Junio 2002 - Fundación San Valero

DEJANDO HUELLA
TRABAJAR EN EQUIPO
Hace unos días un amigo me regalaba un libro que me ha hecho reflexionar sobre
nuestro trabajo como integrantes de un Equipo Educativo y sobre la labor del Tutor en
los mismo. Al trabajar dentro de él, formamos parte de un todo que debe funcionar
coordinadamente. La labor del Equipo es imprescindible... ¿sabemos trabajar en
equipo? Hoy en día es un aprendizaje fundamental que no debemos despreciar.
Para que nuestro trabajo tenga éxito debemos observar una seria de claves fáciles de
contemplar en nuestra labor. Por una parte, tenemos un propósito común: trabajar por
nuestros alumnos apoyándonos en unos valores compartidos y con unos objetivos
muy claros que desembocan en su formación integral como personas.
Si queremos alcanzar lo que nos proponemos, debemos pensar en el desarrollo de las
habilidades y conocimientos que nos ayuden a conseguirlo. Tenemos que estar
dispuestos a aprender día a día, mantener una formación continua tanto en el terreno
académico como experiencial, sin conformarnos con aquella titulación que un día
conseguimos con esfuerzo y que hoy amarillea en el fondo de algún cajón.
No debemos creernos infalibles ni fuentes de verdad eterna, sino creer en la
posibilidad de aunar esfuerzos con los demás componentes del Equipo Educativo para
conseguir perfeccionar nuestro trabajo y alcanzar mejores resultados. Por ello es
imprescindible que bajemos del pedestal, que a veces ocupamos, ante alumnos y
compañeros pensando como dice el autor del citado libro, que “ninguno de nosotros
vale más que la suma de todos”. A partir de ahí aportaremos nuestras mejores
actitudes para el bien del Equipo.
Por último, pensemos que nuestros alumnos hacen cosas bien. Centrémonos siempre
en ellas y no en las que hacen mal. Repetirán todas aquella acciones que les hagan
recompensas y reconocimientos. Si les animamos a que hagan cosas bien tendrá
menos tiempo y posibilidades de hacer las que estén mal, además de tener menos
tiempo para reforzarlas, sin rechazar tampoco la pedagogía del error cuando su
aplicación sea necesaria.
Sólo si te consideras un componente más de tu Equipo Educativo plenamente
integrado, si no trabajas solo, por bueno que seas, nuestros alumnos recibirán la
recompensa de nuestro trabajo y nosotros nos sentiremos mejor personalmente al
comprobar cómo el trabajo codo con codo con nuestros compañeros nos ha llenado de
satisfacciones,
No lo dudes ni un instante más, deja los personalismos a un lado y el trabajo
individualista. Únete por el bien de todos, alumnos y compañeros, a tu Equipo
Educativo trabajando por un mismo fin, la formación de nuestros alumnos. No te
arrepentirás.
Fco. Javier Lozano