la que
se realizaban actividades primarias, en particular las
agropecuarias, se debe trascender la óptica de ligar
el mundo rural como el espacio de la producción primara y el urbano como el de la producción de manufacturas y servicios. Hoy en día, si bien las distintas
actividades productivas mantienen cierta relación
urbano-rural, han trascendido estas barreras para
pensar en las sinergias entre los sectores primarios,
secundarios y terciarios y en relocalizar muchas
actividades a espacios que antes se consideraban
como exclusivamente de vocación primaria.
El desarrollo económico debe garantizar, a su vez,
la protección del medio ambiente, en particular del
agua, los suelos y la biodiversidad como elementos
constitutivos y fundamentales para el desarrollo de
actividades rurales. Manejada sobre criterios de sostenibilidad ambiental, la riqueza ecológica del país
es, además, una fuente potencial de actividades
productivas. Al mismo tiempo, sin embargo, es necesario frenar los efectos depredadores del medio
ambiente, en particular la continua desforestación
que sigue caracterizando al país, así como adaptar
el sector agropecuario al fenómeno del cambio climático. Todo esto conlleva principios básicos de
equidad intergeneracional, de acuerdo con los cuales el ritmo de extracción de los recursos naturales
debe garantizar el bienestar no solamente de la generación actual, sino de las futuras.
El desarrollo económico debe garantizar,
la protección del medio ambiente,
en particular del agua, los suelos y la biodiversidad
como elementos constitutivos y fundamentales para
el desarrollo de actividades rurales. Manejada sobre
criterios de sostenibilidad ambiental, la riqueza
ecológica del país es, además, una fuente potencial
de actividades productivas.
24
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
Contenido
La visión de la Misión de un campo generador de
bienestar, moderno, competitivo y respetuoso de
la diversidad territorial y de los recursos naturales,
resalta que lo rural es estratégico, no subsidiario,
para el desarrollo de Colombia. Esto es cierto no solamente por razones económicas sino también por
la necesidad de superar los factores históricos del
conflicto y construir la paz. En este sentido, la Misión reconoce al campo como un espacio donde caben y pueden convivir armoniosamente los grandes,
medianos y pequeños agricultores en conjunto con
otras actividades económicas. Para ello, el Estado
debe garantizar la seguridad física y la justicia para
todos, reparar a aquellos que se vieron afectados
por el conflicto y apoyar preferencialmente a los
pequeños y a la población más vulnerable, proveer
bienes de interés social y servicios y bienes públicos
que beneficien al conjunto de actores rurales. Todos
los colombianos debemos entender que la paz empieza por saldar la deuda histórica con el campo.
La Misión parte de unas categorías de ruralidad
cuidadosamente construidas, que deben ser incorporadas en el conjunto de las políticas públicas
como herramienta para llevar a cabo intervenciones diferenciadas en las distintas dimensiones del
desarrollo rural. Estas categorías respetan las divisiones político-administrativas, parten del sistema
de ciudades y utilizan la densidad, el tamaño de las
cabeceras y la distribución de la población entre la
cabecera y el área dispersa como criterios básicos
de clasificación. De acuerdo con esta clasificación,
la vida rural sigue teniendo un peso muy elevado:
cerca del 60% de los municipios que tiene Colombia deben considerarse como rurales y existe, fuera
de ello, una población rural dispersa en el resto de
municipios, con lo cual la población rural representa
poco más de 30% de la población del país2. Por otra
parte, muchas de nuestras ciudades intermedias e
incluso grandes siguen teniendo una relación muy
estrecha con las actividades agropecuarias. La “ruralidad” debe entenderse, así, como un continuo, que
de hecho no desaparece aún en nuestras grandes
urbes. Predomina en la periferia geográfica del territorio nacional, pero también en el espacio que separa el Caribe del centro del país, donde se concentra
la población urbana.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
II. Diagnóstico
Zoom +
Nuestro espacio rural es tremendamente heterogéneo, no solo en razón de la compleja geografía del
país, sino del peso de las distintas conformaciones
sociales que son el legado de nuestra historia: las
poblaciones indígenas, las formas de subordinación
de dichas poblaciones y de los mestizos, la esclavitud que afectó a muchas de las zonas cálidas, la
2 Cabe anotar que la población dispersa puede vivir en realidad relativamente cerca de núcleos poblados. RIMISP estima, con base en datos
del DANE, que en 2014 el 85,2% de la población dispersa vivía a menos
de 20 km de un núcleo urbano de 20 000 o más habitantes y 65,6% a
menos de 10 km.
ECONOMÍA COLOMBIANA
25
TEMA CENTRAL
población raizal de San Andrés y Providencia y la
migración de población blanca en una etapa avanzada de la Colonia, la cual generó asentamientos de
medianos y pequeños productores en dos regiones
del país (Antioquia y Santander). La apertura de la
frontera agraria reprodujo estas diferencias a lo largo y ancho del territorio.
La excesiva concentración de la tierra ha sido fuente
constante de conflictos, muchos de ellos asociados
a la expansión de la frontera agraria que, a su vez,
ha generado problemas ambientales, tanto por la
desforestación a la cual ha dado lugar a lo largo y
ancho de nuestro territorio, como por la ocupación
La excesiva
concentración
de la tierra ha sido
fuente constante
de conflictos,
muchos de ellos
asociados a la
expansión de la
frontera agraria
que ha generado
problemas
ambientales,
tanto por la
desforestación como
por la ocupación
productiva de zonas
altas ambientalmente
críticas, en especial
los páramos.
26
ECONOMÍA COLOMBIANA
productiva de zonas altas ambientalmente críticas,
en especial los páramos. Debido a las características
geográficas del país, esta frontera y los conflictos
asociados a ella, se han dado en muchas partes del
territorio nacional. El largo conflicto interno con
organizaciones guerrilleras se agudizó en décadas
más recientes por la expansión del paramilitarismo y
su fuerte presencia en la vida política en varias regiones, así como por el narcotráfico, que ha financiado
y creado nuevas formas de violencia. La persistencia
del conflicto armado ha dejado hondas heridas que
la sociedad colombiana debe superar, lo que no será
posible sin una política de desarrollo rural extremadamente ambiciosa. Así lo establece, por lo demás,
el punto 1 de los acuerdos de La Habana.
Debido a la historia y geografías heterogéneas de
nuestro mundo rural y a las desigualdades que
han caracterizado el desarrollo regional del país,
el mundo rural abarca desde zonas relativamente desarrolladas y con una fuerte articulación con
ciudades grandes e intermedias, hasta otras extremadamente pobres, generalmente en las regiones
más apartadas del país. Abarca también desde zonas (mayoritarias en términos de territorio) donde
predomina la gran propiedad hasta otras donde se
asientan pequeños productores e incluso mini y microfundistas. Entre las primeras hay algunas donde
existe una agricultura empresarial bien desarrollada
hasta otras, dominantemente ganaderas, donde las
formas de producción siguen siendo en muchos casos tradicionales. La tenencia de la tierra ha dado
lugar, en no pocas partes del territorio, a prácticas
de búsqueda de rentas por valorización asociada a
la expansión urbana y a la construcción de vías de
comunicación o a esconder grandes patrimonios,
sin darle un adecuado uso productivo a la tierra. El
uso ineficiente del suelo se cruza en varias zonas del
país con una gran informalidad en materia de propiedad de la tierra.
Además, de acuerdo con las categorías de ruralidad
definidas por la Misión, los niveles de pobreza son
mayores en las zonas rurales del país, tanto si se miden por ingresos como por el indicador de pobreza
multidimensional, que estima el acceso a bienes de
interés social y otras dimensiones de calidad de vida.
La pobreza es, además, siempre mayor en la población dispersa que entre la que habita en las cabeceras municipales en todas las categorías de municipios. Esto es cierto, incluso en los municipios más
rurales y dispersos y es particularmente marcado en
el indicador de pobreza multidimensional. En efecto,
este indicador alcanza en las cabeceras de los municipios rurales y rurales dispersos niveles de 30%
TEMA CENTRAL
y 32% respectivamente, esto es, 23 y 27 puntos
porcentuales menos que en la población dispersa.
Sobresale, además, el hecho de que la reducción de
pobreza en las zonas rurales ha sido jalonada por el
indicador multidimensional más que por el de ingresos. En efecto, entre 2003 y 2014 la pobreza multidimensional se redujo 33 puntos porcentuales
mientras que la de ingreso disminuyó
en 15 puntos. Más aún, en el caso de
esta última, las reducciones recientes
(2013 y 2014) no se debieron a
mejoras en el ingreso de los ocupados (ingresos laborales) sino en
otras fuentes de ingresos, en especial
aquellos asociados a la política social
(transferencias institucionales). En
otras palabras, la política social en su
sentido amplio (educación, salud, vivienda, transferencias condicionadas,
etc.), ha hecho mucho más para mejorar las condiciones de vida que las
oportunidades económicas,
las cuales continúan siendo
muy limitadas para los habitantes pobres del campo.
En términos productivos, el
campo colombiano sigue estando insuficientemente diversificado,
por lo que la suerte de las zonas rurales ha estado
muy ligada a la del sector agropecuario que, por lo
demás, ha mostrado en el último cuarto de siglo un
comportamiento decepcionante. Su participación
en el PIB ha colapsado y curiosamente lo ha hecho
con particular rapidez durante los subperíodos de
relativamente buen desempeño económico general (1990-1997 y 2003-2014), indicando que se ha
roto la correlación entre las fases de crecimiento
del sector agropecuario y de la economía en general que eran típicas antes de la apertura económica.
Aún en el período de mayor crecimiento económico
reciente del país, los años 2003-2007, la expansión
del sector fue apenas la mitad del que experimentó
el PIB y muy inferior a los ritmos de crecimiento que
prevalecieron antes de 1980. La participación del
sector agropecuario en el PIB, medida a precios corrientes, se ha reducido a una cuarta parte de lo que
era a fines de los años 70.
El virtual estancamiento de la productividad han
sido una de las causas de los serios problemas de
competitividad que han caracterizado al sector
en medio de la apertura económica, los cuales se
han visto acentuados por los bajos precios internacionales de productos agrícolas (especialmente
2,9%
Erosión muy severa
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
de productos tropicales) en varios períodos y por
la sobrevaluación del peso que ha caracterizado las
épocas de auge.
Zoom +
En general, el lento crecimiento del sector muestra
los efectos de la limitada provisión de bienes y servicios públicos sectoriales, en particular el acceso
a ciencia, tecnología e innovación, infraestructura
vial y adecuación de tierras. De acuerdo con CORPOICA, el país ha mantenido un promedio de inversión pública del 0,5% del PIB sectorial en los últimos
años. Este nivel es bajo, en comparación con otros
países latinoamericanos con una importante vocación agrícola como Uruguay (2,0%), Brasil (1,7%),
Chile (1,2%) y Argentina (1,3%). Aunque la inversión pública ha venido aumentando en los últimos
ECONOMÍA COLOMBIANA
27
TEMA CENTRAL
años, gracias en particular a los fondos del sistema
general de regalías, es necesario mejorar la calidad
de esta inversión. Aparte de lo anterior, el servicio
de asistencia técnica agropecuaria ha sufrido un
fuerte debilitamiento luego de la eliminación del
Sistema Nacional de Transferencia de Tecnología
Agropecuaria (SINTAP), a pesar de los esfuerzos que
el Estado ha hecho durante los últimos años por fortalecerlo. Hoy en día, su cobertura es insuficiente
(10% de los productores según los datos del censo
agropecuario) y se sigue prestando bajo una visión
lineal, donde se ignora el papel de los productores,
incluyendo los más pequeños, en la investigación y
la experimentación adaptativa a través de sistemas
de innovación local. A la red vial terciaria se han dedicado también recursos insuficientes y no existe,
por otra parte, un régimen de prestación del servicio
público de adecuación de tierras.
En materia ambiental, es evidente que el desarrollo rural, e inclusive el urbano, se han dado sobre la
base una explotación insostenible de los recursos
naturales, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. El país no ha valorado y retribuido adecuadamente la prestación de servicios ecosistémicos,
en particular del agua y el suelo, lo que ha llevado a
un deterioro sistemático de los mismos que podría
en el futuro poner en riesgo el sostenimiento de la
forma de vida rural y afectar la competitividad de las
actividades productivas rurales, pero también de las
urbanas que toman como insumo agua, materiales
y energía provistas desde el campo por debajo de su
costo social óptimo. Esta problemática se ve exacerbada, por lo demás, por el cambio y la variabilidad
climática que incrementan el riesgo de desastres.
Aunque el país cuenta con una de las mayores ofertas hídricas del mundo, enfrenta una situación paradójica de regiones con mucha abundancia de agua y
otras con escasez. Esto se debe a la variabilidad espacial y temporal del agua, a lo que se suma la contaminación y sobreexplotación, afectando su disponibilidad e impactando las actividades rurales. El uso
es ineficiente y hay mucho desperdicio de agua que
es facilitado por la valoración inadecuada del recurso. Por su parte, los servicios ecosistémicos del suelo se han visto significativamente deteriorados por
una combinación de causas antrópicas, como son
el uso de productos químicos, la deforestación, los
incendios, la labranza convencional, la maquinaria
pesada y el riego intensivo, y de causas naturales
como la diversidad y fragilidad de algunos suelos
y los efectos del cambio y la variabilidad climática.
Como consecuencia, el 40% del territorio nacional
tiene erosión: en grado severo y muy severo en cerca
del 2,9% de la superficie, con el horizonte superficial
destruido y pérdida de funciones del suelo; erosión
moderada en 16,8% del territorio y ligera en el 20%.
TEMA CENTRAL
La deforestación tiene relación importante con la
afectación de servicios ecosistémicos asociados al
agua y el suelo. Entre 1990 y 2010 el país perdió alrededor de 6 millones de hectáreas de bosques con
causas directas y subyacentes que muchas veces
escapan al control del ámbito forestal y ambiental
debido a que son generadas en otros sectores. En
términos de área, la deforestación se ha concentrado en la Amazonía, los Andes y, en menor medida,
en el Caribe, aunque en términos de la pérdida anual
relativa, el Caribe es la región más crítica con más
del 2% del área de bosque deforestado anualmente.
Por último, en materia de recursos, la participación
del presupuesto de inversión del sector agropecuario en el presupuesto total de inversión de la Nación
ha ido en declive, lo que muestra que el sector ha
perdido importancia relativa dentro de la programación anual de inversiones del gobierno. Desde mediados de la década de los noventa y hasta el año
2003, la participación registró una caída pronunciada, pasando del 10% en 1990 a poco más del 3% en
el 2003. A partir del 2004, la participación comienza
a recuperarse, pero aún no alcanza los niveles registrados durante los primeros años de los noventa.
Lo anterior estuvo acompañado por un cambio en
la composición del gasto, caracterizado por el aumento en los subsidios sectoriales directos a costa
de las inversiones en servicios y bienes públicos.
Mientras la inversión en apoyos directos (subsidios,
compensaciones e incentivos) tuvo en promedio,
entre 1990 y 2014, un crecimiento real anual del
4,6%, particularmente dinámico en los diez últimos
años, la inversión en servicios y bienes públicos
solo creció a un ritmo anual del 0,8% y con las fuertes fluctuaciones. Adicionalmente, los niveles de
ejecución presupuestal del sector han sido bajos.
Las entidades del sector agropecuario presentaron
una ejecución promedio del 62% en el periodo comprendido entre 1990 y el 2014, cifra que es bastante inferior al promedio del sector público que se
ubica en el 80%.
El deterioro institucional del MADR y de sus entidades adscritas es igualmente preocupante y no se ha
logrado revertir, pese a algunos avances recientes.
Después de una crisis profunda, CORPOICA está en
proceso de recuperación. Al lado de las funciones
para las que fue creada, y que cumple bien, a FINAGRO se le ha venido recargando con la ejecución de
múltiples proyectos que no corresponden a sus funciones de banco de desarrollo. El Banco Agrario ha
ampliado el crédito a pequeños productores, pero
abandonó la función de fomentar el ahorro rural y
28
ECONOMÍA COLOMBIANA
En un contexto
de inmensas necesidades
sociales, de demandas
de inclusión productiva
y de escasez de bienes
públicos, la asignación
de subsidios directos
debe ser desmontada
o integrada con criterios
explícitos a alguna de las
prioridades señaladas.
Contenido
de captar recursos para el fomento del sector, por
lo cual se ha hecho aún más dependiente que en el
pasado del redescuento en FINAGRO. El ICA no tiene hoy la credibilidad técnica con la que contó históricamente. Se reconoce ampliamente que la consolidación de cuatro instituciones con tradiciones
totalmente diferentes en una sola, el INCODER, terminó por deteriorar cada una de sus partes. El uso
fraudulento de una parte de los recursos de “Agro
Ingreso Seguro” pesa todavía negativamente sobre
el sector. Por último, una proporción importante de
los recursos adicionales asignados al sector en años
recientes ha sido una respuesta a la presión de los
paros, y ha carecido de criterios de largo plazo de
asignación de recursos públicos y de proyectos adecuadamente diseñados, por lo cual su ejecución ha
sido baja y su impacto limitado.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
III. La estrategia
Como ya se mencionó, la Misión propone un conjunto de políticas de Estado para promover un desarrollo integral (económico, social y ambiental) en el
campo colombiano, construido desde el territorio y
con una mirada del área rural más allá de lo agropecuario. La realización de esta visión exige poner en
marcha seis estrategias:
• La primera está orientada a la inclusión social
de los habitantes rurales mediante el cierre de
brechas sociales y la consecuente dotación de
ECONOMÍA COLOMBIANA
29
TEMA CENTRAL
bienes de interés social (alimentación, educación, salud, protección social, vivienda, agua y
saneamiento), con un enfoque de derechos. Esta
estrategia busca eliminar, en un plazo de quince años, las principales brechas rural-urbanas en
materia de acceso a servicios sociales de calidad.
Este plazo (el año 2030) coincide con la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
aprobados en el mes de septiembre de 2015 por
la Asamblea General de las Naciones Unidas.
• Una estrategia ambiciosa de inclusión productiva y agricultura familiar, que permita que los pequeños productores y los trabajadores del campo, tanto agropecuarios como no agropecuarios,
accedan a recursos productivos, se integren a lo
largo de toda la cadena de producción y comercialización y perciban ingresos remunerativos.
Esta estrategia estará apuntalada en dos nuevas
instituciones: un Fondo (o Agencia) de Desarrollo Rural y una Agencia Nacional de Tierras. En
materia de tierras, exige un esfuerzo especial de
formalización de la propiedad, creación de un
fondo de tierras con propósitos redistributivos y
mecanismos que permitan recomponer los micro
y minifundios para constituir unidades productivas viables.
• El desarrollo de un sector agropecuario competitivo, basado fundamentalmente en la provisión
adecuada de servicios y bienes públicos sectoriales: ciencia, tecnología, innovación, asistencia
técnica y acompañamiento integral; infraestructura de transporte, energía y TIC; adecuación de
tierras; sanidad agropecuaria; protección de los
derechos de propiedad; información y seguridad
y justicia. Esta estrategia exige también un ambiente macroeconómico y financiero adecuado
para el desarrollo del sector, políticas activas de
comercio exterior orientadas en particular a diversificar la base exportadora y un marco para
promover y coordinar grandes apuestas productivas para el sector, que estará a cargo de una
Agencia de Promoción de Inversiones Agropecuarias y Agroindustriales.
• Un desarrollo ambientalmente sostenible, que
busque mantener e incluso mejorar el patrimonio del país en materia de aguas, suelos, biodiversidad y riqueza forestal, al tiempo que valora de
manera adecuada la provisión de servicios ecosistémicos, gestiona los efectos sobre el sector
agropecuario del cambio climático y promueve
actividades que hagan un uso productivo y ambientalmente sostenible de nuestra riqueza eco30
ECONOMÍA COLOMBIANA
lógica. Esta estrategia propone, además, frenar
la expansión de la frontera agraria y la deforestación que la acompaña para el año 20303.
• Una estrategia de ordenamiento y desarrollo
territorial orientada a garantizar un apropiado
ordenamiento ambiental, social y productivo de
los territorios rurales, que busque el desarrollo
integral de dichos territorios y su articulación
con el sistema de ciudades. Esta estrategia exige
el diseño de planes apropiados de ordenamiento
territorial, herramientas que induzcan un aprovechamiento ordenado, adecuado, sostenible y
equitativo de la tierra y un fortalecimiento de la
asociatividad territorial.
• Un arreglo institucional integral y multisectorial,
con políticas claras de largo plazo articuladas
por un CONPES Rural con un horizonte de largo
plazo (diez años) y la garantía de disponibilidad
de recursos públicos adecuados y estables para
instrumentar dichas políticas. Este arreglo institucional debe garantizar, además, un amplia presencia y capacidad de ejecución a nivel territorial
y la participación de la sociedad civil organizada
y el sector privado empresarial en la formulación
de políticas, la planeación, la toma de decisiones,
la ejecución de programas y proyectos y el seguimiento de resultados.
Estas estrategias están estrechamente relacionadas
y deben integrarse adecuadamente en las condiciones específicas de cada territorio. Así, por ejemplo,
el cierre de las brechas sociales contribuye a la inclusión productiva y las políticas de inclusión productiva, las cuales deben estar orientadas igualmente a
desarrollar actividades competitivas. A su vez, tanto
las estrategias de inclusión como la de competitividad deben ser ambientalmente sostenibles y el
patrimonio ecológico debe visualizarse como una
fuente de oportunidades para el desarrollo productivo. El nuevo arreglo institucional debe propiciar
igualmente la inclusión social y productiva de la población rural y asegurar un patrón de crecimiento
que sea competitivo y ambientalmente sostenible.
Las estrategias deben tener en cuenta, además, las
particularidades de ciertos grupos poblacionales. La
equidad de género constituye, en este sentido, un
elemento transversal esencial, dado que se refiere a
3 La meta de eliminar la desforestación está incluida en el Acuerdo de
La Habana. La meta de eliminarla para el 2030 es consistente con otras
que propone la Misión, pero debe incluir medidas inmediatas para lograr
gradualmente este objetivo.
TEMA CENTRAL
un grupo mayoritario de la población. La capacidad
de ofrecer oportunidades en el campo a la población joven es, además, esencial para el desarrollo
futuro del campo colombiano. A su vez, para saldar
la deuda histórica con el campo es indispensable dar
prioridad a los grupos históricamente más marginados: los indígenas y los afrocolombianos.
Las diferentes estrategias tendrán que diferenciarse según las categorías de ruralidad propuestas por
la Misión. Las dinámicas complementarias entre la
zona rural y las ciudades generan unas trayectorias
de desarrollo distintas por su cercanía a mercados,
alta conmutación laboral, disponibilidad de infraestructura y, en general, bienes públicos y economías
de escala. A su vez, las zonas rurales dispersas, con
baja densidad de población, implican un reto para la
estrategia de derechos sociales e inclusión productiva por su baja infraestructura y las ineficiencias
asociadas a la provisión de servicios sociales y públicos a poblaciones que habitan en zonas de baja
densidad poblacional.
Contenido
Un elemento transversal a todas las estrategias
está relacionado con la asignación de recursos públicos. En un contexto de inmensas necesidades
sociales, de demandas de inclusión productiva y de
escasez de bienes públicos, la asignación de subsidios directos debe ser desmontada o integrada con
criterios explícitos a alguna de las prioridades señaladas. Los apoyos del Estado deben proveerse fundamentalmente a través de la provisión de bienes y
servicios sociales y públicos. Los mayores recursos
para el sector que se lograron en 2014-15 deben
mantenerse, promoviendo la transparencia y eficiencia en su ejecución, pero además, será esencial
buscar fuentes de financiamiento adicionales. Entre
ellas, se encuentra un impuesto predial altamente
progresivo, que incentive además el buen uso del
suelo (castigue, como acontece a nivel urbano, las
tierras ociosas y sea también más gravoso para
las tierras con vocación agrícola que no se utilicen
como tales) y tasas de uso de agua que a su vez
incentiven el buen uso y la protección de dicho recurso a través de pagos por servicios ambientales.
A ello se puede agregar la inclusión de criterios de
ruralidad en el Sistema General de Participaciones
en las rentas nacionales, una destinación mayor de
los recursos de regalías, una redistribución de los
recursos de inversión provenientes de ambos entre
las cabeceras municipales y el área rural, así como
destinar al desarrollo rural el “dividendo de la paz”,
es decir, la posible reducción en el gasto de defensa. Las normas presupuestales deberán también ser
adecuadas para facilitar el ciclo de los proyectos,
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
ECONOMÍA COLOMBIANA
31
TEMA CENTRAL
quizás reemplazando el ciclo anual por un ciclo
bianual del presupuesto.
Propuestas
A continuación se resumen las principales propuestas de la Misión en cada una de las seis estrategias
mencionadas.
En materia de inclusión social, la Misión propone
como los dos programas prioritarios de más corto
plazo la eliminación de la desnutrición en el campo y
una campaña de Analfabetismo Cero. Propone crear
direcciones permanentes y especializadas en los Ministerios de Educación y Salud para el diseño de una
política rural adecuada y diferenciada que se adapte a las particularidades del campo. En educación,
sugiere invertir en modelos flexibles con contenido
pertinente y de calidad que faciliten la inclusión productiva e incentiven la creatividad y la innovación,
tanto en niños como en jóvenes. En salud propone
migrar hacia un modelo con énfasis en promoción
y prevención, que elimine las barreras de acceso y
acerque los servicios de salud a las familias, especialmente en los municipios más dispersos. Se debe
resaltar también la necesidad de ampliar la cobertura de programas como Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) y Colombia Mayor para garantizar una
vejez digna, el acceso universal a un seguro contra
riesgos laborales y la creación gradual de un pilar
de cuidado dentro del sistema de protección social
para facilitar la participación laboral femenina. Por
último, la Misión sugiere centralizar en el DPS todos
los subsidios y transferencias monetarias dirigidas
a las familias, con el fin de mejorar la incidencia del
gasto social en el bienestar de los hogares.
Para avanzar en la inclusión productiva, la Misión
propone fortalecer la agricultura familiar y generar
nuevas oportunidades de empleo no agropecuario
a través de inversión pública en activos productivos, generación de capacidades y promoción de la
asociatividad. El énfasis deberá recaer en el acceso
a la tierra en cantidad y calidad suficientes, la acumulación de activos productivos como maquinaria
e insumos y la provisión de un servicio de acompañamiento integral que vaya mucho más allá de la
asistencia técnica, acercando así a los productores a
las nuevas tecnologías y a las buenas prácticas agrícolas y empresariales. De igual forma, se propone
invertir en la fase de comercialización a través de
la modernización de los sistemas de abastecimiento
del nivel local, regional y nacional, la consolidación
del sistema de compras públicas locales con preferencia para agricultores familiares y el escalamiento
32
ECONOMÍA COLOMBIANA
Mientras la inversión
en apoyos directos
(subsidios,
compensaciones
e incentivos) tuvo
en promedio, entre 1990
y 2014, un crecimiento
real anual del 4,6%,
particularmente
dinámico en los diez
últimos años, la
inversión en servicios
y bienes públicos solo
creció a un ritmo anual
del 0,8% y con las
fuertes fluctuaciones.
de las alianzas productivas entre agricultores familiares y grandes empresarios. En actividades no
agropecuarias, propone promover el desarrollo de
actividades productivas y de servicios como el turismo, las artesanías, la construcción, el transporte y
los encadenamientos productivos de la agricultura
y la minería para transformar productos básicos en
productos de alto valor agregado. Asimismo, sugiere que gran parte del empleo generado por obras
públicas utilice mano de obra local. Todo lo anterior
deberá financiarse a través de proyectos bajo modalidad asociativas (cooperativas u otras asociaciones
de productores) que respondan a las visiones locales y regionales de desarrollo productivo. El crédito y los modelos de cofinanciación Nación-Región
serán los principales instrumentos de financiación.
Por último, para enfocar de manera eficiente los recursos públicos y privados en materia de inclusión
productiva, la Misión propone construir un registro
nacional de agricultores familiares.
TEMA CENTRAL
En materia de competitividad agropecuaria, la Misión hace énfasis en la necesidad de invertir más
en servicios y bienes públicos para el desarrollo productivo y menos en apoyos directos que respondan
a situaciones coyunturales. Los bienes y servicios
públicos prioritarios serán ciencia, tecnología e innovación, un gran salto en la cantidad y calidad de
las vías terciarias, infraestructura de riego y regulación de corrientes de agua, sanidad agropecuaria e
información. Igualmente importante es concentrar
el crédito de FINAGRO en el acceso de los pequeños
agricultores y en el fomento a la inversión de todos
los productores, apoyados en este último caso en
mayores recursos del incentivo a la capitalización
rural. A ello se agrega la necesidad de cambios sustanciales en los instrumentos existentes de seguros agropecuarios, para ampliar y mejorar su uso.
Asimismo, se deberá invertir en la construcción de
redes de frio y centros de acopio de alcance regional y en la consolidación de sistemas logísticos de
transporte, con participación mayoritaria de capital
privado pero con posibles inversiones minoritarias
de FINAGRO. Finalmente, en materia de comercio
exterior, la Misión sugiere darle a la diversificación
de exportaciones el carácter de política de Estado,
en donde la inocuidad y la calidad de los productos
deberán tener la mayor prioridad.
La sostenibilidad ambiental ocupa un lugar importante dentro del paquete de recomendaciones de la
Misión. Recuperar y proteger los servicios ecosistémicos del agua y el suelo, enfrentar el cambio y la
variabilidad climática y aprovechar de forma sostenible el patrimonio natural para el desarrollo rural,
son las tres prioridades. En esta dirección, la Misión
propone un incremento en las Tasas por Uso de
Agua que incentive su adecuada utilización y genere recursos suficientes para la conservación de las
cuencas. Una parte de estos recursos se utilizaría
en un programa de pago por conservar las fuentes
de agua y otros pagos por servicios ambientales.
Igualmente, sugiere establecer una meta de deforestación cero para 2030 y un cierre definitivo de la
frontera agropecuaria, lo que implica la delimitación
final, zonificación y ordenamiento de las Zonas de
Reserva Forestal (ZRF). Por otro lado, se propone el
montaje de un Sistema de Alertas Agroclimáticas
Tempranas, participativo e interactivo, acompañado del diseño de planes de contingencia frente a las
amenazas que enfrentan los sistemas agrícolas, pecuarios, pesqueros y forestales.
En materia de ordenamiento y desarrollo territorial,
la Misión presenta propuestas en cuatro líneas: ordenamiento ambiental, social y productivo; convergencia regional y cierre de brechas rural-urbanas;
desarrollo rural con enfoque territorial; y consolidación de la asociatividad territorial. En relación con
la informalidad en la tenencia de la tierra, propone
un programa de formalización masiva que se lleve a
cabo a través de intervenciones en el territorio por
barridos prediales. Asimismo, sugiere la creación de
un Fondo de Tierras con fines redistributivos como
instrumento para reducir la concentración de la
propiedad de la tierra rural y asegurar para los agricultores familiares tierra en cantidad y calidad suficiente, atada siempre a proyectos de generación
de ingresos. Igualmente, con el ánimo de promover
el desarrollo económico y social de zonas aisladas
del país con gran potencial, la Misión invita al Go-
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
ECONOMÍA COLOMBIANA
33
TEMA CENTRAL
bierno a facilitar la creación de Zonas de Desarrollo
Empresarial (ZDE) o modelos similares, en donde se
utilicen figuras como la concesión, el arrendamiento o el derecho real de superficie y no la entrega de
la propiedad de la tierra.
La Misión sugiere, además, el montaje gradual de un
centenar de Programas de Desarrollo Rural Integral
con Enfoque Territorial (PDRIET) en provincias o regiones con alta concentración de agricultores familiares, elevados niveles de pobreza y alto potencial
productivo. Estos programas buscarán articular y llevar de manera conjunta toda la oferta del Estado a
un mismo territorio, a través de una acción integral
que garantice la sostenibilidad y competitividad de
los territorios. Por otro lado, la Misión recomienda
mejorar el sistema de planeación y ordenamiento
territorial dando particular énfasis al fortalecimiento de las capacidades y el rol de los departamentos, discriminar los presupuestos de inversión entre
el área urbana y rural para evidenciar la adecuada
distribución de recursos públicos para el campo y
apoyar la conformación de provincias y regiones de
planificación y gestión como figuras de integración
territorial que generen sinergias y economías de escala en la administración pública.
Finalmente, la Misión hace varias recomendaciones
de ajuste a la institucionalidad. En primer lugar, recomienda la conformación de un CONPES RURAL
y un CONFIS RURAL como escenarios de coordinación de las inversiones a largo plazo de todo el gobierno en el mundo rural (planes decenales que se
actualizan periódicamente) y asegurar los recursos
correspondientes. Invita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural a retomar su papel de rector
de la política agropecuaria y de desarrollo rural,
dejando la ejecución en cabeza de sus entidades
adscritas. Propone la liquidación del INCODER y la
creación de cuatro entidades: i) una Agencia Nacional de Tierras a cargo del proceso de formalización,
la política redistributiva del Fondo de Tierras y la administración de tierras del Estado; ii) un Fondo (o
Agencia) de Desarrollo Rural como entidad de promoción, gestión y cofinanciación para el desarrollo
productivo y el fortalecimiento de la institucionalidad local, en donde la estructuración de proyectos, la priorización de inversiones y la ejecución de
recursos se hace a nivel local y/o regional; iii) una
Agencia de Promoción de Inversiones Agropecuarias y Agroindustriales encargada de incentivar la
inversión privada en cadenas productivas con gran
potencial de mercado externo o interno; y iv) una
Unidad Administrativa Especial de Asistencia Técnica y Acompañamiento Integral que lidere, en com34
ECONOMÍA COLOMBIANA
pañía de las entidades territoriales, la ejecución de
los recursos del Gobierno Nacional destinados a
brindar asistencia técnica y acompañamiento integral a los pequeños y medianos productores4.
En cuanto a las entidades adscritas existentes, se
propone: i) consolidar a CORPOICA como la entidad coordinadora del Sistema Nacional de Ciencia
Tecnología e Innovación Agropecuaria; ii) continuar
con el ajuste institucional del ICA, buscando que la
entidad cuente con personal técnico idóneo e infraestructura moderna, iii) especializar a FINAGRO
en sus tareas de banca de segundo piso y aportes
de inversión de capital de riesgo; iv) llevar al Banco
Agrario a tener un papel activo en materia de captación de recursos y manejo de riesgo; v) especializar
a la AUNAP en la regulación y vigilancia del manejo
del recurso acuícola y pesquero; y vi) fortalecer a la
UPRA para consolidarla como el principal brazo técnico del MADR.
Finalmente, dentro de una visión de un desarrollo
rural en donde los actores locales y regionales juegan un papel protagónico, la Misión invita al Gobierno a poner en marcha un programa de gran alcance
para promover y fortalecer las organizaciones de
productores y las organizaciones sociales, así como
para ajustar los espacios de participación, empoderarlos y darles instrumentos para que respondan a
los principios de transparencia, democracia y planeación participativa.
La Misión estima el costo de sus propuestas en $13
billones de pesos (de 2015) por año, lo que equivale
al 1,2% del PIB, de los cuales $8,1 billones, equivalentes al 0,7% del PIB, serían gastos nuevos y el resto sería financiado con la reasignación de recursos
existentes, particularmente con la reorientación de
gastos de las zonas urbanas hacia las rurales. La mayoría de los recursos nuevos están asociados con
los gastos requeridos en inclusión social (29%), vías
terciarias (22%) y Ciencia, Tecnología, Innovación y
el servicio de asistencia técnica directa y acompañamiento integral a los pequeños productores (16%).
Los recursos deberán quedar asegurados mediante
la asignación de rentas con destinación específica
o con una norma que establezca que una proporción mínima del presupuesto deberá ser destinada
al plan decenal de inversiones en el mundo rural.
4 Cabe anotar que las dos primeras fueron creadas por el Gobierno
Nacional a fines de 2015, en parte con base en facultades extraordinarias incluidas en el Plan de Desarrollo que respondieron a las recomendaciones tempranas de la Misión. Los apoyos para asistencia técnica
fueron incorporados a las funciones de la Agenda de Desarrollo Rural.
La recomendación de liquidar el INCODER fue igualmente acogida en los
decretos correspondientes.
TEMA CENTRAL
El Plan
Colombia Siembra
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
y las recomendaciones
de la
Misión Rural
El Plan Colombia Siembra no debe promover amplias áreas de
monocultivos que vayan en contra de la diversificación productiva
de territorios. La diversidad es nuestra principal ventaja natural
y no es conveniente uniformar los sistemas productivos agropecuarios.
Santiago Perry*
El plan Colombia Siembra es la estrategia con la que
el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural aspira
a incrementar la superficie sembrada en un millón de
hectáreas. Lanzado a principios de octubre de 2015,
Colombia Siembra busca aprovechar la significativa
devaluación del peso, ocasionada por la destorcida
de los precios del petróleo, para sustituir importaciones e impulsar las exportaciones de bienes agropecuarios1.
Con el aumento de las áreas de maíz, forestales,
soya, cacao, palma de aceite y frutales (los tres últimos para exportación), el plan aspira a que entre
* Director de la Corporación PBA. Miembro del Consejo Directivo de
la Misión para la Transformación del Campo. Coordinador del Grupo
Diálogo Rural.
1 A falta de un documento oficial completo sobre el plan Colombia
Siembra, la información y aseveraciones que se hacen en este escrito se
basan en diferentes fuentes del MADR, como su sitio Web, declaraciones
de sus directivos y una presentación general en power point del 1 de
octubre de 2015.
Vea aquí la presentación del autor
https://youtu.be/e7BmpAGkh2k
2015 y 2018 se logre el incremento del millón de
hectáreas sembradas. Lo anterior espera conseguirlo
haciendo una zonificación agrícola del país, poniendo en marcha programas de extensión y de administración de riesgos agropecuarios, mejorando el
acceso al crédito y promoviendo unas escuelas de
emprendimiento rural.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Estrategias similares se han puesto en práctica en
el pasado, en diversas coyunturas, con resultados
más o menos satisfactorios. Tales fueron los casos
del Plan de Oferta Selectiva de fines de la década del
ochenta del siglo pasado - previendo un incremento
de las cotizaciones internacionales de los bienes agrícolas -, el Plan de Reactivación de la primera mitad de
los noventa y el PROAGRO de la segunda mitad de
esa misma década. En todos ellos se combinaron distintos instrumentos que permitieran incrementar rápidamente la producción obtenida, en buena medida
con la expansión de la superficie sembrada, teniendo
en cuenta que era muy inferior a las áreas con vocación agrícola con que cuenta el país. Se concertó
ECONOMÍA COLOMBIANA
35
TEMA CENTRAL
con el sector privado, se buscó coordinar la acción
de las entidades gubernamentales, se vinculó a las
autoridades departamentales y se trató de romper
cuellos de botella que dificultaran el aumento de la
producción.
No obstante, en todos los casos mencionados se
entendieron estos planes como acciones coyunturales y de choque, que buscaban aprovechar determinadas circunstancias para aumentar las áreas sembradas. Estos planes no reemplazaban la política de
desarrollo agrario, y mucho menos la de desarrollo
rural, ni pretendían tener un mayor alcance que el ya
mencionado. Empero, el MADR parece darle una mayor trascendencia al Plan Colombia Siembra, según
se desprende de la siguiente aseveración: “‘Colombia Siembra’, representa una apuesta por un nuevo
renacer del campo colombiano, con la cual vamos a
cumplir con el propósito del Gobierno del Presidente
Juan Manuel Santos de trasformar el campo”2.
La Misión propone
que el desarrollo
rural se construya
desde los territorios,
con la decidida
participación de
todos sus actores,
teniendo en cuenta
de manera muy
especial a los
más pobres
y marginados.
Este planteamiento se realizó cuando ya se conocía
la mayoría de documentos y recomendaciones de la
Misión que creó la Presidencia de la República precisamente para transformar el campo colombiano.
La Misión definió tres principios, o ideas fuerza, para
lograr su cometido: i) desarrollo territorial participativo que tiene en cuenta las enormes diferencias
entre regiones y a los habitantes rurales como protagonistas de su desarrollo, ii) concepción integral del
desarrollo, que busca la inclusión social y productiva
de todos los habitantes rurales y iii) desarrollo rural
competitivo y ambientalmente sostenible basado,
ante todo, en la provisión adecuada de servicios y
bienes públicos.
Asimismo, estableció seis estrategias que, en conjunto, promueven una transformación integral del
campo colombiano: una de inclusión social, otra de
inclusión productiva y agricultura familiar, una tercera de competitividad basada en la provisión de servicios y bienes públicos sectoriales, una cuarta de sostenibilidad ambiental, una quinta de ordenamiento y
desarrollo territorial y, finalmente, una que propende
por un arreglo institucional integral y multisectorial.
Desarrollo de los territorios
Con estas propuestas la Misión para la Transformación del Campo busca propiciar un desarrollo integral de los territorios rurales colombianos, en los que
se logren propósitos de equidad, competitividad y
sostenibilidad.
Como es obvio, los alcances del plan Colombia Siembra distan mucho de los que persiguen las estrategias y recomendaciones de la Misión. Entre otras,
por las siguientes razones:
1.La Misión para la Transformación del Campo
propone una estrategia de desarrollo rural multisectorial, que contempla las diversas fuentes de
generación de ingresos en las áreas rurales – y
no solo las agropecuarias -, la dotación de bienes
y servicios públicos a los territorios rurales, el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento institucional. El Plan Colombia Siembra, por su parte,
es una estrategia estrictamente sectorial.
La Misión reconoce los cambios que se han venido presentando en las áreas rurales y en su
relación con los centros urbanos. Han surgido
y se han consolidado actividades de generación
2 Véase el sitio Web del Ministerio de Agricultura, 01/10/2015. Subrayado nuestro.
36
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
de ingresos diferentes a las agropecuarias y,
aunque estas últimas siguen siendo la principal
fuente de ingresos de las familias rurales, otras
actividades han venido ganando importancia. El
turismo rural, ecológico y de aventura, la minería
artesanal, los servicios ambientales, las artesanías y pequeñas industrias, el comercio, el transporte y otros servicios han adquirido creciente
participación en los ingresos rurales, y tienen un
gran potencial para contribuir al mejoramiento
del nivel de vida de los moradores rurales y de los
territorios donde ellos habitan.
Asimismo, la Misión comprende que sin educación y salud de calidad para los habitantes del
campo, protección social, condiciones dignas de
habitabilidad, servicios públicos, infraestructura
de comunicaciones, cultura y recreación, no habrá verdadero desarrollo de las zonas rurales, ni
será posible que las nuevas generaciones quieran permanecer y aplicar en ellas sus esfuerzos,
ingenio y creatividad.
De manera que para la Misión la transformación
del campo va mucho más allá de la reactivación
agrícola.
2.Mientras la Misión para la Transformación del
Campo privilegia los bienes públicos respecto
a las ayudas y/o subsidios individuales, el Plan
Colombia Siembra parece basarse en estos últimos. En este sentido la Misión propone que los
esfuerzos y recursos públicos se enfoquen en resolver problemas fundamentales para lograr una
mejor calidad de vida de los habitantes del campo y una mayor competitividad y sostenibilidad
de las actividades rurales. En el primer aspecto,
otorga una gran importancia al mejoramiento de
las muy deficientes educación, salud, protección
social, servicios públicos, condiciones de habitabilidad y vías de comunicación con que hoy en
día cuentan las áreas rurales del país.
El mejoramiento de estas últimas, además, se
considera vital para incrementar la rentabilidad y
la competitividad de las actividades rurales. Los
enormes costos que el pésimo estado de las vías
de comunicación genera en la actualidad en el
transporte de los productos agropecuarios - y
otros bienes rurales - de las zonas de producción
a las de consumo y transformación, así como las
dificultades que supone llegar a los sitios donde
se pueden desarrollar iniciativas de turismo rural
y ecológico y prestar otros servicios eco-sistémi-
cos, constituyen un obstáculo mayúsculo para el
desarrollo rentable y competitivo de las actividades económicas rurales.
Junto con el mejoramiento de las vías, la Misión
privilegia el impulso a la innovación con base en
un sistema nacional descentralizado y participativo, en el que en cada territorio los actores
rurales trabajen conjuntamente en la superación
de los problemas técnicos que enfrentan las actividades agropecuarias y las otras actividades
rurales, y en el que las economías familiares
cuenten con un acompañamiento integral para
mejorar sus sistemas productivos. A lo anterior
agrega la inversión en riego y adecuación de tierras y el mejoramiento del acceso al crédito, los
servicios financieros y otros servicios sectoriales,
indispensables para contar con una producción
rentable y competitiva.
Con la inversión en los mencionados bienes y servicios públicos la Misión propone una ambiciosa
estrategia de transformación de las condiciones
de vida y productivas en el campo colombiano.
Y privilegia este tipo de inversión a las ayudas y
subsidios individuales y coyunturales, los cuales
no tienen un impacto duradero en el mejoramiento de la productividad y la competitividad
de las actividades rurales y, generalmente, benefician a unos pocos, que cuentan con condiciones favorables para apropiarse de los subsidios
y ayudas y de las rentas que en ocasiones generan3. Más aún, cuando aquellos se distribuyen en
función de la producción o de las áreas sembradas obviamente benefician a quienes poseen y/o
pueden cultivar más tierras – pues cuentan con
el capital y los terrenos para hacerlo -, con lo que
refuerzan la elevada concentración de la riqueza
actualmente existente.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
3. La Misión otorga una gran prioridad a la inclusión
social y productiva de todos los habitantes rurales. La reducción de la pobreza rural, la disminución de las significativas desigualdades y el cierre
de brechas forman parte sustancial de las estrategias propuestas por la Misión. Lo anterior, no
únicamente por elementales consideraciones de
justicia y de sostenibilidad social en las áreas rura-
3 No solamente los grandes productores son los beneficiarios de estos
subsidios, sino que con frecuencia también lo son los dueños de las tierras, quienes incrementan los cánones de arrendamiento, o los grandes
productores de insumos que aprovechan su condición oligopólica para
incrementar sus precios y sus utilidades.
ECONOMÍA COLOMBIANA
37
TEMA CENTRAL
les, las cuales deben primar siempre en la acción
gubernamental, sino también en razón al mejor
aprovechamiento de los recursos productivos y al
mayor desarrollo económico de estos territorios.
No sobra recordar que desde la segunda mitad
del siglo pasado es bien sabido que la pequeña
propiedad agraria hace un uso más eficiente
de la tierra y los demás factores de producción
y genera mayor valor por hectárea que la gran
propiedad, como lo han demostrado numerosos
estudios en Colombia y en numerosos países en
los diferentes continentes4. Su fortalecimiento
contribuye de manera sustancial a la reducción
de la pobreza rural5. Asimismo, diversos trabajos
han mostrado que en los territorios con una más
equitativa distribución del ingreso se logra un
crecimiento económico más dinámico y, obviamente, con mayor reducción de la pobreza6.
De manera que la Misión le da una gran importancia al mejoramiento de las condiciones sociales y productivas de la inmensa mayoría de los
habitantes rurales, y lo hace tanto por razones
de equidad como por consideraciones de desarrollo económico. En el Plan Colombia Siembra,
por su parte, no parece que la equidad y la inclusión productiva jueguen un papel significativo.
4.La Misión propone que el desarrollo rural se
construya desde los territorios, con la decidida
participación de todos sus actores, teniendo en
cuenta de manera muy especial a los más pobres
y marginados. Los territorios colombianos son
muy variados. Su dotación de recursos naturales,
su ubicación frente a los mercados, sus particulares patrones de ocupación por parte de sus pobladores, entre otras razones, determinan dinámicas y pautas de desarrollo muy disímiles. Muy
diferentes son el desarrollo y la potencialidad de
los feraces valles interandinos, con los de las mega-diversas Amazonia y Choco biogeográfico, o
con la desértica Guajira, o con las verdes planicies y laderas de las cordilleras colombianas.
El conocimiento, las experiencias, los deseos y
los intereses de sus pobladores son fundamentales para definir lo que quieren lograr en su territorio y la manera como deben hacerlo. Son ellos
quienes viven y transforman diariamente los territorios en los que habitan. El gobierno nacional
debe velar porque su desarrollo sea armónico,
equitativo y sostenible, contribuyendo fundamentalmente con desarrollo de capacidades,
orientaciones de política y recursos financieros.
Pero debe respetar la diversidad y diversificación
de las economías territoriales y sus particulares
características.
Un desarrollo rural integral, multisectorial y participativo de los diferentes territorios colombianos como el propuesto por la Misión está obviamente muy distante de las metas sectoriales
y de corto plazo del plan Colombia Siembra, y
de una “zonificación agrícola” hecha desde los
despachos de la capital únicamente con criterios
tecnológicos.
5.La Misión para la Transformación del Campo
hizo planteamientos novedosos en otra serie de
temas, indispensables para transformar las condiciones de vida en el campo colombiano. Tales
son los casos, por ejemplo, de los realizados en
el tema institucional o en el ámbito de la ciencia,
la tecnología y la innovación7.
En el primero, la Misión plantea un cambio significativo, incluso desde los atributos y roles
estratégicos que debe tener la nueva institucionalidad: propiciar la participación y enfocarse en
el empoderamiento de la comunidad; ser desconcentrada, construida de abajo hacia arriba y
contribuir a profundizar la descentralización; fortalecer las capacidades territoriales y orientarse
a dinamizar las economías locales y regionales;
operar sobre la base de políticas públicas rurales
de mediano y largo plazos; ser simple y flexible, y
enfocarse a resultados.
4 Véase al respecto la amplia bibliografía citada por Forero (2012),
Perry (2013), Perry (2015) y el detallado análisis que sobre el tema
hace Michael Lipton (2009).
5 Ibid, así como el completo trabajo del Banco Mundial coordinado por
Binswanger, Bourguignon and van den Brink, editors (2010).
6 Lo que confirman los numerosos estudios realizados por RIMISP en
el marco del programa Dinámicas Territoriales en más de diez países de
América Latina y el Caribe.
7 Véase los capítulos 13 y 17 del informe detallado de la Misión, respectivamente.
38
ECONOMÍA COLOMBIANA
Para llevarlo a la práctica plantea cinco líneas de
acción, que configuran un decisivo remozamiento institucional: a) una estrategia para garantizar
la coordinación intersectorial de las entidades
nacionales en los territorios y ajustes a la institucionalidad y al modelo presupuestal de los sectores relacionados con el desarrollo rural para que
lo contemplen adecuadamente; b) una reforma
sustancial de la institucionalidad sectorial (Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y sus
entidades adscritas) que incluye el retorno del
TEMA CENTRAL
Contenido
Ministerio a su papel de formulador de políticas
y de las entidades al de ejecutoras de las mismas;
c) unos lineamientos para la coordinación nación
– territorios – comunidades, que comprende
una estrategia para el fortalecimiento de la institucionalidad territorial; d) un diseño novedoso
y participativo para la institucionalidad territorial
y una estrategia de fortalecimiento de las organizaciones de base, y e) una institucionalidad para
la información agropecuaria y de desarrollo rural.
Estos cambios en la institucionalidad son indispensables para que se cuente con las condiciones requeridas para transformar y modernizar el
campo colombiano y para que los territorios se
desarrollen con el concurso y para el beneficio de
todos sus actores. Cambios que no parece contemplar el plan Colombia Siembra.
En el segundo, la Misión propone modificar los
paradigmas tecnológicos prevalecientes en el
país desde mediados del siglo pasado, desde
la época de la mal llamada “revolución verde”,
basados en el uso intensivo de agroquímicos y
en una estrategia vertical de generación y transmisión de conocimientos que desconocía los
conocimientos de los productores y las particularidades de los muy diversos agro-ecosistemas
existentes en el país, por uno de cooperación horizontal entre actores en el marco de sistemas de
innovación.
La nueva estrategia parte de reconocer que hay
múltiples fuentes de conocimiento (los productores familiares, los empresarios, los investigadores, los técnicos, los académicos, etc.), y que
todas ellas deben trabajar conjuntamente para
promover y escalar masivamente procesos de
innovación que contribuyan al cambio técnico y
productivo que se requiere para que los sistemas
productivos de un determinado territorio sean
rentables, competitivos y sostenibles. Estos sistemas territoriales de innovación se articulan y
cooperan a través de redes de aprendizaje e innovación con otros sistemas similares y con los
grupos de investigación que en los ámbitos nacional e internacional trabajan temas similares
y/o complementarios, de manera que puedan conocer y aplicar las experiencias más avanzadas
que puedan ser útiles para sus sistemas productivos y para las condiciones de sus territorios.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Los sistemas territoriales de innovación y las redes se complementan con estrategias de acompañamiento integral, desarrollo de capacidades,
gestión del conocimiento, propiedad intelectual
y seguimiento y evaluación que conforman conjuntamente el sistema nacional de innovación.
Particular mención merece la de acompañamiento integral - que reemplaza a la vieja y fracasada
política de asistencia técnica vertical - en la cual
entidades debidamente capacitadas y certificadas acompañan a los agricultores familiares en
ECONOMÍA COLOMBIANA
39
TEMA CENTRAL
Consideraciones finales
El incremento de
la producción agrícola
no solamente se debe
lograr aumentando los
rendimientos de las
superficies hoy en día
sembradas, sino
cultivando las tierras
con vocación agrícola
que en la actualidad
ocupa la ganadería
extensiva.
sus procesos de innovación y desarrollo – teniendo en cuenta sus conocimientos, experiencias, deseos y capacidad de experimentación - y
contribuyen a su empoderamiento y al desarrollo
de sus capacidades, tanto en los campos técnico
y productivo, como en el organizativo, el empresarial y el comercial.
40
La propuesta de extensión rural y difusión de paquetes tecnológicos del plan Colombia Siembra
parece enmarcarse más en la vieja concepción
de la asistencia técnica vertical divulgadora de
“paquetes” técnicos de carácter general, que en
la nueva de trabajo conjunto en cada uno de los
diversos territorios colombianos, colaboración
en redes, empoderamiento y desarrollo de capacidades.
En síntesis, si bien el plan Colombia Siembra puede cumplir propósitos de corto plazo de incremento de la producción agrícola, de disminución
de las importaciones y de aumento de las exportaciones agropecuarias, todos ellos muy loables
e importantes en una política sectorial, no puede
reemplazar a una estrategia integral de desarrollo rural de los variados territorios del país que
transforme las precarias condiciones de vida y
productivas del campo colombiano.
ECONOMÍA COLOMBIANA
En todo caso, para que el Plan Colombia Siembra
juegue un rol positivo en la política sectorial agropecuaria, debería tener en cuenta las siguientes consideraciones:
• El incremento de la producción agrícola debe buscarse principalmente con base en el aumento de
la productividad, más que en la expansión de las
áreas sembradas. Los trabajos de la Misión y los
datos del reciente Censo Nacional Agropecuario
corroboran las serias deficiencias que en materia
de productividad se presentan en el agro colombiano y el amplio campo de trabajo existente en
esta materia. En la misma superficie actualmente
cultivada se puede incrementar de manera sustancial la producción agrícola, siempre y cuando
se concentren esfuerzos en el mejoramiento tecnológico de los sistemas productivos agrícolas y
en infraestructura de riego y drenaje.
Pero el incremento de la producción agrícola no
solamente se debe lograr aumentando los rendimientos de las superficies hoy en día sembradas,
sino cultivando las tierras con vocación agrícola
que en la actualidad ocupa la ganadería extensiva. Diversos estudios han insistido, desde hace
años, en que una reconversión de la ganadería –
basada en tecnologías ya existentes y probadas
en el país – permitiría que mantenga o aumente
su producción en un área sustancialmente menor a la que actualmente ocupa8, y que libere
para la agricultura las tierras que tienen tal vocación. Esta reconversión debería impulsarla el
plan Colombia Siembra.
Es en esas áreas, y no expandiendo la frontera
agrícola, ni cultivando ecosistemas frágiles, donde debería hacerse cualquier aumento de las superficies con cultivos agrícolas en el país.
• El plan debe fomentar únicamente producciones
potencialmente competitivas, que no vayan a requerir de subsidios y/o ayudas gubernamentales
para subsistir. Para ello, además de los recursos
que se inviertan en ciencia, tecnología e innovación y en infraestructura de riego y drenaje – aspectos ya mencionados – fundamentales para
mejorar la competitividad de la producción agrícola, se debería dar prioridad a la modernización
de los canales de comercialización, el fomento
8 Véase, por ejemplo, CORPOICA (2000) y Misión Paz (2001). El segundo, incluso, hace unos interesantes estimativos en esta materia.
TEMA CENTRAL
de la asociatividad, la infraestructura vial y los
servicios públicos, indispensables para que las
cosechas no pierdan la competitividad una vez
salgan de las parcelas donde se cultivan.
Dedicar los recursos públicos a las inversiones
mencionadas beneficiará a todo tipo de productores – tanto a los agricultores familiares como
a los de mayor tamaño, todos los cuales deben
participar de la reactivación y la modernización
agrícolas - y contribuirá mucho más al incremento sostenido y sostenible de la producción agropecuaria, que destinarlos a ayudas individuales y
puntuales, que pueden tener un impacto transitorio pero ser contraproducentes en el mediano
y largo plazos.
• El Plan Colombia Siembra no debe promover amplias áreas de monocultivos que vayan en contra
de la diversificación productiva de los territorios.
La diversidad es nuestra principal ventaja natural, y no es conveniente uniformizar los sistemas
productivos agropecuarios. En este sentido, el
plan debería cobijar a todos los cultivos que se
puedan producir competitivamente en los territorios para atender mercados locales, nacionales
o internacionales, y no concentrase en unos pocos. La inversión en los bienes y servicios públicos ya mencionados beneficiaría a todos ellos, y
dejaría las decisiones de siembra en los agricultores y demás actores territoriales.
Los aspectos señalados deberían tenerse en
cuenta en el diseño detallado del plan Colombia
Siembra y del resto de la política sectorial agropecuaria. Y muy especialmente debe cuidarse
que el plan no vaya en contravía de las orientaciones generales y de largo plazo de una estrategia de desarrollo rural integral, construida desde
los territorios, la cual debe ponerse en marcha a
la mayor brevedad posible para que la anhelada
transformación del campo colombiano inicie con
paso firme su complejo recorrido.
Bibliografía
Berdegué, Julio (2012), Dinámicas Territoriales Rurales
en América Latina. Serie Claves para el Desarrollo Territorial, Santiago Chile, Rimisp-Centro Latinoamericano para
el Desarrollo Rural.
Binswanger, Bourguignon and van den Brink, editors
(2010), Agricultural Land Redistribution, World Bank,
Washington D.C.
CORPOICA (2000), Plan de Modernización de la Ganadería Bovina Colombiana, Bogotá.
Forero, J. (2012). Propuesta de Investigación, Eficiencia
y Productividad en la Pequeña Propiedad Rural en Colombia, Bogotá.
Lipton, M. (2009). Land Reform in Developing Countries:
Property Rights and Property Wrongs, London: Routledge.
Minagricultura (2015), Colombia Siembra, presentación
en diapositivas, Bogotá, octubre 1.
Misión para la Transformación del Campo (2015), El
campo colombiano: un camino hacia el bienestar y la paz,
Bogotá, Departamento Nacional de Planeación.
Misión para la Transformación del Campo (2015), Estrategia de Ajuste Institucional para el Desarrollo Rural
y Agropecuario, informe detallado, capítulo 13, Bogotá,
Departamento Nacional de Planeación.
Misión para la Transformación del Campo (2015), Estrategia de Ciencia, Tecnología e Innovación Agropecuaria
y Acompañamiento Integral, informe detallado, capítulo
17, Bogotá, Departamento Nacional de Planeación.
Contenido
Misión Paz (2001), Desarrollo agropecuario y rural: la
estrategia, Junio.
Ocampo (1993), Memoria 1992 – 1993, Bogotá, noviembre.
Ocampo (1994), Memorias del Señor Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Marzo de 1993 – Agosto de
1994, Bogotá, agosto.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Ocampo y Perry (1995), El giro de la política agropecuaria, Bogotá, Fonade, DNP, TM Editores.
Perry (1990), Cuatro ensayos sobre política agraria, El
Áncora Editores, Bogotá.
Anterior página
Perry (2012), Agricultura familiar y seguridad alimentaria en los países andinos, Bogotá.
Zoom +
Perry (2013), Desarrollo rural con equidad y con enfoque
territorial: requisito para la paz y el desarrollo, en Diálogos de la Habana: Miradas Múltiples desde la Universidad, Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de
Paz de la U.N.
Rosas (1989), Memoria al Congreso Nacional 1988
-1989, Bogotá.
Rosas (1992), Por el pleno desarrollo de nuestra agricultura. Memoria 1989 -1990, Bogotá.
Villalba (2002), Informe al Congreso 1998 – 2002. Reactivación y modernización con visión de futuro, Bogotá.
ECONOMÍA COLOMBIANA
41
TEMA CENTRAL
Lo que nos depara
TEMA CENTRAL
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
el posacuerdo
en el campo
La reconstrucción territorial se constituye en un tema recurrente
en el proceso de cambio institucional, especialmente desde el
concepto de Estado, teniendo que llegar al producto final resultante
de acuerdos elaborados entre los actores (comunidad-Estado).
Rafael Pardo Rueda*
Colombia se identifica por ser un país con características complejas en su geografía, con diferentes grados de desarrollo regional y condiciones culturales y
sociales heterogéneas. Estas diferencias que se han
visto plasmadas en grandes brechas y desequilibrios
económicos y sociales - lo cual a su vez ha estimulado la desintegración y desarticulación de algunas
regiones a la vida económica, social e institucional
del país- están a la base de los inicios de nuestra
vida como Nación y hacen parte de las causas históricas del conflicto que ha vivido el país en las últimas seis décadas. Generar soluciones estructurales
en lo regional, lo que a su vez pasa por generar
soluciones en lo rural, hace parte fundamental del
marco estratégico propuesto por el Gobierno Nacional para avanzar en dirección a la construcción de
* Alto consejero para el posconflicto, derechos humanos y seguridad.
42
ECONOMÍA COLOMBIANA
A partir de reconocer que si bien es cierto hemos logrado avances significativos en torno al sector rural
del país y la existencia de políticas e instrumentos
que fueron de utilidad para el desarrollo de esta, no
hemos logrado cerrar las brechas de desigualdad y de
inequidad en la sociedad colombiana y especialmente entre el sector rural, el campo y las ciudades. No
hay que olvidar que la deserción de los campos en las
últimas cuatro décadas por violencia física, pero especialmente por la falta de oportunidades o simplemente por la precaria rentabilidad de las diferentes actividades del sector rural, ha conllevado a la migración
de estas poblaciones rurales a engrosar los cordones
de miseria y de invasiones en las ciudades del país.
Para contrarrestar este fenómeno socio económico,
es necesario iniciar una serie de acciones inmediatas a nivel institucional tendientes a cerrar las brechas, reconociendo que la diversidad regional es un
activo para tener en cuenta a la hora de hacer la
planeación de recursos y aportar al desarrollo local,
regional y nacional y como consecuencia de este,
a la construcción de paz. En los últimos meses se
presentó el resultado del estudio del sector denominado Misión para la Transformación del Campo,
MISION RURAL. Este estudio busca definir los lineamientos de la política pública para el sector rural en
su conjunto y presenta una definición clara de las
acciones e inversión pública para el desarrollo rural
y agropecuario en los próximos 20 años de nuestros
campos y plantea seis estrategias:
•Ordenamiento y desarrollo territorial;
un nuevo país cimentado sobre la paz, tan anhelada
por todos los colombianos.
• El cierre de brechas sociales con enfoque de derechos;
No es gratuito que a la base de cualquier reivindicación de las comunidades siempre está la falta de
atención y de una adecuada presencia del Estado
Colombiano en las zonas rurales o más alejadas de
nuestra geografía para establecer un verdadero desarrollo regional. Por esto, en el proceso de La Habana, se tiene como primer punto el campo colombiano, el Desarrollo Regional, lo que nos conlleva a
que debemos generar para el campo colombiano, la
implementación de nuevos modelos de desarrollo
regionales, la presencia activa y permanente del Estado para que desde allí se estabilice la paz. Y es en
esos cuatro pilares fundamentales donde se inicia el
proceso: el acceso y uso de la tierra; establecimiento
de programas especiales de desarrollo con enfoque
territorial; planes de reducción de pobreza y pobreza extrema y un cuarto y último pilar, es un sistema
especial de seguridad alimentaria y nutricional.
• Inclusión productiva;
• Desarrollo de una ruralidad con énfasis en el sector agropecuario.
• Una estrategia no menos importante que las anteriores con varios elementos de sostenibilidad
ambiental para el desarrollo rural, y
• Una reforma institucional.
Por consiguiente es claro que el esfuerzo del Estado
Colombiano se centra en la reconstrucción territorial
y en el proceso de cambio en la manera de llevar la
institucionalidad al territorio con el fin último para
recobrar la legitimidad y autoridad del Estado en
el territorio y la comunidad, es decir, el concepto
de Nación, a partir de la combinación de criterios
técnicos con espacios de planificación, discusión y
validación de las propuestas de construcción de región que deben acompañar la institucionalidad local,
regional y nacional. Es cierto que el gobierno nacional debe asumir el liderazgo y una gran cantidad de
desafíos operativos por resolver, entre los cuales se
encuentran esfuerzos de investigación que contribuyan a ampliar la comprensión sobre procesos localizados para la promoción del desarrollo, así como,
articular la interacción de lo público con lo privado,
concertar y definir los mecanismos e incentivos más
apropiados para garantizar la coordinación horizontal entre las distintas administraciones que operan
en un territorio rural local y la coordinación vertical
entre las administraciones de nivel nacional.
En la financiación
de las diferentes
actividades para
el campo se hace
perentorio un ajuste
a los mecanismos
de financiamiento,
así como la
instrumentalización
de las diferentes
políticas establecidas
en los últimos años,
que principalmente
buscan subsanar los
obstáculos que aun hoy
se presentan para el
acceso de los pequeños
productores al sistema
financiero.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
43
TEMA CENTRAL
Igualmente, en la financiación de las diferentes actividades para el campo se hace perentorio un ajuste
a los mecanismos de financiamiento, así como, la
instrumentalización de las diferentes políticas establecidas en los últimos años, que principalmente
buscan subsanar los obstáculos que aun hoy se presentan para el acceso de los pequeños productores
al sistema financiero. Fortalecer las iniciativas que
hoy se desarrollan en el territorio, en estas regiones
que se han convertido en soluciones concretas y
reales y que van en contra de mecanismos perversos de financiamiento, que fomentan la cultura de
la ilegalidad, como es el caso de los presta diario, o
gota a gota.
A nivel de la seguridad alimentaria es claro que las
comunidades rurales hoy día han perdido su capacidad de garantizar su alimentación como producto
de sus mismas actividades teniendo como consecuencia el desabastecimiento de los alimentos en
sus regiones. La implementación de un plan de incentivos para producir alimentos permitirá un real
abastecimiento de las despensas de los hogares
rurales y a su vez reactivaremos la dinámica productiva de nuestros campos.
Este es el marco estratégico de la construcción de
paz que contempla una serie de fases para su implementación, lo que permitirá al país ir avanzando hacia la consolidación de la paz y el desarrollo
territorial.
En una primera fase de 18 meses, debe generar la
estabilización de los acuerdos de paz de La Habana,
que se traduce en la implementación de proyectos
de respuesta rápida; una segunda fase de implementación y durabilidad de paz que tendrá una duración de 1 a 5 años y una tercera fase que contem-
pla transformaciones estructurales que permitirá la
sostenibilidad de la paz en un marco de 10 años.
La primera fase, que ya se inició, se implementará
mediante el mecanismo de Respuesta Rápida, como
programa de Construcción de Paz; tiene como líneas
de acción, justicia, desarrollo, gobernabilidad, seguridad y comunicación con impacto material y simbólico visible en los territorios y ante la opinión pública.
o lidera el Gobierno Nacional, en concertación con
autoridades y comunidades locales, buscando, generar confianza a través del acceso al Estado y el comienzo de la rehabilitación económica local.
TEMA CENTRAL
La incierta
del posconflicto
La reconstrucción territorial se constituye en un
tema recurrente en el proceso de cambio institucional, especialmente desde el concepto de Estado,
teniendo que llegar al producto final resultante de
acuerdos elaborados entre los actores (Comunidad-Estado), con base en una combinación de criterios técnicos y de identidad reconocidos por ambas
partes. De ahí que el gobierno nacional reconoce
que esta es una orientación clave para la determinación de un espacio legítimo de planificación e intervención, siendo realizada a través de la interacción
en los espacios públicos de deliberación, por medio
de los cuales se identifican oportunidades de cooperación que se materializan en proyectos territoriales. Estos proyectos son la principal herramienta
para la transformación productiva.
El esfuerzo financiero mayor por la paz lo tenemos y lo debemos
hacer los propios colombianos, con nuestros recursos.
Es, además, un asunto de dignidad nacional.
De esta manera espera el Gobierno colombiano y
la sociedad en general, contribuir a cerrar desde el
campo, desde el desarrollo regional y a través de
estrategias claras de desarrollo rural integral, las
brechas y desequilibrios económicos y sociales que
han estado presentes a lo largo de varias décadas de
conflicto armado en Colombia.
Una de las expresiones de la profunda crisis fiscal
por la que atraviesa el país, que se ha visto magnificada por la tardanza en presentar la reforma tributaria estructural, la podemos constatar en la deficiente provisión de recursos a nivel presupuestal que
empieza a observarse para financiar el posconflicto.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Juan Camilo Restrepo Salazar*
No todo es tampoco falta de recursos. A nivel institucional también se observan preocupantes demoras en la puesta en marcha de las entidades que van
a ser responsables para desarrollar el posconflicto,
muy especialmente en el campo rural.
* Exministro de Agricultura y de Hacienda.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Siguiente
Artículo
financiación
Hasta el momento poco o nada se ha avanzado en
los aprestamientos para poner en marcha “el fondo
de tierras” de que trata el punto No.1 de los acuerdos de La Habana. Durante los últimos dos años el
papel del Incoder (hoy en liquidación) ha sido extremadamente opaco. No ha jalonado con rigor político la recuperación para el Estado de cerca de dos
millones de hectáreas en que podemos estimar los
44
Artículo
Anterior
baldíos de que ha sido despojado el Estado, y que
resulta indispensable recuperarlos para con ellos
conformar la masa crítica de las políticas agrarias
del posconflicto.
Tampoco ha sabido el Incoder aprovechar el alcance de la trascendental sentencia que dictó recientemente la Corte Constitucional, en virtud de la cual
se eliminó el efecto suspensivo ante el Consejo de
Estado que se estaba interponiendo al concluir administrativamente los procesos agrarios en el Incoder.
Lo que en la práctica estaba paralizando la puesta en
marcha de una política agraria de carácter progresista como la que requiere el posconflicto en Colombia.
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Mediante sentencia de septiembre 30 del 2015, la
Corte Constitucional declaró la inconstitucionalidad
de los artículos 50 (parcial) y 53 (parcial) de la Ley
160 de 1994.
Este fallo tiene, y, sobre todo, habrá de tener, gran importancia, para la aplicación del Derecho Agrario en el
posconflicto y, muy especialmente, en el desarrollo
del acuerdo número uno de la agenda de La Habana.
ECONOMÍA COLOMBIANA
45
TEMA CENTRAL
Las normas demandadas establecían que en los procesos agrarios, además del recurso de reposición
ante el Incoder al terminar la fase administrativa,
procedía el de revisión ante el Consejo de Estado. Y
que mientras el alto tribunal administrativo no decidiera sobre dicho recurso de revisión, no era factible
registrar las determinaciones del Incoder en los folios correspondientes del Registro Público.
Como el Consejo de Estado se estaba demorando
entre 8 y 15 años para tomar una decisión sobre lo
correspondiente al recurso de revisión, ello significaba, en la práctica, la paralización de toda la política
agraria en los correspondientes procesos agrarios.
Recuérdese que los procesos agrarios versan sobre
asuntos cruciales de la política rural del país, tales
como la llamada clarificación de la propiedad, deslinde, recuperación de baldíos y extinción de dominio.
Aspectos todos fundamentales para poder adelantar políticas de recuperación de tierras a favor del
Estado y, a partir de allí, adelantar políticas de redistribución tierras.
Tampoco ha sabido
el Incoder aprovechar
el alcance de la
trascendental sentencia que
dictó recientemente la Corte
Constitucional,
en virtud de la cual
se eliminó el efecto
suspensivo ante el
Consejo de Estado que se
estaba interponiendo
al concluir
administrativamente
los procesos agrarios
en el Incoder.
46
ECONOMÍA COLOMBIANA
El primer argumento en el que se basa la Corte para
decretar la inconstitucionalidad de las normas mencionadas es el quebrantamiento del artículo 238 de
la Carta Política. “La suspensión provisional, dice
el alto tribunal, fue consagrada por el legislador
en el código contencioso administrativo, y posteriormente en el actual código de procedimiento y
de lo contencioso administrativo, como una medida cautelar, caracterizada por la jurisprudencia del
Consejo del Estado como una excepción al principio
de legalidad, el cual dispone que la decisiones de la
administración se presumen ajustadas a la Ley y por
tanto deben cumplirse...”. “El artículo 238 establece
como facultad propia de los jueces administrativos
suspender los efectos de los actos sujetos a su control, razón por la cual otra rama del poder público no
puede atribuirse una competencia que por mandato
expreso de la Constitución corresponde a la jurisdicción de lo contencioso administrativo”.
En otras palabras, la Corte encontró censurable que
fuera la ley la que dispusiera cuándo procedía el recurso de revisión en los procesos agrarios, puesto
que esta es una atribución del juez contencioso.
El segundo argumento en que se funda esta sentencia, y que quizás muestra la visión más fresca de
este fallo en cuanto se refiere al Derecho Agrario, es
la interpretación que le da al artículo 64 de la Carta
Política, que, como se recuerda, establece que “es
deber del Estado promover el acceso progresivo a la
propiedad de la tierra de los trabajadores agrarios,
en forma individual o asociativa, y a los servicios de
educación, salud, vivienda, seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de
los productos, asistencia técnica y empresarial, con
el fin de mejorar el ingreso y calidad de vida de los
campesinos”.
El hecho de que un recurso de revisión se pueda
demorar hasta 15 años en el Consejo de Estado
conduce en la práctica a que, al no poderse ejecutar
durante este lapso de tiempo las decisiones de la
autoridad agraria, lleva a que se frustren los mandatos del artículo 64 de la Carta Política.
De allí que la Corte concluya que “las expresiones
acusadas conllevan una restricción de gran impacto
frente a la realización del artículo 64 de la Constitución, pues limitan significativamente la posibilidad
de que el Estado, luego de que ha surtido el respectivo proceso administrativo, disponga de los bienes
para contribuir a la dignificación de la vida de los
trabajadores del campo, lo cual puede lograrse, por
TEMA CENTRAL
ejemplo, mediante la adjudicación de baldíos a las
víctimas del desplazamiento forzado, de acuerdo
con el espíritu de la Ley 160 de 1994”:
“Como estos procesos pueden tardar varios años
sin resolverse, agrega, resulta desproporcionado y
contrario a la progresividad en materia de derechos
sociales, que aun cuando un juez no determine la
imperiosa necesidad de suspender los efectos de
tales actos administrativos, ello opere de plano, limitando sin fundamento alguno el mandato de distribución de las tierras entre población vulnerable,
como lo ordena el artículo 64 de la Constitución, e
impidiendo (es el tercer pilar argumental de la Corte) la materialización de las finalidades de interés
público y función social, que recaen sobre el derecho a la propiedad privada, de conformidad con el
artículo 58 de la Carta Política”.
Como puede verse, este fallo habrá de tener una
enorme transcendencia en la conformación del nuevo Derecho Agrario del posconflicto. Hasta esta sentencia, todos los esfuerzos de la autoridad agraria por
recuperar baldíos y con ellos adelantar políticas de
redistribución agraria estaban siendo frustrados por
la interposición de recurso de revisión con efecto suspensivo ante el Consejo de Estado, con lo cual quedaban paralizadas durante décadas las posibilidades
prácticas de adelantar políticas agrarias progresistas.
Tal como las requiere el posconflicto, y muy especialmente el desarrollo del acuerdo alcanzado en torno al
punto número uno de la agenda de La Habana.
También es preocupante la demora que forzosamente habrá de tener la puesta en marcha de las
dos agencias que van a sustituir la labor que venía
cumpliendo el Incoder. Se trata de la Agencia Nacional de Tierras –ANT y la Agencia de Desarrollo
Rural - ADR. Estas dos entidades, que habrán de
organizarse bajo la forma de agencia al estilo de la
Agencia Nacional de Infraestructura -ANI, resultan
fundamentales para el desarrollo institucional del
posconflicto rural.
Nótese que aún no han nacido a la vida jurídica. La
experiencia colombiana implica que mientras una
entidad es creada y el momento en que se puede
decir de ella que ya está en condiciones operativas
puede pasar más de un año.
Esto es especialmente inquietante si se tiene en
cuenta que ya estamos próximos a firmar el acuerdo
general para la terminación del conflicto de La Habana, vale decir, que nos aproximamos a la hora cero
en que comienza el llamado posconflicto y aún no
Contenido
vamos a contar en menos de un año con las agencias gubernamentales que se supone van a ser las
responsables de ejecutar y jalonar los compromisos
adquiridos en el punto No.1 de La Habana.
Busqueda de
palbras o frases
Costos del posconflicto
Vale la pena recordar también que aunque con una
formulación breve los acuerdos en torno al punto
No.1 de La Habana incluyen un compromiso que no
por lo escueto es menos vinculante, y que dice así:
“El Gobierno se compromete a asegurar la financiación de todos los compromisos derivados del presente acuerdo”.
Siguiente página
Anterior página
La discusión reciente, pues, de si hay suficiente financiación o no para honrar los compromisos que
se derivan de los acuerdos de La Habana queda plasmada en la frase transcrita que habrá de tener su
concreción presupuestal y fiscal al confeccionar el
gran plan del posconflicto rural, el cual, a su turno,
deberá ser la sumatoria de todos los planes sectoriales que se mencionan a lo largo del acuerdo.
Zoom +
Aún no existe una cuantificación detallada al respecto. Lo que hemos mencionado hasta el momento son, apenas, órdenes de magnitud para visualizar
la gran tarea financiera que tenemos por delante,
pero no es difícil anticipar que el costo fiscal del
posconflicto rural (que naturalmente se escalará en
varios años) es inmenso.
ECONOMÍA COLOMBIANA
47
TEMA CENTRAL
Un estudio reciente que hemos realizado en la Misión Rural, indica que, solo para desarrollar algunos
de los programas más importantes enumerados anteriormente, habrá que hacer inversiones del orden
de 0,6% del PIB por año, lo que significa cerca de
cinco billones de pesos anuales de inversiones públicas a lo largo de los años del posconflicto. Adicionales- y esto es muy importante tenerlo en cuenta- a
la inversión pública que ya se está ejecutando en el
sector rural. Si a este estimativo que se ha realizado
en la Misión Rural le sumamos otros gastos necesarios para desarrollar cabalmente los propósitos contemplados en el punto número uno de los acuerdos
de La Habana, como los relacionados con el Banco
de tierras y la modernización del Catastro Rural, llegamos a una cifra que no estará muy distante de
un punto del PIB por año. Es decir cerca de ocho
billones de pesos por año.
De ahí resulta que si por posconflicto entendemos
los diez años que seguirán a la firma de los acuerdos,
llegamos a una cifra del orden de ochenta billones de
pesos que se requerirá financiar - durante el período
que hemos dado en llamar el posconflicto rural.
Una parte de estas inversiones – quizás la más considerable- tendrá que venir del Presupuesto General
de la Nación, otra de los presupuestos de las entidades territoriales, una tercera fuente será el sector
privado y, por último, habrá un componente de cooperación internacional.
Ninguno de los componentes financieros del posconflicto rural está todavía cuantificado al detalle;
ni mucho menos ha empezado a incorporarse en las
proyecciones presupuestales.
Pero es necesario comenzar a hacerlo. El costo, aunque importante, no es inabordable para las finanzas
públicas del país en la próxima década, teniendo en
cuenta que está de por medio algo tan importante
como aclimatar las condiciones socioeconómicas
de la ruralidad colombiana que hagan sostenible la
paz en el futuro.
El gran reto de las finanzas públicas en Colombia en
los años venideros consistirá pues en definir cómo
se puede financiar adecuadamente los costos del
posconflicto, a partir del momento en que se firme
la paz, sin desquiciar la sanidad fiscal y los equilibrios presupuestales necesarios para mantener una
economía sana.
El reto y los órdenes de magnitud del financiamiento del posconflicto rural están, pues, ubicados; las
cifras exactas, la secuencia de las inversiones y los
montos exactos del financiamiento, aún no.
Inquieta mucho eso sí que hasta ahora el Ministerio de Hacienda y Crédito Público parece ir por un
lado, mientras que la paz va por otro. Aquí vemos
como la difícil situación fiscal del país está afectado
negativamente, por omisión o displicencia, el aprestamiento presupuestal del país para hacerle frente a
los compromisos fiscales que inexorablemente acarrea el posconflicto.
Es entendible que a medida que se avanza en la
evacuación de la agenda de la Habana o sea, ahora
que la posibilidad de alcanzar la paz se empieza
a verse como algo alcanzable y factible, el debate
sobre la financiación del post conflicto comienza a
salir a flote.
TEMA CENTRAL
Primero que todo, comencemos por definir qué es
y cuál es el marco temporal dentro del cual se hace
necesario visualizar el llamado posconflicto.
Al firmarse la paz y al entregarse las armas por parte de la subversión, lo atinente con el posconflicto
apenas comenzará. Se ha entendido como lo hemos
anotado que este podría ser un periodo de tiempo
de entre ocho a diez años, a partir de la firma de los
acuerdos de paz.
Es decir, el tiempo necesario para darle aplicación
práctica a lo que sean los compromisos adquiridos,
que ya empiezan a delinearse con bastante claridad,
como puede verse, a partir de los textos que han
sido divulgados.
Si estamos hablando de un periodo de tiempo de
entre ocho a diez años a partir del momento en que
se firme la paz, es evidente que al día de hoy no tienen por qué estar ni presupuestados ni en caja los
fondos públicos que demandará la implementación
del posconflicto.
Lo que si sabemos desde ahora es que estamos hablando de sumas muy cuantiosas, que aunque aún
no han sido cuantificadas al centavo, ya empezamos a tener una cuantificación gruesa de ellas.
Para el solo componente el post conflicto rural- que
será probablemente el más costoso de todos- se barajan cifras que fluctúan entre 80 y 100 billones de
pesos (para todo el periodo del posconflicto).
Es decir, que si pensamos en un periodo de diez
años para ejecutar los cometidos del posconflicto,
estaríamos hablando de que anualmente habría que
invertir, ahí sí vía los presupuestos anuales, algo entre 8 a 10 billones por año. Suma inmensa, pero no
imposible.
Sería algo así como dedicar a los fines del posconflicto una suma anual durante una década equivalente a lo que hoy se recauda anualmente por el impuesto al patrimonio. Téngase en cuenta que esta
cifra será adicional a lo que ya hoy es el monto de
las inversiones que viene ejecutando normalmente el Estado.
Cuando se revisa el punto número uno de lo acordado en La Habana nos encontramos con el compromiso de ejecutar diez planes sectoriales concretos de asuntos relacionados con el desarrollo
rural. Osea: el compromiso es inmenso, pero no
inabordable. Y en todo caso su costo será menor
que continuar con una guerra indefinida. Por eso
48
ECONOMÍA COLOMBIANA
Un estudio reciente
que hemos realizado
en la Misión Rural,
indica que, solo para
desarrollar algunos
de los programas más
importantes, habrá
que hacer inversiones
del orden de 0,6%
del PIB por año,
lo que significa cerca
de cinco billones de
pesos anuales.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
es tan incomprensible que se hubiera postergado
la presentación de la reforma tributaria integral
para el segundo semestre del 2016.
Siguiente página
La ANIF acuñó recientemente una frase por la cual
ya recibió el regaño correspondiente, pero que no
carece de razón: dijo que el Ministerio de Hacienda
se está especializando en el peligroso arte de postergar las medidas tributarias de fondo.
Anterior página
La mejor prueba de ello la vimos cuando el Ministro
de Salud, agobiado seguramente por la crisis fiscal de
su sector y teniendo que asumir un papel que no es
el suyo, se vio en la necesidad de dirigirse a la comisión de expertos tributarios solicitándoles que estudien un impuesto a las bebidas azucaradas y otras
medidas que podría generar importantes ingresos
para el maltrecho sector de la salud. ¿Qué tal que por
falta de coordinación otros ministros comenzaran a
disparar reformas tributarias cada uno por su lado?
Zoom +
La comisión de expertos tributarios no podía convertirse en un biombo detrás del cual se ocultara la
mala coordinación gubernamental. Ante la propuesta del ministro de salud, el de hacienda le dijo a su
colega que no opinaba y que mejor enviara sus propuestas a la comisión de sabios tributarios. Extraña
ECONOMÍA COLOMBIANA
49
TEMA CENTRAL
respuesta. O bien la propuesta del ministro de salud
era juiciosa en cuyo caso es responsabilidad del gobierno darle la debida consideración para evitar que
se profundice la crisis de la salud. O bien es necia
y entonces debería descartarla. Pero no escudarse
en la comisión para dilatar una decisión al respecto.
Los analistas coinciden en que los faltantes del
sector salud son inmensos: del orden de un punto
del PIB, es decir, algo así como 8 billones de pesos.
Para lo cual no hay financiamiento. De ahí que el
ministro Gaviria se viera obligado a proponer fórmulas fiscales.
Tal como lo revela el presupuesto para la vigencia
fiscal del 2016 el déficit fiscal sigue siendo gigantesco. Hasta el punto que obligó al gobierno a realizar recortes despiadados en el rubro de inversión
para el año entrante. Golpeando los objetivos de
inversión que se habían incluido en la ley del Plan de
Desarrollo sancionada hacía menos de un mes.
¿Cómo se explica que en menos de un mes (que fue
el tiempo que transcurrió entre la aprobación del
plan cuatrienal y la presentación del presupuesto
para la vigencia 2016) se hubiera dado un giro de
180 grados, y los responsables de la programación
presupuestal cayeran en cuenta que a la inversión
del plan había que recortarla? Infinidad de programas que se anunciaron a los cuatro vientos quedarán en eso: en anuncios. Recientemente se anunció
otro recorte (llamado eufemísticamente “aplazamiento”) por 6 billones de pesos.
La opacidad en las cifras fiscales sigue marcando
el paso. Por ejemplo, Fernando Zarama Vásquez y
Camilo Zarama Martínez en un libro que acaban de
publicar (editorial Legis, 2015) demuestran cómo
las reformas tributarias del 2012 y del 2014 (además de los defectos técnicos de que están plagadas
y del costoso error en que incurrieron al elevar las
tarifas de las empresas a niveles exhorbitantes) han
generado menos recaudos que si no se hubiera hecho nada.
Mientras tanto al gobierno se le está acabando el
tiempo político para tramitar una reforma de envergadura. Por el momento sigue- con una curiosa táctica homeopática- practicando el peligroso arte de
postergar las medidas fiscales de fondo.
Lo cierto es que los taxímetros de la paz están próximos a empezar a correr. El posconflicto se aproxima. Y los aprestamientos financieros del país o son
completamente insuficientes hasta el momento o
50
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
no existen, para hacer frente a esta inmensa responsabilidad histórica.
Si la paz se firma pronto, como la inmensa mayoría
de los colombianos deseamos, no podemos olvidar
que ella tendrá un costo presupuestal importante.
Tampoco pueden olvidarlo las autoridades presupuestales, en especial el Ministerio de Hacienda,
que hasta el momento poco o nada han previsto
para financiar la paz.
Estamos entrando en la recta final de las conversaciones de La Habana con la chequera vacía. Corriendo el grave riesgo de no poder cumplir con los
compromisos adquiridos o en vía de adquirirse. La
elemental consideración de que –así sean altos los
costos de la paz serán siempre menores que los de
la guerra— debería hacer más receptivo al Ministerio
de Hacienda sobre esta realidad.
Contenido
Tres ejemplos
Estamos entrando
en la recta final de
las conversaciones
de La Habana con
la chequera vacía,
corriendo el grave
riesgo de no
poder cumplir con
los compromisos
adquiridos
o en vía de
adquirirse.
Tres ejemplos – como lo hemos expuesto en este
artículo- ilustran la impreparación presupuestal para
el posconflicto.
En primer lugar, el acuerdo sobre el posconflicto rural contenido en el acuerdo ya firmado del punto número uno de la agenda de La Habana. Según cálculos
elaborados por Fedesarrollo para la Misión Rural será
necesario, para cumplirlo honorablemente, invertir
anualmente no menos de un punto del PIB por año,
lo que equivale a ocho billones de pesos. Nada de
eso está presupuestado. Y estamos, supuestamente,
en vísperas de empezar el posconflicto.
En segundo lugar, según noticias que aparecieron
recientemente, el solo montaje de la jurisdicción
especial de la paz, que se ha previsto dentro del esquema de la justicia transicional, costaría alrededor
de dos billones de pesos. Tampoco hay en el presupuesto nacional previsto un centavo para tal efecto.
Y esto sin contar con la congestión monumental
que se puede crear en esta jurisdicción especial de
la paz. El magistrado Néstor Raúl Correa ha descrito
bien lo que puede suceder: “A este tribunal con tan
pocos integrantes le va a quedar imposible tomar la
versión y notificar a 10.000 guerrilleros dispersados
en lo largo y ancho del territorio nacional, y no puede traer 10.000 guerrilleros a Bogotá para que hagan fila y escucharlos, porque no acabaría nunca”.
Y queda, en tercer lugar, el enorme interrogante de
quién deberá resarcir a las víctimas. ¿Los victimarios,
o sea las Farc, como sería lo lógico? ¿O el Estado,
como no sería lógico que sucediera, pero que, infortunadamente, la redacción ambigua del acuerdo
suscrito sobre justicia transicional da a entender? Si
es esto último, el costo para el erario será descomunal. Casi una bomba de tiempo para la política fiscal
del país. Y para lo cual no hay absolutamente nada
previsto, hasta el momento.
Los recursos de cooperación internacional que se
han estado solicitando plausiblemente para financiar el posconflicto (incluidos los famosos e inciertos 450 millones de dólares solicitados por Obama
al Congreso de su país, de mayorías republicanas)
algo ayudarán cuando aterricen. Y su aterrizaje
suele ser demorado. La cooperación internacional
financiará apenas una fracción menor del costo
del posconflicto. El esfuerzo financiero mayor por
la paz lo tenemos y lo debemos hacer los propios
colombianos, con nuestros recursos. Es, además, un
asunto de dignidad nacional.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Ya sea que se firme la paz en tres semanas o en tres
meses, lo cierto es que los taxímetros de la paz están próximos a empezar a marcar. Y esa carrera que,
recordémoslo siempre, es más barata que la de la
guerra, debemos prepararnos a cancelarla puntualmente. El tema es muy serio y no admite darle largas al asunto.
ECONOMÍA COLOMBIANA
51
TEMA CENTRAL
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
del agro colombiano
El posconflicto tendrá un gran desafío con la reintegración de los
combatientes de las Farc, pero quedará como tarea buscar soluciones
a la problemática asociada con la operación de otros grupos armados.
Rafael Mejía López*
Comencemos por algunos principios
La SAC constituye una organización gremial construida sobre principios y valores democráticos. Den* Presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia - SAC.
52
ECONOMÍA COLOMBIANA
tro de los objetivos estatutarios de la SAC están:
promover el desarrollo agropecuario nacional y el
bienestar del campesino colombiano; representar
y defender los intereses de los productores rurales;
promover la investigación científica y la difusión
de más avanzados y nuevos métodos de cultivo y
participar con los demás gremios económicos en el
análisis de temas de interés nacional.
Por su parte, el Consejo Gremial Nacional, organización que reúne a las principales asociaciones gremiales de Colombia, revela en su documento de principios su adscripción al Estado Social de Derecho, la
Democracia y los principios de libertad empresarial,
en observancia del bien común, como lo establece la
Constitución de Colombia. También destaca el papel
del sector empresarial en el crecimiento de la economía y la generación de riqueza, trabajo formal y de
calidad y la responsabilidad en el pago de impuestos
para la provisión de bienes públicos.
Potencial
El agro colombiano ha desempeñado un papel estratégico en el desarrollo económico y social del país,
al contribuir con el crecimiento económico y el desarrollo social, ser proveedor directo de alimentos y
de materias primas, generador de empleo y seguridad alimentaria en las zonas rurales, así como de divisas por exportaciones. En años recientes, el sector
también ha comenzado a efectuar notables aportes
a la seguridad energética del país.
2015
}
En los últimos años, la Sociedad de Agricultores de
Colombia, SAC, ha participado en diversos ejercicios
de reflexión y análisis, tanto con sus afiliados y con
otros sectores económicos dentro del ámbito del
Consejo Gremial Nacional como con diferentes sectores sociales, buscando identificar líneas de pensamiento y acción en torno al desarrollo agropecuario
y rural y considerando el proceso de negociación hacia un acuerdo de paz con las FARC y el posconflicto que seguiría luego del acuerdo. Este documento
contiene algunos planteamientos y propuestas que
han surgido en este proceso.
Vea aquí la presentación del autor
https://youtu.be/G32ba4PVEsc
Potencial, importancia y entorno económico del agro
millones
Población rural
en torno al conflicto
y al posconflicto
La actividad agropecuaria ha dado sustento no solo
a las familias rurales que dependen de su producción
e ingresos, sino a la economía nacional, la industria
que procesa materias primas de origen agropecuario, los sistemas de abastecimiento de alimentos urbanos y metropolitanos y el comercio exterior agropecuario y agroindustrial. A pesar del conflicto y las
dificultades de seguridad en zonas rurales, el sector
agropecuario se ha integrado a los procesos de apertura y globalización de la economía y del país.
13
5de la SAC
planteamientos
La democracia colombiana reconoce el papel de las
asociaciones y los gremios, que representan y defienden legítimamente los derechos colectivos de
sus asociados y contribuyen con el diseño y ajuste
institucional. Para la SAC, el desarrollo empresarial y
gremial moderno conlleva la aplicación de la ciencia,
la tecnología y la gestión en la actividad productiva,
así como de principios de ética, responsabilidad social y ambiental y el cumplimiento del marco institucional y normativo.
16%
ocupados por sector
AGROPECUARIO
(3,5 millones)
Aunque no es novedoso plantearlo, es importante
recordar que Colombia cuenta con una amplia disponibilidad de tierras con vocación agrícola, pero
además, con una importante oferta de recursos
como tierras, agua, diversidad de climas, biodiversidad y unas condiciones climáticas tropicales que
permiten la producción de alimentos durante todo
el año. No obstante, actores institucionales y expertos coinciden en afirmar que el sector agropecuario ha crecido muy por debajo de su potencial.
También señalan cómo la población rural en general sigue siendo más pobre que la urbana y ello ha
tenido mucho que ver, entre otros factores, con los
obstáculos a la inversión, por causa de la inseguridad y la violencia.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Importancia económica y social
La pérdida de participación del agro en la economía
corresponde con una tendencia mundial en el patrón de desarrollo económico, por efecto de la urbanización, la industrialización, el auge de los servicios
y la diversificación productiva. En particular, durante la última década, en Colombia la dinámica del
sector minero-energético profundizó este fenómeno, acelerando la reducción de la participación de
la producción agropecuaria en el agregado nacional.
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
En 2015, la población rural en Colombia es aproximadamente de 13 millones de personas. La mayoría
de la población rural está vinculada directa o indirectamente a las actividades agropecuarias. 3,5 millones de personas fueron el año pasado ocupados por
el sector agropecuario, el 16% del total. Así mismo,
las actividades agropecuarias en las zonas rurales
explican el 63% del empleo en las zonas rurales.
Áreas y producción
Las cifras muestran una recomposición del agro en
el tiempo. La estructura por actividades ha venido
ECONOMÍA COLOMBIANA
53
TEMA CENTRAL
cambiando, por una mayor dinámica de los cultivos
de ciclo largo, las actividades pecuarias y la silvicultura. El reconocimiento de desafíos de seguridad
alimentaria y nuevas condiciones tecnológicas y de
mercado, así como de entorno y precios internacionales y apoyo gubernamental, han permitido a Colombia ver una nueva dinámica en cultivos de ciclo
corto como maíz y soya. El cultivo del café, por su
parte, enfrentó en años recientes una transformación por la renovación de cafetales, necesaria para
mejorar su productividad y competitividad a futuro.
Las actividades pecuarias han tenido de manera
consistente una dinámica positiva, especialmente
avicultura y porcicultura.
Desde hacía más de cuatro décadas no se realizaba
en Colombia, hasta 2014, un censo agropecuario.
Con este apareció una brecha considerable de medición de las áreas agropecuarias: mientras el Censo
encontró 7,1 millones de hectáreas sembradas, las
mediciones gubernamentales y gremiales anteriores –estas últimas, parciales- alcanzaban entre 4 y
6 millones.
Con un volumen total de producción agropecuaria
-agrícola y pecuaria- estimada por la SAC de más de
32 millones de toneladas (según series de cálculo
que no consideran aún los datos censales), una parte importante de la producción se destina al mercado internacional, 4,5 millones de toneladas, es decir, 14%. Teniendo en cuenta un consumo nacional
aparente estimado por la SAC en 38,9 millones de
toneladas, el volumen total de importaciones, 11,4
millones de toneladas, representa el 29,3% del total.
Balanza comercial del sector
La balanza comercial de los sectores agropecuario y agroindustrial, que en 2007 alcanzaba un valor superavitario de USD2,6 millardos con café y
USD869,2 millones sin café, llegó en 2015 a uno
aún superavitario de USD1,1 millardos con café y
uno deficitario de –USD1,5 millardos sin café.
Los factores generales que explican este desbalance
creciente son objeto de análisis y debate permanentes: baja competitividad económica y sectorial, bajo
desarrollo de los mercados de factores productivos
(tierra adecuada, agua, material genético, trabajo,
capital), falta de infraestructura económica y productiva en las zonas rurales, acuerdos comerciales
que han facilitado la desprotección de renglones
productivos, retraso organizacional y tecnológico,
encadenamientos agroindustriales débiles y una ac54
ECONOMÍA COLOMBIANA
tiva dinámica agroindustrial que consume materias
primas importadas, entre otros.
Indicadores sociales
De otro lado, el sector rural colombiano presenta
indicadores sociales y de desarrollo humano que resultan aún muy lejanos, no solo de cara al potencial
productivo, sino también frente a los objetivos de
un país con un amplio marco de derechos económicos y sociales.
TEMA CENTRAL
Con disminuciones muy lentas en los últimos años,
la pobreza y la indigencia en las zonas rurales de Colombia continúan siendo muy preocupantes (Gráfico 1). Es allí donde la política social y los programas
de acceso a infraestructura y servicios básicos deberían tener un mayor énfasis, buscando alcanzar una
sociedad más equilibrada y justa. Estos indicadores
revelan que las grandes brechas urbano-rurales lamentablemente se han mantenido.
Gráfico 1
Incidencia de la pobreza
en Colombia
61,7%
Desde hacía más
de cuatro décadas
no se realizaba en
Colombia, hasta
2014, un censo
agropecuario.
Con este apareció una
brecha considerable
de medición de las
áreas agropecuarias:
mientras el Censo
encontró 7,1 millones
de hectáreas
sembradas,
las mediciones
gubernamentales y
gremiales anteriores
alcanzaban entre
4 y 6 millones.
49,7%
45,5%
40,3%
33,3%
27,8%
24,1%
19,3%
16,3%
Contenido
2002
Urbano
2010
Rural
2015
Brecha Urbano/Rural
Busqueda de
palbras o frases
Fuente: Dane. Elaboró SAC, Departamento Económico.
Sobre el desarrollo agropecuario y rural dentro del conflicto
Siguiente página
Desde hace más de seis décadas, el campo colombiano ha sido escenario de un conflicto armado,
con serias implicaciones sociales, políticas y económicas: violación de derechos humanos, homicidios,
desaparición forzada, reclutamiento ilegal y desplazamiento de personas y poblaciones; daños a la infraestructura física, inseguridad personal y patrimonial, alto gasto militar, contracción de la actividad
económica y pérdida de empleos y productividad.
Anterior página
Zoom +
Efectos del conflicto sobre el sector
Resultado atroz y reprochable ha sido dejar miles
de víctimas de asesinatos, masacres y otras violaciones a los derechos humanos, desplazamientos,
secuestros, extorsión, robo de tierras y ganados y
de destrucción de cultivos. A lo anterior se deben
agregar los daños a la infraestructura física, tanto pública como privada -voladura de oleoductos,
puentes, daños en vías, equipos de producción y
transporte, plantaciones, cargas transportadas y
otros-, provocados por las acciones de los grupos armados ilegales. El narcotráfico, el comercio ilegal de
ECONOMÍA COLOMBIANA
55
TEMA CENTRAL
minerales, el secuestro, la extorsión y el robo en las
zonas rurales han alimentado el conflicto y afectado
las posibilidades del desarrollo económico, social y
ambiental.
De acuerdo con la Comisión de Seguimiento a la
Política Pública en su evaluación sobre despojo
de tierras a la población desplazada1, 6,6 millones
de hectáreas han sido abandonadas o despojadas
por causa del conflicto, equivalentes al 13% de la
superficie agropecuaria; el 40,7% de la población
desplazada (incluida en el Registro Único de población desplazada) abandonó específicamente tierras.
Entre 1980 y 2010, los ingresos que dejaron de percibir los desplazados por la pérdida de sus bienes ascendieron a $59,8 billones, equivalentes a USD33,2
miles de millones. El tamaño promedio del predio
despojado es de 15,3 hectáreas, con la siguiente
distribución de tipo de tenencia: con título legal,
22,9%; con título sin registrar, 9,8%; con documentos precarios, 33,9% y sin ningún título, 33,4%.
La actividad agropecuaria, ejercida esencialmente
en el ámbito rural y entendida como vocación productiva y modo de vida, ha sufrido considerables
traumatismos por la acción de grupos armados
ilegales y el abandono del Estado. No obstante, el
arraigo de la cultura agropecuaria y el esfuerzo de
los productores han permitido lograr resiliencia de
la población rural frente al conflicto, es decir, la capacidad de personas o grupos de recuperarse frente
a la adversidad para seguir proyectando el futuro.
A los mensajes gremiales sobre los factores que
pueden potencializar o afectar la actividad productiva, así como a las medidas estructurales o coyunturales que se le propone al gobierno, se ha sumado
la preocupación de la gremialidad agropecuaria en
torno a fenómenos como el secuestro, la extorsión,
el abigeato y otros que afectan la seguridad personal y de las inversiones en el sector.
Teniendo en cuenta las dificultades que representa
la actividad empresarial en zonas rurales dentro del
marco del conflicto y con la presencia y acción de
grupos armados ilegales, la SAC ha hecho énfasis en
la débil institucionalidad, limitada presencia y acción
del Estado en materia de justicia, derecho y seguridad; el crecimiento de cultivos ilícitos; el asesinato, el
secuestro, la extorsión y, en general, la afectación a la
vida, al patrimonio, al medio natural y al tejido social.
1 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y Centro de Recursos de Análisis de Conflictos, 2014.
56
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
Los objetivos de desarrollo económico y la generación de bienestar se encuentran estrechamente relacionados con la búsqueda de la solución del conflicto armado entre el Estado y los grupos armados
ilegales. Es bien sabido que varias generaciones de
colombianos han tenido que vivir en medio del conflicto, que ha afectado tanto a áreas rurales como
urbanas.
Para el sector agropecuario colombiano es muy importante que el Gobierno Nacional haya planteado,
al inicio de las negociaciones, que el modelo económico no es negociable. Los elementos esenciales
del modelo vigente que debemos destacar son el
respeto a la propiedad privada y la actividad productiva en el marco de la economía de mercado. Bien lo
ha afirmado el Señor Presidente de la República: la
propiedad privada no está en discusión. A estos elementos deben ir asociados el papel del Estado como
proveedor de bienes públicos, destacando dentro
de estos la justicia, la seguridad física y económica,
así como la generación de un entorno propicio para
el bienestar de la población en diferentes ámbitos:
económico, ambiental, social, político y cultural, entre otros, base de un Estado Social de Derecho.
Sólo si se logra el anhelado propósito de paz es posible impulsar las inversiones productivas, mejorar
la cantidad y calidad de empleo, crear más oportunidades de negocios, atraer el capital y el conocimiento de otros países, reduciendo el desempleo
–que ha sido señalado como tema económico prioritario– y, en fin, generar riqueza y bienestar para
los habitantes del campo y, en general, para todos
los colombianos.
El objetivo prioritario y explícito de cualquier modelo de sociedad debe ser el mejoramiento continuo y
democrático del bienestar de su población. Ese objetivo está atado al cumplimiento de principios de
desarrollo humano en condiciones de crecimiento
económico y sostenibilidad ambiental, social y política. No obstante, estos son condición sine qua non
para alcanzar crecientes niveles de bienestar en la
sociedad. Nada se puede distribuir si no se generan
Dentro de los efectos, se pueden destacar el dolor
de personas y familias, el temor y pesimismo, la falta de credibilidad en el Estado, la desconfianza, el
individualismo, la incomunicación y, en general, la
afectación del capital humano, social y económico.
El fin del conflicto y el modelo económico
producto y riqueza, y su distribución se encuentra
condicionada a la generación de producto e ingreso.
Implicaciones de la terminación del conflicto
La terminación del conflicto con las FARC sería un
paso fundamental en la dirección de reestablecer
condiciones para la vigencia de los derechos y el
desarrollo económico y social en las áreas rurales.
No obstante, otros grupos armados ilegales continúan operando.
Los recursos humanos y financieros destinados a
la guerra se podrían reorientar a infraestructura
social y productiva, educación y capacitación, salud, ciencia y tecnología, entre otros. La inversión
en el campo enfrentaría mejores condiciones de
seguridad y rentabilidad, y nuevas áreas con vocación productiva se podrían incorporar a la actividad
agropecuaria, incrementando la producción, las exportaciones y el empleo.
Seguridad, justicia y consideración de las víctimas del conflicto en zonas rurales
El conjunto de la sociedad colombiana, aunque en
forma especialmente intensa la rural, ha sido víctima
de una historia desgarradora de miedo y violencia.
Por ello también la SAC ha planteado que todos los
actores políticos, económicos y sociales deben sumar esfuerzos para saldar la vieja deuda con el campo. Se hace apremiante contar con más y mejores
oportunidades de progreso, lo cual, sin duda alguna,
se logrará si se consolida la paz en Colombia; pero
no cualquier paz, sino una paz con equidad, seguridad, verdad, justicia y reparación de las víctimas.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
En esta medida, también los productores del campo
han reivindicado su condición de víctimas. Un número indeterminado pero vasto de productores y
empresarios han sido víctimas de asesinato, secuestro, atentados, amenaza, miedo, y muchos se han
visto obligados a abandonar sus lugares de trabajo o
residencia. Por lo anterior, también los productores
tienen derecho a la verdad, la justicia, la reparación
y a las garantías de no repetición. Esto exige un aparato judicial fuerte, serio y con independencia.
Zoom +
Se hace necesario que las víctimas sean reconocidas
y que, en tal sentido, sean respetados sus derechos,
lo cual conlleva necesariamente al reconocimiento
por parte de sus victimarios; y, por ningún motivo,
se debe abrir paso a la impunidad. Debe haber una
sanción por cuenta de los hechos delictivos que se
cometieron en contra de la sociedad.
ECONOMÍA COLOMBIANA
57
TEMA CENTRAL
Ahora, sobre la forma en que estos derechos de las
víctimas deben ser cumplidos, el Derecho Internacional Humanitario señala la responsabilidad de aquellos sujetos que cometieron las violaciones y que,
por lo tanto, deben pagar con la privación de la libertad; pero también es fundamental la confiscación y
extinción de sus bienes, con el propósito de resarcir
los daños económicos y morales a las víctimas.
tivos y de política productiva, comercial, ambiental
y social, entre otros, han permitido a la SAC realizar
un ejercicio permanente de formulación de propuestas de corto, mediano y largo plazo, a partir del análisis y consulta con los afiliados.
chamiento del potencial y las oportunidades que
tiene el país y requiere del establecimiento de un
marco de políticas públicas acorde con los retos que
implica superar los problemas estructurales que de
tiempo atrás aquejan al sector.
El plan nacional de desarrollo 2012-2016
Aunque la SAC no compartió todo lo planteado allí,
el estudio realizó una buena sustentación del papel
del sector agropecuario en el desarrollo rural y en
la historia, presente y futuro del desarrollo de Colombia; mostró la importancia estratégica del sector agro colombiano y la necesidad apremiante de
invertir en bienes públicos para mejorar las condiciones de productividad, competitividad y rentabilidad del campo. También destacó la posibilidad de
coexistencia de distintos modelos empresariales de
pequeños, medianos y grandes productores.
Una sociedad sin justicia tiende a desparecer, así
que un reto fundamental es dignificar la justicia,
asegurar que llegue a todos los lugares del territorio
nacional, que no exista lugar vedado para ella, que
cumpla de manera eficiente, pronta y transparente
y que se acerque a los ciudadanos.
La SAC ha venido insistiendo por mucho tiempo en
la necesidad de contar con una política de Estado
para el agro, y dentro de ella la conformación de una
estructura institucional eficiente y transparente. Teniendo en cuenta también los escenarios de conflicto y posconflicto, se ha planteado que para dotar de
efectividad económica y social una estrategia integral de paz y equidad seguridad democrática como
la que se propone el Gobierno Nacional, se requiere
de una política de Estado en materia agropecuaria
y rural que busque responder a los principales desafíos que enfrenta el campo colombiano2. En este
mismo sentido, la SAC propuso, entre otros, que el
fortalecimiento institucional del Ministerio se debe
acompañar de una creciente capacidad de coordinación con otras instancias de gobierno en políticas
transversales orientadas al desarrollo económico y
social para el campo.
Un nuevo marco institucional para el desarrollo agropecuario y rural
Estudio de políticas para el desarrollo de la agricultura en Colombia
Dotar a la sociedad de bienes públicos como la
educación, la salud, la infraestructura física, la seguridad y la justicia, entre otros, es determinante
para transitar hacia una sociedad pujante, próspera
y con equidad. Un elemento fundamental en este
contexto es la justicia, la cual asegura que el imperio
de la ley sea el que nos gobierne y no el de las armas.
Sin justicia, o con una justicia débil, sin credibilidad,
con impunidad, se gesta el caldo de cultivo para la
continuación de la violencia.
Como quiera que dentro del marco de la economía
de mercado la inversión privada cumple un papel
fundamental en la sostenibilidad general del crecimiento del agro, la SAC ha insistido en la importancia de contar con un marco institucional que brinde
condiciones adecuadas para la promoción y realización de dichas inversiones.
La observación y discusión permanentes sobre el
desempeño del sector agropecuario en Colombia y
las condiciones de vida de los pobladores rurales, así
como de las políticas que los buscan impulsar, han
llevado durante al menos en los últimos 15 años a la
SAC a plantear de manera reiterada la necesidad de
contar con un marco institucional y de políticas adecuado para enfrentar sus múltiples oportunidades
y desafíos en globalización del comercio, seguridad
alimentaria, riesgos climáticos –y más recientemente, variabilidad climática–, desarrollo científico y
tecnológico, etc.
En esta medida, la participación sistemática en la
formulación de planes de gobierno y reformas institucionales y en el diseño de instrumentos norma58
TEMA CENTRAL
ECONOMÍA COLOMBIANA
En abril de 2013, se publicaron los resultados de
un estudio3 contratado por la SAC y sus gremios
afiliados con Fedesarrollo, con el fin de ofrecer un
aporte de reflexión para las discusiones temáticas
en la mesa de conversaciones para la terminación
del conflicto y la construcción de una paz estable
y duradera en Colombia. Se abarcaron cuatro temas: la agricultura y el desarrollo de los territorios
rurales, tierra para uso agropecuario, capital básico
para la agricultura colombiana y la vinculación de
los pequeños productores al desarrollo de la agricultura. Además de revisar la situación y necesidades
actuales en estos temas, se formularon propuestas
de política pública, con sugerencias de ajustes en la
institucionalidad sectorial.
Un punto de partida explícito del estudio consiste
en plantear que la dinamización de la agricultura
colombiana debe estar basada en el pleno aprove2 Comentarios a las Bases de Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018.
Diciembre de 2014
3 Perfetti, J. (coordinador). Políticas para el desarrollo de la agricultura
en Colombia. SAC y Fedesarrollo. 2013
Misión de lineamientos de política para el desarrollo rural y agropecuario
A principios de 2014, el DNP presentó los parámetros de inicio del trabajo de la Misión de lineamientos de política para el desarrollo rural y agropecuario, bajo la coordinación de José Antonio Ocampo.
La SAC integró el Consejo Directivo de la Misión y
participó activamente en la discusión de sus líneas
y propuestas, y varios documentos en borrador fueron analizados y discutidos con los afiliados. Como
Se hace apremiante
contar con más y mejores
oportunidades de
progreso, lo cual, sin
duda alguna, se logrará
si se consolida la paz
en Colombia; pero no
cualquier paz, sino una
paz con equidad,
seguridad, verdad,
justicia y reparación
de las víctimas.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
59
TEMA CENTRAL
resultado, documentos de comentarios y propuestas de ajuste de la SAC y sus afiliados fueron enviados al DNP y a la Misión.
El principal objetivo de la Misión fue responder a
la necesidad de contar con un portafolio robusto
y amplio de políticas públicas e instrumentos de
desarrollo rural y agropecuario que se ajuste a la
realidad del campo colombiano, y cuyos resultados
deberían ser la carta de navegación del gobierno
para los próximos 20 años. Sus resultados finales4,
no necesariamente coincidentes con el pensamiento de la SAC y sus gremios afiliados, dan cuenta de
una amplia variedad de fenómenos que conforman
la problemática del desarrollo del sector agropecuario y del ámbito rural, así como de propuestas que
pueden contribuir a enfrentar sus desafíos de corto,
mediano y largo plazo.
La Misión se propuso identificar una serie de estrategias de una política de Estado para la transformación rural. Una de estas estrategias fue contar con
un arreglo institucional integral y multisectorial que
tenga presencia territorial y que facilite la llegada de
la oferta institucional acorde a las necesidades de
los hogares y atributos del territorio.
El informe final de la Misión, El campo colombiano:
un camino hacia el bienestar y la paz, identifica varios
cuellos de botella de la institucionalidad actual, relacionados con: ausencia de políticas que respondan
a la realidad de los territorios rurales; enfoque donde predominan subsidios y compensaciones sin impacto en la productividad y la modernización; poca
articulación de las entidades del nivel central; atomización en la ejecución del presupuesto de inversión
y altos costos de la tercerización; inflexibilidad en el
presupuesto de inversión; limitaciones de las convocatorias públicas; centralismo y poca presencia del
MADR en el territorio; débiles instancias regionales
para la planificación, la ejecución y el seguimiento y
ausencia de información confiable y oportuna.
De acuerdo con el informe final, el objetivo general
de la estrategia institucional es contar con un arreglo
institucional integral y multisectorial, con políticas
claras y con amplia presencia y capacidad de ejecución a nivel territorial, que involucre a la sociedad civil
organizada y al sector privado empresarial en la formulación de políticas, la planeación, la toma de decisiones, la ejecución de programas y proyectos y el
seguimiento de resultados, con el fin de cerrar las brechas de bienestar entre regiones y habitantes rurales
y darle a sus pobladores un papel protagónico como
gestores y actores de su propio desarrollo. Las propuestas para un nuevo arreglo institucional cubrieron
un amplio conjunto de temas: institucionalidad intersectorial; institucionalidad sectorial; institucionalidad para la coordinación Nación-territorio-comunidades; institucionalidad para la participación activa y
efectiva en el nivel territorial e institucionalidad para
la información agropecuaria y de desarrollo rural.
TEMA CENTRAL
Promedio de años de educación
de las personas de 5 años y más
-2015-
Gráfico 2
11,6
10,4
7,9
4 Disponibles en https://www.dnp.gov.co/programas/agricultura/Paginas/mision-para-la-transformacion-del-campo-colombiano.aspx
60
ECONOMÍA COLOMBIANA
4,4 4,3
4,3
2,9 2,7
2,2
0,2
DE 5 A 14
DE 15 A 24
Urbano
DE 25 A 34
Rural
DE 35 Y MÁS
Brecha Urbano/Rural
Fuente: Dane. Encuesta de calidad de vida 2015.
¿Ofrece el campo condiciones para el retorno efectivo? Las brechas e inequidad existentes entre las
zonas rurales y urbanas (grafico 2, brechas en educación) no ofrecen necesariamente un panorama
atractivo para aquellos que fueron desplazados o
migraron, y la cobertura y calidad de los servicios
del Estado que encontraron en las zonas receptoras,
por lo general urbanas o periurbanas, fueron seguramente mucho mejores que en las zonas rurales que
abandonaron (gráfico 3).
Gráfico 3
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Porcentaje de hogares con acceso a servicios públicos en Colombia
Anterior página
100%
98%
96%
97%
93%
76,3%
76%
Zoom +
71,3%
64,4%
61%
Posconflicto y retorno
Como parte del debate en torno al posconflicto, la
SAC también ha planteado otras inquietudes y propuestas en temas relacionados con el retorno de la
población campesina a sus zonas de origen: ¿efectivamente desearán retornar? ¿Recuperarán sus tierras, su tejido familiar y social? ¿Podrán desarrollar
una actividad rentable y económica sostenible? Si
no retornan, ¿podrán en todo caso conseguir empleo o desarrollar empresa?
8,7
8,2
El principal objetivo
de la Misión fue
responder a la
necesidad de un
portafolio de
políticas públicas
e instrumentos de
desarrollo rural y
agropecuario que se
ajuste a la realidad
del campo colombiano,
y cuyos resultados
deberían ser la carta
de navegación del
gobierno para los
próximos 20 años.
41%
36,4%
38,1%
23%
17%
12%
4,3%
Energía
3%
Acueducto
Alcantarillado
Urbano
Gas
Rural
Rec. Basuras
Teléfono
3%
-3,3%
Ninguno
Brecha Urbano/Rural
Fuente: Dane. Encuesta de calidad de vida 2015.
ECONOMÍA COLOMBIANA
61
TEMA CENTRAL
¿Quién paga el posconflicto?
Esta es una inquietud reiterada que se ha planteado
en el ámbito de la discusión sobre el futuro del agro
y el desarrollo rural de Colombia. En términos muy
generales, la sociedad colombiana en su conjunto
y los contribuyentes de impuestos han venido pagando el costo del posconflicto, pues ha sido principalmente con recursos públicos –a excepción de
algunos aportes de países cooperantes- que se han
venido financiando los programas de atención a las
víctimas, restitución de tierras, reintegración social
y económica de personas y grupos alzados en armas
y muchos otros.
Para el sector
agropecuario
colombiano es muy
importante que el
Gobierno Nacional
haya planteado,
al inicio de las
negociaciones, que
el modelo económico
no es negociable.
Los elementos
esenciales del modelo
vigente que debemos
destacar son el respeto
a la propiedad privada
y la actividad
productiva en el
marco de la economía
de mercado.
62
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
Como incentivo de la comunidad internacional en
la ‘recta final’ de las negociaciones de paz, nuevas
promesas de recursos están apareciendo en el panorama. Desafortunadamente, las dificultades fiscales
derivadas de la reducción en los precios del petróleo
han modificado el panorama de financiación de los
programas asociados con el posconflicto y, dentro
del sector agropecuario, las medidas de reforma
institucional. Apenas desde 2014, el sector agropecuario había comenzado a recibir un mejor trato
presupuestal.
Coherencia de políticas
Otro elemento a considerar de manera crítica es el
enfoque de las ayudas estatales a la población rural, que desde la década pasada ofrece el acceso a
programas de entregan ayudas en dinero, aunque
desincentivando la oferta de mano de obra por parte de los trabajadores rurales.
Es también importante advertir que el desarrollo de
una actividad agropecuaria moderna exige de condiciones previas en los contextos económico, social,
cultural y organizacional de las regiones que se perfilen como nuevos polos de desarrollo de la agricultura. Uno de los casos interesantes que se destaca
es la altillanura colombiana.
La SAC ha planteado que, como condición de entorno general, solo si hay crecimiento económico sostenido, se puede intensificar y mantener los esfuerzos para financiar el posconflicto. Por ello, la SAC
ha insistido en: Política pública de largo plazo que
permita el desarrollo del sector agropecuario; mantener el modelo económico y el respeto a la propiedad privada; promover decididamente el desarrollo
empresarial y la inversión; condiciones previas para
impulsar el agro y para impulsar la inversión privada;
derechos de propiedad; seguridad personal y de las
inversiones; infraestructura económica y productiva; cantidad y calidad (aptitud) de los recursos naturales; educación y capacitación y desarrollo empresarial y asociatividad.
Riesgos institucionales
De otra parte, también se han identificado riesgos,
como aquellos asociados con una deficiente institucionalidad y falta de orientación estratégica. En la
institucionalidad nacional y territorial que se ha venido conformando para el posconflicto, por ejemplo,
hace falta una orientación más clara al impulso de
la actividad agropecuaria moderna, considerando,
aunque no de manera exclusiva, el desarrollo de medianas y grandes escalas de producción. Hacen falta
mayores esfuerzos en el diseño y aplicación de modelos productivos y sociales replicables. Es importante
considerar la necesidad de contar con recurso humano más capacitado en el nivel territorial: productores, empresarios, funcionarios públicos, etc.
También es importante resaltar qué experiencias
de responsabilidad social empresarial, RSE, en el
agro han sido diseñadas y validadas por empresas y
gremios con criterios de sostenibilidad económica,
política, social y ambiental, y requieren de apoyo y
fortalecimiento para facilitar su gestación, desarrollo y ampliación.
Contenido
También se enfrentan riesgos por efecto de la desarticulación entre el gobierno nacional y las regiones,
así como la debilidad y lentitud en los procesos de
contratación del Estado y la ejecución de proyectos
en los territorios. Puede ser valioso contar más con
el sector privado y los gremios en el diseño y desarrollo de políticas y programas.
Por todo lo anterior, es necesario que se promueva
una mayor participación del sector privado y de los
gremios agropecuarios en la institucionalidad del
posconflicto.
Busqueda de
palbras o frases
El desarrollo empresarial y el papel del sector privado
El avance del desarrollo empresarial en el posconflicto traería: mejoras en cantidad y calidad del
empleo; mayor productividad y mejores ingresos;
acceso a seguridad social (salud y pensiones); formalización y pago de impuestos; reducción del
trabajo infantil; formación laboral y empresarial y
mayor vinculación de víctimas y ex combatientes a
proyectos sostenibles.
La actividad agropecuaria ha aportado históricamente a la ocupación pacífica del territorio y a variables clave del crecimiento y el desarrollo, como
la inversión, el empleo, la capacitación, la formalización laboral y el desarrollo social. El sector privado ha contribuido al desarrollo productivo y social en zonas rurales y, en contrario, en zonas con
debilidad institucional, la actividad empresarial
ha sido difícil o imposible, y esto ha contribuido
a demorar la convergencia en el desarrollo de las
regiones rurales.
Dos planteamientos finales
Como la SAC lo ha reiterado, con o sin final del conflicto con las FARC, hay una agenda pendiente para
el desarrollo agropecuario y del ámbito rural. De otra
parte, el posconflicto tendrá un gran desafío con la
reintegración de los combatientes de las FARC, pero
quedará como tarea buscar soluciones a la problemática asociada con la operación de otros grupos
armados, como el ELN y las bandas criminales.
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Bibliografía
Rafael Mejía López, SAC. Mesa de conversaciones para la
terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia. La agricultura colombiana
próspera, el camino para la paz. Foro: “Politica de desarrollo agrario integral” en el marco del Proceso para un
Acuerdo de Paz. Bogotá, 17 de diciembre de 2012
Rafael Mejía López, Presidente Sociedad de Agricultores
de Colombia, SAC. Foro APE ¿Quién paga el posconflicto?
El campo en la encrucijada: riesgos y oportunidades. Bogotá D.C., 09 de septiembre de 2014.
ECONOMÍA COLOMBIANA
63
TEMA CENTRAL
TEMA CENTRAL
A donde vamos
posconflicto, cuando se necesita empezar por recuperar lo que el conflicto destruyó, y construir para
un futuro diferente, afectando intereses de grupos
particulares que han ido en contra de los intereses
nacionales y de los habitantes del campo.
con el
posacuerdo
rural
Artículo
Anterior
El desarrollo rural hoy no puede entenderse como
una simple presencia estatal en la vida rural y repartiendo subsidios y ofreciendo bienes públicos. Está
más allá de la presencia de un gobierno asistencialista en las áreas rurales, pues en últimas se trata de
emprender una transformación de la economía, la
vida y las dinámicas de las sociedades rurales, con
sus respectivas diferenciaciones territoriales.
Siguiente
Artículo
Los colombianos tenemos derecho a soñar y tener utopías,
así en épocas no muy lejanas se nos haya prohibido tenerlas,
en aras de apoyar un modelo único de desarrollo modernizante
que arrasaba con cualquier otra alternativa de desarrollo.
Soñar, por ejemplo, con un escenario mínimo rural.
Absalon Machado C*
En el posconflicto, o después de la firma de un
Acuerdo de Paz, el país tendrá inevitablemente que
escribir el libro sobre la dignidad campesina y de lo
rural, para reivindicar y valorar su papel estratégico
en el desarrollo1. Y la política pública, tanto como la
actitud del Estado y de toda la sociedad, tendrá que
ser consecuente con ello. Eso es así, pues desde la
independencia el tratamiento dado a ese conjunto
social y productivo, ha sido a todas luces vergonzoso, cuando no denigrante, con un descuido monumental por parte del orden social y político existente sobre la suerte de sus habitantes rurales y sus
recursos disponibles.
* Consultor en temas agrarios y desarrollo rural.
1 Esta es una especie de parodia de lo que hizo el Rey de Inglaterra Guillermo I en el siglo I, al ordenar el levantamiento de un censo de población y un catastro confiables que le permitieran gravar a los propietarios
según sus posesiones, como lo relata Rodrigo Uprimny en una columna
reciente del Espectador; ese trabajo se le denominó el “Domesday Book”.
64
ECONOMÍA COLOMBIANA
Es también inevitable en el posconflicto que la política pública se oriente en este caso hacia un desarrollo rural que termine transformando la realidad de
ese sector, como se indica más adelante, diseñando
una reforma rural integral o transformadora. El desarrollo rural como idea no es nuevo en Colombia;
la experiencia del Programa DRI durante casi 25
años acostumbró, en su momento, a buena parte
de nuestra generación a hablar del tema, pero las
concepciones utilizadas no fueron tan completas
como las existentes hoy, y el pasado va quedando
en el olvido y no aparece claramente en la memoria
colectiva.
Se observó que ese Programa no generaba rechazos por parte de los gobernantes, los políticos y las
elites, pues no tocaba las relaciones de poder en el
campo, como sí lo hacia una reforma agraria en su
concepción histórica. Hoy esa neutralidad del desarrollo rural se pondría en duda en una situación de
El desarrollo rural hoy se diferencia del histórico (los
Programas DRI) en varios aspectos: su visión y conceptualización, el contexto interno y externo en que
se emprende, los actores o agentes participantes,
los ámbitos institucionales que los cobijan, las actitudes de las personas comprometidas en su planeación e implementación, y los compromisos políticos
adquiridos por el Estado. Me referiré brevemente a
cada uno de ellos de manera esquemática para abrir
la discusión sobre este tipo de acciones públicas y
privadas en una situación de posconflicto, o de postacuerdo como se le quiera denominar.
guna reticencia se financiaban actividades vinculadas a la agroindustria rural circunscrita a la finca,
como el secado de la yuca a sol en Colombia. En
ese sentido, la visión del desarrollo rural era limitada y seguía las concepciones derivadas de los postulados de Theodore Schultz en los sesenta, quien
planteó que los pequeños productores podían progresar si se les dotaba de los elementos necesarios,
especialmente tecnológicos y bienes públicos. Ese
desarrollo estaba prescrito solo para los pobres del
campo, especialmente campesinos productores de
alimentos, no para el resto de actores sociales y económicos de la vida rural.
Esta visión tradicional evolucionó hacia los años noventa cuando se suscribió el término de desarrollo
rural sostenible por parte de las Naciones Unidas
y otros organismos internacionales, y que el IICA
divulgó y propició en América Latina2. El tema del
medio ambiente entró a hacer parte de los componentes esenciales de los DRI, con un alcance que
traspasaba lo ambiental para situarse en la idea de
la sustentabilidad.
Más recientemente, el concepto evolucionó hacia la
idea de desarrollo rural con enfoque territorial, para
dar a entender la necesidad de tomar en cuenta las
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
a) Visión y conceptualización
Indudablemente los conceptos sobre desarrollo rural han evolucionado desde los años cincuenta, y especialmente los setenta, cuando el Banco Mundial
los propició en todos los países subdesarrollados.
Inicialmente la palabra integral (DRI) expresaba la
idea que el desarrollo en el campo requería acciones
simultaneas en producción, asistencia técnica, desarrollo tecnológico, crédito, infraestructura, salud,
educación, habitabilidad, asociatividad de los productores y organización para participar en los mercados. Pero esta visión estaba circunscrita a lo rural
entendido como lo agropecuario, o el desarrollo de
actividades primarias.
A los pequeños productores se les financiaba solo
actividades de ese tipo, la generación de ingresos
extraprediales no hacía parte de la apuesta, con al2 Ver Manuel Chiriboga y Orlando Plaza, Desarrollo rural, microregionalización y descentralización. IICA, Serie Documentos de Programas
No.32, febrero 1993; Manuel Chiriboga. “¿Qué hemos aprendido en
desarrollo rural en los 90?”. Sin fecha, al parecer es un artículo escrito
hacia el año 2000. IICA, El desarrollo rural sostenible en el marco de una
nueva lectura de la ruralidad “Nueva ruralidad”. Dirección de Desarrollo
Rural Sostenible, San José de Costa Rica, octubre 1999.
Siguiente página
El desarrollo rural
hoy no puede
entenderse como
una simple presencia
estatal en la vida
rural y repartiendo
subsidios y
ofreciendo bienes
públicos.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Anterior página
Zoom +
65
TEMA CENTRAL
en la atención que los gobiernos dan a sus ciudadanos. También entra con fuerza en estas nuevas
visiones la idea que lo rural no es independiente de
lo urbano, y existen una articulación e interconexión
entre sus actividades, con lo cual el desarrollo rural
debe tener en cuenta las dinámicas urbanas y las
posibilidades de integración con las diferentes urbes. Y se supera la visión de la parcela productiva
para mirar hacia el territorio donde se desenvuelven
actividades rurales interconectadas con las urbanas.
b) Contexto interno y externo en que se emprende
diferencias de capacidades, actores, historias, proyectos de vida, y participación de las comunidades,
en países con una alta diversidad regional. Esta idea,
derivada del IICA y sistematizada por el Rimisp en
su ya clásico trabajo de Schejtman y Berdegué del
año 20043, está hoy en consideración en todos los
países, y ha entrado en el vocabulario técnico del
desarrollo para las áreas rurales. Basta mirar el INDH
2011 del PNUD, el Acuerdo Agrario de la Habana,
y el reciente Informe de la Misión Rural, para darse
cuenta que estamos ante un paradigma renovado
para el desarrollo rural, por lo menos en los enunciados en el caso de Colombia. Como se verá más adelante, esta visión es más compleja de lo que parece,
pues el tema del territorio tiene profundidades que
traspasan lo rural.
Con la visión del desarrollo sostenible y el enfoque
territorial se superan muchas de las limitaciones de
los DRI. Especialmente las que los circunscribían solo
a la actividad agropecuaria, dando espacio ahora a
la diversidad productiva y de generación de ingresos, más allá de lo primario. Además, ese desarrollo
se extiende a toda la sociedad rural en lugar de quedarse atendiendo sólo a los pobres y los pequeños
productores, con el establecimiento de prioridades
3 Alexander Schejtman, Julio A, Berdegué, Desarrollo Territorial Rural,
RIMISP, Debates y Temas Rurales, No.1, Santiago de Chile 2004.
66
ECONOMÍA COLOMBIANA
Los antiguos DRI se implementaron en un esquema de Estado intervencionista y de economías cerradas. El Estado era ofertista, las regiones, localidades y comunidades simplemente recibían los
ofrecimientos que el Estado central les hacía. Las
comunidades prácticamente no definían su suerte,
se limitaban a recibir subsidios y ayudas definidos
desde el centro, y las comunidades se organizaban
alrededor de los proyectos donde se ofrecían recursos públicos y subsidios sin mayores contraprestaciones. El Estado centralista organizaba el desarrollo, las regiones y comunidades o usuarios eran
actores pasivos. Los mecanismos que se adaptaron
para darles visos de participación a los usuarios
como los CMDR en Colombia, o los Comités DRI
locales, veredales y departamentales, no tenían autonomía para decidir el uso de los recursos y rápidamente fueron cooptados por grupos políticos que
usaron esos programas para hacer clientelismo.
Hoy el contexto ha cambiado, las economías están
abiertas, unas más, otras menos; y el Estado intervencionista ha cedido su rol a los mercados en la
asignación de recursos. Eso ha implicado cambiar
las regulaciones macroeconómicas para la operación de un Estado más regulador que interventor.
Por supuesto, en algunas áreas lo público todavía
conserva la iniciativa, pero lo privado también interviene vía contratos, acuerdos o arreglos institucionales. El Estado empieza a compartir sus responsabilidades con los privados, aunque no siempre en
todas las actividades. La relación público-privado
entra con fuerza en los nuevos contextos.
En esta desregulación de muchas de las actividades
propias del Estado, los sistemas de planeación pasan a un segundo lugar. El cambio de contexto dio
al traste con los antiguos DRI hacia mediados de los
años noventa en Colombia, y por eso se hace difícil,
pero no imposible volver al desarrollo rural.
TEMA CENTRAL
c) Actores participantes
También han cambiado los actores, si bien en lo
esencial siguen siendo los campesinos, grupos étnicos y los más pobres; pero sus visiones, conocimientos y el acceso a la información han cambiado.
Hoy están mejor informados, aunque no necesariamente mejor organizados; tienen acceso a las nuevas tecnologías de la información (Tics), están más
relacionados que antes con agentes urbanos, han
accedido a sistemas educativos con mayores coberturas, lo mismo que a sistemas de salud y protección social que entes no existían. Han diversificado
sus demandas más allá del tema de la tierra, y sus
expectativas son crecientes.
Se trata de actores renovados en sus actitudes,
valores, conocimientos y expectativas, que les ha
tocado interactuar durante el conflicto, con grupos
armados, bandas criminales, y políticos aliados con
estos. Tienen experiencias y vivencias durante el
conflicto que han sido azarosas. Han sido despojados de sus bienes, se les ha desplazado forzadamente, han visto morir a muchos de los suyos sin
razón. Todo ello ha cambiado sus visiones y actitudes frente al resto de la sociedad y el Estado; ya no
se contentan con los subsidios del Estado, hacen
protestas organizadas y se han relacionado con organizaciones y ONG de diversa naturaleza, incluso
internacionales. Han perdido la confianza y credibilidad en las instituciones formales; la informalidad de
muchos de sus acciones se ha multiplicado.
Su participación en las economías ilegales, como
los cultivos de uso ilícito, la minería no autorizada,
la destrucción ilegal de recursos naturales y otras,
los ha imbuido de actitudes frente al Estado que no
ayudan mucho a su participación en propuestas y
proyectos que buscan sustituir esas actividades por
otras más formales y legales. Esto dificulta enormemente la implementación de proyectos de desarrollo rural, así como el reconocimiento por el Estado
de muchas organizaciones sociales.
d) Ámbitos institucionales y políticos en que operan
Los DRI operaron, en el caso de Colombia, en un
contexto donde el fortalecimiento y desarrollo institucional estaban en marcha. Cuando el DRI surgió
en la segunda mitad de los setenta, se habían diseñado una serie de entidades e instituciones para el
desarrollo rural y agropecuario, que facilitaban esos
programas y permitían algunas complementarie-
dades. Hoy el desarrollo rural debe realizarse en un
ambiente de reciente des-institucionalización de lo
rural, con unas entidades que han sido duramente
afectadas por el conflicto y la desidia del Estado.
Solo en este año se espera que empiecen a diseñarse y operar, a marcha lenta, las nuevas entidades
creadas por el gobierno con los decretos de diciembre de 2015 derivados de Facultades Extraordinarias otorgadas el Ejecutivo en el Plan de Desarrollo.
Es diferente hacer desarrollo rural en un contexto
institucional en proceso de consolidación, que en
otro donde apenas se inicia la implementación de
un nuevo arreglo institucional público, y después de
salir de un conflicto armado que ha afectado enormemente a los pobladores rurales, sus organizaciones e instituciones.
Y desde el punto de vista político, el Estado ha adquirido compromisos internos con actores alzados
en armas que lo obligan a cumplir pactos que se extienden más allá de los periodos gubernamentales.
Son compromisos de Estado y sociedad, como los
que se derivarán de la Habana, cuando se firme el
acuerdo para dar por terminado el conflicto armado
interno.
Antes eran más los compromisos con los organismos internacionales que financiaban los DRI, hoy el
compromiso es con los grupos que buscan incorporarse a la legalidad y la vida política sin armas, y con
pobladores rurales cansados de promesas, relegados y marginados históricamente por las políticas
públicas. El compromiso es también con la comunidad internacional, expectante de las capacidades
internas de avanzar en procesos de modernización
y modernidad.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Las nuevas visiones y el posacuerdo
No cabe duda que las nuevas concepciones sobre el
desarrollo rural implican hoy retos mayores y de creciente complejidad para el Estado y la sociedad. Si
se toma como referencia la definición del desarrollo
rural territorial del Rimisp en su versión inicial4, y los
nuevos avances expresados recientemente por Berdegué y Proctor, así como Berdegué, Bebbington
y Rosada, es claro que estamos frente a un desafío
enorme para acompañar los procesos de cambio
que ya se vienen presentando, y los que se emprenderán hacia el futuro.
Zoom +
4 Schejtman, A. y Berdegué, J. A. 2014. Desarrollo territorial rural. Serie Debates y Temas Rurales N° 1. Rimisp-Centro Latinoamericano para
el Desarrollo Rural. Santiago, Chile.
ECONOMÍA COLOMBIANA
67
TEMA CENTRAL
Berdegué y Proctor indican que “La transformación rural es un proceso de cambio social integral
mediante el cual las sociedades rurales diversifican
sus economías y reducen su dependencia de la agricultura; llegan a ser dependientes de lugares distantes en materia de comercio y en la adquisición
de bienes, servicios e ideas; se mueven de aldeas
o rancherías dispersas a pueblos y pequeñas y medianas ciudades, y llegan a ser culturalmente más
similares a las grandes aglomeraciones urbanas”6.
Una de las características de esa transformación es
la urbanización de las regiones rurales, lo que hace
indispensable la visión de un desarrollo rural territorial, donde lo rural y lo urbano se van integrando en
lugar de separarse, en un proceso creciente de diversificación que asumen hogares multiubicacion,
como ellos los denominan.
Y afirman siguiendo a Christiaensen y Todo7, “Si el
proceso de urbanización del país en su conjunto
sigue un patrón de concentración urbana, el resultado es un tipo muy diferente de transformación rural que cuando el proceso general de urbanización
se distribuye entre un mayor número de ciudades
pequeñas, medianas y grandes”. Ello implica que
países como Colombia requieren hacer esfuerzos
enormes para fortalecer las áreas urbanas menores y medianas y facilitar los procesos de desarrollo rural. El desafío del posconflicto no son solo las
áreas rurales, lo es también la relación de estas con
las urbanas; es decir para que el desarrollo rural se
haga más inclusivo socialmente, debe pasar por el
camino del territorio.
Y agregan: “Estos espacios más grandes pueden ser
mejor definidos no en una dicotomía de rural y urbano separados y fracturados, sino en un gradiente
6 Julio A. Berdegué, y Felicity J. Proctor, Ciudades en la transformación
rural. Rimisp, Grupo de Trabajo: Desarrollo con Cohesión Territorial, Documento de Trabajo No. 130, Santiago de Chile, 2014. Este documento es continuación de uno anterior escrito por Berdegué Julio, Antonny
Bebbington y T. Rosada bajo el título. “The rural transformation”. In: B
Currie-Alder, R. Kanbur, D. M. Malone, and R. Medhora, International
Development. Ideas, Experience, and Prospects. Oxford University Press,
2014.
7 Christiansen, L. y Todo, Y. Poverty Reduction During the Rural–Urban
Transformation. The Role of the Missing Middle. World Development
63: 43-58, 2014.
8 Berdegué y Proctor, op. cit., pp 5-6.r
9 Schejtman, A. y Berdegué, J. A. 2014, op. Cit
10 Rubén Darío Utria “El posconflicto, reconstrucción nacional y desarrollo humano”. Academia Colombiana de Ciencias económicas, Bogotá,
2015. Este autor presenta así una visión amplia sobre el significado del
posconflicto, que tiene mucho sentido en el caso particular de Colombia.
68
ECONOMÍA COLOMBIANA
de condiciones que va desde localidades “rurales
profundas” –muchas en número, pero con cada vez
menos personas en ellas— hasta, en el otro extremo,
aglomeraciones urbanas. En el medio hay un espacio
grande y rico donde la mayor parte de las sociedades rurales contemporáneas se colocan: territorios
rurales-urbanos, es decir, arreglos socio-espaciales
que involucran varias aldeas rurales, algunas pueblos y tal vez una o dos o tres ciudades pequeñas
cuyo tamaño varía dependiendo en gran medida de
la población total del país”8. Estos territorios funcionales, según los autores, “no son sólo un conjunto
de ubicaciones individuales distribuidas al azar en
un espacio geográfico, sino un sistema social, o un
lugar con una identidad socialmente construida”9.
El posconflicto, oportunidad para la ruralidad
Rubén Darío Utria ha señalado que “En la práctica, el
posconflicto es el escenario y el proceso societario
de movilización y capacitación para la construcción,
institucionalización y afianzamiento de la paz y la
reconciliación, no sólo por parte de los combatientes sino de toda la institucionalidad y la sociedad
colombiana. Y todo esto debe estar indispensablemente abonado con el conocimiento de la verdad
sobre los promotores y beneficiarios del conflicto, la
identificación y reparación de las víctimas y la aplicación de una justicia transicional, para que puedan
cicatrizar las heridas y reconstruirse los espíritus”10.
Y dice Utria que debido a la complejidad de este
fenómeno, “en la práctica la reconstrucción debe
apuntar principalmente a cuatro objetivos: (i) la remoción de los factores generadoras del conflicto;
(ii) la reconstrucción de lo afectado y destruido;
(iii) la solución de los problemas fundamentales
no resueltos hasta ahora; y (iv) la formulación y
puesta en marcha de un Proyecto Político Nacional
de Paz, Reconstrucción y Desarrollo, inteligentemente concebido, suficientemente consensuado y
eficientemente planificado, que saque al país del
precipicio en que se encuentra, lo reoriente políticamente y trace el camino de dichas reconstrucción y pacificación”.
Así, lo mínimo que puede decirse sobre el posconflicto es que este es un proceso de transformación
de las condiciones que han dado origen el conflicto. Como esas causas son estructurales y no coyunturales, el posacuerdo debe converger hacia un
proceso de transformación societal que incluye la
TEMA CENTRAL
reconstrucción de lo que se perdió en la confrontación armada11.
En esa concepción amplia, el desarrollo rural se
constituye en una de las piezas claves, pues buena
parte de los orígenes del conflicto está en las estructuras agrarias y el atraso en que se desenvuelve
ese sector, pese a las islas de modernización que se
observan en la geografía agraria. Pobreza, conflicto,
atraso, carencia de bienes públicos, bajas productividades y competitividad, desigualdad, discriminación, desvalorización de lo rural y lo campesino,
desinstitucionalización, clientelizacion de la política
pública, etc., constituyen elementos de una crisis
estructural que deriva en un conflicto rural sostenido por un modelo de desarrollo que ha fracasado en
el sector rural12.
Por eso el posconflicto significa mucho para el sector rural. Es la oportunidad de asumir una decisión
política que empiece por crear las condiciones que
terminen por consolidar una sociedad rural integrada a la sociedad nacional, al desarrollo general
del país, y a una globalización más equitativa y menos asincrónica. En el sector rural el posconflicto
se identifica con una profunda transformación de
las condiciones en que viven sus habitantes, y en
la creación de oportunidades para que se integren
dignamente a la sociedad. Es decir, se identifica
con una reforma rural integral profunda de largo alcance, sustentada en una política de Estado, como
bien lo han indicado tanto el INDH 2011 como la
Misión Rural13.
Recorrer ese camino implica enfrentar con decisión
varios retos, a saber: reconstruir y desarrollar la institucionalidad rural, especialmente la de orden local
y regional; generar conciencia sobre la importancia
del desarrollo rural para el desarrollo nacional y la
construcción de paz; formar nuevos liderazgos con
capacidad de gestar coaliciones sociales para el
desarrollo; combatir la informalidad, el crimen organizado y la ilegalidad en el campo; modificar las
estructuras agrarias con políticas donde la equidad,
la no discriminación y la sostenibilidad sean una norma; crear nuevas oportunidades para la generación
de ingresos de los pobladores rurales; valorizar lo
11 Ibíd.
12 PNUD, Informe Nacional de desarrollo Humano 2011, Colombia rural, razones para la esperanza. Ver también el informe de la Misión rural,
Bogotá, diciembre de 2015.
13 DNP-Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Misión para la
Transformación del Campo, Bogotá, 2015.
Lo mínimo que
puede decirse sobre
el posconflicto es
que este es un proceso
de transformación
de las condiciones
que han dado origen
al conflicto.
rural en la política pública; promover la organización
de la sociedad civil para el desarrollo rural; avanzar
en la inclusión productiva y social fortaleciendo las
agriculturas familiares; avanzar en el ordenamiento
territorial y en el diseño e implementación de planes de desarrollo territoriales y participativos; hacer
una implementación oportuna y de calidad de los
Acuerdos que se alcancen en los Dialogo de Paz en
la Habana.
Son muchos los retos, pero si se miran en una perspectiva histórica y de desarrollo, no tienen otro sentido que darle al sector rural y a sus vínculos con el
urbano, la posibilidad de desarrollar los potenciales
existentes para mejorar apreciablemente las condiciones de vida de los pobladores rurales, en una
económica que debe seguir creciendo de manera
competitiva y sostenible con base en criterios de
equidad y justicia. El posconflicto no buscaría generar una revolución que lo cambie todo, sino desatar
las fuerzas dormidas del desarrollo que las políticas
públicas y las actitudes de las elites con sus conceptos erróneos del desarrollo, han mantenido ocultas
desde la independencia de la metrópoli española,
sosteniendo un orden social rural injusto, violento
y altamente inequitativo.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
La sabiduría del posconflicto puede consistir, por
lo menos, en hacer una buena priorización de esos
temas para avanzar por etapas consecutivas que
vayan enlazando dinámicas que alcancen cierta
autonomía y no puedan se ahogadas por el sistema político actual. Dinámicas virtuosas que van
promoviendo la trasformación, al estilo de los desequilibrios dinámicos formulados por el economista
Albert Hirschman.
ECONOMÍA COLOMBIANA
69
TEMA CENTRAL
Colombia no se puede dar el lujo de seguir buscando
una modernización a ultranza sin resolver el problema rural que se sitúa por encima de los problemas de
la tenencia de la tierra. Y esa solución no puede generar nuevos conflictos, por ello requiere de muchas
alianzas y coaliciones sociales, ojala innovadoras
para ir involucrando a la sociedad toda en el cambio
de la realidad rural y de sus vínculos urbanos14. Una
reforma rural transformadora, o una reforma rural integral, como se le quiera denominar, exigen un gran
protagonismo del Estado. Por eso la frase derivada
del Informe de Desarrollo Humano 2011 del PNUD,
de “mas Estado en el mercado, menos mercado en el
Estado y más participación de las comunidades en el
diseño de la política pública” puede ser un referente
para empezar a construir un nuevo modelo de desarrollo que tenga una fuerte incidencia en los ámbitos
rurales que están en continua transformación.
Y estaríamos de acuerdo con los enunciados recientes del señor Fabrizio Hochschild de la representación de las Naciones Unidas en Colombia, de que el
posconflicto no puede ser la tarea de un solo líder,
gobierno o fuerza política. Es posible si la clase política se compromete, es decir, si se amplía la coalición política comprometida con la paz y con hacer
realidad los contenidos del Acuerdo. Para lo cual
los lideres actuales deben cambiar su discurso y sus
concepciones sobre el desarrollo y la paz, y ser consecuentes con ello. Dice que “Se necesita una masa
crítica de líderes. Una coalición de líderes de distintos sectores y orientaciones políticas que puedan rechazar la estigmatización y la deshumanización, no
14 El concepto de coaliciones sociales innovadores ha sido sugerido
por el Rimisp, con base en el análisis de varios programas y proyectos
de desarrollo rural en América Latina. Ver: Tanaka, M. “En busca del eslabón perdido: coaliciones sociales y procesos políticos en el desarrollo
territorial rural”. Documento de Trabajo N° 111. 2012, Santiago de
Chile 2012. Programa Dinámicas Territoriales Rurales. Rimisp, Santiago, Chile.
15 Fabrizio Hochschild, Conferencia Académica Inaugural 2016 “El
futuro de un país en paz”. Los desaf íos del país en la construcción de
paz”, Bogotá, febrero 18.
importa de dónde provengan”15, Y advierte que “la
politiquería no puede poner en riesgo el derecho de
futuras generaciones de colombianos de vivir en un
país en paz”.
Los colombianos tenemos derecho a soñar y tener
utopías, así en épocas no muy lejanas se nos haya
prohibido tenerlas, en aras de apoyar un modelo
único de desarrollo modernizante que arrasaba con
cualquier otra alternativa de desarrollo. Soñar, por
ejemplo, con un escenario mínimo rural en un plazo
entre veinticinco y cincuenta años que se configure así: una sociedad rural estable y prospera, más
equitativa, con uso pleno y sostenible de sus recursos, con inclusión social y productiva, integrada
plenamente al desarrollo nacional con el diseño de
una institucionalidad eficaz y ajena a los intereses
politiqueros, que actúa en un Estado que controla
el territorio y combate sostenidamente la criminalidad y la ilegalidad; participativa y organizada para
el cambio; con acceso a una canasta dinámica de
bienes públicos y actuando bajo la guía de un ordenamiento territorial, y donde la democracia sea una
rutina política fortalecida con una agricultura familiar prospera y reconocida y valorada por la sociedad. Es decir, soñar con una reforma rural integral y
transformadora de la realidad.
Ese puede ser el sueño del posconflicto o del posacuerdo para el sector rural. No perdamos la capacidad de buscarlo y hacerlo realidad, la historia y la
generaciones venideras nos comprometen a ello, si
realmente aspiramos a una Colombia estable con
una paz construida entre todos. No es una utopía,
es un sueño posible si se crea la conciencia de que
ello es necesario para salir del atraso y del conflicto que ha significado tantas vidas y costos, tanta
destrucción sin sentido, tanta humillación y desprecio por la vida humana. Lo que se logre estabilizar
y consolidar en el sector rural tendrá siempre un
costo-beneficio enorme para la sociedad. No existe
mejor inversión para la paz que lograr un desarrollo
rural integral que dignifique la vida en el campo.
TEMA CENTRAL
La reforma
rural
Artículo
Anterior
en el posconflicto
El proceso de paz con las Farc puede ser el catalizador que ponga
fin al conflicto armado y a la precariedad del control territorial
del Estado si éste se logra consolidar como árbitro final de los
conflictos sociales.
Alejandro Reyes Posada*
La negociación del tema agrario en el proceso de paz
La negociación de paz en La Habana tiene implícito un doble reconocimiento: las Farc reconocen el
poder de jure del estado colombiano y el gobierno
reconoce el poder de facto que las guerrillas ejercen
en ciertos sectores sociales. Las Farc renuncian a la
revolución armada a cambio de participar en la política para agenciar sus propuestas de cambio social,
mientras aceptan el sistema de toma de decisiones
y la vigencia de la constitución. Las Farc reconocen
que no pueden conquistar el poder por las armas y
el estado reconoce que no ha podido aniquilar a las
guerrillas por la fuerza.
El gobierno aceptó discutir el problema agrario en
la agenda de negociaciones de paz porque reconoce el origen campesino histórico de las Farc en los
años sesenta y el carácter predominantemente rural
de las condiciones de reproducción de la violencia
* Investigador social, cosultor y columnista.
70
ECONOMÍA COLOMBIANA
Siguiente
Artículo
Vea aquí la presentación del autor
https://youtu.be/r6efqElhl4U
y de sus consecuencias fatales sobre la población.
Esa discusión, que condujo al acuerdo de hacer una
reforma rural integral, fue el puente de oro que permitió a la guerrilla de las Farc iniciar el tránsito de
la guerra a la política. La reforma rural, junto a los
acuerdos sobre participación y apertura democrática y de solución al problema de las drogas ilícitas,
dibujan el nuevo escenario de los movimientos sociales y políticos que pueden surgir en el posconflicto, que a su vez puede definirse como la transición
del conflicto armado a la tramitación democrática
del conflicto social.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Tanto las Farc como el gobierno están haciendo una
doble negociación: con el adversario militar y con
sus propias bases sociales, la primera en la mesa, en
la que se pactó la confidencialidad hasta llegar a los
acuerdos, y la segunda en la opinión, con amplia difusión en los medios. La tensión entre las dos afecta
necesariamente la marcha de las conversaciones,
pues las numerosas “propuestas mínimas” de las
Farc, que son propiamente propaganda electoral
para la transición, y que se caracterizan por su radicalidad para cambiar el régimen político y social, se
ECONOMÍA COLOMBIANA
71
TEMA CENTRAL
distancian mucho de los acuerdos finalmente pactados entre la guerrilla y el gobierno, que no pueden
calificarse como la “revolución por contrato”, como
la llamó en su tiempo Alfonso López Michelsen, sino
que contienen las reformas mínimas que ha debido
hacer el país desde hace tiempo para ser más democrático y resolver los conflictos sociales represados
en el mundo rural, cuya resolución se frenó en las
últimas décadas por el conflicto armado y la oposición de las élites territoriales.
Mientras las Farc piensan en la democracia como
resultado, el gobierno responde desde la lógica de
la democracia como procedimiento para el ejercicio
del poder público, confiando el resultado al juego
de fuerzas políticas. Las Farc sienten que la lucha se
justifica mientras permanezcan las causas sociales
de la rebelión y el gobierno sostiene que el uso de
las armas es un recurso inaceptable para defender
propuestas de cambio. El gobierno acepta hacerse
cargo de las condiciones estructurales que reciclan
la violencia y asume la responsabilidad en la reparación de las víctimas del conflicto.
La reforma rural pactada en el proceso de paz
Se pactó una reforma rural con enfoque territorial,
que dio origen al concepto de paz territorial enunciado por Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de Paz
y arquitecto de la negociación. Cada territorio tiene
un problema agrario propio, que obedece a tendencias generales de la sociedad y el estado, pero que se
configura de manera correspondiente a su geografía, sus recursos y su sistema socio-político, profundamente alterado por la violencia. La competitividad
agraria es función del territorio, su conexión con los
mercados y la visión de desarrollo de sus pobladores,
y no tanto de lo que ocurre dentro de los predios.
72
incluso de la promovida por Carlos Lleras Restrepo
en los sesentas, y se acerca mucho más a la idea de
un ordenamiento del territorio, a una mejor distribución espacial de la población rural, la garantía estatal de los derechos de propiedad y a la gestión del
territorio para lograr la sostenibilidad ambiental, social y productiva de la tierra y los recursos naturales.
El país reconoce el fracaso de los modelos anteriores
de desarrollo agrario, desde la colonización dirigida
y espontánea, hasta la parcelación de haciendas, los
subsidios a los pequeños productores o la dinamización del mercado de tierras, que fueron los paradigmas ensayados, y se abre al nuevo paradigma
del enfoque territorial, que aprovecha las iniciativas
locales y las ventajas competitivas de los territorios,
de abajo hacia arriba, para que la población rural
asuma el control de sus recursos vitales y defina la
visión de futuro de su territorio. El nuevo modelo de
reforma rural se acerca a experiencias como el DRI y
el PNR, que buscaron integrar territorios a la infraestructura y los mercados. Los territorios deben generar instituciones participativas e incluyentes para
gestionar el desarrollo y articular coherentemente la
oferta sectorial del gobierno central y regional.
Más grave es el fracaso del estado para acreditar y
registrar los derechos de propiedad de la tierra, que
se suma al despojo y desplazamiento de la población campesina en el marco del conflicto armado y
a la informalidad e ilegalidad de la apropiación histórica del territorio. La sistemática inaplicación del derecho agrario, que nació con la reforma de los años
treinta y la ley 135 de 1961, y la incoherencia de no
referir los derechos registrados al plano catastral,
como debe ser, añadido a las deficiencias estructurales del catastro, hacen muy difícil que el estado
controle la propiedad territorial.
El mundo rural, además, se debe analizar con la concepción que se ha llamado la “nueva ruralidad”, que
destaca la interdependencia de lo agrario y lo urbano en los mercados, la tecnología, los flujos económicos y el empleo, pues más de la mitad de la ocupación laboral del campo no está en la agricultura
y la ganadería, sino en los servicios, el comercio, el
turismo y la transformación industrial o artesanal.
Toda la minería, por ejemplo, está en el mundo rural
e impacta el empleo, los ingresos rurales y el uso del
suelo y el agua.
Para poder hacerlo, en el acuerdo agrario se contempla la realización de un nuevo catastro multimodal, hecho con participación de las comunidades
rurales, que defina los linderos de todos los predios,
formales e informales, para que sea la base estructural para las políticas de restitución, formalización,
identificación de los baldíos y de recuperación de los
apropiados con trampas legales, como los juicios de
pertenencia sobre baldíos imprescriptibles. El nuevo
catastro, además, debe tener avalúos actualizados,
para que los impuestos prediales se acerquen algo
más al costo de oportunidad de la propiedad de la
tierra y se pueda financiar a los municipios.
Por lo anterior, la reforma rural que se pactó difiere
mucho de las reformas agrarias clásicas del siglo 20,
Otro instrumento a disposición del gobierno es
la recién creada Unidad de Planificación Rural y
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
Agropecuaria, UPRA, en el Ministerio de Agricultura, con la misión de definir los usos adecuados
del suelo y dinamizar el mercado de tierras, para resolver los actuales conflictos de uso entre conservación, restauración, ganadería y agricultura. Además,
en la negociación de paz se acordó restablecer la jurisdicción agraria, creada desde la ley 200 de 1936,
con la función de aplicar el derecho agrario y no sólo
el civil para la resolución de los conflictos de tenencia y la acreditación de la propiedad.
La reforma rural para la paz contempla la creación
de un fondo de tierras, que el gobierno debe acopiar
para distribución gratuita a campesinos sin tierra o
con tierra insuficiente. La constitución de ese fondo de tierras puede corregir parcialmente la violación sistemática de la ley de baldíos, que los destina
exclusivamente para ser adjudicados a quienes los
ocupen con su trabajo familiar y no posean otras
tierras ni patrimonio, y por tanto debe recuperar los
baldíos indebidamente apropiados, a partir de los
procesos de clarificación del dominio, que buscan
establecer cuáles tierras son de dominio privado y
cuáles de la nación.
Como la aplicación rigurosa de la ley de baldíos causaría la inseguridad jurídica de gran parte de la propiedad en las regiones de colonización del siglo 20,
configurada a partir de la compra de mejoras a los
colonos campesinos, que no son derechos reales de
propiedad sino derechos personales de ocupación, se
puede llegar al acuerdo de limitar a tres casos la recuperación de los baldíos: 1) cuando exista conflicto
de tenencia entre propietarios titulares y ocupantes
campesinos que reclaman derechos sobre la tierra,
que deben resolverse recuperando el carácter de baldío y adjudicando a los campesinos que los ocupan y
trabajan; 2) cuando la apropiación indebida de baldíos
haya afectado humedales, playones, ciénagas, tierras
de uso comunal y reservas forestales, para regresar la
tierra a sus funciones ambientales y usos comunitarios; y 3) cuando la apropiación ilegal de baldíos haya
llevado a la concentración de la propiedad y la falta
de tierras para los productores campesinos.
El despojo de la tierra por causa del conflicto armado y la restitución como anticipo de la reforma rural integral y el posconflicto
La causa principal de sufrimiento y miseria de la
población rural ha sido el conflicto armado de los
últimos treinta años. Durante los años ochentas
las guerrillas se expandieron desde las regiones de
colonización hacia las áreas de ganadería y agricultura empresarial y sometieron a los propietarios a
la extorsión y el secuestro generalizados. Al mismo
tiempo, la creación de fortunas con el narcotráfico
condujo a un cambio de propietarios de grandes haciendas, adquiridas para lavar dineros de la droga en
cerca de 500 municipios.
A comienzos de los años ochentas confluyeron tres
factores para dar origen a los grupos privados de
autodefensa: 1) el cansancio de los grandes propietarios con la depredación de las guerrillas, que elevaron su tasa de extorsión hasta amenazarlos con la
ruina y ausentarlos de sus propiedades; 2) el ingreso
masivo de narcotraficantes a la economía ganadera
para lavar dineros de la droga; y 3) la resistencia de
los mandos militares al proceso de paz del presidente Belisario Betancur, que se expresó en la promoción clandestina de autodefensas en el nororiente
antioqueño, el sur del Magdalena Medio y la región
del Ariari, en el Meta.
Contenido
Estos tres factores dieron origen al paramilitarismo,
que se expandió a casi todas las regiones donde hacían presencia las guerrillas, y el conflicto armado
Busqueda de
palbras o frases
Mientras las Farc
piensan en la
democracia
como resultado,
el gobierno responde
desde la lógica de la
democracia como
procedimiento para
el ejercicio del poder
público, confiando
el resultado al juego
de fuerzas políticas.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
73
TEMA CENTRAL
entre las dos fuerzas provocó el desplazamiento y
despojo de la tierra hasta mediados de los años dos
mil, cuando el gobierno de Álvaro Uribe negoció la
desmovilización y sometimiento a la justicia de los
grupos principales. Este proceso logró replegar a las
guerrillas de muchas regiones, especialmente las llanuras de la Costa Caribe, pero afectó profundamente la territorialidad de comunidades campesinas,
indígenas y negras en casi todo el país, reemplazó
parcialmente a las élites regionales y se transformó
en una contrareforma agraria, que empobreció a los
campesinos y consolidó el dominio territorial de las
mafias, aliadas con los grandes propietarios, con la
complicidad de grandes sectores de las fuerzas armadas y la policía.
La terminación de esta alianza criminal, efectuada
con la desmovilización negociada de los grupos paramilitares entre 2003 y 2005, permitió a la justicia
investigar el entramado de redes de poder local y
regional que hicieron parte de lo que se denominó la
parapolítica, que usaron para su beneficio el poder
electoral del clientelismo y el poder económico de
la corrupción y la violencia para convertirse en los
nuevos amos de la tierra y en los nuevos predadores
de los recursos públicos en muchas regiones.
La nueva estrategia de seguridad, llamada “seguridad democrática”, restableció la iniciativa militar
contra las guerrillas en cabeza de las fuerzas arma-
La política de
restitución de tierras
puede inscribirse en
la justicia transicional
para superar el
conflicto armado
y reparar a sus
víctimas por
las pérdidas
patrimoniales
que han tenido.
74
ECONOMÍA COLOMBIANA
das y de policía y logró la recuperación del control
territorial por el estado en gran parte del territorio,
aunque dejó casi intactas las redes de poder que
capturaron instituciones claves del país. La presión
del presidente Uribe sobre las fuerzas armadas para
lograr resultados contra las guerrillas las condujo a
muchas ejecuciones de jóvenes para presentarlas
como guerrilleros caídos en combate y cumplir con
las cuotas de muertos asignadas, en la operación
que se ha llamado los “falsos positivos”.
El repliegue militar de las guerrillas las convenció de
la imposibilidad de llegar al poder por las armas y
dispuso a las Farc, desde el comienzo del gobierno
de Juan Manuel Santos, para iniciar negociaciones
de paz. Santos reconoció la existencia del conflicto
armado y logró que el Congreso aprobara la ley de
víctimas y restitución de tierras, sancionada como
la ley 1448 de 2011 en presencia del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon. La ley,
en materia de restitución, negó la legalidad de las
adquisiciones de propiedad hechas al amparo del
conflicto armado desde 1991 y dispuso que el gobierno, con la acción de la Unidad de Restitución,
acopiara las pruebas del despojo, inscribiera las reclamaciones en el registro de tierras despojadas y
presentara demandas ante los jueces y tribunales
de restitución de tierras que se crearon en la ley. La
política de restitución de tierras puede inscribirse
en la justicia transicional para superar el conflicto
armado y reparar a sus víctimas por las pérdidas patrimoniales que han tenido.
Con veinte sedes territoriales, la Unidad de Restitución había recibido 87.330 reclamaciones de restitución al terminar febrero de 2016, de las cuales
42.974 (47%) habían sido habilitadas por el Ministerio de Defensa para iniciar trámites por tener garantizada la seguridad, en lo que se ha llamado “microfocalización”. De las habilitadas, la Unidad había
procesado 30.834 solicitudes, aceptando 15.734 y
rechazando 15.080 por no reunir las condiciones
de la ley. Los jueces han recibido 4.528 casos y han
dictado sentencias para resolver 3.320 de ellos, ordenando la restitución de 2.635 predios.
La restitución de tierras opera en el marco de tenencia de la tierra afectado por la debilidad e informalidad históricas de los derechos de propiedad, la precariedad del catastro, cuyos planos debe reconstruir
uno a uno con nueva cartografía, las imprecisiones
e ilegalidades de títulos en el Registro de Instrumentos Públicos y la cadena de transacciones de tierras
concomitantes o posteriores al despojo. Además de
TEMA CENTRAL
lo anterior, el control guerrillero y de bandas criminales sobre algunos territorios de despojo dificulta
las tareas de la Unidad de Restitución, que se suman
al control diferido de las minas antipersonales, que
afectan el 70% de los municipios de la restitución.
Por si lo anterior fuera poco obstáculo, muchas acciones de restablecimiento de derechos dependen
de autoridades locales vinculadas con los actores
del conflicto armado, el narcotráfico y la corrupción.
La restitución, como política en curso, fue mencionada en el acuerdo agrario con las Farc como una de
las tres formas de acceso a tierras, junto a la formalización de la pequeña propiedad y la distribución
nueva de tierras. Al mencionar en la mesa de conversaciones que el 35% de las reclamaciones presentadas hasta entonces señalaban a las guerrillas como
despojadores, las Farc expresaron su temor de que
la restitución pusiera en peligro los derechos a la
tierra de los campesinos en sus áreas de influencia.
La Unidad de Restitución está preparando su ingreso a los territorios de dominio de las Farc en Caquetá, Guaviare y el Huila, pues ha adelantado con éxito
el proceso en los anteriores dominios paramilitares
del norte del país. En el posconflicto con las Farc
esta tarea podrá adelantarse sin la interferencia del
grupo armado y como parte esencial de la reforma
rural integral negociada en La Habana.
Perspectivas de la reforma rural en el posconflicto con las Farc
Debe hablarse, con propiedad, del posconflicto con
las Farc, la principal guerrilla colombiana, porque
no hay seguridad de que el Eln inicie la negociación
de paz con el gobierno. Si no lo hace, esa guerrilla
buscará reclutar a desmovilizados de las Farc para
acrecentar su fuerza de combatientes y continuará
planteando un reto a la seguridad en sus regiones
de dominio, que en buena parte coinciden con la
economía petrolera y del oro, y las que logre ocupar luego de la desmovilización de las Farc. De esa
forma, el estado tiene todavía por delante la tarea
de consolidar su dominio territorial frente al Eln y
frente a las bandas criminales que extorsionan a la
población en regiones de la periferia, además de
controlar mercados ilegales.
Adicional a los riesgos de esos actores armados de
la insurgencia y el crimen organizado, que en algunas regiones tienen acuerdos de distribución de negocios y territorios, el riesgo principal del posconflicto con las Farc es el de reactivar las iniciativas
de defensa armada de los grandes propietarios de
la tierra si perciben que la reforma rural amenaza
sus intereses patrimoniales y sus privilegios. Para
ello disponen de una abundante oferta de mano de
obra criminal entrenada en el control territorial, recursos del narcotráfico, la justificación política de la
continuación de las guerrillas, un partido político de
derecha opuesto a la negociación con las Farc y a la
reforma rural negociada, y el descontento de una
parte de los mandos de las fuerzas armadas con la
negociación de paz.
Los factores que pueden incidir en el futuro de la
reforma rural integral son de tres tipos. Primero, de
la capacidad del estado para hacer la reforma rural
de manera que se ajuste a la eficiencia económica
del desarrollo en los territorios. Segundo, que la organización de la población campesina para impulsar
sus demandas de tierra y desarrollo cuente con las
garantías de seguridad y las oportunidades de participación efectiva en las decisiones locales. Tercero,
depende de la capacidad del sistema político, de la
justicia y de las fuerzas de seguridad para sancionar
e impedir la creación de ejércitos privados al servicio
de la defensa de las élites territoriales.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
En definitiva, el proceso de paz con las Farc puede
ser el catalizador que ponga fin al conflicto armado
y a la precariedad del control territorial del estado si
éste se logra consolidar como el árbitro final de los
conflictos sociales que emergerán en el posconflicto y logra interrumpir los mecanismos de reciclaje
de la guerra interna, alimentados por las economías
ilegales y la corrupción.
ECONOMÍA COLOMBIANA
75
TEMA CENTRAL
TEMA CENTRAL
Educación rural:
Un reto
Las brechas en cobertura y calidad en el área rural
y una oportunidad
en el posconflicto
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
En las situaciones de posconflicto, las escuelas rurales podrían liderar
procesos de reconstrucción del tejido social y ser el puente entre las
instituciones y las comunidades. Ellas son una extensa red y a su vez
necesitan reforzar sus vínculos con las comunidades que atienden.
Cecilia María Vélez*
El país tiene enormes desafíos en materia de educación y en especial, frente a la educación en el
área rural. Si bien ha venido avanzando tanto en
cobertura como en calidad los retos se mantienen y
para superarlos es necesario mejorar los promedios
y acortar las diferencias. En particular, la educación
rural presenta indicadores de cobertura inferiores
a los del área urbana. El bajo logro educativo de las
zonas rurales es notorio. En el 2013, mientras la
población urbana de 15 años y más tiene al menos
los 9 años de educación obligatoria, la población
en la zona rural tiene tan solo primaria completa
5.1 años1.
En términos de calidad, se evidencia una gran distancia entre la educación en el país y la de los países
desarrollados. Y aunque las mediciones a través de
* Exministra de Educación y actual rectora de la Universidad Jorge
Tadeo Lozano.
1 Misión Para la Transformación del Campo Colombiano , Bogotá Octubre 2014.
76
ECONOMÍA COLOMBIANA
últimas décadas. Asimismo, con el posconflicto que
ya se empieza a vivir en algunas zonas del país y que
se ampliará con la firma de los acuerdos con las Farc,
se abren múltiples posibilidades para la educación
rural, que podría convertirse en protagonista importante en la construcción de la paz en el país.
las pruebas nacionales e internacionales muestran
alguna mejoría en los promedios nacionales, este
avance dista de ser satisfactorio para alcanzar los
niveles que permitan convertir la educación en un
factor de desarrollo y de redistribución del ingreso.
Los promedios del área rural se encuentran por debajo de los urbanos en todas las competencias evaluadas.
Asimismo, de acuerdo con la Misión Rural, la educación es uno de los agentes que determina el atraso relativo del campo, evidente especialmente en
materia de pobreza extrema y multi-dimensional. Y
el largo conflicto interno ha agravado el desarrollo
de la educación en el país en algunos casos, porque
impide o dificulta la prestación del servicio, y en
otros, por el reclutamiento temprano de los potenciales educandos.
Todos estos factores hacen que el sector rural requiera estrategias diferenciales de atención como
se ha venido reconociendo en las políticas de las
Las tasas de cobertura en el área rural en general
son menores que las del área urbana. En 2014, la
cobertura bruta2 (transición básica y media) alcanzó el 95%, inferior en 4 puntos a la urbana, mientras
la neta3 alcanzaba 81%, comparada con el 88,8% de
la urbana. En tanto que la población urbana de 15
años y más alcanza al menos los 9 años de la educación obligatoria, la población rural tan solo logra
en promedio la primaria completa 5,14. Y de cada
100 estudiantes que ingresan al sistema educativo
en la zona rural, 48 culminan la educación media,
mientras que en las áreas urbanas lo hacen 82 estudiantes5. Como resultado, el analfabetismo en
mayores de 15 años en el área rural supera el 15%.
Esto significa 3 veces mayor el promedio nacional6.
En las Pruebas Saber, aplicadas por el Icfes en el
2015, el promedio de los estudiantes de las áreas
rurales se encontraba de 3 a 5 puntos por debajo
en todas las competencias, siendo las mas bajas
matemáticas y razonamiento crítico. También presentaban desviaciones estándares menores. Siendo
conscientes de las deficiencias que revelan las pruebas para todo el sistema, se pueden calificar como
críticos los resultados en el área rural.
La causas de esta realidad son múltiples. Unas relacionadas con los problemas de expansión de la
2 Que se establece comparando el número total de estudiantes con el de
la población en edad de estudiar
3 Número de estudiantes matriculados en edad con el total de la población en edad de estudiar
4 Misión para la Transformación del Campo Colombiano, 2014
5 Ministerio de Educación, 2013
6 Sarmiento Alfredo, 2010
7 120 estudiantes en una institución con todos los niveles alcanzaría
10 estudiantes por grado.
8 “las Pruebas SABER realizadas por el Ministerio de Educación (MEN
2002) muestran que los resultados de logro en las áreas de matemáticas y lenguaje de los estudiantes de 5° grado en escuelas rurales que
trabajan con el modelo Escuela Nueva son superiores al promedio nacional.” Perfetti Mauricio Estudio sobre la Educación para la Población
Rural en Colombia. 2003.
9 Como el SAT(Sistema de Aprendizaje Tutorial)
oferta como la dispersión o la violencia contra los
maestros, y otras con los obstáculos a la demanda, como la necesidad de trabajar, el reclutamiento
temprano por parte de las organizaciones ilegales, y
las distancias.
La dispersión y las alternativas para enfrentarla
Las dificultades para llegar a todo el territorio con
oferta educativa se deben especialmente a la dispersión de la población en el área rural. La concentración de estudiantes en instituciones aún pequeñas7, implica largos desplazamientos en zonas en
las que el transporte es muy difícil.
Por esta razón y en la búsqueda de la universalización de la primaria, se establecieron las escuelas
multigrado, en las cuales un maestro de primaria
atiende los niños de un área de influencia, con diferentes edades y en diferentes grados. En esta modalidad se encuentran escuelas desde los 5 niños.
Esta forma de atención plantea grandes desafíos
para lograr aprendizajes de calidad. Sin embargo
se han desarrollado metodologías pedagógicas
que producen resultados asombrosos como los de
Escuela Nueva, puesta en marcha en el país en la
década de los 80s, soportada en parte en el aprendizaje autónomo y en grupo, y que ha demostrado
su eficacia en el desarrollo de las competencias de
los estudiantes8.
Si bien con la estrategia de las escuelas multigrados
se llegó a casi todo el territorio nacional, el acceso
de estudiantes a niveles posteriores de la educación básica representa un desafío. En muchos casos
los niños escasamente terminan la primaria por la
dificultad de desplazamiento a las cabeceras municipales, donde generalmente están las escuelas del
siguiente nivel. En ocasiones se ha puesto en marcha un sistema de transporte que, en general, es
bastante precario especialmente en las zonas mas
alejadas, y que además consume gran parte de la
transferencia de recursos que para “calidad educativa” se traslada a los municipios.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
A partir del año 2000, en el empeño de extender
la educación básica hasta el noveno grado, se desarrollaron alternativas siguiendo el modelo Escuela
Nueva, y se aplicaron metodologías en pos-primaria,
lo que dio un impulso a la expansión de este nivel
educativo. El mecanismo permitió concentrar niños
de varias escuelas rurales de los grados 6 a 9 y desarrollar con un solo maestro los distintos grados. Asimismo, se vienen ofreciendo modelos a distancia9 y
ECONOMÍA COLOMBIANA
77
TEMA CENTRAL
virtuales para lograr que estas poblaciones dispersas accedan a la educación media sin desplazarse de
sus comunidades.
Las distancias también determinan la extra edad,
que se presenta en mayor proporción en las zonas
rurales. Mientras la diferencia entre cobertura bruta
y neta en el área urbana es de 4.6 puntos porcentuales, en el área rural esta diferencia alcanza 14.6
puntos porcentuales, lo que implica que los estudiantes en extra-edad que asisten a la escuela en
el campo son el 14% más que los de las áreas urbanas. La edad en que los niños campesinos inician
el colegio, supera en promedio 3 años la edad en la
que debieron entrar. Esta circunstancia en general,
aumenta la deserción cuando niños mayores se encuentran en ambientes educativos que carecen de
interés para ellos. Para enfrentar el problema se han
desarrollado metodologías que permiten nivelar estos estudiantes en los grados acordes a su edad. Y
es importante generalizarlas en el área rural hasta
que se logre el ajuste entre las edades y los diferentes niveles educativos.
Las edades
en que los niños
campesinos
inician el colegio
supera en promedio
3 años la edad en la
que debieron entrar.
Esta circunstancia en
general aumenta la
deserción cuando niños
mayores se encuentran
en ambientes educativos
que carecen de
interés para ellos.
78
ECONOMÍA COLOMBIANA
Formación, bienestar y reconocimiento a los maestros rurales
Indudablemente conseguir los maestros adecuados para el área rural es todo un reto. En general la
formación profesoral se hace en los centros urbanos, y las posibilidades de continuar con formación
post-gradual está asimismo en estos centros. En
consecuencia, los maestros formados difícilmente
quieren ejercer en las áreas rurales y si lo hacen, es
difícil retenerlos allí. Inclusive quienes salen de las
comunidades rurales a cursar estudios de licenciaturas, prefieren establecerse en las zonas urbanas.
Las normales, cada vez mas escasas, han suplido en
parte la demanda rural de profesores, pero inclusive sus egresados, buscando progresar en su carrera
profesional, migran hacia los centros que les dan la
oportunidad de continuar con su formación.
Esto determina que, en el área rural, en donde se necesita a los mejores para cerrar las brechas educativas, se concentren maestros poco formados o sin la
experiencia necesaria. Hay que afirmar que existen
honrosas excepciones de maestros realmente comprometidos con estas comunidades.
En consecuencia, es necesario revisar los incentivos
existentes para los maestros rurales, con el fin de
volver atractivas estas plazas. Podrían establecerse
becas para estudiantes que se comprometan a permanecer un periodo mínimo razonable en las áreas
rurales, y oportunidades de continuar la formación
para quienes ya están allí ubicados. Igualmente,
profundizar el entrenamiento en las metodologías
flexibles, así como los apoyos en los materiales
respectivos10. Asimismo, generar programas de
posgrado de calidad, que lleguen a estas zonas en
forma virtual o semi-presencial.
También es importante pensar en el bienestar de
los maestros en estas zonas. Si bien en décadas
anteriores la prioridad era la construcción de aulas
para albergar los estudiantes en sus clases, hoy es
necesario considerar la construcción de viviendas
para los profesores. Bien sea para quienes quieran
vivir de manera permanente en las comunidades, o
para quienes deben permanecer allí durante el ciclo
escolar. Esto ayudaría a enfrentar el ausentismo de
los maestros, algunos de los cuales se ven obligados
a recorrer distancias que le toman mucho tiempo
para llegar a sus escuelas, y en consecuencia nunca
10 El Programa de Educación Rural (PER) que se viene desarrollando
por parte de Ministerio de Educación ha logrado identificar y expandir
un buen portafolio de metodologías flexibles.
TEMA CENTRAL
están disponibles para relacionarse con la comunidad en la que enseñan, para la cual son desconocidos. Así mismo, se deben resolver problemas relacionados con los pagos, ya que, en algunos casos,
por ejemplo, en las quincenas, los profesores se ausentan por días de sus escuelas.
Es indudable la importancia que en el proceso educativo tiene la relación de los maestros con las comunidades en las que están enseñando. Por la calidad y la pertinencia de la educación es importante
avanzar en la superación de estos obstáculos.
Pertinencia, comunidad y proyecto de vida
Existe un consenso generalizado de que el objetivo de la educación es el desarrollar en los estudiantes las capacidades para enfrentar las condiciones
que plantea su existencia. Hay unas competencias
básicas como la lecto- escritura, el pensamiento
abstracto (matemáticas), el pensamiento científico (capacidad de formular hipótesis y mediante la
aplicación del conocimiento llegar a conclusiones) y
las competencias ciudadanas. El desarrollo de estas
competencias se debe lograr a través de los contenidos que la institución, de acuerdo con su comunidad, consideren los mas apropiados.
El desarrollo de estas competencias está relacionado con el interés que se logre generar en los
educandos por los contenidos del estudio. Es así
como en las áreas rurales se hace necesario trabajar con contenidos relacionados con la vida de las
comunidades. En consecuencia, las instituciones
buscan acercarse a las necesidades de su entorno,
y de acuerdo con ellas establecen sus programas
educativos institucionales11. En muchos casos este
Programa Educativo Institucional (PEI) es tan lejano
a los intereses de los estudiantes o sus padres, que
acaban desertando porque no le ven utilidad a dedicar tiempo al estudio y porque no lo encuentran
pertinente dadas las condiciones en las que viven.
En consecuencia, es importante que la educación
tenga en cuenta las alternativas disponibles para
los estudiantes en su entorno y en su comunidad,
con el fin de darles las herramientas necesarias para
que consoliden su proyecto de vida. Asimismo el
sistema educativo debe estar en capacidad de ofrecerles continuidad en el sistema educativo. En muchas ocasiones, son los mismos maestros quienes
11 Estos programas : PEI, establecen los contenidos y metodologías
que las instituciones desarrollan para orientar los aprendizajes.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
desaniman a los estudiantes porque ellos mismos
no relacionan lo que enseñan con la realidad en la
cual viven sus estudiantes.
Es necesario el apoyo a las insittuciones para lograr
el ajuste del sistema a la realidad local, respaldo que
debe venir no solo desde el sistema educativo, sino
desde diversos sectores como las instituciones
que promueven el desarrollo, la sostenibilidad ambiental y la organización comunitaria.
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Organización institucional y seguimiento
La expansión de la educación en el campo se dio
respondiendo a las necesidades de las pequeñas comunidades que solicitaban un maestro y construían
las aulas para albergarlo. En algunos departamentos, o promovidas por algunas instituciones como la
Federación de Cafeteros, se establecieron escuelas
más organizadas. Sin embargo, el panorama institucional en el área rural al finalizar el siglo XX presentaba un enorme fraccionamiento, con un número
excesivo de instituciones, sin relación entre sí, que
no garantizaban la continuidad de los estudiantes a
través del sistema educativo.
ECONOMÍA COLOMBIANA
79
TEMA CENTRAL
A finales de los 90s se planteó una reorganización
del sector con el objetivo de que las instituciones
aseguraran al menos el ciclo de la educación básica
y en lo posible, hasta la educación media. Se vincularon escuelas rurales a instituciones con carácter
rural o urbano, lo que produjo que en algunas ocasiones quedaran bajo una misma institución, múltiples escuelas rurales, lejanas entre si e imposibles
de administrar por el rector. En muchos casos, no
se garantizó efectivamente la promoción de los estudiantes al siguiente nivel educativo. Aún subsiste
en muchas áreas el problema de la falta de continuidad para el estudiante y la escasa coordinación
entre los niveles educativos.
Por lo tanto, una revisión de la organización institucional permitiría garantizar el acceso y mejorar
el seguimiento de los estudiantes en temas de calidad. Hoy se cuenta con información individualizada
de matrícula que permite seguir la trayectoria de
los estudiantes e identificar los cuellos de botella
para adecuar las ofertas educativas. Además, se
dispone de un portafolio de metodologías flexibles
que permitirían adaptar las soluciones a cada realidad regional. Los objetivos serían facilitar el tránsito de los estudiantes a través del sistema y minimizar los gastos de transporte.
Composición étnica y modelos educativos adecuados
En general, la educación en el país enfrenta un reto
de inclusión frente a las diferentes etnias que componen su población. Y este reto es más significativo en las áreas rurales en donde la participación
de estos grupos poblacionales, especialmente indígenas y afro-descendientes, representa un mayor
porcentaje. Las tasas de asistencia son menores
para estas etnias, y la deserción del sistema es mucho más alta. Parte de la problemática se da por
las diferencias culturales que hacen que el modelo
de educación no se adapte a las necesidades de los
estudiantes.
Es especialmente notorio en el caso de las comunidades indígenas, en las cuales el problema de repitencia en el primer grado se constituye en un factor
de abandono relacionado con la dificultad de los
niños para adaptarse a un sistema completamente
extraño a las costumbres de su grupo. Esto determinó el desarrollo de modelos etno-educativos que
incorporan los aspectos culturales en el currículo
y cuentan con los conocimientos ancestrales como
parte del proceso educativo.
80
ECONOMÍA COLOMBIANA
La ausencia de maestros indígenas también se constituye en un escollo para el buen desarrollo de la
educación a estas comunidades, ya que profesores
totalmente ajenos a la cultura propia tienen dificultades en adaptarse a las condiciones locales. Sin
embargo, esta situación se viene superando con el
número cada vez mayor de indígenas que optan por
las licenciaturas en educación.
En el caso de la población afro, la cobertura son más
altas que las de los indígenas y existe un número
importante de maestros procedentes de estas comunidades. Sin embargo, persisten los problemas
de calidad y de deserción. En gran parte de estos
territorios, los problemas administrativos no permiten garantizar la continuidad del servicio educativo,
ni la calidad de este. Con estas comunidades, así
mismo, se han trabajado modelos adaptados a su
cultura, pero han tenido menor impacto.
TEMA CENTRAL
El conflicto aumentó las tasas de deserción tanto
por la ausencia de oferta, como por el reclutamiento
de jóvenes. Un porcentaje cercano al 25%, de quienes desertan afirman que lo hacen por la necesidad
de trabajar, el reclutamiento forzoso o voluntario
se convierte en un factor de deserción en las zonas
de conflicto. Las edades del reclutamiento han ido
disminuyendo y cada vez más niños que deberían
estar en la escuela, son quienes entran a engrosar
las filas de los grupos violentos.
Adicionalmente, las instituciones educativas deben
jugar un papel fundamental para romper la cadena de
violencia que se genera en sociedades en las cuales
esta es una forma de vida. Esto solo se logra en la medida en que los niños puedan establecer un proyecto de vida diferente y desarrollen sus competencias
ciudadanas. Estas últimas incluyen el desarrollo del
juicio moral de los estudiantes, el respeto a la diferencia, la capacidad de trabajar en equipo, el respeto de la legalidad, entre muchas otras.
Por ejemplo, en la década pasada cuando se controló el conflicto en la zona del Catatumbo, se encontró que el conflicto había aumentado considerablemente el analfabetismo de los mayores de 15 años;
y así mismo, cuando se restableció la oferta educativa, surgió el problema de la extra-edad como uno
de los obstáculos principales para garantizar la permanencia de los niños en las aulas.
La escuela puede convertirse igualmente, en un motor del desarrollo. En algunas comunidades es la única institución capaz de congregar y ayudar a buscar
un norte común. Las escuelas pueden transformarse
en una red poderosa para generar procesos de desarrollo en las comunidades que están recuperando
sus territorios o se están estableciendo en nuevas
zonas. Se pueden volver el centro de coordinación
de múltiples acciones que tanto agentes del gobierno como de la sociedad civil están realizando.
Convivencia y paz
Educación y posconflicto
La violencia ha sido un factor determinante del atraso en la educación rural. En las zonas de conflicto,
en muchas ocasiones se ha interrumpido la prestación del servicio por amenazas a los maestros. En
otras regiones se llegó a situaciones en las cuales
los maestros que podían permanecer en la zona debían ser validados por representantes de los grupos
violentos. Esto afectó la calidad de los maestros designados para estos territorios.
Hoy, con conversaciones de paz que si llegan a feliz
término desactivarán la violencia en amplias áreas
de la zona rural, las políticas para el post-conflicto
deben priorizar ante todo la educación como factor
estabilizador de largo plazo. Una educación pertinente lograría preparar a los jóvenes de las zonas
que sufrieron con mayor crudeza la violencia, para
participar del desarrollo de su región y enfrentar la
vida en una sociedad en paz.
Los maestros pueden ser actores fundamentales en
este proceso, tanto aportando información sobre
estas comunidades, como sirviendo de enlace entre
las instituciones y estas poblaciones.
El reto y sus prioridades
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
La educación rural tiene especificidades que exigen
establecer políticas diferenciales para su desarrollo. De hecho, en las últimas décadas el Estado ha
venido implementando el Plan de Educación Rural.
Sin embargo, dada la descentralización del sector,
se hace necesario que cada una de las secretarías
de educación local construya su propio plan12, especialmente las secretarías departamentales que
concentran la responsabilidad sobre el mayor porcentaje de instituciones rurales.
Siguiente página
Anterior página
En las situaciones de posconflicto, las escuelas rurales podrían liderar procesos de reconstrucción del
tejido social y ser el puente entre las instituciones
y las comunidades. Ellas son una extensa red y a
su vez necesitan reforzar sus vínculos con las comunidades que atienden. Pero para poder asumir
este liderazgo se deben revisar los problemas que
en este momento las aquejan, como la organización
institucional, las condiciones de los maestros y sus
necesidades de formación y la universalización de
metodologías flexibles más pertinentes.
Zoom +
12 Ver el Manual para la formulación y ejecución de planes de educación rural. Min educación- Corpo-educación, 2013
ECONOMÍA COLOMBIANA
81
TEMA CENTRAL
Los retos de la
TEMA CENTRAL
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
infraestructura
en el
posconflicto
Si tenemos éxito en este programa no solo habremos hecho una gran
contribución al proceso de paz. También habremos desarrollado un
modelo replicable a lo largo y ancho del país.
Luis Fernando Andrade*
Con miras a la implantación de un acuerdo de paz
en los próximos meses, el Gobierno Nacional ha solicitado a todas sus entidades prepararse y visualizar
propuestas, desde sus diferentes campos de acción,
que permitan atender esta nueva etapa que afrontará el país y alcanzar el codiciado anhelo de vivir
en paz.
forma articulada, con el Ministerio de Posconflicto,
en una serie de propuestas que permitirán construir
la infraestructura necesaria para generar un desarrollo adicional de las regiones donde por décadas ha
estado asentado el conflicto. El énfasis de nuestras
propuestas está en la primera etapa del proceso, denominada “Estrategia de Respuesta Rápida” (ERR).
El Ministerio del Posconflicto, con la ayuda de todas estas entidades, tiene la misión de implementar
articuladamente las acciones necesarias para lograr
una verdadera transformación de Colombia con reinserción social y una paz duradera, entre las cuales
se incluye el desarrollo de infraestructura de transporte.
Las propuestas que estamos desarrollando buscan
lograr varios objetivos simultáneamente en las zonas de posconflicto. Primero, enfocar la inversión en
las vías con mayor potencial para acelerar el desarrollo económico de las zonas. Segundo, generar altos
niveles de empleo durante la fase de construcción,
para mantener en actividad productiva a la población mientras las inversiones en nuevos proyectos
comienzan a generar empleo más permanente. Tercero, construir capital social a través de la capacitación de los trabajadores y el fortalecimiento de las
organizaciones civiles. Cuarto, iniciar rápidamente
La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ha asumido este nuevo reto y desde ya está trabajando, de
* Presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura -ANI-.
82
Vea aquí la presentación del autor
https://youtu.be/IZi1yg-D4rY
ECONOMÍA COLOMBIANA
la implementación para generar credibilidad en la
población durante la etapa crítica del inicio del posconflicto.
Finalmente, estamos desarrollando nuevos mecanismos para facilitar la financiación del programa,
considerando las dificultades fiscales en que se encuentra el país por causa de la caída de los precios
del petróleo.
Enfocar la inversión
Es claro que las vías son el cordón umbilical del desarrollo de un país y que a través de ellas evolucionan
los diferentes tipos de infraestructura necesarios
para el bienestar de la comunidad, como la de servicios públicos, vivienda, salud y educación. Hoy más
que nunca es una prioridad para el Gobierno hacer
presencia con toda la fuerza del Estado, con inversión y sus instituciones, en todas aquellas zonas
que han vivido aisladas por décadas.
Las vías primarias del país, inclusive aquellas cercanas a las zonas de posconflicto, están en pleno desarrollo a través de las concesiones de la ANI y los
contratos de obra del INVIAS. Estamos invirtiendo
en la competitividad de la red primaria como nunca
se hizo en la historia del país. Esperamos cerrar la
brecha en competitividad de las vías primarias con
relación a nuestros países pares de América Latina
para el año 2021, cuando termine la construcción
de las Autopistas de Cuarta Generación (4G).
Sin embargo, la realidad es muy distinta en las vías
secundarias y terciarias del país. Menos del 5% de
los 40 mil kilómetros de vías secundarias y 140 mil
kilómetros de vías terciarias que tiene el país están
pavimentadas. La falta de calidad en estas vías está
plenamente documentado por estudios del Banco
Mundial y el Foro Económico Mundial. La situación
es peor aún en las zonas del posconflicto.
Las zonas del posconflicto representan alrededor
10% de la red vial. Por lo tanto, estamos hablando
de 4 mil kilómetros de vías secundarias y 14 mil kilómetros de vías terciarias en estas zonas que requieren mejoramiento. Pavimentarlas en su totalidad,
construir los puentes y obras hidráulicas necesarias
costaría cerca de 19 billones de pesos (asumiendo
un costo por kilómetro de 2 mil millones de pesos
para vías secundarias y 800 millones para vías terciarias). Una inversión de esta magnitud es imposible en las actuales circunstancias fiscales. Equivaldría a comprometer la totalidad del presupuesto del
INVIAS por 6 años.
Por eso es clave priorizar. Las inversiones deben
estar enfocadas en las vías secundarias y terciarias
que al ser mejoradas tienen el mayor impacto en
términos de asegurar la presencia del Estado y permitir el desarrollo de nuevos proyectos productivos,
como cultivos de cacao, palma de aceite o frutales.
Los primeros estimados en este sentido nos indican
que durante los 3 primeros años del posconflicto
deberíamos mejorar y pavimentar 2.700 kilómetros
de vías secundarias y terciarias, equivalentes a 15%
del total. Esto implicaría inversiones aproximadas de
3 billones, o de 1 billón de pesos por año.
El 85% restante de la malla vial debería ser intervenida con esquemas de muy bajo costo, para mejorar la
transitabilidad hacia la red pavimentada. Planeamos
aplicar la experiencia exitosa del departamento del
Es claro que
las vías son el
cordón umbilical
del desarrollo de
un país y que
a través de ellas
evolucionan los
diferentes tipos
de infraestructura
necesarios para el
bienestar de la
comunidad, como
la de servicios
públicos, vivienda,
salud y educación.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
83
TEMA CENTRAL
Cauca, utilizando materiales locales y organizaciones civiles, que ha demostrado que es posible mejorar significativamente la transitabilidad en este tipo
de vías con inversiones del orden de 50 millones de
pesos por kilómetro.
Generar empleo
Teniendo en consideración el alto nivel de desempleo que aqueja las zonas de conflicto, y como este
desempleo puede agudizarse en la medida que se
desmovilicen los alzados en armas y que se quede
cesante la mano de obra dedicada a cultivos ilícitos,
la generación de empleo debe ser la prioridad principal dentro del programa.
Infortunadamente, el empleo permanente generado
por inversiones en nuevos proyectos en las zonas
de posconflicto tomará varios años en materializarse. Por ejemplo, cultivos permanentes como el
cacao, la palma de aceite o el eucalipto tienen largos periodos de maduración. Por eso es tan importante generar empleos de inmediato a través de la
construcción de infraestructura que mitigue la necesidad de ingresos económicos y estabilidad que
buscarán los alzados en armas que empiezan una
nueva vida de la mano de la legalidad
La construcción de vías puede hacerse con diversas tecnologías, las cuales tienen diferentes implicaciones en la creación de empleo. En un extremo,
con los equipos y tecnologías modernas utilizadas
por los grandes concesionarios de la ANI, estimamos que se generan 90 empleos directos por cada
10 mil millones de pesos de inversión por año. En
el otro extremo de la balanza, aplicando tecnologías intensivas en mano de obra, como la “placa
huella” utilizada por el INVIAS para pavimentar vías
terciarias, se pueden generar el doble de puestos
de trabajo: 180 empleos directos por cada 10 mil
millones de inversión por año. La tecnología de
“placa huella”, además, ha demostrado tener larga
durabilidad bajo los niveles de tráfico de las vías
terciarias.
Si utilizamos este tipo de tecnologías, se podrían
generar 18 mil empleos directos como resultado
de la inversión planeada de 1 billón de pesos por
año. A eso debe sumarse el empleo indirecto, que,
según Fedesarrollo, podría ser equivalente a 65%
del empleo directo. Por lo tanto, el programa de
mejoramiento y pavimentación de vías en las zonas de posconflicto podría crear 29 mil nuevos
empleos, una cifra equivalente al número de militantes y colaboradores de las FARC.
Claramente, la “placa huella” no debe ser la única
solución técnica para todo el programa. Dependiendo de los tipos de suelos, la pluviosidad y la disponibilidad de materiales en la zona, otras soluciones
pueden resultar más económicas. La solución óptima para un determinado origen-destino con seguridad será una mezcla de tramos de “placa huella”
con tramos donde se usen otras tecnologías.
En este sentido estamos planeando apalancar los
estudios publicados el año pasado (2015) por la
Secretaría de Infraestructura de la Gobernación de
Antioquia, titulados “Estudio, Selección y Estructuración de Sistemas Tecnológicos Alternativos
para la Estabilización y Tratamiento de la Red Vial
Secundaria Departamental, Desarrollo de Pruebas Piloto en el Departamento de Antioquia”. El
Departamento de Antioquia experimentó con 17
productos estabilizantes de diferentes naturalezas
químicas para entender su aplicabilidad, durabilidad y costo, en diferentes zonas de su territorio.
Es la investigación más exhaustiva en este sentido
que se ha hecho en Colombia. Esperamos que el
aprendizaje logrado nos permita encontrar soluciones más eficientes y eficaces para vías secundarias y terciarias en las zonas de posconflicto.
84
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
Formar capital social
En general, en las zonas de posconflicto los habitantes han tenido pocas oportunidades de capacitación técnica y las organizaciones civiles han sido
debilitadas por las amenazas de los alzados en armas. Por esta razón es muy importante aprovechar
el programa de mejoramiento y pavimentación de
vías secundarias y terciarias para capacitar a la gente y fortalecer organizaciones como las juntas de
acción comunal.
En este sentido estamos planeando transferir experiencias exitosas de varios departamentos del país,
como Cundinamarca, donde las gobernaciones han
sido exitosas en utilizar las juntas de acción comunal para el mejoramiento de vías, bajo la supervisión
de las Secretarías de Obras, generando capacidades
y apropiación de la infraestructura por parte de las
comunidades. También queremos aprovechar las
enseñanzas del programa masivo de capacitación
para los trabajadores de las Autopistas 4G liderado
por el SENA.
Claramente, estos esquemas basados en el trabajo
de organizaciones civiles deben ser complementados por empresas con el conocimiento, equipos y
tecnología para llevar a cabo las obras más complejas, como puentes, viaductos y estructuras para
estabilizar zonas de fallas y coluviones. Por eso estamos planeando trabajar con constructoras que
tengan presencia en la zona, así como otro tipo de
empresas que puedan aportar, como productores
de cemento, empresas mineras, entre otras
Iniciar rápidamente la implantación
Finalmente, debe ser posible iniciar la actuación tan
pronto estén en firme los acuerdos de paz, porque
la experiencia de otros países evidencia que el éxito
de estos procesos se determina en los primeros 18
meses a partir de la firma del acuerdo. En ese sentido, es muy importante apalancar organizaciones ya
establecidas en la zona con capacidad de ejecución,
tanto empresas como organizaciones civiles.
Para que el posconflicto sea exitoso es necesario
lograr transformaciones rápidas que generen credibilidad en el proceso por parte de la población.
Por esta razón es que el programa de construcción
de infraestructura es fundamental. Las vías nuevas
constituyen una mejora tangible que genera empleo en el corto plazo y genera las condiciones para
el desarrollo de nuevas actividades económicas en
el mediano y largo plazo.
En un primer análisis estamos identificando a los
concesionarios de la ANI y contratistas del INVIAS
que tienen presencia en las zonas de posconflicto.
También estamos identificando los obstáculos contractuales y jurídicos que podrían limitar adiciones
a estos contratos con el objetivo de iniciar rápidamente las intervenciones más complejas, mientras
se montan los esquemas de trabajo con las gobernaciones y juntas de acción comunal para las intervenciones más sencillas.
En el caso de las Autopistas 4G, la ley de APP dice
que durante los tres primeros años de ejecución no
se podrán adicionar ni ampliar sus objetos. Por lo
tanto, si no se genera una modificación en la Ley
que permita adiciones durante ese periodo para
mejorar vías en las zonas de posconflicto, no sería
posible trabajar con los concesionarios de las Autopistas de 4G. Por la importancia del tema, una modificación transitoria y de carácter especial a la ley
de APP nos garantizaría el ajuste de la normatividad
a la necesidad. Esto sería con el fin específico de
apoyar la generación de empleo en el posconflicto
y sin detrimento del espíritu de lo consagrado en la
norma que frenó adiciones de dudosa justificación.
Crear mecanismos de financiación
El gobierno del Presidente Juan Manuel Santos ha
depositado una especial confianza por la competencia que ha demostrado la ANI en la estructuración
de proyectos y en el desarrollo de mecanismos novedosos para su financiación. Hemos utilizado estos
conocimientos o experiencia para desarrollar dos
nuevos esquemas que complementen los recursos
del presupuesto público en la financiación del programa de vías secundarias y terciarias: Las Asociaciones Público Privadas (APP) en el contexto de la
Ley Zidres y el pago de “obras por impuestos”.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
El presupuesto público es la forma tradicional de
financiar las obras en vías secundarias o terciarias.
Normalmente se hace con una mezcla de recursos
del Gobierno Nacional y de los entes territoriales.
Aunque estas son estrictamente responsabilidad de
las regiones, estos gobiernos no cuentan con suficientes recursos.
Consideramos que el Ministerio de Hacienda y el
Departamento de Planeación Nacional (DNP) deben
considerar la utilización de los fondos de regalías retenidos en el Fondo de Ahorro y Estabilización (FAE).
El propósito de estos fondos es “generar ahorro fiscal y estabilización macroeconómica en periodos de
ECONOMÍA COLOMBIANA
85
TEMA CENTRAL
bonanza y soportar los requerimientos de inversión
pública en tiempos de escasez”. Para todos es claro
que esa es la situación actual. El DNP informó en el
último reporte disponible del FAE que el saldo acumulado es de aproximadamente 3 mil millones de
dólares, o casi 10 billones de pesos. Por lo tanto, si
se libera el 15% de estos fondos, los entes territoriales podrían proveer la mitad de los requerimientos
del programa.
En segundo lugar debemos tener en cuenta que
la recién aprobada Ley Zidres permite entregar en
concesión tierras de la nación a cambio de la construcción de infraestructura. Ya hemos analizado un
primer proyecto en la Altillanura, el cual encontramos financieramente viable. Primero identificamos
las inversiones requeridas en la parte agrícola, como
equipos, silos de almacenamiento y mejoramiento
de la tierra. Luego estimamos la productividad de los
cultivos, en este caso maíz y soja, así como los precios de venta y costos de producción y transporte.
Finalmente, estimamos la capacidad de inversión remanente para infraestructura vial, considerando un
periodo de concesión de 30 años. En este caso el
proyecto resulta ser atractivo siempre y cuando la
inversión en infraestructura de transporte no supere los 2,338 dólares americanos por hectárea (ver
cuadro 1). O sea, para un proyecto agroindustrial
de 5 mil hectáreas podría exigirse una contrapresta-
ción de 11.6 millones de dólares, equivalente a 18.5
kilómetros de mejoramiento y pavimentación de
vías secundarias o 46 kilómetros de vías terciarias
en “placa huella”
La ventaja de este mecanismo es que ya está avalado por la Ley y nos permite lograr simultáneamente dos de los grandes objetivos del posconflicto:
atraer inversión a nuevos proyectos agroindustriales y construir infraestructura de transporte en la
región. Sin embargo, este tipo de proyectos tienen
la desventaja que requieren de mayor tiempo de estructuración y concertación con las comunidades
sobre los predios a concesionar, así como el esquema de participación de los pobladores de la zona.
Difícilmente se lograría estructurar y adjudicar un
proyecto de esta naturaleza en menos de 2 años.
Por lo tanto, es una buena solución para el mediano
y largo plazo.
Una tercera opción sería permitir que se hagan
“obras por impuestos”. Este es un esquema que se
utiliza en el Perú, y que permite que las empresas
paguen hasta 50% del impuesto de renta con obras
de infraestructura (ver cuadro 2). La ventaja de este
mecanismo es que permitiría iniciar obras rápidamente, complementando las obras más sencillas
que se estén construyendo con el apoyo de juntas
de acción comunal.
Para que el posconflicto sea exitoso es necesario
lograr transformaciones rápidas que generen
credibilidad en el proceso por parte de la población.
Por esta razón es que el programa de construcción
de infraestructura es fundamental.
Las vías nuevas constituyen una mejora tangible
que genera empleo en el corto plazo y genera
las condiciones para el desarrollo de nuevas
actividades económicas en el mediano y largo plazo.
86
ECONOMÍA COLOMBIANA
TEMA CENTRAL
Desde la ANI vemos conveniente que se modifique
la legislación tributaria para permitir temporalmente (por ejemplo, 3 años) que empresas constructoras y otro tipo de empresas se asocien para construir obras complejas en las zonas de posconflicto,
como puentes, viaductos, muros para estabilizar
fallas, entre otros. La ley tendría que establecer el
mecanismo para identificar las obras que podrían
ser construidas por este método (por ejemplo un
CONPES), así como el mecanismo para verificar el
costo real de las mismas.
Reflexiones finales
El programa de construcción de infraestructura
vial que estamos desarrollando para las zonas de
posconflicto es uno de los factores clave para asegurar el éxito del proceso de paz. Generará 29 mil
empleos en el corto plazo, creará las condiciones
de transporte para que se desarrollen nuevos proyectos productivos en el mediano y largo plazo, y
fortalecerá el capital social. Aunque requiere cuantiosos recursos, alrededor de 3 billones de pesos en
tres años, no están fuera del alcance de nuestras
posibilidades, especialmente cuando tomamos en
consideración que el FAE tiene cerca de 10 billones
de pesos ahorrados para inversiones en este tipo
de proyectos.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
El programa no está libre de riesgos. La descentralización de la ejecución en cientos de compañías
constructoras y juntas de acción comunal, supervisados por las gobernaciones, expone el programa
a la mala ejecución o posibles desviaciones de recursos. Por lo tanto, es fundamental establecer un
sistema de seguimiento y control que sea efectivo
en estas circunstancias. Nosotros creemos que el
modelo a seguir puede ser el de Colombia Humanitaria, que tuvo que operar en situaciones análogas
de urgencia y descentralización y, a pesar de eso,
logró asegurar la correcta ejecución de los recursos para la Ola Invernal de los años 2010 y 2011.
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Si tenemos éxito en este programa no solo habremos hecho una gran contribución al proceso de
paz. También habremos desarrollado un modelo
replicable a lo largo y ancho del país. El rezago en
la calidad de vías secundarias y terciarias del país
es notorio. La solución que estamos desarrollando
para las zonas de posconflicto podría ser también
la solución para resolver los problemas de aislamiento de la población rural más pobre de todo
el país.
ECONOMÍA COLOMBIANA
87
COLUMNISTA INVITADO
Columnista invitado
La macroeconomía
Artículo
Anterior
colombiana
Siguiente
Artículo
posboom
minero energético
El gobierno debe prestar especial atención al manejo del gasto
de cara a la próxima reforma tributaria, ésta con la esperanza
de ser estructural. No puede tomarse esta nueva oportunidad
de aumentar los ingresos para seguir gastando en inversión
pública con baja rentabilidad social.
Hernando José Gómez *
Jonathan Malagón**
Carlos Ruiz ***
Tomado de www.tnnpoliticas.com.
Desde mediados del año pasado, factores tanto de
oferta como de demanda llevaron a una abrupta caída en los precios de petróleo. Por un lado, la mayor
producción de hidrocarburos no convencionales, en
especial en Estados Unidos (EE.UU), y el aumento
en la producción en medio oriente incrementaron la
oferta mundial de crudo, mientras que, por el otro,
el menor crecimiento de China y el estancamiento
en los países desarrollados disminuyeron considerablemente la demanda. Lo anterior aumentó la volatilidad a los mercados financieros a nivel internacional
y en varios países tuvo importantes repercusiones
en el sector real, externo, fiscal y monetario.
88
* Ex director del Departamento Nacional de Planeación y Consultor
en temas Económicos y Empresariales.
** Vicepresidente Económico de Asobancaria.
*** Profesional Experto de Asobancaria.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
La economía colombiana no ha sido la excepción en
este contexto. Después de dos lustros de elevados
precios de las materias primas, sumado a la pérdida
de confianza en el mundo emergente y un cambio
de postura monetaria en Estados Unidos, convierten la situación actual en una de las de mayor estrés y aumenta considerablemente la incertidumbre
sobre el desempeño macroeconómico de la región
latinoamericana y del país para los próximos años.
Anterior página
Zoom +
De esta manera, el presente texto evalúa el desempeño de la economía colombiana luego de más de
un año de la destorcida de los precios del crudo y su
perspectiva en los cuatro frentes macroeconómicos
más importantes. En primer lugar, se examina el sector real y los problemas de carácter cíclico y estructural que enfrenta la economía para llevar a cabo
la anhelada e imperativa recomposición productiva.
Se analizan, por otro lado los impactos sobre el sector externo, en particular, en el creciente déficit de
ECONOMÍA COLOMBIANA
89
COLUMNISTA INVITADO
de la menor inversión del sector público y privado
(Gráfico 1). El consumo de los hogares, por su parte, ha mostrado un menor deterioro, en buena parte
por el dinamismo de los bienes no durables durante
el cuarto trimestre de 2014.
la balanza comercial, el abultado déficit en cuenta
corriente y en sus fuentes de financiamiento. Seguidamente, se analizan los efectos en el frente fiscal,
teniendo en cuenta que la caída en los precios impactará de forma significativa los ingresos del gobierno a lo largo de 2015 y años subsiguientes. De
igual forma, se expondrán las causas del desbordamiento de la inflación debido a los efectos climáticos y de tasa de cambio, y su escaso impacto en
la reactivación de las exportaciones. Por último, se
realizará un análisis de las perspectivas en los cuatro
frentes para 2016.
Por el lado de la oferta, hasta ahora la esperada
recomposición sectorial desde el sector minero
energético hacia la industria y otros sectores que
resultan más competitivos con la subida de la tasa
de cambio parece no dar mayores luces de inicio
(Gráfico 2). De hecho, conjuntamente el crecimiento anual durante 2015 de los sectores industrial
y agropecuario ha tenido una leve aceleración. En
contraste, el sector de minas parece repuntar gracias a la mayor producción de crudo, a pesar de los
ataques a la infraestructura de transporte sufridos
hacia la mitad del año.
El choque del petróleo y sus efectos sobre la economía colombiana
La descolgada de los precios del crudo, que se agudizó a partir del cuarto trimestre de 2014, derivó en
una recomposición de las expectativas en materia
de crecimiento para 2015-2016. En efecto, los datos a 2015 ya muestran señales de desaceleración,
mientras que en ese periodo la economía se expandió a ritmos del 3,1%, durante el año inmediatamente anterior lo había hecho a ritmos del 4,9%.
Han sido varios los factores que han impedido que
se lleve a cabo dicha recomposición, los cuales tienen que ver con (i) un menor crecimiento de los
países que importan los bienes no tradicionales del
país, (ii) una depreciación generalizada de las monedas de los países emergentes, y (iii) los problemas
estructurales que en materia de competitividad enfrentan los sectores agrícola e industrial. En primer
lugar, el débil crecimiento de la demanda externa
por productos no tradicionales colombianos y las
perspectivas negativas inhiben la expansión de los
Si se analiza desde el punto de vista de la demanda,
la desaceleración ha venido respondiendo a la pronunciada reducción del gasto gubernamental derivada de la nueva realidad fiscal y al menor dinamismo de la inversión productiva como consecuencia
Gráfico 1
Crecimiento anual acumulado al tercer trimestre por el lado de la demanda
7,8%
Importaciones
Exportaciones
3,9%
-1,3%
-0,7%
Inversión
Gobierno
9,8%
2,6%
4,7%
2,8%
4,2%
3,9%
Consumo hogares
Demanda interna
PIB
Fuente: DANE – Cálculos de los autores.
90
COLUMNISTA INVITADO
ECONOMÍA COLOMBIANA
6,0%
3,6%
3,1%
2014
4,4%
2015
Crecimiento anual por el lado de la oferta
Gráfico 2
3,1%
PIB
4,4%
3,6%
No transable
5,6%
2,0%
Industria y Agro
1,5%
2014
Minas
0,6%
2015
-1,1%
Fuente: DANE – Cálculos de los autores.
Contenido
sectores transables diferentes al minero-energético
(Gráfico 3a). En segunda instancia, si bien el sector
industrial podría verse beneficiado por las ganancias
vía competitividad cambiaria asociadas a la mayor
depreciación del peso, la realidad es que la mayoría
de las economías emergentes, en particular Brasil,
también han sufrido importantes depreciaciones de
sus monedas, por lo que la intensa competencia por
los mercados internacionales se mantiene latente
(Gráfico 3b).
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
El débil crecimiento
de la demanda
externa por productos
no tradicionales
colombianos y las
perspectivas negativas
inhiben la expansión de
los sectores transables
diferentes al
minero-energético
Anterior página
Zoom +
ECONOMÍA COLOMBIANA
91
COLUMNISTA INVITADO
Comportamiento de la industria y la tasa de cambio
8%
Balanza comercial mensual anualizada
65
b. Índice de tasa de cambio
12%
3
60
180
Miles de millones de USD
8%
De hecho, el sector externo fue el frente de la economía que más rápido sintió los efectos de la des92
ECONOMÍA COLOMBIANA
45
Balanza comercial (eje der.)
-12
40
Gráfico 5
sep.-15
jul.-15
may.-15
mar.-15
ene.-15
nov.-15
Busqueda de
palbras o frases
Comportamiento de la cuenta corriente y de capital
a. Cuenta corriente
2%
1,2%
1%
b. Cuenta de capital
6%
1,5%
0,0%
5,0%
6%
0%
5%
-1%
4%
-3%
-2%
-5%
-3%
Anterior página
2,3%
3,1%
Zoom +
3%
2%
-4%
3,6%
1%
-5%
-6%
6,3%
-3,4%
Renta de factores
Cuenta corriente
-1,3%
Crédito externo neto
Inversión extranjera directa neta
2014
2013
-2%
2012
2014
2013
2012
3,2%
-1%
-2,6%
Transferencias
Balanza de bienes y servicios
0%
2011
-8%
2 El déficit anual es la suma del balance comercial durante los últimos doce meses.
empieza a evidenciar un mayor superávit en el flujo
de remesas. La suma de estos tres factores condujeron a que el déficit de cuenta corriente alcanzara
6,3%, nivel por encima a los registrado en la crisis de
final de siglo y el año pasado (5,1% y 5,2%, respectivamente, Gráfico 5a).
Siguiente página
-7%
1 Crecimiento de los socios comerciales (ponderado por las exportaciones no tradicionales). Para calcular el crecimiento de los socios
comerciales se ponderó por las importaciones de bienes no tradicionales originadas desde cada país.
nov.-14
sep.-14
jul.-14
mar.-14
Contenido
Las rentas factoriales, por su parte, presentaron un
menor déficit pasando de 3,4% a 2,6% el PIB por
cuenta de menores giros al exterior de dividendos,
con lo cual se compensó parciamente el marcado
deterioro de la balanza comercial. Por el lado de las
transferencias, la recuperación parcial de las economías desarrolladas, en especial de Estados Unidos,
2010
colgada de los precios del petróleo desde mediados
del año pasado y repercutió de manera importante
en el déficit en cuenta corriente. En primer lugar,
la balanza comercial experimentó el mayor deterioro de las cuentas externas, que con corte al mes
de noviembre alcanzó un déficit anual de USD15,9
mil millones2 (Gráfico 4). Esto obedece al esperado
retroceso de las exportaciones como consecuencia de los menores ingresos minero-energéticos,
del estancamiento de los sectores transables tradicionales, el cierre de los mercados de Venezuela
y Ecuador, y la débil reacción de las importaciones,
pues a pesar de la depreciación del peso éstas registraron expansiones durante todo 2014 y solo
a comienzos de 2015 empezaron a dar señales de
desaceleración.
may.-14
dic.-15
sep.-15
Perú
* La balanza mensual anualizada es la suma de los últimos 12 meses. Para diciembre de 2014 el dato sería el observado para
todo el año.
Fuente: DANE – Cálculos propios.
2015-2
México
ene.-14
-17
nov.-13
Colombia
Brasil
jun.-15
mar.-15
dic.-14
Chile
*Crecimiento de la industria a septiembre de 2015. Fuente: DANE, IMF, Bloomberg – Cálculos propios.
Por último, el debilitamiento de la demanda interna y el empleo, los elevados aranceles internos, las
barreras no arancelarias para las importaciones y exportaciones y la baja demanda de los mercados internacionales están imponiendo serias trabas al crecimiento y a las exportaciones del sector. En efecto,
el mercado laboral ha empezado a dar señales de
debilitamiento en línea con el comportamiento de
la actividad económica. Mientras que en los años
anteriores se observaban caídas consistentes en la
tasa de desempleo, durante el último semestre de
2015 la cifra promedio fue de 8,5% equivalente a la
observada en el mismo periodo de 2014. Lo anterior
sugiere una restricción adicional que tendrá el sector industrial en el mercado interno. Por otro, elevados aranceles internos, las barreras no arancelarias
y la baja demanda internacional han impuesto serias
restricciones al crecimiento de las exportaciones no
tradicionales, que todavía no logran ubicarse en terreno positivo. En estas circunstancias no le ha sido
posible al sector productivo insertarse en las cadenas globales de valor.
-7
2011
Crec. Expo No Trad. Ponderado
WEO Oct. 14
WEO Oct. 15
Industria (eje der.)
sep.-14
80
jun.-14
-6%
50
35
mar.-14
100
2013
2014
2015*
2016p
2017p
2011
2012
2008
2009
2010
2006
2007
2002
2003
2004
2005
-2%
-3%
dic.-12
0%
120
dic.-13
0%
sep.-13
2%
140
jun.-13
3%
mar.-13
4%
Junio de 2014 = 100
160
6%
-2
55
2010
6%
Miles de millones de USD
a. Crecimiento de la industria
y de los socios comerciales1
Gráfico 4
2015-2
Gráfico 3
COLUMNISTA INVITADO
Inversión de portafolio neta
Cuenta de capitales
Fuente: Banco de la República, DANE – Cálculos propios.
ECONOMÍA COLOMBIANA
93
COLUMNISTA INVITADO
Más aún, el déficit de 6,3% del PIB en cuenta corriente ha prendido las alarmas sobre los elevados
riesgos a los que se expone la economía. En efecto,
basta recordar que las crisis de la década del 80 y 90
tuvieron como principal catalizador un contexto externo desfavorable que, junto con desbalances macroeconómicos internos, conllevó a una parada súbita de capitales, dificultando la financiación de las
importaciones y el consumo interno y generando
choques de riqueza negativos que profundizaron los
malos resultados del sector real (Ocampo, 2015)3.
En esta coyuntura una parada súbita de capitales
es menos probable, pero no es descartable debido
al profundo deterioro de la economía de Brasil mas
una no descartable crisis en la economía China que
podrían configurar de nuevo unas circunstancias en
la cual se frenen los flujos de capitales hacia las economías emergentes.
Dada la alta exposición en el frente externo, es importante mencionar que tanto las fuentes de financiamiento como su vulnerabilidad ante un eventual
choque externo se encuentran en niveles de riesgo
medio4. Por un lado, las fuentes de financiamiento
del creciente déficit en cuenta corriente provienen,
en la mayor parte, de flujos de largo plazo derivados
de inversión extranjera directa y, en menor medida,
de inversión de portafolio que se consideran de corto plazo. Sin embargo, esto reviste especial cuidado
debido a que los flujos de corto plazo tienden a ser
más volátiles y responder más deprisa a los cambios
en las condiciones internacionales, por lo que si
bien esta situación desde luego suaviza los efectos
del ciclo minero-energético también incrementa los
riesgos externos (Gráfico 5b).
A pesar de los riesgos derivados del elevado nivel
del déficit en cuenta corriente, distintos indicadores sugieren que la vulnerabilidad externa del país
es hoy menor frente a la observada en el periodo
previo a la crisis de final del siglo XX (Cuadro 1). En
efecto, las reservas internacionales netas (RIN) han
94
ECONOMÍA COLOMBIANA
multiplicado casi por seis su valor nominal en los
últimos 15 años, pasando de USD8.101 millones
en 1999 a niveles de USD24.029 millones en 2008
y a un nivel cercano a los USD46.740 millones en
2015, hecho que refleja una menor vulnerabilidad
externa frente a periodos pre-crisis pasados. Además, estas se han incrementado de forma notoria
respecto a las necesidades de financiamiento de
las importaciones (como meses de importación).
Como porcentaje del PIB, las RIN han mostrado un
crecimiento que refleja una mayor holgura en caso
de afrontar una crisis externa.
Se destaca como las RIN superan en gran cuantía
las deudas de corto plazo, lo que asegura en cierta
medida el pago de sus obligaciones en caso de una
parada repentina en la entrada de capitales. Mientras en 1997 (periodo precrisis hipotecaria), las reservas equivalían a 2,3 veces la deuda externa de
corto plazo, en 2014 esta relación ascendió a 3,3
veces. Contar con un nivel adecuado de reservas aliviaría las presiones de liquidez que podría enfrentar
el país en un escenario de aversión al riesgo extrema. Esto permite aseverar que la fortaleza externa
de Colombia se ha venido incrementando. Colombia cuenta con cerca de USD47.323 millones que
sumado al acceso a la línea de crédito contingente
del FMI (USD5.840 millones), permitiría mantener el
flujo de recursos externos, evitando cambios drásticos en las variables del sector real y suavizaría la
volatilidades excesivas de la tasa de cambio. No obstante, la región como un todo se vería muy afectada
lo que disminuiría aun mas los flujos intrarregionales de comercio, con lo cual ninguna economía de
los países latinoamericanos saldría indemne de una
circunstancia como la descrita.
3 Ocampo, J. A. (2015) “Una Historia del Sistema Financiero Colombiano”. Asobancaria.
4 Actualización de Perspectivas de la Economía Mundial (WEO).
Enero 2016.
COLUMNISTA INVITADO
Cuadro 1
Indicadores de vulnerabilidad / Fortaleza externa
1997
Hipotecario de
fin de siglo
2008
Lehman Brothers
2011
Deuda europea
2014
Precios del petróleo
Deuda Neta SPNF (% PIB)
25,4%
31,8%
33,9%
38,3%
DEN SPNF (% Deuda)
44,3%
34,1%
31,4%
26,9%
Calificación deuda soberana
BBB-
BB+
BBB-
BBB+
EMBI Riesgo país (pb)
286
305
148
196
Calidad Crédito (Morosidad)
9,5%
4,5%
3,2%
2,9%
Provisiones / Cartera vencida
30,2%
112,9%
163,7%
150,5%
Patrimonio / Activo
14,3%
12,0%
13,1%
14,0%
USD M
9.906
24.030
32.300
47.323
(% PIB)
7,7%
9,8%
9,6%
12,5%
En meses de importaciones
8,3
7,9
7,6
9,2
Número de veces deuda externa de corto
2,3
4,3
3,1
3,3
Choque
Sector público
Sector Financiero
Reservas internacionales
Busqueda de
palbras o frases
Fuente: Banco de la República, Asobancaria, MHCP – Elaboración propia.
Implicaciones para la Política Fiscal
Pasando a otra esfera, como consecuencia del choque petróleo, el frente fiscal ha sido donde los mayores riesgos se han generado, no solo por el hueco
fiscal que supone los menores ingresos, sino porque
de la capacidad del gobierno para sortear dichos
riesgos dependerá el crecimiento económico en el
corto y mediano plazo.
El precio promedio del WTI en 2014 alcanzó los
USD93, levemente por debajo del registro en año
Contenido
anteriores (USD97), por lo que los ingresos fiscales
no se redujeron considerablemente luego del choque. De hecho, para el 2014 el recaudo sólo se redujo 20pb como porcentaje del PIB (Gráfico 6). Sin
embargo, en vista de la difícil situación fiscal y los
requerimientos de gasto de la nación, a finales de
2014 el gobierno tramitó con urgencia una nueva
reforma tributaria para suplir la necesidad de recursos por cerca de $12,5 billones (vía impuesto a la
riqueza y postergación el desmonte del Gravamen a
los Movimientos Financieros, GMF).
ECONOMÍA COLOMBIANA
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
95
COLUMNISTA INVITADO
Gráfico 6
COLUMNISTA INVITADO
disminuir los niveles de evasión en el país a través de
una mayor tecnificación, un cambio en el régimen
de sanciones y una mayor autonomía para la DIAN
entre otras.
Ingresos del Gobierno Nacional Central (% PIB)
18
16
Las medidas propuestas por la Comisión deben pasar por el legislativo con cierta premura por cuenta
tanto de las actuales dificultades fiscales que tiene
el país como por el hecho de que una reforma de
este tipo ha sido necesaria desde tiempo atrás y su
postergación ha tenido costos macroeconómicos y
sociales para el país. Por lo tanto, no se puede postergar el debate y la aprobación de la reforma tributaria más allá del 2016.
14
12
% del PIB
10
8
6
4
2
Ecopetrol
Patrimonio
CREE
IVA
Renta
Otros ingresos
2015*
2014*
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
0
Ingreso total
* Valores estimados por MHCP.
Fuente: Ministerio de Hacienda y Crédito Público, MFMP.
En consecuencia, el efecto de la caída en los precios
del crudo no impactó considerablemente el recaudo en 2014, por lo que el presupuesto en 2015 no
se vio afectado sustancialmente. En este orden de
ideas, el efecto de la descolgada se sintió con mayor
severidad en el recaudo de la vigencia fiscal de 2015
y, por ende, en la financiación del presupuesto en
2016. De igual manera, la preocupación continúa en
torno a los recursos faltantes para financiar el presupuesto de 2017 que, según la Comisión que estudia
el Sistema Tributario, será del orden de 1% del PIB.
De forma análoga, mientras el precio promedio por
barril de petróleo rondará los USD35 para 2016 el
precio proyectado en el Presupuesto General de la
Nación tuvo que ser revisado en dos ocasiones a la
baja, desde USD64,6 a USD50, y posteriormente a
USD34,6. En el marco de la regla fiscal esto le permitía aumentar el endeudamiento por cuenta del
menor ingreso cíclico. No obstante, con la caída del
precio al inicio del año no permitirá un rebote que
aumente los ingresos fiscales debido sustancialmente a (i) los altos niveles de reserva que persisten en el mundo, en especial en EE.UU, (ii) la baja
demanda, en especial desde China, y (iii) la entrada
de Irán al mercado después de un pacto en torno al
tema nuclear.
De acuerdo con lo anterior, la Comisión de Expertos
Tributarios estableció un conjunto de recomendaciones con varios objetivos: i) Aumentar el tamaño
96
ECONOMÍA COLOMBIANA
del recaudo dada la nueva realidad minero – energética y los nuevos requerimientos de recursos de
cara a los retos sociales que enfrenta el país para
los próximos años, ii) Mejorar la equidad vertical y
horizontal del sistema tributario actual, iii) Redistribuir las cargas tributarias entre personas jurídicas y
naturales y iv) Reducir sustancialmente los niveles
de evasión a través del fortalecimiento institucional.
Para lograr los objetivos mencionados anteriormente, la Comisión sugirió un amplio conjunto de
medidas. En efecto, para aumentar el recaudo tributario se espera hacer principalmente a través de
unas mayores tarifas de los impuestos indirectos, en
particular, un aumento en el IVA del 16% al 19%,
la eliminación de las exenciones para casi todos los
productos exentos y el aumento de la tasas incluso para aquellos bienes con régimen especial. Por
su parte, para lograr el segundo objetivo de mejorar la equidad horizontal se propone que no exista
discriminación tributaria entre empresas que pertenezcan al mismo sector. En tercer lugar, con miras
a redistribuir las cargas entre personas jurídicas y
naturales la Comisión propone unificar el impuesto
de renta y cree en uno solo con una tarifa menor a la
suma de las dos. Sin embargo, en el caso de las personas naturales aumentarían las tarifas, la base de
contribuyentes y además se crearían impuestos para
este grupo en específico como la renta presuntiva.
Finalmente, todo lo anterior iría acompañado de una
fuerte reforma de fortalecimiento institucional para
de la depreciación de pesos sobre la inflación local
es incompleto, tanto en corto como en el mediano
plazo. No obstante, con lo que no se contaba en
estos escenarios era el tamaño de la depreciación
y la marcada volatilidad, profundizada por la decisión del Banco de la Republica de no intervenir en el
mercado cambiario. Si bien el efecto es bajo cuando la depreciación es baja y transitoria, en el actual
contexto la depreciación ha sido considerablemente
alta y su efecto parece ser permanente en el mediano plazo. Estos dos factores confluyeron en que
los precios de los bienes transables de la economía
también se aceleraran desde el cuarto trimestre de
2014 (Gráfico 7b).
Retos de la Política Monetaria y de Estabilización
En el último frente, se encuentra la política monetaria, la cual puede considerarse como la que experimentó el choque petrolero con el mayor rezago.
En este aspecto el desbordamiento actual de la inflación, que se ubica en 6,8% a diciembre, se debe
principalmente a dos efectos: i) Fenómeno del niño
y ii) la tasa de cambio.
En primer lugar, el país se encuentra enfrentando
el fenómeno climático de El Niño desde mediados
del año pasado, cuando el gobierno advirtió con
justificable vehemencia sobre la alta probabilidad de
ocurrencia. Justificada porque es importante alertar
a los agricultores sobre la posibilidad de dicho fenómeno, con el fin de evitar pérdidas. El evento no
ocurrió tal como se esperaba, sino con una intensidad mayor, y el efecto producido fue una menor
producción y mayores precios de los alimentos. Para
este año, en contraste con el anterior, el fenómeno
ha venido aumentando su intensidad y duración,
tanto que se espera que se extienda hasta el segundo trimestre de 2016. En consecuencia, los precios
de los alimentos continuaron aumentando desde el
cuarto trimestre de 2014 con una notable aceleración desde la mitad de este año (Gráfico 7a).
En segunda instancia, se contaba con que la depreciación de la tasa de cambio no influiría demasiado
sobre la dinámica de los precios internos, pues se argumentaba que su transmisión era baja. En efecto,
Rincón y Rodríguez (2014)5 estiman que el efecto
5 Rincón, H. y Rodríguez, N. (2014). Reestimación del grado de
transmisión de la tasa de cambio del peso sobre la inflación de los
bienes importados. Banco de la República Borradores de Economía,
N. 850.
El país se encuentra
enfrentando el
fenómeno climático
de El Niño desde
mediados del año
pasado, cuando el
gobierno advirtió
con justificable
vehemencia sobre
la alta probabilidad
de ocurrencia.
Justificada porque
es importante alertar
a los agricultores
sobre la posibilidad
de dicho fenómeno,
con el fin de evitar
pérdidas.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
97
COLUMNISTA INVITADO
COLUMNISTA INVITADO
De esta manera, el dilema al que se enfrenta la política monetaria (inflación con desaceleración del
crecimiento) se resolvió dándole mayor relevancia
al control de la inflación pues los datos adelantados
de actividad productiva y los resultados del segundo trimestre del año sugirieron que el impacto del
choque petrolero no sería tan profundo como anteriormente se pensaba. En efecto, el Banco modificó
su proyección de crecimiento al alza desde 2,8% a
3,0%, después de que a mediados del año hubiera
hecho lo contrario.
Inflación total y por grupo de gasto
Gráfico 7
b. Inflación de transables
a. Inflación de alimentos
8%
10%
7%
6%
8%
5%
6%
4%
4%
3%
Resultados 2015 y perspectivas económicas para 2016
2%
2%
1%
0%
Total
Sin alimentos
Alimentos
dic.-15
dic.-13
mar.-14
jun.-14
sep.-14
dic.-14
mar.-15
jun.-15
sep.-15
jun.12
sep.-12
dic.-12
mar.-13
jun.-13
sep.-13
sep.-11
dic.-11
mar.12
jun.-15
sep.-15
dic.-15
dic.-14
mar.-15
jun.-14
sep.-14
dic.-13
mar.-14
jun.-13
sep.-13
dic.-12
mar.-13
jun.12
sep.-12
sep.-11
dic.-11
mar.12
0%
Total
Transables
No transables
La perspectiva de crecimiento para 2016 tiene
como parte fundamental los recurrentes problemas
estructurales de la economía que ahora se vislumbran más que nunca. Esta condición permite señalar
un crecimiento para 2015 en torno al 2,9% (Gráfico
9), pero con un claro sesgo bajista de cara al 2016
(en el rango 2,5%-3,0%) que dependerá en todo
caso de la trayectoria que sigan los precios del petróleo el próximo año, el crecimiento de la economía mundial y la percepción de riesgo en los países
latinoamericanos, en especial del mercado brasileño. De hecho, si a esta nueva realidad económica
se le agregan otras fuentes de inestabilidad externa
como la desaceleración de la economía China o una
profunda crisis económica en Brasil, los vientos adversos podrían acentuarse
En el contexto interno, varios factores afectarán
el crecimiento: i) el menor gasto gubernamental,
como consecuencia de la caída de la renta petrolera y el menor crecimiento de los demás sectores; ii)
la desaceleración del consumo de los hogares por
cuenta del deterioro del mercado laboral y el aumento de la inflación; y iii) una política monetaria
contractiva a lo largo del año y que comenzará a
surtir efecto hacia inicios del 2016.
Contenido
Fuente: DANE.
Gráfico 9
Según el Banco de la República, el acelerado incremento de los precios en la actualidad se debe a que
los dos choques antes mencionados son de oferta y
transitorios, por lo que su efecto tenderá a diluirse
en el mediano plazo. Sin embargo, las expectativas
de inflación para el cierre de 2016 se encuentran
por encima del límite superior del rango meta, evi-
denciando serios desajustes. Este hecho ha sido el
principal motivo de un aumento de tasa de política
por parte de la autoridad monetaria, que comenzó
una etapa de contracción a partir de agosto y con
expectativas de mayores aumentos hacia el futuro,
con un tope esperado de su tasa de intervención entre 6,5% y 7% (Gráfico 8).
Inflación y política monetaria
Gráfico 8
para los próximos 12 meses
para diciembre
6%
3,2
Consumo hogares
1,5
Gobierno
-0,7
Mineria -1,8
2,8
Electricidad, gas y agua
3,9
2,8
3,1
PIB
-4
2016
2015
1,5
Servicios comunales
-2
2016
0
Siguiente página
8,4
3,9
3,8
4,1
2,3
Establecim. financieros
1,2
2,9
Comercio
1,4
Busqueda de
palbras o frases
3,3
Construcción
Transporte
5,0
5%
0,6
1,0
1,2
1,7
Industria
2,6
PIB
4%
3,9
2,8
2,6
Formación bruta de capital
Importaciones
6,0
1,4
Agropecuario
b. Tasa de intervención de política monetaria
8%
b. Por el lado de la oferta
a. Por el lado de la demanda
Exportaciones
a. Expectativas de inflación
7%
Crecimiento económico anual %
Anterior página
3,5
4,3
2,9
2,8
3,1
2
4
6
8
Zoom +
10
2015
Fuente: DANE. Cálculos de los autores
4,0
3%
2%
3,0
1%
dic.-15
jun.-15
dic.-14
jun.-14
dic.-13
jun.-13
dic.-12
jun.12
dic.-11
jun.11
dic.-10
ene-16
jul-15
ene-15
jul-14
ene-14
jul-13
ene-13
jul-12
ene-12
jul-11
ene-11
0,0
jul-10
ene-10
0%
Fuente: Banco de la República.
98
ECONOMÍA COLOMBIANA
ECONOMÍA COLOMBIANA
99
COLUMNISTA INVITADO
Luce imperativo mantener y fortalecer las políticas
económicas encaminadas a mejorar la competitividad y productividad del sector real, así como superar de las barreras no arancelarias internacionales
que le permitan al país insertarse en las cadenas
globales de valor e impulsar la dinámica exportadora. Lo anterior, le permitirá al país sobrellevar
la caída de los precios del petróleo, acomodar su
estructura productiva a esta nueva realidad y retornar, de cara al próximo lustro, a nuestros ritmos de
crecimiento potencial.
Con el aumento
de la tasa de cambio
y la tasa de fondeo del
gobierno, la financiación
del presupuesto a través
de deuda pública,
en especial deuda
externa, se torna cada
vez más costosa.
De hecho, las tasas
de los títulos de deuda
pública del gobierno
a diez años (TES 10)
se han incrementado
en más de 1,1 pps
desde mediados
del año pasado.
100
ECONOMÍA COLOMBIANA
El consumo de los hogares se verá seriamente afectado en los corrido del próximo año como consecuencia del debilitamiento del mercado laboral que
ya empieza a dar las primeras señales de contracción, pues en diciembre la tasa de desempleo se
ubicó en 8,7% en contraste con el 8,6% de una año
atrás. De hecho, el empleo formal también comienza
a dar indicios de retroceso y a septiembre se revirtió
la tendencia de mayor empleo formal hacia empleo
informal. Adicionalmente, la política monetaria será
contractiva en la mayor parte del año, con fuertes
repercusiones en el consumo de los hogares a partir
de la primera mitad del año, en especial sobre los
bienes durables y semidurables.
Por el lado de la política fiscal, la caída estructural de
los precios del crudo ensombrece el panorama fiscal
para 2016. Si bien en el MFMP se estima que los ingresos totales crecerán menos que el PIB real para
2016, el gobierno parece haber sobre estimado el recaudo de los sectores distintos al minero-energético.
Es importante resaltar que esta disminución del recaudo se compensará parcialmente con los nuevos
recursos provenientes de la reforma tributaria de
2014 y con los menores gastos que realizará el gobierno por cuenta del aplazamiento de la ejecución
de COP 5.9 billones, de los cuales COP 4 billones
corresponden al rubro de inversión. De hecho, también se ha establecido la prioridad de gasto para
el presupuesto de 2016 en donde se encuentran
partidas sujetas a aplazamiento dependiendo del
nivel de ingresos. Sin embargo, el mercado ha continuado viendo con preocupación las crecientes
necesidades fiscales que requiere el país debido a
dos motivos.
En primer lugar, con el aumento de la tasa de cambio
y la tasa de fondeo del gobierno, la financiación del
presupuesto a través de deuda pública, en especial
deuda externa, se torna cada vez más costosa. De
hecho, las tasas de los títulos de deuda pública del
gobierno a diez años (TES 10) se han incrementado
en más de 1,1 pps desde mediados del año pasado.
En segunda instancia, el inminente incremento de la
tasa de política monetaria en EE.UU. derivará en presiones alcistas adicionales en el tipo de cambio, lo
que encarecería sustancialmente el crédito externo.
Difícilmente podría el Gobierno recurrir a reducciones adicionales en el gasto público y la inversión en
caso de que las condiciones externas se deterioren,
so pena de poner en riesgo el avance en los indicadores sociales y el necesario impulso a la dinámica
de la actividad productiva.
COLUMNISTA INVITADO
De hecho, según la Comisión de Expertos del Sistema Tributario, de realizarse una reforma tributaria y manteniendo constantes los actuales niveles
de gasto como porcentaje del PIB, las necesidades
fiscales serán cercanas al 1,5% del PIB en 2018 y
3,3% en 2020. A pesar de todo, el andamiaje fiscal construido durante la década pasada, la Regla
Fiscal ha sido uno de los principales activos para
la credibilidad y sostenibilidad fiscal, lo que le ha
permitido al gobierno fortalecer su posición frente
a las crisis previas.
(20%), la suma de las participaciones dentro de la
exportaciones totales no sobrepasa el 1%.
Por el lado de la cuenta de capitales, los bajos precios
del petróleo y la subida de tasa de política monetaria en EE.UU influirán en la menor entrada de inversión extranjera directa (3,1% del PIB) y de portafolio
(1,1% del PIB), respectivamente. Esto ocasionará que
el financiamiento externo corra por cuenta de un mayor endeudamiento externo (2,0% del PIB). Intervenciones cambiarias (des acumulación de reservas) por
parte del Banco de la República, serían necesarias en
caso de registrarse devaluaciones excesivas del tipo
de cambio en el corto y mediano plazo que pongan
en riesgo la meta de inflación de cara al 2016.
Para el sector externo, los niveles de déficit de cuenta corriente comenzarán a descender a partir de
la segunda mitad de año hasta alcanzar niveles de
5,5% del PIB (frente al 5,7% del PIB del primer trimestre), con lo cual el déficit en cuenta corriente cerraría el 2015 en niveles de 6,5% del PIB. Se espera,
en este escenario, una ligera disminución del déficit
comercial en medio de la contracción esperada de
las importaciones por cuenta de los nuevos niveles
de la tasa de cambio y de la ligera recuperación de
los sectores transables distintos a los del sector minero-energético (Cuadro 2).
Por último, es importante resaltar que si bien la
economía colombiana ha incrementado su fortaleza externa, una parada súbita de capitales de portafolio podría estresar las cuentas externas toda
vez que la eventual subida de tasa por parte de la
Fed contraerá el flujo en lo corrido de 2016. De ahí
la necesidad de las reformas que aumenten la productividad de los sectores transables diferentes al
minero-petrolero para moderar los desequilibrios
externos actuales y reducir los desbalances producidos en la cuenta corriente.
Sin embargo, el gran reto es generar nueva oferta
exportable que sustituya parte de las exportaciones tradicionales. A pesar de que a noviembre ya se
encuentran crecimiento importantes subpartidas
arancelarias de bienes no tradicionales, como fabricación de carrocerías para vehículos (97), fabricación de artículos de piel (90%), fabricación de relojes (82%), elaboración de productos lácteos (70%)
o aparatos de distribución y control de la energía
Cuadro 2
Por el lado de la política monetaria, se espera que
para finales del 2016 el Banco de la República se
enfrente a condiciones más laxas pero más restrictivas en el primer semestre del 2016. Por un
lado, la devaluación real de la tasa de cambio será
menor a lo corrido de 2015 por efecto de comparación, pues los niveles promedio de este año se
2014
2015-ISem*
2015p
2016p
-5,2
-6,3
-6,5
-5,2
-3
-5,3
-5,5
-4,7
Renta de Factores
-3,4
-2,6
-2,3
-2
Transferencias Netas
1,2
1,5
1,4
1,5
Cuenta de Capitales
6,4
6,0
6,2
5,1
Inversión Extranjera Directa Neta
3,3
3,6
3,1
2,9
Inversión de Portafolio Neta
3,1
2,3
1,1
-0,4
0
-1,3
2,0
2,6
1,2
0,1
-0,3
-0,1
Balanza Bienes y Servicios
Crédito Externo Neto
Variación en Reservas Internacionales
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Balanza de Pagos. (% del PIB)
Cuenta Corriente
Contenido
Zoom +
Fuente: Banco de la República – Cálculos propios.
* En este caso la suma de los balances de la cuenta corriente y la cuenta de capitales no coincide con la variación de las reservas
internacionales dado que en este trimestre la cuenta de errores y omisiones representó un 0,4% del PIB.
ECONOMÍA COLOMBIANA
101
COLUMNISTA INVITADO
mantendrán para 2016. Lo anterior dependerá
en todo caso del curso que sigan los precios del
crudo, pues de llegar a presentarse leves rebotes
durante el segundo semestre la moneda podría
incluso experimentar apreciaciones que permitan
mayor laxitud en la política monetaria. En segunda
instancia, el actual aumento de la tasa de política
tendrá efecto hacia el cierre del tercer trimestre
del 2016, fecha para la cual se espera que la inflación se encuentre desacelerándose y retornando
paulatinamente al rango meta. En consecuencia,
el Banco de la República contará con espacio para
flexibilizar la política durante el segundo semestre
del 2016 toda vez que las tasas nominales se encontrarán en terreno contractivo y la actividad productiva estará sintiendo los efectos de un menor
consumo y desaceleración del crédito.
Por estas dos razones, se espera que el Banco de la
República culmine su proceso de contracción monetaria hacia el segundo trimestre del 2016 con
niveles de tasa repo del orden de 6,5%%. Adicionalmente, se espera que la Fed siga aumentando su
tasa en un proceso que será lento y escalonado y su
efecto sobre la economía colombiana tenderá a ser
reducido toda vez que la política monetaria interna
ya ha realizado los movimientos alcistas necesarios.
Conclusiones
El panorama a nivel internacional después de un
año de la descolgada de los precios del crudo ha repercutido de manera importante en el desempeño
de la economía colombiana. Si bien el desempeño
de las principales variables ha respondido mejor de
lo esperado por los analistas, las principales preo-
cupaciones recaen sobre el frente fiscal y la escasa
reacción de la oferta exportable. El gobierno, que
durante los cuatro primeros años gozó de una bonanza, ha visto cómo sus ingresos se han reducido
considerablemente.
Ante estos acontecimientos, el gobierno debe
prestar especial atención al manejo del gasto de
cara a la próxima reforma tributaria, ésta con la
esperanza de ser estructural. No puede tomarse
esta nueva oportunidad de aumentar los ingresos
para seguir gastando en inversión pública con baja
rentabilidad social. No solo porque estamos en un
periodo de reversión del ciclo sino porque el gasto improductivo no puede ir a costa de gravar la
inversión o el consumo privado. Hasta ahora las
condiciones de financiamiento fiscal no se han deteriorado sustancialmente, pero el evidente riesgo
que ha ocasionado la caída en los precios de las
materias primas en la región ensombrece el panorama para 2016. De hecho, la baja en la calificación
crediticia en Brasil y su degradación desde el grado
de inversión incrementa el riesgo hacia la economía colombiana.
Contenido
No obstante lo anterior, también es cierto que el
país se encuentra mejor preparado con respecto
a casi todos sus pares de la región para enfrentar
la actual coyuntura (basta con observar el caso de
Venezuela, Argentina, Bolivia o Brasil, entre otros).
Sin embargo, esto no nos exime de la necesidad
de avanzar con una agenda de reformas estructurales que requiere el país, aparte de la reforma tributaria y arancelaria se debe reducir el costo país,
mejorando los niveles de formalización laboral y
empresarial, así como aumentando los niveles de
productividad.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Bibliografía
Zoom +
Anif (2015). “El PIB-real del tercer trimestre de 2015 y
perspectivas para 2016”. Informe Semanal 1299.
Asobancaria (2015). “Un año después de la destorcida de los precios del petróleo”.Semana Económica No
1008.
Gómez, H., Malagón, J. y Ruiz, C. (2014) “Colombia
frente a una destorcida en los precios del petróleo”.
Cuadernos PNUD.
OCDE (2015). Colombia Economic Survey 2015. Publicaciones OCDE.
102
ECONOMÍA COLOMBIANA
Desde la CGR
ECONOMÍA COLOMBIANA
103
DESDE LA CGR
Acceso y uso de la tierra
en los acuerdos de La Habana:
DESDE LA CGR
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
Alcances
y
retos
de la
Reforma Rural
Integral
Una reforma estructural entraña nuevos objetivos y nuevas formas
de hacer las cosas. También nuevos protagonistas. La puesta
en marcha de los acuerdos a través de proyectos desarticulados,
mantendrá el modelo de atención asistencialista que ha
caracterizado la política social en Colombia durante este siglo.
* Asesora de la Contraloría Delegada para el sector Agropecuario.
1 Para 2011 el Gini de tierras fue de 0,87 y el Gini de propietarios
0,896 (IGAC, 2012. Atlas de la Distribución de la Propiedad Rural en
Colombia). Bogotá: Imprenta Nacional de Colombia).
104
ECONOMÍA COLOMBIANA
En este artículo se analizan los acuerdos alcanzados
en cuanto a acceso y uso de la tierra, con la intención de mostrar que éstos han sido formulados bajo
una concepción distinta que busca superar el problema de la concentración reduciendo los antagonismos sociales que han impedido el éxito de intentos
anteriores de reforma agraria. Se argumenta que, a
diferencia de la concepción clásica, el primer componente de la Reforma Rural Integral (RRI)5 plantea
una separación analítica de los problemas de acceso
y uso, lo cual lleva a que se propongan acciones diferenciadas para cada uno. El artículo describe estas
acciones y señala los retos y problemas que afrontará
su ejecución. Finalmente, se presenta una reflexión
sobre la importancia de la participación ciudadana
para la puesta en marcha de lo acordado.
2 En favor de este supuesto, es importante recordar que países como
El Salvador, Guatemala, Mozambique y Angola, en donde se suponía
que el conflicto armado interno había sido superado, desarrollaron posteriormente altos niveles de violencia y crimen organizado. Un factor
común de esos casos es que ninguno de esos países adelantó reformas
estructurales para atacar las fuentes de la desigualdad. Al respecto,
véanse: Steward, Frances, 2005. “Policies Towards Horizontal Inequalities in Post-Conflict Reconstruction.” CRISE Working Paper 7, Centre
for Research on Inequality, Human Security and Ethnicity (CRISE), University of Oxford; Cederman, Lars-Erik, Kristian Skrede Gleditsch, and
Halvard Buhaug, 2013. Inequality, Grievances, and Civil War. Cambridge: Cambridge University Press; Brett, Roddy, 2013. “Peace Stillborn?
Guatemala’s Liberal Peace and the Indigenous Movement.” Peacebuilding 1(2): 222–238.
3 Véanse, por ejemplo: http://elpilon.com.co/acuerdo-agrario-ii-la-tierra/http://www.elespectador.com/noticias/economia/respaldo-de-gremios-paz-articulo-593701
Liliana Moreno Acevedo*
La estructura de propiedad de la tierra en Colombia
se encuentra entre las más desiguales del mundo1.
Sin embargo, la persistencia del conflicto armado y,
en particular, la violencia contra los líderes de organizaciones sociales, llevaron a que desde los años
90 la movilización campesina por la tierra perdiera fuerza y, en consecuencia, el problema de concentración de la propiedad perdiera relevancia en
la agenda pública. Sólo más recientemente, con la
promulgación de la Ley 1448 de 2011, han vuelto a
nizaciones sociales han expresado su escepticismo
ante lo que consideran un acuerdo ambiguo que no
transformará estructuralmente el campo colombiano4. Ambas visiones parecen interpretar el acuerdo
bajo una concepción de reforma agraria clásica centrada en la redistribución de la propiedad rural.
escucharse las voces de algunos líderes campesinos
que reclaman, ya no la reforma agraria –aspiración
que en Colombia suena como un anacronismo–,
sino la restitución de las tierras despojadas en el
contexto del conflicto armado.
La Mesa de Conversaciones de La Habana ha vuelto
a poner de relieve la discusión sobre los problemas
de acceso y uso de la tierra, bajo el supuesto de que
las desigualdades económicas y políticas son factores determinantes del conflicto2. Con motivo de los
acuerdos alcanzados en esta materia, las preocupaciones sobre la violación del derecho de propiedad
vía expropiación han vuelto a aparecer en voz de
los representantes de entidades como Fedegan y
el Consejo Gremial3; por otra parte, algunas orga-
4 Por ejemplo: http://www.ipc.org.co/agenciadeprensa/index.
php/2015/10/26/el-campo-colombiano-necesita-mas-que-un-fondo-de-tierras/
5 La Reforma Rural Integral propuesta en el acuerdo agrario tiene tres
componentes:
• Acceso y uso: Tierras improductivas. Formalización de la propiedad.
Frontera agrícola y protección de zonas de reserva
• Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET)
• Planes Nacionales para la Reforma Rural Integral
6 Ley 160 de 1994.
7 Según datos del INCODER, a 2012 apenas había 1.474 procesos
agrarios en curso y entre ellos todavía había procesos que se remontan
a las décadas de 1970 y 1980.
8 Robinson, James, 2014. “¿Cómo modernizar Colombia?”. Artículo
de prensa. En: Elespectador.com http://www.elespectador.com/noticias/
elmundo/modernizar-colombia-articulo-532967 Recuperado: 14 de
marzo de 2016.
Acuerdos sobre el acceso y uso de la tierra
Buena parte de la política pública rural ha estado
orientada por una concepción clásica de reforma
agraria en donde los problemas de acceso y uso de
la tierra se han abordado de manera conjunta, bajo
el supuesto de que la desconcentración de la propiedad conlleva cambios en el uso. Un ejemplo de esto
ha sido el intento de aplicar la extinción de dominio
por vía administrativa como principal instrumento de reforma agraria6. El eje de esta concepción
es que, dada la función social de la propiedad, los
predios que no son explotados por sus propietarios
pueden ser expropiados por el Estado con fines redistributivos. Esta medida, en principio, resolvería el
problema de acceso a la tierra y también el de uso,
toda vez que tierras inexplotadas se convertirían
en unidades agrícolas familiares que aportarían a la
producción de alimentos en el país. Sin embargo, en
la práctica este instrumento no se ha podido aplicar con éxito porque el criterio de expropiación –
la inexplotación de la tierra– alcanza tal grado de
ambigüedad que hasta la más mínima actividad productiva en un predio puede pasar por explotación
adecuada. Más aún, incluso en los casos de claro
abandono de los predios, el tortuoso camino judicial
que sigue a la declaratoria de expropiación hace que
este instrumento se prolongue indefinidamente en
el tiempo y sea prácticamente inoperante7.
Este resultado negativo, que obedece a la resistencia ejercida por grupos de interés para frenar los
procesos de redistribución de tierras, es lo que James Robinson8 llama la naturaleza de “suma cero”
de la reforma agraria: mientras unos ganan, otros
pierden, lo cual da origen a nuevas violencias. La
Reforma Rural Integral (RRI) propuesta en la Mesa
de Conversaciones de La Habana, busca superar
esa situación haciendo una separación analítica entre los dos aspectos del problema: acceso y
uso de la tierra. ¿Qué implicaciones tiene esto en
la formulación de política? En primer lugar, que el
problema de acceso ya no queda sujeto a procesos
redistributivos, sino que se toman en consideración
múltiples fuentes de tierras que puedan ser adjudicadas a pequeños productores campesinos. En
segundo lugar, que el problema de concentración
de la propiedad rural es abordado desde el punto de
vista del uso, reduciendo el potencial de conflicto
que generan los procesos de expropiación por uso
inadecuado (elemento que de todas formas no desaparece ni de los acuerdos ni de la ley). Veamos lo
acordado en relación con estos dos aspectos.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
105
DESDE LA CGR
1. Acuerdos alcanzados en materia de acceso a la tierra
Históricamente el problema del acceso a la tierra ha
sido enfrentado desde dos estrategias de política
pública que serán llamadas aquí intervencionista y
pro mercado. Desde la perspectiva intervencionista,
el Estado es quien garantiza el acceso a la tierra a
través de la adjudicación de baldíos, la expropiación
de predios inexplotados o baldíos ilegalmente apropiados y la distribución de esas tierras. De esta manera, el acceso se da vía oferta; el Estado adjudica la
tierra recuperada a los beneficiarios, por lo que no
necesariamente los predios adjudicados cumplen
con sus necesidades y expectativas. En la otra estrategia, la pro mercado, el rol del Estado se reduce
a la dinamización del mercado de tierras mediante
la provisión de un subsidio y/o de líneas de crédito
que permitan a los beneficiarios comprar predios a
particulares; es decir que el acceso a la tierra se da
vía demanda (el beneficiario escoge el predio que va
a comprar), con lo cual se garantiza que los predios
cumplan con las condiciones necesarias para el establecimiento de la unidad agrícola familiar.
Ambas estrategias han fracasado en sus objetivos.
La intervencionista, por las resistencias de grupos
de interés como terratenientes y agroindustriales
que tienen aliados en todas las ramas del poder
público. La pro mercado, porque el presupuesto
público asignado no responde a la magnitud de la
demanda9. Adicionalmente, la especulación sobre el
valor de la tierra (a la cual contribuye la convocatoria para la asignación de subsidios y créditos) hace
muy difícil que los beneficiarios paguen la parte no
subsidiada de los predios y/o puedan acceder a los
créditos para compra.
En el marco de la RRI, estas dos estrategias, sumadas a la formalización de la propiedad rural, son
complementarias, no excluyentes. La necesidad de
esta complementariedad radica en el enfoque territorial de la reforma, pues, aunque ésta tiene un
alcance nacional, las medidas acordadas no tendrán
una implementación homogénea en todo el país,
sino que ésta será diferencial para cada territorio intervenido10, en donde la complejidad de la situación
demandará diferentes tipos de acciones.
9 Entre 2010 y 2012 el INCODER adjudicó 10.248 hectáreas a través
del subsidio de tierras, beneficiando a 1.529 familias. La meta era adjudicar 37.500 hectáreas y beneficiar a 7.550. A la entidad llegaron más
de 80.000 solicitudes para acceder a este subsidio.
10 La definición de las unidades de intervención territorial está por establecerse.
106
ECONOMÍA COLOMBIANA
Así, el acuerdo contempla cuatro instrumentos para
resolver el problema de acceso a la tierra: el Fondo
de Tierras, el subsidio para compra, la línea de crédito especial para la compra y la formalización de
la propiedad rural. A continuación se describe cada
uno de estos mecanismos, de acuerdo con lo establecido en el borrador conjunto.
1.1 Fondo de Tierras
En el numeral 1.1 de la RRI, el gobierno se comprometió a crear y poner en marcha un Fondo de Tierras
en donde se administrarán las tierras disponibles
para adjudicárselas gratuitamente a campesinos sin
tierra o con tierra insuficiente. Estas tierras provendrán de seis fuentes:
• Extinción judicial de dominio
• Recuperación de baldíos
• Sustracción de zonas de ley segunda
• Extinción administrativa de dominio
• Expropiación con indemnización
•Donaciones
DESDE LA CGR
Excepto las donaciones, todas las demás fuentes de
tierras con las que se busca alimentar el Fondo están
basadas en normas ya existentes, por lo que puede
decirse que no representan una novedad. Sin embargo, lo que sí resulta novedoso es su integración
bajo la figura del Fondo, pues hasta el momento se
encuentran desarticuladas. Por otra parte, aunque
la mayor parte de fuentes del Fondo de Tierras ya
existe, es un hecho que su funcionamiento ha sido
débil por lo que, como señala el acuerdo, se requerirán modificaciones tanto en la arquitectura institucional como en la ley para que su puesta en marcha
sea eficiente.
Cada uno de los mecanismos con los que se busca
alimentar el Fondo afrontará retos específicos: la extinción judicial de dominio requerirá un fuerte andamiaje para enfrentarse al poder de la corrupción y el
narcotráfico; la recuperación de baldíos tendrá que
pasar por un juicioso diagnóstico jurídico y social,
tanto de los predios que fueron ocupados ilegalmente como de aquellos que fueron adjudicados indebidamente, de manera que no resulten perjudicados
los colonos que han ocupado predios baldíos durante décadas en las zonas de frontera agrícola; la sustracción de predios de las zonas de reserva forestal
de la Ley 2ª de 1959, tendrá que hacerse armonizando los objetivos de conservación ambiental con los
de generación de ingresos de las comunidades rurales que habitan esas zonas; la extinción administrativa de dominio probablemente seguirá enfrentando
las mismas resistencias que se han dado en este tipo
de procesos y la expropiación con indemnización enfrentará el problema de la apropiación presupuestal
en un contexto de ajuste fiscal. Estos son apenas algunos desafíos que están a la vista.
Por otra parte, hay un espinoso tema que está por
definirse y es el de la meta del Fondo de Tierras tanto “en millones de hectáreas” como en años para
su ejecución. De la definición de esta meta dependerán los recursos (presupuesto y capacidad institucional) necesarios para su cumplimiento y el alcance de la intervención. Teniendo en cuenta que
el objetivo del Fondo es lograr la “democratización
de la tierra” es de suponer que deberá tener una
meta ambiciosa, sobre todo considerando que uno
de los principios del acuerdo es la “transformación
estructural” de la realidad rural. Como se verá más
adelante, la disponibilidad de tierras en el Fondo
dependerá en gran medida de otro de los acuerdos
alcanzados: la creación y puesta en marcha de la jurisdicción agraria.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
1.2 Otras formas de acceso a la tierra: subsidio y crédito para la compra
En cuanto a las otras formas de acceso a la tierra
(numeral 1.2), el acuerdo plantea que se diseñará
y pondrá en marcha un subsidio para la compra de
tierras en zonas focalizadas como alternativa para
“solucionar problemas puntuales de acceso”. Asimismo, se contempla “una nueva línea de crédito
especial subsidiada de largo plazo para la compra
de tierras por parte de los beneficiarios”. Estos mecanismos no tienen carácter masivo sino que apuntan a resolver problemas puntuales para consolidar
unidades agrícolas familiares con tierra insuficiente
para desarrollar su proyecto productivo.
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
1.3 Formalización de la propiedad rural
Finalmente, como parte del problema de acceso,
el acuerdo se pronuncia sobre la formalización de
la propiedad rural11, problema que ha tenido múltiples consecuencias para los pequeños productores
rurales, por un lado, porque la falta de títulos im11 De acuerdo con la Misión para la Transformación del Campo, más
del 60% de los predios rurales del país están en la informalidad.
ECONOMÍA COLOMBIANA
107
DESDE LA CGR
1.4 Otras disposiciones relacionadas con el acceso a la tierra
Aparte de los mecanismos de acceso a la tierra, el
acuerdo contiene cuatro disposiciones que, de alguna manera, responden a lecciones aprendidas sobre
procesos anteriores.
En primer lugar, la RRI define específicamente quiénes serán los beneficiarios de los procesos de distribución de tierras: trabajadores o asociaciones de
trabajadores “con vocación agraria sin tierra o con
tierra insuficiente priorizando a la mujer cabeza de
familia y a la población desplazada”. También “personas y comunidades que participen en programas
de asentamiento y reasentamiento12, con el fin, entre otros, de proteger el medio ambiente, sustituir
cultivos ilícitos y fortalecer la producción alimentaria” (numeral 1.3).
En segundo lugar, el acuerdo entiende el acceso a
la tierra como acceso integral (numeral 1.4), esto
quiere decir que además de dotar a los campesinos
de tierra, el Estado debe asegurar la provisión de bienes y servicios públicos, de forma que la tierra sea
efectivamente un activo productivo y contribuya a
mejorar el bienestar de las familias campesinas. Este
aspecto se encuentra desarrollado en detalle en el
numeral tres del borrador conjunto, en donde se
acordó el diseño y ejecución de Planes Nacionales
para la RRI. La meta de estos Planes es eliminar la
pobreza extrema en el campo y “reducir las dimensiones de la pobreza rural en un 50%”. Los Planes
acordados se agrupan en tres categorías: infraestructura (vías terciarias, riego y drenaje, electrificación rural y conectividad), desarrollo social (salud,
12 Se refiere a los pobladores de zonas de parques sobre cuya situación
el acuerdo también tiene disposiciones específicas en la sección 1.10
108
ECONOMÍA COLOMBIANA
educación, vivienda, agua potable y saneamiento
básico) y estímulos a la producción de la economía
campesina (fomento a la economía solidaria, asistencia técnica e innovación tecnológica, crédito y
generación de ingresos, mercadeo y formalización
laboral y protección social rural).
En tercer lugar, ante el riesgo de que la distribución
de tierras derive en nuevos procesos de concentración de la propiedad, el acuerdo estableció la inalienabilidad e inembargabilidad de las tierras adjudicadas por un período de siete años (numeral 1.6). El
problema de acceso a crédito que esta disposición
puede acarrear se subsana mediante la provisión de
recursos de capital semilla que están consignados
en el numeral 3.3.3 sobre crédito y generación de
ingresos.
Finalmente, el acuerdo establece una distinción entre el acceso a la tierra y la restitución de tierras despojadas (numeral 1.7). Este último proceso seguirá
su curso, pero las tierras objeto de restitución no se
incluirán de ninguna manera en el Fondo de Tierras.
2. Acuerdos alcanzados en materia de uso de la tierra
En Colombia, la concentración de la propiedad rural
ha estado asociada al uso inadecuado de la tierra,
entendiendo este como el desarrollo de actividades
productivas que no se corresponden con la vocación de los suelos y/o que los subutilizan. Casi 42
millones de hectáreas del territorio nacional (37,3%
del total) tienen vocación de uso agropecuario. De
éstas, 22 millones tienen vocación agrícola, en tanto que 19,2 son aptas para ganadería. Sin embargo,
sólo 5,3 millones de hectáreas se destinan para uso
agrícola, mientras que 34,9 se usan en ganadería.
La RRI busca cerrar la brecha entre la vocación de
los suelos rurales y su uso efectivo, a través de medidas que apuntan a estimular el uso productivo del
suelo de acuerdo con su vocación, lograr su sostenibilidad ambiental y resolver conflictos de tenencia
y uso que se presentan en el nivel local. Para ello, el
acuerdo contiene disposiciones en cuanto a
• mecanismos de resolución conflictos de tenencia y uso y de fortalecimiento de la producción
alimentaria,
• formación y actualización del catastro e impuesto predial rural y
• cierre de la frontera agrícola y protección de zonas de reserva.
Como se mostrará a continuación, aunque estas
tres disposiciones apuntan a transformar el uso
de la tierra, también tienen un gran potencial para
transformar la estructura de propiedad, bien sea
como complemento de las medidas acordadas para
facilitar el acceso a la tierra, o bien por la incidencia
que pueden ejercer por sí mismas en el problema de
la concentración.
2.1 Mecanismos de resolución conflictos de tenencia y uso y de fortalecimiento de la producción alimentaria
La ausencia de la administración estatal de justicia
en los territorios rurales ha sido un factor determinante del surgimiento de ordenamientos territoriales y judiciales paralelos como los ejercidos por las
guerrillas y algunos grupos paramilitares en varias
regiones del país. También ha sido acicate de conflictos por la tenencia de la tierra que terminan resolviéndose por fuera de la institucionalidad bajo la
lógica del más fuerte. Frente a este vacío institucional, la RRI plantea que el Gobierno deberá realizar
cuatro acciones:
• Crear una jurisdicción agraria y establecer o fortalecer mecanismos alternativos de resolución
de conflictos; entre estos se puede conjeturar
la inclusión de figuras como los jueces de paz,
los conciliadores y los jueces en equidad, entre
otros.
• Crear una instancia de alto nivel encargada de
formular los lineamientos generales del uso de
la tierra “atendiendo las características de su vocación, el bien común y las visiones territoriales
de desarrollo rural construidos en el marco de las
instancias de participación” (numeral 1.8 b). El
decreto 2367 de 2015 creó el Consejo Superior
de la Administración de Ordenamiento del Suelo Rural, espacio intersectorial que, en principio,
podría ser la instancia de alto nivel establecida
en este apartado de los acuerdos. Sin embargo,
en este Consejo sólo tienen asiento las entidades del nivel nacional con competencia en el
tema, por lo que no es claro de qué manera se
asegurará que las visiones de desarrollo rural que
hay en los territorios queden incorporadas dentro de los lineamientos sobre uso del suelo que
sean formulados allí.
37,3%
vocación de uso
Agropecuario
}
pide acceder a la institucionalidad, especialmente
al crédito, y por otro lado, porque ha facilitado los
procesos de despojo. El plan de formalización masiva contemplado en el acuerdo (numeral 1.5) busca
resolver tanto el problema de la titulación de baldíos
ocupados previamente, como el de la titulación de
predios privados que no han formalizado la propiedad. La meta del plan es ambiciosa: se formalizará
la propiedad de “todos los predios que ocupan o
poseen los campesinos de Colombia”. Para ello, el
gobierno se comprometió a hacer las reformas normativas pertinentes y a garantizar la gratuidad de
los trámites requeridos por parte de los pequeños
productores.
DESDE LA CGR
42 millones
de hectáreas
22 19,2
millones
sirven para
millones
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
sirven para
Siguiente página
Anterior página
Pero se usan:
Zoom +
34,9 5,3
millones
en
millones
en
• Promover “el uso efectivo de los espacios de participación y decisión en la planificación de los usos
del suelo rural y el ordenamiento del territorio”.
ECONOMÍA COLOMBIANA
109
DESDE LA CGR
Lo cual podría traducirse como garantizar la participación de la ciudadanía en los consejos municipales de ordenamiento territorial. El borrador
conjunto no da ninguna pista sobre cómo se va a
lograr esto.
• Crear mecanismos de concertación y diálogo social entre el Gobierno (en sus tres niveles), las
empresas del sector privado y las comunidades
en cuyos territorios dichas empresas adelantan
actividades productivas y/o extractivas. Con estos mecanismos se busca “impulsar una agenda
de desarrollo común, orientada a la sostenibilidad socio-ambiental, el bienestar de los pobladores rurales y el crecimiento económico con equidad” (numeral 1.8 d).
La ausencia de
la administración
estatal de justicia
en los territorios
rurales ha sido un
factor determinante
del surgimiento de
ordenamientos
territoriales y
judiciales paralelos
como los ejercidos
por las guerrillas
y algunos grupos
paramilitares en
varias regiones
del país.
110
ECONOMÍA COLOMBIANA
Entre estas acciones, cabe resaltar la creación de
la jurisdicción agraria como instrumento fundamental para que las disposiciones sobre el Fondo
de Tierras establecido en la RRI se hagan realidad.
Al igual que los componentes del Fondo, esta instancia judicial tampoco representa una novedad
dentro de la institucionalidad del país. La ley 200
de 1936, modificada posteriormente por la ley 100
de 1944, creó los jueces de tierras. Posteriormente,
con el decreto 2303 de 1989, fue creada la jurisdicción agraria a cuyo cargo estaría “el conocimiento
y decisión sobre conflictos de propiedad, posesión
y mera tenencia de predios agrarios”. Sin embargo,
prácticamente desde su nacimiento, la jurisdicción
agraria careció de la voluntad política y los recursos
necesarios para su funcionamiento y, a merced de
numerosas disposiciones legales y judiciales a lo largo de la década de 1990 y la primera de este siglo,
prácticamente desapareció13.
Con la jurisdicción agraria se busca darle cierre jurídico a los procesos agrarios14 y resolver conflictos
relacionados con la tenencia y uso de la tierra. Estos procesos han enfrentado hasta ahora múltiples
dificultades y resistencias, entre ellas, quizá la más
importante –aparte de la violencia que ha caracterizado algunos casos– ha sido el carácter administrativo de los procesos, pues esta condición ha sido
aprovechada por actores poderosos en las regiones
tales como grandes empresas agropecuarias y terratenientes para demandar las decisiones del INCODER ante el contencioso administrativo, dando
origen a procesos judiciales que se prolongan indefinidamente. Con la creación de la jurisdicción agraria, desde un principio los procesos tendrían carácter judicial y se establecerían plazos perentorios
para su resolución. Asimismo, se reduciría el riesgo
de discrecionalidad en las decisiones, lo cual favorecería tanto a demandantes como a demandados.
La resolución de procesos agrarios será sólo uno de
los problemas a los que deberá responder la jurisdicción agraria. El conflicto armado ha coincidido con
13 Ramiro Bejarano explica en detalle este proceso: Bejarano, Ramiro, 2014. “Resurrección de una jurisdicción”. En: Ámbito Jurídico.
Revista digital. Disponible en: http://www.ambitojuridico.com/BancoConocimiento/Ambiental-y-Agropecuario/noti-141610-03-resurreccion-de-una-jurisdiccion Recuperado: 7 de mayo de 2016
14 Los procesos agrarios contemplados en la ley 160 de 1994 son:
clarificación de la propiedad, deslinde de tierras, extinción administrativa de dominio, revocación directa de las resoluciones de adjudicación de
baldío, recuperación de baldíos indebidamente ocupados y procesos de
reversión de la adjudicación.
DESDE LA CGR
zonas grises a donde la justicia no llega y en donde
son los actores armados ilegales quienes, en ausencia de autoridad, establecen sus propias reglas. Por
su naturaleza, estos arreglos son inestables: están
sometidos a la dinámica del conflicto y dependen
de la discrecionalidad de quienes operan transitoria
o circunstancialmente la justicia. Como resultado,
ecosistemas de vital importancia han visto su degradación acelerada con el consecuente incremento de
los conflictos asociados al uso de los recursos naturales que allí se encuentran.
El acceso a la justicia en territorios rurales será, entonces, fundamental para el éxito de los acuerdos
alcanzados entre el gobierno y las FARC. Sin embargo, su restablecimiento implica superar los problemas presupuestales que llevaron a su desaparición
en la década de 1990, y caracterizar la demanda de
justicia en estos territorios.
En cuanto al presupuesto, en la fase de diseño tendrá que definirse si se va a crear como una nueva
jurisdicción o si va a hacer parte de la justicia ordinaria. En el primer caso, se estaría hablando de
una institucionalidad de mayor presupuesto, envergadura y alcance, aunque también más aparatosa y
más difícil de poner en marcha (vale recordar que
la Unidad de Restitución de Tierras tardó dos años
en comenzar a operar). Si se escoge esta opción,
habría que definir una estrategia de transición
para que no se pierda el momentum de la firma del
acuerdo de paz.
Por otra parte, la caracterización de la demanda de
justicia en territorios rurales pasa por definir cuál
es el estado actual de la conflictividad rural, y qué
nociones y prácticas de justicia (formal e informal)
existen en estos territorios. La acogida y legitimidad
de la nueva institucionalidad entre las comunidades, dependerá, en gran medida, de qué tanto sepa
entender y articularse a prácticas consuetudinarias
como los manuales de convivencia que rigen en las
comunidades a donde el Estado no ha llegado. No
puede desconocerse que no sólo la ausencia sino
también el desprestigio de las entidades públicas y
en especial, de las que administran justicia, es un
factor que incide en que los ciudadanos tomen la
justicia por mano propia.
En relación con lo anterior, uno de los retos que
afrontarán el Estado y las comunidades será la articulación de los mecanismos institucionales (jueces
agrarios especializados, policía rural, fiscalía, medicina legal) con mecanismos alternativos de resolución de conflictos.
Contenido
2.2 Formación y actualización del catastro e impuesto predial rural
El numeral 1.9 del borrador conjunto es el aspecto
de los acuerdos que atiende directamente al problema de la concentración de la propiedad rural. El
espíritu del acuerdo es que un catastro multipropósito actualizado y un sistema de recaudo efectivo
del impuesto predial rural son las herramientas que
requiere el Estado para estimular el uso productivo
del suelo. Aunque aparentemente sencillas, estas
disposiciones pueden ser las que mayores transformaciones lleven a la estructura de propiedad de la
tierra en el país. Si se cumple el objetivo de actualizar
el catastro para hacer una recaudación efectiva del
impuesto predial, no sólo habrá más recursos para
el suministro de bienes y servicios públicos, sino que
aumentará la producción agropecuaria, bien sea por
que los grandes propietarios den comienzo a nuevos proyectos productivos que les permitan asumir
la carga impositiva –hasta el momento ésta ha sido
prácticamente inexistente–, o bien porque prefieran
vender sus tierras con lo cual el mercado de tierras
se dinamizará facilitando el acceso a los pequeños
productores. Esta es quizá la principal diferencia entre la RRI propuesta por la Mesa de Conversaciones
de La Habana y los pasados intentos por desconcentrar la propiedad rural.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
111
DESDE LA CGR
De acuerdo con el DNP, el 59,2% de los municipios
del país tienen su catastro desactualizado, en tanto
que no se cuenta con información catastral del 26%
de las áreas rurales. La RRI plantea actualizar el catastro del país de manera que este se convierta en “un
sistema de información que sirva para la promoción
del desarrollo rural integral”. De ahí que el catastro
resultante debe proveer información física, económica y jurídica de los predios. Esta información será la
base para el cobro del impuesto predial rural.
La RRI, respetando el principio de descentralización,
mantiene la competencia para liquidar y cobrar el
impuesto predial en manos de los municipios. Son
los concejos municipales quienes, con base en la
Ley 44 de 1990, definen las tarifas que pagan los
diferentes tipos de predio. Como es sabido, en muchos municipios los concejos están cooptados por
terratenientes o personas que representan sus intereses, lo cual representa un conflicto de interés
que afecta la recaudación del impuesto15. Por otra
parte, muchos municipios no cuentan con la capacidad técnica para generar la liquidación del impuesto
y hacerla llegar a los contribuyentes, por esta razón,
de acuerdo con la RRI, el gobierno deberá proveer
“apoyo técnico, administrativo y financiero” para
fortalecer a los municipios en este proceso. El cobro
del impuesto predial enfrenta pues, desafíos técnicos y políticos. Frente a los primeros, el Ministerio
de Hacienda y Crédito Público ha avanzado en la
prestación de asistencia técnica para fortalecer a las
administraciones municipales en los procedimientos
a seguir. Sin embargo, no hay claridad sobre cómo
enfrentar el posible sub recaudo por influencia de
poderosos grupos de interés. Dada la adversidad del
15 Al respecto pueden verse los trabajos de Mauricio Uribe:
• Uribe López, Mauricio, 2013. “Veto a la Nación y antiestatismo de
las élites”. En: La Nación Vetada: Estado, Desarrollo y Guerra Civil en
Colombia. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 143-216
• 2012. “La Aversión del Bloque en el Poder al Contrato Fiscal en Colombia”. En: Co-herencia 9 (16), 247-271.
• 2009. “El Veto de las Élites Rurales a la Redistribución de la Tierra en
Colombia”. En: Economía Institucional 11 (21), 93-106.
16 Al respecto, recientemente se han realizado interesantes estudios de
caso en diferentes regiones. Véanse, por ejemplo:
• Rincón John Jairo y Absalón Machado. “Patrones” y campesinos: tierra, poder y violencia en el Valle del Cauca (1960-2012). Bogotá:
Centro Nacional de Memoria Histórica .
• Ocampo, Gloria Isabel, 2014. Poderes regionales, clientelismo y Estado. Etnografías del poder y la política en Córdoba, Colombia. Bogotá:
CINEP/PPP, ODECOFI.
• Ciro, Claudia Alejandra, 2013. “Unos grises muy berracos”: poder
político local y configuración del Estado en Caquetá 1980-2006.
Tesis de grado para optar al título de maestría. Bogotá, IEPRI, Universidad Nacional de Colombia.
112
ECONOMÍA COLOMBIANA
DESDE LA CGR
contexto político regional16, parece indispensable
fomentar la participación ciudadana para promover
nuevos liderazgos y crear un sistema de control externo a los municipios que verifique que éstos cobren el impuesto predial como corresponde.
El nuevo esquema institucional deberá resolver problemas técnicos y presupuestales, pero también, y
más importante aún, problemas políticos que han
incidido históricamente en el rezago de este sistema de información:
Por otra parte, es importante llamar la atención
sobre el carácter urgente de la construcción del catastro multipropósito para la puesta en marcha de
otras disposiciones contenidas en los acuerdos. Los
tres ejes de la RRI formulada en el borrador conjunto
abarcan muchos de los problemas y vacíos que han
existido hasta el momento en la relación entre el Estado y los territorios rurales. El texto resultante es
complejo porque habla de muchos temas y tareas,
pero no presenta una priorización ni secuencia en
la ejecución de las mismas, por lo cual resulta difícil
imaginar cómo se concretarán los acuerdos. Algunas tareas seguramente tendrán que realizarse de
manera simultánea en los territorios, pero hay otras,
como la formación del catastro multipropósito, cuya
ejecución es prioritaria por ser condición de otras.
• Desarticulación entre catastro y registro de
propiedad: el catastro (a cargo del IGAC) y el
registro de propiedad (responsabilidad de la
Superintendencia de Notariado y Registro) se
encuentran desacoplados, lo cual implica, en la
práctica, que hay dos fuentes de información
distintas sobre la realidad de los predios. Esto
conlleva dificultades en los procesos de formalización de la propiedad.
Así, por ejemplo, el catastro es clave para la ejecución de, al menos, tres tareas:
• Alimentación del Fondo de Tierras: una de las
principales fuentes de este Fondo será, seguramente, la recuperación de baldíos; sin embargo,
no existe un censo nacional de baldíos que permita dimensionar cuántas hectáreas son susceptibles de recuperación por parte del Estado.
• Convocatorias de instrumentos de subsidio y
crédito para compra de tierras: el Estado debe
tener información sobre los predios disponibles
y su valor comercial antes de lanzar convocatorias; de otra manera, los instrumentos se harán
inviables por la especulación en el mercado de
tierras.
• Cobro del impuesto predial rural: la identificación y caracterización económica de predios es
la base para el cobro de este impuesto.
Los problemas de desactualización, falta de información de predios y diferencia significativa entre el
valor comercial y el avalúo catastral son el resultado
de un esquema institucional que debe ser replanteado en su totalidad si es que quiere cumplirse la
meta de tener un sistema de información moderno
y confiable que permita al Estado tomar decisiones
acertadas a la hora de invertir recursos públicos en
los territorios e implementar un sistema tributario
progresivo para el campo colombiano.
• Desfinanciación del proceso de levantamiento
de información: hasta ahora la recolección de
información se ha financiado a través de convenios entre el IGAC y los municipios. Muchos de
éstos no disponen de recursos para esta tarea
lo cual impide que se adelante el proceso. La nación debe asumir los costos del levantamiento
de información para garantizar la actualización
del catastro en todo el territorio nacional.
De acuerdo con
el DNP, el 59,2%
de los municipios
del país tienen
su catastro
desactualizado,
en tanto que no
se cuenta con
información
catastral
del 26% de
las áreas rurales
• Conflicto de interés del IGAC en el levantamiento y sistematización de información: el
levantamiento de la información catastral es uno
de los momentos más delicados del proceso,
pues no necesariamente los propietarios de predios están dispuestos a colaborar y, antes bien,
puede ocurrir que intenten modificar el resultado. Históricamente el IGAC ha sido la entidad
responsable de adelantar este levantamiento,
pero al mismo tiempo es la entidad responsable
de regular la información catastral en todo el
país: administra el catastro, da los lineamientos
de cómo se debe construir y evalúa el proceso de
levantamiento de la información. Así las cosas,
difícilmente se puede tener una evaluación objetiva de los procedimientos.
• Riesgos de corrupción: el poder que concentran
las élites terratenientes en las regiones y su tradicional oposición al incremento del impuesto
predial, permiten suponer que la construcción
de un nuevo sistema de información catastral
encontrará resistencias que, en muchos casos,
se canalizarán intentando cooptar a funcionarios responsables del levantamiento y sistematización de la información. Frente a esto, será
fundamental contar con un organismo externo
que controle todo el proceso.
Como se dijo arriba, la construcción del catastro
multipropósito es una tarea urgente para poder dar
cumplimiento a otros puntos del acuerdo. Dada su
complejidad y la extensión del territorio nacional, es
de esperar esta tarea tome varios años. En ese sentido, el gobierno está retrasado en la formulación
de los ajustes normativos, institucionales, técnicos
y financieros que guiarán su ejecución.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
2.3 Cierre de la frontera agrícola y protección de zonas de reserva
Zoom +
A lo largo del siglo XX, las políticas públicas de desarrollo rural y reforma agraria promovieron la expansión de la frontera agrícola mediante procesos
de colonización dirigida, en departamentos como
Arauca, Caquetá, Santander y Putumayo, así como
en la serranía de La Macarena. La precaria presencia del Estado en estos territorios favoreció el surgimiento y fortalecimiento de actores armados y
economías ilegales, así como la deforestación de
extensas áreas de bosques nativos en favor de actividades productivas legales como la ganadería e
ilegales como los cultivos de uso ilícito. Adicionalmente, estos procesos de colonización favorecieron
ECONOMÍA COLOMBIANA
113
DESDE LA CGR
la concentración de la tierra pues ante la falta de
servicios y bienes públicos, los colonos han vendido
la tierra o sufrido despojo, viéndose obligados a seguir corriendo la frontera17.
La RRI plantea cerrar la frontera agrícola mediante
cinco acciones:
• Formular un Plan de Zonificación Ambiental para
delimitar la frontera agrícola y caracterizar las
áreas de manejo ambiental especial tales como
zonas de reserva forestal, ecosistemas frágiles y
estratégicos, cuencas, páramos y humedales, entre otros, “con miras a proteger la biodiversidad
y el derecho progresivo al agua de la población”
• Incluir en el Plan de Zonificación Ambiental “los
emprendimientos de convivencia y desarrollo y
la participación de las comunidades rurales”
• Apoyar a las comunidades rurales que colindan o habitan en las áreas de manejo ambiental especial, bien sea para adelantar su proceso
de reasentamiento o bien para estructurar sus
planes de desarrollo de manera que estos incluyan programas “compatibles con los objetivos
de cierre de la frontera agrícola y conservación
ambiental”, tales como: prestación de servicios
ambientales, sistemas de producción alimentaria
sostenible, reforestación, zonas de reserva campesina, entre otras
• Hacer procesos de concertación con las comunidades para determinar cuáles de ellas están interesadas en constituir zonas de reserva campesina
• Apoyar los planes de desarrollo de las zonas de
reserva campesina constituidas y de las que se
constituyan
Llevar a cabo estas acciones no será fácil. Son múltiples los intereses que se encontrarán en el proceso de zonificación ambiental: mineros, petroleros,
agroindustriales, organizaciones campesinas, campesinos no organizados, instituciones públicas, etc.
Será una discusión compleja en la que, además de
17 Al respecto, véanse: LeGrand, Catherine, 1986. Frontier Expansion
and Peasant Protest in Colombia, 1830-1946. Albuquerque: The University of New Mexico Press. Centro Nacional de Memoria Histórica,
2015. Petróleo, coca, despojo territorial y organización social en el
Putumayo, Bogotá: CNMH. Berry, Albert. 2002. “¿Colombia encontró
por fin una reforma agraria que funcione?”. En: Revista de Economía
Institucional 4 (6): 24–70. García, Olga Marina, 2013. Colonización,
baldíos y colonos, el caso de Carare, Colombia 1953-1957. Tesis doctoral. Tunja: UPTC.
114
ECONOMÍA COLOMBIANA
aspectos ambientales, tendrán que considerarse
otras variables como el modelo de desarrollo del
país, la lucha contra los actores armados ilegales
que seguirán disputando el control de los territorios
y el futuro de los habitantes de las zonas de manejo
ambiental especial, entre otras.
Reforma rural integral y participación ciudadana
Como se ha visto a lo largo de este artículo, al igual
que los demás componentes de la RRI, la puesta
en marcha de los acuerdos sobre acceso y uso de
la tierra enfrentará un sinnúmero de problemas
de diversa índole: necesidad de recursos fiscales
para la ejecución de las tareas; desarticulación entre las entidades responsables de un mismo tema;
cooptación de recursos del Estado por corruptelas
políticas; concentración del poder político en las
regiones; persecución de líderes de organizaciones
campesinas, etc.
DESDE LA CGR
implementación entendida como reforma estructural deberá tener como protagonistas, como agentes, a los que ahora, en el mejor de los casos, sólo
son vistos como “beneficiarios”.
Lo anterior supone repensar el costoso aparato que
se ha construido en torno a la Red Unidos y poner
en primer plano la necesidad de proveer bienes y
servicios públicos que realmente mejoren la calidad
de vida de las familias campesinas y contribuyan a
la construcción de economía regional. Igualmente,
implica generar mecanismos de participación efectivos en donde los pequeños productores y sus
organizaciones puedan incidir en la formulación y
ejecución de las políticas.
Los borradores conjuntos sobre Reforma Rural Integral y Participación Política recogen esta necesidad
al formular diversos mecanismos de participación
de las comunidades: presupuestos participativos,
planes de acción con enfoque territorial, veedurías
ciudadanas, entre otros. Estos mecanismos serán
clave para el nacimiento de nuevas coaliciones de
poder político que puedan hacer frente a los poderes tradicionales que han impedido la transformación del campo en Colombia. Al Estado colombiano
le corresponde la obligación de dar las garantías
–seguridad, capacitación, no estigmatización, presupuesto– para la participación y movilización ciudadana.
Contenido
Los desafíos presentados aquí muestran que existen
problemas técnicos, financieros e institucionales
que deberán resolverse para poder dar cumplimiento a lo acordado en la RRI. Sin embargo, como ha
ocurrido siempre que se ha intentado una reforma
estructural del sector rural, es en el campo político
en donde se decidirá la suerte de los acuerdos.
Busqueda de
palbras o frases
La concentración del poder político y económico que persiste en Colombia ciertamente no es el
contexto ideal para hacer una reforma estructural
como la que se plantea en el borrador conjunto. Es
bien posible que las élites, ciegas como han sido
ante la necesidad de fortalecer la ciudadanía como
condición para el desarrollo económico y el bienestar social, sólo apelen a la ejecución de aspectos
que las beneficien, pero sin hacer los cambios de
fondo necesarios para construir una paz duradera.
Por ello, uno de los riesgos en la puesta en marcha
de los acuerdos es que estos sean vistos como una
sucesión de proyectos con objetivos puntuales y no
como los componentes de una reforma estructural
en contra de los factores que han sido determinantes para la perpetuación del conflicto.
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Como es de suponer, una reforma estructural entraña nuevos objetivos y nuevas formas de hacer las
cosas. También nuevos protagonistas. La puesta en
marcha de los acuerdos a través de proyectos desarticulados, mantendrá el modelo de atención asistencialista que ha caracterizado la política social en
Colombia durante este siglo. Por el contrario, una
ECONOMÍA COLOMBIANA
115
DESDE LA CGR
DESDE LA CGR
La implementación de la Ley 1448 de 2011 puede interpretarse como un precedente de la estrategia de
desarrollo rural, en la medida en que incluyó, entre los
componentes de reparación, la restitución de tierras
y generación de ingresos, a la vez que concibió la integralidad de las medidas como una táctica “transformadora” de la situación de las víctimas del conflicto3.
A primera vista, las medidas de restitución incorporan reglas, que al implementarse, contribuirían en la
resolución de aquellos elementos identificados como
problemáticos para el desarrollo rural y beneficiarían
a la población más vulnerada por causa del conflicto. Entre esas reglas se encuentran la formalización y
protección de la propiedad; la intervención del Estado
para propiciar el retorno; el acceso a vivienda y a proyectos productivos; el alivio de las deudas contraídas
por la población, incluidas las tributarias; el acceso al
crédito; y la disponibilidad de oferta complementaria
de atención como salud y educación.
Restitución de tierras
y generación de ingresos:
Retos del
posacuerdo
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
Además de la restitución de tierras, se debe propiciar el retorno
e implementar proyectos productivos dentro de una estrategia
de desarrollo que permita aprovechar las condiciones
del entorno regional.
Mercedes Ortiz Cañón*
Entre los principales problemas que afronta el sector
agropecuario en Colombia, las cifras oficiales recientes revelan la elevada concentración de la propiedad, la informalidad y, en general, el baja oportunidad de obtener activos productivos. De acuerdo con
el diagnóstico de la Misión para la Transformación
del Campo, la alta concentración de la tierra, con
tendencia creciente1, muestra que solo el 21.4% de
quienes tienen acceso, son propietarios, en ese contexto, en el país convendría pensar en una estrategia de desarrollo rural que implique una perspectiva
distinta a la tradicional2, en la que prevalezcan los
derechos de la población, la definición de la propiedad, la reducción de la desigualdad social y un mejor
estatus del campesinado.
116
ECONOMÍA COLOMBIANA
* Asesora de Gestión de la Contraloría Delegada para el Sector Agropecuario.
1 “De acuerdo con datos del Censo Nacional Agropecuario, mientras
que el 69,9% de las Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) tiene
menos de 5 hectáreas y ocupa el 4,8% del área total censada, el 0,4%
de las UPA tiene 500 hectáreas o más y representa el 40,1% del total del área. Más aún, como lo muestra el censo, la concentración de
la tierra ha aumentado en el tiempo, pese a los sucesivos esfuerzos de
reforma agraria (1936, 1961, 1968 y 1994) incluyendo la Ley 160
de 1994, todavía vigente”. DNP. Misión para la Transformación del
Campo. El Campo Colombiano: Un Camino hacia el Bienestar y la Paz.
Pág. 19.
2 Salgado A, Carlos, entre las visiones alternativas de las teorías del
desarrollo se proponen estos temas como nodales del desarrollo. Estado
del arte sobre los enfoques recientes en torno al desarrollo rural. Economía Colombiana. No. 340. Noviembre-Diciembre de 2013.
Así, los logros en el proceso de restitución y sus restricciones pueden ser un indicio de los retos que,
en materia de desarrollo rural, enfrenta el Estado
colombiano para crear condiciones conducentes a
consolidar la paz una vez se firmen los acuerdos en
La Habana.
El presente documento expone algunos resultados
obtenidos en el seguimiento ejercido por la Contraloría Delegada para el Sector Agropecuario a la
implementación de las medidas mencionadas. En
la sección siguiente a esta introducción se plantea
brevemente la magnitud y los efectos del despojo
y abandono de tierras como contexto a los problemas; en la tercera sección se abordan los avances
y dificultades observadas por la Contraloría en el
proceso de restitución de tierras; en la cuarta sección se presentan los resultados obtenidos en las
medidas de generación de ingresos. Para finalmente
llegar a las conclusiones.
habrían perdido tierras, de los cuales 432.792 precisaron el número de hectáreas perdidas6. Sin desconocer la importancia de la precisión en las cifras,
éstas pueden indicar un orden de magnitudes. Así,
cerca del 6,2% del territorio nacional fue despojado de sus tierras durante las tres últimas décadas y
poco más del 4% del total de la población fue afectada por el fenómeno. Si, además, se tiene en cuenta que cerca del 15% de la población colombiana
se encuentra registrada como víctima del conflicto
armado7, se debe admitir que las consecuencias del
conflicto han sido devastadoras.
En este contexto es necesario un diseño ágil y eficiente de medidas que permitan superar rápidamente aquellos efectos que pueden mantener latente
el riesgo de incubar nuevos conflictos, como las
tensiones por la tierra. De allí que uno de los más
grandes retos luego de firmado el acuerdo de paz,
es la celeridad y efectividad que debería imprimirse
al proceso de restitución. Lograr una paz “estable
y duradera”, le permitirá al país mejorar su desempeño económico8 y las condiciones de la población
3 Al respecto, la exposición de motivos del proyecto de Ley 107 de
2010, que se convirtió en Ley 1448 de 2011, reza “El objetivo de la
reparación es que las víctimas sean restituidas en sus derechos y reconocidas como ciudadanas con la posibilidad de reintegrarse a la sociedad.
La reparación de las víctimas implica la restauración de su dignidad,
así como el fortalecimiento de su estatus de ciudadanos con plenitud
de derechos. He ahí, precisamente, el carácter complementario y mutuo
impacto de las medidas sociales, las cuales tienen un enclave necesario
en las medidas de reparación.
Los servicios sociales ofrecidos de manera prioritaria a las víctimas tienen
un potencial transformador de las condiciones de vida de las víctimas que
en la mayoría de los casos son personas marginadas, pues no solo son útiles para asistir ante la inmediatez del perjuicio sufrido, sino que además
trascienden esa inmediatez reconociéndoles su estatus de ciudadanos al
otorgarles asistencia en salud, en educación, en vivienda, en crédito, entre otros, que seguramente no tenían antes de su condición de víctimas”.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
4 La III ENV, realizada entre julio y agosto de 2010, estimó la pérdida
en 6.6 millones de hectáreas y 407.493 familias afectadas, quienes a
la fecha de la encuesta no la habían recuperado la tierra. Volumen 10.
Reconocer y resarcir debidamente los daños. Pág. 27.
Magnitud y efectos del despojo y abandono de tierras
5 Equipo de Monitoreo y Seguimiento a la Política Pública dirigida a la
Población Víctima. Primera Encuesta Nacional de Víctimas CGR-2013.
Págs. 174-175.
Pese a que no hay una cifra oficialmente reconocida
sobre la magnitud del despojo y abandono de tierras, los distintos estudios indican que el fenómeno
podría haber afectado a cerca de 500 mil familias
y haberse perdido cerca de siete millones de hectáreas4. La primera Encuesta nacional de víctimas realizada por la Contraloría en 2013, estimó la pérdida
en 7,67 millones de hectáreas, sin tener en cuenta
las que corresponden a familias que declaran haber
perdido tierras pero no recordar el número de hectáreas5. Asimismo, se estimó que 537.503 hogares
6 Ibid. Pag. 178.
Zoom +
7 Al 14 de marzo de 2016, la Unidad Administrativa Especial para
la Atención Integral a las Víctimas del Conflicto –UARIV- informa tener
7.860.385 víctimas registradas.
8 “Por último, se encuentra una predicción de que la reducción del
conflicto armado en un 100 % –y en un escenario donde los demás
factores permanecen constantes, una situación de terminación del conflicto como producto de firmar un acuerdo de paz con grupos guerrilleros– aumentaría la tasa de crecimiento anual del PIB departamental en
4,4 puntos porcentuales, en promedio”. En María Alejandra Arias… [et
al.]. -- Costos económicos y sociales del conflicto en Colombia: ¿cómo
construir un posconflicto sostenible? / Bogotá: Universidad de los Andes,
Facultad de Economía, CEDE, Ediciones Uniandes, 2014. Pág. 183.
ECONOMÍA COLOMBIANA
117
DESDE LA CGR
rural9, pero el Estado y la sociedad deben acertar en
identificar sus determinantes y trabajar coordinadamente en las soluciones.
Avances y dificultades del proceso de restitución
Pese a que el proceso de restitución se diseñó con
una perspectiva que favorece a las víctimas y a
que la Unidad de Restitución de Tierras ha hecho
ingentes esfuerzos para avanzar en su objeto misional, hay varios aspectos que deben ser superados
en este componente, si se desea que contribuya a
consolidar y preservar la paz, una vez se firmen los
acuerdos en La Habana.
En primer lugar, es necesario darle celeridad al proceso. En virtud de los principios de gradualidad y
seguridad, previstos normativamente, el proceso
de restitución ha ido avanzando discretamente a lo
largo de los ya casi cinco años de vigencia de la Ley;
esto es la mitad del lapso previsto como horizonte
de atención en el marco de la Ley 1448 de 2011. El
gráfico siguiente, resume los resultados del proceso de restitución. (Gráfico 1)
Al 26 de febrero de 2016, el 3,8% de las solicitudes,
que corresponde al 3,6% de los predios solicitados,
9 Hasta el momento, diferentes estudios han identificado cuatro canales estructurales (a través de los cuales el desplazamiento conduce
a la población a la pobreza) (Ibáñez, 2008; Ibáñez y Moya, 2010a;
Ibáñez y Moya, 2010b): primero, la pérdida y el abandono de tierras y
activos productivos destruyen la capacidad de los hogares de generar
ingresos. Segundo, la migración desde áreas rurales hacia áreas urbanas deprecia el capital humano, puesto que las habilidades y los conocimientos agrícolas de la población desplazada no son transferibles a
los contextos urbanos, lo cual explica las altas tasas de desempleo en
los municipios de recepción. Tercero, la disrupción de las redes sociales
destruye los mecanismos informales de aseguramiento de una población
que de entrada cuenta con un acceso limitado a mecanismos formales
de aseguramiento y, de esta manera, aumenta su vulnerabilidad frente a
choques futuros. Cuarto, la malnutrición, la interrupción de los procesos
escolares y el trabajo infantil afectan el desarrollo de habilidades cognitivas y no cognitivas de los menores de edad y se convierten entonces
en un mecanismo de transmisión intergeneracional de la pobreza. Este
capítulo identifica otro canal que no había sido identificado hasta el momento; en particular, el desplazamiento forzado tiene un impacto devastador sobre la salud mental de las víctimas, que conlleva un cambio en el
comportamiento económico, el cual profundiza su vulnerabilidad frente
a la pobreza (…). Los traumas psicológicos pueden condenar a las víctimas a una situación de pobreza crónica…” Costos económicos y sociales
del conflicto en Colombia: ¿cómo construir un posconflicto sostenible?
/ María Alejandra Arias… [et al.]. -- Bogotá: Universidad de los Andes,
Facultad de Economía, CEDE, Ediciones Uniandes, 2014. Pág. 171
10 Para garantizar la seguridad, el gobierno diseño dos mecanismos
macrofocalización que corresponden a macrozonas identificadas por el
Ministerio de defensa y microfocalización, que son veredas o espacios
geográficos más pequeños identificados por los organismos locales de
coordinación de seguridad.
118
ECONOMÍA COLOMBIANA
habían sido resueltas en sede judicial. Los escasos
resultados se explican porque apenas el 49,2% de
las solicitudes se encuentran habilitadas dadas las
condiciones de seguridad10; una parte importante
de los casos analizados por la Unidad (51%) resultan en “no inscritos” y la gradualidad, dadas las
dificultades propias del proceso, ha implicado que
apenas el 30% de los casos inscritos se concreten
en demandas ante los jueces de restitución.
Sin embargo hay algunos otros factores que restringen el acceso de las víctimas a la reparación transformadora; entre ellos la garantía de seguridad para
la restitución material de los inmuebles, la viabilidad
económica de los proyectos productivos y las dificultades administrativas que enfrenta la Unidad con
el Fondo de restitución y con la implementación de
sistemas de información que soportan tanto el proceso como el seguimiento.
Por disposición legal (Ley 1448/2011), el Fondo de
Restitución es un instrumento financiero para la
restitución de tierras; su administración es esencial
para el proceso, en la medida en que es la fuente de
recursos para aliviar los pasivos de los beneficiarios
de las sentencias (financieros, servicios públicos y la
gestión ante los municipios del impuesto predial),
para realizar las compensaciones o reubicaciones,
cuando los predios son imposibles de restituir y
para administrar los proyectos agroindustriales
cuando no se pruebe la buena fe exenta de culpa de
los opositores.
En la Unidad de Restitución de Tierras ha sido difícil
garantizar la administración permanente bajo fiducia
mercantil, tal como lo dispuso la Ley 1448 de 2011
puesto que los procesos licitatorios debieron declararse desiertos y la Unidad acudió a un contrato con
sucesivas prórrogas. Esta solución ha implicado lapsos hasta de cuatro meses en los que no se cuenta
con administración del fondo, con el consecuente
retraso en el cumplimiento de su objeto misional.
Además, se presentan dificultades para ingresar los
bienes que no fueron objeto de restitución y debieron compensarse. La Contraloría General de la
República encontró algunos casos en que, una vez
proferido el fallo, no se dio un debido trámite para la
formalización de la propiedad a favor del Estado, de
algunos de estos bienes; como es el caso de un predio ocupado por redes eléctricas en Antioquia; otro,
en Guadalajara (Buga), en que, pese a la orden de
transferencia impartida por el juez, ésta no se acata.
Más allá de la casuística, es necesario que el Estado
se plantee estrategias claras para lograr formalizar
DESDE LA CGR
Gráfico 1
Resultados del proceso de restitución de tierras.
Fecha de corte: 26 de febrero de 2016.
SOLICITUDES
RESTITUCIÓN
TITULARES
58.845
PREDIOS
71.950
HABILITADAS POR
MINDEFENSA
42.974 (49,2%)
Casos con trámite
30.834
Etapa
Administrativa
Inscritos: 15.080
No inscritos: 15.764
Ante jueces: 4.529
Contenido
Solicitudes resueltas
en sentencias 3.320
(3,8%)
Predios con orden de
Restitución: 2.635
(3,6%)
Busqueda de
palbras o frases
Fuente: Elaborado con base en datos publicados por la UAEGRTD en su página web, https://www.restituciondetierras.gov.co/
estadisticas-de-restitucion-de-tierras; consultados el 14 de marzo.
Siguiente página
a su favor la propiedad de este tipo de bienes, que
constituyen, como se indicó, fuente financiera para
adelantar las obligaciones relacionadas con el proceso de restitución.
De otro lado, y con el fin de preservar los escasos
recursos del fondo, se deben fijar reglas y criterios
claros para que los bienes que se entregan en compensación sean, de alguna manera, proporcionales a
aquellos que dan lugar a la solicitud de restitución;
es de esperarse, que el proceso atienda principios
de equidad y, sobre todo, garantice que los escasos
recursos se asignen con la mesura suficiente para
que la cobertura de la restitución cumpla el cometido de justicia social que la inspira.
En cuanto a la restitución material de los inmuebles,
la Contraloría pudo constatar, a través de una muestra, con la que se examinó el cumplimiento de las
órdenes de los jueces, que en la mayoría de casos
se ha adelantado este proceso. No obstante, se presentan casos como el del predio “El Capitolio” ubicado en el corregimiento de Canutal, municipio de
Ovejas (Sucre), donde, pese a que la sentencia de
restitución les fue notificada hace más de dos años,
sus beneficiarios no han podido retornar porque el
predio está ocupado por terceros, quienes se oponen a la entrega material de los predios restituidos.
Estos casos no se compadecen con la estrategia de
imponer fuertes filtros, como la macrofocalización y
la microfocalización.
Anterior página
Zoom +
Generación de ingresos: necesidad de una política integral
Además de la garantía de seguridad, es necesario
que la población restituida acceda a proyectos productivos que le proporcionen un ingreso suficiente
para estabilizarse y reanudar su proyecto de vida. La
Unidad de Tierras ha hecho un esfuerzo importante
en este aspecto, al asignar recursos para orientar
las decisiones y apoyar la formulación e implementación de iniciativas productivas. No obstante, es
necesario mejorar la gestión para ganar eficacia en
ese propósito.
ECONOMÍA COLOMBIANA
119
DESDE LA CGR
Se requiere una mayor precisión técnica a la hora
de establecer la viabilidad financiera de los proyectos productivos para garantizar su sostenibilidad; se
deben tener en cuenta características particulares,
como el ciclo productivo, que influyen en la vida útil
de los proyectos y flujos (ingresos y egresos) y variables financieras reales y consistentes.
Es importante verificar técnicamente que la implementación de los proyectos garantizará un nivel de
ingreso realmente adecuado para la sostenibilidad.
Además debe tenerse en cuenta que la sostenibilidad
implica que los proyectos sean afines a la vocación
productiva del territorio y de los beneficiarios y que
se trate de actividades sostenibles ambientalmente.
También se requeriría mejorar los lapsos de intervención de la Unidad de Restitución de Tierras para
dar continuidad a las actividades de apoyo a los
proyectos. Todo esto implica una mejor supervisión
sobre la actividades que adelantan los operadores
contratados para diseñar e implementar los proyectos productivos.
Desde el punto de vista del diseño de la política de
generación de ingresos para la población víctima
sería conveniente integrar los elementos de formación, generación de empleo, generación de Ingresos
y estabilización socio económica, en razón a que las
Se deben fijar reglas
y criterios claros para
que los bienes que
se entregan en
compensación sean
proporcionales a
aquellos que dan
lugar a la solicitud
de restitución; es de
esperarse, que
el proceso atienda
principios de equidad.
120
ECONOMÍA COLOMBIANA
DESDE LA CGR
alternativas de acceso de la población víctima del
conflicto armado al sistema productivo para generar ingresos y estabilizarse social y económicamente, son el enganche laboral o la gestión autónoma
de proyectos y en los dos casos se requiere la identificación de posibilidades y la promoción de procesos de formación que preparen adecuadamente a
la población para viabilizar adecuadamente tal vinculación. Debe considerarse superar la perspectiva,
según la cual la formación está vinculada al enganche laboral y la generación de ingresos asociada al
desarrollo de proyectos productivos para la estabilización socioeconómica.
Pese a que el primer antecedente de la política de
generación de ingresos y estabilización socioeconómica para la población víctima data de 1997
(poco menos de veinte años, cuando se expidió la
Ley 387), las mayores deficiencias se refieren a la
formulación y diseño de la política, lo cual ha puesto
en riesgo el incremento de recursos asignados en
vigencias recientes que han alcanzado el medio billón de pesos. Es decir que, durante ese lapso, el gobierno ha hecho un esfuerzo fiscal no concomitante
con la calidad y coordinación requerida para hacer
eficaz la oferta programática.
Es necesario un instrumento actualizado que oriente la formulación de los programas, articule los componentes entre las distintas instituciones y niveles
de gobierno. Gran parte de los esfuerzos institucionales no convergen en objetivos e implementación
comunes y, por el contrario, conducen a duplicidad
de esfuerzos e ineficiencias en el gasto. En los ejercicios de seguimiento de la CGR se ha encontrado
concentración de recursos en regiones y asociaciones específicas que son atendidas por varias entidades y programas, mientras que gran parte de la
población permanece sin apoyo para emprender y/o
mantener proyectos productivos.
La política tiene una base conceptual construida a
partir de los requerimientos de la Corte Constitucional, que aún está por desarrollarse. De acuerdo
con las definiciones logradas, la implementación de
la Política se orienta por la caracterización socio laboral de la población y los perfiles productivos del
territorio. Si bien el Ministerio de Trabajo ha avanzado en la identificación y definición de perfiles productivos del territorio, se optó por una estrategia
municipal que no permite recoger características
inherentes a las regiones, como la existencia de
grandes macroproyectos que impactan ese perfil
productivo y son visibles a nivel regional más que a
nivel municipal.
Firma de la Ley de víctimas.
En cuanto a la caracterización socio laboral de la población se encuentran más ligados a identificar necesidades de formación, por lo que los resultados,
en términos de autonomía y estabilización económica, podrían verse aplazados. No se tiene previsto un
sistema que capture la información (perfiles socio
laborales de las víctimas según su ubicación, frente a los perfiles productivos del territorio) para que
sistemáticamente se vayan adecuando las estrategias formación, intermediación y enganche laboral,
emprendimiento o fortalecimiento de proyectos
productivos. Aún falta mayor avance en la definición de una estrategia de caracterización coherente
que logre amplia cobertura e incluya a la población
vinculada ya a procesos productivos. Los diversos
instrumentos de caracterización de la población
deben complementarse y conformar un sistema de
información coherente.
Adicionalmente sería necesario identificar y priorizar
la población víctima en los distintos programas. En
varios de los programas sobre los que se ha hecho
seguimiento, se pudo establecer que las entidades
(Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, Ministerio de Trabajo, Departamento para la Prosperidad
Social, Incoder, hoy en liquidación) no cuentan con
una estrategia para verificar de manera ágil la condición de víctima de acuerdo con lo registrado en
el Registro Único de Víctimas -RUV. Si bien puede
aceptarse que los programas gubernamentales se
diseñen para grupos poblacionales vulnerables y no
solo para víctimas, sí es importante que se identifique a la población víctima, puesto que ella requiere
una atención complementaria, como el programa
de asistencia psicológica, que le ayude a superar las
dificultades derivadas del conflicto, que merman su
capacidad productiva.
Otro ámbito de dificultad se observa en la escasa
coordinación interinstitucional. Aún no se han logrado articular los componentes de la política entre
las distintas instituciones. No se coordinan estrategias para optimizar recursos y lograr mejores resultados. Los gobiernos locales no siempre conocen y
coadyuvan en los programas que se adelantan desde el nivel central.
En suma, además de la restitución de tierras, se
debe propiciar el retorno e implementar proyectos
productivos dentro de una estrategia de desarrollo
que permita aprovechar las condiciones del entorno regional. En este contexto, las asignaciones de
inversión del Estado deben ganar eficiencia. Si bien
la restitución y el retorno, permiten restablecer los
derechos de las víctimas del conflicto, el acceso a la
tierra, por sí mismo, no garantiza su sostenibilidad
económica. Se requiere por tanto complementar
con una estrategia coordinada de generación de
ingresos.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
El verdadero reto es vincular a la población víctima a
los procesos de acumulación al mercado, en condiciones dignas y hacerlos partícipes de los beneficios
del crecimiento potencial que se logra con una mejor producción agrícola y pecuaria. Esto implica facilitar la superación de las condiciones de desventaja
en que se encuentran por causa del conflicto, frente
a factores como la propiedad formal de la tierra, el
acceso al crédito, el acceso a asistencia técnica y el
acceso al mercado.
ECONOMÍA COLOMBIANA
121
DESDE LA CGR
DESDE LA CGR
Desnutrición
y producción
de alimentos
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
El tratamiento de los países
frente al fenómeno
Colombia debe corregir reorganizando políticas e instituciones del
sector de la industria y del comercio para adelantar investigaciones
del mercado internacional y no solo de los mercados locales.
Garantizar la adecuada alimentación de la población es uno de los principales objetivos de la política agropecuaria y en su desarrollo se plantean dos
grandes tensiones: i) importaciones o producción
nacional de alimentos y ii) unidades de producción
campesina o empresas capitalistas.
* Asesor de la Contraloría Delegada del Sector Agropecuario.
122
ECONOMÍA COLOMBIANA
Por lo anterior la política de seguridad alimentaria
de Colombia en una etapa de posguerra no debería ser tan simple como lanzar al campesinado a la
competencia internacional y que sobreviva el más
eficiente, privilegiando absolutamente a los consumidores urbanos. Tal política debería ayudar al
máximo para que sobrevivan muchos campesinos.
Para aportar al debate sobre abastecimiento alimentario y los retos que afronta la política interna
en una perspectiva de transición del conflicto, este
ensayo se sumerge en los 41 indicadores estadísticos de seguridad alimentaria publicados para 227
países por la FAO en el período 1990-2014, a fin
de conocer el fenómeno en diversas latitudes del
planeta1; una vez conocido ese contexto global se
presentan algunas recomendaciones de política. El
texto está organizado de la siguiente manera:
La sección 1 presenta el estado actual de la desnutrición y la demografía a nivel mundial y por países. La
sección 2 aborda las relaciones entre importación de
cereales, producción local de alimentos y desnutrición y en la sección 3 se analizan los precios relativos
de los alimentos. Enseguida se realiza una comparación de lo ocurrido con los indicadores en Colombia y
dos de sus vecinos fronterizos, Venezuela y Ecuador,
por ser naciones con similares grados de desarrollo y
estrechos vínculos culturales, económicos y geopolí1 Las cifras han sido descargadas de la página web http://faostat3.fao.
org/browse/D/FS/S en octubre de 2015 y todos los gráficos han sido
construidos a partir de ellas.
Néstor Rubiano Páez*
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, 2014, p.54) define seguridad alimentaria como la “(…) situación
que se da cuando todas las personas tienen, en
todo momento, acceso físico, social y económico
a suficientes alimentos inocuos y nutritivos para
satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias en cuanto a los alimentos a fin de llevar una
vida activa y sana”.
mujeres. El modus vivendi de esta población ha sido
producir su comida y comercializar los excedentes.
En los países desarrollados durante el siglo XX las
fincas campesinas finalmente cedieron el paso a
una organización predominantemente empresarial
de las actividades agropecuarias. Por el contrario,
en los países en desarrollo de África, Asia y América
Latina conviven numerosas fincas campesinas con
empresas formales.
En Colombia, el campesinado tiene importancia
socio-económica y política. El estudio del PNUD
(2011, pp.118, 119) estima que para el año 2008
los cultivos campesinos controlaban alrededor de
75% del área sembrada y generaban el 66% de la
producción. El tercer censo nacional agropecuario
realizado por el DANE en el año 2014 informa que
en el país hay 2,7 millones de productores agropecuarios y de ellos 724.000 (el 26,9%) son productores residentes; 459.000 son hombres y 265.000
2 Web FAO mencionada arriba.
Cuadro 1
ticos, sección 4. El ensayo concluye con la sección 5
presentando el actual plan de seguridad alimentaria
de Colombia, y proponiendo algunos ajustes a la política comercial agropecuaria.
1. Panorama general de la Desnutrición en el mundo
Durante el período 1990-2014 la población total
de los países en desarrollo creció 38,9% arrojando
como resultado un planeta que en 2014 albergó a
cerca de 7.162 millones de personas (ver cuadro 1).
El indicador que mejor resume el desempeño de un
país en materia de seguridad alimentaria es “Prevalencia de la desnutrición” que se define como “(…) la
probabilidad de que un individuo aleatoriamente seleccionado entre la población consuma una cantidad
de calorías insuficiente para cubrir los requerimientos energéticos de una vida activa y saludable (…)”2.
El gráfico 1 presenta la evolución de este indicador
en dos grupos de países: desarrollados y emergentes. En ambos grupos el incremento de la población
total se vio acompañado de una caída en la población desnutrida, tanto en términos absolutos como
relativos. Este es un resultado positivo para la comunidad internacional pero la desnutrición continúa siendo un grave problema para los países en
desarrollo pues en 2014 el 13% de su población,
alrededor de 791 millones de personas figura en tal
condición; esto es más del doble de la población total de los Estados Unidos de América. En contraste,
los países desarrollados registran apenas el 1,2%
de sus ciudadanos (unos 15 millones). Las mayores
reducciones de desnutrición en términos absolutos
las lograron China, Brasil, Vietnam e India.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Población mundial año 2014
Zoom +
País
Población (millones)
%
% Acumulado
China
1.417
19,8%
19,8%
India
1.252
17,5%
37,3%
Estados Unidos de América
320
4,5%
41,7%
Indonesia
250
3,5%
45,2%
Brasil
200
2,8%
48,0%
Pakistán
182
2,5%
50,6%
Resto de países
3.540
49,4%
100%
Total
7.161
100%
Fuente: Cálculos de la CGR sobre bases de datos de la FAO (2014).
ECONOMÍA COLOMBIANA
123
DESDE LA CGR
5%
Paises en desarrollo
2012-14
2011-13
2010-12
2009-11
2008-10
2007-09
2006-08
2005-07
2004-06
2003-05
1%
2002-04
3%
1,0%
Paises desarrollados
Fuente: Cálculos del autor sobre base de datos FAO.
Por países individualmente considerados, la realidad
más dramática se vive en Haití (más del 50%), Corea
del Norte y varias naciones africanas cuyos indicadores de desnutrición superan el 25% de su población
total; alrededor de este mismo porcentaje aparecen
también importantes países de Oriente Medio (Irak,
Afganistán, Yemen) que, como es de dominio público, conforman junto con Siria el epicentro de un conflicto global extremadamente complejo3.
Estos indicadores, están relacionados con la oferta
de alimentos determinada por la producción nacional de cada país o el comercio internacional de los
mismos, como se verá a continuación.
3 En Oriente Medio se combina la guerra regular con la irregular y los
métodos terroristas. Se entrelazan diferencias al interior del Islam (comunidades chiitas y sunitas) y entre el Islam, el Judaísmo y el Cristianismo. Por si esto fuese poco, se juegan intereses económicos y geopolíticos de las potencias regionales (Israel, Irán, Arabia Saudita…) y de
las globales (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia…)
que apoyan, en forma abierta o subrepticia, intermitente e incoherente,
a variados grupos armados que operan en la región. Para una introducción a la comprensión del fenómeno véase, por ejemplo, NAPOLEONI
L. (2014), El fénix Islamista. Estado Islámico y la reconfiguración de
Oriente Medio, Planeta editorial, Madrid.
124
A priori, parece razonable pensar que las naciones
poseen diferentes dotaciones de recursos naturales
que les posibilitan producir alimentos en distinto
volumen; admitamos que algunas carecen absolutamente de esos recursos y recurren a la importación
para erradicar la desnutrición. Esta última depende
no solo de la disponibilidad física de alimentos y su
correcta manipulación, sino también de sus precios,
la distribución del ingreso entre la población, la calidad de la infraestructura de transportes, la eficacia
de las cadenas de suministros y la disponibilidad de
divisas, entre otras variables; recuérdese además
que las actividades agropecuarias son extremadamente sensibles a los fenómenos climáticos, de
difícil predicción y manejo. En este complejo escenario, todas las naciones, incluidas las poseedoras
de recursos naturales en abundancia, pueden verse
abocadas en algún momento a importar alimentos.
Sostener que su comercio internacional necesariamente genera desnutrición exige, cuando menos,
una argumentación (matemática o verbal) que conduzca lógicamente a dicha conclusión; de tal modo
se arribaría a una hipótesis susceptible de pruebas
empíricas que contribuyen a perfeccionar el conocimiento del fenómeno. La escuela de “soberanía alimentaria” no suministra tal argumentación teórica
pero ello no impide discutir el asunto en términos
puramente empíricos.
4 Ver, MONTAGUT X. y DOGLIOTTI F. (2008), Alimentos Globalizados,
Soberanía Alimentaria y Comercio Justo, Icaria, Barcelona. p.47
Como se vio en la sección anterior, en los últimos 10
años la desnutrición se redujo en los países en desarrollo y en los desarrollados, en número absoluto
de personas y como porcentaje de la población total. Este suceso coincidió con una mayor dependencia mundial de las importaciones de cereales entre
1996 y 2011 (ver gráfico 2)5.
5 La serie de tiempo de “dependencia de importación de cereales” suministrada por la FAO culmina en el año 2011; este indicador es igual a
(importaciones de cereal) / (producción nacional de cereales + importaciones de cereal – exportaciones de cereal)
Sin embargo, conviene desagregar el indicador global para observar lo acontecido en los países más
poblados de la tierra.
ECONOMÍA COLOMBIANA
14
13,5
Federación Rusa
-10,9%
Pakistán
-7,3%
China
-4,4%
India
-4,3%
Japón
0,1%
Gráfico de
dependencia
13
2009-11
1,5%
2008-10
7%
Crecimiento
promedio
anual
14,5
2007-09
9%
2006-08
11%
15
2005-07
2,0%
2004-06
13%
2003-05
15%
País
15,5
2002-04
17%
Dependencia de importaciones
de cereales período 1990-2011
por países
16
2001-03
2,5%
Cuadro 2
16,5
2000-02
19%
Eje de países desarrollados
Eje de países emergentes
21%
El papel del comercio exterior es un punto muy debatido en materia de seguridad alimentaria. Para la
corriente de pensamiento conocida como “soberanía alimentaria” lo deseable es la mínima distancia
espacial entre la producción y el consumo de alimentos, además del control local de toda la cadena
de suministros; el comercio internacional agropecuario debe ser un recurso de última instancia. La
afirmación más polémica de este enfoque es que
dicho comercio, per se, genera más hambre4.
1999-01
23%
Dependencia Global de
importaciones de Cereales (%)
1998-00
3,0%
25%
Gráfico 2
1997-99
2. Importación de cereales, producción
nacional de alimentos y desnutrición
Población en desnutrición
/ población total
1996-98
Gráfico 1
DESDE LA CGR
Fuente: Cálculos del autor sobre base de datos FAO.
Contenido
Se observa en el cuadro 2 que las economías emergentes más grandes del mundo (China, India, Pakistán y Rusia) lograron reducir fuertemente su
dependencia de estas importaciones; se trata de
una ventaja geopolítica importante en el sistema
internacional. Aumentaron su dependencia Estados Unidos, Nigeria, Japón. Es evidente que se trata
de países disímiles en niveles de PIB per cápita, ubicación geográfica y cultura, también se estimó la
dependencia para los países latinoamericanos: los
mayores (Brasil y Argentina) la redujeron apreciablemente.
Por otra parte, se han utilizado los datos disponibles para calcular los coeficientes de correlación
entre i) desnutrición ii) importación de cereales y
iii) producción interna per cápita de alimentos; se
dispone de tres observaciones en distintos momentos del tiempo para el conjunto de 97 países.
La correlación entre desnutrición e importaciones
es negativa y su valor se duplicó en el lapso 19902010. La correlación entre desnutrición y producción local de alimentos es también negativa,
claramente mayor a la anterior y desciende hasta
41% en 2010. Estas piezas de evidencia permiten
generar inquietud sobre sí la producción local y la
importación de cereales están negativamente asociadas con la desnutrición, y la producción local se
asocia a la desnutrición más fuertemente que las
importaciones.
Estados Unidos
de América
1,1%
Chile
3,4%
Ecuador
3,1%
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Colombia
3,1%
México
3,1%
Perú
-1,3%
Brasil
-1,3%
República
Bolivariana de
Venezuela
-1,4%
Argentina
-2,9%
Anterior página
Zoom +
Fuente: Cálculos del autor sobre bases de datos de la FAO
año 2014. El gráfico muestra la evolución del índice
(porcentaje) de dependencia reportado por la FAO para cada
año del período. La tasa de crecimiento promedio anual de
este mismo índice para el período, ha sido estimada por el
autor mediante el modelo de regresión logarítmico-lineal,
indicado por Gujarati (2006, 173-174).
ECONOMÍA COLOMBIANA
125
DESDE LA CGR
Pero cabe hacerse otra pregunta. ¿Se diferencian
los países desarrollados de aquellos “en desarrollo”
en materia de importación de cereales y producción nacional de alimentos?
La dependencia de importaciones se registra en el
gráfico 3. El indicador crece en forma pareja para
ambos grupos de países a partir de 1996 sin una diferencia apreciable entre ellos. Analizarla la diferencia en producción per cápita de alimentos de ambos grupos de países se encuentra que la brecha se
ha vendio cerrando pero continúa siendo enorme,
en 2010-2012 los países desarrollados produjeron
casi el doble que los sub-desarrollados, así mientras
los primeros produjeron más de USD450 per cápita
al año, los segundos produjeron cerca de USD270.
En síntesis, encontramos lo siguiente. Primero. En el
lapso 1990-2014 se acrecientan la producción per
cápita interna de alimentos y el comercio mundial
de cereales y ello coincide con la caída en la desnutrición. Segundo. La producción local y las importaciones de cereales se asocian negativamente con
la desnutrición aunque la primera ejerce un efecto
más fuerte. Tercero. Los países ricos duplican el producto per cápita de alimentos de los sub-desarrollados. Finalmente, la dependencia de importación de
cereales es observable en países muy heterogéneos.
126
ECONOMÍA COLOMBIANA
16
15
Paises en desarrollo
Paises desarrollados
Fuente: Cálculos del autor sobre base de datos FAO.
En la economía
moderna los cereales
(trigo, cebada,
soya, maíz)
son bienes
utilizados como
insumos de empresas
agro-industriales
y de la ganadería
comercial a gran
escala y son objeto
de intenso comercio
internacional.
2009-11
2008-10
2007-09
2006-08
2005-07
2004-06
2003-05
2002-04
2001-03
2000-02
1999-01
13
1998-00
14
Obsérvese además que mientras el índice permanece muy estable para los países desarrollados, en los
sub-desarrollados no para de crecer desde el año
2008 con lo cual se hacen economías más vulnerables a los eventos climáticos y de otro orden que
afecten los precios.
Actores internacionales como Paarlberg (2010)
consideran que la disparada en los precios de los
alimentos que se observa en el gráfico 4 a partir del
año 2008 obedeció más a fenómenos macro-económicos y expectativas que a una escasez real de
productos agropecuarios. Más exactamente, explica, fue un efecto colateral de la crisis financiera e
inmobiliaria norteamericana que expulsó considerables capitales hacia los mercados de futuros de
cereales. Esto elevó la demanda de granos y provo-
có expectativas alcistas en jugadores importantes
del mercado, quienes reaccionaron acumulando
inventarios para protegerse. De este modo esos jugadores hicieron del esperado aumento global de
precios una profecía auto-cumplida.
Enseguida se presentan detalles geográficos del
índice de precio de los alimentos (ver gráfico 5).
Los mayores niveles se hallan en África, la zona más
desnutrida, y Asia aunque esta presenta importantes diferencias sub-regionales como se verá enseguida. Los menores niveles están en el occidente de
Asia y Latinoamérica. Todas estas regiones exhiben
crecimientos sostenidos del indicador a lo largo del
siglo XXI, lo que constituye una tendencia preocupante. Por países, en India el indicador de gasto en
alimentos declinó ligeramente, pero en China por el
contrario, registró uno de los mayores crecimientos
del mundo al pasar de niveles de 2,5 a más de 3 entre 2008 y 2013 junto con Venezuela que pasó de
niveles inferiores en 2 cercanos al 2,5.
Contenido
6 En el anexo metodológico que acompaña a sus bases de datos la FAO
define el índice “Nivel de precios domésticos de los alimentos” (“Domestic food price level”) como “(…) la tasa del gasto en alimentos y bebidas
no alcohólicas al consumo actual del individuo, calculado en términos de
paridad de poder de compra relativo a los Estados Unidos”. Se utilizan
los índices de precios al consumidor de los alimentos y de la canasta
total de bienes de consumo usando como base el año 2005.
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Gráfico 4
Indice del gasto en alimentos años 2000 a 2014
1,9
Anterior página
1,23
1,8
1,22
1,7
1,22
1,6
1,5
1,21
1,4
1,21
1,3
1,20
1,2
Eje de países desarrollados
En resumen la evidencia aquí tratada no permite
concluir que un mayor comercio internacional de
alimentos y cereales necesariamente se traduce en
más desnutrición.
El índice de precios domésticos de los alimentos de
la FAO es un indicador de su precio relativo en un
país; puede ser interpretado como un índice de la
proporción del gasto total que los consumidores
deben destinar a los alimentos6. Esta proporción
es mucho menor en los países desarrollados (ver
gráfico 4) como consecuencia de su mayor productividad agropecuaria, lo cual los hace menos
vulnerables a elevaciones abruptas de precios de
alimentos pues su ingreso disponible para el gasto
en manufacturas es más elevado.
17
1997-99
Por el contrario, en la economía moderna los cereales (trigo, cebada, soya, maíz) son bienes utilizados
como insumos de empresas agro-industriales y de
la ganadería comercial a gran escala y son objeto
de intenso comercio internacional. Inciden, por supuesto, en la nutrición humana aunque en forma indirecta, luego de más largas cadenas de producción
y comercialización.
3. Precios internos y gasto en Alimentos
Dependencia de importaciones
de cereales (%)
Gráfico 3
1996-98
Varios factores podran explicar los anteriores resultados estadísticos. Una amplia gama de productos
agropecuarios (legumbres, frutas, lácteos, carnes)
son alimentos que exigen muy poca manufactura
para llevarlos a la mesa y consumirlos. Esta baja
exigencia de capital fijo hace que en los países “en
desarrollo” una gran proporción de estos bienes
sea generada por unidades productivas campesinas que consumen una fracción de ellos y comercializan sus excedentes. En estas fincas la mano de
obra predominante es familiar y logra alimentarse
aun cuando sus ingresos monetarios sean exiguos.
DESDE LA CGR
Zoom +
1,20
1,1
1
1,19
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
Paises desarrollados
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
Paises en desarrollo
Fuente: Cálculos del autor sobre base de datos FAO.
ECONOMÍA COLOMBIANA
127
DESDE LA CGR
Gráfico 5
Índice del gasto en alimentos
como proporción del gasto total
2,30
DESDE LA CGR
Probabilidad de desnutrición
(porcentaje %)
Gráfico 6
También hay datos sobre producción de alimentos
dónde se ve que el desempeño de Ecuador ha sido
muy notable pues logró elevar permanentemente
su producción per cápita a niveles superiores de
USD430, mientras que Colombia está al rededor de
los USD260 y Venezuela en USD120 para los últimos 5 años. Mientras la producción de los países
vecinos se estancó en niveles inferiores.
25,0
2,20
2,10
20,0
2,00
1,90
15,0
1,80
1,70
10,0
1,60
1,50
5,0
1,40
2011-13
2012-14
2009-11
2010-12
2008-10
2007-09
2006-08
54
49
44
En esta sección se examinan Colombia, Ecuador
y Venezuela, países que comparten fronteras extensas, pobladas y económicamente activas. En la
región colombo-venezolana, particularmente, confluyen además fenómenos negativos: el conflicto
interno colombiano, narcotráfico, contrabando de
gasolina, ganado y víveres al vaivén de la tasa de
cambio bolívar-peso, entre otros.
34
ECONOMÍA COLOMBIANA
2005-07
59
39
La dependencia de importaciones de cereales (gráfico 7) registra fenómenos interesantes. En primer
128
64
4. Venezuela, Colombia y Ecuador
En el gráfico 6 es notorio que entre 1998 y 2014,
Venezuela redujo drásticamente su desnutrición de
un nivel cercano a 20% hasta 5%. Colombia hizo
lo propio hasta el año 2002 cuando llevó su indicador a cerca del 12% pero se estancó en ese punto.
Ecuador, por su parte, mostró un comportamiento
cíclico y en 2014 se ubicó en el mismo punto de Colombia. En resumen, los tres países lograron claros
avances en esta materia.
Rep. Bol. Venezuela
Dependencia de las importaciones
de cereales (porcentaje)
Gráfico 7
Finalmente, se presenta en el cuadro 3 en forma
conjunta para los tres países, la evolución de algunos indicadores de la FAO sobre seguridad alimentaria.
7 El índice de volatilidad del precio doméstico de los alimentos de la
FAO mide la variabilidad del precio relativo de los alimentos en un país.
Primero se calcula la tasa de crecimiento mensual del índice de precios
de alimentos; mensualmente, se estima la desviación estándar de esa
tasa para los 8 meses anteriores; finalmente, el promedio simple de las
12 desviaciones estándar mensuales así estimadas arroja el indicador
de volatilidad anual. Por otra parte, la variabilidad de la oferta en un
año es la desviación estándar de las desviaciones respecto a la tendencia
para los 5 años anteriores.
Los movimientos en cantidades y precios descritos
en los anteriores gráficos arrojaron como resultado
el fenómeno registrado por el gráfico 10. El gasto
de los hogares en alimentos, como proporción de
su gasto total, creció ininterrumpidamente en Venezuela durante todo el período 2000-2013 y no se
ha detenido pues los datos recientemente revelados por su Banco Central situaron la inflación total
Gráfico 8
29
24
Variabilidad de la oferta
per cápita de alimentos
(kilocalorias persona día)
Colombia
Ecuador
2009-11
2008-10
2007-09
2006-08
2005-07
2004-06
2003-05
2002-04
198
2001-03
19
En síntesis que las tres naciones andinas redujeron su desnutrición aunque por caminos diferentes.
Ecuador privilegió su producción local, aminoró su
dependencia de importación de cereales y redujo
bastante el precio relativo de sus alimentos. Colombia y Venezuela hicieron lo opuesto: se hicieron
más dependientes y vieron estancarse su producción nacional; el primer país mantuvo los precios a
raya y el segundo entró en una grave espiral inflacionaria.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
8 Datos publicados por el diario EL TIEMPO de Colombia, febrero 18 de
2016, www.eltiempo.com
Siguiente página
2000-02
El mayor precio de los alimentos obliga a la población pobre de los países en desarrollo a recortar el
gasto en otros bienes básicos y en esa medida se
traduce en una pérdida de bienestar. Esta contracción del tamaño del mercado debilita aún más a
una economía global ya golpeada por la caída en
picada del precio del petróleo y la desaceleración
del crecimiento de China.
Ecuador
Fuente: Cálculos del autor sobre base de datos FAO.
1999-01
Fuente: Cálculos de la CGR sobre base de datos FAO.
1998-00
2013
2004-06
Colombia
2011
2003-05
Western Asia
2009
2002-04
Northern Africa
2007
2001-03
Africa
Sub-Saharan Africa
Asia
0,0
Latin America
2005
1997-99
2003
1996-98
2001
1996-98
1997-99
1998-00
1999-01
1,20
2000-02
1,30
En los gráficos 8 y 9 se muestran los indicadores de
variabilidad y volatilidad7 de la oferta de alimentos
y de sus precios; normalmente, ambos fenómenos
están relacionados ya que una escasez o abundancia abrupta de estos bienes causa alteraciones
igualmente fuertes en sus precios. Lo anterior es
corroborado claramente por los altos indicadores
de Venezuela en contraste con los de sus vecinos.
Ecuador ha reducido notablemente ambas volatilidades (de oferta y de precios) acrecentando su
producción nacional; entretanto Colombia estabilizó algo sus precios pero acrecentando sus importaciones de cereales.
al consumidor de 2014 y 2015 en 68.5% y 180.9%,
respectivamente8. En el mismo lapso Colombia
mantuvo estable este indicador y Ecuador lo redujo
notablemente.
Rep. Bol. Venezuela
Fuente: Cálculos del autor sobre base de datos FAO.
Gráfico 9
Indice de volatilidad del precio
de los alimentos
Anterior página
21
178
18
158
138
Zoom +
15
128
12
98
término, los indicadores de Colombia y Ecuador se
mueven en forma bastante similar y se diferencian
solo en su nivel lo que sugiere alguna conexión entre sus mercados agropecuarios. En segundo lugar,
Ecuador logró estabilizar esta dependencia en niveles cercanos al 39% mientras la de Colombia creció
hasta alcanzar 64% en el año 2011, un valor cercano al de Venezuela.
9
78
58
6
38
18
3
2001
2003
2005
2007
2009
2011
2013
1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007 2009 2011
Colombia
Ecuador
Rep. Bol. Venezuela
Fuente: Cálculos de la CGR sobre base de datos FAO.
Colombia
Ecuador
Rep. Bol. Venezuela
Fuente: Cálculos de la CGR sobre base de datos FAO.
ECONOMÍA COLOMBIANA
129
DESDE LA CGR
Gráfico 10
Indice del gasto en alimentos
como proporción del gasto total
3,0
5. Política alimentaria y pos-guerra en Colombia: algunas recomendaciones
5.1 Actual plan de seguridad alimentaria de Colombia
2,5
Mediante el Documento CONPES 113 del año
2008 el gobierno nacional de Colombia adoptó
formalmente una política que posteriormente se
tradujo en su “Plan nacional de seguridad alimentaria y nutricional 2012-2019” (en adelante, PNSAN)
publicado en diciembre de 2012 y que consiste en
(subrayado nuestro):
2,0
1,5
1,0
DESDE LA CGR
2001
2003
Colombia
2005
2007
Ecuador
2009
2011
2013
Rep. Bol. Venezuela
Fuente: Cálculos de la CGR sobre base de datos FAO.
Cuadro 3
“(…) el conjunto de objetivos, me¬tas, estrategias
y acciones propuestos por el Estado Colombiano, en
un marco de co¬rresponsabilidad con la sociedad
civil, que tienen por objeto: 1) proteger a la población de las contingencias que conllevan a situaciones indeseables y socialmente inadmisibles como el
hambre y la alimentación inadecuada; 2) asegurar
Evolución de indicadores de seguridad alimentaria (1990-2014)
Indicador
Número de personas
desnutridas
Unidad de medida
Rep. Bol. de
Venezuela
Millones
Producción per cápita
de Alimentos
Dólares internacionales
per cápita
Oferta proteínica promedio
Gramos per cápita al día
Colombia
Ecuador
a la población el acceso a los alimentos en forma
oportuna, adecuada y de calidad; y 3) lograr la integración, articulación y coordinación de las diferentes intervenciones intersectoriales e interinstitucionales.
las metas propuestas para el año 20159 que tienen que ver con el uso del suelo, hectáreas cosechadas, importaciones, exportaciones, índices de
precios, desnutrición, mortalidad y prevalencia de
enfermedades.
(…) Como tal, se dirigen a toda la población colombiana, no obstante hacen énfasis en los territorios y
po-blaciones con mayor privación y vulnerabilidad,
entre las cuales están la población en situación de
pobreza extrema, desplazada por la violencia y los
afectados por desastres naturales; así como también, la población infantil, las mujeres gestantes, las
madres en lactancia y los adultos mayores. (…)
5.2 El mercado mundial agropecuario: una recomendación
El Plan (…) deberá articularse programática y presupuestalmente con los diferentes planes de desarrollo de la Nación y de las entidades territoriales.
A su vez, promoverá la vinculación activa del sector
privado y la sociedad civil en su gestión, financiación, seguimiento y evaluación.”
La historia del capitalismo ha mostrado que cada
nación configura su campesinado y su específico
“conflicto”. Estas particularidades, señala el autor
(capítulo 1) se originan en paladares, dietas y mé-
Dentro de la canasta básica de alimentos el PNSAN
identifica un grupo mínimo que considera prioritario en la dieta de los colombianos (ver cuadro
4); por otra parte especifica 34 indicadores de
Por política alimentaria se entiende “(…) el conflicto
generado por la asignación de costos y beneficios
derivados de la intervención estatal en la industria
de alimentos procesados y el sector agropecuario”
(Paarlberg, p.2).
9 Debe advertirse que de los 34 indicadores adoptados por el PSAN
tan solo 11 coinciden con los publicados regularmente por la FAO como
se muestra en la columna derecha del cuadro 7. En la verificación de
bases de datos de la FAO, se comprobó que la falta de información no
es solo para Colombia sino generalizada para los 227 países desde el
año 2009.
Busqueda de
palbras o frases
Cuadro 4
Alimentos prioritarios de Colombia en su Plan de Seguridad Alimentaria
(PSAN 2012-2019)
Indicador
Composición
CEREALES
Gramos per cápita al día
Indice del nivel de precios
doméstico de los Alimentos
Índice
Siguiente página
Arroz, Maíz, Trigo
LEGUMINOSAS
Oferta proteínica promedio
de origen animal
Contenido
Frijol, Lenteja, Arveja
Anterior página
FRUTAS Y HORTALIZAS
Naranja, guayaba, banano, tomate de árbol, mora, mango, papaya, Tomate
para ensalada, cebolla, zanahoria, habichuela, ahuyama, espinaca, (brócoli)
TUBEROSAS Y PLÁTANO
Papa, Yuca, Plátano
Zoom +
Prevalencia de la desnutrición
Porcentaje
Dependencia de importación
de cereales
Porcentaje
Importaciones de Alimentos
sobre exportaciones totales
Indice de volatitlidad del precio
doméstico de los Alimentos
Variabilidad de la producción
per cápita de Alimentos
ECONOMÍA COLOMBIANA
Azúcar, Panela
ACEITE (PRODUCTOS OLEAGINOSOS)
Aceite vegetal
OTROS
Porcentaje
Índice
Dólares internacionales
constantes 2004-2006,
per cápita
Fuente: Cálculos del autor a partir de las bases de datos de la FAO (2014).
130
AZÚCARES
Cacao
PRODUCCIÓN DE CARNES, LECHES Y HUEVOS
Leche, Queso, Cerdo, Carne de Res, Vísceras (hígado y pajarilla), Pollo,
Pescado, Huevo
Indice de volatitlidad del precio doméstico
de los Alimentos
Índice
Variabilidad de la producción
per cápita de Alimentos
Dólares internacionales constantes 2004-2006,
per cápita
Fuente: Cálculos del autor a partir de las bases de datos de la FAO (2014).
ECONOMÍA COLOMBIANA
131
DESDE LA CGR
todos productivos agropecuarios marcadamente
locales; son estos fenómenos enraizados en específicos ecosistemas, tradiciones culturales e incluso
creencias religiosas de las personas. No es sorpresivo entonces que una elevada proporción de los
alimentos se consuman en el mismo lugar en que
se producen.
Por tales motivos, los Estados nacionales (ricos y pobres) ejercen gran poder sobre sus mercados internos y los organismos supra-nacionales son débiles a
la hora de intervenirlos. Son repetidos los fracasos
para liberar al comercio internacional agropecuario
de subsidios, barreras arancelarias y no arancelarias,
pese a que los macro-economistas arguyen y calculan que sería beneficioso, particularmente para los
países sub-desarrollados, eliminar tales “distorsiones” al libre comercio. Y en efecto, la política económica es permanentemente “distorsionada” por los
intereses particulares de empresarios, campesinos,
consumidores urbanos y la clase política10.
Federico (2010, p. 215, 216) señala que para algunas teorías de juegos, la política económica
es la resultante de la interacción entre políticos y
lobbies de grupos interesados; algunas de sus implicaciones son relevantes para el debate sobre la
política agropecuaria en cualquier país. Tales teorías
concluyen que i) el monto de los subsidios recibidos por el sector agropecuario está positivamente
relacionado con la brecha entre el ingreso per cápita
agropecuario y el ingreso de los demás sectores de
la economía: a mayor la brecha, mayor la probabilidad que los agricultores organicen un lobby para
obtener ventajas del Estado, o bien, mayor es su
sensibilidad a la presencia de corrupción y ii) el nivel
de subsidios está negativamente relacionado con
el número de miembros del grupo de presión; uno
pequeño puede coordinarse mejor y comprometer a
todos sus miembros con las decisiones tomadas, lo
cual es más dificultoso para un gremio muy extenso.
Una conclusión global del estudio histórico de Federico (2010) es que la protección agrícola ha sido
persistente y se encuentra positivamente relacionada con el nivel de ingreso (PIB) de los países.
Del trabajo econométrico empírico concluye que
10 A nuestro juicio la “distorsión” no es de la realidad sino de los extremadamente abstractos modelos de libre comercio de mercancías y
libre movilidad internacional de personas. Comparto la idea expresada
por algunos autores en el sentido que estos modelos deben utilizarse en
el trabajo científico como un mero punto de referencia y acompañarse
siempre de modelos más realistas que incorporen explícitamente el conflicto entre intereses particulares.
132
ECONOMÍA COLOMBIANA
DESDE LA CGR
la protección al agro es un “bien de lujo” que solo
pueden costearse países con un sector agropecuario pequeño en comparación con las restantes ramas de la economía.
Al respecto, Paarlberg (capítulo 9) añade que los
consumidores urbanos de los países desarrollados
han tolerado los cuantiosos subsidios a sus agricultores debido a que estos últimos les transfirieron
una fracción de sus ganancias en productividad (vía
menores precios de los alimentos) y también a que
en tales latitudes es pequeña la fracción del ingreso de los consumidores gastada en estos bienes (lo
cual se corroboró arriba, gráfico 12).
En conclusión, la protección agrícola en el mundo
desarrollado es un hecho notorio y su nivel muy
superior a la otorgada en los países en desarrollo.
Esta se originó en los programas de reconstrucción
y apoyo implementados una vez finalizó la segunda
guerra mundial y tenía un carácter “temporal”; el
lobby, las ganancias en productividad agropecuaria
y el relativamente pequeño tamaño del sector, explican que 70 años después aún siga vigente.
En este contexto Colombia inició en los años noventa el desmonte del modelo de sustitución de
importaciones y expuso su economía a la competencia internacional hasta llegar hoy a los numerosos tratados de libre comercio suscritos con varios
países desarrollados, incluidos los Estados Unidos
de América; la ya escasa protección arancelaria para
el sector agropecuario colombiano desaparecerá en
cuestión de pocos años.
Ante la evidencia de los subsidios recibidos por los
productores y exportadores agropecuarios del mundo desarrollado surgen cuestionamientos al comercio internacional agropecuario pues estaríamos en
presencia de comercio desleal o “dumping”. Montagut y Dogliotti (2008, pp.22 a 26) afirman que en
realidad no existe un mercado competitivo mundial
de alimentos y que esta es una ficción propagada
por la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Estiman que solo el 9% del producto agrícola mundial se comercia internacionalmente y el 81% se
consume en el mismo país o jurisdicción en que se
produce; sin embargo, los precios internacionales
y locales son regidos por ese minúsculo 9%. En la
práctica, añaden, tal mercado es un oligopolio de
empresas transnacionales que controlan toda la cadena productiva, las redes de comercialización, las
bolsas de valores y poseen fuertes vínculos con el
sistema bancario; usan sofisticadas tecnologías informáticas y algoritmos que les permiten manipular
las cantidades ofrecidas y demandadas a nivel global y sus precios11.
A estas prácticas se les debe prestar la atención
debida. Colombia es una nación en desarrollo que
intenta escapar de un cruento conflicto interno de
más de 50 años escenificado en el campo; la apertura comercial de los años 90 debilitó a su sector
agropecuario que desde entonces pierde continuamente participación en el PIB y ve acrecentarse el
déficit en su balanza comercial. Cuando en estas
circunstancias, una nación juega su futuro con
tratados de libre comercio y la integración de los
mercados, es deber de sus autoridades ir hasta las
últimas consecuencias en las investigaciones sobre
posiciones dominantes en los mercados mundiales.
Parece haber prosperado la idea que las agencias
anti-monopolio sean de carácter exclusivamente
nacional en un mundo cada vez más globalizado;
sin duda es una incoherencia que Colombia debe
corregir reorganizando políticas e instituciones
del sector de la industria y del comercio para adelantar investigaciones del mercado internacional y
no solo de los mercados locales. De encontrar evidencias de competencia desleal se debe acudir a la
administración de justicia supra-nacional a exigir la
reparación y los correctivos correspondientes. Ante
la inviabilidad de la protección arancelaria al sector
agropecuario por los compromisos internacionales adquiridos, la exigencia de mercados globales
realmente competitivos es lo mínimo que el Estado
debe hacer por sus productores agropecuarios y
consumidores urbanos.
11 Los autores exhiben como prueba el caso del café, negocio en el cual
solo 3 empresas (Neumann, Volcafé y Cargill) controlan el 33% de la
comercialización y 2 empresas más (Nestlé y Philip Morris) manejan el
50% del negocio de la transformación.
REFERENCIAS
DEPARTAMENTO NACIONAL DE PLANEACIÓN – DNP
(2015), El campo colombiano, un camino hacia el
bienestar y la paz. Misión para la transformación del
campo. Bogotá D.C.
FAO, FIDA y PMA (2014), El estado de la inseguridad
alimentaria en el mundo 2014. Fortalecimiento de un
entorno favorable para la seguridad alimentaria y la
nutrición. Roma, FAO.
FEDERICO G. (2005), Feeding the world. An economic
history of agriculture 1800-2000, Princeton University Press.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
GUJARATI D. (2000), Econometría, México, McGraw-Hill, 2006.
MISIÓN CAFETERA (2015), Informe de la Misión de
estudios para la competitividad de la caficultura en
Colombia - resumen ejecutivo, Bogotá D.C.
Anterior página
MONTAGUT X. y DOGLIOTTI F. (2008), Alimentos Globalizados, Soberanía Alimentaria y Comercio Justo,
Icaria, Barcelona.
Zoom +
NAPOLEONI L. (2014), El fénix Islamista. Estado Islámico y la reconfiguración de Oriente Medio, Planeta
editorial, Madrid.
PAARLBERG R. (2010), Food Politics, what everyone
needs to know, Oxford University Press, New York.
PNUD (2011), Colombia rural, Razones para la esperanza. Informe Nacional de Desarrollo Humano
2011. Bogotá D.C.
ECONOMÍA COLOMBIANA
133
BREVES
BREVES
BREVES
Alimentos
escolares
Hallazgos fiscales por 12.745 millones de pesos se
detectaron en la ejecución del Programa de Alimentación Escolar, PAE, en siete departamentos de la
Costa Atlántica: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba,
la Guajira, Magdalena y Sucre. La totalidad de los
hallazgos fueron 210, de los cuales 42 fiscales, 206
disciplinarios y cuatro de carácter penal.
Los investigadores no solo lograron detectar tan
graves irregularidades sino también pudieron constatar que los escolares beneficiarios del programa
recibían cantidades menores a las contratadas y
productos descompuestos, preparados en cocinas
inapropiadas y almacenadas en condiciones sanitarias deficientes. A ello se agrega que muchos estudiantes comían en espacios inapropiados, de pie
o en el piso. Se le suministraban alimentos que no
respondían a los lineamientos técnicos administrativos, excluyendo aquellos que se requieren para el
balance nutricional diario que se aconsejan para la
edad escolar.
Planta de Reficar.
El caso
Reficar
Los mayores valores en el proyecto de ampliación
y modernización de la Refinería de Cartagena (Reficar) ascienden a USD4.023 millones, según cálculos establecidos por la Contraloría Delegada de Minas y Energía. De acuerdo con el organismo el valor
total de la obra equivale a 1,5 veces la ampliación
del canal de Panamá y a 1,15 veces lo que se estima
que costaría el metro de Bogotá, obra que aún no
se ha iniciado por falta de recursos.
La investigación logró constatar que Reficar hizo
1.846 contratos, adicionando 516 de ellos por un
valor de 7,3 billones de pesos. Al mismo tiempo
suscribió sesenta más y 127 adiciones por 112 millones de dólares, lo mismo que uno por 1,3 millones de euros.
De los anteriores, un 17 por ciento presentaron incrementos superiores al ciento por ciento en su valor con lo cual se terminó pagando un adicional de
USD142 millones y 35.000 millones más en pesos
134
ECONOMÍA COLOMBIANA
colombianos. Se destaca que la actividad contractual
se concentró en un reducido número de contratistas
y que en su mayoría fueron CB&I y Foster Whweeler.
Por otra parte, CB&I realizó un total de 255 contratos y 850 adiciones por los que pagó 2,7 billones,
sesenta contratos y 127 adiciones por USD112 millones y contratos por1,2 millones de euros. Dentro
de estos se logró establecer que el 29 por ciento
presentaron incrementos superiores al ciento por
ciento en valor que implicaron pagos adicionales
por 43 millones de dólares.
Entre Reficar, CB&I y Foster Wheeler se encontró
que el 18 por ciento de la contratación presentó
incrementos superiores al ciento por ciento, lo cual
llevó a pagar adiciones de 0.8 millones de euros,
185 millones de dólares y 1.67 billones de pesos.
Sin embargo las mayores sumas invertidas no necesariamente reflejaron beneficios superiores a los
previstos inicialmente.
En la implementación del PAE de la región caribe
predomina la contratación directa y en los 35 casos en que las entidades territoriales optaron por
la licitación pública, se evidenció que en el 87.9 por
ciento solo se presentó un oferente.
Abusos con la
Tutela
La Contraloría General de la República profirió fallo
de responsabilidad fiscal por $ 6.376 millones de
pesos contra IPS Previsanar en medicina alternativa
por el daño que ocasionaron a los recursos parafiscales destinados a la salud por haber acudido a tutelas para solicitar recobros ante el administrador
fiduciario de los recursos del Fosyga al consorciop
Fidufosyga.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Según el fallo de responsabilidad fiscal producido
por la Contraloría Delegada para Investigaciones,
Juicios Fiscales y Jurisdicción Coactiva, la decisión
también cobija al representante legal de la entidad,
el médico Sebastian Ramírez Mendoza y afirma que
la conducta en que incurrieron lesiona los intereses
patrimoniales del Estado por los sobrecostos en los
servicios de salud a su cargo y por recibir pagos por
servicios no prestados.
Zoom +
Para la Contraloría el médico Ramírez Mendoza actuó con plena conciencia de que causaba un daño
en los recursos parafiscales falsificando historias clínicas para crear elementos destinados a fallos de tutela y adicionalmente aumentar de manera indebida
los costos de los servicios prestados por la IPS de la
que era propietario. Los hechos sucedieron entre el
2007 y el 2010
ECONOMÍA COLOMBIANA
135
BREVES
Alerta contra posible
Ola invernal
BREVES
Vigilancia
a las
Regalías
Un total de 209 hallazgos con presunta incidencia
fiscal por más de $92.912 millones detectó la Contraloría General de la República en las auditorías que
realizó al manejo de los recursos de regalías en el
primer semestre de 2016.
La Región Caribe lleva la delantera en número de hallazgos con presunta incidencia fiscal, con 73, seguida de la Región Llanos Orientales, con 48.
Contenido
Sin embargo, el panorama es diferente si se trata
de cuantía de los hallazgos fiscales: con más de
$33.080 millones la Región Llanos Orientales ocupa
el primer lugar, seguida por la Región Caribe, con
$25.236 millones.
La Contraloría General de la República prendió las
alarmas por la crítica situación a que se enfrentan
las regiones del país que se verían afectadas con
la probable llegada del Fenómeno de La Niña, en
el segundo semestre del año, teniendo en cuenta
que cuatro años después de la ola invernal de 20102011 las obras de construcción, reconstrucción y
mitigación del riesgo que se pusieron en marcha
presentan notables retrasos.
El organismo de control publicó un análisis, sobre
lo que ha pasado con la reconstrucción de las zonas
afectadas y los proyectos en ejecución, con una preocupante conclusión: “Resulta evidente que todos
los sectores y macroproyectos presentan retrasos
en la ejecución de las obras y una baja ejecución
presupuestal respecto a lo programado en cada una
de las vigencias”.
Aunque se han cumplido metas referentes a estudios y diseños, no se han entregado la mayor parte
de las obras previstas, lo cual hace que surja una
inevitable pregunta: ¿Qué tanto estamos prepa136
ECONOMÍA COLOMBIANA
rados para afrontar una temporada de lluvias de
proporciones similares a la que sufrió el territorio
colombiano entre finales del año 2010 y mediados
del 2011?
Para la Contraloría, “la mayor probabilidad de ocurrencia del Fenómeno de La Niña en el último trimestre del año, pone en riesgo los recursos invertidos y
existe la posibilidad de que el número de damnificados siga en aumento, dependiendo del alcance de
dicho fenómeno climático con base en los pronósticos recientes”.
El documento, elaborado por la Contraloría Delegada para la Gestión Pública e Instituciones Financieras, evidencia el retraso en las obras y terminación
de los proyectos, así como el riesgo en que se encuentran algunas regiones del país ad portas de un
nuevo Fenómeno de La Niña.
Llama la atención a la Contraloría que después de
cuatro años de ocurrida la emergencia, no se ha
cumplido con lo programado para la construcción,
reconstrucción y mitigación del riesgo.
Busqueda de
palbras o frases
La región Pacífico ocupó el tercer lugar, con 40 hallazgos que tienen una presunta incidencia fiscal por
valor de $17.623 millones.
Siguiente página
Según esto, la Región Llanos Orientales siguió concentrando el monto más elevado de situaciones irregulares en el manejo de regalías, pues en el segundo semestre de 2015 había alcanzado un total de
$42.954 millones, seguida entonces por la Región
Caribe, con $30.846 millones.
Anterior página
Zoom +
En el segundo semestre de 2015 se habían encontrado, en todo el territorio nacional, 134 hallazgos
con presunta incidencia fiscal, por $112.073 millones.
El hallazgo con presunta incidencia fiscal de mayor
valor en el primer semestre de 2016 (por $9.942 millones) se dio en una auditoría al manejo de los recursos de regalías por parte del municipio de Quibdó, en las vigencias 2012 a 2015. La administración
invirtió estos recursos en el fallido proyecto de construcción de los escenarios deportivos de los Juegos
Nacionales 2015 en dicho municipio.
ECONOMÍA COLOMBIANA
137
COYUNTURA
Coyuntura
Coyuntura
económica
Artículo
Anterior
Siguiente
Artículo
El avance de la economía colombiana, transcurridos los cinco primeros
meses de 2016, muestra un panorama similar al enfrentado en la
última parte de 2015. Se continúa con desaceleración de la economía,
en un ambiente inflacionario, se frena la devaluación de la tasa
de cambio, disminuye el déficit comercial, y el desempleo
deja de aumentar.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reportó para el primer trimestre de
2016 un crecimiento del Producto Interno Bruto
(PIB) de 2,5% (Gráfico 1), que corresponde a una
variación anual de 3%, reflejo de la pérdida de dinamismo de la actividad económica iniciada desde el
segundo trimestre de 2014.
En términos anuales se destacó el crecimiento de
5,3% registrado en la industria manufacturera,
como el más elevado entre todas las ramas de actividad, generado, principalmente por el subsector
de la refinación del petróleo, que presentó un cre* Funcionarios de la Contraloría Delegada para Economía y finanzas públicas.
138
ECONOMÍA COLOMBIANA
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Miguel Alfonso Montoya O.
Juan Pablo Radziunas P.
Carlos Humberto Barrera G.*
Continúa desaceleración en el crecimiento económico en 2016
Contenido
cimiento de 20,6%, por efecto de la mayor producción de Reficar. Se observa un avance en la dinámica de la industria, a pesar que el 20% de ella sigue
registrando tasas negativas (8 subsectores de 24).
Anterior página
Zoom +
Es de resaltar que en los últimos tres trimestres la
producción de manufacturas ha mostrado tasas de
crecimiento positivas, superando así cinco trimestres consecutivos de variaciones negativas (Gráfico 2).
Así mismo, tuvo especial relevancia la recuperación del dinamismo del sector de la construcción,
al pasar de una tasa de crecimiento anual de 3,1%
en el primer trimestre de 2015 a una variación
de 5,2% anual en 2016, debido principalmente al
crecimiento de construcción de edificaciones en
10,9%, ya que la construcción de obras civiles solo
creció en 0,4%.
ECONOMÍA COLOMBIANA
139
COYUNTURA
Gráfico 1
Colombia: Crecimiento económico
(Constantes de 2005)
COYUNTURA
PIB Industria Manufacturera
(Variación anual)
Gráfico 2
7,0
En síntesis, el crecimiento de la economía colombiana para 2016 seguirá afectado por el mercado
de las materias primas; se espera que el crecimiento pueda ser impulsado mediante el dinamismo del
mercado doméstico, como es el caso del desarrollo
de las obras de infraestructura adelantadas por el
Gobierno y del consumo de los hogares. Además del
aporte adicional que genere la operación en pleno
de la Refinería de Cartagena S.A. (Reficar).
6,0
5,0
6,0
4,0
3,0
2,0
4,0
1,0
3,0
%
Variación %
5,0
2,0
Baja el desempleo en abril de 2016
-
(1,0)
(2,0)
1,0
(3,0)
II III
2013
IV
I
Trimestral
II III
2014P
IV
I
II III
2015Pr
Anual
IV
I
(4,0)
Fuente: DANE.
I
II III IV
2012
I
II III IV I
2013
II III IV
2014
I
II III IV I
2015P
2016Pr
I
2016Pr
0,0
Fuente: DANE.
Luego de presentar una tendencia creciente desde
finales de 2015, cambia de tendencia y para abril la
tasa de desempleo nacional se baja a 9%, mientras
en 13 ciudades fue de 9,1, retornando así a niveles
similares presentados un año atrás (Gráfica 4).
Tasa de desempleo mensual (%)
Gráfico 4
15,0
14,1
Contenido
14,0
Con estos resultados sectoriales se evidenció la baja
contribución del sector minero energético, principalmente por el mínimo aporte de hidrocarburos y el
retroceso del subsector carbón, resultado del panorama internacional de baja demanda y deterioro de
los términos de intercambio de las materias primas.
Así las cosas, frente al reciente comportamiento
del PIB en Colombia, los pronósticos de crecimiento realizados por algunas entidades para el 2016
indican que podría estar entre el 2,5% y el 3%. En
tal sentido, Fedesarrollo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) estiman que el crecimiento será de
2,5% y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público
de 3%, según su más reciente revisión.
140
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contribución al crecimiento del
PIB por sectores
3,50
13,0
12,3
3,00
10,0
2,50
11,1
10,8 9,9
9,0
9,1
8,0
1,50
abr-16
dic-15
feb-16
oct-15
jun-15
feb-15
abr-15
dic-14
oct-14
Nacional
(0,50)
ago-15
0,00
ago-14
1,50
jun-14
6,0
abr-14
7,0
1,00
(1,00)
Busqueda de
palbras o frases
10,0
9,0
2,00
11,9
11,8
12,0
11,0
%
Finalmente, considerando las contribuciones al crecimiento el resultado de la economía en el primer
trimestre de 2016 fue explicado principalmente por
las ramas de establecimientos financieros, seguros,
actividades inmobiliarias y servicios a las empresas;
industria manufacturera; construcción, y comercio,
reparación, restaurantes y hoteles (Gráfico 3).
Gráfico 3
feb-14
Por otra parte, la rama Explotación de Minas y Canteras con una variación negativa de 4,6% anual en
el primer trimestre de 2016 completó tres períodos
consecutivos con crecimientos negativos. Ello sigue
siendo explicado especialmente por la reducción del
subsector de extracción de hidrocarburos.
13 ciudades
Fuente: DANE.
I trim
I trim
2015P
2016Pr
Explotación de minas y canteras
Construcción
Comercio, restaurantes y hoteles
Establecimientos financieros, seguros y
Servicios
Impuestos
Transporte, almac...
Electricidad, gas y agua
Industria
Agricultura
Fuente: DANE, cálculos autores.
La disminución en abril del desempleo a nivel nacional, obedece al menor ritmo de crecimiento de la
tasa global de participación1 frente a la dinámica de
la ocupación2, si se comparan con el mismo mes del
año anterior; en otras palabras, la tasa de desempleo bajó en abril debido a un crecimiento de la oferta de empleo inferior al crecimiento de la demanda
de trabajo, fenómeno que también se evidenció en
las trece ciudades más importantes.
Ahora bien, el crecimiento de la demanda por trabajo estuvo asociado a los sectores de intermediación
financiera, comercio, servicios comunales, y sumi-
nistro de electricidad gas y agua. No obstante, se
destaca la caída del empleo en la industria manufacturera (-8,2%), cuya participación en la ocupación
total es relativamente importante, lo que sigue explicando en gran parte del desempleo en abril. Otro
sector que presentó una caída en la demanda de trabajo, fue el de construcción que tiene una porción
importante dentro del empleo total (Gráfico 5).
Siguiente página
Anterior página
Por tipo de posición ocupacional3, se destacó el incremento del empleo en las categorías de trabajador cuenta propia, obrero o empleado particular y
empleado del gobierno. Cabe señalar que las dos
primeras categorías explican el 81,5% del empleo
total, mientras el empleo del gobierno genera el 4%
del total (Gráfico 6).
Zoom +
1 La tasa global de participación es la relación porcentual entre las
personas que trabajan o están buscando empleo y la población en
edad de trabajar (12 años en la parte urbana y 10 años en la parte
rural).
2 Esta se mide a través de la tasa de ocupación, que muestra la relación porcentual entre la población ocupada y la población en edad
de trabajar.
3 Es la posición que la persona adquiere en el ejercicio de su trabajo,
ya sea como asalariado, empleado doméstico, trabajador por cuenta propia, empleador o trabajador familiar sin remuneración.
ECONOMÍA COLOMBIANA
141
COYUNTURA
COYUNTURA
Población ocupada según rama de actividad (nacional)
Participación a abril de 2016 y crecimiento (Febrero - abril 2016/ Febrero - abril 2015)
Gráfico 5
28,1
3,5
Comercio, hoteles y restaurantes
19,0
1,7
Servicios comunales, sociales y personales
16,3
0,4
Agricultura, pesca, ganadería, caza y silvicultura
-8,2
11,1
Industria manufacturera
-1,1
8,3
Transporte. almacenamiento y comunicaciones
5,4
Actividades inmobiliarias, empresariales y de aquilar
7,8
-2,7
Construcción
6,5
Intermediación financiera
1,4
2,5
0,8
Explotación de minas y canteras
Suministro de electricidad, gas y agua
0,6
10,0
-5,0
0,0
Participación
11,9
Crecimiento
4,4
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
30,0
Fuente: DANE.
Cuenta propia
1,5
Obrero, empleado particular
1,4
42,5
39,0
Obrero, empleado del gobierno
4,0
Trabajo familiar sin remuneración
-7,8
Patrón o empleador
Otro
-20,0
3,6
-0,4
Jornalero o peón
Trabajador sin remuneración en otras empresas
3,9
-8,8
Empleado doméstico
7,3
3,2
-1,4
Participación
3,2
-16,9
Crecimiento
0,5
-10,2
-10,0
0,1
0,0
10,0
20,0
30,0
40,0
50,0
Fuente: DANE.
El bajo crecimiento económico esperado para el
2016 (3% según el Gobierno4), posiblemente desacelerará la demanda de trabajo en los próximos
meses. Si a esto se suma un aumento de la fuerza
de trabajo, la tasa de desempleo se elevará, o en su
defecto crecerá la informalidad.
La política fiscal se ha manifestado ante la coyuntura con un recorte en el gasto público, lo que podría
reducir la demanda de empleo directo y la demanda
de bienes y servicios al sector privado, que podría
implicar la contratación de menos fuerza de trabajo.
142
ECONOMÍA COLOMBIANA
Con un crecimiento económico como el que se
espera en 2016 (3,0% o menos), muy por debajo
del crecimiento potencial (4,4%), probablemente la
tasa de desempleo se elevará a cifras de dos dígitos,
lo que se acompañaría con un aumento de la informalidad.
4 Marco Fiscal de Mediano Plazo, junio 2016. Ministerio de Hacienda y Crédito Público.
Colombia afronta un proceso de aceleración de la
inflación desde mediados de 2015. Mientras la variación anual del índice de Precios al Consumidor
(IPC total nacional) fue de 4,46% en julio de 2015,
en mayo de 2016 pasó a 8,20% anual. Esto significa una inflación 2,7 veces superior a la meta del
Banco de la República (3%) y 420 puntos básicos
(pb) por encima del límite superior del rango establecido (4%).
Ésta inflación es la más alta registrada desde enero
de 2001 cuando alcanzó 8,49%. Las causas de este
comportamiento en los precios se encuentran en las
consecuencias del fenómeno de “El Niño” y en el
encarecimiento de las importaciones originada en la
depreciación del peso colombiano frente al dólar de
E.U.5, que afectó el precio tanto de los bienes finales como de las materias primas importadas y, en
general, de los bienes transables (comercializables
internacionalmente).
En las minutas de la reunión del 22 de junio de 2016,
se observó la preocupación de la Junta Directiva del
Banco de la República por el comportamiento de la
inflación: “El incremento en los precios de los alimentos y el traspaso de la depreciación nominal a
los precios al consumidor, continúan ejerciendo presiones alcistas sobre la inflación. Aunque estos choques son temporales, la intensidad alcanzada por el
fenómeno de El Niño y la magnitud de la devaluación
del peso han desviado la inflación y sus expectativas
de la meta, y han activado algunos mecanismos de
indexación.”. El gráfico 7a muestra que la inflación
originada por el grupo de alimentos supera a la total
y a la inflación sin alimentos ni regulados.
En efecto, en mayo de 2016, la inflación de alimentos se ubicó en 13,4% anual, mientras que en mayo
de 2015 era de 6,2% y en el mismo mes de 2014
de 2,2%. Adicionalmente, la inflación anualizada sin
alimentos en marzo del año en curso se ubicó en
6,07% y la inflación sin alimentos ni regulados alcanzó 6.08%. Estas mediciones, hace dos años, en
mayo de 2014, eran de 2,76% y 2,95%, respectivamente. De otra parte, en la gráfico 7b se observa
que el Índice de Precios al Productor (IPP) de bienes
5 En la teoría económica este fenómeno se denomina pass-through.
Consiste en un mecanismo de transmisión de costos por la devaluación de la tasa de cambio afectando el nivel de precios interno.
6 Bienes que se comercian internacionalmente.
importados supera ampliamente al de producción
nacional para consumo interno, aunque desde marzo se observa una reversión de tendencia en los precios de los bienes comprados en el exterior.
La inflación por tipo de bienes también mostró variaciones. La de bienes transables6, asociada al incremento de la tasa de cambio, se situó en 7,88%
anual en mayo de 2016 y los bienes no transables,
vinculada a factores de demanda interna como el
consumo o la inversión, alcanzó 4,78%. (Gráfico 8)
Variación % anual del IPC por grupos
Gráfico 7a
16
Índice base dic 2008
14
12
10
%
Gráfico 6
Población ocupada según posición ocupacional (nacional)
Participación a abril de 2016 y crecimiento (Febrero - abril 2016/ Febrero - abril 2015)
Devaluación y fenómeno de El Niño siguen afectando los precios en el 2016
8
Contenido
6
4
2
Busqueda de
palbras o frases
0
2013
2014
2015
IPC Total
2016
Alimentos
Siguiente página
Sin alimentos ni regulados
Fuente: DANE, Banco de la República.
IPP por origen
Gráfico 7b
Anterior página
125,0
Índice base dic 2014:100
120,0
Zoom +
115,0
110,0
105,0
100,0
95,0
90,0
2014
2015
2016
Producidos para consumo interno
Importados
Fuente: DANE.
ECONOMÍA COLOMBIANA
143
COYUNTURA
Gráfico 8
Inflación por tipo de bienes ( % )
9,0
8,0
7,0
6,0
5,0
4,0
3,0
2,0
1,0
-
2013
2014
2015
Total
Transables
Regulados
No transables
2016
Fuente: DANE.
El Banco de la República tiene la obligación de mantener estable el poder adquisitivo de la moneda. Para
ello, utiliza las tasas de interés con el fin de reducir
las presiones de la demanda agregada, vía reducción
del crédito o de la inversión real, por lo cual implementó una política monetaria contraccionista con
incrementos sucesivos de las tasas de interés. Al revisar las cifras, entre agosto de 2015 y junio de 2016,
las tasas de intervención del Banco Emisor se han incrementado en 300 puntos básicos, mientras que la
inflación lo hizo en 346 puntos básicos. (Gráfico 9)
Gráfico 9
COYUNTURA
El Banco de la
República tiene
la obligación de
mantener estable
el poder adquisitivo
de la moneda. Para
ello, utiliza las tasas
de interés con el fin
de reducir las presiones
de la demanda.
Aunque las causas de la inflación, relacionadas con
factores climáticos o con la devaluación son transitorias, en opinión de la JDBR7, parecería existir una
preocupación adicional relacionada con que el proceso de anclaje de las expectativas de los agentes se
demore más de lo previsto. En la medida en que los
agentes se acostumbran a indexar sus precios y salarios en el tiempo, el fenómeno inflacionario se podría prolongar en el tiempo y los costos de reducirla
7 Junta Directiva del Banco de la República
serían mayores. En el momento en que la autoridad
monetaria perciba que las presiones de demanda
sobre los precios disminuyen y la inflación converja hacia la meta del 3%, podría darse un giro en la
postura de política monetaria, lo que implicaría dejar
de recurrir al incremento de las tasa de interés de
intervención.
Se frena la caída del precio del petróleo en el 2016
En lo corrido de 2016, las características del mercado
internacional del petróleo no han cambiado mucho.
Sigue en desequilibrio, como sucedió en 2015, por
factores de oferta y demanda. No obstante, en marzo se revirtió la tendencia y el precio registra una leve
recuperación hasta mayo. Entre diciembre de 2015 y
mayo de 2016 el crudo de referencia WTI presentó
un crecimiento de 25,4%, al pasar su cotización de
US$ 37,32 por barril a US$ 46,8 (Gráfico 10).
En este sentido, se han presentado situaciones que
pueden favorecer alzas en los precios del petróleo,
como es el acuerdo logrado por cinco miembros de
la OPEP (Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes
Unidos, Qatar y Venezuela) junto con Rusia, de congelar la producción en los niveles actuales, sumado
a la reducción de la producción que se presenta en
los Estados Unidos. Sin embargo, estas acciones
pueden ser neutralizadas en parte, ya que Irán po-
125
Tasa de interés de intervención.
Banco de la República de Colombia
115
3,25
4,25
4,50
95
USD / barril
Porcentaje %
6,50 6,75
6,25
6,00
5,75
85
75
65
55
4,50
45
Fuente: Banco de la República.
144
ECONOMÍA COLOMBIANA
2015
2016
Brent
2016
mayo
enero
marzo
nov.
sept.
julio
mayo
2015
WTI
Fuente: PEMEX.
marzo
nov.
2014
2014
enero
sept.
julio
mayo
enero
marzo
35
25
Se detiene la devaluación en los primeros meses del año
El comportamiento de la tasa de cambio pesos por
dólar (TRM), que durante la coyuntura ha estado
vinculada principalmente con el comportamiento de
los precios del petróleo, cambió su tendencia desde
marzo. Es así, que el precio del dólar pasó de un promedio de $3.357,5 en febrero de 2016 a $2.988 en
mayo de 2016, lo cual significó una revaluación de
-11% durante estos meses (Gráfico 11). En el año
corrido, entre diciembre de 2015 y mayo de 2016,
Colombia registró una revaluación nominal de -7,9%.
La Junta Directiva del Banco de la República en su
sesión de febrero de 2016, buscando mitigar el impacto de una sobre-reacción de la tasa de cambio
en las expectativas de inflación y contribuir en la
preservación de las condiciones de liquidez del mercado cambiario, decidió reducir el porcentaje para la
activación de la subasta de opciones de desacumulación de reservas internacionales8, al bajarlo de 5%
a 3%9 del promedio móvil de orden 20. En últimas, el
propósito de las opciones de venta de dólares es la
de reducir la volatilidad de la moneda frente al dólar.
Así mismo y vinculado a la tendencia de la tasa de
cambio en los últimos meses, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, en la actualización del
Marco Fiscal de Mediano Plazo, ajustó el supuesto
de tasa de cambio que espera para 2016, de una
tasa de cambio nominal promedio de $2.757 inicial
a $3.150 por dólar.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
En este sentido, las anunciadas alzas graduales en la
tasa de interés durante 2016 sugeridas por el Sistema de Reserva Federal de los Estados Unidos (FED)
en enero de 201610, la incertidumbre frente al desempeño económico de las economías emergentes y
los bajos precios del petróleo, seguirán reflejándose
en un mercado de cambio inestable.
105
7,50
7,25
3,25
Precios internacionales
del petróleo
Gráfico 10
dría aumentar su producción luego de ser levantadas las sanciones internacionales y multilaterales el
pasado 16 de enero de 2016.
Zoom +
8 La subasta se convocará por un monto de USD 500 millones una
vez la TRM se encuentre tres puntos porcentuales por encima de su
promedio móvil de orden 20. Las opciones tendrán una vigencia de
un mes a partir del día de la subasta y su ejercicio está sujeto al cumplimiento de la misma condición.
9 Junta Directiva del Banco de la República, comunicado de prensa,
19 de febrero de 2016.
10 Comunicado de prensa del Comité Federal de Operaciones de
Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (FED), enero de
2016.
ECONOMÍA COLOMBIANA
145
Gráfico 11
Tasa Representativa del Mercado
(TRM)
La disminución del déficit comercial, se explica por
las importaciones que presentaron una reducción
de 23% al pasar de USD17.714 millones entre enero y abril de 2015 a USD13.615 millones en igual
período de 2016. Ello obedeció a la reducción en
todos los grupos de productos importados, pero
principalmente a la reducción de las compras de
manufacturas (-26,7%) que representan el 74% del
total de las compras externas.
3.500
COL$/USD
3.300
3.100
2.900
2.700
2.500
Por su parte, las exportaciones en lo corrido de 2016
no se recuperan, pues durante los cuatro primeros
meses registraron un acumulado de US$8.899
millones, lo cual significa una reducción de 30%
respecto al igual período del año pasado. Este resultado, sigue influido por la reducción de las exportaciones de combustibles y productos de industrias
extractivas, que en este lapso mostró una reducción
de 46% respecto a igual período de 2015.
2.300
2.100
1.900
1.700
1.500
2014
2015
2016
Fuente: Banco de la República.
Caída en las importaciones suaviza déficit externo en el 2016
Continúa el ajuste en el gasto del Gobierno
Nacional Central (GNC)
De acuerdo con el Departamento Nacional de Estadísticas –Dane-, para abril de 201611 el déficit
de la balanza comercial aumentó en 8% respecto a
igual mes de 2015, al pasar de USD1.037 millones a
USD1.117,5 millones (Gráfico 12). Con ello, Colombia acumula en los primeros cuatro meses de 2016
un déficit comercial de USD4.715 millones, el cual
es inferior en USD291 millones al registrado en el
mismo período de 2015.
En lo fiscal los hechos más relevantes en lo corrido
de 2016, se encuentran vinculados, por un lado con
la revisión de la calificación de Standard and Poor´s
(S&P), que revisó la perspectiva de la deuda externa
colombiana de estable a negativa; y de otro, con la
reacción del Gobierno ante este hecho, al realizar un
aplazamiento del presupuesto actual en $6 billones
(en funcionamiento $2,5 billones, servicio de la deuda $0,5 billones y en inversión $3 billones).
Gráfico 12
1000,0
Colombia: Balanza comercial
2014 -2016 (mensual)
Millones de USD
0,0
A modo de conclusión, el panorama para la economía Colombiana en 2016, frente a las tendencias
que muestran algunas variables macroeconómicas
y fiscales, sigue siendo complejo y de grandes retos
para las autoridades económicas, pues para cumplir
con la regla fiscal se deben seguir realizando ajustes
en el gasto público y tratando de fortalecer, de otra
parte, los ingresos del Gobierno Nacional Central.
-500,0
-1000,0
-1500,0
146
ECONOMÍA COLOMBIANA
Abril
2016
2015
2014
-2000,0
Fuente: Banco de la República.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Estos elementos fiscales afectaron las metas del Gobierno en la regla fiscal, ya que la meta de déficit
fiscal para el 2016 que estaba en 3,6%, se amplió
con el nuevo Marco Fiscal de Mediano Plazo a 3,9%.
El aplazamiento del presupuesto podría estar vinculado con la perspectiva que muestra el recaudo
de ingresos, pues entre enero y mayo de 2016 los
ingresos del GNC, comparados con los de similar
período de 2015 registraron una variación de 2,9%.
500,0
-2500,0
Tomado de www.colarte.com. - Carlos Lleras Restrepo por Hector Osuna.
COYUNTURA
11 De acuerdo al cronograma de publicación de estadísticas del
Dane, a la fecha se contaba solamente con información de balanza
comercial a enero.
Anterior página
Zoom +
Histórico
ECONOMÍA COLOMBIANA
147
HISTÓRICO
HISTÓRICO
Estructura de la
Reforma agraria
Artículo
Anterior
Volver al
Inicio
Se publican a continuación los apartes más importantes
de la ponencia del proyecto que el senador Carlos Lleras Restrepo
presentó en la Comisión Tercera de esa corporación y que se
convirtió en la ley 135 de 1961, conocida como la de la reforma
social agraria. Llama la atención que algunos aspectos de ese estudio
se refieren a problemas que aún afronta el campo colombiano
cincuenta y cinco años después.
Carlos Lleras Restrepo
La Reforma Social Agraria
Significado de este termino
Como lo ha anotado Doreen Warriner en un libro
reciente (“Land Reform and Development in time
Middie East”), la reforma agraria re¬presenta un
punto de intersección entre el desarrollo económico y el cambio social. Es lógico que las modificaciones en la estructura de la tenencia de la tierra
no puedan, de consiguiente, considerarse pres¬cindiendo de todos los otros factores que influyen en
el desarrollo de la agricultura. En efecto, después
de los ensayos desordenados que siguieron a la primera guerra mundial y que pusieron un énfasis casi
exclusivo en el reparto de las antiguas propiedades,
una nueva concepción se ha abierto paso, sobre
todo bajo el influjo de la tendencia predominante
en los Estados Unidos, de acuerdo con la cual no
sólo es necesario dotar de tierras a los agricultores,
sino implantar una gran variedad de otras medidas
para asistirlos: mejores sistemas de crédito, educación, consejo técnico, facilidades para el acceso al
mercado, etc., es decir, lo que suele conocerse bajo
* Expresidente de Colombia.
148
ECONOMÍA COLOMBIANA
la denominación genérica de servicios de asistencia
técnica, social y financiera a los productores rurales. Se quiere dar ayuda a los agricultores, acompañando el cambio social con medidas para incrementar la productividad en la agricultura. Pero, siempre
según el citado escritor, es indispensable cuidarse
para que esta ampliación del concepto no obscurezca el significado esencial de una reforma agraria.
“La redistribución de la tierra significa un cambio
político y social, mientras que las otras medidas
llevan sólo a un mejoramiento en la posición económica de los empresarios rurales y en la producción agrícola, sin un cambio en la posición social
de aquellos. No debe permitirse que el énfasis pase
de lo .fundamental a lo complementario, ni que la
llamada concepción integral conduzca, como ha
acontecido algunas veces, a que se quiera ofrecer a
los campesinos todo, excepto la tierra”.
Fácil es, empero, llegar a ideas claras sobre el contenido de una política global. Esta debe tener distintas fases; pero si la estructura de la tenencia de la
tierra es defectuosa, hay que partir de la adopción
de medios para modificarla. En un interesante estudio sobre “La propiedad de la tierra como instru-
mento de la organización social en nuestro tiempo”, Lucio Mendieta y Núñez, después de enumerar
los benéficos efectos que tiene la distribución del
agro entre las masas rurales, resume así la cuestión:
La reforma agraria parte necesariamente de la distribución de la propiedad territorial. La misma palabra “reforma” está indicando un cambio en los
modos o patrones existentes de la distribución de
la tierra. Si no hay un cambio fundamental de esos
modos o patrones no puede hablarse propiamente
de reforma agraria.
Pero la reforma agraria no termina, no se agota con
el simple cambio de manos de la tenencia de la tierra,
sino que comprende, igualmente, una segunda fase
que consiste en la administración de recursos a los
nuevos propietarios para la explotación adecuada de
las extensiones territoriales que recibieron como resultado de la primera fase de la reforma. Es también
parte esencial de ésta la asistencia técnica a los nuevos terratenientes para el mejoramiento de cultivos,
lo mismo que la organización para la compra de los
elementos necesarios a toda explotación agrícola y
para la venta de los productos agropecuarios.
Finalmente, la reforma agraria implica la asistencia
social en favor de los beneficiados con ella, a fin de
elevar sus niveles de vida, no sólo como un imperativo de justicia, sino para arraigarlos a la tierra que
han recibido.
Los servicios de asistencia rural en Colombia
Para entender bien el proyecto que hoy se encuentra a la consideración del Senado conviene trazar,
aunque sea a la ligera, el cuadro de lo que ha venido
siendo la política de asistencia rural en Colombia, ya
que son muchas las personas que han exteriorizado
su extrañeza porque dicho proyecto no contiene
reglamentaciones detalladas sobre educación de
las masas campesinas, crédito, organización de los
mercados, vivienda, extensión agrícola, etc. Podría
creerse, al escuchar a esas personas, que la República jamás se ha preocupado de tales aspectos, y
que al iniciar la reforma social agraria, con el amplio
criterio que se indicó atrás, tenemos que levantar
desde sus cimientos, al lado de los mecanismos que
operarán sobre la estructura de la tenencia de la
tierra, otros destinados a prestar la asistencia técnica, social y financiera. La verdad es que no estamos
partiendo de la nada. Durante los últimos 30 años
el país ha venido forjando trabajosamente los ins-
trumentos de una política agrícola. Que ellos son
todavía imperfectos, no cabe dudarlo ; pero no es
lógico raciocinar como si no existieran.
La Caja de Crédito Agrario se organizó con un criterio muy definido: prestar asistencia financiera a
los medianos y pequeños agricultores y ganaderos.
Sus operaciones no están cerradas para los grandes, quienes teóricamente también tienen acceso a
ellas. Pero los límites fijados para la cuantía de los
créditos se traducen de hecho en que un abrumador porcentaje de ellos va a manos de cultivadores
pequeños o medianos, y sólo una parte reducida a
las de los grandes propietarios o empresarios agrícolas que se financian preferentemente en la banca
privada. Las reformas introducidas a la estructura
de la Caja en 1940 y otras posteriores le permiten
otorgar hoy préstamos a corto, mediano y largo
plazo, y la red de sus agencias y sucursales va cobijando progresivamente todo el país.
La reforma agraria
parte necesariamente
de la distribución de la
propiedad territorial.
La misma palabra
“reforma” está
indicando un cambio
en los modos o
patrones existentes
de la distribución de
la tierra. Si no hay un
cambio fundamental
de esos modos o
patrones no puede
hablarse propiamente
de reforma agraria.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
149
HISTÓRICO
El control de esta clase de crédito se halla en manos
del Estado y del Banco de la República. El capital se
ha formado predominantemente con fondos del Tesoro Nacional; pero la institución, administradora
también de la Caja Colombiana de Ahorros, utiliza
los recursos que en ésta se concentran. De otra parte, ciertas disposiciones obligan a los bancos privados a invertir en bonos de la Caja una parte de su
encaje legal. Ocasionalmente también los mismos
bancos adquieren bonos por encima del límite legal
obligatorio.
Pero, cualesquiera que sean las limitaciones que
hoy tiene la Caja, lo cierto es que la Nación ha constituído en 29 años de continuado empeño un organismo para el pequeño crédito agrícola y pecuario
que es notable por muchos aspectos. Es necesario
fortalecerlo y perfeccionarlo, sin que la aceptación
de esta necesidad nos lleve a considerar los otros
aspectos de la política agrícola y singularmente la
reforma social agraria como si no tuviéramos mecanismos de crédito en normal funcionamiento.
El Banco Ganadero y los fondos ganaderos departamentales están prestando un servicio importante
para el crédito a la ganadería, y seguramente ensancharán y perfeccionarán sus actividades. Las
operaciones llamadas de “ganados en compañía”
que los fondos ganaderos realizan son un medio
muy eficaz para capitalizar la cría y levante de
ganados o para aprovechar pastos de engorde. Si
esas operaciones se hacen con marcada preferencia para el. pequeño o mediano propietario, como
lo acostumbran ya hoy algunos de esos fondos, el
efecto social que se obtenga puede correr parejas
con el económico. Eso es cierto, particularmente,
para las zonas de nueva colonización; pero por el
mismo medio se podría fomentar también la pequeña explotación mixta agrícola y ganadera, que
constituye en tantos casos el ideal ambicionable,
ya que da mayor estabilidad económica al campesino, puede mejorar su dieta alimenticia y facilita el
uso de los abonos orgánicos.
Foto: Archivo El Tiempo.
Es notorio que los esfuerzos realizados por esos diferentes métodos no han sido bastantes para dar
a la Caja medios financieros que puedan considerarse adecuados a los requerimientos de la actividad agropecuaria en el país, sobre todo debido a
los efectos que sobre los recursos disponibles ha
tenido el alza general en el nivel de los precios. La
operancia de la Caja depende, pues, en buena parte, del apoyo que le preste el Banco de la República
con préstamos y redescuentos. La amplitud de ese
apoyo no debe temerse ciertamente cuando facilita multiplicar los préstamos a corto plazo; pero no
puede llevarse más allá de cierto límite, sin causar
efectos inflacionarios, para préstamos a mediano
y largo plazo. Estos necesitan alimentarse en otras
fuentes (aumentos de capital, recursos del mercado financiero, préstamos externos, etc.) todas las
cuales se han utilizado en cierta escala y deben seguirse utilizando.
HISTÓRICO
Carlos Lleras Restrepo y Otto Morales Benitez.
150
ECONOMÍA COLOMBIANA
Recientes medidas de carácter legal y otras adoptadas por el Banco de la República están orientando
hacia el crédito agrícola parte de los recursos de los
bancos comerciales, preferentemente para préstamos a mediano plazo.
Los problemas de la distribución y del mercadeo
son naturalmente de la mayor importancia en toda
política agrícola y se magnifican en la medida en
que la producción esté predominantemente a cargo de pequeños empresarios, por la debilidad económica de éstos y su habitual desconexión con los
sistemas comerciales y de transporte. La cuestión
reviste múltiples aspectos, variables según la naturaleza de los productos, las transformaciones
primarias que éstos deban sufrir antes de darse al
mercado, las posibilidades de conservación, etc.
Por mucho tiempo la propiedad de las trilladoras de
café o de las piladoras de arroz, por ejemplo, creó
monopolios virtuales de compra que todavía subsisten parcialmente, y la falta de sistemas adecuados de almacenamiento ha generado y genera aún
para algunos artículos tremendas fluctuaciones de
precios. En general, puede afirmarse que los actuales sistemas de distribución se traducen en precios
altos para el consumidor y mermas considerables
del ingreso campesino.
Pero también el país ha venido haciendo notables
esfuerzos en lo que a esta materia se refiere. Ante
todo, el de la Federación Nacional de Cafeteros que
tuvo como causa directa la defensa de los precios
del grano en el mercado exterior. A los primeros ensayos de 1937 siguió, a partir del primer pacto de
cuotas cafeteras, la organización de un sistema de
compras enderezado simultáneamente a mantener
estables los precios internos y a regularizar la salida
del café a los mercados consumidores. La construcción de numerosas bodegas, la trilla por cuenta de
la Federación que compra y almacena el café en pul
pergamino, han introducido cambios sustanciales
en los mecanismos tradicionales del mercado. Es
claro que no todos los defectos de estructura que
éste presentaba han sido abolidos; se actúa sólo al
través de agencias directas de compra y no existen
prácticamente asociaciones de los productores.
Empero, quien compare la situación hoy existente
con la que imperaba hace apenas 25 años, cuando
los intermediarios exportadores dominaban a su arbitrio el mercado doméstico, no podrá menos de
reconocer que se han logrado avances de marcada
significación. Disposiciones legales expedidas en
1958 y acuerdos celebrados en desarrollo de las
mismas entre el Gobierno y la Federación prevén
Los problemas de
la distribución y
del mercadeo son
naturalmente de la
mayor importancia
en toda política
agrícola y se magnifican
en la medida en que
la producción esté
predominantemente
a cargo de pequeños
empresarios.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
una campaña de fomento de las cooperativas y
otras medidas que pueden introducir nuevos cambios benéficos en el funcionamiento del mercado.
Siguiente página
El Instituto Nacional de Abastecimientos (INA) constituye otro organismo para la regulación de los precios y mercados agrícolas. Opera hoy con 35 agencias distribuidas en el país, de las cuales 15 cuentan
con instalaciones de silos, y fija precios de sustentación para ciertos productos: trigo, arroz, maíz, fríjol,
ajonjolí, soya; operando también a veces sobre la
papa, que presenta tan difíciles problemas de almacenamiento. Su capacidad para almacenar asciende
hoy a 75.000 toneladas; pero está en ejecución un
plan que la elevará para el año entrante a 225.000
toneladas. Sus activos, incluyendo las inversiones
fijas, son aproximadamente de 130 millones de pesos que se van aumentando con ciertos beneficios
provenientes de la importación de los artículos agrícolas en que el país registra un déficit.
Anterior página
Zoom +
Pueden citarse igualmente otros mecanismos de
regulación del mercado, tales como. el sistema de
absorción de la producción nacional por industrias
manufactureras al través de cuotas obligatorias que
deben adquirirse a los precios que señala el Gobierno. El trigo, el algodón y los productos oleaginosos
ECONOMÍA COLOMBIANA
151
HISTÓRICO
se han beneficiado con estos métodos. La política
de precios estables y ayuda técnica practicada por
algunas empresas industriales privadas también ha
tenido efectos importantes en ciertas ramas.
Un análisis especial requeriría lo tocante a la organización de los almacenes generales de depósito que
el Banco de la República financia con el redescuento de bonos de prenda, los cuales son hoy también
objeto de inversión por parte de los bancos privados. Es muy dudoso que los pequeños agricultores
obtengan beneficio directo del sistema de almacenes; pero éste sin duda contribuye a regular el mercado y facilita la compra oportuna de los productos
por parte de los consumidores industriales y los
intermediarios.
El estudio de lo que hoy existe muestra que el vacío
principal se halla en la casi total ausencia de una
organización de los productores apenas suplida en
ciertos casos por ciertos institutos especializados,
como el algodonero o por asociaciones gremiales
que no tienen un carácter cooperativo. Se actúa
casi exclusivamente al través de organismos centrales y de agencias que no pueden mantener con
los productores aislados un contacto tan directo
y constante como sería necesario. La asociación
de los productores resulta imperativa, como se ha
comprobado en otros países. Comentando este
punto anota con razón M. Auge Laribé, después de
enumerar los cambios que el ambiente económico
y la introducción de técnicas nuevas han producido en el campesino de los países avanzados: “Todo
esto lo lleva muy lejos de sus tradiciones. En otros
tiempos, no obstante la aldea y el grupo familiar y
la ayuda mutua, era un aislado, un individuo, un in-
dependiente, un pobre y un débil. Se ha convertido
en un asociado, en un sindicalizado, un solidarista.
Evidentemente, presentar ahora todo eso como
una evolución terminada es dar por adquirido lo
que no está más que comenzado. Pero el “trend”,
la tendencia está tan claramente señalada, las realizaciones son tan conocidas en tantos y tan distintos países, la necesidad de continuar ese camino
es tan cierta que hay que destacar la asociación en
la agricultura como la novedad más sorprendente,
la característica más marcada de la agricultura moderna: (La Revolución Agrícola’, en la Biblioteca de
Síntesis Histórica) “.
Aparece, pues, que Colombia cuenta ya con organismos y sistemas insuficientes, sin duda, y que
será indispensable perfeccionar, sobre todo por
medio del fomento de las asociaciones campesinas
y de las relaciones de éstas con las instituciones
centrales que deben guiarlas técnicamente y prestarles asistencia financiera. Pero tampoco en este
campo estarnos partiendo de cero, y conviene continuar construyendo sobre lo que ya existe.
No es el caso de enumerar aquí lo que se hace actualmente en materias tales como la experimentación y la extensión agrícolas. La Nación, los Departamentos, la Caja de Crédito Agrario y otros
institutos especializados tienen servicios de esta
clase; aunque deben anotarse defectos originados
en la falta de coordinación, y desde luego la insuficiencia de aquéllos con respecto a la magnitud de
lo que para obtener un cambio profundo, y rápido
en la técnica de las explotaciones agrícolas sería
necesario hacer. Esta realidad no puede sorprendernos. La asimilación de la técnica en las esferas
El país no confronta tan sólo un problema
de enseñanza agrícola sino de instrucción
y educación generales. Es quizá el más grave
de todos los problemas de la Nación, agudizado
naturalmente en los campos por las distancias,
la miseria y las características
propias del medio.
152
ECONOMÍA COLOMBIANA
HISTÓRICO
rurales no se consigue fácilmente, y menos aún en
un país de tan bajo nivel cultural y donde es escaso
el personal superior que puede propagarla. Preparar ese personal en mayor escala, coordinar mejor
su acción y ensancharla, son necesidades evidentes. Pero no pueden menospreciarse ni los avances
logrados en la selección de semillas y variedades
nuevas, ni la difusión ya bastante grande para algunos cultivos de las prácticas de sanidad vegetal,
la instalación de puestos de monta, las prácticas de
inseminación artificial, la selección de razas ganaderas, el crecimento en el uso de abonos y enmiendas, etc. Los esfuerzos que ahora se realizan para
aumentar la producción nacional de abonos nitrogenados, el uso de las escorias fosfóricas de Paz del
Río, la utilización creciente de cal para mejorar las
tierras ácidas deben tenerse igualmente en cuenta.
En un tiempo relativamente corto ha cambiado en
el país la técnica de cultivos como el de la papa y el
algodón, lo cual es ciertamente un signo alentador.
Hay notorio atraso en la modernización de herramientas de trabajo, en el uso cooperativo de máquinas agrícolas, y en los sistemas de conservación y
almacenamiento, lo mismo que en otros aspectos:
utilización de estercoleros, rotación de cultivos,
empleo de animales de labor.
Pero campañas como la de introducción de nuevos
pastos avanzan rápidamente. De otro lado, conviene recordar que, con frecuencia, aunque no siempre, la implantación de técnicas nuevas requiere un
aumento en la densidad del capital que se emplea
para la explotación agrícola. Durante los últimos
años la cuantía del capital empleado en la agricultura y la ganadería ha ido en aumento, aunque, al
igual que ocurre en otros sectores de la economía
nacional, el crecimiento se ha registrado preponderantemente en la gran empresa o a lo sumo en
la empresa mediana. No se ha hecho un esfuerzo
ordenado para ir capitalizando gradualmente a la
pequeña agricultura y a la pequeña ganadería.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Caricatura de Chapete en “El Tiempo”.
Colección particular de Germán Vernaza Villegas.
Siguiente página
Existen organismos; falta coordinación y son insuficientes el personal técnico y los recursos financieros. Todo esto tenía que tomarse en cuenta, y efectivamente se tomó en cuenta al redactar el proyecto
de ley que está a la espera de vuestra decisión.
blemas de la Nación, agudizado naturalmente en los
campos por las distancias, la miseria y las características propias del medio. Resulta indispensable operar
para ir dándole solución, multiplicar las escuelas primarias y los establecimientos de enseñanza secundaria accesibles fácilmente a la población campesina, introducir en unos y otros la enseñanza práctica
de la agricultura, establecer escuelas complementarias, e incrementar en el nivel superior la formación
de agrónomos y veterinarios, lo mismo que la de
ciertos profesionales auxiliares. Pero la cuestión que
se plantea ahora es la de si esa labor educativa debe
forzosamente anteceder a la reforma en la estructura de la tenencia de la tierra, o puede y debe adelantarse simultáneamente con ésta.
No podría terminar esta parte de la ponencia reglamentaria sin hacer algunos comentarios sobre el
magno problema educativo de nuestras clases rurales. El país no confronta tan sólo un problema de
enseñanza agrícola sino de instrucción y educación
generales. Es quizá el más grave de todos los pro-
Por último habría que mencionar otros aspectos de
la asistencia social, los servicios de higiene, la dotación de aguas potables, todo lo que pueda contribuir al embéllecimiento y comodidad de la vida
cam¬pesina, principiando por la vivienda misma. En
todos estos casos se trata de labores a largo plazo,
ECONOMÍA COLOMBIANA
Anterior página
Zoom +
153
Foto Cortesía de El Espectador.
Familia Lleras de la Fuente.
comenzadas ya. El señalamiento de su insuficiencia
actual sólo sirve para confirmarnos que la magnitud de -los problemas sociales del país es tremenda
y que en las zonas rurales tiene características especialmente graves. Pero es claro que las ahondan
y magnifican la miseria de las gentes sin tierras, la
forzada trashumancia, la obligada desocupación.
En el seno de la Comisión Tercera Constitucional
se ha mencionado una materia de cuyo estudio detenido se ocupa actualmente el Comité Nacional
Agrario: la vida de los pequeños Municipios que
constituyen los centros naturales de organización
de la vida rural.
Las estadísticas fiscales nos muestran que, en conjunto, los presupuestos de los Municipios colombianos han aumentado tanto o más que el de la
Nación. Pero puede observarse que ese crecimiento
sólo cobija a las capitales y a otros pocos distritos.
El pequeño Municipio, el Municipio rural, es decir,
aquel donde la población dispersa en los campos es
notoriamente mayor que la aglomerada en el centro urbano, ha permanecido por lo general estacionario o se encuentra en franco retroceso.
El éxodo rural, aquí como en otros países, afecta
gravemente a los centros urbanos de los pequeños
Municipios. Pero en Colombia la violencia intensificó todavía más ese fenómeno en los últimos años.
Muchos distritos municipales han perdido sus clases dirigentes y la administración local sufre, naturalmente, las consecuencias de ese hecho lamen154
ECONOMÍA COLOMBIANA
table. Media además lo defectuoso del sistema de
ingresos públicos y la influencia nefasta del caciquismo que dificulta el cobro justo de las contribuciones. Los servicios públicos, como podía esperarse, son desde todo punto de vista insuficientes y a
veces no existen.
Se hacen esfuerzos, es verdad, para remediar esos
males, casi siempre al través de auxilios de la Nación y de los Departamentos. En algunos lugares se
nota, inclusive, un resurgimiento del espíritu público, y hay gentes abnegadas que se convierten en
apóstoles de una causa: la del colegio local, la de
los servicios hospitalarios. Pero en otras partes. hay
la inmovilidad y hasta la desintegración. Es notorio,
sobre todo, que con raras excepciones, los grandes
propietarios de tierras, ausentistas por lo regular,
nada hacen por contribuir a mejorar el Municipio y
sus servicios, fallando así en sus obligaciones sociales, precisamente con respecto a la región de donde derivan ingresos y provechos.
Todo esto es lamentable, porque el papel del centro
urbano en los pequeños Municipios rurales es de la
mayor importancia. Desde allí tiene que ejercitarse
la dirección local de la vida campesina, y el poblado es también centro mercantil, social y cívico. Una
acción verdaderamente eficaz para mejorar la vida
campesina tiene que apoyarse en él. Con certera
intuición lo señaló así el Profesor López de Mesa
hace ya veintisiete años, y hoy debemos lamentar
que la campaña llamada de la cultura aldeana, que
él proyectó e inició, se hubiera abandonado.
El Comité Nacional Agrario contempló este problema, lo mismo que la Comisión Tercera Constitucional, principalmente al considerar lo relacionado con
los gravámenes fiscales a la propiedad territorial,
punto este último que el Comité estudia actualmente. Cuando se propuso dio de un impuesto general sobre las tierras se puso de presente el hecho
de que éstas constituyen la materia gravable propia
de los fiscos crear para la reforma agraria recursos
financieros específicos. por medios locales, y que si
sobre ella se establecen impuestos afectos a otros
fines, la solución del problema de los pequeños
Municipios se alejará indefinidamente. Lo indicado
parece fortalecer los tesoros municipales organizando debidamente el catastro y reformando las tarifas del impuesto predial, lo cual, a la larga, tendría
también efectos benéficos sobre la estructura de
la propiedad rústica. Todo lo cual puede conciliarse
con la tendencia a concentrar parcialmente los rendimientos fiscales que así se obtengan en manos
de entidades regionales, delegatarías o no del Instituto de la Reforma Agraria, que puedan organizar
con mayor eficacia y costo más reducido servicios
eléctricos, regular las corrientes de agua, promover
ciertas formas de asistencia social, etc.
El problema está todavía en su fase de estudio; pero
se le menciona aquí tan sólo para dejar una reorganización fundamental en el régimen de los tributos
a la tierra como un fortalecimiento de los pequeños
Municipios rurales. Las dos materias se relacionan
estrechamente, y al examinarlas habrá también que
indagar si no cabe una modificación al impuesto sobre el patrimonio que facilite alzas grandes en las
tarifas del impuesto local sobre los fundos. Como
lo anunció oportunamente el Comité Agrario, será
esta materia de un proyecto separado.
El proyecto y los servicios de asistencia rural
Se ha hecho el recuento, tal vez innecesario y desde
luego incompleto de lo que la Nación posee corno
mecanismos y medios en el campo de la asistencia técnica, social y financiera a los sectores rurales
para explicar de nuevo la forma como el proyecto
de ley se ocupó de esa materia. El Comité Nacional
Agrario tenía ante sí dos caminos distintos. El primero consistía en acometer la redacción de un código completo de política agrícola que reprodujera,
refundiera, corrigiera y. complementara todo lo que
en nuestra legislación existe sobre educación rural,
extensión agrícola, higiene y sanidad humana en los
campos, vivienda, cooperativas y otras formas de
asociación, sanidad vegetal y pecuaria, estudio de
suelos, investigaciones, crédito, etc. Es posible que
un proyecto de esa clase hubiera satisfecho a los
espíritus rígidamente sistemáticos, y seguramente
habría hecho menor el número de los celosos ciudadanos que se sintieron obligados a prevenir al país
sobre los inconvenientes de una iniciativa que persigue hacer más propietarios pero que no enumera completa y detalladamente todos los servicios
que a la luz de los más altos requerimientos de la
vida moderna se les podrían prestar. Pero no creyó
el Comité, como no lo ha creído vuestra Comisión,
que ese trabajo tuviera positiva utilidad. El empeño de realizarlo habría, por otra parte, demorado
quién sabe hasta qué remota fecha la iniciación de
la reforma. A este respecto conviene advertir que
no siempre la exigencia de esa clase de repeticiones
innecesarias obedece a falta de información o a una
aguda manía codificadora; el espíritu de procastinación juega a menudo en ello un papel, lo mismo que
los intereses existentes, ya que a éstos conviene
que se prolonguen por meses y años los estudios
preliminares. Es la misma posición de quienes afirman que antes de redactarse la reforma se debería haber agotado el estudio de las zonas, climas y
suelos, hasta tener clasificado, de acuerdo con sus
características y más económica destinación, hasta
el último trozo del territorio nacional. O la de quie-
Si de la Reforma
Social Agraria resulta,
como cabe esperarlo,
un gran fomento de
la pequeña explotación
ganadera, la
organización de
cooperativas para
la leche y productos
lecheros será un
complemento
indispensable.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
155
El día en que los
campesinos de un
Municipio deban
entenderse tan
sólo con una
oficina que les dé
las indicaciones
pertinentes,
abra los créditos
necesarios,
suministre por
cuenta de éstos
la semilla, cargue
el costo de los
servicios de
maquinaria, si
fuere el caso,
abone el valor de
los productos que
aquéllos entreguen,
etc., se habrá dado
un paso muy
importante.
156
ECONOMÍA COLOMBIANA
El otro camino, que fue el seguido en el proyecto,
parte de lo existente. Se aplica principalmente a
considerar el tema concreto de la tenencia de la tierra, sobre la base de que todos los mecanismos e
instituciones que hoy funcionan para los actuales
propietarios siguen a la disposición de los nuevos
adquirentes de tierras. Como, naturalmente, no se
ignora que hay fallas de coordinación, se prevén
medidas para remediarlas, y como tampoco se desconoce que los recursos de esas instituciones son,
por lo regular, insuficientes, se consagran normas
para que el Instituto de Reforma Agraria los complemente. El tema de las relaciones entre el Instituto
y los otros organismos administrativos y establecimientos públicos que prestan servicio de asistencia
rural será examinado más adelante. Ahora conviene indicar las disposiciones del proyecto que tocan
con la materia a que nos venimos refiriendo.
En materia educativa el problema tiene dos aspectos diferentes. De un lado está la necesidad de
preparar personal competente para la ejecución
de la reforma. Esta va a implicar muchos estudios
y trabajos, unos de alta técnica y otros que apenas
requieren un modesto nivel de conocimientos. Será
necesario preparar más agrónomos, veterinarios y
economistas agrícolas; pero también simples agrimensores, avaluadores y otros expertos para operaciones más simples, es decir, personal de campo.
Seguramente en algunos casos será indispensable
contratar con técnicos o firmas extranjeras ciertos
estudios, por ejemplo en el ramo de la ingeniería
hidráulica. El proyecto original, en su artículo 99,
trae provisiones sobre estos puntos, las cuales han
pasado a figurar en el artículo 106 del texto que
presenta la Comisión.
De otro lado, es indiscutible que, fuera de la asistencia y consejos técnicos que a los campesinos preste
el personal del Instituto y de los otros organismos
administrativos, debe intensificarse la educación
general de las masas rurales e incluir en ella una
instrucción práctica sobre agricultura y ganadería.
Estos son problemas que dependen del Ministerio
de la Educación Nacional. Pero el señor Presidente
de la República ha querido que en relación con ellos
preste cooperación el Comité Nacional Agrario, y ya
funciona una comisión de expertos nombrada por
éste para preparar un informe sobre lo que precisa
hacer, no sólo respecto de la preparación del perso-
nal que ha de ejecutar la reforma y prestar servicios
de asistencia rural, sino para fomentar la enseñanza
agrícola en sus distintas escalas: escuela primaria,
escuelas complementarias, liceos y universidades.
En lo que toca a los servicios de asistencia, llamo
la atención sobre las siguientes disposiciones del
proyecto:
El ordinal 5 del artículo 19 señala entre los fines de
la ley elevar el nivel de vida de la población campesina por la coordinación y fomento de los servicios
relacionados con la asistencia técnica, el crédito
agrícola, la vivienda, la organización de los mercados, la salud y la seguridad social, el almacenamiento y conservación de los productos y el fomento de
las cooperativas.
El ordinal del artículo 3 prevé que el Instituto dé a
los cultivadores, directamente o con la cooperación
de otras entidades, la ayuda técnica y financiera necesaria para su establecimiento en las tierras que se
colonicen o parcelen, lo mismo que para la adecuada explotación de éstas y el transporte y venta de
los productos.
El ordinal j) del mismo artículo enumera entre las
funciones del Instituto la de “requerir de las entidades correspondientes la prestación de los servicios
relacionados con la vida rural en las zonas donde desarrolle sus actividades; coordinar el funcionamiento de ellos y prestar ayuda económica para su creación y funcionamiento, cuando fuere necesario”.
El ordinal k) del mismo artículo encomienda al Instituto la función de promover la formación de las
“unidades de acción rural” sobre las cuales se hará
más adelante una explicación detallada.
Conforme al artículo 49, el Instituto promoverá la
prestación de servicios de asistencia técnica, económica y social por las agencias administrativas y
establecimientos públicos correspondientes, dentro de las zonas de colonización; los coordinará
debidamente y, en caso necesario, prestará cooperación financiera a esas entidades o establecerá por
sí mismo los servicios que éstas no puedan prestar.
La labor de promoción y coordinación de los servicios de asistencia técnica, social y financiera; la
cooperación con su personal, organización y recursos que a ellos dará el Instituto y la facultad de
organizarlos directamente mientras las entidades
a quienes corresponda no puedan hacerlo en satisfactorias condiciones, dicen referencia no sólo
a las zonas cobijadas por labores de colonización
dirigida, parcelación y concentración parcelarias,
sino también a las zonas de colonización espontánea. Fue esta última una reforma introducida por la
Comisión y que se justifica plenamente, ya que en
vastas regiones del país que eran tierras baldías, o
que podían considerarse como tales, miles de pequeños colonos han penetrado sin ayuda, o casi
sin ayuda alguna, y han formado o están formando
explotaciones, y ya también porque ese movimiento espontáneo no habrá de detenerse en lo futuro.
Si se justifica prever la prestación de asistencia a
quienes vayan a zonas de colonización dirigida o de
parcelación, mayores razones existen para ayudar
a esos otros colombianos. Además, se ha comprobado repetidas veces que es la falta de una ayuda
oportuna lo que obliga a los colonos espontáneos a
abandonar sus explotaciones incipientes, vendiendo sus mejoras, y por ese camino se han formado
grandes latifundios en las tierras nuevas, A tal fenómeno debe ponérsele coto, no sólo con las otras
medidas que contempla el proyecto, sino acudiendo oportunamente a introducir cierta racionalización en las colonizaciones espontáneas y a organizar en éstas debidamente servicios de asistencia a
los medianos y pequeños colonos.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Foto Cortesía de El Espectador.
nes sostienen que no puede hacerse tina reforma
agraria sin haber antes eliminado por completo el
analfabetismo en los pobladores del campo.
Zoom +
La ayuda a las comunidades indígenas está contemplada en el artículo 94 del texto que presenta
la Comisión.
Bajo el título general de “Servicios Rurales”, los artículos 95, 96, 97, 98 y 99 del proyecto revisado
amplían las disposiciones ya indicadas. Conviene
destacar sobre todo lo siguiente:
Carlos Lleras Restrepo y Gloria Cecilia de la Fuente de Lleras.
ECONOMÍA COLOMBIANA
157
El artículo 96 autoriza al Instituto para establecer
directamente ciertos servicios relacionados con el
empleo de maquinaria agrícola o de animales de
labor; el beneficio, empaque y transporte de los
productos agrícolas y pecuarios; el ensilaje y almacenamiento; las ventas por comisariatos y el mejoramiento de las viviendas rurales, lo mismo que
para promover el establecimiento de pequeñas industrias y de granjas de demostración y capacitación con escuelas complementarias anexas.
El artículo 97 ordena al Gobierno estudiar, en asocio del Instituto y los restantes establecimientos
públicos que prestan servicios relacionados con
la actividad agrícola o ganadera, la posibilidad de
coordinar el funcionamiento local de tales servicios
por medio de “unidades de acción rural” que los
concentren localmente, unifiquen sus relaciones
con los usuarios de la zona y preparen la organización cooperativa de éstos.
Foto Cortesía de El Espectador.
Esta idea de las “unidades de acción rural” puede
ser extraordinariamente fecunda. El día en que los
campesinos de un Municipio deban entenderse tan
sólo con una oficina que les dé las indicaciones pertinentes, abra los créditos necesarios, suministre
por cuenta de éstos la semilla, cargue el costo de
los servicios de maquinaria, si fuere el caso, abone
el valor de los productos que aquéllos entreguen,
etc., se habrá dado un paso muy importante en el
sentido de simplificar, facilitar y hacer más económica la asistencia rural. No es imposible pensar
158
ECONOMÍA COLOMBIANA
tampoco en que al lado de esos servicios técnicos
y financieros se concentren otros: la escuela complementaria agrícola, el puesto de salud, la promoción de los clubes juveniles, los comisariatos. Se
tendrían así centros a cuyo alrededor se organizaría
la vida campesina y de los cuales podría irradiar una
persistente y cada vez más amplia acción civilizadora que hallaría en los métodos de acción comunal su natural complemento. La inscripción de los
usuarios en esos centros puede constituir también
la primera etapa de la organización cooperativa
para cuyo desarrollo es necesario explorar medios
más efectivos que los seguidos hasta ahora, los
cuales han sido copiados sin mucho discernimiento
de países donde el nivel cultural y el desarrollo del
espíritu de asociación difieren tanto de lo que aquí
existe.
El artículo 93 original del proyecto no ofrecía, en
la forma como fue concebido, bases prácticas para
contribuir a remediar la ausencia de suficientes capitales en las pequeñas explotaciones agrícolas y
ganaderas. Vuestra Comisión lo ha reemplazado
por el que es hoy el artículo 98. De acuerdo con
éste, el cupo de redescuento de la Caja de Crédito
Agrario en el Banco de la República tendrá un inmediato y substancial aumento. Por otra parte, se prevé un sistema para que el Instituto Colombiano de
la Reforma Agraria refuerce los recursos de la Caja y
ésta preste a su vez ayuda crediticia a los campesinos cobijados por las operaciones de colonización,
parcelación y concentración parcelaria. Es esta una
de las pocas reformas que, después de detenido estudio, se creyó conveniente y posible introducir a la
legislación vigente sobre crédito agrícola.
No se trata de una utopía; algunos ensayos afortunados de organizaciones semejantes a la descrita se
han llevado ya a cabo por particulares o por Curas
Párrocos. Evidentemente, existen problemas de organización que deben ser resueltos; hay que coordinar la acción de varios organismos distintos, y se
deberá, sin duda, comenzar por el establecimiento
de centros pilotos que vayan suministrando la necesaria experiencia. Pero hay ahí un vasto campo para
la acción de los gobiernos, una hermosa y fecunda
tarea para transformar la vida rural, ha-ciendo que
no sea más ese algo inorgánico y primitivo, donde el
campesino aislado apenas sí tiene contactos ocasionales con el Estado y la comunidad.
A virtud de una disposición legal vigente, lo establecido respecto de cupo de redescuento para la Caja
de Crédito Agrario beneficiará también al Banco
Ganadero.
este renglón donde el movimiento cooperativo se
ha presentado más pronta e intensamente.
La relación que antecede muestra la preocupación
del proyecto porque se den a los campesinos en las
zonas de colonización dirigida o espontánea, en las
de parcelación y en las de concentración parcelaaria, los necesarios servicios de asistencia técnica,
social y financiera. Muestra además que se han sentado bases positivas, como la referente a las unidades de acción rural, para que esos servicios se
coordinen y se presten mejor en todo el país.
La afirmación de que se está proyectando un simple reparto de tierras sin prever medida alguna para
faciliar a los campesinos la explotación adecuada
de ellas, carece, pues, en absoluto, de fundamento.
Pero al mismo tiempo está claro que el Instituto
Colombiano de la Reforma Agraria no va a sustituir
a los organismos ya existentes ni a reproducir las
funciones hoy encomendadas a éstos.
Contenido
El artículo 99 del proyecto revisado es enteramente
nuevo. Después de examinar la situación y operaciones del Instituto Nacional de Abastecimientos,
se halló conveniente facultarlo para otorgar préstamos a las cooperativas, a objeto de que éstas puedan adquirir de sus miembros los artículos agrícolas
o pecuarios que ellos produzcan ‘y transportarlos y
venderlos, y para que puedan establecer plantas de
beneficio e instalaciones de almacenamiento.
Atrás se indicó cómo la ausencia de asociaciones
campesinas dificulta organizar el mercado de los
productos del campo y limita forzosamente la acción del Instituto Nacional de Abastecimientos. Sin
duda éste podría hoy, de acuerdo con las normas
vigentes, nombrar a una cooperativa como agente
suyo para que comprara los productos a los precios
de sustentación que él mismo fija; pero no está
autorizado para otorgar préstamos. Con la nueva
disposición que se propone podrán las cooperativas recibir de sus miembros los productos pagando los precios de sustentación, sin riesgo alguno,
y si el precio del mercado sube a niveles más altos,
realizar un beneficio adicional distribuible entre los
miembros. Además se podrá operar en renglones
con respecto a los cuales no interviene hoy el Instituto. Si de la Reforma Social Agraria resulta, como
cabe esperarlo, un gran fomento de la pequeña
explotación ganadera, la organización de cooperativas para la leche y productos lecheros será un
complemento indispensable. En otros países es en
Las explicaciones
que aquí se han
consignado muestran
también que no son
justas las afirmaciones,
tan a menudo repetidas,
de que el Instituto
de la Reforma Agraria
va a ser un gigantesco
monstruo que dominaría
toda la vida económica
del país con poderes
omnímodos
y extensísimos.
ECONOMÍA COLOMBIANA
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
159
Los extremos de toda esta cuestión pueden ser expresados así:
I. Aparte de algunas previsiones sobre redescuento de la Caja de Crédito Agrario y el Banco Ganadero y sobre relaciones entre el Instituto Nacional de Abastecimientos y las cooperativas en
materia de mercadeo y transporte de productos
agropecuarios, el proyecto no reforma con carácter general las disposiciones hoy existentes
que tocan con la asistencia técnica, social y financiera a los campesinos. Para el conjunto del
país continuarán funcionando, sin interferencia
del Instituto, las organizaciones actuales.
2. Se ha considerado, sin embargo, que debe emprenderse una labor de perfeccionamiento de
esos servicios, buscando, ante todo, unificar su
funcionamiento local al través de las llamadas
“unidades de acción rural”. El proyecto contempla esa evolución y ordena al Gobierno adelantar, en acuerdo con el Instituto y otros establecimientos públicos, una definida campaña para la
organización cooperativa de los campesinos. El
Instituto de la Reforma Agraria prestará su ayuda a la organización cooperativa. En este campo
concreto su actividad no estará limitada a las
zonas de colonización, parcelación o concentración parcelaria.
3. En las zonas a donde el Instituto extienda sus
actividades buscará que, por las entidades a
quienes corresponda, se presten los servicios de
asistencia técnica, social y financiera; coordinará
el funcionamiento de esos servicios en unidades
de acción rural y podrá prestar, en caso necesario, ayuda con su personal, su organización y sus
propios recursos. Si los establecimientos existentes no pueden prestar en determinada zona sus
servicios, los prestará directamente el Instituto.
Para algunos de éstos prevé el artículo 96 del
proyecto una acción propia de esa entidad.
Ha estimado vuestra comisión, al igual que el Comité Nacional Agrario, que las soluciones adoptadas
son convenientes y se ciñen a la realidad del país.
En tiempo anterior se puso de presente la tendencia a refundir en un instituto encargado de la reforma agraria los organismos ya existentes en materia
de crédito, regulación del mercado, extensión agrícola, etc. No cree la Comisión que ese sea un buen
camino y no halla razonable acumular en una sola
institución el manejo de tantas y tan complejas materias. Por otra parte, la incorporación de entidades
160
ECONOMÍA COLOMBIANA
ya organizadas a un establecimiento nuevo se traduciría seguramente por lo menos en una transitoria desorganización que no hay para qué provocar.
Las explicaciones que aquí se han consignado
muestran también que no son justas las afirmaciones, tan a menudo repetidas, de que el Instituto de
la Reforma Agraria va a ser un gigantesco monstruo que dominaría toda la vida económica del país
con poderes omnímodos y extensísimos. Puede
verse, por el contrario, que se le mantiene dentro
de líneas precisas, para funciones muy concretas y
definidas.
Se ha sugerido que esas funciones del Instituto podrían ser encomendadas a la Caja de Crédito Agrario, siendo por lo tanto innecesa¬ria la creación de
una entidad nueva. La Comisión no comparte ese
punto de vista. Más adelante se expondrán las razones que, en nuestro concepto, justifican la creación del Instituto. Por el momento basta observar
que no resulta lógica la posición de quienes tachan
al Instituto por considerarlo demasiado grande y
potente, y al mismo tiempo proponen que la Caja
Agraria asuma todas las funciones que para él se
han previsto. Sería la Caja la que vendría a quedar
así convertida en un organismo de proporciones
desmesuradas, con muy probable daño para el eficiente funcionamiento de los servicios de crédito
en el país No deseo cerrar este Capítulo de la ponencia sin advertir que el Comité Nacional Agrario y
vuestra Comisión Tercera Constitucional han tenido buen cuidado de no imponer al Instituto ni a los
otros establecimientos existentes, obligaciones imperativas de prestar a todos y a cada uno de los nuevos colonizadores y parcelarios servicios completos
y perfectos, grandemente superiores a aquellos de
que pueden disponer los pequeños propietarios
actuales. Esa manía del perfeccionalismo no tiene
justificación, conduce a situaciones inequitativas y,
al aumentar tremendamente los costos, recortaría
la extensión y efectos de la reforma, reduciéndola
al beneficio de un pequeño grupo de privilegiados.
Para emplear una frase que ya se ha hecho común,
diremos que la reforma debe adelantarse “a la colombiana”, es decir, tomando en cuenta lo limitado de los recursos nacionales. Los esfuerzos deben
concentrarse preferentemente en el aumento de la
productividad y del ingreso, procurando, claro está,
encauzar tal aumento hacia la elevación de los niveles de vida, y evitando cuidadosamente reemplazar
con dádivas o ayudas excesivamente generosas lo
que el campesino debe alcanzar con su personal
esfuerzo.
Contenido
Busqueda de
palbras o frases
Siguiente página
Anterior página
Zoom +
Descargar