programa completo - Ayuntamiento de Lumbrales

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ALUDO DEL ALCALDE
AGOSTO DE 2014
PEDRO SÁNCHEZ CALDERÓN
Sin apenas darme cuenta llega el momento de, por cuarto año
consecutivo y, como consecuencia, último de la presente legislatura,
saludar a todos los vecinos -presentes y ausentes- así como a cuantas personas de otros muchos lugares tienen a bien estar en contacto
con nuestro pueblo y visitarnos cuantas veces pueden, sin faltar a disfrutar de nuestras Fiestas Patronales.
Por todo cuanto en este, al menos para mí, brevísimo período, de
convivencia permanente y fluidas relaciones personales con la generalidad de los vecinos y visitantes, quiero públicamente:
RECONOCER y agradeceros la altruista colaboración y participación, así como el buen hacer y mejor saber estar, en cuanto conllevan
las relaciones cívico-sociales, habiendo conseguido un respeto mutuo
y una pacífica vida social.
RESALTAR, con plena convicción, nuestra desinteresada hospitalidad hacia los que nos acompañan en estos días, haciéndolos partícipes, también, de cuantos eventos se programan cada
año.
EVIDENCIAR la capacidad de superar en cada emisión de nuestras fiestas, la celebridad de
que gozan y el interés general que despiertan, a pesar de que no nos acompañen, todos los
años, las situaciones y favorables circunstancias por todos deseadas.
MANIFESTAR un sincero deseo, convencido de que también es el de todos, de esforzarnos
para conseguir llenar cada día de nuestra vida con el ánimo, energía y felicidad de los de estas
fiestas.
TRANSMITIROS, una vez más, la dedicación y entrega de la Corporación Municipal, plantilla
del Ayuntamiento y numerosas personas más, que han conseguido poder ofrecernos, esperamos, un amplio, variado y atractivo programa que, si bien, no es el utópico soñado, sí se corresponde con el de nuestras posibilidades y aspiraciones.
INVITAROS, de corazón, a participar y disfrutar de todos y cada uno de los actos programados,
muy especialmente en los del día 15 de agosto, Festividad de Nuestra Patrona, la Virgen de la
Asunción, y a los festejos de los días 23, 24, 25 y 26, que conforme indicaciones y manifestaciones
de los expertos en tauromaquia, se confía den, tanto cuadrillas como ganaderías, UNOS BUENOS
ESPECTÁCULOS, cerrándose con la novedad de UN GRAN-PRIX.
DAR a todos la más sincera bienvenida y grata felicitación, acompañadas de
los mejores deseos de que tengamos unas MUY BUENAS FIESTAS y, sobre todo,
en un futuro próximo, la máxima prosperidad, convencido de que la necesitamos
y merecemos.
Todo ello se lo pedimos “CONFIADAMENTE” a nuestra PATRONA.
Vuestro Alcalde.
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REGÓN DE LAS FIESTAS DE LUMBRALES
AGOSTO DE 2013
BIENVENIDO GARCÍA GUITIÁN
Tengo que agradecer la amable invitación de nuestro alcalde, Pedro, para ser el pregonero
de las fiestas de Lumbrales 2013.
Nunca pensé que pudiera caer sobre mí una encomienda de este tipo. Llevo fuera del pueblo
prácticamente toda mi vida. Desde que a los 17 años decidí hacerme salesiano. Abandoné Lumbrales el 19 de julio del año 1955, a eso de las seis de la mañana. Algo que quedó siempre grabado en mi mente. El día anterior había sido fiesta, el 18 de julio.
Dejaba atrás a mi pandilla de amigos, los partidos de fútbol del ferial, la Carretera... “Adiós
Lumbrales, Lumbrales de mi querer...” había cantado el día anterior y en ese momento lo repetía
en mi interior. “Adiós Lumbrales, cuándo te volveré a ver...”. No volví hasta pasados bastantes
años y solamente por algunos días.
Actualmente ando perdido por África... “haciendo de misionero”. Jamás se me había pasado
por la cabeza que eso pudiera llegar, pero un día el superior me propuso la posibilidad de ir a
misiones y dejé que fuera él quien tomara la decisión, aunque mi edad era ya un poco avanzada.
Llevo quince años por aquellas tierras, siete en Guinea Ecuatorial y el resto en Camerún.
¿Qué supone el pueblo y en este caso concreto Lumbrales, para una persona que ha vivido
toda su vida fuera de él? Yo creo que es algo así como los genes, el ADN, algo que marca, algo
que da identidad, que te define... Hay que tener un pueblo, ser de un pueblo, donde has vivido
los primeros años de tu vida, esos que dicen los psicólogos que marcan tu personalidad, el perfil
del individuo para el resto de sus días.
¡Y mira que ha cambiado! ¡Qué diferente al de aquellos años de niñez! Pero no importa, mi
pueblo será siempre mi pueblo.
Allí es donde se comienza a tener contacto con la realidad... la Escuela a los cuatro años,
¡cómo marca!, la primera nevada ¡qué maravilla!, el arroyo, por decir, y tantas cosas más: el
“Prao las Cañas”, el juego pelota, las eras, los trillos, el aventar, el acarreo de la paja, la feria de
mayo con los fotógrafos, los caballitos del tiovivo, las turroneras... agosto con los toros... todo era
novedad, nuevas sensaciones, el mundo se abría por los cuatro costados.
No cabe duda que eso deja impronta y ahí queda para toda la vida...
Luego, mi contacto con el pueblo se reduce a algunas visitas, muy distanciadas, ni siquiera
una vez al año, un contacto muy superficial.
El pueblo es algo así como las raíces. No se puede vivir sin una referencia. En él, hemos aprendido a vivir y allí tenemos que volver cuando a lo largo de nuestra existencia perdemos el rumbo
y no sabemos hacia dónde dirigirnos.
En el pueblo adquirimos los principios fundamentales que pueden dar sentido a una vida. De
una manera más o menos explícita ahí hemos asumido los valores, que aunque no siempre los
respetamos, vertebran y dan sentido y seguridad a nuestras vidas.
Y cuando ahora llegan nuevos vientos y parece que todo vale, en lo más profundo de nuestra
persona sentimos que no puede ser. Es algo que hemos asimilado sin darnos cuenta, de la
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misma manera como empezamos a nadar o a hablar, pero que ha modelado nuestra forma de
ver la realidad. En lo profundo de nuestra persona notamos que no es verdad, que no todo vale,
que no se pueden perder los valores, los principios, el norte.
El pueblo ha evolucionado mucho. A nuestra generación le ha tocado ser testigo del mayor
cambio que se pudiera imaginar. Aquellos tiempos en que no se conocía más arado que el romano, a reja, y la siega a hoz... que distaban muy poco, prácticamente nada, de los inicios del
siglo XIX, cuando la afrancesada, que todo se hacía a lomo de burro y mula... Eso fue desapareciendo poco a poco y sustituido por otro tipo de vida. Surgió “el agua de la mina”, las calles asfaltadas, las máquinas agrícolas, los establecimientos luminosos, el instituto, el polideportivo, un
tipo muy diferente de tabernas que ahora se llaman cafeterías o pubs.
Y Lumbrales comenzó a despoblarse; éxodo migratorio buscando regiones más industrializadas como Alemania o el Norte. Recordemos aquello de “ya han llegado los Irunes”. Nuestra
villa se fue vaciando.
Pero el pueblo es como la familia. Es algo que tira... y comienzan a construirse casas modernas, chalets, que serán habitados solamente algunos meses al año. No importa, el emigrante
se preocupa por tener algo en su pueblo. No puede olvidar ni prescindir de sus raíces. Y vuelve
para pasar los veranos y vacaciones porque al fin y al cabo, aquí, es donde mejor se siente.
Llega agosto y Lumbrales renace. La población aumenta y se viene a la “fiesta de los toros”.
Hoy son los toros y muchas cosas más. Se organizan eventos culturales y recreativos. Diferentes
competiciones deportivas para los jóvenes y otras dirigidas a los niños. Y hasta las hay de tipo
artesanal o folklórico. El coso taurino, montado con mucha antelación, da lugar a representaciones de todo tipo. Qué diferencia con la antigua plaza, cerrada a base de carros, con aquellos
palenques que más de una vez se vinieron abajo. Aquellos carros que desparecían, diluyéndose,
como disolviéndose después de la última corrida, la del lunes, porque tenían que estar dispuestos
para la labor al día siguiente.
Estamos celebrando la fiesta, nuestras “Fiestas de Agosto”, la Fiesta de los toros. tenemos
como patrona a Ntra. Sra. de la Asunción, “Sancta María de Liminares”. Podemos hacer de María
nuestra madre y nuestra intercesora.
Un día fueron nuestras propias madres las que nos dieron el ser. Ellas con su entrega y dedicación fueron tallando, modelando nuestra persona. Lucharon para que los hijos de Lumbrales
crecieran fuertes y robustos, no solo en lo físico sino también en las virtudes y cualidades humanas que constituyen la verdadera persona. Ellas nos enseñaron con su ejemplo el valor del esfuerzo y el trabajo. Las vimos afanadas día y noche en todo tipo de ocupaciones y labores.
Siempre dispuestas a olvidarse de sí mismas en beneficio de otros.
Ellas han luchado para que Lumbrales siga siendo Lumbrales. Cuando con la llegada de la
democracia tuvieron un protagonismo mayor, se preocuparon por revivir las costumbres y el folklore de otros tiempos. Volvieron “Los Barrios”, “El día de las Águedas” y otras muchas y diferentes
actividades relacionadas con la formación y desarrollo de la persona. Hasta han llegado a formar
la “Asociación de Mujeres de la Villa de Lumbrales”.
Lumbrales resurge, Lumbrales se renueva, hay nuevas inquietudes... se ha restaurado la Torre
del Reloj, se han abierto museos permanentes, se excavan ruinas romanas, se piensa en recuperar el olvidado ferrocarril con fines turísticos, existe un club de jubilados además de una Residencia para la Tercera Edad, se ha iniciado la concentración parcelaria, se ha impulsado la “Fiesta
del Almendro” y la feria del quince de mayo va tomando considerable renombre fuera de la comarca.
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Pero la mayor riqueza que podemos considerar proviene de su propia juventud. De una generación diferente que ha decidido quedarse aquí, en Lumbrales, para establecer nuevas industrias, para ofrecer servicios con un corte moderno como pueden ser los supermercados, o
promoviendo los productos propios como las fábricas de embutidos. Y no podemos olvidar a
esos jóvenes que probaron suerte fuera y que ahora vuelven, aportando sabia nueva, para establecerse aquí. Lumbrales se abre a un futuro esperanzador.
Mañana es el día de nuestra Patrona. Ser Patrona de la villa es algo más que presidir el retablo
del altar mayor o recorrer las calles en procesión una vez al año. Ser Patrona supone ser madre,
preocuparse por nosotros, estar presente en todas las necesidades. Ella puede hacer el milagro.
Ella puede transformar nuestras vidas. Puede enseñarnos a superar las dificultades, esas dificultades concretas que, a veces, nos impiden ser felices, que nos impiden disfrutar de la vida. Puede
enseñarnos a asumir el dolor, las contrariedades, a dar sentido a aquellos que nos parece que
no lo tiene, a centrar nuestro interés en lo auténtico y lo que en realidad vale.
Que ella nos enseñe a vivir nuestra vida plagada de luces y sombras, con dedicación y optimismo. Que nos enseñe a disfrutar de tanto como Dios nos da y que tantas veces nos pasa
desapercibido.
Adelante con las fiestas de Lumbrales.
Adelante con lo que Lumbrales es y lo que Lumbrales nos brinda. Disfrutemos de estos días.
Olvidemos por un tiempo todo lo negativo. Dios nos ha creado para que seamos felices y Él es,
además, nuestro padre. Todo tiene solución.
VIVA LA ALEGRÍA. VIVA EL OPTIMISMO.
¡FELICES FIESTAS PARA TODOS!
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ANIVERSARIO del que fue “COLEGIO LIBRE ADOPTADO”,
C.L.A. hoy INSTITUTO DE ENSEÑANZA I.E.S. “TIERRA DE
ABADENGO”
Y 50º Aniversario de FORMACIÓN INTENSIVA PROFESIONAL,
F.I.P. en el año 1964
RICARDO GARCÍA. PÁRROCO EMÉRITO DE LUMBRALES
La cultura ha cambiado radicalmente a Lumbrales. Si en 1952 en Lumbrales había tan
solo 2 estudiantes universitarias, una de Magisterio, dos de Bachiller y seis seminaristas, hoy
en 2014, en todas las familias de Lumbrales, incluso en las que fueron más pobres y humildes, hay títulos universitarios, cientos y cientos de licenciados en distintas Ciencias y Artes.
Me refiero a aquel Lumbrales que conocimos por los años 1952-60. Pueblo grande. Decían
que el mayor de la provincia de Salamanca, con 4.000 habitantes. Empezaban entonces las
obras sobre los Saltos del Duero. Pueblo grande, pero sin saneamiento, sin agua corriente y escaso alumbrado. Muy mal comunicado con Salamanca y peor con Ciudad Rodrigo. Pueblo de
familias numerosas, de baja cultura general, exceptuando a los funcionarios y algunas personas
más; mucha gente mayor casi analfabeta, pero gente honrada y muy trabajadora.
Hoy Lumbrales es distinto, ha cambiado en muchos aspectos, pero solamente me voy a fijar
en lo referente a la cultura, como arriba hemos indicado.
En Lumbrales, en 1950, tan solo había un Centro Escolar de Primera Enseñanza, con un grupo
de maestros extraordinario, siendo su Director D. Manuel Martín, pero no todos los niños asistían
hasta cumplir la edad escolar; la dejaban a los 10 años, especialmente las niñas y niños de familias numerosas y pobres. La niña abandonaba la escuela para ayudar a su madre en las faenas de la casa y, el niño para guardar ovejas o cerdos en el campo.
Para corregir este grave error, en septiembre de 1955 se reunió la Junta Municipal de Primera
Enseñanza, formada por el Sr. Alcalde del pueblo, D. José Galván, varios maestros, algunos padres, y el cura párroco. Se acordó mentalizar a los padres y hacerles comprender que la mejor
herencia que podían dejar a sus hijos era la mayor cultura posible, asistiendo a la escuela hasta
los 12 y 14 años. Se hizo una campaña con este fin y, en general, los padres obedecieron y se corrigió este grave error.
Se acordó también crear una Academia para la Enseñanza Media Libre, para que los niños
y niñas, a partir de 12 años, quisieran hacer Bachillerato Libre, examinándose en los Institutos de
Salamanca o Ciudad Rodrigo.
La Academia se formó, en principio, por el director de las Escuelas Graduadas, D. Manuel,
dos maestros más y el párroco y coadjutor de la villa; otros maestros se comprometieron a dar
en las Escuelas enseñanza nocturna para adultos que lo desearan. A dicha Academia no solo
acudieron los hijos de los médicos, de los maestros y de los funcionarios, sino también los labradores e industriales, que la mayoría alcanzaron el Bachillerato Elemental; recuerdo que entre
estos alumnos se encontraba el que hoy preside nuestro Ayuntamiento, D. Pedro Sánchez Calderón; otros niños marchaban al Seminario de Ciudad Rodrigo y Colegios Religiosos, en busca
de mayor cultura.
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En el año 1956, en el Centro Parroquial se abre un cine autorizado, como medio cultural, dirigido especialmente a los niños, pues aunque ya existía en el pueblo el cine Calderón, los niños
no iban, ni otras personas reacias a este medio, aunque Pío XII había dicho que el cine es también
una “obra de Dios”. El éxito del CINE PARROQUIAL fue tan grande que al poco tiempo hubo que
hacer una gran reforma en dicho Centro, convirtiéndole en una magnífica y moderna Sala de
cine, en donde se proyectaban para todos, para niños y mayores, las películas mejores que se
producían. Su fin principal era aumentar la cultura, servir de encuentro y honesto esparcimiento.
El Cine tuvo muchos años buen éxito, hasta que aparecieron los Vídeos, y acabaron con los Cines
Rurales, el nuestro en 1980.
En el año 1957 llegan a Lumbrales las Religiosas Hijas de la Caridad, que darían un gran impulso a la cultura. Comenzaron trabajando con los parvulitos y acogiendo a los ancianos desvalidos pero, dado el aumento de niños, debido a las familias llegadas a trabajar en los Saltos, el
Ministerio de Educación les concede licencias para abrir un Colegio de Enseñanza Primaria Femenina. Tres años después levantaron un magnífico edificio llamado “Colegio de la Milagrosa”
(hoy “Residencia de Ancianos Santa Rita”) que, además de la Enseñanza Primaria, comenzaron
a repartir la Enseñanza Media Libre y también Magisterio, Administrativo y Música, examinando
a los alumnos en Salamanca, Ávila y Ciudad Rodrigo. Fueron 20 años de un grupo extraordinario
pues chicas de Lumbrales y del Abadengo, obtuvieron los títulos de maestras, administrativas y
algunos de Música, entre otros, el actual organista de la Parroquia, D. Ángel Miguel García.
En el año 1963 comenzó a publicarse la Hoja Popular “GRITO” como medio también cultural,
de 4 páginas, editada mensualmente, que de un modo sencillo recogía día a día la vida en el
pueblo y de los acontecimientos importantes, tanto a nivel provincial como nacional. Dicha Hoja
se repartía por todo el pueblo y se mandaba por correo a 400 familias lumbralenses esparcidas
por toda la geografía española, y algunas en el extranjero. Todas las Hojas de GRITO publicadas
durante 40 años, están recogidas en 5 tomos titulados “APUNTES DE LUMBRALES”, donde se encuentran ampliamente lo que queremos recordar en este artículo.
Año 1964-2014: 50º Aniversario del Colegio Libre Adoptado (C.L.A.)
En el mes de mayo de 1963 el Consejo de Ministros aprueba la creación de un Colegio Libre
Adoptado en Lumbrales, Colegio solicitado por el Excmo. Ayuntamiento, siendo alcalde D. Ángel
Arroyo, adscrito al Instituto Masculino de Salamanca, de quien dependería académicamente. En
él se impartirían los 4 cursos de Bachillerato Elemental.
Estos Colegios abrirían las puertas ya definitivas para que la Enseñanza Media entrara con
más facilidad en la vida rural y los niños y niñas empezar a caminar hacia la Universidad. En el
pueblo, oficialmente teníamos como Centros de Cultura, no solo las Escuelas Primarias Nacio18
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nales, regentadas por ese grupo extraordinario de maestros, sino también el Colegio de La Milagrosa, con Enseñanza Primaria, y además la Enseñanza Libre de Bachillerato y Magisterio; y
llegaba ahora el Colegio Libre Adoptado que sería el futuro Instituto.
El primer curso de dicho Colegio fue en el año 1963-64 y se dio en el antiguo Cuartel de la
Guardia Civil (hoy transformado en Centro de Salud Comarcal). Fueron los primeros profesores
oficiales: el licenciado en Ciencias D. Alfonso Calvo, director del Centro, y la licenciada en Letras,
la Sta. Pilar Gómez de Bedate, vice-directora, y profesores auxiliares, el licenciado D. Ricardo García, D. Cipriano Encinas y los maestros D. Félix Rodríguez Vázquez y Dña. Pilar Matilla.
Quiero recordar a aquellos 30 niños y niñas, los primeros que estrenaban el Colegio Libre
Adoptado, su alegría, su ilusión al ser los nuevos estudiantes que,aunque de familias humildes,
ya podían llegar un día a la Universidad. Sí, estos Colegios Rurales, vinieron para derribar el muro
de la Enseñanza Universitaria que había sido privilegio de los que podían ir a la ciudad a estudiar.
Consta que el curso 1965-66, en el Colegio Libre Adoptado Mixto, ya había 98 alumnos, de
los cuales 78 eran de Lumbrales y 20 de los pueblos vecinos. En el Colegio de La Milagrosa 38
niñas de Enseñanza Libre, 28 chicas jóvenes de Magisterio Libre y Administrativo y 36 seminaristas
en el Seminario de Ciudad Rodrigo y Noviciados.
En el curso 1966-67 en el C.L.A. se empiezan a dar clases de 5º y 6º de Bachillerato Superior
como alumnos libres. En el año 1968 se inaugura el nuevo edificio del C.L.A. levantado en el
Campo de la Feria (hoy convertido en Multiusos) siendo Alcalde D. Ángel Arroyo.
En 1970 el Inspector Provincial de Enseñanza Primaria, D. Juan Jaén, como premio a sus maestros, quiere hacer en Lumbrales la 1ª Concentración Escolar de la provincia, pero no se pudo con20
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seguir por falta de entendimiento para adquirir los terrenos necesarios para edificar. Se tuvo que
proceder a la expropiación forzosa y la Concentración Escolar, que tenía que ser la primera de la
provincia de Salamanca, sería la última, en el año 1980. Fue un gravísimo error, el peor, que perjudicó mucho al progreso de Lumbrales, pues se atacó muy seriamente al C.L.A. y estuvo a punto
de desaparecer por falta alumnos; Vitigudino nos ganaría la partida llevándose después el 1er
Instituto de la comarca.
En 1970 aparece la nueva Ley de Educación General Básica (E.G.B.) del Ministro Villar Palasí,
haciéndola obligatoria hasta los 14 años. El alumno que quisiera seguir los estudios, tenía dos
opciones: estudiar Bachillerato Unificado Polivalente (B.U.P.) o la Formación Profesional (F.P.). En
Lumbrales, el C.L.A. se inclinó por B.U.P. que consistía en 3 cursos de formación intelectual más
el C.O.U. (Curso de Orientación Universitaria) pero había que hacerlo en Vitigudino.
En 1978 desaparecen los C.L.A. y pasan a llamarse Colegios Habilitados para el B.U.P., que
deben tener un mínimo de 90 alumnos. Fueron unos años muy críticos para defender nuestro
Colegio y que no desapareciera.
En 1980 llega por fin la Concentración Escolar y vienen a Lumbrales 147 niños del Abadengo,
exceptuando Hinojosa. Suben poco a poco los alumnos para el B.U.P. pero no llegamos a 100.
Con la nueva Ley del Ministro Palasí, el Colegio de La Milagrosa, quedaría solamente con Enseñanza Primaria y desparece en el año 1980.
En el año 1981 un grupo de jóvenes, entre ellos D. José María García del Amo, crean la Asociación “Amigos de Lumbrales”, cuyo fin principal era también promocionar la cultura, publicando
trimestralmente una revista con el mismo nombre, de mayor formato y de varias páginas.
En 1985 sale la LODE (Ley Orgánica de Educación) primera Ley de Enseñanza del nuevo gobierno socialista. Según ella los Colegios habilitados de B.U.P. se llamarían, en adelante Colegios
Municipales Públicos, pero tenían que contar, por lo menos, con 100 alumnos. Temimos que nuestro Colegio de B.U.P. podría desaparecer y sus alumnos irían por transporte a Vitigudino.
El Ayuntamiento, siendo alcalde D. Fidel González García y, sobre todo, los profesores, hicieron
una campaña intensa, pueblo por pueblo, para conseguir alumnos y, en el curso 1985-86, logramos tener 104 matriculados.
En el curso 1989-90 siendo alcalde D. Ángel Calvo Gómez, pasa a ser Colegio Municipal Público de hecho y derecho, y los alumnos solo tienen que abonar la matrícula. Es este curso, estaban de profesores 6 hijos del pueblo, que 7 años antes, habían sido alumnos del mismo.
En el año 1990 se anuncia otra nueva Ley de Enseñanza, la L.O.G.S.E. que obliga la enseñanza
hasta los 16 años y gratuita. En ella se contempla crear en Lumbrales un Centro Escolar de Enseñanza Secundaria. El Ayuntamiento ofrece un terreno de 10.000 m2 que ha comprado pero, en
1993, ante las dificultades económicas para la implantación de la L.O.G.S.E. se teme que prescindan de Lumbrales. El Ayuntamiento, siendo alcalde D. Ángel Calvo, se mueve oportunamente
y el Ministerio contesta que se cumplirá lo prometido.
Hay presiones para que se retrase la implantación de la L.O.G.S.E. y seguir con el antiguo
B.U.P., pero el Ayuntamiento, Asociación de Padres, partidos políticos y alumnos profesores, consiguen, con el Director Provincial del M.E.C., Sr. Soler (que tenía interés por nuestro pueblo), que
la L.O.G.S.E. se empezara a aplicar en Lumbrales en Primaria y Secundaria, y B.U.P. a eliminar,
en el curso 1996-97. Junto a las Escuelas se levantó rápidamente parte del edificio necesario, que
se completó después, y ya no se edificó el Instituto en el terreno que ofreció el Ayuntamiento.
Después de 35 años de lucha por defender nuestro Colegio de Enseñanza Media, que tuvo siem22
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pre detractores, por fin, aunque muy tarde,
se consiguió el Instituto de Bachillerato tan
deseado.
El 1 de julio de 1997 se publicó en el B.O.E.
la concesión a Lumbrales de un Instituto de
Enseñanza Secundaria. Nuestros niños y jóvenes no tendrían que salir del pueblo hasta
no ir a la Universidad. Amén de la riqueza
científica y cultural que emana del Instituto,
motor principal para el progreso y desarrollo, sería además una fuente de trabajo alrededor de 40 puestos, entre directos e
indirectos.
El nuevo Instituto de Enseñanza Secundaria comenzó el curso 1997-98, siendo director D. José Sánchez Martín, con 240
alumnos matriculados, con 21 profesores y
5 empleados no docentes, y la enseñanza
sería de 1º y 2º, 3º y 4º de la E.S.O., obteniendo el título de Educación Secundaria
Obligatoria y a continuación el Bachillerato
con las 2 modalidades: de Humanidades y
Ciencias Sociales, y el de Ciencias y Tecnología. Al terminar el Bachillerato, se le da el
título de Bachiller. El éxito hasta ahora conseguido ha sido extraordinario, pero dada
la mínima natalidad que hay en Lumbrales y comarca, aparece un enemigo: la bajada de alumnos. Si hace 16 años eran 240 alumnos, hoy solo tiene 147.
Actualmente la directora del Instituto es la Lic. Dña. Beatriz Vidriales Martín, secretario Lic. D.
Bernardo García Trigo, y jefe de estudios Lic. D. Jorge Rodríguez Martín y 28 profesores más. Si
algún día desapareciera el Instituto, sería una pérdida irreparable para Lumbrales.
Cientos y cientos de niños y niñas jóvenes, chicos y chicas, han estudiado en estos Colegios,
y muchos, muchos de ellos han pasado por la Universidad o Escuelas Mayores, de tal manera
que es casi todas, por no decir que todas las familias del pueblo, hay títulos universitarios, de tal
manera que podemos afirmar categóricamente que la cultura, como dije al principio, ha cambiado radicalmente a Lumbrales.
50º Aniversario del centro de Formación Intensiva Profesional, F.I.P. 1964 y cursos del P.P.O.
Si el Ministerio de Educación había dado un gran empuje a la cultura en los pueblos para
niños y jóvenes, también el Ministerio de Trabajo quiso darlo para los adultos, creando en 1963
los Centros de Formación Intensiva Profesional ( F.I.P.) que se podían establecer en cualquier lugar
donde se solicitara, cumpliendo lo reglamentado.
A Madrid, en una furgoneta Citroen, de 2 caballos, llevaron a los primeros cuatro jóvenes de
Lumbrales para hacer un Curso de Electricidad en un centro de F.I.P.; uno de ellos sería después
alcalde de Lumbrales.
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En 1964 se creó en Lumbrales un Centro de Formación Intensiva Profesional a través de Cáritas
Nacional; se dieron varios cursos de Formación Laboral de 5 meses de duración, con 6 horas de
práctica y 2 de cultura general.
Fue el primero un Curso de Albañilería para 30 alumnos, dirigido por el aparejador D. Javier
Pellicer, que dio un gran impulso y renovación al gremio de construcción: albañilería y carpintería
metálica, que dejó como recuerdo parte de los edificios que hoy forma el Complejo Parroquial.
El 2º curso fue de Confección Industrial, también de 5 meses de duración, con 8 horas de trabajo, 6 de práctica y 2 de cultura. Lo hicieron 35 chicas y, al final, nació la Cooperativa CONFINL
(Cooperativa Industrial de Lumbrales) aprobada por el Ministerio de Trabajo, cuya presidenta fue
la Sta. María Teresa Saborido Vicente. Se montó el primer taller de Confección Industrial y, después
de hacer otros 3 cursos más de Confección Industrial, se abrieron otros 3 talleres: de reparado
de Calzado, Marroquinería o Bolsos y Tricotar o Prendas de Punto. Diariamente más de 70 chicas
trabajaban en ellos y por sus distintos talleres pasaron casi todas las jóvenes de aquella etapa.
Tal Cooperativa duró 25 años con mucha vida, desapareciendo en el año 1991.
En el año 1966 llegan los Cursos del P.P.O. (Patronato de Protección Obrera del Ministerio de
Trabajo), con más medios para la formación que los F.I.P.; lo mejor que ha pasado por los pueblos.
Se dieron Cursos de Fontanería, Chapa, Soldadura, Torno, Mecánico Reparador, etc. por los que
pasaron más de 260 alumnos, no solo de Lumbrales, sino también del Abadengo. Lumbrales
fue el pueblo de la provincia en que más cursos se dieron, según la Delegación Provincial de Salamanca.
Este movimiento socio-laboral, cultural en la Villa, inaugurado por Cáritas Nacional y bendecido por Obispo de Ciudad Rodrigo fue varias veces visitado por las autoridades provinciales de
Salamanca, siendo alcaldes D. Ángel Arroyo y después D. José Amador.
Del CINE PARROQUIAL y de la CONFINL, quedó un pequeño Museo en locales del Complejo
Parroquial.
He querido recordar con esta líneas los 50º Aniversarios de algunas cosas que ayudaron al
pueblo a promocionarse en el campo de la cultura, porque el progreso y el bienestar de un pueblo dependen de su cultura, del espíritu del trabajo y del amor que la anima.
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LA
TAUROMAQUIA YA ES PATRIMONIO CULTURAL. LO LEO
EN PERIODICO EL MUNDO Y BUSCO SU CONTRASTACIÓN
BIENVENIDO Gª FRANCIA
Así se confirma al publicarse en el nº 245 fecha 4 de octubre de 2013 del Boletín Oficial de las
Cortes Generales, aprobando en el Senado la proposición de Ley del Congreso de los Diputados.
Dice la RAE en su diccionario de la lengua española: CULTURA POPULAR: Es el conjunto de las
manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo.
Como aficionado me siento beneficiario de esta defensa de tan histórico Patrimonio y para
divulgar lo que conozco de la jerga taurina, de chascarrillos, anécdotas, lenguaje coloquial, idiosincrasia de las figuras del toreo, Los Califas, maestros y esta apasionante colectividad, citaré figuras históricamente importantes y alguna contemporánea, que seducen y emocionan.
Científicos y filósofos fueron y son defensores de este patrimonio cultural. Recurro a algo anecdótico: En el cigarral del Dr. Marañón, estando Ortega y Gasset, invitó a Rafael Guerra (Guerrita)
uno de los 4 califas de Córdoba y se lo presentó: Filósofo, ensayista y político, primera inteligencia
española del siglo XX.- Escuchó El Guerra con atención y como buen andaluz hizo una pausa y
comentó: ”Hay gente pa to”.
Los dos Ortegas, D. José el filósofo, Domingo el torero y conferenciante en el Ateneo, incondicionales amigos. Contemplamos una foto de ambos toreando al alimón. Ortega y Gasset admiraba a Paquiro, Francisco Montes, personaje del que hablaremos y del premio que lleva su
nombre. Y dijo: La historia del toreo está ligada a la de España, tanto que sin conocer la primera
sería imposible comprender la segunda. Es una aportación a la fiesta, con dimensión cultural.
Valle Inclán, íntimo de Belmonte, al que dijo que lo único que le faltaba era morir en la plaza
y contestó: se hará lo que se pueda.
Nuestro Nobel Camilo José Cela, dijo que descubrió en la fiesta de los toros una fuente de
inspiración divina que le acompañaría los días de su vida. Trasladó a sus libros su querencia al
arte de Cúchares; El Gallego y su cuadrilla, Torerías, etc.
Henry de Monttherland, miembro de la academia francesa, dijo: El toreo es el único arte que
juega con la muerte.
García Lorca, Dalí, Picasso, Goya, Barceló y Bizet, se involucran con sus creaciones, en el
mundo del toro. Algún famoso detractor: Así podemos interpretar la contestación de Fleming
cuando le dicen que su descubrimiento de la penicilina puede, en bastantes ocasiones, salvar la
vida a toreros y sus cuadrillas: ¿Y a cuántos toros he salvado?, dijo.
Hemos comenzado por el segundo de los califas para exponer la relación que ha tenido la
tauromaquia con filósofos, escritores y científicos ilustres con la anécdota del Cigarral del Dr. Marañón. Y cuando escribimos esto, leemos en prensa: “Morante, El Juli y Talavante, «The Maestros».
“La terna de figuras presentó ayer 5 junio, en El Reina Sofía, nombre con el que han bautizado el
evento especial que acogerá Vistalegre el 27 de septiembre. Los tres «tenores» lidiarán toros de
Zalduendo y Garcigrande bajo los acordes de la Orquesta Sinfónica de Madrid”. Impresionante
aportación lírica y cultural al Patrimonio de la Tauromaquia. Les deseamos el mismo éxito que
tuvieron los tres auténticos tenores: Plácido Domingo, José Carreras y Pavarotti el año 1990 en
las Termas de Caracalla.
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Hablemos de los cuatro Califas del toreo, honor
acuñado por Mariano de Cavia, en el orden en que
fueron galardonados:
LAGARTIJO: Prestigioso torero Cordobés que llegó
a torear 1632 corridas y estoquear 4867 toros. Le
damos el Guinness de la Tauromaquia. En 1889 se celebró una corrida en París con motivo de la exposición
de la Torre Eiffel. Se negó a brindar un toro a la destronada Isabel II porque, dijo, soy republicano. Íntimo
amigo de Guerrita, terminaron enemistados hasta el
punto de no asistir a su entierro. Cuando enviudó la
familia de su mujer le reclamó gananciales, consultó
a un ilustre abogado que le dijo: es duro pero legal.
De manera, replicó, que mi suegro en el tendido y yo
en el redondel, hemos toreado a medias.
EL GUERRA O GUERRITA: Era el torero predilecto del
Rey Alfonso XIII. Le invitaba a cacerías y siempre iba
vestido de torero. Un día fue con chaquetón y el Rey le
dice: al verte creí que eras un Obispo. No le dejó terminar, Majestad, en lo mío soy por lo menos Papa.
El Rey asistía a una corrida de la feria de Córdoba.
El Guerra iba a esperarle a la estación y se unía al Gobernador Civil, al Alcalde, el Obispo y Capitán General. Baja el Rey y al dirigirse a él para abrazarle
le dice: habiendo aquí tan importantes autoridades, ¿me saluda a mí antes? Respuesta: A estos
los cambio de un plumazo, a ti no puedo.
De la escuela de Lagartijo, hay un fandango que dice: En lo alto de la sierra, Córdoba tiene un
cortijo, donde le dió Lagartijo, su primera lección al Guerra. Eran íntimos amigos, Guerra con fama
de soberbio y tacaño, Lagartijo desprendido, jovial. Paseando una noche por calle Las Sierpes,
se le cae una moneda a El Guerra y con la obscuridad no la ve. Enciende Lagartijo un billete de
mil pesetas y le ayuda a buscarla. Sus frases: Lo que no pué se, no pué se y además es imposible.- Primero yo, después de mí “nadie” y después de “nadie” Cervantes. Perfeccionó el toreo,
dándole ligazón a la faena. Impone el toro de 5 años más adecuado al arte.
Machaquito. Excelso estoqueador, de l36 estocadas mató l25 toros.- Mariano Benlliure lo tomó
para modelo de su famosa escultura “LA ESTOCADA DE LA TARDE”. Le concedemos el Guinness
de Estoqueador.
De su profesionalidad se dijo que su valor y la vergüenza torera fueron sus prioridades.
Manolete. Solemne, con singular personalidad, quietud y valentía. En su gravedad dijo: que
disgusto se va a llevar mi madre. Parco en hablar, cuenta el célebre fotógrafo Canito, que en una
comida con familiar este comentó: Qué bien se está hablando poco. Mejor se está “callao”, dijo
Manolete. Creó la Manoletina, que causó sensación. Es un pase muy recurrente que casi todos
los toreros la han aplicado en sus faenas. Castella lo hace engañando al toro y al aproximarse
lo da por el lado izquierdo.
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Estos fueron los 4 Califas del Toreo de Córdoba hasta el año 2002 que con protestas creo yo
fundamentadas se propuso a El Cordobés, lo cual ha sido al fin admitido por el Ayuntamiento. Vi
torear varias veces a El Cordobés sin entusiasmarme, pero reconozco que creó un fenómeno social, con interpretación ajena al arte que Guerrita perfeccionó de ligazón en la faena, y de Chicuelo, que para Cossío fue el que inició el toreo moderno.
Joselito: Muerto en la plaza de Talavera. Cofrade de la Macarena, cuya imagen llevó luto y
manto durante un año.
El Espartero, muerto en las Ventas en 1894 por un toro de Miura, hecho que dio a este hierro
fama de peligro.
El Gallo, apodo por su gallardía y valor. El divino calvo. Han tenido resonancia sus juicios y
frases. Para torear, hay que olvidarse del cuerpo. Clásico, decía, es lo que no se “pué hasér mejor”.
Perfecto” lo que está bien “arrematao” Las broncas se las lleva el viento, las “cornás” se las queda
uno. Inventó el pase sentado en una silla y Gerardo Diego le dedicó este poema:
Rafael pide una silla
-¿silla, una silla? De paja
Ya han encontrado la alhaja
Ya se sienta en su Sevilla
¡Cálculo de maravilla!
Tres, de maestro le ha dado:
Alto, de pecho, ayudado.
En trono de querubines
y cantando por bajines.
Todos de pié. Y él sentado.
Vemos a El Gallo y a Morante de la Puebla. Este, en 2013 en Nimes en una histórica tarde,
cortó tres orejas y rabo con este lance.
LOS TOREROS DEL 68. El movimiento francés del 68 tuvo autores intelectuales. La Tauromaquia
valores de arte y perfección en las figuras míticas de Lagartijo, Guerrita, Frascuelo y Espartero.
Dejamos abierta la puerta a Tauromaquia Patrimonio Cultural, pues ha hecho y seguirá haciendo historia. Seguiremos si Dios lo quiere y la Junta Municipal lo autoriza el año 2015, con los
personajes contemporáneos, la dinastía Bienvenida, el ya mítico José Tomás, Curro Romero, el
faraón de Camas, la trilogía que decidió quitarse la vida, Belmonte (el pasmo de Triana) Paquito
Muñoz, hijo político de Higinio Severino y Domingo Dominguín. Ganaderías, pelos de los toros y
cuantos acontecimientos y noticias culturales podamos aportar.
Decíamos al comenzar que hablaríamos del premio referencia en el mundo de los toros, el
PAQUIRO. (Solo dos literatos, Vargas Llosa y Pere Gimferrer lo han recibido) Francisco Montes (Paquiro) toreó 24 toros en dos días en Zaragoza. Su apellido MONTES dio pie a llamar “montera”,
por lo que se atribuye a él su uso.
En su Tauromaquia, Paquiro da importancia a la querencia de los toros que dejándola libre,
facilita el éxito de la suerte.
Felices fiestas y un abrazo.
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C
ALLES
DE LUMBRALES
TERUQUI ROBLEDO
Algunos de los nombres de las calles y plazas de nuestro pueblo encierran en sus rótulos
parte de la historia de la localidad y revelan en los sucesivos cambios de sus títulos, los devenires
políticos, sociales y religiosos que se vivieron en Lumbrales en determinados momentos hasta
que les restituyeron sus nombres primigenios. Así, algunas de estas vías fueron utilizadas para
loar hechos y personajes de la República, Guerra Civil y el Franquismo. Claro ejemplo de ello lo
constituyen las calles de las que se va a hacer referencia.
El acta de la sesión plenaria celebrada en Lumbrales el 6 de junio de 1931 (un día antes se
había constituido el nuevo Ayuntamiento) recoge entre otras, estas mociones y proposiciones formuladas por el Señor Presidente:
1ª. “Que el lugar que se hallaba colocado el retrato del ex Rey [Alfonso XIII] en el estrado de la
sala de sesiones de esta casa consistorial, se coloque la del vecino. D. Pedro Hernández Comerón que existe actualmente en una de las dependencias de este mismo edificio y se comunique a los vecinos, con objeto de evitar los incidentes que hubiere lugar; 2ª. La obligación que
tienen de abstenerse en colocar emblemas o insignias en las fachadas de sus domicilios, que
se refieran a la Monarquía felizmente desaparecida; 3ª. Que se sustituya la actual corona, que
existe en el Edificio Escolar de esta localidad por la mural declarada reglamentaria; y 4ª. Que se
sustituyan los actuales nombres de las calles de La Estación, Del Medio y de Los Guardas por
los respectivos de La Avenida de la República, de Fermín Galán y de García Hernández en
conmemoración del Triunfo de la República y como homenaje a los Mártires de la Libertad”.
Estas cuatro proposiciones se aprobaron “por mayoría de 10 concejales contra la abstención
de un concejal”.
Por la alusión que se hace de don Pedro Hernández Comerón quiero hacer un inciso para
comentar su valiosa implicación en un hecho social de gran envergadura que palió en lo posible
el hambre de los más necesitados de la localidad. Este personaje singular de profesión abogado
y banquero, fue alcalde de Lumbrales hasta el año 1918, y el promotor de la roturación de la Dehesa Comunal que con una extensión de 600 hectáreas aproximadamente, solamente se aprovechaban de ella, llevando a pastar allí sus ganados, un reducido grupo de familias influyentes
que además, “controlaban” desde sus cargos municipales la Alcaldía.
El historiador lumbralense, Ricardo Robledo Hernández, de un extraordinario trabajo de investigación extrajo un apartado dedicado a la: HISTORIA DE LUMBRALES (IV). LA ROTURACIÓN
DE LA DEHESA, que publicó en el programa de fiestas de 1998. En él describe de forma exhaustiva
la intensa lucha hasta conseguir un reparto equitativo de la dehesa boyal entre todos los vecinos.
Así en septiembre de 1910, cuatro años después de las reivindicaciones populares, aparecía
aprobado en el Boletín Oficial de la Provincia “el cultivo de 300 hectáreas para el año agrícola
de 1910-1011 a la que se podía acceder simplemente siendo vecino que tuviera casa abierta”.
Con la roturación y división de la dehesa se estableció, que la mitad de esta se dedicara a
pasto y la otra mitad para distribuirla en lotes para que los cultivaran los vecinos necesitados;
estableciéndose un periodo rotatorio de cinco años.
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Retomo el tema. Poco más de un lustro, figuraron las calles con las anteriores inscripciones.
En 1936, la Corporación es de distinto signo político y la Guerra Civil asola a España; y, como ocurriera anteriormente, también desea el actual Consistorio exaltar un episodio y perpetuarlo con
los nombres de los personajes más relevantes de los sucesos que estaban acaeciendo.
El acta de la sesión plenaria del día 7-11-1936, recoge: “Cambio de nombre de Calles. Próxima
la entrada en Madrid del movimiento militar español y desando conmemorar ese acontecimiento con la imposición a varias calles de los nombres de las personas que más se han distinguido en ese Movimiento Salvador de España (…) el Ayuntamiento prevé declaración de
urgencia por unanimidad acordó: 1º. Sustituir en principio el nombre de las calles siguientes:
Medio o Galán García por Queipo de Ilano
Guardas o García Hernández por Mola
Ancha por Moscardó
Pozo y Trinchera por J.A. Primo de Rivera
Plaza de la Alegría por Calvo Sotelo
Larga por Aranda
Atalaya por Varela
El día 12 de diciembre de este año se aprobó la propuesta. Las nuevas denominaciones de
estos lugares de tránsito permanecerán hasta al año 1985.
Como es sabido durante esta etapa se originaron en España grandes transformaciones. El
fin del régimen franquista tras el fallecimiento de Franco en 1975 y, la Ley de Sucesión, generan
un nuevo tiempo político de cambios en España conocido como la transición. Se elabora en 1978
una Constitución que garantiza al pueblo sus derechos y libertades. Un años después se instauran los primeros Ayuntamientos democráticos.
En 1985, el PSOE, gobierna el Consistorio lumbralense. En el acta de la sesión plenaria celebrada el 17 de septiembre de este años, los Órganos Complementarios de Urbanismo proponen
al Pleno el cambio de nombres a las siguientes calles y plazas:
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Nombre a extinguir
Nombre que se propone
General Aranda
Calle Larga
General Queipo de Ilano
Calle Del Medio
General Moscardó
Calle Ancha
General Varela
Calle La Atalaya y Las Viñas
General Mola
Calle de Los Guardas
Generalísimo
Carretera de La Estación
Teniente Justo Manzanas
Calle La Fandanga
Salas Pombo
Calle Imperial
José Antonio
Calle del Pozo
Plaza de José Luis Taboada
Plaza del Mercado
Plaza de Otero Aenlle
Plaza de La Barrera
Plaza de Calvo Sotelo
Plaza de La Alegría
(En estas designaciones el Ayuntamiento cometió un error, ya que el Teniente Justo Manzanas
no perteneció a la etapa franquista, sino que falleció en la Guerra de África. El nombre originario
de la calle sustituida era La Panera; no la Fandanga como ha pasado a llamarse).
Después de un amplio debate “se somete a votación y es aprobada dicha propuesta, con
cinco votos a favor del PSOE, votando en contra los tres concejales del Partido Popular y el
del Bloque Agrario”.
Poco más de medio siglo (1931-1985) duró este peregrinaje de la alteración de rótulos de unas
sencillas calles sometidas a las mudanzas del viento político. Después de 29 años del retorno a
sus nombres centenarios esperemos que estos no sean sustituidos si no es para el reconocimiento de alguno de esos seres que han dedicado su vida al bien de la comunidad.
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E
NGRANDECE
TU PUEBLO
ASUNCIÓN. S. N.
Son tiempos difíciles para todos, pero para nuestros pueblos, que ya han vivido con lo justo,
la situación se complica mucho más. Porque en los pueblos generalmente no hemos vivido por
encima de nuestras posibilidades, como se empeñan en hacernos creer algunos. En todo caso,
hemos sobrevivido, estamos sobreviviendo en un modelo económico y social para el que apenas
contamos. Pero es cierto que todos somos en parte culpables de ciertas prácticas que han contribuido a generar el estado actual de las cosas. Prácticas que podríamos corregir para ayudar
a mejorar la situación actual. Tendríamos, por ejemplo, que intentar bajar los niveles de consumo,
particularmente de energía; reducir la movilidad, aprender a vivir mejor con menos, ganar autosuficiencia, reivindicar nuestra lentitud en oposición a un mundo construido sobre el consumo
compulsivo del tiempo, hacer más intercambios locales, prescindiendo de mercancías que han
viajado cientos o miles de kilómetros, optar más por el consumo local y la auto producción.
Y comprar en nuestros pueblos iría en esa línea, porque supone un rechazo a las grandes
superficies y todo lo que representan: deshumanización o despersonalización de la compra, explotación laboral, explotación del productor, sobre todo en el caso de los productos agrícolas,
venta de productos traídos de lejos, suministrados fuera de temporada, sobre embalados desplazamientos en coche particular para hacer la compra.... Comprar productos de fuera beneficia
a esos países y nuestro dinero sale fuera de nuestras fronteras, dejando cada vez más desempleo y más paro aquí.
En el pequeño comercio, en las tiendas de siempre, existe un trato personal, directo y humano,
del que carecen otros formatos comerciales. Generalmente conocen tus gustos, pueden recomendarte un regalo porque conocen al destinatario… y en el bar ya te sirven el café como tú
quieres porque conocen tus preferencias…
El comercio es un agente que dinamiza las poblaciones. ¿Te imaginas tu pueblo sin tiendas?
¿Te das cuenta de la vida, el movimiento y el ambiente que crean? Para que ese dinamismo se
mantenga, solo hay que apostar por esas tiendas, comprando en ellas, para que sigan ahí.
Cuando optamos por nuestros comercios locales apostamos por nuestro pueblo en sí, haciendo
que se mantenga vivo y fortalecido. Compras de forma relajada, paseando de un establecimiento
a otro, entre tu gente y al aire libre, sin contaminar, sin necesidad de buscar aparcamiento, sin
estrés. Tus tiendas están cerca de ti, no pierdes tiempo en desplazarte, ni dinero en combustible.
Las compras que realizas en tu pueblo no son compras compulsivas: solo compras lo que has
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decidido comprar. Y ese dinero lo dejas a los comerciantes de tu pueblo, que son de tu pueblo y
a su vez gastan en tu pueblo. Contribuyes al mantenimiento de unos puestos de trabajo donde
hay gran número de autónomos, gran integración femenina y de gente joven. Haces que la riqueza circule en tu entorno y que se genere una actividad que repercute en tu propio beneficio,
ya que si buscas empleo, y hay movimiento en tu población, es posible que tengas más posibilidades de encontrarlo. Se trata de una cadena de la que todos formamos parte.
En las pequeñas tiendas de tu pueblo, en los servicios que te ofrecen los profesionales de tu
comunidad, se mantienen negocios familiares que a veces han pasado de generación en generación, siendo ya parte del pueblo mismo. Comprar en estas tiendas o utilizar esos servicios contribuye en ocasiones a mantener elementos que son distintivo de la localidad misma, y que, en
ocasiones, contribuyen a que esa localidad se conozca fuera. Son tiendas y profesionales con
solera y tradición que también han sabido modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos.
Además, muchos de nuestros comercios y servicios están asociados, ofreciéndote campañas
conjuntas o descuentos especiales. Estas iniciativas son un plus adicional a la calidad y variedad
de los productos ofertados.
Y muchos servicios, pregonados por las grandes multinacionales a bombo y platillo, siempre
se han ofrecido de forma discreta y continuada en las tiendas de toda la vida. ¿Es que tus tiendas
nunca te han aplazado un pago? ¿Nunca te han financiado una compra? ¿No te han ayudado
con el transporte? ¿No te guardan los paquetes mientras compras en otros sitios? ¿No te han reservado artículos?
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Más de 60 años a su servicio
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XIII CERTAMEN LITERARIO CARMEN MARTÍN GAITE.
ORGANIZADO POR LA ASOCIACIÓN DE MUJERES VILLA DE LUMBRALES.
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NÚMERO SIETE
LOURDES ASO TORRALBA. PRIMER PREMIO
La frase inicial con la que debe comenzar el relato dice: “Mi mayor ilusión en este momento
de la vida es…” . A partir de ahora comienza el concurso de escritura rápida. Disponen de treinta
minutos. Suerte a todos.
Yo prosigo: es ganar el concurso. No saben ustedes el hambre que se pasa en este oficio de
pedir. Vienen a misa muy arregladas y echan calderilla que no me alcanza ni para café caliente.
Y ya dicen en ese refrán tan español que el hambre agudiza el ingenio. Yo, antes de venir a Lumbrales vivía en el Pirineo pero no saben ustedes el frío que hace en el invierno y los sabañones
que se me hacían en los pies. Antes de eso si tenía vida. Quiero decir que todavía no había llegado la crisis, nadie me había echado de casa y tenía unos cuantos euros en el bolsillo para lo
básico. Y como no, para comprarme por capricho alguna novela de García Márquez y algún
cuento de Borges. Les parecerá una tontería pero soñaba con hacer algún día algo así, inventarme una historia que conmoviera al lector, solo que Enriqueta me desanimaba con su frase de
siempre: ¿Y quién va a leerte a ti si no sabes ni escribir tu nombre?”. Reconozco que me tragaba
el orgullo y pensaba: “pues algún día me leerán”. Ya ven ustedes, señoras del jurado, fue una
casualidad que su hoja con la convocatoria de este certamen cayera en mi lata de pedir, que a
punto estuve de llamarlas para devolverles el papel, creyendo que sería una nota personal, el
ticket de la compra de la vecina o vayan ustedes a saber.
Miro alrededor y veo al resto de aspirantes. Escriben todos muy deprisa. Pero sobre todo,
traen un aspecto inmaculado. Todos recién duchados, con la camisa planchada y los pantalones
más nuevos del armario. Todos con ganas de hablar de la ilusión que mueve al mundo, como si
desearan hacerles un lavado de cara a los políticos para ablandar sus corazones y de paso cambiaran las leyes represivas y se volviera un poco a la igualdad entre el pobre y el rico, vamos, a
poder vivir dignamente. Los supongo a todos devanándose el cerebro, exprimiéndose sus neuronas para que quede claro que esa y no otra es su ilusión plagada de metáforas y buena literatura, no como la mía que sale de adentro y pasas por debajo de la piel hambrienta. Para qué
nos vamos a engañar, yo no pienso en nada de eso porque hace días que no me importan esas
tonterías. Tengo tantos problemas para sobrevivir y no morirme en la calle de tantas cosas, incluso
de soledad, que no puedo pensar en ilusiones globalizadas y universales.
Leí en su hojita de convocatoria el premio. Trescientos euros. Para algunos de mis contrincantes eso supone un capricho con los amigos, un fin de semana en la playa, un móvil nuevo. Yo
pensé y lo mantengo que es una fortuna. Me sentiría millonario, como si me hubiera tocado el
premio gordo de la lotería. No saben ustedes, estimadas señoras del jurado, los siglos que hace
que no veo una cantidad similar. Claro que si la ganara, mi vida en la calle podría convertirse en
un peligro. Nadie camina con trescientos euros en la cartera. ¿O sí? He perdido la cuenta de lo
que resulta normal. Claro que ustedes dirán que lo meta en el banco. Yo no tengo banco, ni cartilla, ni euros y, según leo en los periódicos retrasados que recojo alrededor de los contenedores
de papel, si metiera trescientos euros en el banco para ir tirando, en un banco cualquiera, aunque
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yo no gaste más que para bocadillos, se quedan euros por mantener la cuenta, por abrir la cartilla, por sacar dinero y hasta por darles a esos señores de corbata los buenos días.
Sin embargo, en la base número siete dicen que el ganador deberá leer su trabajo en público
y eso sí me hace ilusión, el minuto de gloria que Enriqueta decía no lograría nunca. Ya ven que
tontería conformase con cuatro aplausos de nada. Ni que esto fuera el Premio Planeta ¿verdad?
Pero claro, aquí en Lumbrales he visto que celebran todo a lo grande. Está ese fotógrafo que llaman Gonzalín, que lo mismo se cuelga la cámara para sacar fotos a las vaquillas que a los pasos
de la procesión de Semana Santa. Así que seguro que ustedes lo llaman. Un evento así merece
al menos hacerle publicidad pues han dejado fuera de la sala a aspirantes de Cádiz y de Jaén,
de Valencia y de la mismísima capital por falta de aforo. Faltaría más que no le dedicaran aunque
fuera media página del suplemento dominical. Y verán que tontería, pues con estas pintas lo
mismo deslucía la foto; pues me imagino en medio de ustedes sonriendo como un bobalicón y
me hace más ilusión todavía que la gente se pregunte que qué hago pidiendo si escribo tan
bien, si podría ganarme la vida a punta de bolígrafo. Ya sé que un minuto de gloria dura un minuto pero ¡qué minuto! Fliparía en colores. Incluso me arrancaría alguna esquirla de esta puñetera
depresión. ¿Saben ustedes? Cuando uno lleva mucho tiempo en la calle se siente basura y me
estarían devolviendo un poquito de autoestima, de dignidad. Sobre todo me estarían premiando
haber tenido ilusión aún sabiendo que no podía tener ninguna posibilidad.
Los contrincantes parecen formados, como si tuvieran por profesión escribir y eso les diera
euros suficientes como para mantener un techo sobre sus cabezas. Ignoro si harán trampas y
traerán frases sueltas de Cortázar que las colarán magníficas entre línea y línea, si lograrán con
ello el efecto deseado para impresionarlas. Yo les escribo de corazón. Me rugen las tripas. Y si
fuera un Lazarillo, les aseguro que me las ingeniaría para morder el queso y beberme el vino.
Pero aquí es todo mucho más formal y yo he aprendido a conformarme con la limosna. Incluso
si por una de esas remotas casualidades ustedes eligieran este relato como ganador bajo el
lema “la ilusión” desentonaría en el picoteo posterior. Ni siquiera los camareros vestidos impolutos
me dejarían probar bocado y tomar algún montadito y algún canapé sin apartarme los dedos
de las bandejas. Lo más seguro me descargarían un guantazo bien dado para que no les manchara los manteles e incluso llamarían a Seguridad porque ustedes temían que mi presencia
contaminara la comida. Es normal porque ya he dicho que llevo sin ducharme más de dos semanas y aunque me avergüenza presentarme así, habían exigido estar en los asientos a la hora
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en punto de inicio del certamen. Escribo rápido pero todos me ganan pues se les ve a la legua
que se han entrenado debidamente para la ocasión con lo que ya he partido de la línea de salida
en clara desventaja. No obstante dicen que hay que intentar llegar a la meta al menos con la cabeza alta, sobre todo porque en su base décima decían que los participantes tendrían derecho
a una vista guiada al museo, a la Iglesia y nos iban a llevar en autobús por los alrededores de
Lumbrales mientras ustedes deliberaban. Y, créanme, aunque solo sea por eso, por sentir que
se rompe la rutina de mi vida, que me he subido en un autobús para disfrutar de unas vacaciones
estupendas (breves pero estupendas), por ver desde arriba y a través de una ventanilla de cristal
las mismas calles que veo siempre desde el suelo y con un cartón delante, habrá valido la pena
participar en su certamen, pues mucho antes de que ustedes deliberen y premien a uno de esos
escritores consagrados en los concursos, yo habré disfrutado de mi premio a mi manera. Al no
tener nada, como les digo, soñar es gratis y no me queda sino agradecerles que, a pesar de la
crisis hayan mantenido el concurso (al parecer anual) con lo que a ustedes les parecerá una insignificancia de dotación y que a mí me llagaría para doscientos bocadillos administrándolo bien.
Creo que me haría tanta ilusión, que saltaría tanto, que daría tantas volteretas en el aire, que mi
imagen daría la vuelta al mundo y se conocería Lumbrales por ese concurso en el que el ganador
casi se vuelve loco de remate.
Ya nos apremian a entregar los relatos. Igual no tiene mucho de literatura, igual simplemente
piensan que efectivamente se les coló un perturbado entre sus filas. La suerte no está echada.
Yo la necesito toda para comer mañana, pasado y al otro… pero si no, cuando vengan a misa
de las seis las esperaré para que me echen los céntimos que les sobran de la compra, porque
gracias a su buena voluntad y a esta convocatoria he pasado con ustedes una de mis mejores
“medias horas” en mucho tiempo.
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XIII CERTAMEN LITERARIO CARMEN MARTÍN GAITE.
ORGANIZADO POR LA ASOCIACIÓN DE MUJERES VILLA DE LUMBRALES.
O
JOS
EN SOL PONIENTE
MANUEL LUQUE TAPIA. SEGUNDO PREMIO
Tenéis la piel toda de amor cuajada
como un campo de carencias,
y hay un temblor de nido en vuestra sangre
y un murmullo de acequias y de brisas.
Juana Pinés Maeso
Nunca, incluso ni ya de mayor, osé preguntar si fue decisión propia o un fallo, lo único cierto
es que mi madre a sus cuarenta y cuatro años alardeaba de una ostentosa barriga, mientras
que a mí, la reina de la casa, me irritaba el mero hecho de pensar que en breve habría de compartir el cariño de mis padres con el nuevo vástago. Debo reconocer pues, que nunca quise que
aquel alumbramiento, que ya se presagiaba inminente, llegara a buen puerto. Qué iba a querer
yo, una cría de doce años, si aún antes de nacer ya le hacían más caso que a mí; que si mira
que patucos más bonitos para la niña –porque para más cruz sería una niña-, que si mira que
faldoncito más lindo, que si pon la mano aquí que ahora está dando pataditas, que si patatín
que si patatán… En fin, la pesadilla de una niña a las puertas de la adolescencia que poco a
poco veía cómo su reino se desmoronaba. Llegó el día tan ansiado por mis padres -y tan odiado
para mí- y mamá dio a luz en el Hospital Provincial, pero las cosas no debieron ir todo lo bien
que ellos esperaban porque aún pasarían casi dos semanas para que la neonata y mi madre
hicieran acto de presencia en el domicilio familiar. Desde un primer momento dejé entrever con
clarividencia un sentimiento de repulsa hacia María, así habían decidido que se llamara la recién
nacida, la cual me pareció más pequeña de lo normal, su cabeza redonda como una pelota, su
frente aplanada y los ojos rasgados y dormilones, ojos que años después supe que se llaman
“en sol poniente”.
Así fue como María irrumpió en mi vida alterando el discurrir normal de mi existencia. Los primeros meses se los pasó mamá, un día sí y otro también, en el pediatra, y cuando regresaba,
como si no lo hiciera, siempre sobre aquel pequeño incordio practicándole mil ejercicios y festejando cualquier progreso, un giro de cabeza, un grito, un intento fallido de cogerse el pie, y el júbilo estaba servido. Tantas majaderías eran necesarias para la educación de un crío, me
preguntaba sin hallar una respuesta coherente. Poco a poco, los escasos progresos de María
se fueron distanciando en el tiempo al igual que los ejercicios a que la sometían mis padres que,
abatidos y desilusionados, cada día le dispensaban menos atención. Y yo que me acercaba cada
vez más, no sé por qué, pero fui tomando el duro relevo, en un principio movida quizás por un
sentimiento de culpa nacido de aquellos primeros pensamientos hostiles hacia ella. Ahora la
veía tan llena de vida y a la vez tan desamparada e indefensa, que comprendí que su futuro dependía de mí más que su vida del aire que respiraba, así que poco a poco me fui inmiscuyendo
en su vida a la vez que ella, sin darme cuenta, se inmiscuía en la mía. Fui forzando su progreso
y aunque más lento de lo que yo deseaba, progresaba. Mi primer gran logro fue conseguir que
siguiera con su mirada los sonidos, un sonajero, un llavero, cualquier cosa valía para llamar su
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atención. Pronto empezó a arrastrarse, luego a gatear. Recuerdo la bronca que me gané cuando
mi madre me sorprendió agarrándola por las axilas intentando que diera sus primeros pasos,
sin embargo, aquellas reprimendas avivaban más mis ansias y envalentonaban mi ánimo. María
se había convertido en un reto para mí.
Hasta transcurridos varios años no supe que mi hermana padecía una enfermedad llamada
“Síndrome de Down”. Sabido esto me informé todo lo que pude sobre esta enfermedad y lo que
más me irritó fue conocer ciertas opiniones que consideraban a un trisómico como sinónimo de
inútil, es decir, un ser con el que la familia debe resignarse a cargar toda la vida. Sin embargo,
yo seguí viendo a mi hermana como siempre la había visto, diferente porque todos somos diferentes, más torpes o más inteligentes, más o menos sociables, con ojos azules o negros, torpes
o hábiles, ciegos o sordos, blancos o negros… peculiaridades físicas o psíquicas que definen a
cada uno de los humanos. Me afiancé tozudamente en aquel reto, y decidí dedicarme a la dulce
María en cuerpo y alma todo el tiempo de que dispusiera. Pronto comprendí que entre mi hermana y yo se producía un increíble proceso de ósmosis, ella era tan necesaria para mí como yo
para ella, dependíamos mutuamente y por igual la una de la otra. En cuanto a sus progresos
existieron mil ocasiones en que decidí tirar la toalla, demasiado esfuerzo para tan poco resultado,
pero no, eran tantas las recompensas… A cada objetivo conseguido se abría un inmenso abanico de mil metas más. No, no fue un camino de rosas, la peor traba de todas, el mayor obstáculo,
la gente, su integración social, y lo más difícil no fue enseñarla a ser independiente sino convencer
a los míos de que podía conseguirlo.
Para su décimo cumpleaños, como regalo, decidí llevarla a un parque de atracciones. Aún
recuerdo el día que se lo dije, la expresión de júbilo en su rostro, el estallido de alegría en sus
ojos… Corría de un lado a otro, hacía palmas, me dio tantos besos… Llegado el día, y vencida
la testaruda oposición de mis padres a los que tuve que convencer de que aquel instinto protector
no era nada bueno para María, nos dirigimos al parque de atracciones. Una vez allí me acerqué
a la ventanilla del carrusel para comprar los tiques, entonces, mientras aquella señora morena
me los dispensaba, observé cómo miraba a María con compasión, inferioridad y lástima, le doy
un billete de cinco euros del que me tenía que devolver un euro, dos euros por viaje, pero cual
fue mi sorpresa cuando depositó en mi mano tres euros. “Señora se ha equivocado”, le dije mostrándole la palma de mi mano. “No, solo son dos euros, no voy a cobrarle a una criatura así”
añadió, poniendo esa cara de pena que tanto me fastidia. Los latidos del corazón habían disparado su pálpito y podía sentir como la sangre bullía por mis venas frenéticamente, pero me armé
de templanza y le dije: “Señora, mi hermana y yo vamos a subir al tiovivo las dos, y vamos a pasearnos las dos, y a disfrutar las dos, así que haga el favor de cobrarme los dos viajes”.
Después de estar un buen rato paseando, mirando, riendo, divirtiéndonos y observando cómo
los padres normales con sus niños perfectos nos señalaban con dedo y volvían la cabeza para
mirarnos, regresamos a casa. María reía, me refería minúsculos detalles, pormenores ínfimos
de los que yo ni siquiera me había percatado, sacando de sus observaciones conclusiones puras
y limpias. María me estaba enseñando a apreciar esas cosas nimias, esos pequeños acontecimientos que hace que la existencia sea un lugar de gozo. María, un ser rebosante de sensibilidad,
me estaba enseñando a ser feliz. Supe entonces que había sido el mejor regalo que había podido
hacerle, que había podido hacerme. Después de aquel día las salidas de casa fueron aumentando progresivamente, y ahora, ya fuera del perímetro que establecían los muros de nuestro
hogar donde dominaba el instinto protector de mis padres, María estaba empezando a conocer
el mundo de verdad y eso le gustaba, un mundo real lleno de sacrificio y esfuerzo donde el afán
de superación en las relaciones la estaban obligando día a día a luchar. Las dos, ella igual que
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yo, habíamos aprendido que más duro que aprender a leer o escribir, a estudiar o ir al colegio,
era ver cómo la gente la discriminaba.
En una de nuestras ya frecuentes salidas le propuse a mis padres que nos acompañasen a
lo que ellos accedieron, aunque no sin ciertos tapujos y reticencias. A María le encantó la idea.
Recuerdo que arreciaba ya el calor y papá decidió invitarnos a un helado, dos de vainilla, uno de
turrón y otro de chocolate, porque a María le encanta el chocolate. “¿Qué le debo?”, preguntó mi
padre. “Son tres euros, señor”, contestó el hombre. “Discúlpeme, pero me temo que está usted
en un error”, dijo papá, que perfectamente sabía que cada cucurucho costaba un euro, así figuraba en los rótulos anaranjados que colgaban de cada una de las esquinas del quiosco. “No,
no señor, es que a esta chica tan guapa la quiero invitar”, argumentó el heladero, al que mis padres dedicaron una sociable sonrisa de agradecimiento, a pesar de los sobrehumanos esfuerzos
que diariamente yo hacía por hacerles comprender que María no podía ser tratada de forma diferente. “Son cuatro helados, el de mi padre, el de mi madre, el de mi hermana y el mío, los cuatro
nos los vamos a comer, los cuatro los vamos a saborear… así es que haga el favor y cóbrese de
los cuatro helados”, apuntilló María con aplomo y confianza en lo que decía. El heladero se quedó
sorprendidamente boquiabierto, quizás tanto como decepcionadamente avergonzados papá y
mamá, mientras yo, por el contrario, estaba felizmente admirada, ya que María aprendía y más
rápidamente de lo que suponía. Ante situación tan admirablemente embarazosa estallé en una
enorme carcajada contagiando a María que se deshacía en risas mientras observábamos la
cara de indignación que mostraban nuestros padres. Cuando nos retiramos del puesto nos echaron una broca de escándalo, pero la verdad era que María había conseguido el logro más importante a que puede aspirar un trisómico, quería ser tratada como cualquier otra chica porque
como tal se veía, había salido de aquel pozo de tinieblas en que los humanos, a veces sin pensar,
y sin duda alguna, sin querer, convertimos sus vidas. A partir de aquel día mis esfuerzos se incrementaron todavía más y María, a su vez, a medida que avanzaba, mostraba un interés cada
vez más desmedido en su aprendizaje. María, en definitiva, comenzó a tomar sus propias decisiones, a coger las riendas de su existencia.
Consciente de sus limitaciones y del tiempo y esfuerzo que habría de dedicar para conseguir
objetivos, los suyos que yo no los míos, y hacer realidad sus ilusiones, aprendió alfarería en una
escuela taller y hoy, a sus veintisiete años, tiene un pequeño taller que la hace económicamente
autosuficiente. María, con estimulación temprana, la continua dedicación y la denodada lucha,
rebasó con creces las metas que yo
me impuse y ahora trata de superar
las suyas propias. Aún recuerdo la
expresión de su rostro cuando hace
pocos meses se disponía a decir
unas palabras en la Casa de la Juventud de la localidad en que vivimos
donde exponía una muestra de su
trabajo. Yo sabía que estaba tensa,
no más que cualquier otra que se
dispusiera a hablar por primera vez
en un acto público, acomodó el micro
a su estatura y dirigiéndose a los
asistentes, comenzó diciendo: “Solo
les ruego que tengan un poco de
confianza en mí…”.
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A
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A JULIO ROBLES EN EL 35 ANIVERSARIO DE SU
ALTERNATIVA
RAMÓN SANTIAGO PATINO
Despacio como toreabas
firme llegaste a la meta.
Cuando todo lo tenías
se terminó tu carrera.
Su arte lo colocaba
como figura señera.
El toreo lo bordaba
con gran embrujo y pureza.
Esa vara de avellano
tan juncal y tan derecha,
se rompe y queda curvada
en Francia la tarde aquella.
A su capote y muleta
imprimía tal cadencia
que los alberos perfumaban
el frasco de sus esencias.
El empaque y señorío
de tu figura torera
se la llevó Timador
y nos dejó la tristeza.
Su capote fue la hondura,
poderío y elegancia;
su muleta sentimiento,
sabiduría y templanza.
Los jazmines y claveles,
amapolas y violetas,
alondras y ruiseñores,
no cantan con alegría.
Las flores mustias se quedan.
Y al terminar su camino
despacio, siempre en torero,
lecciones de arte dejó
que mantienen su recuerdo.
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A
MANECER
EN LUMBRALES
JUÁN JOSÉ HERNÁNDEZ
Apenas sí se veía
sobre los rojos tejados
la escarcha se convertía
en hielo acaramelado.
Un estrecho ventanil
escupe luz de un farol,
entre sombras de guiñol
y fulgores de candil.
En los pilares del caño
el aura a un chopo peinaba
sus ramas color castaño,
mientras las bicas lloraban.
A lo lejos canta un gallo
picoteando a la aurora
pone paz en el serrallo
con su voz atronadora.
Relucientes como joyas
por la luna plateadas,
corren las aguas del Froya
hacia el Duero enamoradas.
Los luceros en el cielo
ya se van descolocando,
y en su lugar van dejando
blanco sudario en el suelo.
Muge un buey, bala una oveja
rebuzna un viejo pollino
gruñe en la cuadra un cochino
y la oscuridad… se aleja.
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M
UJER
Eres la suave y silenciosa bruma
que inunda al ser de paz.
Es tu sonrisa la alegría,
de quien vive y sueña.
Tu mirada es profunda
y enigmática,
como el extenso mar.
Son tus manos tiernas y cálidas,
cual capullo de flor al nacer.
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ALBERTO BLANCO SÁNCHEZ
Es tu voz la melodía,
que llena el ambiente de amor.
Mujer, a quien Dios le regaló
el don divino de ser madre.
Mujer, que trabajas y te esfuerzas,
por superarte cada día.
Mujer, que en un momento,
inventas todo un mundo
para hacer feliz,
a quien amar.
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El Excmo.
Ayuntamiento de
Lumbrales
les desea...
¡¡Felices Fiestas!!
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RELACIÓN DE EMPRESAS COLABORADORAS
PÁG.
EMPRESA
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EMPRESA
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ACT Tauroarribes
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Instalaciones Garcli, S.L.
4
Alonso & Ramos Aboados - Asesoría
100
Juan Luis Pérez Montero
6
Arquitecto Técnico Julio Tabárez Morante
26
Kiosko Librería Abadengo
17
Autoescuela Km. 1
27
La Caixa
7
Autoservicio Celmar
23
La Frutería
9
Bar España
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Lavandería Tere
15
Bar Las Vegas
85
Mármoles Sahagún, S.L.
83
Bar Mesón Las Rejas
43
Materiales de Construcción Mercamat
67
Cafetería Altamira
25
McD Abogados y Gestoría Lafisconta
13
Calefacción Ángel Fuentes Muñoz
21
Mercería Mª Ángeles
5
Calefacción - Fontanería Carlos Vaquero Mateos
87
Mesón Restaurante La Tinaja
15
Carnicería Calderón
41
NANTA
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Carnicería Juanma
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Natalia
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Carnicería Las Merchanas
67
Panadería Mangas
70
Carpintería Pedro Hernández Alejo
56
Patria Hispana Seguros
9
Carpintería de alumnio Manuel Arroyo Hernández
89
Pedro M. González Barahona. Piensos para ganadería
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Carpíntería metálica Salvador González Chico
28
Peluquería Elena
69
Carpintería y ebanistería Manuel Santiago Pascual
90
Pinturas Barahona
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Centro de recepción de visitantes Casa del Conde
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Pinturas Rodríguez Santos
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Cerrajería Manuel Comerón López
65
Pintura y Decoración Manolo
14
Construcciones Isiram del Abadengo, S.L.
90
Psicóloga Pilar Hernández
94
Construcciones Sánchez Ilera, S.L.
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Punto de atención de Iberdrola
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Criador de animales Luis Ángel Cabezas Tetilla
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Quesos Abadengo
73
Disco Bar El Corral del Abuelo
95
Quesos Artesanos del Arco Hernández
68
Distribución de bebidas Antonio Redero Rico
33
Quesos García Filloy
62
Electricidad Agudo, S.L.
30
Reformas Ángel
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ElectrOlivera
65
Reparación de calzado y Artesanía de cuero Laura
2
Embutidos Herrero
17
Reparaciones Electro Moncasa, S.L.
35
Emilio Calvo Collantes
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Restaurante Apartadero Dos
11
Estaciones de Servicio Pérez Santiago, S.L.
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Restaurante El Rincón Charro
19
Estudio de arquitectura Francisco Javier Pérez Montero
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Restaurante y Alojamieno Mesa del Conde
21
Estudio Foto 2005. Ernesto Martín Rengel
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Servicio de Taxi Paco
29
Felipe Hernández Vacas, S.L.
61
Servicio de Taxi Tomás Regatos
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Ferretería Félix
92
Servicios Funerarios Virgen de la Vega
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Funeraria La Dolorosa
59
Talleres Agudo
61
González Barahona, S.L.
45
Taller Mecánico Dami
37
H&H Asesores
28
Taller Mecánico Lumbrales
38
Hormigones Santos, S.L.
31
Taller Mecánico Miguel Ángel Barajas Hernández
5
Informática Adrián Tabernero Antonio
91
Transportes Juan Carlos González Barahona
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Instalaciones eléctricas José Luis Sánchez
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Transportes Moronta
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Instalaciones Félix M. González Barahona
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Transportes y Excavaciones Manolo
RELACIÓN DE ESCRITOS
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3
Saludo del Alcalde, agosto 2014
58
Engrandece tu pueblo
8
Pregón de las fiestas de Lumbrales, agosto 2013
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XIII Certamen literario: Base número siete
16
50 Aniversario [...]
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XIII Certamen literario: Ojos en sol poniente
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La Tauromaquia ya es patrimonio cultural
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A Julio Robles
40
Calles de Lumbrales
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Amanecer en Lumbrales
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Programa de Fiestas 2014
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Mujer