A-PDF Merger DEMO : Purchase from www.A-PDF.com to remove the watermark PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor ehp | ¿Lecciones Aprendidas? ¿Lecciones Aprendidas? Seguridad en Plantas Químicas Después de Bhopal ra el 03 de diciembre de 1984, una quieta noche en Bhopal, India, hasta que una cascada de circunstancias catastróficas, de fallas de sistemas y la negligencia en la planta de pesticidas de la Union Carbide, provocó la liberación accidental de aproximadamente 40 toneladas métricas del muy tóxico metil isocianato (MIC). La densa nube de vapor mortal se distribuyó sobre la comunidad durmiente. Las estimaciones de muertes inmediatas y tardías varían; la Comisión de Seguridad Química e Investigación de Riesgos de los EE.UU. (CSB), una agencia federal independiente, señala que más de 3.000 personas murieron en los días posteriores, y al menos 100.000 fueron dañadas. El evento es ampliamente reconocido por ser el peor accidente industrial en la historia, dejando a unas 50.000 personas parcial o totalmente discapacitadas al año 1994, de acuerdo a la Comisión Médica Internacional en Bhopal. El incidente dejó un mar de juicios civiles y criminales, producto del continuo esfuerzo de los sobrevivientes por lograr lo que ellos consideran una compensación apropiada para su dolor y sufrimiento de largo tiempo. Dado que el vigésimo aniversario del incidente de Bhopal ocurre hacia el final de este año, inevitablemente se volverá a renovar el interés en su impacto en la seguridad dentro de la industria química en todo el mundo. “Bhopal fue una llamada de alerta para la industria”, dice el ingeniero químico Sam Mannan, director del Centro de Procesos de Seguridad Mary Kay O’Connor de la Universidad A&M de Texas, haciendo eco de la opinión de muchos expertos en el campo. Aunque es aparentemente claro que Bhopal ha dejado un legado positivo en el mejoramiento en la seguridad en las plantas químicas, particularmente en los Estados Unidos, hasta hoy no hay ningún método confiable, cuantificable de responder una muy simple, razonable y vitalmente importante pregunta: ¿Cuán seguras son las plantas químicas hoy en día, y son ellas realmente más seguras que hace 20 años atrás? “Yo espero que alguien esté tomando adecuadamente el pulso de la seguridad química, pero nosotros no tenemos eso [en los EE. UU.] ahora”, dice el toxicólogo de CSB Gerald Poje. Mannan agrega: “Es realmente imposible responder la pregunta ‘¿lo estamos haciendo mejor o peor?’, sin contar con información, sin tener estadísticas”. Sobre esas faltas de datos, él dice: “No dudo en usar la palabra ‘escandalosa’, porque lo es”. Digital Vision E A25 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo de Difusión | ehp A pesar de la falta de una evaluación definitiva y rigurosa de la seguridad química en los Estados Unidos, se han logrado tremendos avances en los últimos 20 años en cultura, práctica y actitudes en la comunidad que manipula elementos químicos, así como en los ambientes regulatorios que gobiernan la industria. Si Bhopal fue una llamada de alerta, el llamado para el mejoramiento continuo en la seguridad química ha sido respondido en numerosas formas por la industria y muchos otros accionistas. Grupos dispares con diversas agendas están encontrando cada vez más formas de trabajar juntos en un espíritu de cooperación, para reducir o prevenir accidentes y para aumentar la protección del personal y del público. Quizás el más importante avance en estos esfuerzos ha sido la amplia adopción del concepto llamado Seguridad de Procesos. Seguridad de Procesos es una aproximación exhaustiva y sistemática, que comprende la identificación proactiva, evaluación, mitigación o prevención de fugas químicas que puedan ocurrir como resultado de fallas en los procesos, procedimientos o equipos. Aunque la idea estaba en existencia antes de Bhopal, fue la tragedia en India la que logró su completa aceptación como una práctica estándar en la industria, formalizada en 1985 con la creación del Centro para Seguridad de los Procesos Químicos (CCPS) por el Instituto Americano de Ingenieros Químicos. El CCPS fue fundado por un grupo de compañías químicas que reconocieron la necesidad de establecer una organización profesional dedicada al estudio, soporte y desarrollo de la seguridad de los procesos. El CCPS ha evolucionado hacia una fuente ampliamente respetada de conocimiento y pericia en el área. El director del CCPS, Scott Berger, dice que el estado del centro, como una organización profesional, permite que trabajar en las soluciones siga siendo la orden del día. “La gente puede chequear cualquier política que ellos tengan a la puerta”, dice “y hablar con Ingenieros y Gerentes sobre cómo resolver problemas reales”. El CCPS ha publicado más de 100 libros y expertos de la industria, academia, gobierno, y grupos ambientalistas para enfrentar un ambicioso esfuerzo llamado el Programa Nacional de Seguridad Química. La misión del programa fue establecer una línea de base racional, objetiva, por medio de la cual medir el estado de la seguridad química industrial nacional. Éste culminó con la producción de ¿Arropados por una nube tóxica? El accidente de 1984 en la planta de la Union Carbide en Bhopal liberó una nube tóxica que mató y lesionó a miles. El accidente motivó a examinar la seguridad en las plantas químicas a través del mundo y generó un énfasis en las medidas de seguridad que continúan hasta hoy. otros productos de información desde sus comienzos. Una de sus publicaciones más notables fue lanzada en 1989: Guías para el Manejo Técnico de la Seguridad de los Procesos Químicos, y proveyó a la industria con una guía detallada de cómo incorporar los conceptos de seguridad de los procesos en sus operaciones. El libro sirvió después como base para la regulación federal sobre la seguridad de los procesos. En el Centro de Seguridad de Procesos de Mary Kay O’Connor, los accionistas en seguridad de procesos químicos son servidos a través de una variedad de programas en educación, investigación, y servicios industriales. En 1999, el centro convocó cuatro informes, incluyendo Evaluación de la Seguridad Química en los Estados Unidos del año 2001. La Evaluación del 2001 estableció una red para la evaluación cuantitativa prospectiva. Ésta incluyó metodologías sugeridas para analizar muchas bases de datos federales para generar información exhaustiva y útil sobre incidentes, fatalidades, accidentes y otros parámetros. Éste también propuso indicadores y parámetros para medir la seguridad química y presentó los resultados de una encuesta realizada por el centro O’Connor sobre la confianza del público y de la interacción con la comunidad. El informe también proporcionó algunas estadísticas, pero ellas son indudablemente Pablo Bartholomew/Netphotograph.com El Advenimiento de la Seguridad de los Procesos Ciencia & Trabajo PDF A26 compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | ehp | ¿Lecciones Aprendidas? limitadas en su utilidad. Por ejemplo, durante el período de ocho años examinado, el número de muertes y accidentes debido a todos los químicos (en oposición a agentes específicos o clases de ellos) disminuyó. Pero el Programa de Seguridad Química Nacional fue incapaz de estandarizar sus hallazgos mediante la correlación con las tendencias de la industria durante ese período. “Nosotros sabíamos que en términos absolutos [las muertes] han disminuido”, dice Mannan, “pero ¿ha disminuido también el volumen de lo que ha sido manufacturado o procesado, por lo que los números estandarizados pueden haber aumentado? Nosotros no sabemos. ¿Ha disminuido el número de personas trabajando en la industria también? Tampoco lo sabemos”. A pesar de sus limitaciones inherentes, el informe estableció una línea de base para futuras comparaciones, y la intención fue que la situación de la seguridad química nacional fuera evaluada anualmente contra esa línea de base. Pero el Programa de Seguridad Química Nacional fue incapaz de asegurar recursos federales continuos, y nadie más se ha acercado a proveer el apoyo necesario. Mannan aún confía en que el proyecto va a ser revivido en algún momento, y es inflexible sobre su importancia. “Nosotros estamos gastando millones y billones de dólares en estos programas desde el lado de la industria y desde el lado del gobierno, y aún no hay forma de saber cuál es [el estado general de la seguridad química nacional]”, dice. “Alguien debe comenzar a recolectar datos que tengan sentido y efectuar análisis cada año”, agrega. “Sólo entonces sabremos hacia dónde vamos y cuán rápido vamos yendo”. La OSHA fue comisionada para crear, promulgar y hacer cumplir el así llamado estándar PSM–Manejo de la Seguridad de los Procesos de Químicos Altamente Peligrosos (29 CFR 1910.119). El estándar PSM enfatiza el manejo de los riesgos a través de un programa exhaustivo que integra tecnologías, procedimientos y prácticas de manejo. El estándar tiene 16 elementos, 14 de los cuales son obligatorios. Mike Marshall, coordinador de manejo de seguridad de los procesos en la Dirección de Fiscalización de los Programas de la OSHA, dice que hay varios elementos del sistema de manejo que son “fundamentales para operar una planta química en forma segura”. Un elemento obligatorio clave es el Análisis de Procesos Peligrosos (PHA) que el estándar PSM de la OSHA define como “un esfuerzo organizado y sistemático para identificar y analizar el significado de los riesgos potenciales asociados con el procesamiento o manejo de químicos altamente peligrosos”. El PHA lleva al desarrollo de procedimientos de operación, mantención y entrenamiento, junto con respuestas ante emergencias y elementos de investigación de incidentes. Las auditorías de cumplimiento también están incluidas en el estándar, asegurando que quienes no cumplan enfrentarán consecuencias legales como citaciones o multas. Hoy en día, el estándar PSM es, probablemente, el principal bastión regulatorio contra el abuso o negligencia dentro de la industria química que puede llevar a incidentes, y se ha convertido en parte de la rutina de hacer negocios. “No hemos visto desde [la implementación de] el estándar PSM si la industria ha realmente evolucionado”, dice Marshall. “No es sólo un concepto en el papel, o algo que ellos podrían estar haciendo, sino que ellos, como industria, han incorporado completamente el concepto. Ellos no ven esto como una norma legal per se, sino como una práctica de buen negocio”. Glenn Erwin, coordinador de salud y seguridad con el sindicato internacional de la industria del Papel, Allied-Industrial, Trabajadores Químicos y de la Energía (PACE), concuerda: “Yo pienso que el estándar PSM fue una de las mejores cosas que [el gobierno] hizo. Yo creo que si es utilizado adecuadamente, si es aplicado dentro del espíritu de cómo la ley fue escrita, es bueno para nosotros y bueno para la forma en que manejamos nuestros negocios”. El CAAA también ha instruido a la EPA a crear su propio programa de manejo de riesgos (RMP) (40 CFR68), que requiere a las compañías que están usando ciertas sustancias tóxicas e inflamables el desarrollo de un programa de manejo de riesgos que debe ser revisado y reenviado a la agencia cada 5 años. Mientras el estándar PSM rige la seguridad de los procesos, el RMP está más orientado a la protección del personal y de las comunidades Bill Tompkins El Rol del Gobierno La vigilancia legal de la seguridad de los procesos fue codificada en 1990, cuando el Congreso [de los EE.UU.] aprobó las Enmiendas al Acta de Aire Limpio (CAAA) después del accidente de Bhopal y muchos otros accidentes serios en plantas químicas domésticas e internacionales. La legislación tiene tres provisiones mayores que impactan sobre la seguridad química, y dio autoridad adicional a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) y la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. (EPA) para regular la industria química. Reacción-Acción. Una reacción química de escape ocurrida en 1998 en la planta de Morton International en Paterson, New Jersey, ayudó a llamar la atención hacia este particular riesgo industrial. A27 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl del entorno, de los peligros asociados con fugas accidentales. Él enfatiza la evaluación de riesgos y las medidas de prevención, y requiere el establecimiento de un programa de respuesta ante emergencias que incluya procedimientos para informar al público y a los organismos de emergencia externos en el evento de un accidente. La tercera mayor provisión del CAAA relacionada con la seguridad química fue el establecimiento del CSB, que comenzó sus actividades en 1998. Utilizando el modelo del Comité de Seguridad en el Transporte Nacional, preocupaciones acerca de los incidentes de reactividad química. El documento contenía recomendaciones controvertidas que reverberaron a través de todo el panorama burocrático hasta el día de hoy. Una Tormenta de Fuego sobre los Peligros de la Reactividad Química Las reacciones exotérmicas “de escape” –cuando una reacción química produce calor más rápidamente del que puede ser removido del sistema– son generalmente causa de catástrofes Tomando muestras con seguridad. el CSB tiene la responsabilidad primaria de investigar los accidentes químicos mayores que ocurren en establecimientos (en oposición a los accidentes en los que participa el transporte). Una vez terminada una investigación, el comité emite un reporte completo, incluyendo el examen de las causas y las lecciones aprendidas a partir del accidente. Aunque él no tiene la posibilidad o el poder para generar citaciones o multas, sí puede entregar recomendaciones de seguridad detalladas a las plantas, organizaciones industriales, sindicatos y agencias regulatorias. Como agencia federal independiente, de tiempo en tiempo el CSB también va más allá de las investigaciones individuales, emitiendo informes diseñados para focalizar una mayor atención en lo que él cree es un problema sistemático que necesita atención. Por ejemplo, en su informe del 2002: Mejorando el Manejo Reactivo de Riesgos, exploró en las plantas químicas. Ése fue el caso ocurrido el 8 de abril de 1988 en la planta química Internacional de Morton en Paterson, New Jersey, cuando la producción de Amarillo Automático 96, un tinte usado para teñir productos del petróleo, se salió de control. La reacción de escape provocó una explosión que dañó a nueve trabajadores y una bola de fuego que llovió productos químicos tóxicos sobre la comunidad cercana. Aunque el CSB ha estado en existencia sólo unos pocos meses, el grupo ha detectado lo que ellos consideran un patrón muy inquietante en los incidentes de plantas químicas: las reacciones de escape en procesos que usan la combinación de químicos que por sí solos no son calificados como altamente reactivos. El incidente de Morton, entre otros, gatilló al CSB a conducir investigaciones de dos años sobre el rol de los peligros de la reactividad química en los incidentes de plantas químicas, que resultó en el informe de septiembre de 2002 Mejorando el Manejo de las Reacciones ante Riesgos. El personal de CSB examinó 167 incidentes graves de reactividad química que ocurrieron en los Estados Unidos entre 1980 y el 2001, accidentes que causaron 108 muertes, numerosos accidentados y cientos de millones de dólares en daños a la propiedad. El estudio encontró que en más de la mitad de los incidentes estaban involucrados químicos no contemplados por el estándar PSM de la OSHA o por el RMP de la EPA, los que contienen listas de químicos especialmente señalados por las regulaciones. Las regulaciones tampoco mencionan el tema de la combinación de químicos en procesos específicos. De acuerdo al CSB, éstos son los mayores vacíos en la red regulatoria, vacíos que la comisión ha tratado vigorosamente de llenar. Entre las 18 recomendaciones incluidas en el informe, el comité formalmente recomendó que la OSHA y la EPA expandan sus regulaciones, para incluir una cobertura más exhaustiva de los peligros de la reactividad generada por condiciones proceso-específicas y por combinaciones de químicos. Pero algunos grupos –especialmente OSHA– no están de acuerdo con que la expansión de la cobertura regulatoria sea el camino apropiado para mejorar la seguridad y prevenir incidentes. En la respuesta formal de esta agencia a las recomendaciones del CSB del 13 de noviembre del 2003, John Henshaw, secretario asistente de seguridad y salud ocupacional del Departamento del Trabajo, escribió que “OSHA no ha decidido aún si corregirá o no el estándar PSM”, citando el hecho de que la agencia cree que “no hay consenso por parte de los expertos sobre cuál es la mejor aproximación que debe ser utilizada con relación a los peligros de reactividad”. Aunque reconociendo que los peligros de reactividad son un problema serio, Henshaw explica que en lugar de expandir el estándar PSM, OSHA prefiere otro tipo de aproximación. La agencia planea incrementar el alcance de sus actividades para aumentar la conciencia de los peligros asociados con la reactividad química, y para verificar el cumplimiento de los estándares existentes con relación a la reactividad química, a través de la cláusula General de Trabajo del Acta original de Seguridad y Salud Ocupacional de 1970, que Corbis Artículo de Difusión | ehp Ciencia & Trabajo PDF A28 compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Corbis ehp | ¿Lecciones Aprendidas? da a las agencias autoridad para regular peligros serios, reconocidos, no cubiertos por regulaciones específicas de la OSHA. Tan cierto es esto, que la OSHA ha comenzado dos nuevos esfuerzos educacionales. El 16 de marzo del 2004 la agencia anunció su nueva Iniciativa de Comunicación de Riesgos, a través de la cual desarrollará materiales para guiar a los manufactureros de productos químicos y a los importadores, en el desarrollo de hojas de seguridad, entrenamiento en seguridad a sus empleados, y en el acceso a la información publicada para identificar los peligros de los químicos. El 30 de marzo del 2004, la OSHA anunció una nueva alianza con la EPA, el Consejo Químico Americano (ACC), el CCPS, el Instituto del Cloro, el centro O’Connor, la Asociación Nacional de Distribuidores Químicos, y la Asociación de Manufactureros de Químicos Sintéticos Orgánicos (SOCMA), para educar a los trabajadores sobre los peligros de la reactividad química. Los miembros de la alianza suministrarán la experiencia para efectuar entrenamientos sobre los peligros de la reactividad en conferencias y reuniones así como a través de cursos ofrecidos por los Centros de Educación y los Institutos de Entrenamiento de la OSHA. Cada miembro también desarrollará y diseminará material educacional impreso y electrónico y herramientas en su sitio web. Pero la CSB permanece convencida de que la puesta al día de las normas regulatorias es crítica si los peligros de la reactividad deben ser realmente combatidos. En un memorando de respuesta del 4 de febrero del 2004 al memorando de la OSHA de noviembre, el comité escribió: “Los miembros del comité continúan creyendo que la evidencia acumulada por la investigación del CSB sugiere fuertemente que el estándar debe ser revisado... Mientras que el comité entiende que la decisión de continuar adelante con un nuevo estándar o efectuar una revisión significativa del estándar existente es difícil, nosotros estamos decepcionados de que su carta no haya señalado cuándo una decisión podría ser tomada, ni haya indicado con que criterio OSHA llegará a esa decisión”. El comité votó unánimemente por caracterizar formalmente la respuesta de la OSHA como “Respuesta–Abierta Inaceptable”, indicando que continuará buscando acciones de la OSHA en relación a sus recomendaciones. Otra recomendación que hizo el CSB en su informe fue que el trabajo completo del CCPS se publique en un libro de guías para la práctica industrial con relación a los peligros de la reactividad. El CCPS hizo eso muy poco después, entregando el libro Prácticas Esenciales para el Manejo de los Peligros de Reactividad Química en abril del 2003. En marzo del 2004, el CCPS logró un acuerdo con la OSHA, la EPA, el ACC, y el SOCMA para proveer fondos para que el libro fuera distribuido en forma gratuita en Internet en http://info.knovel.com/ccps/. El ACC también planea trabajar con OSHA, EPA, el CCPS, y SOCMA para difundir la A pesar de que el libro del CCPS ha recibido muchos elogios de la alianza público–privada creada para diseminarlo ampliamente, y de otras instancias de difusión profesional, algunos expertos piensan que es necesario hacer más para asegurar la prevención de los incidentes de reactividad química. Erwin dice que, aunque el CCPS ha hecho un buen trabajo y publica excelente material, sus recomendaciones no son obligatorias, y no hay sanciones por no seguirlas. Él cree fuertemente que el músculo regulatorio es un componente necesario. “Se necesitan guías, y luego se necesita fiscalización... y es ahí donde nosotros estamos en desacuerdo con el Consejo de Química Un proceso de identificación. información más ampliamente dentro de sus miembros y cadenas de compradores y para hacer accesible el material para audiencias específicas. En contraste al amplio tema de la Seguridad Química, hay mucha información sobre los peligros de la reactividad, pero frecuentemente no está en las manos correctas en el momento correcto para prevenir accidentes. “Uno de los hallazgos del informe del CSB fue que no hay falta de información, sino que las personas no saben cómo acceder a ella ni cómo usarla”, dice Dorothy Kellogg, líder del equipo de operación de la planta ACC. “Esta alianza ha sido formada para ayudar a resolver los hallazgos fundamentales del informe CSB”. estadounidense”, dice. “Ellos piensan que no es necesario que haya fiscalización. Lo único que hay que hacer es generar una disposición, y todos nos portaremos como buenos niños exploradores, y todo el mundo va a seguir las reglas. Ese justamente no es el caso”. Erwin es crítico también de la postura de la OSHA en esta materia: “Nosotros hemos tenido suficientes incidentes, hemos tenido suficientes personas muertas, y esto no está en la agenda de esta administración... Desde nuestro punto de vista, la OSHA no está haciendo nada, y es necesario que lo haga”. Mannan no está de acuerdo. Aunque el centro O’Connor ha publicado alrededor de 50 artículos en temas relacionados a la reactividad química, él insiste que la ciencia no ha llegado A29 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Producción farmacéutica más segura. al punto donde los legisladores puedan escribir leyes sobre la reactividad química que puedan funcionar o que sean fiscalizables. Él siente que la educación y la comunicación del conocimiento existente deben ser más efectivas. De los 167 incidentes analizados por el CSB, dice él, la mayoría pudo haber sido evitada por simples técnicas de tamizado, actualmente disponibles en la literatura publicada, que pueden funcionar en la mayor parte de las situaciones de reactividad química. “Pero las personas no las están usando” dice, “y no hay ningún tipo de regulación que vaya a resolver esto, a menos que usted ponga un policía en cada planta”. A pesar de la controversia, Poje permanece optimista sobre la situación. “Uno no puede confrontar, así como el comité tiene que confrontar, tragedias mortales generadas por riesgos de reactividad y creer que se puede mantener el status quo”, dice. “Y yo no puedo ser negativo en mis proyecciones de futuro”. Él cita acciones recientemente tomadas por el Departamento de Protección Ambiental de New Jersey como evidencia de que la marea se está moviendo a favor del incremento del escrutinio regulatorio. En el 2003, New Jersey agregó la reactividad química a la lista de los peligros que gatillan los planes de manejo de riesgos bajo el Acta de Prevención de Catástrofes Tóxicas del Estado. Poje dice que él ha señalado a muchos de sus colegas, incluyendo aquéllos que trabajan en la OSHA, que la decisión política de New Jersey “puede ser una forma maravillosa de estudiar cómo un Estado se ha comprometido a trabajar sobre los peligros de reactividad en una forma mejor que lo que su regulación originalmente pretendía”. Si las acciones de New Jersey van a inspirar una política nacional más amplia queda por comprobarse. Iniciativas del Sector Privado En la medida que la industria química y las regulaciones del gobierno que la controlan han madurado, también lo ha hecho la apreciación de la industria de la importancia de la seguridad y su impacto tanto en la línea de base como en la imagen pública del sector. “No se puede hacer dinero con los accidentes”, dice Kellogg. “Nosotros estamos siempre buscando formas y herramientas para mejorar la seguridad en nuestras operaciones”. La ACC, cuyas 140 compañías miembros representan aproximadamente el 90% de la capacidad productiva de químicos de los EE.UU., apunta con orgullo hacia su programa de Cuidados Responsables. Lanzado en 1988 cuando la ACC era aún conocida como la Asociación de Manufactureros Químicos, el Cuidado Responsable comprometió a las compañías a lograr metas específicas ambientales, de salud, seguridad y de funcionamiento seguro como una condición para la membresía. En el año 2002, la ACC actualizó el programa, reemplazando sus Códigos de Manejo previos con una nueva estructura llamada el Sistema de Manejo del Cuidado Responsable (RCMS). El RCMS refuerza el compromiso del programa hacia el mejoramiento continuo e implementa altos requerimientos de funcionamiento, junto con un proceso de verificación independiente efectuado por terceros. “Se requiere que las compañías manejen los temas de seguridad a través de todos los procesos”, dice Debra Phillips, directora ejecutiva del programa. “Hay un requerimiento de mejora continua inserta en las auditorías de esas compañías, junto con una evaluación de su efectividad, de investigación de incidentes, tener un sistema en terreno para evaluar sus hallazgos, extender esos descubrimientos a otras áreas dentro de su organización, y luego construir sobre eso”. Para asegurar que estas buenas prácticas son de hecho aplicadas, comenzando este año, cada compañía es requerida de enviar información a la ACC respecto de 11 diferentes medidas de cumplimiento, que incluyen rendimiento en seguridad y salud, temas sobre productos, y prácticas de distribución. En un esfuerzo para aumentar la transparencia y la confiabilidad del público, un subconjunto de mediciones serán entregadas cada año por cada compañía al público en el futuro próximo. Bajo la nueva RCMS, las compañías miembros deben pasar también una auditoría conducida por terceros entrenados e independientes. La auditoría está basada en especificaciones técnicas detalladas ISO 14.001 a las que se agregan especificaciones adicionales sacadas del Cuidado Responsable, y está diseñada para certificar que la compañía ha implementado todos los elementos del RCMS. La certificación es un proceso aprueba/no aprueba, y la aprobación es condición de membresía en la ACC. Poje piensa que estas acciones son un factor importante para mantener la integridad de la seguridad de todo el sistema. “Nosotros necesitamos tener algún grado de observación independiente para mantenernos rigurosos en nuestras aproximaciones hacia las instalaciones que manejan materiales altamente peligrosos”, dice. “Si usted no tiene eso, está corriendo el riesgo de que unas pocas personas hagan cosas equivocadas, aun sabiendo que hacer las cosas Corbis Artículo de Difusión | ehp Ciencia & Trabajo PDF A30 compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | ehp | ¿Lecciones Aprendidas? correctamente es obligatorio”. La primera ronda de certificación de RCMS debe ser completada en septiembre del 2005. La ACC también acredita el Cuidado Responsable con el que se informan mejoras importantes en la salud y seguridad de los empleados de las compañías miembros. Ella cita una mejoría de 16% en la seguridad general entre los empleados de las compañías miembros en el 2002 comparadas con el año anterior, y de un 42% de mejoría desde 1993. Una noticia de la ACC publicada el 5 de agosto del 2003 también señaló que, basado en estadísticas reunidas por el gobierno federal, los sitios de trabajo de las compañías miembros en el 2001 fueron aproximadamente 4 veces más seguros que el promedio combinado de todas las industrias manufactureras de los EE.UU. y el doble más seguros que la industria química como un todo. El principal sindicato que representa a los trabajadores químicos de los EE.UU., el Sindicato Internacional PACE, instituyó en 1996 su propia iniciativa de salud y seguridad, conocida como el Triángulo de la Prevención (TOP). Diseñado para ser un esfuerzo cooperativo entre el sindicato internacional, sus ramas locales del sindicato, y los ejecutivos de las empresas, los tres lados de un triángulo representan los elementos críticos del programa: evaluación y seguimiento de los incidentes, entrenamiento en sistemas de seguridad, y liderazgo del sindicato. De acuerdo a Erwin, quien es el director del proyecto TOP, el programa es una aproximación sistemática al manejo de salud y seguridad en el trabajo. El programa TOP educa a todos los empleados de las empresas participantes a reconocer todos los incidentes que son causados por fallas del sistema en cualquiera de seis áreas: diseño e ingeniería, mantenimiento e inspección, aparatos de mitigación, aparatos de advertencia, entrenamiento y procedimientos, y factores humanos. Los trabajadores son entrenados para emplear un método de árbol lógico, objetivo y basado en reglas para investigar incidentes y determinar las causas de ellos, así como generar soluciones específicas a problemas específicos para prevenir futuros incidentes y posibles pérdidas. El programa también usa un mecanismo conocido como Lecciones Aprendidas para compartir información entre empresas, de modo que las experiencias de seguridad y prevención alcancen a los operadores directamente. “Si nosotros aprendemos una lección en un lugar, posteriormente la publicamos en nuestro sitio web”, dice Erwin. “En todas nuestras [compañías] miembros al menos dos lecciones son aprendidas por año. Aquéllas que han tenido las más bajas frecuencias y las plantas más seguras son las que aportan más”. Otro importante elemento del programa es el Índice TOP, que mide la seguridad de una empresa basada no solamente en las tasas de ciertas lesiones que deben ser comunicadas a la OSHA (estas tasas son frecuentemente vistas como los estándares de la seguridad de los sitios de trabajos industriales), sino también sobre la ocurrencia de una variedad de incidentes y posibles pérdidas, así como acciones tomadas para corregir o prevenir problemas identificados como la causa de ellos. Así, se sigue, mide y da crédito a un cambio constructivo, positivo en el lugar de trabajo. Para Erwin, el índice es un reflejo más seguro de la seguridad global que el simple reporte de accidentes, y él dice que es ampliamente aceptado por las empresas que participan en el programa TOP como un parámetro válido del funcionamiento general. Él agrega que aunque los incidentes no han sido eliminados, la cantidad de errores humanos que provocan incidentes ha sido reducida; hoy día el causante número uno que provoca incidentes es la falla mecánica. Poje alaba los esfuerzos de grupos como el CCPS, el ACC, y el Sindicato Internacional PACE, pero todavía cree que ellos no han logrado crear un sistema exhaustivo para prevenir tragedias. “Debe existir conciencia y entusiasmo en toda la comunidad que manipula químicos para adquirir el conocimiento necesario para operar en forma segura”, dice él: “Cualquier organización profesional, sindicato, o grupo de corporaciones, son importantes indicadores de la dirección correcta, pero ellos no son sustitutos para que la comunidad que maneja productos químicos actúe en forma conjunta para operar con el tipo de seguridad que todos merecen”. ¿Qué Pasa con los Químicos? Una evaluación del estado de la seguridad química debe, por supuesto, tomar en consideración los químicos por sí mismos – los miles de compuestos a los cuales los trabajadores, transportistas, y últimamente el público son frecuentemente expuestos. ¿Cuánto conocemos nosotros sobre estos materiales? ¿Cuáles son más peligrosos, y cuáles son causa de menor preocupación? ¿Qué pasa con las exposiciones crónicas o de largo tiempo? ¿Alguien tiene puesto el dedo en el pulso de estos aspectos de la seguridad química? De nuevo las respuestas no son claras. Aunque mucho se sabe acerca de los químicos en uso hoy día, mucho más espera ser descubierto. Y aunque una buena cantidad de investigación sobre los riesgos asociados con las exposiciones se está desarrollando, existe una sorprendente y preocupante falta de una mínima publicidad acerca de los muchos químicos más comunmente producidos en las empresas manufactureras de los EE.UU. Esta situación salió a la luz al final de los años 90, cuando tres estudios –Ignorancia Tóxica de la Defensa del Ambiente, el estudio de la EPA llamado Estudio de la Disponibilidad de la Información sobre Peligros Químicos, y la publicación de la Asociación de Manufactureros Químicos Disponibilidad Pública de los Datos de Prueba Relacionados al SIDS para los Químicos de Alta Producción en EE.UU.– mostraron que incluso los datos de tamizado básico sobre los riesgos para los humanos y el ambiente no estaban disponibles para la mayor parte de los químicos producidos en grandes cantidades en los EE.UU. Estos químicos “de alto volumen de producción” (HPV) que son definidos como aquéllos producidos en cantidades que exceden un millón de libras anuales, dan cuenta de más de un 90% del volumen total de químicos manufacturados o utilizados. La publicación Ignorancia Tóxica señaló que “el público no puede decir si la gran mayoría de los químicos de más alto uso en los Estados Unidos conlleva peligros para la salud o no – mucho menos cuán serios pueden ser los riesgos, o si estos químicos están actualmente bajo control”. Los tres grupos, después de haber llamado la atención acerca de esta seria falta de conocimiento, procedieron juntos a desarrollar una iniciativa diseñada para llenar la brecha. Lanzado en 1998, el Programa HPV está diseñado para desarrollar y publicar información básica sobre los riesgos de aproximadamente 2.800 químicos disponibles al tiempo del HPV. A31 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo de Difusión | ehp El programa llama a los manufactureros a recolectar individualmente la información existente y luego a apoyar la investigación necesaria para llenar las brechas remanentes de información para sus productos HPV. El programa adoptó como su base de datos el Conjunto de Información de Tamizado (SIDS) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico. El SIDS incluye pruebas para la toxicidad aguda, toxicidad crónica, toxicidad del desarrollo/reproducción, mutagenicidad, ecotoxicidad y destino ambiental. Los resultados del SIDS, además de cubrir sólo un subgrupo de los temas relevantes en salud, finalmente serán usados para vigilar e identificar los químicos que necesitan más investigación sobre sus riesgos. El Programa HPV debe estar terminado en el 2005, y aun cuando hay varios cientos de químicos “huérfanos”, que no fueron patrocinados, los responsables del programa están optimistas de que la meta será alcanzada para la mayor parte de los productos químicos HPV y que los químicos huérfanos serán analizados en algún momento. Quizás el elemento más importante del programa es el hecho de que toda la información será finalmente hecha pública en una base de datos accesible en Internet. “El poder de la información es realmente la esencia del programa”, dice Ward Penberthy, director asociado de la División de Control Químico de la Oficina de Prevención de Polución y Tóxicos de la EPA. “La premisa completa es la total disponibilidad pública de los datos”. El científico Richard Denison de la Defensa del Ambiente, también ve la información pública como la llave del éxito del programa. “Allí es donde se logra el impacto”, dice. “Todos los otros jugadores tienen intereses o razones para que esta información sea pública: no sólo el público sino también los representantes de la industria, los oficiales del gobierno, los académicos, los encargados de las compras en las compañías, toda la gente que puede tener algún interés en entender más acerca de los químicos que ellos usan o a que se exponen, o los productos que contienen esos químicos”. Aunque las bases de datos tienen poca información exhaustiva sobre un químico en particular, el poder del proyecto está en la priorización o mayor trabajo que necesita ser hecho –qué químicos merecen más investigación, y cuáles pueden ser considerados de baja prioridad. “Yo pienso que servirá como un embudo para permitir la focalización de recursos en la academia, en el gobierno, en la industria y en las organizaciones ambientales, para centrarse sobre los químicos que requieren ser analizados primero”, dice Denison. Investigación Apoyada por la Industria A pesar de la aparente falta de conocimiento descubierta en el dominio público por los creadores del programa HPV, existe obviamente una enorme cantidad de investigación sobre los químicos y los peligros que ellos representan, que están siendo conducidos por el gobierno, la academia y los laboratorios industriales alrededor del mundo. La industria química ha reconocido por mucho tiempo su obligación de apoyar la investigación sobre los impactos potenciales que los químicos pueden tener en la salud humana, la vida salvaje, y en el ambiente. Hacia Plantas Químicas más Seguras Responsible Care Management System (RCMS) [Sistema de Manejo de Cuidado Responsable] QUIÉN: American Chemistry Council QUÉ: Las compañías miembros deben enviar información al Consejo Americano de Química con relación a 11 medidas de funcionamiento, que incluyen seguridad ambiental y salud, seguridad, temas relacionados a los productos y prácticas de distribución, y aprobar una auditoría independiente para certificar que ellos han implementado todos los elementos del RCMS. DÓNDE: http://www.americanchemistry.com/ Long-Range Research Initiative (LRI) [Iniciativa de Investigación de Largo Alcance] QUIÉN: American Chemistry Council QUÉ: LRI concede contratos a instituciones de investigación independientes en tres áreas: métodos (mejorando la salud y los efectos ecológicos de monitoreo y testeo, métodos de testeo de la exposición humana, determinantes de la dosis respuesta), poblaciones susceptibles (explorando las diferencias en la sensibilidad biológica y de la exposición), y químicos en el ambiente (medición y análisis de la exposición humana, análisis de la exposición del ecosistema). DÓNDE: http://www.uslri.org/ Triangle of Prevention (TOP) [Triángulo de Prevención] QUIÉN: Paper, Allied-Industrial, Chemical, and Energy Workers International Union QUÉ: TOP educa a todos los empleados de las empresas sindicalizadas para emplear un método de árbol lógico, objetivo y basado en reglas para investigar incidentes y determinar las causas de ellos, así como generar soluciones puntuales a problemas específicos para prevenir futuros incidentes y casi pérdidas. DÓNDE: http://pacehealthandsafety.org/TOP/Main.htm HPV Challenge Program [Programa HPV] QUIÉN: U.S. Environmental Protection Agency, American Chemistry Council, Environmental Defense QUÉ: El Programa HPV está diseñado para desarrollar y publicar información básica de monitoreo de riesgo humano y ambiental; los datos incluyen toxicidad aguda, toxicidad crónica, desarrollo/reproducción de la toxicidad, mutagenicidad, ecotoxicidad y destino ambiental de aproximadamente 2.800 químicos clasificados como de alto volumen de producción (HPV). DÓNDE: http://www.epa.gov/chemrtk/volchall.htm Hazard Communication Initiative [Iniciativa de Comunicación de Riesgos] QUIÉN: Occupational Safety and Health Administration QUÉ: La recientemente anunciada Iniciativa de Comunicación de Riesgos ayudará a cumplir con los Estándares de Comunicación de Riesgos de la agencia a través de la educación en preparación de hojas de seguridad de materiales, desarrollo de programas de seguridad para los empleados y traduciendo las guías publicadas a materiales de comunicación de riesgos útiles. DÓNDE: http://www.osha.gov/SLTC/hazardcommunications/index.html Ciencia & Trabajo PDF A32 compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | ehp | ¿Lecciones Aprendidas? Por más de 25 años la ACC ha apoyado a los Centros para la Investigación de Salud CIIT del Parque Triángulo de la Investigación, de Carolina del Norte, una respetada institución en la investigación de la salud ambiental. Más recientemente, en 1998 la ACC estableció una Iniciativa de Investigación de Largo Alcance (LRI), que entrega contratos de investigación a instituciones independientes a través de un proceso competitivo de llamado para propuestas. El programa, que desde el 2003 mantiene 67 proyectos activos, se enfoca en tres áreas de particular interés: métodos (mejorando la salud y los efectos ecológicos, métodos de monitoreo de la exposición humana, determinantes de la relación dosis respuesta), poblaciones susceptibles (explorando las diferencias en la sensibilidad biológica y de la exposición), y químicos en el ambiente (medición y análisis de la expresión humana y análisis de la exposición del ecosistema). El LRI busca activamente apoyar programas que sean complementarios o colaborativos con organizaciones como el NIEHS y la EPA. Uno de estos proyectos comenzó el año 2001 con un memorando de entendimiento entre la ACC y el NIEHS. Con contribuciones de US$ 1 millón y US$ 3 millones respectivamente, 14 proyectos han sido aprobados para desarrollar métodos para entender los efectos potenciales de los químicos en la reproducción humana en el desarrollo fetal y de los niños. Luego, ¿Dónde Estamos? La industria, el gobierno, la academia, y los grupos ambientales están haciendo su parte para agregar conocimiento científico sobre los químicos que están en el flujo de producción y los peligros potenciales que ellos representan tanto en las exposiciones agudas como en las crónicas. Quizás actitudes integradoras como el programa HPV pueden contribuir significativamente para priorizar estos esfuerzos separados, de modo que los riesgos pueden ser minimizados sin comprometer los innegables beneficios que los químicos proveen para nuestra economía y nuestra sociedad. Como Denison señala, “Gran parte del debate sobre los químicos está basado en pedazos de información o en datos accidentales... Y el resultado ha sido que nosotros hemos ido de un problema a otro, de un incidente químico a otro, en lugar de enfrentar sistemáticamente el problema en una forma que nos permita entender dónde están los riesgos reales, dónde nosotros debemos estar enfocando nuestra atención”. ¿Son las plantas químicas y los químicos que ellas producen y su uso más seguro hoy día que lo que fue hace 20 años atrás, cuando Bhopal dio su trágico llamado de alerta? Nadie puede estar seguro. Dado el significativo avance hecho en las últimas dos décadas, hay una fuerte tentación a responder la pregunta al menos con una actitud afirmativa. Las actitudes han evolucionado, la cultura ha progresado, la tecnología ha madurado, y una atmósfera más cooperativa, de mayor colaboración ha emergido. Hay muchas razones para ser optimistas. Pero mientras los problemas en el manejo de la reactividad química permanezcan no resueltos, parece que el día cuando los incidentes serán reducidos a cero está todavía muy lejano. Ernie Hood Artículo original publicado en Environmental Health Perspectives 112:A352 A359 (2004). Nota del Editor: Con el propósito de facilitar la búsqueda de información en internet, las siglas de las distintas organizaciones y programas mencionados en el artículo se mantuvieron en el idioma original. A33 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo de Difusión | Ciencia & Trabajo Seguridad Química en Chile EN BUSCA DE UNA CONDUCTA RESPONSABLE Si bien existen manuales y planes de acción para enfrentar emergencias químicas, así como normas legales que regulan las instalaciones de las industrias del rubro, no hay una supervisión adecuada de los procesos, ni un nivel de información que permita a trabajadores y usuarios prevenir accidentes. Por Paula García Miranda Ya en el siglo XIX, un perseverante químico sueco, cuyo apellido dio nombre al premio más significativo para la humanidad, Alfred Nobel, velaba por la seguridad química. De hecho, el creador del Premio Nobel, estaba decidido a reducir los riesgos de accidentes provocados por las explosiones ocasionales de la nitroglicerina. Con ese objetivo en mente y con el recuerdo de la muerte de su hermano Emil, en 1864, durante la preparación del peligroso explosivo, en Heleneborg, el químico consiguió en 1867 inventar la dinamita, un explosivo resultante de absorber la nitroglicerina en un material sólido poroso, reduciendo así el riesgo de accidentes y poniendo a disposición de la humanidad un producto más seguro, que junto con otros inventos en el terreno de los explosivos, fueron de vital importancia para la construcción, la minería y la ingeniería. Si bien algunos de sus inventos, como la pólvora sin humo, también fueron usados para la fabricación de elementos nocivos para el hombre, la preocupación de Nobel por encontrar un producto más seguro que la nitroglicerina, da cuenta de una toma de conciencia de los riesgos y peligros de trabajar con sustancias químicas. En la actualidad, cada día son más las fábricas que trabajan con químicos y si bien la preocupación por mejorar la seguridad y prevenir incidentes ha ido en aumento, ésta se ha construido en base a experiencias lamentables. INCENDIO DE MATHIESEN COMO DETONADOR DE CONCIENCIA Planta Industria METHANEX Resulta imposible no recordar el accidente de la planta de pesticidas de la Union Carbide en Bhopal, India, donde murieron más de 3.000 personas en 1984 y que impulsó, a nivel mundial, la preocupación por la seguridad en las industrias químicas. En Chile, fue el incendio de la empresa Mathiesen Molypac, en la comuna de San Bernardo, la tragedia que incentivó a las autoridades y dueños de industrias químicas a mejorar los sistemas de seguridad en las empresas y establecer normas legales con respecto al transporte de sustancias peligrosas. Eran las 9.30 horas del 12 de diciem- Fotos gentileza de ASIQUIM EL Ciencia & Trabajo PDF A34 compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Ciencia & Trabajo | Seguridad Química en Chile Eran las 9.30 horas del 12 de diciembre de 1995 cuando el fuego comenzó a expandirse por toda la planta de la empresa Mathiesen. Los pobladores, presa del pánico, no sabían cómo actuar, menos aún cuando divisaron sobre sus cabezas una enorme nube tóxica que cubrió amplios sectores de la capital y que obligó a evacuar a unos 1.500 residentes, en un radio de un kilómetro y medio. Casi mil bomberos acudieron al lugar. Sin embargo, innumerables explosiones, que lanzaron por los aires esquirlas de gran tamaño, dificultaron su labor. Tambores y piezas de maquinaria caían a gran velocidad y Marta Rosa, cuidadora de una Escuela Básica ubicada a 300 metros del siniestro, murió al ser alcanzada por un trozo de metal. En esa oportunidad, un encargado de la planta, aseguró que entre los compuestos existentes figuraban sulfuro de sodio, pentaclorofenato de sodio, butilacetato, polipropileno, compuestos de PVC, sulfato de amonio, aceites de motor y lubricantes, todos ellos combustibles y algunos muy tóxicos. Patricio Kurte, ASIQUIM. Patricio Kurte, Subgerente de Operaciones de ASIQUIM (Asociación Gremial de Industriales Químicos de Chile), recuerda el incendio de Mathiesen como un caso emblemático de accidente químico, que generó una preocupación a nivel nacional por mejorar la seguridad en las empresas que manejan sustancias peligrosas. De hecho, desde 1996, luego de registrado este accidente, el Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente (SESMA) a través del programa de Salud Ocupacional, implementó un riguroso plan de fiscalización destinado a las industrias químicas ubicadas en la Región Metropolitana; y si bien durante ese año se verificó el cumplimiento de las normas existentes y se impulsó la aplicación de normas internacionales en aquellos lugares donde se almacenaban o manipulaban sustancias químicas peligrosas, Patricio Kurte reconoce que en el tema de seguridad química “enfrentamos muchas limitaciones sobre todo en el ámbito de la fiscalización”. Y es que si bien existen normas legales con respecto a las sustancias peligrosas, hay algunas más profundas que otras. Éstas varían según las etapas del ciclo de vida del producto. En el almacenamiento, por lo menos en la Región Metropolitana, hay normas establecidas por el SESMA, pero según explica el Subgerente de Operaciones de ASIQUIM, “a nivel nacional todo se rige indirectamente a través del Ministerio de la Vivienda por el tema del uso de suelos”. Si bien reconoce que el SESMA definió un manual de almacenamiento que lleva desarrollando por tres o cuatro años, asegura que “son guías muy básicas, de dos o tres páginas, las que se están aplicando y exigiendo”. De igual modo, existe el Decreto Supremo Nº 594 que aprueba reglamento sobre condiciones sanitarias y ambientales básicas en los lugares de trabajo. En su artículo Nº 66, establece los límites permisibles ponderados para las concentraciones ambientales de las sustancias que se indican en el mismo artículo. De igual modo, en el artículo Nº 123 el Decreto Supremo establece los límites de tolerancia biológica de aquellas sustancias químicas que cuentan con indicador biológico. Asimismo, en el artículo Nº 2 se señala que la fiscalización y el control del cumplimiento de las disposiciones que establece esta norma, corresponden al Servicio de Salud, y en la Región Metropolitana, al SESMA. En cuanto al transporte de sustancias peligrosas, existe el Decreto Supremo Nº 298 donde se establecen “las condiciones, normas y procedimientos aplicables al transporte de cargas, por calles y caminos, de sustancias o productos que por sus características, sean peligrosas o representen riesgos para la salud de las personas, para la seguridad pública o el medio ambiente”. Para Patricio Kurte, este Decreto Supremo “es demasiado general” ya que si bien plantea la necesidad de “realizar una serie de operaciones de forma adecuada, no entra al detalle de cómo debe hacerse”, el que dependerá exclusivamente de las prácticas de cada una de las empresas de transporte. De igual modo, existe una norma chilena oficial NCH382.Of89 que califica e identifica a las sustancias peligrosas atendiendo al tipo de riesgo o peligro más significativo que presentan en su ciclo de vida, especialmente en su transporte, manipulación y almacenamiento. Sin embargo, esta norma muchas veces no coincide con las vigentes en otros países lo que, según el Subgerente de Operaciones de ASIQUIM, dificulta la existencia de una “uniformidad que permita establecer normas comunes entre los países y avanzar en conjunto en el tema de seguridad química”. Además de los decretos y normas, distintos organismos públicos cuentan con programas o manuales que ponen a disposición de las industrias químicas y de la población. Desde 1994, la ONEMI (Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio de Interior) ha incorporado el ámbito de sustancias o materiales químicos en su planificación y acción permanente, haciendo esfuerzos en temas de investigación a nivel nacional e internacional, transferencia tecnológica, adaptación y diseño de metodología, capacitación y sensibilización de autoridades y comunidades. Este organismo ha venido elaborando una acción sostenida y sistémica frente a los variados riesgos presentes en el país. Si bien esfuerzos como los de la ONEMI son necesarios, la mayoría de ellos se preocupan de qué hacer en caso de accidentes, dejando de lado la prevención. LOS ESFUERZOS DE PRIVADOS Conscientes de que existe una normativa mínima vigente, que por lo menos regulariza la puesta en marcha de A35 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Planta Industria BASF las industrias químicas chilenas, hay asociaciones privadas que hacen un verdadero proceso de “evangelización” supervisando, asesorando y educando a las industrias químicas en temas de seguridad y prevención de riesgo. La ASIQUIM, fundada en el año 1956 y que actualmente cuenta con más de 100 empresas químicas asociadas, se ha caracterizado por su interés en optimizar sus procesos y productos para cuidar la salud de las personas y preservar el medio ambiente. Es en 1993 cuando esta actitud quedó formalizada con el desarrollo del Código de Conducta Ambiental. Una vez en contacto con industrias químicas de otros países destacados en temas de protección de la salud, seguridad y medio ambiente, ASIQUIM se enteró de la existencia de una iniciativa llamada “Responsible Care” y en 1994, puso oficialmente en marcha la versión nacional bajo el nombre de “Conducta Responsable” que, según informa el sitio web de ASIQUIM, “busca el compromiso voluntario por el cual las empresas químicas se obligan a realizar esfuerzos permanentes para perfeccionar los procesos de producción, manejo, distribución, uso y disposición de sus productos”. Según explica Patricio Kurte, “se trata de hacer bien las cosas, de ser responsable durante todo el ciclo de vida del producto químico” y asegura que “se ha logrado un nivel razonable de educación e inversión en la mayoría de las empresas”. Si bien Kurte señala que hace ya 10 años que empezaron a trabajar en el sistema de gestión Conducta Responsable, reconoce que hace tan sólo cinco se publicaron los códigos, los que a diferencia de otros países, fueron adaptados a la realidad nacional. Para la implementación de este sistema de gestión, que tiene sus orígenes en Canadá en 1986, la ASIQUIM cuenta, desde 1997, con la colaboración de la ACHS (Asociación Chilena de Seguridad) gracias a un convenio establecido entre ambas entidades. Es importante recalcar el hecho de que, según informó Kurte, “ya son 47 los países que lo adoptan”. Si bien los recursos de Conducta Responsable vienen directamente de las empresas, el Subgerente de Operaciones de ASIQUIM es claro al plantear que “en la práctica no hemos podido acceder al sistema de apoyo estatal, CORFO (Corporación de Fomento de la Producción), principalmente por cómo está definido el esquema”. Al respecto, Kurte explica que las industrias químicas trabajan con márgenes de ganancia pequeños. Una realidad que les juega en contra cuando los instrumentos de CORFO están definidos sobre la base de ventas, independientes del valor agregado del producto. Si a esto se le agrega el bajo aporte al empleo debido a la tecnología usada en las industrias químicas, la posibilidad de obtener recursos estatales es aún menor. Para llevar un control de las industrias asociadas que están cumpliendo con las prácticas de Conducta Responsable, ASIQUIM les hace firmar una carta de compromiso que se renueva. En ella se establecen diez principios básicos generales además de otras acciones específicas como por ejemplo el uso de un logotipo o el deber de contestar una pauta de autoevaluación. Iniciativas como éstas, que actualmente provienen de privados, son las que se necesitan para avanzar en el tema de seguridad química, ya que si bien pueden existir manuales y planes de acción muy elaborados que digan cómo enfrentar un accidente químico, es importante la prevención, la toma de conciencia por parte de las industrias químicas y la educación, tanto de quienes trabajan diariamente con sustancias tóxicas como también de la población en general. Las mutualidades, como la ACHS, también juegan un rol importante en el tema de seguridad química, las que realizan asesorías a las empresas. Según Ismael Tuakelna, Jefe del Departamento de Asesorías Especiales de la Gerencia de Prevención de la ACHS, “es necesario hacer un buen análisis o reconocimiento del riesgo, para lo cual tenemos profesionales especialistas. Se visita la empresa, se ve con qué se trabaja, qué productos se utilizan y los procesos de transformación de las sustancias químicas”. El objetivo de estas asesorías, según explica Ismael Tuakelna, es “ver en cada etapa los riesgos asociados y tomar las medidas para que no ocurran”. De igual modo, realizan evaluaciones a los trabajadores y charlas sobre seguridad química. Según el Subgerente de Operaciones de ASIQUIM Patricio Kurte, las mutualidades son verdaderas “voces de evangelización”. Fotos gentileza de ASIQUIM Artículo de Difusión | Ciencia & Trabajo Ciencia & Trabajo PDF A36 compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Ciencia & Trabajo | Seguridad Química en Chile Ismael Tuakelna, ACHS. “LA CLAVE ESTÁ EN LA PREVENCIÓN” Según cuenta Ismael Tuakelna, en Chile, “la preocupación por la prevención de riesgos y la seguridad nació fundamentalmente a raíz de un accidente muy grave que ocurrió en CODELCO”. Para él, al igual que para el Subgerente de Operaciones de ASIQUIM, la prevención es esencial, sobre todo cuando las empresas tienen un estándar mínimo de funcionamiento, pero donde no se regulan todos los procesos. Esto, explicó Ismael Tuakelna, no es por negligencia, sino porque el Servicio de Salud del Ambiente, que tiene el rol de fiscalizar “no puede hacerlo por falta de recursos” y en cuanto a productos químicos “lo que hace principalmente son mediciones de las concentraciones de las sustancias”. Y es que si bien, Patricio Kurte señaló que en seguridad química Chile está bien en relación a otros países sudamericanos, el principal problema es la desinformación que existe en torno al tema. “Mi percepción es que dentro de nuestra asociación estamos claros y sabemos lo que se tiene que hacer. Luego, si pasamos a las empresas químicas no asociadas a ASIQUIM, el nivel de conocimiento es bastante menor, pero algo se sabe. Pero cuando ya pasamos al mundo del usuario ahí realmente el desconocimiento es enorme y nos basamos en el apoyo de las mutualidades”, aclara. La clave en el tema de seguridad química, asegura Ismael Tuakelna, “está en la prevención” y lamenta que “en el mundo las preocupaciones en el tema de la prevención se ha generado en base a malas experiencias”. De hecho, cuando ocurrió, en 1995, el incendio en el complejo industrial de Mathiesen, se criticó que no existiera un catastro de las sustancias químicas con las que se trabajaba en la empresa. Para Tuakelna es fundamental que “la empresa informe cuándo ocurre algún evento, indicando cuáles son las sustancias tóxicas y cuáles son las posibilidades de tratar un accidente”. Para él “la prevención está en diferentes manos. Primero una gran responsabilidad de la empresa, que dependiendo de la cantidad de trabajadores deberá tener una estructura mínima en la parte de prevención de riesgo”. A esto se le suma el hecho de que por ley, la empresa debe estar afiliada a un sistema de seguridad social, que va a ser alguna mutualidad o el sistema estatal INP (Instituto de Normalización Provisional). Por lo tanto, también tiene que responder a sus exigencias. Si bien Chile ha logrado estándares que mezclan normas americanas con criterios de la Unión Europea y ha sabido adoptar niveles de seguridad química reconocidos mundialmente, las limitaciones se encuentran en el nivel de la fiscalización, la prevención e información. De hecho, no existe un sistema directo de fiscalización, los planes voluntarios no son siempre reconocidos o premiados, no siempre las industrias cuentan con planes de prevención y la desinformación en torno al tema de seguridad química es importante. Quizás, es necesario un ministerio de la industria a cargo de todos estos temas, tal como lo plantea utópicamente Patricio Kurte. Sin embargo, es fundamental que todo comience desde las mismas empresas, con una toma de conciencia de los riesgos y peligros que significa trabajar con sustancias químicas. Sólo así podrán capacitar a sus trabajadores, informar debidamente a los usuarios y tomar precauciones con el fin de prevenir y no tener que lamentar otro desastre químico como el de Mathiesen. A37 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor Artículo Original Introducción a la Medicina del Sueño INTRODUCTION TO SLEEP MEDICINE Dr. Jorge Lasso Peñafiel Director Médico del Laboratorio Neurofisiológico de Santiago. Jefe Unidad Neurología de Adultos Hospital Padre Hurtado. RESUMEN ABSTRACT Psiquiatras, neurofisiólogos y una gran diversidad de especialistas han tenido interés por el estudio de sueño. El interés probablemente se deba al poco conocimiento de la fisiología del sueño. En la mayoría de los mamíferos el sueño tiene dos tipos de estadios: el sueño de ondas lentas (SWS) y el sueño de movimientos oculares rápidos (REM). EL SWS o sueño no REM tiene cuatro etapas I, II, III/IV. El sueño no es un fenómeno contínuo, sino que tiene un ritmo diario circadiano y nocturno ultradiano. Existen muchos problemas del sueño como el insomnio, la hipersomnia y las parasomnias; éstas producen problemas neuropsicológicos además de dificultades sociales y de personalidad. Historically, the study of sleep has been of interest to a wide range of individuals, ranging from psychiatrists to neurophysiologists including a lot of different specialist. The diversity of interest also stems in part from the lack of understanding of the physiological function of sleep. In almost of mammals the sleep consists of two very different states; slow – wave sleep (SWS) and rapid-eye-movements (REM) sleep. The SWS or non REM sleep is divided into stages I, II, III/IV. The sleep isn´t a continuos phenomena, it has a daily circadian and nocturnal ultradian rhythms. The insomnia, hypersomnia and parasomnia produced a neuropsychological deficits as well as social and personality problems. (Lasso J. Introduccion a la Medicina del Sueño. Cienc Trab. 2004 AbrJun; 6 (12): 53-58) Descriptores: SUEÑO; TRASTORNOS DEL SUEÑO; DISOMNIAS; TRASTORNOS DEL SUEÑO DEL RITMO CIRCADIANO; MOVIMIENTO PERIÓDICO DE EXTREMIDADES; TRASTORNOS POR EXCESIVA SOMNOLENCIA; TRASTORNOS DE LA INICIACIÓN Y MANTENCIÓN DEL SUEÑO. Descriptors: SLEEP; SLEEP DISORDERS; DYSSOMNIAS; SLEEP DISORDERS, CIRCADIAN RHYTHM; PERIODIC LEGS MOVEMENTS SYNDROME; DISORDERS OF EXCESSIVE SOMNOLENCE; SLEEP INITIATION AND MAINTENANCE DISORDERS. HISTORIA “El sueño es un estado intermedio entre el despertar y la muerte: el despertar es considerado como un estado activo de las funciones animales e intelectuales, y la muerte es la suspención total de estas funciones” Roberth MacNish. The Philosophy of Sleep. Glasgow, 1834. No fue hasta la década de 1930 que se identificó con los diferentes ritmos cerebrales y sus variaciones durante el sueño. Fueron los médicos E. N. Harvey, H. Davis y G. H. Horbat los que publicaron la morfología de las ondas cerebrales durante el sueño (1). “El centro del despertar y de la atención en la vigilia, fue descubierto en 1949 por H. W. Magoun de U.S.A. y G. Moruzzi de Italia. Ellos hablaron por primera vez del Sistema Activador Reticular (SAR). Su estimulación despierta al animal, su destrucción lo sumerge en un coma permanente” (8). llama también paradójico ya que se dan simultáneamente una actividad cortical intensa y rápida, signo de vigilia y atención, junto con una completa atonía muscular, invariable signo de sueño profundo (1). Fueron A. Rechtschaffen, y A. Kales, en 1968 (4), quienes editaron un manual de estandarización y terminología para etapificar los diferentes estadios del sueño, que es el que actualmente se usa. FISIOLOGÍA DEL SUEÑO Todo ser viviente está comandado por un reloj biológico que es el “ritmo circadiano”, es decir las variaciones cíclicas de sueño/vigilia en un período de 24 horas. Además al dormir hay una variación cíclica de las diferentes etapas del sueño que es el “ritmo ultradiano”. En 1960, Kleitman y Dement, en la Universidad de Chicago, descubrieron el sueño de movimientos rápidos de los ojos o REM (Rapid Eyes Movement). Al sueño REM en Europa se le Durante la vigilia, el ritmo cerebral es en rango BETA, (ß) (ondas asincrónicas, de frecuencia mayor a 13 ciclos por segundo), ritmo que proviene del SAR. Para que el estado normal de vigilia se transforme en sueño superficial son necesarios dos tipos de mecanismos, uno pasivo y otro activo (2,8): Correspondencia: Hospital Padre Hurtado: Esperanza 2150, Santiago, Chile [email protected] Tel: (56-2)3796294, (56-2)3796295 • Fax: (56-2)3796294 Recibido: mayo 2004 / Aceptado: mayo 2004 1. Mecanismo pasivo para inducir el sueño: La disminución de estímulos externos suele ser un claro factor inhibidor del SAR. Cuando cerramos los ojos quedamos en reposo y aparece el ritmo ALFA de 8-12 ciclos por segundo. Estas ondas 53 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo Original | Lasso Jorge cerebrales sincronizadas proceden de los núcleos reticulares del tálamo (8). 2. Mecanismo activo para inducir el sueño: El mecanismo activo del SAR está localizado en los núcleos del RAFE de la protuberancia. Allí se produce un neurotransmisor de tipo monoamina llamado serotonina (5HT), que se proyecta hacia el hipotálamo y la corteza cerebral produciendo el sueño. La 5HT procede del triptófano de la dieta (lácteos) en su mayor parte, y un poco de la glándula pineal (8). La 5HT es secretada durante todo el día. Los núcleos del Rafe presentan descargas regulares (1 a 2 Hertz), y conectan con el reloj circadiano endógeno. La serotonina se va acumulando para producir al final del día el sueño de ondas lentas (8). El metabolismo de dicha sustancia se produce en el REM, por lo que parece como si el sueño de ondas lentas (etapas III/IV), fuera sólo una preparación del paradójico. Si hay una deprivación de sueño REM, cuando la persona nuevamente vuelve a dormir, hay un periodo de recuperación en el que aumenta la proporción de sueño REM hasta devolver a la normalidad los niveles de serotonina. Hay otro sistema responsable del sueño que es la regulación homeostática reactiva: “La fatiga excesiva o la digestión cambian el medio interno, la sangre. Ésta por la aorta manda señales al nervio vago. El nervio pasa junto al núcleo del tracto solitario del bulbo y de allí se proyecta a la región preóptica, donde se segrega 5HT y se manda un mensaje inhibitorio al hipotálamo posterior (sistema simpático) y al Núcleo Caudado. Este mecanismo explica el extra de horas dormidas después de un cansancio excesivo, (regulación homeostática reactiva)” (8). Figura 1. Etapa I de sueño con un trazado en rango alfa de menor amplitud con fluctuaciones. Hay movimientos oculares lentos (flecha azul). Se observa ondas vertex (flecha roja), de distribución central. ETAPAS DEL SUEÑO FASE I Es un estado de transición entre la somnolencia y el sueño propiamente tal; es una etapa de sueño poco reparador. Se caracteriza por movimientos oculares lentos y ensoñaciones cortas muy vívidas, en las que se ven imágenes en color y con mucho detalle. Éste es el llamado estado hipnagógico, o sueño superficial. El ritmo alfa disminuye de voltaje y desaparece. El Electro Encéfalograma contiene menos del 50% de actividad alfa de bajo voltaje. Este estado dura de 1 a 7 minutos y comprende aproximadamente un 5% del tiempo total de sueño (8, 3). El inicio de esta fase son las ondas “vertex”, que son ondas lentas de distribución central (Figura 1). FASE II En esta fase se produce un “bloqueo de los ‘inputs’ sensoriales a nivel de tálamo, es decir, nuestro sistema nervioso bloquea las vías de acceso de la información sensorial. Este bloqueo produce una desconexión del entorno” (8), lo que facilita la conducta de dormir. El sueño de fase II es parcialmente reparador, lo que sugiere que no es suficiente para descansar completamente. En el EEG se observa un patrón propio, los «Husos de sueño» que son ondas en frecuencia alfa que duran unos 5 segundos, tres o cuatro veces por minuto, y los «Complejos K» que son ondas vertex más ondas de husos de sueño, que duran unos 5 segundos y se repiten cada 3 minutos (3) (Figura 2). FASE III y IV Unos veinte o treinta minutos después de empezar a dormir, se entra en un sueño más profundo, el sueño DELTA, ondas de alto voltaje con frecuencia de uno a cuatro ciclos por segundo, con una función cardiorrespiratoria regular (Figura 3). “El ritmo delta proviene de los núcleos reticulares talámicos, que aislados Figura 2. Etapa II de sueño con un trazado en rango theta de mayor amplitud con husos de sueño y complejos K (flecha azul). Ciencia & Trabajo PDF 54compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Artículo Original | Introducción a la Medicina del Sueño Figura 3. Etapa III/IV de sueño con un trazado en rango delta-theta de mayor amplitud con frecuencia respiratoria y cardíaca regular. de toda aferencia, oscilan como un marcapasos. Sus neuronas GABA, inducen hiperpolarizaciones en las neuronas corticales Se impide al cortex efectuar los procesos cognitivos que necesitan de una actividad rápida tálamo-cortical, como en la vigilia o el sueño REM” (8). Hay un bloqueo de los mensajes sensoriales (3). Esta etapa no tiene ensueños, se acompaña de una disminución del tono vascular periférico y también de la mayor parte de las otras funciones vegetativas. Hay una disminución del 10 a 30 % de tensión arterial, ritmo respiratorio y metabolismo basal (4,5). Durante el sueño de ondas lentas se secreta la hormona del crecimiento para que el cuerpo se reponga de su desgaste. En esta fase del sueño ocurren fenómenos como las mioclonías (sacudidas de las extremidades acompañadas de sensación de caída) y la producción de ácido ribonucleico (RNA), ligada a la memoria. Figura 4. Etapa REM de sueño con un trazado en rango alfa de menor amplitud, con movimientos oculares rápidos (flecha azul), irregularidad respiratoria (flecha roja), y atonía muscular (flecha verde). que es una excitación intensa de la mayoría de neuronas cerebrales, incluidas las motoras, comparable a la actividad más intensa que se pueda producir en la vigilia. Esa tormenta cerebral son los sueños. Es la etapa del sueño en que la NA y adrenalina son las responsables” (8). En el Locus Ceruleus hay enzimas (monoamino-oxidasas) responsables de la destrucción de la adrenalina y NA, mecanismo que se usaría para parar las ensoñaciones (2,3). “La primera fase REM de la noche suele ocurrir de 80 a 100 minutos después de empezar a dormir. Cuando la persona está muy cansada o con privación de sueño, la duración es muy breve. Por otra parte, cuando la persona ha descansado, la duración del sueño paradójico aumenta considerablemente” (8). SUEÑO REM Son tres los mecanismos del sueño REM: 1. Mecanismo del marcapaso: “El sueño REM se desencadena por la activación periódica, cada 90 minutos (ritmo ultradiano) de un marcapasos situado en la parte dorsal de la protuberancia alta, en una pequeña zona cuyo nombre es locus ceruleus” (8), Allí hay distintos tipos de neuronas, las colinérgicas (Acetilolina) y las adrenérgicas (noradrenalina); las colinérgicas dan la orden para que empiece el sueño REM. Esto se manifiesta en el electroencefalograma por unas ondas de alto voltaje (ondas en serrucho), aisladas o en grupos, que de la protuberancia van al cortex visual occipital un minuto antes del sueño REM (2,3). Las neuronas colinérgicas también frenan o inhiben la secreción de serotonina del rafe; de esta forma la noradrenalina suplanta periódicamente el papel regulador de la serotonina. 2. Mecanismo de activación cortical: Ciertas neuronas de la protuberancia y del bulbo están activas en sueño REM, éstas tienen noradrenalina (NA) y se proyectan al tálamo, al hipotálamo posterior y al hipocampo, en su paso hacia la corteza. “Ésto produce la activación cortical del sueño REM En fase REM se activa el sistema simpático (prepara al cuerpo para actos de defensa-ataque y para la actividad sexual). La frecuencia cardíaca y respiratoria suele ser irregular. Hay erecciones en los hombres y vasodilatación vaginal en las mujeres. El electroencefalograma muestra un tipo desincronizado de ondas beta de alto voltaje, similar al que se presenta durante la vigilia, con atonía muscular generalizada y movimientos oculares rápidos (4,5,8) (Figura. 4). 3. Bloqueo muscular: El tono muscular en todo el cuerpo está muy deprimido. El Locus Ceruleus se proyecta en el núcleo bulbar magnocelular, que a su vez se proyecta sobre las motoneuronas espinales, liberando Glycina que las inhibe. Esto produce parálisis de la musculatura. La persona es más difícil de despertar que durante el sueño de onda lenta o ligero, por eso se le llama también sueño profundo al sueño REM (2,8). A pesar de la inhibición extensa de los músculos periféricos, se producen movimientos musculares irregulares, en particular, movimientos rápidos de los ojos (rapid eyes movement REM) (Figura. 4) (3). Las neuronas motoras oculares son las únicas que desarrollan una actividad muscular. “No obstante las 55 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo Original | Lasso Jorge neuronas motoras (piramidales y extrapiramidales) no escapan a la fuerte influencia excitadora del marcapaso, como demuestra la intensa actividad recogida en puntos cerebrales importantes de las vías motoras (núcleo rojo). Es únicamente a nivel espinal donde queda frenado el impulso nervioso muscular” (8). En resumen, la evolución ha desarrollado dos mecanismos para que la actividad onírica se pueda desarrollar: el sueño de ondas lentas (III/IV) y el bloqueo de las eferencias motrices o parálisis del sueño REM. TRASTORNOS DEL SUEÑO La mayoría de los adultos necesitan de 4 a 10 horas de sueño por noche; algunos, menos de 6 horas, y otros más de 10 horas por noche. Por regla general, las horas de sueño que necesita una persona son las necesarias para sentirse totalmente restaurado y alerta el resto del día. Las horas de sueño y la calidad de éste varían con la edad. A medida que avanza la edad algunos empiezan a tener dificultad para permanecer dormidos, lo que puede redundar en interrupciones del sueño durante la noche. Los trastornos del sueño son una condición que involucra dificultades relacionadas con el sueño, incluyendo conciliarlo o permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, provocar lapsos de tiempo de sueño excesivos o conductas anormales relacionadas con el sueño. Existen muchas clasificaciones de los problemas del sueño. la Academia Americana de Enfermedades del Sueño propuso en 1990 una clasificación que se revisó en el año 2001 (6). El DSMIII y DSMIV tienen su propia clasificación. Se han identificado más de cien trastornos diferentes del ciclo sueño/vigilia, que en términos generales se los puede agrupar en 4 categorías principales, a saber (6): • Insomnio: problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido. • Hipersomnia: problemas para permanecer despierto. • Trastornos del ciclo circadiano: problemas para mantener un horario de sueño. • Parasomnias: combinaciones en el ciclo sueño/vigilia. Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido El insomnio es el ejemplo de este tipo de problemas e incluye cualquier combinación que tenga que ver con dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido, desvelos intermitentes y despertarse en la madrugada. Los episodios pueden ser pasajeros, de corto plazo (que duran entre 2 y 3 semanas) o crónicos. Los factores comunes relacionados con el insomnio son, entre otros: enfermedades físicas, depresión, ansiedad, estrés, ambiente para dormir inapropiado, consumo de estimulantes, etc. Entonces, es importante reconocer que el insomnio no es una enfermedad y que la mayoría de veces es secundario a otros problemas, la mayoría de éstos, asociados a trastornos del ánimo. Al insomnio se lo puede clasificar según el tiempo de duración y éstos son el insomnio crónico, el episódico y el agudo. Además se los puede clasificar según los factores precipitantes: insomnio psicofisiológico (insomnio aprendido), higiene inadecuada de sueño, insomnio por problemas médicos o medioambientales, insomnio dependiente de hipnóticos, etc. Independiente del tipo de insomnio o sus factores precipitantes, el efecto más importante es la sensación de cansancio durante el día, con disminución del rendimiento intelectual, laboral y social, lo que provoca problemas en su trabajo, familia y relaciones interpersonales. Problemas para permanecer despierto Los trastornos por excesiva somnolencia se llaman hipersomnias, es decir, que habitualmente es secundario a una enfermedad primaria o secundaria del sueño, e incluyen, entre otros: • • • • Síndrome de apnea de sueño (SAOS) Narcolepsia Síndrome de las piernas inquietas Hipersomnia idiopática El resultado final de enfermedades como la apnea de sueño o el movimiento periódico de extremidades, es que la arquitectura de sueño se altera sin llegar a etapas profundas de sueño (III/IV y REM), por lo que no se consigue un reposo adecuado. El SAOS es el resultado de la obstrucción de la vía aérea superior (orofaringe-nasofaringe-hipofaringe) durante el sueño. Afecta principalmente a las personas obesas, pero puede afectar también a personas con cuellos cortos o mandíbulas pequeñas sin importar su peso. “Este trastorno hace que la respiración se detenga intermitentemente durante el sueño, por lo que las personas se despiertan repetidas veces, y tienen dificultades para lograr un sueño profundo y prolongado, lo cual les causa una excesiva somnolencia diurna” (7). La narcolepsia es una condición caracterizada por ataques de sueño durante el día y otras manifestaciones como cataplexia, parálisis del sueño y alucinaciones hipnagógicas. “Los ataques de sueño pueden presentarse a pesar de experimentar un sueño adecuado durante la noche. Las personas que padecen narcolepsia se pueden quedar dormidos súbitamente en cualquier situación sin aviso”(7). El síndrome de piernas inquietas es una condición con movimientos de la parte inferior de las piernas y los brazos durante el sueño, relacionados con microdespertares posteriores a cada movimiento lo que genera que al día siguiente el principal síntoma sea somnolencia y en la noche manifestaciones de insomnio. La hipersomnia primaria es una entidad en la que la manifestación más relevante es la hipersomnia y se descartan las otras enfermedades mencionadas anteriormente. Problemas en el ciclo circadiano Cuando hay alteraciones del reloj biológico que determina el ritmo circadiano, se producen problemas para mantener un horario consistente de sueño y vigilia. Ciencia & Trabajo PDF 56compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Artículo Original | Introducción a la Medicina del Sueño Estos trastornos incluyen: • • • • • • Trastorno del sueño en trabajo por turnos (shift work). Síndrome del cambio de zona horaria (jet lag). Síndrome de sueño y vigilia irregulares. Fase adelantada de sueño. Fase atrasada de sueño. Persona que duerme poco por naturaleza (la persona duerme menos horas de lo «normal» pero no sufre ningún efecto negativo). El shift work es la alteración del sueño provocado por los turnos nocturnos de trabajo, el problema es mayor o menor dependiendo del tipo de horario de trabajo. El jet lag se produce al efectuar viajes en los que se cruzan varios husos horarios. Esto produce cambios en el ciclo circadiano, generando dificultades en la adaptación al horario de actividades, es decir, la persona está en el día y su reloj biológico está en la noche. En el síndrome de sueño y vigilia irregulares, las personas tienen un desorden en los horarios de dormir y despertar, lo que hace que no se adecuen a los horarios establecidos socialmente para trabajar. En la fase adelantada y fase atrasada de sueño el problema consiste en el horario de dormir, conservando el número de horas necesarias. En la primera, la persona se duerme muy temprano y se despierta de madrugada. En la segunda en cambio, la persona se duerme de madrugada y despierta después de mediodía. Es importante mencionar que hay personas que por su naturaleza tienen un número de horas diferente para dormir, es decir o son dormidores cortos (short sleepers) o largos (long sleepers). Este grupo no es patológico, pues no presentan síntomas al día siguiente si duermen las horas necesarias de sueño. Conductas anormales que se producen en el sueño Las parasomnias son conductas anormales que ocurren durante el sueño y son bastante comunes en los niños y menos frecuentes en adultos; éstas incluyen: • Trastorno de terror nocturno. • Sonambulismo. • Trastorno de conducta de REM. El terror nocturno es el despertarse súbitamente del sueño con miedo, sudoración, ritmo cardíaco rápido y confusión, que generan gran angustia al niño y la familia. hay una pérdida de control del tono muscular, lo que hace que la persona “viva” sus sueños en forma real. PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS En términos generales, según la patología que uno sospecha, se solicitarán los diversos procedimientos, en donde los más importantes son: Polisomnografía: Según la Academia Americana de Enfermedades del Sueño es el procedimiento de elección para estudio de sueño, es de gran utilidad para evaluar causas de hipersomnia diurna, como apnea de sueño, movimiento periódico de extremidades, síndrome de resistencia a la vía aérea superior, efectos farmacológicos, diagnóstico diferencial entre insomnio y percepción inadecuada del sueño, etc. Test de latencias múltiples: Es un estudio para evaluar el tiempo que una persona se demora en iniciar el sueño durante por lo menos cuatro siestas en el día. Sirve para evaluar hipersomnia y es un instrumento de diagnóstico en narcolepsia. Test de mantención de vigilia: Es lo contrario al test de latencias, sirve para evaluar hipersomnia y consiste en mantener a una persona despierta en circunstancias de bajo estímulo, esperando a que la persona se duerma. Actigrafía: Es un procedimiento de utilidad para evaluar ritmo circadiano, consiste en el registro de movimiento en un sensor colocado en la muñeca de la mano no dominante, y sirve para evaluar los cambios en la activación del sensor: así, es una forma indirecta de evaluar sueño. Poligrafía: Detecta el funcionamiento cardio-respiratorio en el sueño, es útil para el SAOS, cuando hay una sospecha clara del diagnóstico: no evalúa parámetros neurofisiológicos. En términos generales, al sueño se lo debe considerar como un evento no continuo, sino oscilante en el día (ritmo circadiano) y fluctuante en la noche (ritmo ultradiano), que con cambios en el control de los neurotransmisores, nos produce el reposo necesario para el funcionamiento diario y además al dormir ingresamos al mundo de las ensoñaciones cuya función en la fisiología no se ha podido determinar hasta la actualidad. Por otro lado, no debemos olvidar que el ser humano pasa aproximadamente 1/4 de su vida durmiendo, por lo que cualquier enfermedad del sueño afectaría la actividad diurna, así el motivo de esta revisión es dar una visión general de la medicina del sueño y su impacto en la actividad laboral. El sonambulismo es una parasomnia en la cual la persona camina, habla o se mueve al dormir, y es una situación que afecta generalmente a los niños de 2 a 12 años de edad y muy pocas veces en el adulto. El trastorno de conducta del sueño REM generalmente se presenta en adultos mayores y consiste en movimientos bruscos de gran intensidad asociado a las ensoñaciones, lo que indica que 57 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo Original | Lasso Jorge REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. Leon R. History of sleep Physiology and Medicine. In Kryger M, Roth Tm Demen W, eds. Principles and practice of sleep medicine. Philadelphia: Saunders Company, 2000; pp 1-14. Carskadon MA, Dement W. Normal Human Sleep: an Overview. In Kryger M, Roth Tm Demen W, eds. Principles and practice of sleep medicine. Philadelphia: Saunders Company, 2000; pp 1-14. Chase MH. Sleep Mechanisms. In Kryger M, Roth Tm Demen W, eds. Principles and practice of sleep medicine. Philadelphia: Saunders Company, 2000; pp 93-133. Rechtschaffen A, Kales A. Eds a manual standarized terminology: Techniques 5. 6. 7. 8. and scoring system for sleep stages of human subjets. 1968. Carskadon MA, Rechtschaffen A. Monitoring and staging Human Sleep. In Kryger M, Roth Tm Demen W, eds. Principles and practice of sleep medicine. Philadelphia: Saunders Company, 2000; pp 93-133. The International Classification Of Sleep Disorders, Revised Diagnostic and Coding Manual. Rochester Minnesota: American Academy of Sleep Medicine, 2001. pp 1-401. Fisman, G,K, Trastornos del sueño: http.//www.nlm.nih.gov/medlineplus/ spanish/ency/article/0008000.htm accesado abril 2004 http://oniria.iespana.es/articulos. Accesado en Marzo 2004 Ciencia & Trabajo PDF 58compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Artículo Original Accidentes Automovilísticos: su Relación con Problemas de Sueño CAR ACCIDENTS: ITS RELATIONSHIP WITH SLEEP DISORDERS Md. Julia Santin Martínez Profesor auxiliar, Departamento de Neurología, Escuela de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile Coordinadora Centro Médico del Sueño, Pontificia Universidad Católica de Chile RESUMEN SUMMARY La somnolencia diurna excesiva es una condición frecuente, tanto aguda como crónica, esta última habitualmente relacionada con trastornos del sueño, principalmente el síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño. Existe abundante información que demuestra el mayor riesgo de accidentes de tránsito en individuos hipersomnes. Desgraciadamente este factor no está incluido entre las medidas educativas y preventivas de seguridad de tránsito. Excessive daytime sleepiness is a common condition both in acute or chronics forms, this latter usually related to sleep disorders mainly sleep apnea-hypopnea syndrome. There is a significant information that relates an increased risk of traffic accidents within hypersomniac patients. Unfortunately public policies do not include these factors in education and preventive traffic safety recomendations. (Santin J. Accidentes Automovilísticos: su relación con problemas de sueño. Cienc Trab. 2004 Abr-Jun; 6 (12): 59-63) Descriptors: SLEEP DISORDERS; DISORDERS OF EXCESSIVE SOMNOLENCE; ACCIDENTS, TRAFFIC; OCCUPATIONAL MEDICINE Descriptores: TRASTORNOS DEL SUEÑO; TRASTORNOS POR EXCESIVA SOMNOLENCIA; ACCIDENTES DE TRANSITO; MEDICINA OCUPACIONAL Conocemos por experiencia la importancia de un sueño normal y que tanto su exceso como déficit tienen considerables repercusiones en la vida diaria, con consecuencias tanto personales como comunitarias. El sueño es una necesidad vital y por tanto inevitable, lo que explica que aparezca incluso en condiciones de riesgo. El grado de vigilancia no es parejo a lo largo del día y, durante él, los seres humanos estamos propensos a dormir especialmente en dos períodos: entre las 2 y 6 de la mañana y entre 2 a 4 de la tarde, el período de la siesta. Se desprende que la aparición de somnolencia no solamente depende del tiempo que la persona lleva sin dormir (“carga de sueño”), sino que también de un ritmo intrínseco, el circadiano (ciclo sueño-vigilia), que determina cambios periódicos en el nivel de alerta (1). Esto explica que quien ha trasnochado tiene al día siguiente oscilaciones en el nivel de vigilancia y no una somnolencia progresiva, como esperaríamos encontrar si el grado de alerta dependiera sólo de la privación de sueño en la noche anterior. Consecuentemente, los accidentes de tránsito producto de somnolencia se presentan con clara mayor Correspondencia: Md. Julia Santin M. Marcoleta No 367, 1er piso, Santiago, Chile Departamento de Neurología, Escuela de Medicina Pontificia Universidad Católica de Chile Tel: (56-2) 633 1457 [email protected] Recibido: marzo 2004 / Aceptado: mayo 2004 Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl frecuencia durante estos dos períodos, particularmente en el nocturno. En el mundo moderno la principal causa de somnolencia diurna es la privación parcial de sueño crónica. Se estima que hoy la población duerme una hora menos que hace un siglo. Esta situación se explica por el advenimiento de la luz eléctrica, que nos permite determinar la duración y hora de inicio de nuestro sueño. Así disponemos de actividades de entretención las 24 horas del día (televisión, internet, juegos electrónicos, etc.), alargar o combinar jornadas laborales, estudiar de noche, etc. Además, un importante número de trabajadores funciona con sistemas de turnos nocturnos, constituyendo hasta el 20% de la fuerza laboral en países desarrollados. Muchos de estos trabajos nocturnos incluyen tareas que involucran riesgos personales o para terceras personas, como es el caso de médicos y personal de la salud en general, choferes, pilotos de aviación, personal de urgencia de fábricas, guardias de seguridad, carabineros, bomberos, etc. La ocurrencia de choques por somnolencia protagonizados por individuos sin trastornos del sueño también es común, debido principalmente a privación aguda de sueño. Esta situación puede, sin embargo, estar menos identificada y probablemente clasificada en accidentes producidos por “fatiga”. Así, por ejemplo, el 15% de la población de Finlandia reportó haberse dormido al menos una vez mientras manejaba. Estos accidentes se producen mayoritariamente en jóvenes, es decir, en un grupo etáreo distinto de aquél con mayor prevalencia de trastornos del sueño; en un estudio al respecto en Carolina del Norte, el peak de edad fue 20 años (2). 59 Artículo Original | Santín Julia Además de la privación de sueño crónica o aguda, otras causas de somnolencia diurna excesiva son los trastornos de sueño, entre ellos el síndrome de apnea del sueño (el más prevalente) y la narcolepsia, ambas condiciones ligadas a aumento de los accidentes de tránsito. Aproximadamente la mitad de los pacientes con hipersomnia que acude a los centros de sueño ha sufrido un accidente de tránsito, y un porcentaje aun mayor, accidentes laborales. El insomnio crónico también se asocia a mayor morbimortalidad (3, 4) y a elevados costos socio-económicos por accidentabilidad y ausentismo laboral debido a sus repercusiones diurnas, como fallas de memoria, disminución del rendimiento y de la concentración, fatigabilidad y somnolencia diurna. Esto último presente, al menos, en un subgrupo de los insomnes. El tratamiento de esta condición con inductores de sueño, por lo tanto, debe considerar que pueden ser causa de sedación matinal, y trastornos cognitivos y de la destreza motora. Estos efectos son dosis dependiente y especialmente notorios en benzodiazepínicos de vida media más prolongada (5). La somnolencia diurna excesiva produce disminución de la atención, afectando la capacidad de reaccionar rápida y eficazmente ante situaciones inesperadas. Compromete además la calidad de vida y altera el rendimiento laboral y académico. Es un síntoma subvalorado y muchas veces confundido con trastornos del ánimo, fatigabilidad y cansancio, por lo que debe ser buscado específicamente. Muchos de los grandes accidentes catastróficos en los que se estima errores humanos (Chernobyl, Exxon Valdez, Challenger, etc.) han sido atribuidos a somnolencia secundaria a privación crónica de sueño. La magnitud de la somnolencia se establece en relación con su interferencia en las actividades de la vida diaria. Leve es aquélla presente sólo en reposo o en situaciones monótonas que requieren poca atención (p. ej., mirar TV, yendo como pasajero en un vehículo, etc.) y que tiene escasa repercusión laboral, académica o social, mientras que se considera moderada cuando aparece en situaciones que requieren mayor atención, es de presentación diaria y con repercusión también moderada en las actividades de la vida diaria (p. ej., durante una conversación, en una reunión importante, etc.). Se cataloga como severa cuando, además de presentarse a diario, aparece incluso en situaciones que requieren niveles altos de atención y concentración (p. ej., manejar, comer, etc.) y condiciona acentuada interferencia en las actividades de la vida diaria y marcado compromiso del rendimiento. Pertinen (6) encontró que hasta un tercio de los jóvenes y el 7% de los adultos presentan hipersomnia secundaria a trastornos de sueño y un 2% atribuible a trabajos con la modalidad de turnos nocturnos. El análisis de las distintas causas de accidentes de tránsito, incluida la somnolencia, no es fácil puesto que están involucrados múltiples factores: del conductor (respeto de las normas de tránsito, habilidades personales, grado de alerta, consumo de alcohol, drogas, etc.), hora del accidente, estado de la calzada (curvas, pavimento en malas condiciones, camino de tierra, etc.), condiciones climáticas (lluvia, nieve, hielo, visibilidad disminuida por neblina, etc.), factores mecánicos (falla de frenos, neumáticos, etc.) o mezcla de todos ellos. 60 En general, se asume que la somnolencia puede ser causa del accidente, en ausencia de factores tales como fallas mecánicas, condiciones climáticas adversas o mal estado de la calzada. Corresponden a accidentes difícilmente explicables (p. ej., en una línea recta con excelente visibilidad y pavimento en perfectas condiciones), en los que habitualmente se constata ausencia de maniobras evasivas para evitar el choque, como frenar u otros intentos por controlar el vehículo; en este sentido, la información aportada por las investigaciones técnicas de Carabineros es decisiva. La apnea del sueño es el trastorno del sueño más frecuente como causa de somnolencia diurna en adultos activos. Se caracteriza por la presencia de repetidos episodios de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño, habitualmente asociados a desaturación arterial de oxígeno. La prevalencia en adultos de 30 a 60 años es de 4% en hombres y 2% en mujeres, como mínimo. Si se usan criterios menos estrictos puede elevarse a 24% en hombres y 9% en mujeres, respectivamente (pacientes con polisomnograma positivo, pero sin hipersomnia) (7). Actualmente se prefiere hablar de trastornos respiratorios del sueño, término que incluye otras condiciones relacionadas como el síndrome de resistencia de la vía aérea superior (8, 9). La apnea del sueño es fácil de diagnosticar si se la tiene presente, ya que su sintomatología y signología es típica. Los síntomas fundamentales son la roncopatía (siempre presente) y la hipersomnia diurna que se da en la gran mayoría de los pacientes. La ocurrencia de accidentes de tránsito y laborales secundarios a la hipersomnia diurna puede estimarse como parte de las complicaciones de los trastornos respiratorios del sueño. En nuestra experiencia en el Centro del Sueño de la Universidad Católica, la mitad de los pacientes con apnea de sueño demostrada polisomnográficamente reconoce haberse dormido al volante y de ellos la mitad ha sufrido accidentes de tránsito por este motivo, lo que concuerda con antecedentes de la literatura en el sentido que los apneicos presentan riesgo de sufrir estos accidentes seis veces superior a la población general (10). Garbarino y cols (11) analizaron los accidentes de vehículos motorizados en las autopistas italianas entre 1993 y 1997, para conocer la distribución horaria de los accidentes de tránsito inequívocamente atribuídos a somnolencia por la policía. Estos eventos representaron el 3,2% del total de accidentes, con una mortalidad de 11,4%, versus 5,62% de mortalidad en aquellos accidentes no atribuidos a somnolencia. Se encontró además un claro ritmo horario en la distribución de los accidentes secundarios a somnolencia, con dos claros peaks: uno nocturno de 2-6 AM (período durante el cual existe la menor congestión vehicular) y otro en las primeras horas de la tarde. El aumento de la frecuencia de accidentes es significativamente mayor en el primer peak, cuando sube 7 veces el riesgo relativo de accidentabilidad. Los períodos de menor accidentabilidad se registraron durante la mañana (8 AM a 1 PM) y en horario vespertino (6-9 PM), siendo este último el de más bajo riesgo de accidentes a consecuencia de hipersomnia. Finalmente, observaron también que los accidentes de tránsito no atribuibles directamente a somnolencia presentaban el mismo patrón horario. | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Ciencia & Trabajo Artículo Original | Accidentes Automovilísticos Stoohs y cols (12) estudiaron a 90 conductores de camiones con el objeto de conocer el efecto de los trastornos respiratorios del sueño en los accidentes de tránsito, mediante un cuestionario ad hoc para pesquisar síntomas de apnea del sueño y con un estudio poligráfico de sueño ambulatorio que incluyó registro de frecuencia cardíaca, ronquido, saturación de oxígeno y posición corporal. Los conductores portadores de trastornos respiratorios del sueño tuvieron el doble de accidentes de tránsito por distancia recorrida comparados con aquéllos que no los tenían, cifra que resultó independiente de la gravedad del trastorno de sueño. Por otra parte, los conductores obesos, con un índice de masa corporal (IMC) > 30 kg/mt, también tenían el doble de accidentes comparados con los normopeso. Estos autores concluyeron que la presencia de excesiva somnolencia diurna se relaciona a mayor riesgo de accidentes en los choferes de camiones y que los trastornos respiratorios con hipoxemia y obesidad son un factor de riesgo para accidentes de tránsito. George CFP. y Smiley A. (13) seleccionaron un grupo de pacientes con diagnóstico de apnea del sueño documentada con polisomnograma, a quienes se investigó los antecedentes relativos a la conducción de vehículos en el ministerio de transporte de Ontario. Los pacientes fueron subdivididos en tres grupos según el índice de eventos respiratorios y se encontró que el aumento de los accidentes de tránsito estaba restringido a los casos más graves, con un índice de eventos respiratorios sobre 40/hora de sueño. Horstmann y cols (14) estudiaron 156 pacientes con apnea del sueño también demostrada con polisomnograma, a quienes se les practicó un cuestionario confidencial para pesquisar la somnolencia como causa de accidentes de tránsito. Se observó que había un aumento de la tasa de accidentes de tránsito de hasta 15 veces en el grupo de pacientes con apnea severa. La tasa promedio de accidentes de tránsito por 1 millón de Km recorridos fue de 13,0 en la apnea moderada a severa no tratada versus 6,8 en el grupo completo y 0,78 en el grupo control; cabe destacar además que el tratamieno de la apnea con CPAP nasal redujo la frecuencia de accidentes. Una tesis desarrollada en la Academia de Ciencias Policiales de Carabineros de Chile en el año 2001 (15) encontró que en un grupo de conductores profesionales existía una diferencia estadísticamente significativa en la proporción de choferes con hipersomnia que sufrió accidentes (50%) versus los no hipersomnes (18%). Hay, sin embargo, diferencias en los porcentajes de accidentes de tránsito atribuibles a somnolencia en los pacientes con apnea del sueño. Los estudios con cuestionarios evidencian 2-10 veces mayor riesgo de accidentes de tránsito en los apneicos versus población general. A su vez, los datos de la policía revelan aumento en 2-7 veces de la frecuencia de accidentes en pacientes apneicos. Estas diferencias pueden deberse a distintos grados de severidad de la apnea, falta de documentación polisomnográfica, fallas en el seguimiento de los pacientes, métodos poco confiables en la detección de somnolencia, etc. (14). Así, las variaciones en la frecuencia de accidentes reportadas por los diversos estudios practicados se explicarían probablemente porque gran parte de ellos están basados en cuestionarios con autorreporte de los accidentes, lo que les resta confiabilidad ya que resulta obvio el temor de reconocer la somnolencia como causa del accidente y perder la licencia de conducir. Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Otro trastorno del sueño causa de somnolencia diurna y accidentes de tránsito es la narcolepsia, un trastorno del sueño REM, relativamente poco frecuente, con una prevalencia de 0,067% (2). Tradicionalmente se ha descrito una tétrada diagnóstica (16) que incluye: 1) hipersomnia, requisito para el diagnóstico, habitualmente descrita como “ataques de sueño”, aunque también puede presentarse de modo similar a la somnolencia observada en la apnea del sueño; 2) catalepsia (hipotonía o atonía episódica no asociada a alteraciones de conciencia, de segundos a minutos de duración inducida frecuentemente por emociones, p. ej: risa); 3) alucinaciones oníricas, que corresponden a onirismo estando el paciente aún despierto, especialmente en períodos interfásicos sueño/vigilia; y, 4) parálisis del sueño (incapacidad para moverse voluntariamente al despertar o iniciar el sueño, de segundos a minutos de duración). Existen, por lo tanto, en esta enfermedad dos condiciones que predisponen a mayor accidentabilidad, cuales son la hipersomnia diurna y la pérdida súbita del tono muscular (catalepsia) evocada por una emoción intensa, que actuaría como agravante en términos de impedir un rápido accionar ante situaciones inesperadas. ¿Cuál es la postura de sociedades médicas, autoridades administrativas de las autopistas y autoridades de tránsito en relación a este problema? La Asociación Médica Americana, en un documento de 1986, menciona la narcolepsia, apnea del sueño y otras hipersomnias como factores de riesgo al conducir y recomienda que estas condiciones sean debidamente estudiadas por especialistas en sueño (“Medical Conditions Affecting Drivers”, “Neurologic Disorders”). La administración de las autopistas federales, basada en un panel de expertos, recomienda que los individuos con sospecha de apnea del sueño no tratada (ronquidos y somnolencia diurna) se consideren no aptos médicamente para conducir vehículos comerciales hasta ser tratados satisfactoriamente, terapia que deben mantener ininterrumpidamente durante el tiempo que requieran su licencia de conducir profesional. Se les solicita, además, control anual con un test de latencias múltiples de sueño, examen que permite documentar la presencia de hipersomnia. La American Thoracic Society considera de alto riesgo a conductores con apnea del sueño que presentan somnolencia grave y tienen antecedentes de un accidente de tránsito. Estos pacientes deben ser rápidamente evaluados y tratados, aparte de ser advertidos por escrito del riesgo de accidentabilidad. Recomienda reportar al gabinete de licencias de conducir sólo si: 1) el paciente tiene diagnóstico de apnea del sueño severa e historial de accidentes de vehículos motorizados; y, 2) una de las siguientes condiciones: a.- fracaso de terapia o imposibilidad de implementarla dentro de los dos primeros meses del diagnóstico; o, b.- rechazo del tratamiento o no cumplimiento de la suspensión de la conducción de vehículos hasta el inicio de la terapia. 61 Artículo Original | Santín Julia En Estados Unidos los Departamentos de Vehículos Motorizados de algunos estados tienen regulaciones o guías específicamente relacionadas con la apnea del sueño y narcolepsia, que prohiben manejar si estas condiciones no están controladas. Cuatro estados (Maryland, Carolina del Norte, Oregon y Utah) tienen guías para narcolepsia, pero no para la apnea del sueño; Maine sólo para apnea del sueño y únicamente dos estados (California y Texas) para ambas condiciones. En estas regulaciones hay claras diferencias en el tiempo exigido con la enfermedad controlada antes de reasumir el manejo de vehículos, así como en el intervalo de los controles. En algunos estados, estos criterios operan para vehículos comerciales y en otros tanto para particulares como comerciales y hacen exigible el polisomnograma y test de latencias múltiples de sueño para determinar la severidad de la apnea. La Asociación Médica de Canadá tiene una sección de trastornos del sueño donde se menciona que los pacientes con apnea del sueño tienen mayor riesgo de accidentes al conducir. Agrega que la apnea del sueño se asocia frecuentemente a obesidad, condición común en choferes profesionales. Proponen estudiar a los pacientes con hipersomnia y si ésta interfiere con la capacidad para conducir, inhabilitarlos hasta ser tratados con éxito. Los pacientes con narcolepsia están impedidos para manejar cualquier tipo de vehículo motorizado, a menos que el tratamiento sea satisfactorio y sin efectos colaterales, pese a lo cual sólo pueden obtener licencia para vehículos particulares de dos ejes. El Nacional Safety Code for Motor Carriers (NSC) exige 3 meses de control en los pacientes narcolépticos antes de volver a manejar vehículos privados. En el caso de la apnea del sueño, pueden manejar cualquier clase de vehículo una vez tratada y controlada. En Inglaterra recomiendan “negación permanente o renovación de la licencia profesional y licencia privada sólo cuando se haya logrado un control satisfactorio de los síntomas, con controles médicos periódicos”, en relación a la narcolepsia/cataplexia y otros trastornos del sueño que causan excesiva somnolencia diurna. Para la apnea del sueño sugieren suspender la conducción hasta obtener un adecuado control de la enfermedad por lo menos durante 12 meses, con controles anuales posteriores. En los Países Bajos la narcolepsia/cataplexia aparece como condición no apta para todas las categorías de licencia y no hay mención específica de la apnea u otros trastornos del sueño. En Suecia las personas con episodios apneicos, ronquidos y somnolencia diurna que no han logrado resultados satisfactorios con el tratamiento están inhabilitadas para manejar vehículos comerciales. para así poder obtener o prorrogar la licencia para conducir, con un período de vigencia máxima de 2 años. En general, las guías disponibles no incluyen la somnolencia en personas sin trastornos del sueño, como es el caso de la privación aguda. Llama la atención que la legislación vigente en Chile, dirigida a castigar las infracciones del tránsito, especialmente aquéllas relativas al exceso de velocidad, conducción bajo la influencia del alcohol, manejo descuidado, etc., no contemple controles o restricciones para la conducción de vehículos particulares y, con mayor razón, para vehículos de pasajeros o de carga en pacientes portadores de trastornos del sueño que provocan somnolencia diurna, condición que se ha demostrado claramente relacionada a mayor frecuencia de accidentes de tránsito en comparación con la población general. Existe alguna evidencia en el sentido que la privación de sueño produce en la conducción de vehículos efectos equivalentes a la intoxicación moderada con alcohol (17). CONCLUSIONES 1) La tasa de accidentes de tránsito en hipersomnes es varias veces mayor que en la población general. 2) La hipersomnia diurna (disminución del alerta) puede ser secundaria a diversas causas, que incluyen privación crónica de sueño, trabajo en turnos excesivos y trastornos del sueño y se asocia a mayor frecuencia de accidentes de tránsito en comparación con la población general. 3) Los accidentes de tránsito secundarios a hipersomnia tienen el doble de mortalidad comparados con otros accidentes. 4) La hipersomnia se potencia si hay ingesta de alcohol asociada. 5) Los accidentes de tránsito causados por somnolencia diurna excesiva tienen un claro ritmo circadiano, con un aumento significativo durante la madrugada, respecto de los valores de referencia. Hay otro peak de menor intensidad durante la hora de la siesta. 6) Los accidentes de tránsito no atribuibles directamente a somnolencia presentan este mismo patrón horario, lo que sugiere que también en ellos puede ser un factor contribuyente. PROPOSICIONES 1) Incluir rutinariamente preguntas relativas al diagnóstico de patología de sueño y práctica de cuestionario ad hoc en la evaluación de candidatos a recibir o renovar una licencia de conducir, al menos en choferes profesionales. 2) Educar a la población respecto de la repercusión de la somnolencia en la conducción de vehículos motorizados. En Australia los pacientes narcolépticos que responden al tratamiento sin efectos colaterales pueden volver a conducir vehículos privados después de 3 meses, pero para algunos neurólogos esta condición es causa de prohibición total (2). Finalmente, países como España también han introducido en su legislación ciertas limitaciones a los conductores con trastornos del sueño. El Decreto Real 2272/1985 indica que los pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño o de trastornos relacionados con el mismo requieren informe de una Unidad de Sueño que certifique que están siendo sometidos a tratamiento, 62 | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Ciencia & Trabajo Artículo Original | Accidentes Automovilísticos REFERENCIAS 1.2.- 3.- 4.- 5.- 6.- 7.- 8.- Murphy PJ, Campbell SS. Physiology of the Circadian System in Animals and Humans. J Clin Neurophysiol 1996; 13 (1): 2-16. Pakola S, Dinges D, Pack A. Driving and Sleepiness. Review of Regulations and Guidelines for Commercial and Noncommercial Drivers with Sleep Apnea and Narcolepsy. Sleep 1995; 18(9):787-796. Kripke DF, Simmons RN, Garfinkel L, Hammond EC. Short and long sleep and sleeping pills: is increased mortality associated? Arch Gen psychiatry 1979; 36 (1): 103-116. Kripke DF, Garfinkel L, Wingard DL, Klauber MR, Marler MR. Mortality associated with Sleep Duration and Insomnia. 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A nivel del mar la caída es leve, en cambio en altitud, y por la forma de la curva de disociación de la hemoglobina, hay un mayor descenso en la saturación arterial. Existen grandes variaciones individuales en el nivel de hipoxia en el sueño. Las respiraciones periódicas y la hipoxemia disminuyen con la aclimatización y ambas pueden ser abolidas por acetazolamida. En los trabajadores que se exponen en forma intermitente a la altitud, la aclimatización es diferente de aquella que presentan los visitantes de las zonas altas o de la de los residentes permanentes. The most frequent disturbances of sleep at High Altitude are frequent arousals, periodic breathing, ventilation decrease and an unusual amount of dreams. During sleep, both at sea level and high altitude, ventilation is depressed resulting in a fall of arterial haemoglobin saturation. At sea level, this fall is mild, but at high altitude and because the shape of the haemoglobin dissociation curve, results in a substantial fall in the arterial oxygen saturation. There are big individual variations in the degree of sleep hypoxemia. Periodic breathing and sleep hypoxemia tend to diminish with acclimatization and both may be abolished by acetazolamide. In high altitude workers the acclimatization is different from that presents a newcomer or a highlander resident. (Lasso J. Problemas del Sueño en Altura Geográfica: ¿Mito o realidad? Cienc Trab. 2004 Abr-Jun; 6 (12): 64-69) Descriptors: SLEEP; SLEEP DISORDERS; ALTITUDE; OCCUPATIONAL MEDICINE; ALTITUDE SICKNESS; SOUTH AMERICA Descriptores: SUEÑO; TRASTORNOS DEL SUEÑO; ALTITUD; MEDICINA OCUPACIONAL; MAL DE ALTURA; AMÉRICA DEL SUR INTRODUCCIÓN La medicina de altura comenzó a desarrollarse principalmente en el área de la medicina del deporte. En los últimos años, surgió la necesidad de ampliar la investigación en esta área, debido al aumento del turismo, la explotación minera en zonas elevadas y las enfermedades que presentaban las personas residentes permanentes en altura. En zonas geográficas muy altas, la presión atmosférica va disminuyendo, con lo que a una misma concentración de O2 la PPO2 es menor, incluso llegando a la mitad por sobre los 5.500 metros sobre el nivel del mar (msnm). Considerando la concentración de O2 de 21% a la altura de 5.500 msnm, la PPO2 sería de 79 (2). Los cambios fisiológicos o patológicos que se presentan en individuos que se exponen a la altura, se deben directamente a la hipoxia. En relación con lo anterior, se consideran cuatro niveles de exposición a la altura (1): La presión parcial de oxígeno (PPO2) -que es lo mismo que la presión parcial de aire inspirado- es la relación entre el porcentaje de oxígeno (PO 2) del medio ambiente, dividido por 100 y multiplicado por la presión atmosférica (PA) en milímetros de mercurio PPO2=(PO2/100)*PA. Por ejemplo, a nivel del mar la PA es de 760 mmHg y el porcentaje de PO2 es de 21%, es decir la PPO2 es igual a 159 (1). 1. Altitud intermedia: 1.500 a 2.449 m. A este nivel en general no se observa ningún tipo de sintomatología. Sólo en casos especiales donde la persona ya tenía una enfermedad cardiopulmonar grave, se acentúan los síntomas. 2. Altitud elevada: 2.440-4.270 m. La mayoría de complicaciones médicas en medicina de altura se presentan en este nivel, probablemente porque a esta altura puede acceder mucha gente sin estar físicamente capacitada para la hipoxia. 3. Altitud muy elevada: 4.270-5.490 m. Habitualmente son los montañistas o escaladores los que llegan a este nivel de altitud. 4. Altitud extrema: 5.490-8.848 m. Éstos niveles corresponden a grandes montañas, con un nivel de acceso de mayor complejidad por lo que generalmente son deportistas físicamente muy capaces los que efectúan dichos ascensos. Correspondencia: Dr. Jorge Lasso P. Hospital Padre Hurtado: Esperanza 2150, Santiago-Chile [email protected] Tel: 7589649 Recibido: mayo 2004 / Aceptado: mayo 2004 Ciencia & Trabajo PDF 64compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Artículo Original | Problemas del Sueño en Altura Geográfica En términos de tiempo de exposición a la altura se consideran tres grupos: 1. Residentes habituales en la altura. Son habitantes que nacieron y se desarrollaron siempre en altura y que en forma muy esporádica descienden al nivel del mar. A este grupo pertenecen los habitantes de las zonas altas de Bolivia, Perú, Ecuador y algunas áreas de Chile, entre otros. 2. Exposición intermitente aguda. Generalmente son deportistas o turistas que efectúan paseos o excursiones a zonas elevadas por períodos cortos (no más de 1 ó 2 meses) y que después retornan a su lugar de origen que generalmente no supera los 1.500 m. 3. Exposición crónica intermitente. En este grupo están las personas que por razones laborales deben subir a zonas geográficas elevadas por períodos de días o semanas de duración, donde ejercen su trabajo y posteriormente descienden a zonas más bajas por períodos similares de tiempo. En Chile el principal ejemplo de este tipo de trabajo es la explotación minera en zonas elevadas (Minera Collahuasi; Minera el Indio, etc.). EFECTOS FISIOLÓGICOS DE LA EXPOSICIÓN A ZONAS ALTAS Las variaciones fisiológicas que se presentan en personas que ascienden a zonas elevadas son diferentes si la exposición es crónica (residentes habituales en altura), o si es intermitente (exposición intermitente o crónica intermitente). Al aumentar la altura se observan variaciones en la PPO2, lo que provocaría molestias cada vez mayores según el nivel de ascenso (Figura 1). Habitualmente las personas toleran bien hasta los 2.500 msnm, donde la saturación de O2 en la sangre llega hasta 89%. Por sobre esta altura aparecen síntomas y signos físicos que se acentúan a mayor altitud. Figura 1. Variaciones de la presión parcial de O2 (PPO2), la concentración arterial de CO2 (PaCO2) y la saturación arterial de O2 (SaO2), según cambios en la presión barométrica (PB) (modificado de Hultgren Herb. Physiological effects of High Altitude 1997) (1) de efecto persistente y, como resultado, hay aumento en la frecuencia cardíaca, presión arterial y aumento en el gasto cardíaco. Al continuar el individuo expuesto a la hipoxia, se produce una disminución de la actividad simpática, llegando ésta a los niveles basales; la hipoxia se compensa con otros mecanismos como el aumento de hematocrito, incremento en la eritropoyetina, etc. (3). Circulación Pulmonar: en la exposición aguda a la altura se produce una vasoconstricción arteriolar pulmonar generalizada y rápida, con un incremento muy leve de la presión de la arteria pulmonar (4). En los residentes permanentes se puede observar hipertensión pulmonar, que es variable en cada individuo. Sangre y Volumen Plasmático: la eritropoyetina es la hormona encargada de aumentar la producción de glóbulos rojos. Este incremento se inicia en las horas siguientes de someterse a hipoxia por subir a zonas altas y su efecto máximo es entre los tres y doce meses. Debido al incremento en la producción de glóbulos rojos, hay un incremento entre tres y cuatro veces en la absorción de hierro, conjuntamente con un aumento en la producción de reticulocitos (5). Con relación a la coagulación, habría un leve incremento en los episodios trombóticos, lo que se podría explicar por un aumento en la producción de fibrina. En exposiciones agudas, las variaciones del hematocrito y las pruebas de coagulación, no son tan notorias. En cambio, en residentes permanentes en altura se produce un incremento del hematocrito y de fibrina directamente proporcional a la altura a la que viven, produciéndose un riesgo mayor de trombosis. Sistema Nervioso Central (SNC): por su tipo de funcionamiento, el SNC requiere gran cantidad de oxígeno lo que lo hace muy susceptible a la hipoxia, siendo la corteza cerebral la más afectada. Debido a esto hay una variación progresiva y paulatina en las funciones mentales superiores conforme se asciende a zonas elevadas. En la Tabla 1 se detallan algunos síntomas según el nivel de hipoxia (6,7). Tabla 1. Cambios en el funcionamiento del sistema nervioso central en personas expuestas en forma aguda a diferentes niveles de altura. ALTURA (msnm) 1525-2400 2400-4000 > 4000 Sistema circulatorio: Como resultado de la hipoxia se observa incremento en el funcionamiento del sistema simpático produciéndose un aumento de la adrenalina y noradrenalina, siendo la primera de efecto transitorio y la segunda más persistente. Esto conlleva a una estimulación de receptores adrenérgicos alfa SIGNOS/SÍNTOMAS Disminución en visión nocturna, agudeza visual periférica y central Disminución del razonamiento, velocidad de reacción, y aprendizaje Disminución del razonamiento, memoria, expresión verbal y capacidad de aprendizaje, cambios en el ánimo y la conducta En casos aislados se ha observado cambios permanentes en algunas funciones cerebrales (memoria visual, expresión verbal), incluso después de un año de estar viviendo a nivel del mar. No se ha encontrado daño cognitivo permanente en personas sometidas a hipoxia por ascensión a montañas sobre los 5.000 msnm. El nivel más grave de daño en el SNC es el edema cerebral provocado por la hipoxia (7). 65 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo Original | Lasso Jorge Sistema endocrino-metabólico: La hipoxia incrementa la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) de la corteza suprarrenal aumentando el cortisol y los 17 hidroxicorticosteroides; también aumenta la adrenalina y noradrenalina. Como se mencionó anteriormente hay un incremento del funcionamiento del sistema simpático además de un aumento del metabolismo de carbohidratos (8). La función tiroidea aumenta llegando a su límite máximo a las tres semanas. En personas que viven en altura, se ha encontrado que la causa más frecuente de bocio endémico es el déficit de yodo, probablemente de tipo carencial y por mayor consumo. Si bien las funciones descritas explican los cambios fisiológicos por la exposición a la altura, al hablar de patologías existen tres complicaciones que son las más importantes: el mal agudo de montaña (MAM), que se caracteriza por pérdida del apetito, cefalea, somnolencia, cansancio, vómito, cuadros confusionales, entre otras molestias, el edema pulmonar agudo de altura (EPA) y el edema cerebral agudo de altura (ECA). El factor común de estas tres condiciones es la hipoxia (6). Entre los cambios patológicos más importantes en los individuos que nacen y residen en zonas altas está el denominado mal de montaña crónico (MMC) o “enfermedad de Monje”(2), que se caracteriza por poliglobulia, hipertensión pulmonar grave con cor pulmonar crónico, entre otros problemas. La presente revisión pone énfasis a los cambios del sueño en la exposición aguda a la altura, debido a que el MMC es poco frecuente en nuestro medio. SUEÑO Y ALTURA Entre las quejas más frecuentes de las personas que se exponen a la altura geográfica, sea por deporte o turismo, está la dificultad para dormir bien. Los primeros estudios de neurofisiología del sueño son de 1970, donde se evaluó cambios en la arquitectura de sueño usando electroencefalografía; en investigaciones posteriores se relacionó las variables cardiorrespiratorias con las electroencefalográficas (9-11). Figura 2. Resumen de un somnograma de 8 horas en una persona a nivel del mar (Figura 2a), y a 3.800 msnm (Figura 2b). Se observa una disminución de etapas III/IV con conservación de sueño REM durante el sueño en altura. fig. 2a fig. 2b Otro hallazgo habitual es la presencia de un índice elevado de microdespertares (número de microdespertares por hora). Estos microdespertares están en su mayoría relacionados a las respiraciones periódicas (RP), pero también aparecen en forma espontánea (Figura 3), con una fragmentación de la arquitectura de sueño, y un aumento de los movimientos nocturnos, la mayoría sin relación a RP. Figura 3. Registro de polisomnograma de un paciente dormido a 3.800 msnm. Se observan microdespertares posteriores a las apneas centrales (flechas rojas), asociados a los cambios en la frecuencia cardiaca y saturación de O2. Según el tipo de exposición a la altura, se han observado diversos patrones en la arquitectura de sueño. En general, en residentes permanentes en altura existe poca o ninguna variación, siendo en estos casos la arquitectura de sueño igual a la observada a nivel del mar. (12-14). Al ascender por períodos cortos a lugares que se encuentran sobre los 2.500 msnm, existen dificultades en obtener un sueño reparador, principalmente determinado por un sueño inquieto, incremento de los microdespertares, sensación de falta de aire y dificultad para conciliar el sueño (15). Al analizar las variaciones que se presentan en la exposición a altura geográfica o por simulación en una cámara hipobárica, los cambios que se observan se pueden dividir en: 1. Alteraciones en la Arquitectura de Sueño En general lo más importante que se observa es que disminuyen las etapas III y IV, con incremento del sueño I y II. Es importante mencionar que el sueño REM puede mantenerse en porcentaje normal o estar levemente disminuido (Figura 2) (16-18). El tiempo total de sueño en general no cambia e incluso puede aumentar, probablemente debido a la sensación de cansancio y somnolencia producido por la hipoxia y la hipocapnia (19). Es importante mencionar que la percepción de cansancio y somnolencia diurna puede ser el resultado de una alteración en los patrones normales de sueño, y que pese a que el número de horas de dormir es mayor, la calidad del mismo es mala. Ciencia & Trabajo PDF 66compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Artículo Original | Problemas del Sueño en Altura Geográfica 2. Alteraciones Observadas en los Patrones Respiratorios En 1857 Tyndall y en 1893 Mosso y Egli Sinclair, observaron un patrón respiratorio diferente mientras una persona dormía por sobre los 3.500 m de altura; estos hallazgos también se confirmaron en otros estudios (20,21). El principal hallazgo en la función respiratoria durante el sueño en altura es la respiración periódica (RP). A ésta se la definió como la presencia de tres a cuatro ciclos de inspiración y espiración, seguidos de una pausa respiratoria central de más de 10 segundos, en un período mínimo de respiración entre 18-20 segundos (Figura 4). Es importante aclarar que este patrón respiratorio es similar al descrito por Cheyne y Stokes a mediados del siglo XIX y que se observaba en pacientes con insuficiencia cardíaca o daño del sistema nervioso central, siendo su fisiopatología diferente (11). Figura 4. Respiraciones periódicas en una persona dormida a 3.800 msnm. Se observa la secuencia de apneas centrales (flecha roja) seguidas por 3-4 respiraciones acompañadas de desaturaciones, que corresponden a una respiración periódica. Se registran variaciones en el intervalo RR (flecha verde), ronquido y movimiento de piernas (flecha azul) posterior a pausas centrales. Tabla 2. Diferencias entre las apneas del síndrome de apnea de sueño y las respiraciones periódicas provocadas por hipoxia en altura geográfica. CARACTERÍSTICA Ronquido Variación diaria Respuesta a oxígeno Etapas de sueño Variación con la posición Apneas de tipo obstructivo central o mixto Aparece en sueño REM SAOS* Siempre presente Ninguna Ninguna I/II SÍ R.P.** EN ALTURA Ausente Es menor pasado los 5 días de exposición a la altura Disminuye con oxígeno I/II NO Frecuente Frecuente*** Sólo centrales Desaparece * SAOS Síndrome de apnea del sueño. ** Respiración Periódica. *** aumentan las apneas en duración y frecuencia. Otra de las características de la respiración periódica es la variación de la frecuencia cardiaca durante los diversos ciclos, es decir, taquicardia durante los períodos de respiración y bradicardia posterior a apnea (Figura 5). Figura 5. Registro de bradicardia (flecha roja) y taquicardia (flecha azul), durante una respiración periódica en una persona durmiendo a 3.800 msnm. Al analizar las características de la RP, puede haber variaciones en un mismo individuo durante diferentes noches, pero en su mayoría se presentan en etapas superficiales de sueño (I/II). Es menos frecuente en sueño III/IV y desaparecen totalmente en el sueño REM. Además se puede observar algún grado de RP en vigilia o durante los estados confusionales del MAM (22). Una diferencia entre la RP producida por la hipoxia en altura y la respiración de Cheyne y Stokes, es que los períodos de duración de la primera son cortos (12-34 segundos) y se hacen más cortos a mayor altura; mientras que en la segunda la duración es mayor (> 90 segundos) y ésta aumenta a mayor hipoxia (23). Como se observa en la tabla 2 existen características diferentes entre las apneas del síndrome de apnea de sueño (SAOS) y las RP que se presentan en la altura (17,18). FISIOPATOLOGÍA Los mecanismos propuestos para explicar las respiraciones periódicas y, por consiguiente, los cambios en la arquitectura del sueño son: 1. Hipoxia. Probablemente no es el único factor, pero se ha demostrado que al administrar oxígeno a personas con respiraciones periódicas, durante el sueño, disminuye el porcentaje de las mismas (13,21). 2. Alcalosis hipocápnica (AH). En los pacientes que tienen respiración de Cheyne Stokes se observa frecuentemente alcalosis respiratoria, sin que ellos estén expuestos a hipoxia en la altura. Si bien la hipoxia tiene un papel preponderante 67 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Artículo Original | Lasso Jorge en la génesis de las RP, es la disminución de CO2 la que provoca que se mantenga el ciclo que generó la RP (Figura 6). Figura 6. Mecanismos responsables en la aparición de respiraciones periódicas en personas sometidas a hipoxia. En el gráfico se observa que la disminución de O 2 produce un aumento de la respuesta ventilatoria. El resultado es una disminución del CO2 (alcalosis hipocápnica), que en el sueño produce respiraciones periódicas para aumentar el CO2, generando así una disminución del O2 y el mecanismo se repite nuevamente. TRATAMIENTO El tratamiento de las alteraciones en el sueño en personas sometidas a hipoxia al subir a zonas altas es similar al usado para manejar Mal Agudo de Montaña y consiste en aumentar la concentración de oxígeno inspirado; esto puede lograrse mediante suministro de O2 por vía nasal o por el descenso a zonas geográficas más bajas. El tratamiento preventivo habitualmente se efectúa con: Inhibidores de la anhidrasa carbónica (IAC): la anhidrasa carbónica se encarga de unir el H+ formado por la disociación del H2O, con CO2 formando HCO3- (bicarbonato) a nivel del túbulo contorneado proximal del nefrón. Al inhibir la AC se produciría una disminución del bicarbonato sanguíneo produciendo una retención del CO2 en la sangre y una acidosis metabólica que disminuiría la alcalosis hipocápnica provocada por la disminución de CO2 (11,26,27). El resultado final del uso de los IAC es que disminuye el porcentaje total de respiraciones periódicas, incrementando el porcentaje de sueño III/IV, con disminución de los despertares y de los microdespertares. Fue Bersenbrugge, en 1983, quien demostró que tanto la administración de O2 como de CO2, disminuye el porcentaje de RP en personas sometidas a hipoxia en una cámara hipobárica. Más aún, en el estudio se mantuvo concentraciones de O2 estables y sólo se aumentó el CO2, observándose que disminuían las RP, con lo que se concluye que la alcalosis hipocápnica es un factor primordial para la aparición de RP (24). Por lo mencionado anteriormente, la alcalosis hipocápnica es el factor más importante en la génesis de la RP, por lo que medidas como el uso de acetazolamida o la aclimatización pueden disminuir el porcentaje de éstas durante el sueño (10, 11, 24, 25). 3. Respuesta ventilatoria hipóxica: según esta teoría, es la respuesta ventilatoria individual la que produce las RP. Esto quiere decir que existen individuos que producen una respuesta ventilatoria mayor a menores grados de hipoxia. En parte, esto explicaría la gran variabilidad de patrones respiratorios en personas sometidas a hipoxia. Sin embargo, a hipoxia extrema todos los individuos hacen RP (18). Un hecho paradójico es que a mayor tiempo de exposición a la hipoxia, ocurre lo que se denomina “aclimatización”, que consiste en la disminución del porcentaje de RP, estabilización cardiovascular y endocrino metabólica. Probablemente ésta se explique por disminución progresiva de la alcalosis hipocápnica, lo que disminuiría las apneas durante el sueño y la subsiguiente hipoxia. El conocimiento actual ha demostrado que el principal factor que influye en las variaciones en la arquitectura de sueño en personas sometidas a la hipoxia es la aparición de RP; pero además de los microdespertares y despertares asociados a RP, se han observado microdespertares espontáneos, que no disminuyen con la administración de oxígeno y que probablemente se deban a una respuesta del sistema nervioso central a la hipoxia (17,18). Benzodiazepinas: este tipo de fármacos reducen la repuesta ventilatoria a la hipoxia y se consideran peligrosos al usarlos en individuos con enfermedades respiratorias graves o en p e r s o n a s c o n SAO S . H a y v a r i o s e s t u d i o s q u e u s a n benzodiazepinas en dosis bajas para manejo de los problemas de sueño en personas que durmieron en altura geográfica. Así se observó una mejoría en la latencia de sueño, disminución de los despertares, aumento de la eficiencia de sueño, aumento del porcentaje de sueño REM, y una percepción subjetiva de haber dormido mejor (11,16,28,29). Si los efectos de las benzodiazepinas son el resultado de su acción farmacológica sedante per se, o si modifican los patrones respiratorios nocturnos, no está claro; probablemente se deban a la acción inhibitoria que poseen. Se han probado otro tipo de fármacos como almitrine, medroxiprogesterona, glucocorticoides, bloqueadores de los canales de calcio, sin observarse cambios significativos (30). Además de los fármacos mencionados se recomienda, para personas que no son andinistas, no fumar, consumir alimentos livianos y no hacer grandes esfuerzos físicos inmediatamente después de subir. SUEÑO Y TRABAJO EN ALTURA Debido a la explotación minera en zonas altas, existen personas que están sometidas a una exposición crónica intermitente a la altura, habitualmente con turnos semanales. Los pocos estudios de fisiología de sueño han demostrado aparición de respiraciones periódicas, disminución de etapas III/IV de sueño y conservación de sueño REM incluso en trabajadores con más de cinco años de labor con este tipo de exposición a altura. No está claro si el comportamiento es similar en todos los trabajadores, lo importante Ciencia & Trabajo PDF 68compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Artículo Original | Problemas del Sueño en Altura Geográfica es que un determinado número de ellos presenta variaciones respiratorias, pese al tiempo prolongado de exposición (31). Si las respiraciones periódicas son un resultado benéfico para el sueño del individuo o si son reflejo de la poca adaptación a la altura no está claro aún (9). A su vez es importante mencionar que los trabajadores se quejan de molestias durante los periodos en que duermen a baja altura. Estos cambios probablemente se deban a la dificultad de adaptación que tienen algunos individuos. Por otro lado, el estudio del sueño en trabajadores mineros, metodológicamente, es muy difícil, por lo que tener muestras grandes que den resultados concluyentes es casi imposible. Lo importante es saber que hay variabilidad individual al sueño en altura, y que con instrumentos como un oxímetro de pulso se podría pesquisar a aquellos individuos que tienen dificultad al dormir y así adoptar medidas preventivas y generar técnicas de aclimatación a largo plazo (ejercicios, disminución de peso, alimentación adecuada, etc.) REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. Hultgren H. Physiological effects of High Altitude. In High Altitude Medicine. Stanford California, Hultgren publications, 1997, pp 1-14. Hultgren H. Chronic Mountain Sickness. In High Altitude Medicine, Stanford California, Hultgren publications, 1997, pp 348-367. Hultgren H. The systemic circulation. In High Altitude Medicine. Stanford California, Hultgren publications, 1997, pp 33-63. Hultgren H. Pulmonary circulation. In High Altitude Medicine. Stanford California, Hultgren publications, 1997, pp 64-88. Hultgren H. Blood and plasma Volume. In High Altitude Medicine. 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Comunicación personal 2002. 69 & Trabajo PDFCiencia compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor PDF compression, OCR, web-optimization with CVISION's PdfCompressor Artículo Original Principios Activos de la Ligaria cuneifolia. Una Planta Medicinal ACTIVES PRINCIPLES OF LIGARIA CUNEIFOLIA, A MEDICINAL PLANT María del Rosario Fusco1, Elisa Petenatti1, Natalia Inostroza P2, Aurelio San-Martín B2 y Patricio Rivera L2 1. Área de Farmacognosia - Departamento de Farmacia - Universidad Nacional de San Luis, Argentina. 2. Facultad de Ciencias - Universidad de Chile - RESUMEN SUMMARY Ligaria cuneifolia (R. et P.) Thiegh. (Loranthaceae) es una planta hemiparásita propia de Sudamérica. Es utilizada en Argentina primordialmente como antihipertensivo y antineoplásico. El presente trabajo fue llevado a cabo con el objeto de estudiar los metabolitos responsables de éstas y otras actividades atribuidas a esta entidad en la región centro-oeste de la Argentina. Para ello, se llevó a cabo la separación por cromatografía en columna y en capa fina, variando las fases estacionaria y móvil, purificando mediante cristalizaciones y recristalizaciones sucesivas. La elucidación estructural se realizó por medio de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) de 1H y de 13C y Espectrometría de Masas (EM). Como resultado fueron aislados por primera vez en esta especie dos compuestos mayoritarios que fueron caracterizados como triterpenos pentacíclicos del grupo del lupeol: betulina y ácido betulínico. Ligaria cuneifolia (R. et P.) Thiegh. (Loranthaceae) is a hemiparasitic plant characteristic from South America. It is used primarily in Argentina as antihypertensive and anti-neoplasic. The present work was carried out in order to study the metabolites responsible for these and other activities attributed to this plant central west of Argentina. To this purpose a separation using column chromatography and Thin Layer Chromatography was carried out varying the stationary and mobile phases and purifying the products by repeated recrystallizations. The structural elucidation of compounds was carried out by 1H and 13C of Nuclear Magnetic Resonance (NMR) and Mass Spectroscopy (MS). As a result two main compounds were isolated for the first time in this species, They were identified as pentacyclic triterpenes with a lupeol: skeleton; betulin and betulinic acid. (Fusco M del R, Petenatti E, Inostroza N, San-Martín A, Rivera P. principios activos de la Ligaria Cuneifolia una planta Medicinal. Cienc Trab. 2004 Abr-Jun; 6(12): 79-82) Descriptors: LORANTHACEAE; CHROMATOGRAPHY; HIPERTENSIÓNTHERAPY; NEOPLASMS-THERAPY Descriptores: LORANTHACEAE; CROMATOGRAFÍA; HIPERTENSIÓNTERAPIA; NEOPLASMAS-TERAPIA INTRODUCCIÓN La medicina popular se desarrolla en las diferentes culturas como consecuencia de la interacción del hombre con la naturaleza. Surge como un conocimiento empírico que se va profundizando con el avance del conocimiento científico de la composición química y de los principios activos presentes en las plantas medicinales. En la actualidad existe un interés internacional para sistematizar la información y el uso de las plantas medicinales de cada región, a partir de datos etnobótanicos y de trabajos de validación científica. Desde antiguo, el “muérdago” Viscum album L. (Viscaceae) se utilizó en Europa en preparaciones para el tratamiento de la epilepsia, la infertilidad y la debilidad; los usos farmacológicos más reconocidos son sus efectos sobre el sistema cardiovascular y la presión arterial (1). También en Correspondencia: Patricio Rivera L. Facultad de Ciencias - Universidad de Chile Casilla Nº 653 - Santiago, Chile [email protected] Tel: 6787327 Recibido: enero 2004 / Aceptado: mayo 2004 Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl Asia, los “muérdagos” han sido reconocidos desde la antigüedad como hierbas terapéuticas según el compilado de Shen-Nong Ben Cao Jing (2). En la Argentina, como en el resto del mundo, el nombre vernáculo de “muérdago” es aplicado a otras plantas que tienen un comportamiento similar al de V. album, por ejemplo a Ligaria cuneifolia. Se trata de una planta hemiparásita que se desarrolla sobre árboles leñosos, tanto nativos como exóticos, utilizándolos como soporte, obteniendo de ellos el agua y los nutrientes minerales, pero fotosintetizando sus propios carbohidratos. Se la conoce vulgarmente como “liga”, “liga roja” o “muérdago criollo” y el uso que la población realiza de ella es muy variado dependiendo de la especie, de la etnia y de la región geográfica. En la región centro-oeste la especie más empleada como sustituto del “muérdago europeo” es Ligaria cuneifolia, la misma pertenece a una familia botánica diferente, pero guarda con Viscum album una estrecha relación taxonómica. Se halla distribuida principalmente en Perú, Bolivia, Argentina, Chile, Brasil y Uruguay. En cuanto a la composición química, las plantas medicinales contienen principios activos que presentan una notable actividad 79 Artículo Original | Fusco y otros fisiológica en el ser humano y por ello pueden resultar de importancia tanto para la prevención como para el tratamiento de ciertas patologías. Los glicósidos, terpenos y esteroles, elaborados a partir de los mismos precursores, constituyen un amplio conjunto de metabolitos secundarios activos. Estudios previos sobre Ligaria cuneifolia han determinado la presencia de quercetina como único flavonol (3), además de leucoantocianidinas y proantocianidinas, y tiramina dentro de los compuestos aminados (4). finas, para reunir las fracciones que serán purificadas. Inicialmente se utiliza Sephadex LH-20, con mezcla variadas de metanol, cloroformo y éter de petróleo. Seguidamente gel de sílice como soporte sólido en columnas de media presión y teniendo como eluyentes mezclas de polaridad creciente de éter de petróleo y acetato de etilo. Terminando con cristalización y recristalización en mezclas de n-hexano y diclorometano. El objetivo de este trabajo fue determinar la presencia de principios activos responsables de la acción farmacológica de esta especie, ya que existen numerosos estudios sobre plantas euroasiáticas y africanas, pero son escasos los llevados a cabo sobre especies nativas de la Argentina. Una vez obtenidos los compuestos puros se procede al análisis espectroscópico de UV-visible, IR, MS, 1H RMN y 13C RMN. Para los fines de resonancia magnética nuclear (RMN), se emplea cloroformo deuterado como disolvente y tetrametilsilano como estándar interno. PARTE EXPERIMENTAL Los equipos empleados fueron para Espectros de masa de alta resolución V.G. Micromas ZAB-2R. Los espectros de IR se registraron en Bruker IFS-25 spectrometer y en un Bruker AMX-400 spectrometer se obtuvieron los espectros de 1H-RMN y 13 C- RMN. Voucher: La recolección del material vegetal fue llevada a cabo en la provincia de San Luis, Argentina y responde al siguiente voucher: Del Vitto, L. A; E. M. Petenatti & M. R. Fusco 9245 (UNSL). Todos los procedimientos realizados se resumen en el siguiente esquema: Separación por Columnas Cromatográficas RESULTADOS Y DISCUSIÓN Mediante el espectro de masas se determinó el peso molecular del compuesto I y su fórmula molecular C30H50O2. Por comparación de los espectros de 1H-NMR y 13C-NMR se estableció que los compuestos I y II correspondían a triterpenos pentacíclicos, biogenéticamente provenientes de la ciclación del escualeno, y clasificados dentro del grupo de los lupeoles. Este hallazgo es de gran importancia por ser informados por primera vez en esta planta. Su fórmula se presenta a continuación: Fracciones 30 20 Compuesto I Compuesto II 19 29 21 18 25 11 MATERIALES Y MÉTODOS Para la extracción de la planta seca se utilizó diclorometano (CH2Cl2) de calidad p. a. El extracto se separa mediante métodos cromatográficos, ya sea en columna (preparativas) o en capa fina (analítica). La fase estacionaria en ambos casos es gel de sílice. El revelado de las placas cromatográficas se puede realizar con el reactivo de Liebermann-Burchard, compuesto por ácido sulfúrico H2SO4, anhídrido acético (CH3CO)2 y etanol C2H6O., en una relación de 1:1:10 respectivamente. Una vez obtenidas las fracciones provenientes de la separación de la columna, se analizan éstas a través de placas 80 17 26 13 R 1 14 2 9 16 15 3 7 4 27 5 HO 6 La fase móvil para cromatografía en columna estuvo compuesta por mezclas de éter de petróleo (Ep) y acetato de etilo (Ae); asimismo se utilizaron mezclas de diclorometano con metanol en polaridades crecientes, para ambos tipos de cromatografías. 22 28 24 23 R1=CH2 OH, Betulina R2=CO OH, Ácido Betulínico ANÁLISIS ESPECTROSCÓPICO DEL COMPUESTO I En la Tabla 1 se pueden observar las señales químicas de los protones más relevantes. En la Tabla 2 se observan los valores reportados en la bibliografía de 13C-NMR, para la betulina (5), con los obtenidos para el compuesto I. | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl | Ciencia & Trabajo Artículo Original | Principios activos de la Ligaria Cuneifolia Tabla 1.- Desplazamientos químicos (ppm, espectro A), para la betulina (5) comparados con el compuesto I. Protones H-3 α H-12 H-19 H-23 H-24 H-25 H-26 H-27 H-27ª H-27b H-28ª H-28b H-29ª H-29b H-30 Compuesto I 3,19 ––2,99 0,97 0,75 0,82 0,96 0,99 —— ——3,35 3,80 4,60 4,70 1,68 Tabla 3.- Espectro 13C-RMN (9) (75 MHz), CDCl3 Carbono Betulina 3,20 —2,99 0,92 0,75 0,81 0,96 1,01 ——3,32 3,78 4,60 4,72 1,68 C-1 C-2 C-3 C-4 C-5 C-6 C-7 C-8 C-9 C-10 C-11 C-12 C-13 C-14 C-15 Tabla 2.- Desplazamientos de 13C-NMR (ppm, espectro B) Ácido Compt. II Betulínico 38,7 38,8 27,4 27,6 78,9 79,0 38,8 38,8 55,3 55,3 18,3 18,3 34,3 34,6 40,7 40,6 50,5 51,0 37,2 37,2 20,8 —— 25,5 —— 38,4 —— 42,4 —— 30,5 —— Carbono C-16 C-17 C-18 C-19 C-20 C-21 C-22 C-23 C-24 C-25 C-26 C-27 C-28 C-29 C-30 Ácido Compt. II Betulínico 32,1 32,2 56,3 56,3 46,8 46,8 49,2 49,2 150,3 150,1 29,7 29,7 37,0 37,0 27,9 27,9 15,3 15,3 16,0 16,0 16,1 16,1 14,7 14,7 180,5 180,3 109,6 109,5 19,4 19,4 Tabla 4.H-RMN del Ácido Betulínico. 1 Carbono C-1 C-2 C-3 C-4 C-5 C-6 C-7 C-8 C-9 C-10 C-11 C-12 C-13 C-14 C-15 Compt. I 38,7 27,3 78,7 38,7 55,4 18,3 34,3 41,1 50,4 37,0 20,9 25,3 37,5 42,7 27,0 Betulina 38,7 27,3 79,0 38,4 55,4 18,3 34,4 41,0 50,6 37,0 20,9 25,6 37,0 42,8 27,1 Carbono C-16 C-17 C-18 C-19 C-20 C-21 C-22 C-23 C-24 C-25 C-26 C-27 C-28 C-29 C-30 Compt. I 29,5 45,4 47,7 48,7 149,8 29,8 34,4 27,7 15,3 16,1 16,1 14,8 60,8 109,6 19,1 Betulina 29,3 47,8 47,8 48,8 150,3 29,8 34,0 28,0 15,3 16,1 16,1 14,7 60,8 109,6 19,4 En consecuencia, se determina con precisión que el compuesto I corresponde a betulina. Datos informados en la literatura (5) demuestran la actividad anticancerígeno y anti-VIH del ácido betulínico y antiinflamatoria de betulina. Además, se da cuenta de estudios farmacognósticos (6) que avalan esta propiedad, manifestada en una fuerte inhibición de células tumorales in vitro (7). ANÁLISIS ESPECTROSCÓPICO DEL COMPUESTO II Se determinó la estructura del compuesto II, que corresponde al ácido betulínico. Se adjuntan a continuación sus espectros 1HRMN, y 13C-RMN. Protones Compuesto I H-3α H-12 H-19 H-23 H-24 H-25 H-26 H-27 H-27ª H-27b H-28ª H-28b H-29ª H-29b H-30 3,357 ——2,99 0,94 0,75 0,82 0,96 0,99 —— —— —— —— 4,60 4,70 1,68 Ácido Betulínico 3,19 —2,99 0,93 s 0,75 0,82 0,96 0,97 —— —— —— —— 4,60 4,73 1,68 s Lo cual confirma que el segundo compuesto caracterizado es el ácido betulínico, de connotada actividad farmacológica (7-13), encontrado por primera vez en Ligaria cuneifolia (14). CONCLUSIONES Se confirma el aislamiento, por primera vez, en Ligaria cuneifolia de un metabolito secundario de gran abundancia, junto a su correspondiente derivado ácido. Sus estructuras se determinaron utilizando métodos espectroscópicos. Se aíslan fracciones de extractos y los productos puros para continuar con las pruebas de actividad cardiotónica. (Este trabajo forma parte de una Tesis Doctoral en Farmacia, llevado a cabo en la Universidad nacional de San Luis y financiado parcialmente con fondos del Proyecto 2-4-8702 SECyT-UNSL.) Ciencia & Trabajo | AÑO 6 | NÚMERO 12 | ABRIL/JUNIO 2004 | www.revistacyt.cl 81 Artículo Original | Fusco y otros REFERENCIAS 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7) 82 Youngken HW. Muérdago. Tratado de Farmacognosia. México, Atlante, 1951: 365-367. Zee Cheng RKY. Anticancer research on Loranthaceae plants. Drugs of the Future 1997; 22: 519-530. Wagner ML, Fernández T, Varela BG, Alverez E, Ricco R, Hajos S, Gurni AA. Anatomical, phytochemical and Inmunochemical Studies on Ligaria cuneifolia (R. Et. P.) Tiegh. (Loranthaceae). Pharmaceutical Biology 1998; 36 (2): 1-9. Vasquez y Novo SP, Wagner ML, Gurni AA, Rondina RVD. Importancia Toxicológica de la presencia de sustancias aminadas en ejemplares de Ligaria cuneifolia var. Cuneifolia colectados en diferentes áreas de la República Argentina. Acta Farmacéutica Bonaerense 1989; 8 (1): 23-29. Siddiqui S, Hafeez F,Begun S, Siddiqui BS. Olean- derol, a new pentacyclic triterpene from the leaves of Ner- ium oleander. J Nat Prod 1988; 51: 229233. 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