17ª Jornadas -163-164,2003 Escondilitis o codo de tenista DR. R. CABRERA BONILLA; DR. l. RODRÍGUEZ SANTANA; DR. A. GUERRAJIMÉNEZ; DR. R. ARIET GARdA; DRA. P. SUÁREZ SANTOS Introducción La epicondilitis lateral o codo de tenista, es el síndrome más común de sobreuso en el codo. Existen controversias con respecto al tratamiento y fisiopatología de esta entidad. La epicondilitis lateral está muy extendida en los deportistas y obreros industriales, pudiendo llegar a ser muy incapacitante. Debido a la controversia actual en cuanto a la fisiopatología, existe también discusión con respecto al tratamiento apropiado de esta patología. Durante mucho años se ha utilizado el término de epicondilitis, para definir a la inflamación en epicóndilo o del tejido blando circundante al epicóndilo humeral. Estudios recientes realizados por Kraushaar y Nirschl (9) han demostrado que la patología de los tendones no muestra señales de inflamación. La degeneración angiofibroblástica, con respuesta fibroblástica y vascular se ha apreciado en la biopsia del tendón sin evidencia de respuesta inmune en las células. Debido a estos descubrimientos, muchos médicos ahora están utilizando el término de tendinosis. La mayor critica que se hace a esta investigación es que se realizó la biopsia en casos crónicos en los que había fallado el tratamiento conservador durante 6-12 meses. Según manifestaciones de Kraushaar y Nirschl (9), las células inflamatorias crónicas se encontraron a menudo en el tejido fibroso de la cicatriz que rodea a los tendones. Esto puede llevar a cuestionar si la enfermedad no es inflamatoria en su primer estadio. En la práctica esta suposición parece tener sentido, ya que en la etapa aguda, la epicondilitis lateral responde bastante bien en a la terapia antiinflamatoria, en un porcentaje elevado de pacientes. En el origen de la epicondilitis concurren uno o más de los siguientes factores: mecánica de la articulación, sobrecarga de los músculos epicondíleos, repetición continua de un movimiento, edad, desequilibrios hormonales (en mujeres), fuerza, flexibilidad, resistencia, equipamientos y habilidad deportiva. Anatomía funcional La anatomía del codo puede ser muy simple al describir la epicondilitis. La zona lesionada está sobre el cóndilo lateral del húmero y en una pequeña zona distal al mismo. Esta es la zona donde los músculos extensores de la muñeca y supinadores se insertan en el húmero. Se trata de una tenoperiostitis de inserción o entesitis de la musculatura epicondilea, especialmente del 2° radial externo, del extensor común de los dedos, el primer radial externo y el cubital posterior, que se ven sometidos a sobrecarga funcional. El sobreuso de la musculatura extensora, especialmente del segundo radial externo, puede causar una tendinopatía en el cóndilo lateral. Estos microtraumatismos o sobreuso pueden ser causados por cualquier actividad que requiere movimientos repetitivos de extensión de la muñeca, supinación o esfuerzos al levantar pesos. del atleta al golpear la bola con el codo flexionado, aumenta la tensión en los extensores de la muñeca. La colocación incorrecta del jugador, puede ocasionar que golpee la pelota fuera del punto central de la raqueta, lo que lleva a incrementar la vibración que se transmite al codo y a los músculos del antebrazo (6). El atleta puede jugar con una raqueta que aprisione demasiado o sea demasiado pesada, situación que puede aumentar la tensión en los músculos extensores. El jugar con bolas pesadas o mojadas, también aumenta la fuerza transmitidas a los músculos extensores de la muñeca y ser causa de síntomas de sobreuso. Otro factor puede constituir el que se juegue en un nivel en el que el atleta no esté preparado para jugar (3,5). En ámbito laboral la lesión es más frecuente en los trabajadores industriales. Muchos factores pueden contribuir al sobreuso. El trabajador está realizando a menudo un movimiento repetitivo con técnicas incorrectas o con un equipo de menor tamaño al que requiere su capacidad de aprensión. Muchas veces las lesiones son debidas a un pobre condicionamiento físico del trabajador. En los días de exceso laboral, el trabajador compensa el cansancio de los hombros con un sobre estrés en los extensores de muñeca. Las ocupaciones más comúnmente afectadas son los carpinteros, perforadores con martillos neumáticos y trabajadores de la cadena de producción. Estas lesiones también se han encontrado en profesionales de la música, especialmente aquellos que practican muchas horas con los instrumentos, quienes a menudo invierten mucho tiempo en movimientos repetitivos con sus manos. Las personas que pasan mucho tiempo con los ordenadores o que utilizan un teclado de pobre ergonomía, también pueden desarrollar una epicondilitis lateral. Clínica Se presenta más a menudo entre los 35-60 años de edad, es muy raro en jóvenes menores de 20 años. En atletas que realizan una actividad deportiva con sobreuso por lo menos tres veces en semana (3). La mayoría de las veces el paciente no presenta un proceso traumático, pero refiere a menudo un incremento en la actividad manual o en el entrenamiento, con el inicio de los síntomas. En muchas ocasiones el paciente se queja de un dolor irradiado al antebrazo. Esta irradiación del dolor debe distinguirse del dolor del nervio radial, que puede ser confundido con la epicondilitis u ocurrir concomitantemente con él. El dolor afecta principalmente a la parte externa del codo (epicóndilo), puede también irradiarse a lo largo del brazo y fundamentalmente de la cara externa del antebrazo. La debilidad de la muñeca puede dificultar la ejecución de movimientos como levantar un plato o una jarra, abrir la puerta del coche, exprimir el agua de la ropa mojada, estrechar la mano, reproduciendo en muchos casos el dolor en el epicóndilo. Exploración física Biomecánica Los errores biomecánicos en el tenis pueden ser multifactoriales. Los errores de carga cinética distal pueden repercutir en el codo, en la mayoría de los casos. Los síntomas se exacerban a menudo durante el movimiento el realizar un revés. A menudo el atleta tiene una pobre estabilización escapular y no genera la energía apropiada en el manguito rotador, por lo que la compensa aumentando la presión en la muñeca durante el giro o sobre supinando para aumentar la velocidad de la bola. Una velocidad pobre del pie o una inadecuada movilidad de la cadera durante el giro puede ser causa de que el jugador llegue tarde a la bola, lo que ocasiona una sobrecarga tensional en el codo. En muchas ocasiones, la colocación incorrecta Rara vez se observa hinchazón o equimosis en la inspección del codo. Se debe examinar el arco de movimiento del hombro, codo y muñeca. Luego se valoran el manguito rotador, los estabilizadores de la escápula, el bíceps, tríceps, flexores y extensores de la muñeca. El paciente refiere dolor con la palpación en el zona justo por debajo del epicóndilo lateral o sobre el tendón del segundo radial externo (13). El dolor del paciente se exacerba con la extensión contra resistencia de la muñeca con el codo extendido. El dolor con la extensión forzada del tercer dedo con el codo extendido puede causar dolor sobre los músculos extensores, lo cual es indicativo de una epicondilitis lateral o de un síndrome del túnel radial. XVII JORNADAS CANARIAS DE TRAUMATOLOGIA YCIRUGIA ORTOPEDICA 163 © Del documento,los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria,2011. Servicio de Cirug{a Ortopédica y Traumatología. Clínica Santa Catalina DR. R. CABRERABONILLA; DR. l. RODRÍGUEZ SANTANA; DR. A. GUERRA JIMÉNEZ; DR. R. ARIET GARCÍA; DRA. P. SUÁREZ SANTOS La pronosupinación contra resistencia con carga axial y el codo doblado, debería realizarse a fin de descartar cambios degenerativos en la articulación radio-capitelar. Si el paciente presenta signos neurológicos con alguna de estas maniobras, se debería realizar un examen neurológico completo, a fin de determinar neuropatía del nervio radial, atrapamiento del mismo, aunque también se debe tener en cuenta al nervio cubital y el atrapamiento en el túnel cubital. Si se encuentra crepitación o disminución de la movilidad del codo, debe realizarse un control radiográfico de la articulación, a fin de descartar lesiones en la cabeza radial, luxación, osteocondritis en el capitellum o cualquier patología articular (1). Muchos son los métodos quirúrgicos descritos, consideramos que un buen tratamiento quirúrgico debe procurar un desbridamiento del tejido degenerativo, decorticación del cóndilo lateral y promover la revascularización de los tejidos. Cualquier calcificación o exostosis y tejido necrótico debe ser removido en el acto operatorio. Este procedimiento puede ser llevado a cabo mediante cirugía abierta, percutánea o artroscópica (2, 10, 12). Pruebas diagnósticas 1. ANTUÑA S.A., Y O'DRISCOLL S.W.: Inestabilidad de codo: Etiología, diagnóstico y tratamiento. Rev Orto Traumatol2000:1:67-77. 2. BAKER CL JR, MURPHY KP. GOffiOB CA: Arthroscopic classification and treatment of lateral epicondylitis: two- year clinical results. J Shoulder Elbow Surg 2000 Nov-Dec; 9(6): 475-82. 3. BEHR CT, ALTCHEK DW:The elbow. Clin Sports Med 1997 Oct; 16(4): 681-704. 4. BOWEN RE, DOREY FJ, SHAPIRO MS: Efficacy of nonoperative treatment for lateral epicondylitis. Am J Orthop 2001 Aug; 30(8): 642-6. 5. CICCOTII MG, CHARLTON WP: Epicondylitis in the athlete. Clin Sports Med 2001 Jan; 20(1 ): 77-93. 6. FIELD LD, SAVOIE FH: Common elbow injuries in sport. Sports Med 1998 Sep; 26(3): 193-205. 7. HAAKE M, KONIG IR, DECKER T: Extracorporeal Shock Wave Therapy in the Treatment of Lateral Epicondylitis. J Bone Joint Surg 2002 Nov; 84-A: 1982-91. 8. KIBLER WB, CHANDLERTJ, PACE BK: Principies of rehabilitation after chronic tendon injuries. Clin Sports Med 1992 Jul; 11(3): 661 -71. 9. KRAUSHAAR BS, NIRSCHL RP: Tendinosis of the elbow (tennis elbow). Clinical features and findings of histological, immunohistochemical, and electron microscopy studies. J Bone Joint Surg Am 1999 Feb; 81(2): 259-78. 10. KUKLO TR, TAYLOR KF. MURPHY KP: Arthroscopic release for lateral epicondylitis: a cadaveric model. Arthroscopy 1999 Apr; 15(3): 259-64. 11. MILLERTT: lmaging of elbow disorders. Orthop Clin North Am 1999 Jan; 30(1 ): 21-36. 12. OWENS BD, MURPHY KP. KUKLO TR: Arthroscopic release for lateral epicondylitis. Arthroscopy 2001 Jul; 17(6): 582-7. 13. PUTNAM MD, COHEN M: Painful conditions around the elbow. Orthop Clin North Am 1999 Jan; 30(1): 109-18. 14. RIVENBURGH DW: Physical modalities in the treatment of tendon injuries. Clin Sports Med 1992 Jul; 11(3): 645-59. 15. SEVIERTL, WILSON JK:Treating lateral epicondylitis. Sports Med 1999 Nov; 28(5): 375-80. Tratamiento En la etapa aguda, el tratamiento está encaminado a controlar el dolor y tumefacción de la zona lesionada. Por ello se indica reposo, aplicación de frío local y uso de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (4,14). La rehabilitación en esta fase, puede ayudar con el uso de ultrasonidos, estimulación eléctrica y masajes en la zona lesionada. Tan pronto como la condición del paciente lo permita, debe iniciarse ejercicios de estiramiento pasivo de los extensores de la muñeca con el codo extendido (8,15). Si el paciente no mejora con el tratamiento indicado luego de 4-6 semanas, se puede proceder a la infiltración en zona lesionada de corticoide de depósito unido a un anestésico local. El uso de onda de choque extracorpórea en un estudio a doble ciego realizado por un grupo multicéntrico europeo, no ha reportado beneficios con respecto al placebo (7). De persistir la sintomatología 6-12 meses luego del tratamiento conservador, se indicará la necesidad de la intervención quirúrgica. 164 XVII JORNADAS CANARIAS DE TRAUMATOLOGIA YCIRUGIA ORTOPEDICA © Del documento,los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria,2011. El diagnóstico del codo de tenista es fundamentalmente clínico, debe realizarse controles radiográficos (anteroposterior, lateral y oblicua), con la finalidad de realizar una valoración adecuada del codo, si existen sospechas de un atrapamiento nervioso es aconsejable realizar una electromiografia del miembro lesionado. Se puede recurrir a la infiltración con anestésico en la zona lesionada, a fin de confirmar la sospecha diagnóstica. En la actualidad se ha incrementado el uso de la resonancia magnética nuclear como valor diagnóstico de la epicondilitis lateral, ya que se visualiza una zona de disrupción tendinosa y degeneración mucosa del tendón (11 ). En ocasiones debe recurrirse a la gammagrafía ósea, artroscopia y radiografías cervicales, a fin de descartar otras lesiones concomitantes. Bibliografía