Santiago, tres de marzo de dos mil dieciséis. Vistos: En

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Santiago, tres de marzo de dos mil dieciséis.
Vistos:
En estos autos Rol 208-2007, acumulados a los Roles N°
494-2007 y N° 495-2007, seguidos ante el Segundo Juzgado de
Viña del Mar sobre indemnización de perjuicios por provecho
del dolo ajeno, en sentencia de 16 de diciembre de 2013,
escrita a fojas 3006 del Tomo VII, se acogió la demanda
deducida
por
la
Corporación
de
Fomento
de
la
Producción
(CORFO), dirigida en contra de la Municipalidad de Viña del
Mar
e
Inversiones
e
Inmobiliaria
―Molin‖
Limitada,
ordenándose a las demandadas restituir a la parte demandante
las sumas de $1.840.784.895, la primera y $669.134.885, la
segunda, montos que se ordenó pagar con los reajustes de
acuerdo a la variación del Índice de Precios al Consumidor,
en
el
período
comprendido
entre
la
notificación
de
la
sentencia de primer grado y el pago efectivo, más intereses
en igual periodo de tiempo. En el mismo fallo se rechazó la
demanda interpuesta en contra de GASVALPO S.A., sin costas.
En cuanto a las demandas reconvencionales dirigidas en contra
de
la
actora
principal, Corporación
de
Fomento
de
la
Producción (CORFO), se acogió la excepción de prescripción
opuesta por ésta, por haber transcurrido el plazo establecido
en
la
ley,
por
lo
cual
se
negó
lugar
a
las
demandas
reconvencionales principal y subsidiaria, con costas.
La Corte de Apelaciones de Valparaíso, por sentencia de
06 de abril de 2015, escrita a fojas 3.321 y su rectificación
de diecisiete del mismo mes y año, escrita a fojas 3.333,
rechazó los recursos de casación en la forma deducidos por
Corporación
de
Fomento
de
la
Producción
y
por
la
Municipalidad de Viña del Mar y confirmó el fallo de primer
grado, sin costas.
En
contra
de
dicha
sentencia
la
parte
Inversiones
e
Inmobiliaria ―Molin‖ Limitada dedujo recursos de casación en
la forma y en el fondo, en tanto que la Municipalidad de Viña
del Mar interpuso recurso de casación en el fondo y, por su
parte, la Corporación de Fomento de la Producción, entabló
recursos de casación en la forma y en el fondo.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando.
Primero: Que antes de entrar a exponer lo señalado en
los
recursos
de
casación
en
la
forma
y
en
el
fondo
interpuestos en el proceso y a que se ha hecho mención en lo
expositivo de este fallo, resulta necesario mencionar desde
ya
los
hechos
que
los
jueces
de
la
instancia
dejaron
establecidos, siendo éstos los siguientes (considerando 69°
del fallo de primer grado, reproducido por el de segunda
instancia):
a) Que existió una actuación dolosa atribuible al Grupo
Inverlink en contra de CORFO;
b) Que producto de ese acto doloso, la Municipalidad de
Viña
del
recibió,
Inverlink
Mar,
de
Inversiones
parte
S.A.,
de
el
pago
e
Inmobiliaria
Administradora
del
rescate
de
de
Molin
Ltda.,
Fondos
Mutuos
sus
inversiones
ascendente a la suma total $2.496.579.342;
c) Que tal suma fue íntegramente pagada a las demandadas
con
dineros
fraudulentas
obtenidos
cometidas
mediante
en
actuaciones
perjuicio
de
la
financieras
demandante,
Corporación de Fomento de la Producción, consistentes en la
sustracción
y
venta
de
instrumentos
financieros
pertenecientes a esta última;
d) Que dicho pago no se habría verificado de no mediar
la descrita actuación delictiva, pues la Administradora de
Fondos Mutuos Inverlink S.A., no contaba con recursos propios
para responder de sus obligaciones;
e) Que el rescate realizado por Gasvalpo, se efectuó en
un momento en que existía liquidez por parte de Inverlink;
f) Que por lo expuesto, la acción impetrada es del todo
procedente en los términos señalados por la actora.
I.-En
cuanto
al
recurso
de
casación
en
la
forma
interpuesto por Inversiones e Inmobiliaria Molin Limitada.
Segundo:
Que
el
recurrente
señala
que
la
sentencia
recurrida resulta viciosa en dos aspectos, por un lado, alega
que ésta habría incurrido en el vicio de "ultra petita", en
los términos del Art. 768 N° 4 del Código de Procedimiento
Civil; y por otro lado, refiere que omitió pronunciarse sobre
algunas de las defensas presentadas, por lo que incurriría en
el vicio recogido en el artículo 768 N° 5 del mismo cuerpo
legal,
al
incumplirse
con
los
requisitos
de la sentencia
definitiva, contenidos en el artículo 170 del mismo Código.
Tercero: Que, en relación a la causal del artículo 768
N° 4 del Código de Procedimiento Civil, esto es, en haber
sido dada ―ultra petita‖, afirma que la sentencia impugnada
incurriría en ese vicio, toda vez que el fallo de primera
instancia, ratificado por el de segunda, habría otorgado una
"restitución" a CORFO, que no había solicitado en su demanda,
pues la actora pidió una "indemnización" tal como se señaló
en el libelo pretensor, lo que volvió a repetir a fojas 46
del proceso, intentando obtener de su parte una indemnización
de $ 669.134.885, basando su acción en los artículos 1458
inc. 2o y 2316 inc. 2o, ambos del Código Civil, preceptos que
se encuentran insertos en el régimen de las obligaciones en
general
y
de
los
contratos,
concretamente
dentro
de
las
normas que regulan los actos y declaraciones de voluntad, no
obstante que no ha existido un acuerdo de voluntades, un
contrato o un convenio, entre su parte y la Corporación de
Fomento de la Producción, por lo cual, en su parecer, no
resulta aplicable a este caso el artículo 1.458 del Código
Civil.
A
lo
anterior
agregó
que,
descartada
la
norma
anterior, la otra disposición legal citada en la demanda, es
la del artículo 2316 inc. 2o del Código Civil, disposición que
también establece una acción indemnizatoria.
Agrega que
en
esta
causa
la
actora,
Corporación
de
Fomento de la Producción, pretende cobrar indemnización y un
supuesto lucro cesante (intereses), características que son
propias de la acción de indemnización. Por el contrario, en
las acciones restitutorias se debe solicitar la devolución de
una cosa que es del demandante.
Indica que aclarado que la acción principal y única que
interpuso
CORFO
en
esta
causa
fue
una
de
carácter
indemnizatoria, no puede pretender, en la réplica, cambiar
sustancialmente la naturaleza de la misma, indicando que es
una acción "restitutoria". Sin embargo, tanto el sentenciador
de primer grado, ratificado por el de segunda instancia, para
fundamentar su sentencia y desechar alguna de las defensas
sostenidas por su parte, señalaron que la acción interpuesta
por
CORFO
es
expresamente
una
en
el
"acción
restitutoria",
considerando
58°
del
como
indicó
fallo de primera
instancia, que señala, en lo pertinente: "sobre la naturaleza
de
la
acción
incoada,
a
criterio
de
esta
magistrado,
la
acción no tiene la naturaleza de una acción indemnizatoria,
..." y, en la parte resolutiva, indica que su representada,
deberá
"restituir
a
la
parte
demandante
las
sumas
demandadas", que en este caso ascienden a $669.134.885, lo
que fue ratificado por la sentencia de segunda instancia, que
en
su
considerando
23°
señaló
que
"a
pesar
de
haberse
señalado por el actor en su libelo de demanda que lo que se
deducía era una acción indemnizatoria, en circunstancias que
la acción que contiene el artículo 2316 inciso segundo del
Código Civil constituye una acción restitutoria, ya que ella
no se dirige en contra del autor del daño, sino de quien ha
obtenido
provecho
provecho".
Así
de
las
éste
cosas,
y
hasta
en
el
opinión
monto
del
de
dicho
recurrente,
al
resolver de esta manera se incurrió en "ultra petita" por
extenderse a puntos no sometidos a su decisión.
Dice que la doctrina ha señalado que una de las formas
de incurrir en "ultra petita", es que la sentencia se aparte
de los términos en los cuales los litigantes plantearon la
discusión
en
sus
respectivos
escritos
de
demanda
y
contestación, alterando el contenido de estas, cambiando de
objeto o modificando su causa de pedir, que es precisamente
lo ocurrido en estos autos.
Cuarto: Que, asimismo, señala que la sentencia recurrida
incurre en la causal del artículo 768 N° 5 del Código de
Procedimiento Civil, puesto que habría sido pronunciada con
omisión de los requisitos enumerados en el artículo 170 del
mismo Código, toda vez que no se pronunció sobre una de las
materias solicitada en la contestación de la demanda y en la
apelación,
no
resolviendo
así
todas
las
acciones
y
excepciones hechas valer, tal como lo exige el artículo 170
del Código de Procedimiento Civil, afirmando que su parte, en
el
escrito
excepciones
de
y
contestación
defensas,
las
a
la
demanda
que
opuso
diversas
Sin
embargo,
menciona.
reclama que el fallo nada diría respecto de sus alegaciones
de "no haber constancia de la efectividad de un delito en
contra
de
necesaria
CORFO";
para
"no
la
haber
relación
procedencia
de
de
la
causa
a
efecto,
responsabilidad
extracontractual"; "inexistencia de norma legal que ampare la
acción
deducida";
"inexistencia
del
dolo
por
parte de la
demandada";
crédito",
e
"independencia
omisiones
éstas
de
que
los
el
pagarés
o títulos de
sentenciador
de
segundo
grado no habría subsanado, indicándose en el considerando 25°
de la sentencia de segunda instancia que: "en cuanto a las
demás alegaciones efectuadas en la apelación, constituyendo
éstas una reiteración de aquellas formuladas al contestar la
demanda, de las cuales el tribunal a quo se ha hecho cargo,
no existiendo antecedentes que permitan a esta Corte disentir
de lo resuelto, ha de estarse a las consideraciones allí
vertidas", pese a que, en su parecer, no hay pronunciamiento
en la sentencia de primer grado como tampoco en la de segunda
instancia sobre dicha defensa planteada por su parte.
Quinto: Que en cuanto a la alegación de ―ultra petita‖
efectuada por el recurrente, preciso es reiterar que ésta no
se funda en que la sentencia se haya pronunciado sobre hechos
o pretensiones ajenas a la litis, sino única y exclusivamente
en
que
al
demandar
la
Corporación
de
Fomento
de
la
Producción, en su libelo calificó como de indemnizatoria la
acción intentada con base a lo dispuesto en el inciso segundo
del artículo 2316 del Código Civil, en circuntancias que tal
acción sería de carácter restitutorio, tal como en su escrito
de réplica ha manifestado la actora y en definitiva se ha
fallado.
Sexto: Que no siendo discutida la invocación en el libelo
de autos de la acción contemplada en el inciso segundo del
artículo 2316 del Código de Bello, resulta inconcuso que al
precisar su calificación en la réplica respectiva, la actora
no ha alterado las acciones objeto principal del pleito, de
modo que no se infringe lo dispuesto en el artículo 312 del
Código Procedimiental ni concurre la causal de su artículo
768
N°
l4,
encontrándose
los
tribunales
del
grado
en
condiciones de ajustar la pretensión deducida a su verdadera
naturaleza
jurídica,
de
conformidad
con
la
legislación
invocada para ello, tal como se precisa en el escrito de
réplica correspondiente.
Séptimo: Que de este modo los jueces del grado no han
incurrido en el vicio de ―ultra petita‖ que se les imputa,
correspondiendo desestimar la nulidad que en él se pretendía.
Octavo: Que
consideraciones
en
o
relación
a
la
fundamentos
alegación
del
fallo
de
falta
efectuada
de
por
Inversiones ―Molin‖, debe decirse que el recurso de nulidad
formal no podrá ser acogido, puesto que los hechos por los
cuales se construye el argumento relativo a esta causal, no
constituyen el vicio denunciado. En efecto, éste concurre
cuando
la
sentencia
fundamentación
respecto
carece
de
de
acciones
las
consideraciones
o
o
excepciones
opuestas, pero no se encuentra presente en el evento que
éstas
existan,
sea
porque
no
esté
de
acuerdo
con
la
valoración de la prueba hecha en el juicio o porque discrepe
de su calificación jurídica o de las consecuencias que de una
y otra extraiga el tribunal. Y es el caso que las alegaciones
en que se funda este capítulo de la nulidad formal deducida
representan
básicamente
ponderación
probatoria
una
discrepancia
efectuada
por
los
referida
a
la
magistrados
de
fondo, lo que difiere del error jurídico que se denuncia.
Por lo demás, las omisiones que detalla en su recurso se
refieren
a
defensas
respecto
de
las
cuales
existe
consideración expresa en el considerando 25° del fallo de
segundo grado, aunque en sentido diverso al pretendido por el
recurrente,
quien,
en
realidad, lo
que
reprocha
es
el
análisis de defensas efectuadas por él en el sentido indicado
por su parte, así como la obtención de una conclusión que sea
de su agrado, materia ajena a esta clase de recursos.
II.-
En
cuanto
al
recurso
de
casación
en
el
fondo
interpuesto por Inversiones e Inmobiliaria “Molin” Limitada.
Noveno: Que este recurrente denuncia como infringidos, en
primer término, los artículos 2332 y 2316 del Código Civil,
las
cuales
transcribe,
señalando
que
estas
disposiciones
habrían sido aplicadas erróneamente por los sentenciadores,
exponiendo
entablada
que
en
sería un
autos,
es
hecho
de
de
la
aquellas
causa
a
que
que
se
la
acción
refiere
el
artículo 2316 inciso 2° del Código Civil, disposición ubicada
dentro del Título XXXV de dicho Código, denominado "De los
Delitos y Cuasidelitos". Es decir, en la especie se está en
presencia
de
una
acción
de
responsabilidad
aquiliana
o
delictual civil, que es aquella que otorga la ley a una
víctima de un delito civil; en el presente caso, en contra de
una persona que, sin ser cómplice, recibe provecho del dolo
cometido por otro, pero sólo hasta la concurrencia de lo que
valga el provecho.
Agrega que el artículo 2332 del Código Civil, establece
el plazo de prescripción de estas acciones, el cual es de
cuatro años contados desde la perpetración del acto. Sobre
este aspecto señala que en la demanda de autos, se indicó que
los
hechos
sobre
los
cuales
se
basa
la demanda,
habrían
ocurrido en los meses de enero y febrero de 2003, por lo que,
considerando que la notificación de esta demanda se practicó
el día 1o de marzo de 2007, como consta en el expediente, a
esa fecha había operado la prescripción extintiva del derecho
que se pretende cobrar. Agrega que en el considerando 55° de
la
sentencia
compartido
por
considerandos
de
la
20°
primer
grado,
sentencia
y
21°,
de
se
lo
cual
segunda
indica
es
confirmado
instancia
que
su
y
en
sus
parte
fue
notificada el día 1° de marzo de 2007 y que el rescate de sus
fondos habría ocurrido el día 4 de marzo de 2003, por lo cual
no habría transcurrido el plazo de prescripción. Sin embargo,
en
opinión
del
recurrente,
este
considerando
55°, que el
fallo recurrido hace suyo, incurre en dos errores. Por un
lado, el plazo debe computarse desde que habría ocurrido el
supuesto ilícito, esto es, el robo de documentos de CORFO, lo
cual, según la propia actora, ocurrió en los meses de enero y
febrero de 2003 o antes. Por ello, al 1 de marzo de 2007,
fecha de notificación de la demanda a su representada, el
plazo de 4 años estaba vencido. Al efecto, cita a don Arturo
Alessandri
Rodríguez,
en
su
obra
"De
la
Responsabilidad
Extracontractual en el Derecho Civil Chile". Expone que es
claro que para este autor el plazo de 4 años se comienza a
contar desde que se cometió el hecho doloso, que como lo
señala
la
propia
demanda,
fue
el
robo
o
sustracción
de
documentos de CORFO, lo cual había ocurrido entre los meses
de diciembre de 2002, enero y febrero 2003. Dice que distinta
es la opinión de don Enrique Barros Bourie quien sostiene que
éste plazo
de
prescripción
computarse
desde
la
de
4
manifestación
años,
del
debe
daño.
comenzar
(―Tratado
a
de
Responsabilidad Extracontractual").
Añade que cualquiera que sea la postura que se escoja,
necesariamente se debe llegar a la conclusión que este plazo
de cuatro años comienza a computarse desde que se cometió el
hecho doloso, o desde que existe manifestación del daño, que
en el caso de autos el daño alegado por CORFO se produjo por
la sustracción de documentos y su posterior comercialización
en el mercado, hechos que de acuerdo a toda la prueba del
proceso, necesariamente ocurrieron en el mes de diciembre de
2002 o en enero de 2003, toda vez que a principios de febrero
los dineros de estos "papeles" estaban en la cuenta corriente
de Inverlink, es decir el hecho doloso o la manifestación del
daño para CORFO ocurrió en diciembre del 2002 o en enero del
2003.
Por
tanto,
al
haberse
notificado
la
demanda
a
su
representada, Inversiones e Inmobiliaria ―Molin‖ Ltda., el
día 1 de marzo del 2007, el plazo de prescripción de ésta
acción ya estaba vencido.
En consecuencia, estima que al no haber aplicado de esta
forma la norma legal, el sentenciador habría infringido el
artículo 2332 del Código Civil al no computarse correctamente
el plazo de prescripción.
Explicando la influencia del vicio en lo dispositivo del
fallo, señala que de haber aplicado correctamente dicha norma
en
relación
del
artículo
2316
inciso
2°
del
mismo
texto
legal, el sentenciador debió haber declarado la prescripción
y, al no haberlo hecho, infringió estas normas al señalar un
inicio
distinto
del
plazo
de
prescripción
que
indica
la
norma, por lo cual, de haberse computado correctamente el
plazo, se debió llegar a la conclusión que la acción de
autos,
a
la
fecha
de
la
notificación
de
la
demanda,
se
encontraba prescrita como oportunamente alegó su parte y, por
ende, debió rechazarse la demanda.
Décimo:
Que
la
acción
deducida
en
autos
es
aquella
establecida en el inciso 2º del artículo 2316 del Código
Civil, norma que en su inciso primero dispone en términos
generales que es obligado a la indemnización el que hizo el
daño y sus herederos, señalando expresamente en su inciso 2º:
"El que recibe provecho del dolo ajeno, sin ser cómplice en
él, sólo es obligado hasta concurrencia de lo que valga el
provecho". Por su parte, el artículo 2332 de dicho cuerpo
legal establece que ―las acciones que concede este título por
daño o dolo, prescriben en cuatro años contados desde la
perpetración del acto”.
Que,
en
consecuencia,
para
resolver
la
impugnación
planteada es necesario determinar cuál es el acto por cuya
perpetración se concede la acción invocada por la demandante.
Y de la literalidad del texto del artículo 2316 del
Código de Derecho Común sólo puede desprenderse que el acto a
que se hace referencia no es otro que recibir provecho del
dolo ajeno, hecho que hace nacer la obligación de restitución
allí establecida.
De este modo, siendo claro el sentido de la norma que
concede la acción cuya prescripción se alega, no es posible de conformidad con lo dispuesto en el artículo 19 del Código
de Bello- desatender su tenor literal en su interpretación y
aplicación.
Undécimo:
Que
siendo
un
hecho
inamovible
para
estos
sentenciadores que entre la fecha en que la demandada recibió
el provecho que fundamenta la acción invocada y aquella en
que se notificó la demanda de autos no habían transcurrido
los
cuatro
deducida
años
que
establece
para
la
el artículo
prescripción
2332
del
de
la
acción
Código Civil,
no
podrá acogerse el recurso entablado contra los sentenciadores
del grado por haber desestimado la excepción de prescripción
interpuesta por la recurrente.
Duodécimo: Que este mismo recurrente, como segundo grupo
de
disposiciones
infringidas,
señaló
los
artículos
2316
inciso 2°; 1458, 1683, 44, y 2330, todos del Código Civil y
312 del Código de Procedimiento Civil, los cuales transcribe.
Afirma
que
estas
erróneamente
por
los
hecho
la
parte
que
disposiciones
sentenciadores,
demandante
son
indicando
presentó
aplicadas
que
una
es
un
acción
indemnizatoria por aprovechamiento del dolo ajeno, tal como
se desprende de la suma de la demanda, al
decir que se
demanda en juicio ordinario indemnización por provecho del
dolo ajeno y luego, en el mismo escrito de demanda se lee:
"2. En
la
representación
que
invisto,
deduzco
demanda
en
juicio ordinario de indemnización de perjuicio por provecho
del dolo ajeno en contra de Inversiones e Inmobiliaria Molín
Limitada,...‖. Luego, repite que en el escrito de fojas 46 de
autos, de 29 de marzo de 2007, la parte demandante (CORFO) al
especificar el juicio, textualmente señala: "... en los autos
sobre indemnización por provecho de dolo ajeno, caratulados
"Corporación de Fomento de la Producción con Inversiones e
Inmobiliaria Molín Ltda. ...".
Añade
que
la
acción
de
CORFO
buscaba
obtener
de
su
parte, una indemnización de $ 669.134.885, basando su acción
en los artículos 1458 inciso 2o y 2316 inciso 2o, ambos del
Código Civil.
El primero de estos preceptos está inserto en el régimen
de las obligaciones en general y de los contratos (Libro IV
del Código Civil), más concretamente, el artículo 1458 está
dentro de las normas que regulan los actos y declaraciones de
voluntad. Por ello, para que esta norma tenga aplicación,
debe existir un acuerdo de voluntades, es decir un contrato o
convenio. Sin embargo, entre su parte y CORFO nunca existió
un contrato o convenio, por lo cual no es posible aplicar el
artículo 1458 del Código Civil. Sin perjuicio de lo anterior,
y
aún
considerándose
que
esta
norma podría
aplicarse, se
habla de "perjuicios", concepto que lleva implícito que se
está
en
presencia
de
una
acción
indemnizatoria
y
no
restitutoria como pretende posteriormente la parte contraria,
pues
de
lo
"restituir".
contrario
el
Dice
descartada
que
legislador
habría
esta
hablado
norma,
la
de
otra
disposición legal señalada es el artículo 2316 inciso 2o,
norma que expresamente establece una acción indemnizatoria.
Explica que de lo anterior queda claramente establecido
que la demanda de autos es una acción indemnizatoria, y si
bien en el escrito de réplica CORFO cambió su acción de
indemnizatoria a restitutoria, este cambio no guarda relación
con los fundamentos de derecho de su demanda, como ya se
explicó. Además de lo anterior, el artículo 312 del Código de
Procedimiento Civil, señala que si bien las partes en sus
escritos de dúplica y réplica podrán ampliar, adicionar o
modificar sus acciones y excepciones, éstas no pueden alterar
de manera alguna el objeto principal del pleito, cual es, en
el presente caso, la indemnización que pretende CORFO porque
su representada se habría aprovechado del dolo ajeno.
Añade que si realmente lo que pretendía finalmente CORFO
es
una
restitución,
indudablemente
estaría
cambiando
o
alterando el objeto principal del pleito, pues los supuestos
de
esta
acción
difieren
sustancial
y
diametralmente
de
aquella, situación que se encuentra expresamente prohibida
por el artículo 312 del Código de Procedimiento Civil, de
modo
que
al
dar
lugar
a
esta
interpretación,
los
sentenciadores atentaron derechamente contra texto expreso de
ley, toda vez que la norma señalada prohíbe ésta alteración
respecto de lo que se había alegado y pedido en la demanda.
Insiste el recurrente en que las normas base citadas por
CORFO en su demanda hablan de una acción indemnizatoria, tal
como lo indicó expresamente en su libelo, por tanto, cuando
el fallo de primer grado en el considerando 68°, confirmado
por el de segunda instancia (considerando vigésimo tercero),
señala que la acción intentada por CORFO es restitutoria, se
aparta del texto expreso de la ley y de la demanda de autos,
con
lo
cual
vulneró
derechamente,
en
primer
lugar
los
artículos 1458 y 2316 del Código Civil los cuales, el primero
de ellos habla de "perjuicios", noción que alude directamente
a una acción indemnizatoria y no una restitutoria, por lo
cual no se ve razón alguna, para señalar que esta norma alude
a una acción restitutoria, y el segundo artículo es más claro
aún
pues
expresamente
habla
en
su
inciso
primero
de
una
indemnización, por lo cual al pretender que se trata de una
acción restitutoria se infringe esta norma, la que no admite
interpretación alguna ya que el legislador de forma expresa,
clara y categórica señala que se está en presencia de una
indemnización.
Agrega
marco
de
que
una
dejando
acción
establecido
de
lo
anterior,
responsabilidad,
el
y
en
el
sentenciador
vulneró los artículos 1683 y 2330, ambos en relación con el
artículo 44, todos del Código Civil.En efecto, si los hechos
ocurrieron como se indica en la demanda, CORFO se estaría
aprovechando
de
su
beneficios,
ello
ejecutivos
de
sustraído
o
propio dolo
pues
se indica
Inverlink,
robados
para
en
por
"papeles"
tratar
la
de
demanda
que
decisión propia,
de
CORFO
por
obtener
la
los
habrían
suma
de
$84.000.000.000, sin que CORFO se percatara de la ausencia de
ello;
sin
embargo,
tal
omisión,
descrita
y
reconocida
expresamente, no puede sino deberse a una falta de control de
CORFO respecto de la utilización de los instrumentos que dan
cuenta de sus colocaciones, existiendo una doble negligencia
al
no
papeles
existir
y
habiéndose
controles
además
porque
acreditado
para
evitar
éstos
entonces
la
"sustracción"
lograron
culpa
grave
ser
por
de
cobrados,
parte
de
CORFO, la que se asemeja al dolo, según el artículo 44 del
Código Civil, pues es obvio que la actora no puede pretender
aprovecharse de su torpeza.
Añade que el artículo 1683 del Código Civil indica que
la
nulidad
absoluta
sólo
puede
ser
alegada,
entre
otros
requisitos, por todo aquel que tenga interés en ello, excepto
el que ha ejecutado el acto o celebrado el contrato, sabiendo
y
debiendo
saber
positivamente
que
el
no
vicio.
se
Es
puede
decir,
aprovechar
se
establece
del propio dolo
quien lo ocasionó o debía saber de su existencia y, en este
caso,
CORFO
se
está
aprovechando
de
su
propio
dolo
para
pretender cobrar dineros a terceras personas.
Para rechazar este argumento, en el considerando 58° de
la sentencia de primer grado y en los fundamentos 22° y 23°
del fallo de segunda instancia, se señaló que se está en
presencia de una acción de naturaleza "restitutoria". Sin
embargo,
según
relación
con
anteriormente.
la
recurrente,
lo
el
mérito
del
En
consecuencia,
anterior
proceso,
para
no
como
quien
guardaría
se
indicó
entabla
este
recurso, el hecho indiscutido sería que CORFO actuó con culpa
grave, que se asimila al dolo, y pretender resarcirse de los
daños alegando su propio dolo es contrario al ordenamiento
jurídico, por lo que al no fallar de esta forma, en opinión
del
recurrente,
se
vulneró
el
ordenamiento
legal,
especialmente los artículos 44 y 1683 del Código Civil.
Expresa que además de lo anterior, también se vulneró el
artículo 2330 del Código Civil, norma que establece la regla
de compensación de culpa, al señalar que "la apreciación del
daño está sujeta a reducción, si el que lo ha sufrido se
expuso a él imprudentemente". Señala que en esta causa CORFO
actuó
negligentemente,
aplicado
esta
norma,
por
la
lo
cual
cual,
no
fue
correspondía
considerada
haber
por
el
sentenciador, toda vez no señala ningún tipo de compensación.
Al señalar cómo habría influido la vulneración de este
grupo de disposiciones substancialmente en lo dispositivo del
fallo,
señala
que
de
haberse
aplicado
correctamente
los
artículos 1458 y 2316 del Código Civil y 312 del Código de
Procedimiento Civil, el sentenciador debió haber señalado que
se estaba en presencia de una acción indemnizatoria y, en
consecuencia, haber aplicado todos los requisitos de ésta, y
no como lo señaló, erróneamente, que se trata de una acción
restitutoria, con lo cual se permitió acoger la demanda de
autos rechazando las defensas alegadas por su parte, todo lo
cual se debe a este manifiesto error de derecho al calificar
erróneamente la acción interpuesta, fallando incluso contra
el texto expreso del libelo de autos, el cual dice que se
trata
de
una
acción
indemnizatoria.
Asimismo,
al
haber
calificado erróneamente la acción como restitutoria, dejó de
aplicar el principio del "Nemo Auditor", esto es que nadie
puede aprovecharse de su propio dolo, el que se encuentra
consagrado en el artículo 1683, ya que como se acreditó, y
fue punto de prueba, la negligencia de CORFO ha permitido que
CORFO se aproveche de su propio dolo, y no se ha aplicado lo
preceptuado en el artículo 2330 sobre compensación de culpa
que, de haberse aplicado correctamente, se habría acogido esa
defensa y se habría rechazado la demanda.
Décimo
tercero:
Que
el
cuerpo
principal
de
las
alegaciones transcritas no es más que una reformulación del
recurso de casación formal ya rechazado, basado en el vicio
de
―ultra
petita‖,
y
en
consecuencia
no
cabría
sino
rechazarlo por las mismas consideraciones antes vertidas, a
lo que se debe agregar que encontrándonos en la especie ante
una
acción
restitutoria
no
cabe
alegar
en
su
contra
argumentos propios de una defensa que enfrenta una demanda de
indemnización de perjuicios.
Sin embargo, entrando al fondo del asunto debatido, no
es cierto que los sentenciadores del grado hayan hecho una
falsa aplicación del artículo 2316 del Código Civil, dejando
de aplicar las disposiciones invocadas por la recurrente,
pues la acción entablada y los hechos de la causa encajan
perfectamente con la disposición decisoria de la litis:
i)
Se
ha
tenido
por
establecido
en
autos que un tercero actuó dolosamente contra la
demandante; y
ii)
Se encuentra igualmente establecido
que la recurrente, sin ser cómplice en el dolo
de dicho tercero, obtuvo un provecho del mismo.
En la especie, el provecho necesario para interponer la
acción de autos se manifiesta en que Inversiones ―Molin‖,
gracias a la sustracción y venta de instrumentos financieros
de CORFO, logró obtener el rescate de los fondos que había
confiado al Grupo Inverlink, pues por la insolvencia de esta
última
al
mes
de
alguna
de
que
febrero
los
de
2003
inversionistas
no
existía
pudiesen
posibilidad
recuperar
sus
fondos.
Décimo cuarto: Que la demandada ha sostenido también que
ostentaba un título -crédito- para retirar la inversión, de
modo que no ha existido un enriquecimiento sin causa. Sin
embargo, la acción de restitución deducida no dice relación
con la causa de recibir sino con el provecho del dolo ajeno
al
recibir,
hecho
que
encontrándose
acreditado
en
la
instancia, la recurrente no puede desvirtuar por esta vía.
Décimo
tratándose
quinto: Que,
la
acción
como
se
deducida
ha
de
dicho
una
reiteradamente,
especialísima
de
carácter restitutorio, no yerran tampoco los sentenciadores
al no dar aplicación a su respecto del artículo 2330 del
Código
Civil,
funcionario
en
razón
dependiente
de
de
encontrarse
la
acreditado
demandante
que
-Javier
un
Moya
Cucurella- habría sido sobornado y se coludió con personeros
del Grupo Inverlink para sustraer los documentos financieros,
verificándose por ende negligencia de los diferentes niveles
ejecutivos de la Corporación de Fomento de la Producción,
como encargados de la custodia y control del patrimonio de la
institución.
En
efecto,
establece
que
reducción,
el
artículo
―la
si
el
imprudentemente‖,
2330
apreciación
que
lo
ha
refiriéndose
del
del
daño
sufrido
a
Código
la
de
está
se
Bello
sujeta
expuso
disposición
a
a
él
que
lo
precede donde se precribe que ―por regla general todo daño
que pueda imputarse a malicia o negligencia de otra persona,
debe ser reparado por ésta‖. La literalidad de las palabras
empleadas por el legislador, en el contexto que la emplea y
guardando
la
debida
correspondencia
y
armonía
entre
las
partes involucradas, no permiten sino concluir que el daño a
que hace referencia el artículo 2330 (y cuya indemnización
puede reducirse por negligencia de quien lo padece), no es
otro que ―todo‖ el ―daño‖ ―imputable a dolo o malicia‖ de la
persona que lo ha causado y es, por tanto, obligada a su
reparación.
Pero en la especie no acciona la demandante contra quien
le ha causado un daño imputable a dolo o malicia ni puede
pretender la indemnización que eventualmente se reduciría por
su propio actuar negligente, sino que ejerce una que no tiene
por objeto indemizar un daño sino la restitución del provecho
que un tercero recibe del dolo ajeno, acción especialísima a
la que no alcanzan las disposiciones cuya falta de aplicación
se
alega
sino,
al
contrario,
perfectamente
regulada
por
aquella disposición (el inciso segundo del artículo 2316 del
Código Civil) que el recurrente —sin razón— entiende falsa y
erróneamente aplicada.
Décimo sexto: Que como un tercer grupo de disposiciones
infringidas, indica la recurrente los artículos 147 de la Ley
de Quiebras y 2469 del Código Civil, los cuales transcribe,
señalando
que
estas
normas habrían
sido
aplicadas
erróneamente por los sentenciadores del fondo, puesto que el
fallo definitivo dictada en segunda instancia en este juicio,
importaría
una
violación
de
las
normas
concursales
establecidas en el ordenamiento jurídico, especialmente en
cuanto
ordena
denominado
a
su
―par
parte
obrar
condictio
en
contra
creditorum‖.
del
Explica
principio
que
este
principio fue obviado tanto por el sentenciador de primera
como el de segunda instancia al no decir nada al respecto, y
de
no
primer
considerarse
lugar
a
se
podría
CORFO
y
producir
luego
al
un
doble
síndico
pago,
en
respectivo,
lo
cual repugna al ordenamiento legal. Agrega que en virtud del
principio de la ―par condictio creditorum‖, los acreedores de
un
deudor
determinado
deben
ser
tratados
en
igualdad
de
condiciones al interior de un procedimiento concursal. Lo
anterior,
claro
está, respetando
en
todo
caso las normas
sobre prelación de créditos establecidos en los artículos
2465 y siguientes del Código Civil. Agrega que las normas
sobre la ―par condictio creditorum‖ son, evidentemente, de
orden público, razón por la cual no pueden ser renunciadas
por
partes
ni
tampoco
violadas
por
persona
o
autoridad
alguna, menos aún por los Tribunales de Justicia.
En
consecuencia,
principio
recién
según
señalado,
el
recurrente,
se
viola
específicamente los
el
citados
artículos 147 de la antigua Ley de Quiebras y 2469 del Código
Civil, pues la sentencia al ordenar el pago a un acreedor
valista fuera del juicio que se ha abierto precisamente para
obtener
perjuicio
el
pago
a
los
de
su
demás
acreencia,
acreedores
importa
valistas
un
evidente
de
dicho
procedimiento concursal que no han obtenido semejante pago,
como es el caso de la sentencia recurrida. En efecto, dice
que es un hecho de la causa, que además fue expresamente
reconocido de contrario, que la demandante CORFO verificó su
crédito en el juicio sobre quiebra de la sociedad Inverlink
Corredores de Bolsa S.A., que se tramita bajo el Rol N° 90952003
ante
6o Juzgado
el
Civil
de
Santiago.
La
demandante
CORFO, en su calidad de acreedor valista de dicha fallida, el
12 de Marzo de 2004, mediante escrito que rola a fojas 416 de
esos autos sobre quiebra, verificó un crédito por la suma de
$ 84.323.173.177, entre los que se encuentran incluidos los
$669.134.885 demandados por la propia CORFO en este juicio,
respecto de su representada. Agrega que puede observarse de
la lectura de los hechos relatados en la demanda, que la
contraria verificó en la quiebra de Inverlink Corredores de
Bolsa S.A., entre otros créditos, la misma suma de dinero
cuyo cobro ha demandado en este juicio. En consecuencia, es
un hecho de la causa que la demandante CORFO ha interpuesto
la presente acción sobre indemnización del supuesto provecho
reportado
en
virtud
del
dolo
ajeno,
a
pesar
que
también
verificó en la quiebra de Inverlink Corredores de Bolsa S.A.
la
suma
$84.323.173.177
en
los
que
se
encuentran
necesariamente incluidos los $669.134.885 demandados por la
propia CORFO en este juicio.
Expresa que está acreditado que el verdadero deudor de
las millonarias sumas que CORFO pretende que se le paguen, es
la referida fallida Inverlink Corredores de Bolsa S.A., y no
su representada como erradamente ha resuelto el tribunal de
segunda instancia.
Explicando
la
forma
en
que
los
errores
de
derecho
habrían influido en lo dispositivo de la sentencia, indica
que de haberse aplicado correctamente el artículo 147 de la
antigua Ley de Quiebras y el artículo 2469 del Código Civil
como
se
ha
señalado,
el
sentenciador
debió
llegar
a
la
conclusión que no es posible dar lugar a la demanda de autos
toda vez que, siguiendo esta doctrina se llegaría al absurdo
que CORFO, a pesar de haber actuado negligentemente, se verá
doblemente favorecida; por un lado de recibir el pago injusto
de la demanda interpuesta por la suma de $669.134.885 y, en
segundo lugar, porque CORFO recibirá también en el juicio
concursal
de
proporcional
quiebra
a
del
Grupo
este crédito,
con
Inverlink
lo
cual
la
parte
percibirá
en
el
juicio mencionado la misma cantidad de dinero.
Décimo
séptimo:
Que
el
principio
de
―par
condictio
creditoruom‖ o de igualdad de todos los acreedores, responde
a
la
eliminación
del
principio
"prior
in
tempore
potior
iure", que significa que el acreedor que llega primero cobra
primero.
Así,
conforme
al
principio
invocado
por
la
recurrente, todos los acreedores del fallido satisfacen sus
acreencias dentro de la quiebra en un pie de igualdad. Como
se
observa,
no
es
posible
que
los
sentenciadores
hayan
vulnerado el mencionado principio, ello por cuanto éste sólo
rige dentro de la quiebra siendo obligatorio para el juez que
sustancia
tal
proceso,
no
correspondiendo
que
se
invoque
fuera del procedimiento concursal.
Además se debe señalar que atendida la naturaleza de la
acción
ejercida
tampoco
es
factible
que
se
vulnere
el
principio de la ―par condictio‖, puesto que la acción por
provecho de dolo ajeno tiene un carácter especialísimo. A
través de ella la demandante pretende recuperar las sumas de
dinero que representaban los instrumentos financieros que le
fueron
sustraídos.
acción
y
concreto,
concurrir
no
no
en
Así,
otros
acreedores
puede
pie
sólo
de
la
de
sostenerse
igualdad
CORFO
la
que
con
puede
ejercer
fallida.
la
otros
En
el
demandante
acreedores
esta
caso
deba
de
la
fallida, toda vez que esta acción ha sido creada por el
legislador
para
que
la
víctima
del
hecho
ilícito
pueda
recuperar lo que le fuera sustraído de manos de un tercero
que
ha
obtenido
un
provecho
de
aquello,
siendo
éste
justamente un acreedor de la fallida. En otras palabras, si
fuera efectiva la hipótesis esgrimida por la recurrente, cabe
preguntarse, cuál de los acreedores valistas ha vulnerado el
principio
de
igualdad
que
rige
entre
ellos,
ya
que
es
evidente que a pesar de que Inverlink se encontraba en una
situación
recibió
de
el
insolvencia,
pago
―Inversiones
correspondiente,
Molin
cuestión
que
Limitada‖
sólo
pudo
realizarse con los dineros que representaban los instrumentos
financieros indebidamente sustraídos a la demandante.
Por
otro
lado
existe
otra
falencia
insalvable
en
el
argumento de la demandada, puesto que ella al recibir su pago
dejó de tener acreencia en la quiebra -al menos se desconoce
que tenga otros créditos contra la fallida- y en tal calidad
no
tiene
interés,
por
lo
que
para
ella
debiera
ser
indiferente que se le pague a uno u otro acreedor.
Décimo octavo: Que el recurrente menciona como un cuarto
grupo de normas infringidas, los artículos 7, 8, 12, y 28 de
la Ley N° 18.092 sobre Letras de Cambio y Pagaré (en relación
a los títulos de crédito), normas que transcribe.
Señala
que
en
virtud
de
los
antecedentes
descritos
anteriormente, el fallo dictado por la Corte de Apelaciones
ha
cometido
infracción
a
la
ley,
por
no
regirse
en
su
sentencia al principio de autonomía o independencia de los
títulos de crédito establecidos en la ley, pues CORFO, que es
una
institución
económicos,
los
del
Estado,
cuales
maneja
mientras
no
importantes
son
utilizados
recursos
en
sus
distintos programas de fomento, los mantiene en algún tipo de
depósito o instrumento de crédito que generan intereses para
ella, documentos que son títulos de crédito, cualquiera sea
la forma en cómo se hayan denominado (deposito a plazos,
pagarés u otros).
Estos títulos, de crédito según la doctrina y la ley,
son independientes de las relaciones comerciales o jurídicas
que las generan. Así por ejemplo, si se paga el precio de una
compraventa con un pagaré, la obligación de pagar el precio
se dará por cumplida y nacerá la obligación del suscriptor de
pagar éste, independiente de la relación jurídica anterior, y
deberá
pagar
el
pagaré
aun
cuando
eventualmente
la
compraventa se declare nula. Esto se debe a que existe lo que
se denomina el principio de la "Independencia o Autonomía de
los Títulos de Crédito". Este principio rector en materia de
títulos de créditos, está consagrado en los artículos 7 y 8
de la Ley N° 18.092, al señalar que el portador del título
puede
exigir
el
pago
de
cualesquiera
de
los
firmantes
obligados, a pesar de que las firmas intermedias hayan sido
efectuadas
mandatarios
por
que
incapaces,
actuaren
personas
sin poder,
inexistentes
o
o
de
excediendo
bien
sus
facultades. En definitiva, el adquirente del título puede
exigir sus derechos a los restantes obligados, cuyas firmas
son válidas. Lo propio expresa el artículo 12 de la Ley N°
18.092, al señalar que el pago de dicho título no origina una
novación respecto a la relación jurídica que le dio origen;
esto significa que el nacimiento del documento, a pesar de
que el origen se base en una relación jurídica previa, al
momento de constituirse adquiere vida propia y se basta por
sí mismo en base a la ley de circulación que rige las normas
del Derecho Comercial en general.
Explicando la forma en que estos errores de derecho han
influido substancialmente en lo dispositivo del fallo, señala
que de haberse aplicado correctamente los artículos 7, 8, 12,
y 28 de la Ley N° 18.092 sobre Letras de Cambio y Pagaré, el
sentenciador debió llegar a la conclusión que no es posible
dar lugar a la demanda de autos, toda vez que la relación
personal entre CORFO e Inverlink es totalmente independiente
a
los
títulos
de crédito
que
se
emitieron
a
favor
de
Inverlink, ya que consiste en documentos que se bastan por sí
mismos, por ende, su transferencia importa al portador, pues
en él nace el derecho.
Décimo noveno: Que el carácter abstracto de los títulos
de crédito o abstracción cambiaria, es el principio jurídico
que impone al deudor cambiario una prescindencia objetiva de
las relaciones extra cambiarias frente al portador del título
que sea un tercero de buena fe, de modo que no puede oponer a
éste excepciones o defensas fundadas en el negocio jurídico
en
virtud
del
cual
se
emitió
el
documento.
Lo
acotado
demuestra que la abstracción del título sólo cobra relevancia
en tanto el documento haya circulado de acuerdo a su ley, más
si el portador legítimo es la misma persona con quien el
deudor llevó a cabo el acto que motivó la emisión del título,
la abstracción mencionada pierde trascendencia.
Por esto la doctrina mercantil, cuando indica entre las
excepciones inoponibles al portador las de falta de causa,
falsa causa o causa ilícita, agrega que "no obstante que el
acreedor de la obligación subyacente que adoleciera de estos
vicios no podría normalmente exigir su cumplimiento de su
contraparte en el negocio causal, cuando la letra de cambio
se encuentra en manos de un endosatario este último tiene
derecho
a
Legislación
obtener
sobre
el
pago"
Letras
de
(Manuel
Cambio
Vargas
y
Vargas,
Pagarés,
Nueva
Editorial
Jurídica de Chile, Segunda Edición Actualizada, 1988, página
62).
Vigésimo: Que, dicho modo de otro modo, el pagaré o los
depósitos a plazo efectivamente pertenecen a la categoría de
los actos abstractos, es decir, de aquellos cuya estructura
no revela su causa y que producen sus efectos con abstracción
o prescindencia de la misma, esto es, existe y vale por sí
mismo y funciona desvinculado de su causa, pero lo que se
anota, sólo frente a los terceros o extraños de la relación
de la relación fundamental.
Que, sin embargo, siendo un hecho de la causa que los
títulos
de
crédito
no
circularon,
no
cobra aplicación el
principio de la autonomía de los títulos de crédito, pues el
carácter abstracto de la obligación que expresan no se se
extiende a las partes vinculadas directamente en el documento
mientras éste no circule.
Vigésimo
primero: Que
en
quinto
lugar
denuncia
la
impugnante como infringido el artículo 2316 del Código Civil,
que establece que es obligado a la indemnización el que hizo
el daño y sus herederos, agregando que el que recibe provecho
del dolo ajeno, sin ser cómplice en él, sólo es obligado
hasta concurrencia de lo que valga el provecho.
Explicando la forma en que los errores de derecho de este
quinto
grupo
dispositivo
de
del
disposiciones
fallo,
infringidas
señala
que
en
influyen
virtud
en
de
lo
los
antecedentes del juicio, se demanda a su representada en base
al inciso 2° del artículo 2316 del Código Civil que regula la
acción de indemnización por aprovechamiento de dolo ajeno.
Explica que para que proceda dicha acción en contra de un
tercero que ha obtenido un "beneficio" a raíz de dolo ajeno,
es necesario que efectivamente se haya probado el dolo ajeno
por parte del autor principal del daño, y que exista un
beneficio a favor de su representada.
Explica
requisito,
que
toda
en
la
especie
vez que
no
no
hay
se
cumple
constancia
el
primer
de
que
efectivamente hubo dolo por parte de empresas Inverlink, pues
la actora en su demanda mencionó que CORFO había sido víctima
de un delito por medio del cual se sustrajeron los dineros,
pero no hay sentencia firme y ejecutoriada que acredite lo
anterior.
Agrega, en segundo lugar, otro requisito básico que debe
proceder para que la acción de indemnización sea admisible,
es
que
efectivamente
exista
un
beneficio
a
favor
de
su
representada (quien ha tenido un provecho de dolo ajeno).
Respecto
a
esto,
el
recurrente
dice
que
se
debe
tener
presente que de acuerdo al Diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua, se entiende por provecho el "Beneficio
o utilidad que se consigue o se origina de algo o por algún
medio" y por beneficio: "Ganancia económica que se obtiene de
un negocio, inversión u otra actividad mercantil". Es decir,
para que exista un beneficio o utilidad, en términos legales
y
financieros,
es
necesario
que
no
sólo
se
recupere
el
capital invertido, sino también que se obtenga algo por sobre
el monto de lo que se invirtió, siendo precisamente dicho
exceso el beneficio o utilidad.
En opinión del recurrente, en el presente caso, según se
desprende de la demanda, su representada habría efectuado
depósitos de dineros en fondos mutuos administrados por el
grupo Inverlink y posteriormente habría retirado (efectuado
un "rescate") las sumas invertidas, lo cual habría producido
un beneficio de $669.134.885, que es la suma demandada en
autos. Explica que para rechazar esta argumentación, en los
considerados 23° y 24° de la sentencia de segunda instancia,
se indica que el "provecho" que obtuvo su representada está
dado por la situación de haber recibido su dinero, pues de no
haber existido el dolo ajeno, nada habría recibido. Dice que
lo anterior es contrario al texto de la ley, pues se demandó
y condenó a su representada a la "restitución" de la suma de
$669.134.885, que correspondería al total de lo obtenido de
Inverlink y que al no existir beneficio para la actora, la
institución jurídica del "aprovechamiento del dolo ajeno" no
es aplicable, pues se exige perentoriamente en la ley que
exista un provecho. En consecuencia, no es posible condenar a
su representada por la suma de $ 669.134.885, pues no ha
existido provecho o utilidad y que al no existir esto, no es
posible condenar a su representada, pues es requisito básico
de
procedencia
de
la
acción
entablada,
el
que
se
haya
acreditado una utilidad o provecho del dolo ajeno, que es
precisamente
existir
la
cantidad
aquella,
no
es
que
podría
posible
que
indemnizarse.
prospere
esta
Al
no
acción,
debiendo ser rechazada también por este motivo.
Explicando la forma como estos errores de derecho han
influido substancialmente en lo dispositivo del fallo, dice
que
de
haberse
aplicado
correctamente
la
acción
de
indemnización por aprovechamiento de dolo ajeno establecido
en el inciso segundo del artículo 2316 del Código Civil, ésta
no hubiese prosperado, por no haberse acreditado durante el
procedimiento el dolo por parte de empresas Grupo Inverlink,
y por no probarse uno de los requisitos básicos para que sea
procedente la acción de indemnización, la cual se basa el
artículo 2316 inciso 2° del Código Civil, esto es, que exista
un provecho por parte de su representada, que en definitiva
se refiere a una ganancia.
Vigésimo segundo: Que, sin entrar a detallar el carácter
contradictorio
de
estas
alegaciones
con
aquellas
ya
desestimadas, a su respecto cabe señalar que a la expresión
provecho sólo cabe otorgarle el sentido que naturalmente le
corresponde,
esto
es, como
un
beneficio
y no restringido
exclusivamente a una ganancia, como lo quiere el recurrente.
Tal conclusión se ve reforzada por el antecedente de hecho
que, no obstante tratarse de dinero, especies fungibles, los
sentenciadores de la instancia establecen expresamente que el
rescate de la inversión por la demandada fue íntegramente
pagado,
precisamente,
con
los
dineros
obtenidos
mediante
actuaciones financieras fraudulentas cometidas en perjuicio
de la demandante.
En
consecuencia,
en
la
especie
no
se
configuran
los
yerros jurídicos imputados a los sentenciadores, por lo que
el recurso de casación no podrá ser acogido en este extremo.
Vigésimo tercero: Que al mencionar un sexto grupo de
disposiciones infringidas, cita los artículos 2314 y 2316 del
Código Civil; artículos 5° del Código de Procedimiento Penal
y 167 del Código de Procedimiento Civil, los que transcribe.
Al
errores
explicar
de
la
derecho
forma
en
como
este
se
sexto
habrían
grupo
producido
de
los
disposiciones
infringidas, señala que en el presente caso, según la acción
interpuesta, CORFO habría sido víctima de un delito penal,
consistente en la sustracción o robo de títulos de créditos,
efectuada
supuestamente
por
personas
vinculadas
a
las
empresas Inverlink, por lo cual, es un hecho esencial, para
acoger la demanda, que CORFO acredite el delito penal de robo
o sustracción, que fue víctima, lo cual no ha ocurrido en la
especie, pues el hecho fáctico básico de la demanda de autos
es la presunta existencia de un ilícito penal cometido en
contra de CORFO por Eduardo Monasterio Lara; Orlando Patricio
Coliarte López; Eduardo Tapia Donoso, Javier Moya Cucurella,
Enzo
Bertinelli
Villagra,
Luis
Hernández
Palma
y
otros
terceros, consistente en la sustracción de depósitos a plazo,
que posteriormente habrían sido vendidos, entregando dichos
dineros al FMIQ, el cual, con dichos recursos, habría pagado
a sus inversionistas.
En el considerando 59° del fallo de primer grado, que
hace suyo la Corte de Apelaciones, la jueza da por acreditada
la
existencia
de
este
ilícito
penal,
señalando
que
la
sustracción por parte del Grupo Inverlink de instrumentos
financieros de CORFO y su posterior venta se prueba con los
instrumentos y medios de prueba ahí señalados. En concepto
del
recurrente,
lo anterior
es
contrario
a
nuestro
ordenamiento jurídico, pues lo que se pretende acreditar es
la
existencia
de
un
delito
penal,
ya
sea
robo,
hurto,
apropiación indebida u otra figura penal, para lo cual es
necesario que haya un proceso penal en el que se acredite la
existencia del delito. Lo anterior no ha sucedido, ya que no
existe constancia de alguna sentencia final firme que condene
a las personas nombradas en la demanda o en la sentencia,
como autores de algún ilícito penal, como exige expresamente
el artículo 42 del Código de Procedimiento Penal. Más aún, no
sólo
se
necesitaría
una
condena
firme,
hasta
ahora
inexistente, sino que se requeriría que se determinara clara
y fehacientemente, que con los dineros correspondientes a los
depósitos
sustraídos
endosados
por
ilícitamente,
CORFO
que
y
colocados
tales
en
"papeles"
Inverlink,
se
hicieron
efectivos y con el producto de ellos se pagó específica y
precisamente a su representado.
Agrega que si la acción de CORFO es restitutoria, ésta
se debe interponer en el proceso penal, según mandato legal
indicado en el artículo 5° del Código de Procedimiento Penal,
por lo cual, no puede ser ésta la sede jurisdiccional para
solicitar
la
"restitución".
Por
último,
dice
que
como
expresamente señala la ley (Art. 167 CPC), si la existencia
de un delito es fundamento de la sentencia civil, como es el
presente
caso,
se exige
que
exista
la
sentencia
penal
condenatoria, lo cual, como se ha señalado, no hay, por lo
cual no se puede dar lugar a la acción de autos.
Explicando la forma como estos errores de derecho han
influido substancialmente en lo dispositivo del fallo, dice
que de haberse aplicado correctamente los artículos 2314 y
2316 del Código Civil, en relación con los artículos 5° del
Código
de
Procedimiento
Penal
y
167
del
Código
de
Procedimiento Civil, el sentenciador debió haber rechazado la
demanda,
porque
no
existe
una
sentencia
condenatoria
del
delito penal (robo, hurto, sustracción u otro) en el cual la
demandante base su acción civil, como perentoriamente exige
esta
última
norma
legal.
Más
aún,
si
fuere
una
acción
restitutoria, como pretende CORFO en su réplica, esta debió
haberse
interpuesto
expresamente
el
en
el
artículo
proceso
5°
penal,
inciso
1°
como
del
manda
Código
de
Procedimiento Penal.
Vigésimo
cuarto:
Que
en
relación
a
la
alegación
precedente, que consiste básicamente en que no se encontraría
debidamente
acreditado
que
el
dinero
rescatado
por
su
representada haya procedido de fondos sustraídos a CORFO,
cabe señalar, en primer lugar, que en cuanto a esta última
aseveración
la casación
de
fondo
se
construye contra
los
hechos del proceso, transcritos en el motivo primero de este
fallo
(pues
los
sentenciadores
dieron
por
probado
que el
dinero pagado al Municipio demandado provino precisamente de
la liquidación de los instrumentos financieros substraídos a
CORFO),
e
intenta
variarlos,
proponiendo
otros
que no se
encuentran acreditados. Dicha finalidad, por cierto, es ajena
a este recurso que tiene por objeto invalidar una sentencia
en los casos expresamente establecidos por la ley, lo que
significa
que
se
realiza
un
escrutinio
respecto
de
la
aplicación correcta de la ley y el derecho a los hechos
soberanamente asentados por el fallo de instancia.
Que
esta
materia
ya
ha
sido
objeto
de
numerosos
pronunciamientos de esta Corte de Casación, la que ha venido
sosteniendo de manera invariable que no puede modificar los
hechos que han fijado los magistrados del fondo, en uso de
sus atribuciones legales, a menos que se haya denunciado y
comprobado la efectiva infracción de normas reguladoras del
valor legal de la prueba, lo que en este caso no ha ocurrido,
pues ninguna de ellas fue denunciada como quebrantada.
Que, en consecuencia, el recurso no podrá ser acogido en
este extremo.
Vigésimo quinto: Que un séptimo grupo de disposiciones
infringidas, estaría constituido, según la recurrente, por
las normas de interpretación de la ley, que corresponde en
este caso los artículos 19, 20 y 22 del Código Civil.
Aduce
derecho
orden
que
al
el
sentenciador
interpretar
público,
como
y
cometió
aplicar
son
las
un
grave
indebidamente
señaladas
en
error
de
normas
de
los
grupos
anteriores, no debiendo dar lugar a la demanda, toda vez que:
a) la acción está prescrita; b) se está en presencia de una
acción de indemnización y por tanto opera el principio "Nemo
Auditor"
y
la
compensación
de
culpa;
c)
se
vulnera
el
principio de la "par condictio creditorum"; d) se vulnera el
principio de la independencia o autonomía de los títulos de
créditos; e) no existe provecho por su parte; f) inexistencia
de delito base de la acción (no hay sentencia penal), y en
caso, como pretende la actora, que se esté en presencia de una
acción restitutoria, éste debe ser intentada en el proceso
penal, por expreso mandato de la ley, todo conforme a las
normas legales citadas en los grupos anteriores.
Al explicar la forma como estos errores de derecho han
influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo, indica
que si los sentenciadores hubiesen observado las disposiciones
legales citadas en la forma como se ha indicado, la sentencia
debió
rechazar
la
demanda,
atendido
el
sentido
de
las
disposiciones citadas y el contexto de dichas leyes, y revocar
la sentencia de primera instancia, rechazando la demanda de
autos.
Vigésimo sexto: Que en este capítulo del recurso, el
recurrente denuncia los mismos errores de derecho que había
señalado anteriormente, esta vez invocándolos en la óptica de
infracciones a las normas de interpretación de la ley.
Que en opinión de estos sentenciadores, los argumentos
vertidos con anterioridad para el rechazo de cada una de la
infracciones
denunciadas
son
suficientes
para
rechazar
también este último capítulo de nulidad, teniendo presente
que no se infringieron las normas sobre interpretación de
ley.
III.-
En
cuanto
al
recurso
de
casación
en
el
fondo
interpuesto por la Municipalidad de Viña del Mar:
Vigésimo
vulneración
séptimo:
de
Que
cinco
el
grupos
recurrente
de
normas
denuncia
la
infringidas,
desistiéndose a fojas 3.518 del quinto grupo de errores de
derecho,
sección
iii),
relativo
al
rechazo
de la demanda
reconvencional interpuesta por dicha Municipalidad en contra
de Corporación de Fomento de la Producción, titulada ―Acción
reconvencional de perjuicios fundada en la responsabilidad
por
el
hecho
ajeno‖,
solicitando
tener
a
su
parte
por
desistida de la causal de casación en el fondo referida y de
las peticiones que a su respecto se efectuaron.
Vigésimo
octavo:
Que
en
relación
al
primer
grupo
de
normas, señala que son las relativas a la forma en que se
interpretó el artículo 2316 inciso 2° del Código Civil, esto
es, delito civil cuya fuente es la existencia de un delito de
naturaleza penal.
Señala que el delito que sirve de fundamento fáctico
para acoger la demanda importa no solo un delito civil, sino
que fundamentalmente un delito de naturaleza penal, en este
caso
una
encuentra
malversación
en
de
fondos
la sustracción
de
públicos,
depósitos
cuyo origen se
de propiedad de
Corporación de Fomento de la Producción. Agrega, que no hay
controversia entre las partes respecto de que el dolo del
cual la Municipalidad de Viña del Mar obtuvo provecho ajeno,
está vinculado con un delito de que fue víctima CORFO como
consecuencia de la sustracción ya referida, hecho delictivo
que sustancia un Ministro en visita; por lo tanto, la calidad
de delito civil que a tales hechos se le atribuyen en el
fallo impugnado depende de la calificación final que se le
confiere en sede penal, de tal forma que si en dicha sede no
se
le
asigna
mérito
delictuoso
al
hecho investigado, mal
puede adquirir una dimensión civil.
Señala que sólo en virtud de una errónea interpretación
de los artículos 2316 inciso 2° del Código Civil, en relación
a los artículos 167, 178 y 179 del Código de Procedimiento
Civil,
fue
posible
concluir
que
en
el
caso
sujeto
a
juzgamiento bastaba con acreditar la existencia del ilícito
civil, no obstante que el provecho del dolo que se pretende
hacer
recaer
en
su
parte,
tiene
su
fuente
en
el
delito
cometido por los funcionarios de la Corporación de Fomento de
la Producción y del Grupo Inverlink, acción que permitió la
sustracción de los depósitos y su posterior liquidación en el
mercado secundario.
Vigésimo noveno: Que en relación a lo anterior, debe
decirse que, tal como se señaló anteriormente, en cuanto a
esta última aseveración, la casación de fondo se construye
contra los hechos del proceso (pues los sentenciadores dieron
por
probado
que
el
dinero
pagado
al
Municipio
demandado
provino precisamente de la liquidación de los instrumentos
financieros
substraídos
a
CORFO)
e
intenta
variarlos,
proponiendo otros que no se encuentran acreditados. Dicha
finalidad, por cierto, es ajena a este recurso que tiene por
objeto
invalidar
una
sentencia
en
los
casos
expresamente
establecidos por la ley, lo que significa que se realiza un
escrutinio respecto de la aplicación correcta de la ley y el
derecho a los hechos soberanamente asentados por el fallo de
instancia.
Que tal como se ha fallado reiteradamente por esta Corte
de Casación, este Tribunal no puede modificar los hechos que
han
fijado
atribuciones
los
magistrados
legales,
a
del
menos
fondo,
que
se
en
haya
uso
de
sus
denunciado
y
comprobado la efectiva infracción de normas reguladoras del
valor legal de la prueba, lo que en este caso no ha ocurrido,
pues ninguna de ellas fue denunciada como quebrantada.
Que, en razón de lo anterior, el recurso no podrá ser
acogido en este extremo.
Trigésimo: Que en el segundo grupo de normas infringidas
se encuentran los artículos 2316 inciso 2° del Código Civil,
en relación a los artículos 44, 1702 y 1706 del mismo Código.
Al respecto señala que la sustracción de los depósitos e
instrumentos financieros -que es el hecho ilícito en que la
Corporación de Fomento de la Producción sustenta su demandatuvo
su
causa
directa
en
el
propio
actuar
negligente
de
CORFO, lo que afecta la concurrencia de causalidad, que es
requisito para que se verifique el provecho del dolo ajeno.
Agrega
que
la
Municipalidad
de
Viña
del
Mar
estaba
contractualmente ligada con Inverlink Corredora de Bolsa a
consecuencia de las inversiones que ésta mantenía en dicha
entidad,
que
por
lo
demás
estaba
autorizada
por
la
Superintendencia de Valores y Seguros, mediante un contrato
oneroso, según explicó, por lo que sólo con error su parte
puede verse alcanzada por las consecuencias de un delito en
el que la culpa o hecho de CORFO ha sido determinante en su
producción y generación, lo que elimina toda causalidad.
Expuso que CORFO contribuyó a la producción de su propio
daño,
puesto
que
con
su
actuar
negligente,
grave
e
inexcusable permitió y facilitó que su ex funcionario (Javier
Moya
Cucurella)
sustrajera
instrumentos
financieros
de
propiedad de la Corporación de Fomento de la Producción, ello
por falta de fiscalización, los que además endosó y cobró
para entregar el producto de la liquidación a Inverlink y,
pese a ello, la sentencia negó todo mérito probatorio a la
prueba que rindió su parte para acreditarlo y, en la especie,
la prueba documental legalmente aportada no fue ponderada
infringiéndose con ello los artículos 1702 y 1706 del Código
Civil, faltando la ponderación, por ejemplo, del informe de
la Cámara de Diputados agregado a fojas 1.729, antecedentes
probatorios que dejarían en evidencia el actuar negligente
grave e inexcusable de la demandante CORFO, añadiendo que
nada
de
ello
infringiendo
fue
así
establecido
las
normas
en
el
fallo
reguladoras
de
impugnado,
la
prueba,
vulnerando el artículo 1702 del Código Civil, dado que los
instrumentos privados reconocidos en juicio tienen valor de
escritura pública y hacen plena fe entre las partes, aún en
lo meramente enunciativo, con tal que tenga relación directa
con lo dispositivo del acto o contrato.
Añade que además, se restó valor a la prueba legalmente
ofrecida
en
el
juicio,
lo
que
ocurrió
sin
justificación
alguna, circunstancia que habría permitido concluir que sin
la culpa de CORFO nada se habría producido, puesto que fue su
actuar culposo el que causó el perjuicio, lo que impide dar
lugar a su pretensión restitutoria.
Trigésimo primero: Que la alegación del recurrente en
cuanto a que el fallo impugnado no habría ponderado la prueba
documental, infringiéndose con ello los artículos 1702 y 1706
del Código Civil, debe ser desechada desde ya, pues tales
omisiones, de existir, no correspondía plantearlas por la vía
del
recurso
de
casación
en
el
fondo,
sino
a
través
del
recurso de nulidad formal.
Trigésimo
segundo: Que
sin
perjuicio
de
lo
concluido
precedentemente, cabe señalar que deberá ser desestimada la
denuncia de trasgresión al artículo 1702 del Código Civil,
toda vez que del análisis del fallo recurrido se colige que
los jueces del fondo en ningún momento negaron el carácter de
escritura pública a los documentos privados reconocidos por
la parte a quien se oponen, o que se ha mandado tener por
reconocidos en los casos y con los requisitos prevenidos por
la ley, ni tampoco han desconocido el valor probatorio que
ellos pudieran tener, debiendo considerarse, además, que el
propósito
final
de
las
argumentaciones
que
vierte
el
recurrente a ese respecto para expresar el error de derecho
que atribuye a la sentencia recurrida, consiste en promover
que se lleve a cabo por esta Corte una nueva valoración de
las probanzas, distinta de la ya efectuada por los jueces del
mérito,
actividad
que
resulta
extraña
a
los
fines
de
la
denuncia
de
casación en el fondo.
Que,
asimismo,
deberá
ser
rechazada
la
trasgresión al artículo 1706 del Código Civil, toda vez que
del
análisis
magistrados
infracción.
del
de
fallo
alzada
recurrido
en
modo
se
alguno
colige
que
incurrieron
los
en
Que establecida la inexistencia de infracción de leyes
reguladoras de la prueba, resulta que la transgresión que el
recurrente estima se ha cometido por los jueces del fondo
persigue desvirtuar -mediante el establecimiento de nuevos
hechos- los supuestos fácticos fundamentales asentados por
aquéllos, esto es, los contenidos en el considerando primero
de este fallo.
En todo caso, en vinculación con la alegación relativa a
la errada aplicación del artículo 1706 del código sustantivo,
tampoco se divisa en el caso sub judice la existencia del
yerro denunciado, desde que, al contrario de lo sostenido por
la recurrente, los documentos aportados por las partes fueron
debidamente
además
ponderados
consignarse
esgrimida
por
el
que
por
del
los
sentenciadores,
contexto
recurrente
de
aparece
la
que
debiendo
fundamentación
ésta
no
objeta
propiamente la valoración que de tales instrumentos se haya
hecho
por
los
jueces
del
mérito,
sino
que
ataca
la
consecuencia jurídica a la que aquéllos arribaron a partir de
los antecedentes allí contenidos, esto es, luego de haber
realizado, en forma legal, el proceso de valoración exigible,
situación esta última que no importa, de manera alguna, una
conculcación al precepto aludido.
Trigésimo
infringidas
se
tercero:
Que
encuentra
en
el
un
tercer
artículo
2316
grupo
de
inciso
normas
2°
del
Código Civil, señalando que para que opere la restitución
contemplada en dicha norma legal es necesario que el tercero
haya obtenido un provecho. Agrega que la sentencia ―da por
bueno‖ que, en la situación concreta, el provecho o ganancia
de
la
Municipalidad
de
Viña
del
Mar
alcanza
a
la
suma
original invertida en Inverlink Corredora de Bolsa más los
intereses percibidos a la fecha del vencimiento del pacto
correspondiente, agregando que la sentencia entiende que de
no
haber
mediado
dolo,
su
parte
no
hubiera
podido
ser
restituida de su inversión, puesto que la Corredora de Bolsa
Inverlink carecía de fondos para pagar y que los obtenidos
con esos fines, fueron el resultado de la sustracción de los
depósitos de la Corporación de Fomento de la Producción y de
la
posterior
liquidación,
por
lo
que
debe
operar
la
restitución según el fallo.
Señala que el artículo 2.316 inciso 2° del Código Civil
exige que el provecho sea consecuencia del dolo, es decir,
que toda utilidad o ganancia que se obtenga o provenga de él,
sin que intervenga una causa de justificación diversa del
dolo cometido por un tercero.
Concluye señalando que tratándose de un tercero a quien
se
le
paga
una
deuda,
incluso
con
dinero
o
especies
provenientes de un ilícito civil, éste sólo debe restituir
aquella
parte
que
efectivamente
haya
enriquecido
su
patrimonio. Es decir, en su concepto, en el mejor de los
casos, serían los intereses, pero en ningún caso el capital.
Trigésimo
cuarto:
Que
como
ya
se
dijo,
no
existe
antecedente alguno que permita reconocer la validez de la
tesis
del
provecho
a
recurrente
los
en
cuanto
intereses
que
reducir
generaron
la
los
expresión
de
instrumentos
financieros entre las fechas que señala, pues la restricción
que pretende no se basa en argumentos objetivos, resultando
forzoso
concluir
que
a
la
expresión
provecho
sólo
cabe
otorgarle el sentido que naturalmente le corresponde, esto
es, como un beneficio y no restringido exclusivamente a una
ganancia, como lo pretende el recurrente. Tal conclusión se
ve reforzada por el antecedente de hecho que, no obstante
tratarse de dinero, especies fungibles, los sentenciadores de
la instancia establecen expresamente que el rescate de la
inversión
por
la
demandada
fue
íntegramente
pagado,
precisamente, con los dineros obtenidos mediante actuaciones
financieras
fraudulentas
cometidas
en
perjuicio
de
la
demandante.
La demandada es obligada a restituir únicamente el monto
de su provecho y no a reparar todo el perjuicio sufrido por
la víctima de parte del autor de la acción dolosa, que por lo
mismo se ve limitada o restringida por su buena fe, puesto
que
de
lo
contrario
se
le
hace
responsable
y
de
manera
solidaria (artículo 2317 del Código Civil), caso en el cual
se estará ante una acción indemnizatoria y no restitutoria
como la de la especie.
Trigésimo
infringidas,
quinto: Que
el
en
recurrente
un
cuarto
señala
que
grupo
se
de
normas
encuentra
el
artículo 1559 del Código Civil, sosteniendo, en síntesis que
la sentencia condenó a pagar $1.840.784.895, con reajuste del
Índice
de
Precios
al
Consumidor
entre
la
fecha
de
notificación de la sentencia y su pago, más el interés por
igual período, en circunstancias que por mandato expreso de
la
ley
los
intereses
se
deben
desde
que
el
deudor
se
constituye en mora, tal como lo indica el considerando 33°
del fallo de segunda instancia, citando al efecto el fallo
rol
4847-2012
de
esta
Corte
Suprema,
―CORFO
con
ENERGAS
S.A.‖.
Trigésimo sexto: Que en esta materia cabe consignar que
la acción de autos es una de carácter excepcional, limitada,
según el tenor literal del artículo 2316 inciso segundo a la
restitución de lo que se ha recibido con provecho del dolo
ajeno, no extendiéndose a su restitución reajustada (pues
bien puede ser que lo recibido sea una especie o cuerpo
cierto sin posiblidad de aplicar reajuste alguno) ni tampoco
a sus frutos, civiles o naturales, ni, en fin, a todo el daño
que de dicho provecho se siga, características que la ley
reserva expresamente a otras acciones restitutorias, como las
que se deben según los artículos 907 y 974, o la propia
indemnización de perjuicios a que hace referencia el artículo
2329, todos del Código Civil. Por otra parte, el mencionado
Código
establece
claramente
en
su
artículo
1559
que
los
intereses sólo se deben una vez que el deudor se constituye
en mora, lo que en la especie sólo puede ocurrir una vez que
el demandado se encuentre en dicha situación, pues para el
tiempo anterior no hay –como se dijo- disposición legal que
habilite al demandante a percibirlos.
De este modo, al conceder reajustes e intereses desde el
momento
de
la
notificación
de
la
sentencia
de
primera
instancia, no contemplados por la ley, los falladores han
incurrido
en
sendos
errores
de
derecho
que
deben
ser
reparados acogiendo la nulidad interpuesta por este capítulo,
puesto que han influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo, desde que de no haberse incurrido en ellos se habría
consignado
que los
sentencia
definitva
ejecutoriada,
demandado
reajustes
de
mientras
incurra
en
se
autos
devengarían
se
desde que la
encuentre
que
los
intereses
mora,
por
lo
que
firme
o
que
el
desde
el
recurso
será
acogido, en este extremo, como se dirá más adelante.
Trigésimo séptimo: Que en relación al quinto grupo de
errores de derecho, el recurrente denunció la infracción de
los
artículos
artículo
38
2316
inciso
inciso
2°
de
2°
la
y
2332
del
Constitución
Código
Política
Civil;
de
la
República; 4 y 42 inciso 1° de la Ley N° 18.575, en relación
con los artículos 25 literal a) de la Ley N°6.334, cuyo texto
fundido se encuentra fijado en el Decreto N° 2800 de 30 de
agosto de 1940; artículo 32 del Reglamento General de la
Corporación de Fomento de la Producción, Decreto Supremo N°
360
de
07
de
marzo
de
1945
del
Ministerio
de
Economía;
artículos 1702 y 1706 del Código Civil y artículos 2314 y
2320 del mismo texto legal.
Señala que su parte dedujo demanda reconvencional en
contra de CORFO, para el evento en que la Municipalidad de
Viña del Mar fuere condenada, cuyo es el caso y, al respecto
la sentencia incurriría en un error de derecho al declarar y
acoger la prescripción de la acción de perjuicios deducida
por su parte en contra de la demanda reconvencional.
Indica
que
la
sentencia
establece
que
los
rescates
efectuados por la Municipalidad de Viña del Mar fueron hechos
en febrero de 2003, y los hechos que se imputan a CORFO se
gestaron con anterioridad al rescate, por lo que entre la
afectación del erario público realizado por medio de hechos
ilícitos, provocados por personas naturales y la presentación
de la demanda reconvencional, transcurrieron cuatro años, por
lo que declaró que la acción indemnizatoria estaba prescrita.
Dice que el plazo de prescripción debe contarse desde
que el perjuicio se manifestó para su parte, esto es, desde
que fue condenado por fallo firme a restituir el producto de
su
inversión.
De
esta
manera,
agrega
que
su
acción
reconvencional no puede estar prescrita, señalando luego la
influencia sustancial del error cometido en lo dispositivo de
la sentencia. Pidió acoger el recurso, invalidar el fallo y
dictar sentencia de reemplazo que niegue lugar a la demanda
o, en subsidio, de no estimarse anulable el fallo por los
errores
de
derecho
consignados,
pidió
revocar
en
aquella
parte que condena al pago del reajuste e intereses, ordenando
que éstos sean pagados desde que la sentencia quede firme o
ejecutoriada y el deudor se constituya en mora, con costas.
Que posteriormente, estando esta causa en la Corte, el
recurrente se desistió del recurso, en lo que dice relación
con lo que él denominó bajo el rótulo de ―Quinto grupo de
errores
de
derecho
referidos
al
rechazo
de
la
demanda
reconvencional interpuesta por la Municipalidad en contra de
CORFO",
sección
iii)
titulada
―Acción
reconvencional
de
perjuicios fundada en la responsabilidad por el hecho ajeno‖.
Trigésimo
referido
en
octavo:
el
Que
en
motivo
atención
al
precedente,
desistimiento
no
se
emitirá
pronunciamiento respecto de este quinto grupo de errores de
derecho.
IV.-
En
cuanto
al
recurso
de
casación
en
la
forma
interpuesto por la Corporación de Fomento de la Producción:
Trigésimo noveno: Que este recurrente denunció que la
sentencia incurrió en la causal de nulidad formal prevista en
el
artículo
768
N°
5
en
relación
a
lo
dispuesto
en
el
artículo 170 N° 4, ambos del Código de Procedimiento Civil,
esto es, haber sido pronunciada la sentencia definitiva con
omisión de las consideraciones de hecho o de derecho que
sirven de fundamento a la sentencia.
Explica que el fallo de segundo grado, para rechazar el
recurso de apelación deducido por CORFO, hace un análisis
respecto
de
cuáles
son
los
requisitos
de
la
acción
restitutoria del artículo 2316 del Código Civil y si ellos se
encuentran o no cumplidos respecto de la demandada GASVALPO
S.A. ("GASVALPO"), señalando en último término que si bien
existió una actuación dolosa y GASVALPO obtuvo un provecho,
no
logró
quedar
acreditada
en
el
proceso
la
relación
de
causalidad entre dicho acto ilícito y el provecho obtenido.
Agrega que la sentencia recurrida establece que en autos
existen
dos
pruebas
pericial
privado
Leonardo
Quintanilla
que
emanado
(en
son
de
contradictorias
los
señores
adelante
el
-el
Sergio
"Informe
informe
Castro
y
Pericial
Privado"), y el informe pericial decretado por el tribunal,
el que fue elaborado por el señor Francisco Alvarado (en
adelante
el
"Informe
Pericial
Oficial"),
prefiriendo
este
último informe por sobre el primero, como queda establecido
en el considerando 18°. Sin embargo, no existe fundamentación
de hecho ni de
derecho que dé razón de la
elección del
sentenciador en el sentido de otorgar mayor valor probatorio
al informe del perito designado por el tribunal por sobre el
informe pericial privado.
Expone que del análisis de las páginas 31 y 32 del
informe pericial oficial, se desprende que éste no contiene
una conclusión respecto a la procedencia de los fondos con
los que se habría pagado el rescate a GASVALPO, por lo que en
su
concepto,
pericial
éste
privado
sólo
señala
ofrece
que
no
una
es
hipótesis.
posible
El
informe
determinar
el
origen de los dineros con los cuales se le pagó a GASVALPO,
lo que es suficiente para descartar su validez como prueba
conclusiva sobre el punto debatido.
Agrega que entre los documentos tenidos a la vista por
el perito judicial o entre los antecedentes que obran en
autos, no existe ningún comprobante de depósito que dé cuenta
de
ingresos
efectuados
en
las
cuentas
corrientes
de
la
Administradora de Fondos Mutuos Inverlink S.A., que acredite
el abono en dichas cuentas de las sumas $1.500.000.000 por la
Municipalidad
de
Viña
del
Mar,
de
$2.013.890.960
por
Capredena, y de $917.785.974 por Connors S.A, como tampoco
respecto
de
las
fechas
en
que
se
hubieren
realizado
las
inversiones.
Dice que el sentenciador, al constatar esta metodología,
a lo menos dudosa, ocupada por el informe pericial contable
del
perito
Francisco
Alvarado,
se
encontraba
obligado
a
garantizar a esta parte un análisis razonado dentro de su
sentencia, capaz de justificar lógicamente por qué a pesar de
estas inconsistencias, privilegió esta pieza probatoria por
sobre
la
prueba
rendida
por
CORFO
que
acreditaba
fehacientemente la causalidad del pago efectuado a GASVALPO,
pero no lo hizo.
Explica que el perjuicio consiste en que se ha privado a
su parte del acogimiento de la acción de provecho de dolo
ajeno
respecto
de
GASVALPO,
así
como
también
lo
logró
respecto de los otros dos demandados de autos.
Cuadragésimo:
Que al
argumentos
vertidos
desde
no
que
distintos
se
por
respecto
el
reprocha
elementos
de
cabe
recurrente
la
omisión
convicción,
señalar
no
que
tienen
de
asidero,
análisis
sino
los
de
los
únicamente
la
apreciación y ponderación que hicieron los jueces del grado,
materia
distinta
pretendida,
por
a
la
cuanto
que
el
podría
fallo
autorizar
la
recurrido
nulidad
contiene
las
reflexiones que se dicen omitidas, solo que no son del agrado
o de la profundidad que el recurrente desea.
V.-En
cuanto
al
recurso
de
casación
en
el
fondo
interpuesto por Corporación de Fomento de la Producción:
Cuadragésimo primero: Que este recurrente señala que una
correcta apreciación de las normas reguladoras de la prueba y
de lo dispuesto en los artículos 1551 y 1559 del Código
Civil, habrían llevado al Tribunal ―ad quem‖ a revocar el
fallo de primera instancia, en aquella parte que rechazó la
demanda
interpuesta
en
contra
de
GASVALPO
y
en
cuanto
concedió los reajustes e intereses respecto de las acciones
deducidas en contra de Inversiones ―Molin‖ y Municipalidad de
Viña del Mar, sólo desde la notificación de la sentencia.
Al señalar los errores de derecho en los que incurre la
sentencia recurrida, expresó que los sentenciadores rechazaron
en
forma
expresado
indebida
en
los
la
demanda,
considerandos
fundándose
17°,
18°
para
y
ello
33°,
en
los
lo
que
reproduce. Explica luego que el sentenciador fundó el rechazo
del recurso de apelación en el análisis de los dos informes
periciales
que
obran
en
autos,
sin
realizar
un
análisis circunstanciado de la restante prueba allegada al
proceso
y
específicamente
mencionada
en
el
recurso
de
apelación, la cual – en su concepto- habría bastado para que
la Corte de Apelaciones de Valparaíso llegara a la convicción
de la ocurrencia de los ilícitos denunciados en contra de
CORFO (sustracción y liquidación de papeles financieros), y
de cómo dichos ilícitos permitieron que GASVALPO obtuviera
―un recupero‖ de ciertas inversiones que habían perdido todo
valor económico desde el momento en que el Grupo Inverlink
había caído en estado de insolvencia producto de la corrida
financiera que le afectó a principios del año 2003.
A continuación, el recurrente realiza un análisis de la
prueba
que
fue
rendida
en
el
proceso,
afirmando
que
su
valoración conforme a las normas reguladoras de la prueba,
conducía a acoger la acción intentada contra GASVALPO, al
igual
que
respecto
independientemente
informe
pericial
de
de
las
ya
las
otras
conclusiones
referido,
por
dos
demandadas,
aportadas
tratarse
de
por
el
pruebas
suficientes para tener por acreditada la causalidad.
Dice que respecto de la obtención del provecho, acompañó
los
documentos
inversiones
de
que
las
acreditan
la
realización
demandadas
en
Inverlink
de
(folios
las
y
contratos de inversión), y los antecedentes que acreditaron
su
rescate
corrientes).
posterior
Agrega
(cheques
que
sin
y
cartolas
perjuicio
de
lo
de
cuentas
anterior,
el
fallo no hace un análisis acabado de esta prueba, puesto que
en
cada
uno
de
los
casos,
los
demandados
confesaron
espontáneamente durante el proceso la obtención del provecho
alegado.
Añade
que
tanto
Inversiones
―Molin‖
como
la
Municipalidad de Viña del Mar reconocieron en sus escritos de
contestación
a
la
demanda
cómo
recibieron
el
rescate
de
fondos por ellas invertidos.
En cuanto al tercer requisito de la acción, esto es, el
vínculo
causal
entre
hecho
ilícito
y
provecho,
el
fallo
recurrido descarta que éste último haya provenido del actuar
doloso del Grupo Inverlink, pues considera que existen dos
pruebas
contradictorias
entre
sí
que
impiden
darlo
por acreditado. En efecto, el considerando 17° expresa que la
discusión se produce respecto del segundo de los supuestos
necesarios para la concurrencia de la hipótesis establecida
en el numeral 2o) del considerando décimo quinto, en cuanto
la demandante alega haber acreditado que el dinero con el
cual GASVALPO obtuvo la restitución de su inversión, provenía
de los dineros sustraídos desde CORFO y, por el contrario, la
demandada mencionada sostiene que ello no es efectivo porque
al
momento
suficiente
de
y,
su
rescate
porque
Inverlink
atendida
la
contaba
naturaleza
con
liquidez
fungible
del
dinero, no es posible acreditar que aquél con el cual se pagó
su
inversión
provengan,
precisamente,
de
los
dineros
defraudados a la actora.
Afirma el recurrente que el primer vicio se produjo al
no considerar la prueba rendida en autos y al preferir, por
sobre ésta, el informe pericial del perito designado por el
tribunal y para fundar esa decisión– diametralmente opuesta
respecto de los otros dos demandados- el fallo sólo hace una
escueta referencia en el considerando 18° de su sentencia,
señalando que preferirá el informe pericial oficial por sobre
el
informe
pericial
privado,
cuyas
conclusiones
estarían
ratificadas por los documentos acompañados por GASVALPO y no
objetados de contrario.
Cuadragésimo
segundo:
Que,
asimismo,
dice
que
la
sentencia recurrida incurre en infracción de los artículos
384, 425 y 428 del Código de Procedimiento Civil, al omitir
pronunciamiento sobre la valoración de la prueba rendida por
CORFO para acreditar el vínculo causal y al otorgar valor de
plena prueba al informe pericial.
Insiste
en
que
de
manera
inexplicable
la
sentencia
recurrida opta por otorgarle valor de plena prueba al informe
pericial oficial, sin siquiera valorar las demás probanzas
aportadas por CORFO al proceso, vulnerando de esta forma los
artículos 384, 425 y 428 del Código de Procedimiento Civil,
que regulan la prueba en nuestro ordenamiento jurídico.
Agrega que su parte se valió de un informe contable
privado elaborado por los dos peritos judiciales contables
que
estuvieron
relativa
a
a
los
cargo
fraudes
de
y
toda
la investigación criminal
delitos
respecto
de
la
Ley
de
Mercado de Valores cometidos por los diversos personeros del
Grupo
Inverlink,
investigación
iniciada
en
el
año
2003.
Detalla luego toda la prueba rendida por su parte para probar
sus
asertos
recurso,
y
expone
valoradas
que las
conforme
a
pruebas
la
sana
que
describe
crítica-,
en
su
resultan
suficientes para establecer el vínculo causal entre ilícito y
provecho, dando por acreditada la procedencia de la acción,
no obstante lo cual esa prueba no fue mencionada en el fallo
recurrido.
Expresa que el perito plantea como hipótesis que no es
posible determinar el origen de los dineros con los cuales se
le pagó a GASVALPO, debido a que Inverlink habría recibido
"recursos frescos" y propios de las inversiones supuestamente
realizadas por la Municipalidad de Viña del Mar, CAPREDENA y
Connors S.A., por lo que sería imposible saber si se pagó a
GASVALPO con dichos "nuevos" fondos o con los sustraídos a
CORFO, sin aludir a antecedente o anexo alguno que permita
sustentar o brindar algún grado de verosimilitud al supuesto
de hecho esencial sobre el cual el perito construye su errado
dictamen, esto es, la inyección de recursos provenientes de
otras fuentes diversos de CORFO.
Añade que la sentencia recurrida incurre asimismo en
infracción de los artículos 1551 y 1559 del código civil al
conceder la acción en contra de Inmobiliaria ―Molin‖ y en
contra de la Municipalidad de Viña, por el monto demandado
con intereses y reajustes desde la fecha de la notificación
de la sentencia, lo que ha generado un perjuicio a CORFO,
puesto que los valores que deberán restituir las demandadas
no guardan ninguna relación con el valor del dinero del que
fue
privado
CORFO
en
el
año
2003,
lo
que
constituye
un
evidente perjuicio para la parte demandante, solicitando su
parte que el monto a restituir fuera reajustado conforme la
variación
del
IPC
e
incrementado
conforme
los
intereses
corrientes para operaciones reajustables devengados desde la
fecha en que se obtuvo el provecho, es decir, en el caso de
la Municipalidad de Viña del Mar desde el 19 de febrero de
2003 y, en el caso de Inmobiliaria ―Molín‖, desde el 4 de
marzo
de
2003,
obtención
del
de restituir
puesto
que
provecho-
y
el
fue
que
deudor
en
se
ese
momento
generó
la
incurrió
en
-con
la
obligación
mora
de
dicha
obligación, toda vez que los rescates habían sido enterados
con
fondos
naciendo
por
provenientes
tanto
la
de
la
comisión
obligación
de
de
un
restituir
ilícito,
el
valor
nominal entregado más los debidos intereses corrientes, de
conformidad con lo establecido en los artículos 1551 N° 1 y
1559 del Código Civil. Refiere que lo mismo puede decirse
respecto del reajuste, pues resulta de toda justicia que la
víctima del ilícito, en este caso CORFO, pueda percibir el
monto por el cual fue defraudado reajustado desde la fecha de
la constitución en mora del deudor -requerimiento judicial-,
luego de más de 10 años de intensa litigación con el sólo
objetivo de recuperar estos dineros pertenecientes al erario
fiscal.
Termina
solicitando
acoger
el
recurso
de
casación,
invalidar el fallo impugnado, dictar sentencia de reemplazo,
que haga lugar en todas sus partes a la demanda deducida por
CORFO en contra de GASVALPO y conceda reajustes e intereses
de los monto condenados a pagar a la Municipalidad de Viña y
a la Inmobiliaria ―Molin‖ desde la fecha de la notificación
de la demanda, con costas.
Cuadragésimo tercero: Que en un primer aspecto se acusa
la infracción del artículo 425 del Código de Procedimiento
Civil, por cuanto se señala, en general, que conforme al
informe pericial que indica, éste concluyó que no era posible
que los sentenciadores establecieran que los dineros con que
Inverlink pagó a GASVALPO provenían de aquellos sustraídos a
la demandante.
Cuadragésimo cuarto: Que el artículo 425 del Código de
Procedimiento Civil dispone que los tribunales apreciarán la
fuerza probatoria del dictamen de peritos de acuerdo a las
reglas
de
la
consideración
sana
las
crítica,
razones
lo
cual
jurídicas,
importa
tener
asociadas
en
a
las
simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencia
en cuya virtud se le asigne o se le reste valor, teniendo
presente la multiplicidad, gravedad, precisión, concordancia
y conexión de las demás pruebas o antecedentes del proceso,
de
manera
que
conduzcan
a
la
conclusión
que
convence
al
sentenciador.
La
sana
crítica
está
referida
a
la
valoración
y
ponderación de la prueba, esto es, la actividad encaminada a
considerar
mediante
los
una
medios
probatorios
valoración
de
tanto
conjunto
aisladamente
para
extraer
como
las
conclusiones pertinentes en cuanto a los hechos y fijar la
forma en que éstos sucedieron. En la consideración de ambos
aspectos se debe tener presente las leyes de la lógica, la
experiencia y los conocimientos científicamente afianzados en
la
comunidad
en
un
momento
determinado,
por
lo
que
son
variables en el tiempo y en el espacio, pero estables en el
pensamiento humano y la razón. Este es el contenido de la
sana crítica o su núcleo medular; son los aspectos que no
pueden ser desatendidos.
La explicitación en la aplicación de estos parámetros de
la sana crítica permite tanto el examen de las partes y los
ciudadanos
en
general
como
el
control
que
eventualmente
pudieran llegar a efectuar los tribunales superiores a través
del sistema recursivo que el procedimiento contemple. Por lo
mismo, la inobservancia o transgresión de aquéllos puede dar
origen
a
la
interposición
de
los
recursos
que
prevé
el
legislador y controlable mediante el recurso de casación,
puesto que al no cumplir con las reglas de la sana crítica se
vulnera la ley.
Cuadragésimo
construye
Código
quinto: Que
denunciando
de
la
Procedimiento
por
un
infracción
Civil
lado,
del
el
recurso
artículo
atribuyendo
la
425
se
del
calidad
de
informe de peritos a un documento que ha sido acompañado por
la parte demandante denominado "Informe Pericial Contable"
emanado
del
perito
judicial
Sergio
Castro
Rivero.
Este
documento en estos autos sólo puede ser valorado como prueba
instrumental, desde que en su elaboración no se han seguido
las reglas establecidas en los artículos 409 y siguientes del
citado Código para la generación de este medio probatorio.
Por otra parte, se estima que se infringe el mencionado
artículo 425, por cuanto no se valora el peritaje acompañado
por su representada.
Como
se
observa
en
las
alegaciones
del
recurrente,
transcritas con anterioridad, no se señala la forma en que el
razonamiento de los sentenciadores ha desatendido las normas
científicas, simplemente lógicas o de la experiencia que la
sana
crítica
ordena
respetar.
Su
planteamiento
más
bien
esgrime una discrepancia con el proceso valorativo de este
medio
de
convicción
y
con
las
conclusiones
que,
como
consecuencia de dicho ejercicio, han extraído los jueces del
fondo en orden a establecer la inexistencia de relación de
causalidad.
Cuadragésimo sexto: Que sin perjuicio de que lo anterior
es suficiente para descartar la infracción al artículo 425
del Código de Procedimiento Civil, cabe consignar, además,
que el recurso se construye sobre la base de alegaciones no
reales, puesto que tanto en el informe pericial emitido en
los presentes autos, como en aquellos que se producen fuera
de ellos y que se acompañan como prueba instrumental, se
establece un hecho inequívoco, cual es que el grupo Inverlink
se
apropió
de
instrumentos
que
pertenecían
a
CORFO,
los
cuales fueron realizados en el mercado financiero, lo que
significó
que
a
las
cuentas
contables
de
Inverlink
Consultores, Administradora de Fondos Mutuos Inverlink S.A.,
e Inverlink Corredores de Bolsa S.A., ingresara la cantidad
total que se señala en los informes.
También se establece en los mencionados informes que el
pago efectuado por Inverlink Corredores de Bolsa S.A., a las
demandadas, salvo GASVALPO por las razones que se señalan a
su respecto, se realizó con los fondos obtenidos con la venta
de los instrumentos financieros pertenecientes a la CORFO.
Cuadragésimo séptimo: Que también se denuncia dentro de
este capítulo, la infracción del artículo 384 del Código de
Procedimiento Civil, por las razones que se señalan en el
recurso, las que han sido sintetizadas precedentemente.
En relación al citado artículo 384 esta Corte Suprema ha
sostenido invariablemente que éste no es una norma reguladora
de la prueba, por cuanto consagra reglas que no disponen
parámetros fijos de apreciación que obliguen en uno u otro
sentido a los jueces de la instancia, siendo éstos soberanos
en la valoración de la prueba testimonial, proceso racional
que no puede quedar sujeto al control de este recurso de
derecho estricto. En tal sentido, de la sola lectura del
recurso resulta evidente que el propósito del recurrente es
que se lleve a cabo por la Corte una nueva valoración de la
prueba testimonial, actividad que resulta extraña a los fines
de la casación en el fondo.
Cuadragésimo octavo: Que conforme al análisis realizado
en los motivos precedentes, sólo cabe concluir que no ha
existido
en
el
caso
sub-judice
vulneración
a
las
leyes
reguladoras de la prueba, motivo por el cual los presupuestos
fácticos que han sido establecidos por los jueces del fondo
con
sujeción
aportadas
al
por
mérito
las
de
partes,
los
antecedentes,
interpretación
y
probanzas
aplicación
de
normas atinentes al caso en estudio, resultan inamovibles.
Cuadragésimo noveno: Que en relación a la alegación que
se
efectúa
respecto
a
los
reajustes
e
intereses
que
supuestamente se deberían al haberse acogido las demandas en
contra de Inversiones ―Molin‖ Ltda., y la Municipalidad de
Viña del Mar, que la demandante solicita se fijen desde el
momento de recibido el provecho por las condenadas o, al
menos, desde la notificación de la demanda, ha de estarse a
lo dicho en el considerando trigésimo sexto anterior, por lo
que,
siendo
cierto
que
la
sentencia
ha
errado
en
esta
materia, no lo ha hecho en el sentido que expresa el recurso,
razón
por
la
cual
se
acogerá
en
esta
parte,
pero
con
consecuencias diferentes a las esperadas por el recurrente,
como se dirá en la sentencia de reemplazo correspondientes.
Por estas consideraciones, disposiciones legales citadas
y de conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos
764, 765, 766, 767, 785 y 805 del Código de Procedimiento
Civil, se declara:
I.- Que se rechazan los recursos de casación en la forma
y
en
el
fondo
interpuestos
a
fojas
3334
por
Inversiones
―Molin‖ Limitada en contra de la sentencia de seis de abril
de dos mil quince, escrita a fojas 3324;
II.- Que se acogen los recursos de casación en el fondo
interpuestos a fojas 3383 por la I. Municipalidad de Viña del
Mar y a
fojas
3421 por la Corporación de Fomento de la
Producción en contra de la referida sentencia, la que por
consiguiente es nula y se la reemplaza por la que se dicta a
continuación.
Se previene que la Ministra señora Egnem no comparte el
contenido del fundamento décimo séptimo del fallo, y concurre
a
desestimar
la
alegación
relativa
a
la
vulneración
del
principio de ―par conditio creditorum‖ teniendo únicamente
presente
que
formulada
no
se
sobre
el
divisa
punto,
de
que
qué
se
manera
hizo
la
alegación
consistir
en
la
infracción de los artículos 147 de la Ley de Quiebras y 2469
del
Código
Civil
ocasiona
algún
agravio
o
perjuicio
al
recurrente.
Acordada con el voto en contra del Ministro suplente Sr.
Pfeiffer,
quien
casación
en
el
fue
de
fondo
opinión
de
interpuesto
acoger
por
el
recurso
de
Inversiones
e
Inmobiliaria ―Molin‖ Limitada, en la parte que denuncia una
errada interpretación de los artículos 2316 y 2332 del Código
Civil y, dictando una sentencia de reemplazo, desechar la
demanda por estimarse prescrita la acción intentada, por las
razones siguientes:
1.- El artículo 2316 del Código Civil regula quienes son
los obligados a la indemnización, entre los que incluye no
sólo a quien causó personalmente el daño y a sus herederos,
sino también, conforme se lee en el inciso segundo, a quien
"recibe
provecho
del
dolo
ajeno",
pero
sólo
"hasta
concurrencia de lo que valga el provecho".
2.- De esta disposición se deduce, con toda claridad,
que contra el que se aprovecha del dolo ajeno, la ley le
impone
la
obligación
de
indemnizar
a
favor del afectado,
regulada en todo por lo dispuesto en el Título XXXV del Libro
IV del Código Civil, y bajo el presupuesto que exista un
principal responsable que haya actuado dolosamente, a quien
también
se
hace
responsable.
Es
cimiento
de
la
primera
acción, que exista legitimación para actuar contra el autor
doloso.
3.- Un segundo corolario que de allí se extrae, es que
contra quien ha obtenido provecho del dolo ajeno, no puede
perseguirse su responsabilidad por un monto indemnizatorio
mayor al daño experimentado por la víctima. Ello lleva a
sostener que, en este caso, la indemnización está sujeta a
una doble limitación. Por una parte, no puede cobrarse un
monto mayor al daño que se ha sufrido y, por otra, no puede
exigirse una reparación mayor al provecho que efectivamente
haya obtenido el demandado.
4.- Que, en consecuencia, no puede aceptarse la doctrina
que estima que en este caso estemos frente a una acción
restitutoria,
pues
la
norma
recién
citada,
es
decir
el
artículo 2316 del Código Civil, se refiere con toda claridad
a los que están obligados a la indemnización, con lo cual es
patente que lo que se busca es la reparación del daño. Por
ello,
la
norma
indemnización,
debe
pero
entenderse
no
que
esté
como
limitativa
generando
de
una
la
acción
propiamente restitutoria.
5.- Que así entendidas las cosas, a la acción deducida
en
estos
Limitada‖
autos
le
por
es
―Inversiones
aplicable,
con
e
Inmobiliaria
plena
Molin
propiedad,
la
disposición contenida en el artículo 2332 del Código Civil,
la cual dispone que "las acciones que concede este título por
daño o dolo, prescriben en cuatro años contados desde la
perpetración del acto". La distinción que hace esta norma
tiene como base, muy principalmente, el propio artículo 2316
ya citado, que precisamente distingue dos tipos de acciones
dirigidas contra dos tipos de obligados: el que causó el daño
y quien se aprovechó del dolo ajeno, que están íntimamente
comunicadas. Ambas acciones quedan sujetas a un mismo plazo
de prescripción, que es de cuatro años, y se cuentan, ambas,
"desde la perpetración del acto", que no puede ser otro que
el hecho dañoso.
6.- No tiene sentido, en opinión del autor de este voto
disidente, negarse a aceptar esta interpretación, basado en
el hecho de que eventualmente podría darse un caso de que la
real
posibilidad
beneficia
del
de
dolo
accionar
ajeno,
contra
pudiera
el
darse
tercero
en
un
que
se
brevísimo
plazo, o extinguirse antes de que nazca la acción, porque
ello es una consecuencia ineludible de la prescripción de las
acciones, contenida en el artículo 2316 del Código Civil. Más
contraproducente resulta pensar que el Código ha sido menos
severo con quien dolosamente causó un daño, al concederle una
prescripción de cuatro años, contados desde que se cometió el
daño, y más duro, en cuanto al plazo de prescripción, con
quien sólo se ha aprovechado de un acto doloso, desde el
momento
que
puede
darse
el
caso,
como
el
que
se
está
fallando, que subsistiera la acción contra el tercero que se
aprovechó del dolo ajeno, no obstante estar ya prescrita la
acción contra el principal responsable. Como ya ha quedado
dicho más arriba, en criterio de este disidente, no estando
vigente
la
acción
en
contra
del
principal
responsable,
tampoco puede considerarse vigente la acción en contra del
tercero que se aprovechó del dolo ajeno, por la sencilla
razón de que aquella es presupuesto de ésta, según ya se ha
explicado,
y
por
lo
mismo
la
prescripción
de
la
primera
conlleva la de la segunda.
7.- Habiéndose acreditado que la acción de estos autos
se
notificó
cuatro
años
después
de
producido
el
hecho
ilícito, debió acogerse la excepción de prescripción opuesta.
Regístrese.
Redacción a cargo del Abogado Integrante Sr. Matus.
Rol Nº 7.179-2015.
Pronunciado
por
la
Tercera
Sala
de
esta
Corte
Suprema
integrada por los Ministros Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa
Egnem S. y Sr. Carlos Aránguiz Z., el Ministro Suplente Sr.
Alfredo Pfeiffer R. y el Abogado Integrante Sr. Jean Pierre
Matus A. No firma, no obstante haber concurrido a la vista y
al acuerdo de la causa, el Ministro señor Pfeiffer por estar
con licencia médica. Santiago, 03 de marzo de 2016.
Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema.
En Santiago, a tres de marzo de dos mil dieciséis, notifiqué
en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.
Santiago, tres de marzo de dos mil dieciséis.
En cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 785 del
Código
de
Procedimiento
Civil,
se
dicta
la
siguiente
sentencia de reemplazo.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada y, teniendo además
presente el fundamento trigésimo sexto del fallo de casación
que antecede, el que se da por reproducido expresamente, y lo
dispuesto
Civil,
en
se
el artículo
confirma
diciembre
de
dos
la
mil
186 del
Código de
sentencia
trece,
apelada
escrita
a
Procedimiento
de
dieciséis
fojas
3006,
de
con
declaración que las sumas que en ella se ordena restituir a
las demandadas Municipalidad de Viña del Mar e Inversiones e
Inmobiliaria
―Molin‖
conforme
la variación
con
Limitada,
deberán
experimentada
ser
reajustadas
por el Índice de
Precios al Consumidor solo desde la fecha en que la presente
sentencia
adquiera
hasta
pago efectivo,
su
el carácter
más
de
los
firme
o ejecutoriada y
intereses corrientes que
devenguen, desde que el deudor se constituya en mora hasta
que se verifique el pago ordenado.
Acordada
contra
el
voto
del
Ministro
suplente
Sr.
Pfeiffer, quien estuvo por revocar el fallo de primer grado y
desechar la demanda interpuesta en contra de Inversiones e
Inmobiliaria
―Molin‖
Limitada,
por
estimarse
prescrita
la
acción intentada, en mérito de lo razonado en el voto de
minoría del fallo de casación.
Regístrese y devuélvase con sus agregados.
Redacción a cargo del Abogado Integrante Sr. Matus y de
la prevención y disidencia, sus autores.
Rol Nº 7.179-2015.Pronunciado
por
la
Tercera
Sala
de
esta
Corte
Suprema
integrada por los Ministros Sr. Pedro Pierry A., Sra. Rosa
Egnem S. y Sr. Carlos Aránguiz Z., el Ministro Suplente Sr.
Alfredo Pfeiffer R. y el Abogado Integrante Sr. Jean Pierre
Matus A. No firma, no obstante haber concurrido a la vista y
al acuerdo de la causa, el Ministro señor Pfeiffer por estar
con licencia médica. Santiago, 03 de marzo de 2016.
Autoriza el Ministro de Fe de la Excma. Corte Suprema.
En Santiago, a tres de marzo de dos mil dieciséis, notifiqué
en Secretaría por el Estado Diario la resolución precedente.
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