El avellano Luis Iannamico - Técnico INTA E-mail: [email protected] ¿Opción para el frío? La región patagónica tiene características climáticas que limitan o restringen el desarrollo natural de algunas especies frutales, debido fundamentalmente a dos factores: la pluviometría La región patagónica tiene características climáticas que limitan o restringen el desarrollo natural de algunas especies frutales, debido fundamentalmente a dos factores: la pluviometría y la temperatura. Es así que los frutales de clima templado o templado frío que se cultivan deben ser suplementados en sus aportes hídricos a través del riego o deben defenderse activamente de las heladas primaverales que se producen en su período reproductivo. Los escasos casi 200 mm de precipitaciones anuales de nuestra región dejan fuera de discusión el tema del riego: sin éste no hay posibilidades de una fruticultura rentable. Sin embargo, el factor temperatura acepta rangos de tolerancia intermedios: se hace complicado producir con beneficio económico especies de climas mas cálidos, como por ejemplo el damasco, pero se minimiza el riesgo si se piensa en una especie mas tolerante al frío como el avellano. Dentro de las especies conocidas, el avellano posee características muy particulares que lo distinguen del resto, especialmente su biología floral: - es diclino monoica (tiene sexos separados en la misma planta) - es de polinización anemófila (realizada por el viento) - es mayormente dicógama (por lo general no existe y la temperatura. Es así que los frutales de clima templado o templado frío que se cultivan deben ser suplementados en sus aportes hídricos a través del riego o deben defenderse activamente de las heladas primaverales que se producen en su período reproductivo. Rompecabezas 31 coincidencia entre las floraciones masculina y femenina) - es principalmente protandra (se produce antes la floración masculina que la femenina) - es autoincompatible (no pueden polinizarse a sí mismas las plantas de una misma variedad) - tiene interincompatibilidad muy marcada (muchas variedades diferentes tampoco pueden polinizarse entre sí). A todo ello se suma una característica especial de su biología reproductiva que lo hace más resistente a las heladas primaverales y más adaptable a los climas frescos : las floraciones masculina y femenina ocurren en invierno y primavera: las tempranas comienzan en mayo y las tardías finalizan en septiembre. Sin embargo, tanto los amentos (inflorescencias masculinas que portan entre 130 y 280 flores) como los glomérulos (inflorescencias femeninas que agrupan de 4 a 20 flores ) soportan temperaturas muy bajas: hasta -18°C en estado de reposo y hasta -8°C en floración. Una vez florecidas las distintas variedades se produce la polinización durante los meses de julio a septiembre, variando esto en función de las fenologías de cada variedad. Esta polinización debe ser necesariamente cruzada en virtud de la total autoincompatibilidad o de la imposibilidad de autofecundarse una misma planta o plantas de igual variedad. Cuando el grano de polen llega al estigma de la flor femenina, el mismo germina, creciendo el tubo polínico durante 4 a 10 días (esto depende de las temperaturas reinantes) y llegando a la base del estigma sin alcanzar el óvulo. Entra entonces en un estado de reposo durante tres a cuatro meses, época en que las temperaturas son más benignas, luego de lo cual se produce entonces la fecundación -durante los meses de noviembre a diciembre- y comienza el crecimiento y desarrollo de las avellanas que serán cosechadas en marzo-abril. De todos modos tampoco puede pensarse que el avellano es un frutal para cultivarse en climas extremadamente fríos. El punto de mayor sensibilidad a las bajas tem- Rompecabezas 33 peraturas, corresponde al estado de brotación de yemas con glomérulos en estado de 3 hojas, momento en el cual soportan solo -2,5°C, por debajo de lo cual pueden haber daños en la producción. Esto se sitúa cronológicamente, en casi la mayoría de las variedades en el mes de septiembre, aunque existen diferencias en las fechas de brotación –por ejemplo la variedad alemana Merveille de Bollwiller brota más de un mes después que la italiana San Giovanni- y también en cuanto a resistencia a las heladas -por ejemplo: Tonda de Giffoni es más resistente que la variedad española Pauetet. La elección de variedades aptas para climas rigurosos permitiría desarrollar el cultivo en nuestras latitudes sin necesidad de implementar sistemas activos de defensa contra heladas. Sin embargo debe decirse que, como todo frutal, también el avellano tiene su “talón de Aquiles” en cuanto a clima, y eso atenta mucho con su potencialidad en gran parte de nuestra Patagonia: no le son favorables los climas secos, con baja humedad ambiente. Esto significa que los valles cordilleranos templados o los valles más cercanos al litoral marítimo serían más favorables en este sentido y, en caso de optar por este cultivo en zonas de menor humedad –las zonas frutícolas más tradicioinales de Río Negro y Neuquén- deberían tenerse en cuenta manejos especiales en cuanto a reparos contra vientos, coberturas vegetales y riegos por microaspersión. El avellano en el mundo De acuerdo a las estadísticas presentadas en el 6º Congreso Internacional del Avellano, realizado en España en mayo pasado, la producción mundial de avellanas es encabezada claramente por Turquía, la cual produce históricamente casi las 3/4 partes de esta fruta seca en el planeta. Estados Unidos e Italia, en ese orden, le siguen, aunque lejos, varios países, principalmente asiáticos, como Azerbaidján, Irán y China. 34 Rompecabezas La comercialización internacional es dominada por Turquía si se trata de avellanas con cáscara. En cambio si se trata de avellanas peladas son los Estados Unidos los que han tomado la delantera. En ambos casos es Italia el país que ocupa el 2º lugar como exportador. En lo que respecta a la compra de esta sabrosa fruta seca, es Alemania la mayor importadora de avellanas peladas- casi 1/3 del total mundial- y Hong Kong de avellanas con cáscara, con un volumen creciente que llega casi al 40% del comercio internacional. Italia da una clara muestra de la preferencia de su población por las avellanas , ya que además de producir una importante cantidad –casi 120.000 Tn- agrega a su mercado cerca de 35.000 Tn , importándolas desde distintos países. Tabla 1: Países productores/exportadores PAIS PRODUCCION EXPORTACION (miles de Tn) Con cáscara peladas Turquía Italia EEUU España Azerbaidjan TOTAL MUNDIAL 625 119 44 26 15 258 11 2 4 4 1 3 17 1 0 870 286 26 No es solo una especie… Se distinguen unas 15 especies y subespecies de avellanas, todas involucradas en el género Corylus y de las cuales solo 6 o 7 tienen interés agronómico-comercial. Sin embargo, la casi totalidad de avellanas comercializadas en el mundo pertenece a estas 2 especies: Corylus maxima, originaria de los Balcanes y Asia Menor, y Corylus avellana, más conocida como avellana europea, que existen como arbustos espontáneos desde Portugal e Irlanda en el oeste de Europa hasta Kazakistan y Mar Caspio. Las otras especies de Corylus son también nativas del hemisferio norte: C.americana y C.cornuta de América del Norte, C.heterophylla y C.sieboldiana del extremo oriente(China, Japón y Corea), C.chinensis, C.tibetica y C.ferox de China central, C.colurna de Asia Menor, Balcanes y Caucaso. Actualmente existen muchas variedades comerciales producto de híbridos interespecíficos. Rompecabezas 35