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NUESTRO PAÍS, CHILE. Chile, país de inusual geografía situado a lo largo de la costa del Pacífico, destaca en el mapa de América del Sur por ser el más largo y más estrecho del continente. Su extensión alcanza a los 4.300 kilómetros y su anchura máxima a los 190 kilómetros. Chile, cuya capital es Santiago, posee casi 14 millones de habitantes, la mayoría descendientes de españoles e indígenas originarios del cono sur americano y también de inmigrantes italianos, alemanes y otros. De norte a sur, el país se divide administrativamente en 13 regiones, ofreciendo una geografía variadísima e intrincada y climas diversos. Estas cualidades permiten desarrollar una amplia gama de actividades agropecuarias, entre las cuales destaca la producción apícola, la que se concentra entre la V y XI región, es decir, entre los paralelos 33º y 46º latitud sur. A lo largo de sus 4 mil 713 kilómetros nos encontramos con enormes contrastes: desiertos, zonas muy montañosas, regiones con bosques y abundancia de agua, hielos permanentes, etc. En resumen, un país que NO posee, características homogéneas de norte a sur. Se trata de una faja de tierra muy angosta, pese a lo cual presenta bastantes diferencias en dirección este-­‐oeste, especialmente en algunas zonas. Las características físicas del territorio influyen notablemente en el clima de cada región. Como también, en la vegetación, la fauna, en sus recursos, y en la población humana instalada en ellas. Entre las regiones V y VIII, incluida la Metropolitana, el clima se distingue por ser muy grato para la vida del hombre. Las estaciones del año están muy bien diferenciadas una de la otra. En las regiones V y Metropolitana, la presencia de la Cordillera de la Costa detiene la humedad proveniente del mar. Por ello, los valles interiores son cálidos, mientras que la franja litoral es húmeda. A medida que se asciende, en la Cordillera de Los Andes la temperatura atmosférica desciende considerablemente. Hacia el sur, las temperaturas van disminuyendo y aumentan las lluvias ya que la Cordillera de la Costa va perdiendo altura, lo que motiva una mayor influencia del aire marino, cargado de agua. Aún así, el clima continúa siendo templado, con temperaturas muy agradables. Las características climáticas de la zona sur no han sido obstáculo para que se desarrolle una gran actividad en esta parte de Chile. En esta área, el hombre ha sabido aprovechar la naturaleza, explotando la belleza de sus ríos y lagos. El clima de la zona sur se distingue por el aumento de las lluvias y la disminución de la temperatura, a medida que se avanza hacia el Polo. Entre las regiones IX y X se presentan diferentes zonas climáticas, lo que depende del relieve y de la cercanía al mar. Podemos identificar un clima templado lluvioso, propio de las regiones intermedias; otro clima marítimo lluvioso, característico de las zonas costeras y de la Isla de Chiloé; y un tercer tipo de clima de hielo de altura, que es posible encontrar en los picos cordilleranos. En las regiones más australes, el clima es más inhóspito; las bajas temperaturas, abundantes precipitaciones, fuertes vientos, excesiva humedad y permanente presencia de la nieve, hacen de estas regiones un territorio muy poco apto para la vida. En el Territorio Antártico predominan las temperaturas bajo cero, el viento es habitualmente fuerte y el hielo es de una presencia permanente. Estas singulares condiciones ambientales y recursos naturales, tales como un prodigioso clima templado, una gran diversidad de especies malíferas caracterizadas por una larga temporada de floración y el resguardo fitosanitario dado por efectivas barreras naturales, hacen de Chile un lugar especial y único para la actividad apicola en el continente americano. A lo anterior, agregamos una excelente línea genética carente de africanización y la completa ausencia de enfermedades tales como Loque Americana, Loque Europea y Acariosis, lo que permite no usar pesticidas y posibilita la obtención de productos, apícolas libres de residuos químicos. Estas mismas condiciones hacen de Chile un país ideal para la crianza de reinas y paquetes de abejas altamente higiénicos y sanos. Aún cuando existen muchas zonas en Chile libres de fuentes de contaminación, que potencialmente pemiten producir en condiciones orgánicas, el extremo sur del país, Región de Aysen, ofrece una particular y perfecta situación de aislamiento, muy favorable para este tipo de producción. No se utiliza la transhumancia y, en una extensa área geográfica, no existe actividad hortofrutícola, actividad industrial ni fuentes contaminantes del medio ambiente. Estas especiales condiciones ambientales y de recursos naturales –clima templado, gran diversidad de especies melíferas nativas y largas temporadas de floración– hacen de Chile un lugar único para la crianza de Abejas, y obtención de todos los productos de la colmena. La oferta apícola de Chile está compuesta por una multiplicidad de productos derivados de las abejas que incluyen las Mieles (a granel y envasadas), el Polen (seco o fresco) y los Propóleos (a granel o envasados). Del mismo modo, las Reinas y Paquetes de Abejas, son exportadas a todo el mundo, especialmente a Europa, en contra temporada, por el desfase de estaciones. 
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