En el Cinturón Verde del Gran Buenos Aires. Fertilización de Pimiento

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Pimiento
En el Cinturón Verde del Gran Buenos Aires
Fertilización de Pimiento
En la región platense existe una superficie cultivada con pimiento
de entre 200 y 250 hectáreas, casi todas bajo invernadero. El
esquema de fertilización que se aplique en este cultivo, como en
cualquier otro, debe responder a las relaciones que se establecen
entre las características genéticas de la planta, el clima del
invernadero y el suelo
Ing. Agr. Luis Balcaza
INTA Gran Buenos
Aires
El pimiento es originario de América del
sur (Bolivia y Perú). Pertenece a la familia de
las Solanáceas, tiene gran diversidad genética y casi todas las variedades cultivadas se
engloban bajo el nombre de Capsicum
anuum. Los mayores productores de pimiento
a escala mundial son los países de la cuenca
del Mediterráneo (Turquía, España, Italia)
además de China, México, Nigeria e
Indonesia.
Existe una gran heterogeneidad de tipos de
pimiento cultivados en el mundo, pero se
pueden encuadrar las variedades en dulces y
picantes. Las primeras son rectangulares
(Lamuyo), cuadrangulares (Blocky) o cordiformes (Calahorra). En nuestro país el llamado Lamuyo (alargado con cuatro puntas)
cuenta con la mayor superficie implantada,
en menor medida se cultivan el cuadrado y
cordiforme. Entre las picantes se utilizan las
de tipo vinagre para encurtidos.
La clase más cultivada en la región platense
es la rectangular y se comercializa en color
verde y rojo, los lamuyo amarillos ocupan una
pequeña porción del mercado. Las variedades
cuadrangulares y semicuadrangulares en sus
diversos colores (amarillas, anaranjadas, violetas y rojas) representan una pequeña fracción cultivada con relación al tipo rectangular, aunque tienden a una leve expansión.
BASES DE LA FERTILIZACIÓN DE PIMIENTO
Cualquier esquema de fertilización se
encuentra insertado en un complejo de relaciones que son comunes a todos los cultivos
y el pimiento no es la excepción. Esas relaciones se establecen entre las características
genéticas de la planta, el clima del invernadero y el suelo. En las plantaciones
realizadas bajo cobertura plástica, tiene también gran importancia la calidad del agua de
riego. Todos estos factores interactúan e
influyen en el crecimiento y desarrollo del
cultivo.
Caracterización y manejo del suelo
En la región mencionada, el pimiento se cultiva sobre suelos de textura franco-limosa, y
en algunos casos franco-arcillosa y francoarcillo-limosa. En estado natural estos suelos
son ácidos, con buen nivel de materia
orgánica y potasio, normal a buena provisión
Cuadro 1.- Características químicas de algunos suelos
de la zona hortícola platense
(invernáculo)
(invernáculo)
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Pimiento
de nitrógeno y baja concentración de sales,
fósforo y sodio. Estos índices se modifican de
manera importante con los sucesivos cultivos.
En el cuadro 1 se muestran las propiedades y
modificaciones que ocurren en algunos suelos de la región, allí se puede observar la
tendencia hacia el aumento del pH, el fósforo, el sodio, la conductividad eléctrica y el
magnesio. Por otra parte disminuyen la
materia orgánica y el nitrógeno.
Pero la principal modificación de estos suelos se produce en sus propiedades físicas. La
causa fundamental de este deterioro es el
laboreo intenso, los riegos diarios y el agregado de fertilizantes. Para estabilizar, sobre
todo los parámetros físicos, se utilizan
enmiendas orgánicas y minerales.
Las enmiendas orgánicas tienen la función de
mejorar la estructura del suelo, su aireación
y su capacidad de retención, además de
liberar cantidades variables de nutrientes. En
algunos casos se agregan correctores, como
cáscara de arroz o viruta, y los nutrientes se
aportan por fertirrigación; en otros casos se
incorporan abonos orgánicos como guanos,
composts o camas de diferentes orígenes.
Entre las enmiendas minerales se utilizan
tanto el yeso como el azufre, su aplicación
tiene como objetivo eliminar los excesos de
sodio y modificar el pH.
De acuerdo con las características físicas de
los suelos cultivados con pimiento, es pre-
ciso ajustar su preparación antes del transplante. Es sumamente importante la formación de lomos para que las raíces tengan un
volúmen adecuado que le permitan una exitosa exploración del perfil y, como el pimiento es sensible a enfermedades de origen
radicular, también es necesario la nivelación
de esos lomos para evitar el encharcado y
tener una correcta difusión del agua de riego
en el volúmen de suelo explorado. Es preciso
recalcar que en invernadero se utiliza el sistema de riego presurizado por goteo.
Funciones de los nutrientes en el cultivo
de pimiento
La alimentación del pimiento necesita
diferentes tipos de nutrientes, según su estado fenológico. De los macroelementos, el
pimiento es muy demandante de nitrógeno,
sobre todo en la etapa de crecimiento. En los
suelos cultivados bajo invernadero en la
zona, la sucesión de cultivos y el aporte de
enmiendas y fertilizantes permiten iniciar el
ciclo con altos niveles de nitrógeno, por eso
es muy probable que un programa de fertirrigación se inicie sin este nutriente.
Es importante disminuir los aportes de
nitrógeno en los períodos de floración y
cuaje, ya que un exceso en el período reproductivo, provocaría un retraso en la maduración. El fósforo es importante en las
primeras etapas para estimular la formación
de raíces, también es necesario en períodos
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de floración y formación del fruto y su
máxima demanda ocurre cuando se acerca la
floración y la maduración de las semillas; en
los suelos de la región, dedicados muchos
años a la horticultura, el nivel de fósforo
alcanzaría para abastecer al cultivo. Aún así
es preciso acompañar la fertilización con
aportes de este elemento.
También el potasio es importante en la nutrición del pimiento, se debe aportar con el
desarrollo del cultivo, incrementándose hacia
la floración y manteniéndolo luego en nivel
constante ya que es determinante de la precocidad, firmeza y el color de la fruta.
El pimiento es más exigente de magnesio
cuando se encuentra en la fase de maduración. Es común encontrar, de la mitad del
ciclo en adelante, deficiencias de magnesio,
que en parte se deben a la demanda de la
planta por el aumento de la concentración de
iones que compiten con el magnesio (amonio, potasio) o por deficiencia en el riego, ya
que el magnesio se mueve por flujo masal en
el suelo.
Como otros cultivos, el pimiento crece y se
desarrolla dentro de ciertos niveles de pH,
por eso resulta importante mantenerlo en los
valores de entre 6 a 6,5. Debido al agua que
se utiliza para regar en esta región es probable que se alcalinice la solución del suelo,
esto induce a la aparición de formas poco
asimilables de hierro, fósforo, magnesio y
manganeso. El modo de minimizar este efecto es mediante el uso de ácidos (ácido fosfórico, ácido sulfúrico y ácido nítrico).
El pimiento es medianamente tolerante a
salinidad, un nivel adecuado no debe superar el 1,5 mS.cm-1 aunque en experiencias
regionales se han obtenido buenos resultados con una Conductividad Eléctrica cercana
a 2 mS.cm-1. En esta zona, el agua de riego
representa un problema en los cultivos bajo
invernadero porque son, generalmente,
alcalinas y sódicas. En el cuadro 2 se pueden
apreciar las características de algunas de
ellas.
PROGRAMAS DE FERTILIZACIÓN
Cuadro 2.- Resultados de análisis de agua en la región
platense
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Con la información que proporciona el análisis de suelo sobre sus características y fertilidad, la referida a la calidad del agua y la
función de los nutrientes se puede empezar a
diagramar un programa de fertilización. En
principio se debe examinar la posibilidad de
usar enmiendas orgánicas y minerales y, de
ser necesario, realizar una fertilización de
base para equilibrar el sistema.
El siguiente paso es el de establecer un programa de fertirrigación, existen al menos dos
caminos para comenzar esta tarea. Uno, es
teniendo en cuenta las extracciones de
nutrientes por el cultivo durante su ciclo.
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Existe información para diferentes zonas,
variedades, ciclos de cultivo, estado nutricional del suelo, clima expresadas por
diferentes autores. Los aportes de fertilizantes se deben realizar según las demandas de cada etapa, ya sea de crecimiento o
desarrollo de la planta; además es preciso
considerar el nivel nutricional del suelo y la
calidad del agua con que se riega.
El otro método tiene como objetivo el mantenimiento de una cierta concentración de
nutrientes en la solución del suelo, esta
forma de fertilizar necesita de equipamiento
de mayor precisión en el aporte de fertilizantes.
Independientemente del método adoptado,
los programas de fertilización son muy variados y no existe una receta universal, aún
dentro de una misma zona y a veces hasta
dentro de una misma finca. En la zona
platense se pueden seguir varios caminos,
igualmente válidos, de acuerdo a las circunstancias en las que se deba actuar.
Estrategia de fertilización
Independientemente del método utilizado
para fertirrigar, la construcción de las
diferentes soluciones nutritivas se confecciona de acuerdo con la etapa de cultivo considerada y cada una de ellas implica una fórmula que toma en cuenta las necesidades
nutricionales.
Las fases fenológicas que se consideran para
establecer los aportes de fertilizantes son las
siguientes: trasplante, cuaje de fruto de la
cruz, inicio de cosecha y cosecha. Si el suelo
tiene antecedentes hortícolas, en la primera
fase generalmente no se fertiliza porque casi
siempre los niveles de nutrientes son suficientes para mantener la planta.
Cuando cuaja el fruto de la cruz puede iniciarse la fertilización en una relación
Nitrógeno: Fósforo: Potasio de 1: 0.7 - 1: 1,3
- 1.6.
Durante la etapa de crecimiento de los frutos
hasta el inicio de cosecha la relación pasa a
1: 0.6 - 0,8: 1.7 - 1,85 para llegar a la
cosecha con una relación de 1 : 0.6 - 0,8 :
1.8 - 2,0.
Estas relaciones son tentativas y son pasibles
de modificaciones en función de los múltiples factores que interactúan y que están
relacionados con el potencial genético, el
clima de la región y el tipo de suelo con se
trabaja.
UN EJEMPLO LOCAL
En la región existen algunos establecimientos que para fertirrigar cuentan con equipos
automáticos computarizados con memoria
que permiten obtener información sobre cada
riego y fertilización realizados durante el
ciclo de cultivo. Además, para efectuar un
seguimiento adecuado de las condiciones de
fertilidad actual se colocan en el suelo sondas de succión, o extractores de solución,
que brindan información sobre el nivel de
pH, conductividad eléctrica, nitratos, potasio
y sodio.
Con estos datos se pueden ajustar los programas de fertilización y con ello asegurar
una correcta alimentación del cultivo, mantener al suelo en niveles razonables de salinidad y adecuar los costos de producción en
el rubro de fertilizantes. Merced a estas
Gráfico 1.- Litros regados expresados en litros por
planta. Diarios y acumulados
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Pimiento
Gráfico 2.- Aportes de nutrientes para producir 1000
kilos de pimiento.
herramientas tecnológicas fue posible
realizar un seguimiento de los aportes de
fertilizantes y agua en una quinta hortícola
de la zona.
Análisis de los resultados
- Riego: en la región no existen datos experimentales sobre el consumo de agua por el
pimiento. El momento de realizar los riegos,
y de determinar las cantidades de agua que
se deben aportar, se decide en base a la
experiencia de quien lo efectúa.
Con la información proporcionada por la computadora, se pueden establecer los volúmenes
de agua a entregar a lo largo del cultivo y los
consumos de agua necesarios para la obtención de una determinada cantidad de producto. Es preciso repetir que los riegos se efectúan por el sistema de goteo, con alta frecuencia y baja intensidad, lo cual indica que
el drenaje es mínimo o inexistente.
El cultivo testeado fue un pimiento lamuyo
en un ciclo que comenzó a fines de agosto y
concluyó a mediados de junio, la densidad de
plantación fue de 1,55 plantas por metro
cuadrado. En el gráfico 1 se muestran los
litros de agua aportados durante el ciclo de
cultivo, tanto en forma diaria como acumulada durante el desarrollo del mismo. Se puede
apreciar que, para este caso, existen picos de
consumo de agua de hasta 4.6 litros diarios
por planta en los períodos de máxima absorción. El promedio diario a lo largo del ciclo
es de 2.2 litros por planta y el acumulado en
todo el período medido es de 301,7 litros por
planta.
- Fertilización: los aportes se realizaron en
forma diaria con relaciones nutritivas que
variaron en función de la etapa fenológica.
Se colocaron en el suelo extractores de solución nutritiva para realizar un seguimiento
de algunos parámetros como nitratos, potasio, conductividad eléctrica y pH.
En la primera etapa, entre transplante y cuaje
del primer fruto, no se fertilizó porque existía
en el suelo suficiente provisión de nutrientes.
A partir de mediados de noviembre, coincidiendo con el comienzo del engrosamiento de
los frutos, los niveles en el suelo bajaron a
240 ppm de nitratos, 85 de potasio, 1.6 dS/m
en conductividad eléctrica y pH 6.2. En ese
momento se inicia la fertilización en una
relación 1 : 0,97 : 1.64.
Los fertilizantes utilizados durante la
primera etapa del ciclo de cultivo fueron
nitrato de potasio, sulfato de potasio, nitrato de calcio, ácido fosfórico, sulfato de
magnesio y ácido nítrico.
La relación inicial se mantuvo hasta la
cosecha que ocurrió a principios de diciembre pasando luego a 1 : 0,97 : 1.87 y con los
niveles de nutrientes en la solución de suelo
en valores que para nitratos fueron de 130
ppm, potasio 56 ppm, conductividad eléctrica 1.6 y el pH 6.4. En esta etapa se reemplazó el sulfato de potasio por fosfato
monopotásico.
Durante el período de cosecha, el equilibrio
utilizado fue de 1:0.86:2.03, manteniéndose
los niveles de nutrientes en la solución de
suelo en alrededor de 150 ppm de nitratos,
30 ppm de potasio, conductividad eléctrica
1.4 y pH 6.3.
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En el gráfico 2 se muestran los aportes de
nutrientes necesarios para producir 1000
kilos de pimiento. Se puede apreciar que los
niveles más altos de aportes son de potasio,
luego de fósforo y nitrógeno. El calcio y el
magnesio se agregan en menor medida. Los
mayores aportes se producen en la segunda
quincena de enero, coincidiendo con los
picos de producción de fruta.
CONCLUSIONES
El cultivo del pimiento en la zona platense se
realiza mayoritariamente bajo cubierta plástica, en condiciones de suelos pesados, agua
de riego con cierto grado de alcalinidad y
sodicidad. El manejo de la fertilización y el
riego se deben adecuar a estas circunstancias, también es preciso recalcar la necesidad
de ajustar los aportes de fertilizantes tanto
por razones ambientales como económicas.
De acuerdo con los datos obtenidos, es posible llegar a lograr altos rendimientos controlando los niveles de nutrientes en el suelo
y, sobre todo, el pH. La metodología utilizada por evaluar las diferentes situaciones producidas a lo largo del ciclo del cultivo permite tomar decisiones y ajustar la
fertilización sobre la base de estos informes.
El ejemplo presentado expresa una situación
de un cultivo realizado bajo condiciones
habituales en la región, con aportes de
fertilizantes y agua fundamentados en la
información proporcionada por elementos
auxi-liares como son los extractores de solución de suelo. Las variaciones en las relaciones nutritivas se producen en función de
la evolución del cultivo, sobresaliendo la alta
proporción de fósforo ya que los materiales
cultivados así lo requieren.
Fertilizantes para Fertirriego
Dentro de los programas de fertilización se utilizan diversos tipos de fertilizantes.
Para pimiento se utilizan los comúnmente usados en fertirriego. Pueden ser nitrogenados, fosfatados, potásicos y magnésicos.
Nitrogenados simples y complejos: nitrato de amonio, nitrato de calcio, nitrato de
potasio, nitrato de magnesio.
Fosfóricos simples y complejos: ácido fosfórico, fosfato monoamónico, fosfato monopotásico.
Potásicos simples y complejos: sulfato de potasio, cloruro de potasio.
Cálcicos: nitrato de calcio.
Magnésicos: sulfato de magnesio.
Bibliografía
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