ALBUM PINTORESCO. El Coran es el libro que los musulmanes reverencian como la colección de las leyes divinas promulgadas por su profeta Mahoma ; también le llaman Kibab-AUah , el libro je Dios; Kitab-Atziz, el libro precioso; Kelam-Cherif, la palabra sagrada; Massof, el código supremo; fourkam, que sirve para distinguir el bien del mal, y Tauzil, descendido del cielo, pues creen que el Coran, íscado del gran libro de los decretos divinos, cayó del cielo hoja por hoja, verso por verso; es al menos lo que publicaba Mahoma, cuando en los momentos de embarazo y de perplejidad, le era preciso ilustrar sus predi- bido del ángel Gabriel los dos p r i meros capítulos del Coran , que en el libro son los sesenta y nueve y setenta y cuatro; y continuó durante veinte y tres años, recibiendo de este modo del mensagero celeste, los otros capítulos enviados por el Todopoderoso. El año 13 de la egira, 635 de Jesucristo, el segundo después de la muerte del legislador, el califa AbouBekr, su sucesor, reunió las hojas esparcidas del Coran y formó de ellas un libro que depositó solemnemente en Hafea,una de las bóvedas del profeta. Bajo el reina ío de Osman, el cuarto de los califas, se propagaron Hoy mismo no puede juzgar nadie acerca de su superioridad, porque existen muy pocos monumentos ;de esta época, y todos los escritores que han venido" después han imitado el estilo del Coran. En cuanto á la sublimidad del estilo de Mahoma , es menos incontestable , si se reconoce que la claridad debe ser el principal mérito de toda composición. Con efecto, nada mas oscuro que una multitud de pasages de este divino libro , á pesar de las diferentes interpretaciones, y muchas veces contradictorias que han dado Beidhawí y otros comentadores árabes, turcos y persas, menos esti- ORTEGA. La lectura del Coran. betones, confirmar sus aserciones, resolver algún problema político, autorizar un proyecto, absolver ó contener á alguno, etc. Es, pues, el C o ran la colección de los dogmas y pres t o s de la religión musulmana; pero ' mismo tiempo el código c i v i l , c r i minal, político y militar de los mahometanos , que no respetan mas que lo lúe él contiene, lo que está conforme Ju su espintu, desechando y maldiciendo lo que le es contrario. Se d i tide eu treinta secciones , está compuesto de ciento catorce capítulos y j '! seiscientos sesenta y seis versículos. Estos capítulos no están arreglados según el Orden de su redacción ó ^promulgación; con efecto, el año ^ 609 de la era cristiana, la primera de su misión, y la cuarenta de su ^ad, Mahoma pretendió haber reciFebrero 13 de 1853. a Cf 11 e muchas copias, cuyo testo alterado y falsificado dio lugar á dudas, á disputas, á controversias sobre diversos puntos de la doctrina mulsumana, en muchas partes del imperio. Para poner fin á estos desórdenes, Osman, el año 6 5 i , hizo que circularan un gran número de copias del ejemplar original, y condeuó al fuego á todos los ejemplares apócrifos. Este califa, ordenó también que los comentarios y las esplicaciones del Coran , se escribiesen siempre en el dialecto del Hedjaz, que sirvió para la composición de este libro; pero este dialecto, que aseguran fué el mas puro de la Arabia, contiene muchas palabras que en la misma época en que el Coran fué compuesto, eran ya casi ininteligibles para los pueblos de las de1 mas provincias de este pais. mados que él. Tiene ademas el Coran otros defectos: la incoherencia de las materias en un mismo capítulo, la vaguedad en las disposiciones legislativas y en los preceptos religiosos, las repeticiones y las contradicciones. La ignorancia, el fanatismo, y el mal gusto presidieron á su trabajo ; todo lo recogió sin elección ni discernimiento. Los primeros capítulos son muy largos , ios siguientes mas cortos , y los últimos no contienen mas que algunos versículos. Esta diferencia procede probablemente de que el redactor, después de haber reunido en los primeros todo lo que podia acercarse por la rima ó por la naturaleza del asunto, reservó para el fia los fragmentos que no se referían á nada ó que habian llegado á sus manos demasiado tarde. Las partes del SEGUNDA SERIE. 6 ALBUM PINTORESCO la acabado y perfecto en los detalles, I d é l o s cadáveres para conservar a Y el arte atrasó considerablemente en ! semejanza, siendo el mismo el « " lugar de adelantar. Sin embargo, la es- hacia las fundiciones de todas s i cuela degenerada y casi moribunda, obras. Su discípulo Juan Francisco conservaba todavía parte de la gran- Austia llegó á ser uno de los mashá deza v de la sencillez de su estilo, y biles escultores de su tiempo y ie™ sus últimas obras nos dan útiles lec- cuto obras dignas de admiración. ciones. Después de la caída de las rePero el que mas contribuyó á sapúblicas griegas, las bellas artes fue- car de su aniquilamiento ála"ésouUu~ ron trasportadas á Roma; pero es di- ra, fué sin contradicción Miguel-Anl fícil fijar la época en que alli florecie- gel, que nacido á fines del siglo XV~ ron. Ño se encuentran buenas esta- recordó entre los modernos el talentuas con nombres latinos, y esto hace to de Praxiteles, imitando con tanta creer que los artistas romanos toma- perfección á los antiguos maestro* ban nombres griegos, asi como los griegos, que los mas sabios se ensamodernos italianizan el suyo; tam- ñaron. Se sabe que suCupido fué venpoco hay datos suficientes para fijar dido eo concepto de una obra de la la época del esplendor del arte en Ro- antigüedad al cardenal de San Gregoma. Este imperio permaneció largo rio. El grado de perfección dadora! tiempo en la rústica sencillez de sus arte por Miguel Angel, sehaconser primeros dictadores y de sus cónsules vado por muchos artistas italianos: que no apreciaban ni ejercían otras cítanse entre los mas célebres . á arteí quelas que sirvenpara la guer- Guillermo de la Porta, inventor del ra y las necesidades de la vida, No método de fundir por los brazos las se empezó á manifestar el gusto por grandes estatuas de bronce, método las estatuas y demás obras de escul- que impide se enfrie el metal; áBertura, hasta que Marcelo, Scipion, Fia- nini, que fué el que mas se acercó á minio, Paulo-Emilio y Mumio, espu- Miguel Angel , aunque con un estilo sieron á la vista de los romanos lo amanerado; á Camilo Rusconi, muerto ESCULTURA. que Siracusa, el Asia, laMacedonia, á principios del siglo XVIII, y cuyas Corinto, etc., tenían de mas hermoso obras recordaban el estilo antiguo; y en este arte. Roma vio con admira- en nuestrotiempo al célebre Canová, (Conti nuacion.) ción los cuadros, losbronces,los már- conocido por el Delille de la escultuLa estatua de Palas en mármol de moles y todo lo que sirve de adorno ra, y recientemente robado á las aila Villa-Albani ofrece una prueba de para los templos y plazas públicas. Se tes, LaFrancia nodebia quedar atrás, esta verdad; la forma del rostro es empeñó en estudiar sus bellezas, en y mientras que el arte de la escultutosca y mezquina; pero la ropa es to- conocer toeja su delicadeza y todo su ra florecía en Roma y en Florencia, do lo que se puede ver de mas per- valor, y esta inteligencia llegó á ser Juan Goujon, estatuario francés, prefecto y mejor acabado. El segundo es- un nuevo mérito; pero al mismo tiem- paraba una nueva gloria á su patria. tilo se distingue por la grandeza, pero po también, la ocasión de un abuso La afición decidida de Francisco I esta desprovisto de aquella gracia funesto a la república. Hasta el tiem- á las bellas artes, favorecía los proque da embeleso á la belleza. F i - po de Nerón florecieron muy poco las gresos de la escultura, y animaba;! dias, Policletes, Scopas, Mirón y otros artes en Roma; pero se ejecutaron los artistas. Los bajo-relieves de la maestros se hicieron célebres por la obras de mucho mérito bajo el reina- fuente de las Ninfas, la fuente délos reforma que hicieron al pasar de par- do de este príncipe. La mayor parte Inocentes, obras maestras de Goujon, tes demasiado pronunciadas y corta- de las obras maestras del tiempo de merecen ser citados entre las obras das de una figura á contornos mas los emperadores Trajano y Adriano modernas, como los que mas se acerlibres y mas fáciles. Cítanse como los se atribuyen á artistas griegos; se can a l a escultura antigua. Entrelos monumentos mas considerables de observa en ellas la sencillez de los estatuarios franceses que se han coesta época Niobe y sus hijas, y una contornos, la armonía de las propor- locado en el primer rango de los arPalas que se encuentra también en la ciones y los hermosos caracteres de tistas modernos, se citan á Juan de Villa-Albini, pero que no debe con- las cabezas; en una palabra, el estilo Bolonia, muerto á principios del siglo fundirse con la otra de que hemos de los antiguos. La república de Ro- XVII; á Santiago Sarracion, que pohecho mención. El carácter que distin- ma en los tiempos de su mas grande seía en el arte la elegancia y las gue el tercer estilo es la gracia. L i - esplendor, no habiendo dado consi- gracias unidas á la severidad, y que sipo fué sin duda el que abrió esta deración mas que á la clase militar, fué el gefe de una escuela fecunda en carrera nueva, dedicándose mas que hizo que los artistas se desalentasen escultores célebres, entre los cuates sus antecesores á imitar lo que la na y renunciasen al estudio del arte, que se hallan Legros y Lerambert. Las turaleza tiene de dulce, puro y agra- llegó á ser entonces un oficio y fué hermosas cariatidas que se ven en dable; pero al entregarse al estudio sumido en un total abandono. Si al- una de las galerías del Loavre son del de las gracias no sacrificó de su pri- guna vez se levantó de su postración célebre Sarracín.Francisco Anguier, mera grandeza mas que la que habia bajo el reinado de príncipes que le animado por los beneficios de Luis exagerado. Los estatuarios del bello apreciaban, las revoluciones del im- XIII, fué uno de los primeros escultoestilo tomaron de los pintores aque- perio, la abolición d é l a s imágenes, y res franceses que supo dar sentimienlla, gracia que caracteriza las obras de la invasión de los bárbaros, dieron to á las estatuas de piedra , y sin emla tercera época y que se distingue un golpe de muerte al buen gusto, bargo, se le echa en cara una roan " sobre todo en las de Praxiteles, que destruyendo lo que todavía quedaba ra poco contorneada. Su hermano es donde empieza el cuarto estilo. La délas obras maestras de los antiguos. Miguel adquirió una grande reputagran reputación de Apeles y de Pra- Tocaba á la Toscana, que habia dado ción, debida alas estatuas y bajo-rexiteles perjudicóla emulación de sus los primeros pintores entre los mo- lieves de la puerta de San Dionisio, sucesores, porque estos desconfiando dernos, producir también losprimeros que fueron sus últimos trabajos; Pede sobrepujarlos, y aun de igualarlos, escultores. Donato, conocido bajo el dro Pablo Puget, pintor, arquitecto y limitaron su ambición á imitarlos en nombre de Donatello , apareció á fi- escultor, es eí autor de la célebre eslo posible. Bien pronto dejó Praxiteles nes del siglo XVI y escitó la admira- tatua de Milon, colocada en el parque de servir de modelo, y lo fueron los ción de su patria con su.primer ensa- de Versalles, siendo el artista que que le habian imitado con mas éxito, yo en ta escultura, que era una Anun- después de Miguel Angel, ha descurazón por la cual el arte fué cayendo en ciación en piedra. Andrés Verrochio bierto mas genio para la escultura. la degradación asi entre los antiguos fué el primero entre los modernos Francisco Gírardon es de los estatuacomo entre los modernos. Se dejó de que inventó loque habian practicado rios empleados en las obras de ostenbuscar lo bello para distinguirse en los antiguos, que era vaciar el rostro tación de Luis XIV el artista q » Coran que parecen ser directamente obra de Mahoma son superiores ó las otras, pero es dudoso que las haya escrito él mismo, porque no supo leer mas que á una edad bastante avanzada, y porque la escritura habia sido introducida recientemente en el íledjaz. El Coran encierra escelentes preceptos sobre la práctica de las virtudes, sobre todo la humildad, la caridad, el reconocimiento, y el perdón de las injurias; promete á los fieles creyentes recompensas en el otro mundo. Esta moral está sacada del Evangelio y de la Biblia, porque muchos sacerdotes cristianos y rabinos judíos habian dado conocimiento de ella á Mahoma. Por eso fué tan útil á la civilización y ala humanidad, pues abolió un gran número de prácticas supersticiosas y bárbaras que la idolatría y la antigüedad habian naturalizado en la Arabia. a e l r e e 1 1 3 DE L A BIBLIOTECA ESPAÑOLA. dejado mas nombre. E l mausoleo de Richelieu que hizo para la iglesia de la Sorbona, aumentó también su r e putación , asi como la estatua equestre de Luis XIV erigida en la plaza de Vandoma. Su Anquises teniendo de la mano á su nieto Ascanio, es mirado como lo mas precioso que han producido los estatuarios franceses. Guillermo Conston, discípulo de la antigüedad v de la naturaleza, ha perfeccionado por la inspiración de esta losprincipiostomadosde aquella. Entre las obras que aseguran su reputación, merece contarse el frontis de una arca de agua que está enfrente del Palacio Real. Debe hacerse especial mención de Rouchardon, autor de la fuente de la calle de Grenelle en París, y de la estatua ecuestre de Luis XV; este escultor, cuya sabiduría y pureza caracterizan el talento, ha reunido todas las perfecciones del arte y las bellezas de la antigüedad. En fin, éntrela multitud de estatuarios, que enriquecen nuestra escuela, la posteridad colocará sin duda en el orimer rango á muchos de ellos que procuran recordarnos en sus obras á os grandes maestros, tanto antiguos como modernos. Los escultores antiguos en la ejecución de sus estatuas de mármol procedían como los modernos, con la ayuda de puntos de delincación ; pero son desconocidos los medios geométricos de que se vahan para colocarlos. En Inglaterra se ha inventado una máquina para la colocación de estos puntos, que produce resultados muy exactos y prontos; pero la de M. Gatteaux padre , grabador en medallas, es, según la Enciclopedia moderna, lo que se ha encontrado hasta ahora de mas ingenioso y perfecto. Con la ayuda de esta máquina, no solamente se colocan sobre el mármol los puntos del modelo con una exactitud matemática , si es que también se puede copiar una estatua en sentido inverso de su posición. LOS FILIBUSTEROS (Continuación.) Duró, en efecto, hasta mitad del siglo XVII. La paz deWesphaliaacabó dedisiparla, y cincuenta a ñ o s m a s tarde, á la muerte de Carlos II, esta España tanlargo tiempo temida con razón ó s i n ella,perosiempresometida al yugo de los clérigos y los frailes, siempre estacionaria en su mediocridad, se encontró, eu fin , fijada en el rango que le correspondía, el de potencia de segundo orden ( i ) . » No; no nos haremos aqui cargo de los arrogantes asertos ^e un escritor tan conocidamente parcial, y poseído de un encono contra nuestro pais que se advierte en todas las páginas de su historia; de esas palabras inconsideradas con que califica á nuestros monarcas y la nobilísima nación que (1) HisL des pirales, ele., tomo 2.<- p á gina 1-27. 3 desconoce y ofende. Tan solo dire- ¡ América, fuera mas legítima y honmos á Mr. Christian, que esa nación j rosa para ellos, si hubiese siáo meque jactanciosamente coloca en un lu- ónos tardía; si Carlos VIII, por ejemgar subalterno , aunque combatida ' p i ó , en vez de desechar las propopor la adversidad y víctima de la siciones de Colon, las hubiese acogimalevolencia y las intrigas de sus do, sin dar lugar á que apreciadas é m u l o s , conserva aun su altivez, el debidamente por el genio grande, ánimo generoso y el valor que se ilustrado y generoso ele la primera necesita para las cosas grandes; cua- Isabel, abriese ésta el camino al delidades con que sola venció y ar- nuedo e s p a ñ o l , que puso á los pies rojó á las playas africanas á aquellos del trono de Castilla el glorioso trosarracenos, objeto predilecto de sus feo de un Nuevo Mundo (1). Adeencomios, que á favor de un descui- mas se concibe la rivalidad entre do vituperable y de una vil traición fuerzas y poderes que combaten y se la dominaron ; ía que llevando sus contrarestan en una guerra franca y banderas victoriosas á donde no osó leal. Las que á. deshora se quisieron antes que ella nación alguna, descu- emplear en mal de los españoles, brió y conquistó para su gloria, para tranquilos poseedores de aquellas reel comercio y la civilización inmensos giones, para llevar á cabo los proyeccontinentes: la que después de triun- tos y tentativas comerciales á que el far en Pavía y San Quintín, aseguró, autor alude, no eran ciertamente de combatiendo por la civilización y la li- esta especie; pues en vez de recurbertad de Europa, su predominio en rir de un modo ostensible á las fuerLepanto; y bien podia no haber olvida- zas del Estado, se encomendó la emdo que esta ínclita nación á quien con presa á los piratas. tanta frecuencia deprime en sus es«El cardenal de Richelieu, prosicritos, es la que lanzándose no ha gue Mr. Renard, compadecido por la mucho ala lid contra alevosos invadesastrosa situación en que se enconsores, convertidos de huéspedes y traban aquellas pequeñas colonias, amigos en opresores y tiranos, fué la envió una compañía para afirmarlos primera que contuvo las victoriosas en sus posesiones y defenderlos.» huestes del dominador de la Europa, Puesto que esto sucedía en plena humillándola soberbia de aquel ante quien se habian sometido fácilmente paz con España, y de una manera grandes naciones; la que e n s e ñ ó con subrepticia, el medio no podia sea su heroico ejemplo á potencias de mas injusto y vituperable; pero esto primero y segundo orden como sepe- no era de estrañar en la peculiar polea por la libertad y la independen- lítica del sagaz y poco escrupuloso cia de la patria ; y por último, que cardenal; de otro modo, el honor de este mismo espíritu es el que anima la Francia no hubiera jamás consená sus hijos, aleccionados con la ad- tido que otras armas que las del E s versidad y las desgracias, siempre tado se empleasen en la defensa de dispuestos á rechazar cuanto pro- sus subditos en América. Pero esto aparece mas claro en las siguientes penda á rebajar los gloriosos timbres palabras: y fama de la sufrida y magnánima na«Este débil socorro no hubiera seción á que tienen el orgullo de pertenecer. Pero volviendo al objeto esen- guramente producido algún resultacial de nuestro artículo, diremos al- do, si saliendo de Dieppe algunos go sobre el origen, verdadero c a r á c - hombres determinados y emprendedores, no hubiesen venido á caer soter y hechos de los filibusteros. bre los españoles y hacerles pagar caSin participar de la inconcebible ro sus empresas contra los franceses.» animosidad del escritor á quien acaTal es el origen de los filibustebamos de hacer referencia, aunque ros ó forbantes, de aquellos aventucon el mismo propósito de atenuar reros cuya inmoralidad, libertinage y los crímenes de aquellos célebres faci- desenfreno, cuyos crímenes inauditos nerosos, Mr. Teodoro Renard, en el escandalizaron el mundo; de la huartículo que con el mismo título y mana institución de los Hermanos de objeto que el nuestro, publica en la la costa, en la cual encuentran cierEnciclopedia francesa que nos sirve tos historiadores, en medio de sus de base ó cuadro de referencia, pro- vicios y atentados, una multitud de cura también presentarlos con otro acciones heroicas que hubieran hecarácter que el que les da la historia cho honor á los pueblos mas virtuoy la notoriedad de sus crueldades y sos. ¿Qué faltó d los filibusteros, esrapiñas. En consideración, pues, á la clama uno de ellos poseído de admimayor templanza de este escritor, va- ración por sus nobles proezas, para mos á hacernos cargo de sus razones, llegar á ser los romanos del Nuevo según las cuales, (acorde en esto con Mundo? Nada, tal vez; un poco de Mr. Christian) aquellos aventureros ambición (2). He aqui como en el s i abandonaron la Francia y se asociaron para reprimir el orgullo y pre(1) Muchos escritores franceses niegan ponderancia española en América, que Colon hubiese hecho proposiciones á para lo cual contaron luego con un la corte de Francia antes de dirigirse á los Reyes Católicos. Acerca de esta negatiapoyo secreto de su metrópoli. va y de las inexactitudes , acusaciones '<La Fraucia, dice, habia intenta- gratuitas y otras vulgaridades en que, do en diferentes épocas fundar eft contra la verdad histórica, incurren los autores que impugnamos, remitimos a l América establecimientos de comer- lector á lo que sobre esta misma materia cio; pero atacados continuamente por decimos en el articulo Descubrimientos, los españoles, sus rivales, no habia de la Enciclopedia Moderna, tomo X I I I , páginas 494, 435 y siguientes podido conseguirlo.» (2) M r Jules Lecomte. La France Ma~ Esta rivalidad de los franceses en ritime, t, II. pág, 309. ALBUM PINTORESCO glo XIX, y por escritores ilustrados, los Hermanos de la costa, concedién- Canosa y otros cuantos un tráfico que se habla de la execrable institución doles con preferencia patentes, de hoy se halla casi -generalizado , pues de los filibusteros, ni mas ni menos que usaban con tanta intrepidez co- el café que antes se tomaba como meque si se tratase de la orden de los mo fortuna; aun en medio de la paz, dicina , ha venido á constituir en la Templarios ó de la de los caballeros la envidia, la animosidad que divi- sociedad de nuestros dias un artículo de Alcántara. Y sin embargo, entre dían las naciones como los indivi- poco menos que indispensable. éstos héroes descollaban unos mons- duos, les dictaban estas hostilidades Nuestroslectores saben que el cafó truos como Pedro Le Grand, Rock indirectas.» (I) es originario de la Arabia y la EtioBrasiliano, Bartolomé Portugués, Después de esta ingenua , cando- pia, en cuyos climas se eleva esta POlonois, Monbars el Ester minador, rosa é innecesaria confesión, respec- planta á la' altura de 15 y 20 pies. Morgan Cabeza-roja; nombres que to de la cual consideramos supérfluo Hasta fines del siglo XV parece qué ningún historiador desapasionado re- todo comentario, vamos á dar á co- no comenzó á utilizarse su fruto. Alpite sin horror. nocer algunos de los rasgos princi- gunos atribuyen el origen del uso del Pero aquellos mismos escritores, pales de los nobles vengadores de la café al superior de un monasterio de delegados, según el Arabia, el cual queriendo impedir que á pesar de su e m p e ñ o , no pueden humanidad, ocultar la repugnante criminalidad mismo Mr. Christian, por las nacio- se durmiesen los monges durante los de sus defendidos, haciendo de este nes deseosas de abatir por este me- oficios nocturnos, les hacia beber la modo mas patente y menos escusa- dio tan justo y leal, aquel poder eno- infusión del café dando crédito á los ble la causa de su parcialidad. Mon- joso que tanto escitaba en ellas la en- pastores que decian que sus ganados estaban mas vivos, ágiles y dispuessieur Christian, por ejemplo, aunque vidia y las pasiones rencorosas. Fácil les fué á los filibusteros, des- tos cuando comian aquel fruto. Otros dominado siempre por su celo patriótico y llevado de su estilo decla- pués de sus primeras tentativas de afirman que fué un tal Derviche el matorio, parece ser mas bien el apo- :>iratería, fijar su residencia en la is- primero que hizo uso de esta bebida logista que el historiador de los fili- a de la Tortuga, que fué luego su para libertarse de un sopor contíuno busteros, se ve, no obstante •obligado lugar de refugio y el punto de parti- que le impedia trabajar. De cualquier modo que sea, parece indudable que muchas veces á pagar su tributo á la da para sus escursiones. verdad; así, hablando en otra parte La situación inmediata de esta is- su uso se estendió rápidamente , á de ellos, dice lo siguiente: la al Norte de la de Santo Domingo, pesar de las trabas impuestas por los «Era una república flotante cuyos de la que solo está separada por un gobernantes cuando llegó á ser motiindividuos, origiuarios de Europa, canal de dos leguas, les ofrecía ade- vo de reuniones públicas. Bajo el reinado de Amurat III fuedivididos en tropas mas ó menos nu- mas el medio de vigilar á los españoles y hacer irrupciones sobre su terron cerrados los cafes, supresión que merosas, se hallaban animados del ritorio. Tenia por toda guarda 25 esse renovó durante la menor edad de mismo espíritu: dirigidos por principañoles, que sorprendieron y espulMahomet IV. Hasta 1554, bajo el reipios uniformes y ligados por convensaron fácilmente. Alli se organizar on nado de Solimán el Grande, no adciones, recorrían los mares de América, teniendo la palabra botín por formando una sociedad según regla- quirió el café reputación en Constangrito de reunión. Este estado, de una mentos especiales que acordaban de tinopla. En Inglaterra se abrió el priforma estravagante, debió su primer común asentimiento, y á loscjue todos mer café en la calle de los Lombardos origen á la codicia y á las opresiones se sometían. En ellos se señalaba la el año de 1652, por un griego llamade los insaciables europeos, de las parte que cada uno habia de tener do Pascua, que llegó á Londres en españoles sobre todo, que hacían sen- en el botin, las indemnizaciones en compañía de un negociante turco. tir cada vez mas su yugo de hierro favor de los heridos é inutilizados, y Soliman-Agá fué el primero que lo sobre las Indias Occidentales... en sus principales cláusulas estaban por dio á conocer en Francia, establefin, al atractivo del pillage que ofre- lo común concebidas del modo si- ciendo un cafó en Marsella el año 1669; y en 1672 , en la feria de San cían al universo la navegación de los guiente: Germán, un armenio estableció el españoles y las riquezas inagotables El primer buque capturado perprimero en París. de Méjico y el Perú... Añadamos á es- tenecerá de derecho al capitán. tas causas, prosigue con estraño canCuando el café dejó de ser objeto El cirujano tendrá 200 escudos, dor Mr. Christian, los celos que ins- para indemnizarlo del valor de su de lujo y fantasia , para convertirse piraba á las potencias de Europa asistencia y medicinas, y el que se- en una nesesidad verdadera ó fictila pretendida felicidad de la Espa- ñale la presa recibirá 1*00 escudos. cia, todas las naciones de Europa que ña... La conducta de los españoles en La pérdida de un ojo en el com- poseían colonias entre los trópicos, el Nuevo Mundo habia despertado to- bate será pagada con 100 escudos; la procuraron aclimatar en ellas este dos los sentimientos rencorosos (hai* de dos con 600, ó seis esclavos a arbusto. neux) de las demás naciones. Se les elección. Los holandeses fueron los primeenvidiaba las minas de oro y de plaros que lo trasplantaron de la Moka á ta de sus colonias... Los que se arBatavia y de Batavia á Amsterdam. (Se continuará). maban contra ellos, añade llevado de Los magistrados de esta ciudad ensu fervor filantrópico, parecían ser viaron á Luis XIV en 1714 un cateto los sostenedores de una causa común aue , cultivado en estufas en el jará las demás naciones, y los vengadodin real, v i n o á ser origen de losplandores de la humanidad ultrajada. Asi tíos de América. Mr. Declieux lo trasEL CAFE. se vieron jóvenes y aun hombres de portó á la Martinica en 1720 , y de una edad madura, no estraviados esta isla se propagó por el resto de por el libertinage, la pobreza , ó la América, donde hoy se cultiva con El consumo anual de cafó que inclinación al saqueo , sino penetratanto fruto. El verdadero fomento de se hace en Madrid, asi en las cados de un 'generoso resentimiento, esta planta en la isla de Cuba data unirse á los Hermanos de la costa, sas particulares como en los esta- desde 1790, con motivo de la emigrablecimientos públicos destinados á su para hacerles una guerra á muerte. ción de los colonos franceses de SanDe aqui esta protección*ya secreta, venta, se calcula por término mínimo to Domingo. En 1796 apenas se contaya manifiesta , que la Francia y la en 21.900,000 tazas equivalentes á ban ocho ó diez cafetales, y la esporInglaterra, y también el Portugal y 684,375 libras, cuyo importe ascien tacion en 4790 no pasó dé 7,411 arJa Holanda, los gobiernos de sus is- de á 6.843,150 reales. Este resultado robas. las y los comandantes de sus buques ofrece un aumento estraordinariopero de guerra concedieron á estos pira- proporcionado al aumento de poblatas.jcon la esperanza de debilitar la ción y al mayor uúmero de cafés que M A D R I D , 1853. España y enriquecer con sus despo- diariamente se abren en la corte. Hace algunos años monopolizaban Pombo, jos sus propias colonias. No solo era ESTABLECIMIENTO TIPOG. DE MELLADO, en tiempo de guerra cuando estas pocalle de Santa Teresa, n ú m . P« (I) Hisíoire des pírate >, etc. t. I I , p á tencias favorecían las empresas de gina 133 y siguientes.