Según la etimología, la palabra Ludoteca viene del Latín «ludos

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Según la etimología, la palabra Ludoteca viene del Latín «ludos», que significa juego, fiesta, la cual fue
unida a la palabra «theca» que significa caja o local para guardar algo. No obstante, la Ludoteca no es
apenas un local donde se guarden juegos y juguetes. Realmente no puede ni debe ser un simple
depósito de juguetes, pues su objetivo principal es estimular al niño y su familia a jugar, ofreciéndoles
un espacio y juguetes pre-clasificados, propuestas de diversos juegos y actividades de entretenimientos,
a través de personas (animadores, recreacionistas, artesanos, educadores, Ludotecarios) que deberán
ser preparados para estas funciones.
Las Ludotecas son un espacio de expresión ludocreativa, que reciben una heterogeneidad de niños,
cuya función es desarrollar un programa de coeducación, con posibilidades de participación de varias
generaciones. Brindarán actividades lúdicas que hagan experimentar la creatividad a partir de
materiales diversos, sin olvidar las necesidades de integración social, de creación cultural y de
permanente estímulo que precisa el crecimiento humano.
Podemos considerar a la Ludoteca como un centro infantil de tiempo libre que pone a disposición de los
niños una colección de juguetes para ser utilizados en el mismo local o para ser tomados en préstamo.
Cabría decir que la Ludoteca es al juguete lo que la biblioteca al libro. Desde ellas podemos potenciar el
asociacionismo infantil y el fomento de la participación ciudadana.
El trabajo es la principal característica de las Ludotecas, tomando como eje principal de la intervención
el juego, junto con los Ludotecarios, que serán los encargados del correcto desarrollo del proyecto de
intervención, transformándose en un elemento canalizador de toda la dinámica que se genera.
Al igual de que existen distintos tipos de Ludotecas también existen distintas definiciones:
- Desde el año 1983, la enciclopedia Catalana define la Ludoteca como:
«Instituciones recreativo-culturales especialmente pensadas para desarrollar la personalidad del
niño principalmente a través del juego y el juguete. Con este objetivo, posibilitan el juego infantil
con la oferta tanto de los materiales necesarios (juguetes, espacios de juego abiertos y cerrados)
como de las orientaciones, ayudas y compañía que necesiten para jugar. Los principales objetivos
dentro de un marco de desarrollo comunitario, son prestar a los niños, aquellos juguetes que
escojan, practicar el juego en grupo, orientar a padres en relación al consumo de juguetes,
ayudar a la integración del niño con necesidades específicas mediante el juego, la construcción de
juguetes, la realización de actividades de animación infantil y la prueba de juguetes para estudiar
su bondad, facilitando esta información a los fabricantes» (María de Borja).
- Una de las definiciones más acertada de Ludoteca hasta el momento, es la realizada por ATZAR
(Asociación de Ludotecarias y Ludotecarios de Cataluña):
«La Ludoteca es un equipamiento dirigido por un equipo estable de profesionales, los
ludotecarios, con un proyecto específico a través del juego y el juguete. La Ludoteca dispone de
un fondo lúdico significativo, tiene voluntad de servicio público y utiliza el juguete como una de
las principales herramientas de intervención educativa, social y cultural».
- Definición de Raimundo Dinello:
«Las Ludotecas son espacios de expresión lúdica, creativa, transformados por la imaginación,
fantasía y creatividad de los niños, jóvenes, adultos y abuelos donde todos se divierten con
espontaneidad, libertad y alegría».
De estas definiciones y de la realidad actual de los centros, se extrae la característica propia de la
Ludoteca: El trabajo, tomando el juego como eje central de la intervención. Por tanto, el entorno físico y
la programación (estructurada entorno al proyecto de intervención y pedagógico del centro) ha de estar
siempre relacionada con el mundo del juego y el juguete.
Por todo lo dicho en este apartado, las Ludotecas se justifican debido a la pérdida de espacios de juego
en la calle, la falta de compañeros de juego que esto comporta, la disminución del número de hijos en el
núcleo familiar, la imposibilidad de disponer de materiales de juego y por supuesto el reconocimiento
del juego como elemento indispensable en el desarrollo infantil y juvenil.
La formación que brinda la Ludoteca se desarrolla en un contexto abierto, sin presiones ni premuras
para que, de esta forma, opere en términos de necesidades auténticas y no de dispositivos de
adaptabilidad o resistencia.
En las ciudades, fundamentalmente, los obstáculos que los niños tienen para disfrutar del juego son
notables. De ahí que las Ludotecas conforman, por tanto, un recurso necesario para el tiempo libre
infantil que debe ser valorado por todos los que tienen responsabilidades en la formación de los
jóvenes.
Las Ludotecas son espacios para el juego: Centros recreativo-culturales pensadas especialmente para los
niños y adolescentes, con la misión de desarrollar la personalidad del niño a través del juego y del
juguete principalmente. Para ello, ofrecen tanto los elementos materiales necesarios (juguetes, material
lúdico, espacios de juegos cerrados, etc.), como las orientaciones, ayudas y compañía que requieran
para el juego.
Las Ludotecas pueden ser centros independientes o bien pueden estar integradas en centros de
animación, escuelas, bibliotecas, casas de cultura u otras instituciones socioculturales.
Las Ludotecas son hoy más necesarias que nunca, debido sobre todo:
- A las características de las metrópolis (merma de espacios de juego en la calle, desconfianza a
dejar los niños solos en los parques, las viviendas son pequeñas,...).
- Al estilo de vida moderno (ritmo trepidante, trabajo de los padres,...). El incremento de la mujer
al mercado laboral hace que cada vez más los padres dispongan de menos tiempo libre para
dedicarlo a los hijos.
- A las peculiaridades de la familia actual (la falta de hermanos en el núcleo familiar y con
quienes poder jugar, escasez de compañeros de recreo,...).
- A las características de la escuela (imposibilidad de disponer de materiales de juego adecuados,
escasez de espacios, jornada intensiva,...).
- El consumismo está imponiendo juegos industrializados e individualistas, como los videojuegos,
las consolas, los juegos de ordenador,...
Por ello existe en el mundo educativo un creciente reconocimiento del juego como elemento
imprescindible en el desarrollo infantil y juvenil.
Las Ludotecas son espacios de encuentro, donde los diferentes miembros de una comunidad se reúnen
para socializar saberes, enseñanzas, conocimientos e ideas por medio del juego. Es un espacio oportuno
para el desarrollo de la socialización, de la posibilidad creadora, la sensibilidad, la afirmación y el sentido
crítico de sus participantes. A través de esta interacción social se fomenta la libertad, la solidaridad, la
comprensión, el respeto, la autodisciplina y la tolerancia, construyendo paulatinamente el tejido social.
Sintetizando, podemos decir que las Ludotecas son:
- Lugares de esparcimientos.
- Espacios públicos cuyo centro de interés es el juego.
- Recursos dinamizadores del tiempo libre.
- Espacios especialmente preparados para jugar.
- Lugares de interrelación personal entre niños y jóvenes cuyo medio es el juego.
- Sitios apropiados para el desarrollo de la libertad, donde el niño es el protagonista.
- Lugares para divertirse.
- Espacios de juego con juguetes y materiales lúdicos, animado por Ludotecarios.
- Ofertas socioculturales que responden a las necesidades del barrio.
- Espacios de desarrollo, con o sin juguetes, del tiempo libre.
- Espacio donde se potencia el asociacionismo infantil y se impulsa la participación ciudadana.
IMPORTANCIA EN LA EDUCACIÓN INFANTIL Y CARÁCTER PEDAGÓGICO DE LA LUDOTECA:
Podríamos decir que la característica propia de la Ludoteca es la acción pedagógica que tiene el juego
como metodología y el juguete como recurso esencial de la intervención, apoyada por agentes que
posibilitan el desarrollo del proyecto educativo.
Observamos que muy diversos autores coinciden en subrayar la función educativa del juego. La etapa
infantil, fundamental en la construcción del individuo, viene en gran parte definida por la actividad
lúdica, de forma que el juego aparece como algo inherente al niño. Ello nos impulsa a establecer su
importancia de cara a su utilización en el medio escolar. Aunque conviene aclarar que todas las
afirmaciones precedentes no excluyen a otro tipo de aportaciones didácticas y que el juego no suplanta
otras formas de enseñanza.
En este sentido la propia L.O.G.S.E. (Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del
Sistema Educativo) especifica cuando se refiere a la etapa de Educación Infantil (MEC, 1992) que es
imprescindible destacar la importancia del juego como la actividad propia de esta etapa. En el juego se
aúnan, por una parte, un fuerte carácter motivador y, por otra, importantes posibilidades para que el
niño y la niña establezcan relaciones significativas y el profesorado organice contenidos diversos,
siempre con carácter global, referidos sobre todo a los procedimientos y a las experiencias, evitando la
falsa dicotomía entre juego y trabajo escolar.
En las Orientaciones Didácticas Generales de esta etapa educativa se considera que el juego es un
instrumento privilegiado para el desarrollo de las capacidades que se pretenden que alcance el niño, por
el grado de actividad que comporta, por su carácter motivador, por las situaciones en que se desarrolla
y que permiten al niño globalizar, y por las posibilidades de participación e interacción que propicia
entre otros aspectos.
En las orientaciones didácticas específicas de cada una de las tres áreas de Educación Infantil se hace
también mención al juego. Por ejemplo, en el área de Identidad y Autonomía personal se habla de la
planificación de espacios que inviten a los niños y niñas a realizar variadas actividades, que contribuyan
al descubrimiento de su propio cuerpo y del de los demás, de sus posibilidades y limitaciones. En el área
del Medio Físico y Social se dice que el educador ha de ofrecer al niño, principalmente en los primeros
tramos de la etapa, actividades que posibiliten el juego, la manipulación, la interacción y la exploración
directa del mundo que le rodea. A medida que los niños van creciendo, el educador debe ofrecerles
actividades de una mayor complejidad, como por ejemplo la construcción de pequeños artefactos y
aparatos sencillos que tengan sentido para ellos y les lleven a perfeccionar sus adquisiciones y a
aplicarlas. En el área de Comunicación y Representación, por ejemplo, se señala que el juego es un
elemento educativo de primer orden para trabajar los contenidos referentes a estos lenguajes, por su
carácter motivador, por las posibilidades que ofrece al niño para que explore distintas formas de
expresión y por permitir la interacción entre iguales y con el adulto.
Si el juego se ha demostrado que es tan importante para la ecuación infantil, del mismo modo lo es su
práctica en una Ludoteca como espacio de educación no formal donde se fomenta el aprendizaje a
través del juego. El juego es un recurso que permite al niño hacer por sí solo aprendizajes significativos y
que le ayuda a proponer y alcanzar metas concretas de forma relajada y con una actitud equilibrada,
tranquila y de disfrute. Por ello, el educador, al planificar, debe partir de que el juego es una tarea en la
que el niño hace continuamente ensayos de nuevas adquisiciones, enfrentándose a ellas de manera
voluntaria, espontánea y placentera.
El juego es un instrumento trascendente de aprendizaje de y para la vida y por ello un importante
instrumento de educación, y para obtener un máximo rendimiento de su potencial educativo, será
necesaria una intervención didáctica consciente y reflexiva. Dicha intervención didáctica sobre el juego
en la Ludoteca debe ir encaminada a:
- Permitir el crecimiento y desarrollo global de niños y niñas, mientras viven situaciones de placer
y diversión.
- Constituir una vía de aprendizaje del comportamiento cooperativo, propiciando situaciones de
responsabilidad personal, solidaridad y respeto hacia los demás.
- Propiciar situaciones que supongan un reto, pero un reto superable.
- Evitar que en los juegos siempre destaquen, por su habilidad, las mismas personas,
diversificando los juegos y dando más importancia al proceso que al resultado final.
- Proporcionar experiencias que amplíen y profundicen lo que ya conocen y lo que ya pueden
hacer.
- Estimulación y aliento para hacer y para aprender más.
- Oportunidades lúdicas planificadas y espontáneas
- Tiempo para continuar lo que iniciaron.
- Tiempo para explorar a través del lenguaje lo que han hecho y cómo pueden describir la
experiencia.
- Propiciar oportunidades para jugar en parejas, en pequeños grupos, con adultos o
individualmente.
- Compañeros de juego, espacios o áreas lúdicas, materiales de juego, tiempo para jugar y un
juego que sea valorado por quienes tienen en su entorno.
OBJETIVOS DE LAS LUDOTECAS:
Sus objetivos, funciones y servicios se supeditarán al sistema social, educativo y cultural de cada
comunidad, aunque tradicionalmente las Ludotecas tienen como objetivo común el desarrollo de
actividades lúdicas a partir del préstamo de juguetes y materiales de juego.
Según la Asociación Nacional Británica de Ludotecas, éstas deben promover el principio de la
importancia del juego para el desarrollo infantil y actuar como servicio preventivo y de soporte para las
familias con hijos pequeños, a través del préstamo de juguetes adecuados que permitan compartir el
juego en el hogar.
Entre los objetivos generales de la Ludoteca podemos considerar:
- Educar en y para el tiempo libre:
- Favorecer el desarrollo personal.
- Realizar actividades que favorezcan un uso lúdico, divertido y creativo del tiempo de ocio.
- Entrenarse en la autogestión del tiempo libre.
- Recuperar los espacios, los medios y el tiempo oportuno para jugar.
- Trabajar aquellos valores humanos básicos para la convivencia y el desarrollo individual y
colectivo.
- Motivar a los niños para la participación en su comunidad y en la elaboración de actividades
propias.
- Favorecer la socialización de niños y adolescentes.
- Ofrecer una alternativa socioeducativa al ocio y el tiempo libre de la familia.
- Conocer recursos y ponerlos en práctica con los participantes desde una perspectiva lúdica y
globalizadora, sin deterioro del desarrollo autónomo del juego libre.
- Desarrollar la comunicación y mejorar las relaciones del niño con el adulto en general y de los
hijos con los padres en particular.
- Potenciar actitudes y habilidades saludables, así como los valores de solidaridad en el grupo.
- Promocionar actividades creativas que incrementen las perspectivas de un tiempo de ocio
liberador y beneficioso.
- Facilitar el acceso al juego y al juguete:
- Integrar a la población menos favorecida en las actividades de la Ludoteca.
- Practicar juegos que favorezcan la integración, la cooperación, la convivencia y las relaciones
amistosas.
- Conocer la diversidad de juegos y juguetes que permitan el desarrollo de la creatividad, la
autonomía personal y la diversión.
- Potenciar la integración de niños y grupos sociales cualquiera que sea su condición física o
psíquica.
- Recuperar los juegos tradicionales, el folklore y la cultura popular.
- Fomentar las oportunidades para que todos los niños y jóvenes tengan acceso a los juegos y los
juguetes.
- Apoyar la creación de nuevos espacios de interacción y experiencias prácticas entre los adultos
y los niños.
- Difundir la importancia y necesidad del juego:
- Dar a conocer las posibilidades educativas de la Ludoteca.
- Ofertar actividades, recursos lúdicos y documentación sobre el juego y los juguetes.
- Reflexionar sobre la importancia de la actividad lúdica para el desarrollo humano.
- Considerar las necesidades recreativas e intereses lúdicos individuales, colectivos del grupo
familiar, de la comunidad, etc.
FUNCIONES DE LAS LUDOTECAS:
Para definir cuales son las funciones de la Ludoteca, creemos totalmente acertada la realizada por Josep
Mª Alluè, presidente de Atzar, durante su ponencia en el IV Congreso de Ludotecas celebrado en
Valencia durante 1999:
- Función Recreativa: La Ludoteca es un espacio de juego, y como tal ha de ofrecer diversión, ser
atractivo y hacer disfrutar a sus usuarios. Proporcionar a los niños aquellos juguetes que hayan escogido
en función de sus gustos, aptitudes y posibilidades, además de ser algo recreativo potencia la autonomía
de los mismos.
- Función Educativa: El juego, es un mecanismo de aprendizaje innato, la misión de la Ludoteca es
aprovechar este impulso natural para orientarlo a un desarrollo integral y positivo de la persona. Como
realizar actividades de animación infantil relacionadas principalmente con el juego y el juguete, de
manera en la que se fomente el aprendizaje, se fomente valores positivos y saludables, contribuyendo al
desarrollo integral de los niños.
- Función socio-económica: Actualmente, muy pocas personas pueden permitirse a nivel particular el
uso de las posibilidades de juego que ofrece una Ludoteca, y no tan solo a nivel material, sino también
de espacios y compañeros de juego que la Ludoteca posibilita. Como por ejemplo, es importante el
orientar a los padres en relación con la adquisición de juguetes que convengan a sus hijos.
- Función Comunitaria: Las Ludotecas han de emerger como puntos de información sobre el fenómeno
lúdico, fuente de recursos para otros colectivos, y han de formar parte del entorno comunitario en el
que se encuentran ubicados para desarrollar su papel educativo. Como promover el juego en grupos,
con compañeros de edades similares, favorecer la comunicación y facilitar la integración social y escolar
en espacios normalizados mediante la participación de los menores y de su familia en actividades
organizadas por los monitores fuera de la Ludoteca (excursiones de tipo cultural, a espacios naturales,
etc.).
- Función de Investigación: Las Ludotecas son el terreno de pruebas más real que existe para todos los
juegos que entran en ella. Por esto hace falta analizar estos materiales y surgir como puente entre
consumidores y productores, velando por la calidad de sus herramientas de intervención. Por ejemplo,
probar los juguetes para conocer su calidad material y también las reacciones del niño ante ellos,
facilitar esta información a los fabricantes de juguetes que la soliciten, reparar aquellos juguetes que se
hayan estropeado, etc.
Entre las utilidades y los beneficios que aporta la Ludoteca podemos considerar:
- Las Ludotecas satisfacen principalmente las necesidades de niños solos, con quienes los padres
no juegan. En ella los lazos familiares adquieren fuerza y se estrechan las relaciones de los
padres con los hijos.
- La Ludoteca es una vigilante de la calidad del juego y brinda a los padres la posibilidad de
probar diversos juguetes antes de comprarlos. Allí, el niño usuario se transforma en creador y
receptor de juguetes, algunos de ellos, incluso, creados por otros niños de su edad.
- La Ludoteca constituye un intento de control del consumo irracional. Los precios de los
juguetes, como los de todos los artículos, no cesan de aumentar, razón por la cual la Ludoteca se
ha vuelto una excelente opción.
- El principio de la Ludoteca, pretende mejorar la calidad de la vida y tejer lazos humanos en el
seno de una comunidad, a través de la participación en el juego.
DESTINATARIOS:
A nivel general, las Ludotecas son un recurso destinado a niños normalizados para su entrenamiento
lúdico y aprendizaje a través del juego. A él, acuden periódicamente, una vez que han salido de la
escuela y ha terminado su jornada escolar. Como ya hemos dicho anteriormente, estos recursos
contribuyen al desarrollo integral de los menores y cumple una serie de funciones muy importantes.
Los destinatarios de las Ludotecas son, por tanto, menores de entre 2 y 14 años, aproximadamente,
porque pueden ser algo mayores.
Pero, a veces, ocurre que este recurso está destinado, en gran medida, al apoyo de programas
específicos de los Centros de Servicios Sociales y, sobre todo, cuando están gestionados por los
Ayuntamientos.
En estos últimos casos comentados, los destinatarios presentan unas características especiales, como:
- La mayoría son menores que pertenecen a familias en desventaja social, con desestructuración
familiar.
- Tienen problemas socioeconómicos en sus hogares, y muchos no pueden disfrutas apenas de
juguetes y juegos.
- La ocupación de su tiempo libre se realiza de forma inadecuada, pasando mucho tiempo en la
calle y sin control de nadie adulto, generando conflictos.
Por tanto, las Ludotecas tienen una función educativa importantísima, además de todas las ya
señaladas, que contribuirán a la integración social de los menores y a su desarrollo integral como
personas con unos valores, hábitos y comportamientos normalizados.
Esto nos lleva a la siguiente conclusión: que el niño no es un ser aislado, sino que alrededor suyo tiene
una familia con una estructura y características determinadas, con un grupo de amigos e incluido en un
barrio con un ambiente y unas condiciones sociales concretas. Todo ello influirá en las características
psicológicas y personales del niño, y son aspectos que hay que tener en cuenta a la hora de trabajar con
los menores en una Ludoteca (y en otros contextos también).
En función de la situación de los niños que participen en la Ludoteca, así como de sus carencias y
necesidades que estos tengan, podemos determinar qué tipo de actividades con las más apropiadas
para ellos.
Algo a tener muy en cuenta, es que puede existir algún niño o varios con alguna discapacidad. En este
caso, se deberán adaptar las actividades a estos niños, y se deberán tener en cuenta en todo momento
su discapacidad, tratando de facilitar la integración con el resto del grupo.
También, nos podría ocurrir que algún destinatario de la Ludoteca fuera un niño cuyo país de origen no
fuera España. En este caso, las pautas de actuación serían las mismas que para los niños con
discapacidad, es decir, el fomento de la integración.
Por todo lo dicho, podemos llegar a la conclusión que los destinatarios de las Ludotecas pueden ser
niños muy heterogéneos y con necesidades muy diversas. Esto, aumentaría la complejidad del trabajo
diario, pero potenciaría el enriquecimiento mutuo y el desarrollo de valores positivos en los niños. Las
diferencias entre ellos, no pueden verse como una limitación, todos son niños, sean como sean, y esa
debe ser nuestra idea clave para trabajar con los destinatarios de las Ludotecas.
El enclave idóneo para situar una Ludoteca es el barrio, porque son centros abiertos en interacción
permanente con el entorno. Desde aquí se deben proyectar las acciones e intervenciones necesarias,
justamente el entorno cotidiano del individuo, donde se desarrolla afectiva, intelectual y socialmente:
Familia, escuela, amigos...
La mayoría de Ludotecas se han situado en barrios o zonas socioeconómicas y culturales bajas, con la
intención de posibilitar las orientaciones en el juego y la correcta elección de los juguetes por falta de
criterios adecuados. A pesar de ello a veces ocurre que un servicio que estaba pensado sobre todo para
familias más necesitadas acaban beneficiándose las más estables.
Generalmente las acciones en los barrios están promovidas por las asociaciones de vecinos, sociales,
culturales, juveniles..., que algunos casos cuentan con la ayuda financiera de las Administración local a
través de subvenciones y, en menor medida, de convenios.
PROGRAMAS:
Son muchos los programas que se pueden poner en funcionamiento en un barrio, especialmente
enmarcados en los siguientes ámbitos:
- Ámbito Educativo: Complementando la educación formal y afrontando el absentismo escolar, la
desgana y la apatía por el conocimiento. Habrá que incluir también actividades continuas durante todo
el año y otras eventuales como la alfabetización de adultos, el apoyo escolar, la animación a la lectura, la
recuperación de tradiciones y la cultura popular...
- Ámbito de Tiempo libre: Ofertando actividades de ocupación del ocio y educación en el tiempo libre a
través de Ludotecas, campamentos, centros juveniles, casas de juventud, centros de información... en
consonancia con el desarrollo de los valores humanos.
- Ámbito Sociocultural: Incluyendo todo lo relacionado con la promoción de la salud, la prevención, la
integración social... mediante campañas, charlas, conferencias, cursos, programas de educación de calle,
escuela de padres y madres, fomento del asociacionismo, escuelas-taller...
Barrios educadores:
El barrio cumple un papel socializador para los niños y jóvenes. En la calle van a encontrar modelos de
identificación que ejercerán mayor influencia cuanto menos sean los elementos válidos en la vida
familiar y en el marco escolar. Si la calle y el barrio son cercanos al grupo normativo, los jóvenes se
socializarán en un ambiente de normalidad; si el ambiente que se muestra en la calle es de marginación,
a la sazón que niños y jóvenes se formarán en ese entorno marginal. De ahí que las condiciones del
barrio, los equipamientos y los recursos van a influir especialmente en el desarrollo de las personas, en
las relaciones familiares y sociales.
Por todo esto es inaplazable extender la intervención de barrio si se quiere que sea una alternativa de
prevención tanto en el ámbito primario como en el ámbito secundario de posibles situaciones
problemáticas, así como de desarrollo comunitario del que están necesitados muchas parroquias y
barriadas. Habrá que comenzar por un análisis de investigación fiable para redactar un proyecto que
responda con precisión a las necesidades manifiestas y buscar los medios para ponerlo en marcha.
La puesta en marcha de Ludotecas debe insertarse en las redes sociales para contribuir como un recurso
comunitario a la mejora de las relaciones menor-entorno; así la Ludoteca se convierte en un lugar en el
que el niño no sólo puede obtener juguetes o jugar por mediación directa del juguete, sino que tiene la
posibilidad de comunicarse y relacionarse con sus semejantes, de entablar nuevas amistades, de
socializarse con normalidad, de acrecentar sus recursos para enfrentarse a las situaciones, etc.
Por otra parte, la Ludoteca como institución de la comunidad requiere de ésta unos soportes que le
permitan poder crecer, difundirse y aumentar la calidad de los servicios.
Las Ludotecas pueden desarrollar, coordinar o promover acciones educativas en la comunidad, dentro
del marco de una educación no formal, a partir del amplio concepto del término juego y de los
parámetros de libertad en los que se desenvuelve, tanto la propia actividad lúdica como su concepto de
estímulo y desarrollo, apoyadas por los elementos lúdicos y los educadores especializados en juegos.
El juego, considerado como actividad lúdica colectiva, puede no solo formar parte de proyectos para
mejorar la calidad de vida y la salud de los ciudadanos, sino ser requerido para la mejor difusión,
concienciación, participación y buen fin de los mismos proyectos.
Si consideramos el juego creador de una cultura lúdica, productor del crecimiento cultural y de la
identidad de cada pueblo, debemos recordar que el juego como posibilidad y necesidad de especie
humana, es una actividad antropológica universal que ha producido una cultura lúdica universal.
La actividad lúdica conlleva a una participación en la práctica de experiencias y vivencias culturales de
forma voluntaria, creativa y divertida. El juego garantiza el incremento progresivo de las relaciones
humanas entre los individuos y grupos, permitiendo diversos procesos participativos en un clima de
solidaridad y cooperación. Urge, pues, que los barrios sean verdaderos elementos dinamizadores y
educadores, tanto para los niños como para los jóvenes y adultos a los que hay que ofrecer la
oportunidad de participar si deseamos construir la convivencia y, consecuentemente, ciudades
saludables.
DEFICIENCIAS SOCIOCULTURALES:
Nuestra sociedad mantiene todavía diferencias educativas y de ocio entre personas por pertenecer a
distintas razas y sexos. Pero las Ludotecas pueden paliar estas diferencias dando a todas las personas las
mismas posibilidades a través del juego. Indudablemente es un recurso extraordinario para la
integración.
Hoy aún es una constante el hecho de que las niñas, en general, queden centradas en unos
determinados juegos y actividades lúdicas o que jueguen mucho menos y frecuenten en menor medida
las Ludotecas que sus compañeros de la misma edad.
El juego prepara para la vida y, según sean las intenciones educativas, podemos formar un tipo de
persona u otro: Las estimulamos más o menos en los juegos, les daremos unos u otros juguetes, unos u
otros espacios, las dejaremos más o menos tiempo de juego y les facilitaremos unos u otros puntos de
referencia y posibilidades de identificación en el amplio abanico lúdico.
PARA ELABORACIÓN DEL PROYECTO DE LUDOTECA, DEBEMOS TENER EN CUENTA ALGUNAS
CONSIDERACIONES:
Es importante saber dónde va a estar situada la Ludoteca, pues no es lo mismo en un barrio que en un
pueblo, ya que varían las condiciones de vida, la problemática, etc. La Ludoteca puede cumplir unos
objetivos muy concretos según lo que nos hayamos planteado conseguir. Puede ir dirigida a niños de 4 a
10 años simplemente porque queremos que disfruten del juego, o podemos dirigirla a niños de 10 a 16
años porque hemos detectado mucho callejeo, peleas, hábitos insalubres, etc. Habrá que "mirar" más
lejos: la Ludoteca puede ser un "medio" hasta que un "fin" en sí mismo. A través de la Ludoteca
podemos plantearnos trabajar otros elementos importantes para mejorar la calidad de vida de los
destinarios: que los menores aprendan a convivir, que los menores dediquen su ocio a actividades más
creativas, que los menores lleven una vida más saludable... y todo ello a través del juego, o con el juego
como "disculpa".
Hay Ludotecas que no se quedan en un simple local con juguetes y un par de monitores donde los niños
van a pasar el rato, sino que sirven como "trampolín" para conocer a los padres, la problemática que
puede haber en la familia... y actuar en consecuencia en coordinación los servicios sociales.
La Ludoteca no es un aula de un colegio, los niños y jóvenes van porque quieren, porque se sienten a
gusto con los monitores, con el ambiente creado, con las actividades... Es un espacio lúdico, festivo,
alegre... Y se organizan grandes juegos, excursiones, fiestas, campeonatos...
Por tanto:
- Partiremos de una realidad concreto: barrio, grupo de menores, pueblo...
- Sabemos qué queremos hacer, qué queremos "cambiar" o mejorar...
- Sabemos con quién podemos contar: Ayuntamiento, monitores, educadores, subvenciones, cuotas...
- Confeccionamos un proyecto para un primer momento. Con la experiencia, nuestro proyecto se irá
enriqueciendo.
- Ponemos mano a la obra.
Para la confección del proyecto podemos adoptar el esquema o patrón siguiente:
1. IDENTIFICACIÓN DEL PROYECTO/PROGRAMA/TALLER.
El nombre, que será breve y claro, responderá a su contenido -p.e.: «Proyecto de Ludoteca en el barrio
de Los Pinos», «Programa de Intervención con Menores Desfavorecidos», "Taller medio-ambiental",
etc.-.
2. ENTIDAD QUE LO DESARROLLA.
Hacemos una presentación breve de la entidad que va a desarrollar el proyecto/programa: fines,
filosofía o ideario, actividades que ha realizado, fuentes de financiación, domicilio social, teléfono, etc.
3. FUNDAMENTACIÓN DEL PROYECTO (Justificación).
Qué razones justifican la puesta en marcha del proyecto/taller, qué queremos hacer -según las
necesidades detectadas-, a qué resultado queremos llegar. Deberán estar en consonancia con los
propios objetivos de la entidad.
4. LOCALIZACIÓN FÍSICA.
Dónde lo vamos a hacer, en qué ámbito territorial, centro...
5. OBJETIVOS.
Para qué lo queremos hacer, cuáles son nuestros objetivos, señalando aquellos más importantes. Éstos
pueden ser: generales y/u operativos o didácticos.
6. FINES.
Qué resultado se quiere alcanzar con esta acción.
7. DESTINATARIOS.
A quienes van dirigido. Características del grupo social y número aproximado de beneficiarios o usuarios
directos e indirectos.
8. ACTIVIDADES.
Describiremos brevemente lo que se hará.
9. RECURSOS.
Qué recursos humanos, técnicos, materiales y financieros serán precisos para desarrollar el proyecto.
10. CRONOGRAMA o CALENDARIO.
Cuándo lo vamos a hacer. Plasmaremos los plazos de cada fase.
11. METODOLOGÍA.
Qué métodos usaremos para conseguir los objetivos, características y fases del proceso.
12. EVALUACIÓN.
Cómo será el seguimiento del proyecto. Qué indicadores o items utilizaremos para evaluar el proyecto participación, satisfacción...- y qué métodos emplearemos -cuestionarios, entrevistas, fichas-.
13. PRESUPUESTO Y FINANCIACIÓN.
Desglosaremos el coste del proyecto por partidas, tanto de ingresos que se preven -subvenciones,
donativos- como de los gastos -personal, gastos generales, imprevistos-.
LA LUDOTECA COMO RECURSO PARA LA ANIMACIÓN HOSPITALARIA
La intervención en Animación Hospitalaria se vertebra sobre dos puntos fundamentales: la intervención
en el hospital y la intervención en el domicilio del niño o niña enfermo. La intervención en el hospital, a
su vez, se puede realizar en las habitaciones de los niños y niñas, o en espacios comunes. La
disponibilidad de espacios nos las va a marcar las posibilidades reales del hospital.
En todo caso, todo hospital infantil, y sobre todo aquellos que participen en programas de pedagogía y
Animación Hospitalaria, deberían disponer de un espacio común que albergase una zona de juegos
polivalente. Es lo que llamamos «ludoteca».
Al hablar de la intervención en el hospital y en espacios comunes, mencionamos cuatro espacios
diferenciados: ludoteca-aula de juegos, biblioteca, videoteca y fonoteca. En la práctica, y salvo algunas
excepciones, será muy difícil disponer de cuatro espacios comunes diferenciados en el hospital. Sin
embargo, estos cuatro espacios se pueden reunir en uno sólo: la ludoteca.
Las ludotecas se revelan como un equipamiento con un gran potencial al servicio de cualquier programa
de Animación Hospitalaria, puesto que cumple los objetivos que éste se fija, no sólo como alternativa de
ocio sino también como espacio de encuentro e interacción del niño hospitalizado con otros
compañeros en su misma situación y con otras personas de su entorno.
Así, podemos hablar de diversas funciones que puede cumplir una ludoteca en los procesos de
hospitalización infantil:
Las funciones específicas de una ludoteca como recurso para la Animación Hospitalaria serían entonces:
- Distraer al niño enfermo de su dolencia
- Practicar la terapia mediante el juego y otras actividades lúdicas
- Ofrecer espacios de encuentro con otros niños hospitalizados y sus padres para interaccionar en un
ambiente distinto.
Hasta aquí, tenemos clara la necesidad e importancia de que se habiliten ludotecas en los hospitales
infantiles, pero... ¿sabemos qué es una ludoteca? Una ludoteca es un equipamiento estable de
educación integral mediante el ocio participativo, en la cual confluyen los objetivos de dos disciplinas: la
Pedagogía del Ocio y la Animación Sociocultural.
Como tal equipamiento, una ludoteca se asienta en cuatro pilares o requisitos:
- Infraestructuras: salas y/o pasillos acondicionados como espacios de ocio o aulas de juego. Si no fuese
posible la instalación de una ludoteca en el hospital, puede recurrirse a la colaboración de ludobuses.
- Proyecto Educativo: avalado por el programa de Animación Hospitalaria y reconocido y aprobado por
el propio hospital.
- Equipo Educativo: con voluntarios y personal especializado que compartan y revisen la acción, de
modo que se formen continuamente como equipo.
- Recursos y materiales: material lúdico, de animación y fungible, seleccionado y adaptado a sus
usuarios.
A su vez, las ludotecas deben tener unos objetivos referidos a las características y el tipo de intervención
socioeducativa que se puede perseguir y defender en ellas. De este modo, los objetivos compartidos por
cualquier ludoteca podrían ser:
- Fomentar la comunicación y participación libre y liberadora a partir del juego y de sus posibilidades
comunicativas, participativas y creadoras.
- Defender las culturas y la diversidad cultural rescatando juegos y juguetes tradicionales, recopilando
juegos y juguetes de otras culturas, y divulgándolos, potenciándolos, adaptándolos, etc.
- Mejorar la calidad de vida de la infancia y juventud, integrando valores sociales y educativos en el
desarrollo de las actividades lúdicas.
La organización de la ludoteca en el hospital se adaptará a la edad de los niños y niñas, la presencia de
familiares, la situación de la sala o espacio disponible, la duración de la estancia... y la disponibilidad del
voluntariado y profesionales del hospital a dar una cobertura estable al servicio. Se procurará
compaginar el horario de visitas, para que se desarrollen en un entorno lo más normalizado posible.
El funcionamiento se basa en la combinación del juego libre con actividades estructuradas (de
animación, talleres, etc.) y otras puntuales como fiestas, espectáculos o cuentacuentos.
El préstamo de libros y de juguetes se puede llevar a cabo siguiendo las normas de seguridad e higiene
habituales sin peligro de contagio. Esto posibilita incluso la optimización de recursos mediante el
intercambio y/o préstamo de material con bibliotecas y ludotecas ya existentes en el entorno del
hospital, siempre que el compromiso explicite las responsabilidades de cada parte.
Todos los juguetes estarán registrados y embalados con sus fichas e instrucciones, y se pueden
seleccionar desde las habitaciones a través de carritos expositores que circulen en la planta o de
catálogos plastificados. Desde estas ludotecas se pueden coordinar también las actividades de ocio en
las habitaciones (para que tengan una conexión con las actividades grupales) y el préstamo de carritos
de actividades polivalentes.
El equipo educativo no podrá descuidar, por tanto, el mantenimiento, la gestión del fondo lúdico, la
preparación y evaluación de las actividades, así como el seguimiento de los usuarios y del servicio.
En la ludoteca el educador / animador actúa como mediador en el proceso de desarrollo social del niño,
ya que el juego es el medio ideal para desarrollar técnicas y habilidades de comunicación, y técnicas
sociales como participar, competir, colaborar y buscar ayuda, sin poner énfasis en la perfección.
Además, las ludotecas son unos lugares idóneos para la observación e investigación de la actividad
lúdica y sus elementos estimuladores, sus limitaciones y sus potencialidades, y en este caso, centrados
en el contexto hospitalario.
EL JUEGO INFANTIL
En todas las partes del mundo los niños juegan tan pronto como se les presenta la oportunidad,
haciéndolo de una manera totalmente natural. El juego es parte de sus vidas, quizás es una de las pocas
cosas en las que pueden decidir por sí mismos.
El juego es una actividad presente en todos los seres humanos. Los etólogos lo han identificado con un
posible patrón fijo de comportamiento en la ontogénesis humana, que se ha consolidado a lo largo de la
evolución de la especie.
Si buscamos en los orígenes, se puede desprender la contribución del juego a la especie humana. No hay
humanidad donde no exista el juego. Es algo que los antropólogos han descubierto, y si pensamos que el
juego va unido a la infancia, profundizando sobre él llegaremos a considerar el papel de la infancia a lo
largo de la historia.
La prueba de que jugar no es un invento de nuestros días la encontramos en la literatura y el arte
antiguos, en los que se describen las actividades de los niños, y en el Foro Romano hay una rayuela
gravada en el piso. Los sonajeros más antiguos se fabricaban de vejigas de cerdo o de garganta de
pájaros, los que se llenaban de piedras para que el sonido producido estimulara la curiosidad de los
niños más pequeños.
Sorprendentemente a menudo, los niños juegan el mismo tipo de juegos: a la rayuela, a saltar a la
cuerda, con muñecos o pelotas. Sin embargo, los juegos y los juguetes suelen diferenciarse en las
distintas sociedades, dependiendo este fenómeno del acceso a diversos tipos de materiales y a los
valores existentes relacionados con el juego.
La manea de considerar a los niños, el juego y los juguetes varía según el país del que estemos hablando.
No todas las culturas consideran el juego como un factor importante para el desarrollo o madurez del
niño, a pesar de que la investigación especializada ha demostrado que lo más importante que puede
hacer un niño es jugar. Esta actividad, además de ser la principal con la que el niño cuenta para
relacionarse socialmente y aprender, se constituye en un elemento imprescindible para su correcto
desarrollo físico, emocional, y social.
Su papel es básico, ya que estimula la motricidad gruesa y fina, posibilitando que se obtenga un control
sobre los músculos grandes y pequeños que permitirá tener la coordinación necesaria para moverse
libremente. Jugar enriquece la comprensión y expresión del lenguaje como así también la capacidad de
interactuar y relacionarse socialmente con los objetos y las personas que le rodean. Si las experiencias
del niño son positivas, aumenta su autoconfianza.
Compartir positivas experiencias lúdicas crea fuertes lazos entre adultos y niños a través de toda la
niñez. En una palabra, el jugar es vital para el desarrollo en la infancia ya que a través del juego se ponen
en práctica todas las habilidades que favorecen la maduración y el aprendizaje. Aunque los niños
aprenden a través del juego con placer, no es un objetivo en sí mismo. Solamente es un medio para
alcanzar una meta final. Es una actividad natural que les proporciona placer y satisfacción.
Su universalidad es el mejor indicativo de la función primordial que debe cumplir a lo largo del ciclo vital
de cada individuo. Habitualmente se le asocia con la infancia, pero lo cierto es que se manifiesta a lo
largo de toda la vida del hombre, incluso hasta en la ancianidad.
Popularmente se le identifica con diversión, satisfacción y ocio, con la actividad contraria a la actividad
laboral, que normalmente es evaluada positivamente por quien la realiza. Pero su trascendencia es
mucho mayor, ya que a través del juego las culturas transmiten valores, normas de conducta, resuelven
conflictos, educan a sus miembros jóvenes y desarrollan múltiples facetas de su personalidad.
FUNCIONES DEL JUEGO EN EL DESARROLLO INFANTIL
Durante los distintos periodos de su desarrollo, el niño tiene diferentes intereses. A veces se habla, por
ejemplo, que el niño tiene periodos críticos en su desarrollo, siendo de vital importancia considerar los
intereses espontáneos de cada periodo para lograr un desarrollo íntegro.
Su universalidad es el mejor indicativo de la función primordial que debe cumplir a lo largo del ciclo vital
de cada individuo. Habitualmente se le asocia con la infancia, pero lo cierto es que se manifiesta a lo
largo de toda la vida del hombre, incluso hasta en la ancianidad.
Los expertos en desarrollo infantil comentan que en el juego existe libertad para experimentar con
nuevas experiencias y para cometer errores. Durante el juego el niño establece sus propios ritmos y
controla la situación, es independiente y tiene tiempo para resolver los problemas que se le plantean.
Todos ellos factores importantes para obtener un pensamiento eficaz. Los adultos deben ser agentes
mediadores para llevar al niño a realizar juegos eficaces y con sentido, acercándole las situaciones y
juguetes de los que pueda aprender más.
Por eso, tenemos que tener en cuenta las funciones del juego en el desarrollo infantil ya que es el
lenguaje principal de los niños. Éstos se comunican con el mundo a través del juego. El juego de los
niños siempre tiene sentido, según sus experiencias y necesidades particulares. Muestra la ruta a la vida
interior de los niños; expresan sus deseos, fantasías, temores y conflictos simbólicamente a través del
juego. Refleja su percepción de sí mismos, de otras personas, y del mundo que les rodea. A través del
juego los niños lidian con su pasado y su presente, y se preparan para el futuro.
- El juego estimula todos los sentidos.
- El juego enriquece la creatividad y la imaginación.
- El juego ayuda a utilizar energía física y mental de maneras productivas y/o entretenidas
El juego es divertido, y los niños tienden a recordar las lecciones aprendidas cuando se están divirtiendo,
por esto el juego facilita el desarrollo de:
- Habilidades físicas: agarrar, sujetar, correr, trepar, balancearse.
- Habla y lenguaje: desde el balbuceo, hasta contar cuentos y chistes.
- Destrezas sociales: cooperar, negociar, competir, seguir reglas, esperar turnos.
- Inteligencia racional: comparar, categorizar, contar, memorizar.
- Inteligencia emocional: auto-estima, compartir sentimientos con otros.
También, el juego facilita el aprendizaje sobre:
- Su cuerpo: habilidades, limitaciones.
- Su personalidad: intereses, preferencias.
- Otras personas: expectativas, reacciones, cómo llevarse con adultos y con niños.
- El medio ambiente: explorar posibilidades, reconocer peligros y límites.
- La sociedad y la cultura: roles, tradiciones, valores.
- Dominio propio: esperar, perseverar, lidiar con contratiempos y derrotas.
- Solución de problemas: considerar e implementar estrategias.
- Toma de decisiones: reconocer opciones, escoger, y lidiar con las consecuencias.
Para facilitar el análisis de las diversas aportaciones del juego al desarrollo psicomotor, intelectual,
imaginativo, afectivo social... del niño, presentamos una tabla en la que si bien aparece cada aspecto
por separado, es importante señalar que el juego nunca afecta a un solo aspecto de la personalidad
humana sino a todos en conjunto, y es esta interacción una de sus manifestaciones más enriquecedoras
y que más potencia el desarrollo del hombre.
Si el juego tiene una función EDUCATIVA, tendremos que tener claro que significa el concepto de
EDUCACIÓN.
En general y a nivel vulgar, se entiende por persona educada, aquella que tiene una cultura media y
sabe comportarse ante determinadas situaciones. Esta definición, se atiene a hechos que son verdad,
pero la educación no es sólo eso, sino algo más. Esta definición queda incompleta porque sólo reflejaría
el factor externo, respondiendo al concepto Pre-científico.
Si tenemos en cuenta el concepto etimológico: educación: EDUCO, EDUCAS, EDUCAR, se entiende como
un proceso de fuera a dentro, sinónimo de criar, proceso de influencia externa. La persona nace sin
hacerse y la ayuda externa los educa. El educador/a tendría un papel similar al de un escultor, porque va
esculpiendo a la persona y ésta será el resultado del trabajo del escultor únicamente. Responden estas
ideas al movimiento del pesimismo antropológico, representado por Kant y Durkeim.
Si nos referimos al movimiento del «optimismo antropológico» representado por Rosseau y Montesori,
veremos que estos entienden por educación dejar hacer, crecimiento: EDUCERE. En este caso el
educador es como un jardinero que va quitando las malas hiervas para que la persona crezca y aflore lo
que hay dentro de ella, que se va conociendo, aceptando sus posibilidades y limitaciones, para que se
vaya convirtiendo en un ser distinto de los demás. Es lo que se llama auto-educación.
Ambas posturas son opuestas, pues no hay un acuerdo en el término etimológico de la palabra
EDUCACIÓN. Pero además, son posturas, también externas, ya que la persona ni está formada
únicamente por la influencia externa (heteroeducación), ni únicamente por lo que hay dentro de ella
(auto-educación).
Por tanto, ambos procesos deben de ser complementarios y surge el «realismo antropológico», que
considera a la persona capaz de desarrollar lo que hay dentro de ella, pero a la vez necesita algunos
estímulos externos. La educación es entendida etimológicamente como «COMPLERE», que significa
ayuda y cuidado y el educador sería como un regulador de tráfico, porque educa a la persona
alternando lo positivo que hay dentro de ella con las influencias del exterior.
La importancia del juego en la educación es grande porque pone en actividad todos los órganos del
cuerpo, fortifica y ejercita las funciones psíquicas. El juego es un factor poderoso para la preparación de
la vida social del niño; jugando se aprende la tolerancia, se forma y consolida la personalidad y se
estimula la creatividad.
En lo que respecta al poder individual, los juegos desenvuelven el lenguaje, despiertan el ingenio,
desarrollan el espíritu de observación, afirma la voluntad y perfeccionan la paciencia. También
favorecen la agudeza visual, táctil y auditiva; aligeran la noción del tiempo, del espacio; dan soltura,
elegancia y agilidad del cuerpo.
La aplicación provechosa de los juegos posibilita el desarrollo biológico, psicológico, social y espiritual
del hombre. Su importancia educativa es trascendente y vital. Sin embargo, en muchas de nuestras
escuelas se prepondera el valor del aprendizaje pasivo, domesticador y alienante; no se da la
importancia del caso a la educación integral y permanente. Tantas escuelas y hogares, pese a las época
que vivimos o se nos exige vivir, todavía siguen lastrados en vergonzosos tradicionalismos.
La escuela tradicionalista sume a los niños a la enseñanza de los profesores, a la rigidez escolar, a la
obediencia ciega, pasividad, ausencia de iniciativa. Lo único que le importa cultivar es la asunción de
conocimientos. El juego está vedado o en el mejor de los casos admitido solamente al horario de recreo.
Frente a esta realidad la Escuela Nueva es una verdadera mutación en el pensamiento y accionar
pedagógico. Tiene su origen en el renacimiento y en el humanismo, como oposición a la educación
medieval, dogmática autoritaria y tradicional. Tiene la virtud de respetar la libertad y autonomía infantil,
su actividad, vitalidad, individualidad y colectiva. El niño es el eje de la acción educativa. El juego, en
efecto, es el medio más importante para educar.
El juego aparece vinculado a la educación a principios del siglo XX, cuando las hermanas Agazzi definen
su modelo educativo, opuesto a otro modelo existente en esa época, «el modelo de M. Monterori»,
quien fue una pedagoga excelente e hizo grandes aportaciones sobre la educación pero sin tener en
cuenta el ambiente familiar del niño/a. Pensaba que este era desordenado y no ayudaba al alumno/a,
porque creaban desequilibrios y desorden en los/as niños/as. Tampoco dio importancia a los lenguajes
corporales y no-verbales en general (música, dibujo, etc.) no creía en las actividades no organizadas.
En contraposición, las hermanas Hagáis, defienden en su modelo educativo:
- Una especial atención al ambiente familiar y social del niño.
- Una relación entre lo familiar y lo educativo.
- Dar a los/as alumnos/as grandes dosis de libertad.
- Favorecer la espontaneidad y creatividad de los/as alumno/as.
Y todo esto a través del juego, como una buena forma de educación. Es en este momento cuando se
comienza a utilizar el juego como un instrumento o medio educativo.
Para entender la importancia que tiene el juego en la educación, es imprescindible que analicemos las
formas actuales de diversión.
Los/as niños/as juegan actualmente, la mayoría del tiempo, con videojuegos o deportes de competición
para profesionales, que no muestran los valores ni las técnicas que necesitan para saber resolver sus
problemas cuando sean mayores. Los conflictos entre ellos y sus juegos electrónicos no requieren
ningún tipo de comunicación. El juego siempre tiene razón y el/la niño/a tiene el recurso de acabar con
el conflicto apretando el botón para iniciar una nueva partida. Muchas veces aprender artimañas
manipulativas para evitar pasar por esas dificultades, y las asimilan como una habilidad.
Los/as niños/as necesitan aprender pautas de comunicación mucho más productivas, más realistas y
más efectivas para llegar a ser adultos felices. Los conflictos entre compañeros/as son de persona a
persona, no de persona a máquina. La mayoría de las veces lo importante de un conflicto entre dos
personas no es si se tiene razón o no; la forma en la que discutimos es más relevante qué quien está en
los cierto o quién está equivocado/a.
Estas son razones que nos hacen ver lo necesario que es el juego en la educación. El juego no está
destinado únicamente hasta que los/as niños/as pasen el tiempo, sirve para mucho más, sirve para
educar. Veamos algunas de las razones por las que el juego es educativo.
LUDOTECAS EN LOS BARRIOS
El enclave idóneo para situar una Ludoteca es el barrio, porque son centros abiertos en interacción
permanente con el entorno. Desde aquí se deben proyectar las acciones e intervenciones necesarias,
justamente el entorno cotidiano del individuo, donde se desarrolla afectiva, intelectual y socialmente:
Familia, escuela, amigos...
La mayoría de Ludotecas se han situado en barrios o zonas socioeconómicas y culturales bajas, con la
intención de posibilitar las orientaciones en el juego y la correcta elección de los juguetes por falta de
criterios adecuados. A pesar de ello a veces ocurre que un servicio que estaba pensado sobre todo para
familias más necesitadas acaba beneficiándose las más estables.
Generalmente las acciones en los barrios están promovidas por las asociaciones de vecinos, sociales,
culturales, juveniles..., que algunos casos cuentan con la ayuda financiera de las Administración local a
través de subvenciones y, en menor medida, de convenios.
Programas:
Son muchos los programas que se pueden poner en funcionamiento en un barrio, especialmente
enmarcados en los siguientes ámbitos:
- Ámbito Educativo: Complementando la educación formal y afrontando el absentismo escolar, la
desgana y la apatía por el conocimiento. Habrá que incluir también actividades continuas durante todo
el año y otras eventuales como la alfabetización de adultos, el apoyo escolar, la animación a la lectura, la
recuperación de tradiciones y la cultura popular...
- Ámbito de Tiempo libre: Ofertando actividades de ocupación del ocio y educación en el tiempo libre a
través de Ludotecas, campamentos, centros juveniles, casas de juventud, centros de información... en
consonancia con el desarrollo de los valores humanos.
- Ámbito Sociocultural: Incluyendo todo lo relacionado con la promoción de la salud, la prevención, la
integración social... mediante campañas, charlas, conferencias, cursos, programas de educación de calle,
escuela de padres y madres, fomento del asociacionismo, escuelas-taller...
Información obtenida de:
http://www.palimpalem.com
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