Rimas y leyendas Gustavo Adolfo Bécquer [Escribir el nombre del autor] Lengua 2011-2012 ÍNDICE Investigacion sobre el autor y su época Tema y Resumen del argumento de cada leyenda Analisis de los personajes Estructura de la obra Vocabulario Opinion Critica Bibliografia Investigacion sobre el autor y su obra Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo, aunque escribió en una etapa literaria perteneciente al Realismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con el movimiento posromántico. Aunque mientras vivió fue moderadamente conocido, sólo comenzó a ganar verdadero prestigio cuando, tras su muerte, fueron publicadas muchas de sus obras. Sus más conocidos trabajos son sus Rimas y Leyendas. Los poemas e historias incluidos en esta colección son esenciales para el estudio de la Literatura hispana, siendo ampliamente reconocidas por su influencia posterior. Nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, hijo del pintor José Domínguez Insausti, que firmaba sus cuadros con el apellido de sus antepasados como José Domínguez Bécquer. Su madre fue Joaquina Bastida Vargas. Por el lado paterno descendía de una noble familia de comerciantes de origen flamenco En 1846, con diez años, Gustavo Adolfo ingresó en el Colegio de San Telmo de Sevilla , donde recibe clases de un discípulo del gran poeta Alberto Lista, Francisco Rodríguez Zapata, y conoce a su gran amigo y compañero de desvelos literarios Narciso Campillo. Al año siguiente, el 27 de febrero de 1847, los hermanos Bécquer quedaron huérfanos también de madre, y fueron adoptados entonces por su tía materna, María Bastida y Juan de Vargas, que se hizo cargo de sus siete sobrinos, aunque Valeriano y Gustavo se adoptaron desde entonces cada uno al otro y de hecho más tarde emprendieron muchos trabajos y viajes juntos. Suprimido por Isabel II en 1847 el Colegio de San Telmo (que en 1849 pasaría a ser palacio de los duques de Montpensier), Gustavo Adolfo quedó desorientado. Fue entonces a vivir con su madrina Manuela Monnehay Moreno, joven de origen francés y acomodada comerciante, cuyos medios y sensibilidad literaria le permitían disponer de una mediana pero selecta biblioteca poética. En esta biblioteca empezó Gustavo Adolfo a aficionarse a la lectura. Inició entonces estudios de pintura en los talleres de Antonio Cabral Bejarano, y más tarde en el de su tío paterno Joaquín Domínguez Bécquer, que le pronosticó «Tú no serás nunca un buen pintor, sino un mal literato», aunque le estimuló a los estudios y le pagó los de latín. En, 1857, cuando apareció la tuberculosis que le habría de enviar a la tumba. Tuvo un modesto empleo dentro de la Dirección de Bienes Nacionales y perdió el puesto, según cierta leyenda, por sorprenderlo su jefe dibujando. Su pesimismo va creciendo día a día y sólo los cuidados de su patrona en Madrid, de algunos amigos y de Valeriano le ayudaron a superar la crisis. Tema de las rimas Primera serie: rimas I-XI, la poesía misma habla de temas variados. Rimas XII-XXIX. El tema del amor hablan mas que nada del amor y Rimas XXX.LI, el tema del desengaño. Rimas LII.LXXVI. domina un sentimiento de dolor insondable, de angustia desesperanzada Resumenes de las leyendas • • la corza blanca el cristo de la calavera Los ojos verdes En una cacería Fernando de Argensola dispara a un ciervo y este malherido se adentra en una zona del bosque donde ni los cazadores ni los perros accedían puesto que era la zona de la fuente de los Álamos y allí se decía que quien se atreviese a entrar pagaría su osadías enfrentándose a un espíritu maligno que habitaba en la zona que tenia los ojos verdes. De todos modos Fernando entró y consiguió coger su pieza, pero desde entonces su comportamiento cambió.,estaba pálido, se había vuelto se volvió ausente no se abria a los demás y no tenia muchos amigos que iba a cazar solo, pero nunca traía ninguna pieza. Su montero Iñigo estaba preocupado por su amigo y este le contó que aquel día en la fuente había visto una joven bellísima con unos ojos verdes hechizadores y, que aunque sabia que se trataba del espíritu necesitaba volver a verla e iba siempre a ver si la veía en vez de a cazar . Vuelve a la fuente y allí intenta averiguar quien es la joven hablando con ella; él le confiesa su amor, y entonces la dama le habla y le dice que le quiere, y le da un beso y se le lleva al fondo del lago. El miserere Un hombre que va todos los días a la biblioteca , cogió un libro de música un “miserere” y encontro debajo de cada nota una palabra en alemán. También se dio cuenta de que el “miserere” no estaba terminado. Entonces, un señor que estaba sentado a su lado le contó la leyenda que se contaba sobre ese libro. Era de que un hombre entro en la abadia con pintas de mendigo y pidió de comer a los momnjes y dijo que era músico y le gustaría escribir el miserere, El sacerdote de la abadía le pregunto si no conocía el “miserere de la montaña”. Le contó que hacia muchos años había un monasterio en la montaña y que el hijo del noble que lo había construido lo incendio y murieron todos los monjes que Vivian en el. Desde entonces hay personas que dicen oir cuando pasan por la montaña a los monjes que murieron cantando un “miserere”. El mendigo corrió a la montaña para intentar escucharlos y pasado un largo tiempo vio a los esqueletos de los monjes subir la montaña vestidos con túnicas y empezó a escucharlos cantar el miserere pero un resplandor le ilumino y le dejo incosciente . Al día siguiente el músico volvió a la abadía y dijo a los monjes que iba a escribir el “miserere” que había escuchado en la montaña. Escribió muchos borradores, lo intento muchas veces pero no conseguía acabar. Al final se volvió loco y se murió dejando el “miserere” sin terminar. Y ese era el “miserere” que el autor había encontrado en la biblioteca de la abadía con las anotaciones extrañas Maese perez el organista En esta leyenda el narrador y una mujer se turnan a la hora de contar los hechos, hablan sobre el órgano de la iglesia del lugar, y su organista, un genial músico que a pesar de su órgano viejo y roto es capaz de encandilar al pueblo entero, a parte de su humildad y honradez, este hombre, llamado Maese Pérez, toca el órgano hasta su última Nochebuena, en la cual se levantó de su lecho de muerte para tocarlo por última vez. Otro de los protagonistas, un engreído joven, el organista de San Román, toca la Nochebuena siguiente a la de la muerte de Maese Pérez, todo el pueblo espera ansioso a que suba hasta el órgano para abuchearlo y montar un escándalo, pues era un pésimo organista, pero todos se quedan boquiabiertos al ver la maestría de las notas que salían del órgano. La hija de Maese Pérez, novicia desde que este murió, es llamada para tocar el órgano en Nochebuena en el convento, a pesar de la reticencia de ella quien decía haber visto a su padre allí la noche anterior, cuando la chica sube hasta el órgano se aparece el fantasma de su padre tocando el órgano, y resolviéndose así el misterio de la calidad de notas del organista de San Román. El monte de las animas Es un chico enamorado de su prima,era muy valiente y le admiraban por eso, a quien su prima tienta a ir al Monte de la Ánimas la noche de los Santos Inocentes a buscar un pañuelo,al principio el no quiere, porque la gente decía que todas las noches las almas de los difuntos guerreros de la una sangrrienta batalla salian y entraban en guerra otra vez pero de todas formas el fue. despuesla leyenda pasa narrándonos cómo su prima, durante esa noche, cree oír ruidos y ver sombras extrañas, para levantarse y encontrarse con el pañuelo con por el cual había ido su primo al monte totalmente ensangrentado, para que más tarde se le diga que éste ha muerto. Termina diciendo cómo algún cazador había visto durante esa misma noche en años anteriores a una mujer corriendo alrededor de la tumba de su primo gritandr, al lado de los esqueletos que en esa noche se levantan de su sueño. El rayo de luna Manrique, un joven poeta, que le gusta leer, los monasterios, los bosques... el prior de un monasterio le ha dicho que las estrellas son otros mundos En Soria hay un puente que conduce al convento de los templarios. Él una noche de verano se paseaba por allí cuando vio como el traje blanco de una mujer por ahí creyó ver el vestido de una chica, corrió tras ella, creyendo oír su voz, aspirar su perfume, y distinguir sus pisadas en la tierra, Quiso seguirla, qué podía hacer a esas horas. Le pareció que en una barca cruzaba el río, él echó a correr a ver si la pillaba. Después se puso a seguir a la gente que venía del otro lado del río, para saber dónde se hospedaban y vio en una casa que un rayo de luz que se reflejaba en la casa de enfrente. Enseguida supo que esa era la casa de ella, incluso vio un balcón con la luz encendida. Se quedó allí toda la noche, hasta que por la mañana salió un escudero. Tras ser interrogado dijo que en esa casa no había ninguna mujer, sino Alonso Valdecuellos, que estaba enfermo. Durante dos meses la buscó hasta que otra noche le pareció verla, se acerco y soltó una estridente carcajada, porque se dio cuenta que era un rayo de luna que se colaba por entre los árboles cuando el viento movía sus ramas. Todos le tomaron por loco pero el decía que era el único cuerdo. El beso Los soldados se reparten por ahí para dormir y a un capitán le buscan el alojamiento de una iglesia, muy desmantelada pero aún se veían las estatuas de piedra sobre el mármol de sus tumbas. Al día siguiente, los oficiales se aburrían allí mucho y se reunían en el Zocodover, estaban esperando al recién llegado. Cuando le preguntan cómo ha pasado la noche, éste comienza la historia. Un ruido lo despertó y antes de dormirse vio una mujer muy hermosa arrodillada junto a altar, se le antojaba un espíritu, pero era de mármol. Parecía una dama castellana que por algún milagro permanece así. Junto a ella hay un guerreo, su marido. Los demás soldados quieren verlas y quedan para esa noche. Se enteran de que son un importante guerrero y Dña. Elvira de Castañeda. Los soldados estaban borrachos, le acercaron a la estatua del guerrero el vino a los labios y le arrojaron la copa entera sobre la cara. El capitán dijo que los labios de la mujer le incitaban a besarlos, cuando iba a besarla el guerrero levantó su brazo y le dio un golpe que lo tiró al suelo echando sangre por la boca, nariz y ojos. La ajorca de oro Pedro,porque se lo pidió o porque quería complacer a su amada María, intentó robar la ajorca de oro que la Virgen de la Catedral de Toledo tiene en una de sus manos. En su intento, el suelo de la catedral se convierte en tumbas, todas las estatuas se bajan de sus huecos y ocupan el ámbito de la iglesia y miran a Pedro con ojos sin pupilas; éste también ve todo un mundo de reptiles y alimañas. Tras tantas impresiones cae desmayado sobre el ara y cuando se despierta aun tiene la ajorca de oro entre sus manos, pero se ha vuelto loco La corza blanca Va sobre un noble aragonés, llamado don Dionís, había luchado en la guerra santa y tenía una hija, Constanza, a la vez tenía un sirviente personal que se llamaba Garcés. un día cuando acabaron la caza se reunieron todos en unos arboles y vino un zagal y le dijeron a Dionís que estaba un poco loco porque pensaba que todos los ciervos estaban contra el, y también que un día buscando a los ciervos apareció un grupo de corzas lideradas por una corza blanca que al verlo huyeron despavoridas. Todos se rieron de las gracias de Esteban menos Garcés que no paraba de pensar en el relato sobre la corza blanca. Garcés amaba a Constanza, la azucena del Moncayo y pensó que si la atrapaba la corza blanca para ella, ésta caería rendida en sus brazos. Salió del castillo armado pensando que atraparía su botín y después de luchar contra todos los elementos consiguió verla junto a su manada y gracias al destino, pues la corza blanca quedó atrapada en un matorral, pudo acercarse a ella e intentar cogerla. Pero cuando iba a hacerlo la corza le habló y él quedó tan sorprendido que se liberó e intentó escapar, mas Garcés le tiró una flecha y acertó en el blanco, pero en realidad la corza era Constanza que se revolcaba en su propia sangre tras haber sido alcanzada por la flecha de su pretendiente.