Cuadernos del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano - Series Especiales Nº1 (3). AÑO 2013 ISSN 2362-1958 ANÁLISIS AMBIENTAL DE MATERIALES BOTÁNICOS DEL NAUFRAGIO DE ZENCITY Marcelo Weissel, Agustina Juncos, Marina Rañi, Luis Serrano y Cecilia Lavecchia1 RESUMEN Los restos del naufragio hallados en la ciudad de Buenos Aires, en diciembre del 2008, se encontraron en un espacio ganado al río por el puerto. El sitio presentó un componente botánico útil para discutir aspectos ambientales y culturales. Según diferentes fuentes documentales y arqueológicas (Weissel 2009), ese espacio fue utilizado desde el inicio del asentamiento español hasta fines de siglo XVIII. Un espacio que luego fue rellenado y antropizado en gran escala durante los siglos XIX y XX (Holocwan 1995). En este trabajo nos ocupamos en presentar los criterios de organización de la colección de muestras botánicas al que denominamos conjunto arqueobotánico (cordelería, maderas antropizadas, maderas vegetales, antracología). En este sentido, se presentan los criterios y análisis preliminares practicados sobre los materiales botánicos en gabinete. ABSTRACT The wreck found in the city of Buenos Aires in December 2008, was located in a reclaimed port area. The site presented a botanical component useful for discussing cultural and environmental aspects. Hereby method of analysis is presented, leaving aside the study of naval architecture to focus on the identification of botanical assemblages. The focus was to organize the collection of materials following a macroscopic classification and identification of anatomical parts, trademarks and taphonomic anthropogenic marks, in addition to the selection and preparation of samples for microscopic identification. At the same time, a bibliographical and comparative collection was formed, together with the organization of a riverine ecology workshop and a completed cabinet record. The collection consists of natural botanical remains (N = 2749), cordage (N = 124) and anthropogenic wood fragments (N = 300). The analysis sought to distinguish the influence of nature and culture. We understand that building a port anthropic habitat is due to actions within a macro region. These perspectives are brought together within the concept of archaeological landscape. We believe that the historical period is a potential segment to apply concepts from the distributional archaeologicy to artifacts and ecofacts. RESUMO Os destroços de um naufragio encontrados na cidade de Buenos Aires em dezembro de 2008, foram encontrados em uma área recuperada do porto no rio. O site apresenta um componente botânica útil para discutir aspectos culturais e ambientais. Aqui está o método de análise, deixando de lado o estudo da arquitetura naval para se concentrar na identificação dos conjuntos de tonelagem botânico. Eles procuraram organizar a coleção com a classificação macroscópica e identificação das peças anatômicas, e das marcas além antropogênicas e tafonómicas para a seleção e preparação de mostras para identificação microscópica. Ao mesmo tempo formouse um acervo bibliográfico e comparativo, houve um workshop de ecologia fluvial e completouse um registro. A colecção é composta por botânicos naturais (N = 2749), cordas (N = 124) e fragmentos de madeira antropogênica (N = 300). A análise buscou distinguir a influência da natureza e da cultura. Entendemos que a construção de um habitat Proyecto Arqueológico Pecio de Zencity. Programa Historia Bajo las Baldosas Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires convenio Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” CEBBAD CONICET Universidad Maimónides – Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico Ministerio de Cultura Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. 1 121 CUADERNOS - SERIES ESPECIALES 1 (3) antrópico é devido a ações dentro de uma região macro. Estas perspectivas estão reunidos dentro do conceito de paisagem arqueológica. Acreditamos que o período histórico é um segmento potencial para aplicar os conceitos a partir da distribuição artefatos arqueológicos e ecofacts. DINÁMICA HUMANA Y NATURAL EN LA DESEMBOCADURA DEL RIACHUELO Dado que desde el siglo XVI, el Río de la Plata comienza a ganar importancia en los territorios ultramarinos dominados desde la península ibérica. En esa perspectiva, la desembocadura del Riachuelo de Buenos Aires es vista como un puerto natural (De Gandía 1939), pero un puerto natural dominado por fuerzas naturales y culturales. Guevara (1985) por ejemplo, sugiere la influencia de la mano de obra afro indígena tanto como la de la etnia Quilmes y la de esclavos libertos o inclusive prófugos, para torcer el cauce norte de la desembocadura hacia la última mitad del siglo XVIII. Todo esto, con la idea de causar un impacto sobre el pequeño canal natural de entrada al puerto de la ciudad que corría paralelo a la costa del centro porteño. Así esa obra hidráulica de grupos subalternos habría privado a la ciudad de su único “puertito” producido por el cambio del recorrido del cauce y un nuevo obstáculo geomorfológico de origen antrópico a la navegación, con la formación del banco de la residencia, también llamado banco de la ciudad, luego isla de los sauces, isla del tío Cruz, isla Demarchi (Bucich 1971). Más allá de los problemas para contrastar estas ideas, lo cierto es que la ribera rioplatense y la ribera del Riachuelo se encontraron en constante dinámica durante muchos años hasta la consolidación antrópica de la geomorfología del sector. Esa historia natural y cultural incidió sobre el registro arqueológico. Estas ideas sirven para generar expectativas sobre la conformación del conjunto arqueobotánico. En primera instancia se espera un conjunto compuesto por piezas de diversa procedencia, tanto locales y nativas, como exóticas y ultramarinas, en diferentes estados de conservación, con diferentes historias tafonómicas y antrópicas que integran las partes integrantes de una embarcación, los especímenes transportados por la misma, los especímenes ingresados a la misma todavía en uso y de procedencia local, y los especímenes ingresados al sitio arqueológico una vez abandonada la nave. La cuestión arqueológica sobre la desembocadura del Riachuelo implica reconocer que los objetivos académicos y gubernamentales perseguidos durante los últimos 15 años, son los que llevaron al hallazgo del naufragio. Un antecedente interesante se dio en el año 1998, cuando durante la construcción de un hotel en la zona de Puerto Madero, Dique 3, se registró el fondo del puerto. Sin embargo, la conclusión a la que llegan los estudios realizados hasta 2008 (Cardillo et al. 1999 y 2001; Cardillo y Weissel 2001; Morales et al. 2003; Chichkoyan 2008; Albertotti 2011; Weissel 1997, 2007 y 2009; Weissel y Cardillo 1999; Weissel y Marconetto 2004; Weissel y Tchilinguirian 2007) indica que hay muy pocos estudios arqueológicos ambientales. Como caso, vale el ejemplo desde la geología. Los trabajos consultados (Holocwan 1995, Nabel y Pereyra 2002, Marcomini comunicación personal 2009, Tchilinguirian comunicación personal 2008, Pereyra comunicación personal 2008) se valen de la interpretación de fuentes históricas (como las cartográficas y los estudios de obras técnicas) para construir expectativas sobre el impacto antrópico y la transformación del Riachuelo. Utilizaron sin embargo, poco trabajo de campo. Durante años, el equipo del cual formamos parte encontró restos botánicos en excavaciones del Riachuelo (Weissel y Vitale 2008). También se destacan otros hallazgos botánicos (Aldazábal y Castro 2007, Fernández 1997, DGPAT 2005) que habrían pertenecido a embarcaciones, como las que se encuentran en el Museo Histórico Nacional y en el Museo Naval de Tigre. Aún con estos antecedentes y salvo excepciones no se han hallado estudios sobre colecciones arqueológicas históricas de 122 ANÁLISIS AMBIENTAL DE MATERIALES BOTÁNICOS... macro restos botánicos naturales y antropizados pertenecientes a flora tanto nativa como exótica (Acosta et al. 2010, Weissel y Marconetto 2004). Esta presentación tiene por finalidad mostrar la metodología utilizada para organizar la colección de materiales botánicos, en función de evidenciar la complejidad del sitio arqueológico. Cabe destacar que la metodología propuesta se dirige a los restos botánicos que no pertenecen a la construcción de la embarcación. Se trata de identificar todo aquello que no pertenece a las decisiones que implicaron la fase constructiva y de mantenimiento de la embarcación como una estructura arqueológica, diferenciando y facilitando la identificación de los procesos de su avituallamiento, abandono y posible reocupación, además de los procesos naturales regionales relacionados a la vegetación y procesos culturales integrantes de los paisajes arqueológicos de la costa de Buenos Aires. OBJETIVOS Y ANTECEDENTES TEÓRICOS Los objetivos generales buscan reconocer la historia de transformación ambiental del sector sur del actual barrio de Puerto Madero - antigua desembocadura del Riachuelo- distinguiendo entre la influencia de la naturaleza y la cultura para explicar la presencia de los restos botánicos en el sitio de hallazgo. Para avanzar sobre esta pregunta se adopta el análisis de las propiedades del registro arqueológico para diferenciar paisajes arqueológicos en tiempo y espacio (Rossignol y Wandsnider 1992). El paisaje, representa el producto de una dinámica temporalmente constante y espacialmente continua, y como tal permite observar la existencia de una casuística histórica de eventos y procesos ambientales, donde agentes de raíz cultural y natural conforman estructuras de paisaje heterogéneas. El desafío es identificar y medir el modo particular en que se produce la agregación de los diferentes agentes en patrones particulares de registro (Cardillo et al. 1999, Morales et al. 2003). De esta forma intentamos reconstruir, a largo plazo, la vegetación de la ciudad y su entorno durante el proceso de formación y transformación del sitio; tratando de identificar las estrategias implementadas por los grupos humanos del pasado, dentro de los cuales se incluyen a los grupos que originaron y transformaron el sitio mencionado. El aporte de materiales orgánicos, botánicos y antracológicos a los sitios arqueológicos es un área temática de discusión constante. Según Brown (1997), el registro botánico es un indicador de la historia depositacional, por ejemplo respecto de la velocidad de entierro. Así, la remoción de la corteza de partes anatómicas vegetales pertenecientes a vegetación local puede indicar transporte y exposición. Por lo contrario, si se identifican piezas con corteza, se induce poco transporte y poca exposición a la intemperie antes de la formación de los substratos arqueológicos. Es decir, que de esta forma la expectativa propuesta por Brown permite inferir una diagénesis rápida. Brown propone interpretar la depositación y evidencia de transporte, como propiedades físicas medibles en los componentes orgánicos del registro arqueológico. Por su parte Roskams (2003) propone relevar el registro arqueobotánico de estructuras y artefactos con lo que él llama cuestiones vitales para elucidar la selección de maderas para funciones particulares y la relación entre tales decisiones y la gestión del bosque. Para los restos con marcas antrópicas propone registrar características de superficie y tratamiento como el hollín, quemado, carbonizado, gastado, insectos, pintura, diferencias de color, borde, cara y alzado de los extremos de la madera y secciones para mostrar la naturaleza de la conversión. Además, sugiere relevar la condición de la madera: entera, rota en la excavación, antigua o podrida; y propone identificar los restos naturales según la siguiente clasificación anatómica: raíz/rama/hoja/tronco/ ramitas/fruto/semilla. Según Piqué I Huerta (2006), los restos carbonizados se acumulan en los niveles arqueológicos como resultado, principalmente, de las actividades humanas; es decir, no se acumulan en función de variables ambientales, como sería el caso, por ejemplo, del polen u otros registros paleo ecológicos. Por ello, para entender el significado de los resultados, hay que analizar el proceso de formación de estos contextos. Entonces, la cuestión principal de toda organización de un conjunto arqueobotánico es establecer el 123 CUADERNOS - SERIES ESPECIALES 1 (3) significado de los conjuntos arqueológicos orgánicos, tanto desde una perspectiva ecológica como económica. De esta forma un estudio de los paisajes arqueológicos precisa estudiar los procesos de formación regionales y particulares. En los patrones particulares del registro, se debe observar qué se sedimenta, acumula y transforma. Tanto las geoformas como los aportes culturales al paisaje, tal como una embarcación, que se integra a la dinámica ambiental natural de aportes de materiales orgánicos y sedimentarios en general. Lo que importa es el estudio del barco y del contexto ambiental en el que se enmarca, teniendo en cuenta que cuando es encallado comienza otra historia: la de la interacción con la naturaleza del lugar donde fue encontrado. Para Stein (1992) la materia orgánica refiere a todos los organismos vivientes y a los residuos de plantas y tejidos de animales muertos. Dada la naturaleza compleja de esta materia, se debe comprender de dónde viene, cómo fue transportada, depositada y alterada posteriormente. La materia orgánica se origina de dos maneras; la primera relacionada a los sedimentos (partículas sedimentarias afectadas a un agente de transporte), la segunda a los suelos (como acumulaciones de una comunidad biológica envuelta en procesos de meteorización de material parental en una superficie estable). Una vez depositada se ve sujeta a complejas reacciones químicas asociadas con la descomposición y la preservación. Las reacciones dependen de las condiciones locales y no son completamente comprendidas. Considerando también que un sedimento es un componente transportado, las alteraciones post depositacionales están asociadas a la descomposición y resultan en general, en la alteración del tamaño de los restos orgánicos (de más grandes a más chicos y amorfos). Stein propone medir determinados atributos en la matriz arqueológica, como la textura (distribución de tamaños), composición (taxa, frecuencias de elementos), orientación, rasgos superficiales en los componentes (marcas de dientes y de corte, poceo y redondeo). Estos análisis sirven para interpretar la historia depositacional de los sedimentos orgánicos (fuentes, agentes de transporte, depositación ambiental), y la acumulación de plantas muertas. En el caso de los bajíos ribereños del Riachuelo y de las geoformas del estuario del Río de la Plata, la experiencia señalada más arriba permite comenzar a distinguir un repertorio de características tafonómicas de los conjuntos arqueológicos y de sus estados de conservación. En suma, dado que artefactos y ecofactos pueden ser entendidos como representantes de estrategias de ocupación del espacio enlazadas con redes más amplias, tal como las estrategias comerciales portuarias con dinámicas hinterland – Foreland intercontinentales, nos enmarcamos dentro de una perspectiva teórica distribucional (Ebert 1992, Lanata 1995, Weissel 2009). A fin de analizar el comportamiento del registro arqueológico la metodología plateada en este trabajo sirve para plantear comparaciones espaciales. En síntesis, la organización de la colección arqueobotánica permitirá el análisis de las propiedades relacionales del registro arqueológico basado en la distribución, diversidad y densidad del mismo. MATERIALES Y MÉTODOS Las decisiones tomadas aplican a una colección arqueobotánica compuesta por especímenes macro botánicos, discernibles a ojo desnudo. La extensión y complejidad del conjunto obligó a realizar tareas preliminares de clasificación e identificación macroscópica según características organolépticas, partes anatómicas y rasgos tecnológicos. Al mismo tiempo se comenzó con la conformación de un fondo bibliográfico, una colección de materiales de referencia de carácter actualístico y la aplicación de fichas de registro en gabinete. A tal efecto la colección fue organizada en restos de cordelería (N=124), restos botánicos naturales (N=2749) y restos botánicos antropizados (N=300). El conjunto arqueobotánico presenta ejemplares de Xanthium cavanilesii (Cabrera 1953), semillas de cucúrbita, exocarpos de Cocos nucifera, especímenes de Piassaba sp. (Castro comunicación personal 2010) y abundantes ejemplares de Prunus persica. En las tablas N° 1 y N° 2 se consigna el detalle de las categorías enunciadas observándose que la gran mayoría del conjunto está integrado por 124 ANÁLISIS AMBIENTAL DE MATERIALES BOTÁNICOS... materiales botánicos naturales, los que incluyen gran cantidad de partes anatómicas de árboles y arbustos. Aun considerando que no es lo mismo un fruto, una semilla, un carbón, una cuerda o una traca, los mismos tienen un mismo peso desde la perspectiva ambiental planteada para la organización de la colección. Así, el proceso de incorporación al registro implica diferentes líneas de discusión y evidencia que se integran dentro de futuros estudios que deberán discriminar la historia de transporte y de depositación de los especímenes. En este sentido, se dio inicio a una línea de investigación actualística de la ecología ribereña del Río de la Plata (Celsi y Monserrat 2008) que ha permitido tomar registros regulares de la dinámica ambiental, en especial la depositación de malacología como indicador de la energía del ambiente, relevante para entender la depositación de los restos macro botánicos de referencia (Weissel 2010). En este sentido el trabajo que se viene realizando desde el año 1995 se inserta en el marco de las políticas de investigación y educación para la preservación del patrimonio histórico cultural de la Ciudad de Buenos Aires, lo que también implica a la gestión de las colecciones como es el caso de este trabajo, haciendo visible el origen y las decisiones tomadas en su organización a la hora de la investigación. La ciudad no posee a la fecha procedimientos internos sobre sistema de catalogación que vayan más allá de los requisitos de la ley 25.743. Los materiales fueron transportados desde la excavación a un gabinete de trabajo, para su análisis, conservación y depósito. Allí fueron colocados en contenedores, siguiendo un criterio de tamaño y características generales: si se trababa de artefactos, por ejemplo tablas de un barril, fueron puestos en cajones plásticos con agua y biocida; si se trataba de fragmentos cortos de cuerdas o de restos botánicos naturales chicos se los embolsó en algunos casos en bolsa de polietileno simple, en otros en bolsa doble y triple de polietileno según correspondiera. Para su análisis se los extrajo de su contenedor, se limpiaron en húmedo, se identificaron en un registro escrito con un número de muestra y luego, se fotografiaron y clasificaron. Estos procedimientos clasificatorios se basaron en una serie de criterios consensuados al interior del equipo y desarrollados a tal fin que sustentaron la realización de las siguientes actividades: 1° organización general del material, 2° identificación de partes anatómicas, 3° identificación de características estéticas macroscópicas, 4° identificación de marcas taxonómicas, 5° identificación de marcas antrópicas, 6° rotulado y registro fotográfico, 7° selección, preparación y embalaje de muestras, 8° entrega de muestras para identificación taxonómica. Cuerdas Estos elementos, los cuales pueden nombrarse de diferentes maneras (con los nombres de cabuyería, cordelería, cabos, cables, etc.) representan la herramienta básica de una embarcación. Las cuerdas componen la mayor parte de la jarcia de labor; están asociadas a la jarcia firme por medio de estays y obenques, también de cuerdas, motonería, aparejos, nudos, cinturas, trincas, ayustes, uniones de palos, redes y otros usos. Y formas de unión de piezas navales. En el medio arqueológico argentino, no hay muchos antecedentes de estudios de cuerdas históricas. En la bibliografía consultada sobre arqueología argentina, podemos mencionar el trabajo de Rodríguez et al. (2003) y la metodología propuesta por Pochettino et al. (1998). Cabe destacar el trabajo de Jerry Cooney (1979), quien da cuenta del desarrollo de una fábrica de cables en güembé y caraguatá en el territorio actual del Paraguay. Estos criterios de organización del material arqueológico pueden sumarse a un sistema integrado de documentación y gestión de las colecciones arqueológicas referidas al tema arqueobotánico. Sin embargo, como hemos mencionado, el objetivo de este artículo es describir los criterios de organización del material, seleccionando las muestras para identificación taxonómica, registrando medidas y descripciones del material que sirvan para elaborar datos cualitativos y cuantitativos en otra etapa de las investigaciones. El relevamiento de información arqueológica se basó en el registro de características tecnológicas según un glosario 125 CUADERNOS - SERIES ESPECIALES 1 (3) específico: diámetro, medición de la fibra de mayor espesor, etc. Las cuerdas se componen de una fibra o filamento: componente vegetal mínimo reconocible a partir del cual se unen las fibras para formar un hilo; de un hilo: un hebra de longitud determinada donde se unen un número x de fibras; de un cordel: la unión de al menos dos hilos; que forma una cuerda: fibras, hilos y cordeles combinados entre sí por torsión s, z, trenzado, recubierto-envoltorio. Tensor o alma: un hilo con hasta siete fibras ubicado en el centro de la cuerda. Mena total: diámetro total de la cuerda. Presencia o ausencia de nudos. Descripción de la pieza, del nudo y comentarios. Respecto de las materias primas, a nivel macroscópico se pudo identificar 4 clases: Tipo 1: Fibra fuerte de color negro de ancho variable, (Figura 1). Tipo 2: Fibra blanda de color marrón, material que se desgaja en hilos y fibras. Tipo 3: Fibra de resistencia media de color marrón claro compuesto por fibras aún secas, claramente identificables y resistentes. Tipo 4: Fibra resistente conocida como crin vegetal (Piassaba, Castro Comunicación personal 2010). Figura 1. Porción importante de materia prima 1. Restos Botánicos Naturales La definición de este grupo implica la separación de aquellos restos botánicos de los que han sido trabajados ex profeso; es decir que presentan marcas antrópicas. Incluye a materiales nativos y exóticos cuya determinación resta realizar. Si bien, hay materiales que a nivel macroscópico se identifican como exóticos y que han sufrido el impacto del transporte, lo importante a destacar es que el traslado pudo haber sido generado por las necesidades de la embarcación. Luego de una primera separación e inventario de número total de muestras (N° de bolsa inicial – seguida de n° de especímenes), se procedió al diseño de una ficha de registro considerando la bibliografía arqueológica y botánica disponible. El objetivo de esta ficha es identificar la variabilidad de las muestras. Esta clasificación permite organizar e identificar rasgos comunes de manera de poder agruparlos. Los criterios se basan en el reconocimiento de: cortes, madera carbonizada y/o quemada, fibras, conjuntos indeterminados (piezas cuya morfología no permite clasificación – por su tamaño o su forma no es reconocible debido a la porción anatómica o por la influencia del secado, etc.), ramas, ramitas, ramas rodadas (con un redondeo importante de la albura y/o duramen, sin corteza), semillas, frutos, cestería, raíces, resaca de río, fragmentos de coco, carbón vegetal. A partir de este agrupamiento se procedió a confeccionar una base de datos con registro fotográfico, para separar las muestras por afinidad de rasgos comunes. Siguiendo esta línea, en un próximo paso se seleccionarán piezas para su identificación taxonómica. Los registros tomados incluyen: medidas en mm, módulos de tamaños del fragmento, parte anatómica (Raíz axonómica / adventicia, Tallo con nudo, Tallo sin nudo, Distancia entre nudos, Rama (Incluye tamaños de 25 hasta 70 mm de diámetro y ramitas de menos de 24 mm de diámetro), Tronco más de 70 mm de diámetro. Yema: Punto de crecimiento de una nueva rama. Fruto exocarpo: parte externa. Ejemplo en un coco es la cáscara de color verde. En un exocarpo espinoso se trata de las espinas del fruto. Fruto mesocarpo: tejido medio. Ejemplo= parte blanda del cuerpo de un coco. Fruto endocarpo. Ejemplo= 126 ANÁLISIS AMBIENTAL DE MATERIALES BOTÁNICOS... carozo de durazno, o cáscara dura de coco. Semilla. Corteza (Parte externa de un vegetal. Se registra su presencia o ausencia. Algunas muestras de corteza sola se aislaron para su agrupamiento). Indeterminado. Porte (tipo árbol, tipo arbusto). Color de albura, duramen y corteza (según tabla de colores de suelo de Munsell, 1975). Olor, % humedad, Dureza. Integridad: entera (aplicable a frutos), rota en excavación, rota antigua. Marcas: redondeado, cobertura (pintado), inciso, golpeado, quemado, carbonizado, golpeado, quemado, carbonizado, insectos. Cortes (transversal, tangencial, radial – los 3 cortes no aplican a piezas botánicas naturales, se observan cortes oblicuos), Comentarios (ubicación del lugar del hallazgo2, si la pieza es del barco, si se trata de carbón vegetal o mineral, si precisa ser fotografiada, si ya se secó completamente, si presenta manchas, etc.). Restos Botánicos Antropizados Estos restos botánicos se refieren a elementos con marcas producto de la actividad antrópica). A continuación se indican los criterios que organizaron la colección: Tamaño (LA y E), Marcas: redondeado, pulido, cobertura, inciso, golpeado, quemado, carbonizado, golpeado, quemado, carbonizado, corte transversal, corte tangencial, corte radial, corte oblicuo, aserrado, astillado. Este listado de criterios de clasificación, volcado en fichas de registro permitirá la construcción de datos cuantitativos que incluyen diferentes tipos de restos agrupados dentro de la categoría restos botánicos antropizados, dentro de los cuales se encuentran restos desprendidos de la propia embarcación, pero cuyo estudio excede los objetivos de este trabajo. CONCLUSIONES La metodología propuesta para la organización del conjunto arqueobotánico, sirvió para delimitar la colección entre materiales naturales y antropizados, dentro de los cuales se 2 En base a coordenadas de excavación por trincheras sin control estratigráfico, decisión adoptada ad hoc por la mayoría de la dirección de excavación en la cual uno de nosotros, Weissel, se opuso. encuentran las cuerdas y otros especímenes con marcas antrópicas. La organización efectuada resulta de utilidad en una perspectiva ambiental para esta etapa de los trabajos. Se registraron medidas y descripciones del material en términos cualitativos y cuantitativos, para la posterior identificación taxonómica y aplicación de índices estadísticos. Respecto de la colección de cordelería, se identificaron macroscópicamente cuatro materias primas que fueron entregadas al Laboratorio de Anatomía Botánica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Cabe consignar la existencia de una variabilidad en la manufactura de las cuerdas que será desarrollada en otro trabajo, además de la longitud total de la muestra (Tabla 1). A la luz de la arqueología distribucional, podemos observar el inventario de los materiales trabajados con vistas a la aplicación de preguntas sobre distribución espacial. El naufragio de Puerto Madero se encuentra asociado a una colección de restos botánicos naturales y antropizados. Se encontró una cantidad de frutos de especies aptas para el consumo humano. Asimismo otros especímenes testimonian la utilización de los restos botánicos como contenedores, como es el caso de dos fragmentos de coco. Otro tanto se verifica en la utilización de maderas como materias primas para la confección de artefactos o estructuras, que si bien no se han podido identificar, debido a que se registraron fragmentos sueltos, sí se ha contabilizado la cantidad de intervenciones efectuadas sobre estos especímenes. Así, podemos presentar como una de las conclusiones a modo de hipótesis, que una gran cantidad de cortes y de astillas pueden referirse a contextos de carpintería al interior del barco y/o a actividades efectuadas sobre el barco una vez producido el naufragio. En este sentido las maderas quemadas y carbonizadas fueron identificadas tanto para materiales naturales como antrópicos, por ejemplo tablazón de barco o fragmentos de ramas. La distribución de los vestigios en el espacio arqueológico del naufragio indica un patrón de distribución espacial y de dispersión de materiales compartido por todo el conjunto arqueológico y que deberá ser interpretado con una investigación de arqueología 127 CUADERNOS - SERIES ESPECIALES 1 (3) Cuerdas Variable Número de fragmentos de cuerdas Metros totales MP 1 Número de fragmentos de cuerdas MP 2 Número de fragmentos de cuerdas MP 4 Número de fragmentos de cuerdas Interior babor estribor 14 27 11,08 19,8 3 7 10 18 0 0 Exterior babor estribor 24 15 29,64 8,07 7 9 7 4 3 1 Totales 80 68,59 26 39 4 Tabla 1. Macro botánicos Interior Exterior N Babor Estribor Babor Estribor Frutos carozos 76 15,5 17,5 38,5 4,5 Frutos coco 5 1 3 0 0 Frutos semillas 4 0 2 0 0 Carbón vegetal 33 5,5 17,5 4,5 2,5 Ramas genérico 1938 534 675,5 501 228 Madera barco 473 149 305 14,5 4,5 Astillas 125 20 95 8 0 Totales 2674 726 1117,5 570 243 Tabla 2. distribucional del sitio. Lo que permitió la organización del conjunto arqueobotánico es producir un registro de los materiales depositados en el interior del barco, con mayoría en la banda de estribor, presumiblemente a reparo del oleaje predominante, y un registro de materiales en el exterior del barco que pudo haber sido producto de la conjunción de una dinámica ambiental regional de las riberas del estuario y local de la ciudad, ambas representadas en el mismo sitio (Tabla 2). De esta forma podemos concluir que el conjunto arqueobotánico definir al principio presenta elementos diversos. Un conjunto cuya formación debió incluir varias historias tafonómicas y antrópicas según el material del que se trate. Este trabajo cumplió con la tarea de mostrar la forma en que se organizó el registro, como etapa que servirá para explicar la composición de la colección y la influencia de factores naturales y culturales. Esta aproximación a la variabilidad y estructuración del registro arqueológico, permite generar nuevas preguntas al fenómeno portuario y ambiental como paisaje arqueológico heterogéneo, y perteneciente a un orden mundial (Orser 1996). AGRADECIMIENTOS A la Dra. María Agueda Castro Laboratorio de Anatomía Vegetal Aplicada - Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Buenos Aires. A la Lic. Laura Ruiz por su amable atención en la organización del Taller en el Vivero Asociación Ribera Norte, Reserva Municipal “Refugio Natural Educativo Ribera Norte” Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental – Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad de Buenos Aires. A la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara” CEBBAD Universidad Maimónides. Al profesor Rodolfo Orioli por la identificación de uno de los especímenes de Xanthium sp. 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