Expte. 3751 – "Acebedo, Ivana Trinidad c/ Dominguez, Pablo Horacio y otro cobro de pesos y entrega de certificado -apelación de sentencia -recurso de inaplicabilidad de ley" – STJ DE ENTRE RÍOS – SALA LABORAL – 27/12/2010 ACUERDO: En la ciudad de Paraná, Capital de la Provincia de Entre Ríos, a los veintisiete días del mes de diciembre de dos mil diez, reunidos en Acuerdo los señores miembros de esta Sala Nº 3 del Trabajo del Superior Tribunal de Justicia, actuando como Presidente el Doctor GERMAN R. F. CARLOMAGNO, y Vocales los Doctores BERNARDO I. R. SALDUNA y SUSANA E. MEDINA DE RIZZO, para conocer del recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto en autos caratulados: "ACEBEDO, IVANA TRINIDAD c/DOMINGUEZ, PABLO HORACIO y otro -Cobro de pesos y entrega de certificado -Apelación de sentencia -RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LEY", contra la sentencia de fs. 422/425, dictada por la Sala I de la Cámara Tercera de Apelaciones del Trabajo de esta capital.//Efectuado el sorteo de ley, resultó que la votación tendría lugar en el siguiente orden Doctores: SALDUNA, MEDINA DE RIZZO, CARLOMAGNO.Estudiados los autos la Excma. Sala planteó la siguiente cuestión a resolver: ¿Qué corresponde decidir con respecto al recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto por la actora a fs. 431/436 vta.? A LA CUESTION PROPUESTA EL SR. VOCAL DR. SALDUNA DIJO: I.- La parte actora, Ivana Trinidad Acebedo, mediante la representación de la Dra. J. I. R., interpone recurso de inaplicabilidad de ley contra la sentencia de fs. 422/425, dictada por la Sala I de la Cámara Tercera de Apelaciones de esta Capital, que revoca parcialmente el fallo del a quo, de fs. 359/367 vta., y su aclaratoria de fs. 381.II.- El tribunal de grado, respecto de la materia del presente recurso, resuelve revocar la condena a los demandados, Gabriela Noemí Richiardone y Pablo Horacio Domínguez, en lo tocante al estado de embarazo de la trabajadora, por cuanto, del relato de los hechos y alegación del derecho sustentado en la demanda, se extrae que la pretención indemnizatoria se funda en lo establecido por el art. 182 de la LCT, normativa que excluye al personal de servicio doméstico conforme lo dispuesto por el art. 2 de la ley 20744, lo que -consideró el tribunal- impide su aplicación, aun por vía de analogía.En tal sentido, el ad quem considera que la extensa argumentación introducida en alzada, peticionando confirmar lo resuelto por la instancia inferior en virtud de diversos tratados y convenios suscriptos por nuestro país, no puede ser objeto de consideración, dado que ello importaría violentar el principio de congruencia, vinculado de manera inescindible con el derecho de defensa en juicio -art. 18 de la CN-.III.- A fs. 431/436 y vta., la parte recurrente articula su impugnación casatoria contra el fallo, en cuanto entiende que la alzada incurre en violación y errónea interpretación de los arts. 102 inc. c)) del CPL, 31 inc. 4º), 160 inc. 6º) y 161 del CPC y C, consagración legislativa del principio de congruencia, como directiva de insoslayable observancia por parte de los jueces competentes para el dictado de "sentencia válida" en las causas que llegan a su conocimiento.La impugnante argumenta que los tribunales están impedidos de fallar extra petita, es decir, otorgando a las partes algo que no () ha sido demandado;; o ultra petita, es decir, concediendo más de lo pedido -salvando la consabida excepción legal referida al quantum de la demanda-. Empero, no ocurre lo mismo con la determinación de las normas jurídicas aplicables al caso concreto, pues en lo que a ello atañe, el juzgador debe atenerse a su conocimiento del orden jurídico vigente, con prescindencia de las invocaciones legales formuladas por las partes. Es decir, siempre que la sentencia no altere el sustrato fáctico debatido, ni introduzca en su resolución cuestiones ajenas a la litis, el mero hecho de que el pleito se resuelva en virtud de razones jurídicas distintas a las invocadas por las partes, sólo traduce al caso la atribución de suplir el derecho alegado por los particulares, propia de los jueces; todo lo cual no configura violación al principio de congruencia ni a la garantía de defensa.La actora esgrime que es tarea inherente a la función jurisdiccional el encuadre legal de los hechos que sirven de sustento a la pretensión litigiosa. De manera tal que, en virtud del principio "iura novit curia", el sentenciante puede y debe emplear -aun de oficio- la solución propuesta por la norma jurídica que considere aplicable al caso.Asimismo, la recurrente señala el desacertado razonamiento del ad quem, por el cual considera que el argumento introducido en alzada -referido al mantenimiento de lo resuelto en primera instancia en virtud de tratados internacionales- vulnera el principio de congruencia externa. La actora sostiene que, por el contrario, tal examen resulta imperativo, dado que el mismo consiste en determinar si una norma jurídica puede ser aplicada a la situación de hecho controvertida; en el presente caso, la procedencia o no de la indemnización por embarazo de la actora.Por otra parte, la recurrente denuncia la violación a lo establecido por los arts. 31 y 75 inc. 22 de la CN; art. 7 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; art. 25 2. de la Declaración Universal de Derechos Humanos; art. 10, 2 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; art. 11, 2 de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; art. 16 del C. Civil y 31 inc. 4º) del CPC y C. Destaca que los mencionados tratados de jerarquía constitucional consagran la protección del embarazo y la maternidad de la trabajadora, sin exclusión de aquéllas dedicadas a tareas de servicio doméstico.La actora advierte que la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, en su art. 11, 2. contiene una directiva dirigida al Estado Parte, cual es la de "prohibir, bajo pena de sanciones, el despido por motivo de embarazo ...". Sin embargo, subraya que el texto omite precisar en qué consisten dichas sanciones, obligando al intérprete a crear una norma con la cual salvar la omisión normativa, es decir, cumplir una función integradora, debiendo recurrir a los principios de leyes análogas (art. 16 C. Civ.).Sostiene que, al recurrir a la analogía, se impone aplicar la solución normativa que el art. 182 de la LCT prevé para casos semejantes; lo que no importa otorgarle competencia al régimen general, del cual se encuentra expresamente excluida, sino aplicar la solución que, para el caso análogo, contempla la ley.Finalmente, introduce la reserva del caso federal para acudir ante la CSJN, vía recurso extraordinario, y peticiona se haga lugar a la impugnación formulada, revocando la sentencia de Cámara, con costas.IV.- A fs. 448/449, los demandados Domínguez y Richiardone, con la representación legal de los Dres. A. E. R. A. y H. L. L., contestan sucintamente el recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto por la actora, peticionando su rechazo, y en consecuencia, confirmando lo resuelto por el fallo del ad quem, en lo que fue materia recursiva.V.- Al tiempo de resolver, preliminarmente es oportuno examinar la concurrencia de los requisitos de admisibilidad y procedencia sustancial del remedio recursivo interpuesto, respecto de lo cual corresponde disponer que el planteo de la parte actora se encuentra alcanzado por la hipótesis normativa del art. 140 y concordantes del CPL, en tanto se controvierte la aplicación de normas jurídicas al caso de autos.Abordando el thema decidendum, resulta pertinente analizar el criterio adoptado por el tribunal ad quem, respecto del principio de congruencia en lo referente a la alegación del derecho que introduce la recurrente en la alzada, invocando preceptos de fuente internacional y rango constitucional.Es doctrina reconocida que las partes deben aportar el sustento fáctico de la litis, en función de los hechos que invocan o niegan. Pero, al tiempo de sentenciar, el juez es soberano respecto al derecho aplicable.La jurisprudencia sentada por nuestro Alto Tribunal Nacional en torno a dicha regla, afirma que en virtud de ésta, el juzgador tiene la facultad y el deber de discurrir los conflictos litigiosos y dirimirlos según el derecho vigente, calificando de modo autónomo la realidad fáctica y subsumiéndola en las normas jurídicas que la rigen, con prescindencia de los fundamentos que alegan las partes (CSJN, Fallos 300:1034; 308:778, entre otros)."La función del juez que se enuncia con el adagio latino 'iura novit curia', es suplir el derecho que las partes no invocan o lo invocan mal, y como consecuencia de ello los hechos del proceso deben ser invocados y probados por las partes ..." (Cám. Nac. de Apelaciones del Trabajo, Sala VII, 30/08/05, "Cosoli, Hugo C. c/ Administración Nac. de Seguridad Social"; La Ley Online, Cita AR/JUR/4006/2005, entre otros). Es decir, que la obligación ineludible de las partes es exponer los hechos, así como las pretensiones que consideran que les corresponden, y finalmente, desplegar los medios probatorios que permitan verificar las circunstancias fácticas que invocan. En ese contexto, la función del juzgador es la de aplicar la norma jurídica que corresponda, o mejor se adapte, a la solución del litigio, aunque no haya sido invocada por las partes, la invocaran erróneamente, o lo hicieran tardíamente, como es el caso ("Miño, Norma Beatriz c/R.M. Servicios S.R.L. y otro -Cobro de Pesos -Recurso de Inaplicabilidad de Ley", LAS 05/06/08).VI.- Habiendo resuelto la impugnación al argumento por el cual la alzada revocó parcialmente lo sentenciado por la a quo, y ya en el abordaje de la cuestión de fondo, liminarmente corresponde determinar la ley aplicable al supuesto fáctico probado y consentido por las partes.Resulta indubitable que la letra del art. 2, inc. b) de la LCT, excluye de su ámbito de aplicación material a los trabajadores del servicio de tareas domésticas, respecto de los cuales rige como estatuto especial, el decreto 326/56 y el decreto reglamentario 7978/56.Pero, por otra parte, el art. 75 de la CN, en su inc. 22, enuncia los tratados y convenciones en materia de derechos humanos celebradas por el Estado Argentino, que gozan de jerarquía constitucional, en las condiciones de su vigencia. Dichas normas de derecho internacional público, comprenden aquéllas invocadas por la parte recurrente al momento de contestar agravios -fs. 397/404, punto II- 1º)-. En consecuencia, y respecto del caso, resultan aplicables, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, los cuales, en su parte pertinente, protegen el embarazo y la maternidad de la mujer trabajadora mediante la declaración de principios y derechos.VII.- Establecido el extremo normativo que regla los hechos probados en autos, corresponde determinar la técnica jurídica por la cual se logrará la aplicación de los derechos de fuente internacional, amalgamados con la CN, e integrantes del derecho interno, desde su cúspide. Al respecto, se ha dicho que la declaración de derechos y libertades consagrados convencionalmente debe considerarse con efecto operativo, y reconoce, entre otras consecuencias jurídicas: "investir directamente con la titularidad del derecho o la libertad a todas las personas sujetas a la jurisdicción argentina, quienes pueden hacer exigible el derecho o la libertad ante el correspondiente sujeto pasivo"; "convertir en sujetos pasivos de cada derecho o libertad del hombre al estado federal, a las provincias, y en su caso, a los demás particulares"; y "provocar una interpretación de la constitución que acoja congruentemente las normas de la convención en armonía o en complementación respecto de los similares derechos y libertades declarados en la constitución" (Bidart Campos, Manual de la Constitución Reformada, Ediar, T. I, p. 509).Por otra parte, nuestra Corte Suprema, en oportunidad de sentenciar sobre la aplicación de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ha expresado que "garantizar (...) entraña el deber de los Estados partes de organizar todo el aparato gubernamental y, en general, todas las estructuras a través de las cuales se manifiesta el ejercicio del poder público, de manera tal que sean capaces de asegurar jurídicamente el libre y pleno ejercicio de los derechos humanos" (CSJN, Fallos, 318:514). Asimismo, ha interpretado que la Convención "exige de nuestra legislación eliminar todo tipo de discriminación, pero no sólo aquéllas que provengan de razones fundadas en diferencias de raza, de sexo o de religión, sino también las provenientes de "cualquier otra condición social" ..." (CSJN, Fallos, 308:2268, voto del Dr. Petracchi).Ergo, más allá de la falta de previsión legislativa en el estatuto particular de trabajadores de servicio doméstico, y la inaplicabilidad de la ley laboral general, los derechos y garantías aplicables al caso emergen de normas de rango constitucional, de naturaleza operante, y la directiva emana, potenciada, del art. 1º de la ley 23592.VIII.- En consecuencia de la operatividad de tales derechos de índole constitucional, y verificando que la protección al embarazo y la maternidad de la trabajadora de servicios domésticos no se encuentra contemplada en su estatuto particular -esto es, el decreto 326/56-, es necesario construir la norma jurídica aplicable al caso, conforme las reglas generales en materia de interpretación e integración del derecho.Es oportuno, entonces, recordar que la tarea de integración se encuentra vinculada con la característica sistemática del ordenamiento jurídico, conducente a solucionar el problema de las lagunas de la ley. "En el supuesto de detectar una laguna del Derecho, debe recurrirse, en primer lugar, a 'los principios de leyes análogas'. La analogía es un procedimiento de integración del derecho por el cual se aplica a un caso A1, la solución que las normas prevén para un caso A, a condición de que se den los siguientes elementos: a) Similitud de situaciones. b) Similitud de ratio legis" (Bueres, Highton, Código Civil, Hammurabi, T. 1A, p. 16).- Conforme las técnicas de aplicación analógica del derecho, consideramos adecuado recurrir al método de "analogía legis", es decir, acudir a una norma análoga para su aplicación al caso no alcanzado por ninguna hipótesis normativa vigente. Al respecto, coincidimos con el criterio de la juez a quo al momento de recurrir al art. 16 del C. Civil, toda vez que ha sido la CSJN la que ha sostenido que la regla de la interpretación allí prevista, excede los límites del derecho privado, proyectándose como principio general en todo el ordenamiento jurídico interno, con excepciones en materia penal y sancionatoria (CSJN, 13/6/89, "Petruccelli, F. y otro c/Municipalidad de la Capital", JA, 1990-II-93 - CSJN, Fallos 312:956).IX.- Establecido entonces, el derecho aplicable al caso y su relación jerárquica -tratados internacionales de rango constitucional, y dec. 326/56-; corroborada la laguna de derecho en lo referente a la protección del embarazo y la maternidad de la mujer trabajadora del servicio doméstico -y en su caso, las sanciones por despido sin otra causa-; y ante la necesidad de construir la norma jurídica concreta, es dable acudir a la técnica correcta de aplicación analógica de normas, para lograr la solución del caso conforme el derecho vigente, considerado en su sistematicidad.En tal dirección, se encuentran verificados los requisitos de procedencia para la aplicación analógica de normas: a) laguna legal, b) la misma ratio decidendi o igualdad jurídica esencial entre el supuesto regulado y el que no lo está, y c) que no exista prohibición legal de recurrir a la analogía (v.gr., en materia penal o tributaria) (Rivera, "Código Civil Comentado", Rubinzal Culzoni, T. I, p. 73).Corresponde, por tanto, corroborar la similitud jurídica sustancial entre el supuesto regulado por la ley 20744 y aquella realidad reglamentada por el dec. 326/56, para confirmar que sea la LCT la norma más adecuada para suplir la laguna jurídica del asunto; u optar, por aplicar analógicamente las reglas liberales del Código Civil referente al contrato de locación de servicios (SOZZO, Gonzalo, "El contrato de servicio doméstico", en Revista de Derecho Privado y Comunitario, Rubinzal Culzoni Editores, 2005-1, p. 133 y sig.).En tal sentido, diversas voces de la doctrina han propiciado la revisión de los conceptos originales bajo los cuales se produjo la sanción de ambas normas de naturaleza laboral. Ha habido coincidencia al tiempo de considerar los aspectos motivadores del legislador para producir el apartamiento del servicio doméstico de la regulación laboral general: a) el carácter de "no empresario" del empleador, b) la inserción del trabajador en el domus ajeno, la intimidad, y c) cordialidad que se desprende de la convivencia familiar, así como razones de orden estrictamente económico. Por otra parte se ha expresado que, de un estudio comparativo de las notas tipificantes de ambos contratos, pero efectuado desde el punto de vista del trabajador, se logra establecer que los recaudos exigidos son comunes: prestación personal, ajenidad de los riesgos, subordinación y pago de la remuneración. Como corolario, puede afirmarse que se verifican en la relación de servicio doméstico, una subordinación técnica, jurídica y económica respecto del empleador, siendo la obligación de prestar los servicios, de naturaleza intuitu personae (PEDRINI, Lucrecia, "Servicio doméstico y Ley de Contrato de Trabajo: algunas reflexiones", en Revista de Derecho Laboral y Seguridad Social, Abeledo Perrot, 2009B, p. 1784/1786).Asimismo, en análisis de una hipótesis similar al presente caso, diversa doctrina se ha manifestado favorable a la hora de integrar las lagunas del estatuto particular, mediante la aplicación analógica de la LCT. En tal sentido, se ha expresado que "si el despido se produjera luego de la comunicación de embarazo o matrimonio o dentro de un lapso razonablemente cercano a la maternidad o al enlace -a cuyo efecto, pueden considerarse por vía de analogía los plazos presuncionales que establece la ley de contrato de trabajo (conf. art. 16, Cód. Civil)-, deberá entenderse que media una discriminación contraria a la protección que emana de dichas disposiciones y reconocerse en favor de la trabajadora el derecho a percibir una indemnización reparatoria del daño que provoca el acto ilícito patronal, con fundamento en el ordenamiento civil" "(...) a fin de graduar la reparación correspondiente, el juez puede utilizar como pauta orientadora el método de cálculo previsto por el art. 182 de la ley de contrato de trabajo porque, a nuestro entender, la exclusión del art. 2º de la ley de contrato de trabajo no empece a la posibilidad de aplicar alguna solución contemplada en ella por vía de analogía -cuando la situación no se encuentra prevista en la norma estatutaria (art. 16, Cód. Civil)-, sin perjuicio de merituar su adecuación a las especiales circunstancias de cada caso (Pirolo, Miguel Angel, "La estabilidad por maternidad y matrimonio garantizada a la mujer en distintas modalidades contractuales y en los regímenes especiales" Publicado en: DT 2000-B, 2265).X.- Por todo lo expuesto, se impone dejar sin efecto la sentencia recurrida y admitir la demanda en los términos de la parte dispositiva del fallo de primera instancia. Costas a la demandada. Así voto.A la misma cuestión propuesta, la Sra. Vocal Dra. MEDINA DE RIZZO manifiesta que se adhiere al precedente voto, por iguales fundamentos.A su turno, el Sr. Vocal Dr. CARLOMAGNO dijo: Coincido en que no rige impedimento alguno para aplicar el derecho vigente, aun cuando no se haya invocado por los litigantes, o, como en el "sub case" se lo haya concretado en una instancia posterior a la traba de la litis. También participo del criterio de aplicar analógicamente para el "sub case" el dispositivo de la LCT en lo que hace a la temática en discusión, ya que en el estatuto específico nada se ha previsto al respecto; pero, tratándose de hacer efectiva una garantía constitucional para el pleno ejercicio de los derechos humanos, como es la de evitar la discriminación que significa que en el estatuto especial no se proteja a la trabajadora doméstica por el embarazo y la maternidad, cuadra tal la propuesta de integrar dicho plexo normativo con la disposición pertiente de la LCT. Así voto.Con lo que se dio por terminado el acto quedando acordada la siguiente sentencia Fdo.: BERNARDO I. R. SALDUNA - SUSANA E. MEDINA DE RIZZO - GERMAN R.F. CARLOMAGNO SENTENCIA: PARANA, 27 de diciembre de 2010.Y VISTOS: "ACEBEDO, IVANA ... c/DOMINGUEZ, INAPLICABILIDAD DE LEY" PABLO ... -RECURSO DE Por los fundamentos del acuerdo que antecede;; se RESUELVE: 1.- Hacer lugar al recurso de inaplicabilidad de ley deducido por la actora y, en consecuencia, casar parcialmente la sentencia de fs. 422/425, en cuanto ha sido motivo de agravio para la accionante, teniendo como definitiva a su respecto la sentencia de primera instancia, con costas de la instancia de mérito y las de esta alzada a la demandada vencida.2.- Diferir la regulación de honorarios de los letrados intervinientes en esta alzada hasta tanto sean estimados los de las instancias de mérito.Regístrese, notifíquese y oportunamente bajen.//Fdo.: GERMAN R. F. CARLOMAGNO - BERNARDO I. R. SALDUNA - SUSANA E. MEDINA DE RIZZO ANTE MI: ALICIA S. PEDRAZZOLI -Secretaria-