Núm. 158 - Publicaciones de Defensa

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REVISTAILUSTRADADE
LAS ARMASY SERVICIOS
Año XIV • Núm. 158 • Marzo 1953
•
SUMARIO.
de zonas inmediatas a cursos de agua. —General Alonso Alonso.
Ideas para la teoría de la fortificación. —Capitán Lansac.
Empleo táctico de los campos de minas. —Capitán Águila.
Estadísticas
retrospectivas.
Orígenes de la decadencia española.—ArturO Pérez Camarero.
El cuartel más alto .e España. —Teniente Echeverría.
La defensiva en montaña. (La cuestión de los efectivos.) —Comandante Pardo Martínez.
El urbanismo y la guerra.__ComandanteLóPe2 Medranda.
Voladuras sobre maquetas. —Comandante Martínez Jiménez.
Defensa
Información
e Ideas y Reflexiones.
PactoEl Atlántico. (Traducción.)
El mando Único para la infantería y la aviación de apoyo.—Coronel Standing. (Traducción.)
La estructura de un Eje’rcito moderno. (Traducción.)
Pequeños problemas de inspección en la fabricación de armamentos.—William C. Tucker. (Traducción.)
Experimentación
de vehículos militares.—Coronel Heiberg. (Traducción.)
Armas contracarro de gran movilidad.—Coronel G. Dolvin. (Traducción.)
Enseñanzas y nuevos puntos de vista de la guerra de Corea.—Impresiones de un Oficial sueco a su regrcso del
Lejano Oriente. (Traducción.)
Vías de comunicación africanas.—T. Coronel De Sotto Montes.
La defensa de Europa.—Géneral H. J. Kruels. (Traducción.)
Notas breves.—Una moderna escuela militar: El “City College” de la N. A. T. O.=La cuestión de los radioaficio
nados.La voluntad de resistir alemana.
Del soldado suizo.
Planes de guerra.—General J. 1?. C. Fuller. (Traducción.)
El VII Ejórcito norteamericano. (Traducción.)
Detergentes nacionales de iiuerós militar.—Doctor
Gómez Herrera.
Artillería autopropulsada.—T. Coronel Bidwell Moore. (Traducción.)
El nuevo material del Eje’rcitofrance’s.—Las comunicaciones militares por cable. (Traducción.)
La infantería blindada es diferente.—Capitán Charles W. Koburger. (Traducción.)
¿Para quó sirve una ametralladora?—MaYor Robert H. Clagett. (Traducción;)
El problema de la articulación de la División de Infantería en agrupaciones tácticas.—T. Coronel Giuseppe
Ronga. (Traducción.)
Guía bibliográfica.—Comáfldaflte
Martínez Bande.;1]
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•
Las ideas contenidas en los trabajos de esta Revista representan únicame
la opinión del respectivo firmante y no la doctrina de’los organismos oficio
RedacciónyAdministración:Alcalá,18,30 MADRID Teléf.22-52-54 ApartadodeCorreos;0]
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1
MINISTERIODELEJERCITO
jéreitó
REVISTA ILUSTRADADE
LAS ARMASY SERVICIOS
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DIRECTOR:
ALFONSO FERNÁNDEZ, Coronel de E M.
JEFE DE REDÁCCJÓN:
Coronelde E. M. Excmo. Sr. D. José Dfaz de Villegas, Director General de Marruecos y Colonias.
REDACTORÉS:
General de DivisiónExcmo. Sr. D. Rafael Alvarez Serrano, de la Escuela Superior del Ejército.
General de E. M. Excmo. Sr. D. Emilio Alamán Ortega, del. Estado Mayor Central.
Coronel de Artillería, del Servicio de E. M., D José Fernández Ferrer, de la Escuela Superior
del Ejército.
Coronel de Infantería D. Vicente Morales Morales, del Estado Mayor Central.
Coronel de E. M. D.. Gregorio López Muñiz, de la Escuela Superior del Ejército.
Coronel de Caballería,del Servido de E. M., D. Santiago Mateo Marcos, de la Escuela de Aplica
ción de Caballeria.
Coronel de Infantería del Servicio de E. M., D. Gonzalo Peña Muñoz, Jefe del Regimiento
de Infantería Wad-Ras núm. 55.
Coronel de ingenieros D. Manuel Arias-Paz Guitián, del Ministerio del Ejército.
Córonel de Artillería, del Servicio de E. M., D. Carlos Taboada Sangro, del Alto Estado Mayor.
Teniente Coronel de Infantería, del Servicio de E. M. de los EE. de Tierra y Aire, D. Joaquln
Calvo Escanero, del Estado Mayor Central.
Teniente Coronel de Infantería, del Servicio de E. M., D. Alfonso Romero de Arcos, del Estado Mayor
Central.
Teniente Coronel Interventor D. José Bercial Esteban, del Ministerio del Ejército.
T. Coronel Ingeniero de Armamento D. Pedro Salvador Elizondo, de la Direc. Gral, de Industria.
Comandante de Intendencia D. José Rey de Pablo Blanco, Profesor del Centro de Estudios y
Experimentación de Intendencia.
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Correspondencia para colaboración, al Director,
Córrespondencia para suscripciones, al Administrador, D. Francisco de Mata
Diez, Comandante
de Infantería,
Defensa de zonas
inmedia las a cursos deaÍIUa
General de Brigada de Infantería, del
S. E. M., MARIANO ALONSO ALONSO,
Profesor de la Escuela Superior del Ejército.
Tódos los problemas tienen su solución táctica, aunque muchas veces no la
acertamos a ver.
FRANCO.
GENERALÍSIMO
ENtrabajo
gracia “Defensa,
a la brevedad,
podíade titularse
de cursos
agua”, y este
se
LO ESENCIAL NO ES EVITAR QUE EL ENE
MIGO PASE ‘UN RIO, SINO IMPEDIR SU
PENETRACION
guramente quien lo leyera entendería perfecta
mente que se iba a estudiar la defensa de las
‘Todavía no tenemos doctrina establecida so
zonas que tienen delante un río o canal, pues bre esto, pues ni nuestro Reglamento para el
hoy no puede hablarse de defender lítieas, sino empleo táctico de las grandes Unidades, ni las
zouas, dada la potencia de los medios ofensivos. normas provisionales sobre la organización de
Una línea se rompe fácilmente y es indispensa
fensiva deI terreno, ni las publicadas para el
ble dar profundidad. a la organización defen
combate de la Infantería, aluden al caso parti
siva; esto es tan evidente, que no debemos per cular de ataque y defensa de ríos. Por ello puç
der el tiempo en razonarlo.
de ser interesante dedicar unos minutos a ana-.
Sin embargo, ejercen tanta influencia los tí lizar el problema táctico para contestar a dicha
tulos o denominaciones, que hemos creído con-• pregunta.
veniente aclarar el concepto, porque al expre
El río es un obstáculo que, cualquiera que sea
sar la idéa de defender un curso de agua, ins su aiichura, puede cruzarse perfectamente con
tintivamente pensamos en la obligación de im medios adecuados, y es evidente que si lo que
pedir a toda costá. que el atacante lo cruce y pretendemos es impedir que el enemigo lo atra
ponga
en susdefensa
orillas; dedetalahímodo
llegamo&
a or viese, solamente con. una barrera de fuegos con
ganizar pie
nuestra
que todos
tinuos y densos podremos prohibir el paso; es
los fuegos de artillería e infantería tengan ‘di tos fuegos han de ser de armas automáticas de
cha finalidad, y que la barrera principal actúe Infantería en tiros de flanco, o sea que para
sobre el curso de agua y en la orilla opuesta.
ejecutar este sistema de fuegos habrá que lle
Descartada la idea de defender una línea, sea var la línea principal de resistencia a lá orilla’
un curso de agua, una carretera o ferrocarril o del río. En realidad, para garantizar, en lo po
una costa, vamos a estudiar cómo debemos ac sible, que un atacante no atraviese una línea,
tuar para defender la zona que tiene a vanguar
sea carretera, ferrocarril, de observatorios o río,
dia un río o canal. Más concretamente: ¿Debe lo que hay’que hacer es situar á vanguardia de
ser preceptivo en estos casos que la lÍnea principal ella una zona de resistencia; por tanto,, para
de resisteiicia sea la orilla propia y que la barrera impedir el cruce de un río, deberíamos situarnos
principal se lleve al cauce del río?
.
,
3
delante de él, cuanto más profundamente, mejor. tancia especial y favorable de tener un obs
Ahora bien, conviene pensar si el verdadero
problema para el defensor está en impedir el táculo natural a vanguardia, que es el río. Vea
mos qué condiciones debe reunir esta zona de
paso del río, o será mucho más interesante pro resistencia
y dónde debe situarse.
hibir su penetración en la zona de la orilla
propia, o sea evitar que constituya una amplia
cabeza dé puente que le permita profundizar su
LINE4 PRINCIPAL DE RESISTENCIA NO
avance. Del fin que se pretenda conseguir de-. LADEBE
COINCIDIR, NORMALMENTE, CON
penderá la manera de realizarlo.
LA
ORILLA
DEL RIO
La operación de cruce de un río nunca será
el objetivo de un atacante, sino un medio para
Los principios generales de la táctica son per
lograr cierta finalidad. Los alemanes pasaron el
manentes y deben tenerse en cuenta- en todos
Mosa en 1940, para llegar después al mar y des- los casos; el río sólo es un obstáculo que condi
truir a los Ejércitos francés, inglés y belga que
quedaron embolsados. Los aliados pasaron el ciona el combate en los primeros momentos.
Rin para penetrar en Alemaniá y terminar la Nodebemos olvidar que el /ii únicó de la ba
guerra. En nuestra Cruzada de liberación, el talla defensivá es la destrucción del enemigo
que ataca y, por tanto, estableceremos nuestro
C. E. Marroquí, al mando del General Yagüe, sisteiia
defensivo del modo que mayor daño o
cruzó el Ebro en marzo de 1938, para destruir
destrucción
podamos causar al atacante con el
a los rojos que estaban entre este río y la fron
tera francesa y avanzar hasta Lérida y línea del, menor desgaste propio.
Como se trata de estudiar si la línea principal
Segre.
de
resistencia debe estar o no en la orilla del río,
El río es sólo un obstácúlo a salvar en la zona
de avance. La victoria se obtiene al otro lado supongamos que tenemos fuerzas para defen
del río, pero no en él. A nadie se le ocurrirá derlo, y no sólo para vigilarlo o realizar una de
con la modalidad de frente extenso.
pasar un río, siendo su único objetivo quedarse fensiva
Desde luego, esto último será el caso normal
inmediato a su orilla combatiendo teniéndole a impuesto
por el principio de economía de fuer
retaguardia, en malas condiciones. Si se quedan, zas para aprovechar la existencia del obstáculo
será por razones morales o por otras causas; que aumenta la fortaleza del terreno e imprime
pero su propósito inicial no pudo ser sé. En carácter a la defensiva; pero no queremos ra
ñuestra Cruzada se pasó el Manzanares, asal zonar con el pie forzado de escasez de fuerzas,
tando la Ciudad Universitaria, -pensando. en la
posibilidad de liberar Madrid, y luego, por no porque no habría medios para organizar en pro
fundidad una zona de resistencia completa, y
dar un paso atrás, se mantuvieron nuestras po entonces la línea principal, por no existir, no
&iciones, a pesar de estar batido el paso del río estaría en la orilla ni en ninguna parte.
por armas automáticas enemigas.
La determinación de la línea principal de re
Luego si el propósito del atacante es profun
sistencia tiene capital importancia; de que esté
dizar en la zona de la orilla opuesta y ocupar bien o mal dependerá la eficacia del plan de
una posición que impida a la artillería de la fuegos y el éxito o fracaso del combate defen
defensa actuar sobre los puntos de paso donde
Bien elegida, destruirá al enemigo; mal,
se han tendido los puentes, y además que le pro sivo.
ocasionará la destrucción propia.
porcione el necesario espacio de maniobra para
asegurar que el atacante acumulará
fuerzas importantes, es evidente que lo. esencial en Podemos
el punto elegido para el paso del río elemen
para el defensor es impedir estos propósitos.
tos superiores a los del defensor y que tendrá
Quedá, pues, claramente de manifiesto que también superioridad en el aire. Es, por tanto,
lo verdaderamente importante para el defeñsor
importancia vital evitar la acción destruc
np es impedir que el enemigo pase el río, sino de
tora de la Aviación médiante la diseminación,
evitar a toda costa que. penetre en la zona de enmascaramiento y fortificación de los subele
la orilla propia y que alcance la línea de obser-. mentos .de resistencia. ¿Será posible enmascarar
vatorios artilleros sobre el cauce y sus. dos ori y ocultar a la Aviación la situación de éstos
llas; mientras el atacante no ocupe esta línea, subelementos, si establecemos como doctrina
combatirá en malas condiciones y su situación que se sitúen en la orilla del río los que formen
en la orilla del defensor será muy difícil, por te parte de lá línea principal de resistencia? Con
ner cortadas sus comunicaciones, o con un ren bombardear una línea tan claramenTte determi
dimiento muy escaso.
nada e imposible de enmascarar, incluso de no
Estamos, por tanto, en el caso normal de la che, tendrá asegurada el atacante la destruc
defensiva: organizar una zona de resistencia de ción o neutralización de las- armas encargadas
lante de una línea de observatorios para impe de la barrera principal.
dir que el enemigo llegue a ella, con la circuns
El problema para’ el defensor es determinar
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4
la zona de terreno donde ha de organizarse de
fensivamente para aniquilar delante de ella al
enemigo. El caso ya hemos dicho que es exac
tamente igual que en el combate defensivo.
También podemos afirmar que el enemigo ac
tuará con fuegos potentes de su artillería en el
punto por donde preténda pasar. Ocultación a
los observatorios, diseminación y dispositivo de
las organizaciones en profundidad, es la forma
de luchar contra la artillería. La infantería bien
establecida y con un hábil plan de fuegos, nada
teme de la infantería contraria; pero debe hur
tarse a la poténte destrucción de los fuegos de
artillería.
Las condiciones que debe reunir la zona de
resistencia, y especialmente su borde anterior o
línea principal de resistencia, son las de estar
desenjilada de las vistas de los posibles observato
rios artilleros del e.semigo y bajo la vista de los
propios. Por ello, la situación de las organiza
ciones defensivas en la orilla del río es la menos
adecuada, pues serán perfectamente localizadas
y destruídas, antes de que puedan actuar sus
armas. Sería todo lo contrario del fin
a conseguir; aquí se ofrece al enemigo
la fácil destrucción de armas y hom
bres propios, antes de que éstos le
hayan podido ocasionar el menor
daño.
Confirmación de esto la tenemos
en el paso del Mosa por las fuerzas
alemanas del General Guderian, el 13
de mayo de 1940, al norte de Sedán,
a las i6 horas, previo un bombardeo
de la aviación y una preparáción arti
llera de dos horas con 8 Grupos en
un frente de 2,5 kilómetros; corres
pondían unos 3 Grupos por kilóme
tro, que es proporción ampliamente
rebasada después, ya que en ataques
a posiciones no cubiertas por obstácu
los tan importantes, aunque cierta
mente mejor defendidas, se han lle
gado a emplear hasta 17 Grupos por
kilómetro de frente.
Dicho General- ha relatado: “Noté
que la ibera sur del Mosa estaba poco
defendida y que las fuerzas enemigas
parecían débiles. Por tanto, decidí
destruir las casamatas que habían re
sistido la preparación artillera, tra
yendo -:los cañones de 88 mm. a la
orilla septentrional del río y -dista
raisdo directameite contra las troneras
de las casamatas. El ataque tivo
éxito, y la infantería cruzó fácilmente
el Mosa en botes neumáticos.”
Como se deduce de este relato, no
había ocultación de -las casamatas si-
tuadas en la orilla, y la artillería alemana pudo
destruirlas en tiro directo, sin que sus ocupantes
pudieran utilizar sus armas contra la infantería,
que pasó el río con facilidad.
El 2 de noviembre de 1944, una División del
1 C. E. Británico pasó de noche el río Mark (Holanda). Dice el relato que las defensas se com
ponían de tropas y cañones atrincherados en
asentamientos cólocados a lo largo del dique,
que corría paralelo a la ribera septentrional del
río. Se realizó preparación de artillería y armas
de apoyo de infantería, y la cabeza de puente
se constituyó cón escasas bajas; se hace cons
tar que el éxito se debió, entre otras causas, a la
neutralización por la artillería de las armas ene
migas y ataque inmediato por la infantería.
Es otro caso de armas de. la defensa, en la
orilla del río y tan perfectamente observadas y
localizadas pór el atacante, que permitieron. su
neutralización aun de noche.
Podrá decirse, y no faltará raz6n,. que en am
bos casos los defensores estaban en condiciones
tales, que su moral no permitió hacer una resis
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tencia obstinada; pero vamos a ver otro ejem
bilizados de aquella guerra, y la localización de
plo de la guerra 1914-18.
las
armas de la defensa hizo inútil la tenaz re
Paso del [sonzo.—Ei Mariscal italiano Cavi
gua relata el paso del Isonzo por el XXIV C. E. sistencia de los austriacos y la utilización del
el 19 de agosto de 1917. Al describir el terreno río como obstáculo, ya que las armas que ba
su cauce fueron neutralizadas en aquella
del valle del río, dice que: “Con excepción de tían
preparación
artillera de casi dos días, sin que
algunos limitados ángulos escondidos, desde una
pudieran
impedir
el tendido de los puentes.
ladera del valle se ve perfectamente cuanto so
bre la otra ocurre, como si se leyera en un libro
abierto. El arbolado no basta para ocultar las
cosas ni los hombres. En la izquierda del Ison DISTANCIA DESDE LA ORILLA HASTA
LA ZONA DE RESISTENCIA
zo, los centinelas áutriacos estaban en la orilla
del río y’ tras ellos se hallaba organizada una
Visto que la orilla no es lugar ‘adecuado para
línea continua de defensa, con ametralladoras
y cañones de pequeño calibre y tiro rápido, bas el límite anterior de la zona de resistencia, vea
tante bien colocados para batir todo el cursé del mos a qué distancia deberá situarse.
Desde luego, a vanguardia de los observato
río. A retaguardia y a media ladera, los austria
cos tenían una segunda línea con soluciones de rios sobre el cauce, para poder actuar con nues
continuidad. Una tercera línea, más elevada, tros fuegos sobre los puntos de paso. Además,
hay que buscar en el terreno ocultación a la ob
corría por la cresta.”
Como vernos, se trata de la organización ca servación enemiga para las armas de la defensa.
Pero, por otra parte, no conviene abandonar
racterística de aquella guerra con la línea prin
al
atacante una zona amplia donde pueda rea
cipal de resistencia, de sostenes y de detención,
sin preocuparse de la ocultación a los observa lizar su despliegue cómodamente para continuar
su avance; solamente debe cederse la zona que,
torios contrarios.
Continúa el Mariscal Caviglia: “Cada uno de por quedar bajo los fuegos eficaces de todas
los Jefes de nuestras Divisiones había estudiado nuestras armas, resulta apta. para cumplir el fin
minuciosamente las líneas enemigas, señalando que nos proponemos en el combate defensivo,
sobre el plano la situación exacta de todas las o sea destruir ‘las fuerzas enemigas.
“La batalla defensiva__ha dicho nuestro Ge
armas aisladas, Baterías conocidas y elementos
neralísimo—se
caracteriza pór la formación al
de trinchera. El Comandante del C. E. empleó
enemigo
de
un
verdadero
infierno, donde se com
personalmente toda una semana en controlar y
completar el estudio de las, posiciones enemigas, bine la acción de todas nuestras armas en fuepasando largas horas en las trincheras. Fué una gos cruzados.”
Por ello, lo verdaderamente interesante es
labor detallada que nos permitió’ localizar to
crear
entre la orillá del río y la línea principal
das las armas ocultas o enmascaradas del frente
de
resistençia
una zona donde se concentren y
adversario.”
acumulen
los
hombres,
el material y ganado del
‘La preparación artillera con 6o Baterías de atacante, y sobre la que
podamos situar nues
Ejército y C. E., más las divisionarias, empezó
tros
fuegos
bien
observados;
enemigo, con es
a las 14 horas del 17 de agosto y continuó hasta caso espacio para desplegar, elposiblemente
algo
‘Ja mañana’ del i en Ja madrugada de este día
desorientado
si
pasó
el
río
de
noche,
sin
fortifi
se’ tendieron los puentes y se pasó el río. Se
combatiÓ duramente ese día y los siguientes, y caciones ni tiempo para hacerlas y con difícil co
él 23 se había producido la brecha en el frente municación a retaguardia para el municiona
‘del XXIV C. E.; que no se profundizó ni ex miento, abastecimiento y evacuación de bajas,
resultará muy vulnerable y estará en las mejo
:plotó; esta operación costó al C. E. 6.400 bajas. res condiciones físicas y morales para ser des
El’frente de 8 Km. estaba ocupado por.una
‘División austriaca; pero el Mariscal Caviglia truído.
La solución óptima, en cada caso, la, dará el
‘af’ir,ma también que combatió contra 56 Bata terreno
y los medios de que dispongamos. Si te
‘llones, o sea más de 4 Divisiones; debe referirse
nemos
potente
artillería, en condiciones de no
a las fuerzas que acudieron a la batalla en los
ser
fácilmente
neutralizada
por su fortificación
: dfas -i él 23, pues también el xxiv C. E., que .ó, mejor, por su enmascaramiento,.y
poseemos
tenía .inióiálmente 3 Divisiones, llegó a dispo además buena observación, podremos alejar
ner de las fuerzas de Divisiones. La moral de
más de la orilla a la infantería, pues la artille
Ios ‘austriacos fué magnífica, pues se dice en el ría,
los morteros y armas de apoyo batirán con
rélato: “Y .reciban los adversarios el tributo de
eficacia
lo que las armas automáticas no alcan
admiración, merecido por su bravura.”
cen. Pero si esto no ocurre, será preciso reducir
Corno se habrá observado, fué una de tantas la faja de terreno entre nuestra posición y la
‘7”áhólladuras” o inflexiones de los, frentes esta- orilla, pues toda ella debe ser batida por nues
6
jo de Fayón, entre éste y Ribarroja, ‘pues pára
tros fuegos; en este caso, la solución estará en desenfilarse de las vistas de la orilla opuesta hay
tre los 2.000 y los 1.000 metros.
que perder la observaciófl sobre el cauce, y por
En definitiva, se trata de solucionar un pro las fuertes pendientes, las vaguadas son casi
blema táctico conjugando el terreno con los fue perpendiculares al ríó y no favorecen la oculta
gos; como las posibilidades de nuestras armas ción.’ Pero en estos terrenos no se pasan los ríos.
y sus trayectorias son constantes, será preciso en fuerza, pues faltan caminos de acceso para
armonizarlas con las variables condiciones del trasladar los materiales para el tendido de los
terreno; el arte del Jefé consistirá en encontrar puentes y’ para llegar con los camiones al’ río y
la mejor solución.
progresar en la orilla enemiga.
Podrá pensarse que no es fácil hallar posicio
nes desenfiladas de las vistas desde la orilla
opuesta, en la zona situada entre el río y la lí APROVECHAMIENTO DEL OBSTACULO
nea de observatorios sobre su cauce; sin em
PARA LA DEFENSA
bargo, laspendienteS de las laderas de los valles
no son uniformes y siempre hay yaguadas y
Pudiera pensarse. qile al separar la línea prin
cambios de pendiente qúe ofrecen posibilidad de cipal de resistencia de la orilla del río se pierde
ocultación a unas armas automáticas enterra
el valor del obstáculo y se desaprovecha la oca
das. Si la orilla propia es llana o ligeramente on sión de batir al enemigo durante la travesía.
dulada, por la amplitud del valle, será más fácil
En primer lugar, un obstáculo tiene el valor
encontrar estas posiciones desenfiladas y ade que puedan representar los fuegos que reciba
más utilizar la vegetación que suele existir en quien intente atravesarlo; si no hay fuegos que
estas fajas de regadío para enmascarar armas, la flanqueen, de poco sirve una alambrada. Y si
cosa. que no puede hacerse en la orilla, pues las armas que tengan la misión de’ colocár sus
siempre estará dicha línea localizada, aunque proyectiles sobre el río han sido destruidas—por
se oculten las armas.
estar observadas y localizadas—antes de ac
Unidades de la División 13 organiZaron la de tuar, de nada valdrán.
fensa de la derecha del Segre entre Lérida y la
Dada la velocidad de los medios modernos de
cabeza de puente propia de Balaguer, y se en travesía de los ríos y la escasa anchura de éstos
contraron posiciones para ócultar los subele en nuestra Patria, es muy difícil batir a los ata
mentos dé resistencia a la observación enemiga, cantes durante el cortó tiempo del cruce, pues
delante de la meseta o escalón donde estaban aunque algunas armas hubieran escapado a la
los observatorios propios, manteniendo una II destrucción, es fácil al enemigo ocultar con nu
nea de puestos avanzados en la orilla del río; bes’ de humo las zonas de pasó mientras se rea
la faja de terreno batida por todas nuestrasar
liza. Por ello, la eficacia de las armas de tiro ra
mas entre el río y la línea principal de resisten
sante de la infantería durante el cruce será nula
cia tenía unós 1.000 metros de anchura, tipo o muy escasa. Siempre será más éficaz batir al
medio, pues la División ocupaba un frente de enemigo cuando esté en aquella zona de in
unos 25 Km., y al no disponer más que de su fierno, de la que no podrá salir con tanta ra
artillería orgánica, se estaba en el caso de no pidez.’
convenir ceder más terreno que el capaz de ser
Por otra parte, con la solución preconizada
batido por las armas de Infantería; además, la no se desaprovecha el valor del río como obs
línea de observatorios flO estaba a mayor dis táculo. Este, por sí sólo, impide un ataque in
tancia de la orilla. La necesidad de enlazar con
tenso de carros y frena el avance de Unidades
la cabeza de puente Balaguer y de defender Lé motorizadas. El paso de los carros ha de ha
rida y la fábrica del pueblo de Menarguens, si cerse en compuertas o puentes que resistan su
tuadas en la orilla, obligó a llevar la línea prin
peso, cuya construcción requiere tiempo. ‘Los
cipal de resistencia a la margen del Segre, sola carros anfibios también imponen bastantes ser
mente en estos puntos.
vidumbres. Como el cañón contra carros no po
Podemos afirqiar que lo mismo en otros fren drá actuar a distancia eficaz desde la orilla del
tes de la Cruzada de liberación, que en distintos defensor, porque no lo permitirá el ataçante y
estudios para resolver temas tácticos en el lo destruirá antes, serán la artillería y los mor
Ebro, Duero, Tajo y Jarama, siempre hemos teros los encargados de batir a los carros, las
encontrado posiciones con las condiciones di compuertas y el puente, dificultand@ su cons
chas.
truçción o destruyéndolos.
El caso más difícil es aquel en que el río va
Por ‘tanto, el río como obstáculo, estará ba
encajonado y a ámbas orillas hay, alturas de más tido por las armas que, más eficazmente pueden
de 200 metros de desnivel sobre el. cauce a dis hacerlo y cuya neutralización será más difícil
tancias de unos 1.000 metros, con pendientes que la de las situadas en la orilla.
muy fuertes, como ocurre en el Ebro aguas aba
7
Además, la idea de línea de obstáculo o río es
preciso sustituirla por la de zona de obstáculos. río, Rápido en Italia, según la “Historia del
Por ello hay que aprovechar en la zon3 de. la Y Ejército norteamericano, tomo IV”.
Para abreviar el relato, resumiremos lo más.’
orilla propia las’ canalizaciones de riego, ace
interesante.
quias, cortaduras, campos de minas y alambra
La misión del Y Ejército en Italia en enero
das que profundicen la citada zona, y estén ba
de 1944 era penetrar la línea Gustavo y evitar
que los alemanes llevasen sus reservas para
oponerse al desembarco en Anzio; el éxito de
CRUCEDELRIO RÁPIDO
esta operación hubiera cortado las comunica
TOMADO DE MIL1TARYREVJEW
ciones del Ejército de Kesselring y abierto el
N°J1.-TOMØ 29.
camino a Roma. El II C. E. debía envolver el
flanco derecho (sur) de la posición alemana en
Cassino. Para, ello se encomendó a la 3a Di
visión cruzar el Rápido por 5. Angelo y estable
cer úna cabeza de puente ‘que incluyera a
Pignataro (a unas 4 millas del río).
El ataque, con dos Regimientos acolados, co
menzaría a las 20 horas del zo de enero (el des
embarco de Anzio ‘sería el 22), previa una pre
paración artilera de treinta minutos. El río
medía de 9 a 15 metros de ancho, de corriente
‘fuerte y orillas abruptas de 3 a 6 pies de alto.
Los alemanes tenían posiciones avanzadas pro
tegidas por alambradas y campos ‘de minas, y.
a retaguardia de dichas posiciones había más
nidos de ametralladoras y armas C. C. Toda la
zona fortificada—dice el relato oficial—estaba
protegida por fuego cruzado de ametralladoras.
“El día 20 de enero, el XII Mando de Apoyo
aéreo realizó 124 incursiones sobre los objetivos
alemanes. A las i8 horas, el ,et Batallón del
141
Regto. de Infantería partió hacia el depó
sito de lanchas, donde llegó a eso de las 19 ho
ras. En aquel momento dispararon al otro lado
del río un cohete de iluminación. La sorpresa se
‘perdió. Inmediatamente la artillería alemana
‘abrió fuego sobre todas las probables zonas de
reunión, depósito de lanchas ‘y ‘Posiblessitios de
travesía. El Batallón sufrió numerosas bajas y
muchos botes neumáticos de asalto fueron des
truídos. A las 21 horas sólo unas cuantas lan
chas habían cruzado el río. Los ingenieros, lu
chando contra la veloz corriente y en medio del
fuego
‘enemigo, se esforzaban valientemente por
tidos por las armas de Infantería; ametrallado
ras y C. C. C. de la zona de resistencia, situada construir pasaderas. No bien terminaban una,
la destruía el luego enemigo; con los restos de
en, las condiciones expuestas.
Si al mismo tiempo, que sometemos al ene cuatro pasaderas construyeron una a ‘las cua
tro horas, por la cual atravesó el remanente de
migo, detenido ante nuestra zona de resisten
Batallón no pudo cru
cia, ‘a un intenso desgaste,, principalmente cón dos Compañías. El
zar,
y
poco
antes
de
amanecer
se retiró a su
los fuegos de armas, automáticas, batimos con
artillería y morteros los puntos de paso, ‘aislán zona de reunión. Por la mañana del u de ene
dolo de su b.ae, habremos utilizado todos los ro todas las comunicaciones con las fuerzas al
obstáculos y las armas con amplio criterio, de otro lado del río estaban destruídas.”
“El •er Batallón del ‘Regimiento 143 tuvo
coordinación y conseguiremos la destrucción del
mejor
suerte en el sur. La Compañía de van
contrario, mucho mejor que si no hubiera pa
guardia
pasó el río antes que el enemigo se per
sado el río.
Veamos un caso de eficaz defensa de un río, catara de ello. A las 5 horas ya se habían ins
relatado por el atacante. Se trata del cruce del talado dos pasaderas y cruzó ‘el resto del Bata-’
ilón. Los alemanes destruyeron a las 7 horas
8
•
OBSERVATORIOS
PR?PuOS
OBSERVATORIOS
ENEMK3OS
u
ECCIONDEATAQUE
CAUCEDE
UN EJEMPLO. - (EL PERFIL ESTA TOMADO DE UNÁ CARTA).
La zona de resistencia aprovecha una contrapendrnnte q quede ocu/La a la observación efieft?iga.
El cauce del rio
sus ec’csos quedan vistos desde los ob.ger. ,tor,os propios.
•
•
una de las .pasade.rás y averiaron seriamente la
otra. El Batallón no pudo avanzar hacia el inte
rior debido al nutrido fuego de amL ralladora y
morteros. El Comandante del Batallón ordenó
la retirada para evitar su total aniquilamiento,.
y a las ‘o h. estaba en la orilla oriental del río.
Más hacia el sur, el 3.er Batallón fracasó totalmente en su intento por cruzar el rio. Lo&inten
tos subsiguientes realizados esa noche para cru
zar el río fueron rechazados por el fuego de la arti
llería enemiga. Al amanecer, el Batallón se ha
bía retirado a su zona de reunión.”
“Segundo intento, 21-22 enero.—El Jefe de la
División ordenó reanudar el ataque el 21 de
enero. Por el sur, el 3. Batallón del 143 Regi
miento se lanzó al asalto a las i6 horas. A las
i8 horas 30 minutos, tres Compañías cruzaron
el río en botes protegidas por cortinas de humo.
El resto del Batallón y el 2.° Batallón pasaron
a la orilla opuesta por una pasadera y avanza
ron unas 500 yardas antes que los detuviera el
juego enemigo. Hacia el norte, dos Compañías
del •er Batallón del 143 lograron pasar a las
i8 horas 35 minutos. El resto del Batallón no
pudo seguirlas por el intenso fuego, enemigo.
Los elementos de asalto de esos tres Batallones
desplegados en el terreno frente a ‘la posición de
resistencia enemiga no pudieron progresar más.
Sus posiciones eran insostenibles. A las 12 ho
ras 40 minutos del 22 de enero, los tres Bata
llones se vieron forzados a retirarse.”
“El 141 Regimiento realizó grandes esfuerzos
durante la noche para reforzar los elementos del
1et
Batallón, que pasaron al otro lado del río.
A las 2 horas del., 22 se habían construído dos
pasaderas y los Batallones 2.° y.° cruzaron el
río. El progreso era lento y costoso. A las í6 ho
ras, las comunicaciones con esos tres Batallo
nes quedaron interrumpidas; todos los puentes
habían sido destruídos y aisladas las fuerzas, al
otro lado del río. La artillería no podía brindar
fuego de apoyo inmediato debido a la limitada
visibilidad. Los ale’manes aprovecharon la opor
tunidad para contraatacar; a las. 20 horas, prác
•
•
ticamente no se escuchaba el fuego de nuestras
tropas. A las 20 horas 30 minutos se oían los
disparos alemanes. Cerca de 40 hombres regre
saron; el resto del Regimiento murió o fué cap
turado.”
La División—afirma la historia del V Ejér
cito—era veterana y victoriosa en Salerno,
Maunt, Maggiora y S. Pietro, y sufrió su pri
mera derrota. Los Oficiales y tropa estaban bien
adiestrados; lós planes se prépararon cuidadosa
mente; los abastecimientos y equipos eran su
ficientes, y los botes y pasaderas permitieron el
paso del río a los Batallones.
A nuestro juicio, la causa del fracaso—que no
puede atribuirse a falta de medios ni de moral
por parte de los atacantes, que por las bajas
que soportaron puede calificarse de ejemplar, y
que tenían buen apoyo de aviación y artille
ría—se debió a la buena elección de la zona
fortificada de los alemanes, cuya línea principal
de resistencia no estaba en la orilla, como lo
demuestra que actuaron desde el primer mo
mento con su artillería y morteros sobre los de
pósitos, de lanchas y posibles sitios de travesía
y que hicieron fracasar los intentos de cruzar el
río al 3. Batallón del 143 con el fuego de la ar
tillería. Dada la anchura del río, de 9 a 15 me
•tros, no hubieran podido tirar sobre el río por
falta del margen .de seguridad, si su línea prin
cipal de resistencia hubiera estado en la orilla.
Pero además—nos dice el relato’—hubo Bata
llones que avanzaron 500 yardas después de pa
sar el río antes dé que los detuviera el fuego
enemigo, y tres Batallones estaban desplegados
al otro lado frente a la posición de resistencia
alemana, sin poder progresar. Esto prueba que
había una zona entre el río y lade resistencia,
y que en la orilla sólo tenían puestos. vanzados
que hicieron fracasar la sórpresa. En esa zona
se creó el infierno de que habla nuestro Cau
dillo.
Se acusa también la falta de apoyo. artillero
a los atacantes por falta de visibilidad; cierta
mente pudo influir la niebla o el humo de las
9
-
•
•
explosiones; pero es el caso que ni estas cir
cunstancias, ni siuiera la noche, impidieron a
los alemanes destruir una y otra vez las pasa
derasy. batir el río, de escasa anchura, para ais
lar a las fuerzas que habían pasado. Como es
seguro que la superioridad artillera sería de los
atacantes, podemos deducir que la diferente
eficacia de los fuegos de unos y otros se debió
a que las posiciones alemanas estaban desenfi
ladas a la observación de los norteamericanos,
y, en cambio, los puntos de paso del río y zona
delante de la posición de resistencia eran per
fectamente observados por los defensores.
Como prueba de la eficacia del aprovecha
miento del terreno en. la elección de una posi
ción defensiva cúbierta por un río, citamos los
siguientes casos:.
El 26 de enero de 1944, la 34.a División nor
teamericana, que habf a tenido éxito en octubre
atravesando el río Volturno, después de tres
días• de duros combates, volvió ‘a fracasar en el
paso del río Rápido.
En la noche del 12 al 13 de febrero se asigna
la misión de cruzar el Rápido a la 2.a División
neozelandesa, y tampoco lo consigue. Esta Di
visión vuelve a intentarlo, el 17 de febrero, des
pués de un intenso ataque aéreo que destruyó
el monasterio
de Cassino,
construído
por San
Benito,
y consiguió
establecer
una cabeza
de
puente y llegar a la estación del ferrocarril de
Cassino; pero ante la imposibilidad de recibir
appyo de los carros de asalto, que no pudo ser
sustituído por la artillería por la proximidad a
la línea de defensa, hubo de retirarse presio
nada pór un contraataque germano.,
Solamente en la gran ofensiva aliada del u
de mayo, tres meses después, fué posible pasar
el Rápido y ocupar Cassino, mediante la ma
niobra de ruptura que se efectuó a la izquier
da (sur) por el río Garellano.
.
CASO
DE NO DISPONER
FUERZAS
PARA
DEFENDER
TODA LADE
LINEA
FLUVIAL
Es el más .corriente; pero no por la escasez
de fuerzas debemos situar todas enun cordón de
pustos en la orilla, que sería roto fácilmente en
cualquier ‘punt’o. El estudio detallado de este
problema táctico no vámos ‘a abordarlo ahora,
para no .dar excesiva éxtensión ‘a este trabajo.
Nos limitaremos a decir ‘que debe vigilarse el
río y disponer de reservas para impedir. su pe
netración.
Así se procedió en nuestra Cruzada de libera
ción en los casos siguientes::
Los rojos pasaron el Ebro por .Amposta en
la noche del .24 a 25 ‘de julio de 1938; pero no,
‘o
pudieron profundizar, y .nuestras reservas les
obligaron a repasarla, dejando en nuestro poder
unos 700 cadáveres y mucho armamento.
Entre Fayón y Mequinenza también pasaron,
y sólo consiguieron profundizar unos
Km.
hasta el Alto de los Auts, donde fueron deteni
dos por nuestras escasas reservas; pese a que
hasta el 6 de agosto nO fué posible disponer de
fuerzas para el contraataque y, por tanto, pu
dieron fortificarse y recibir refuerzos y muni
ciones, fueron’ arrojados el día 7 a la orilla iz
quierda del Ebro, perdiendo 817 cadáveres y
1.328
prisioneros.
El
de agosto de 1938 pasaron los rojos el
Segre por Villanueva de la ‘Barca, entre Lérida
y Balaguer; pero no pudieron profundizar y
también fracasaron, perdiendo muchas bajas,
al no poder resistir el contraataque nacional.
Lo mismo les ocurrió en otró paso del Segre
entre Serós, Soses y Aytona, al sur de Lérida,
el 6 de noviembre de 1938.
E,n todos estos casos, el río estaba sólo vigi
lado; pero las reservas impidieron la penetra
ción, que es lo peligroso; pasar un río sin pro
fundizar resulta más peligroso para el que lo
atraviesa que para el defensor.
El paso del Ebro por los rojos entre Fayón
y Cherta es un caso’ de cobertura en vigilancia,
sin que las reservas del sector pudieran hacer
otra cosa que limitar el avance en la línea Pobla
de Masaluca-Villalba de los Arcos-Gañdesa-Cru
ce de carreteras de Prat de Comte, por carecer
de fuerzas para contraatacar; el enemigo llegó
cerca de Gandesa, prolundizando unos i8 Km.,
pero al día siguiente de pasar el río quedó de
tenido.
Se llegó a crear esa faja de terreno entre la
citada línea y el Ebro, entre Fayón y Cherta,
de excesiva amplitud, pues en ella estaban en
poder del enemigo no solamente los observato
rios sobre el río, sino también sobre nuestra lí
nea, con la posesión de la sierra de Caballs.
Pero ampliando la escala, nuestro Generalí
simo nos ofreció un ejemplo del aprovecha
miento de esa zona de terreno con río a la es
palda que resulta un infierno para los que la
ocupan, si no son capaces de avanzar y el con
trario acumula sobre ella la pótencia de sus fue
gos. El Caudillo aprovechó la concentración de
la masa principal y más selecta del Ejército rojo
de Cataluña, torpemente reunida allí, para des
truirla ‘y ganar ‘la guerra. Si una pequeña ca
beza de puente de varios Batallones se destruye
en uno o dos días, esta gran bolsa costó 114 días
y millón y medio de proyectiles .de artillería;
pero los frutos fueron decisivos. Los rojos pa
saron él Ebro, pero se dejaron en la orilla dere
cha más .de 13.000 cadáveres, que son los en
terradós por nuestrasfuerzas, y unos 20.000 pri
•
Recojamos, pues, las enséñanzas de nuestra
sioneros; sufrieron unas ioo.ooo bajas y perdie
Cruzada y también las de la G. M. II para for
ron mucho material y toda su moral.
La División 13.a pasó el río Ebro por Quinto mar nuestra doctrina en un aspecto tan inte
en la noche del 22 al 23 de marzo de 1938 con resante como la defensa de líneas fluviales.
relativa facilidad, porque los rojos, que se de
fendieron obstinadamente, ocupaban la orilla;
BIBLIOGRAFIA
CONSULTADA
si en vez de fortificarse en las Casas de Aznarez
y Miralrío, hubieran organizado un centro de
resistencia a 500 6 i.ooo metros de la orilla, cu Generalísimo Franco: ABC de la Batalla Defensiva.
General García-Valido Marcén: Guerra de Libera
briendo las a1turas de cotas 247-250-231-223
y Teniente
ción Española (1938-1939).
224,
situándose a su. vanguardia, podemos áfir Teniente Coronel de E. M. Carmelo Medrano: Campañas
mar que el combate hubiera sido mucho más
en Europa.
duro y no se hubieran ocupado dichas alturas Mariscal Cariglia: La Batalla de la Bainsizza. (Versión es
pañola de E. Ahumada.)
otos,línea
de lo
observatorios
las 7 horas
30 minu
como
hicieron los aTabores
de Ifni-Sáhara
Military Review” (edición Hispanoamericana):
La De,ensa
y 5.° de Regulares dé Melilla.
de Curso de agua, torno XXIX. núm. xx.
EL PASODEL EBRO POR QUINTO
EXPO5ICION DE UN CASO CONCRETO
5ANTIAGOMATEO.COMANDANTEDTPLOMADO
DE EM.
11
A NUESTROS COLABORADORES
Concurso de premios para los colaboradores de la Revista
en el período de tiempo comprendido entre i.° de enero de
del mismo año.
EJERCITO que regirá
1953 al 31 de diciembre
Él Excmo. Sr. Ministro del Ejército ha dispuesto que, bara estimular y recompensar los trabajos
de los colaboradores de EJERCITO,
se establezcan, con cargo a la Revista, en el periodo de tiempo
antes expresado, premios en el numero y cuantia y para los grupos de materias que a continuación se
£xpresan:’
1.—CUESTIONES GENERALES DE ESTRATEGIA, TÁCTICA Y TECNICA MILLTÁR.—D05
premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
11.—TÁCTICAPARTICULAR DE LAS ARMAS Y TIRO (exceptuada Infantería)._Dos premios:
uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
III.—SERYICIOS.—Un premio de 2.500 pesetas.
1V.—RISTORIA.-_-IJnpremio do 2.500 pesetas.
V.—ESTUDIOS DE PSICOLOGIA, MORAL MILITAR Y EDUCACION E INSTRIJ4JCION._
Dos. premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
VI.—ESTUIHOS SOBRE ORGANIZAClON, ARMAMENTOY EMPLEO DE LA. INFANTERIA._
Doe premios: uno primero de 2.500 pesetas, y otro segundo de 2.000.
.VH.—INGENIERIA DEL ARMAMENTOY DE LA CONSTRUCCIONY ELECTRICIDAD._JJ
premio de 2.500 pesetas.
VIII.—Tros premios de 2.000 pesetas cada uno para artículos que traten de cualquiera de las materias comprendidas en los siete grupos precedentes.
-
•
REGLAS PARA LA REALIZACION DEL CONCURSO
»
I.a
Tendrán derecho a tomar parte en este concurso todos los trabajos que se publiquen en
lá Revista entre las fechas de i de enero de 1953 y 31 de diciembre del mismo año.
z.
Los premios establecidos en los siete primeros grupos de materias reseñados anteriórmente
serán adjudicados a los trabajos merecedores de ellos, tanto si sus autores han sido premiados
por la Revista en concursos anuales anteriores como si no lo han sido.
n el fin de añadir. un mayor estímulo para los escritores noveles, los premios que se establecenen el grupo VIII serán reservados para los autores que no lo hayan obtenido en los siete pri
meros grupos de este concurso ni en los concursos de años anteriores, siempre que el trabajo consi
derado tenga el mérito indispensable para ser premiado.
3.& Los trabajos serán enviados al Director de la Revista, quien elevará al Estado Mayor Cen
tral la correspondiente propuesta de premios, precisamente en el mes de enero de 1954.
4a
Está dispuesto en el artículo 12 de la Orden Ministerial de 4 de enero de 1951 (D. O. nú
mero 23), que el premio de un trabajo de la Revista autoriza a la anotación correspondiente en la
hoj a de servicios del autor.
5a
Debiendo procederse a pagar los trabajos publicados inmediatamente después de su apa
rición, sin esperar a la concesión de los premios, la Revista descontará del importe de estos últimos
la cantidad recibida anteriormente como pago de colaboración.
12
*
ideas para la
TEORIA
DELAFORTIFICACION
Capitán
Ingeniero
de Ármamento y Construcción MANUEL LANSAC SAMPER
Los principios de la guerra, según el Reglamento es
pañol, son la voluntad de vencer, la acción de conjunto
y la sorpresa. Estos principios, de indispensable conside
ración, tieneñ un inevitable carácter de generalidad ante
los variados problemas concretos que en la lucha real
mente aparecen, pues se ocupan de causas remotas por
las cuales se pierden o ganan las batallas. Por eso mismo
se llaman principios y son acaso la traducción al lenguaje
militar de otros tres que se dice son necesarios para ha
cer una cosa: querer, saber y poder hacerla. En nuestro
caso, la- cosa que hay que rea’izar es vencer, batir al
enemigo.
Estimo que es de indudable, sentido práctico para nos
otros considerar ahora con preferencia los elementos
utilizados para poner en acción esos principios4 elementos
que, como sabemos, son el fuego, el movimiento, el tra
bajo y la disimulación, en cuyo armónico empleo verda
deramente descansa el arte de la guerra.
Estos cuatro elementos se inscriben en un marco que
determina la facilidad o dificultad de que entren en jue
go, a la manera de un tirano que los hace sus esclavos;
este marco es el terreno, y nada se puede planear sin con
tar con él. De las comunicaciones, los accidentes, la po
sibilidad de observatorios, etc., dependen los elementos
para poder desarrollar la parte que les corresponda en
la acción guerrera. Ya sobre los principios que citamos
anteriormente
también tiene el terreno una gran in
fluencia, incluso sobre la misma voluntad de vencer,
como irsinúa gráficamente aquella famosa frase: “A por
ellos, que son de regadío”, sintésis de un fenómeno. de
influencia del medio geográfico sobre la psicología del
guerrero.
El continuo evolucionar del arte de la guerra no es
triba en otra cosa que en la variable preponderancia de
uno u otro elemento de acción. La guerra siempre va a
lo mismo: a destruir al enemigo u obligarle a someterse
a nuestra voluntad; los elementos generales puestos en
juego también son los mismos; lo que varía son los me-.
dios puestos al alcance de los Ejércitos, que con la supremacía de este o el- otra elemento determir.an una dis
tinta realización de la guerra. El fuego, el movimiento,
el trabajo y la disimulación son piezas del ajedrez que
se juega en el tablero del terreno; ninguna de estas pie
zas falta; pero no todas tienen la misma importancia
para el que las maneja, ni tampoco en todas las partidas
jugadas a través del tiempo tuvieron el mismo valor re
lativo.
La clásica lucha entre el proyectil ‘y la coraza nó es
más que un caso particular de la lucha entre los ele
mentos de la acción para sobresalir. Esta primacía da
lugar a lás distintas doctrinas que tras una guerra siem
pre aparecen como consecuencia de la última experien
cia, y que triunfan o fracasan en las siguientes. Si un
elemento de acción alcanzó una primacía tal que eclip
só a los demás, la guerra toma un carácter definido’ por
ese que tiene mayor rendimiento y perfección’ que los
otros; pero sucede que la técnica se polariza en el sen
tido de solucionar los problemas creados por la prima
cía de aquél, buscando los medios para que los otros ele
mentos prosperen hasta ponerse acaso por encima, con
lo que la siguiente guerra puede tener un desenvolvi
miento completamente distinto. En que la técnica per
mita la primacía de-uno u otro elemento, por los medios
que pueda poner en manos de los’ Ejércitos, radica el
éxito o el fracaso de tal o cual doctrina.
Por eso las armas o los sistemas de más espectacular
aparición son -los que ayudan a levantar al elementé que
estaba postergado, pues son capaces de dar uñ ritmo
muy distinto a la lucha. El carro frente a la ametralladora
es un ejemplo, pues con éste, el elemento movimiento
gana terreno al elemento fuego. No es preciso citar la in
fluencia de la aparición de la artillería sobre el castillo.
,Claro está que el poder de un elemento puede estre
llarse ante un ‘terreño que sea inadecuado para el juego
de ese elemento; por ello rio debemos olvidar nunca que
los medios que pueden ser aptos para llevar una guerra
con un estilo determinado acaso sean impotentes en un
cierto teatro de operaciones, con lo que la guerra en éste
habrá de cambiar de estilo o fracasará.
En realidad, huelga traer aquí ejemplo alguno refe
,rente al caso, dada la evidencia de las cuestiones anali
za das; pero uno de ellos es tan preciso, que no podemos
resistir el deseo de incluirlo. Prescindiendo ‘de conside
rar toda la.sucesión histórica, fijémonos en tres momen
tos de la evolución del arte militar: Napoleón, la guerra
del 14 y la última guerra. Al movimiento le otorga Na
poleón un papel importantísimo en sus campañas; por
ello, las batallas de este gran General marcan una gran
evolución en el guerrear: su fracaso nace de que el ele
mento, movimiento, éuya prepónderançia tantas victo-
INTRODUCCION
-
•
13
rias le había dado, resultó inadecuado para la campaña
de Rusia: el terreno no permitía allí la utilización de su
estilo de lucha. El movimiento encarnado en la Caba
llería como su arma predilecta queda postergado en la
guerra del 54 por el gran auge que en ella alcanzan el
fuego y el trabajo. La ametralladora y las masas de ar
tillería frenan el movimiento, el trabajo protege a los
Ejércitos enterrados e inmóviles. El éxito de los france
ses da lugar a que en el período que sigue a esta guerra
se tenga una gran predilección por las doctrinas basadas
en las experiencias adquiridas en ella, que los mismos
franceses precoñizan y profesan, preparando sus Ejér
citos para una guerra del mismo estilo y creando la lí
nea Maginot, exponente de sus ideas. En cambio, los
aiemanes preparan los medios para devolver a sus Ejér
citos la movilidad y logran que el elemento movimiento
terga de nuevo la primacía: aviones y carros se lanzan
en el çomienzo de la G. M. II con un éxito indiscutible
en la llamada guerra relámpago, muy semejante a las
napoleónicas, y para más analogía, también se estrellan
cuando el terreno, por su extensión, no es apto para este
estilo de lucha. El movimiento y la sorpresa lograron en
la última guerra indiscutibles éxitos; pero ¿acaso hemos
de fundar nuestras doctrinas en estos dos elementos,
como los primordiales, en una guerra futura?
La evolución del arte de la guerra continúa; un Ejér
cito que quiera prepararse para luchar con éxito én la
futura contienda ha de prestar mucha atención a conse
guir una técnica que dé primacía al elemento fuego, que
parece estar próxima con la utilización de la energía
atómica y el perfeccionamiento de los cohetes. Este
paso puede echar por tierra todas las doctrinas que se
basen en las experiencias de la G. M. II; pues si se lo
grara, por ejemplo, un arma antiaéreá de gran rendi
miento, basada en proyectiles autodirigidos, ¿para qué
valdrían las flotas aéreas, que tan febrilmente preparan
las nacionés?
a otro, es preciso que realice sobre éste y sucesivamente
varias acciones:
i.
Verlo;
2.a
Combatirlo;
Alcanzarlo, y
4fl.
Destruirlo.
Sobre la primera acción hay que hacer la salvedad de
que puede combatirlo, alcanzarlo y destruirlo por ca
sualidad, sin haberlo visto.
Examinemos ahora estas acciones, empezando por ha
cerlo desde el punto de vista ofensivo o positivo, el de
ataque.
Cuando intentamos destruir una cosa, lo primero que
necesitamos es verla, conocer su posición, saber dónde
está, -y para ello nuestro elemento de combate ha de
contar con observación e información adecuada a su mi
sión. Estos serán los medios que darán al elemento con
siderado la cualidad de ver, sin la que sería ineficaz.
Una vez visto el objeto de nuestra misión, es nedesa
rio combatirlo, entendiendo como tal el poder hacer
empleo de nuestras armas sobre él, utilizar las armas del
elemento para luchar. Si en nuestro ejemplo del hom
bre que quiere destruir a otro, aquél está armado con
piedras, pero se encuentran muy separados, de tal modo
que no pueda tirárselas, tampoco puede haber lucha, por
que no puede combatirlo. Igualmente sucedería con una
Batería - de corto alcance que quisiera atacar a un avión
que vuela a mucha altura: no puede combatirlo. Los fac
tores que influyen en esta cualidad combatiente pode
mos deducirlos de los mismos ejemplos, y son primera
mente el campo de tiro de nuestras armas, y luego la
movilidad de ellas, que .acaso nos permitan acercarnos
hasta que el objeto de nuestra misión se encuentre en el
campo de tiro propio. Estos dos factores, el campo de
tiro y la movilidad, son susceptibles de englobarse en
un solo concepto, que denominaríamos campo de ac
ción del elemento en un tiempo determinado.
Una vez visto nuestro objetivo y puestos en posibili
dad de combatirlo, es preciso realizar sobre él la acción
EFICACIA, VULNERABILIDADY RENDIMIENTODE de alcanzarlo, o sea acertar -en la aplicación de nuestras
armas sobre una parte importante o vital del elemento
UN ELEMENTODE COMBATE
enemigo objeto de nuestra destrucción. Los factores que
Con la denominación general de elmento de combate
intervienen directamente en la cualidad de alcanzar son
entenderemos aquí a todo agente que desempeña un pa
la precisión de las armas y la masa de fuegos. Si se trata
pel en la lucha, al sujeto que realiza una acción comba
simplemente de un arma, serían su precisión y su capa
tiva cualquiera. Este sujeto o agente puede ser simple cidad de tiro; si fuera un conjunto de ellas, sería la pre
o complejo, comprendiendo como tal a un hombre con cisión, el número de bocas de fuego, la organización en
su arma, en la forma más sencilla, a toda una Unidad el tiro, etc.
Todavía nos queda por analizar la cualidad referente
combatiente,, grande o pequeña, a un ingenio cualquiera
que con sus hombres aparece en el campo de batalla, un a destruir, que evidentemente depende de la potencia
carro, o avión, o pieza de artillería, u obra de fortifica
de nuestros fuegos.
ción, etc.
Al conjunto de todas estas cualidades que hemos es
A un elemento de combate cualquiera, arma, obra de tudiado para un elemento de combate desde el punto de
fortificación, Unidad combatiente grande o pequeña, po
vista del ataque, lo podemos llamar eficacia del elemento.
El elemento de combate a que nos venimos refiriendo,
demos considerarlo siempre bajo dos aspectos: ofensivo y
defensivo, y, según prepondere en él la aptitud para su junto a las cualidades ofensivas, que ya hemos estu
aplicación en uno u otro aspecto, se suele decir que es diado y que le permitirán el cumplimiento de su misión,
más o menos idóneck para una u otra forma de acción; poseerá otras cualidades defensivás que facilitarán en
pero todos, absolutamente todos, participan en mayor o mayor o menor grado su acción, porque llevan consigo
menor grado de dichos aspectos.
la posibilidad de escapar de su destrucción por el ene
Este elemento de combate, para llevar a cabo su mi
migo. Y así como para destruir es- necesario lograr las
sión en la lucha,’ poseerá ciertas cualidades, que vamos cuatro acciones que al principio citamos, para escapar a
a examinar a continuación.
la destrucción es preciso evitarlas una a una; esto es, si un
Sea, por ejemplo, un hombre el elemento de combate
elemento no puede ser visto, combatido, alcanzado y des
truído por el enemigo, éste no podrá eliminarlo de la lucha.
que considéremos. Para que en su lucha pueda destruir
14
Afectan a la primera cualidad, de no ser vistos, el en
mascaramiento y la movilidad. El enmascaramiento es
evidente que se opone a la observación enemiga, y la
movilidad a la información; y en casos especiales, a la
misma observación también, como lo es en una Batería
que cambia frecuentemente de asentamiento.
Para no ser combatido producen su efecto las obs
trucciones (obstáculos y destrucciones), que, oponién
dose a la movilidad del enemigo, se óponen también a
su combatibilidad. De un modo notable es necesario se
ñalar el fuego propio como factor que influye en la cuali.
dad de no ser combatido, pues, en general, el procedi
miento que se sigue para realizar la defensa es precisa
mente la utilización del fuego propio. Y, por último, el
tercer factor que influye en la cualidad que estamos es
tudiando es la movilidad, porque, evidentemente, puede
evitar que el enemigo nos combata.
En cuanto a las cualidades de no ser alcanzado y no
ser destruido, el tamaño y la velocidad está claro que
se oponen a ser alcanzados, y, naturalmente, queremos
decir que el primero sea pequeño, y la segunda, cuanto
mayor, mejor para esta cualidad; La protección, por úl
timo, es el factor que corresponde a la cualidad de no
ser destruidos.
Al conjunto de estas cualidades que hemos apuntado
desde el punto de vista de la defensa, midiéndolo inver
samante, lo llamaremos vulnerabilidad de nüestró ele
mento de combate, y así diremos que es más vulnera
ble cuanto menores sean sus cualidades defensivas o
cuanto mayores sean las cualidades ofensivas que el ene
migo puede ejercer contra él. Y, por fin, definiremos
como rendimiento del elemento a la relación que exista
entre su eficacia y su vulnerabilidad. Así, diremos que
un elernénto tiene mucho rendimiento cuando sea mu
cha su eficacia y poca su vulnerabilidad.
y análogamente, si llamamos P’v, P’c, P’a y P’d las pro
babilidades de que nuestro elemento pueda ser visto,
combatido, alcanzado o destruido por el enemigo, la vul-’
nerabilidad será:
Vul
=
P’v
P’c P’a
P’d.
El cociente de estas dos será el rendimiento del elemento
de combate.
Anteriormente
citamos que puede ser destruido un
objetivo, sin verlo, por casualidad. Este hecho es inde
pendiente del anterior (del destruirlo viéndolo); luego
habrá que añadir a esa probabilidad otra, en la que no
figure el término P’v, y cuya probabilidad de alcanzar’
no sea la misma, sino muchísimo menor. Así, quedaría:
Vul=:P’v
P’c- P’a
P’d ± P’c
i’a .P’d.
La importancia de este sumando que hemos introdu
cido es muy rélativa y, en general, podemos prescindir
de él. Sin embargo, hay casos en los’ que es el principal y
único sumando que determina la probabilidad, por ejem
pio, cuando el valor de Pv es pequeño, como sucede en
un refugio antiaéreo de una ciudad que, por estar, ente
rrado, no puede observarse desde eel aire; entonces pode
mos decir que está totalmente enmascarado; el valor de
Pu es cero; luego lo será el sumando en el que figura como
factor, y la probabilidad de que el refugio ‘sea destruido
es precisamente el otro sumando.
Análogamente, pudiera considerarse la destrucción de
un elemento sin ser visto, ni combatido, ni alcanzado;
caso que correspondería a la eventualidad de un puro ac
cidente; pero como esto no tendría ninguna explicación,
nos ahorraremos la consideración.
LAMASA
EXPRESION SIMBOLICA DEI.
Y APLICACIONES
RENDIMIENTO
Entre lós factores que hemos consignado hay algunos
numerables: pueden medirse y relacionarse; pero no es
nuestro propósito intentar expresar en fórmulas más o
menos complicadas las cualidades que determinan, por
que, además de laborioso, no creo que ello conduzca a
resultados prácticos. Citaremos que la. Balística de Efec
tos llega a expresar las cualidades de alcanzar y destruir
un objetivo por una cierta arma, y en el libro del Te
niente Coronel Martínez Lorenzo, Base de una doctrina
para la valoración y tanteo de un artillado, puede verse
un estudio de esta índole.
Nosotros, para el uso en lo que sigue, nos conformare
mos con establecer unas fórmulas simbólicas, que no
tienen más valor que el de resumir nuestro estudio y
evitarnos pesadas reiteraciones.
Si llamamos, simbólicamente, Pv, Pc, Pa y Pd a las
probabilidades de que nuestro elemento. pueda ver, com
batir, alcanzar y destruir, respectivamente, a su obje
tivo, como quiera que para llevar a ‘cabo su misión han.
de
los cuatrototal
hechos
soii dependientes
entreverificarse
sí, la probabilidad
será que
el producto
de las pro-U
babilidades de que se realicen los hechos aisladamente.
Con la palabra masa queremos expresar la multiplici
dad de eleméntos combativos que tienen una misma mi
sión; de tal modo que si algunos son destruidos en el
ejercicio de su cometido, sean los demás los que lleguen
a completar aquella misión encomendada a todos.
La biología nos enseña que las especies perduran, bien
por su fortaleza, bien por su astucia.o bien por su fecun
La eficacia será, pues:
Ef
Pv Fc Pa
Pd,
15.
-
-
didad, de tal modo que si alguna no tuviera una de es
tas características al menos, desaparecería rápidamente.
Esta enseñanza podemos aplicarla a nuestro estudio y
obtener alguna consecuencia interesante simplemente
• con
traducir las palabras, y diremos: los elementos dé
combate lievana cabo su misión, bien por su rendimiento,
bien por sorpresa o bien por su masa, de tal modo que
si alguno de ellos no poseyera una de estas característi
cas al menos, fracasaría en su misión.
Esta ley nos explica perfectamente el desarrollo de
las armas de combate. La artillería, en sus orígenes,
triunf 6 plenamente, debido al gran rendimiento que te
nía sobre los sistemas de defensa que no estaban pre
parados para resistir su acción. Fué una gran sorpresa
pará la fortificación medieval; pero a medida que la sor
presa iba desapareciendo y se construían defensas sufi
cientemente preparadas para resistir los efectos de las
nuevas armas, fué preciso buscar el éxito de la artillería
en su utilización en masa, y aun vemos que, hasta hoy,
de dla en día, o se aumenta la potencia o se multiplican
las bocas de fuego cada vez más.
El ejemplo que precede se refiere al rendimiento de
un elemento por la consideración de su eficacia; pero
también podríamos buscar otros en los que el rendi
miento estuviera afectado pór la vulnerabilidad: el ca
rro y el avión. Estos elementos de combate tienen una
gran vulnerabilidad, pues el valor de la probabilidad dé
verlos es muy grande, con lo que pecan nada menos que
contra un principio de la guerra; bien es verdad que el
carro tiene una protección activa y pasiva muy grande,
o sea qué las probabilidades de combatirlo y de des
truirlo son relativamente pequeñas, y que el avión tiene
una probabilidad de ser combatido y alcanzado muy pe
queña, por el distinto medio en que actúa y su gran
velocidad. Peró podemos observar cómo al ir desapare
ciendo la sorpresa de su aparición en los campos de ba
talla, ha sido forzoso su empleo en masa. Y aún más:
¿debemos conside-ar estos ingenios como definitiva
mente incorporados a los campos de batallá? Saliéndo
nos de nuestro tema, haremos notar que esta pregunta
no tiene clara contestación afirmativa, pues todavía es
tos ingenios viven bastante de la sorpresa y no por su
valor intrfnseco. La facilidad de ver un avión y de des
truirlo (una vez alcanzado, queremos decir) no es preci
samente una garantía para que perdure; todo depende
del progrés9 que puedan alcanzar las armas antiaéreas,
de que permitan combatirlo y alcanzarlo, que son las
piedras fundamentales donde se basa su grado de vulne
rabilidad. Análogamente, le sucede al carro: su protec
ción no es una garantía para que llegue a ser un arma
clásica; se ve mucho, y cosa que se ve, tarde o temprano
está condenada a ser destÑída. De momento ya hemos
visto cómo estos ingenios han de actuar en masa; del
futuro no sabemos, pero dudamos.
CONCENTRACIONY DISEMINACION
En el apartado anterior hemos visto cómo cuando un
elemento de combate tiene poco rendimiento, es necesa
rio utilizarlo en masa, pues simplemente lo que con esto
logramós es aumentar ese rendimiento
Si ahora consideramos como elemento de combate
una obra de fortificación, también podrá aplicarse la ley
antes formulada de que si este elemento tiene poco ren
dimiento, hemos de emplearlo en inasa. Emplear una
16
fortificación en masa puede traducirse en establecerla
en varias líneas y en varias obras independientes, en la
intención de que si algunas de ellas fueran destruidas,
las demás puedan continuar la defensa. Esto es el con
cepto de diseminación. Mas con la diseminación todavía
nos es dado lograr otra ventaja independiente del con
cepto de masa, pues al dividir las obras, el tamaño
de éstas disminuye, con lo que el enemigo tiene mayor
dificultad en alcánzarlas. Así, pues, queda bien claro
que con la diseminación obtenemos dos ventajas: de una
parte, disminuir la vulnerabilidad del sistema defnsivo,
y de otra, crear una masa de obras para la defensa.
Pero esto no sucede siempre así, porque la disemina
ción también lleva consigo ciertos inconvenientes, que
en algunas ocasiones acaso no compensan las ventajas
aludidas. El mayor gasto, la dificultad para ejercer el
mando, la disminución posible de su potencia de fuego,
una menor protección activa de las obras al estar disemi
nadas, pueden disminuir la eficacia o aümentar la vul
nerabilidad del sistema, disminuyendo en ambos casos el
rendimiento.
Por esto no sería prudente el admitir la
diseminación como principio inconmovible de la fortificación..
Desde luego, sí que podemos admitir qúe si una obra
es muy vulnerable, es preciso repetirla para que exista
masa, profundidad, Pero la conveniencia de dividir una
obra en otras más pequeñas ha de ser motivo de deta
llado estudio en cada caso particular.
En general, cuando una obra o sistema de ellas es poco
vulnerable, no conviene la diseminación.
Fijémonos en el siguiente ejemplo:
Deseamos construir un refugio antiaéreo para el uso
de los vecinos de una manzana de casas en una ciudad,
y entre las soluciones qué estudiamos, sea una el hacerlo
en un solo sitio y sea otra el hacer tres refugios indepen
dientes y separados. Estas obras están perfectamente
enmascaradas, y la vulnerabilidad ya vimos que en este
caso venía dada por
Vul
=
P’c
P’d,
ya que se había anuladó un sumando de los de la expre
sión general, por ser nulo uno de los factores que lo
formaban: el de la probabilidad de ser visto. Esta vul
nerabilidad en el primero de los casos que consideramos
tendrá un determinado valor para la solución de cons
truir un solo refugio con la capacidad total. Si los dise
minamos haciendo tres diferentes, es cierto que, al ser destruido uno, sufriremos la tercera parte del daño que
si la destrucción hubiera sido total; pero es que la pro
babilidad de alcanzar a uno cualquiera de ello,s también
es tres veces mayor, con lo que la solución bajo este as
pecto es idéntica a la anterior. Ahora bien, si pensamos
en la economía, no cabe duda que es mucho más conve
niente hacer un solo refugio de la capacidad total que
tres parciales, sobre todo si los organizamos juntos y
dispuestos en tres pisos, uno debajo de otro, con la mis
ma cubierta protectora. La diseminación en este caso no
tiene objeto.
Otro caso puede presentarse en que la diseminación
no sea conveniente; imaginémonos una obra que tiene
unagran
protección debida á su fuego propio, a la ma
nera de un fuerte, semejante a un acorazado incrustado
en el terreno, de tal modo que la diseminación dismi
nuya su capácidad de fuego y protección; entonces, lo
que en todo caso interesa es construir otro fuerte de
análogas
condiciones para lograr el
efecto de masa; pero no fraccionar el
que corno unidad desempeña un com
pleto papel todo él.
La ley que rige la diseminación pa
rece ser función de la posibilidad que
tiene el enemigo de alcanzar el sis
tema que consideremos. La disemina
ción debe ser mayor, cuanto más pró
ximas estén las obras del enemigo.
Una zona de vigilancia ha de tener
sus posiciones muy diseminadas; en
cambio, una zona de reacción con
viene que tenga agrupados sus ele
mentos y posiciones. En retaguardia
mucho más; y si dudáramos de ello
al pensar que la aviación enemiga
puede atacar con ventaja tales orga
nizaciones, no debemos olvidar que
también éstas son mucho más fáciles
de defender, con lo que de nuevo ve
mos cómo la conveniencia de disemi
nar o agrupar está íntimamente ligada
con la vulnerabilidad. Fijémonos en
la eficacia tan grande que parece lle
gará a tener el bombardeo atómico contra las instalacio
nes industriales, si de él no ns podemos defender fácil
mente; es preciso buscar la diseminación, porque la vul
nerabilidad será grande; pero si llegamos a poder esta
blecer una 4efensa contra ello, entonces no tendrá ob
jeto dispersar las instalaciones, sino qué, agrupá.ndolas,
podremos realizar una defensa más eficaz.
CONTINUIDAD
-
Veamos cómo evoluciona el concepto de continuidad
a tenor de la capacidad relativa de la ofensiva y de la
defensiva. En esta capacidad incluimos la que se deduce
de todas las cualidades que lleva consigo la acción de
atacar y, análogamente, la de defender.
Al leer la historia del arte militar, se aprecia cómo hay
épocas en las cuales predomina el ataque sobre la de
fensa, y otras en que, por el contrario, el ataque decae y
pasa por crisis más o menos pronunciadas. Natural
mente, esto es motivado por el rendimiento de los me
dios empleados en una u ótra manifestación de la acción
guerrera; es la lucha por la primacía entre los elementos
de la acción de que al principio hablamos. La primacía
del movimiento da auge a la ofensiva, y la del fuego y el
trabajo marca la crisis de ella, en general.
Ahora digo que si la defensiva es en tal o cual mo
mento de más rendimiento que la ofensivá, la fortifica
ción a emplear es la lineal y continua; si el rendimiento
de la defensiva es menor que el de la ofensiva, la fortifi
cación adecuada es la discontinua, con sus puntos fuer
tes e intervalos débiles; y si, por el contrario, hay equili
brio entre uno y otro modo de acción, la fortificación
que resulta conveniente es la formada por varias líneas
defensivas.
Paralelamente también podemos decir lo mismo para
la ofensiva, y en ésta imperará el ataque a viva fuerza,
el ataque por sorpresa o los ataques sucesivos, según
predomine, sea inferior o igual a la defensiva, respecti
vamente. Como era de esperar, es curioso observar que,
para cada forma de defensa, la del ataque es la adecua
da, y viceversa, para cada forma de ataque, la defensa
adopta la adecuada.
La justificación de la ley, de las formas de la defensa,
en relación a• la continuidad en la justificación, es fácil.
Si los medios de ataque son superiores a los de la defensa,
el Ejército que combate a la defensiva, percatado del
mayor rendimiento de aquélla, se orienta en el sentido
de establecer puntos fortificados que le sirvan de apoyo
para maniobras de contraataqUe, que cuenta con más
rendimiento que la simple defensa estática en aquel mo
mento de la evolución del arte guerrero. Esos puntos
son los que protege fuertemente, dejando intervalos dé
biles para lograr la economía de fuerzas.
Si sucediera lo contrario, entonces- el defensor prefiere
esperar a que los ataques del adversario se estrellen en
cualquier punto que éste elija para aplicar su esfuerzo,
y si el frente fuera roto, lo que procura es taponar la
brecha.
Después de la primera guerra mundial se había esta
blecido la llamada continuidad en el fuego y en el obs
táculo como idónea, y así se conciben las fortificaciones
en ese tiempo, en el que la ametralladora y las masas de
artillería hacen que el elemento fuego tenga una -gran
importancia, y, en consecuencia, la defensiva se pueda
llevar con gran rendimiento. Pero hoy día que- ésta atra
• viesa
por una época -de crisis frente al arrollador em
puje de los Ejércitos cuando maniobran en las grandes
ofensivas, ¿cabe todavía hablar - de continuidad en el
fuego y el obstáculo? Desde luego, esto seria lo ideal,
mas un tanto utópico, por cuanto que si queremos lo
grar con nuestra -fortificación una economía de fuerzas,
la debilidad de toda la línea continua en el fuego será
manifiesta contra un potente Ejército que ataca en el
punto que él elige. Obsérvese que el número de contracarros a emplear, si se calculan para lograr una eficaz
continuidad de fuego, está muy reñido con la economía
de fuerzas, e igual ocurre con los elementos antiaéreos,
piezas artilleras, etc. Algo parecido nos ocurre al inten
tar crear obstáculos eficaces, que, por mucho que apro
17
vechramos
los naturales, representaría un ingente tra
bajo y terribles gastós materiales.
Pero la misma característica que hoy da primacía al
ataque sobre la defensa, nos da la solución paraestable
cer una continuidad adecuada. El movimiento puede ser
utilizado también por la defensa, y, contando con él,
podriamos establecer la continuidad en acción; esto es,
que en un momento determinado tengamos la pósibili
dad dé llevar nuestra acción defensiva a cualquier punto
del frente que tratamos de defender. Acaso pudiéramos
llamarla también continuidad potencial, y, en resumen,
esto constituye la misma doctrina que la actual para con
los, desembarcos aéreos, por ejemplo.
No ‘quiero acabar este apartado sin hacer mención de
otra clase de continuidad que en pocas ocasiones he oído
nombrar, y a la que, sin embargo, también se debería
prestar atención por su importancia, no sólo en el arte
militar, sino también en política y economía. Se trata
del tienpo, de la continuidad o discontinuidad de las ac
ciones a su paso. Tanta importancia, o acaso más, tiene
el estudio de las evoluciones de la lucha a lo largo del
tiempo, de los Ejércitos en la lucha, comó las evolucio
nes en el espacio. El estudio de las posibilidades, tanto
propias como enemigas, prá adelantarse a los aconte
cimientos, para prever las situaciones futuras o las con
secuencias que pueden derivarse de una acción, debía
constituir una rama importante de la Ciencia de la
Guerra.
una mayor precisión (proyectiles autodirigidos acaso
sobre aviones y carros), mayor alcance y- potencia (ener
gía atómica).
Referente a la diseminación, la vulnerabilidad de la
actual fortificación la hace necesaria; mas no conviene
abusar de ella. Se dóben agrupar las obras que por su
protección, disimulación o fuego defensivo propio no
sean muy vulnerables. Si el progreso de los medios del
fuego que antes hemos citado se lograra, la diseminación
carecerá de sentido.
Como consecuencia del mayor rendimiento del ataque
trente a la defensa, el tipo de fortificación adecuado es
el discontinuo. Acaso sea conveniente para esto estable
cer regiones bien defendidas que dejen intervalos gran
des sin defensa; pelo a cambio de que estas zonas forti
ficadas sean capaces de sostenerse y servir luego de eje
para la maniobra defensiva, que estaría a cargo de Ejér
citos con iguales características que los que atacan.
Queda ya pequeño el concepto de Continuidad en el tue
go, siendo necesario’ sustituirlo por el de continuidad en
la acción.
Este tipo de fortificación, que parece idóneo para el
momento actual, es la vuelta de nuevo a la idea del cas
tillo, un castillo adaptado a los presentes medios de lu
cha; una región potentemente fortificada y muy prote
gida, hábilmente colocada en un nudo de comunicacio..
nes, puede ser de fácil sostenimiento, impidiendo o re
trasando el paso de los Ejércitos atacantes, puede servir
de apoyo para las leacciones del nuestro y de base de
CONCLUSION
operaciones que pongan en peligro los flancos del ata
cante si quisiera jenetrar. Valen para la elección de esta
En realidad, no sé si debo atreverme a sacar conse
cuencias de lo que hasta aquí he expuesto; pero ya que regién las consideraciones de aprovechar el terreno al
máximo, buscar el obstáculo natural, etc.; esto es, hacer
toda la ilusión que he puesto en el trabajo es la de lle
más fuerte una región que ya lo es.
gar a este punto, me aventuraré a expresar algunas ideas
•
Ruego perdón al paciente lector que haya llegado
referentes al estado actual del arte militar y al rumbo
hasta aquí en este mal trazado ensayo, a la vez que pido
que parece tomar.
-fije sólo su atención en las ideas y no en la exposición
La movilidad es el elemento de la acción que predo
mina, y, en consecuencia, el ataque predomina sobre la harto deficiente e incompleta, que, sin embargo, no dudo
será claramente interpretada gracias a la sagacidad y co
defensa. La atención de la técnica militar está centrada
nocimientos de los lectores, y no al valor de mi modes
en aumentar la eficacia de las armas de fuego, buscando
tísimo trabajo.
18
Capitán de Ingenieros FRANCISCO AGUILA DEL COLLADO,
del Batallón de Transmisiones del VI C. E.
ELae Mando
es quien,
incluyéndólos
en la de
orden
operaciones,
elige
los asentamientos
los
campos de minas, teniendo en cuenta la situación
táctica y otras circunstancias de tiempo, lugar y
medios disponibles, y conjugando su efecto con
los obstáculos naturales y con las obstrucciones,
destrucciones y barreras de fuego establecidas o
proyectadas.
Constituye el campo de minas el
obstáculo artificial y activo de mayor eficacia
demostrada en la última guerra mundial, y que
representando
por sí un medio potencial, propor
ciona, sobre todo a las órganizaciones defensivas,,
una elevada capacidad de solidez y resistencia.
En relación con los demás obstáculos activos
y pasivos, el campo de minas es más eficaz:
Por los efectos psicológicos que produce.
Porque añade a cualquier obstáculo existente
una acción de fuego que aumenta su valor.
—
—
—
—
—
Instálase con gran rapidez.
Se enmascara más fácilmente,
por tanto, su peligrosidud.
Es más difícil destruirlo.
aumentando,
Por ello, los campos de minas pueden emplearse en todas las fases de la lucha, pues aunque, por
su origen, tengan un carácter esencialmente de
fensivo, por su evolución, y transformación han
llegado a tener, hasta en el campo estratégico, un
adecuado empleo, sobre todo cuando se trate de
impedir el paso por zonas donde no sea posible
establecer una organización defensiva normal; para
cerrar grandes espicios entre puntos no amenaza
dos directamente; para impedir los desembarcos y
penetraciones por mar o por el aire, y en zonas
fronterizas o en campos extensos donde se presuma
sea fácil realizar una acción aerotransportáda.
Pero lo que elevó la, importancia de la mina
fué la gran utilización del carro de combate en la
guerra moderna, haciendo sentir la necesidad dé
crear un obstáculo activo, capaz de impedir o,
por lo menos, estorbar su progresión, para dar lu
gar a que las armas contracarro pudieran ba
tirlo.
Lógicamente se deduce’ que el empleo táctico
de los campos de minas en todas las fases del com
19
bate lleva aparejada una mayor difusión de los
posible; fases de la lucha en las cuales tienen las
principios y doctrinas para su uso y un exacto co
obstrucciones un papel más elevado.
nocimiento del material de minas por todas las
El asentamiento ideal para un campo de minas
Armas combatientes, ya que se presentaran- mu- es aquél qüe tenga a, cubierto dé las vistas y de
chas ocasiones en que lós Zapadores no. podrán los bservatorjos
enemigos tanto el campo como
atender por sí solos todas las peticiones de ayuda, •las armas que. lo defienden. Así se consigue un
sobre todo en los levantamientos de campos que máximo de sorpresa. El enemigo, en su ataque,
la rapidez de las operaciones hagan imposible su se encontrará metido dentro’ del campo, cuando
demora, acentuándose, sobre todo, en determina
la acción de las armas de la defensa sea más efi
das acciones ofensivas en que las mi’iltiples mi caz, y sólo, contando con su propia observación
siones asignadas a Ingeniéros impidan la disper
aérea, el apoyo de su artillería será escaso para
Sión de este personal.
poder neutralizar estas armas.
Tácticamente, se emplean los campos de minas:
Se e•mpleauÇ por tanto, los campos de minas en
En la marcha de aproximación y tóma de con
la defensa:
tacto; ante un enemigo con medios acorazados
Delante’ y en el interior de la zona avanzada.
en las detenciones, si son largas; cubriendo los iti
Délante y en el interior de la zona de resistencia.
nerarios de acceso.
En los intervalos entre organizaciones defen
En el ataque: Una vez conquistada la posición
sivas.
para asegurarla de los contraataques; para pro
En los flancos y a retaguardia del sistema.
teger los flancos.
,(Línea de detención.)
En la explotación del éxito: Para reforzar los
puntos, clave conquistados.
En la maniobra en retirada: Para reforzar las EN LA ZONA AVANZADA
posiciones sucesivas; reforzar las destrucciones;
apoyar las posiciones intermedias que se organi
Los campos de minas en esta zona (antes lla
cen; sobre las vías de comunicación, impidiendo
mada de seguridad) tienen que ser de gran ex
el fácil uso de ellas por el enemigo; proteger los tensión, y se colocarán delante de la línea de vi
flancos de las posiciones cuando falten obstáculos gilancia y en el interior de la zona, o sea en los
de importancia,
contra tentat,ivas de envolvi
escalones de combate y reserva; pero de forma
miento a pequeña distancia.
que no obstaculicen el repliegue de los puestos y
En los estacionamientos
del ‘movimiento: En de las patrullas de vigilancia, y que tampoco im
la dirección en que puedan irrumpir los medios pidan o retarden los movimientos de las fuerzas
acorazados. del enemigo; con objeto de facilitar el
de los diversos escalones.
rápido levantamiento de estos campos al reanu
El trazado de los campos debe hacerse de la
darse el movimiento, .su delimitación tiene que forma más irregular posible y cuidando mucho su
ser exactísirna.
enmascaramiento,
idaptando
al terreno las ba
En la defensa de costas y fronteras: Para impe
rreras de minas y estudiando cuidadosamente to
dir los desembarcos en puntos fáciles; obstaculi
dos los detalles de su colocación. En los sectores
zar los itinerarios de penetración; impedir el paso inaccesibles o donde el terreno presente ‘formas
por las vías de acceso y caminos; para impedir el difíciles, ‘pueden colocarse masas de minas espar
despliegue defensivo.
cidas y de poca densidad. Igualmente se coloca
rán minas diseminadas en el interior de la zona,
con objeto de desorientar al ‘enemigo y a las pa-’
EN LA DEFENSIVA
trullas que intenten la localización de los campos.
Se ve, pues, que el valor de los campos de mi
Es aquí ‘donde el campo de minás tiene su em
nas en esta zona es muy elevado, ya que tienen
pleo más eficaz, bien en frente estabilizado, en la la misión no sólo de dificultar el avance enemigo,
maniobra retardatriz o en el combate defensivo, sino de desviar sus movimientos hacia las zonas
donde hay que ceder terreno lo más lentamente
de obstáculos canalizando el ataque.
•
—
—
—
-
-
•
-
20
-
todos los campos previstos para la organización
defensiva de la Enea.
En el interiorse tendrán en cuenta todas las si
tuaciones particulares que se deban considerar,
tales como caminos y vías de penetración, zonas
de espesuras de bosques y malezas, etc.; pero todo
esto siempre que una vez cubierta la organización
Las minas se emplearán con gran profusión, y
los campos serán de tipo mixto (minas contra
personal,
contra carro, antimagnéticas,
de sal
to, etc.), siendo también conveniente colocar mi
nas luminosas con objeto de que constituyan un
buen aparato de alarma, que impida la sorpresa
nocturna.
Y como complemento, colocando en
7t
__
a-—
a—
‘4-,
periférica, y especialmente la de vanguardia, se
disponga de minas suficientes. Es ocioso advertir
que en estos casos particulares hay que proceder
de forma que la existencia de estos campos no
impida los movimientos ni las acciones de con
EN LA ZONA DE RESISTEN CIA
traataque
de las tropas propias o que puedan
‘producir daño en las alternativas de la lucha, debiendo, por tanto, estar perfectamente delimita
A) En la línea principal de resistencia.
dos, y señalados para poder ser identificados tan
La distancia de los campos de minas a la Enea to de día como de noche. Las barreras de minas
principal de resistencia dependerá principalmente
en estos casos deben, ser poco ‘profundas, y los
del plan de fuegos de las armas automáticas, es pasillos, amplios.
pecialmente fusiles ametralladores, y tratando de
conseguir asimismo que el fuego enemigo de arti
B) Entre centros u organizaciones de resistencia.
llería .y. morteros sobre las fortificaciones propias
Lós campós de minas colocados, en los interva
no afecte directamente .a dichos campos. Los prin-1
cipios fundamentales para su establecimiento en los de los centros de résistencia de la línea prinesta zona deben tender, ea primera urgencia, a: cipal o en la líñea dó sostenes’, entre organizacio-’
Obtener un máximo desarrollo lineal y úna nes del mismó orden, deben desarrollarse en un
sentido aproximadamente
paralelo al limite an
densidad normal en el frente principal.
Un desarrollo y’ t*a menor :densidád- -eú- el terior de lá---posición, y’en el seutido de la profun
frente posterior (gola) de la línea.
1 .didad, cuando “cubrañ intervalos entre centros de
diverso orden, y estando constituida en uno y
•Luego, progresivamente, se van completando
esta zona algunos campos de minas simulados o
falsos, se consigue engañar al enemigo y se le obli.
ga a perder tiempo ‘en inútiles localizaciones.
,
-
‘
—
—
‘
2-1
Z0rn9evenlao’e Cernpode n,,»aCen un e/e,nento o ,ee/stenc,e
(4nt re la e/amb opIv,o,,g la de/ponto de oOFo).
D)
DPC
O Pozo1Irpoa,’
- —-
Bappepaode mlna
••
#aoen nL- zomee ene/tea
En los flancos y sobre la retaguardia
de Ja organización defensiva.
Tienen por objeto retardar o, por lo
menos, desviar, hacia las zonas principales
de la defensa las penetraciones del enemi
go, cuando éstas sean consecuencia de una
maniobra envolvente, de una acción de•
desembarco aéreo en retaguardia o de la
actuación de patrullas, llamadas en la úl
tirna guerra “acción de guerrillas en reta
guardia”. Aquí los campos serían de tipo
mixto y deben colocarse en los sectores
de más fácil acceso o vialidad, siendo, na
turalmente, las minas antimagnéticas las más efi
caces para este caso particular, y debiéndose en
comendar la vigilancia de estos campos a pequeñas
patrullas móviles.
•
•
otro caso por una sucesión de barreras, de tramos
intercalados entre ellas, y con ramales transversa
les complementarios que Compartimenten la or
ganización y canalicen la penetración.
Con objeto de evitar su localización anticipada
por el enemigo, se deberá tener en cuenta:
Establecer los campos con un trazado muy
irregular.
Esparcir minas sueltas sin orden ni concierto
delante de ellos.
Emplear lnicamente minas magnéticas.
Establecer campos simulados.
Las características de estos campos de interva
los, así como sus misiones y tipos, se derivarán,
como es natural, del plan general defensivo; pero
siempre debe tenerse en cuenta que, a través de
ellos, se desarrollarán las acciones de las reservas
y, por consiguiente, su trazado debe quedar su
jeto a esta exigencia.
•
—
—
—
—
•
-
C)
Campos para protección del despliegue
lleroydelosP.C.
arti
Los campos de minas representan un valioso
elemento para proteger’ las zonas de despliegue
dé la artillería, así como el emplazamiento de los
puestos de mando, ya que, aunqüe no ejercen una
protección completa, se puede conseguir con éllo
no sólo demorar el ataque, sino un sistema de avi
so que evita la sorpresa. Son campos sencillos y
poco complicados en su instalación, y deben cons
tituirse por tramos y barreras de minas o masas
esparcidas, y situadas en aquellos puntos donde
sean más fáciles o se puedan prever las infiltra
ciones.
-•
22
EL
TERRENO Y LOS CAMPOS DE MINAS
Es indudable que en el empleo de- los campos
de minas tiene -una gran influencia el relieve que
presente el térreno, influencia que afecta más a
las características especiales de la forma del cam
po que al fondo mismo -del problema. Sin embar
go, hay que tener en cuenta que la forma del te
rreno influye enormemente en el combate, y así,
en los terrenos no montañosos, los campos de mi
nas aumentan la acción retardatriz de la zona
avanzada y cooperan a asegurar la impermeabili
dad en todas las direcciones de las posiciones de
resistencia. -Es lógico que así suceda, porque en
este terreno es donde el carro tiene mayor empleo.
En el terreno de montaña media, los campos
fortalecen la defensa en las zonas aptas para la
circulaóión de los carros y en los puntos accesibles
para personal a pie o semovientes, dando protec
ción a centros más espaciados.
En la alta montaña, los campos son empleados
para fortalecer la defensa de los puertos y vías
de penetración, sucediéndose en profundidad a
caballo, de los caminQs principales.
En los terrenos ‘con vegetación espesa, más que
‘campos de minas regulares, es más indicado ins
talar masas de minas y dispositivos con trampas.
En los ríos, pantanos y zonas costeras se emplean
minas debajo del agua, y en los vados, minas en-
-
Zon o’eRee/etenc/a
Co/ocac,on de un campo de mmee de/ante de
¿‘o Centro de ReWttenc,a.
terradas. En el fondo de valles profundos,
en vertientes y barrancos que puedan ser
.
vías de penetración, se colocan minas es
parcidas con gran densidád. En las zonas
édificadas y poblados en general, tiene
común empleo ci uso de trampas y arte
factos explosivos de cualquier clase que
actúen por sorpresa..
En las zonas nevadas y en desiertos o
zonas arenosas se tendrá en cuenta, ade
más de la configuración del terreno, la ac
ción de los -ientos reinantes, de forma que,
acumulando la nieve o arena, no perjudi
AtO/Of)armas automaticar
L___)
.“
aras
quen el enmascaramiento
o el funciona
Saprera, de nonas
Puntos de Ipoqo
miento de las minas.
Y resumiendo, en cuanto al tipo de los
ñalados, orientados y estudiados sus emplaza
campos, éste dependerá, en gran parte, de la via
mientos, también estorban la acción propia, por
lidad que ofrezca el terreno. En aquellos que pue
lo que es de todo punto indispensable efectuar un
dan ser recorridos por vehículos y carros de com
bate, se colocarán campos mixtos. Cuando de la detenido estudio de la situación y del terreno an
naturaleza del terreno se desprende que no es po tes de ordenar su colocación.
La rapidez de su instalación y enmascaramien
sible el ataque con carros, se colocarán solamente
to,
junto al importantísimo detalle de aumentar
campos de minas contra personal.
la acción de fuego de la defensá, da una sensación
de seguridad y confianza al combatiente, que se
cree más protegido, sobre todo de la sorpresa,
ÇQNCLUSIQN
cuando sabe que un campo de miñas le resguarda
de ella. Y para el enemigo, el saberse dentro de
La mina, y al decir esta palabra incluyo.no sólo un campo de minas no localizado bién por sus
las conocidas contra personal y cóntra carros, tropas, le produce una depresión moral y un des
sino todos los artefactos, trampas y dispositivos
aliento que rebaja en gran manera su capacidad
que son desperdigados por el campo de batalla con combativa. Está más preocupado en saber dónde
profusión, rapidez e ingenio, constituyen un for pisa o dónde cae que del fuego adversario, y este
midable obstáculo que entorpece la acción de las efecto psicológico, bien aprovechado por la de
fuerzas enemigas; pero que si no están bien se- fensa, da unos resultados excelentes, además de
la pérdida de tiempo que supone para el contra
rio el dedicarse a la localización e inutilización de
un campo bien dispuesto.
Interi’aIo de C.de Resistencia.
¿niÓ,?entre ca”pos ¿“em,naC.
Por eso. se ha extendido el empleo de los cam
pos de minas a todas las actividades del terreno
de batalla, y por ello también el personal que se
dedica a esta especialidad ha aumentado enor
rneinente, en proporción sólo comparable a la
importancia
concedida
a la defensa
contracarro.
No solamente no ha defraudado en ninguna
ocasión este obstáculo activo,
sino que a su
8ar,erea de ¿‘md,?
perfeccionamiento
debe dedicarse
la mayor
atención.
-
-
.
-
—
23
NORMASSOBRECOLABORACIÓN
EJERCITO se forma preferentemente con los trabajos de colaboración espon
tánéa de los Oficiales. Puede enviar los suyos toda la Oficialidad, sea cualquiera su
empleo, escala y situación.
También publicará EJERCITO trabajos de escritores civiles cuando el tema y
su desarrollo interese que sea difundido en el Ejército.
Todo trabajo publicado es inmediatamente remunerado cón una cantidad no
menor de 6oo pesetas, que puede ser elevada hasta i.oo cuando su mérito lo justi
fique. Los utilizados en la Sección de “Información e Ideas y Reflexiones” tendrán
una remuñeraejón mínima de 250 pesetas, que también puede ser elevada según el
caso.
La Revista se reserva plenamente el derecho de publicación y el de suprimir lo
que sea ocioso, equivocado o inoportuño. Además, los trabajos seleccionados para
publicación están sómetidos a la aprobación del ‘Estado Mayor Central.
Acusamos recibo siempre de todó trabajo recibido, aunque no se publique.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
A NUESTROSCOLABORADORES
Los trabajos deben venir escritos a máquina, en cuartifias de 15 renglones, con
doble espacio entre ellos.
Aunque no es indispensable acompañar ilustraciones, cónviene hacerlo, sobre
todo si son raras y desconocidas. Los dibujos necesarios para la correcta interpreta
ción del texto son indispensables, bastando que estén ejecutados con claridad, aun
que sea en lápiz, porque la Revista se encarga de dibujarlos bien.
Admitimos fotos, composiciones y dibujos, en negro o en color,’ que no vengan
acompañando trabajos literarios y que por su carácter sean adecuados para la publi
cación. Las fotos tienen que ser buenas, porque, en otro caso, no sirven para ser re
producidas. Pagamos siempre esta colaboración según acuerdo con el autor.
Toda colaboración en cuya preparación hayan sido consultadas otras obras o
trabajos deben ser citados detalladamente y acompañar al final nota completa de la
bibliografía consultada.
En las traducciones es indispensable citar el nombre completo del autor y la pu
blicación de donde han sido tomadas.
Solicitamos la colaboración de la Oficialidad para Guión,.revista ilustrada de los
Mandos subalternos del Ejército; ‘Su tirada, 25.000 ejemplares,, hace de esta Revista
una tribuna ‘resonante donde el Oficial puede darse la inmensa satisfacción de am
pliarsu labor diaria de instrucción y educación de los Suboficiales. Pagamos los tra
baios destinados a Guión con DOSCIENTAS CINCUENTA a SEISCIENTAS pesetas.
Admitimós igualmente trabajos de «la Oficialidad para la publicación titulada
Revista de la Oficialidad de Complemento. Apéndice de Ejércitó, en iguales cóndiciones
que para Guión, siendo la rélnuneración mínima la de TRESCIENTAS pesetas, y la
•
—
24
máxima,
de SETECIENTAS CINCUENTA.
Esiadisticasretropectiv8
ORIGENES
DELADECADENCIA
ESPAÑOLA
ARTURO
PEREZ
CAMARERO. del Instituto
Nacional
de Estadística.
La Población enrarecida y desproporcionada no pudo sostener
una gran poteñcia militar.
DESPUES
•
•
-
-
de analizadas, en etas mismas colum- - y cuyo encadenamiento
es, en definitiva, la base de
nas, las causas que durante el siglo XVI üénnuestras informaciones.
tralizaron
con exceso el crecimiento natural o
Oportunamente
enumeramos las principales cala
vegetativo de la población española hasta motivar uu1 midades—pestes,
hambres, sequías, riadas y terre
descenso no inferior a millón y medió de habitantes,
motos—que, unidas a la guerra de Reconquista y a
cerrábamos nuestro- anterior ensayo coii la deducción
las luchas entre los propios reinos cristianos, merma
de que, al finalizar la citada centuria; España debió
ron a lo largo de la Edad Media la demografía espa
de contar tan sólo o’cho millones y medio de almas
ñola. Está probado que los Reyes Católicos y los
dentro de la Península.
monarcas de la Casa de Austria instituyeron
fundaTomás González estima qué aún era menor la -ci- ciones benéficas e iniciaron prácticas sanitarias que
fra; pero su cálculo parte del error de suponer que
significaban un notable prógreso en cuanto se re
al comienzo del siglo XVI España no llegaba a su- fiere a la defensa de la población.
mar ocho millónes de habitantes, mientras que ColLos léctores de esta Revista conocen cuánto en tal
meiro, que se basa en la cifra inicial de los diez milloperíódo avanzó la sanidad militar, en el acuartela
nes, obtiene conclusiones análogas a las expuestas en
nuestro anterior trabajo.
y en miento
las ambulancias. Mi primer lección de
cosas fué saber- que el resto de los lienzos de la mu
Sólo a título de curiosidad consignaremos que Hae
bles cree que la población española llegó a descender - ralla a cuya sombra nací fueron derribados por orden
del Divino - Vallés, protomédico
de Felipe II, para
hasta cinco millones de habitantes,
y que García
Barzanallana
opone una suma tan precisa conio la - que los aires se lleqasen las pestes—l
que prueba
de 9.147.111, ni uno más ni uno menos, en la segurique ya se iniciabá la higienización de las villas—,
dad- de que no habrá de tener lector capaz de contary todavía son hoy orgullo de aquella época la nble
los para contradecirle.
prestancia
arquitectónica de sus hospitales y de sus
asilos. Pero estos loables ,comienzos no pisaban de.
De todas sueres,
extraordinariamente
sensible
hubode
ser la despoblación, puesto que de eMa se
tener un valor relativo, y tanto la sanida4 como la
- lamentan
los Procuradores en -Cortes de 1571., 1574,
higiene estaban en sus albores, por cuya causa las
159Ü y, sobre todo, en las de 1600, y que las quejas
epidemias, que originaban mortandad
extraordina
aumentaban
a medida que iba terminándose la cenria, - continuaron sucediéndose con terrible frecueñçia
durante los siglos XVI y XVIL
turia.
intentar
Para
al menos—puesto que conseguirlo- no
:
-
-
Causas
naturales de la despoblación y comienzos
de la defeusa demográfica.
-
-
No era una novedad, ciertamente, el alegar la despoblación como argumento en contra de los - proyec- tos de contribuciones y de cargás. En los mismos Censos o recuentos de fuegos, que tenían casi siempre:
por principal objeto fijar el número de contribuyen tes, los pueblos y ciudades tendían a la oçultación de
habitantes
para que la base contributiva
-fuese lo
más pequeña posible, éircunstancia
que se ha de
tenér en cuenta al «considerar las: cifras -cuya selección
es posible—abarcar
la magnitud del gigantesco esfuerzo que constituyó la expansión de la España im
no
penal,
basta conocer las fulgurantes páginas de
cuya lectura se deduce la enorme extensión de los
territorios - descubiertos,
explorados, conquistados y
colonizados y las incontables muchedumbres domi
nadas y civilizadas; es necesari6 también rebuscar
esas breves noticias, que la generalidad de los bisto
riadores omiten, ea las 4ue se registran las circuns
tancias adversas en que - el pueblo y los monarcas
hibieron de afrontar, coininuar y concluir sus em
presas.
-
25
1
La capital de Cataluña y
su puerto en el siglo XVI.
Apenas comnzado
el siglo, en 1519, una
peste maligna se extendió por parte de Ca
taluña, en ocasión en que se hallaba en ella
el César Carlos 1, quien tuvo que abandonar
la ciudad y aislarse en Molíns del Rey, y
en 1521, otra epidemia hizo estragos en Bar
celona. Un doctor levantino homónimo de
nuestro Caudillo, Francisco Franco, nos ha
legado el relato de la horrible mortandad de
Sevilla en 1524. De nuevo en 1527, una epi
demia mueve al Emperador. y a su esposa
a recluirse, esta vez- en Palencia, “como si
estuviese cercada de enemigos”. En 1528 fué
Madrid uno dé los principales focos de la
peste, y la familia imperial se trasladó a To
leda. Esta epidemia fué seguida de una ex
tremada escasez de comestibles. Por segunda
vez, -eñ 1533, el César Carlos buscó en Paleticia defensa contra el géneral contagio
pestilente.
Las epidemias se suceden aterra
doras eñ Cataluña los años 1558, 1560,563,:
1564, 1580 y 1589. Verdáderas catástrofes
fueron también las pestes de Andalucía de
26
Bilbao y la ría en el siglo XVI.
-
1565 y 1568, y excepcionalmente
asoladora la que
duró desde 1598 a 1601. Antes había padecido Casti
lla la gran mortandad de 1597, y para no volver sobre
este triste tema dejemos ahora consignado que ya en
el siglo XVIIse padecieron las epidemias de 1618, 1648,
1649, 1651 y 1679, y algunas sequías de grandes penu
rias generales y las limitadas a Cataluña de 16(17y 1651,
la última de las cuales tuvo caracteres excepcionales.
ni las hecatombres, no habrá Estadística que expli
qué cómo la España empobrecida y despoblada pudo
vencer los pavorosos obstáculos que las calamidades
enumeradas
suponen y aun le sobrase ímpetu bas
tante para lanzar sus naves victoriosas cara a todos
los vientos y plantar sus banderas bajo todos lós
cielos.
La burocracia
No sólo la Armada Invencible
lichó contra los elementos.
• Véase,
pues, cómo Felipe II, al conocer el desastre
de las 130 naves y los 29.635 tripulantes de la Armada
Invencible,
ya estaba avezado, tanto él como su
augusto padre, a ver mermadas sus fuerzas y sus re-.
cursos, no por mano de sus enemigos, sino pór las
malaventuras
que ponían a prueba el temple de sú
espíritu. Por eso, acas9 sea más expresivo que la
famosa frase popularizada el comentario que la puso:
“Doy gracias a Dios de que me haya dejado recursos
para soportar tal pérdida, y no créo que importe
mucho que nos hayan cortado las ramas, con tal que
quede el árbol de donde han salido y pueden salir
otras.”,
No es baldía esta digresión, porque en estos tiempos
en que cualquier restricción pasaj era y aun el senci
llo trámite de un racionamiento encocora a no pocos,
es necesario recordar de modo prçciso cómo reaccior
naban los españoles de antaño ante las adversidades
de mayor alcance. De otro modo, sin valorar aquella
fuerza espiritual que no mermaban ni los desastres
desplazó a la nobleza
función directiva.
en su
En la demografía española del siglo XVI no era
el único de los males su disminución, puesto qúe tam
bién era anormal su composición por la falta de ade
cuada proporcionálidad
entre los elementos compo
nentes.
La póblación de la Península se dividía, en primer
término, entre dos grupos esenciales: el que integra
ban los elementos aut,óctonos o españoles viejos y
el grupo exógeno formado por los extranjçros, los
gitanos y, en mayor número, por los moriscos.
El núcleo genuinamente
español se hallaba afec
tado. poi dos divisiones de índole distinta. La una
estaba determiñada por el hecho de que los naturales
de cada uno de los reinós cristianos de la Península
se consideraban aún extranjeros en los restantes, por
no estar todavía bien soldada la unidad, como lo
prueban las guerras de Por;ugal y su posterior sepa
ración y las sublevaciones
de Cataluña años más
tarde. La otra división del conjunto netamente espa
ñol, que es la que importa a nuestro objeto, radiçaba
n la distinción de clases sociales.
La nobleza tradicional, que tan decisiva
influencia ejerció en la rudimentaria orga
nización
políticoadministrativa
los reinos
de la Reconquisti,
durante eldereinado
de
los Reyes Católicos bajó de sus peñas bra
vas, no. sólo para formar una Corte palacie
ga, como rutinariamente
se ha venido repi
tiendo, sino también
para constituir por
reflexi6n o por instinto el núcleo direçtivo
permanente
que
era
ya necesario
en la
nueva concepción de los .Estados que co
menzaba a cristalizar en la España de la
Edad• Moderna. Mas en la práctica, durante
los reinados de los dos primeros Austrias,
la alta nobleza continuó asumiendo su hon
rosa y destacadá misión de ejercer los ele
vados mandos de los ejércitos, de las armadas y de los virreinatos y, en cambio, fué
-
- -
gradualmente
sustituída por la segunda nobleza en cuanto a la intervención en los
ñegócios del Estado y en las funciones pú
-blicas sin duda porque los cargos, Conse
jos, Juntas, Comisiones, etc., que en la
nueva órganización se iban creando tenían.
ya- un cierto
relativo
carácter .bu*ocrálico. y. un
tecniéismo y eran geñeralmente
27
La capital de Castilla
en el reinado de Felipe II.
confiados a hidalgos, clérigos y burgueses le
trados.
Así, lós grandes linajes, sin quehacer en torno
a los reyes, fueron convirtiendo sus palacios
en pequeñas cortes, rivales en boato y derro
che, hasta el extremo de labrarse muchos de
ellos su ruina económica, con lo que su influen
cia política quedó aún más reducida.
Un contrasentido de la Estadística: exceso
de caballeros y de hidalgos.
-
-
Los grados de la segunda nobleza eran: los ca
balleros—señores
de vasallos o de lugares, de
jurisdicción
o solariegos—, los hidalgos de es
tirpe y los hidalgos de privilegio, que eran los
burgueses que conseguían el título por merced
real o por adquisición. Estas clases eran excesi
vamente numérosas y estaban exentas de tri
butos y del servicio de armas; en el que entraban
por orden real, directa o delegada, a solicitud o pre
‘da aceptación del interesado, y generalmente
con
puesto de mando, y desde luego se hallaban en abso
luto separados de todo trabajo agrícola, industrial o
mercantil.
Según el Censo formado en 1541 para el reparti
miento de Servicios, que se conserva en el archivo de
Simancas y que cita Lafuente, la proporción entre
hidalgos y !ees
era en Castilla la siguiente:
PROVINCIAS
Burgos
León
Granada..
Sevilla
Córdoba
Murcia
Jaén:
Zamora
Toro
AvilaSoria
Salamánca
Segovia
Cuenca
Guadalajara
Valladolid
Madrid
Toledo
Totáles.
Pecheros
50.947
.
29.680
38.317
74.176
31.735
17.976.
32.346
75.500
37.482
28.321
29.785
122.880
31.542
30.777
24.238
38.922
12.288
74.730
731.742
Hidalgos•
12.737
29.680
3.483
6.481
2.644
1.284
2.281
10.778
3.748
2.832
2:978
10.240
2.253
2.564
2.019
4.865
1.024
6.227
108.118
Hemos prescindido, en la suma, de las cifras de
León (29.680 pecheros y 29.680 hidalgos), puesto que
28
hay en ellas un ostensible error de transcripción
o
de imprenta que no podemos subsanar.
El total de las restantes supone que en Castilla ha
bía casi exactamenté
un hidalgo por cada cuatro
pecheros. Esta ruinoia desproporción fué enauménto
por la facilidad con que se concedían las hidalguías
de privilegio. Un solo acuerdo del Consejo de Hacien
da, para allegar recursos al Tesoro, puéo á la venta
1.000 ejecutorias de hidalgo, que, al precio de 5.000
ducados, se sacaron al mercado en lotes de 150, para
que el exceso de oferta no envileciese el precio.
Exenciones
y privilegios mermaron. más aún
la población productora.
Otra clase social privilegiada y exenta la formaban
las personas . eclesiásticas y las pertenecientes
a las
congregaciones
y comunidades
religiosas, cuyo nú
mero y propiedades aumentaban también con perjui
cio de la economía general, como lo demuestran las
repetidas peticiones hechas por los pueblos a los Sobéranos en las Cortes para procurar su limitación.
También
gozaban de privilegios y franquías los
estudiantes
y los profesores de las Universidades y
los graduados en ellas. La petición número26
de las
Cortes de 1534 hace patente la multitud de letrados,
doctores, maestros y licenciados que en lasO Universi
dades de estos reinos y en las del Extranjero y por
rescriptos apostólicos se graduaban para rehuir las
cargas y contribuéiones
en perjuicio de los peche
ros, y propone que las exenciones sólo alcancen a los
graduados en Salamancá y en Valladolid, dentro de
España, y énBolonia fuera de ella. Felipe II aceptó
esta propuesta,, y más tarde extendió la indicada pre
rrogativa
a la: Universidad de Alcalá.
La demografía española tenía una composi
ción antieCOflólfliCa.
Todos estos grupos sociales—alta nobleza, ca
balleros, hidalgos, eclesiásticos, monjes, cate
dráticos y graduados_contribuyeron
a forjar
la grandeza espiritual del siglo de oro, y de ellos
salían los elementos dirigentes de las explora
ciones, conquistas y colonizaciones; pero, ajenos
a la producción nacional y libres de aportación
a los crecientes gastos públicos, eran, econó
micamente,
un excesivo peso para una nación
pequeña y empeñada en las más grandes eni
presas sobre Europa, Africa, América y Oceanía.
Tampoco podía coñtar la economía española,
En esta bella estampa de Sevilla aparecen
damas y caballeros de la época y diversas
escenas pintorescas, como La conducción de
reses bravas, dos suplicios infamantes y
el muladar con osamentas de añimales.
El sitio de Chartres por los españoles, según una esta/tipa de 1568.
es decir la ajricultura,
la industria, el comercio. y el
erario público, con los esçuderos, dueños, ayos, guar
das, caballerizos, lacayos, mozos, pinches y toda
suerte de servidores, que seguramente formaban un
núcleo más numeroso que el citado, puesto que no se
concebía. una persona principal sin un criado cuando
menos.
Aún había que descontar eñ el trabajo próductivQ
y en las contribuciones a los mendigos y vagabundos,
cuyo número constituyó un problema tratado en las
Cortes de 1528, 1534, 1538, 1555 y 1612.
La deducción obligada es que la población neta
mente española estaba aquejada, además dé su dis,
minución,
una crecientemeáte
tdesproporcionada
composición deantieconómica,
a lo que
ha de añadirse
-
la falta de unidad y cohesión, puesto que durante
mucho tiempo en cada reino siguieron considerándose
como extranjeros los naturales de los restantes anti
guos Estados peninsulares
30
p
•
La crisis de la Hacienda
y el aumentoS
de la Deuda Pública.
Muchos son - lós estudios nacionales y extranjeros
publicados
acerca de la economía española en el si
glo XVI. Para nuestro objeto, basta relacionar estas
cifras: Al abdicar Carlds 1, en 1556, la Deuda Pública
era ya de 20 millonés de ducados; en 1573, e elevaba
a 34, y al morir Felipe II, en 1598, llegaba a los 100
millones de ducados. Los intereses de la Deuda repre
sentaban,
a mediados del siglo, la tercera parte de
los ingresos públicos.
No existe coincidencia en cuanto a la apreéiación
de las causas del desastre de la Hacienda, pero entre
las muchas que se alegan hay tres sobresalientes: el
excesivo derroche de la Corte borgoñona; los crecidos
gastos de las expediciones militares y marítimas, que
culminaron en lü necesidad del llamado “impuesto de
millones” con ocasión de los gastos de la Armada
Invencible, y la defectuosa orgaaización administra
tiva.
Mas el supuesto lujo de la Corte de los Austrias
era tan sólo relativo por su comparación con la auste
ridad de las monarquías de la Reeonquista, y, en
cambio, aún resultaba pobre al lado del boato y es
jjlendor de otras cortes europeas contemporáneas. En
cuanto a las conquistas, probado está que en sí no
füeron onerosas. Ballesteros calcula que sus colonias
europeas le proporcionaban
a Carlos 1 un ingreso
anual de 4 millones de ducados—sólo los Países Bajos
representaban
1 millón—, y es un alemán, Haring,
- el que
ha detallado las rentas de América, que a me
diados del siglo XVI estima en 1 millón de ducados
al año. Adviértase que Aragón, Cataluña y Valencia
juntas no rendían más que 600.000 ducados... cada
tres años. En cuanto a la mala administración, nunca
es un fenómeno tislado imputable a personas y orga
nismos concretos, sino que siempre es reflejo o conse
cuencia del modo de ser y de estar el cuerpo social.
Dos aspectos de Cádiz a fines del XVI.—Las
No pudo empobrecer a un pueblo el conquistar exten
sos territorios feraces con escasas fuerzas mal paga
das; ni el coste de las sedas, joyas y banquetes de los
cortesanos
bastaron
para arruinar a un reino en
cuyos dominios no se ponía el sol, ni tiene precisión
alguna el achacar la ruina a la Administración.
El mal radicaba en el débil cimiento de la econo
mía española, forzosamente enraizada en una demo
grafíá raquítica, con mucha cabeza, poco cuerpo y
menos brazos, que en lugar de crecer menguaba, y
que por añadidura estaba aún falta de unidad y de
cohesión efectivas.
El
Ejército
y Itt Marina al servicio de una
coyuntura favorable.
Grandes fenómenos de índole universal fueron la
conquista
de Constantinopla
por los turcos, cuyas
piraterías
desarticularon
el floreciente comercio en•
el Mediterráneo, y el descubrimiento
de América,
escenas de la pesca, de la cantina y de las cocineras tienen valor documental.
que origin6 e incrementó aceleradamente
el tráfico
se reflejó en la potencia militar de España. La deta
en el Atlántico. España hubiese podido compensar
llada demostración de este aserto alargaría desmesu
con creces la pérdida en un mar con lá ganancia en radamente
este ensayo con datos y testimonios indu
otro; pero prácticamente,
como dejamos dicho, sub
dablemente conocidos por los lectores de EJERCITO.
sistía aún la división de estados bajo un mismo cetro.
Concretémonos,
pues, a resumir el problema con la
Por ello, al comienzo de la colonización americana sólo síntesis de Bernardino de Mendoza: “Los soldados de
podían fletar naves y embarcar para América los cas
otras naciones pedían las pagas antes de pelear y al
tellanos y leoneses; más tarde se extendió el privile
tiempo de venir a las manos con sus enemigos; los
gio a los aragoneses, y al fin se generalizó á todos los nuestros sólo reclamaban lo que se les debía después
reinos españoles, pero subsistió el monopolio del de haber combatido.” Y de haber triunfado, añadire
puerto de Sevilla como lugar d arribo de las naves mos. Sin cobrar sus legítimos haberes partieron de
de Indias. Ello explita que el industrioso y comercIal
España las tropas del Gran Capitán para cubrirse de
Levante español padeciese las consecuencias del co
gloria en Italia; “con un arcabuz roto”, “con una pica
lapso comercial mediterráneo, sin que Castilla y León, tuerta y sin bierros, y a veces desarmadós”, cuenta
labradores,
obtuviesen ventaja, por no estar prepa
Marcos de Isaba que iban los soldados a Flandes, y
radas ni tener vocación para improvisar una indus
“con vestidos que harían ascos al más miserable pas
tria y un tráfico que respondiese lucrativamente
a
tor” llegaron a servir en la nüsma Es paña, al decir
las crecientes demanda
del inmenso mercado del del segundo Don Juan de Austria; y aún nos quedará
Nuevo Mundo.
el famoso retrato del soldado: “a veces suele ser su
De esta suerte, el oro material de América pasaba,
desnudez
tanta que un coleto acuchillado le sirve
en gran parte, como. sobre un puente, por España
de gala y de camisa, y en la mitad del invierno se
para pagar sus empréstitos y préstamos, o sólo servía
suele reparar de la inclemencia del cielo estando en
para acrecentar la población improductiva,
alejando
la campaña rasa con sólo el aliento de su boca, que,
a los fácilmente enriquecidos de las tareas de la in
como sale de lugar vacío, tengo por averiguado que
dustria, del comercio y, en muchos casos, de la misma
debe salir frío de toda naturaleza”, bosquejo de la
agricultura.
mayor autenticidad por estar trazado por el soldado
La incesante actividad de las Armadas y de los Miguel de Cervantes SaavédÑ.
Ejércitos españoles, durante todo el siglo XVI, en el
El mismo valor, igual arrojo y aún mayor abnega
Mediterráneo
y en sus costas; las expediciones con- ción que los soldados de Carlos V, ante los cuales,
tris la piratería y contra las plazas del Norte de Africa
según el Duque de Borbón, no podía estar seguro ni
y las islas y bahías de los mares Adriático, Tirreno y su Rey en París, tenían “aquellos que aún heredó y
Egeo, con sus alternativas de triunfos y fracasos coro
poseyó Felipe IV en Alemania y Flandes, como no
náds
por la desapióvechada victoria de Lepanto, no
volverán a verse en España ni en ninguna parte”,
tenían por finalidad única una guerra de religión.
como Cánovas recuerda. Pero las virtudes militares
También représentaban
ñna bien orientada política
y las excelencias raciales fueron lentamente
contra
económica, puesto que perseguían la reconquista de rrestadas por el influjo de la crisis demográfica que
los mercados necesarios para el fomento de la na
razonada queda. Cierto que España, como reconoce
ciente industria y la défensa de los caminos del mar Mathorez, desde 1526 a 1598 fué la primera potencia
por los cuales llegó a esta Península occidental, casi del mundo e impuso su ley a Europa. Pero en ese
isla, gran parte de áu grandeza moral y espiritual.
mismo período se incubó, dentro de ella misma, su
Del mismo modo, los soldados curtidos en las gue
propia decadencia. La honrosa frase del Duque de
rras de Grisnada, de Italia y de Flandes, que luchaban
Alba, según la cual sus soldados en cincuenta días
en tferras americanas,
estaban procurando
aflorar
habían ganado un reino, como el de los cielos, ayu
nuevas fuentes de riqueza y abrir nuevas rutas comer
nando, no podía ser base de un sistema. militar, ya en
ciales.
plena Edad Moderna.
Al
-
cabo, la crisis de la población se reflejó
en
su mejor espejo: el• Ejército. -
Pero no sólo no se pudo aprovechar Ía coyuntura
que el esfuerzo militar ofrecía, sino que la crisis demo
gráfica, a través de su secuela la crisis económica,
-
32
Véase, pues, cómo el -Caudillo Franco, al cimentar
su obra de gobierno en una política de defensa y
fomento de la demografía y al procurar sin tregua
la revalorización de la agricultura y de la industria
lización de España; forja la potencia militar y está
comenzando a ganar sabe Dios qúé gloriosas batallas
futuras.
El cuartel de Estás
(1.850
m.)
Fi CUARTEL
MASALTO
DEESPAÑA
Teniente de Infantería, del Batallón de MontaSa de Gerona n.° 8, RAMON ECHEVERRIA GAINZA.
LOS esquiadores
le llamamos Refugio dé Astos,
y empiezo por decir que me parece extraño el
nombre dado a este cuartel, así como la costumbre
de llamar a esta, región “Astos”, siendo así que el
mapa nacional en 1 : 50.000 y otras cartas la deno
minan de “Estós”.
La región así llamada- me atrevo a asegurar que
es una de las más abruptas y bellas de nuestr6 Pi
rineo. Circundada, aunque desde lejos, por nues
tros mastodontes montañeros: Aneto, Maladeta,
Enmedio, Posets, Perdiguero y otros, da asiento a
varios lagos (ibones) ‘de una ]elleza incomparable.
Asimismo, barrancos y arroyos torrenciales atra
viesan pródigos el valle, para luego, cual héroes
anónimos, entregar su fruto al río Esera, para que
éste se haga famoso alimentando algunas de las
más grandes centrales eléctricas de la Nación.
Y como mi propósito no es describir, ni siquiera
informar, sobre este mportante sector de nuestro
Pirinéo central, me ceñiré en este pequeñísimo re
lato a citar con todo respeto y admiración al rey
indiscutible de estos montes, de estos valles, de es
tos ibones y de estos torrentes, ese animalito tan
bello llamado el sarrio o gamuza. Quien haya visto
la ‘película Bambi, comprenderá las razones que
tengo para ensalzar esta especie, que, aunque dis
tinta a la de la citada película, la aventaja en inte
rés y belleza. Pero no es éste el propósito, sino el de
decir a todos, lleno de satisfacción, que, una vez
más, podemos estar orgullosos: el Ejército ha cons
truído un refugio-cuartel para tropas de esquiado
res-escaladores que honra nuestra profesión y nues
tra organización.
Ya están lejos los días aquellos en que parecía
imposible terminar esta ambiciosa obra. Los tra
bajos fueron inenarrables; todos los maten les hubo
que traérlos a lomo, y si bien la distancia entre
Benasque y el refugio es corta, esta distancia tan
pequeña resulta dificilhsima de recorrer para hom
bres y mulos, porque hay que salvar 700 metros
de desnivel, caminar .por una senda .de almogáva
res, desafiar la crudeza del tiempo y otros mil in
conveni ntes que nuestros soldados tuvieron qe
superar. Mi admiración a la Comandancia de Cons
trucciones Militares, pero sin olvidar a nuestros
infantes—soldados peones—, que fueron el brazo
ejecutor. Y el refugio se hizo, y aquí está para or
gullo y satisfacción de propios y extraños.
El refugio, exteriormente, presenta un aspecto
de perfecto acabado, en él que se admira por igual
la solidez que se advierte y el confort que se adi
vina. Esta admiración sube de punto si se tiene
33.
-
-
en cuenta que, para llegar a él desde. Benasque,
hay que caminar por una inmensa soledad que dura
cuatro horas largas.
Nuéstro refugio-cuartel es todo él de piedra, y
sus tejados de pizarra. Consta de tres grandes plan
tas, en las que se aloja con toda comodidad una
Unidad tipo Compañía EsquiadoresEscalador5
con
toda su servidumbre, distribuído en la siguiente for
ma: En la primera planta, comedor y sala de Ofi
ciales;cuatro habitaciones con sus correspondientes
cuartos de baño, también para Oficiales; hogar del
soldado, comedores de tropa y cocinas para tropa
y mandos, y, por último, salón guardaesquís y
cuarto de aseo para la tropa.
En la segunda plantá, dormitorios y cuartos de
aseo y duchas para la tropa, observatorio, comedor,
sala y dormitorio para Suboficiales.
En la tercera planta, depósitos de víveres, un se
gundo dormitorio y cuarto de aseo para la tropa,
así como estación de radio y botiquín.
En la actualidad—i5
de noviembre—, y aun
desde mucho antes, el frío es intenso y el bloqueo
por la nieve puede durar todo el invierno, lo que
sitúa en primer plano todo lo referente a calefac
ción y suministros. Todo esto lo tenemos perfecta
mente resueltó en este magnífico cuartel. Los
6o.ooo kilos de leña que se han cortado y almacena
do durante el verano—antes es impósible, por estar
todo cubierto de nieve—son más que suficientes para
tener constantemente encendidas las siete grandes
chimeneas que se reparten por todo el edificio.
Además, y en todo el primer piso, contamos con ca
lefacción central, lo que, todo junto, proporciona al
refugio una temperatura más que agradable.
En esa misma época de verano son suministra
dos y almacenados todos los víveres necesarios
para el invierno.
Finalmente, el edificio está dotado en todos los
pisos y dependencias de agua corriente, caliente y
fría, además de estar todo él sobria pero elegante
mente amueblado.
Pero aún no he terminado con mi información.
Ya dije al principio que este refugio-cuartel era
una obra perfecta y acabada. Anexo al edificio
principal existe otro de igual solidez y belleza, aun
que bastante más reducido, y en el que cómoda
mente se encuentran el horno de pan—moderní
simo todo él—y el grupo electrógeno y depósito de
gasolina para el alumbrado de este cuartel, el más
alto de España.
Todo esto nos ha regalado la Nación; ¿se lo sa
bremos pagar? La vieja bandera que en lo alto del
mástil, a 1.850 metros de altitud, preside toda nues
tra vida, sabe mucho de afanes y sacrificios en es
tas inhospitalarias pero muy queridas alturas de
nuestra Patria.
Re/ugio
de Arlos,
a i
de noviembre
de ¿952.
Región de Benasque.-_-Lago grande de Pontisielles (2.600 m.) y Tuca de ¡gea (2.840 m.)
34
LA DEFENSIVA
EM
MONTAÑA..
(La dueslidn
deJosç/ctfros)
Comandante
del
N
ORMALMENTE, las obras de los tratadistas
militares hablan ampliamente de la Defen
siva y luego dedican unos párrafos o, a lo ‘sumo,
algún capítulo a tratar del “caso” particular de la
defensiva en montaña. Y suelen ver ésta favo
recida y simplificada pór la cómoda teoría de las
zonas impermeables a los grandes efectivos y a
los ingenios modernos, y por la no menos expe
ditiva y fácil del estudio de los puntos débiles y
los puntos fuertes.
En oposición a esto, antes de seguir adelante,
yo querría confesar sinceramente y dejar con
signada aquí mi modesta opinión de que no en
cuentro justificado ese optimismo tan extendido
sobre las facilidades que el terreno montañoso
presta a la defensa y sobre la posibilidad de de
fender las regiones montañosas’ con pocos efec
tivos. Sobre todo, este último concepto, bastante
de
Servicio
Infantería
de
E.
SERAFIN
M.,
de
la
PARDO
División
de
MARTINEZ,
Montaña
52.
generalizado, ‘lo encuentro en contradicción con
el otro, que consideramos
fundamental
en la
guerra de montaña, del cual siempre oímos ha
blar: que la compartimentación
en la montaña
hace independientes las operaciones en los dis
tintos valles y es difícil la intercomunicación.
Consecuencia: importancia de las pequeñas Uni
dades y descentralización
del Mando. Pero las
acciones llevádas por la cresta (para algo están
las tropas de montaña) ¿no amenazan a dos va
lles a lá vez? Habrá que coordinar su defensa.
Y además, si el Mando se descentraliZa, habrá
que dotar a cada tino de todo lo necesario, y con
sumirá, por tanto, la montaña más elementos
que el llano.
Pero veamos esto poco a poco y por su orden.
Cuatro son los medios con que contamos para
nuestra acción en el combate, y en cuanto a su
.
y
importancia
para la defensa en terrenos monta.
ella los suficientes efectivos, los fuegos son más
fosos, yo los enunciaría en el siguiente orden:
densos, las enfiladas quedan mejór conseguidas
Fuego, Trabajo, Choque y Movimiento.
y la defensa es, por tanto, en montaña muy
El Fuego, que en el combate ofensivo, tiene su
eficaz.
máxima expresión en las acciones aéreas y arti
Hemos mencionado en .segundo lugar, a con
lleras; las armas de los fuegos potentes y pro
tinuación
del fuego, el Trabajo. Tendremos en
fuñdos, en la defensiva y, sobre todo, en la de
cuenta al hablar de este medio dos cosas nada
fensa estática de una posición, primera de que
más: la fortificación y las comunicaciones,
ya
nos ocuparemos, pasa a adquirir un grado de
que consideramos las demás de un índice medio
mayor importancia el fuego de las armas de in
-análogo al del llano.
fantería, ya que regularmente se encontrará la
La fortificación en la montafiase
ve favore
artillería atacante en tal proporción de superio
cida, indudablemente,
por la configuración del
ridad, que’ no sólo dificultará, sino que muchas
terreno, que proporciona muchas desenfiladas y
veces impedirá a la propia el apoyo y la protec
facilidades para la instalación de las Unidades
ción. Así, pues, al hablar del fuego en la defen
e incluso la posibilidad de que la construcción de
siva, hablamos en infante casi éxclusivamente.
muchos asentamientos no lleve consigo más que
El fuego defensivo se caracteriza por esa co
la modificación y complemento de lo que el te
lección de elementos que forman el esqtieleto de
rreno da naturalmente.
Todos hemos encontrado
la defensa, “las ametralladoras”
en general, las
en la montaña esos célebres monolitos que tanto
armas automáticas, rasantes todas, mientras que
ayudan a la instalación defensiva, a pesar de
las trayectorias por el segundo sector se limitan
cuanto se diga sobre el peligro de las piedras.
a rellenar huecos y huecos que en la ‘montaña
Pero también es cierto que en la montaña es
son más que las zonas aptas para los fuegos
más corriente encontrar terrenos difíciles para
tensos.
el trabajo: roca, terreno pedregoso, tierras duras,
Solución simplista inmediata: invertir en mon
vegetación leñosa, etc. En conjunto, la fortifica
tafia la dosificación de armas y dar a nuestros
ción exige trabajos fraccionados con profusin
Batallones muchos morteros y pocas armas auto
de voladuras y hace falta mucha herramienta
máticas. Pero todos lo sabemos y no es necesa
especial.
rio insistir en ello: esta solución simplista no es
Si dejamos la fortificación para fijarnos en la
solución; convertir lo fundamental en relleno y
construcción,
reparación y entretenimiento
de
el relleno en lo fundamental es absurdo. Algu
comunicaciones,
ya la cosa se complica más.
nas características de los morteros: imprecisión e
Hay que hacer y reparar un extraordinario
intermitencia
de sus tiros y dificultad para el
cúmulo de obras de fábrica, colgadas en pasos
municionamiento,
bastan ellas solas para con
difíciles y obligados, y aun así, con grandes tra
vencernos de que, si bien a las tropas en mon
bajos, no se puede lograr una red viana tan den
taña hay que darles más morteros que en el llano, sa y buena como en el llano. Es necesario acudir
ello no podrá ser para disminuir las ametralla
a’ los abastecimientos
a lomo y con porteadores,
doras y fusiles ametralladores,
sino para com
como se ha venido haciendo y se hace en la cam
pletarlos.
paña de Corea. Resultado: más efectivos, esta
¿Cuál es la verdadera solución? Un buen estu
vez en’ forma de trabajadores
que manejen el
dio del plan de fuegos y colocación de cuantas
pico y la pala, la espalda o el ganado.
armas automáticas sean necesarias para enfilar
En este repaso rápido que estamos haciendo,
todas y cada una de las avenidas aptas y buenas
al llegar a considerar el choque y el movimiento,
para el atacante; es decir, aumeñto de armas y,
es donde más razones veo para apoyar el aserto
por tanto, aumento de efectivos.
de que la montaña no puede defenderse con po
Sólo la razón fuego conduce a inspirarnos la cos efectivos.
sospecha de que “la montaña, para una defensa
Como con efectivos poco abundantes no es po
eficaz, exige más efectivos que el llano”. Tam
sible defenderse en todas partes, la lucha se ha
bién es cierta la resultancia de que, puestos en ‘centrado en dos teorías, a mi juicio, igualmente
36
De acuerdo con que las alturas se defienden
erróneas: Primera, mantenerSe en las alturas con
peligro de los desbordamientos
profundos y los con pocos efectivos, desde luego; pero no con
que puedan abandonarse alegremente a una de
envolvimientos
amplios de las zonas montaño
sas, y segunda, cerrar los accesos que suelen ser fensa eventual encomendada a unas fuerzas cuya
por los valles, con el peligro casi mayor de que el misión principal es el contraataque. La montaña
favorece la defensa estática, que es la que puede
enemigo ocupe las alturas y haga insostenibles
hacerse detrás de cada pledra y de cada árbol
las posiciones del valle.
con efectivos débiles; pero en cuanto ée inicia el
Una tercera solución es la que propugna el es
tablecimiento
de posiciones cerrojo en los pasos combate, la probabilidad de la victoria es del que
obligados, muy fuetes y con sus defensas muy haya desplegado mayores efectivos, lleve la ini
bien estudiadas, y al propio tiempo sitúe en las ciativa y, sobre todo, que ataque. Y lo normal
alturas fuerzas apropiadas que se encarguen de es que las iniciativas y los mayores efectivos sean
precisamente del que ataca, que al reunir las tres
la defensa por el movimiento mediante contra
ataques de arriba abajo, que son los más fáciles condiciones, lleva las de ganar.
¿Quiere esto decir que se renuncie al movi
y los más fructíferos.
miento,
a la defensa dinámica? De ninguna ma
Pero las alturas no pueden ser simplemente
nera.
Pero
si, a mi juicio, que deben existir nú
bases de partida de los contraataques.
Deben ser
cleos
fuertes
en los accesos y vías de penetra
también posiciones, y posiciones cuidadosamente
organizadas y defendidas por guarniciones fijas, ción, núcleos organizados, aunque de efectivos
más débiles en las alturas y espolones, y que sólo
independientes de esas reservas móviles destina
las medias laderas pueden quedar sin organizar
das a los contraataques.
o
37
de modo permanente. Y que estas fuerzas deben
:Ser independientes de las reservas móviles que
han de. efectuar los contraataques.
Y si necesitamos defender las alturas, defen
der los valles. y tener reservas, la densidad de
fuerzas.
kilómetro
lineal
de frente
no puede
ser muy por
débil,
como por
algunos
se pretende.
minio e infiltración que suponen la ruptura. En
montaña,
cuando iniciamos una retirada im
.puesta en pleno combate, no sabemos nunca lo
que nos espera al revolver de cada piedra o de
cada espolón, y la diferencia de nivel moral en
tre el que ataca y el que acaba de ser derrotado
hace el resto.
Peroaún’tenemos
la cuestión de los contra
Así, pues, creemos que la defensa en montaña
ataques. Se habla constantemente
de la descen
debe hacerse a base de núcleos fuertes que de
tralización de Mando y de la independencia tác
fiendan “a toda costa”, sin idea de repliegue, las
tica de los compartimientos.
Pero los contraata
alturas y los pasos obligados; estas fuerzas, para
ques deben partir, para ser fructíferos, de las al realizar una defensa tenaz, no necesitan para
turas y las crestas, y éstas son la separación de nada ser de montaña, sino disponer de “arma
dos valles. Cada cresta ¿debe tener dos núcleos mento de posición” apropiado a cada caso (mor
independientes
para contraatacar
hacia uno o teros, lanzacohetes, etc.). Las posiciones deben
hacia otro? Entonces resultan para cada valle ser erizo,,rodeadas de alambradas, con profusión
también dos núcleos para contraatacar desde una de campos de minas contra personal en todas
u otra cresta. Claro que esto no es absoluto. En partes y contra carro en cualquier sitio donde la
muchos casos, el terreno en que combatimos, las posibilidad de aparición de carros exista, aunque
posibilidades del enemigo y, sobre todo, “los me
sea remotamente.
dios.con que çontamos” nos obligarán a estudiar
Si la defensa activa que constituyen las minas
varios cóntraataques
desde una base de partida es magníficá en el llano, mejor y más eficaz es
única con un núcleo de reservas único, porque en la montaña, donde la abundancia de pasos
repartir las
normalmente
nómico,
pocoreservas
táctico eserá
incluso
antihurnano,antieco
por
obligados forzará al atacante a abrir las brechas
en sitios de antemano conocidos por nosotros y,
que será llevarlas a un aniquilamiento estéril.
como es natural, bien vigilados y batidos.
Pero muchas veces el estudio de estas ideas
Habrá lugares que será necesario defender so
básicas (si los medios son abundantes, claro está) lamente porque son buenos observatorios, ya que
revelarán la necesidad de estudiar varios contra
si en el llano lá guerra es una lucha por los ob
ataqties independientes
desde bases de partida
servatorios (y las carreteras y los aeródromos),
distintas,
sobre todo desde crestás opuestas, y en la montaña lo es por los caminos y los obser
lo que no cabe de ninguna manera ezi montañá
vatorios.
es tener reservas centradas que pueden acudir, a
Y esta red de posiciones interdependientes, tu
todas partes en cada valle, porque indefectible
pida, habrá’ de ser completada por la existencia
mente llegan tarde.
de núcleos pequeños de reservas móviles’ (éstas
Veamos, pues, cómo concebimos la defensa en sí, tropas especialistas de montaña), para’ los
los terrenos de montaña:
c.ontraataques inmediatos o contraasaltos, y lue
go, más a retaguardia, centradas y con buenos
INFANTE
RIA
accesos a distintas bases de partida previamente
estudiadas,
reservas más numerosas y concen
Puede y debe hacerse la defensa con núcleos
tradas para los contraátaques de conjunto.
repartidos
en profundidad; pero no la defensa
Pero estos contraataques
no han de montarse
elástica, pues los que pierden una posición, tie
cuando’ se rompe el frente, sino, muchas veces,
nen muchas probabilidades de ser aniquilados,
antes, cuando las fuerzas atacantes se encuen
a pesar de la superabundancia de. zonas desenfi
tran en un período critico, como es el agotamien
ladas que proporciona’ la montaña; la superiori
to de sus Servicios o en una postura incómoda
dad numérica que hay que suponer en el ata
quizá provocada por nosotros, inclusive en el es
cante le permitirá ese ániquilamiento
én.. cuánto tudio del trazado de la línea principal de resis
domine las alturas y se infiltre por los valles, ‘do-’,
tencia. La intangibilidad de ésta debe ser preocu
‘
38.
pación primordial, y a con
seguirla deben cooperar los
defensores estáticos de las
posiciones y el Mando con
sus defensas dinámicas.
Si para mover las reser
vas locales esperamos a que
el frente esté roto, muchas
veces llegarán tarde; ni si
quiera podrán ocupar sus
bases de partida, y su único
empleo posible será el de
taponar un paso obligado
para ganar tiempo y orga
nizar otra zona de resis
tencia. Para eso preferible
hubiera
sido sacrificarlos
desde el primer momento, aumentando la densi
dad de la primera línea, quedándose sin reservas.
La situación de las Unidades en reserva puede
ser la siguiente: Las reservas locales para los
contraataques
inmediatos, en las crestas y en
cuantía, a mi juicio, pequeña, ya que la ocupa
ción de posiciones en fuerza no permitirá que
las pequeñas Unidades destinen reservas nume
rosas, lo que habría de ser a costa del debilita
miento de las guarniciones.
Las reservas de conjunto en puntos centrales
a retaguardia
y bien comunicadas.
Pero... el
pero en la montaña es que, aun contradaques
previstos y bien estudiados, no será posible al
gunas veces montarlos y lanzarlos, por falta de
tiempo para que su ejecución sea en momento
oportuno. Entonces quizá valga más, si el ene
migo se nos adelantó, ceder el terreno perdidó y
taponar en un paso obligado, en espera de otra
operación mejor, antes que lanzar un contraataque abocado al fracaso.
2.°
CABALLERIA
Y CARROS
Cuando se disponga de estos elementos y el te
rreno sea apto para su empleo, cosa que se ha
demostrado que’ sucede con mucha más frecuen
cia de lo que pensábamos hace doce años, con
vendría invertir en montaña las zónas y poner
la de reacción a vanguardia de la zona de resis
tencia. Me explicaré: El atacante, para pasar sus
elementos, abre pasillos en las defensas acÇeSQ
rias, especialmente en los campos de minas, y
esos pasillos, desembocadura del ataque, son los
mismos que en los primeros momentos emplea
rán los Servicios para alimentarias.
Pues bien:
si se presenta el momento oportuno, los contra
ataques potentes pueden ser lanzados sobre esos
mismos pasillos para estrangular la corriente de
abastecimiento.
Si el ataque ha sido por infiltra
ción, la brecha, aunque sea profunda, es estre
cha y los flancos resisten; en montaña esto es
posible, y a los atacantes se les puede convertir
en fuerzas cercádas. Convendrá entonces refor
zar las posiciones de los bordes de la brecha para
obligar al enemigo a una lucha de desgaste, en la
que siempre lleva ventaja el que se defiende es
táticamente;
sólo resulta la defensa antieconó’
mica si se pierde la posición; pero si la conserva,
es prod.uctivo el desgaste. Por eso puede ser útil
el empleo de reservas en réforzar posiciones.
Reforzados los flancos, se cierra la boca de,
la bolsa, y tras el desgaste podrá con el tiempo.
venir el aniquilamiento del que fué atacante; en
ese cerrar la bolsa es donde más útiles pueden ser
las Unidades acorazadas para pequeñas operacio
nes de corto radio de acción.
3.0
ARTILLERIA
En un examen somero de la cuestión, refe
rente a la Artillería, y para darnos una idea de lo
que ésta es en la defensiva, hagamos unos cálcu
los previos.
39
La densidad artillera para el ataque, sobre todo
en la ruptura de un frente medianamente orga
nizado, puede cifrarse en un Grupo de artillería
por Sección de infantería en el escalón de fuego;
en cambio, la defensa lo frecuente será que no
tenga más que un Grupo por cada Batallón en
línea o menos. Si además tenemos en cuenta que
la proporción de infantería entre atacante y de
fensor• será de tres a uno como mínimo, resultará
a frentes iguales una proporción de artillería de
veinte a uno o más. y aceptando que la mitad
aproximadamente
de la artillería atacante se dedique al apoyo y protección de la infantería, un
cuarto a la contrabaterfa y un cuarto al resto de
misiones, tendremos que, para la misión de con
trabaterfa, podrá dedicar el atacante aproxima
damente cinco Grupos por cada uno del defen
sor; como normalmente
un Grupo hace bien
cuatro concentraciones
por hora, dispondrá el
ataque de veinte concentraciones
por hora y
Grupo defensor, por lo cual se puede asegurar
qué Batería de la defensa. descubierta será, en
un máximo de diez minutos, obligada al silencio.
serán muy útiles y obligarán a montar el ataque
con arreglo a las normas clásicas frente a “po
sición fuertemente organizada”.
Si la detención no va a ser eficaz, hay algo en
lo que la artillería puede hacer mucho provecho
en poco tiempó; gastar sus últimos disparos en be
neficio de su hermana la infantería; por mucho
que sea el secreto con que se monta el ataque, los
últimos días, o al menos las últimas horas, los
preparativos forzosamente se ven, se oyen y has
ta se palpan por la infantería que está en línea y
por los observatórjos de tódas las Armas. Cons
trucción
de nuevos asentamientos,
tendido de
transmisiones,
acumulación
de municiones y,
por último, entrada en la base de partida de las
tropas atacantes.
Cuando esto último ha sucedido, se pueden lo
calizar puntos de gran densidad de infantería, en
los que una concentración
rápida y oportuna
puede llegar a hacer abortar, al menos parcial
mente, un ataque.
Así, pues, una coñtrapreparacjón
bien estu
diada puede ser quizá la más eficaz de las accio
nes que puéden realizarse por la artillería de la
CONCLUSIONES
defensa.
Pero, cualquiera que sea su empleo, tampoco
Necesidad ineludible de Baterías silenciosas y la densidad de artillería podrá ser menor de la
del nomadeo por parte del defensor, y conven
normal cuando se actúa en montaña, pues si es
cimiento de la eficacia del empleo de la artillería
escasa, las zonas sin batir serán muchas, ya que
de la defensa en la contrapreparación.
la maniobra de las trayectorias, además de de
Es indudable que en todo momento debe exis
pender del alcance, depende de las posibilidades
tir artillería dispuesta a abrir el fuego ante un que ofrece el terreno, que en montaña son nor
ataque enemigo, y también lo es que si utiliza
malmente menores que en el llano.
los asentamientos
reiteradamente,
la contraba
Así, pues, la defensa en las montañas, a nues
terí a los batiría desde el primer momento y du
tro juició, exige efectivos análogos o superiores a.
rarían minutos, de donde se deduce consecuen
los que se juzgan normales en terreno llano, por
temente la.necesidad de mantener a esa artille
que a todas estas causas apuntadas se une el
ría silenciosa tanto como se pueda.
aumento de longitud real.- de frente por el perfil,
La acción de fuego. diaria debe hacerse con a igualdad de distancia reducida. Admitamos
Baterías nómadas que, desde asentamientos even
también que, admitido el empleo de esos efecti
tuales, actúen dando sensación de mayor densi
vos, puede lograrse una defensa sólida y eficaz
dad artillera de la que realmente exista.
y se puede.hacer. fallar lo que resulta casi axio
Los asentamientos
en caverna que una esta
mático para el llano: que sector atacado es fren
bilización prolongada haya permitido construir
teroto...
-
40
ELURBAÑISMO YLÁ GUERRA.
Comandante
de la Escuela de Aplicación de Ingenieros
ANGEL LÓPEZ MED RANDA
La Ciudad desde el punto de vista 41a
La
La bomba atómica.—Si los daños causados en las
c’udades por la aviación han sido ingéntes debido a
los bombardeos en masa con las bombas corrientes y
a la repetición de los .ataqués, no existe adjetivo para
calificar los daños causados por el ataque con una
sola bomba atómica sobre Hirosima o Nagasaki. Si
ante los ataques aéreos la ciudad se encontraba en
análoga incertidumbre
que la producida por la arti
llería en el siglo XV, ¿qué cabe decir ahora ante los
ataques atómicos?
No es necesario insistir sobre el tema, y a nosotroé
lo único que nos importa señalar es que, con ser por
ahora la impotencia enorme, no es tan grande que
pueda apagar el ansia por combatirla y recordár qué
no hubo ni habrá arma alguna contra la que no que
pa protección, pensando,. en primer lugar, que las
armas soir cosas materiales, que de ninguna forma
pueden abatir el espíritu, y en segundo, que seríá
denigrante y opuesto al temperamento
español aban
donarse al pánico o simplemente al desconsuelo de
sentirse inerme.
Los americanos dicen que desde los ataques al Ja
pón hasta nuestros días han conseguido perfecciona
mientos muy grandes en la bomba atómica; poco .se
sabe del adelanto conseguido por los rusos, aunque
hay noticias de que conocen el procedimiento de’ fa
bricación de la bomba de uranio y trabajan en el
aprovechamiento
del bismuto para fines atómicos, lo
que les reportará evidente economía.
Pero si quizá se pueden fabricar bombas atómicas
más potentes que las lanzadas sobre el Japón,, tam
bién es verdad que las ciudades japonesas atacadas
eran un pocoS de pacotilla y que los efectos causados
sobre ciudades europeas habrían de. ser mucho me
nores.
..
Nada diremos sobre la bomba de hidrógeno, pues
aunque se ha especulado mucho sobre ella, la verdád’
es que todavía no ha llegado a fabricarse.H
Contraste entre la bomba atómica y los . explosivos
ordinariosc—A raíz del ataque de Hiroshima fué anun
ciado oficialmente por el Presidente Truman que la
energía explosiva de la bomba atómica ‘utiliiada era
equivalente
a la que produciría
la explosióñ de
2Q.000 ‘Tm. de. trilita. Indudableméñte,.i’sta
equiva..
lencia iba dirigida al vulgo, probablemente
con ‘fines
de propaganda y para darle una idea de su colosal po-.
der destructor; .porque, en. realidad, ‘las. explosioñes
ordinarias y las atómicasl no .son, fácilmente: compara.
bles por ser de distinta naturaleza.
energía
defensa atómica
almacenada
en un explosivo
como la
trilita es química, y cuando se libera, se traduce en
la rápida conversión de su materia en gases. Debido
a la enorme presión de estos gases, que tienden a ocu
par iñi mayor volumen, la envuelta metálica de la
bomba se rompe en fragmentos (metralla), que son
proyectados
a gran velocidad en todas direcciones.
Pero a los gases no les basta ocupar un volumen
algo mayor que el del explosivo sólido, sino que necé
sitan un espacio enormemente más grande y su vio
lenta expansión ejerce una gran presión sobre las ca
pas de aire que los rodea, por las cuales se transmite
de forma sucesiva. Esta especie de anillo, cinturón o
esfera a gran presión se traslada con gran rapidez
(onda explosiva) hastá puntos lejanos del de la ex
plosión y sus efectos, llamados efectos de onda; son
los que causan los mayores resultados destructivos.
Aun cuando en toda explosión ordinaria se libera
calor, su contribución al efecto conseguido es mínima
en la mayoría de los casos.
En el proceso de desintegración
atómica, la ener
gía se origina por la destrucción de las partículas in
finitesimalés,
llamadas átomos, de la materia utili
zada; es decir, que’ la materia se transforma
en
energía (1).
Parte de la energía liberada con esta destrucción se
transforma
en calor, comunicándose a los productos
de la desintegración y a la envuelta de la bomba, que
quedan sublimados o convenidos en gases, por lo que
la bomba atómica no produce metralla.
Otra fracción de dicha energía liberada es absor
bid’a’ por el aire próximo, que sufre una extremada
elevación de temperatura
que lleva consigo una rá
pida expansión de las capas de aire con las presiones
(1)
Parece que el cuerpo destruido es el uranio; pero én el
instante de la desintegración no se transforman en energía toda
la masa dé uranio existeute.en la bomba, sino una pequeña par.
te; a pesar de ello, la energía que se desprende es enorme, pues,
aegún Einstéin, tiene por valor: E = mv2. Siendo ni la masa .de
uranio transformada en energía y y
3 X lO m. ‘x 1” la velo.
cidad de la luz.
. .
Así, por ejemplo, si la botha atómica tuviese 1 Kg. de ura
nio y en al’instante de la desintegración se transforman en ener
gía oIameáte 3 gramos; es decir, o,ooaKg., la energía obtenida
será::.
E=.O,OOSKg. x 9:x ‘1O’5m.= 27’X. lO13Kg.= 36 x lO”HPt
‘:
26.496 X .105,Kw.
Esta enorme cantidad de energía se desdobla en tres sumandos:
ené±gía de: onda, energía calorífica y energía radiante.
41
enormes subsiguientes. Estas capas de aire se despla
zan en forma análoga a la onda explosiva corriente.
Al mismo tiempo, gran parte de la energía produ
cida es radiada con variadas longitudes de ondas:
rayos luminosos, X, Y, de pequeñísima longitud de
onda, y neutrones. Estas dos últimas radiaciones son
mica a grañ altura, no se produjeron embudos, pero
la presión inclinada fué la que ocasionó la mayoría
de los déstrozos; el más característico
de us efec
tos fué el barrido o cepillado de los tejados planos,
dejándolos
a veces como un plato y destruyéndo
los en otras ocasiones.
Esta presión de arriba abajo tiene va
lores muy grandes, como lo demuestra el
:
M6x/mc’pres/ófl
hecho de que los postes que permanecie
ron en pie debajo del lugar de funciona
miento de la bomba fueron, en cambio,
tumbados a distancias muy grandes.
La acción de pantalla de obstáculos di
Pre.uoncnni:fe,iccnormc/versos se notó sensiblemente; por ejemplo,
el pequeño valle de Nagasaki fué protegido
Tiempo
casi por completo por el sistema de colinas
que lo flanquea. La figura 2. da idea de la
protección debida a la acción de pantalla.
Fig. l.a__Curva de presiones del aire.
El efecto de succión fué muy irregular
en el Japón y pequeño si se compara con
mortíferas,
atraviesan’ paredes y muros, y además
el anterior; produjo el transporte a distancia de ma
vuelven radiactivos los objetos por ellas atacados.
teriales ligeros, como puertas, vallas, postes y peque
Como contrasté, en las explosiones normales no se ñas chimeneas, siendo más acusado en Hiroshima que
originan rayos de esta naturaleza.
en Nagasaki.
Eficacia de la bomba atómica.—Las bombas lanza
2.
Efectos caloríficos.—Ya se ha dicho que parte de
das sobre Hiroshima y Nagasaki funcionaron en el la energía liberada es radiada bajo la forma de calor,
aire a alturas de 540 a 600 m. sobre el suelo, llamán
en escala muy grande. Se propaga como una onda o
dose lugar cero a la intersección con el suelo de la relámpago de elevadísima temperatura,
que hace ar
vertical del punto de funcionamiento y produjeron los der a una gran variedad de materiales, sobre todo si
siguiientes efectos:
por tener color negro u oscuro absorben mejor el calor.
1.
Deflagración.—Es decir, anillo de presiones que
El fuego afectó en e’l Japón no sólo a las casas de
marcha a la velocidad del sonido. En la figura l. se papel y de madera, sino también a las de hormigón
ve la forma de la curva de presiones del aire; en ella se y otros materiales incombustibles;
pero esto último
aprecia un aumento casi instantáneo que va disminu
fiié debido no a las causas directas: radiación calorífica
yendo hasta alcanzar valores inferiores a. la presión
y convención, sino más bien a las indirectas: propaga
atmosférica normal, o sea una gran presión seguida
ción de los incendios de, los edificios adyacentes y las
de una succión, de menor valor, pero suficiente para
derivadas de otras destrucciones, como son las rotu
arrancar enlucidos, ladrillos y chapados de piedra.
ras de hornillos de gasolina, cañerías de gas y corto
Una bomba explosiva corriente destruye, por efecto circuitos.
de onda, una pequeña parte del edificio, por ejemplo,
Aunque la devastación producida por el fuego fué
un muro - o un pilar, y luego el
edificio se arruina por la acción
de la gravedad. En el caso de
ataque
atómico, el efecto de
onda se deja sentir sobre el con
junto del edificio, empujándolo
y deformándolo en diversos gra
dos, en dirección opuesta a la
de procedencia de la explosión.
Este efecto recuerda el produ
cido por vientos muy fuertes y
actúa ‘como en los huracanes de
vastadores.
Por fortuna, como las venta
nas se suelen romper instantáñearnente,
la presión se mete
dentro del edificio y sujeta los
muros exteriores, a veces antes
Fig. 2.5—La acción de pantalla.
de que la presión exterior haya
vencido su inercia y los haya movido. Le mismo su
enorme en Hiroshima, hay que tener en cuenta que
cede en los edificios de estructura aporticada de hor
el viento favoreció mucho la propagación de los in
migón armado, que se rompen las ventanas y los mu
cendios.
ros de cerramiento. si son ligeros, pero se salva así el
En los habitantes, la onda calorífica produjo graves
edificio.
,,.
,
quemaduras;
pero la. protección de los vestidos euro
Al tener lugar la desintegración: de la bomba ató.
peos sería mucho ‘más eficaz.
f
42’
las dos ciudades japonesas no eran verdaderamente
3. Efectos radiactivos.—El proceso de desintegra
representativas
de las ciudades del mundo occidental,
ción atómica produce radiactividad
de tres clases:
pueden facilitar en cierta medida un término de com
a) La desprendida y radiada en forma penetrante
paración. Si bombas de la misma potencia se lanzasen
por los ñeutrones y rayos Y, muy nociva para los se
sobre una gran ciudad de nuestro mundo, causarían
res humanos.
daños casi equivalentes y, desde luego, la dejarían
b) La de los productos radiactivos por sí mismos
sumida en el caos y la confusión”. Y después: “La
que no han sido desintegrados, así como la debida a única defensa eficaz y completa contra la bomba ató
los subproductos
de la descomposición del elemento
mica, será un sistema que logre evitar la guerra.”
base, ya sea uranio o plutonio.
Una “Misión británica” realizó en el terreno un es
e) La producida por las sustancias que, activadas
tudio miniacioso, siendo de carácter casi oficial el in
por los neutrones desprendidos, llegan a hacerse ra
forme que después publicó y del que se han tomado
diactivas a su vez.
muchos de los datos de este artículo.
Debido a la gran altua á que funciónaron las bom
Edificios ligeros.—La tabla siguiente da una idea
bas en el Japón, la mayor parte de la radiactividad
de los daños causados por el efecto de onda (deflagra
se disipó por la atmósfera. Si la altura de funcionaff ción y viento) en las residencias japonesas de estruc
miento fuese menor, el suelo conservaría mayor tiem
tina de madera, muros de cañizo con yeso y cubiertas
po el efecto radiactivo. La vegetación, que tardó casi de maderas, enlatado o ripia y barro.
cuatro años en reaparecer en Alamo Gordo (pequeña
Distancia
del lugar cero
altura de funcionamiento),
sólo necesitó dos meses en
EFECTOS EN EDIFICIOS LIGEROS
el Japón para normalizarse.
La radiación no afecta los edificios, pero ataca a sus Destrucción
complete800
metros.
Daños imposibles de reparar1.600
—
habitantes.
Las personas que sufrieron directamente
sin gran reparación2.400
—
las radiaciones,
murieron si estaban a menos de Inhabitables
3.200 ° —
800 metros dél lugar cero. Entre 800 y 1.200 metros de Habitables después de una reparación de urgencia
dicho lugar se salvó un 50 por 100.Hasta 2.400 me
Edificios ligerós de hormigón, con una sola planta
tros, dichas radiaciones produjeron vómitos, diarreas,
calvicie e impotencia, y otros trastornos orgánicos más empleados para talleres y almacenes, se derrumbaron
a 1.600 metros del lugar cero.
leves se comprobaron hasta los 3.200 metros.
Los edificios industriales, parecidos a los europeos,
La vulnerabilidad
atómica.—Mucho
se ha escrito
formados por muros de mampostería
o ladrillo con
sobre los efectos de la bomba atómica; pero el caso eí armaduras
metálicas y cubierta de ehapa metálica o
que los distintos escritores no están de acuerdo 11 va
uralita, fueron destruidos por la distorsión completa
lorar su eficacia, pues mientras algunos dicen que no de soportes y armaduras de cubiertas hasta 1.200 me
existe posibilidad alguna de defensa contra ella, otros
tros, y si tenían cubierta ‘de chapa metálica, grave
dicen que resultan más eficáces la trilita y el fósforo mente dañados hasta los 2.000 metros, resistiendo me
adecuadamente
repartidos,
e incluso alguno no cree jor los edificios de cubierta de uralita. Los tejados fue
en la eficacia de la bomba atómica y hasta duda de su ron, destruidos hasta 3.500-metros del lugar cero.
existencia;
Las causas principales de tan grandes ‘daños fueron
No es difícil adivinar a qué sector político, pertene
la falta de arriostramientOs en las uniones y la existen
cen los primeros ni hasta qué punto los lleva el amor
cia de muros extensos y elevados, situados frontala su profesión aeronáutica a los segundos; pero sí re
mente a la dirección de la onda.
sulta más difícil cómprender el escepticismo de los
Edificios resisterues.—Grandes edificios de hormigón
terceros.
de construcción concienzuda, a 185 m. del centro de
También existe discrepancia entre los que visitaron
la explosión resultaron con la estructura intacta; las
las ciudades atacadas del Japón, pues algunos técni
cubiertas de losas de hormigón de 10 a 15 cm. fueron
cos’ aeronáuticos, como el Comandante Seveski, afir
man que la cosa no era para tanto, porque si bien el barridas; pero las de 20 a 25 cm. parecen ‘suficientes
para aguantar las deformaciones permanentes en ellas
aspecto de Hiroshima desde el aire era similar al de
producidas sin derrumbarse.
otras ciudades japonesas batidas con bombas incen
•
La figura
señala el comportamiento de los edi
diarias, ya en tierra vió muchos edificios intactos, así
ficios del Japón afectados por los ataques atómicos.
como parararrayos,
astas de banderas, barandillas,
‘Componamiento de los refugios.—La mayoría de los
cornisas, remates .y otros objetos perecederos’ que no. refugios de Hiroshima eran semiprofundos, de 6 m.
sufrieron daños. Aunque está de acuerdo con que el de longitud, con marcos de madera cubiertos con ro
número de muertos fué muy elevado, lo atribuye a la llizos y una capa. de tierra apisonada de 50 a 60 cm.
fragilidad de la ciudad y, sobre todo, al efecto de sor
de espesor. La bomba atómica no afectó lo más mí
presa..
.
.
£
nimo a ninguno, probablemente
por la altura a que
Y en otro lugar dice que si para Hiroshima la bom
hizo explosión.
ba atómica puede equivaler a 200 superfortalezas car
En Nagasaki los refugios estaban ubicados en caver
gadas de explosivos ordinarios, para Nueva York o.
nas práctieadas en las colinas y nada sufrieron; pero en
Chicago se necesitaría una bomba atómica diferesite
el centro de la población, la mayoría de los vecinos- se
que estalle de un modo distinto, para igualar siquiera
habían preparado zanjas estrechas: cubiertas con 30
la acción de una sola superfortaleza con bombas de
6 35 cm. de tierra, soportadas por tablas; estos. refu
alto explosivo, y concluye subrayando que la bomba. gios rudimentarios
tienen, sin embargo, gran flexibi
atómica tiene que mejorar, porque ,es un arma. que: lidad y’ masa suficiente frent&a la acción ‘de la bomba.
está muy en mantillas.
,.
Muchos de ellos vieron forzados sus techos por enPor el contrario, el General Nichols dice: “Aunque
43
conirarse debajo o casi debajo del punto de funciona.
miento; pero, a partir de los 800 m. del lugar cero,
ninguno fué afectado.
Los refugios públicos europeos, tales como los pre
vistos en los tuneles del Metropolitano y los situados
en los sótanos, con techos reforzados de hormigón, ca
paces de aguantar los escombros, serían invulnerables
ante bombas atómicas como las del Japón y que de
flagrasen a párecida altura.
Daños producidos en los servicios púhlicos.—Gran
parte de las instalaciones de estos servicios no sufrie
ron daños, por ir enterradas. Las tuberías de gas y
agua sólo fueron destruidas en lugares que iban ten
didas al aire. Los gasómetros fueron destruidos o ave
riados seriamente a distancia de 2.400 m.; los postes
de los tendidos de líneas eléctricas, telefónicas, tele
gráficas y tranvíás fueron gravemente averiados has
ta 1.500 m. Los transpones
públicos sufrieron poco
por los efectos de onda, aunque fueron muy afectados
por los incendios. Los puentes de hormigón y los me-
D/stcrociasa/lugar cero
Fig. 3.5CornpoTtomieflto de los-edificios del Japón:
tálicos no fueron afectados, excepto uno metálico que
estaba en mal estado de conservación; los puentes de
madera fueron más afectados por los efectos de on
das, y la mayoría de ellos quedó destruída por el fuego.
Edificios.__Como
resumen de las anteriores consi
deraciones, se deduce (fig. 4. a):
1.0
El efecto de onda es el más temible de la
bomba atómica y, por consiguiente, el que más hay
que tener en cuenta para la construcción de los edifi
cios
2.° Los muros corridos de ladrillo es el tipo de es
tructura
qué presenta menos resistencia,. siendo asi
mismo muy arriesgado el empleo de bloques de hor
migón para la fabricación de muros.
3.° Los forjados de pisos con viguetas y losas de
hormigón prefabricadas,
así como las de elementos
cerámicos, carecen de resistencia ante los bombardeos
aéreos; son poco recomendables ante los ataques ató
micos, porque proporcionan pequeños arriostramientos.
3•0
Tiene mucho valor la continuidad de la estruc
tura resistente, por lo que se recomienda el empleo de
pórticos corridos dé hormigón armado, enlazados trans
versalmente
con vigas sólidas.
También resulta aconsejable el empleo de mu-•
ros de cerramiento de hormigón armado, solidarios a
44
los pilares y vigas que forman la estructura, por el
arriostramiento
que proporcionan, sobre todo si exis
ten grandes ventanales.
6.0
Es preferible el empleo de la uralita o el amian
to mejor que la chapa ondulada metálica en las cu
biertas de grandes naves de fábricas y almacenes.
7.° En las casas-se recomiendan las cubiertas cons
truidas con losas de hormigón armado de 25 cní. de
espesor.
Habitantes.—Con
las modernas bombas atómicas se
calcula que una ciudad del tipo de Madrid o Barce
lona podía tener 40.000 muertos, si sufriese el ataque
con una sola bomba. Si se Ponsigue una instrucción
previa elemental, como la que más adelante precisa
mos, el número de bajas se podría reducir a la mitad;
Pero si además se diese la alarma atómica con diez
minutos
de anticipación
al funcionamiento
de la
bomba, el número de bajas no alacanzaría la décima
parte.
Todo ciudadano debe saber que los refugios anti
aéreos protegen con seguridad contra los
ataques atómicos.
Que las personas resisten mejor que los
edificios el efecto de onda o rebujo, y que
el shock sobre el cuerpo humano se reduce
mucho coi la distancia y con la protec
ción de cualquier obstáculo.
Si la deflagración sorprende sin protec
ción de ninguna clase, resulta aconsejable
tumbarse en el suelo, cerrar los ojos y sus
pender momentáneamente
la inspiración.
El hombre que no resulta reventado en el
acto se encontrará
perfectamente
a los
pocos minutos, y claro es que sólo mo
rirán las personas que se encuentren sin
protección muy cerca del lugar cero.
Hay que procurar alejarnos de venta
nas, vidrieras, escaparates, cornisas, bal
cones o miradores y chimeneas; cosa fac
tible, pues el rebujo que los hará saltar
en añicos marcha a menor velocidad que pl relámpago
inicial.
Es precisa desenfilarse de la onda de calor radiante
que se propaga en línea recta y que alcanzaa gran dis
tancia; pero conviene no olvidar que las ropas, sobre
todo si son gruesas, protegen mucho, por lo que con
viene cubrirse la cabeza y manos con ellas, a falta de
cualquier otra protección.
El efecto más grave contra las personas es el radiac
tivo; pero hay que tener en cuenta que el 99 por 100
de las radiaciones se producen en el instante del fun
¿ionamiento y que solamente el 1 por 100 es emitido
en los segundos que siguen.
Si el punto de funcionamiento
está situado a gran
altura, sus efectos no son de temer a un kilómetro
del lugar cero; pero son mortales para las personas que
se encuentren sin protección adecuada en las proximi
dades de dicho lugar.
Como consecuéncia de la radiactividad
inducida
más tarde (cuerpos radiactivados
por -los-neutrones),
sepropagarán
más tardé rayos y, (3 e incluso algunos
neutrones; pero esta nueva radiación es detenida porlos muros, vidrios de las ventanas e incluso vestidos
gruesos.
Tiene que temer la radiación toda persona que se
encuentre en él surtidor de la base, en el hongo o en
una zona barrida por ellos, si los ha desplazado el
viento. En estas zonas hay que evitar el trabajo,
remover escombros, llevarse objetos a la boca y levan
tar polvo; incluso el solo hecho de respirar en ellas
resulta peligroso, aun cuando el filtro de las máscaras
antigás parece dar suficiente
protección para penetrar
en
ellas después de pasados algu
nos minutos.
Ciudades. — Las considera
ciones hechas en la página 41
son fácilmente adaptables
a
la vulnerabilidad
atómiça, re
saltando únicamente
que en
todas las ciudades existen sub
urbios y barrios antiguos muy
poco aptos para resistir los
ataques atónicos.
La ordenación lineal, que
resulta tan adecuadá desde los
puntos de vista en la circula
ción y la ecoñomía, es también
la más eficaz contra la bomba
atómica,
sobre todo si, te
niendo en cuenta la topogra
fía, se hace seguir al eje lon
gitudinal de la cindad una di
rección tal que vaya cortando
transversalmente
varios valles
o vaguadas.
Todo ello con objeto de com
partimentar
la ciudad por el
efecto de pantalla.
-
tando el número de sus habitantes y ruralizándolas,
aunque haya que aumentar su número. Coincidiendo
así el beneficio en muchos aspectos: higiénico, econó
mico, social, circulatorio y defensivo.
Estas ideas ya han prendido en muchos urbanistas
que se dedican a proyectar su ciudad futura, en susti
CONCLUSION
Con este artículo de vulga
rización se trata, sobre todo,
de recordar la necesidad de
defender a las ciudades y sus
de madera
habitantes
contra los ataques
I88Si Desuaccidocasi?otcf
aéreos y atónicos.
Esta
misma preocupación
______
• Neçesilan
qicno’es IeJxff acionesdefensiva ha servido para la
i
Hab/kb/es conpequeñosfeparce/ones
concepción de casas acoraza
das y rascacielos blindados, y
al pensar que con el aumento
tución de la ciudad ideal, fatalmente condenada por
de la potencia de destrucción, explosiva o atómica,
nunca se estaría seguro, se pretendió buscar la pro- la aviación, antes de llegar a construirse.
Muchas de estas ciudades futuras tienen planta li
tección en subterráneos o conejeras enormes, a modo
neal, incluso algunos proyectos de ordenación urba
de grandísimos hipogeos, con patios de luz y ventila
nística de ciudades antiguas tratan de cambiar su fi
ción, que también serían vulnerables.
sonomía concéntrica en lineal, utilizando para ello un
Otros creen quela única protección reside en la mo
método llamado por los arquitectos urbanistas de las
tilidad y aconsejan la casa locomóvil, que significa
tangentes colectoras.
ría la disolución de la ciudad, con lo que se daba
Por último, conviene recordar que los ataques aé
hecho-el trabajo de antemano a los aviadores ene
reos clásicos con bombas explosivas e incendiarias re
migos.
-sultan más destructores, para las ciudades, que los
Los edificios—más resistentes - y más espaciados—
ataques atónicos, siendo necesario el empleo de va
subsistirán;
pero así como los ataques aéreos no crea
rán un nuevo estilo arquitectónico,
sí será preciso rias bombas atómicas para conseguir resultados aná
logos a los logrados por un ataque aéreo en masa.
cambiar la estruciura genéral de las ciudades, limi
ru
•
-
-
445
;1]
VOLAI)URASSOBRE)’IAQIJET1;0
Comandante de Ingenieros JOSE MARTINEZ JIMENEZ
INTRODUCCION
A)
la velocidad (m/seg) de la onda de choque al generarse
en la superficie de la carga, es decir, a una distancia
R del centro de explosión;
y1 dicha velocidad a una distancia R1 > R;
i0 la intensidad’de compresión de la onda de choque
por unidad de superficie (Kg/m2) a la distancia R del
centro de explosión; equivale a la fuerza eficaz de la
onda sobre un m2 de obstáculo rígido, en contacto
con la carga, que cede hacia fuera al producirse la
explosión;
i1 dicha intensidad de compresión a una distancia R1> R;
Ei0, Ej1 los impulsos totales de la onda de choque (Kg.)
en la superficie de la carga y a la distancia R1 del cen:
tro de ésta, relativamente; se expresan en función de
las intensidades de compresión:
y0
Si es práctica usual en la preparación de acciones tác
ticas el empleo de modelos a escala de los futuros obje
tivos: obras, organizaciones y zonas de terreno, no es me
nor la importancia que, durante la última guerra, han
alcanzado los ensayos de voladuras sobre maquetas.
El tamaño de las estructuras defensivas y los nuevos
tipos de cargas utilizados hacen impracticable o excesi
vamente costosa la experimentación en obras a escala
natural, hasta el punto de que muchos problemas de
asalto y demolición que parecían insolubles, solamente
han podido resolverse al perfeccionar la nueva técnica
de pruebas explosivas sobre maquetas.
Como no es caprichosa la preparación de modelos, ini
ciamos este interesante tema con la deducción sumaria
de algunas leyes de las ondas de choque (1) que sirven
de base para la determinación analítica de las escalas
convenientes; sigue el estudio de esta cuestión en SUS
dos aspectos: teórico y práctico, y, por último, con un
simple resumen de las posibilidades de investigación que
ofrece el sistema, se hace destacar la importancia utili
taria de su aplicación.
Ej0
=4it
4r
=
y
[3]
[3’]
R2j0
R2 ‘ i1
como
[4]
•
B)
R2
i
LEYES DE LAS ONDAS DE CHOQUE
Supongamos unacarga explosiva de forma esférica y se tendrá:
Ej0 = Ej1.
radio R; si es d la densidad del explosivo, el peso de la
carga viene dado por P = 4/3
R3 d y el valor del
Según Rudenberg, los valores de la velocidad de la
radio es
onda
de choque y de su intensidad unitaria de compre
R=[”
lila
sión, al generarse, vienen dados por las expresiones:
I4’dJ
Sean:
y,
gL
p la masa específica del aire (Kg seg2/m°), que se ob
tiene en función ie su densidad y: Po 1 (g = 9,81).
[5]
______
I!_.
.
Po(,2v2)
=
p’ la. masa especifica de los gases producidos en la ex
plosión, deducida del volumen específico de los mis
mos y (ni2/Kg), o sea de la cantidad que se obtiene
de un kilogramo de explosivo:
k—i
2
2
______
Lv,
siendo y. la velocidad normal del sonido en el aire (m/seg)
y k la relación entre los calores específicosa presión cons
Po
V-g
tante y a volumen constante (1,405 para el aire seco y
gases diatómicos).
L La capacidad de trabajo del explosivo (Kgm/Kg)
La expresión [7] se puede escribir corno sigue:
L = 427 Q, siendo Q el potencial calorífico del explosivo y 427 Kgm. el equivalente mecánico del calor;
Vs
Po’o
el llamado “coeficiente de gasificación”: cociente del
VS2
volumen específico de los gases de la explosión y el
io=
volumen de un Kg. de explosivo sólido:
h—I
•
—
fr’
i
1
d
d
p’0g
2
—
Para un estudio más completo de la cuestión, puede
consultarse
,i Lehrbuch der Ballisiih del Dr. C. Crauz, edi
ción 5926 (tomO II, págs. 171 y siguientes).
(ij
1
h—iv,/
[2]
—
p0.v,2
k—1
2
,v,J
4+
2
(vsV
—
2
——PoV0
k—1
,
k—tv,J
47
[6]
siendo
a) Conocidas las posibilIdades de empleo de cargas
límites en espacios reducidos, ¿qué escala lineal debe
adoptarse?; es decir, fijar las dimensiones del modelo
de forma que la carga reducida admisible produzca so
bre él efectos semejantes a los que se obtendrían en la
voladura qe la obra.
b)
Fijada una escala lineal adecuada, ¿en qué pro
porción varían las restantes magnitudes que influyen
en la acción de las ondas de choque?
Para obtener deducciones útiles, es indispensable que
varias de dichas magnitudes: presiones unitarias, velo
cidades y trabajos de deformación por unidad de volu
men, permanezcan constantes.
c) ¿Es realizable el modelo a la escala teórica dedu
cida?, ya que puede suceder que no haya en el comercio
materiales de las dimensiones requeridas y sea preciso
modificar la escala para ajustarse a los existentes.
Veamos cómo quedan resueltas cada una de estas
cuestiones:
a) Escala ljneal.—Son datos:
P1 carga máxima utilizable en el lugar de la experiencia;
P2 cantidad necesaria de explosivo para la voladura
de la obra a escala natural.
De [11] deducirnos:
v/
1 +
2(vs
h—i ‘.v0/
que tiende hacia la unidad si.v0 es muy grande respecto
avs:f3—÷i
cuandoS!_-o-o.
vi
Sustituyendo vi0 por el valor deducido de [61, resulta:
2(3
2(3 p’0.g.L.
.p0.f!.g;L=
[8]
k—i
Po
hi
Esta fórmula rige, con gran aproximación, cualquiera
que sea el medio en que se efectúe la explosión,, siempre
que y0 resulte grande respecto al valor d,eVs en ese medio.
Para el impulso total i0 se deduce de [3], [1], [8] y [2]:
k—i .p’0.g.L
EiÜ=4Ri=4.[3]/i.
=
-
gp0
=t/5’.Pi/a.
d
2(3
1,405—1
.d’/s.
L23,gAíL.P2/3.f3.
./Ç._f!i!_.p2/3.S.
0,405
.
L.
3 /
=
I?
El valor de la intensidad unitariii de compresión i1 a
la distancia R1 se obtiene de las relaciones [3’], [5] y [9]:
=
1
Ej1
4R11
Ej0
=
47rR12
=
2
(3’i/l1/s
0,405 I4)
1if3
•
1a
La expresión
-
=
constante,
=
r,
Di
ti
.12.
D 21
‘n3
.
y teniendo en cuenta que R21
1,, es invariante para
.
una misma fuerza total de compresión de las ondas de
choque provocadas por cargas de diferentes explosivos.
2?
Para cargas de un mismo ekplosivo, el cociente
P11 u debe tener un valor constante; las presiones resul
R52
tan directamente proporcionales a la potencia 2/3 del-peso
del explosivo e inversamente proporcionales al cuadrado
de la distancia al centro de explosión, y se verificá qúe
r1i
R3
pi/3
=
Di
ti
De aquí concluimos las leyes siguientes:
2
it
it3
s.¡ fi
realidad al modelo (segunda ley de las ondas de choque),
o sea: se ha de verificar
d,11s Pi2Ia
=
1:
ha de tener un valor constante en el paso de la
En consecuencia, si consideramos dos explosivos cl
características d1, &, L y da’,, L3, y queremos esta
blecer la igualdad de efectos de sus ondas de choque en
función de pesos y distancias, deberá verificarse;
P3Is
=
La escala lineal es la inversa de la raíz cúbica del co
ciente: carga real necesaria dividida por carga reducida
admisible.
b) Va?jaci4n de magnitudes.—Elegida la escala lineal
1, las áreas variarán en la proporción X y los volúmenés
en la X. Para que la intensidad de compresión por uni
dad2 de. síp&rficie permanezca 1invariable, la fracción
[lo]
d11/s
3
/h
P,
[9]
P2
‘
resulta
fE
=
r,
re
lación que se podría haber obtenido directamente al re
solver la primera cuestión.
Al ser constante la presión unitaria, las presiones to
tales varíafr’ como las áuperficies sobre las que se ejer
cen, o sea X2,y resultan constantes la fuerza viva de las
ondas y la de los gases por unidad de volumen !!!_
2—.
y puesto que las masas M y los volúmenes V varían en
la proporción X1, de la última expresión deducimos que
las velocidades it permanecen constantes; los tiempos
variarán en la proporción X y las aceleraciones en la X—’.
El trabajo de deformación por unidad de volumen de
obstáculo
x distancia:
permanece resistente
tonstante (presión
y las total
energías
o trabajosvolumen)
totales
varían
en la propórción X3.
DETERMINACION DE LAS, ESCALAS DE LOS
En resumen:
MODELOS
Son iguafes las ‘elocidades las tensiones especificas,
Supuestos los mismos materiales para la estructura las presiones unitarias y las energías de movimiento y
real y la maqueta, y el mismo explosivo para. las cargas trabajos de deformación por unidad de volumen.
en una y otra, el problema de elección de escala ha de
Se reducen en.la proporción X las medidas lineales y los
responder a las siguientes cuestiones:
tiempos:
C)
•
-
48
-
Varian como )2 las áreas y las presiones de choque to
tales.
Se reducen en la proporción ? los volúmenes, las ma
sas, los pesos y las energías o trabajos de deformación
totales.
Las aceleraciones crecen como 1 :
c) Modificaciones de escala.—En la confección de los
modelos es condición precisa, para obtener resultados
exactos, que los materiales que se empleen tengan igua
les características y dimensiones semejantes a los de la
estructura real; esto, que es fácil de lograr en muchos
casos, presenta inconvenientes de carácter práctico
cuando en el comercio no se dispone de materiales con
las dimensiones adecuadas, correspondientes a la escala
elegida.
Tales dificultades se salvan, a costa de una ligera dis
minución admisible en la rigurosidad de los resultados
experimentales, modificando la escala dentro de limites
reducidos, de forma que sea dato básico la dimensión
real del material existente.
Un ejemplo servirá para aclarar estas ideas:
Sea una estructura de hormigón armado que, para
ser volada a escala natural, requiere 4.000 Kg. de ex
plosivo; los granos de grava del hormigón tienen un ta
maño máximo de tres centímetros y el diámetro de los•
hierros de armadura es de 2,7 cm. Se trata de estudiar
los efectos de la voladura sobre una maqueta, en la que
no se debe emplear más de medio kilogramo de ex
plosivo.
La escala teórica es:
Una última obsrvación, que se refiere particular
mente a horniigones, es que, al preparar el modelo, han
de someterse a las mismas manipulaciones o tratamien
tos especiales: vibrado, precompresión, etc., que se apli
quen al construir la estructura real.
D)
UTILIDAD PRACTICA DE LOS ENSAYOS SOBRE
MAQUETAS
Las pruebas sobre maquetas permiten investigar:
la influencia variable que, en los efectos de una vo
ladura, ejercen diversos factores: naturaleza, forma
y dimensiones de la carga, situación de ésta y grado
de contacto con las paredes de la obra, etc.;
los resultados que se obtienen en estructuras varias
(fortines, puentes, muros, presas, diques) con cargas
normales o de especiales características: cargas hue
cas, plañas o diédricas;
la acción de cargas subacuáticas sobre el casco de di.
versos tipos de buques (1);
las penetraciones y embudos producidos por proyec
tiles y bombas en diferentes medios (roca, mampos
tería, hormigón...) y los efectos que se consiguen SO
jre instalaciones subterráneas;
las caracteristicas más favorables, a tener en cuenta
en, los proyectos, que deben reunir cuantas obras y
construcciones pueden ser objetivo de, bombardeo o
de’ la acción de cargas explosivas.
La enumeración de estas posibilidades indica la im
portancia extraordinaria que ha alcanzado la técnica
y empleo de modelos en los ensayos con explosivos. Es
X = 1 :/4000
=1 :/8.0O0
= 1:20.
•
0,5
una técnica compleja en su organización inicial, ya que
han de contribuir a impulsarla centros y laboratorios de
Pero como las armaduras del modelo tendrlan que índole muy diversa; pero el esfuerzo quedará compen
prepararse con alambre de acero de 27: 20 = 1,35 mm. sado, a buen seguro, con las ventajosas enseñanzas prác
y la industria no fabrica alambre de este calibre, sino de ticas que se obtengan.
1,3 mm. el más aproximado, habrá que corregir la es
Una colaboración estrecha entre el Consejo Superior
cala, eligiendo
de Investigaciones Científicas, Obras Públicas y Orga
nismos militares puede hacer realizable esta fructifera
labor.
=
1:
= 1: 20,77.
—
—
—
—
-
—
1,3
Dada la imposibilidad de reproducir exactamente a
escala el hormigón, es práctica común reducir sólo el
tamaño mayor de la grava; en nuestro ejemplo seria sus
tituída por arena en granos de un diámetro de 30 : 20,77
=
1,4 mm.
(i)
A este respecto, es curioso el llamado efecto “bub
ble” (burbuja): regeneración de sucesivas ondas, de choque
que hacen que, aun con grandes fondos, la explosión de car
gas debajo de un submarino sea más peligrosa que si se pro
duce a un costado o encima del mismo.
IMPRENTAS DEL COLEGIO DE HUERFANOS
El Patronatode Huérfanos
deOficialesdel Ejércitotienetres imprentas:
en MADRID, TOLEDOy VA
LLADOLID, que,ademásdelosimpresos
oficiales,de adquisición
obligatoriaen dichosestablecimientos,
tambiénrealizantrabajosparticulares
de esmerada
confección,
garantizando
la CANTIDAD,CALIDADy
ECONOMIA.Losingresos
queporestosconceptos
obtienen
pasanINTEGRAMENTEa engrosar
lostondos
del Patronato
y sedestinan
a MEJORARla situaciónde losHUERFANOS.
Seencarece
a losseñores
Jetes
y Oficialesefectúenpedidosa esasimprentasa fin de.incrementarlos recursosde los HUERFANOS.
49
o
dMjyQef(e%fo*eJ’
ElPactoAtlántico.—LoqueeslaN.A.T.0.(‘)
desarrollado en el Centro de Información de Antiguos Combatientes.—De la publicación francesa Revue Militaire
d’Information. (Traducción del Comandante de Caballería, del Servicio de E. M., Joaquín Portillo Togores, del E. M. C.).
Estudio
En el momento de la capitulación
alemana (mayo
de 1945), los deseos del E. M. C. de los Estados Unidos,
Francia y Gran Bretaña eran que los problemas plantea
dos por la paz podrían resolverse dentro del espíritu y
según los métodos empleados durante la guerra. Todo
estaba basado en la cooberación entre las grandes potencias.
Cierto número de reuniones internacionales han esta
blecido ya los principios y trazado las grandes líneas de
tal coóperación.
En ellas se acordó:
1.0
Que los ministros de Asuntos Exteriores de las
cinco grandes Potencias (China, Estados Unidos, Francia,
Gran Bretaña y la Unión Soviética) constituirían un Con
sejo, que tendría su sede en Londres, donde funcionaría
un Secretariado y un Consejo permanente de Suplentes
(Declaraciones de Moscú, de El Cairo, de Teherán, de
Yalta y de Póstdam).
2.°
Que las naciones que habían luchado juntas o
que acepten los principios en cuya defensa se había he
cho la guerra, constituirían una organización interna
cional que reemplazaría a la antigua S. D. N.; ésta sería
la Organización de las Naciones Unidas (O. N. U.). Los
Cinco Grandes, miembros permanentes de su órgano eje
cutivo (Consejo de Seguridad), serían dotados de poderes
especiales, en particular mediante un derecho de veto
(la Carta de las Naciones Unidas fué aprobada en San
Francisco el 2 de junio de 1945).
El fracaso de la cooperación.
1.0
Desde la primera reunión de los Ministros de
Asuntos Exteriores (Londres, septiembre de 1945), la
U. R. S. 5. puso de relieve tales pretensiones, que el
sistema de los Cinco pareció ya condenado al fracaso,
antes, incluso, de haber empezado a funcionar.
Las tres mayores potencias que han hecho la guerra
(Estados Unidos, Gran Bretaña y la U. R. S. S.) se es
fuerzan en evitarlo mediante un acuerdo directo: es la
conferencia de Moscú de 1945.
Así se llega, poco más o menos, al año 1946, en el que
se logra:
(1)
0. T. A. N. en el nriginal.—N.
del 7’.
a)
La organización de las Naciones Unidas.
b) La reunión de los Ministros de Asuntos Exterio
res de los Cuatro (la China, trabajada por la guerra civil,
cesa de ocupar su puesto en el Consejo, que no trata más
que de problemas europeos).
c)
Reunir la conferencia de París (julio-octubre), que
elabora los tratados de paz con Italia, Hungría, Bulgaria,
Rumania y Finlandia.
2.°
Pero la Unión Soviética prosigue una política de
usurpaciones poco compatible con el espíritu de coope
ración interaliado, expuesto oficialmente por los que la
dirigen. Igual que la Alemania hitieriana entre 1933 y
1938, realiza, sin recurrir a la guerra, una expansión te
rritorial sistemática y al mismo tiempo impresionante.
a)
Una después de otra, en noviembre y diciembre
de 1945, Yugoslavia y Albania se conviertén en “Demo
cracias populares”.
b) En 1946, elecciones más que discutibles dan la
mayoría a coaliciones dominadas por los comunistas en
todos los países de Europa central. Después, estos países
se convierten en “Democracias populares”, uno detrás de
otro. Esto sucede en Polonia, en Bulgaria, en Hungría,
en Rumania. En Checoeslovaquia, sin embargo, será ne
cesario un verdadero golpe de estado: el de Praga de fe
brero de 1948. Pero ya se ha abierto la crisis a la que se
va a dar el nombre de “guerra fría”.
3.° La crisis se ha desarrollado esencialmente en dos
sectores (Extremo Oriente aparte, puesto que no hay
que olvidar que China se ha pasado al comunismo).
a)
En las Naciones Unidas, con el uso que del dere
cho del veto hace la U. R. 5. 5., empleado especialmente
para impedir que los aliados acaben con su política de
intervención directa o indirecta en los asuntos de Grecia
y del Irán.
b) En Alemania y en Austria, donde los Cuatro Gran
des no acaban de entenderse acerca de las cláusulas de
un tratado de paz. Después del fracaso de las Conferen
cias de Moscú (abril) y de Londres (noviembre de 1947),
Alemania parece definitivamente dividida en dos partes
por una “cortina de acero”: la Alemania del Este se
transforma
en “República popular”, satélite de la
U.R.S.S.
Desde entonces, los occidentales deciden afrontar las
consecuencias de la política constantemente agresiva de
la U. R. S. S. En prueba de tal afirmación, merece fijarse
la memoria en dos fechas:
1a
La del iz de marzo de 1947, en la que el Presi
dente Truman anuncia que los Estados Unidos impedirán
a la U. R. S. S. alcanzar el Mediterráneo (ayuda a Gre
cia y Turquía). Es el comienzo de la política llamada de
“contención” (de poner diques, de barrear).
2.a
La del 5 de junio de 1947, en la que el General
IVIarshall (Secretario de Estado norteamericano, es decir,
Ministro de Asuntos Exteriores) ofrece a los Estados
europeos la ayuda económica de los Estados Unidos.
Ha surgido el “Plan Marshall”, del que la U. R. S. S. se
excluye ella misma. La Conferencia de París (julio de
1947) consagra la división de Europa.
Por su parte, Moscú organiza la parte europea orien
tal, que se encuentra bajo su “control”: desde julio de
1947,
mediante la firma de un determinado número de
tratados ligando las distintas economías nacionales con
la de la U. R. S. S.; el 9 de octubre de 1947, por la crea
ción de la Komin/orni, que asegura la coordinación poli
tica entre los Estados satélites de la U. R. S. S.
A partir del verano y el otoño de 1947, la Europa libre se
detiene, pues, en el “telón de acero” (i) tendido por los ru
sos, violando con ello sus compromisos y especialmente la
Carta de las Naciones Unidas. Esta Europa mutilada, es
la que hay necesidad de defender; tal es la tarea que van
a asumir los firmantes del Pacto Atlántico.
El Pacto Atlántico.
ría bastante y se deseaba repatriar lo más pronto posible
a las tropas norteamericanas que aún permanecían en
Europa. Fué el bloqueo de Berlín lo qúe convenció a los
norteamericanos de que no podrían desinteresarse mili
tarmente de la defensa de Europa.
2.a
El Tratado de Wáshington (4 de abril de 1949)
es una alianza defensiva entre los Estados Unidos, el
Canadá, tres países escandinavos (Dinamarca, Islandia
y Noruega), los cinco de Bruselas, Italia y Portugal (a
los cuales se han unido recientemente Grecia y Turquía).
Este capital tratado, fundamento del Pacto del Atlán
tico Norte, aparece, ante todo, como la consecuencia del
bloqueo de la O. N. U. por las maniobras soviéticas y la
política agresiva de la U. R. S. S. Así, su parte esencial
está constituída por las cláusulas militares; pero para
que estas cláusulas lograsen todos sus resultados prácti
cos, era necesario poner en vigor, de manera inmediata,
un plan de defensa común.
3.& De aquí, el Programa de Ayuda Militar.—Ya el
5 de abril de 1949 los firmantes del Pacto de Bruselas
habían pedido a los Estados Unidos una ayuda militar,
que fué definitivamente acordada por las Convenciones
de 27 de enero de 1950. Su firma hizo posible la entrada
en vigor de la ley de Defensa Mutua, firmada por el Pre
sidente Truman el 6 de octubre de 1949. A esta ley nor
teamericana y a las Convenciones internacionales de 27
de enero de 1950 hay que referirse cuando se habla del
Programa de Ayuda Militar, que es el complementp del
Pacto Atlántico Norte.
No es nuestro objeto estudiar ahora el funcionamiento
de la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(N. A. T. O. uO. T. A. N.: “Nord Atlantic Treaty Orga
nization” u “Organisation du Traité de l’Atlantique
Nord”), cuyo Secretariado general tiene la sede en París.
Nos referiremos únicamente a las instituciones militares,
cuya tarea consiste en asumir la defensa del mundo libre
todavía, y especialmente de Europa.
Mientras que el Plan Marshall llegaba a la creación de
la O. E. C. E., en abril de 1948 (la Organización Europea
de Cooperación Económica, que agrupa a dieciséis Es
tados) tienen lugar dos acontecimientos muy graves: el
golpe de Praga (ya citado) y el bloqueo de Berlín (deci
dido en junio de 1948) demuestran que la U. R. S. S. no
duda en recurrir francamente a la fuerza. Los europeos
comprenden que no hay otro remedio más que el de pre
parar la defensa militar de la Europa que aún queda
libre.
Esta defensa se va a organizar en tres jases:
•a
El Pacto de Bruselas (r de mayo de 1948) es
una alianza defensiva entre el Benelux (Bélgica, Países
Bajos y Luxemburgo), Francia y Gran Bretaña; crea un
Comité de Comandantes en jefe de Europa occidental
(con sede en FontainebleaU, cuya presidencia se confía al
Mariscal Mongómery); organiza un Comité Militar per
manente (Jefes de Estado Mayor de las cinco Poten
cias), un Comité de Armamentoy un Comité de Coman
dantes en Jefe. El cometido de los dos primeros es orga
nizar las fuerzas puestas a disposición del tercero—orga
nismo operativo—y crear la infraestructura necesaria
para “sostener a las fuerzas y Ja acción del Mando”.
Muy pronto los precedentes acuerdos se revelan insu
ficientes: la libre Europa, a causa de los esfuerzos y de
los sacrificios realizados para la defensa del mundo libre
y en vanguardia durante las dos guerras anteriores, no
tiene medios suficientes para realizar la política que se
esfuerza en desarrollar; en consecuencia, los Estados Uni
dos se dan cuenta de la necesidad de una alianza militar
más amplia, en la cual han de tomar parte.
Hasta entonces no había en Wáshington la menor in
clinación hacia una alianza semejante, poco conforme
con sus tradiciones; se creía que un apoyo económico se
(i)
El límite señalado por el “Telón de acero” corresponde,
en líneas generales con la frontera este del imperio de Carlomagno.
Primera organización en la historia de la delensa del mundo occi
dental contra la penetración eslava.
1
Las Instituciones militares de la N. A. T. O.
La organización militar del Pacto Atlántico no está
más que bosquejada en el Tratado, que se contenta con
prever la creación de un Consejo del Atlántico, .cuyas
atribuciones se determinaron a continuación. Despúés
de sucesivas modificaciones, la organización militar del
Pacto Atlántico ha lomado su aspecto actual en la Con
ferencia de Bruselas de diciembre de 1950, que ha de
cidido la creación “bajo un mando centralizado de una
fuerza unificada adecuada para prevenir la agresión y
asegurar la defensa de la Europa occidental”. De esta
Conferencia data el Cuartel general de las fuerzas atlán
ticas en Europa (Shape: Surerne Hecidquarter Atlantic
Powers in Euro), del que el General Eisenhower asu
mió la jefatura el 19 de diciembre de 1950. Para poner
a punto los planes estratégicos y organizar las fuerzas ne
cesarias para la defensa, se creó un órgano ejecutivo:
el Comité Militar de los 14 Jefes de Estado Mayor. El
Grupo Permanente, que es la más alta instancia militar
de la N. A. T. O., está compuesto por los representantes
de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. Asegura el
enlace entre el Comité de los representantes de los Jefes
de Estado Mayor y los Mandos locales; coordina los pla
nes de defensa elaborados por estos últimos; propone al
Consejo del Atlántico las medidas adecuadas para au
mentar la intensidad de los esfuerzos a realizar y las
cargas a repartir; actúa enlazado con la Oficina de Pro
ducción, que tiene el encargo de crear el armamento ne
cesario y producirlo, estrechamente ligada con ‘el Comité
51
financiero. Estos’últ irnos organisrnos se han fusionado
en el senode1 Secretariado General Permanente, recien
temente creado en París.
Del Grupo Permanente dependen: la Oficina Militar
de Regulación, con sede en Londres, y el Colegio de De
/ensa de la N. A. T. O., con sede en París; estando afec
Cuartel general, basta saber que el Comandante Supre
mo de las fuerzas aliadas en Europa, el General Ridgway
está asistido por un Comandante Supremo adjunto: e
Mariscal .Montgómery; un adjunto para el Aire: el Ge
neral británico Saunders; un adjunto para la Marina: e
Vicealmirante francés Lemonnjer. El Jefe de Estad
INSTITUCIONES MILITARES DE LA N.A.T.O.
1
COMITE
MILITAR
ORGANO NO PERMANENTE
(JEFES
DE ESTADO
MAYOR)
COMITE
DE REPRESEN
TANTES MILITARES
(WASHINGTON)
1
•
¡ MANDOINTERALIADO
DE LA MANCHA
L(PORTSMOUTH)
GRUPO PERMANENTE
‘/A,QRAMB/?ETAÑ4)
II NGTON)
COLEGIO DE DEFENSA
DE LA N.A.T.O.
(PARIS)
MANDO
INTERAIIADO
MANDOINTERAL1AJ.
DELATLANTICO
1
EUROPA
EN
(NORFOLK)
(PARIS)
tos al Grupo Permanente los Mandos interaliados siguien
tes: Mancha (Portsmouth), Atiantique (Norforlk), Euro
pa (París), Grupo Regional Canadá-Estados Unidos.
II
Organización militar del S. II. A. P. E.
La organización del Mando interaliado en Europa es
pasablemente
compleja. Dos aspectos interesa señalar:
la organización del Cuartel general (el SHAPE) y la ar
ticulación territorial del Mando. En lo que sé refiere al
CANADA-ESTADOS
UNIDOSj
GRUPO
REGIONAL
AM/PICAdOR
DEPL
Mayor del General ‘Ridgway es el General americano
Grürither.
La articulación territorial del Mando aliado se pre
senta todavía de manera incompleta, principalmente en
.o que se refiere al Mediterráneo. Subsiste aún un des
acuerdo reciente entre las potencias interesadas sobre
el punto çoncreto de saber si habrá una sola o varias
zonas de mando en el Mediterráneo, y en la segunda
hipótesis, a quién corresponderán los diversos mandos;
la reciente integración de Grecia y de Turquía plantea,
además, problemas mal resueltos.
Actualmente existen tres Mandos territoriales: la Zona
Norte Europa, que manda el Almirante británico Brind,
ORGANIZACIONMILITAR. DEL S.H.A.P. E.
GENERAL RIDGwAY
_____________
NORTE
1
EUROPA
(ALMIRANTE
BRIND)G.8.
OSLO
FONTÁINE
fuerzas 5//a
terres
tres de Noruega
(GLHAUSTEEN N.) OSLO
fuerzas aijadas terres
tres de Dinamarca
(CI. MOELLERD.)COPENI-IAGIJE
fuerzas suadas sereas
(GI.CARTER U.S.A.) OSLO
fuerzas aiiadas saya/es
(Ami BRIND GB.)
OSLO
SUR
CENTRO EUROPA
-
BLEAU
fuerzas’
a//ac/as.
o’e- t/ep,’a
(MARISCAL JÚIN Fr.)
fuerzas
a/’da
aéreas
(GENERAL NORSTADU.S.A.)
ft’erzas
(ALMIRANTE
-a/ladas’
(VICEALMIRANTEJANJARD
Fr.
•
EUROPA
CARNEY)IJ.S.A.
NAPOLES
EUROPA MERIDIONALEUROPA DEL
SURESTE
fuerzas’ a/la das
de t/erra
(GI.FRATTINI1.)VERONA
Fuerzas a/,ó’ds,
fuerzas sitadas
seres. de tierra
(GENERALSCHLATTER
U.S.A.)FLORENCIA(GEÑERAWYMAN
U.S.A.)
fuerzassuadas
(ALMIRANTEWRIGHT) ESMI RNA
U.S.A.)NAPOLES
-
que tiene su sede en Oslo; la Zona Centro Europa (Fon
tainebleau), a las órdenes directas del General Ridgway,
con el Mariscal Juin, que manda las fuerzas terrestres; el
General Norstad (U. S. A.), que manda las fuerzas aéreas,
y el Vicealmirante Jaujard, que manda las fuerzas na
vales; la Zona Sur Europa, que manda el Almirante Car
ney, con sede en Nápoles, y que está dividida en dos
regiones diferentes: Europa meridional y Europa dél
reducción del nivel de compra de os trabajadores, un
alza general del coste de la vida, la baja de un nivel de
vida tan penosamente conseguido, será el amplio con
•tabalance de la consecución de un crecido número deDivisiones, en forma de una baja considerable del poten
cial moral de las naciones del Pacto Atlántico. No se re
petirá nunca bastante que la gente no se bate más que
si tiene algo que defender. Este_algo puede ser espiritual
ORGANIZACION DEL,-,JÁRTE1LGENERAL (S.H.A.P. E.)
rMÁNDOSUPREMOENEÚRÓPA (GENERALRWGWAY1
IMA0
1
1
SUPREMOADJUNTO
(MARISCALMONTGOMERY)j
ADJUNTOPARA EL AIRE
(GENERALSAUNDEIS) G.B.
1
•
-
ADJUNTO PARA LA MARINA
I(VICLMIRANTELEMONNIER)Fr.
JEFE DE ES TADO M AVÓ R
(GENERALGRÜNTHER)U.S.A.
-
JEFE E.M. ADJUNTO
Logi.5tico y eo’n7’
JEFE EM. ADJUNTO
r,ístf’aciófl
P/anc. y
operaciofle&
(GENERALVALLEY)Fr.. (01.HUDESTON)U.S.A.
CFI C 1 NAS
sudeste; un General norteamericano manda lasfuerzas terrestres puestas a disposición de la N. A. T.Q. por Grecia
y Turquía en este segundo sector, teniendo un General
italiano en el primer sector el Mando de las fuerzas terrestres aliadas. Véase el esquema siguiente:
y moral. También puede ser material: el norteamericano
se bate bien porque defiende un nivel de vida único en
el mundo; el ruso se bate bien porque le han hecho creer
que su patria y sus bienes están amenazados; el europeo
dispuesto
está
a’ defender sus libertades, pero no lo hará
sino
vuelve a encontrar un determinado bienestar du
rante mucho tiempo. ¿Cuánto tiempo se necesitará?
III
lo sabe.
Nadie
La declinación real del comunismo y del
neutralismo europeo señalará la reconquista de Europa
El problema militar fundamental de la Europa libre,
sobre sí misma y su voluntad de defenderse en unión de
sus aliados. Mientras, sin embargo, es necesario regular
La defensa de Europa en el momento actual se basa en:
el problema de la defensa, pues hay que afrontarlo desde
1.—La amenaza psicológica que significa el considerael Priic1Pio.
ble avance atómico de los Estados Unidos.
Ciertamente que los Estados Unidos pueden contri
económica
y humanamente
a sostener
concretamente
11.—Las bases norteamencaflaS en Gran Bretana, Ma- buir
la defensa
de Europa—son
los roios
Gobiernos
europeos
rruecos y PrÓximo Oriente, y la flota de portaaviones.de
-los que lo han solicitado—, porque independientemente de
los ahados.
la contribución actual de Europa a la defensa común (per
III:
Las poderosas résérvás del pótencial iñdustrial
soral, bases, infraestructura), esos países europeos—y
norteamericano, que le arrastrarían a conseguir el éxito
especialmente Francia—han pagado suficientemente en
en una guerra de desgaste.
su propia carne y en sus bienes esta defensa durante las
1V—Las esperanzas dadaspór el SHAPE
coitse- do guerras precedentes, para asa
la cuenta de los sa
cución de una defensa común.
crificios .pasado y pedir ayuda material sin sentirse
Como cÓnseuencia de todó elló; ¿cómo Tiabr de orga- mortificados én su amor ptopio. Pero además de que las
nizarse una defensa europea?
: ::.:
posibilidades :de los Estados Unidos no son ilimitadas;
-La defensa de Europa tiene por objetb eséncial alcan- pórque hau de enfrntarse con gran número de proble
zar un nivel tal de las fuetzás militares del Atlántico ca
mas (y ayudar a más de medio mundo), los Estados lJi
paz de disuadir a un posible agresor dél: Cóieite,Y
dos- nO :pdrán lograrlo ‘más que si los europeos demues
y-que, -en el caso -de que la-agresión-llegue a-producirse,
tran, por lo menos, una cierta voluntad en contribixir:a
sean capaces de rechazar y vencer a las fuerza.s armadas
su propia -defeiisa. :Si nó, llegará un momento- en que el
soViéticás. -Ahora bien, el desénvolvinientó :de -las -fuer- itribuyente
“yankee”-se pasará más y más al campo
zas militares lleva consigo, ecónómicá y fiscalmente, tina del aíélaciórúsntOo,-en cualquier caso, dará prioridad a
carga muy pesada para las naciones europea arruinadas
los problemas del Extremo Oriente. Entonces ya no será
por la última guerra y minadas por el comunismO.
ocasión de-plantear la defensa de Europa... Una corriente
Es evidente que si el esfuerzo del rearme provoca una
de opinión como la descrita no podría ser detenida más
-
-
-
-.
-.
..:
-.
•
58
que por un Jefe prestigioso como Eisenhower, elegido
para la Presidencia; pero ello no podrá conseguirse más norteamericanas en Europa no responde solamente a u
plan militar establecido seriamente, sino también a ui
que de una manera temporal, si Europa no colabora.
plan psicológico, factor éste de la mayor importancia
El problema de la defensa puede, de manera esquemá
efectivamente, en la medida en que los Estados Unida
tica, dividirse en tres problemas distintos: el del Ejército,
sacrifiquen más hombres (y no sólo material) en Europa
el de la Marina y el de la Aviación. El problema marítimo renacerá
en ella la confianza en sí misma y comenzará
es sencillo, porque la superioridad aijada es decisiva, una
creer
que
podrá ser, en caso de guerra, algo más qu
vez que las costas y los puertos de Europa occidental es
“tierra quemada”.
tán en manos amigas.
Se lamenta que en las dos anteriores guerras los norte
El problema de la aviación es más complicado, porque
americanos llegaron siembre demasiado tarde. Esta ve
únicamente los Estados Unidos, en este aspecto, son ca
paces en el momento actual de hacer frente a las nece acuden a la cita no sólo a la hora fijada, sino antes de la
sidades estratégicas; este problema se convierte, pues, en hora. ¡No nos quejemos or ello! Está bien que, eserán
dola, los europeos aseguren solos su roia
defensa y que
otro de arreglo de bases seguras y de infraestructura
general, así como de organizar las correspondientes fuer los norteamericanos estén allá en lugar preferente frente a
los rusos. El día en que Europa esté integrada suficiente
zas tácticas.
mente y suficientemente REC UPERA DA E C ONOMICA
Queda el problema terrestre—el del número de Divisio
PODRA DEFENDERSE
ELLA
nes necesarias para resistir eficazmente a un ataque—, y Y MORALMENTE,
no para atacar: no olvidemos que no se ha tratado nunca’ de MISMA con el apoyo de las armas y de los créditos, norte
americanos, y entonces el ro blema de la presencia de nu
la cuestión de ataque o de liberación de los pueblos, oprimi
merosas Divisiones ultraaltántjcas podrá volver a estu
dos satélites o miembros çle la U. R. S. S., sino simple
diarse. Entonces, tales Divisiones podrán retirarse sin que
mente de defender la Europa occidental. En cato de gue
rra, es evidente que tales fines se confundirán; a la hora los rusos se vean tentados or ello a franquear el Ru.
bicón.
actual no puede, evidentemente, plantearse el problema.
Pero queda una gran tarea por realizar aún, y en tan
El SHAPE ha fijado el número en sesenta Divisiones
sólidamente instruidas, equipadas y animadas de buena to que esta situación dure, debemos considerarnos dicho
moral, apoyadas or potentes fuerzas aéreas. Este número sos por el hecho de que una poderosa nación amiga asu
ha parecido escaso a algunos; pero no hay que olvidar ma, a su vez, lo esencial de las responsabilidades del
mundo libre, que impida, por el hecho mismo de su po
que la superioridad técnica, numérica y de armamento
de una División atlántica sobre una División rusa com tencia, una conflagración al amparo de la cual una so
pensa la inferioridad cuantitativa total; además de que ciedad totalitaria mundial avasallaría los espíritus y ani
estas Divisiones modernas son, a igualdad de efectivos, quilaría nuestras libertades.
Hemos de quedar, sin embargo, convencidos de que
dos veces más eficaces que las Divisiones tipo 1945 y
cuatro o cinco veces más que las Divisiones francesas esta superioridad puramente potencial no es y no puede
tipo 1939. Este número de Divisiones de acción, al cual ser eterna; es, al decir de los expertos, válida durante un
habrá de afladjrse otro número de Divisiones de reserva, plazo de quince años, durante los cuales el ritmo de la
ha sido considerado por los expertos como suficiente. producción y del crecimiento demográfico soviético ame
Además, este número debe lograrse en principio, en los nazan a la larga superar el ritmo norteamericano; es de
próximos años, según parece desprenderse de la reciente çir, entonces Norteamérica necesitará a Europa, y esto,
Conferencia de Lisboa, siempre que las dificultades eco cada vez más.
Esperemos que la potencia económica y la fuerza mi
nómicas no impidan su cumplimiento.
litar recuperadas de, Europa, juntamente con las de los
El número de Divisiones provistas por los norteameri
canos depende de los acuerdos del Congreso y de los re Estados Unidos, harán posible el fracaso de los planes
sultados de la guerra de Corea. El número de Divisiones de agresión soviéticos y orientar al mundo hacia el equi
librio y la paz.
-
El‘mandoúnicoparalainfanteríaylaaviacióndeapoyo.
Coronel Aruhony Standing. De la publicación norteamericana The
Cern bat Forces Journal. (Traducción del Comandante Arechederreta.)
“Las Secciones de fusileros asaltantes fueron material
mente ‘llevadas en volandas hasta el mismo objetivo.”
Acabamos de ‘citar un comentario que muy frecuente
mente hacen los testigos presenciales, refiriéndose al efec
to moral que en las fuerzas terrestres atacantes ejerce un
apoyo aéreo perfectamente coordinado.
Tal e’fecto moral no es cosa de magia y se explica fácil
mente.
Como ya vimos en artículos anteriores (i), cada uno de
nosotros ‘tiene su límite mental. Este limite es la divisoria
entre’ la salud mental y los trastornos mentales de una
-
(i)
bre de
Fueron publicados
1952.
en los números
de octubre
y
noviem
•
u otra clase; es Jo más que el sistema mental-emocional
de cada uno puede “encajar” sin trastornarse. Radica en
el subconsciente y desde él ejerce su función de guar
dián, y fué fijado para toda la vida por el medio am
biente en que cada’ uno pasó la infancia y la primera par
te de Ja niñez. La figura i muestra cómo se establece
un límite mental elevado típico; los dos requisitos que
en ella se fijan deben ‘existir, so pena .de que el limite
mental sea bajo..
Cuando nos enfrentamos con una “situación” inmi
nente, nuestro subconsciente hace un cálculo de nuestro
nivel de tensión mental situacioncd. Este nivel es la resul
tante de todas las fuerzas favorables y desfavorables que
nuestro subconsciente cree que la situación hará actuar
Debemos tener en cuenta que las fuerzas que mide el
sobre nosotros. Queda determinado por la dinamia si subconsciente
50fl fuerzas para él y que son favorables
tuacional, suma final positiva o negativa de todas las desfavorables en su apreciación. El que verdaderamente
fuerzas que en la inminente situación os impulsarán a no lo sean o que el subconsciente se equivoque al apre
hacerle frente o a evitarla.
ciar su caráçter, no importa (este punto es la clave de la
El subconsciente resuelve automáticamente
el pro
preparación previa del soldado para el combate. Si nos
blema por sí solo. Predice el nivel de tensión y después hubiéramos preocupado menos de explicarle “por qué
actÚa de acuerdo con su previsión.
coPibate” y más de ambientarle, por ejemplo, en los rui
Para ilustrar el caso, veamos cómo prevé el subcons
ciente de un fusilero una “situación de ataque inminente”.
Su Sección está avanzando sobre una posición enemiga
[dad enqoe:e fi’a
y acaba de entrar dentro del alcance del fuego directo
el 1//ii/te ,fientó’/
enemigo (fig. 2).
Primeramente,
el subconsciente del fusilero sitúa el
cálculo en la hora cero (el momento presente) y al nivel
de su propio límite de estabilidad mental. Seguidamente
mide las fuerzas que influencian su cálculo.
Por ejemplo, una fuerza desfavorable (es decir, una
razón para no atacar) puede ser, por ejemplo, el horror
a ver mutilados a sus camaradas. Por tanto, traza la ra
zón desfavorable número i (cuanto mayor sea el horror,
mayor será el ángulo). Pero quizá piense que este horror
le durará solamente una media hora, porque, pasado ese
NIÑEZ
tiempo, la excitación del combate lo hará desaparecer;
en este caso, la fuerza cesará a la media hora. La magni
tud del ángulo (desfavorabilidad de la fuerza) y el ele
mento tiempo determinarán el efecto de esta fuerza.
Seguidamente medirá la razón desfavorable número 2,
que será, probablemente, el miedo a que le “den” a su
duéño. Puede ser que le maten; pero también puede re
sultar solamente lo suficientemente herido para que le
evacuen a los Estados Unidos. Y calcula que esta causa
fi rnñoempieza
de temor durará hasta la toma y consolidación del obje-.
‘4acomprende’
tivo, es decir, unas dos horas.
Después considera las fuerzas favorables. También en
/NTJNCM
éstas quedará determinado su efecto por la magnitud del
FUNDA ClON
ángulo (favorabilidad de la fuerza) y por el elemento
tiempo. La razón número i puede ser la lealtad del fusi
tos iei?tiO’O8
eiio,ei
4
f(I/?c/onar
,?
lero a su Escuadra y su determinación de no abandonar
la. A juzgar por su actitud presente, esta determinación
105 DOSRIQIJ/S/TOS
PARAti ¿OGRO
DF,uN
durará durante toda la acción.
La razón favorable número 2 podría ser un buen abrigo
!LEI’JDO 1/JI/Ti Df ESTiflh/DAD JIfA/TAL
que ve delante, pero que tendrá que rebasar una media
Fig. x.
hora después.
Una vez estimadas todas las fuerzas (en este caso, dos
favorables y dos desfavorables), el subconsciente inicia
dos del combate, habría muchos menos fusileros que se
sus moniciones (fig. 3). Ya no recuerda el elemento tiem
po ni la naturaleza de las fuerzas; sólo le interesan los quedan “clavados al terreno por el fuego enemigo” cuan
do un subfusil, que sólo hace fuego eficaz hasta los 200 me
efectos y los resultados. Calcula la resultante de las fuer
zas desfavorables; esta linea “no puede hacerlo”; sería el tros de distancia, está tirando a otros blancos desde una
resultado de todo el cálculo, si sólo se aplicaran las dos distancia de 600...).
fuerzas desfavorables. Traza a continuación la resultante
“puede hacerlo” y, finalmente, la resultante de ésta y
Todo lo anterior nos lleva lógica y directamente a algo
de la línea “no puede hacerlo”; con ello obtiene la dinamia de ataque, que fija el efecto de todas las fuerzas y, por que el combate ha demostrado que es el medio más po
tanto, el nivel de tensión para el ataque que se avecina. deroso que hasta la fecha ha inventado el hombre para
Llegado este punto, el subconsciente compara este ni aminorar la dinamia de ataque. del fusilero combatiente:
el apoyo aéreo. En este trabajo vamos a considerar, el
vel de tensión con su límite mental y decide si la. situa
avión únicamente en este aspecto; vamos a mirarlo como
ción va a ser demasiado dura para afrontarla. En nues
tro ejemplo, el nivel de tensión es demasiado elevado; un arma vital que puede disminuir mucho el nivel de
el “monitor” del fusilero comienza a aconsejar a su mente tensión mental del combate en la línea. Lo consigue no
solamente como arma adecúada que es para la destruc
consciente que se esconda o que se rezague.
El proceso de estimación de estas fuerzas primarias es, ción del enemigo, sino también por su simbolismo dra
por supuesto, infinitamente más complejo que lo que re mático. ¡Es la arrolladora antítesis de la “soledad en el
sulta de nuestra sencilla explicación; pero el calculador- campo de batalla”! (r).
Para lograr lo anterior, es necesario que una fuerza afecte
relámpago del subconsciente lo ejecuta casi instantánea
ménte. Cada “razón” de las que hemos representado’ en la situación inmediata. del fusilero. En el ataque, los avió
el diagrama era en sí misma la resultante de muchas nes deben atacar al objetivo del fusilero y hacerlo exacta
docenas de fuerzas primarias y había además muchas mente en el momento oportuno. Es importante bombar
más razones que las que hemos representado. Pero una dear los objetivos importantes que están más adentra
vez que se establecieron las líneas “puedo y no puedo
(i)
Véase “Los Mandos de pequeñas
Unidades en el com
hacerlo”, nuestro ejemplo ha seguido exactamente el bate”,
trabajo publicado en nuestro número de abril de ¡948.
proceso habitual en todos estos casos.
_____
—
55
dos en territorio enemigo; pero ahora no estamos ha
blando de ello. El objetivo del fusilero debe ser alcan
zado precisamente en el momento oportuno, tanto por
razones tácticas como por razones de dinamia de ataque:
si el ataque tiene lugar demasiado pronto, antes de que
el fusilero pueda llegar al objetivo y ócuparlo, un ene
migo agresivo lo volverá a ocupar y se perderá, por falta
de sincronización, la ventaja táctica que podríamos ha-
Para lograr esto se precisa una coordinación tierraaire ábsoluta, coordinación cuya perfecta precisión sólo
se podrá conseguir mediante una instrucción cuidadosa
y completa. Y como queremos lograr estos resultados
desde los combates iniciales, la instrucción deberá ser
añterior a la entrada en combate de los fusileros. Además,
sin esta instrucción previa, la misma arma que se espera
haga disminuir la dinamia situacional del fusilero podría
o
IffENTÁI
O½11%
2//oras
que e/mooitop cpee que
actuaI’i.’)/aa fuerra.
Tiempo
t44
+
Fig. 2.- ¿lo ejemplo de la repre.entacjó,, de las fuerzas
ber logrado. Además se perderá también cualquier efecto
favorable que pudiera haber logrado en la dinamia de
ataque, debido a que el lapso de tiempo que después
transcurrirá permitirá la repetición de todas las fuerzas
desfavorables y la actuación de otra fuerza muy desfa
vorable: la ventaja táctica lograda a destiempo se habrá
perdido y habrá que ocupar de nuevo la posición enemiga.
De aquí se deduce que el que el apoyo aéreo sea una
fuerza favorable dependerá principalmente de su per
fecta sincronización. Si un jinete tiene que utilizar la
fusta para ayudar a su montura, lo hará en el momento
preciso de empezar el salto y nó tres o cuatro trancos
antes o después. Afortunadamente, el momento opor
tuno tácticamente es el mismo que el adecuado para la
dinamia de ataque. Si el ataque aéreo alcanza el objetivo
en el preciso momento en que los defensores están a
punto de hacer fuego eficaz contra los atacantes, queda
rán satisfechas tanto las exigencias tácticas como las
de la dinamia de ataque.
En la figura 3, el fusilero, que acaba de oír unos cuan
tos disparos enemigos, está siendo excitado por su sub
consciente a no participar en el ataque. En ese preciso
momento pasa sobre su cabeza una Escuadrilla, o un solo
avión, con los colores norteamericanos; segundos déspués
se produce en su objetivo una tremenda detonación, o se
rie de detonaciones, seguidas de una densa humareda.
La figura 4 muestra el cambio que entonces se operaen
los cálculos del subconsciente. El fusilero siente una fuer
te sensación de que está acompañado: desde: muy lejós,
allá en la retaguardia, le llega, vívido y espectacular, el
testimonio de que todos están con él. Allí, delante de él,
están actuaxido contra el enemigo común y urgiéndole a
que avance sobre el objetivo. El resaltado es inevitable:
Juan Fusilero ataca y, con él, la mayoría de los (en otro
caso) no combatientes, cuyos subconscientes no les hubie
ran permitido atacar, a no ser por el oportuno ataque aéreo.
.
que ent,’a,, ea el calculo del aubcoa.zc,ent.
atemorizarle durante el combate y producir resultados
negativos.
¿Estamos consiguiendo hoy en día esta absoluta coor
dinación para mejorar nuestra dinamia de ataque? Por
parte de nuestra Aviación, no. Los aviadores de la In
fantería de Marina han demostrado que puede lograrse.
Nuestra Aviación, a pesar de haber mejorado en Corea,
ni siquiera se da aún cuenta de que existe este problema
de coordinación “al segundo”. Y no es culpa suya si con
sideramos que tampoco se da cuenta de ello mucha gente
del Ejército.
Los aviadores de la Infantería de Marina pueden lle
var a cabo bombardeos que afectan favorablemente la
dinamia de ataque, porque pertenecen al Cuerpo, y los
soldados a quienes apoyan son sus compañeros de armas;
es como si fueran artilleros y la misión de los infantes es
su misión; sólo hay una misión, la misión. La conocen
en todos sus detalles, la siguen muy de cerca, empleando
un sentido de anticipación para proyectar de antemano
la superación de los obstáculos existentes para su realiza
ción. Y, aceptando riesgos, son tan semer /isdelis como
sus fusileros. Nada les sorprende ni coge de nuevas: se
instruyeron juntos y cada parte conoce perfectamente a
la otra. La mutua confianza hace maravillas durante el
combate. La Infantería de Marina ha demostrado que
esta clase de bombardeos aéreos es enteramente posible,
y los lleva a cabo siempre que existe la organización ade
cuada indispensable para su realización.
No es casualidad que la “unidad de mando” sea un
principio básico en la guerra. Si se viola, se va contra
toda la experiencia, humana, militar y no militar. La. per
fección que exige el bombardeo (que, para abreviar, llá
maremos de “dinamia de ataque”) exige perfección en la
organización. La coordinación aire-tierra en ese grado de
precisión nunca puede lograrse por la mera “coopera
ción”; sólo puede lograrse mediante el mando Único.
Un solo hombre debe tener la autoridad para. dar órde
nes a todo el personal que haya de participar en una ac
ción y no solamente a parte de él. Los Jefes de las dis
tintas Armas y Servicios son sus asesores, y el de la Avia
ción es uno de ellos.
Hace ya mucho tiempo, las relaciones entre la Infan
tería y la Artillería se basaban más en la cooperación que
en el mando único. Los resultados eran satisfactorios para
los tiempos del caballo y de la calesa... Pero las batallas
se hicieron más complicadas y la sincronización más im
portante; por ello las dos Armas se aproximaron, se es
forzaron en conocerse y eliminaron los desajustes. Hoy
en día, la coordinación infantería-artillería es normal
mente perfecta. La “cooperación” desapareció y fué sus
tituída por el mando único. Las dos Armas actúan ahora
tan unidas, que virtualmente se han convertido en una
sola, y cada una estudia tan completamente la misión de
la otra, que un Oficial de cualquiera de las dos está cali
ficado para el mando de las dos combinadas.
Nuestros camaradas aviadores están pasando por un
proceso similar. Pero las circunstanciasdel
combate que
llevaron bajo un mando único a la Infantería y a la Ar
tillería son hoy aún más complicadas y críticas. Hoy,
el problema es la sincronización de los ataques aéreos so
bre los objetivos de la Infantería. Tenemos que decir,
pues, a los aviadores: “Sentimos no poder esperar a vues
tro crecimiento natural. Necesitamos tan vitalmente lo
que, sabemos podéis hacer, que debéis alinearos en la ta
rea con nosotros desde este momento, en la misma forma
que lo hacen los aviadores de la Infantería de Marina...
cuando la organización se lo permite. Pero ¡alegraos!
¡También vosotros podréis llegar algún día a mandar
una División de Infantería! ¡Venid a ver a nuestros com
batientes de Infantería y os daréis cuenta de que no es
pequefio el honor!”
El relativo alejamiento actual entre la Aviación y el
bombardeos favorables a la dinamia de ataque consiguen
los “Marines” y nuestra Aviación demuestra claramente
que, cualquiera que sea el dispositivo que se adopte, de
berá basarse en el Mando único. Esto puede lograrse de
uno de los dos modos siguientes: x.°, asignando al Ejér
cito el Mando Táctico Aéreo, o parte de él; 2.°, creando
un nuevo Cuerpo de Aviación del Ejército de Tierra.
La Aviación ha rechazado ambas soluciones.
El factor más importante para determinar cuál de las
dos soluciones es mejor, es el tipo de avión que haya de
emple’arse. La Aviación insiste en que los más adecua
dos son los que ahora se emplean, afirmación que de
bemos objetar. Pero suponiendo que tal afirmación sea
correcta, tampoco es aceptable el punto de vista de
Aviación.
La Artillería, como la Aviación, tiene objetivos mu
cho más lejanos que los inmediatos de la Infantería; la
diferencia es únicamente de cantidad de alejamiento.
Por esto, quienquiera que objete a la asi gnación de Uni
dades de apoyo de Aviación a las Unidades y Mandos
de las fuerzas terrestres, en buena lógica, debe abogar
porque la Artillería se constituya en el cuarto Ejército
(Ejército, Marina, Aviación y Artillería) y que coordine
su acción con la de Infantería mediante la cooperación,
en lugar de a través de un Mando único. Pero este mé
todo ya se empleó... ¡y fracasó! Hizo falta que la Arti
llería aceptara simple y llanamente el Mando único para
llegar a la perfecta coordinación Infantería-Artillería de
hoy en día.
Debemos convencer a los aviadores de que una avia
ción de apoyo táctico no desperdigará los aviones de que
el país disponga e impedirá con ello su concentración.
También en este punto existe el precedente de la Arti
llería, y cualquier artifiero dirá que esa contingencia se
DECUSON DEL. MONLTOR:
‘Le gituaclón excede en Codo
eato e mia po:/bi/io’eo’ea”
Efecto de la
[fecto
A9ZÓfl 17°/
de /o,’azon’,2
Fi g.3. - Corno llega el .gubconac/ente
.9 .S’(/$
moniCiOflCS
Ejército puede empeorar, en ‘lugar de mejorar. Las cosas
han mejorado en Corea, pero la tónica general ‘persiste.
Cuando nos “unificaron” en tres Ejércitos, en lugar de
los dos que antes había, la Aviacián simbolizó su tenden
cia adoptando el término “aviador” en lugar del de
“soldado”. El infante de Marina tiene un nombre para
sus aviadores: los llama “Marines”.
La comparación de los result3dos que en lo relativo a
evita muy sencillamente: basta asignar directamente a
las fuerzas terrestres un mínimo de aviones, a efectos de
instrucción y de pequeñas acciones, y mantener el grue
so en reserva en un escalón superior.. Las Unidades de
apoyo táctico aéreo que se asignen permanentemente
tendrán pocos aviones, pero cada una de ellas será es
tructuralmente
reforzable cuando sea preciso. Se habrá
de asegurar el contacto con la Aviación en el escalón
conveniente (en principio y como prueba en el teatro
de operaciones) mediante una -Sección de E. M. mixta
Aviación-Fuerzas
aéreas terrestres y las propuestas au
tomáticas consiguientes de misión y de agregación. Esta
Sección mixta deberá ser mandada por un Jefe de Avia
ción competente y muy conocedor del Ejército y de las
Fuerzas aéreas del Ejército. Cuando la Aviación precise
concentrar más aviones de apoyo que los que tiene dis
i- g.4.
-
Efecto de uo bomba,’deo tóctico aireo perfectemefite
ponibles, notificará la necesidad inmediatamente a la
Sección mixta, y ésta alertará a las Unidades de Avia
ción de las fuerzas terrestres necesarias. Cuando el Jefe
del teatro, o la autoridad en que delegue (probable
mente, el mismo Jefe de la Sección mixta), lo juzgue
oportuno, se dará la orden de “acción”, y los aviones
afectados irán al “punto de cita” fijado por la Aviación.
Incluso, en los casos en que la prontitud sea una consi
deración vital, las instrucciones sobre la misión podrán
iniciarse por conducto de mando de las Fuerzas aéreas
del Ejército por el tan repetido Jefe de la Sección mixta.
La Aviación sabe perfectamente que este método es com
pletamente hacedero, porque es el mismo que ella em
plea normalmente.
Otra posible objeción de los aviadores pudiera ser que
los aviadores del Ejército no servirán para el combate
aéreo. Tal deficiencia se puede evitar. Bastará que la
instrucción de todos los aviadores corra a cargo de Avia
ción e incluya en su programa el combate aéreo; una vez
elegidos por un Comité mixto Aire-Tierra, los aviadores
que hayan de prestar servicio con el Ejército pasarán a
las Escuelas de apoyo aéreo táctico y después a sus des
tinos. Cuando los cambios en la técnica u otras causas lo
hicieran necesario, podrían volver a las Escuelas de Avia
ción a recibir la instrucción complementaria consiguiente.
La asignación al Ejército de parte del Mando Aéreo
Táctico nos daría una órganización muy similar a la hoy
vigente en la Aviación de Infantería de Marina. ¡Nadie
ha acusado aún de incompetentes para el combate aéreo
alos aviadores de este Cuerpo!
-
-
-
-
Pero hay buenas razones para creer que los aviones
actuales de la Aviación no son los mejores tipos para
el bombardeo táctico. Su empleo en misiones de apoyo
inmediato a la Infantería es algo parecido al de un mar-
58
tillo-pilón para clavar una tachuela. ¡Con el precio d
un martillo-pilón podemos comprar muchos martillos cc
rrientes y clavar con precisión muchas más tachuelas!
Las características con las que debe ser construído U
avión de apoyo inmediato a las fuerzas terrestres debe
rán proporcionarnos el tipo más pequeño, más barato
construído con materiales no críticos (r), apto para des
pegar en los campos de aviación más avanzados, ir sobr
coordinado .‘obre la dmam/o o’eataque.
el objetivo, bombardearlo, ametrallarlo, volver y repe
tir el mismo ciclo.
¿Hasta qué profundidad, dentro del territorio enemigo,
deben elegirse sus objetivos? Si queremos dotarlo a raja
tabla de las características mínimas antes citadas, cosa
que debemos hacer, los objetivos no deberán elegirse
más lejos de lo que exija la perfecta coordinación con los
ataques de los infantes. Deberán ser los objetivos terres
tres inmediatos. Su empleo contra objetivos más aden
trados en las líneas enemigas resultaría, indudablemente,
demasiado costoso, a causa del fuego terrestre enemigo.
Los bombardeos más profundos que nos proporciona
actualmente el Mando Aéreo Táctico de Aviación son
satisfactorios, porque su modalidad no exige una sin
cronización al segundo.
El Ejército debe a sus combatientes de Infantería una
inmediata gestión en el Congreso en favor del “Proyecto
Bombarderos de Apoyo Inmediato”. Con esta clase de
bombarderos bajo la dependencia inmediata del Ejér
cito tendremos más infantes con el distintivo de Infante
Combatiente y menos en los cementerios de campaña.
Y el Congreso hará bien en analizar los móviles que ani
men a los “técnicos” de Aviación, que querrán torpedear
ese proyecto. Esos técnicos tienen el mismo derecho y la
misma competencia para juzgar la necesidad de bombar
deros de apoyo inmediato en el Ejército que para opinar
sobre los morteros o las ametralladoras que, también
para el apoyo inmediato, precisa el Ejército. Tampoco
los tienen para opinar sobre cómo su adquisición “ago
biaría” la económía nacional. Ya -ha llegado la hora de
poner fin a la actitud de “sébelotodo” que empezó cuan
do un vuélo transoceánico, por ejemplo, era aceptado
por demasiáda génte como patente para saberlo -todo de
casi tódo.
(i)
Es decir,
escasos.
El Ejército debe prescindir de bambollas heroicas y
decir: “Tenemos que conseguir bombardeo “de dinamia
de ataque” o, en otras palabras, el tremendo crecimiento
de la moral de combate, que sólo se logra mediante la
perfecta -coordinación, que es patrimonio exclusivo del
Mando único Infantería-Apoyo aéreo. La experiencia de
muestra que la misma persona debe mandar la aviación
que apoya y las fuerzas terrestres apoyadas. Y o bien
se deben nombrar Oficiales de Aviación para el man
do de nuestras tropas, o hacer que la aviación de
apoyo dependa de nuestros Jefes. La única alterna
tiva al dilema anterior es que el Ejército empiece a cero
y
cree sus propios medios de apoyo aéreo inmediato.”
Está en litigio un principio vital, íntimamente relacio
nado con el problema más grave de la defensa nacional.
El Ejército tiene el deber de emplear cualquier procedi
miento posible y practicable para aumentar el porcen
taje de fusileros combatientes, y el apoyo aéreo inme
diato es el método más eficaz inmediatamente disponi
ble. Nuestros verdaderos combatientes son los mejores
del mundo, pero están maniatados. Quienquiera que in
sista en negar al Ejército la clase de apoyo aéreo que tan
críticamente
necesita, debería explicar a esos comba
tientes por qué a estas alturas deben seguir maniatados.
Laestructuradeunejércitomoderno.
Un informe oficial francés publicado en la Revue Militaire d’Information y reproducido en la publicación
inglesá The Ármy Cuartely. (Traducción del inglés del Coronel Peña, Jefe del Regimiento de Wad-Ras n.° 50.)
Desde que terminó la G. M. II, ha constituido una
preocupación para muchas personas la- necesidad de rea
lizar reformas fundamentales en la estructura del Ejér
cito. Ello ha sido el tema de muchos documentos, péro
nada definitivo se ha realizado todavía. Sin embargo, el
sistema actual se caracteriza por una creciente inflexibi
lidad y coste, que son los obstáculos principales que se
oponen a la organización de una eficaz fuerza defensiva.
En ello radica el peligro mortal para la defensa de Occi
dente.
La única forma de disminuir este peligro está en bus
car nuevas soluciones audaces, teniendo en cuenta las
pasadas experiencias, pero liberándose de las trabas que
representen.
Ello constituye un problema complejo, porque la “po
tencia”—que es indispensable—habrá de ser conciliada
con la “movilidad” y la “agilidad”, que son necesarias
más que nunca para hacer posible la maniobra, al mismo
tiempo que habrá que mantener dentro de límites razo
nables la proporcionalidad de los costes.
En un momento como éste, en el que muchas nacio
nes han empezado a reformar sus Ejércitos, pero conti
núan haciendo experimentos para hallar una fórmula sa
tisfactoria, será útil examinar en detalle los aspectos
principales de este problema:
a) Eligiendo las ideas principales que podrían servir
de base a estudios más profundos.
b) Delineando algunas de las más importantes conse
cuencias que dimanan de esas ideas.
Aunque parezca sorprendente, todavía no se ha apre
ciado completamente la importancia de este cambio.
Sin embargo, ciertos hechos debían haber dado motivos
para estudiar el problema con detenimiento. El hecho,
por ejemplo, de que en 1940 el Ejército alemán, con unos
cientos de miles de hombres, consiguiera derrotar a un
Ejército de varios millones de hombres, equipado con
material comparable, en todos los aspectos, al suyo
propio.
En todo caso, está claro que la fuerza numérica ya no
es el único factor de la potencia. Hoy día hay que consi
derar a una tropa desde un ángulo completamente nue
vo, para poder ver qué capacidad combativa real puede
producir y cómo se puede aplicar esta capacidad de una
manera efectiva.
a)
La idea de la capacidad de conibate.—En una Divi
sión de tipo americano, de 18.705 hombres, hay sola
mente un total de 1.159 infantes “combatientes”, lo
que viene a ser escasamente el 6 por ioo. Si añadimos a
estas fuerzas las que presten apoyo directo, tales como
artillería y carros, tenemos un 12 por ioo ó 15 por 100
como máximo. El resto de los hombres no es personal
propiamente combatiente. ¿Podría haber algún tipo de
organización que, en igualdad de circunstancias, pueda
soportar tales gravámenes?
Esto basta para explicar ciertas características de los
primeros meses de guerra en Corea. Las fuerzas de las
Naciones Unidas disponían de una gran superioridad en
material; sin embargo, por tener que estar sujetas a
dos ejes de carreteras solamente, que les servían de ar
terias, se vieron forzadas a una espectacular retirada por
las actividades de un enemigo que no era ni muy nume
Primera parte: Ideas generales.
roso ni estaba bien armado; pero que sabía cómo sacar
de las zonas difíciles que el adversario era inca
1.- Potencial humano.—En los días que los Ejércitos partido
paz
de
controlar.
Por el contrario, siempre que los chinos
se enfrentaban en formaciones macizas, cuando los hom
comunistas
han
lanzado
ataques en masa, han fracasado,
bres se estrechaban unos con otros en anchura y profun
didad, el número de combatientes efectivos que -condi a pesar de contar con una superioridad numérica que,
ocasiones, ha sido abrumadora.
cionaban el volumen -de etas formaciones era un ele en Examinemos
el caso de la célula primaria, el gru
mento esencial, si no determinante, de la potencia de po decombate. ahora
La
misión
esta célula es operar con un
esos Ejércitos. Pero la idea de “efectivo” cambió consi armadé fuego automática, dereforzada
con un arma ligera
derablemente al mismo tiempo que la disposición tác
contracarro. Un Jefe de Grupo y cuatro o ciuco hombres
tica, evolucionando progresivamente, primero destru
deben ser bastantes para esto. El personal que actual
yendo la formación compacta para dar nacimiento a la mente se asigna al Grupo de combate responde a tres
Línea de fuego de los fusileros y produciendo gradual
ideas falsas:
mente el “vacío del campo de batalla”.
-
59
La primera de ellas es la de que es necesario manio
b)
La idea de la e/icacici,—Como resultado de los pro.
brar alrededor del arma, para protegerla o para bene
gresos
técnicos,
los conceptos de eficacia en el combate
ficiarse de sus fuegos. Pero solamente un arma auto
y de masa son cada vez más opuestos.
mática vecina puede realizar estas dos funciones con
Casi siempre ocurre que el éxito de una acción es de
toda la eficacia que el caso requiere.
cidido
por un pequeño número de armas bien situadas y
La segunda idea falsa es que ha de haber un adecuado manejadas
hombres de grandes bríos. No tiene sen
número de individuos para transportar municiones tido colocar por
hombres inertes e inútiles junto a las armas
para el arma; Pero con tropas bien instruídas, la ac •modernas que pueden esparcir la muerte y la destruc
ción armónica “fuego y movimiento”, casi siempre ción dentro de un radio de varios cientos de metros.
representan una constante. Si uno se mueve, se dis Resulta algo más que un desatino intentar atacar tales
para poco. Si uno está en una posición estática y armas con una masa de hombres que no estén bien ar
hace mucho fuego, las técnicas modernas-_en forma mados y pretender que la superioridad en potencia de
de vehículo oruga—permiten que las tropas comba
fuego se puede conseguir por el peso del número. La
tientes puedan ser abastecidas con poca dificultad.
única solución útil es la “maniobra”, realizada por una
Por último, la tercera idea errónea es la de que el gru
tan flexible como se pueda. Y así nos surge de
po deberá persistir aún con algunas bajas. Pero in fuerza
nuevo
la
idea de fluidez que antes mencionamos.
cluso este argumento está fuera de lugar, porque todo
El número de hombres necesario para actuar con un
aumento en el número de hombres automáticamente
arma debe disminuir a medida que el arma vaya aumen
llevará consigo un correlativo aumento en el número tando
en potencia. Un avión que transporte una bomba
de bajas.
atómica
tan eficaz como varias docenas de aviones
Este estado de cosas tiene consecuencias directas de cargados escon
bombas ordinarias. Llevando este argu
carácter grave.
mento a sus últimas consecuencias, es posible imaginar
En primer lugar, se viene haciendo un mal empleo de uno
de los más eficaces procedimientos en cualquier con
los hombres disponibles. Los que no toman ninguna par
flicto
futuro, como sería el de un solo soldado, ac
te en la producción real del fuego, quedan reducidos a la tuando delmás
ocultamente, que colocase en los
situación de los auxiliares de un caballero medieval: rio centros vitaleso menos
del enemigo un artefacto de terrible po
hacen más que seguirlo. ¡Qué participación tan distinta tencia destructora.
Su completa soledad le proporciona
tendrían si se les asignara también una misión principal ría una seguridad casi
absoluta. Esto es, desde luego,
en el combat& Pero estos auxiliares significan también una visión imaginaria; pero
muy bien pudiera ser tam
más bocas para alimentar, y por eso consumen las racio
bién
una
realidad
el
día
de
mañana.
nes sin ser de verdadera utilidad. Y a causa de ellos, las
Cabe argüir que no puede haber eficacia sin coordina
necesidades del Grupo han aumentado sin ningún bene ción
de esfuerzos y que esta coordinación exige una
ficio compensador.
en el ejercicio del mando que es incompatible
La suma de estas necesidades afecta a los escalones de exactitud
con
la
dispersión
excesiva. Pero esta crítica es igualmente
retaguardia y los implica en una expansión progresiva, errónea. El progreso
en las comunicaciones por radio
que es más de carácter geométrico que aritmético. Y esto
la pasada guerra ha revolucionado el ejercicio
produce la paradoja de que la retaguardia, cuya misión durante
mando, y es en esta dirección en donde será posible
es la de alimentar al frente, encuentra cada día más di del
encontrar la clave del problema.
fícil sostenerse por sí sola y pide ayuda al frente. Pense
También es importante que se instruya al hombre, en
mos solamente en los casos muy frecuentes de unidades todos
los escalones, en la “iniciativa”, que es un factor
retiradas del frente para un descanso, las cuales tienen que resolutivo
en la concepción y ejecución de
realizar toda clase de tareas fatigosas para ayudar a los la maniobra.importante
El
Jefe
de
una Unidad de cualquier clase,
servicios. Esto significa una completa inversión de valores. e incluso el soldado de filas,
deberá ser instruído para
Finalmente, y esto es todavía más serio: el tener hom
que
pueda
actuar
sin
necesidad
de que sus superiores le
bres superfluos significa un número de bajas innecesa
tengan
que
“llevar
constantemente
de la mano”. En el
rias. Estas son tanto mayores cuando mayor es la den
Ejército
francés,
esta
finalidad
es
muy fácil de con
sidad de las tropas. Y esta regla se aplica tanto en el seguir.
frente como en la retaguardia. El poder destructor del ar
Igualmente se podría objetar que las fuerzas dema
mamento moderno, especialmente el de las fuerzas aé siado “flúidas” son incapaces de detener al enemigo y
reas, impone el que las tropas desplieguen con formacio
están siempre en peligro de quedar “empantanadas”.
nes sumamente diluidas.
Este argumento es importante, particularmente en el
En la actualidad, lo que está ocurriendo es precisa
caso
de Francia, que tiene un interés vital en evitar que
mente lo contrario. Aun cuando es más esencial que nun
enemigo pueda cruzar las fronteras. Sin embargo, es
ca, se está haciendo cada día más difícil conseguir la dis el
un argumento falso. Solamente una fuerza rígidamente
persión en el campo de batalla, especialmente en la reta
estática puede quedar empantanada; no hay posibilidad
guardia.
que, eso ocurra a una fuerza flúida y flexible que se
Desde el punto de vista de la capacidad de combate, el de
apoye
en un sistema de defensa territorial, en el que,
equilibrio que se mantiene en la actualidad resulta com
como
veremos
más adelante, tome parte toda la nación.
pletamente trastrocado. La. masa no debería ser nunca
Así que, desde los puntos de vista de la eficacia y de
la consideración dominante; debería serlo la “velocidad”; la capacidad para combatir, el empleo del potencial hu
velocidad en los movimientos, en el quite, en la concen
mano debe ser objeto de nuevo examen. Reunir masas
tración. En resumen: velocidad de maniobra. En este de tropas no conduce más que al aumento de los costes
aspecto resulta desalentador comprobar que aunque los
y al incremento de las bajas. Una mejor y más
Ejércitos compuestos principalmente de infantería, con globales
equilibrada
distribución de los servidores de las armas
una capacidad de marcha de 4 Km. por hora, acostum
braban a cubrir 25 Km. por término medio de marcha y de las misiones de las armas; indudablemente, condu
cirá a una notable dismintición en los efectivos humanos
diaria, los Ejércitos actualés; equipados abundante
mente con vehículos de motor capaces de velocidades de de las actuales Unidades de combate.
40 Km. por hora, se mueven a razón de unos 6o Km. por
II.
La ieacjón en armas.—Hemos de concluir de’ lo
día. De hecho, no es posible tener velocidad, si no se tie
que llevamos llicho que solamente una pequeña parte de
ne agilidad y, sobre todo, “fluidez”, concepto éste sobre la
población es la que ha de asegurar la defensa del país?
el que volveremos más adelante.
Esto no tendría sentido, especialmente en el caso de
—
—
.
,
60
Francia, porque se encuentra abierta a un ataque en
masa, en el que se intentaría arrollar sus defensas y anu
lar rápidamente sus centros vitales. Así fué cómo los
rusos conquistaron Alemania en 1944-45.
Frente a tales peligros, toda la población tendrá que
tomar parte en la defensa. Cada ciudad, pueblo o lugar
de importancia deberán estar preparados para conver
tirse en un islote de resistencia que pueda ser defendido
por la población local, la cual, al mismo tiempo que
hace su vida de trabajo ordinaria, deberá organizarse e
instruirse de forma que esté en condiciones de tomar
parte en la lucha tan pronto reciba instrucciones para
ello. Alrededor de estos islotes, distribuídos por todo el
país, la invasión enemiga perderá fuerza y quedará ab
sorbida como el agua en la arena. Entonces, la decisión
correrá a cargo de fuerzas que serán ligeras, pero po
tentes y móviles, las cuales contraatacarán al enemigo.
Además, estas fuerzas serán solamente una parte de las
fuerzas de campaña propiamente dichas, las cuales, en
sí mismas, tendrán una misión más específica, cual es la
de la defensa de las fronteras y los accesos a las mismas.
En términos generales, el país necesita estar dotado de
una “lanza de acero” y un “escudo”. Esto es, esencial
mente, una cuestión de organización y articulación de
las varias partes del sistema de defensa, de forma que
púeda funcionar adecuadamente. Ello constituye la me
jor y más completa forma de la “nación en armas”.
Para sacar todo el valor de ella, la lanza deberá estar
diseñada de forma que pueda reunir las consideraciones
mencionadas
anteriormente. Es la “lanza de acero”,
más que ninguna otra cosa, la que deberá estar dotada
de las cualidades de fluidez, flexibilidad y maniobrabili
dad, pues solamente ellas le permitirán realizar su mi
sión, que es la de asegurar que las fuerzas necesarias
para interceptar y destruir al enemigo sean concentra
das en el lugar preciso y en el momento indicado. Sola-
G L.J1 0 N
mente será capaz de hacer esto si sus partes
tes han sido proyectadas y adaptadas para
sión. Esto nos llevará a plantear la cuestión
cipio divisionario” y de ver hasta qué punto
aplicado.
componen
dicha mi
del “prin
puede ser
III.
La maniobra y el rinciio
divisionario.—El
principio divisionario nació de la necesidad de descen
tralización que resultú del progreso de las armas; conti
núa sin perder nada de su validez. Pero en el curso de los
años ha sido completamente falseado en su aplicación;
porque, con el correr del tiempo, la División ha ido cre
ciendo continuamente, se ha hinchado más y más, como
todo el nuevo personal introducido en ella por el pro
greso técnico. El resultado de todo ello ha sido un abul
tamiento continuado, que hay que deplorar por tres ra
zones:
Primera.
No contribuye a la eficacia de la División.
Cualquiera que sea la situación, la División actual no
puede llevar a cabo ninguna acción sin un adecuado
refuerzo, particularmente de artillería y de carros.
Segunda.
El volumen priva a la División de agilidad.
A causa de su volumen, la División se encuentra emba
razada e incapaz de realizar movimientos rápidos y con
tramovimientos,
que es lo que exigen las guerras mo
dernas.
Tercera.
La División tiene una capacidad de com
bate absurdamente reducida, pues el número de tropas
combatientes actuales no es de más del 15 por 100,
como hemos visto antes.
La prioridad que las ideas de capacidad de combate
y eficacia toman ahora sobre la idea de masa deben con
ducir a la reorganización de la División actual, para darle
aptitud de maniobra, que es la verdadera razón de su
existencia. Esta agilidad se ha hecho ahora más esencial
REVISTA
ILUSTRADA
DELOS
MANDOS
SUBALTERNOS
DEL
EJERCITO
Sumario del número de marzo de 1953.
La instrucción del recluta. El grupo de conocimientos generales. Comandante Vicente Izquierdo.—Tiro
de ametralladoras con puntería indirecta. Teniente Gil Miravalles.—Recuerdos de Marruecos. Tazarut,
sede del Raisimi. Teniente Coronel M. López-Castro.—-Cosas de Ayer, de Hoy y de Mañana. Comandante
Ory.— Perros en el Ejército. Teniente L. Mena.—Dibujo de croquis rápidos. Capitán Jalón García.—
De la lucha con la obesidad. Capitán Grijelmo García.—Divulgación
naval. Los buques, su casco,
máquinas y servicios. Capitán de Fragata Martínez Valverde.—Nuestros lectores!preguntan. Redacción.
REVISTA
DE LA OFICIALIDAD
APENDICE
DE COMPLEMENTO
DE LA REVISTA “EJERCITO”
Sumario del número de marzo de 1953.
La aportación española en el duelo entre.Occidente y Oriente. Alférez López Berenguer.—Un problema
muy discutido en Norteamérica. Porqué no hace fuego la mitad de los combatientes. Publicista Bili
Davidson. (Traducción.)—Notas sobre Pedagogía general. (Redacción).—Atención
al cuidado de los
aparatos ópticos. Comandante Munilla Gómez.—Slntesis de información militar. (Redacción) .—He
vuelto a ver España.. Hamish Frazer. (Traducción.)—Al habla con los paracaidistas. Comandante
Gárate Córdoba.—La organización militar musulmana. Teniente Mendizábal Oses.—Un libro al mes.
Las traiciones del “Mariscal”. Comandante Gutiérrez Martín.—Qué
quiere usted saber? Comandante
Rupérez Frías.—Legislación de interés para la Oficialidad de complemento. (Del D. O.)
61
que nunca. La potencia destructora de los ejércitos y las
limitaciones que hay que tener en cuenta respecto a sus
efectivos, ante la necesidad de tener cada día más tro
pas en la retaguardia para satisfacer sus necesidades,
hace difícil comprender a todo el mundo que, pueda ex
tenderse un “frente continuo” por toda la península eu
ropea, en forma de barrera, desde el Báltico hasta el Me
diterráneo, especialmente al comienzo de la guerra. Inevi
tablemente, este frente tendría boquetes y puntos débi
les. En su explotación y defensa, la maniobra tomará de
nuevo una importancia enorme, tanto en el ataque—en
el que el empleo de una fuerza poderosa está fuera de
toda cuestión—como en la defensa, en donde la maniobra
solamente puede ser contrarrestada por la maniobra.
Solamente aquellas Unidades que combinen la potencia
con la movilidad y la flexibilidad dispondrán de la capa
cidad de maniobra que necesitan. Solamente ellas per
mitirán al Mando concentrar las fuerzas donde sean ne
cesarias, con el requisito de. la velocidad, y retener su li
bertad de acción, deslizándose de las garras de una fuer
za enemiga superior. Y és en este aspecto en el que la
estructura
de la División debe constituir el objeto de
reformas trascendentes, tanto en la composición como en
su articulación.
En contraste con la División actual, la del futuro ha
brá de reunir las siguientes condiciones:
Si tiene iguales efectivos, deberá tener un aumento
considerable de su eficacia.
Si tiene la misma eficacia, deberá ser considerable
mente más reducida.
—
—
IV.
Los hombres y el malerial.—Hemos dicho ante
riormente que, a medida que la eficacia de las armas
aumenta, debe disminuir el personal necesario para su
manejo. El desarrollo de esta idea. merece la pena.
Parece cierto que los progresos que continuamente se
vienen haciendo en las armas no producen un resultado
correlativo en lo que respecta al personal en ellas em
pleado. De la misma manera que todo progreso realizado
por una máquina supone una disminución de la mano de
obra necesaria para lograr una determinada producción,
de la misma manera todos los progresos en las nuevas
armas debieran conducir a una manifiesta reducción en
el número de hombres necesario para producir un deter
minado grado de efectividad en el combate. Pero ocurre
exactamente lo contrario y las Unidades continúan au
mentando sus efectivos.
Por lo que se refiere a la forma cómo actualmente se
emplean las tropas, no merece la pena repetir la conve
niencia de asegurarse de que el enemigo no encuentre
objetivos que sean más grandes de lo que deben ser; ni
tampoco señalar el hecho de que, por muy potente que
sea un carro de combate, un cañón contracarro, bien co
locado y manejado, lo tendrá siempre a su merced. Igual
mente es inútil negar que todo progreso realizado en el
material de guerra implica un incremento en el personal
empleado para su abastecimiento y mantenimiento. Es
en este aspecto en el que nos parecen equivocadas y ne
cesitadas de revisión las tendencias actuales.
La utilización de los diversos elementos del material
de combate presenta un problema que es completamente
diferente del de su abastecimiento y conservación. En
las grandes Unidades de ahora no se hace suficiente dis
tinción entre estos problemas; el resultado es una mul
tiplicación de organizaciones que llevan consigo la infle
xibilidad y la perturbación de esfuerzos.
El uso del material es una cuestión relativamente sim
ple. El instinto dice a los niños cómo hay que usar los
juguetes que reciben, por muy complicados que sean.
Sin perder nuestro sentido de la proporción, podemos
decir que el. adulto tiene la misma facultad y que, em
pleándola racionalmente, sería posible simplificar mucho
62
la misma instrucción militar. Entonces, la instrucciós
sería orientada, de manera más precisa, a dar a conocei
la esencia de la táctica al desarrollo de la iniciativa y a
dar una instrucción de equipo. Un programa como éste
es el adecuado para lo que nosotros denominamos “tro
pas a la línea del frente”, que deberán, en tanto sea posi
ble, estar libres de cualquier misión que no sea la de
luchar.
Por lo que se refiere al abastecimiento y conservación
o mantenimiento, incuestionablemente se pueden reali
zar sustancialmente economías laborando continuamente
hacia la concentración de los recursos en los aducuados
escalones de mando, empleando más y más, a medida
que nos alejemos del frente, una estructura nacional
propiamente coordinada, que, para el Ejército francés,
podría ponerse en funcionamiento casi inmediatamente.
Así, pues, que todo lo dicho nos lleva a distinguir
entre:
1. Tropas de combate propiamente dichas, y con
ellas, las tropas de “apoyo directo”, sin las cuales aqué
llas no pueden existir, y
II.
Las tropas encargadas del abastecimiento y man
tenimiento.
Cuando se hace esta distinción, muchos problemas se
ven bajo una nueva luz, especialmente el de la “fuerza
de cobertura” fronteriza.
La primera categoría constituye el “filo cortante de
la herramienta”, pero es solamente una parte de la mis
ma. Deberá estar siempre con sus efectivos de tiempos
de guerra y fácilmente podrá ser así habida cuenta de
su volumen limitado. Si la “División” fuera aliviada de
sus elementos de “base”, sus efectivos quedarían consi
derablemente reducidos, y, para una potencia efectiva
determinada, sería posible disponer de un mayor nú
mero de Unidades de esta clase listas para la acción.
La segunda categoría, de menor importancia inme
diata para la batalla, habrá sido ya reducida,- concen
trando los recursos de la manera indicada. Podría con
tener una sustancial proporción de reservistas, sin que
por ello quedaran afectadas en su eficacia, con tal que
puedan ser movilizados en un período de tiempo relati
vamente breve.
No habría cuestión en lo que se refiere a la formación
de una categoría privilegiada dentro del Ejército. A ex
cepción de los casos en que determinadas calificaciones
profesionales tendrán una influencia definitiva en los
ascensos, los hombres que en sus años jóvenes hayan ser
vido en las “Unidades de combate” gravitarán más
tarde hacia las “Unidades de retaguardia”, sin dejar por
ello de realizar su período de instrucción para el servicio,
principalmente la “instrucción de combate”, que habrán
recibido en el curso de sus años de servicio más activo.
•
V.
La influencia del “Arma aérea”.—Si llega a es
tallar la guerra, ninguna nación o grupo de naciones será
capaz de ganar la superioridad aérea hasta el punto de
que las fuerzas aéreas enemigas sean completamente
arrojadas de los cielos. “El dominio del aire” continuará
siendo una cuestión de carácter local y temporal durante
mucho tiempo. Además, y no obstante los progresos rea
lizados en el campo de la defensa antiaérea, es imposible
establecer una barrera que cierre el paso a los aviones
enemigos. En realidad, la amenaza desde el aire se hace
cada día más grave. La aparición de muchas nuevas ar
mas defensivas y su empleo apropiadamente coordinado,
el enmascaramiento y aprovechamiento de los terrenos
cubiertos a la observación aérea y de la noche, son muy
importantes para los ejércitos. Pero estas fórmulas son
meros paliativos.
La única respuesta eficaz contra esta amenaza está en
la dispersión, que es la única manera de lograr, en la am-
)litUd requerida, el “vacío del campo de batalla”, hoy
an esencial en vista de la potencia de las armas. Esta
lispersión deberá ser llevada a cabo de tal forma que
io queden perjudicadas la fuerza ni su cohesión. Sola
nente podrá ser conseguida “podando” la estructura de
as Unidades y mediante una más flexible articulación
le sus elementos componentes.
Y de esta manera nos enfrentamos de nuevo con la
iecesidad—esta vez un imperativo categórico—de crear
Jnidades que tengan la necesaria potencia y movilidad
ara cumplir las necesidades de la maniobra y que, al
nismo tiempo, dispongan del suficiente grado de flexi
iidad y agilidad. Y éstas son cualidades deque carecen
as Divisiones actuales.
evolución progresiva, cuyas causas son difíciles de de
terminar, se ha convertido en una práctica común el
que los escalones del mando ejerciten funciones que an
teriormente eran de la responsabilidad de los mandos
inferiores. Estas prácticas producen malas consecuen
cias; por lo pronto, destruyen el sentido de la iniciativa
y de la responsabilidad. En ello reside el daño y es muy
importante
que se tomen las medidas necesarias para
remediarlo.
Segunda parte: Algunas consecuencias.
Los extremos tratados anteriormente nos muestran
que las fuerzas de tierra actuales deberán librarse, a
costa, de todos los estorbos que las paralizan y las
VI. El Mando.—Desde Clausewitz a nuestros días se toda
privan
completamente de eficacia.
ha escrito mucho sobre el embarazoso impedimento de
es nuestro propósito sacar conclusiones definitivas
Los Estados Mayores y la complejidad de la cadena de y No
presentar ningún plan autorizado para un nuevo Ejér
mandos. El último trabajo sobre este tema es uno del
cito.
es una labor de especialistas, que puedan Ii
Capitán Liddle Hart, publicado en The Army Quartely berarseEsta
de
preconcebidas y que puedan probar sus
de julio de 1950. Al igual que todos los trabajos de este concepcionesideas
con
experimentos. Sin embargo,
distinguido autor, plantea numerosos problemas y da parece que ciertasnumerosos
ideas vitales deberían ser lanzadas a
materia para meditaciones.
discusión pública.
Es indudable que los numerosos Estados Mayores, su la La
única finalidad que llevamos al hacerlo así es colo
perpuestos unos sobre otros en el Ejército, representan
car
las
cosas en su verdadera perspectiva, y está claro
importantes y sustanciales recargos, que habrán de ser
que estas ideas constituyen solamente un esquema ele
reducidos. Esto no contradice las ideas expuestas ante
riormente, cuya finalidad es la de simplificar las Divi mental del problema en su conjunto.
siones y. luego aumentar su número.
1.
La célula 25rimaria.—Sea el arma en uso una auto
Lo que nosotros buscamos, en realidad, es la “célula mática
de Infantería, un cañón contracarro o una pieza
táctica fundamental”, que posea las cualidades recono
Artillería de campaña, la célula primaria deberá estar
cidas de potencia, movilidad, flexibilidad y facilidad de de
en sus efectivos al número de hombres que sea
manejo, y dentro de la cual pueda tener lugar la “acción limitada
necesario para el manejo del arma, supri
combinada” de las armas básicas. No importa cuál sea estrictamente
miendo
todo
elemento
que no sea esencial, que son la
el nombre que se dé a esta célula. El control de esta cé causa del embarazo y de
las bajas innecesarias. La po
lula táctica no presenta nuevos problemas; por estar tencia necesaria para “perdurar”
buscarse no por
dedicada solamente al combate, requerirá un número el procedimiento de aumentar losdeberá
efectivos
de la célula,
de eslabones mucho menor del que necesitan las Divi
sino incrementando el número de éstas.
siones actuales.
La célula no deberá estar recargada de municiones;
El escalón de mando superior a estas células estará
proyectado y organizado para manejar un cierto número su abastecimiento deberá correr a cargo de Unidades de
cuya misión deberá ser traer a las tropas de
de estos elementos básicos. No será aconsejable fijar un retaguardia,
vanguardia
todo
lo que necesiten. Sobre estos supuestos,
número de células arbitrarias, sino que el número de parece que la “Célula
de Infantería” típica, la Unidad
ellas y la composición del mando será suficiente para lle de combate, no necesitará
más de cinco hombres, inclu
var a cabo una misión específica.
Liddle Hart tiene razón cuando considera que un yendo el mando de grupo. Este número es suficiente para
Mando, si se le dieran cuatro o cinco de estas células, se combatir con un arma automática más un arma contraindividual. Raramente fué mayor de este número
ría capaz de manejarlas sin dificultad, y que incluso po carro
dría manejar un número mayor si las circunstancias lo durante la lucha de los años 1943-45, un período, ade
exigieran. Con tal de que cada célula conserve una li más, en el que la Infantería francesa demostró una efi
bertad adecuada a su cometido, una agrupación de este cacia más allá de toda comparación.
tipo sería siempre ventajosa, y con el perfeccionamiento
II.
El grupo de células rinarias.—El
grupo de cé
de los medios de transmisiones no hay nada que se
lulas primarias, tanto en el escalón Sección como en el
oponga a su realización.
Esta es la clase de agrupación que sería deseable en Batallón (refiriéndose solamente a la Infantería), ten
los distintos escalons de mando para reducir el número drá que adaptarse a la importante regla de que el sol
combatiente de primera línea deberá estar exento
de intermediarios que existen entre el Comandante en dado
de toda misión u obligación que no sea la de combatir.
Jefe y el ejecutante en el frente.
embargo, no parece expeditivo reducir los efectivos
Una delicada cuestión queda todavía por resolver: Sin
de
estos
grupos en la misma proporción que hemos he
la de fijar en qué punto de la cadena de mando las Uni
los grupos elementales o células.
dades de combate se conectarán con los servicios de choUnpara
Jefe de Sección puede, de hecho, controlar muy
abastecimiento y mantenimiento. Este problema nece
•cuatro o cinco de las células antes citadas.
sita ser estudiado detenidamente siguiendo las líneas fácilmente
fijadas en este estudio. Parece como si cualquier trabajo Mediante ellas verá su capacidad de acción grandemente
de esta clase tuviera que reconocer el punto de vista aumentada, y también podrá emplear un arma de tra
fundamental,
expuesto anteriormente, de que las for yectoria curva para completar el efecto de sus armas
maciones y Estados Mayores de vanguardia deberán es de. trayectoria rasante. Sobre estas bases, parece que
tar exentos de toda función que no sea la del combate los efectivos más indicados para una Sección serán en
tre los 25 y los 30 hombres.
actual.
De la misma manera, la Compañía puede contener
Para terminar, llamemos la atención sobre la necesi
bien cuatro o cinco Secciones, inçluyendo la de
dad de devolver a cada escalón de mando la amplitud muy
armas pesadas, que, en conjunto, proporcionarán al
de acción que antes tuvieron. Como resultado de una
63
Mando una fuerza esencialmente encargada de la con
2.
La célula “Acorazada”.—Esta célula estaría pr
ducción del combate. En tal caso, el Batallón deberá es yectada para operaciones más predominantemente din
tar organizado de forma que contenga los elementos ne micas que estáticas. Podría consistir en:
cesarios para darle suficiente capacidad de acción. Pro
2 6 3 Regimientos de carros, cada uno con cuatro
bablemente, la fÓrmula más adecuada sería la de un
cinco Compañías, a i8 carros cada una.
Batallón de cinco Compañías, incluyendo la de armas
2 6
Batallones de Infantería.
pesadas. De esta forma, los efectivos del Batallón esta
i Grupo de Artillería.
rían entre los 6oo y 700 hombres.
Ingenieros, Transmisiones, etc., en proporción sem
Y por lo que se refiere al Regimiento (la Brigada bri
jante a la célula de Infantería.
tánica) —que para los propósitos de instrucción y de movi
Este tipo de célula tendría efectivos totales entre le
miento llenan una función utilísima en tiempos de paz—, 6.ooo y los 8.ooo hombres.
se presenta la cuestión de si sería deseable su conservación
como Unidad de combate. Este problema está estrecha
IV. El Grupo de células tácticas básicas.—Esta cuestiói
mente relacionado con el de la “célula táctica básica”. fué planteada en el capítulo relativo al Mando. Un Cuar
tel General podría manejar, sin grandes dificultades, cua
III.
La célula táctica básica.—Lo que debería com
tro o cinco de las células estudiadas anteriormente. E
prender esta célula constituye el problema crucial en conjunto tendría el máximo de flexibilidad si el Cuarte
toda consideración sobre la forma que deben adoptar General adapta a su misión la forma de las células colo
los Ejércitos modernos. Pero antes de tratar de este pro
cadas bajo su control. Este escalón es también el luga;
blema, convendrá que definamos los términos que va
natural y apropiado para los servicios de abastecimient
mos a emplear. El nombre que habría de darse, even y mantenimiento, cuya misión es la de servir a las célu
tualmente, a esta célula—ya sea División, Brigada u las básicas, y también el de las varias Unidades de h
otra denominación más adecuada—tiene poca importan
reserva general—especialmente artillería y carros—asig.
cia para el caso. Lo importante es que dispongamos de nadas para uso eventual como refuerzos.
una definición práctica, algo que diga, poco más o me
En resumen: En el escalón superior al de esas céluIa
nos, lo siguiente:
tácticasbásicas
habría un órgano de coordinación que
“La célula táctica básica es el organismo compuesto realizaría la función que hoy desempeñan los actuales
dentro del cual tiene lugar la acción necesariamente
Cuarteles Generales de Ejército, pero que tendría un
combinada de la Infantería, Artillería y carros; consti
campo de acción mucho más amplio y mayor capacidad
tuye también el instrumento con el cual el Mando rea
para la acción.
liza la maniobra.”
Es esta célula la que, sobre todo, habrá de poseer las
Y. Conclusióu.—E st a rápida investigación puede ser
cualidades de potencia, movilidad, flexibilidad y facili resumida mostrándo que:
dad de manejo que hemos considerado tan vitales, y es
i.
Las formaciones y Unidades actuales son dema
esta célula la que, por encima de cualquier otra conside
ración, deberá mantenerse libre de toda misión que no siado voluminosas, impotentes e ineficaces.
sea la de la lucha real. Desde luego, el ideal sería tener
n.
Para permitirles realizar su misión, deberán ser
solamente un tipo de célula táctica básica, que pudiera podadas
y sus partes deberán estar articuladas en una
responder a todas las necesidades; pero todavía no ha forma más moderna.
llegado el momento para esto. Estando las cosas como
Atascadas en una masa de fórmulas anticuadas, las
están, parece inevitablemente necesario que haya dos Unidades
de tropas se ven imposibilitadas de ir al ritmo
tipos principales de células tácticas: una, formada a base de las exigencias de las guerras modernas. En lo que res
de infantería, y la otra, a base de fuerzas acorazadas.
pecta a la División, para que pueda recuperar. su valor
én la guerra y responder a las exigencias del Mando, de
i.
La célula “In/antería”.—Este tipo de célula es berá ser transformada según el esquema que hemos tra
taría proyectado para la realización de operaciones que tado de presentar de “célula básica táctica”. ‘No hay ne
tuvieran un carácter más estático que dinámico. Su com cesidad de hacer constar que creemos que este cambio
posición podría ser la siguiente:
no podrá ser realizado de la noche -a la mañana. Sin em
4 ó 5 Batallones de Infantería.
bargo, puede ser puesto en marcha mediante una evo
i Regimiento de carros (para apoyo de la Infantería y
lución gradual y rápida; una progresiva reorganización,
acción contracarro).
empezando
las Unidades de la “fuerza de cobertura”
i Grupo de Artillería de 4 ó
Baterías de 6 piezas y tratando, con
de satisfacer las necesidades esenciales, de
cada una.
jando a un lado, por el momento, las menos importantes.
x Batería de A. A. A. de i6 piezas.
Debemos esperar que los especialistas en estas cuestio
1 Batallón de Ingenieros.
nes estarán dispuestos a hacer los necesarios esfuerzos
Elementos de Mando y Transmisiones.
para salir de las rutinas del pasado. Su labor será crea
i Unidad de transporte,
parte de la cual estaría es dora, si la dirigen hacia nuevas soluciones. Corresponde
pecialmente organizada para llevar los abastecimien
a Francia, a la vista de su sólida cultura militar, tomar
tos al mismo frente y evacuar las bajas.
la
en este esfuerzo y mostrar el camino a se
Los efectivos totales de esta célula estarían entre los guir.iniciativa
Porque será la úniáa manera de procurar una segu
7.000
y 8.ooo hombres.
ridad real para Europa y, por tanto, para Francia.
—
—
—
—
—
—
—
—
—.
—
—
Lea Ud. “Guión” y la “Revista de la Oficialidad de Com
plemento”,
donde encontrará una ampliación estimable
de las informaciones de EJERCITO.
64
Pequeíosproblemasdeinspecciónenlafabricacióndearmamen
tos.—Troceadodepalanquillaparaelaboracióndeproyectiles.
William C. Tucker. De la publicación norteamericana Ordnance.
(Traducción del Teniente Coronel Pedro Salvador Elizondo.)
Exponemos este sencillo y en apariencianimio
problema. que, como otros di índole análoga, se pre
sentan constantemente en las tareas de inspección de fabricación del material de guerra, como un
ejemplo que muestre la importancia que es preciso siempre conceder aun a los procesos más sencillos
de elaboración, para que ésta satisfaga a las mínimas condiciones de bondad y economía exigibles
en toda fabricación.—NOTA DEL TRADUCTOR.
En numerosos contratos actualmente en vigor en
Norteamérica para el proceso de forja de proyectiles de
artillería, se han planteado múltiples cuestiones entre los
contratistas ocupados en la fabricación sobre cuál pueda
ser el mejor y más aceptable ‘método de, trocer la palan
quilla de acero destinada a procurar la primera materia
de la que se han de obtener ulteriormente los proyectiles.
Sin decidirnos por nuestra parte por ninguna de las di
versas opiniones sustentadas sobre el particular, vamos
a limitarnos a hacer una somera exposición de las mis
mas, en la inteligencia de que su examen estimamos ha
brá de resultar provechoso a todos los que se ocupen, o
puedan estar ocupados en su día, en la técnica de la forja
de proyectiles.
El método de efectuar la entalla valiéndose del so
plete, y fractura ulterior de la palanquilla, posee mu
chos partidarios; pero no deberán menospreciarse los in
convenientes que son de esperar. Habrán de tenerse en
cuenta los elevados costos de la operación. También re
sulta difícil evitar una repetida manipulación del mate
rial. Finalmente, los costos del gas empleado en la ope
ración de entalla previa constituyen una partida de im
portancia.
Si se utilizan prensas hidráulicas para conseguir la
fractura. en lugar de prensas mecánicas, los costos de
entretenimiento serán más elevados. Además, las frac
turas son frecuentemente irregulares y difíciles de con
trolar, conduciendo a ulteriores dificultades en la forja.
Inexistencia
Fuerzas
de un método preceptivo.
Las conversaciones mantenidas con el personal téc
nico de la industria militar y naval de los Estados Uni
dos, así como el detenido estudio de las especificaciones
existentes relativas a la forja’ de proyectiles ‘de acero,
muestran de una manera que no deja lugar a dudas que
no se le exige al fabricante el empleo de un método deter
minado para el troceado de la palanquilla de acero, con
preferencia a cualquier otro que pudiera también emplearse. Sin embargo, se especifican claramente los re
quisitos exigidos para la inspección de los diversos mé
todos posibles.
Ocurren con frecuencia desavenencias o equívocos en
tre los fabricantes cuando se interpretan los requisitos
exigidos. Las especificaciones establecen que el mate
rial troceado por el método de entalla y subsiguiente
fractura deberá experimentar el ensayo de fractura en
cada tocho, pero solamente sobre el extremo destinado a
constituir el culote del proyectil.
En el caso de utilizarse otro método distinto del de
entaila y fractura, tal como el cizallamiento, el ensayo
de macroestructura deberá verificarse sobre cada ex
tremo de la barra. Esto quiere decir que no habrá de
efectuarse sobre cada tocho, sino sobre cada porción de
barra de una longitud máxima de 7,50 m.
El ensayo de fractura posee un positivo valor y es ex
tensamente utilizado para revelar las características de
calidad del acero. La inspección visual de las fracturas
deberá ser efectuada, siempre por inspectores diestros,
correctamente instruídos para apreciar las grietas o de
fectos. Las especificaciones dictadas por la Industria Mi
litar son completamente claras y precisas sobre la opera
ciónde inspección, tanto en lo que se refiere á la que se
verifica en el taller de forja como la que se hace en el ta
ller de laminación. Una descuidada inspección ocular de
los extremos fracturados puede tener graves consecuen
cias.
-
contrapuestas.
Cuando se cizalla un metal, como en el caso de una pa
lanquilla cuadrada o redonda, las cuchillas de la cizalla
representan dos fuerzas opuestas que dan origen a una
presión dirigida en ángulo recto respecto al eje longitu
dinal de la palanquillá. En el método de entalla y frac
tura, la entalla se efectúa corrientemente sirviéndose de
un’ soplete de gas, aplicando después una presión sobrs
el extremo de la palanquilla, en una dirección normal al
eje longitudinal de la misma.
Sin embargo, a causa de la ventaja ofrecida por el can
tilever, la presión ejercida se multiplica transmitiendo el
esfuerzo al área situada inmediatamente debajo de la
entalla, en forma de un esfuerzo de tracción, en lugar de
un esfuerzo cortante. La fractura resultante es, con fre
cuencia, basta e irregular, cuando se la compara con una
fractura por cizallamiento.
Otros métodos, diferentes del soplete de gas, han sido
ensayados para efectuar la entalla de las palanquillas,
habiéndose obtenido resultados más o ‘menos satisfac
torios. Se ha observado que una entalla en V muy aguda
puede iniciar con éxito una fractura, si bien existirá siem
pre cierta limitación sobre el tamaño de la palanquilla,
cuando se quiera obtener una buena fractura. Se han
obtenido buenas fracturas .sobre palanquillas hasta de
ioo centímetros cuadrados de sección inclusive, pues
por encima de dicha secciÓn la palanquilla presenta cier
ta tendencia a doblarse por la presión, más bien que a
fracturarse.
El cizallamiento no significa necesariamente un corte
de cuchillo a todo lo largo .de la sección de la palanquilla,
que hienda cada fibra con su borde córtante. Tal con
cepción ha conducido a la errónea creencia de que las
superficies de la palanquilla son ensuciadas por la cu
chilla, impidiendo la observación de defectos.
Sin embargo, analizado correctamente, e) cizallamiento
no’ es más que una operación combinada de entalla y
•
65
fractura repetida con rápida secuencia y:sin desperdicio
de material. La penetración de la cuchilla-cizalla sóbre
la corteza de acero es raramente superior a 5 mm., sien-
Toclws resultantes del isocendo de ‘alanquilla
realidad, el cizallamiento facilita la inspecciónvisual
detección de tales defectos, resultando mucho más fáci
el observar dichos defectos sobre las caras cizalladas d
los tochos que cuando éstas se han obte
nido por fractura.
Por otra parte, con los grandes perfec
cionamientos conseguidos en la cizalla par
palanquillas utilizadas en el taller de forja
la calidad del corte queda definitivament
asegurada. Las modernas cizallas para pa
lanquilla están equipadas con mordazas qw
sujetan la palanquilla rígidamente durant€
la operación de corte, soltándola rápida
mente para permitir el movimiento de la
palanquilla y la próxima operación de cor
te. Unas mesas de alimentación automática
acercan cada tocho al calibre donde se com
prueban sus dimensiones. Tal clase de equi
po permite un cizallamiento continuo auto
mático a dimensiones precisas.
de roo cm2 de succión.
Dimensiones
uniformes.
Estadísticasobtenidas en múltiples insta
laciones automáticas de la índole acabada de indicar mues
tran que los tochos cortados de palanquilla de ioo centíme
tros cuadrados de sección no suelen presentar una diferen
cia de peso que exceda de los 6o gramos. Esto constituye
una ventaja importante que asegura un dimensionado
uniforme de los mismos, lo que no sucede cuando se em
plea el método de entalla y fractura. Por lo demás, esta
uniformidad de dimensiones se estima altamente bene
ficiosa para mejorar los subsiguientes procesos de con
formación de los proyectiles.
Cuando el contratista de forja planea la operación de
•
do entonces cuando ocurre la. fractura, pues en dicho
instante la presión originada por el filo de la cuchilla
rebasa el límite de fluencia del material cizallado.
Localización de la fractura.
La proximidad de los dos filos de las cuchillas-cizallas
en el plano vertical de corte localiza la fractura con gran
precisión entre las huellas de las cuchillas. De esta ma
nera se ejercerá el mejor control posible sobre la lim
pieza y lisura de los bordes de la fractura.
Es un hecho bien conocido que las palan
quillas con una sección superior a los ioo
centímetros cuadrados y una proporciór de
carbono superior al 0,50 por ioo no se pue
den cizallar fácilmente en frío. La dificultad
no obedece a la presión requerida para ciza
llar el acero, sino que, cuando se cizalla en
frío, el acero presenta cierta tendencia a
desarrollar grietas de tensión, las cuales se
agrandarán en la operación de forj a subsi
guiente haciendo ésta impracticable.
La solución a este estado de cosas es ci
zallar el acero a una temperatura no infe
rior a los 427°. El calentamiento del metal
para este objeto no es perjudicial para la
buena práctica de la forj a, de tal modo que
la palanquilla deberá pasar directamente
al horno para recalentar. De esta manera
se conservará una cierta porción del calor
original de la palanquilla.
Por otra parte, si el acero se calienta
como acabamos de sugerir, no será necesa
rio forjar inmediatamente después de ciza
llar. El acero cizallado a 427° puede alma
cenarse indefinidamente sin que exista por
ello peligro de grietas de tensión y subsi
guiente rechazo.
•1
Inspección exagerada.
Moderna cizalladora
con alimentación
y control de tuedida automáticos.
Ensayos xclusivos han probado que el
cizallamiento de palanquilla, bien sea ésta cuadrada o corté de la palanquilla, piensa siempre en obtener la
redonda, no ensucia o borra las indicaciones visibles de mayor producción posible de tochos para forjar con el
porosidad o sopladuras sobre la superficie cizallada. En mínimo asto en la operación. Esto se consigue, iñduda
)lemente, tanto con el cizallamiento en frí o como en
aliente.
Se han obtenido datos estadísticos muy satisfactorios
or muchos fabricantes de tochos para proyectiles, tan-
t ahora como en el pasado decenio, y siempre de com
pleta conformidad con las especificaciones dictadas por
el Departamento de Industria Militar en lo que se re
fiere a ensayos e inspección.
Experimentacióndevehículosmilitares.
Coronel H. H. D. Heiberg. De la publicación Automotive Industries. (Traducción
del Teniente Coronel, Ingeniero de Armamento, Pedro Salvador Elizondo.)
campaña, lo que permite las labores de reparación co
Al elaborar cualquier proyecto de un material desti
sin necesidad de que el material ensayado aban
nado al Ejército en campaña, lo primero que se suele rriente,
done
el
campo de pruebas. Dentro de esta zona, o adya
establecer son las exigencias militares que debe satisfa
a la misma, existen pistas campo a través, áreas
cer el mismo. Una vez determinado dicho requisito, una centes
pantanosas, pendientes hasta del 6o por roo, riachuelos
oficina especial fija las características militares del ma
vadeo) y otras instalaciones de ensayo naturales o
terial de que se trata. Estas características militares son (para
artificiales. Rutas pavimentadas y descarnadas, con gra
las que definen en términos prácticos el rendimiento
va y cenizas, existen por doquier con destino a la expe
(en distintos aspectos) que se desea obtener de dicho ma
terial, no siendo especificaciones propiamente técnicas, rimentación, aunque los vehículos sometidos a prúebas
pueden rodar por las autopistas y carreteras ex
con sujeción a las cuales deberá construirse éste. Así, por también
ejemplo, una de las características del camión militar teriores a los confines del campo de experimentación.
2,5 t. establece: “Será capaz de marchar eón una carga útil
de 2,5 t. y remolcar una carga de 3 t. sobre carreteras de Ensayo de las características del vehículo.
terioradas, caminos y rodadas en todo terreno, incluso.
El objeto de esta prueba es determinar las caracterís
montuoso, tanto en zonas árticas como tropicales, y
marchar con una carga de 5 t. remolcando otra del mis ticas físicas del vehículo ensayado y estudiar aquellas
otras que difieren fundamentalmente de las del vehículo
mo peso, sobre carretera perfectamente acondicionada.”
que sirve de control. Este último es un tipo de vehículo
Otra de las características militares establece simplemente:
“El diseño de la transmisión deberá procurar la máxima ya utilizado por las fuerzas de campaña. Así, para el nue
facilidad practicable para el cambio de velocidades.” De las vo cañÓn de 2,5 t. se utilizó el de 2,5 de la G. M. II.
dos clases de camiones construídos con arreglo a esta úl Para ejecutarla se pesan, miden, fotografían y comparan,
tima característica, uno de ellos emplea una transmisión tanto el vehículo que se ensaye como el que sirve de
“synchromesh”, y el otro, una transmisión automática.
control.
Utilizando la coordinación establecida con los orga
nismos interesados en el empleo, o usuarios, y revisadas Pruebas de marcha en carietera.
que hayan sido por el Jefe de las fuerzas de campaña,
las mencionadas características militares se someten, me
Para llevar a cabo este ensayo, los vehículos que han
diante el Departamento del Ejército, a los apropiados
de probarse se comparan en servicio con los vehículos
servicios técnicos, para que se tengan en cuenta durante
que sirven de control, en las más diversas condiciones y
la confección del correspondiente proyecto de fabricación.
sobre las carreteras más variadas, tanto funcionando
La debida solución práctica al requisito referente a ca aisladamente como en convoy, en vacío, cargados con
racterísticas militares suele establecerse a base de un el peso previsto, con sobrecarga del roo por roo y con
compromiso entre las consideraciones de orden técnico cargas remolcadas de diversa magnitud. Se registrará la
y las de fabricación, establecido el cual, se elabora el cantidad de combustible y lubricante consumidos, com
correspondiente
proyecto. Efectuado el proyecto, ma
parándose con su capacidad de rodar y su aptitud para
queta y estudiadas las fases de producción del proto
el tráfico. El vehículo ensayado efectuará marchas de
tipo, la autoridad militar, actuando como enlace de las varias horas sobre carretera a una velocidad lo más ele
fuerzas armadas de campaña con la correspondiente en
vada posible, con el máximo de carga útil, con carga re
tidad productora, sigue de cerca la realización del proto
molcada y sin ella. Se registrará el rendimiento del mis
tipo, haciendo las sugestiones pertinentes para que re mo, así como su capacidad para mantener una elevada
sulte lo más adecuado a las condiciones de servicio.
velocidad de manera continuada.
Una vez acabado el modelo piloto o prototipo, se so
mete a los correspondientes ensayos técnicos y después a
las pruebas de servicio. Estas últimas, cuando se refie Prueba de frenos.
ren a material automóvil del Ejército, son de exclusiva
Para su ejecución se determinará la distancia necesa
competencia de la segunda Sección del Consejo de las
Fuerzas Armadas de Campaña, establecida en Fort Knox ria para conseguir la detención absoluta del mismo con
Ky, que se ocupa de la experimentación de todos los la carga útil, sobrecargado con un ioo por roo, con o sin
equipos automóviles del Ejército, incluyendo vehículos carga remolcada y marchando a velocidades de 32,48 y
anfibios con tren de rodaje por ruedas y cadenas y ve 64 Km/h. También se determina la aptitud de los fre
nos para detener el coche en una pendiente de 6o por roo
hículos acorazados.
con su carga útil. Se intentará fatigar los frenos, hacién
El campo de experiencias de Fort Knox tiene una ex
dolos funcionar con el vehículo sobrecargado al roo por
tensión de unos 14 kilómetros cuadrados, reservada ex
y con remolque lo más pesado posible sobre largas y
clusivamente para ser usada por el citado Consejo, y en. ioo
la cual hay instalados unos talleres de reparación de pronunciadas pendientes. Finalmente se examinarán las
.
67
guarniciones dé los frénos de manera periódica, con objeto de apreciar la condición en que se encuentran y des
gaste sufrido.
Prueba
de aceleración.
Se efectúa para comparar la aceleración del vehículo
de ensayo con el de control, sirviendo como medida la
agilidad relativa del mismo.
Los vehículos con su carga útil y con una sobrecarga
del ioo por roo se comparan sobre un recorrido de
i.5oo m., partiendo de la posición de parados y obser
vando la máxima velocidad que pueden adquirir du
rante dicho recorrido; también se registrarán los tiempos
transcurridos en cada ioo m. recorridos. Para registrar
todos estos datos se utiliza un acelerómetro remolcado
con su correspondiente cinta registradora.
Se efectúa este ensayo inmovilizando el vehículo e
un terreno enfangado, baches encenagados, obstáculos
trincheras y amarrando el cable del cabrestante a un S
porte fijo; haciendo funcionar el cabrestante, deber
desatascarse el vehículo.
•
Ensayo de transportabiidad aérea.
Sirve para determinar lo adecuado que resulta el v
hí culo para utilizarlo en operaciones aerotransportada
Se efectúa en ensayo, inspeccionando el vehículo en 1
que respecta a sus dimensiones generales, dispositivos d
sujeción y obstrucciones que pueda sufrir durante 1
operación de cargarlo en avión apropiado. El vehícul
de ensayo se cargará, finalmente, en el interior del avión
amarrándolo convenientemente para su transporte aére
y lanzamiento a tierra, sirviéndose de un paracaídas.
Prueba de trepabilidad.
Tanto el vehículo de ensayo como el de control se ha
cen marchar sobre una carretera pavimentada y con una
pendiente del 5 por ioo en un recorrido de 1,5 Km. y
sobre otra de grava, con el ro por ioo de pendiente y en
un recorrido de 750 m. Se efectuarán diversas marchas
en vacío con la carga útil, sobrecargado al 100 por ioo y
con la carga útil y remolque normal. Se registrarán los
tiempos requeridos para efectuar los recorridos. Final
mente se intentará recorrer una pendiente de unos roo m.
de ruta descarnada con una pendiente máxima del 6o
por ioo a salida parada, con presión reducida en los neu
máticos (1,44 Kg/cm2) y estando cargado al o por roo
de la carga útil o con la totalidad de ésta.
Esta prueba tiene por objeto determinar si el vehícul
satisface las cáracterísticas militares para el arranqu
en frío.
Se prepara el motor del vehículo de ensayo para s
funcionamientó en condiciones de frío ártica, utiizand
aceite REO 72 para motores y combustible ártico de
grado C (presión de vapor Reid, 0,85 Kg/cm2); la baterf
de acumuladores se cargará al completo. Después di
mantener el vehículo durante cuarenta y ocho horas
la témperatura prescrita, se intentará poner el motor er
marcha.
Prueba de movilidad en terreno enfangado.
Ensayo
Para proceder a este ensayo se marchará sobre una ruta
extremadamente enfangada en todo terreno, compuesta de
pendientes resbaladizas y baches profundos y encenaga
dos, comparándose la movilidad relativa con el de control,
el efecto del lodo sobre sus diversos componentes y par
ticularmente sobre la vida y accionamiento de los frenos.
Está destinado a comparar el ángulo de basculamiento
del vehículo que se ensaya con respecto al del vehículo
de control, comparando también, al mismo tiempo, la
estabilidad en pendiente lateral de ambos vehículos.
Para efectuar la prueba, los vehículos descargados y
con la carga normal se bascularán sustentados por cables
hasta determinar el ángulo de basculamiento. Se les hará
marchar con la carga normal sobre pendientes laterales,
comparando su estabilidad. Se anotarán la fuerza de
tracción, resbalamiento lateral, acción de la suspensión y
facilidad de control.
Prueba de tracción con carga remolcada.
Se verifica en conjunción con otras pruebas, valorando
el rendimiento del vehículo de ensayo cuando remolca
apropiadas cargas; es decir, la carga útil cuando marcha
por todo terreno, y una sobrecarga del ioo por roo cuan
do marcha por carretera.
Prueba de marcha en todo terreno.
Se hará marchar al vehículo unos i.6oo Km. sobre te
rreno abierto y montañoso, cuya consistencia varia des
de la pantanosa hasta la dura, y de constitución acciden
tada y polvorienta (se incluirá el ensayo de movilidad
sobre grandes extensiones pantanosas). Se anotará par
ticularmente el consumo de combustible y lubricante,
“mortalidad” de las distintas piezas y fatiga del conduc
tor. Después de terminar la prueba de comparación de
los r.6oo Km., el vehículo de ensayo marchará otros
i.6oo Km. adicionales. Durante ambas marchas, tanto
el vehículo de ensayo como el de control serán cronome
trados sobre un recorrido de 1,5 Km. a la máxima velo
cidad en la pista de todo terreno, comparándosé los tiem
pos empleados en dicho recorrido.
Prueba del cabrestante.
Tiene por objeto esta prueba comprobar si el cabres
tante del vehículo que se ensaya es çapaz de desatascarlo
cuando se encuentra inmovilizado por el fango o terreno
escabroso.
68
Ensayo de resistencia al frío.
de estabilidad en pendiente lateral.
Ensayo de capacidad para vencer obstáculos.
Se hará marchar a ambos vehículos, el de ensayo y el
de control, a Lravés de baches de profundidad y anchura
variable, y sobre obstáculos verticales de altura también
variable, hasta que queden inmovilizados.
Ensáyo de vadeo.
Para realizarlo, se hará marchar al vehículo de ensayo,
sin equipo especial de vadeo, en una corriente de agua de
fondo firme y con profundidades variables de 45 y 12i cm.
Después de efectuar las operaciones de vadeo, el vehículo
se examinará detenidamente para determinar los efec
tos del agua sobre sus diversos componentes, así como
sobre los sistemas de alimentación de combustible y lu
bricante.
Ensayo de acondicionamiento del equipo y carga.
Tiene por objeto determinar la colocación más satis
factoria del material que se ha de transportar sobre el
vehículo, determinar las limitaciones de su plataforma
para transportar diversos tipos de cargas militares y de
terminar lo adecuado del vehículo para transportar per
a las inclemencias atmosféricas de la cabina
)nal completamente equipado, particularmente los sir yde resisténcia
conducción. Finalmente se comprobará la capacidad
ientes de las armas remolcadas o transportadas por el del conductor para manejar el vehículo cuando esté equi
ehí culo.
pado con el traje especial para soportar el frío ártico.
Durante todos los ensayos se harán observaciones sore la colocación óptima del. equipo respecto a la accesi
ilidad y seguridad durante las operaciones. Las cargas Ensayo ‘de duración y seguridad.
e ensayo serán de material ti picamente militar, tal como
Para ejecutar esta prueba, después de efectuar todos
ajas de municiones, bidones de gasolina, determinán
ose la capacidad del vehículo para cada tipo de carga. los ensayos específicos ya mencionados, el vehículo con
tinuará marchando hasta hacer un recorrido de unos
‘ambién se efectuarán cargamentos de personal comple
32.000
Km., de los cuales, unos 20.500 serán sobre ca
amente equipado, observando la seguridad y comodidad
el mismo y determinándOSe la capacidad del vehículo. rreteras de- primer orden; unos 6.500, sobre carreteras
secundarias, y el resto será sobre “todo terreno”.
nsayo sobre la facilidad de conducción y comodidad de
los conductores.
Ensayo de entretenimiento y consumo de combustible.
Durante todas las operaciones de ensayo se efectuarán
Tiene por objeto determinar las exigencias de entrete
bservaciones comparativas sobre la facilidad operato
nimiento y consumo de combustible y lubricante del
ja y comodidad de la tripulación. El personal que inter
de ensayo.
nene en los ensayos será interrogado sobre la facilidad vehículo
Durante todas las operaciones de ensayo se llevará
le efectuar los cambios de marcha, la conducción del un registro del tiempo requerido para el entretenimiento
7ehículo, accesibilidad de los mandos, visibilidad, ‘como del vehículo, de las piezas recambiadas y del consumo
lidad y opinión general respecto a la conducta del ve
de combustible y lubricante.
iículo. También se observarán los ruidos, temperatura
Armascontracarrodegranmovilidad.
Coronel Welborn C. Dolvin. De la publicación norteamericana Ár
mor. (Traducción del Teniente Coronel Pedro Salvador Elizondo.)
La movilidad ha sido siempre una de -las consideracio
nes fundamentales tenidas en- cuenta en el desarrollo de
las armas para el Ejército de Tierra, y desde la aparición
del motor de combustión interna no ha cesado de inten
tarse la adopción de montajes automotores para toda
clases de armas, desde, la simple ametralladora hasta la
más moderna pieza de• artillería atómica.
Las armas sin retroceso tampoco han constituído una
excepción en esta, evolución, y así hemos visto cómo,
después de terminada la G. M. II, se han hecho múlti
ples intentos para hacerlas más móviles montándolas en
“jeeps” (fig. 1.8), Bren Gun carriers (fig. 2.8), “vea
seis” (fig. 3.a) y otros múltiples vehículos de transporte
y blindados en el campo de batalla (fig. 5.8).
Debido a su reducido tamaño y peso, el cañón sin re
troceso puede montarse fácilmente sobre un vehículo
muy rápido y ligeramente blindado, tal como los aca
bados de mencionar. Esta clase de vehículos son de fa
bricación relativamente barata, y los proyectiles del ca
ñón sin retroceso, muy eficaces contra los carros de
combate. ¿Será, por tanto, este tipo de vehículos la ré
plica eficaz contra la gran masa de carros de combate de
que disponen nuestros enemigos en potencia, o, por el
contrario, volveremos a pensar de nuevo en el complejo
vehículo denominado “destructor de carros”? (fig. 4.8).
Aquellos que propugnan la adopción del nuevo tipo
de vehículo, fundamentan sus pretensiones en el magní
fico rendimiento teórico del mismo, y constituye no sola
mente la respuesta de la defensa contracarro, sino que
también sirve para ejecutar las misiones asignadas ac
tualmente a los carros de combate, llegando a pregun
tarse qué es lo que puede efectuar un carro de combate
que no pueda ser ejecutado por tales vehículos. Otros,
en cambio, los conciben como un arma suplementaria
para rellenar las lagunas o claros existentes en los ac
tuales dispositivos contracarro, estimando que pueden
prestar una valiosa protección a los elementos de pri
mera línea en las situaciones defensivas.
Una cuestión análoga se planteó en la G. M. II cuando
se pensó en contrarrestar la acción de las fuerzas aco
-
F’ig.
i.a_Caión
sin retroceso de 105 ninl. montado sobre un
“jeep’ no’rteaflie’riCaflO.
razadas. De manera general puede decirse que fueron
dos las tendencias que se enfrentaron: una estimaba. que
el carro de combate era de. por sí la mejor arma contra-
69
carro que podía utilizarse; la otra asignaba esta misión a
un sistema de cañones contracarro, dejando libre al
carro de combate para cumplir su misión primaria de
eliminar las ametralladoras y personal enemigo; que
Fig.
2.8_Cañón
sin retroceso de zo mm. montado sobre un “Bren Gun
mientos y acciones preparatorias,
actuaban agresiv
mente enfrente de los carros, sufriendo severas pérdid
a causa de su virtual falta de blindaje.”
Como resultado de este empleo inicial de los destru
tores de carros, el Cuartel Gener
de las Fuerzas Aijadas modificó
doctrina del empleo de los mismo
haciendo especial hincapié en la n
pidez de los reconocimientos, a
como en el ocultamiento más con
pleto posible en posiciones previ
mente preparadas, evitando k
fuegos delatores prematuros. Esi
nuevo concepto de la táctica d
destructor de carros fué seguid
con ligeras variaciones, durante l
fases defensivas deiresto de la gm
rra. En las operaciones ofensjv
fué práctica corriente para los de
tructores de carros utilizar sus má
potentes cañones para contrarre5
tar los contraataques de los carrc
de combate.
Hacia el final de la G. M. II s
cambió de nuevo de ideas, estimán
dose que la correcta solución al pro
blema “carro de combate-destruc
tor de carros” era montar sobre c
carro de combate un cañón capa
de destruir los carros enemigos, en
comendando al mismo carro d
Cayrjer” de origen engus.
combate la misión asignada hast
entonces al destructor de carros
Es decir, que se consideró que e
carro de combate constituía, de hecho, el mejor cañóx
contracarro, tanto en el combate ofensivo como en el de
fensivo.
Durante el período que siguió a la G. M. II, las cir
cunstancias económicas fueron tales, que el coste del
equipo acorazado, así como el de los restantes armamen
tos, resultaba más del doble que lo que había costado
anteriormente. Además, Se llegó a la conclusión de que
nosotros sepamos, prevalecieron las ideas de esta se
gunda tendencia, organizándose para atender a la pri
mera misión Unidades de cañones contracarro, y últi
mamente, Unidades a base de destructores de carros.
Resulta interesante observar cómo el cambio de nom
bre de contracarro al de destructores de carros fué idea del
General McNair, quien insistía constantemente en que
las Unidades contracarro debían utilizarse más agresiva
mente, estimando que el nuevo nombre indicaba mejor
el espíritu de ofensiva. La Escuela de Destructores de
Carros, establecida en Fort Hood, Texas, insistía cons
tantemente
sobre la agresividad. El lema de los des
tructores de carros, “Ver, Atacar y Destruir”, constituía
el mejoro título de su ejecutoria, y Unidades entrenadas
con arreglo a esta doctrina fueron las que entraron en
acción en los primeros dfas de los combates norteafrica
canos.
Los informes provenientes de las primeras acciones
en que intervinieron, fueron, sin embargo, desfavora
bles. El mismo General McNair hizo las siguientes ob
servaciones respecto a la agresividad de los destructores
de carros:
“Puesto que el carro de combate debe avanzar, el
destructor de carros solamente necesita maniobrar para
alcanzar una posición favorable, ocultándose completa
mente para tender una emboscada al carro de combate.
Parece correcto imaginarse al destructor de carros ac
tuando ofensivamente, buscando al éarro y situándose
en posición de batirlo eficazmente. Sin embargo, sería
ciertamente una locura el intentar que el destructor ac
túe ofensivamente en forma análoga a como lo hace el
Fig. 3.—Cañón
sin retroceso de 75”mm. montado sobre un
carro de combate, ya que tal táctica lo situaría en con
Weasel de origen norteamericano.
diciones de tener que sacrificar innecesariamente las ven
tajas que posee por su misma naturaleza. Los percances
norteafricanos fueron debidos a que los destructores de
rusos poseían carros de combate en cantidades in
carros, en lugar de disparar desde posiciones ocultas, los
mensas
y con una gran capacidad combativa. Por otra
maniobraban demasiado libremente durante el combate. parte, puesto
que cualquier decisión para dominar y
En lugar de actuar agresivamente durante sus reconocícombatir las fuerzas acorazadas rusas sobre una base pu-
70
défensas contracarrO, suministrándolas un potente ele
ramente cuantitativa implicaba una elevada capacidad• mento acorazado para los contraataques lanzados en este
productiva y costes unitarios considerablemente eleva
escalón. En las acciones retardatrices, los carros de com
dos, se consideró natural el buscar una solución más ba
bate utilizan su potencia de fuego para infligir al má
rata para derrotar las citadas masas de carros de com-’
bate rusos.
Volviendo de nuevo al tema de
nuestro vehículo ligero de gran mo
v.ilidad, la comparación de sus ca
racterísticas con las del destructor
de carros no nos permite apreciar
una superioridad de empleo res
pecto a la de este último. Dichos
vehículos, maniobrando en campo
abierto, serían fácilmente destruídos, de la misma manera que lo
fueron los destructores de carros
durante los primeros días de la
G. M. II. Vemos, pues, que, según
esto, el correcto empleo de este
nuevo tipo de armas sería también
atacar a los carros de combate ene
migos desde posiciones ocultas y
bien preparadas.
En cuanto a su aptitud para re
emplazar a los carros de combate,
examinemos las funciones al que
tendrían que atender: en las ope
raciones ofensivas, su misión con
sistiría en acercarse y destruir al
Fig. 4.a__Desfructcer de carros (M-Io).
enemigo. Para ejecutar esto, cuan
do setrata del equipo Infantería-.
Carro de combate, este últin de
ximo castigo al enemigo, forzándole a’un despliegue pre
berá eliminar del campo de batalla todas las armas
per maturo.. Esta acción deberá efectuarse a distancias rela
sonal enemigó que se opongan al avance-de su propia in— tivamente grandes, con objeto de poderse retirar a otra
fantería, utilizando al máximo su grai potencia de fuego posición sin -necesidad de verse gravemente comprome
protegida por el blindaje, así como su movilidad y efecto tidos.
de choque. Durante el ataque, una vez tomado el obje
Ahora bien; con objeto de poder ejecutar estas diver
tivo, los carros de combate utilizarán su cañón para des sas funciones, el carro de combate deberá poseer no sola
truir ,las fuerzas, acorazadas que intenten impedir la eje-. mente una eficaz aptitud contracarro a distancias rela
cución de ‘la misión asignada al citado equiPo. En la de
tivamente grandes, sino también una gran potencia mor
fensiva, el’carrode combate proporcionará la protección
tífera. Su protección será tal que le permita subsistir en
el campo, de batalla, consintiéndole acercarse al enemigo
hasta colocarle dentro del alcance eficaz sin ser destruído.
Deberá transportar suficientes cantidades de municiones
y gasolina para permitirle una acción sostenida, al mis
mo tiempo que poseerá una gran robustez y seguridad
mecánica. Finalmente, será capaz de disparar sus armas
portátiles y su cañón por encima de las fuerzas propias
en su vecindad próxima.
Expuestos los requisitos exigidos a los carros de comba
te, un análisis de las características militares teóricas de los
vehículos ligeros contracarro nos revela que sólo poseen
suficiente aptitud para efectuar algunas de las misiones
actualmente asignadas a los carros. En efecto, estos ve
hículos pueden incrementar en gran medida la protec
ción contracarro de los elementos de primera línea, ya
que podrán disparar desde posiciones cuidadosamente
elegidas y ocultas contra los carros de combate enemigos
que se muevan en campo abierto. También tendrán suf i
ciente alcance para atacar a los carros enemigos antes
de que éstos invadan las posiciones de sus fuerzas pro
pias. Mantenidos en reserva, dichos vehículos podrán
dirigirse rápidamente a posiciones previamente elegidas,
Fig. 5.a_Detalle del montaje de un cañón sin retroceso de
75 mm. sobre la barca de. era carro de combate M-32 flor/Carne
una vez determinada la dirección principal del ataque
ricafio, al cual se le ha quitado la torreta (experimentado ea
enemigo. Sin embargo, no estando suficientemente blin
Corea).
dados o armados, no podrán participar’ en los contraata
ques contra una potente fuerza acorazada.
Insistiendo en lo dicho, los vehículos contracarro lige
contracarro, reforzando los fuegos de los Batallónes de
ros, lo mismo que los destructores de carros de la G. M. II,
primera línea y participando en los contraataques.
no pueden maniobrar en campo abierto contra las fuer
Si nos referimos a las Unidades .de carros divisionarios zas acorazadas enemigas. En el ataque no solamente esy de Cuerpo de Ejército, proporcionan profundidad á las
•
•
-
•
‘
-
71:
tarán expuestos a las fuerzas acorazadas enemigas, sino
que también serán incapaces de combatir a aquellas
armas y personal que se opongan al avance de su pro
pia infantería. Finalmente, la cantidad de munición que
sean capaces de transportar será a todas luces insuficiente
para sostener un combate continuado, no siendo, por con
siguiente, aptas para mantener el ataque con Ja infante
ría que acompañen hasta conseguir el éxito final.
Por otra parte, al mismo tiempo que la cuestión de sus
características, se plantea también en estos vehículos la
cuestión de su aptitud para practicar una táctica de vai
vén, es decir, de ataque y retiradas alternativas. La ma
yor parte de los combatientes experimentados están de
acuerdo en reconocer que cuando el enemigo desencadena
el ataque, la utilización del principio de disparar y re
troceder resulta desastrosa. Por el contrario, lo correcto
es procurar’mantenerse en posición a toda costa. La ra
zón de esta firmeza a ultranza la encontramos en la mis
ma naturaleza humana. En efecto, es evidente que cuan
do se ocupa una posición sometida a un atatjue en que el
enemigo utiliza 1s más modernas armas, la reacción na
tural del sr humano es huir. Esta reacción normal debe
ser vencida por el dominio de sí mismo, acompañado de
una buena instrucción y una alta consideración del sentimiento del deber. Cuahiuier movimiento apresurado
hacia la retaguardia es temiblemente contagioso. Cada
combatiente se imaginará que han sido dadas las órdenes
de retirarse, aunque ellos no hayan llegado a oírlas. Por
consiguiente, cualquier plan para el empleo de un arma
que implique la acción de efectuar unos pocos disparos,
retirándose después para volver a municionarse, o que
exija un cambio radical de posición, conducirá probable
mente a resultados poco satisfactorios. Al lado de las ra
zones psicológicas, existen también las razones contun
dentes del fuego enemigo, que hará sumamente dudoso el
éxito de tales tácticas. El enemigo, lo mismo que nuestras
propias fuerzas, empleará su artillería en el ataque para
neiftralizar en la medida de lo posible al personal que
ocupe la posición atacada. Además, intentará al mismo
tiempo aislar la zona atacada, con objeto de impedir a
las fuerzas oponentes toda oportunidad de ser reforzadas.
En resumen: podemos decir que aquella armas, tales
como los vehículos ligeros que vayan armados con caño
nes sin retroceso, constituirán una valiosa e importante
contribución al arsenal de las armas contracarro. Sin em
bargo, para su córrecto uso, habrán de estar necesaria
mente integradas dentro de un completo y general sis
tema de defensa contracarro, pues no hay duda de que
estas armas serán capaces de ejecutar cualquier misión
defensiva asignada actualmente a los carros de combate;
pero como carecerán del armamento y blindaje necesario
para mantener una acción continuada, no podrán efec
tuar aquellas otras ofensivas encomendadas también a
estos últimos.
Ense?ianzasynuevospuntosdevistádélaguerradeCorea.—
ImpresionesdeunOficialsuecoasuregresodelLejanoOriente.
D.c la publicaciÓnalemana Die Deu*scheSoldasenzcitung (Traducci6n del comandante Wilhelmi.)
Las guerras en Corea e Indochina no son nada extra
ordinario, ni desde el punto de vista técnico ni desde el
táctico. Ninguno de estos teatros de guerra es una nueva
España, sobre la que las grandes potencias pruebansus
medios en suelo extraño, antes de la gran decisión.
Tanto en Corea como en Indochina se trata de unas
“guerras políticas”. Guerras de todas formas, en las que
las operaciones de las grandes potencias dependen más
de puntos de vista políticos que tácticos o estratégicos.
Pero, sin embargo, dan motivo estas guerras para inves
tigar sobre algunas particularidades, que probablemente
caracterizarían el capítulo inicial de una G. M. III. Tal
vez nos encontremos en el comienzo de. una nueva época
en la historia de la conducción de la guerra.
producirse en Europa. Tal vez esté próximo también
aquí el tiempo de las guerras civiles ideológicas, si la
unidad, la firmeza y la cordura no llegan a tiempo de
evitar la tormenta que se avecina.
Sería engañarse a sí mismo, y pudiera constituir un
gran peligro para el futuro de los países occidentales, si
no se reconociera el hecho de que, tanto en Corea como
en Indochina, los soldados indígenas del lado comunista
se baten con mucho más fanatismo y destreza que sus
compatriotas que luchan al lado de las Potencias occiden
tales. Y esto, aun cuando unos y otros proceden del mis
mo pueblo y no se diferencian entre sí nada más que por
una línea trazada de una manera más o menos arbitraria
sobre la sala de conferencias de un lejano país de Europa
o América. No pasaría de ser un hermoso sueño figurarse
que es únicamente el miedo al castigo lo que impele a
Guerras civiles ideológicas.
aquellos soldados amarillos que luchan bajo la bandera
roja, a lanzarse en. masa como un rodillo entre las barre
Nos encontramos en una época en la que los combates ras artilleras y los campos de minas, o a batirse como
no se deciden entre, sino en el seno de las naciones. Pero “partisános” en las espaldas del enemigo. La frase tan
en la historia nada es completamente nuevo, ni siquiera empleada de “rebaños asiáticos” no basta para explicar
esto. No hace falta más que cambiar actualmente los ese hecho. Los jóvenes de todos los tiempos y de todos
noiiibres de las principales sectas religiosas del siglo XVII los países se han convertido en buenos soldados simple
por los de las grandes doctrinas de nuestro tiempo, y mente por medio de una adecuada instrucción, fuerte
sustituir también los nombres de Corea e Indochina por disciplina y fe en su causa. No se han hecho, en cambio,
Alemania y Polonia, y encontraremos una situación. que nunca buenos soldados, como dijo una vez Federico
recuerda a la guerra de los Treinta años. No hay nada
Grande, por miedo a sus superiores. En Europa exis
que se oponga a que el desarrollo militar actual en el el
ten hoy día muchos soldados de los países satélites de la
lejano Oriente pueda ser análoo al que mañana pudiera Vnión Sviéica que, como puede suponerse, reciben una
72
instrucción militar y una enseñanza que recuerda en
todo a la que tienen sus compañeros de manada en el
lejano Oriente. tUn enemigo al que se valora en menos de
lo que realmente es, puede ser más peligroso que nin
gún otro!
Soldados
infrahumanOs3
La táctica rusoasiática parece que procura escapar,
por todos los procedimientos a su alcance, a los efectos
de los modernos medios de combate. Esto lo realiza si
guiendo una línea general, que consiste en que, casi sin
excepción, toda su actividad y movimientos los des
arrolla durante la noche; elige sistemáticamente el te
rreno más difícil para su aproximación (el que se consi
dera inaccesible); prócura llegar rápidamente al com
bate próximo y a la lucha cuerpo a cuerpo, con objeto
de zafarse de la artillería y aviación enemiga, y, por úl
timo, aun cuando se mueve constituyendo pequeñas
Unidades, lucha luego con una enorme superioridad tác
tica en hombres.
Como consecuencia de la infiltración de fuerzas, de
los partisanos y de las organizaciones de resistencia, el
frente está en todas partes y en ninguna. Por esto, así
como también porque los comunistas desprecian todos
los convenios internacionales de tipo humanitario, que,
naturalmente, estorban a su manera de conducir la gue
rra, los rojos convierten la lucha en una guerra total;
pero de una forma distinta y tal vez incluso más eficaz
que la conseguida por las potencias occidentales con sus
bombardeos aéreos contra ciudades y pueblos, su com
pleta movilización industrial, etc.
Pasan meses hasta que un soldado normal europeo o
DE
RECIENTE
americano se acostumbra a las crueldades que parecen
indefectiblemente unidas a la forma asiática de dirigir la
lucha. Como nuestra superioridad técnica por sí sola no
es suficiente para contrarrestar esta circunstancia, po
dría darse fácilmente en la idea de dar resueltamente un
paso y devolver mal por mal. ¿Qué sucedería si nosotros
enroláramos también, con arreglo a la línea de conducta
rusoasiática, a soldados con “sangre de perro” que pudie
ran infundir miedo y pavor entre las filas enemigas, que
nada o poco supieran de democracia y de humanidad y
que únicamente se inclinaran ante la violencia y ante
una mayor fuerza? Tales soldados de “sangre perruna”
podríamos tal vez encontrarlos también en Europa. Pero
¿sería realmente recomendable esta resolución? No, na
turalmente que no. Un solo paso en esta dirección, y no
seríamos ya, ni por un momento más, el Occidente; no
valdría tampoco ya la pena de batirnos por sus ideales.
¿Es, pues, la masa, en último extremo y sin esperanza,
superior a la técnica? La respuesta, a pesar de todo, es
negativa, pero siempre que se emplee la técnica de for
ma adecuada. Al comienzo de la guerra coreana, los tro
pas de la O. N. U. empleaban una forma de combate que
recordaba a la táctica de los blindados de Patton sobre
las llanuras tan ricas en caminos de la Europa occiden
tal. Pero esta táctica no tenía la menor perspectiva de
éxito sobre los terrenos pantanosos, los campos de arroz
y las colinas pedregosas de aquella península. Hasta hace
aproximadamente
un año, el 75 por ioo de las fuerzas
francesas de Indochina estaban atadas, con su superior
potencia de fuego, a unos blocados y fortines de modelo
sahariano. Unicamente en este último tiempo ha sido sus
tituída esta desgraciada táctica por otra móvil que tien
de a buscar al enemigo. y a batirle, en lugar de esperar
pacientemente su ataque.
PUBLICA ClON
LOS
DOCE
ESCUDOS.
DEL
EJERCITO
ESPAÑ
Por el Teniente Coronel Capellán Doctor Roberto Madrid
260
Precio:
páginaS.
NOTA.—Al personal militar y Orjanismos del Ejército se les hará un descuento del 15 por
PEDIDOS
30
100sobre este
pesetas.
precio.
A
EDICIONES
EJERCITO
Alcalá,
18._MADRID
73
Masa y fanatismo.
más de éstos, en cada Compañía, no háy menos de 5o hom
bres especialmente instruí dos para la propaganda entre sus
camaradas, entre los prisioneros, la población civil, etc.
Actualmente, el arte de la guerra occidental no puede
ciertamente festejar triunfos en Asia oriental. Pero, a
largo plazo, las democracias, unidas, tal vez puedan te
ner grandes ventajas si consideramos en conjunto la si
tuación. Sus aproximadamente roo.ooo soldados apren
den una táctica y una forma de conducir la guerra con
la cual, hasta ahora, sólo lbs alemanes y los finlandeses
habían entrado en contacto. Aprenden también a cola
borar con soldados de otras nacionalidades, venciendo
las dificultades naturales que se derivan de la diversidad
de idiomas, de las distintas exigencias, de las diferencias
de entender la disciplina y de muchas otras cuestiones.
Aprenden que las diferencias psicológicas en el serio de
un Ejército, compuesto por personas de diferente nacio
nalidad puede ser una ventaja si se sabe aprovechar el
hecho de que dichas diferencias pueden complementarse.
Aprenden, y esto es tal vez lo más importante, lo que su
cruel y astuto enemigo puede enseñarles en muchas co
sas. Esta es una dura lección, pero una lección que debe
ría aprenderse rápidamente antes de que sea demasiado
tarde. Lo que hoy sucede en el lejano Oriente puede re
petirse mañana en Europa.
Cuando ataca una Unidad occidental, normalmente
pone en cabeza a tropas escogidas, especialmente, ms
truídas y equipadas, para que luego sean las que abran
la brecha. En los campos de batalla del lejano Oriente
nos tropezamos frecuentemente con todo lo contrario.
Allí el enemigo emplea como punta de asalto casi exclu
sivamente Unidades de ínfima calidad; su masa ha de
compensar la escasez de medios técnicos y la mala ins
trucción. Es interesante señalar que estos soldados de
segunda o tercera clase muchas veces han recibido una
instrucción mucho más política que militar. Mueren por
millares, pero mueren por una causa en la que creen a
ojos cerrados. La técnica y la instrucción no han sido
sustituidas únicamente por la masa, sino también por el
fanatismo.
Las tropas blancas en Corea y en Indochina se baten
generalmente hábil y valientemente. Su espíritu es bue
no. Pero puede decirse, sin exageración; que sólo muy
pocos soldados sienten el ideal por que se baten y cuáles
son los objetivos de esa guerra. Esto constituye un punto
débil que no existe en el enemigo. En Tonquín, los fran
ceses tienen io agentes permanentes para su propaganda;
los comunistas poseen en aquella misma zona 300, y ade
Vías
de comün icación africanas.
Teniente Coronel de Caballería, del Servicio de E.. M., Joaquín de Sotto. Montos.
-
Antes de la pasada G. M. II, Africa todavía era consi
derada, en términos generales y, como es natural, con
excepciones, como una región geográfica relativamente
independiente
de los problemas europeos, y tan sólo
apta para servir de base a imperios coloniales, protecto
rados, etc. Hoy día puede afirmarse que el mundo en
tero, muy cuerdamente por cierto, e viene dedicando a
descubrir el Continente africano, interesándose, muy acti
vamente por cierto, en el extraordinario potencial con
tenido en las tierras africanas; de aquí que ahora las vicisi
tudes de tales comarcas se vayan saliendo paulatinamente
de la órbita de las potencias protectoras o colonizadoras
para pasar a un rango internacional hasta el presente
désconocido y de alcances difíciles de predecir.
Como es natural, la idea de revalorizar el potencial
africano ha traído consigo la necesidad de mejorar y per
feccionar las pósibilidades de comunicación entre el. in
terior del Continente y su periferia, así como la de ésta
con el resto del mundo interesado en tal empresa, en cu
yas filas fácilmente puede comprenderse se encuentran,
además de las naciones de dicho Continente, las poten
cias protectoras entre las que figuran España, entre otras.
Nosotros, en este trabajd, no nos vamos a referir con
cretamente a las vías de comunicación terrestre del Pro
tectorado español, ya que la limitada extensión de él y
el acertado plan de obras públicas existente no precisa
comentarios; así, pues, fundamentándonos en las ense
ñanzas obtenidas con motivo del Rallye Internacional
automóvil “Mediterráneo-El Cabo”, trataremos de co
mentar asunto de ,tno interés.
74.
Organización del “rallye” Mediterráneo-EJ Cabo.
Esta prueba automovilística, celebrada en los últimos
días del año 1950 y principios de 1951, a diferencia de
otras más modestas realizadas en pasados tiempos con
fines de acreditar una marca de automóviles determi
nada, ha perseguido más ambiciosas aspiraciones, entre
las que destacan las dos siguientes:
Establecer relaciones continuas entre la gran mayo
ría de los pueblos y razas de Africa, con el propósito
de conseguir una cierta solidaridad africana y una
unidad económica y hasta cierto punto cultural.
Mejorar y multiplicar en lo posible el número de itinera
rios viables al automóvil por el interior del Continente.
Así, pues, tal prueba no debe ser considerada bajo un
aspecto puramente deportivo, aunque tal consideración
también haya sido tenida en cuenta por los participantes,
y sí, en cambio, deberá ser estimada como un paso gi
gante dado sobre Africa por nuestra civilización, con la
aspiración dé incluir en las corrientes culturales y comer
ciales existentes en Europa a los pueblos africanos del in
terior del Continente vecino, asunto ciertamente un tan
to descuidado.
Volviendo sobre el tema, es preciso indicar que el nú
mero de vehículos participantes fué el de 36, de los cua
les llegaron sin novedad al punto de destino 35, lo que
bien claramente demuestra que el “rallye” que se comen
ta constituyó un verdadero éxito y que consecuentemente
ha abierto amplios horizontes al porvenir del transporte
automóvil por el interior de Africa.
—
—
En cuanto al desarrollo material de la prueba, las ne
cesidades logísticas, las severas dificultades que para la
circulación automóvil presentaban las comarcas a atra
vesar y también el amplio fin práctico perseguido, obli
dificultades al paso de numerosas caravanas de vehículos,
se siguió el sistema de organizar pequefias agrupaciones
de marcha, de unos cuatro o cinco vehículos con unos
io a 15 pasajerOs en total; agrupaciones éstas que, en
Á,cR/CÁ
¡URA fR/CA
Y LINEAS DE
coAfuN/cAclo
-
HESAFRICANAS
garon a los organizadores a seleccionar una red de itine
rarios a propósito para recorrer zonas de verdadero inte
rés como fuentes de producción y, por tanto, de posible
aplicación en un futuro para fines militares. También
d•ebe indicarse que, debido a la escasa capacidad logís
tica de las rtitas seleccionadas, ya que en este primer in
tento de circular ampliamente por el interior del Conti
nente africano las pistas saharianas presentaban grandes
términos militares y aunque su misión no fuera bélica,
pudieran ser consideradas como patrullas de exploración
de la civilización europea.
Como se ha indicado, se seleccionaron varios itinera
rios con vistas a constituir una verdadera malla de vías
de comunicación; las citadas fueron (véase el croquis):
Desde el Mediterráneo hasta Fort Lamy (próximo al
lago Tchad), tres itinerarios, a saber:
75
•a
Argel’- Am Sefra Colom Bechar- Beni Abbes,
Adrar Reggan Tesalit
Bouren Gao- Niamey Kano
Fort Lamy.
1
2.
Argel -El Golea in SaJah- Tamanrasset Kano
Fort Lamy.
3.a
Túnez Gabés Derd’j Fort Leclerc Zouar Lar
geau Moussoro Fort Lamy.
Desde Fort Lamy a Stanleyville, esto es, en Africa
Ecuatorial, tan sólo puede ser utilizado el siguiente iti
nerario: Fort Lamy Fort Archambault Fort Crampesi
Bambari Bongassou
Buta
Stanleyville.
En el Congo belga y Rodesia, el terreno permitió la
ampliación de un itinerario más, quedando constituída la
red por las siguientes:
a
Fort Portel Elisabethville
Broken Hill.
2a
Siguiendo la margen oriental del lago Tangañica,
comprendía las siguientes localidades: Fort Portef Kam
pala Nairobi Iringo M ‘beya Isoka Mpika.. Broken Hill.
En la región de Rodesia, y más exactamente en Li
vingstone, la red volvió a unificarse en un solo itinerario
hasta El Cabo, atravesando la Unión Sudafricana por
Bulawayo Pietersburgo Johannesburgo
Bloemfontein
Nelspoort y Worcesley.
Como puede verse, prácticamente las patrullas expio
radora motorizadas han recorrido casi la totalidad del
interior del Continente Negro, obteniendo los siguientes
resultados prácticos, aparte de los de orden cultural:
Por lo que al carácter material y técnico se refiere, sé
ha conseguido, con motivo del “rallye” que se comenta,
-
-
-
-:
-
-,
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
- -
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
crear, mej orar y precisar una red de comunicaciones a
base de carreteras, cañadas y pistas de unos 30.000 kiló
metros de desarrollo. Igualmente se crearor puestos de
mantenimiento de todos los órdenes, asunto de vital in
terés en zona tan inhóspita como la que se atravesó.
Se ha demostrado igualmente la posibilidad de atra
vesar el Continente africano con caravanas motorizadas
de vehículos de serie equipados convenientemente.
En cuanto al militar, su importancia es notable, dado
que el día que se consiga un total dominio del transporte
por carretera, las enormes reservas de potencial humano
y de materias primas de aplicación militar influirán con
siguientemente en actuales planes estratégicos.
El interés que tal cuestión tiene para nosotros puede
ser considerado trascendental, ya que España, indepen
dientemente de su presencia real en el Continente afri
cano y de los lazos de amistad y comprensión mutua des
de antiguo vigentes, por su situación geográfica, es ver
daderamente puerta natural en el Mediterráneo del ca
mino que de Africa se dirige a Europa y viceversa; de
aquí que en todo momento, y muy en particular en caso
de guerra, en que la actividad submarina dificultaría la
navegación, las relaciones, tanto comerciales como de
transporte de tropas y pertrechos de guerra de uno a
otro Continente, por economía y también por seguridad,
tenderán a buscar nuestras comunicaciones terrestres,
las cuales, para hacer frente a la intensa circulación que
tal medida habrá de producir, habrán de disponer de una
capacidad logística y protección adecuada.
LadefensadeEuropa.
General H. J. Kruls. De la publicación norteamericana
Las premisas para el estudio de la defensa de Europa
occidental pueden sintetizarse como se expresa a conti
nuación.
En primer lugar, puede asegurarse que la Unión So
viética trata de extender el comunismo por todo el mun
do para dominarlo. Es cierto que en la Rusia actual ape
nas tienen vigenciá las doctrinas de Marx y Engels, y que
un régimen basado en la dictadura de Stalin y en el ca
pitalismo estatal contribuye muy poco, en realidad, a la
propagación del credo comunista, pues, en definitiva, es
la interpretación que Stalin da a ese credo lo que Rusia
trata de imponer al resto del mundo, mediante la serie
de acciones inspiradas por su política.
En segundo lugar viene la Certeza de que los dirigentes
del Kremlin emplearán Cuantos medios consideren ade
cuados a la consecución de su fin, incluso la guerra, si es
necesario.
Por último, en la actual situación internacional, es in
dudable que si Rusia acudiera abiertamente a la fuerza
de las armas, se desencadenaría la tercera guerra mun
dial. A pesar de los enormes recursos humanos de Rusia,
de siis’ satélites y de sus aliados chinos, su potencial mi
litar es y será considerablemente inférior al de sus pre
suntos enemigos. Por consiguiente, mientras los dictado
res soviéticos sean prudentes en sus decisiones, no acu
dirán abiertamente a la guerra, a menos que vean una
posibilidad de modificación, a su favor, de la añtes citada
desproporción de recursos, mediante la obtención de rá
pidos éxitos iniciales en una ofensiva por sorpresa.
76
Fóreign Affairs. (Traducción del Teniente Coronel Casas.)
No hay que olvidar que los rusos, durante algún tiem
po, han mantenido prestas para actuar importantes fuer
zas terrestres con el correspondiente apoyo aéreo, lo que
hacía posibles el ataque, por sorpresa y el consiguiente
éxito inicial. Dichas fuerzas de tierra y aire están ahora
en condiciones de iniciar la agresión en varias direcciones
y de llevar a cabo una defensiva general. Gran parte de
la industria rusa ha sido dispersada para servir a distintas
zonas de su proximidad, entendiendo ésta “proximidad”
en sentido relativo, a causa de las enormes distancias y de
las características de su sistema de transporte. Estos fac
tores hacen que la guerra en frentes ampliamente distan
ciados lleve implícito un riesgo que deba ser tenido en
cuenta por la Unión Soviética.
Si sus dirigentes se decidieran francamente por la gue
rra—tal vez después de haber obtenido grandes progresos
en la guerra fría—, sólo se les presentaría un camino ha
cia la victoria final, previa la expansión de su propio po
tencial a expensas del Oeste. Dicho camino es el de la
Europa occidental, que conduce a las costas del mar del
Norte y del Atlántico. En tal caso, deberían ocupar tam
bién el ‘Oriente Medio.
La ocupación de Europa occidental proporcionaría a
Rusia materias. primas, capacidad industrial y excelente
mano de obra en cantidades considerables; sus costas le
darían bases, desde las cuales los submarinos rusos po
drían infligir mayores daños a sus enemigos; su terri
torio le facilitaría aeródromos y zonas de lanzamiento de
proyectiles dirigidos. El Oriente Medio produce petróleo;
tados. Unidos, ‘porque. -su -situación geográfica es la que
ha evitado que Rusia. alcance las costas del Atlántico.
-Si -esto sucediera, -los-rñso.s se. encontrarían én situación
-estratégica mucho más fuerte para dar la batalla final a
los norteamericanos. Aunque éstos estarían aún lejos de
perder la partida, pues podrían reducir considerable
mente el valor de la ventaja rusa, destruyendo (durante
o después de haberla aquellos conseguido) todas las ins
talaciones y muchos de los recursos en que se basa la for
-taleza de Europa occidental.
El porvenir de los citados países es completamente di
ferente. La ocupación rusa significaría el fin de su exis
tencia, pues, al igual que las- actuales naciones satélites,
serían absorbidos en beneficio de los Soviets, su pobla
ción diezmada y sometida al terror, su industria desman
telada y trasladada a Siberia, a menos que hubiera sido
previamente destruida por las bombas américanas. Tal
vez, al cabo de muchos años, estos desgraciados países
serían liberados si los Estados Unidos ganaban, al fin, la
guerra; pero para entónces todo -lo peor habría ya suce
dido, y a tan alto precio hubieran proporcionado una
protección solamente temporal a los Estados Unidos.
Es claro que los referidos países no sienten el heroísmo
en tan alto grado y es natural que no tengan otra idea fija
que la de asegurar su propia pervivencia.
Por ello, el interés fundamental y común de los Esta
doS Unidos y Canadá, por un lado, y de Europa occi
dental, por otro, se puede definir más concretamente
diciendo que consiste en evitar que Rusia provoque una
tercera guerra mundial y, al mismo tiempo, negarle el
triunfo en la guerra fría. Así, pues, el fin primordial de
la estrategia occidental es asegurarse de que si la gue
rra llega, la perderá Rusia, y de que los propios dirigen
tes soviéticos lo comprendan así. -Naturalmente, las ne
cesidades para la obtención del éxito de dichá estrategia
determinarán, a su vez, la organización militar occiden
tal y tos efectivos de las fuerzas que déban ser creadas.
La puesta a punto de la organización y los preparati
vos para su funcionamiento, ante la eventualidad de
guerra, requieren la dirección de un jefe enérgico, que
tenga claramente presentes los fines supremos de su ac
ción. Si se admite que las fuerzas occidentales, previa
una retirada inicial, deben ser capaces de detener a las
Para comprender los diferentes elementos que integran hordas agresoras procedentes del Este, la primera cues
el factor dirección, revisemos la situación política y estra
que se plantea es si podrán resistir lo suficiente para,
tégica del Este y del Oeste. La G. M. II reforzó la posi tión
una vez rehechas, presionar a los rusos hacia atrás. ¿Y
ción de Rusia y los éxitos que posteriormente ha alcan
sería entonces concebible que impulsaran su contraofen
zado en la guerra fría le han proporcionado “paracho
siva hasta el extremo de derrotar y destruir a las fuer
ques” de amistad y estados satélites en el Este y el Oeste; zas soviéticas de tierra y aire dentro de las fronteras
limitada al norte por el Artico .y al sur por fuertes fron rusas?
teras naturales y países neutrales, la rodea un cinturón
Si las tropas occidentales hubieran sido desarrolladas
protector, en dos puntos del cual se lucha actualmente,
amplia
y perfectamente, podrían, con la ayuda de una
si bien Rusia no es beligerante, aunque sí parte alta
actividad de las quintas columnas, conseguir la libera
mente interesada; nos referimos a Corea e Indochina,
ción de los países satélites y, tal vez, provocar una revo
donde las fuerzas de las Naciones Unidas y las de la lución en estados rusos tales como Ucrania. Pero no es
Unión Francesa, respectivamente, han aceptado el reto razonable suponer que serían capaces de salvar los obs
comunista.
táculos que presenta la enorme extensión de la Unión
Los Estados Unidos y el Canadá son forzosamente los Soviética, sus malos ferrocarriles y carreteras, y la cru
últimos objetivos de Rusia para la dominación del mun
de su clima. El Gobierno- ruso ha aprovechado ple
do. Ambos países están casi totalmente rodeados por deza
namente
sus condiciones geográficas dispersando su má
océanos. Al otro lado del Atlántico y del Pacífico existen quina productora
en la Rusia asiática. Napoleón llegó a
países e islas que bordean el cinturón protector de Rusia Moscú, Hítler se vió
detenido a las puertas de la ciudad;
o dominan susOcostas. Todos, excepto China, ahora bajo pero esta vez los Ejércitos que quieran conquistar Rusia
régimen comunista, son amigos de América del Norte y tendrían que continuar más allá de Moscú. Y al final
desean evitar el yugo comunista (porque les desagrada su chocarían con el vacío. El Oeste únicamente puede ven
régimen dictatorial, su bajo nivel de vida, la negación cer a Rusia neutralizando el principal origen de su fuer
absoluta de los derechos humanos y la esclavitud que za—su tremenda extensión—mediante
una imponente
reina en la Unión Soviética y sus países satélites). Por arma aérea.
ello, aunque pueda habor diferencias de matiz, aquellos
Esta, como tal fuerza aérea estratégica, deberfa, en
Estados e islas tienen los mismos intereses fundamenta
primer- lugar, barrer del aire a la fuerza análoga de los
les que los Estados Unidos.
Soviets, destruyendo sus aeródromos, bases, factorías
En el Oeste, la situación es aún más clara. Los países aéreas y, en lo posible, sus fuentes de materias primas, y
de Europa Occidental merecen la protecciÓn de los Es-
su ocupación abre las puertas de Africa, y, en todo caso,
es un adecuado lugar de enlace entre el Oeste y el Lej ano
Oriente. El Mediterráneo, desde el Oriente Medio a la
Península Ibérica, es el viejo mar de la civilización que
ha modelado la historia de la Humanidad durante mu
chos siglos.
Si Rusia va a la guerra para conquistar la hegemonía
mundial, tendrá necesariamente que imponer su voluñ
tad a los Estados Unidos de América. No es posible con
quistar y ocupar con fuerzas terrestres el continente ame
ricano, y por ello las fuerzas aéreas de los rusos tendrían
que desempeñar un papel decisivo en la destrucción del
potencial de guerra americano. Pero los rusos no podrían
nunca someter a Norteamérica sin haberse apoderado de
Europa occidental y acaso del Oriente Medio.
Los hombres del Kremlin desearían poseer otros obje
tivos que existen en diversos lugares del mundo; pero so
lamente la posibilidad de apoderarse de Europar les ten
taría para desencadenar la guerra mundial, que en modo
alguno desearían afectarse a Asia, pues como las fuerzas
occidentales de Corea amenazan directamente importan
tes intereses rusos, éstos, al comienzo del conflicto, se ve
rían en el difícil trance de tener que luchar en dos frentes.
Durante la G. M. II, los aliados no quisieron o no pu
dieron tener presentes los tradicionales objetivos de Ru
sia; pero ahora han vuelto de su error y se aprestan a la
defensa. Ello no debe ser obstáculo para tratar de evitar
la guerra por todos los medios posibles. Sin embargo, está
demostrado que la lenidad y la debilidad a nada condu
cen, y que lo único que imprsiona a los dirigentes rusos
es la fuerza y el poder. Por eso la actual e incipiente fuer
za de Occidente debe ser considerablemente incremen
tada, lo que constituye una dura tarea y requiere una
enérgica dirección.
La cuestión de si el Oeste será capaz de mantenerse
firme ante Moscú y conseguir sus fines políticos, depen
de de tres factores. A efectos de discusión, llamaremos a
estos factores: dirección, medios e información, que vamos
a considerar en el orden citado.
-
-
-
-
--
-
-
-
77
posteriormente emprender una continuada acción coútra para permitirles organizar sus fuerzas y han enviado a
el resto de las industrias y organizaciones en que se f un
Europa tropas dispuestas para la lucha, estimulando, por
damenta el poder militar ruso. Y solamente entonces po
estos medios, los esfuerzos ajenos.
dría el Oeste imponer su voluntad y vencer a Rusia. Por todos
Los
Estados Unidos reprochan a Europa, con razón,
consiguiente, si aquél está decidido a evitar que Moscá su desunión,
es seguro que los preparativos para la
vaya a la guerra, su cometido es doble: organizar un lucha y esta pues
misma,
en su caso, hubieran sido más fáci
Ejército aéreo capacitado para cumplir la misión aca
les
si
los
norteamericanos
tenido que negociar
bada de indicar y crear los medios que impidan a Rusia con una Europa coherente. hubieran
iCuánto más sencillo hubiera
conquistar la totalidad de Europa occidental durante el sido entonces parael Comandante supremo organizar el
espacio de tiempo que las fuerzas aéreas estratégicas ne mando y el conducto a través del cual debería recibir di
cesiten para realizar la referida misión. Y para todo ello rectivas políticas superiores! Convencidos de la necesi
esrequisito primordial que los países occidentales actúen dad y urgencia de una mayor unidad europea, seríamos
unidos bajo la autoridad de un Jefe que sepa lo que hace
necios si pensáramos que el conseguirla sea cosa fácil,
y a dónde va.
incluso ante una mayor tensión del peligro común. Las
Dicho Jefe debe ser proporcionado por los Estados
relaciones internacionales europeas son muy antiguas,
Unidos, y ello rio a causa del Pacto Atlántico, sino de las profundamente arraigadas en la historia del continente
realidades de la situación estratégica y de la potencia y en el carácter y nacionalismo de los distintos pueblos,
económica y financiera del país. El Pacto es un convenio todo lo cual no puede ser eliminado de un golpe. Europa
entre Estados Unidos, Canadá, los Estados que forman debe procurar, sin descanso, aumentar el grado de su pro
la cabeza de puente occidental del continente euroasiá
integración; pero el proceso ha de ser tan lento, que
tico y, posteriormente, Grecia y Turquía. En esta orga pia
no ha de tener favorable influencia en la peligrosa situa-.
nización defensiva todos los miembros son iguales; pero ción presente. La solución de las deficiencias de la NATO
esta igualdad ocasiona dificultades, puesto que es com solamente puede darla el reconocimiento del hecho de
pletamente imposible que los catorce países ejerzan igual que no es posible la defensa contra el imperialismo de
influencia en la dirección de una guerra en que todas las
sin la ayuda de los Estados Unidos, realidad inne
decisiones enemigas estarían centralizadas en un solo Stalin
gable que obliga al mundo libre a aceptar la jefatura de
punto: el Kremlin. Todos los miembros de la NATO tie los
Estados Unidos en la preparación y dirección de las
nen voz en sus organismos, lo cual es natural, pues los operaciones
militares.
países europeos son los que están más directamenté ame
Una vez expuesto este primer aspecto del problema,
nazados. Unicamente el más alto órgano permanente de deduzcamos
su corolario: la aceptación y reconocimiento
expertos militares—.la Comisión Permanenté— del que de la jefatura de los Estados Unidos no debe significar
el Comandante supremo es subordinado, está formado que los demás países han de ser excluídos de consulta o
por un número limitado de representantes de Estados de un bien definido derecho de voz en cuanto se refiera
Unidos, Gran Bretaña y Francia, y ya ha habido gran a sus propios intereses. Es esencial que todos tengan oca
oposición, incluso a este pequeño grado de centralización.
sión de hacerse oír, y solamente si los más expertos de
Hay otra razón, en virtud de la cual la NATO nunca- todos los países pueden poner sus conocimientos y expe
ofrecerá una solución efectiva al problema de hacer riencia al servicio de la çausa común serán los Estados
frente a los Soviets o de asegurar la dirección eficaz de Unidos capaces de llevar con éxito la pesada carga de la
las operaciones en caso de guerra. El conflicto entre los seguridad colectiva. Los Estados Unidos no deberían ac
bloques opuestos es tan amplio como el mundo mismo. tuar sin consultar previamente a los otros países, a la
Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, y en me vista de sus intereses, definidos por su naturaleza o por
nor grado otros paises, no deben olvidar que tienen inte
zona del mundo afectada; asuntos éstos que son deli
reses en otros lugares del mundo ausentes de la NATO, la
cados y requieren mucho tacto y cuidado. En ciertos pro
y que a veces dichos intereses deben determinar su pos blemas,
los expertos de otros países tienen un mejor co
tura dentro de la organización. Además, los Estados nocimiento y más experiencia que los americanos, pues
Unidos saben que, aunque la mayoría de los países del el hecho de disfrutar de una privilegiada situación estra
Pacto Atlántico precisan la ayuda militar y económica tégica y económica no es razón para tratar como infe
americana, cuyos recursos evidentemente no son ilimi riores a los demás países; el obrar como si así fuera pro
tados, deben apoyar también a otros países: Japón y ducirá rencillas y nunca la concordia que todos bus
Corea, por ejemplo. A los miembros del Pacto atlántico
camos.
hay que añadir ahora los que integran los dos convenios
La consecuencia que debemos sacar de lo que antecede
para la seguridad del Pacífico: uno, un pacto tripartito
es que hay que remediar las deficiencias de la NATO.
con Australia y Nueva Zelanda, y el ótro, con Filipinas. Ello requerirá un acuerdo sobre la política a seguir con
Los tres convenios citados ofrecen a cada uno de sus sig Rusia en caso de guerra. También es necesaria la crea
natarios la seguridad de ayuda por parte de los demás ción de dos órganos supremos para desarrollar dicha po
en caso de ataque; pero ninguno de los tres garantiza que lítica: uno de carácter meramente politico y otro militar.
la organización del esfuerzo defensivo del conjunto anti
Ya se ha dicho que la NATO no puede proporcionar di
sovietico sea rápido, eficaz y apropiado.
chos órganos y, por razones obvias, tampoco las Nacio
La NATO no ha conseguido que sus componentes em nes Unidas pueden hacerlo. El ideal sería una Jefatura
prendan intensamente sus preparativos defensivos. A este de E. M. combinado, compuesto, a lo más, por tres altos
respecto, no ha podido evitar retrasos importantes, ni Jefes militares, uno de ellos norteamericano, en el que
ha producido el necesario grado de subordinación de los los demás países no cómunistas delegarían la alta direc
intereses nacionales a los más importantes de la comuni
ción de las operaciones en caso de guerra global. Dicha
dad atlántica. Repito que, en su forma actual, la NATO Jefatura, con sede en los Estados Unidos, daría directi
no ofrece las garantías necesarias en cuanto a decisiones vas al Comandante supremo y decidiría sobre la distri
rápidas y dirección eficaz en caso de guerra. Su mejor bución y empleo de las fuerzas, especialmente de las
realización se ha producido como consecuencia de que el aéreas estratégicas, no atribuidas en particular a un
mayor de sus participantes ha comprendido bien su pro
determinado teatro de operaciones.
pio interés, pues, efectivamente, los Estados Unidos han
Durante la guerra, los Jefes de E. M. combinado esta
elevado su producción de guerra en tiempo de paz a tér
rían, a su vez, supeditados a un alto órgano político, que
minos sin, precedentes, han reformado la marcha econóL actuaría en nombre de todos los países empeñados en la
mica de su nación, han dado ayuda material a los demás lucha. Creo que sería de importancia máxima que este
78
Consejo Supremo de Guerra estuviera también formado
por no más de tres miembros, uno de ellos el Presidente
de los Estados Unidos o su representante. Para que el
Consejo Supremo de Guerra y los Jefes de Estado Ma
yor combinado puedan ser asesorados rápidamente, des
de el punto de vista de las naciones no representadas en
ellos, se podría agregarles representantes políticos y mi
litares, especialmente autorizados para hablar y hacer su
gerencias referentes a sus paf ses de origen. La determina
ción—tan difícil—de los países que estarían representa
dos en los dos órganos supremos citados escapa al objeto
de esta proposición preliminar.
La segunda cuestión es la de los medios, es decir, la
cantidad, la calidad y el tipo de las fuerzas armadas que
se han de organizar. Aquí la dificultad principal continúa
siendo el temor de muchos países occidentales a que una
mayor intensidad de sus esfuerzos militares debilite sus
economías y acuse inquietudes sociales favorables a Sta
un. Pero no se puede esperar que los Estados Unidos con
tinúen indefinidamente aumentando la cuantía de sus
tropas en Europa. Y silo hicieran, dejarían de represen
tar su papel principal—no siempre bien comprendido—
de actuar como árbitros del esfuerzo global, pues el cuar
tel general central debe disponer de reservas para hacer
sentir su acción donde sea preciso, y cuanto de mayor
entidad sean dichas reservas, mayores serán las oportu
nidades para su acción efectiva.
Para que las fuerzas armadas sean eficaces instrumen
tos de poder contra los rusos, es preciso: que estén dis
puestas a desplegar en cuanto surja la agresión comu
nista; que puedan impedir a la Unión Soviética obtener
por sorpresa un éxito inicial, y contar con la necesaria
aviación para iniciar inmediatamente la contraofensiva.
Para evitar la agresión rusa y detenerla si tiene lugar, es
preciso disponer de fuerzas terrestres “locales”, en ínti
ma cooperáción con otras armas, cuyo cometido será ga
nar el dominio del aire y apoyar tácticamente a las terres
tres. Los efectivos necesarios deben calcularse basándose
en los que el enemigo dispondrá para lanzarlos contra
Europa occidental y en la dirección más probable de su
acción. De esta evaluación de medios formará parte in
separable la que de todos los factores adecuados hará el
Jefe que mandará las fuerzas en cuestión. Aquí no vamos
a intentar este cálculo. Pero es patente que las fuerzas,
actualmente dispuestas o previstas para un futuro inme
diato, son insuficientes, no sólo en el frente europeo, sino
en el Oriente Medio y en otros teatros que Rusia puede
atacar, por sí misma o por medio de sus satélites.
En estas condiciones, el problema esencial es obtener el
máximo efecto con los medios mínimos, no sólo en fuer
zas terrestres, sino en aeródromos, transmisiones, orga
nización del mando y en todos los demás elementos para
llevar a cabo la guerra. Como la principal misión de las
fuerzas, ya dispuestas para actuar, es resistir durante la
primera fase de la lucha, deben tener gran movilidad y
estar desprovistas de todo aquello que no sea absoluta
mente necesario. Sin embargo, una mayor movilidad no
debe obtenerse aumentando el número de vehículos, sino,
por el contrario, disminuyéndolo, mediante la supresión
de elementos o servicios, cuya necesidad sólo está justi
ficada en una guerra de larga duración. Este criterio res
trictivo se traducirá también en la reducción de los efec
tivos de los Cuarteles generales y Estados Mayores. En
cuanto al soldado, asignémosle misiones dentro de sus
posibilidades para asegurarnos su buen rendimiento y
espíritu. Y en cuanto a material, demos a estas fuerzas
el mejor de todas clases, que no debemos reservar para
fases posteriores de la lucha. Lo que se busca es máxima
potencia de fuego e impedimenta mínima. La instrucción
de estas primeras tropas dbe ser perfecta, lo que’ exige
tan larga duración del servicio como sea posible. Y, por
último, el arma aérea será objeto de principal atención.
Como norma general, las fuerzas terrestres para Euro
pa dében ser proporcionadas por las naciones europeas.
Alemania incluída, con una importante contribución• de
Gran Bretaña, cuya primera línea dedefensa contra ope
raciones por tierra está en el continente. Como ya se ha
dicho antes, las fuerzas terrestres norteamericanas no
deben ser hipotecadas, desde el principio, en un determi
nado frente, pues los Estados Unidos deben retener
en sus manos las reservas generales para poder desplegar
las desde su ventajosa posición central. Pero las tropas
americanas deben permanecer en Europa para demos
trar que los Estados Unidos luchan, codo con codo, en
todo el mundo, con los europeos. Y mientras éstos no
consigan los mínimos efectivos requeridos, las fuerzas
americanas deberán llenar tal vacío.
Si la integración política de Europa fuera una posibi
lidad real, en un futuro próximo, el Ejército europeo se
ría una parte del conjunto global de las fuerzas armadas;
pero como dicha meta parece más bien muy lejana, sería
un error contar con un único Cuerpo de Ejército europeo.
Después de todo, la posesión de fuerzas mimitares ¿no es
el principal atributo de la soberanía de una nación?
Mientras las europeas se preocupen celosamente de otros
aspectos de la soberanía, el nacimiento del Ejérçito euro
peo parece poco probable. El Plan Pleven parece un in
tento en el sentido indicado; ahora bien, ‘si ha sido inspi
rado más por el temor de una nueva o renacida Wehr
mach que por el verdadero deseo de tal Ejército, enton
ces cabe asegurar que el miedo es un mal consejero.
Pero aunque no fiemos mucho del éxito del Plan Pléven,
hay que esperar que se ha de llegar a un acuerdo sobre
una doctrina estratégica común sobre la unificación del
armamento y material y sobre la creación de centros
europeos de enseñanza militar y de E. M.; éstas son’ las
medidas adecuadas para preparar el camino al Ejército
europeo. Por otra parte, los países interesados deben
producir su propio material con ayuda de los Estados
Unidos pára hacer pleno uso de su potencia industrial.
Es depresivo y lastimoso reconocer ‘que, mientras las’
fuerzas aptas para la lucha en Europa sean excesiva
mente débiles, tengamos que contar muy seriamente con
la posibilidad de que, ante la eventualidad de la guerra,
habremos de abandonar gran parte de vitales zonas eu
ropeas. No debemos confiar en que podremos conservar
la Alemania occidental fuera de manos rusas, si la gue
rra estalla en un futuro próximo, ni tampoco podemos
asegurar que la totalidad de Europa occidental al oeste
del’ Rin permanecerá en nuestro poder. El sistema para
evitar tal catástrofe no está en la adopción de un plan es
tratégico que podría fracasar ante el Kremlin, sino en re
doblar nuestros esfuerzos para informar al pueblo euro
peo de la situación y de la necesidad de esfuerzos her
cúleos.
Es de primordial importancia conservar un fuerte re
fugio en el gran bastión ‘de Africa y hacer las debidas
gestiones para integrar a España—una cabeza de puente
hacia Africa—en la defensa del continente europeo. No
es menos esencial evitar que el enemigo domine el Medi
terráneo, que le daría acceso al Oriente Medio y exten
dería su esfera de influencia al Lejano Oriente. El fin
primario del Oeste es evitar la guerra, y por ello debe
mos estar preparados para sostenerla en diversos frentes
y, al mismo tiempo, mantener sobre los dirigentes del
Kremlin la amenaza de una total devastación aérea, si se
deciden por la guerra. La oposición de Dinamarca, en
Ottawa, a la admisión de Grecia y Turquía en la NATO
79
y el horror mostrado por la mayoría de los países euró
peos a la idea de una cooperación militar con la España
de Franco, prueban cuán lejos están aún muchos euro
peos de comprender el carácter de la seguridad colectiva.
Por eso Europa no se salvará si el problema se enfoca
desde el estrecho punto de vista meramente europeo.
Por ello volvemos al tema con que comenzamos: la ur
gente necesidad de una más enérgica dirección y a la in
capacidad de la NATO para actuar con la energía y ra
pidez precisas. El esfuerzo que se requiere de todos los
ciudadanos de Europa occidental se realizará solamente
si hay mayor fe en que la meta se puede alcanzar. Frente
a la dominación soviética, que significa la equiparación
del nivel de vida al de Rusia, la pérdida de la libertad
personal, el’ reinado del terror y la eliminación de la civi
lización, era difícil creer que las naciones europeas no hi
cieran los máximos sacrificios para salvarse, y, sin em
bargo, no los hacen. Mucha gente parece que no com
prende la realidad del peligro, o la posibilidad de conju
rarlo, si todos suman sus energías. Es casi inconcebible
que ni aun los numerosos comunistas europeos tengan
una noción clara de cuál sería su porvenir, silos Soviets
Notas
sojuzgaran. sus respectivos países; claro que los idealista
y los doctrinales no la tienen, pues, en caso contrario, n
asegurarían que Rusia está simplemente empeñada ej
un intento ideológico para la propagación de las teoría
de Marx y Engels. Se admite que las actividades de 1a
quintas columnas están encaminadas al comunismo abs
tracto, siendo la realidad que ayudan a extender el im
perialismo ruso y el capitalismo estatal de Stalin. Y, pm
supuesto, los ingenuos se ven acompañados por los in
adaptados y los cínicos que quieren pescar en río re
vuelto.
El tercer requisito para la defensa de Europa es, sin
duda, una mejor información respecto a la crisis con que
estamos enfrentados. Esta información debe ser difun
dida intensa y organizadamente, no sólo acerca de la
naturaleza y gravedad del peligro, sino sobre los modos
de evitarlo. Deben ser vencidos el pesimismo y la indife
rencia que impiden al Oeste ejercer toda su fuerza. Y así
cuando los europeos se den cuenta de lo que pueden es
perar de la victoria rusa, sumarán, al unísono, tod5s sus
esfuerzos para evitar la guerra o, si es necesario, conse
guir la victoria.
breves.
UNA MODERNA ESCUELA MILITAR: EL “CITY
COLLEGE” DE LA N. A. T. O.—(De la publicación portu
guesa Revisia Mililar.) —En junio de ri,
a propuesta
del General Gruenther, Jefe de E. M. del S. H. A. P. E.,
que creía necesario instruir a sus Jefes y Oficiales de
E. M. en la dificultad e interdependencia de algunos pro
blemas de los Ejércitos modernos, así como reforzar los
lazos de conocimiento y compañerismo de los Oficiales de
distintas nacionalidades, se aprobó la creación de una
Academia con este fin.
En noviembre de 1951 se inauguró en París el edificio
central de la Escuela, que se puso a las órdenes del Ge
neral Lemonnier, del Ejército francés, director del Ins
tituto de Altos Estudios Militares de este país y adjunto
naval en el S. H. A. P. E. El profesorado quedó consti
tuído por tres Generales de Brigada y un diplomático,
con la categoría de profesores, y diez Jefes de distintas
nacionalidades, como auxiliares.
Las características especiales de los alumnos—todos
ellos destacados Jefes de nacionalidades diversas—, los
elevados objetivos a cubrir y los flexibles procedimientos
pedagógicos impuestos por estas razones y en consecuen
cia empleados, hacen de interés tener, al menos, una no
ticia del desarrollo de los cursos, que nos presenta uno
de los alumnos del primero de ellos, el Teniente Coronel
de E. M. del Ejército portugués Julio Pereira.
•
El primer curso y su plan de estudios.
El primer curso tuvo lugar desde noviembre de 1951
a mayo de 1952. Los alumnos—denominados oyentes—
fueron organizados en grupos de seis, dirigido cada gru
po por un profesor auxiliar.
Los procedimientos de instrucción empleados fueron
los siguientes:
Conferencias, por destacados técnicos civiles y mili
tares.
Resolución, por los grupos, de distintos problemas o
temas.
Visitas a los diversos países europeos de la N. A. T. O.
y a sus centros militares y establecimientos fabriles.
Las clases comenzaban a las 9,30 horas, consistiendo
en una conferencia de cincuenta minutos de-duración,
seguida de tres cuartos de hora de preguntas, hechas al
conferenciante
por los alumnos. Después, hasta las
12,45
horas, se verificaban discusiones, por los grupos,
sobre temas propuestos, dirigidas por el profesor auxiliar
correspondiente.
Tras un descanso para efectuar la comida, se reanudaba
el trabajo a las 14,15 horas. En este período se presenta
ban los temas a resolver por los alumnos, con copiosa
bibliografía y antecedentes, y se realizaban estudios so
bre ellos, durando el trabajo hasta las 17 horas. De estos
temas se realizaron seis durante el curso, siendo presenta
dos por los grupos totalmente terminados y en limpio.
Tres de ellos versaron sobre materias exclusivamente mi
litares, dos sobre asuntos económicos y otro fué de tipo
político. Posteriormente fueron discutidos por el colegio
en pleno.
Después de las 17 horas, los alumnos eran dejados en
libertad, con la obligación de estudiar el tema de la con
ferencia del día siguiente, para estar en condiciones de
presentar las adecuadas preguntas.
Los idiomas empleados para todos los trabajos fueron
el inglés y el francés.
Intercaladas en este plan normal, fueron realizadas visi
tas de las indicadas anteriormente. Y como final del cur
so, se realizó un último “tema relámpago” de carácter
militar, que hubo de ser estudiado y totalmente resuelto
en tres días. Los alumnos fueron también invitados, en
la última semana, a presentar sus apreciaciones sobre el
curso, su resultado y sus posibles mejoras.
—
-
Otros cursos.
—
En el pasado verano se desarrolló otro curso, y en la
actualidad se celebra otro, que comenzó el mes de octu
bre último. Este último tiene la particularidad de des-
5.
Dar facilidades a los aficionados para adquirir
material de radio de desecho procedente de Organismos
oficiales a precio asequible.
6.° Organizar en colaboración con las Sociedades de
radioaficionados concursos patrocinados por, el Ministe
LA CUESTION DE LOS RADIOAFICIONADOS.— rio del Ejército.
70
Que en la banda de frecuencia autorizada para
En estas líneas quiero hacer resaltar la importancia que
para la nación tiene el desarrollo de la radioafición, sólo aficionados no se deje trabajar a otros servicios.
y exclusivamente desde el punto de vista militar, así
8.° Fijar la edad mínima para obtener permiso de
como también exponer normas para fomentarla.
estación
de quinta categoría, de acuerdo con el ingreso
Todos sabemos lo difícil que es conseguir buenos es en las filas
del Ejército.
pecialistas en la rama radioeléctrica (operadores, mecá
Cada párrafo de los antes expuestos tiende a favorecer
nicos, etc.), sacándolos del contingente de un reemplazo el aumento del número de radioaficionados, como ex
e. instruirlos convenientemente durante su corta perma
plico a continuación.
nencia en filas.
apartados r.° y 2.° tienden a poner a los aficiona
En cada reemplazo. suelen llegar a las Unidades de dosLosespañoles
en igualdad de condiciones que sus colegas
Transmisiones un exiguo número de reclutas con cono
extranjeros.
cimientos elementales y casi todos con carencia absoluta
El 3.°, 4.° y 50, a disminuir los gastos que ocasiona el
de práctica. Entre éstos y los de más cultura (escasa, por montaje
una emisora de quinta categoría, ya de por
cierto) hay que sacar los especialistas en un período de sí bastantede elevado
con el precio actual de los materiales
tiempo teórico de veinticuatro meses, que en la práctica necesarios.
se reducen a catorce o quince meses, y que como no son
El 6.° y 8.°, a fomentar y encauzar la afición con vis
de asistencia continuada a las clases, pues se interrum
tas ,a su posterior utilización en beneficio de la patria.
pen con los permisos, hospitalidades, licencia por en
El i.°, a contribuir que los comunicados entre aficio
fermo, etc., cada vez que el alumno se ausenta por cual
nados sean una delicia y no un tormento para el sistema
quier motivo de los expuestos, el nivel de conocimientos
nervioso.
y práctica en el manejo de aparatos baja sensiblemente.
Una vez dicho lo. que hay que hacer en pro de la afi
Estas razones harán comprender al más profano en la ción,
diré lo que no debe hacerse:
materia las dificultades con que se tropieza para obte
“Reglamentar
las redes de radio de aficionados en su
ner especialistas.
métodos de trabajo y bandas de fre
Pero lo más triste es que, una vez licenciado este per establecimiento,
cuencia,
guardando
con las transmisiones mili
sonal, no vuelve a practicar más ni a perfeccionar sus Ltres.” Y digo esto, analogía
porque los radioaficionados no tie
conocimientos, y si desgraciadamente hay que móvili
redes, -sino que trabajan libremente, y lo contrario
sano en caso de guerra, no se encuentra en condiciones nen
quitaría aliciente a este pasatiempo tan útil y neceSaçio.
de ser empleado inmediatamente.
Trabajar una, u otra banda de frecuencia no es pro
Veamos cómo podría solucionarse en parte el problema blema
alguno para quien conoce la técnica de las comu
o enfocarlo para resolverlo a largo plazo.
radioeléctricas, y por ello no hay que sacar a
Durante la G. M. 1, había en los Estados Unidos unos nicaciones
los
aficionados
de sus bandas propias asignadas en Con
6.000 radioaficionados con emisoras propias, oficialmente
venios
internacionales.
autorizados, y de ellos sirvieron como especialistas en
Los aficionados son disciplinados, atentos, corteses y
las Fuerzas Armadas casi 4.000. En la G. M. II, el nú
caballeros,
y si alguien lo duda, que escuche una de las
mero de dichos radioemisores en el mismo país era de muchas interminables
“ruedas” que se organizan’ en la
75.000,
y en proporción aún mayor que en la priniera
banda
de
los
7
Mc.’
acudieron a prestar sus servicios como especialistas en
Si este plan se pone en práctica, yo creo que dentro de
el Cuerpo de Señales norteamericano, manejando esta
años tendríamos en España- unos 10.000 radio
ciones de radio, equipos de radar, etc., siempre con su pocos
aficionados.
preciado bagaje de conocimientos técnicos, que, unidos
Las puertas para su ingreso en las Unidades de Trans
a ciertos períodos de práçtica, los ponía en condiciones misiones
están abiertas con sólo acogerse al artículo 316
de manejar cualquiera de los modernos equipos radio
del
Reglamento
provisional para el reclutamiento y
eléctricos empleados en la pasada guerra.
reemplazo
del
Ejército,
tan sabiamente dictado por la
Ya sé que con los 550 radioaficionados que aproxima
Superioridad
y
con
clarísima
visión del problema de los
damente existen en España, gran parte de ellos fuera de
desde hace tiempo.
edad militar, desgraciadamente no podemos •resolver el especialistas
Puede ser que este plan parezca algo revolucionario
problema; pero. fomentando y encauzando bien -esta afi
en el aspecto técnico; pero yo sólo pregunto: ¿Hacen falta
ción, podremos, como ya se dijo antes, resolverlo a “lar
especialistas? —Comandante de Ingenieros Juau Hernán—
go plazo».
des Cánovas.
Para ello será necesario:
1.0
Crear varios tipos de concesiones de emisoras de
quinta categoría, a cada una de las cuales le correspon
LA VOLUNTAD DE RESISTIR ALEMANA. (De la
dería una potencia determinada.
publicación alemana Die Deutsche Soldatenzeitung.)
Para cada tipo de concesión sería necesario una prueba ¿Tiene sentido, desde el punto de vista militar, la idea
de aptitud, en la que demuestre el solicitante su capaci
de una contribución alemana a la defensa europea fren
dad técnica y conocimientos de la Legislación vigente.
te al gigantesco rodillo rojo?. Esta pregunta surge siem
z.° Aumentar la potencia máxima de 50 W. autori
p,re en toda discusión sobre esta posible contribución.
zada actualmente, por lo menos hasta 2oo W. como bl que mira el problema únicamente desde el lado ale.
mínimo.
mán, llegará, indudablemente, a falsas conclusiones.
.°
Disminuir a lo estrictamente indispensable el des Desde Moscú, el panorama se verá seguramente de otra
embolso en metálico que el solicitante de concesión tiene forma. En el caso de una nueva-guerra mundial, Alema
nia no sería más que uno de tantos teatros de operacio.
que hacer previamente para obtener el permiso.
Rusia ha de enfrentarse, por primera vez en su histo
4.° Rebajar el canon anual de 8 pesetas por W. que nes.
ria, con una guerra de frentes múltiples. La ventaja que,
se paga actualmente.
81
arrollarse en distintos lugares: comenzó en Farnborough
(Tnglaterra), para seguir en Noruega, Holanda y Bélgica.
Comandante De Benito Sola.
-.
—
indudablemente, lleva hoy día el Oeste en el mar y en deberá disponer de más de 143 flotas aéreas de a 30 gran
la capacidad industrial para el rearme no es discutida
des bombarderos y 200 cazas cada una.
por nadie. En cambio, las opiniones sobre la relación de
Una ojeada al globo terráqueo muestra que, geopolíti
fuerzas en el aire difieren entre sí. Pero sin un cuidadoso camente considerado, todo el bloque oriental se encuen
enjuiciamiento del factor aéreo, no es posible opinar hoy tra cercado. Cualquiera de sus ciudades cae dentro de
día sobre la situación política mundial y, con ello, tam
radio de acción de la aviación estratégica occidental
poco sobre la situación alemana.
La cadena de puntos de apoyo de las potencias occiden
En la potencia aérea de un Estado influyen decisiva
puede ser completada en cualquier momento ile
mente las siguientes circunstancias: el estado actual de tales
vando portaaviones a los puntos neurálgicos necesarios
sus fuerzas aéreas y de sus desarrollos técnicos; la posi
Sobre los supuestos realizados este año durante las gran.
ble potencia industrial movilizable a estos efectos y su des maniobras de la flota escribía un corresponsal de li
situación estratégica aérea.
Marina americana: “El corazón de Rusia puede alcan
La potencia total del Arma aérea roja se cifra, actual
zarse en tres horas de vuelo, partiendo desde los porta
mente, en unos i6.ooo a 20.000
aparatos, dispuestos
que operan en el Mar del Norte. En el sur, en e
para entrar en acción. A éstos hay que añadir algunos aviones
Mediterráneo, hay otros portaaviones que están en si
millares más en reserva. El número de aviones de los alia
tuación de alcanzar también el mismo objetivo en igual
dos occidentales no será apenas mayor; En cambio, la tiempo.”
composición de ambas aviaciones en el Este y en el Oeste
Los campos petrolíferos rojos de Rumania y de la re
es muy distinta. Los Estados Unidos disponen de la flota gión del Cáucaso están especialmente amenazados, en
aérea estratégica más poderosa del mundo, en tanto que virtud de su proximidad a los frentes. Parece casi impo
Rúsia ha concentrado, hasta ahora, todos sus esfuerzos sible que los rusos puedan establecer una defensa aérea
principalmente en la constitución de una aviación tác
totalmente impenetrable de las largas y vulnerables lí
tica. La formación de una flota aérea estratégica por neas férreas sobre las cuales ha de moverse necesaria
parte rusa parece que no empezó hasta 1950. Además mente el abastecimiento rojo, a causa del mal estado de
el Oeste posee una mejor y más numerosa flota de cazas la red de carreteras.
con posibilidades de volar en cualquier situación meteo
Se ve que aun cuando nadie puede dejar de apreciar
rológica y también de cazas nocturnos, lo cual es muy la enorme fuerza militar roja, sin embargo, sus posibilida
importante para la defensa aérea.
des, y con ello, naturalmente, la de la política exterior
En el desarrollo técnico, los Soviets han logrado al soviética, no son ilimitadas. Por eso la situación de Ale
canzar la ventaja que primitivamente tenía sobre ellos mania, y en general de Europa occidental, no es, en ma
el Oeste, gracias al empleo obligado de técnicos alema nera alguna, desesperada, como lo pretende una propa
nes en diversas materias. Pero en técnicas tan importan
ganda a todas luces malintencionada. Sin embargo, los
tes para la guerra moderna como son el radar, la elec Soviets aprovechan mejor el tiempo que el Oeste. Si no
trónica y, en general, la alta frecuencia, los Estados queremos vernos arrollados, tendremos que aumentar y
Unidos e Inglaterra están seguramente muy por delánte, acelerar nuestros esfuerzos. No podemos únicamente de
a pesar de que la artillería antiaérea roja en Corea ha dicarnos a aumentar nuestra aviación. Pues, en ese caso,
empezado a conseguir cifras de derribo de más del 30 nuestros puntos de apoyo podrían verse ocupados un
por ioo de los bombarderos atacantes. La cuestión está día, pese a nuestra superioridad aérea, por las fuerzas
en saber si la Unión Soviética dispondrá, en la medida terrestres rusas. Incluso concediendo la primacía a la
necesaria para las exigencias de una guerra, de los equi
estrategia aérea, es indispensable para ello la constitu
pos de técnicos y científicos. Una muestra del adelanto ción de fuertes Unidades de apoyo para el Ejército de
técnicó en los desarrollos occidentales lo constituye, por Tierra. Sin embargo, sus misiones no habría que verlas
ejemplo, el nuevo caza americano a reacción “Starefire”. como una cuestión restringida a la guerra terrestre con
Está equipado con 350 válvulas electrónicas, cuyo peso tinental, sino con miras a una estrategia global combi
es de 550 Kg. El avión es dirigido por medio de señales nada de todas las diversas fracciones de las fuerzas armade radar desde una estación de tierra hacia el lugar del das. Dentro de este gran marco, una contribución ale
combate. Una vez que el piloto ha encajado al blanco en mana a la defensa tendría un valor nada despreciable.
su pantalla de imágenes, conecta su aparato electrónico Por eso, indiscutiblemente, vale la pena de tomar las ne
director, con lo cual el “Starefire” es dirigido ya automá
cesarias medidas de protección para un eventual ataque
ticamente, y al llegar a la distancia de tiro, suelta su sal desde el Este. Jamás se ha evitado un gran peligro por
va de cohetes. Este caza puede alcanzar una altura má medio de la defeccjón y la holganza. Lo interesánte hoy
xima de 14.000 metros, y su velocidad, mantenida en día es que nosotros contribuyamos, al menos para em
secreto, sobrepasa, indudablemente, los 970 kilómetros
pezar, con una clara y decidida voluntad de resistencia.
por hora. El potencial para la producción y abasteci
E. von Pfister.—Traduccián del Comandante Wilhelmi.
miento del Arma aérea en el Este está por debajo del oc
cidental. Este potencial es función de las importantes
primeras materias: petróleo, carbón, acero, aluminio y
DEL SOLDADO SUIZO. (De la revista alemana Die
energía eléctrica. La producción rusa de petróleo com Deutsche Soldatenzeitung.)_El
más hermoso de los edi
prende solamente un 8 por ioo aproximadamente de la ficios, en cualquier pueblo suizo, incluso en el más pe
mundial. Los aproximadamente 40 millones de tonela
queño, es siempre la escuela. Pero los edificios mayores y
das de producción de acero en el Este se encuentran fren
más modernos son los cuarteles. En Suiza, estos cuarte
te a 147 millones que se producen en el Oeste. Mientras les no son, naturalmente, tan numerosos como en otros
Rusia produce actualmente unos 8o millones de kilova
países en donde existe un Ejército permanente, pero las
tios hora, la cifra sobre esta misma producción en el instalaciones y servicios son los más modernos, con objeto
Oeste es de 700.000
millones. Aumentando su produc
de que no note demasiada diferencia entre su nivel de vida
ción anual de aluminio en unas 300.000 toneladas anua
civil y el período en que sirve como soldado. No vive
les, podría la Unión Soviética construir para 1953 25.000
con el lujo que ostenta, por ejemplo, su colega ameri
aviones, en tanto que la capacidad de producción de los cano, pero la calidad de las municiones, armas y equipos
Estados Unidos, en caso necesario, podría ser de o mil es excelente; los vestidos, sobre todo, no están confec
aviones. La producción mensual actual en los Esta
cionados con miras a las formaciones en parada, pero son
dos Unidos es aproximadamente, al final de 1952, de muy buenos;
1.500
aviones. Para ig56, la flota aérea norteamericana
El soldado suizo, después de su servicio activo; con-
82
entre los 378 grupos de todas las regiones. Sólo el hecho
erva tanto el fusil como el revolver reglamentario, la de que, en el curso de patrullas de octubre de 1951, en
noto, el caballo o el mulo, el machete y el uniforme, Lucerna, hubieran de selecciOflarse 98 patrullas de cuatro
.levándoSelO todo a casa, y está obligado a conservar hombres, de entre 738 presentadas, es ya una clara de
:uidadosameflte todo este material que ‘las autoridades
mostración del desarrollo y creciente popularidad que
nilitares le han confiado. El que descuida su equipo es ha tomado esta competición militar veraniega en todo
severamente castigado y además se le obliga a pagar los el país. Sólo el que se ha asomado a la vida y trabajo
desperfectos de su propio bolsillo. Como desde 1898 no de las Unidades alpinas y deportistas puede darse idea
ha tenido Suiza ninguna guerra, el mayor enemigo del de la cantidad de trabajo que hay acumulado detrás de
uniforme suizo es... la polilla, y del arma, el moho. este deportivo empeño, conseguido voluntariamente y
Por eso, la instrucción sobre conservación de las armas con gran sacrificio de tiempo y medios por parte de cada
y del equipo constituye una parte relativamente impor
uno, hecho éste no conseguido por ningún otro Ejército.”
tante del tiempo que le queda libre en el servicio.
Hace poco escribió un periódico alemán: “Suiza y
El curso anual de tiro al blanco no es voluntario, aun
Suecia pueden defender su neutralidad con unos Ejérci
que asiste vestido de paisano, y durante el mismo ha de tos que, tanto desde el punto de vista de instrucción y
conseguir cada ciudadano una marca mínima. Los ma
equipo como también bajo el aspecto moral, pueden ser
los tiradores han de repetir el programa de tiro a su pro
designados como de los mejores Ejércitos existentes ac
pia costa, y en caso de ‘que tampoco entonces consigan tualmente en Europa. ¿Dónde se encuentran hoy, aun
la marca mínima, han de ir durante tres días completos, en Europa, hombres dispuestos a emplear voluntaria
sin emolumento alguno y de uniforme, a un cursillo mi mente sus vacaciones para ser instruidos, por ejemplo,
litar de tiro.
en las maniobras de alta montaña, costeándose al propio
Cada verano se realizan unos, cursos voluntarios de alta tiempo ellos mismos todos sus gastos, como sucede en
montaña, y cada invierno hay cursos voluntarios tam
Suiza? Todo Estado Mayor lo pensará mucho antes de
bién de esquí y competiciones a base de patrullas. Tanto atacar a países como éstos, para cuya empresa tendrían
unos como otros se ven nutridos, regularmeflte todos los que poner en juego una fuerza atacante varias veces su
años, por millares de voluntarios, a pesar de que el sol perior numéricamente.”
dado no recibe sueldo alguno y además ha de pagar a sus
Los voluntarios se reúneñ en Sociedades, en el seno de
expensas los viajes, mantenimiento y demás gastos, sin las cuales tienen oportunidad de ocuparse de activida
esperar tampoco, de su asistencia, ninguna ventaja per
des militares, aparte de las que durante su servicio ac
sonal. Los soldados realizan con esto un gran sacrificio, tivo hubiesen de desarrollar. Las Sociedades deportivas
ya que a los gastos de estos cursos hay que añadir, gene
civiles se ocupan también de las actividades fuera de
ralmente, la pérdida de jornales o sueldos que ello re servicio de los soldados y cuidan, en interés de la defensa
presenta.
del país, de mantençrlos físicamente en forma. Para
Herber Alboth, Capitán del Ejército y conocido escri
construir la munición necesaria para las competiciones de
tor militar suizo, nos informa sobre estos cursos volunta
tiro, fuera del servicio, el Parlamento ha votado en este
rios, fuera del servicio, de las Unidades: “En la primera año siete millones de francos suizos._TradUCC
del
competición del Ejército de 1949 en Berna, tomaron par
Comandante Wilhelmi.
te 99 patrullas seleccionadas, en dura competición, de
Planesdeguerra.
Por el Mayor teneral J. F. C. Fuller. (Traducido y publicado
por la Revista de los Servicios del Ejftcito, de la Argentina.)
tratégicos, logísticos, tácticos, sociales, morales, etc.—,
prácticamente, todos los potenciales de guerra de los pro
bables beligerantes.
Cuando se estudian sus valores, se llega a la conclusión
de que unos son más importantes que otros. Entre los
más importantes, los estrategas deben decidir cuál ‘de
ellos es de tan vital interés para el enemigo que, una vez
privado de él, resulte probable que pierda la guerra.
A este factor lo llamaré “centro de gravedad estratégico
de la guerra”. Porque éste debe constituir el eje de todo
pian de guerra, es mi intención el hacerlo mi tema prin
cipal.
Hasta donde alcanzan mis conocimientos, Clausewitz fué
el pnmer tratadista de guerra que abordó esta materia.
Hablando de una guerra contra una coalición, dijo lo si
guiente:
En el caso de que uno de los Estados tenga intereses y
fuerzas tan superiores a los otros que éstos dependan de
él para sus éxitos en el campo de batalla, “lo más ‘factible
Un problemacomplejo.
es considerar a los diferentes enemigos como si fuesen uno
Considerado en conjunto, esto constituye un problema solo, y cuanto más podamos simplificar nuestra empresa
sumamente complejo, que abarca gran cantidad de fac
capital dirigiendo, nuestros esfuerzos para aplicarle un
tores—pOlíticoS, geográficos. industriales, financieros, es-
El problema de Óccidente consiste, en
primer término, en impedir que Rusia
alcance el primitivo objetivo de Lenin
por medio de la fuerza militar, y en se
gundo lugar, en explotar la debilidad
moral de la Unión Soviética
Todo plan de guerra exige que el Gobierno defina, pri
mero, su objetivo politico, y segundo, que sus estrategas
concreten los medios de conseguirlo. Procediendo de una
manera racional, el objetivo debe estar relacionado con
las causas más probables de la guerra, y los medios deben
ser suficientes en tiempo de guerra para crear una situa
ción dentro de la cual pueda realizarse esa finalidad.
Por consiguiente, el fin debe estar relacionado con los
medios, porque lograrlo no debe estar fuera del poder
que representan.
‘
-
83
golpe, lo mayor posible, por cualquier medio, tanto más
habremos avanzado hacia un completo y definitivo éxito”.
Luego agrega:
Centro de gravedad.
“Podemos, por tanto, sentar como principio que esta
remos en condiciones de batir a todos nuestros enemigos
venciendo a uno de ellos. La derrota de éste debe ser el
objetivo de la guerra, porque al vencerlo hemos destruí do
el centro común de gravedad de toda la guerra.”
Clausewjtz hablaba principalmente de fuerzas milita
res, porque en sus tiempos los potenciales de guerra eran
pocos y simples. Pero como actualmente son muchos y
complejos, todos deben ser incluídos en su idea, y siendo
mi intención hacerlo así, pido indulgencia al lector y le
ruego que no sea un crítico demasiado severo en el caso de
no estar de acuerdo con mis deducciones.
“Como una rueda”.
-
Después de todo, el punto de importancia real no es si
ellas están en lo cierto o no, sino que, como ocurre con
una rueda, cada plan de guerra debería trazarse alrededor
de un eje: el centro de gravedad estratégico de la guerra.
A fin de aclarar esto, primero voy a examinar en forma
somera la G. M. II, y luego la situación política y estra
tégica actual.
Aunque la Historia demuestre que las causas de la gue
rra son múltiples, en nuestra civilización industrial dos
puntos son predominantes: el económico y el ideológico.
Así, con respecto al primero, en septiembre de 1919, el
Presidente Woodrow Wilson dijo, hablando de la G. M. 1:
“Conciudadanos, ¿hay algún hombre o mujer aquí, hasta
puedo decir algún niño, que no sepa que la semilla de la
guerra en la época moderna es la rivalidad industrial y
comercial?... Este conflicto, en su origen, fué una guerra
comercial e industrial. No fué una guerra política.”
Lo mismo puede decirse de la G. M. II. No fueron las
doctrinas políticas de Hitler las que la precipitaron, sino
el éxito de su nuevo orden económico, basado en el cam
bio y el comercio subvencionado, con el cual pudo evitar
o saltar las barreras aduaneras de sus competidores, ven
der a precios más bajos que ellos y aumentar el número
de los sin trabajo en los países rivales.
Cuando estalló la guerra, este prop6sito se compli
con un hecho aparentemente contrario a lo que Híth
esperaba; su invasión de Polonia indujo a Inglaterra
Francia a declararle la guerra. Esto quiere decir que, e
el momento en que se resolviera invadir a Rusia, se ei
contraría forzado a hacer la guerra en dos frentes. Pai
evitarlo, decidió aniquilar, en primer término, a sus em
migos occidentales.
Esta fué una operación preventiva, una guerra par
evitar a Alemania ser atacadá por la espalda, una ve
que se hubiese empleado a fondo en Rusia. ¿Dónde e
taba su centro de gravedad estratégico? En el Canal d
la Mancha, pues, a no ser que Inglaterra fuese invadid
y sometida, el frente oriental seguiría existiendo.
Pero Hítier no estaba en forma alguna preparado pan
invadir a Inglaterra, y, por otra parte, los medios pan
hacerlo no podían improvisarse con rapidez. Tan ciert(
es esto, que, después de su fracaso aéreo contra Ingla
terra, abandonó el proyecto.
De acuerdo con Napoleón, el cambio de la propia línea
de operaciones es un acto genial; pero el General que fra.
casa en este aspecto merece ser fusilado. Tal fué lo que 1
ocurrió a Hitler.
El plan Barbarroja.
Mientras tanto, su objetivo de buscar el espacio vital
en la Europa oriental había sido elaborado dentro del
plan Barbarroja. ¿Cuál fué su centro de gravedad?
La respuesta es complicada, porque Hítler no pudo
tener nunca la esperanza de conquistar por la fuerza la
totalidad de Rusia. Sabiendo, sin embargo, que era un
imperio, con muchas nacionalidades opuestas violenta
mente al régimen bolchevique, de las cuales los ucranianos sumaban cuarenta y dos millones, se erigió en cam
peón de su causa y les ofreció la liberación. La probabi
lidad era que con su cooperación pudiese aplicar un fuerte
golpe a Rusia.
Su finalidad, sin embargo, no era su liberación, sino su
conquista; por consiguiente, el centro de gravedad de su
plan tenía que salir del campo psicológico al estratégico.
Era el de ocupar Moscú, rio a causa de su valor político,
sino porque era el centro de los ferrocarriles rusos, los
cuales, una vez arrebatados a Rusia, la hubieran des
truído logísticamente.
Soldados desertores.
Alemania,
bloqueada.
Hítler no se dió cuenta de que, además de las diversas
causas potenciales de la guerra, su ataque contra la po
tencialidad económica y comercial de sus competidores
llegó a convertirse en la razón predominante de la misma.
Lo que él vió fué que un país bloqueado, como era Ale
mania, nunca podría sentirse seguro hasta que no consi
guiese el dominio terrestre.
Por otra parte, con obj,eto de neutralizar un segundo
bloqueo_el factor decisivo que hizo perder a Alemania
la G. M. 1—, él consideró como fundamental extender su
espacio vital.
Esto está claramente expuesto en Meix Kamp/, en el
cual escribió: “Nosotros, los nacionalsocialistas nos he
mos trazado ex profeso una línea de conducta para la
política exterior alemana. Pusimos fin a la marcha per
petua de Alemania hacia el sur y el oeste de Europa, y
volvemos los ojos a las tierras del Este... Cuando habla
mos de nuevos territorios en la Europa actual, debemos
pensar principalmente en Rusia y en los Estados limí
trofes sometidos a ella.”
Cuando Hítier ordenó el avance sobre Moscú, en junio
de 1941, cientos de miles de soldados rusos, en su mayor
parte de nacionalidades no rusas, desertaron para incor
porarse a lós Ejércitos alemanes, quienes en Rusia Blan
ca y en Ucrania fueron recibidos por las poblaciones ci
viles como libertadores.
Pero fué tal la brutalidad y crueldad alemana, que
esta gente se desilusionó en seguida y cesaron las deser
ciones y ayudas, lo cual fué un factor aún más impor
tante en la salvación de Moscú que la severidad del in
vierno.
En 1942, habiendo fracasado en la tomade Voronezh,
Hítler, una vez más, abandonó su línea de operaciones
para buscar su meta en los yacimientos petrolíferos del
Cáucaso. Este fué un destino fatal para sus operaciones.
Desde el centro, los Ejércitos rusos que se encontraban
en la región del Volga fueron reforzados, y lo que ganó
Hítier fué la derrota de Stalingrado.
Aunque Hítler fracasó en su guerra, Inglaterra y Fran
cia, y más tarde los Estados Uidos, cometieron tantos
errores como él. Al entrar en la guerra, estas naciones
hicieron constar que su finalidad era puramente ideol6-
ica: el exterminio del hitierismo. ¿Dónde estaba su cen
ro de gravedad? En el corazón del pueblo alemán, por
ue si hubiesen estado persuadidos de que debían rebe
arse y derrocar el régimen de Hitler, el hitierismo hu
iese sido destruido por el mismo pueblo; como lo fué el
:aiserisflio en 1918.
Esto no fué tenido en cuenta, y mientras en la G. M. 1
os “Catorce puntos” del Presidente Wilson pusieron una
ínea divisoria psicológica entre los Jefes enemigos y sus
)ueblos, induciéndolOS a acortar la guerra, en la segunda,
a “Rendición incondicional” del Presidnte Roosevelt re
:rasó el derrumbamiento de Italia e hizo que la resisten
ia de Alemania fuese fanática.
Este desatino psicológico no sólo dilató la duración
ie la guerra, sino que condujo al afianzamiento de la.
autocracia rusa sobre casi todo el oriente de Europa y
una buena parte de la Europa Central.
Se tuvo tan poco en cuenta que el centro de gravedad
de una guerra ideológica es psicológico, que el bombardeo
estratégico fué absolutamente mal aplicado como pro
paganda, En vez de ser dirigido contra los centros ale
manes de transportes, lo que habría ocasionado una pa
ralización creciente del tráfico, tanto civil como militar,
y, por tanto, habría desmoralizado al pueblo y desorga
nizado a las fuerzas combatientes, su móvil principal
fué destruir la moral civil alemana.
iniciativa estratégica al Kremlin. Por eso, la primera pr.
gunta es conocer los fines de la política rusa.
Hace más de treinta años Lenin dejó sentado ese
propósito que invariablemente ha sido proseguido hasta
hoy por Stalin. Se trata de “obtener el triunfo de la re
volución mundial, para crear la república soviética del
mundo”. En otras palabras, la revolución mundial sig
nifica la expansión rusa.
El objetivo primario que Lenin se propuso en este vasto
plan de conquista fué “unir al proletariado industrial de
Alemania, Austria y checosloVaquia con el proletariado
ruso y así obtener una poderosa combinación industrial
y agraria desde WladivoStock al Rin”. Luego, estraté
gicamente considerado, la Europa Central sería el centro
de gravedad del plan de Lenin, y, una vez sovietizada,
dejaría libre el camino de la conquista mundial.
ineptitud.
Nada pudo haber sido más contraproducente, porque,
como lo demuestra la Historia repetidas veces, un pueblo
leal no puede ser aterrorizado rápidamente hasta obli
garle a someterse, y aun en el caso de que algunas par
tes del mismo séan desleales—Como fué el caso de ,Ale
mania—, privarle de sus, hogares y de las subsistencias
es más probable que lo induzca a depender de su go
bierno, para conseguir los medios de supervivencia, y,
por ende, lo estimularán a aceptar su autoridad más bien
que a traicionarla.
Aunque al final Alemania fué derrotada, debido a los
grandes desaciertos cometidos, el hecho es que, por haber
sido sustituido el bitierismo por el stalinismo, la finali
dad política angloamericana nunca pudo ser lograda.
guerra
intercontinental.
Debido a esto, la presente situación estratégica es in
comparablemente peor ahora que en 1938. Entonces, las
causas de la guerra se encontraban dentro de la civili
zaciÓn occidental y la guerra fué todavía internacional.
Ahora, esas causas radican entre lo que resta de esa ci
vilización y el orientalismo asiático, por cuya razón la
guerra se ha hecho intercontinental.
Así, una vez más, Europa se halla frente a un problema
básico estratégico, el cual, desde los tiempos de Jerjes
y Darío, ha sido la defensa de su frontera oriental con
tra la agresión asiática.
Hasta el estallido de la G. M. 1., los grandes bastiones
contra Asia eran los Imperios austrohúngarO y el ale
mán. El primero desapareció en 1919, y el segundo,
en i945 desde entonces, los eslavos han vuelto a lo que
eran en los días de Carlomagno. Además, la desmilitari
zación del Japón ha aliviado a Rusia de toda preocu
pación con respecto a un segundo frente de guerra.
-
Desintegración
moral;
¿Con qué medios estratégicos se propusO llevar a cabo
la empresa? Como todas las modalidades de la política
soviética, esos medios también se deben a Lenin. “La me
jor estrategia de guerra —dijo él— consiste en postergar
las operaciones hasta que la desintegración moral del ene
migo haga posible y fácil darle el golpe mortal.”
Por tanto, en este sistema de guerra, lo psicológico
precede al ataque militar y a la defensa; pero—flótese
bien—no predomina sobre el poderío militar porque éste
es tan esencial para la parte psicológica como para la
guerra física.
La Rusia de hoy día posee un poderío militar inmenso,
que. comprende 2.800.000
hombres en pie de guerra,
fuerza que puede duplicarSe mediante la movilización.
Esta gigantesca masa combatiente tiene dos fines. El
primero es cubrir la guerra psicológica de Rusia con una
barrera de terror, una amenaza permanente para todos
los que se le opongan. El segundo fin es defenderse en
el caso de que su ofensiva psicológica conduzca a la gue
rra efectiva.
Viendo que las potencias occidentales rio pueden riva
lizar numéricamente con su potencial humano militar
bajo ninguna circunstancia, ¿de qué proyecta Rusia de
fenderse en caso de que su política conduzca a la guerra?
Hay dos fundamentos: el primero es que, en el evento
de un avance hacia el oeste,. sus soldados penetrarían en
una zona contagiosa y correrían el riesgo de ser infecta
dos por la cultura occidental; el segundo, y más impor
tante, és que el más temible enemigo de Rusia se halla
dentro y no fuera de sus fronteras.
¿Qué ocurrió en la G. M. 1? Rusia no fué derrotada por
Alemania, sino por la revolución interna fomentada Ot
Lenin, que ofreció la liberación del dominio zarista a to
das las nacionalidades no rusas que se encontraban den
tro del imperio, y cuando esta liberación fué obtenida,
lo que les ofreció seguidamete fué la autodeterminación.
Pero una vez que el régimen zarista estuvo derrocado
y Trotsky ya había creado un respetable Ejército ruso,
Lenin volvió a someter a todos los pueblos no rusos por
la fuerza de las armas.
son los propósitos rusos?
La desmovilización de los Ejércitos que el occidente
poseía durante la guerra y la retención de la mayor
parte de su Ejército en pie de guerra, han entregado la
Comienza la revoltición.
Como he dicho anteriormente, una cosa muy parecida
aconteció en la G. M. II. Tan pronto como Rusia fué
invadida por Alemania, la revolución contra la autocra
cia bolchevique empezó a levantar cabeza, y si Hitler
hubiera sido tan astuto como Lenin, es probable que la
contrarrevolución
se hubiese extepdido, deponiendo el
régimen bolchevique, como en 1917. había derrocado al
zarismo.
85
Lo cierto es que la Unión Soviética es un gigante con
pies de arcilla, y, debido a esta causa, y no a la bomba
atómica, el Kremlin teme arriesgarse en una guerra
agresiva.
¿Cuál es, pues, el problema occidental? En primer tér
mino, impedir que Rusia alcance el objetivo primario de
Lenin por medio de la fuerza militar, y en segundo lugar,
explotar la debilidad moral interna de la Unión Soviética.
El centro de gravedad de lo primero se encueñtra en la
Alemania occidental, y de lo segundo, en los corazones
de los pueblos no rusos subyugados que se hallan dentro
y fuera de la Unión Soviética.
La solución del primer punto está en una tarea de
exhibición de fuerzas. Consiste en colocar dentro de Ale
mania occidental guarniciones de tal poderío que hagan
puramente especulativo cualquier avance de Rusia hacia
el Oeste, porque el Kremlin, teniendo en cuenta la ines
tabilidad interna de Rusia, no se atreverá a exponerse
a una derrota inicial.
como el A. B. N. (Bloque de Naciones Antibolcheviques
y en el cual están incluidos Ucrania, Adserbeiyán y
Turquestán, cubriendo el cincuenta por ciento de las fuer
tes productoras de carbón, hierro, petróleo, así como d
los recursos de la agricultura. Un cuarenta por ciento d
los soldados rusos están reclutados en los países som€
tidos.
El objeto del A. B. N. es lograr la libertad de sus miem
bros. Se oponen a toda clase de imperialismo ruso, biei
sea zarista, bolchevique, socialista o democrático. Su met
es derribar a la Unión Soviética y reconstituir a todos lo
pueblos subyugados como naciones independientes. Po
tanto, sus miembros no combaten por ninguna especie d
federación rusa.
La solución.
Tales son los hechos que constituyen el segundo pro
blema. Por lo cual las potencias occidentales deben basar
en ellos la solución del mismo.
Necesidad de un Ejército occidental.
Debe reconocerse que la intolerable dominación bol
Aunque el rfuerzo de las tropas de ocupación de hoy chevique les ofrece el medio de disgregar a Rusia psico
lógicamente y que este factor no podrá explotarse si no
ha sido ya resuelto, nunca se conseguirá que su actua
ción sea eficiente física y moralmente hasta tanto que no consideran que debe ganarse, en primer término, la coope
haya creado un poderoso Ejército Alemania occidental. ración cordial de todos los pueblos sojuzgados. No es la
bomba atómica, sino la idea de libertad la que puede
Aun entonces, si la primera tarea no conduce a un des
triunfar sobre el bolchevismo.
enlace del segundo problema, lo único que puede espe
Por consiguiente, si las potencias occidentales quieren
rarse es el estallido eventual de la guerra, pues las carre
ganar se las simpatías de las naciones sometidas, deben
ras de armamentos llevan fatalmente a la guerra.
Por otra parte, asegurándose la Alemania occidental, i nspirarlas. Y para conseguirlo deben reconocer abierta
se habrá dado un gran paso a favor dé las potencias de mente su independencia y su derecho de autodetermjna
Occidente en el aspecto estratégico, pues los factores de ción cuando las armas ideológicas, que ahora son em
pleadas por Rusia contra todos los países no comunistas,
la debilidad de la Unión Soviética son la gran superficie
se vuelvan contra ella, manejadas por sus mismos pue
de sus territorios y la escasez de ferrocarriles.
La extensión del territorio hace también que la defensa blos no rusos.
aérea de la Unión Soviética sea un problema insupera
ble, cuyas dificultades se acrecientan por la dispersión
creciente de las industrias rusas. Por último, los más Movimiento de resistencia.
importantes ferrocarriles que unen la costa del Pacífico
Puede preguntarse: ¿Por qué los occidentales, que se
cori Polonia y Rumania atraviesan los Estados bálticos,
la Rusia Blanca y Ucrania, todos los cuales son países declaran campeones de la libertad, no emplean los movi
mientos de resistencia clandestinos dentro de las fronte
sometidos.
Estos hechos conducen a una conclusión general: que ras ideológicas de Rusia como medio de disgregarla inter
namente cuando lós agentes del Kominform, inspirados por
el equipo de las fuerzas combatientés rusas se encontrará
en su máximo estado de eficiencia al comienzo de la con el Kremlin, se ocupan incesantemente de establecer quin
tas columnas dentro de sus propios países?
tienda, pero bajará rápidamente a medida que ésta pro
El objeto del plan final debe ser la destrucción del im
siga. Tal ha sido siempre el cáncer del poderío militar
perialismo ruso, disgregando a la Unión Soviética en los
ruso.
elementos que la constituyen y creando Estados naciona
La solución del segundo problema depende de un cui
dadoso asesoramiento con respecto a la debilidad interna les independientes con gobierno propio.
La paz del mundo se obtendrá cuando el imperio ruso esté
de Rusia. Su factor básico es que los habitantes de la
Unión Soviética son un sesenta por ciento rusos y un desmembrado, como lo fué el de los turcos, y dividido en
cuarenta por ciento no rusos, y la mayor parte de estos una veintena de naciones independientes, aunque éstas se
hagan la guerra localmente entre sí; esto es preferible a te
últimos son enemigos del Gobierno bolchevique.
ner una Rusia colosal, persistentemente trabaj ando en la
Estos numerosos pueblos, que abarcan veinticuatro
nacionalidades_trece
dentro del territorio ruso y once tarea de subvertir el orden del mundo para conservar en
afuera—están representados por la asociación conocida el poder a menos de diez millones de burócratas bol
cheviques.
ElVIIEjércitonorteamericano.
De la publicación norteamericana
Combat Forces Journal. (Traducción y extracto del Teniente Coronel Casas.)
que consistían en sacar de sus cuarteles, a toque de sire
La defensa del frente E. corre a cargo de las fuerzas na, a Batallones y Regimientos, lanzándolos al campo
de los EE. UU., Gran Bretaña y Francia, así como de otras para hacerles a la idea de que ello algún día podía no ser
naciones. La parte más importante de estas fuerzas es un ejercicio y que las Unidades bien instruídas tendrían
el VII Ejército norteamericano, mandado por el Te
mayores probabilidades de sobrevivir y vencer si la
niente General Eddy. A diferencia del Ejército británico guerra llegaba. Dió gran importancia a la instrucción de
del Rin y del Ejército francés de ocupación, el VII Ejér
las pequeñas Unidades: Compañía, Sécción y Pelotón.
cito no puede confiar en inmediatos refuerzos, y tendría
Eddy, secundado por el General Handy, Jefe del Man
que combatir con sus propios medios al comenzar las do europeo, consiguió que las dos primitivas Unidades
hostilidades.
de su Ejército—la 1a División y la Policía Militar—al
La zona de acción asignada a la gran Unidad ameri
canzaran un grado de instrucción no conocido por las
cana es difícil; su terreno, accidentado y poblado de es fuerzas americanas de Europa desde el final de la gue
pesos bosques. Su límite E. es una barrera montañosa
rra. Aprovechó la actuación de la Policía Militar en la
que se dirige al NO. a lo largQ de la frontera checoeslo
zona fronteriza a fines de instrucción, y en el ciclo de ésta
vaca, tuerce al O. en Hof, donde comienzalá frontera con incluyó ejercicios en el campo, que, aunque de menor
Alemania oriental, y después vuelve al NO. para alcanzar importancia que las grandes maniobras anuales, lleva
la frontera de la baja Sajonia, en la zona británica, en ban las Unidades a campo abierto mucho más frecuente
Eichenberg.
mente.
Si los rusos atacan, debemos contar con que lo harán,
Todo esto desarraigó las costumbres adquiridas du
por lo menos, según las tres principales direcciones si rante cinco años y la moral aumentó, en contra de las
guientes: en la zona británica, cruzan4o por el N. la lla
predicciones de algunos, pues no terminaron las diversio
nura alemana; en el centro, entre el Ejército del Rin y el nes, sino que .se redujo el tiempo a ellas dedicado.
VII Ejército. hacia Kasel y la autopista que se dirige
He aquí algunas deficiencias:
al S. a Francfort y el Rin; y en la zona americana, con el
El rápido crecimiento del Ejército en los Estados Uni
esfuerzo principal a través de Fulda Gap y. otras accio
dos continentales privó al VII Ejército de muchos de sus
nes más al SE.
mej ores Suboficiales.
Estos ataques irán precedidos de una intensa acción
Casi desde el comienzo de la expansión del VII Ejér
de bombardeo aéreo, protegida por una caza superior en cito, de dos Divisiones a las seis actuales, hubo promesas
número a la aijada e impulsados por el valor estoico del de dotarlas de armamento y material; pero la realidad
soldado ruso. Y no trato de asustar a nadie, sino de ex es que no ha llegado más que. una parte, dedicado, en su
poner los hechos con que tenemos que enfrentarnos.
mayoría, a dotar tres Divisiones de Infantería y la Aco
El anverso de la moneda que acabamos de mostrar razada, y se nota gran deficiencia en carros medios, ca
está en el hecho de que en ningún sitio de Alemania e paces de luchar, en condiciones de igualdad, con los T-34
incluso de Europa, está la defensa mejor garantizada
de los rusos.
que en la zona americana, pues hoy el VII Ejército está
La mayor parte de los vehículos de la r.a División y de
compuesto por las Divisiones de Infantería 1•a, 4a, 28 la Policía Militar han sido reparados y sus usuarios los
y 43, la 2.a División Acorazada y la Policía Militar (al consideran “como nuevos”. Esto tal vez sea cierto para
principio, el VII Ejército solamente constaba de la tiempo de paz;pero ¿lo sería en caso de guerra?
División y la organización de Policía Militar, llamada
El material de transmisiones, especialmente en radio
“Constabulary”); en total, unos 150.000 hombres, incluí- de campaña, es inadecuado.
das las tropas no divisionarias. Sin embargo, estos efec
Una cosa que llama la atención a quien está familia
tivos y el material de que disponen son aún insuficientes. rizado con nuestro Ejército en Alemania es el considera
El General Eddy y sus Jefes de División han realizado ble derroche de personal dedicado a cometidos no esen
una magnífica labor en ,cuanto a la moral e instrucción ciales.
de sus hombres. Cuando aquél tomó el mando de’las fuer
zas de tierra en Alemania (aún no se había órganizado el
VII Ejército), se dedicó a la tarea de sacarlas de la rutina
Las maniobras de otoño de 1951 revelaron algo de lo
propia de un ejército de ocupación y ponerlas en estado bueno y mucho de lo deficiente del VII Ejército. Dichas
de alarma. Dichas fuerzas, entre 1945 y 1949, sC dieron maniobras son las más impórtantes que se han realizado
buena vida: cines, reuniones, bailes, permisos en Gar
en la zona americana desde el final de la guerra, intervi
misch, excursiones en primavera para ver los tulipanes niendo en ellas más de 150.000. hombres, incluído un
holandeses, partidas de bridge... Todo muy agradable y Cuerpo de Ejército francés y un Regimiento inglés de
cómodo; pero no lo más apropiado en una situación que Artillería de campaña.
podía degenerar en la tercera guerra mundial, cuando
Según el General. Eddy, la principal deficiencia estuvo
menos se esperara. La tropa era buena, al igual que la en el inadecuado empleo de las medidas indirectas contra
Oficialidad; pero una y otra estaban aferradas a una los ataques aéreos. Se dieron casos de sorprendente igno
placentera vida de guarnición y con buena paga; había, rancia acerca de lo que es capaz de hacer la Aviación en
naturalmente, maniobras, pero así y todo, el Ejército,
la guerra; en una ocasión, en la gran autopista de Franc
según su propia confesión, “nunca había estado tan fort a Munich (que sería, en guerra, una importante ar
bien”.
teria) se encontraron agrupados cinco tanques de gasolina,
Este fué el ambiente que el nuevo Jefe tuvo que cam mientras sus conductores, sentados en la cuneta, fuma
biar; pero no lo hizo de modo radical, pues, en su opi ban amigablemente la artillería, en posición, cubría sus
nión, los dos extremos eran perjudiciales. Puso a las tro
piezas con la red desguarnecida de los elementos simula
pas en alarma la tercera parte del tiempo e intensificó dores de ramaje; carros, camiones y personal se amontosu plan de instrucción, Y, sobre todo, prodigó ejercicios,
87
naban en los cruces de caminos, a veces durante media
hora, mientras se adoptaba una decisión. Claro es que este glesas de otoño 1951 se acusó, por parte de los Jefes de
las Unidades acorazadas del VII Ejército, la tendencia a
desprecio del enmascaramiento tiene, en parte, justifica
ción, pues las autoridades civiles norteamericanas de la lanzarse campo a través sin preocuparse de los flancos y
zona recomendaron, antes de las maniobras, el respeto a a obrar con gran audacia. Todo eso estaba indicado en
la propiedad, y a la tropa se le hizo saber que no debía la época del General Patton, cuyos flancos iban guarda
arrancar plantas ni cortar ramas para disimular sus ca dos eficazmente por nuestra ilimitada potencia en el aire.
rros y vehículos; y aunque esta orden fué revocada pos Pero ahora las cosas han cambiado, y silos rusos atacan,
teriormente, tal vez no llegara, como suele suceder en serán ellos quienes dispongan, al comenzar la guerra, de
superioridad en aviación, carros, artillería y hombres.
casos análogos en la guerra, a conocimiento de los esca
Otro problema del VII Ejército, que no afecta a las res
lones inferioies.
tantes fuerzas armadas en Alemania, es el de la población
Esta sensibilidad a las quejas de los alemanes no ex
civil, pues en caso de guerra tendría que preocuparse de
plica, sin embargo, la falta de diseminación de las tropas
la
evacuación de los familiares de sus hombres y de los
y vehículos en las carreteras. Y ello es particularmente
importante, puesto que en las operaciones que puedan empleados civiles del Gobierno de los Estados Unidos
tener lugar en Europa, durante los dos años próximos, en el país; en total, más de roo.ooo almas. Añádanse a
ellas los centenares de millares de alemanes (conocedores
las fuerzas aliadas se verán obligadas a combatir sin su
perioridad aérea. Por supuesto, en el VII Ejército hay de los “procedimientos” rusos) que huirían hacia el O.,
muy pocos Oficiales y soldados que hayan luchado sin y se comprenderá el desorden y entorpecimiento que todo
ello constituiría para un Ejército en operaciones. Sola
dicha superioridad, y, por tanto, existe un desconoci
miento total de lo que ese factor representa para quien mente la evacuación del personal norteamericano resta
ría varios millares de soldados a otros cometidos más
tiene que soportarlo.
A pesar de las repetidas advertencias, se observó la importantes desde el punto de vista meramente militar.
Y no se olvide que el éxodo de los indígenas favorecería
tendencia a dar escasa importancia a las actividades
de los guerrilleros. Un grupo de éstos, en la víspera de el espionaje y la quinta columna de los ihvasores..
Respecto a esto último, hay que contar con que el
terminación de las maniobras, destruyó un depósito de
gasolina y aceite, situado muy a retaguardia de la línea presunto enemigo tiene información sobre la localización
de Unidades e instalaciones aliadas, y que a causa de la in
del frente. Esto hizo meditar a algunos; pero mi impre
sión es que, en general, no se comprenden la contusión, el dudable existencia de millares de agentes soviéticos en la
retraso y los daños que los guerrilleros pueden causar en Alemania occidental al comenzar el ataque, veríamos caer
las bombas rusas sobre las zonas de concentración de tro
la retaguardia de un Ejército en campaña.
Muchos de los defectos mencionados son inherentes a pas y organizaciones más importantes de la zona ameri
cana. El contraespionaje propio ha hecho lo que ha po
todas las tropas bisoñas y como las en cuestión, integra
dido, pero ha empleado alemanes desde el comienzo de la
das, en su mayoría, por individuos que jamás han entrado
en combate. No obstante, existe otra causa de debilidad, ocupación, y nadie se atrevería a afirmar que dichos aleque reside, a mi modo de ver, en nuestra fe ciega en la Inanes juegan “limpio”. Claro es que todo esto tiene su
contrapartida,
pues, desde el principio, las tropas sovié
máquina y que nos conduce a asignarle, automática
mente, cometidos que los hombres podrían hacer mejor ticas han dependido de la ayuda germana en mayor es
cala que las aliadas. Y, finalmente, aunque las potencias
y más pronto. En las maniobras había que enviar deter
occidentales no tengan simpatías en la Alemania occiden
minada información desde un puesto de mando regimen
tal a otro, separados ambos por unos cuantos kilómetros; tal, no son tan odiadas como lo es Rusia en el Este.
se decidió emplear el teléfono, y como la información era El odio favorece mucho el espionaje, y aunque gran can
importante, hubo que cifrarla en el origen y descifrarla tidad de la información que proporciona hay que po
en su destino, cuyas operaciones duraron cinco horas; la nerla en duda, otra parte es muy valiosa. Precisamente
mucho de lo que sabemos acerca del Ejército soviético,
información era ya inoportuna, y todo por no -haber em
pleado un agente que hubiera podido llevar, en claro, el en su conjunto, está basado en informes alemanes sobre
mensaje, usando un jeep, en un cuarto de hora. Dicha fe las fuerzas rusas de la Alemania oriental.
Indudablemente, el VII Ejército tiene sus deficiencias;
en la máquina se manifestó durante los últimos meses
de la pasada guerra, pues ante una Oposición, en una ca pero, con relación a lo que era al principio de 1951, ha
rretera alemana, se acudía, para eliminarla, a los carros, aumentado en efectivos, moral, instrucción y algo en
material. Su tropa es muy buena y sus cuadros de man
cañones o aviación; resultado: un retraso en la marcha
do, excelentes en los escalones superiores, están mejoque era lo que los alemanes buscaban. Me parecía enton
ces, y me parece ahora, que el retraso originado por esta raudo en los restantes. Lo que el VII Ejército necesita
manera de vencer el obstáculo ahorraba la vida de seis -—medios materiales-_-,-la potencia industrial de su país se
hombres hoy, pero que mañana perderíamos una docena lo puede proporcionar sobradamente.
El General Eddy, en la G. IVI.II mandó la 9. División
de hombres, a causa de dicho retraso.
de
Infantería y el C. E. XII, distinguiéndose por su inte
Además, el Ejército de los Estados Unidos es tan pro
ligencia, energía y prudencia. Es un hombre enormemente
penso, con el de Rusia, a aferrarse a los procedimientos
corpulento, de sesenta áños, pero suficientemente ágil to
tácticos que han triunfado en la campaña inmediata
davía para intervenir, de incógnito, en una infiltración
mente anterior. Durante las maniobras americanas e in
nocturna.
-
Detergentesnacionalesdeinterésmilitar.
Carlos GnzezHerrera, Doctor en Ciencias Químicas e Investigador del Instituto Especial
de la Grasa y sus Derivados, del Patronato Juan de la Cierva de Investigación Te’cnica.
gentes utilizables con todas las clases de aguas, coiite
Se llama detergente, en general, a toda sustancia que niendo solamente materiales no estratégicos y prescin
ctúa como agente de limpieza. El concepto de detergen
diendo de los aceites de coco y de palmiste. Han de ser
ia, en un amplio sentido de la palabra, puede aplicarse a aplicables en los casos siguientes:
codo proceso mediante el cual una materia extraña e
a)
Usos generales del jabón de tocador.
Lndeseable se separa de una superficie sólida, a la cual
b) Limpieza de los utensilios del rancho.
staba adherida con más o menos energía.
Basta la simple definición anterior para comprender
c) Lavado manual de ropas.
fácilmente la importancia que tiene el disponer de pro
d)
Afeitada.
ductos detersivos adecuados en numerosos aspectos de
Además deben presentar características espumantes sa
La vida militar. El aseo personal de la tropa, la limpieza tisfactorias. Como solución se ha propuesto una mezcla
de materiales destinados a la alimentación, el lavado del de 47 por ioo de jabón de sebo y tres agentes tensio
vestuario, la preparación de ciertas conservas, la extin
activos de distintos grupos de detergentes sintéticos,
ción de incendios, etc., y modernamente la guerra ató
siendo uno de ellos un derivado sulfonado (4).
mica y bacteriológica, necesitan en forma imprescindible
de tales cantidades de detergentes, que su preparación y
perfeccionamiento constituyen en la actualidad uno de Dcterge’ntes españoles.
los problemas a que la química militar dedica atención
preferente.
En España, la fabricación de detergentes a partir de
Hasta hace algunos años, los únicos detergentes que calidades inferiores de aceite de orujo de aceitunas pre
se empleaban eran los jabones, obtenidos de materias senta gran importancia, puesto que se consiguen pro
grasas de origen animal o vegetal. Sin embargo, la nece
ductos de mejor calidad y de mayor número de aplica
sidad de economizar productos alimenticios y el aprove
ciones que las que presentan los jabones comunes actual
chamiento de ciertas fracciones poco volátiles de los pe
tróleos han dado origen a la fabricación de gran número inenfe preparados con los mismos. Entre ellos se obtie
de productos, que se conocen con los nombres
de “detergentes sintéticos”, “agentes tensio
ÍQEÑTE
$ULFONP’ITE
activos”, etc., y cuya preparación suele en
LEJIP
LIQUIDO
contrarse en tódos los países protegida por
ACEITE
LAVADO
DE
patentes.
Aunque el jabón ha sido empleado satis
factoriamente durante siglos para usos civi
les, la fabricación de productos adecuados a
las necesidades militares y navales ha pre
sentado probleihas difíciles, puesto que han
de utilizarse con aguas de todos los grados
de dureza, desde aquellas que son extrema
damente finas hasta las muy salobres de los
mares. Antes del desarrollo de la preparación
de los detergentes sintéticos, los jabones -de
RLACTOV
LAVADORA
DCCANTADOR
NEUTRFII.ICVDOD
aceites de coco y de palmiste eran los más
adecuados para aguas saladas. Sin embargo,
Fig. 1.
es preciso un consumo elevado de los mismos
para poder lavar en el agua del mar, obte
niéndose una escasa cantidad de espuma.
nen detergentes de alto poder de espumación, que pue
Al comienzo de la guerra, los Estados Unidos requisa
sustituir total o parcialmente a los jabones de coco
ron dichos aceites para la fabricación de jabones de uso den
y
de
palmiste (5).
militar (según la “Federal Specification P-S-6ii-Soap;
Podemos señalar, entre otras, las dos posibilidades si
Salt-Water” de 14 octubre 1930) pero una demanda de guiçhtes
para su empleo en este tipo de industria:
la Marina, en 1942, de 5 millones de libras de jabón de
aceite de coco, sólo pudo ser cumplimentada por un to
1a
Transformación directa del aceite mediante un
tal de 1,5 millones (i). Las investigaciones realizadas proceso de sulfonación.
hasta entonces sobre preparación de detergentes (supe.
2a
Hidrogenación previa para producir alcoholes gra
rieres al jabón de coco en el agua del mar, puesto que sos, seguida por la transformación de estos (iltimos en
lavan mejor y dan más espuma) permitieron la fabrica
agentes tensioaCtiVOs.
ción de productos aptos para las necesidades militares,
La sulfonación directa del aceite de orujo extraído por
formados por mezclas de detergente y jabón en propor
disolventes, el cual contiene una proporción apreciable
ciones comprendidas entre 0,5 y i (2) y
Estos pro
productos orgánicos no grasos, tales como resinas,
ductos, aunque mejores que el jabón, daban una espuma de
mucílagos,
oxiácidos, etc., es ün proceso de relativa faci
que distaba mucho en calidad y cantidad de la que se ob lidad, aunque
hay veces en que se encuentran grandes
tiene con un jabón de tocador en aguas relativamente
dificultades
para
la obtención de un producto estable con
duras.
un grado adecuado de sulfonación. En la figura i se in
La solución de este problema aún no estaba completa
serta un esquema del proceso unitario de sulfonación
mente conseguida, como lo prueba el que recientemente
aplicado al aceite.
se ha encargado una investigación para fabricar deter
-
-
1j1
1
UVLLU
L
.
.
(a).
89
La hidrogenación del aceite de orujo para transfor,
marlo en alcoholes grasos se encuentra actualmente en
España en fase de ensayo e investigación, habiéndose
alcanzado result°ados satisfactorios.
Por las razones antes indicadas, un punto de indudable
interés, dentro del tema general de investigación que se
lleva a cabo en este Instituto de la Grasa sobre prepara
ción de compuestos detersivos a partir de materias pri
mas nacionales; lo constituye la obtención de sulfonatos,
cuyas soluciones en aguas duras y salinas, e incluso con
las del mar, actúen como detergentes eficaces.
El objeto del presente trabajo informativo es dar
cuenta de algunos de los resultados obtenidos sobre esta
importante cuestión.
los sulfonatos, extintores de incendiós, separación de mi
nerales por flotación, etc.
Para una mejor apreciación de las propiedades deter
sivas de estos productos, a continuación se indican valo
100
t..
o
oO
UI
‘
N
60
40
Propiedades
detersivas.
q,
2o
Jc
‘%...
Todos los resultados insertos a continuación se refie
ren a productos de sulfonación directa de aceites de oru
jo de características diversas.
Capacidad de espumación.—Según lo señalado anterior
mente, la facilidad de formación y la estabilidad de la
espuma son características detersivas muy cotizadas, tan
to por la eficacia directa de su acción como por razones
psicológicas. “La espuma abundante y blanca sugiere
una sensación de limpieza tal que ‘e convincente para
la mayoría de las personas” (6).
Como las medidas de valoración técnica de la capaci
dad de espumación no se encuentran muy bien correla
cionadas con las cantidades formadas en las operaciones
prácticas de limpieza, tanto de la piel como de los vesti
dos y utensilios, prescindiremos de los datos numéricos
y clasificaremos las espumas en excelentes, buenas, acepta
bles, regulares y escasas. La espuma excelente corresponde
a la de un jabón de tocador de alta calidad en aguas fi
nas, siendo la escasa análoga a la que presentan los jabo
nes de coco en el agua del mar.
Todas las soluciones son al 0,2 por ioo, salvo las de
agua del mar y las del sulfonaí o T, que contienen un
0,5 por ioo.
TABLA
DE PROPIEDADES
CLASES
Notación
del sulfonato
A
B
C
D
E
F
G
H
K
L
M
T
Destilada
Excelente
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
DE
Magnésica
ESPUMANTES
o
20
40
80
60
oo
uo
—
Fig.
2.
res comparativos con respecto a compuestos considera
dos como típicos.
La gráfica 3 representa la formación de espumas en la
solución del sulfonato T de la tabla anterior en agua del
mar. Como referencias se insertan las curvas correspon
dientes a soluciones de jabón de aceite de coco en aguas
destilada y del mar.
La eficacia detersiva directa se ha determinado mi
diendo el desengrasado de un tejido de algodón impreg
nado con aceite mineral. Los resultados obtenidos em
pleando un método fotométrico, señalan para el sulfo
nato T disuelto en agua del mar una eficacia de un
8 por ioo respecto a la de la solución tipo de oleato y
carbonato sódicos en agua destilada.
Discusión de los resultados.—Las curvas de la figura 3
indican que las soluciones en agua del mar del jabón de
coco apenas forman espumas, mientras que las del sul
fonato T presentan una capacidad de espumación del
AGUAS
cálcica
Regular
Regular
Buena
Excelente
Regular Escasa
Aceptable Aceptable
Idem
Idem
Regular Regular
Idem
Idem
Excelente Excelente
Aceptable Buena
Escasa
Escasa
Idem
Idem
Buena
Idem
Cálcica y
magnésica
Escasa
Regular
Escasa
Regular
Idem
Idem
Escasa
Idem
Buena
Idem
Regular
Buena
Del mar
agua
Buena
Idem
Regular
Buena
Regular
Excelente
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
Idem
1 000
0
deatt ¡ada
—ja6os
de Coco
+..5’&:tfotoT
—a
8oo
agua
‘a‘e
6oc
o,
de) ae
‘e
4oo
.
Ja6oadec0cc
y*
1’,
,
2oo
,
——
—
JÁlfollato
T
‘It
,Jc
-
1
t
o
Una característica de ciertos sulfonatos es la elevadí
sima estabilidad de sus espumas. En la figura 2 se re
presentan las cantidades de espuma que van quedando
o
6
9
12
1
al transcurrir el tiempo en el sulfonato F y en el jabón
—minuros—
fabricado con el mismo aceite.
Fig. 3.
En ella puede observarse que a los cien minutos ha
desaparecido totalmente la espuma del jabón, mientras
que las de los otros agentes tensioactivos tí
que la del si.ilfonato se conserva en un 6o por ioo de su mismoenorden
agua destilada.
volumen inicial. Esta persistencia de la espuma tiene picos
Los datós de la valoración técnica del poder deter
gran interés en algunas de las ‘aplicaciones prácticas de gente
permiten admitir que el suifonato T presenta una
-
90
notable eficacia detersiva, por lo que su empleo en la
práctica ha de ser francamente aceptable.
Los resultados anteriores, junto con los de otras ex
periencias verificadas sobre la influencia de los principa
les componentes de las aguas duras y salinas (‘), demues
tran que una sulfonación adecuada del aceite de orujo
puede conducir a agentes tensioactivos que presenten
propiedades detersivas típicas al ser empleados con aguas
de cualquier grado de salinidad y de dureza.
Importanciá
de los productos obtenidos.
flotación en las proximidades de los yacimientos, con fas
ventaj as consiguientes en el transporte, regularidad de la
producción, etc.
Germicidas y /ungicidas._AUnque
bajo este aspecto
los detergentes de tipo catiónico son los más eficaces, los
derivados sulfonados pueden usarse como microbicidas
y desinfectantes, bien por su acción directa sobre espo
ras, staphilococus y streptococUs, o como medio de trans
porte, solubilización y emulsificación, reduciendo el ta
maño de las gotas de otros tipos de germicidas (fenólicos,
dorados, compuestos metálicos, etc.).
Eliminación de sustancias radiactivas.—La desintegra
ción del átomo ha creado un concepto enteramente nue
vo de la contaminación. Las radiaciones nucleares no
pueden detectarse por los medios ordinarios, pues ni se
ven ni se sienten. Actúan como entidades submicroscó
picas de distintas clases (rayos alfa, beta y gamma, neu
trones, etc.), que reaccionan con las células del cuerpo
humano, provocando enfermedades y, en muchos casos;
la muerte (8).
La eliminación de estos focos venenosos invisibles, al
igual que sucede con las bacterias infecciosas, debe ser
una cuestión de vital importancia, que ha de extenderse
a la limpieza de todas las superficies que hayan podido
resultar contaminadas por materiales radiactivos.
En los laboratorios destinados a investigación nuclear,
el empleo de detergentes sulfonados estables en aguas
duras ha dado resultados satisfactorios para la desconta
mináción radiactiva (9); pero su utilización debe ser
mucho más general. Por ejemplo, en los programas de
defensa antiatómica, tanto militar como civil, ha de con
siderarse la distribución de productos detersivos eficien
tes para la descontaminación de las áreas afectadas, jun
to con instrucciones para su adecuado empleo por cual
quier clase de personas.
Además de los usos ya señalados en el aseo personal y
en la limpieza de ropas y utensilios, los productos deter
gentes sulfonados ,presentan otras aplicaciones de im
portancia desde el punto de vista militar. A continua
ción haremos breves consideraciones sobre algunas de
ellas, con objeto de resaltar el interés del problema que
nos ocupa.
Industria textil.—Los detergentes tienen un amplio
campo de aplicación en las diversas operaciones unitarias
de la industria textil. El desengrasado, lavado, teñido y
acabado de los tejidos de lana, algodón y otras fibras
naturales y sintéticas precisan grandes cantidades de
agentes tensioactivOs, que actúan bien solos o en unión
de otros productos, tintes, aprestos, etc. En Alemania y
países de la Europa Central, el empleo en estas indus
trias de detergentes estables en aguas muy duras pre
senta una gran importancia, por el alto contenido de sa
les cálcicas y magnésicas que tienen las aguas a utilizar
en operaciones industriales.
Preparación de alimentos.—En la fabricación de algu
nos tipos de alimentos en conserva conviene emplear
ciertas cantidades de productos tensioactivos. Por ejem
plo, agregando a la margarina una pequeña cantidad de
sulfonato de ácido esteárico, se evitan las salpicaduras
de la grasa líquida al calentarla; el pelado de patatas y
frutas mediante agentes químicos se acelera y favorece
añadiendo un agente tensioactivo; su adición a la masa
del pan produce resultados beneficiosos, etc.
Extintores de incendios.—Una de las aplicaciones de los
agentes de espumación es su empleo en los sistemas de
extinción de incendios. La espuma de alta estabilidad
puede actuar cómo transportador de gas inerte que aho
gue las llamas procedentes de combustibles liquidos in
flamados, o bien reteniendo el vapor y otros productos
resultantes de la combustión para formar una capa de
agua que cubra una superficie considerable.
Beneficio de minerales por /lotczción.—Las menas de al
gunos metales de mayor interés militar (hematites, ga
lena, blenda, molibdenita, bauxita, ilmenita, etc.) se en
cuentran a veces en forma de partículas pequeñas mez
cladas con una gran masa inservible de rocas, arcilla,
arena, etc. Para obtener resultados prácticos y económi
cos, es necesario, en ciertas ocasiones, separar una por
ción importante de esta ganga antes de someter el mine
ral a los procesos metalúrgicos.
La mejor forma de conseguir esta separación de sóli
dos pulverulentos es la flotación mediante soluciones de
agentes tensioactivos. En este proceso, un porcentaje
elevado del mineral queda retenido por la espuma, mien-’
tras que en el fondo del líquido se deposita la ganga. Los
detergentes actúan de tres formas: 1a, como espuman
tes; 2a, como colectores, para que el mineral flote en la
espuma, y 3., como modificadores del colector, exaltan
do o reduciendo su acción.
Los aceites sulfonados pueden servir de colectores y
espumantes, y también como agentes emulsionantes, fa
voreciendo la aplicación de colectores insolubles. Sus
propiedades detersivas en aguas duras incrementan su
importancias puesto que permiten verificar el prpceso de
Consideraciones finales.
Los resultados obtenidos en la preparación de com
puestos detersivos sulfonados, y de otros tipos que están
actualmente en fase de investigación, siempre a base de
materias primas nacionales, permiten esperar que en
plazo breve la industria nacional disponga de métodos
de fabricación de detergentes de calidad en cantidades
suficientes para cubrir con sus propios medios las exi
gencias normales, sin necesidad de recurrir a los artículos
de importación.
El interés y conveniencia de tener resuelto este pro
blema de la producción -de compuestos de tan diversas e
importantes
aplicaciones quedaría grandemente incre
mentado en los casos de excepción que en cualquier mo
mento pudieran presentarse.
BIBLIOGRAFIA
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(2)
()
(4)
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mary Repon1 on Cleaning Vityeous Whiteware.
¡950.
91
Artilleríaautopropulsada.
Teniente Coronel Bidwell Moore. De la publicaón norteamericana
Combat Forces. (Traducción del Comandante Hernandez Angosto.)
Ni ahora ni en el pasado ha habido nunca en nuestro
Ejército una artillería ligera autopropulsada como tal. autopropulsada? Sus dos sobresalientes rasgos serían: su
Esteincomprensjue
tema queda aclarado al examinarlo movilidad y su agilidad; y entre estas dos, destacando
más la primera. La movilidad supone el desplazamiento
bajo la luz de lo siguiente:
de una zona de posiciones a otra. La agilidad representa
Para podernos entender unos con otros, necesitamos
el
rápido cambio de lugar dentro de la misma zona. La
disponer de suficientes definiciones; permítasenos, pues,
de ambas es el movimiento.
definir los cuatro tipos generales de artillería, aparte de esencia
Al
considerar
una tercera guerra mundial, debemos
la modalidad normal de transporte remolcado.
contar con que el conflicto alcance a Europa y Asia, y
Ellos son:
en ambas zonas, por su amplitud, la maniobra será un
a)
Artillería contracaryos.—Está moderadamente blin factor de significada importancia ante un enemigo posi
dada, sin techo; es ligera y altamente maniobrera, dotada blemente má numeroso.
de un cañón de gran velocidad y con un sector horizontal
Excepto en el oeste de Europa, no debemos contar con
de tiro de 360°. Va montada sobre un chasis de carro.
unas redes de carreteras. Proporcionalmente, Francia tie
b) Artillería de asalto.—Tiene un grueso blindaje fron ne la mejor red de carreteras del mundo y Alemania po
tal, otro blindaje medio en los costados y otro ligero en see el más moderno sistema de autopistas, pero su red
secundaria es de segunda clase. Estos dos países ofrecen
las partes superior y posterior.
Su cañón u obús puede ser de diferentes tamaños. Su una excelente base de partida para las operaciones sobre
Rusia a través de la llanura nortegermana.
misión es la de acompañamiento de infantería, para pro
Y éste es el punto crítico de la cuestión: que la propia
porcionarle apoyo directo.
Rusia y los países que la rodean, incluyendo China, ca
c)
Artillería acorazacja.—Está moderadamente blin
recen, desgraciadamente, de una mediana red de carre
dada y sin techo; tiene un obús ligero o mediano con un teras. Razón por la cual nuestras fuerzas deben estar en
sector limitado de puntería en dirección. Esta artillería
condiciones de operar fuera de caminos. En los cambios
está proyectada paraapoyar a la infantería blindada.
de estación, los problemas se agudizarían aún más.
Resulta innecesario recalcar la necesidad de una red
d)
Artillería autoProulsacla.—Es aquella cuyo trans
de
carreteras; pero no debemos olvidar que los vehículos
porte se realiza mediante un- montaje autópropulsado.
de
cadenas son la llave del éxito en los combates sobre
Puede tener un ligero blindaje o ninguno, llevar un obús Rusia
Una lógica extensión de estas manifes
ligero o medio con un amplio sector de dirección (360°). tacionesy Polonia.
también a China, pues es lo más pro
Su misión sería proporcionar un íntimo y directo apoyo a bable queincluiría
una tercera guerra tuviese por escenario a
las Unidades de Infantería de vanguardia y Unidades aquellos países.
aerotransportadas.
No podría usar el chasis de carro por
aspecto de la cuestión de la movilidad es el apo
ser demasiado pesado y costoso, sino un simple montaje yo.Otro
La
artillería
debe ser capaz de moverse de modo que
sobre cadenas, especialmente proyectado para este ob en todo momento
pueda proporcionar un estrecho y
jeto. Los U. S. A. no disponen de ninguno.
continuo
apoyo
de
fuegos
a la infantería y a los tanques.
Estos cuatro tiposde artillería tienen dos condiciones
junto al movimiento general, debemos considerar el
comunes: van sobre cadenas y son autopropulsados. El Así,
movimiento específico.
último tipo, sin embargo, tiene igual misión que la arti
La infantería se mueve para atacar al enemigo por
llería corriente de campaña y difiere de ella solamente donde
sea más débil, haciéndolo frecuentemente a través
en la forma de transporte. Es a este tipo al que aplica
de
dificultosos
terrenos. La artillería, en tales casos, debe
mos el título de artillería autopropulsada, pues en los ser capaz de acompañarla.
La llave del éxito es un seguro
restantes, esta condición de propulsión es secundaria e y abundante apoyo, que implica
masas de arti
incidental a su condición principal, que viene especifi llería autopropulsada; la artillería,grandes
que no queda confi
cada por sus propios nombres.
a las carreteras y no está sujeta a la inmovilización
Las condiciones a que habrá de satisfacer la artillería nada
por
el
mal tiempo y por el consiguiente dificultoso terreno.
autopropulsada referente a este tema son: movilidad, agi
La movilidad de la artillería autopropulsada es tam
lidad, agresividad y efectividad.
bién la clave de una rápida concentración de fuerzas,
Consecuentemente, las características de una tal arti
pues con relativamente cortos alcances y con extensas
herí a serían: que fuese ligera (de zz a 15 T.); que fuese zonas de acción, la artillería debe estar en condiciones de
sencilla; que tuviese las mismas posibilidades de fuego poderse concentrar en todo momento, de manera de ob
que la artillería normal (rodada), y que llevase un carro tener un efecto de masas de fuego en el más alto grado.
remolcado para municiones.
Ahora bien; como la rápida coIcentración depende de
Sus principales desventajas serían: su rñayor costo ini la
movilidad, resulta que la rotura del frente y embolsa
cial, su más alto consumo de combustible, sus más ele- miento
del enemigo dependen de la aptitud para su rá
vados gastos de mantenimiento y su menor alcance. Sus
pida
reunión.
cadenas son, sin embargo, de más duración que los neu
No cabe duda, además, que una fuerza móvil, no sujeta
máticos y menos vulnerables.
a
las
carreteras y fácilmente diseminable, está en mejo
La artillería necesita, desde hace tiempo, un tipo auto
condiciones para hacer frente a un ataque atómico
propulsado, especialmente proyectado para tal misión res
que otra compuesta por un go por ioo de Unidades que
(pero no cascos de tanques con piezas de artillería mon
no puedan dejar la carretera, pues la dispersión es la
tadas, pues esto, que sería una artillería blindada, ade
base de la defensa atómica, y la movilidad es indispensa
más de ser más costoso, resultaría más inconveniente y ble
para conseguir aquella dispersión.
sin las posibilidades de fuego de la artillería normal).
Los vehículos de ruedas no tienen la capacidad de mo
¿Cuáles son las véntajas principales de esta artillería vimiento
de los vehículos con cadenas, y, por tanto,
-
:
•
92
queda de manifiesto la necesidad de estos últirños.
La capacidad para cambiar rápidamente de posición
ante un fuego de contrahatería; la posibilidad de hacer
frente a un ataque de flanco; la aptitud para cubrir pron
tamente una retirada o trasladarse a posiciones reserva
das, desde las cuales se pueda hacer frente con ventaja
a los tanques enemigos, son todas ellas maniobras, cuyo
éxito depende de la agilidad. Del mismo modo, la agili
dad es particularmente apreciable en la defensa de las
posiciones artilleras o cuando en nuestra marcha haya
mos sido sorprendidos por alguna emboscada enemiga.
La guerra de Corea ha puesto bien de manifiesto la es
pectacular diferencia entre la artillería rodada y la auto
propulsada.
La movilidad y la agilidad son prerrequisitos del éxito.
El empleo de la artillería rodada contra un enemigo comoel que podemos esperar significaría un injustificado ries
go. La superioridad aérea, las bombas atómicas, los mo
dernos cohetes, las poderosas fuerzas navales, no podrán
relevarnos de la necesidad de atrapar a las fuerzas terres
tres enemigas, y estas fuerzas podemos contar con qu
serán muchas. Un enemigo decidido y audaz, aun co
inferiores armas, es capaz de una acción tremefida. ¿Cuán
importante entonces que nuestro valor y tenacidad sean
elevados? ¿Cuán importante también que nuestras armas
sean mucho mejcr.
El efecto de la artillería autopropulsada sobre las tro
pas (tanto de las que sirven en ella como de las que son
apoyadas) se puede pronosticar como de estimulante.
Ciertamente engendra el entusiasmo1 un sentido de con
fianza en la cooperación y, lo que es más importante,
acrecienta el espíritu de ataque de las fuerzas. La caba
llería de ayer, como las fuerzas blindadas y del Aire le
hoy, tienen ese espíritu, esa voluntad para la acción.
Cuanto más desarrollado tengamos este espíritu, más
efectivos serán nuestros esfuerzos para contener la agre
sión. Debe existir un cauto equilibrio entre el lento tipo
de artillería rodada y la artillería de asalto. La artillería
ligera autopropulsada proporcionará este equilibrio.
Permítasenos
ahora tratar de su coste y proyecto.
Desde luego, ha de ser posible proyectar y construir una
artillería autopropulsada con un coste menor que el re
sultante como término medio para el equipo empleado
en la artillería acorazada.
Al examinar los antecedentes, observamos que -el tipo
de artillería acorazada de los U. S. A. (en su calibre
105 -cm.) pesa de 22 a 26 T., mientras que la artillería
germana de igual calibre pesa rz T. Esto es un dato re
velador. En general, las artillerías autopropulsadas ale
mana y norteamericana eran análogas, pero el proyecto
de aquéllas era más sencillo: sobrepasaban nuestros al
cances en 1.200 m. y, aun con la misma tripulación, su
peso resultaba un 50 por roo menor que el nuestro. Este
modelo alemán fué también la improvisación de un obús
montado sobre el chasis de un tanque.
Un modelo blindado, muy ligero, similar al germano
antes descrito, es el tipo que nosotros proponemos para
artillería autopropulsada en general. Debería tener an
chas cadenas para dar una pequeña presión sobre el te
rreno (unos 0,562 K. x cm2); suspensión “Christie”; baja
silueta (menos de 2,40 m.); la separación del suelo del
T-34 soviético (unos 40 cm.); capacidad pa.ra grandes
ángulos de tiro (74grados), que podía alcanzarse con un
montaje de pedestal; un sector de tiro horizontal de 6o’
a 900; corto retroceso; un armamento primario, consti
tuído por un obús de 105 mm. con un alcance aproxi
mado de .15.500 m., y un armamento secundario de una
ametralladora ligera; con velocidad de 40 a 50 Km. por
hora, y un remolque donde puedan cargarse roo dispa
ros, además de los 50 ó 70 que pueda llevar en el ve
hículo. Todo esto significa un ligero blindaje; dos plan
chas de acero de 3 mm. de espesor, separadas por aire
o fibra de cristal, proporcionarían un ligero blindaje
para- el compartimento de la tripulación, incluída la
cubierta.
El motor debería ser un Diesel, que proporcionase
unos ro HP por tonelada. El modelo alemán antes citado
tenía una potencia de 11,5 HP por tonelada, teniendo
además su rueda de engrane tractora en su parte ante
rior y una transmisión sincronizada.
Esta es la clase de artillería que necesitamos, expre
samente proyectada, con ligero peso y gran simplicidad
(por lo que no necesita muchbs de los últimos adelantos
empleados en los tanques).
Documentados Jefes del Servicio Técnico han opi
nado que sería-posible construir un tipo eficaz de artille
ría autopropulsada por un coste análogo al del equipo
completo de artillería rodada.
ElnuevomaterialdelEjércitotrancés.—
Lascomunicacionesmilitáresporcable.
De la publicación francesa Revue Militaire d’Information. (Traducción del Comandante
de Ingenieros Juan López Díaz de la Guardia, del Parque Centriil de Transmisiones.)
III.—El
-
material futuro.
El progreso de la técnica en todos los órdenes ofrece
nuevas posibilidades, pero también crea nuevas necesi
dades.
El material futuro debe ser capaz de satisfacerlas.
¿Cuáles son los principios generales que debe presidir su
concepción? Ante todo, tenemos que hacer una síntesis
de todas las enseñanzas obtenidas de las últimas cam
pañas. Después, armonizar los nuevos materiales y su
doctrina de empleo con las posibilidades actuales de la
-
técnica. Estas dos condiciones marcan la evolución, que
se caracteriza:
i.°
Por nuevas exigencias que se ajustan a las nor
mas clásicas y la facilidad de empleo:
a) Ante todo, la necesidad de que -los materiales re
sistan a todos los climas; tanto en las regiones tropicales
y polares como en las templadas.
b) La miniaturación y normalización de las piezas
sueltas, que deben permitir presentar en ‘olumen más
93
-
pequeño elementos más complejos y facilitar su indus
trialización.
e)
Por último, el aislamiento de los materiales, prin
cipalmente de los de las Unidades de campaña.
Los aparatos de tendido para estos diversos tipos d
cable corresponden, evidentemente, a la condición d
empleo y a su calidad. Para la primera línea ha sido estu
diado un procedimiento que permite al cable desenro
llarse solo, como un ovillo de bramante devanándose sir
2.°
En la explotación del materia]:
ayuda de ningún órgano que dé vueltas. Independiente.
a)
Por un aumento del alcance de los circuitos im mente del beneficio en peso y poco trabajo para el sol
dado, este nuevo método permite, entre otras de tendidc
puesto por el alargamiento de zonas de combate, pu
diendo obtenerse por el empleo de nuevos plásticos y la sobre vehículos, el lanzamiento de tal cable por mortero
o cohete y la colocación de ciruitos por avión o helicóp
realización de amplificadores de líneas.
tero para el alto de cortaduras importantes.
b) Por un aumento de tráfico justificado por la im
No obstante, la utilización de bobinas no será abando
portancia de los enlaces entre las Unidaaes de çombate y nada, puesto que permite de un modo sencillo la recupera
los servicios que las aprovisionan, así como por la com ción del cable sobre el terreno.
plejidad de los enlaces del Alto Mando.
También ha sido experimentado otro dispositivo utili
zable sobre vehículos. Hasta ahora, el cable se desenro
Este aumento puede ser satisfecho:
llaba obre el vehículo dando vueltas a la bobina; los
1.0
Por la multiplicación sobre una sola línea física cambios bruscos de velocidad ponían en juego la inercia
de la bobina, engendrando desórdenes que llegaban has
de varias comunicaciones telefónicas y telegráficas, me
diante el empleo de cables que permiten hacer el servicio ta la rotura del conductor. Los experimentos han sido sa
tisfactorios.
de comunicación con corrientes portadoras.
Para el cable en cuadrete ha sido realizado un sistema
2.°
Por la intensificación del telégrafo gracias al em
de enrollamiento-desenrollamjento
sobre todos los te
pleo sistemático de teletipos manuales, de transmisiones
rrenos.
automáticas y la utilización de aparatos de facsímil que
Señalemos, por último, el interés que podría tener en
reproduzcan tanto los croquis como los textos.
muchos casos una línea compuesta de apoyos ligeros de
implantación rápida que sirviera de soporte a cables li
Veamos lo que la técnica nos permite eperar:
geros multicanales o a un grupo en cuadrete capaz de
dejar pasar sin debilitación una banda de frecuencias teó
a)
El porvenir de los cables.
ricamente infinitas.
Se puede. disponer actualmente, aparte del caucho, de
cuatro nuevos termoplásticos:
b)
El malerial tele/ósico.
1.°
El cloruro de vinilo, de una cualidad equivalente
La técnica telefónica está suficientemente adelantada
a la del caucho, pero de una resistencia al rozamiento para que quepa esperar en el material del porvenir me
muy superior. La incorporación de plastificantes le per joras tan sensibles como para los cables.
mite quedar flexible entre —25° y + 800.
Sin embargo, aún es posible dar a los materiales actua
les
una mejor presentación (peso, manejo, estanqueidad,
2.°
El polietileno, lo mismo que algunos de sus deri resistencia
en el trópico); una mayor comodidad para su
vados, de una constante de aislamiento dos veces más puesta en obra (piezas comunes a muchos aparatos, ele
débil que el caucho, bastante poco resistente al desgaste, mentos desmontables y fácilmente transportables); una
pero conservando todas sus propiedades entre
400
y mayor ligereza de explotación.
+ 900.
El futuro teléfono de campaña, por ejemplo, destinado
a las Unidades de primera línea, deberá permitir- todas
3•0
El nylon, dotado de una gran resistencia mecá
las posibilidades actuales; pero deberá ser más ligero, es
nica y, sobre todo, de una gran resistencia al desgaste.
tanco y con mejores cualidades telefónicas.
40
Los silicones, de una excelente resistencia al aisla
El aparato utilizado en el escalón de las grandes Uni
miento y dotados de notables propiedades de estabilidad
dades puede ser adoptado por la Administración civil,
en una gama muy extensa de temperaturas (5O0 a 3oo0).
actualmente
fabricado en grande series. Se ha pedido
Un empleo combinado de estos nuevos productos debe simplemente que se le añada una caja aislada para su
permitir la mejora sensible del alcance de los cables, alar transporte.
gar su gama de resistencia a la temperatura sin dismi
Las primeras centrales de primera línea, en las que un
nuir por ello su solidez ni su comodidad de empleo.
primer estudio ha culminado en la realización de cua
Los estudios en curso parecen cristalizar sobre la pues
dros con 7 y i6 direcciones, pueden ser mejoradas, tanto
ta a punto de cuatro tipos de cable.
desde el punto de vista de su presentación como de su
Un cable en espiral, aislado bien por cloruro de vinilo explotación.
o por polietileno recubierto de nylon, cuya zona táctica
Del mismo modo pueden mejorarse las centrales de
de utilización englobaría a los de W. 130 y 110 W.
División y C. E., incluso instalándolas sobre vehículos
Un cable de larga distancia con dos conductores bajo con varios cientos de líneas. Por razones de normaliza
pantalla inspirado en eJ 143 W., pero de cualidades eléc ción, las clavijas utilizadas en todos estos aparatos son
tricas mejoradas por la utilización del polietileno.
de. un tipo único. Para puestos de mando importantes,
Un cable en cuadrete, en el cual el aislamiento será de pueden emplearse centrales automáticas de pequeña o
polietileno, y la protección exterior de cloruro de vinilo. gran capacidad. Una central de este tipo ha sido ya ob
Una trenza de acero colocada entre estos dos termoplásti
jeto de experimentación satisfactoria.
cos hará este cable autoportador. Provisto de enchufes es
tancos, permitirá, enbuenas condiciones de diafonía, trans
c)
El punto de vista telegráfico.
mitir un número de comunicacionés igual a 6, 12 ó 24.
Con estos tres tipos de cables ya se han obtenido bue
El teletipo se ha impuesto como instrumento de una
nos resultados.
importancia equivalente a la del teléfono. Las mejoras
Un cable de tipo “coaxial”, que puede transmitir un introducidas no han podido lograr aún un aparato sufi
gran número de comunicaciones telefónicas y utilizable cientemente ligero y que satisfaga todas las necesidades
en el escalón de las grandes Unidades.
militares de empleo.
—
:94
La explotaciÓn manual de un teletipo no permite al
zparato dar todas sus posibilidades de velocidad de trans
misión. En el caso de mucho tráfico, se utiliza la mani
pulación automática. Se registra previamente por perf oración de una banda el mensaje a transmitir y se coloca
Ea banda en un emisor automático. A su llegada el men
saje es recibido y registrado en la misma forma.
Laposibilidad, para las Unidades en campaña, de poder
transmitir rápidamente croquis, imágenes, cartas con un
texto manuscrito, puede lograrse actualmente por medio
de aparatos tipo facsímil, que presentan numerosas mejo
ras sobre los R. C. 58 y los R. C. 120 existentes. Un men
saje puede ser transmitido con velocidad y claridad sufi
cientes. Parece que se va a la realización de dos aparatos:
Uno para grandes Unidades en tráfico continuo y
grandes distancias.
Otro para Unidades de primera línea portátil y pe
queño consumo.
El empleo de aparatos telegráficos simplificados y de
una velocidad reducida correspondiente al tráfico de
primera línea debe ser también estudiado.
La utilización de estas radiaciones
muchas posibilidades:
invisibles ofrece
t.°
La visión de noche en el infrarrojo próximo.
z.°
La telefonía en infrarrojo.
.°
La detección y la fotografía en el infrarrojo lejano.
Los aparatos para conducir vehículos de noche o efec
tuar tiro nocturno están actualmente estudiados. En
principio, consiste en iluminar el paisaje por el infrarrojo
producido por un procedimiento cualquiera y en mirar
este paisaje con la ayuda. de un dispositivo especial se
leccionando el infrarrojo y llevándolo por un sistema óp
tico a una célula fotoeléctrica.
La detección de rayos infrarrojos enemigos puede ha
cerse con otro aparato, basado en el empleo de capas fos
forescentes impresionadas por la emisión a detectar.
La telefoní a en el infrarrojo próximo consiste en mo
dular por la voz una emisión, de infrarrojo y en, recoger
ésta directamente por un aparato receptor. Los aparatos
de este género son ligeros, de fácil manejo, pudiendo ser
ventajoso para el funcionamiento de grandes cortaduras.
El infrarrojo lejano es el que emiten la mayor part’e de
d)
Equipos de circuitos.
los cuerpos. Se comprende fácilmente el interés que hay
Un dispositivo con corrientes portadoras, previsto para en poder detectar por el calor propio que desprenden, ta
encaminar seis canales telefónicos, ha sido objeto de una les como los carros, ‘las patrullas, un barco, etc., o en
realización en cajas de aleación ligera transportables y obtener de un paisaje emitiendo radiacicines de una de
estancas. Este material permite asegurar un enlace de cena de micras una fotografía de noche que interesa.
150
Km. con ayuda de dos repetidores encuatro hilos no
vigilados, telealimentados por cada instalación terminal.
Un dispositivo análogo, pero asegurando 12 6 24 ca
Conclusión (i).
nales telefónicos, podría ser estudiado como una exten
sión del material precedente.
Las posibilidades industriales en la técnica telegráfica
Puede añadirse al dispositivo con corrientes portado
y telefónica son suficientes para satisfacer rápidamente
ras un equipo de telegrafía armónica, sustituyendo en las necesidades. En la técnica de cables, por el contrario,
uno de los canales telefónicos un haz de ocho canales ciertas materias primas deben ser importadas (polietileno)
telegráficos en duplex.
y otras fabricadas en Francia (cloruro de vinilo); necesi
El estudio del rendimiento de los circuitos de primera tan todavía una ligera transformación y la industria de
línea ha llevado a la realización de un repetidor de cam fabricación de cables franceses se oriente hacia los equi
paña y a la puesta a punto de un amplificador terminal, pos y herramientas más modernos para producirlos al
uniéndose a un teléfono y pudiendo mejorar la comuni
necesario.
cación de un abonado colocado en defectuosas condicio ritmo
Finalmente, la homogeneización de los materiales no se
nes de transmisión.
obtener más que aumentando el número de expe
Es preciso, por último, decir algunas palabras de una puede
riencias para su buen empleo.
técnica ligada a las transmisiones con hilo y cuyas apli
Y, para terminar, señalemos un punto de vista impor
caciones militares presentan un interés innegable.
tante: Al progreso en el material debe corresponder una evo
Se trata del infrarrojo; se entiénde por infrarrojo la lución paralela en la instruccjófl del combatiente. No es su
zona que se extiende entre las oñdas luminosas visibles y ficiente construir, es preciso instruir para la éxplotación
las ondas radioeléctricas, osea desde o,8 micras a 400 mi
del material.
cras. Las longitudes de onda más interesantes están en
o,8 a 2 micras, zona llamada “infrarrojo próximq” y al
(i)
Se refiere el autor a Francia.
rededor de io micras, o “infrarrojo lejano”.
La infantería blindada es diferente.
Capitán Koburger. De la publicación norteamericana Armor. Reproducido por la brasileña
A Defesa Nacional. (Traducción del portugués del Comandante de Artillería Eduardo Ory.)
La in/cinteria blindada acli2a siempre en cooperación, nunca aislada, normalmente
montada, pocas veces a pie, esencialmente por el movimiento y rara vez estáticamente.
La organización y el empleo táctico de la infantería
blindada (1. B.) difieren, esencialmente, de los de la in
fantería normal o de línea, y, desde luego, no es, ni mu
cho menos, esta última transportada en vehículos blin
dados. Examinemos, pues, estas diferencias, para así com
prender mejor la razón de ‘ser y forma de actuar de esta
infántería.
t
Misión.
La misión de la 1. B. es cerrar sobre el enemigo y des
truirlo por el fuego y por la maniobra; rechazar en com
bate próximo los ataques adversarios y, lo que es más
importante, apoyar a las Unidades de carros de las Di
visiones blindadas.
‘‘“
.
.95
La diferencia fundamental en la 1. B. y la de línea
queda de manifiesto en el hecho de que, en tanto en las
Divisiones normales los carros de combate existen para
facilitar el avance de la infantería (de línea, claro es), en
la División blindada está la 1. B. para facilitar el avance
de los carros. Para ello, la División blindada cuenta con
cuatro Batallones de 1. B., cuya base la constituyen tres
Batallones de carros medios y_un Batallón de carros pe
sados.
Según los reglamentos norteamericanos, la misión prin
cipal de la 1. B. es apoyar a las Unidades de carros, y no
parece existir otra razón que justifique su presencia en
las Divisiones blindadas.
Organización.
Para cumplir la misión antes indicada, el Batallón de
1. B. (la mayor Unidad de esta clase de infantería) cuen
ta, según la actual organización norteamericana, con un
Mando con su E. M.; una Compañía de mando y servi
cios, cuatro Çompañías de fusiles iguales y un destaca
mento de Sanidad.
Las diferencias entre los Batallones blindados y los de
línea son evidentes. Aquéllos son administrativamente
independientes;
están montados totalmente sobre ve
hículos. de ruedas, de oruga o mixtos (en tanto que los
hombres de los de línea marchan a pie); tienen una ma
yor proporción de armas automáticas en las Unidades
más elementales, y aunque no disponen de los modernos
cañones sin retroceso, tienen cuatro Compañías en lugar
de tres, si bien no disponen de la Compañía de armas pe
sadas de Batallón.
Empleo táctico.
-
Los Batallones de 1. B. son Unidades altamente móvi
les y francamente blindadas, capaces de ejecutar la ma
yor parte de las misiones generales de la infantería nor
mal y además otras varias específicas, tales como el
acompañamiento de los carros en sus acciones ofensivas
(transportando a sus hombres en sus vehículos blindadds
orgánicos, a pie o incluso móntados en los carros atacan
tes), con el fin de cerrar el contacto con el enemigo y des
truirlo. La 1. B. tiene capacidad tanto para recibir y absor
ber unidades de refuerzo (con el fin de constituir grupos
tácticos de armas combinadas) como para proporcionar
sus Compañías con el mismO- propósito. Puede también,
aunque siempre con el apoyo de los craros o de otras ar
mas, remover o establecer obstáculos, y, en- fin, organi
zar y defender una zona de terreno.
Las diferencias tácticas entre los Batallones 1. B. y
los de infantería normal son claras:
La 1. B. funciona normalmente como parte de un com
binado carros-infantería. Siempre habrá algunos carros
con la. infantería o alguna infantería con los carros, lo
que no es regla general para la infantería de línea.
La 1. B., en el ataque,, despliega montada en sus ve
hículos, en tanto la de línea lo hace a pie.
En la defensiva, la 1. B. realiza una defensa móvil,
mientras la de línea preconiza una estática a toda costa.
En fin, la 1. B. defiende las avenidas de aproximación
del enemigo, en tanto la de línea guarnece las líneas prin
cipales de resistencia.
La 1. B. ha sido, pues, creada para emplearse como
parte integrante de los grupos tácticos blindados—ca
rros, infantería, ingenieros—, fuertemente apoyados -por
la artillería y por las fuerzas aéreas, y por esto, el inter
cambio entre los Batallones de carros y los de 1. B. es
usuay
aconsejable en las operaciones normales de blin
dados; m4s aün, pueden formarse Batallones de 1. B. re-
96
forzados, constituidos por dos Compañías de 1. B., d
Compañías de carros, Compañías de mando y servicic
con su mando y E. M. de Batallón correspondientes.
Dependencia del cañón del carro.
Donde se vean elementos de 1. B., por reducidos ql.
sean, habrá también Secciones o Pelotones de carro
Esta parece ser la justificación de no haberse dotado
los Batallones de 1. B. de las armas sin retroceso, cuya
misiones pueden asumir, con ventaja, los cañones de 1
carros. Además, ésta es la razón de que la 1. B. no deb
asumir misiones independientes, en las que otros tipc
de infantería (ligera, de linea, de montaña o paracaidist
se desenvuelven tan bien. La 1. B. es, pues, una infant
ría pesada, yla mayor proporción de armas automática
que la caracteriza actúa como un verdadero gravame
para su movilidad a pie;- como contrapartida, ninguna d
las otras infanterías actúa con los carros mejor que e11
Ahora bien, hay excepciones. Las patrullas nocturna5
la apertura de brechas en los campos minados, las opera
ciones de paso de cursos de agua y los ataques nocturno
son, por ejemplo, acciones que obligan a la 1. B. a actua
a pie, en la forma tradicional de la infantería, bien po
imposiciones del secreto o de la sorpresa o a causa de lo
obstáculos que impiden a los carros el seguirla de cerca
Son operaciones especiales, de objetivos limitados, y, er
ellas, siempre la 1. B. tendrá el vigilante apoyo de lo
carros.
Conviene hacer notar, como consecuencia de las expe
riencias de la campaña de Italia y últimamente de li
guerra de Corea, que son excepcionalmente raros los te
rrenos en que los carros no pueden actuar. Según el Ge
neral Patton—tan conocedor del blindaje y de su em
pleo—, “no hay, propiamente, un ‘terreno “para carros”,
en el sentido restringido de la frase. Hay terrenos que son
más favorables que otros, pero los carros han operado y
pueden operar en cualquier parte”.
El vehículo blindado de transporte
de personal.
Para aumentar su eficiencia como tropa de apoyo, la
1. B. está totalmente transportada sobre orugas o sobre
ruedas.
El moderno transporte de personal norteamericano es
un vehículo blindado oruga y armado con una ametra
lladora de 12,7 mm., asignado a la infantería, con el fin
de capacitarla para el acompañamiento de los carros en
cualquier momento, en cualquier lugar y en cualesquiera
circunstancias, si bien sin que pueda ser utilizado como
vehículo de asalto. Las máximas posibilidades de la in
fantería como tal sólo puede desarrollarlas a pie y con sus
armas.
Desmontada la L B., los vehículos de transporte pue
den ser utilizados para constituir o completar la base de
fuegos o como suplemento del plan de fuegos defensivos,
según los casos. Pueden también utilizarse para proteger
los flancos y la retaguardia de las pequeñas Unidades.
De cualquier forma, representan un considerable poder
de fuego, que no debe despreciarse ni dejarse inactivo.
-
El ataque.
La misión de los “infantes enlatados” (como vulgar
mente se los llama en Norteamérica) es, pues, ayudar e
impulsar la velociad (movilidad) y la violencia (potencia
de fuego) de los ingenios blindados, explotando al má
ximo el efecto de choque resultante. La disponibilidad
de los vehículos blindados para el transporte de las tropas
le combate permite que la 1. B. despliegue en el ataque
montada, manteniéndose así hasta llegar a la línea de
asalto, siempre bajo la protección y cobertura de las
Unidades de carros atacantes, con las que marchan en
estrecho contacto. Esta manera de proceder tiene tres
esenciales ventajas: primera, la infantería llega fresca,
descansada y en el momento oportuno; segunda, un ma
yor número de combatientes llegan hasta la línea de asal
to; finalmente, el ataque se conduce a una velocidad que
es la de los vehículos y no la de la infantería a pie. Un
gran porcentaje de las bajas de la infantería se produ
cenÇ normalmente, en el avance desde la posición de par
tida a la de asalto. En ial. B., estas pérdidas se reducen
al mínimo, recorriéndose esa distancia a una velocidad
de 30 K p. h., en lugar de 3, en vehículos blindados, y
haciendó el máximo uso tanto del efecto de los fuegos de
los carros como de los de la artillería de apoyo y de la
aviación, pira neútralizar la actividad física y desviar las
fuerzas mórales del enemigo.
Defensa.
Esta movilidad táctica protegida de la 1. B. la hace
también apta (siempre con sus carros de cooperación)
para defender una zóna por el fuego y por la maniobra.
Tal tipo de defensa móvil supone coloçar pequeños
grupos de infantería-carros en una línea de puestos avan
zados, manteniendo los puntos fuertes del terreno, cruces
de caminos, etc., en tanto que el grueso de la fuerza (in
cluyéndose en el rnismó la mayoría de los carros) es man
tenido como reserva móvil.
Cuando el enemigo define su dirección de esfuerzo y
punto de aplicación, esa reserva—bastante fuerte en ca
rros—contraataca
de flanco, eligiendo un objetivo bas
tante adelantado de la posición avanzada, en donde ten-
ga posibilidades reales de destruir al enemigo. Si la infan
tería normal tuviera que hacer esto y el enemigo dispu
siese de cualquier pequeña fracción de artillería, el con
traataque sería sofocado en poco tiempo.
También la 1. B. utiliza la defensa móvil, como conse
cuencia de los extensos frentes que normalmente debe
mantener, y que, con sus efectivos, no puede pensar en
defender palmo a palmo, aunque sí aceptar el riesgo pre
meditado de defender los probables caminos de aproxi
mación, vigilando el resto del terreno por la observación,
por el fuego lejano o con patrullas. La infantería normal,
dejando a un lado la maniobra, procura mantener su po
sición de combate a toda costa, basando su defensa en la
conservación de una L. P. R. con una L. D. (líneas con
tinuas con fuegos rasantes), establecidas a lo largo de su
frente y realizando sólo contraataques muy limitados,
con el objetivo preciso y único de restablecer la si
tuación.
La 1. B. defiende, pues, el terreno por el luego y por la
maniobra, y no se esfuerza en mantener sus posiciones.
Aguarda al enemigo en las probables avenidas de apro
ximación, que defiende tan sólo hasta localizar su es
fuerzo principal, canaliza este ataque y gana tiempo y
espacio para el decisivo contraataque de las reservas.
La 1. B. puede asumir el 99 por ioo de las misiones de
la infantería normal, de modo tan eficaz—o incluso mejor
a veces—que la gloriosa infantería de línea, aunque nunca
lo hará del mismo modo que ésta. La continua coopera
ción de un gran número de carros, junto con la disponibi
lidad de vehículos blindados de transporte de personal,
aumentan en mucho la movilidad táctica de la 1. B., en
relación con su hermana mayor la infantería de línea.
Cuando su diferencia con aquélla sea bien comprendida,
la 1. B. comenzará a desarrollar su completa potenciali
dad, como verdadero elemento clave de los Grupos tác
ticos blindados.
¿Paraquésirveunaametralladora?
Mayor Robert H. ClageU. De la publicación norteamericana Cern.
bat Forces Journal. (Traducción de la 8. Sección del E. M. C.)
Desde la aparición de la ametralladora en los campos
de batalla, hace alrededor de cincuenta años, su des
arrollo ha sido regido más bien por las posibilidades téc
nicas que por las exigencias tácticas. Por ejemplo,nadie
ha estudiado nunca realmente cuál debería ser la óptima
velocidad de tiro de una ametralladora para su empleo
por las fuerzas de tierra contra objetivos terrestres.
Nosotros (todos nosotros, en todas las armas) nos hemos
movido sobre la creencia de que “cuanto más rápida,
mejor”, basada solamente en lo que concierne a su po
der mortífero. Logísticamente, sería más deseable una
menor velocidad de tiro, y tácticamente, tendría igual
efectividad.
Consideremos la Am. 42 el arma de la “Wermacht”.
Su velocidad de tiro era de 1.200 disparos por minuto.
Esto representa 20 impactos por segundo o uno cada
veinteavo de segundo de fuego. Supongamos que usted
dispara aproximadamente sobre un blanco. La primera
noticia queel blanco tiene de que está usted tirando so
bre él es el chasquido de una bala en su proximidad (su
primer tiro perdido). Supongamos además que el blanco
tiene un período de reacción humano normal, esto es,
cinco octavos de segundo. En este tiempo, ir balas ha
brán pasado por su proximidad, cualquiera de las cuales
podía haber matado o incapacitado. Entonces tiene que
moverse o tomar alguna medida para protegerse. Esto le
ocupará un considerable plazo de tiempo, durante parte
del cual estará todavía bajo su fuego. Porque mientras
él se mueva dentro del cono de dispersión de tiro, está
expuesto a ser alcanzado por un disparo cada veinteavo
de segundo.
¿Es necesaria esta gran velocidad de tiro?
A deducciones completamente distintas llegaríamos si
consideramos el factor psicológico. Preguntad a cual
quiera que haya combatido contra la “Wermacht” y que
en el silencio de la noche haya oído el canto desolador de
una Am. 42. Muchos bravos corazones ha sobrecogido. No
permitía mucha tranquilidad para ponerse a pensar que
el tirador de esa ametralladora estaba desperdiciando la
munición y pronto tendría que preocuparse del muni
cionamiento.
Yo no tengo ninguna solución, ni la tiene usted. En
contrar una buena solución no es cosa fácil, sino un com
plicado problema, en el que deben intervenir brillantes
97
cerebros, dedicados a la especulación objetiva y provistos trincheras de xgi8 había lugar para la barrera principa
de los datos necesarios para llegar a conclusiones válidas.
cuando la infantería asaltaba en olas con dos a cinc
Las Fuerzas aéreas hicieron un estudio de la velocidad pasos
de intervalo entre hombres; pero hoy la defens
de tiro de sus ametralladoras y dedujeron que los cazas
concierne más a la observación y al tiro contracarro
rápidos alemanes se escapaban entre las balas dispara
¿No podemos defendernos_o más bien no nos defende
das por las ametralladoras de los bombarderos america
nos. Elevando la velocidad de tiro, precavieron tales mos—en posiciones elevadas y que se lleve el diablo l
barrera principal? Preguntad a cualquier Oficial de ope
fugas.
Técnicamente, mucho puede decirse sobre la velocidad raciones de Batallón qué le ha sucedido cuando ha tra
de tiro apropiada para cada tipo de ametralladora. En el tado de establecer las barreras principales situadas sobr€
instante de cada disparo, todo el mecanismo retrocede y superponibles para el plan de fuegos del Batallón.
Por lo que se refiere al tiro indirecto, ¿puede una ame
vuelve a entrar en batería. Si vuelve a disparar desde la
tralladora,
cualquiera que sea su velocidad de tiro, situar
misma precisa posición desde la que disparó la anterior
vez, puede decirse que éste es su “ritmo natural”. Si este más fuego efectivo en una zona alejada que los morteros
de 71 mm. o de 4,2 pulgadas en un tiempo dado? Aun el
ritmo se tiene en cuenta al proyectar las diversas ametra
más ortodoxo tendrá que reconocer que la ametralladora
lladoras, es muy probable que se consiga un cono de dis es
un arma inadecuada para el tiro indirecto.
persión muy cerrado.
qué sirve entonces una ametralladora? Esta es
Pero aún no hemos decidido si nos conviene un cono una¿Para
cuestión
si las barreras principales y el
de dispersión cerrado. Quizá podría tolerarse uno más tiro indirecto razonable,
se
eliminan
de su empleo táctico y de su
abierto que el que nos proporciona la Browning actual.
Mi respuesta es que deberíamos emplearlas como
Después de todo, una ametralladora no necesita meter técnica.
cada bala por el agujero abierto por la anterior. Tal vez realmente lo hacemos cuando pretendemos usarlas de
fuera mejor la zona cubierta por la escopeta. Si esto es manera anormal. Las empleamos para pegar al enemigo
así, podemos ahorrarnos mucho peso, prescindiendo del al terreno y restringir sus movimientos, mientras los fuajuste micrométrico en el mecanismo de retroceso y en siles y las armas de tiro indirecto le persiguen con su fue
go. Las usamos para desarticular en lo posible el ataque.
el montaje.
Las usamos para sellar las aspilleras, mientras otras ar
Es de desear que se empren da un estudio sobre veloci
mas más efectivas llevan su fuego sobre las fortifica
dades de tiro de las ametralladoras, y nosotros, la Infan
tería, instaremos al investigador a que tenga en cuenta ciones.
examen de la.s estadísticas de heridos muestra que
todos los aspectos: táctico, logístico y psicológico. Como la Un
munición
las armas pequeñas produce un pequeño
contribución de la Infantería a este estudio, nosotros de porcentaje de.debajas,
en comparación con los otros tipos
bemos proporcionar ideas sobre el empleo táctico de la de munición. Pero sabemos
que nadie puede exponerse
ametralladora.
En este aspecto, yo soy heterodoxo. Sin
impunemente
al
fuego
de
las
armas pequeñas; de aquí
tratar de rozar la tierna sensibilidad de los ortodoxos,
plantearé algunas cuestiones que puedan ser objeto de que la más grande contribución del fuego de la ametra
lladora a la táctica es mantener al enemigo pegado al
meditación.
terreno. Así es exactamente como usamos las ametralla
¿No estaremos en la mentalidad de 1918 cuando enca
doras
hoy.
recemos el empleo de las ametralladoras en la barrera
Para estos usos, yo creo que son convenientes veloci
principal de una posición defensiva en la forma que lo dades
de tiro más bajas, porque pueden cumplir su co
hacemos?
metido
con menor gasto de munición. Se puede entonces
¿Podemos esperar prohibir y hacer infranqueable cual
prescindir del ajuste micrométrico y suprimir el diez
quier línea que pueda ser batida con tiro rasante?
por ciento o más del peso del montaje.
¿No deberíamos considerar por un lado la barrera prin
Establezcamos los infantes para qué necesitamos ver
cipal y por otro la infantería que se infiltra reptando bajo daderamente
la ametralladora y pasemos este informe a
el fuego rasante?
técnicos
competentes
que puedan determinar la veloci
¿Podemos normalmente esperar encontrar un terreno
dad de tiro apropiada. Entreguemos entonces estos da
a propósito para desencadenar la barrera principal cuan
do se organice una posición defensiva a lo largo de la tos a la industria y pronto tendremos una ametralladora
apropiada a nuestra misión: “cerrar con ella el paso al
cresta militar de una colina o de una divisoria?
y destruirlo”.
Para encontrar este terreno, ¿no tendremos que bajar enemigo
Al escéptico que diga que aprendemos por la experien
de las colinas y divisorias y establecernos en posiciones
cia, yo le recordaría que “el niño quemado huye del fue
indefendibles?
go” pero “huir” es todo lo que él ha aprendido por expe
Nada tengo que decir contra las barreras producidas riencia. Un claro entendimiento le conduciría a usar un
por ármas de tiro indirecto, las cuales pueden convertir atizador para manejar el fuego sin quemarse.
una zona de terreno en un círculo de fuego durante unos
Mi alegato es sencillo: Necesitamos proyectar ametra
momentos; pero no son puertas de acero que puedan ser
que llenen nuestras necesidades, no planear el
cerradas en la cara de un determinado enemigo. En las lladoras
uso que hemos de hacer de las ametralladoras que nos dan.
98
ElproblemadelaarticulacióndelaDivisión
deInfantería(D.1.)enagrupacionestácticas.
Teniente Coronel de Infantería Giuseppe Ronga. De la publicación italiana Rivista Militare.
(Traducción del Coronel de Artillería Fern4ndez Ferrer.—Extracto de la Redacción.)
[.—tQué se entiende por Agrupación táctical
11.—La articulación de la D. 1. en Agrupaciones tácticas
en el aspecto táctico.
En una de nuestras instrucciones reglamentarias, di
El problema de dicha articulación origina las pregun
cha agrupación se define como un conjunto de Unidades tas de si ésta es necesaria y, en caso, afirmativo, cuándo
reunidas para un determinado /in práctico, en el cual deberá adoptarse.
el Arma principal que representa su estructura (Infantería,
Como es sabido, la experiencia ha demostrado que en
Caballería, Carros de combate) constituye un complejo del la guerra aparece frecuentemente la necesidad de modi
orden de Regimiento.
ficar la articulación inicial de las fuerzas, constituyendo
En otra disposición reglamentaria se manifiesta que conjuntos que tengan formación distinta y potencia pro
la agrupación táctica es un complejo de Unidades de va
porcionada a la misión que han de desempeñar.
rias Armas reunidas bajo un mando único, para alcanzar
Por tanto, la respuesta a la primera pregunta parece
un particular fin táctico, aun con su propia maniobra, que debiera ser siempre afirmativa.
en el cuadro ofensivo o defensivo de una G. U., cuando las
En cambio, para contestar a la segunda, es preciso
exigencias de situación o de terreno impongan una des considerar algunos razonamientos, con objeto de estable
centralización de fuerzas y de mando. En el expresado cer puntos que nos sirvan de base de partida para que
conjunto, la Unidad del Arma principal que constituye entremos en el estudio que nos hemos propuesto.
su osamenta (bien sea de Infantería, de Carros o de Ca
Nos es necesario considerar en parangón la columna
ballería mecanizada) es del orden de Regimiento.
de ataque y la agrupación táctica. Nuestra doctrina re
La Agrupación táctica es, por tanto, un complejo he
glamentaria define la columna de ataque como “un con
terogéneo del cual podrán formar parte: i.°, un número junto de varios Batallones eventualmente reforzados” o de
variable (no inferior a dos) de Batallones de Infantería
un Batallón reforzado que—tomando parte en un ata
o de Carros, o bien de Grupos de Escuadrones de Caba que efectuado por una División, Brigada alpina o acora
llería mecanizada (estructura del conjunto); 2.°, Unidades
zada—es empleado con acción unitaria a las órdenes de
de Caballería, Carros e Infantería; 3.°, Unidades de Arti
un solo Jefe, a fin de poder alcanzar un objetivo que
llería y de Ingenieros (cooperantes).
coincida o tenga conexión con el de la G. U. mediante
La constitución de la Agrupación táctica es de carác
una sucesión de esfuerzos efectuados a caballo de una
ter temporal y se constituye teniendo en cuenta su rela
dirección única.
ción a un determinado cometido táctico. Por consi
Por tanto, en la constitución de los dos conjuntos pa
guiente, es variable.
recen existir las siguientes características diferenciales:
La espinosa cuestión de si las Agrupaciones tácticas
Agrupación táctica: Tiene cons’
deben constituirse de manera fija o bien por una razón Columna de ataque: Tiene cons
titución heterogénea (de va
manifiesta, está dilucidada porque es, en efecto, evidente
titución
preeminenteifleflte
rias Armas) y posee siempre
homogénea y no tiene artille
que tales conjuntos no pueden ser constituídos de ante
artillería.
ría
propia.
mano de manera constante y orgánica, porque si dicha
constitución fuese rígida, impediría adaptarlos a las ne
La diferencia sustancial entre los dos conjuntos con
cesidades contingentes que, como es sabido, nacen de la
siste, pues, en que la columna de ataque no tiene arti
situación del terreno y de la misión.
Por último, es conveniente poner de relieve que la ar llería propia, mientras que la agrupación la posee.
Entre los dos conjuntos existen también otras diferen
ticulación de la División en Agrupaciones tácticas es con
secuencia de la necesidad, impuesta por la situación y el cias, a saber:
terreno, de descentralizar parte de las fuerzas y por la
a)
Con respecto a la libertad de acción.—La columna
acción de mando, y se halla subordinada a situaciones
tiene una esfera de acción limitada y se le indican el ob
contingentes.
jetivo, la directriz, el dispositivo, etc. La Agrupación
Por otra parte, las definiciones quq acabamos de citar táctica goza de plena libertad de acción y solamente re
determinan que uno de los componentes de la Agrupa
cibe la indicación de su cometido.
ción constituya su estructura, lo cual es muy importante,
b)
En relación a la acción que ambas desenvuelven.—
porque nos permite establecer: i.°, las modalidades de la La columna, por lo general, no maniobra, efectuando so
propia Agrupación (que serán las del Arma principal); lamente una alimentación del esfuerzo, y, por tanto, no
2.°, los tipos de Agrupaciones tácticas que es posible tiene reserva ni parte alícuota de fuego en propiedad.
constituir (de Infantería, de Caballería blindada o de La Agrupación efectúa una maniobra propia, para lo
Carros).
cual dispone de una reserva y dispone de una potencia alí
En resumen, la Agrupación táctica presenta las siguien
de fuego en propiedad (es decir, de artillería descen
tes características: r.’, fuerza adecuada para el fin que cuota
tralizada).
se quiere alcanzar; 2., carácter temporal y heterogenei
Como conclusión, podemos decir que la Agrupación
dad de constitución; 3•a, preeminencia de las modalidades táctica es una gran Unidad reducida y un eslabón de
del Arma principal; 4., Arma principal, constituyendo
tránsito entre la columna de ataque y la División.
un conjunto de orden regimental.
La división de Infantería, en terrenos casi unitarios,
A estas características conviene añadir la de autono
se articula normalmente en columnas de ataque y reserva,
mía táctica y logística (esta última, eventual).
99
y en terrenos compartimentados se articula frecueniemee
en agrupaciones.
Además, el empleo de la Agrupación se prescribe siem
pre que la D. 1. efectúe una maniobra retardatriz.
Por tanto, es evidente que nuestra doctrina considera
que la D. 1. puede articularse: 1.0, en columnas de ata
que y reserva; 2.°, en agrupaciones tácticas y reserva.
Y eso muy oportunamente, puesto que las exigencias del
combate son tales y tantas que no pueden satisfacerse
completamente por la sola articulación de las columnas.
Apoyándonos en lo que llevamos dicho, veamos cuá
les pueden ser las diferencias entre la acción de una D. 1.
que actúe por columnas y la de la misma G. U. que se
articule en agrupaciones tácticas:
Columna de ataque.
Tiéne cometido de ruptura
penetración.
Actúa en un cuadro de coordi
nación, sobre todo por razo
nes de empleo de la artillería
divisionaria.
Opera con una acción metódica
y lenta.
Su Jefe conecta la acción de los
Batallones (frontalmente y en
profundidad),
coordjné.ndola
con la de las Armas regimen
tales.
t.—Ataque.
Acción
or
columnas.
A ccidn por agrupaciones tácticas.
Es lenta y pesada; procede gra
dualmente.
Se basa en la
fuerza y la organización.
Es
coordinada en el tiempo
en el espacio.
y
Permite que la acción del Jefe
de la D. 1. sea circunstan
ciada, oportuna y sostenida.
Permite un empleo concentrado
y maniobrado de la artillería.
Es económica
2.
y unitaria.
Es ligera y veloz. Se basa en la
iniciativa,
la rapidez de de
oisión y la flexibilidad de ac
ción; explota la maniobra, la
velocidad y la penetración en
profundidad.
A grupación
y
Actúa en un cuadro de coor
djnación
níenos vinculada
puesto
que tiene artillería
propia.
Explota
la maniobra y la pe.
netración
en profundidad.
Su Jefe coordina la acción de
las distintas Armas que com
ponen el conjunto táctico.
Las características diferenciales de la organización en
la defensiva de un grupo de centros de resistencia y de
•una agrupación táctica parecen ser:
Grupos de centros de resistencia.
Agrupación
Organización frontal; soldadura
de fuego sobre los flancos, con
organizaciones
similares.
Organización
rizonte.
Es coordinada en el tiempo más
que en el espacio.
Limitada
autonomía
logística.
rmpone
parte
Mayor autonomía
gística.
No tieiie artillería
la descentralización
de
de la acción del Mando.
No dispone
Impone
una descentralización
de parte de la artillería. La
intervención de fuego del Jefe
di la D. 1. depende de la dis
tancia de acción y de la si
tuación
(i).
Es más dispendiosa, por la des
centralización
que impone,
difícilmente
coordjnable.
La
intervención
del Jefe de la
D. 1. no siempre es posible.
Defensa
.D. 1. Organizada en defensa por
grupos de centros de resistencia,
D. 1. organizada
por agrupaciones
Organización
y dirección de la
acción, de carácter unitario.
Organización y dirección de la
acción, de carácter sectorial.
Organización del fuego de arti
llería, de carácter unitario y
posibilidades
de maniobrar
dicho fuego.
Reserva divisionaria única.
Organización
de los servicios,
tendencjalmeñte
unitaria.
Organización del fuego de arti
llería sectorial y escasas posi
bilidades de manjobrarlo
en defensiva
tácticas (a).
Reservas sectoriales.
Organización
sectorial
servicios.
de los
¿Cuáles pueden ser las características diferenciales de
la acción de una columna y de una agrupación táctica?
Partiendo de un examen de la circular 2.6oo y de las
publicaciones que han tratado de las agrupaciones y de
los grupos tácticos, tanto respecto al empleo que se ha
hecho de los mismos durante el reciente conflicto como
de lo que se halla en estudio, dichas características pare-.
cen ser las siguientes:
(x)
La acción maniobrada
de la artillería en la esfera divisio
naria dará la anchura de los frentes normalmente ocupados por la
G. U,; debe considerarse como de difícil realización.
(a)
En la defensa, la articulación de la D. 1. en agrupaciones
tácticas debe coqsiderarse excepcional (porque el empleo carac
terístico de tales conjuntos es propio de la,s acciones de movi
miento), a menos que la G. U. actúe en una defénsa sobre amplios
frentes.
táctica.
Tiene misiones especiales en re
lacjón a la situación y al te
rreno en el cual opera.
táctica
propia.
de reserva.
y
táctica.
en vuelta
de ho
táctica
y lo
Tiene artillería propia.
Dispone de reserva.
Casos de empleo de agrupaciones tácticas de la D. 1. (r):
A)
Ocupación preventiva de localidades, combates re
liminares.
B)
En el ataque a organizaciones dfensivas sobre fren
tes normales y en terreno no comPartimentados, para
i)
Completar
nario.
el éxito
divisio-
a) Reforzar
la acción
columna.
de una
C)
En el ataque a organizaciones defensivas de inon
taña (terrenos compartimentados)
Abrir brecha en la organización enemiga, procediendo
a la conquista de uno o más centros de resistencia (según
la fuerza de que se disponga).
D)
En la explotación del éxito.
Una D. 1. que haya estado hasta entonces en segunda
o tercera línea, al ser empleóda en la explotación del
éxito, puede verse obligada a operar articulada en gru
pos o agrupaciones tácticas.
E)
En las funciones de ‘escalón de seguridad (o for
mando parte del mismo).
F)
En el coniraataque.
Los expresados conjuntos, aunque comprendan Uni
dades de diversas Armas, no tendrán artillería en pro
piedad (salvo la autopropulsada y contracarros), puesto
qué se beneficiarán dé la perteneciente a la propia Divi
sión (o de las D. 1. de los sectores en qüe tengan acción,
si se trata de contraataques de C. de E. o de tropas de
dichas grandes Unidades).
G)
Maniobra en retirada.
I.—Reliegue.
II. —Maniobra retardatriz.
La D. 1. que actúa en una maniobra retardatriz “se
articula normalmente en dos escalones o excepcional
(x)
Es decir, agrupaciones tácticas de infantería y de caballe
ría blindadas. Como es sabido, en la D. 1. no es posible constituir
agrupaciones
de carros.
en columnas de ataque y reserva, para desencade
neiite en tres (agrupaciones o grupos tácticos), que al dose
nar
una
acción en masa yabrir brecha en la organización
ernen en la resistencia y en el movimiento retrógrado.
defensiva adversaria y completar la acción de una co
H)
En la constitución de un flanco defensivo.
lumna, con el empleo de un grupo o de una agrupación
táctica; 2.°, que utilice uno de los conjuntos citados en
J) En la contraguerrilla.
una brecha obtenida, a fin de completar el éxito divi
Resumen final acerca de la articulación de la D. 1. bajo sionario.
el aspecto táctico.
Por último, la.División puede verse obligada a desta
Como ya hemos visto, la División de Infanterla en el ata car uno de los conjuntos citados para todas las acciones
que se articula: r.°, normalmente, en columnas de ataque de carácter autónomo (oci.ipación preventiva de centros
y reserva (terrenos llanos o uniformes); 2.°, eventual
de localidades, combates preliminares, etc.).
mente, en agrupaciones tácticas y reserva (terrenos com
La D. 1. en la defensa se art/cula: 1.0, normalmente, en
partimentados).
grupos
de centros de resistencia; 2.°, eventualmente, por
En el primer caso, las columnas de ataque actúan en agrupaciones
tácticas, cuando se organiza en terrenos
estrecha conexión y coordinadas. En el segundo, des
fuertemente
compartimentados
o sobre frentes excep
arrollan una acción más ligera y maniobrera.
cionalmente
amplios,
o
realiza
acciones
de movimiento
Además de los dos casos citados, puede haber otros de carácter autónomo.
dos, a saber: i.°, que la D. 1. inicie el ataque articulán
Guíabibliográfica.
Comandante Martínez Bande; del Servicio Histérico Militar.
Sobro el Servicio de Información.
Si definimos la Información en campaña como “con
junto de noticias e informes sobre el enemigo adquiridos
por el Servicio y necesarios al Mando para adoptar sus
decisiones”, comprenderemos en seguida la importancia
de tal Servicio. Conocer al enemigo es ya vencerle un
poco, pues al saber sus intenciones nos pondremos en
trance de esquivarlas, tomando a la vez las medidas agre
sivas adecuadas.
Si de los cuatro elementos en que el Mando funda su
decisión, dos son sobradamente sabidos—la misión y los
medios—y otro quizá no de modo absoluto, pero sí sufi
cientemente—el terreno—, puede colegirse la importan
cia del cuarto: el enemigo. La incógnita “que al ser co
nocida transformaría la decisión en simple resolución de
un problema, matemático, alejando de ella toda idea de
arte y de personalidad, nunca estará suficientemente
clara”, según señala el Teniente Coronel Mateo ‘Mar
cos (i). Aunque se conozcan los efectivos contrarios, su
situación y posibilidades y hasta el propósito del mando
y altura moral de las tropas, no habrá forma de controlar
los estados de ánimo sucesivos de los hombres y hasta el
aumento o disminución de aquellos efectivos, y algunos
factores, además, no es posible reducir a números.
La información nunca es, ptles, absoluta, y en ella ra
dica una de las dificultades del triunfo. Una historia de
la Información en campaña sería curiosa y nos diría se
guramente cómo siempre tratóse, de esta manera o de
esta otra, de informarse, de saber qué hay dentro de ese
misterio que es la faz de un hombre que tiene en’ sus ma
nos quizá los hilos de nuestra suerte. El Teniente Coro
nel Mateo Marcos recuerda, al caso, varios ejemplos.
La retirada de los Ejércitos alemanes de 1916, sin que
fuese conocida por sus adversarios, obligó a éstos a rea
lizar una ofensiva enérgica y profunda en el mismísimo
vacío. En nuestra guerra, la batalla de Brunete fué un
fracaso de la información roja, y el fácil paso del’ Ebro
Juan Mateo Marcos, Teniente Coronel de Artillería y dei
E. M.: El Servicio de In/ormación (edición modenizada).—Edi
ciones “Ejército”;
Madrid. 1952, 304 páginas, con ilustraciones;
21 centímetrOs;
rústica,
(i)
s.
en julio de 1938. un &ito suyo. Y en la G. M. II, los fa
llos de la información empujaroñ a los polacos a una
aventura desgraciadísima, y luego, a los alemanes, a la
hecatombe de Stalingrado.
Es de notar cómo la complicación característica de
nuestro tlempo ha extendido también aquí sus redes.
Ya no es posible dominar desde ningún punto del terre
no el lugar donde va a ventilarse la suerte de los Ejérci
tos. Y es de creer que
llegue un momento en
que “todo” sea campo
de Marte. El problema
del conocimiento del
enemigo, su actitud y
posibilidades
se ha
acrecentado considera
blemente por las enormes masas de hombres
que hoy intervienen en
:.
los combates, por el
considerable
aumento
de las dimensiones de
los campos de batalla
(aumento impuesto por
el incremento de alcance de las armas de fuego, al cual se’añade hoy
la intervención del mo
tor) y por el creciente
fenomeno del vacio del
campo de batalla producido por disimulación y
ocultación, con lo -que el S. I., que es quien resuelve
estas dificultades, ha cobrado gran personalidad e im
portancia.
El Servicio de Información crece .y crece así. Antes
estaba a merced de los naturales del país, guías de los
Ejércitos y confidentes no siempre veraces, de los docu
mentos diplomáticos, quizá vagos y no suficientemente
técnicos, y de los espías profesionales. a sueldo casi
siempre. La infórmación proporcionada por las propias
fuerzas del Ejército—dando a esta palabra el amplísimo
-
‘
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101
sentido que exige la guerra moderna-_es cosa de hoy y,
a la vez, la ciencia de la Información, que ha dado lugar
a estudios, a libros y a una técnica especial para recoger
y dar cuerpo vivo a las noticias. Porque no bastan éstas,
generalmente simple relación de hechos, y sólo el Mando
es capaz de calibrarlas debidamente después de hacerlas
pasar por el tamiz de su criterio.
En el “frente”—palabra ya de precisión muy proble
mática—, los elementos que luchan, vigilan, observan,
toman nota de todo. Pero más allá está la Información
en profundidad, cuyo objeto es obtener datos sobre las
zonas enemigas del interior, fuera del radio de acción
de los órganos de la información de contacto; especiali
dad ésta que debe funcionar en tiempos de paz y no re
ducirse a noticias estrictamente militares, sino abarcar
también las de tipo politico, económico ysocial.
Y hay además, junto a la modalidad “ofensiva”—de
obtención de informes—y “de situación”—para el estudio
y aprovechamiento de los mismos—, la que bien podemos
llamar “defensiva”, que busca oponerse a. la actuación
del enemigo, dando lugar a la “contrainformación”,
Todo forma un vasto panorama, de estudio bien su
gestivo. El Teniente Coronel Mateo Marcos ha dividido
su obra sobre la materia en dos partes: una teórica y
otra práctica. Integra la primera la doctrina sobre In
formación en todos sus aspectos, y en la segunda se des
arrolla, con amplitud, un caso concreto, en el que, tras
plantearse una situación bélica, se considera la actnacjóii
informativa de las diversas Armas, realizándose luego
una interpretación y difusión de noticias. Todo acompa
fiado de la documentación necesaria, entre la que no fal
tan los gráficos adecuados.
Lo que es la Aviación a través de su historia.
Es un fenómeno natural, fatal y explicable: desde los
primeros tiempos, el hombre siente la ambición de volar.
El anhelo no nace de él, sino que está en la naturaleza
que le circunda y fluye así espontánea
desde muy
remola
tas épocas.
El mito,
son innumerables los intentos, que terminan, casi siez
pre, de forma sangrienta: desde torres y cimas se lanz;
los hombres al espacio abrazando extraños artefact
que de poco sirven. La intuición es aquí todo, y hay q
llegar hasta Leonardo de Vinci para encontrar una ba
científica, racional.
Historia ésta en la que los países hispanos ocupan, cc
honor, un lugar destacadísimo. El Coronel Gomá recuerd;
al efecto, cómo en 1677 fray Antonio Fuente de la Pef
define lo que ha de ser un aeroplano: “Es necesario que coz
curran tres cosas: gravedad del cuerpo, extensión de al;
y violencia del impulso, dé modo que lo intenso del pes
lo supla o proporcione lo extenso de las alas, y lo intens
de lo impulso y lo que faltare de proporcionada exter
sión de alas lo supla el impulso mayor; y lo remiso d
peso y la remisión de éste se supla con la gravedad y co
las alas.” Dos años antes había nacido el religioso brasi
leño padre Lorenzo de Guzmán, que acaba inventand
el globo. Su visión profética sobre el papel que el nuev
artefacto había de tener en el futuro militar lo expre
san estas palabras pronunciadas ante Juan V de Portu
gal: “Gracias a esta máquina voladora, será posible trans
portar muy rápidamente la correspondencia y las mer
cancías a los comerciantes. A las ciudades sitiadas se le
podrá llevar auxilio, consistente en soldados, provisio
nes, armas y otros elementos necesarios, así como la
perspnas que deseen salir de estas plazas sitiadas podrár
hacerlo sin que el enemigo lo pueda impedir.” Y en 1788
dos Oficiales profesores de Química, del Real Colegio de
Artillería de Segovia, efectúan en esta ciudad las prime
ras demostraciones del globo cautivo, que hacen decir al
Conde de Aranda: “El día 14 lograron la satisfacción de
operar en presencia del Rey cuanto conducía el objetivo
premeditado de tener en campaña, y en cualquier situación
y hora del día, una atalaya fija o ambulante a voluntad,
y susceptible de mucha elevación para descubrir terrenos
del contorno de su Ejército, y los movimientos como evo
luciones del enemigo en la disposición de su ataque, y du
rante él, las variaciones que intentase, con igual aplicación
al registro anterior de una plaza o de ella hacia fuera.”
Nos hemos entretenido quizá un poco en estos recuer
dos, algo polvorientos, del ayer de la Aviación. Y aun
podría situarse en ese “ayer” la Compañía de Aerosta
ción, primera en la historia de la época relucionaria fran
cesa; los globos utilizados en la batalla de Fleurus; las
fotografías obtenidas del campo enemigo y desde un glo
bo en la guerra de Secesión americana; etc.
Poco a poco, a medida que avanzan las efemérides, se
ve cómo van resolviéndose los problemas científicos. La
Aviación crece con los días. Y nada diremos de su utili
zación en la guerra de 1914, donde comienza verdadera
mente su mayoría de edad, nuestra Cruzada y la G. M. II.
Son historia actual, viva, en la que aparecen los moder
nos aparatos, las grandes Unidades de combate, el radar,
los planeadores de transporte, los desembarcos aéreos,
las bombas dirigidas y volantes, las bombas atómicas,
las superfortalezas, los aviones reactores.
Y así está la Aviación, contada de extremo a extremo
en el tiempo. Historia que el Coronel Gomá termina con
estas palabras: “Lás Fuerzas aéreas tienen el secreto del
porvenir del mundo. Que la Providencia las guíe en la
próxima singular Cruzada.”
leyenda, la tradición gi
ran alrededor de dioses
con alas, de animales
fantásticos, de hombres
extraños que surcan los
espacios. Es erróneo,
por eso, suponer a la
Aviación sin tradición
apenas, y todo parece
concretarse en ese mito
de Dédalo e Icaro que
debió impresionar fuer
temente a los hombres
antiguos.
El Coronel Gomá Or
duña
cuenta ahora,
“con sencillez”, lo que
es la Aviación (r). Para
hacerlo, sigue un pro
ceso de crecimiento:
________________________________
tira de los hilos de la
;0]
historia, y así van sur
giendo poco a poco los
inventos, los progresos, la Aviación misma, total, tal
RESE ÑAS BREVES
como hoy la contemplamos.
Su historia parece comenzar hacia el año. 360 antes de Alfredo Espiga Bordagorry, Comandante de Ingenieros:
Cristo, con Archytas, el amigo de Platón, inventor de
Máquinas para movimientos de tierras.__Editorial Dos
“un páj aro niecánico” que vuela o pretende volar. Luego
sat; Madrid, 1952; loS páginas, con ilustraciones;
21 centímetros; rústica.
(i) José Gomá Orduña: La Aviación contada con sencillez.—
Las necesidades militares de un país exigen muchas
Escelicer, S. L.; Madrid-Cádiz-San
Sebastián, ¡952; 394 páginas,
veces,
sobre todo si aquél se encuentra en guerra, la cons
con ilustraciones; .59 centímetros; cartoné,
trucción de obras en las que el movimiento de tierras ha;1]
_________________________
CONTADA
CO iNCILpz
102
le lograrse de modo económico y rápido a la vez, y con
scaso número de trabajadores. Explanadas, caminos de
nterés para la defensa nacional, reparación de las des:rucciones que hayan aquéllos sufrido, apertura de pasos,
lescombros, obras de fortificación diversa, etc., son trabajos de importancia militar indudable.
El Comandante Bordagorry estudia las máquinas para
movimiento de tierras, describiendo más ampliamente
Las que figuran en la dotación reglamentaria del Tren
Excavador e incluyendo al final de su libro las características y el rendimiento de las excavadoras más convecientes para las necesidades militares.
Doctor Roberto Madrid, Teniente Coronel Capellán: Los
doce escudos del Ejército español.—Editorial Castalia;
Valencia, 1952; 264 páginas, con ilustraciones; i8 centímetros; rústica.
Un libro destinado a narrar los hechos heroicos de los
Patronos de las distintas Armas del Ejército, Marina y
Aviación, guías y guardianes de todo posible combatiente,
y que forman como los escudos de éstos, protegiendo su
cuerpo y, a la vez, su alma.
Aquí están esos Patronos, queridos siempre, pero casi
siempre también ignorados en lo que fueron durante
vida terrena. El Cuerpo de Capellanes Castrenses tiene
así a la mano una obra de utilidad; pero es claro que en
toda biblioteca regimental hará buen papel la referencia
escrita de quien, con su imagen, preside la vida del Re
gimiento.
En cada caso se da una breve referencia histórica, seguida de un panegírico.
INDICE
GENERAL
(La cita de las obras siguientes, nacionales o extranjeras, se hace sólo a título de referencia, no habiendo sido
leídas ni sometidas a juicio.)
ESPAÑA
PORTUGAL
General Ferreira Martins: Educaço do soldado. Éscola
do cidado.—Autor. Lisboa.
Mayor Alfredo Pereira da ConceiçAo: A batalha da ex
pansao e da unidades do Brasil.—Autor. Lisboa.
FRANCIA
G. M. Gathorne Hardy: Histoiro des événements inter
nationaux de 1920 a 1939.—Presses Universitaires de
France. París.
R. Céré: La seconde guerro mondialo (1939-1945).—PressesUniversitaires de France. París.
R. Céré: Entre la guerro et la paix (1944-1949).—Presses
de Universitaires
France. París.
ITALIA
A. Abusch: Storia della Germania moderna.—Einaudi.
Tormo.
G. Gigli: La seconda guerra inondiale.—Laterza. Bari.
J. Foster Dulles: Gaerra o pace.—Capelli. Bologna.
ARGENTINA
Dardo Eugenio
Capitán
Ferreyra: Delensa contra tropas
aerotransportadas.—Revista Militar. Buenos Aires.
Jorge A.
Catán
Giovaneli: La conducción de la guerra.
evista
ilitar. Buenos Aires.
INGLATERRA
Albertini:
Luigi
Tite Orlglns o! tho War o! 1914 (vol. 1).—
University Press. Oxford.
Mayor R. C. W. Thomas: The Battles of Alam Halla and
Varios: Los Estados Unidos de Norteamérica. Una revolución permanente. Aguilar, 5. A., Madrid.
Comandante Burgos Iglesias, Capitán Desojo Aznar
Teniente Eiroa Hermo: Enciclopedia Militar del sol
dado.—Autores. Barcelona.
R. Majó Framis: ‘Américo Vespuclo.—Gran Capitán (Colección “Milicia de España”). Madrid.
rn
TIP.—NÚÑEZ
Alamein.—Williafl’
Clowes and Sons. Londres.
Fletcher
Pratt: War br tite World.—Yale University
Press.Londres.
UNIDOS
ESTADOS
F. Gaynor: The New Military and Naval Dictionary.—
Phiosophical
Library. Nueva York.
DE BALBOA.
27.MADRID
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