la utilización espontánea del gesto durante la interacción

Anuncio
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ORIGINALES
Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. XI, n.º 2 (80-94), 1991
LA UTILIZACIÓN ESPONTÁNEA DEL GESTO DURANTE
LA INTERACCIÓN ENTRE DIADAS OYENTES/SORDOS
DESMUTIZADOS INTEGRADOS EN CENTROS DE E.G.B.
Por J . Valero García
Psicólogo. Logopedia. Logopeda para la integración de niños deficientes auditivos en centros público del Bages.
INTRODUCCIÓN
E
S conocido que mediante el gesto el bebé inicia sus actos comunicativos con el adulto, utilizando un contenido aún muy limitado pero
suficiente para la comunicación. Al acceder a la función
simbólica, ya ha tenido la oportunidad de practicar toda
una serie de intercambios comunicativos en su entorno:
el bebé dialoga espontáneamente con la mirada, comparte su atención, incluso relaciona e indica mediante
la mirada o el gesto (Ajuriaguerra y col., 1972).
J.S. Bruner, en su estudio sobre los requisitos necearios para la adquisición del lenguaje, señala que
el lenguaje es el resultado de un proceso de comunicación más amplio, siendo necesario buscar los prerequisitos del habla en la interacción preverbal del
bebé con la madre (Bruner, 1978).
En la misma líinea, Siguan (1978) considera necesario, para el estudio de la ontogénesis del lenguaje, analizar la comunicación gestual como una etapa
puente entre las conductas comunicativas activas del
bebé y su progresiva sustitución por el lenguaje oral.
En dos interesantes trabajos publicados en 1978 y en
1984, Siguan profundiza en los componentes que definen nel trspaso de la comunicación gestual al lenguaje verbal, así como sobre la naturaleza del gesto
y de su evolución comunicativa; igualmente ofrece
una clasificación de los tipos de gestos utilizados por
el bebé, no sin antes concienciar al lector sobre las
dificultades que semejante tarea implica.
Existe una cierta unanimidad, pues, al considerar
que el niño pequeño realiza un aprendizaje del lenguaje oral fundamentándose en otras formas comunicativas no lingüísticas, las cuales son progresivamente sustituidas por un código cada vez más convencional y arbitrario (Boada, 1986). No obstante,
esta sustitución no es nunca definitiva en tanto en
cuanto en el adulto el gesto se convierte en un importante auxiliar del habla, dependiendo su utilización de cada individuo, así como del contenido y del
contexto comunicativo en el que se desenvuelve.
Es necesario considerar la importancia que el gesto
posee para aquellas personas con un importante déficit lingüístico. De este modo, al analizar los recursos
comunicativos utilizados por los niños sordos produndos preverbales, se habla fundamentalmente de los recursos gestuales, de los verbales o de la combinación
de ambos. Por lo que respecta a los recursos gestuales, Caselli (1982) define los siguientes:
1. Gestos deícticos intencionales. Son aquellos
que no contienen el referente en sí mismos, sino que
éste viene determinado por el contexto en el que se
desarrolla la comunicación. Suelen ser gestos naturales realizados con la mano abierta y el brazo o el dedo
extendido.
2. Gestos de indicación. Son similares a los deícticos en tanto en cuanto el referente también extraido del contexto y se representa de la misma forma,
pero se diferencia de aquellos por su valor semántico,
Correspondencia: J. Valero. Aula de Deficients Auditius. Colegi Renaixença. Pl. Independència, s/n, 08240 Manresa.
212
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
pues ejercen funciones pronominales, posesivas, demostrativas o locativas.
3. Gestos simbólicos. Estos contienen la representación del referente, es decir, poseen por sí mismo contenido semántico. Los gestos de carácter apelativo
(aquellos destinados a traer la atención del interlocutor
para enfatizar o prolongar la comunicación) también
formarían parte de los denominados gestos simbólicos.
No siempre resulta fácil diferenciar el gesto natural, o la señal comunicativa intencionada, del lenguaje de signos; especialmente por lo que se refiere aldenominado gesto natural con valor simbólico. En el
presente trabajo se hace siempre referencia al gesto
simbólico en tanto movimiento anual o facial, convencional pero no arbitrario, que haciendo referencia
a unobjeto o acción presente, aparece de forma ailada
a lo largo de los actos de habla producidos.
Son frecuentes las investigaciones dedicadas al estudio del desarrollo comunicativo e intelectual del niño
sordo1. En el ámbito estrictamente comunicativo, y por
lo que se refiere a la comunicación, y por lo que se refiere a la comunicación gestial en sentido amplio, las investigaciones realizadas suelen obedecer al intento de
establecer un valor lingüístico al lenguaje de los signos,
analizando tanto sus aspectos de estructuración interna
como su gramática (Bellugi, Klima y Siple, 1975; Baker
y Cokely, 1980; Stokoe, 1980; citados por Bouvet,
1981; Volterra, 1981; Volterra y Caselli, 1985, citados
por Marchesi, 1987). Por otra parte conviene destacar el
hecho de que actualmente se están olvidando antiguos
dogmatismos en lo referente al contencioso mímica/oralismo, y va ganando cada vez más adeptos una corriente eléctrica defensora de los métodos mixtos (Schlesinger y Meadow, 1972; Furth, 1981; Bouvet, 1981; Capouillez, 1986). En nuestro país destacan los trabajos
realizados pro Monfort (1981),Marchesi (1983, 1986) y
por Clemente y González (1988). Estas últimas autoras
investigaron, las interacciones comunicativas entre niños sordos en período de desmutización y personas normo/oyentes en el marco de la institución preescolar.
Aunque la experiencia clínica y pedagógica puede
indicar que, una vez el niño sordo ha alcanzado la
(1) Véase Marchesi (1987); Lafon (1987) y Silvestre (1988)
desmutización plena, sus actos comunicativos presentan una alternancia entre la palabra y el gesto o, en e
mejor de los casos, suelen estar presididos por un lenguaje frecuentemente gramatical apoyado en el gesto,
no suelen ser numerosos los estudios que intentan analizar estos procesos, siendo la mayoría de ellos autores
ingleses (Tervoort, 1961; Goldin-Meadow y Feldman
1975; Ahlgren, 1980: Mohay, 1982; citados por Quigley, 1984 y por Marchesi, 1987).
Las preguntas que en tal sentido nos hacemos pueden ser: ¿Qué papel mantiene el gesto natural durante
el acto comunicativo entre un niño sordo desmutizado
y un niño oyente? En el supuesto de que un deficiente
auditivo posea una cierta competencia gestual —lenguaje de signos—, ¿De qué modo el gesto prima sobre
la palabra? Si, por otra parte, el niño deficiente auditivo no posee ninguna competencia gestual, ¿puede llegar a alcanzar un nivel significativo en este tipo de
comunicación, con posterioridad a su desmutización?
¿En qué medida este logro podría ser beneficioso/perjudicial para el desarollo de su habla? Todas estas preguntas resultan muy sugerentes, si bien el estado actual de la ciencia aún no nos permite apuntar respuestas suficientemente válidas y contrastadas.
HIPÓTESIS Y METODOLOGÍA DE TRABAJO
El presente trabajo se propone dar a conocer la utilización espontánea del gesto natural por parte de los
niños sordos que conformaban la muestra, durante
una situación comunicativa controlada con un compañero oyente. Se observa qué tipo de recurso gestual es
el más empleado por el niño sordo, así como la eficacia del contexto comunicativo diseñado para la observaciónde las estrategias comunicativas y el contenido
de las mismas.
La gran variabilidad intraindividual y interindividual de los sujetos sordos y escasez de estudios similares conocidos, no aconsejaban la formulación de una
hipótesis de trabajo firme con anterioridad a la objtención de unos primeros resultados. Sin embargo, nuestra ideal inicial era la de comprobar la posible existencia de sustanciales diferencias en el tipo de gestos
naturales utilizados por los sordos y por los oyentes,
en el sentido de que los primeros los pueden utilizar
213
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ORIGINALES
más a menudo como un soporte para la representación, del referente lingüístico, mientras que éstos básicamente sólo lo debían emplear para la indicación.
Para la obtención de datos se planificó la siguiente
estratgia: se registraron en vídeo las interacciones comunicativas de cuatro niños sordos en la situación de
enseñar a sus respectivos compañeros oyentes las cosnignas de un juego completamente desconocido. También se procedió a registrar en vídeo la misma situación, pero, en este caso, con la única intervención de
dos niños oyentes.
A. Características de los sujetos
Las observaciones se realizaron con res niños y una
niña sordos desmutizados, integrados cada uno de
ellos en la escuela pública de su localidad de residencia, de edades comrpendidas entre los 9 y los 11 años.
Cada uno de estos alumnos permanecían integrados
en su actual centro escolar desde los 4 años, no estando ningún otro niño sordo escolarizado con ellos. Los
oyentes que participaron en este estudio eran compañeros de clase de los mencionados alumnos sordos,
habiendo sido escogidos aleatoriamente de entre el
conjunto de compañeros de clase.
Las características más destacables de los sujetos
observados quedan reflejadas en la tabla I.
B. Material utilizado
Para facilitar la sinteracciones entre cada diada se
convino en utilizar un juego desconocido para los sujetos: «La vuelta ciclista al Bages». Este juego, tanto
por su formato como por el material que precisa para
su ejecución (un tablero de 45 cm), donde están dibujadas diferentes casillas numeradas, algunas de ellas
decoradas condibujos alusivos a la consigna que el
niño debe ejecutar; dados, fichas, etc.) mantiene uncierto parecido con el popular juego de la oca, lo que
posibilita la invenciónde nuevas reglas a ejecutar por
el niño.
C. Consignas y procedimiento
En primer lugar, el adulto transmitirá oralmente las
consignas del nuevo juego al sujeto sordo. A continuación, para asegurarse de la comprensiónd e dichas
consignas, el adulto le pedia al niño que explicara las
reglas del juego, repasando la comprensión de las
mismas, y procediendo a continuación a jugar una
TABLA 1. Datos de los sujetos sordos
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
Grado de pérdida auditiva
Factores etiológicos
Edad
Edad inicio escolarización ordinaria
Edad inicio rehabilitación
Edad inicio uso prótesis
Nivel expresivo actual (2)
Adquisición lenguaje signado
Observaciones destacables
Gemma
Andreu
Alex
Josep
profunda
rubeola
10 a. 3 m.
3 a.
3 a.
3 a.
IV
no
–
severa
discon.
10 a. 6 m.
4 a.
4 a.
4 a. 6 m.
III
no
–
profunda
genética
9 a. 9 m.
2 a.
2 a.
3 a.
III
no
–
profunda
genética
10 a. 10 m.
3 a.
3 a.
3 a.
II
precario
padres sordomudos
(2) Para el establecimiento del nivel expresivo que presentaba cada
niño, se solicitó al logopeda y al profesor de cada uno que lo clasificara en base a los criterios utilizados por Martin (1979):
I. Normal.
II. Alterada, pero comprensible para personas desconocidas.
III. Alterada, solamente comprensible para las personas más ceranas al niño.
214
IV. Precaria, no utiliza estructuras S-V-O.
V. Ininteligible.
Si bien los criterios por los que se rige esta clasificación son subjetivos, nos parecieron válidos como muestra indicativa de la habilidad
expresiva de cada sujeto.
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
partida. Desde el primer momento, al niño se le comentaba que seguidamente él debería traspasar dichas
reglas a un compañero de clase que las desconocía
por completo.
Las reglas del juego que el adulto explicaba oralmente al niño sordo eran:
10.a Si caes en el cuadro de color verde, debes retroceder diez casillas.
11.a Si caes en el cuadro 31, avanzarás diez casillas.
A continuación, el niño sordo transmitirá estas consignas del juego a un compañero de clase, el cual las
desconocía por completo, procediendo seguidamente
a jugar una partida.
Por lo que respecta a la diada oyente/oyente, el procedimiento para el traspaso de las consignas del juego
y posterior puesta en práctica de las mismas fue exactamente lo mismo.
1.a Pueden jugar dos o tres personas.
2.a El juego tiene 63 cuadros.
3.a El primer corredor que consigue llegar al final gana la partida.
4.a Primero tú debes coger una de estas fichas
(mostrando dos fichas de diferente color).
5.a Cada jugador tira con dos dados, contamos y
movemos la ficha (se hace una demostración pra´ctica).
6.a Si caes en un cuadro de color rojo, debes responder a una pregunta que encontrarás en esta caja
(mostrar). Si respondes correctamente la pregunta,
avanza tres cuadros, si no permanecerás donde estás.
Dispndrás de medio minuto para pensar la respuesta.
7.a Si tu ficha cae dentro del cuadro donde esté
dibujado un castillo, una iglesia o un puente,deberás
estar una tirada sin jugar.
8.a El dibujo de una rueda pinchada o de una bicicleta rota indica que deberás descansar dos tiradas
sin jugar.
9.a Si tu ficha cae en el cuadro donde está una
ambulancia, deberás volver a empezar a jugar.
D. Método de análisis
El análisis realizado se hizo atendiendo únicamentea
los recursos gestuales naturales espontáneos utilizados
por el niño sordo en base a la clasificación efectuada
por Caselli (1982). Aunque conscientes de que todo intento de clasificación del comportamiento humano
resulta artificioso, el trabajo de Caselli nos pareció
muy útil tanto por su sencillez como por la rapidez con
que permite discriminar posibles diferencias entre los
sujetos observados a su vez, consideramos interesante
incluir en este análisis otros parámetros observados, relacionados estrechamente con la interacción comunicativa estudiada: esto permite disponer de una perspecti-
TABLA I1. Tipos de gestos observados en funciónde la regla traspasada
Andreu
1.a Consigna
2.a Consigna
3.a Consigna
4.a Consigna
5.a Consigna
6.a Consigna
7.a Consigna
8.a Consigna
9.a Consigna
10.a Consigna
11..a Consigna
Otros gestos espontáneos
Alex
I=1
– –
I
I
I
I
I
––
S=1
––
S=2
S=1
=
=
=
=
=
– –
1
2
1
2
2
S=1
Josep
Oyente
no gesto
I=1
I=2
I=2
I=2
I=1
I=1
––
S =1
S=2
––
––
––
––
––
I=2
––
I=2
I=1
I=2
I=2
––
S
S
S
S
S
=
=
=
=
=
1
2
1
1
1
S =1
I=1
––
I=2
S=1
I=1
––
no gesto
I=1
––
no gesto
––
––
(Tipos de gestos naturales: D = deícticos; I = indicación; S= simbólico)
215
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ORIGINALES
va global del contexto y de diferentes factopres condicionantes que acompañan los gestos espontáneos motivo de nuestro estudio.
Los estudios observados durante las sesiones de
trabajo están registrados en las tablas I y II. A Gemma no fue posible valorarla. A pesar de que las consignas del juego le habían sido explicadas y, aparentemente, le resultaron inteligibles, Gemma no comprendió que las debía traspasar a su compañera
oyente, pues para ella parecía obvio que ya las debía
conocer. Su impulsividad la llevó directamente a la
acción sin necesidad de verificar ni actualizar sus
propios conocimientos sobre el juego. No obstante
efectuar numerosos gestos indicativos espontáneos,
no se consideró válida la situación en que aparecieron.
COMENTARIO
Hay que ser muy prudentes y considerar que los sujetos observados constituyen una muestra muy reucida,
lo cual impide la generalización de los indicadores encontrados al resto de la población escolar de niños sordos. Disponemos de datos sobre una experiencia, que
podemos utilizar para analizar o inferir posibles genera-
lizaciones, pero siempre conscientes de las limitaciones
existentes.
1. Número de consignas traspasadas
Observando la tabla II, vemos como el total de las
consignas que conformaban las reglas del jeugo eran
once. Las cinco primeras enmarcaban la situación del
juego; no siendo reglas esenciales, si bien servían de introducción a la actividad que a continuación se iba a desarrollar (por ejemplo, el juego consta de 63 cuadros).
El resto de consignas explicaban las consecuencias que
reportabal caer en determinads cuadrículas (por ej.) «si
caes en el cuadro donde está la ambulancia deberás volver a empezar el juego»).
La respuesta más frecuente del conjunto de la muestra fue la de obviar las primeras cinco reglas —el marco referencial— para pasar directamente al traspado de
las reglas que podemos considerar de utilidad práctica.
Tan sólo el niño oyente, y Andre comentaron una regla
pertenciente al primer bloque, la tercera. Asimismo, todas las reglas del segundo bloque fueron traspasadas
por el conjunto de la muestra a excepción de Andreu,
quien se olvidó de comunicar la regla 6.a: «si caes en el
cuadro de color rojo...»
En el apartado 1 de la tabla III, observamos cómo no
TABLA III. Resumen de los datos observados
1. Número de consignas aludidas durante el traspaso
— correctas
— incompletas
— confusas
— incorrectas
2. Duración del acto comunicativo
3. Número de gestos espontáneos realizados
4. Tipos de gestos naturales utilizados
— Deícticos
— De indicación
— Simbólicos
5. Estrategias para el traspaso de las consignas
— Utiliza la correspondencia dibujo/consigna
— Abstrae la consigna y la aplica al conjunto de dibujos
6. Durante la interacción se dan secuencias de diálogo
espontáneo entre ambos interlocutores
216
Andreu
Alex
Josep
Oyente
6/11
3
1 (6.a)
21 (7.a, 8.a)
–
60 seg.
14
6/11
4
2 (6.a, 7.a)
–
–
38 seg.
12
6/11
5
1 (6.a)
–
–
68 seg.
16
7/11
6
1 (6.a)
–
–
38 seg.
6
0
9
5
0
9
3
0
9
7
0
5
1
X
X
X
X
SI
SI
NO
NO
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
todas las consignas traspasada han sido correctas dándose algunos casos de reglas incompletas o confusas.
Diversos factores pueden haber condicionado estas diferencias observadas, desde factores directamente relacionados con las capacidades de competencia lingüística de cada sujeto hasta el simple estado de ansiedad
propio de una situación experimental en la que se le
está observando directamente. Esta diversidad cualitativa en las consignas traspasadas nomermó significativamente las posibilidades lúdicas del juego, pues al apoyar las explicaciones con elementos pictóricos en referencia directa al contenido que se traspasa, facilitaba
enormemente la comprensión del interlocutor, evitando
el cambio/confusión del foco de la conversación tan corriente en las interacciones con sujetos sordos.
2. Duración del acto comunicativo
La duración del traspaso de reglas fue muy heterogénea, si bien hay que efectuar algunas matizaciones.
Esta duración podría depender directamente del tipo de
estrategias utilizadas para el traspaso de consignas
—centrado en cada dibujo/centrado en el conjunto de
dibujos afectados por una misma regla—, pero a simple
vista esta posibilidad parece completamente descartada.
De este modo, Alex fue tan rápido como el niño oyente —38 segundos—, pero también se mostró muy nervioso e inseguro. Realizó un traspaso de la reglas término a término, con stante celeridad, pero también con
un nivel un tanto incomprensible para su interlocutor,
quien a menudo tuvo que deducir el contenido discursivo de Alex. ¿Qué hubiera sucedido si no se hubiera
mostrado tan inseguro y su comunicación hubiera sido
más elaborada?
Por su parte, Andreu empleó 60 segundos su traspaso fue en cierto modo también poco comrpensible
—confundipo aspectos propios de la regla 8a y los citó
como pertenecientes a la regla 7a—, a lo que hubo que
añadir sus frecuentes lagunas ideativas y una excesiva
rdundancia en consignas ya trasmitidas, todo lo cual
motivó que el tiempo empleado en la transmisión de
consignas fuera elevado.
Josep fue el niño que más tiempo dedicó al traspaso
de reglas. La forma cómo lo hizo corresponde, a la
más elaborado —la misma que empleó el niño oyente, váse cuadro 2— lo que induce a pesnsar que el ac-
ceso a estructuras propositivas y la posterior elaboración de interferencias conceptuales de unformato más
abstracto implica para el niño sordo una mayor lentitud en su pensamiento (Furth, 1981). Algunos estudios han puesto de manifiesto que las interacciones
del niño sordo con los oyentes eran más breves que
las que realizaban los oyentes entre sí. Por su parte, N.
Silvestre (1984), en una investigación realizada en situaciones comunicativas propuestas por el adulto, en
las que las parejas formadas respectivamente por niños oyentes y por niño sordo y niño oyente debían
transmitirse instrucciones para la realización de una
tarea, mostró entre otras cosas que:
a) Ambos tipos de pareja llegaban, en función de
la edad, a un mismo nivel de eficacia comunicativa.
b) Las parejas formadas por niño sordo y niño
oyente encontraban estrategias para comunicarse, pero
precisaban de mayor tiempo para las parejas oyentes.
3. Número de gestos efectuados
Se observa, tal como era fácilmente previsible, una
mayor utilización del gesto por parte de los niños sordos. No obstante, es importantísimo destacar que en
todo momento, independientemente del nivel verbal
que presentará cada sujeto, el gesto acompaña a las
verbalizaciones, nunca las sustituye. De auqí que el
número de gestos deícticos observados sea nulo.
Es necesario resaltar el hecho de que cuando el
niño sordo todavía está en plena fase de desmutización, el gesto natural es un recurso muy utilizado
como sustituto de la palabra, dependiendo, posiblemente, de si el niño sordo ha aprendido o no un código gestual signado, el que su gesticulación sea más
omenos simbólica y arbitraria.
Parece ser que, a medida que el niño sordo es desmutizado, la importancia del gesto como instrumento
de comunicación pasa a un segundo término —al
menos por lo que se refiere a la comunicación con
oyentes—, pues utiliza abundantes significados verbales enactivos en combinación con sus emisores verbales. El gesto pasa a tener más funciones de sustitución.
Conviene recodar aquí los resultados de unestudio
realizado por Schlesinger y Meadow (1972) —citado
por Marchesi, 1987— en el que se destacaban los
217
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ORIGINALES
efectos positivos del lenguaje gestual sobre el aprendizaje del lenguaje oral. Más recientemente, Alisedo
et al. (1990) y Meadow (1980) sugieren que niños
sordos entrenados en la utilización del lenguaje oral y
gestual indistintamente presentan un mejor nivel en
las variables utilizadas para dimensionar habilidades
de habla, en comparación con otros niños sordos que
utilizan el lenguaje oral exclusivamente.
4. Tipos de gestos utilizados
Tal como en un principio era de esperar, en el sordoaparecen más gestos de carácter iconográfico o simbólico que en el niño oyente, este tipo de gestos es más
utilizado por Josep —hijo de padres sordomudos—.
Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el contexto
en el cual se realiza esta observación facilita el uso del
gesto indicado, acompañando la consigna que en ese
momento se comunicaba. Posiblemente, ésta sea la razón para que el número de gestos de indicación resulte sustancialmente superior que el gesto simbólico. Sería muy interesante efectuar diferentes observaciones,
en situaciones bien diversas —en la clase, en el patio,
en la calle, durante una excursión, etc.—, para obtener
una variada y rica información tanto de tipo de gestos
natutrales utilizados como, de aquellos gestos de tipo
simbólico, una muestra más heterogénea para el análisis morfológico y fonológico de las palabras que son
acompañadas o sustituidas por el gesto.
5. Estrategias utilizadas para el traspaso de
consignas
Resulta sumamente interesante conocer la estrategia empleada por los niños objetos de nuestra observación para el traspaso de las consignas de juego.
Destaca el hecho, comentado con anterioridad, que
dos niños sordos, Andreu y Alex, emplean un formato que se fundamenta en la correspondencia del dibujo/consigna, fijados ambos en la representación gráfica que aparece en el tablero donde se desarrolla el
juego. Esta forma de proceder implica un traspaso
mecánico, poco elaborado, de las consignas, lo cual
induce a pensar que para ambos debe resultar muy difícil abstraer los rasgos más pertinentes de cada regla,
elaborados y representarlos mentalmente, y traspasar218
los a su interlocutor generalizando sus consecuencias
al conjunto de elementos del juego pertenecientes a la
misma categoría. Por el contrario, tanto el niño oyente como Josep efectuan un traspaso de consignas mucho más elaborado.
¿Esta observación puede inducir a pensar que nos
encontramos frente a dos estilos comunicativos diferentes? La atención nos induce a responder afirmativamente pero no podemos olvidar la reflexión que indica
este comentario: los resultados no son generalizados.
Sin embargo, observando las características de los sujetos sordos del cuadro 1 vemos cómo la capacidad lingüística más desarrollada corresponde a Josep, lo que
posiblemente le facilite el poseer unas estrategias de
pensamiento menos rígidas y menos ligadas a lo concreto. No obstante, Josep necesita prácticamente el doble de tiempo, que el niño oyente, para realizar la
transmisión de las consignas de juego, lo que induce
también a pensar que sus estrategias para elaborar, modificar y acceder al recuerdo de las palabras resultan
más lentas. A su vez, es de destacar como este alumno
sordo —hijo asimismo de padres sordomudos— posee
una cierta capacidad de comunicación signada, sin que
la misma haya sido motivo de retraso en el proceso de
desmutización desarrollado pocos años antes. Por el
contrario, la comunicación con el adulto oyente —tíos,
abuelos, profesores, etc.— siempre se vio enriquecida
por la utilización del gesto espontáneo facilitando la
comprensión de sus primeros mensajes verbales.
6. Secuencias de diálogo
Resulta interesante comentar el hecho de que tan
sólo en aquellos casos en los que el traspaso de consignas fue más comprensible para el interlocutor, hubo
un reducido intercambio de preguntas aclaratorias entre los dos niños. Por su parte, en los casos en los que
el niño sordo manifestaba ciertas dificultades expresivas, y la forma de traspaso de las consignas fue menos
elaborada, sus interlocutores tampoco solicitaron ninguna aclaración. Posiblemente, las interaccions entre
compañeros sordos/oyentes no mantengan un formato
ideal para un mayor enriquecimiento comunicativo
por parte del niño sordo. A menudo, para facilitarle la
comprensión, el oyente utiliza una estructura discursiva rígida. Al ser conscientes sus compañeros de las di-
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ficultades expresivas del niño sordo, limitan sus interacciones verbales con él; siendo entonces la comunicación extralingüística la que suple, en parte, este vacío (Huntington y Watton, 1981; Wood; 1984). ¿Es
éste un fenómeno aislado o corresponde al tipo de interacción que normalmente se establece en la clase
con el niño sordo? Las características de la situación
escogida para realizar nuestra observación hacía innecesario la formulación de preguntas en base a las dudas que se pudieran generar, dado que las reglas del
juego eran fácilmente comprensibles a poco que el
niño sordo las explicara. No obstante, los resultados
observados contradicen este criterio de sentido común,
al ser precisamente en las interacciones de los sujetos
con un mejor nivel expresivo donde sí se dan estas interpretaciones aclaratorias. Los niños sordos intelectualmente activos suelen, poseer considerables habilidades comunicativas, acompañándose de gestos naturales y sonidos; sin embargo, encuentran grandes
dificultades en su interacción con niños oyentes.
CONCLUSIÓN
En primer lugarrece necesario destacar la utilidad
del material emleado en este estudio para conocer y
valorar las características de la interacción entre varios
sujetos; si bien es un planteamiento sencillo, su condición lúdica favorece la desinhibición del niño, permitiendo observar aspectos que difícilmente se presentan
con espontaneidad en condiciones experimentales más
controladas. Por otra parte, la transmisión de reglas
previamente aprendidas favorece la obtención de datos
aislados sobre distintos aspectos cognitivos del sujeto
hablante.
En segundo lugar, a la vista de los resultados observados y del número de sujetos que conforman
nuestra muestra, no parece prudente establecer relaciones de causa efecto que expliquen las diferencias
registradas: sería necesario ampliar la muestra y efectuar nuevas observaciones en distintos contextos.
Cabe, sin embago, subrayar que si bien los ambientes
lingüísticos en los que los niños sordos de la muestra
se han desarrollado han sido muy variables, todos
ellos muestran, en menor o mayor grado, una capacidad para la utilización espontánea del gesto natural
superior a la desarrollada por el niño oyente.
Esta observación corrobora la tesis de Tervoort
(1961) de Goldin-Meadow (1975), de Mohay (1982)
y Pereira (1985) quienes comprobaron cómo niños
sordos educados en una ambiente exclusivamente oral
producían combinaciones de gestos con finalidad simbólica. Por ootra parte, también apuntan que, a la hora
de comunicarse entre sí, los niños sordos prefieren hacerlo mediante un sistema de gestos propio, aunque
durante sus interacciones con los adultos se sirven
preferentemente del lenguaje oral.
Seguramente, no debe existir antagonismo alguno
entre los gestos y el lenguaje oral; el gesto natural es
emleado por el sordo desmutizado como un medio
complementario para la visualización y mejor elaboración del lenguaje oral, al tiempo que revela su propia identidad como sordo (Volterra, 1985).
RESUMEN
Mediante este estudio se intenta analizar las interacciones comunicativas entre parejas de niños sordos
desmutizados/oyentes, a la hora de traspasar las reglas
del juego, para observar la utilización espontánea que
aquellos hacen del gesto natural en comparación con
otra pareja constituida por niños oyentes exclusivamente.
Es de destacar que, en mayor o menor grado, se observa una utilización más elevada del gesto natural,
especialmente de carácter simbólico, por parte de los
niños sordos; si bien, aunque en todo momento el gesto acompaña sus verbalizaciones, nunca las sustituye.
Durante el análisis efectuado también se observa el
comportamiento de diferentes variables como la estrategia empleada en el traspaso de consignas, el recurdo de las mismas, el tiempo empleado para efectuar el
traspaso a las interpretaciones que se observan entre
los interlocutores.
El presente estudio se ha realizado con una muestra muy reducida y no parece prudente generalizar algunas de sus observaciones al resto de la población de
niños sordos. Asimismo, se plantean una serie de interrogantes, cuya respuesta podría favorecer enormemente la labor pedagógica que actualmente se realiza
con niños sordos integrados en centros ordinarios.
219
Documento descargado de http://www.elsevier.es el 27/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ORIGINALES
BIBLIOGRAFÍA
Ahlgren, E.: The sing language group in Stockholm. En: Ahlgren y Bergman (eds.): Papers from the first Symposium
on Sign Language Research. The Swedish National Association of the deaf, 1980, 3-7.
Ajuriaguerra, J. y col: Desorders psychopathologique chez
l’enfant sourd. Psychiatrie de l’enfant, 1972, 15, 217-244.
Alisedo, G. y col.: La educación bilingüe para niños sordos.
Ponencia presentada en el Curs d’actualització en Logopèdia de l’Escola de Patología del Llenguatge de Barcelona,
1990.
Baker, C., y Cokely, D.: American Sign Language. Md. T. J.
Publishers, Silver-Springs, 1980.
Bellugi, U., Klima, E., y Siple, P.: Remmembering in signs.
Cognition, 1975, 3, 93-125.
Boada, H.: El desarrollo de la comunicación en el niño. Anthropos, Barcelona, 1986.
Bouvet, D.: La parole de l’enfant sourd. PUF, París, 1981.
Bruner, J.: On prelinguistic prerequisites of speech. En:
Campbell, N., y Smith, P. T. (eds.): Recent advances in the
Psychology of language. NATO COnference, Serie 4.a,
Bruseles, 1978.
Capouillez, J. M.: Adquisición del lenguaje en el niño sordo.
Introducción de medios manuales complementarios al habla. En: Monfort, M. (ed.): Investigación y logopedia.
CEPE, Madrid, 1986, 308-318.
Caselli, C., y col.: Il ruolo del gesto nello svilupo comunicativo e cognitivo del bambino sordo. Età Evolutiva, Vol. II,
1982, 235-239.
Clemente, R. A., y González, A. M.: La comunicación entre
díadas sordo/normo oyentes en la edad preescolar. Revista
de Logopedia, Foniatría y Audiología, 1988, Vol. VIII, 2.
Goldin-Meadow, S., y Feldman, H.: The creation a communication system: A study of deaf children of hearing parents.
Sign Language Studies, 1975, 8, 225-234.
Huntington, A., y Watton, F.: Language and Interaction in the
classroom. Part 1: teacher talk. J. Brit. Assn. Teachers of
the deaf, 1981, 5 (6), 162-173.
Lafon, J. C.: Los niños con deficiencias auditivas. Masson,
S. A., Barcelona, 1987.
Marchesi, A.: El lenguaje de signos en la educación temprana
de los niños sordos. En: Monfort, M. (ed.): Investigación y
logopedia. CEPE, Madrid, 1983, 299-307.
Marchesi, A.: El desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños sordos. Alianza, Madrid, 1987.
Martin, J. A. M.: Childhood deafness in te European Community. Comission of the European Communities. Bruselas, 1979, 70-75.
220
Meadow, K. P.: Deafness and child development. University
of California Press, Berkeley, 1980.
Mohay, H.: A preliminary description of the communication
systems evolved by two deaf children in the abscence of a
sign language model. Sign Language Studies, 1982, 34,
73-90.
Monfort, M.; Rojo, A., y Juárez, A.: Programa elemental de
comunicación bimodal. CEPE, Madrid, 1981.
Pereira, C.: An interactional approach in the study of gestural
communications in hearing-impaired children. En: Volterra, V., y Stokoe, W. C. (eds.): SLR 83. Linstok Press-Instotuto di Psicologia, Roma, 1985, 30-37.
Quigley, P. y col.: Language and deafness. College Hill
Press, San Diego, 1984.
Schlesinger, H. S., y Meadow, K. P.: Sound and sign: childhood deafness and mental health. University of California
Press, Berkeley, 1972.
Siguan, M.: De la comunicación gestual al lenguaje verbal.
En: Bronkart y col. (eds.): La génesis del lenguaje. Pablo
del Río, Madrid, 1978.
Siguan, M.: Del gesto a la palabra. Estudios sobre psicología
infantil. Pirámide, Madrid, 1984, 17-32.
Silvestre, N.: La comunicació social del nen sord amb el seu
company d’dat oient: estratègies comunicatives. Tesis doctoral. Universitar Autònoma de Barcelona. Bellaterra, 1984.
Silvestre, N.: El niño deficiente auditivo. En: Sastre, G., y
Moreno, M. (eds.): Enciclopedia práctica de pedagogía,
vol. VI, Planeta, Barcelona, 1988, 317-336.
Stokoe, W. C.: Sign language structure: an outline of the visual communication systems of the american deaf. University of Bufalo, Nueva York, 1980.
Tervoort, B.: Esoteric symbolism in the communication behavior of young deaf children. American Annals of rhe deaf,
1961, 106, 436-480.
Volterra, D.: Gestures, signs and words at two years; when
does communication become language. Sign Language
Studies, 1981, 33, 351-361.
Volterra, D.: Educazione bimodale e bilingue del bambino
sordo. Etá Evolutiva, 1985, 20, 58-66.
Volterra, V., y Caselli, C.: From gestures and vocalizations to
signs and words. En: Stokoe, W., y Volterra, V. (eds.):
Proceedings of the III International Symposium on Sign
Language Research. Linstok Press, 1985.
Wood, D.: An experimental evaluation of the effects five styles of teacher conversation on the language on hearing-impaired children. J. Child Psychol., Vol. 25 1, 1984, 45-62.
Recibido: diciembre 1990.
Descargar