Tratado tercero,Cap. i . 41 choa años, que los viejos tuuieron vilpietos, y los primeros hijos nietos.Con íemejantes prouechos, y aumentos, quien featrenera a dezjrle a efte,que dexe de tratar los; peones? Y íi bien confideramos el vn aumepto^y e.l otrojhallaremos que confitio mas en la abundancia de la tjerra, bondad del tiempo, y diligencia del dueño, y de las Abejas; que en otra cofa. Por lo qual,refpondiendo al inren to propueíto, me es fuerza al aíTegurar : que Ja variedad de tantas maneras de naífas y yak fos, inmediatamente falio de femejantesfucceffosjlos quales fueron medios efficaces pa ra afficionar,é inclinar los hombres a tan diñantes maneras de tratos de Abejas. Yaficionados,eftan ciegos defta aficjó: que no ay razones para facar a cada vqo de aquello q ig inclinó. Y es vna afición la de las Abejas, tan ciega,q no hallo a quien cóparalla, fino avn amancebamiento; para el qual,ni bafta el rif gor del Confeífor, que dilata y niega la abfo Jucionmi el padre,y deudo,q aconfcjan; ni ej Ordinario, que caftiga,ni el Pre4icador,que pública y afrentofamente reprehende. Y afsi es la afición de las Colmenas; que al que¡í$ inclina a jacientes, no ay quien de aquello 1Í> feque; y al que a peones, F Cap.al g f