1 DISCURSO TITULACIÓN PRIMERA GENERACIÓN UMECH Hoy

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DISCURSO TITULACIÓN PRIMERA GENERACIÓN UMECH
Hoy, tengo el honor de representar a la primera generación de egresados del Programa de
Pregrado Formación Pedagógica para Profesionales y Licenciados de Enseña Chile (2° título). Un
proyecto que comenzó en 2011, gracias a la firme creencia de que las sociedades y sus ciudadanos
pueden cambiar sus trayectorias de vida por medio de la educación. Bajo ese profundo supuesto,
la Fundación Enseña Chile y la Universidad Mayor, se unieron para preparar a un grupo de
profesionales, que ya nos encontrábamos en las aulas de Chile como pedagogos, para situarnos
con propiedad y la formalidad debida, en colegios y aulas.
Muchos nos preguntan “¿por qué no ejercer en nuestras carreras de origen?” O peor aún
“¿para qué seguir en una sala?” “¿Por qué seguir intentándolo?”. Simplemente las aulas
cambiaron nuestras vidas. Ya no podemos hacer vista gorda a las injusticias y la desigualdad que
marca a nuestro país.
¿Por qué formalizar nuestro desempeño en las aulas con la obtención del título de
profesores? Porque respetamos profundamente la profesión docente y sabemos, que una de las
claves para mejorar la educación de nuestro país, radica justamente en potenciar a nuestros
profesores, mejorar las condiciones laborales, salariales y reformular la formación de los futuros
docentes, entre otras medidas.
La profesión docente no es la carrera más importante del mundo, seguramente una de las
más hermosas, pero no la más importante. En Chile, la carrera docente debe tratarse con el mismo
respeto y considerársele en igual importancia como a otras. De nosotros depende, los egresados
de pedagogía que así sea, para ello, estamos llamados a trabajar con ahínco y profesionalismo,
para que Chile mire a sus profesores con el mismo respeto y amor que nosotros enseñamos a sus
hijos. Debido aquello, aprovecho esta instancia para solicitar a la Facultad de Educación de la
Universidad Mayor, transmitir y reforzar estas conductas a los futuros docentes que egresen de
sus aulas, pues todos nosotros estamos formando al futuro de nuestro país.
La tarea es ardua, la discusión y estructuración de las políticas educacionales chilenas
llevarán un largo tiempo. Sin embargo nosotros, rebeldes a nuestra manera, hemos decidido hacer
de esta urgencia nuestra vocación. Es que los niños y jóvenes de Chile no pueden seguir esperando
para tener en sus salas educación de calidad, no pueden dejar de ser los protagonistas de sus
vidas; es que nuestros niños y jóvenes no pueden seguir esperando para conocer nuevas
oportunidades de vida.
Algunos eligen el parlamento, otros las oficinas, y unos varios las protestas. Nosotros
elegimos la sala de clase, porque allí pasa todo y allí están los reales protagonistas. El futuro de
Chile, la próxima fuerza laboral se encuentra aprendiendo de libros y registrando contenidos en
sus cuadernos. La sala de clases es nuestra trinchera, es el espacio desde el cual levantamos
nuestra causa, trabajar día a día “para que los niños de Chile tengan educación de calidad”.
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El camino por el cual hemos optado este grupo de profesionales no es fácil, hemos elegido
una carrera desvalorizada, hemos decidido convertirnos en pedagogos en un tiempo ajetreado.
Compañeros, hoy colegas, ustedes bien saben que las cifras no nos acompañan. Nuestro desafío es
acortar la brecha que existe entre los estudiantes de nuestro país. Según la última entrega de
resultados de la prueba PISA, Chile ocupó el lugar 36 de 44, con 448 puntos, ubicándose en el
lugar dos de los seis niveles de evaluación. Si bien, esta cifra es abrumadora, es la oportunidad de
tomar acciones y desplegar todas las herramientas aprendidas en este campus, y por sobretodo,
demostrar que estos profesionales no nos llenamos la boca de buenas intenciones, bien sabemos
nosotros que otra cosa es con pizarra, sino que trabajamos para que niños y jóvenes puedan
cambiar sus propias historias.
Somos rebeldes, defendemos nuestros ideales en colegios y salas de clases, elegimos el
camino empedrado, pero hermoso. Decidimos ser parte de la solución de un problema país,
asumimos el desafío de tomar decisiones en función de nuestros estudiantes, transmitir
conocimientos, generar una cultura de trabajo y cambiar la historia.
No somos superhéroes ni mártires, hemos optado por una vocación al servicio de nuestra
patria. Estamos aquí porque así lo hemos decidido y porque estamos convencidos, que
profesionalizarnos y desempeñarnos en salas y colegios como líderes pedagógicos, abrirá
oportunidades a miles de familias chilenas que buscan superar el círculo de la pobreza por medio
de la educación.
La pedagogía abre ventanas, de nosotros depende que nuestros niños y jóvenes puedan
abrir portones para llevar una vida de felicidad, gracias al esfuerzo, la perseverancia y la
superación personal.
Enseñar, es iniciar un camino en el cual los educadores somos guías, no solo en aspectos
académicos, sino también valóricos y afectivos. Nunca escatimemos en regalar sonrisas, porque la
letra no entra con sangre; los conocimientos se transmiten con gentileza, generosidad, respeto y
rigurosidad. Nunca olvidemos que quienes están frente a nosotros son personas en formación.
Una vez escribió la Madre Teresa de Calcuta, “enseñarás a vivir/ pero no vivirán tu vida/
sin embargo…/en cada vuelo,/en cada vida, /en cada sueño,/perdurará siempre la huella/del
camino enseñado”. Los profesores somos los mediadores entre el presente y el futuro. Hoy,
nosotros podemos incidir, desde nuestras salas de clases, que ese futuro sea esplendoroso, nunca
imponiendo, siempre enseñando.
Felicitaciones compañeros por esta etapa cumplida. Gracias profesores por enseñarnos
con humildad, respetando nuestra diferencia, porque sabemos muy bien que fuimos estudiantes
particulares, el motivo que nos convocó a estas aulas es la vocación y la urgencia de impactar de
modo positivo y relevante las salas de clases. Gracias a la Universidad Mayor, especialmente a la
Facultad de Educación y sus profesionales por apoyarnos en este gran desafío.
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Ahora, a seguir trabajando “para que un día todos los niños en Chile tengan educación de
calidad”.
Muchas gracias.
Catalina Beas,
Providencia, 1° octubre de 2014.
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