Tercera fase de la Unión Económica y Monetaria

O/82/97
Bruselas, 30 de mayo de 1997
Tercera fase de la Unión Económica y Monetaria
Dictamen del Comité Económico y Social sobre el "Pacto
de estabilidad"
Habida cuenta de que se aproxima la fecha establecida en el Tratado para la plena
realización de la UEM, la Comisión ha elaborado -en colaboración con el Instituto
Monetario Europeo (IME)- las propuestas de medidas legislativas y reglamentarias que
deberá aprobar el Consejo.
El "Pacto de estabilidad para garantizar la disciplina presupuestaria en la tercera fase de la
UEM" consta de dos propuestas de Reglamento del Consejo independientes:
-
Reglamento relativo al reforzamiento de la supervisión y la coordinación de las
situaciones presupuestarias;
-
Reglamento por el que se agiliza y clarifica la aplicación del procedimiento de déficit
excesivo.
La Propuesta de Reglamento relativo al reforzamiento de la supervisión y la coordinación
de las situaciones presupuestarias tiene por objeto crear un sistema orgánico de
"supervisión multilateral" de la disciplina presupuestaria de cada uno de los Estados
miembros participantes en la UEM. Con este fin, se establece que todos los Estados
miembros participantes deben presentar, a partir del 1 de enero de 1999 y con carácter
anual, un "programa de estabilidad".
La Propuesta de Reglamento por el que se agiliza y clarifica la aplicación del
procedimiento de déficit excesivo trata los procedimientos para establecer la existencia de
déficit excesivo (apartado 6 del artículo 104 C del Tratado) y las sanciones que cabe
imponer (apartado 11 del artículo 104 C).
El Comité Económico y Social (CES), que acaba de aprobar en Pleno un dictamen sobre este
asunto (Ponente: Umberto BURANI, Grupo de Empresarios, Italia), plantea si no sería
aconsejable incluir en los programas de estabilidad la previsión de la evolución del empleo. El
índice de empleo serviría para contrastar la validez de los programas.
Por otra parte, el CES reconoce que una sanción pecuniaria es el mejor instrumento de
disuasión frente al mantenimiento de políticas demasiado flexibles en materia de finanzas
públicas. No obstante, se pregunta si la importancia de la sanción no repercutirá de forma
muy negativa en unas cuentas públicas ya desequilibradas.
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El Consejo debería considerar con extrema cautela y objetividad las consecuencias de la
aplicación de los criterios propuestos por la Comisión.
En materia de parámetros de convergencia, y en particular de déficit, la evolución de la
coyuntura podría aconsejar la inclusión en el Tratado de una cláusula de revisión periódica
de los criterios: los que se establecieron en su momento no serán necesariamente válidos
en el futuro.
En lo que se refiere a los procedimientos de convergencia reforzados y nuevo mecanismo
de tipos de cambio en la tercera fase de la UEM, el Comité considera que este mecanismo,
tal como se describe, es válido y debe ser aprobado. La estabilidad cambiaria de todas las
monedas de la Unión Europea es una condición necesaria.
El CES señala, no obstante, que, a diferencia del pacto de estabilidad, los programas de
convergencia carecen del requisito fundamental del poder disuasorio de las sanciones.
El Comité Económico y Social se muestra de acuerdo en términos generales con las
propuestas de la Comisión y llama la atención del Consejo sobre determinadas
consideraciones y reservas formuladas en el dictamen, que, sin alterar las directrices
propuestas, podrían facilitar una revisión posterior de las propuestas de la Comisión.
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