Objetivos: Los principales objetivos que debemos destacar de estos textos son: Conocimiento del vínculo existente entre la juventud de nuestro país y el mercado laboral y las relaciones de desigualdad que este vínculo genera. Describir la situación en que se encuentran los jóvenes en el ámbito laboral teniendo en cuenta el contexto socioeconómico así como también la edad, nivel de ingreso y tipo de empleo. La educación como factor de suma importancia a la hora de insertarse en el mercado laboral. Breve descripción de las actividades que mayormente desarrollan los jóvenes uruguayos, así como de la salud y calidad de vida de este grupo. Ideas centrales: Cada sociedad define a la juventud en acuerdo con sus parámetros culturales, sociales, políticos y económicos. De acuerdo al módulo de la juventud del observatorio social de programas e indicadores, se define jóvenes a las personas entre 15 y 29 años de edad. De acuerdo a las proyecciones de población publicadas por el INE, Uruguay cuenta con 765.689 jóvenes para el año 2010, lo que representa un 22,8% del total de la población. El bienestar de este grupo depende en gran medida de sus posibilidades de inserción en el mercado de trabajo, en una economía basada cada vez más en el conocimiento y con mayores requerimientos técnicos, los hombres y mujeres jóvenes necesitan permanecer más tiempo en el sistema educativo aplazando la formación de una familia y el inicio de una vida reproductiva. Los hombres se insertan más temprano en el mercado laboral, en cambio las mujeres lo hacen más tarde debido a las responsabilidades que asumen en el hogar. La demanda laboral se caracteriza por ser precaria, inestable, y que no garantiza protección (aporte al sistema previsional, subempleo), esto quiere decir que la calidad del empleo es mala, además existe un elevado flujo y no una larga duración, también hay que resaltar la alta rotación en puestos de trabajos informales. Esto lleva a un condicionamiento en cuanto a a la inclusión social. Las remuneraciones de la población joven suelen ser un 60% menos que la población no joven (asociado a la experiencia). Las ramas de actividad que más emplean jóvenes son las actividades inmobiliarias, restaurantes, hoteles y comercio. Las desigualdades existentes en el acceso y en los logros en el mercado laboral se deben a factores de discriminación, como por ejemplo el sexo, en donde las diferencias no son exclusivamente biológicas sino que han sido construidas socialmente en base a roles y estereotipos diferentes (en el Uruguay esta diferencia se acentúa en el interior profundo). Las mujeres perciben aproximadamente $7600 mientras que los hombres reciben $9200 por realizar la misma tarea, atentando contra la autonomía de la mujer, sumándole el hecho de que al recibir menos ingresos lleva a que representen una proporción importante de la pobreza y además una mayor vulnerabilidad de caer en ella. En adición, la mujer tiene un 17% menos de probabilidad de insertarse en el mercado laboral que un hombre ya sea por barreras en el acceso al empleo o dificultades para entrar en la población económicamente activa. Sin embargo, las mujeres jóvenes son en promedio más educadas que los hombres(a pesar de que el incentivo a alcanzar niveles superiores de educación es menor), el 45% de las mujeres alcanzan enseñanza media, magisterio o universidad mientras que en los hombres es de 36%. La calidad del empleo mejora a medida que aumenta el nivel educativo, por eso cabe destacar la importancia de la educación para una inserción laboral favorable. Lamentablemente, esto no está muy bien asimilado en la juventud uruguaya, en donde el grupo de los que no estudian ni trabajan es del 17,9% de la población joven, y de los que han ingresado al mercado laboral pero se han alejado de los estudios llegan al 40,4%. Otro factor incidente en posibilidad de encontrar un empleo de buena calidad tiene que ver con el entorno económico en que se encuentre el joven, en los entornos más favorables las posibilidades son mayores, por el contrario, en donde las condiciones son menos favorables la inserción es más temprana y precaria. En cuanto a salud de los jóvenes uruguayos, ésta se ve principalmente amenazada por causas externas y el nivel de mortalidad por enfermedades es bajo, los accidentes de tránsito son la primera causa de muerto en los menores de 30 años. Los controles médicos son escasos. Los datos más preocupantes están referidos al alto consumo de alcohol y tabaco, el consumo de la pasta base aparece con presencia marginal en esta población. A su vez, dentro del consumo de drogas ilícitas, la mayor parte la tiene la marihuana. Más de la mitad de los jóvenes no realiza actividades físicas y deporte, en el caso de las mujeres esta cifra empeora. Una de las principales razones para no practicar deporte es la falta de tiempo, especialmente en varones, junto a ello, la falta de interés o gusto por el deporte. Conclusión: Es difícil generalizar en cuanto a este grupo ya que las características del mismo están determinadas por pautas culturales, género, trayectoria familiar. La mayor importancia de este grupo reside en que son los agentes del desarrollo futuro del país, por lo que el Estado debería ejecutar políticas de equidad social asegurando niveles y condiciones de vida dignos para la juventud. La calidad del empleo es un problema para la juventud, lo que hoy significa empleo decente, en el futuro será independencia, mayores ingresos y servicios en la vejez. La educación y su rol fundamental en la inserción laboral: a mayor educación, mayor ocupación, menor desempleo, mejor calidad de empleo desapareciendo el no registro y el subempleo. La mejora del sistema educativo también, permitiendo que la transición de este al empleo sea más fluida. La desigualdad existente en el mercado laboral en cuanto a posibilidades debido al género, en donde los varones muestran una tasa de participación económica superior a la de las mujeres por lo cual presentan mayor desempleo que los varones. Romina Botta Cecilia Díaz Javier Tojo Eugenio Pereira