Fuerzas políticas extranjeras se inmiscuyen en la elección y tratan

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15 de junio de 2012
Fuerzas políticas extranjeras se inmiscuyen en la elección
y tratan de reventarla, si su candidato no gana
•
La estrategia electoral del candidato de la Alianza Progresista tiene
dos pilares:
¾ La coordinación de la campaña y de la recolección de fondos a
cargo del uruguayo Luis Costa Bonino.
¾ La organización de movimiento artificial para provocar
violencia, a cargo de los chilenos Marcos Alberto EnríquezOminami Gumucio y Camila Vallejo.
•
El Consejo General del IFE es omiso ante los casos de injerencia de
extranjeros en el proceso electoral.
•
El IFE no debe condenar sólo contra la violencia en abstracto, sino los
actos de provocación contra las actividades electorales de partidos y
candidatos y los llamados a la violencia como la consigna “si hay
imposición habrá revolución”.
Con la presunta complicidad de los partidos que integran la coalición electoral
Movimiento Progresista, agentes políticos extranjeros se han inmiscuido en la
elección federal de México a fin de que se imponga el candidato Andrés Manuel
López Obrador y de no ser así, reventar los comicios y buscar su anulación. Ante
ello el Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) debe actuar contra
esta injerencia externa, a fin de cumplir con su obligación de garantizar un proceso
electoral legal, legítimo y pacífico.
El artículo 33 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no deja
lugar a dudas sobre la prohibición a que los extranjeros se inmiscuyan en política
interna:
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“Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos
del país.”
Asimismo el artículo 349 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos
Electorales establece:
“1.
Constituyen infracciones al presente Código de los extranjeros, las
conductas que violen lo dispuesto por el artículo 33 de la Constitución y las leyes
aplicables.”
Y respecto a estas violaciones a la ley, el Código en su artículo 355 es muy claro
sobre las obligaciones del Consejo General del IFE:
“3.
Cuando el Instituto tenga conocimiento de que un extranjero, por cualquier
forma, pretenda inmiscuirse o se inmiscuya en asuntos políticos, tomará las
medidas conducentes y procederá a informar de inmediato a la Secretaría de
Gobernación, para los efectos previstos por la ley. Si el infractor se encuentra
fuera del territorio nacional, el Instituto procederá a informar a la Secretaría de
Relaciones Exteriores para los efectos a que haya lugar.”
Pero pese a esta disposición obligatoria y en modo alguno discrecional, el Consejo
general del IFE y de su consejero Presidente han sido negligentes y omisos
respecto a tres casos de injerencia, a saber:
1. La conducción de la campaña electoral de AMLO y la recolección de
fondos para la misma por parte del uruguayo Luis Costa Bonino, quien
ha sido asesor de las campañas de candidatos de izquierda en
Argentina, Brasil y Perú.
2. La intervención del chileno Marcos Alberto Enríquez-Ominami
Gumucio como asesor para la creación del movimiento “yo soy 132”
por parte del líderes del Partido de la Revolución Democrática (PRD),
como parte de la estrategia para desacreditar al candidato presidencial
del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Pena Nieto y
favorecer a AMLO.
3. La intervención de la chilena Camila Vallejo para asesorar el
movimiento “yo soy 132” y presidir un mitin de este grupo, el cual
como ya se indicó fue creado para golpear al candidato priista y
apoyar al aspirante de la Alianza Progresista.
Como es sabido, el 30 de mayo de 2012, El periódico El Universal difundió la
grabación de una reunión celebrada en una casa de la colonia las Lomas de
Chapultepec, en el Distrito Federal, reunión a la cual asistieron empresarios, a
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quienes el uruguayo Luis Costa Bonino quien ha sido el verdadero coordinador de
la campaña electoral de AMLO, les solicitó dinero para este candidato, en los
siguientes términos:
“Necesitamos conseguir 6 millones de dólares para ganar la campaña
presidencial, los demás temas los tenemos bajo control (...) esta elección la vamos
a ganar (...) quería pedir en esta ocasión que le pudieran dar a la campaña
sabiendo que es un apoyo no a la esperanza, sino al triunfo
“Cuando alguien nos apoya, sólo lo saben los que nos apoyan y el candidato”.
Pero el uruguayo Costa Bonino no sólo ofreció anonimato a los donantes sino que
insinuó que a cambio de su dinero podrían obtener prebendas, una vez que AMLO
estuviera en el poder.
La injerencia de este extranjero en los asuntos políticos del país es evidente. No
expresó una opinión, sino que reveló su condición de verdadero jefe de la
campaña electoral de AMLO y estaba recolectando fondos y traficando influencias.
Pero en lugar que el IFE emprendiera una investigación de oficio, en lugar de que
solicitara a las secretarias de Gobernación y Relaciones Exteriores información
sobre este sujeto y que lo expulsaran del país por su intromisión, lo que el IFE hizo
fue suspender la transmisión del spot en donde se aludía a esta grave violación de
la ley en la que incurrió no sólo el citado extranjero, sino el candidato de la
izquierda y los partidos que lo apoyan.
El segundo caso de intromisión de agentes políticos extranjeros en los asuntos
políticos de México, se refiere al papel jugado por el chileno Marcos Alberto
Enríquez-Ominami Gumucio, según la información relevada por los periodistas
Enrique Aranda del periódico Excélsior en sus artículos “YoSoyMEO-132” y
“#YoSoy132, el secuestro...” y Ricardo Alemán de El Universal en su
colaboraciones tituladas “La mano que mueve al #YoSoy132” y “No que no, Yo
soy 132 secuestrado por la izquierda”.
Marcos Alberto Enríquez-Ominami Gumucio realizó numerosas visitas a México
durante el presente año para reunirse con los dirigentes izquierdistas Manuel
Camacho, Marcelo Ebrard y Carlos Navarrete, así como con quienes después se
conocerían como líderes del movimiento “yo soy 132”.
De nuevo, un extranjero y que además fue candidato presidencial en su país, se
entromete en asuntos políticos de México para fabricar un movimiento (que simula
ser “espontáneo”) que no tiene otro propósito que favorecer al candidato del
Movimiento Progresista mediante el descrédito del candidato priista, descrédito
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que se busca mediante actos de provocación y violencia, como han sido los
intentos de sabotear los actos de campaña de Enrique Peña.
La intromisión de Marcos Alberto Enríquez en los asuntos políticos internos de
México resulta más grave, por cuanto que está asesorando en acciones que
podrían desembocar en un escenario de violencia en el país si AMLO no resulta
electo.
Pese a la gravedad de estos hechos, ni el Consejo General del IFE ni su
Consejero Presidente han emprendido una investigación de oficio ni han solicitado
la colaboración de las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores, para
obtener información y para detener la intromisión del citado agente político
extranjero en política nacional.
Pero esta no es la única grave omisión en que las autoridades electorales han
incurrido frente al peligro de la violencia. Los consejeros del IFE acaban de hacer
un exhorto abstracto en contra de la violencia, pero no han condenado la línea de
conducta de “yo soy 132” caracterizada por la provocación, al presentarse en
actos de Enrique Peña y Josefina Vázquez para intentar sabotearlos. Asimismo,
los consejeros tampoco se han pronunciado en contra de la consigna que anima a
“yo soy 132” y que es la de “si hay imposición habrá revolución”.
Esta consigna que no surgió espontáneamente, sino de modo perfectamente
inducido por los líderes del movimiento y bajo la asesoría del chileno Marcos
Alberto Enríquez, no es sino una clara amenaza: o se le entrega el poder a Andrés
Manuel López Obrador o estallará la violencia.
En tal sentido el tercer hecho de intromisión de extranjeros en le proceso electoral
en curso, es la participación de la chilena Camila Vallejo en actos de de “yo soy
132” y por ende favorables a la candidatura de AMLO.
Camila Vallejo encabezó el movimiento -igualmente artificial- de estudiantes de
Chile el año pasado, el cual tuvo como propósito desestabilizar al gobierno del
presidente Sebastián Piñera. Asimismo Vallejo, para disipar cual duda sobre sus
creencias se ha pronunciado en favor de la lucha armada para obtener el poder.
Por tercera ocasión los consejeros del IFE han sido negligentes y omisos pues
desde hace más de una semana era públicamente conocido que Vallejo se
proponía venir a México a intervenir en política y ellos no actuaron conforme a lo
dispuesto por la fracción 3 del artículo 35 del COFIPE, ya citada pero no sobra
volver a citar: “Cuando el Instituto tenga conocimiento de que un extranjero,
por cualquier forma, pretenda inmiscuirse o se inmiscuya en asuntos
políticos, tomará las medidas conducentes y procederá a informar de
inmediato a la Secretaría de Gobernación, para los efectos previstos por la
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ley.” Y las fracciones 2 y 3 del artículo 33 de la CPEUM “El Ejecutivo de la
Unión previa audiencia, podrá expulsar del territorio nacional a personas
extranjeras con fundamento en la ley,…”. Y “Los extranjeros no podrán de
ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”.
Ante estos hechos demandamos al IFE proceda de inmediato a emprender de
oficio una investigación por la intervención de extranjeros en el proceso electoral y
la colusión con la misma del candidato Andrés Manuel López Obrador y los
dirigentes de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Movimiento
Ciudadano. Demandamos también al IFE una clara condena de los actos de
provocación de “yo soy 132” en contra de las actividades electorales de los
partidos y candidatos, así como de su consigna “si hay imposición habrá
revolución”.
Asimismo demandamos que el IFE y esperamos que así lo haga (como
observadores acreditados del proceso electoral 2011-2012) exija la inmediata
expulsión (previa audiencia) de territorio nacional de Camila Vallejo por estar
violando al artículo 33 de la Constitución.
A su vez esta demanda también la hemos hecho llegar al Presidente de la
República y al Comisionado del Instituto Nacional de Migración.
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