REPÚBLICA DE COLOMBIA RAMA JUDICIAL TRIBUNAL

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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
REPÚBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL
TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ
SALA DE JUSTICIA Y PAZ
Magistrada Ponente
Radicado
Procesado
Delito
Decisión
:
:
:
:
:
Uldi Teresa Jiménez López
110016000253200782701 01
Fredy Rendón Herrera
Reclutamiento ilícito de menores. Otros
Revoca y concede libertad a prueba.
Aprobado en acta
:
006/15
Bogotá D. C., treinta (30) de abril de dos mil quince (2015).
La Sala resuelve la apelación interpuesta por la apoderada del postulado
condenado contra el auto de marzo 18 de 2015, mediante el cual el Juzgado de
Ejecución de Sentencias de las Salas de Justicia y Paz del Territorio Nacional
negó la libertad a prueba pretendida a favor de FREDY RENDÓN HERRERA.
ACTUACIÓN PROCESAL
1.
En sentencia de diciembre 16 de 2011 proferida por esta
Corporación, confirmada en lo que interesa ponderar para los actuales fines por la
Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, con ponencia de quien
cumple en la actualidad la labor de segunda instancia, se condenó a FREDY
RENDÓN HERRERA alias “El Alemán”, a la pena principal de prisión de seiscientos
cuarenta y cinco meses (645) y multa de once mil smlmv, luego de haber sido
hallado coautor responsable de la comisión de los delitos de concierto para
delinquir agravado, utilización ilegal de uniformes e insignias, homicidio en
persona protegida, secuestro agravado y reclutamiento ilícito, en concurso
homogéneo y heterogéneo.
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
2.
La vigilancia de la sentencia le correspondió al Juzgado con Función
de Ejecución de Sentencias de las Salas de Justicia y Paz del Territorio Nacional,
despacho ante el cual, en memorial radicado el 22 de marzo del presente año,
la apoderada del postulado solicitó se otorgara la libertad con fundamento en el
artículo 29 de la ley 975 de 2005. En tales condiciones, la Juez de Ejecución de
Sentencias fijó la fecha de marzo 17 y 18 siguiente para la realización de la
referida diligencia en la que la defensora sustentó la petición de la siguiente
manera, tal como consta en el registro de audio respectivo1.
a.
FREDY RENDÓN HERRERA se entregó de manera voluntaria a las
autoridades gubernamentales, en específico, ante el Alto Comisionado para la Paz
de la época, en inmediaciones del municipio de Necoclí, Antioquia, el 15 de agosto
de 2006.
El sometimiento consciente a las autoridades lo realizó con la finalidad de
cumplir lo pactado entre los grupos paramilitares y el Gobierno Nacional, esto es,
entregar las armas, desmovilizar todos los integrantes bajo su mando, reparar a
las víctimas, colaborar con el proceso de verdad pero además y, principalmente,
de empezar a descontar el período constitutivo de pena alternativa cifrado, desde
un comienzo en la ley 975 de 2005, en un máximo de 8 años y un mínimo de 5.
En el mismo sentido, aduce que la privación efectiva de la libertad del
nombrado ocurrió ocho días después de la desmovilización, esto es, el 21 de
agosto siguiente y que en principio fue llevado a la Estación de Policía del lugar
empero, por tratarse de un centro de reclusión no apto para este tipo de internos,
fue trasladado el 25 de agosto de la misma anualidad al centro de concentración
dispuesto por el Gobierno Nacional en el municipio de La Ceja, Antioquia; lugar en
el que permaneció hasta el 1o de diciembre de ese mismo año cuando fue ubicado
en la Cárcel de Itagüí.
En este punto del discurso, sostiene enfáticamente que para el momento
de verificación del sometimiento voluntario a las autoridades estatales, su
representado no tenía vigente orden de captura o sentencia condenatoria en firme
alguna, por ende, que la entrega se presentó sin apremio alguno, y que la
1
Audiencia de solicitud de libertad a prueba de marzo 17 y 18 de 2015.
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disposición formal a las autoridades judiciales debió hacerse respecto de la orden
proferida durante el mes de octubre del 2006 en el proceso tramitado por la
Fiscalía 22 de la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario seguido por el delito de homicidio que, a la postre, finalizó con
sentencia absolutoria.
Por otra parte, aduce que en la versión libre de agosto 14 de 2006-la Sala no
encuentra acertada esta fecha debido a que la desmovilización de RENDÓN HERRERA apenas se
presentó el 15 de agosto, por lo tanto, al no pertenecer al proceso de justicia y paz, no podía ser
escuchado en versión-,
se confesaron una serie de hechos que le sirvieron a la Fiscalía
General de la Nación para promover, iniciar y llevar hasta su culminación incluso,
con sentencia condenatoria, procesos en los que RENDÓN HERRERA se encuentra
postulado, así como aquellos dispuestos por la jurisdicción ordinaria y que sólo por
dicha versión pudieron llegar a un fallo condenatorio. Así mismo, que por lo allí
manifestado se estableció su participación en la organización criminal, en especial,
la pertenencia a la Casa Castaño, la importancia de Rodrigo doble cero y ciertos
hechos constitutivos de conductas punibles que sólo él podía esclarecer.
En cuanto a los procesos adelantados en jurisdicción ordinaria, indicó que el
postulado decidió colaborar en ellos para evitar obstaculizar el normal desarrollo
de la justicia ordinaria, pero además, por cuanto “no sabíamos cuál era el trámite”
para obtener de manera eficaz el envío de estas actuaciones a la jurisdicción de
Justicia y Paz, en la que se debatían los mismos hechos. A lo dicho se sumó la
circunstancia de que la justicia permanente decidió continuar con el juzgamiento
de tales conductas por considerarse competente para ello, sin importar lo que
sucediera con lo normado por la ley 975 de 2005.
Ahora bien, manifiesta con base en los documentos aportados a la
actuación, en especial, en la copia de la sentencia de primera instancia proferida
por esta Corporación, que RENDÓN HERRERA fue postulado por el Gobierno
Nacional para ser beneficiado con la ley 975 de 2005, el 27 de febrero de 2007.
Por lo tanto, que es desde esta fecha que ha de contabilizarse el término para
entender cumplida la pena alternativa de ocho años de prisión.
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Adicionalmente, aporta copia de la cartilla biográfica del postulado y de la
certificación expedida por el Comité de Disciplina del Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario, INPEC, en las que consta a su juicio, el cumplimiento de
otro requisito como es el observar buena conducta al interior del centro de
reclusión, incluidos aquellos en los que permaneció por períodos inferiores a los
tres meses, pues se calificó la conducta de su representado en el grado de
“ejemplar”.
También encuentra acreditado el cumplimiento de la exigencia de
resocialización plena del postulado, en virtud a que durante su permanencia en el
centro penitenciario y carcelario de Itagüí, Antioquia, se graduó como bachiller,
inició estudios de educación universitaria, realizó innumerables cursos en derechos
humanos y derecho internacional humanitario, entre otros.
En este mismo sentido, aduce por último, que en la sentencia de primera
instancia ya se había dado por satisfecho el requisito de aporte a la verdad y a la
reparación de las víctimas, de conformidad con certificado expedido por la Fiscalía
General de la Nación. En cuanto al primero de los enunciados, por ejemplo, pues
gracias a sus versiones se permitió iniciar procesos por parapolítica, el juzgamiento
de aforados y no aforados, de miembros del Ejército Nacional, de servidores
públicos y de particulares, entre éstos de personas del gremio de los
comerciantes, que financiaron el proyecto militar de su pertenencia, así como la
exhumación de cadáveres.
Frente al segundo de los condicionamientos, declara probada la entrega de
bienes por parte de RENDÓN HERRERA a la antigua y ya desaparecida Acción
Social, de acuerdo con certificado expedido por la Fiscalía General de la Nación.
Por otra parte, aduce que tal como lo indica el ente investigador, su
representado se ha abstenido de incurrir en la comisión de cualquier tipo de
conducta punible; situación corroborada con la ausencia de registro en las bases
de datos de la referida institución donde figure el nombrado como sujeto de
investigación y que los hechos por los cuales ha sido condenado hasta el momento
hacen parte de aquellos cometidos durante su pertenencia al Bloque Élmer
Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia “AUC”.
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Así mismo, indica que la mencionada institución, en escrito de marzo 3 del
presente año, respondió la petición elevada por el postulado a través de
apoderado, manifestando que se le había realizado imputación parcial de cargos e
impuesto medida de aseguramiento el 9 de septiembre de 2009 por hechos objeto
de condena en fecha posterior; decisión que fue confirmada por la Sala de
Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia. Así mismo, y sin resultar del todo
clara dicha manifestación, que se han realizado otras dos imputaciones parciales
de cargos, una de ellas durante los años 2012 y 2013, por razón de la cual se
encuentra adelantando en la actualidad la audiencia concentrada ante despacho
de conocimiento de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Medellín, mientras que
en la restante se realizó audiencia de control de cargos “en el mismo tribunal por
otros delitos”.
Por lo tanto, que con la acreditación de las exigencias de privación efectiva
de la libertad y de resocialización, se debe entender cumplido el factor restante
para acceder al beneficio de la libertad a prueba.
b.
Por otra parte, de manera un poco imprecisa solicita la acumulación
de siete procesos que han sido adelantados por la jurisdicción ordinaria y que en
la actualidad son de conocimiento de los Juzgados 1 y 2 de Antioquia y 3 de
Medellín, Antioquia.
En primer lugar, se refiere a la condena proferida en su contra por el
Juzgado Penal del Circuito de Turbo, Antioquia, por el homicidio de Francisco
Bolívar Ceballos; hecho que pese a haber sido confesado en Justicia y Paz fue
objeto de condena por la jurisdicción ordinaria.
En segundo lugar, reseña la condena proferida por un juzgado de la misma
categoría y especialidad empero, de Quibdó, Chocó, por hechos ocurridos en la
denominada “toma de Riosucio”, y que deberá ser acumulado tarde o temprano a
Justicia y Paz, tal como se indicó en auto de marzo de 2014 de la Sala de Justicia
y Paz de Medellín, en el cual se ordenó la acumulación de procesos adelantados
por esta jurisdicción contra RENDÓN HERRERA y otros postulados, pues se trata
de hechos objeto de la jurisdicción de Justicia y Paz.
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Una tercera condena se profirió en septiembre de 2009 en el Juzgado 9
Penal del Circuito de Medellín, por hechos que no han podido ser confesados aún
en esta jurisdicción. Sin embargo, aduce que tales hechos fueron confesados por
el postulado en la jurisdicción ordinaria.
Por último, hace referencia a otros cuatro procesos que en la actualidad
vigilan los juzgados 1 y 3 de ejecución de penas y medidas de seguridad de
Antioquia, uno de ellos por la muerte de Orlando Valencia que, pese a ser
solicitado en el momento oportuno el envío a esta jurisdicción ello nunca ocurrió,
razón por la cual se llegó a proferir sentencia condenatoria; situación que a su
juicio vulnera el principio non bis in ídem.
En este punto de la discusión aduce que a pesar de que contra las
decisiones que negaban el envío de las actuaciones a la jurisdicción de justicia y
paz no se interpusieron los recursos correspondientes, sí se advertía dicha
necesidad, aun teniendo en cuenta que ello no era del resorte del postulado.
En el mismo sentido, esto es, dentro de las cuatro condenas restantes, se
refiere a la muerte de Marco Aurelio Osorio Manco, confesada por dos integrantes
del Élmer Cárdenas, indicando que por este hecho deberá ser llamado RENDÓN
HERRERA a responder en Justicia y Paz.
Por último, invoca el caso denominado Otterloo, por razón del cual fue
condenado su representado por la justicia ordinaria por los delitos de concierto
para delinquir y porte ilegal de armas, pese a tratarse de hechos objeto de
versión, por tanto de confesión, en esta jurisdicción.
Finalmente, advierte que el postulado estuvo a disposición de la Fiscalía 22
de la Unidad de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, por
razón del proceso adelantado por el Juzgado Penal del Circuito Ajunto-no indica el
lugar-,
el cual culminó con sentencia absolutoria, relacionado con la muerte de
Eulalio Blandón y otros. Así mismo, que con fundamento en lo anterior, fue puesto
a disposición del Juzgado 3 de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de
Medellín, despacho que vigila la condena proferida por el Juzgado 1º Penal del
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Circuito de Turbo, Antioquia, a partir del 25 de julio de 2010. Por tanto, que a
partir de esta fecha se encuentra descontando pena por este proceso.
Aclara igualmente, que sólo las tres primeras sentencias dictadas por la
jurisdicción ordinaria referidas se conocían al momento de proferida la sentencia
parcial de Justicia y Paz pero además, que ninguno de los hechos constitutivos de
los procesos referidos en precedencia hacen parte de la sentencia vigilada por la a
quo empero, insiste en que se trata de hechos cometidos durante y con ocasión a
la pertenencia al grupo organizado al margen de la ley, por ende, que en cualquier
momento serán objeto de acumulación.
En este orden de ideas, aduce que existe un vacío legal susceptible de ser
llenado por la Juez de Ejecución de Sentencias de las Salas de Justicia y Paz,
referido a la necesidad de acumular las penas dictadas en los procesos ordinarios
y que no fueron dispuestas en la sentencia de primera instancia de esta
jurisdicción, tanto por no haberse dispuesto respecto de las que se habían
proferido para esa época, como de las que se emitieron con posterioridad.
DECISIÓN IMPUGNADA
La a quo discurre sobre la facultad del Juez de Ejecución de Sentencias
de las Salas de Justicia y Paz de ordenar la acumulación de penas y procesos
adelantados en la jurisdicción ordinaria, para concluir que tal procedimiento es
posible siempre y cuando se trate de hechos expresamente incluidos en las
sentencias proferidas en justicia y paz, por ende, incorporados en la providencia
vigilada, así como de sentencias parciales dictadas en el futuro, relacionadas
con los postulados sobre los que ya han sido dictadas otras sentencias en el
ámbito de competencia de justicia y paz y que han quedado en firme.
En tal sentido, adujo que a pesar de la expresa regulación en la materia,
contenida en los artículos 20 de la ley 975 de 2005 y 25 del decreto 3011 de
2013, por razón de los cuales la competencia para disponer la acumulación de
penas y procesos recae en la Sala de Conocimiento al momento de proferir la
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sentencia, pueden presentarse situaciones en las cuales se ordene la
acumulación de procesos suspendidos en la justicia permanente en el auto que
decreta la legalidad de los cargos empero, que no se concrete en la sentencia
de primera y segunda instancia, como ocurre en el presente asunto.
En
tales
eventos,
indicó
que
en
virtud
del
principio
de
complementariedad, por razón del cual resulta procedente dar aplicación a lo
consagrado en el numeral 2, artículo 79 de la ley 600 de 2000 y el numeral 2,
artículo 38 de la ley 906 de 2004, los jueces de ejecución de penas, incluido el
de Justicia y Paz, están facultados para decidir sobre la acumulación jurídica de
penas dictadas en procesos diferentes contra la misma persona, en especial, en
cuanto interesa para esta jurisdicción, en aquellos casos en los que se impuso
una pena ordinaria por hechos incluidos dentro de la sentencia vigilada o
respecto de un proceso por el cual no se ordenó la suspensión, es decir, que no
fue relacionado en el ámbito de la ley 975 de 2005.
Discernida la referida facultad, desestimó la petición de acumulación de
las penas proferidas por los siguientes despachos.
1.
Juzgado 1o Penal del Circuito con Función de Conocimiento de
Turbo, Antioquia, en el radicado 2009-00141 por el delito de homicidio de
Francisco Albeiro Bolívar Ceballos de agosto 25 de 2009.
2.
Juzgado 9o Penal del Circuito de Medellín, Antioquia, en el
radicado 2013-0032 por el delito de desplazamiento forzado de la familia
Marmolejo Colón de mayo 9 de 2013.
3.
Juzgado Penal de Circuito Especializado de Quibdó, Chocó, en el
radicado 2007-00100 por el delito de homicidio en concurso homogéneo y
heterogéneo con el punible de secuestro de septiembre 24 de 2009.
4.
Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, en
el radicado 2008-00077 por el homicidio de Orlando Valencia y la conducta
punible de concierto para delinquir.
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5.
Juzgado Primero Penal Adjunto del Circuito Especializado de
Antioquia en el radicado 2012-00033 por el homicidio de Marco Aurelio Osorio
Manco, y las conductas punibles de desplazamiento forzado secuestro simple y
porte de armas y municiones de las fuerzas armadas.
6.
Juzgado adjunto al Primero Penal del Circuito Especializado de
Antioquia en el radicado 2010-0001500 por los punibles de concierto para
delinquir agravado y fabricación, tráfico o porte de armas de uso privativo, y,
7.
Juzgado adjunto al Primero Penal del Circuito de Antioquia en el
radicado 2007-00100 en el que se dictó fallo absolutorio por los punibles de
homicidio agravado, homicidio en la modalidad tentada, terrorismo, hurto
calificado y agravado.
Lo anterior, por cuanto respecto de las primeras seis condenas
mencionadas el postulado RENDÓN HERRERA no fue condenado en los precisos
términos del proceso de la ley 975 de 2005 por los delitos mencionados, sino
que el mismo lo fue, en la sentencia que se vigila en la actualidad, se insiste,
por los delitos de concierto para delinquir agravado, utilización ilegal de
uniformes e insignias, el secuestro y homicidio de Rigoberto de Jesús Castro
Mora, de quien se predicó la condición de persona protegida, reclutamiento
ilícito respecto de 309 personas, pero además y, principalmente, porque los
hechos objeto de las condenas que pretenden ser acumuladas no están
incluidas en la sentencia vigilada.
De manera adicional, indicó que los hechos incluidos en la primera y la
tercera de las condenas referidas ya fueron objeto de confesión por el postulado
y han sido imputados en el proceso priorizado del que conoce una de las Salas
de Conocimiento de Justicia y Paz el Tribunal de Medellín, por lo tanto que el
juez natural para conocer de la petición de acumulación es la referida Sala.
En cuanto a los hechos constitutivos de la conducta sancionada en la
segunda decisión, informó que no han sido confesados por el postulado en esta
jurisdicción, por ende, que no le han sido imputados de acuerdo con los
parámetros de justicia transicional.
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Por su parte, respecto al cuarto de los registros enlistados, adujo que a
pesar de que el punible de concierto para delinquir hace parte de aquellos por
los que fue condenado en la decisión que ahora vigila, no puede predicarse lo
mismo del homicidio por el que también fue condenado, pues como la sentencia
deviene inescindible, no resulta acumulable en esta jurisdicción, hasta tanto no
sea incluida dicha conducta por alguna de las Salas de Conocimiento del país;
por último, que tampoco resulta acumulable pues no ha sido imputado a
RENDÓN HERRERA a pesar de haber sido confesado. Así mismo, que idéntica
situación se presenta en el sexto de los fallos enumerados, donde se condenó al
solicitante por los delitos de concierto para delinquir agravado y fabricación,
tráfico o porte de armas de uso privativo, sin que hasta el momento éste último
haya sido asumido por alguna de las Salas de Justicia y Paz e incluso, sin que
haya sido imputado.
Frente a la pena incorporada en el quinto de los fallos enunciados,
manifestó que se produjo por hechos que aún no han sido confesados por
RENDÓN HERRERA, a pesar de que ya fueron reconocidos por otros dos
postulados.
Por último, en cuanto a la sentencia absolutoria indicó que por la
naturaleza de la decisión no es procedente la acumulación, pues no se trata de
una pena, y porque la Fiscalía tampoco ha clarificado si el postulado ha
confesado tales hechos y si serán objeto de imputación.
Ahora bien, respecto a la solicitud de libertad a prueba elevada por la
mandataria judicial del postulado, luego de discurrir a cerca de la facultad legal
para pronunciarse sobre la misma, manifestó de acuerdo con el criterio de la
Corte Suprema de Justicia, adoptado en providencia de junio 5 de 2013, que el
hito para contabilizar el período de ocho años de la pena alternativa impuesta,
es la fecha de postulación, que para nuestro caso es del 27 de febrero de 2007.
De igual modo, que dicha conclusión operaría en el evento de cumplirse
con los siguientes requisitos “(i) que el postulado condenado se ha encontrado
privado de la libertad a partir de la fecha de su postulación y por el lapso de la
pena alternativa impuesta a disposición del proceso en el que se profirió la
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sentencia parcial que esté vigilando el Juzgado de Ejecución de Sentencias, (ii)
que el postulado condenado se ha encontrado privado de la libertad a partir de
la fecha de su postulación con ocasión de un proceso adelantado en su contra
en la jurisdicción ordinaria, o por una pena impuesta por ésta, por hechos
incluidos en el fallo parcial que vigila el Juzgado de Ejecución de Sentencias,
siempre y cuando el proceso y la pena se encuentren con decisión de
acumulación en firme en esta jurisdicción y (iii) que el postulado condenado se
ha encontrado privado de la libertad a partir de la fecha de su postulación por
un proceso adelantado o pena proferida en la jurisdicción ordinaria por un delito
o delitos que cuenten en justicia y paz con decisión de acumulación
debidamente ejecutoriada”.
Ahora bien, en el caso concreto, adujo que al postulado se le impuso
medida de aseguramiento de detención preventiva en la jurisdicción de justicia y
paz el 9 de septiembre de 2009 por el magistrado de control de garantías, quien
dispuso librar oficio con destino al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario,
INPEC, con el fin de que el detenido RENDÓN HERRERA, recluido en la Cárcel
de Máxima Seguridad de Itagüí, a partir de la fecha, “siga a disposición de la
Fiscalía 48 de la Unidad Nacional para la Justicia y la Paz”.
De igual modo, encontró acreditado con fundamento en la cartilla
biográfica que RENDÓN HERRERA ingresó a establecimiento carcelario, una vez
producida la desmovilización, el 11 de octubre de 2006 y que la postulación se
verificó el 27 de febrero de 2007. Así mismo, de acuerdo con lo informado por la
Fiscalía 66 Especializada de la Unidad de Delitos contra la Desaparición Forzada
y Desplazamiento Forzado, el nombrado fue puesto a disposición del radicado
2333 el 12 de octubre de 2006 y ordenada su libertad provisional en providencia
de diciembre 18 siguiente, de conformidad con las previsiones consagradas en
el numeral 4, artículo 365 “del C.P.P.”, y que no se observa que haya sido
puesto bajo la tutela de otra autoridad incluso, a pesar de que la defensa
técnica asegura que dicha privación de la libertad se mantuvo hasta el
proferimiento de la sentencia absolutoria en dicha actuación.
No obstante, asegura que el Juzgado 3 de Ejecución de Penas de
Medellín demostró con la copia de oficio de junio 25 de 2010, dirigido al
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Juzgado Primero Penal del Circuito de Turbo, Antioquia, haber indicado que el
director del EPAMSCAS Itagüí, ponía en conocimiento que RENDÓN HERRERA a
partir de la referida data corría por cuenta de la última de las autoridades
mencionadas en la actuación radicada 058373104001200, adelantada por el
punible de homicidio agravado, por ende, que debía procederse a legalizar la
detención e indicar si por el mismo proceso había estado privado de la libertad
con antelación; así mismo, que “en la fecha fue dado de baja por libertad, en
cumplimiento de la boleta de libertad del 21 de junio de 2010 expedida por el
Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia”.
En este orden de ideas, contrastadas las informaciones obtenidas de los
funcionarios respectivos, colige que se tendrá por cierta la información aportada
por la defensa técnica del postulado, en lo específico, que RENDÓN HERRERA
estuvo privado de la libertad desde el 11 de octubre de 2006 hasta el 18 de
junio de 2010, con ocasión de la actuación radicada 2333.
Por último, estimó evidenciado en el plenario que RENDÓN HERRERA fue
designado ante el Juzgado 3 de Ejecución de Penas de Medellín con la finalidad
de empezar a descontar la pena impuesta en sentencia de agosto 25 de 2009
por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Turbo, Antioquia en el radicado
2010E3-06844, por el homicidio de Francisco Albeiro Bolívar, a partir del 25 de
junio de 2010. Por consiguiente, infirió que tal procedimiento no fue suspendido
o acumulado, pues se encuentra pendiente de resolver la petición de
acumulación de las penas elevada por la defensa técnica de aquel.
En consecuencia, advierte que el postulado no ha sido “encontrado a
disposición” del proceso cuya pena vigila en la actualidad, a pesar de la medida
de aseguramiento impuesta, por lo tanto, que no es predicable el descuento de
la pena alternativa de ocho años de prisión. Tal conclusión la afianza en el
entendido que sería inadmisible el descuento simultáneo de la pena alternativa
con la privación de la libertad ordenada en la medida de aseguramiento
correspondiente al radicado “23333 UND y DIH” y con la pena ordinaria de
prisión impuesta por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Turbo, Antioquia.
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En el mismo sentido, aduce que no es de recibo la postura defensiva por
razón de la cual se pretende contabilizar el término de los ocho años de la pena
alternativa a partir simplemente de la postulación por cuenta de conductas
judicializadas en la justicia ordinaria cometidas durante la militancia a la
organización ilegal de la que se desmovilizó, “porque si bien este presupuesto
resulta suficiente para obtener la liberación por sustitución de medida de
aseguramiento, no es aplicable al constatar el cumplimiento de la pena
alternativa impuesta en una sentencia parcial”, pues en ésta última hipótesis
resulta indispensable verificar el cumplimiento de la sanción por las concretas
conductas por las que en ella fue condenado, tal como lo expuso la Sala de
Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia en providencia de septiembre 10
de 2014 en el radicado 4405352, del cual transcribe uno de sus apartes, además
de la decisión proferida por una de las Salas de Conocimiento de Justicia y Paz
del Tribunal de Bogotá, con ponencia del magistrado Eduardo Castellanos Roso,
en el radicado 2007-82790 adelantada contra Aramis Machado Ortiz.
En tales circunstancias, negó la petición de libertad a prueba por
cumplimiento de la pena alternativa, instó a la Fiscalía General de la Nación, al
Ministerio Público y a la defensa del postulado, para que adelantaran las
gestiones pertinentes ante las autoridades competentes con la finalidad de
resolver la situación expuesta y libró orden de captura contra el postulado
referido con la finalidad de que inicie el descuento de la pena alternativa
reseñada, con expresa indicación de notificar dicha decisión al Juzgado Tercero
de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Medellín, Antioquia, para que
obre en los registros.
Finalmente, “por técnica” abordó el estudio del requisito subjetivo que
hiciera viable eventualmente la concesión del beneficio de la libertad a prueba.
En tal consideración y luego de verificadas las órdenes y exhortos contenidos en
el fallo vigilado, manifestó la satisfacción cabal del mismo, pues se acreditó la
suscripción de acta de compromiso de enero 27 de 2015, la ejecución de
actividades académicas de aprendizaje durante la privación de la libertad con la
cual se demuestra la resocialización, la entrega de los bienes con la finalidad de
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Se advierte que el radicado correcto es el 44035 M. P. Dr. José Luis Barceló Camacho.
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reparación a las víctimas, la expresión de perdón a las víctimas y, por último,
que ha colaborado eficazmente en el aporte a la verdad.
IMPUGNACIÓN
1.
La mandataria judicial manifiesta su inconformidad con la decisión
objeto de alzada en lo que tiene que ver con la interpretación ofrecida por la a
quo respecto de la naturaleza del proceso de justicia y paz contenido en la ley
975 de 2005.
En tal sentido, señala que el proceso de justicia transicional no comparte
las mismas características del proceso penal ordinario en donde el Estado, en
ejercicio del poder punitivo que les es otorgado, somete al ciudadano que
considera ha cometido una condena digna de reproche y le impone una sanción.
Por el contrario, indica que el proceso transicional se aparta de tales premisas
para dar cabida al cumplimiento de unos compromisos adquiridos con antelación
entre el Estado en quien recae la potestad punitiva, y los eventuales sujetos de
tales sanciones. Por lo tanto, que este proceso adquiere una connotación
consensuada en la que prima la voluntad de los postulados a los beneficios de la
norma reseñada.
Así las cosas, sostiene que RENDÓN HERRERA “le cumplió al Estado”,
mientras que éste último omitió su deber de reciprocidad, lo cual, en términos
de la ley civil significa el rompimiento del principio que reza “que quien se allane
a cumplir tendrá motivos para pedir el cumplimiento” y, en tales condiciones, el
postulado está en posibilidad de exigir el cumplimiento del Estado.
Ahora bien, manifiesta que lo pactado incluía, entre otras cosas, que la
medida de aseguramiento, a diferencia de lo prescrito en las leyes ordinarias,
ejercía la función de asegurar el cumplimiento de la pena alternativa que fue
establecida con antelación en un tope máximo de 8 años y uno mínimo de 5,
para la cual el postulado se presentaba de manera voluntaria con ese exclusivo
objetivo, no otro que el descuento de la pena alternativa.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
Sustenta lo dicho en la decisión adoptada el 27 de abril de 2011 por la
Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, con ponencia del
magistrado José Luis Barceló Camacho, en el radicado 36015 del cual lee un
aparte considerable, para colegir, se insiste, que la medida de aseguramiento
cumple la función de garantizar la ejecución de la pena alternativa.
Por otra parte, aduce que si bien el postulado no fue puesto a disposición
de este proceso, sí está bajo la tutela de la jurisdicción transicional, por ende,
que no puede admitirse la privación de la libertad por razón de la primera
medida de aseguramiento, pues dicho proceso culminó con sentencia
absolutoria; circunstancia susceptible de considerarse como un vacío en la ley
que pidió ser llenado por el ad quem, en el sentido de declarar que ese período
de tiempo ha de ser computado al de verificación de la pena alternativa.
En cuanto a la afirmación de la a quo en la decisión que resolvió el
recurso de reposición de que la vía expedita para evitar las consecuencias
adversas producidas en la actuación por la cual se puso a disposición de la
jurisdicción ordinaria una vez se entregó a las autoridades, era la de solicitar la
preclusión de acción penal, indica que tal decisión no resultó posible, pues a
pesar de solicitarse, la petición no fue escuchada.
Finalmente, aduce que si su representado ha estado a órdenes de la
jurisdicción ordinaria ello obedece a un error de los funcionarios de la judicatura
quienes no supieron interpretar las previsiones normativas contenidas en la ley
975 de 2005. Lo anterior se traduce, en que lo procedente en el caso de
RENDÓN HERRERA era que la Fiscalía 22 que libró la primera medida, se
hubiese abstenido de proferirla y, en su lugar, haber remitido la actuación al
Fiscal encargado en esta jurisdicción y sólo proseguir con sus funciones en caso
de que el postulado rechazara la aceptación de tales cargos. En este punto de la
discusión señala que del error cometido no se puede culpar al nombrado e
incluso, que lo pertinente sería indemnizarlo.
Adicionalmente, insiste en que el procedimiento que debía ser agotado
por la Sala de Conocimiento era el de ordenarse la acumulación de la pena.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
En consecuencia, manifiesta que verificado el requisito objetivo debe
concederse el beneficio peticionado, pues del subjetivo se tiene la verificación
efectuada por la a quo, y lo contrario implicaría el envío de un mensaje negativo
a la sociedad de desconfianza de las decisiones judiciales.
2.
El postulado manifiesta su adhesión a lo expuesto por su
apoderada e insiste en que de acogerse el criterio censurado se estaría dando
aplicación a los fundamentos que rigen la justicia ordinaria lo que implica, en el
fondo, un mensaje equívoco a los eventuales destinatarios de los beneficios de
la ley 975 de 2005, evitando, de paso, hacer nugatorios los derechos a la
verdad y reparación de las víctimas.
NO RECURRENTES
1.
La Fiscalía Delegada no se opone a la concesión de la libertad a
prueba empero, advierte que tal postura difiere por mucho de aquella por la
cual se solicita el subrogado solicitado exclusivamente por la defensa técnica del
postulado. En tal medida, dice que la finalidad del proceso contenido en las
leyes 975 de 2005 y 1592 de 2012, y el decreto 3011 de 2013, no es otro que
lograr la paz y la reincorporación individual o colectiva de quienes participaron
en el conflicto siempre bajo un marco de respeto a los derechos de las víctimas.
Entendido lo anterior, comparte con la defensa el hecho de que lo
prevalente en este tipo de justicia es la voluntariedad de quienes se sometieron
al imperio de las normas reseñadas y que, por ende, las condenas proferidas en
la jurisdicción ordinaria no son más que la expresión de la colaboración prestada
por los postulados al interior de la ley de justicia y paz.
Así las cosas, en defensa del derecho a la libertad material, señala
básicamente que RENDÓN HERRERA, quien se entregó voluntariamente ante las
autoridades en cumplimiento de las prescripciones de la ley 975 de 2005, ha
16
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
cumplido con el tiempo de permanencia requerido para resultar beneficiado con
la concesión de la libertad a prueba.
2.
El Delegado del Ministerio público discurre acerca de la naturaleza
del proceso transicional y del devenir de la práctica en esa materia, para indicar
que son múltiples las contradicciones legales que su análisis propone. Tanto así,
que para el caso que ocupa la atención de la Sala puede admitirse y negarse, al
mismo tiempo, la concesión de la petición invocada.
No obstante, considera que a pesar del cumplimiento que ha sido
demostrado por el postulado, el mismo no puede considerarse absoluto, pues
uno de los deberes impuestos es el de seguir cumpliendo, so pena de resultar
excluidos del procedimiento, “pues no son requisitos que se puedan verificar en
un solo momento sino que deben seguir siendo verificados”.
Aduce también que a pesar del interesante criterio sostenido por la
defensa con apoyo en la decisión emitida en el radicado 36015 de la Corte
Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, no puede considerarse pertinente
la referencia expuesta frente a la sustitución de medida de aseguramiento, ya
que se trata de momentos procesales diferentes. En concreto, consideró que
mientras en la solicitud de sustitución de medida de aseguramiento se considera
la procedencia o no de una medida preventiva respecto de una sanción en
aquellos eventos en los que no se había proferido aún sentencia condenatoria
por el cumplimiento de los ocho años constitutivos de esa sanción, en la libertad
a prueba lo que debe corroborarse es si el cumplimiento de los ocho años hacen
parte del cumplimiento de la pena alternativa.
Finalmente, que a pesar de ser claro que la pena alternativa se descuenta
desde la imposición de la medida de aseguramiento, no es dable desconocer la
complejidad del asunto y menos aún de la cláusula del estado de derecho con
fundamento en el cual debe tenerse en cuenta la cantidad y densidad de los
hechos y conductas constitutivas del proceso de justicia y paz, por razón de las
cuales se ha admitido la posibilidad de proferir sentencias parciales cuando la
norma inicial consideraba que debía producirse una sola.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
Así, manifiesta que la solicitud debatida deberá ser presentada en otro
momento, salvo que resulte pertinente dilucidar el vacío evidenciado.
3.
La doctora Claudia Guzmán, apoderada de algunas víctimas, quien
fue la única de las profesionales que en tal condición presentó alegatos como no
recurrentes en el traslado del recurso de apelación, pues el otro abogado
interviniente sólo lo hizo respecto del recurso de reposición, solicita se confirme
la decisión objeto de alzada, pues no se satisface el cumplimiento del requisito
objetivo para acceder al beneficio de la libertad a prueba, además, porque el
descuento punitivo reseñado se ha presentado por la sentencia proferida por el
juzgado de Turbo, vigilada en la actualidad por el Juzgado 3 de Ejecución de
Penas de Antioquia. Por lo tanto, que tal situación descarta la disposición del
postulado a justicia transicional, “sabiendo que desde julio 25 de 2010 empezó a
redimir pena por un proceso ordinario”.
Finalmente indicó, que en este evento no pueden “confundirse las
condiciones para acceder a la libertad a prueba por pena cumplida con la
sustitución de la medida de aseguramiento como lo ha decantado la
jurisprudencia”.
CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL
1. Competencia.
De conformidad con la naturaleza del asunto, esto es, la reincorporación
de miembros de grupos armados organizados al margen de la ley con la
finalidad de lograr la efectiva consecución de la paz nacional, la Sala advierte
que el procedimiento ha de seguir las previsiones contenidas en la ley 975 de
2005, modificada por la ley 1592 de 2012. Ahora bien, como se trata de la
apelación de una decisión proferida por el juez de ejecución de sentencias,
regulado en el numeral 6, artículo 34 de la ley 906 de 2004, en principio la
competencia recaería en el superior jerárquico, esto es, en el Tribunal de
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
Bogotá, Sala de Justicia y Paz, en virtud del principio de complementariedad
consagrado en el artículo 62 de la ley 975 ejusdem.
No obstante, el artículo 478 de la ley 906 de 2004 establece, con
exclusividad, que las decisiones adoptadas por el juez de ejecución de penas y
medidas de seguridad en relación con mecanismos sustitutivos de la pena
privativa de la libertad y la rehabilitación, son apelables ante el juez que profirió
la condena en primera o única instancia; situación susceptible de ser dirimida
por virtud del principio de especialidad como lo tiene precisado en forma
pacífica y reiterada la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal3.
Ahora bien, como resulta evidente, a pesar de tratarse de la remisión
normativa por virtud de la ausencia de consagración legal expresa, valga aclarar
que no se trata de someter el conocimiento del asunto a los tribunales
superiores en materia de la competencia específica de la ley 906 de 2004, esto
es, de la denominada justicia ordinaria, sino que la misma se utiliza con la
finalidad de asignar competencia al interior de la actuación propia de la ley 975
de 2005. En consecuencia, la Sala con ponencia de este Despacho, es
competente para conocer de la solicitud del subrogado de la libertad a prueba
porque profirió la condena en primera instancia.
2. Consideración preliminar.
Previo a resolver la alzada impetrada por la defensora de RENDÓN HERRERA la
Sala estima conveniente aclarar que en la solución del presente asunto resulta
indispensable referirse a otros temas que guardan estrecha relación con el de la
libertad a prueba, ya sea por afectarla de manera directa, o por cuanto su
interpretación implicaría la del mencionado beneficio. Tales temas se
circunscriben específicamente a los de la acumulación jurídica de procesos y de
sentencias, el tratamiento de hechos por los cuales se ha dictado sentencia
absolutoria en la jurisdicción ordinaria, la sustitución de la medida de
3
Entre otras, auto de junio 13 de 2007, M.P. Dr. Álvaro Orlando Pérez Pinzón, radicado 27.612; junio 13 de 2008, M.P.
Dr. Julio Enrique Socha Salamanca, radicado 29.905.
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
aseguramiento y la suspensión condicional de la ejecución de la pena
consagrada en el artículo 18 B de la ley 1592 de 2012.
3. Sobre la acumulación jurídica.
A pesar de que no fue objeto de inconformidad por la apelante, resulta
necesario hacer referencia al tema de la acumulación jurídica de procesos y
penas en el ámbito de aplicabilidad de la ley 975 de 2005, con la finalidad de
ampliar las razones que sustentarán la decisión en segunda instancia relativa a
la solicitud de libertad a prueba que fue negada en primera instancia.
En tal sentido, debe decirse en criterio que ahora se reitera, que de
acuerdo con las previsiones contenidas en el artículo 20 de la ley 975 de 2005,
el postulado por el Gobierno Nacional para ser depositario de los beneficios de
la ley de Justicia y Paz, tiene derecho a que se acumulen, de una parte, “los
procesos que se hallen en curso por hechos delictivos cometidos durante y con
ocasión de la pertenencia del desmovilizado a un grupo armado organizado al
margen de la ley”, sin que por ello se entiendan acumulables las conductas
punibles “cometidas con anterioridad a la pertenencia del desmovilizado al
grupo armado organizado al margen de la ley”, y de otra, “cuando el
desmovilizado haya sido previamente condenado por hechos delictivos
cometidos durante y con ocasión de su pertenencia a un grupo armado
organizado al margen de la ley”, en cuyo caso se tendrá en cuenta “lo dispuesto
en el Código Penal sobre acumulación jurídica de penas pero en ningún caso, la
pena alternativa podrá ser superior a la prevista en la presente ley”.
Por otra parte, el artículo 22 ibídem estableció que si para el momento en
que el desmovilizado se acogiera a la referida ley, la Fiscalía estaba adelantando
investigaciones o había formulado acusación en contra de aquel, el imputado o
acusado, asistido por su defensor, podría aceptar los cargos consignados en la
resolución que le había impuesto medida de aseguramiento, o en la formulación
de imputación, o en la resolución o escrito de acusación, según el caso. De igual
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
modo, que dicha aceptación debería hacerla ante el magistrado que cumpla la
función de control de garantías.
En el mismo sentido, el artículo 25 del decreto 3011 de 2013, advierte:
“De conformidad con el artículo 20 de la Ley 975 de 2005, para efectos
procesales, se acumularán todos los procesos que se hallen en curso y las penas
contenidas en sentencias ejecutoriadas por hechos delictivos cometidos, durante y con
ocasión de la pertenencia del desmovilizado a un grupo armado organizado al margen
de la ley. En ningún caso procederá la acumulación por conductas punibles cometidas
antes o después de la pertenencia del postulado al grupo armado organizado al margen
de la ley”.
“Admitida la aceptación de los cargos por la Sala en la sentencia, las
'actuaciones procesales suspendidas se acumularán definitivamente al proceso penal
especial de justicia y paz, respecto del postulado. Mientras el proceso judicial ordinario
se encuentre suspendido no correrán los términos de prescripción de la acción penal. En
caso de que el imputado no acepte los cargos o se retracte de los admitidos,
inmediatamente se avisará al funcionario judicial competente para la reanudación del
proceso suspendido”.
Así las cosas, conviene indicar entonces que son dos los eventos en los
que procede el trámite de acumulación. De una parte, la relativa a los procesos
esto es, la de actuaciones que aún se encuentren en curso y, de otra, la de
penas, en tratándose de decisiones que han cobrado firmeza, es decir, que
están debidamente ejecutoriadas, obviamente, proferidas por la jurisdicción
ordinaria. En los dos eventos resulta admisible el referido procedimiento,
siempre y cuando se trate de conductas cometidas por el postulado durante y
con ocasión de su pertenencia al grupo.
Ahora bien, la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia en
decisión de octubre 24 de 2012 en el proceso radicado 39957, con ponencia del
magistrado José Luis Barceló Camacho, indicó que “Como el trámite del proceso
de justicia y paz es especial y se está ante imputaciones parciales, cabe señalar
(…) que el proferimiento de los fallos y las acumulaciones a que haya lugar
deben ser dispuestas por el Tribunal y no diferirlas a los jueces de ejecución de
21
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
penas y medidas de seguridad. Esto es, que en tanto se esté ante imputaciones
parciales, el fallo proferido no puede tenerse como definitivo y cada que se
emita uno, a instancias de partes e intervinientes o de manera oficiosa, el
Tribunal debe realizar el proceso de acumulación de la nueva pena a la emitida
inicialmente”.
De conformidad con lo expuesto, debe indicarse entonces que dos son los
tipos de acumulación susceptibles de verificarse en el procedimiento de justicia
y paz: i) la acumulación de los procesos y de penas proferidas por la justicia
ordinaria, cuya solicitud debe realizarla la Fiscalía o el postulado, directamente o
a través de defensor, y ii) la realizada al interior de las sentencias parciales
proferidas por cada Sala de Justicia y Paz y que tiene que ver con las penas
ordinarias impuestas en dichas decisiones.
En tal virtud es claro, de acuerdo con el pasaje de la sentencia transcrito,
que la acumulación de las sentencias parciales se hará indefectiblemente por la
Sala de Conocimiento del Tribunal respectivo. No ocurre lo mismo en la primera
de las hipótesis propuestas, esto es, con las sentencias de la justicia ordinaria
por hechos cometidos con ocasión y en desarrollo del conflicto armado, en la
cual se está ante dos escenarios posibles:
1.
Que la solicitud de acumulación de procesos y de penas
adelantadas en justicia permanente se realice ante el Magistrado de Control de
Garantías de Justicia y Paz o ante la Sala de Conocimiento.
En tal evento, y de conformidad con el análisis de los artículos 20 y 22 de
la ley 975 de 2005, modificado éste último por el 22 de la ley 1592 de 2012, así
como por lo expuesto en el artículo 25 del decreto 3011 de 2013, pero además,
con lo discernido por la Corte Suprema de Justicia en criterio pacífico y reiterado
al cual baste remitirse4, al determinarse que los hechos por los cuales se
adelanta la actuación o se condenó en la justicia ordinaria pertenecen al
conflicto armado, el magistrado de control de garantías ordenará la suspensión
4
Ver entre otros el auto de julio 31 de 2009, M. P. Dr. Augusto J. Ibañez, radicado 31539 y el de agosto 3 de 2011, M.
P. Dr. José Luis Barceló Camacho, radicado 36563.
22
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
de las actuaciones que se encuentren en curso, y la decisión de acumulación
definitiva se diferirá para la sentencia de primera instancia; esto es, una vez
suspendido el proceso ordinario por el Magistrado de Control de Garantías, tales
actuaciones serán objeto de acumulación en la sentencia de primera instancia
proferida en esta jurisdicción.
En cuanto se refiere a la solicitud efectuada frente a sentencias ordinarias
en firme, el magistrado con función de control de garantías de justicia y paz
deberá ordenar la suspensión de esa pena en aquella jurisdicción y la misma se
entenderá incorporada al trámite transicional en el momento de proferirse la
sentencia de primera instancia.
Así las cosas, se advierte que el cauce normal o regla general para la
acumulación de procesos y de sentencias, ha de ser el consagrado en los
artículos 20 y 22 de la ley 975 de 2005, modificado éste último por el 22 de la
ley 1592 y el 25 del decreto 3011 de 2013, por razón de los cuales el trámite se
ha de surtir ante el magistrado de control de garantías, cuando se pretende la
suspensión de los procesos, con la finalidad de que en la sentencia de primera
instancia la Sala de Conocimiento disponga la acumulación de aquellos y de las
sentencias.
2.
Que la solicitud se tramite ante el juez de ejecución de
sentencias de justicia y paz del territorio nacional.
De conformidad con lo expuesto en el numeral anterior y, en expresa
réplica a lo decidido por la a quo, sea lo primero aclarar que no resulta del todo
cierto que la facultad acumulativa recaiga con exclusividad en la Sala de Justicia
y Paz y menos aún, que la acumulación pueda hacerse en sede de ejecución de
penas de la referida especialidad por la aplicación del principio de
complementariedad.
Lo anterior porque como se dijo en precedencia, de la simple lectura de
los artículos 20 y 22 de la ley 975 de 2005, se colige que cuando se trate de
penas proferidas en la justicia común, la acumulación se realizará con
23
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
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fundamento en lo normado en el código penal5, esto es, que la acumulación ha
de efectuarla el Juzgado de Ejecución de Sentencias de las Salas de Justicia y
Paz por virtud de lo normado en la legislación penal.
Implica lo anterior entonces, que la acumulación jurídica de esa pena
procede por disposición expresa del artículo 20 de la ley 975 de 2005 y no con
fundamento en los artículos 72, numeral 2, de la ley 600 de 2000 y 38, numeral
2, de la ley 906 de 2004.
Finalmente, que resulta viable la posibilidad de decretar la acumulación
de penas ordinarias por el juzgado mencionado, aun tratándose de un trámite
excepcional, por ejemplo, ante la ausencia de procesos vigentes adelantados
contra un postulado que solicite la acumulación, demostrando que los hechos
allí contenidos hayan sido cometidos durante y con ocasión de su pertenencia al
grupo ilegal6, pero además, en cuanto se verifique que la Fiscalía General de la
Nación ha decidido no imputar cargos adicionales a ese sujeto procesal. En
5
En este punto de la discusión debe aclararse que la referencia ofrecida por el artículo 20 de la ley 975 de 2005 no debe
entenderse “al código penal” sino al de procedimiento penal, esto es, a la ley 906 de 2004, por ser el instituto jurídico
que regula el tema dela acumulación jurídica de penas. Así las cosas, la Sala transcribe las normas pertinentes de la
siguiente manera:
Artículo 20 de la ley 975 de 2005. Acumulación de procesos y penas. Para los efectos procesales de la presente ley,
se acumularán los procesos que se hallen en curso por hechos delictivos cometidos durante y con ocasión de la
pertenencia del desmovilizado a un grupo armado organizado al margen de la ley. En ningún caso procederá la
acumulación por conductas punibles cometidas con anterioridad a la pertenencia del desmovilizado al grupo armado
organizado al margen de la ley.
Cuando el desmovilizado haya sido previamente condenado por hechos delictivos cometidos durante y con
ocasión de su pertenencia a un grupo armado organizado al margen de la ley, se tendrá en cuenta lo
dispuesto en el Código Penal sobre acumulación jurídica de penas.
Artículo 22 de la ley 975 de 2005, modificado por el artículo 22 de la ley 1592 de 2012. Suspensión de
investigaciones. Una vez en firme la medida de aseguramiento y hasta antes de proferir sentencia en la justicia ordinaria
contra un postulado al proceso de justicia y paz, respecto de un hecho cometido durante y con ocasión de su
pertenencia al grupo armado organizado al margen de la ley, el fiscal que estuviere conociendo el caso en la jurisdicción
ordinaria suspenderá la investigación. Si el proceso en la jurisdicción ordinaria estuviere en etapa de juicio, el juez
respectivo ordenará la suspensión. La investigación o el juicio únicamente serán suspendidos respecto de la persona
vinculada y del hecho que fundamentó su vinculación. El fiscal o el juez de la justicia ordinaria informarán a la Unidad
Nacional de Fiscalías para la Justicia y la Paz enviando copia de la decisión de fondo adoptada y de la suspensión.
Parágrafo. La suspensión del proceso en la jurisdicción ordinaria será provisional hasta la terminación de la audiencia
concentrada de formulación y aceptación de cargos realizada ante la Sala de Conocimiento de Justicia y Paz del Tribunal
Superior del Distrito Judicial correspondiente, y será definitiva, para efectos de acumulación, si el postulado acepta los
cargos. Para estos efectos, también se suspenderá el término de prescripción del ejercicio de la acción penal en la
jurisdicción ordinaria, hasta la terminación de la audiencia concentrada de formulación y aceptación de cargos.
Artículo 460 de la ley 906 de 2004. Acumulación jurídica. Las normas que regulan la dosificación de la
pena, en caso de concurso de conductas punibles, se aplicará también cuando los delitos conexos se
hubieren fallado independientemente. Igualmente, cuando se hubieren proferido varias sentencias en
diferentes procesos. En estos casos la pena impuesta en la primera decisión se tendrá como parte de la
sanción a imponer.
No podrán acumularse penas por delitos cometidos con posterioridad al proferimiento de sentencia de
primera o única instancia en cualquiera de los procesos, ni penas ya ejecutadas, ni las impuestas por
delitos cometidos durante el tiempo que la persona estuviere privada de la libertad.
6
Debe tenerse en cuenta que el juez de ejecución de sentencias es un juez especial dentro de la jurisdicción especial,
cuya función específica es la de vigilar el cumplimiento de la pena y tomar todas aquellas decisiones que tengan relación
directa con la misma.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
consecuencia, ante la inminencia de tal conclusión es que resulta necesario que
el Juzgado de Ejecución de Sentencias de esta jurisdicción se pronuncie acerca
de la solicitud de la acumulación al interior del debate respecto al cumplimiento
de la pena alternativa.
Valga aclarar en este punto de la discusión que la solución propuesta en
manera alguna comporta la vulneración de los derechos de las víctimas a
conocer la verdad de lo sucedido y de acceder a la reparación propia de esta
jurisdicción, pues en tal caso la Fiscalía está en el deber de imputar los hechos
constitutivos de la condena ordinaria acumulada al proceso de justicia y paz,
con fines estrictamente de verdad, en cualquier otro proceso que adelante
contra otros postulados. Recuérdese que de conformidad con el artículo 250 de
la Carta Política es la Fiscalía la que está en la obligación de adelantar el
ejercicio de la acción penal, lo que en esta jurisdicción redunda en la
consolidación del derecho de las víctimas a saciar la necesidad de verdad que
las acompaña y, a la postre, el de reparación.
Por otra parte, cabe precisar que ninguna utilidad práctica presta la
interpretación de la a quo, en cuanto a la acumulación de penas ordinarias por
razón de hechos que se encuentren contenidos en la sentencia que ella vigila,
pues si se trata de conductas contenidas en la sentencia cuya vigilancia está
ejerciendo, resulta obvio pensar que han sido objeto de condena en esa misma
providencia, caso en el cual, lo que estaría imponiendo es el requisito de una
doble condena, para así ordenar la acumulación; sobraría añadir con ello, que lo
pretendido en últimas no es más que la permisiva vulneración del principio non
bis in ídem, por ende, el desmedro de la garantía del postulado a no ser
condenado dos veces por el mismo hecho.
Esta situación es la evidenciada precisamente en el caso de RENDÓN
HERRERA en la que se solicitó la acumulación de dos sentencias7 en las que fue
condenado por el delito de concierto para delinquir y que, a pesar de haberse
negado la petición, se ha permitido la discusión de tal situación sin tener en
7
Una de ellas proferida por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, radicado 2008-00077 y la
otra, emitida por el Juzgado Adjunto al Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, radicado 2010-0001500.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
cuenta en ningún momento que se trata de la formulación de un hecho por el
que ya fue condenado en la sentencia que se vigila en la actualidad8.
Ahora bien, como lo impone la lógica de la justicia transicional y la
práctica jurídica evidenciada en esta decisión, es probable que en el transcurso
del proferimiento de sentencia condenatoria por esta jurisdicción, o con
anterioridad a ello sin que se conozca, se hayan dictado una o más sentencias
en la justicia permanente por razón de los mismos hechos que en aquella fueron
objeto de reproche. En tal evento resulta obvio que procede la acumulación de
las decisiones emanadas de la jurisdicción permanente a ésta de justicia y paz,
sin que sea menester acudir ante el Magistrado con funciones de control de
garantías para solicitar la suspensión de las penas y la función pasaría al
juzgado de ejecución de sentencias de justicia y paz, pues como se verá en el
capítulo referido a la libertad a prueba, el artículo 18B de la Ley 975 de 2005,
introducido por el artículo 20 de la ley 1592 de 2012, no tiene aplicación frente
a estos casos.
Lo anterior significa, sin que ello constituya una contradicción, que sí
resulta posible acumular las penas proferidas por la jurisdicción ordinaria en
aquellos eventos en los cuales ya hay sentencia condenatoria bajo los
parámetros de la ley 975 de 2005, por tratarse de los mismos hechos y contra el
mismo postulado. Sin embargo, lo que tal interpretación no implica es que dicha
hipótesis se convierta en requisito para que suceda de tal manera y menos aún,
que se trate con exclusividad del único caso en el que proceda la acumulación
por la autoridad mencionada-Juez de Ejecución de sentencias-, pues la misma
procederá incluso cuando se trate de hechos no contenidos en la sentencia
vigilada, al comprobarse que los mismos han sido cometidos durante y con
ocasión de la pertenencia al grupo armado ilegal.
La Sala quiere indicar por último, que a la interpretación de la a quo
subyacen dos problemas más. (i) se está ordenando la acumulación de
8
Sentencia condenatoria de diciembre 16 de 2011, Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá en el radicado
110016000253200782701, proferida contra FREDY RENDÓN HERRERA, al hallarlo responsable en calidad de autor
material de los delitos de concierto para delinquir agravado, utilización ilegal de uniformes e insignias y como autor
mediato de los de Homicidio en persona protegida, secuestro agravado y reclutamiento ilícito.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
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sentencias proferidas en la jurisdicción ordinaria por hechos que ya han sido
juzgados y sancionados en esta jurisdicción, por ejemplo, en el caso del
concierto para delinquir sobre el cual recae el delito base para poder juzgar
todas las conductas que fueron cometidas durante la pertenencia al grupo
armado al margen de la ley, y (ii) se está pretendiendo la acumulación de
sentencias ordinarias, trámite que se vuelve indispensable empero, respecto de
conductas que resultarán de inútil análisis en justicia y paz como lo es el caso
de dos condenas respecto de las cuales se solicitó la acumulación en esta
actuación. La primera de ellas la sentencia condenatoria proferida por el delito
de concierto para delinquir y la segunda, la referida al de concierto para
delinquir en concurso heterogéneo con el punible de fabricación, tráfico y porte
de armas y municiones de uso privativo de las fuerzas armadas. Así las cosas,
resulta ciertamente contradictorio que se niegue la acumulación de tales penas,
no sólo porque el concierto ya fue sancionado en más de una oportunidad, sino
además porque el restante delito se subsume por aquel, cuando se trata de la
modalidad agravada que opera siempre y cuando se trata de la concertación
para cometer el tipo de crímenes propios del conflicto armado9.
De otra manera, también quiere insistirse en que el análisis de las
solicitudes de acumulación de penas tampoco puede obedecer a un criterio
arbitrario o caprichoso, sin examinar las circunstancias de fondo que la rodean.
Tal es el caso por razón del cual se negó la acumulación de la pena
impuesta por el punible de desplazamiento forzado de la familia Marmolejo
Colón. En este asunto, y más allá de si el postulado ha aceptado o no los
hechos en el ámbito de justicia transicional, lo cierto es que se trata de un tema
complejo que merece mayor detalle de análisis. Lo anterior, por cuanto en el
presente caso se acreditó por la fiscalía, que contra RENDÓN HERRERA existe
un registro aproximado de nueve mil (9000) conductas imputables, de las cuales
trescientas catorce (314) hacen parte de la sentencia vigilada actualmente, dos
mil (2000) se encuentran en audiencia concentrada ante la Sala de
Ver entre otras las sentencias de agosto 3 de 2011, M. P. Dr. Barceló Camacho, radicado 36563 y de agosto 31 de
2011, M. P. Dr. Sigifredo Espinosa Pérez, radicado 36125.
9
27
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
Conocimiento de Justicia y Paz el Tribunal de Medellín en proceso priorizado y
otras dos mil (2000) están pendientes de ser objeto de imputación.
De igual modo se sabe que de las nueve mil (9000) conductas, siete mil
(7000) se cometieron por el delito de desplazamiento forzado. En tales
condiciones, aun a riesgo de considerar que el postulado no ha querido admitir
el hecho, deviene inverosímil creer que se trate de la intención engañosa de
RENDON HERRERA de querer omitir la confesión del desplazamiento de la
familia reseñada, pues más bien, de lo que se trata es de revisar los
procedimientos a través de los cuales la Fiscalía pretende someter al
conocimiento de esta jurisdicción ese tipo de conductas, que en tan enorme
cantidad están a la espera de ser imputadas, pues negar la acumulación por un
hecho perteneciente a un universo de siete mil (7000) escapa a todo tipo de
lógica, incluso teniendo en cuenta que uno de los principios que rige este
sistema es la celeridad y eficacia.
En este punto del debate debe tenerse en cuenta que no es sólo deber
del postulado confesar los crímenes cometidos sino de la Fiscalía imprimir
celeridad a las actuaciones para ser tenidas en cuenta por la administración de
justicia y más, en asuntos como el señalado, donde se discuten conductas de
carácter generalizado a gran escala.
También resulta prudente traer a colación el hecho de que la
acumulación pueda ser negada por razón de no haber sido confesada la
conducta o imputada por la Fiscalía. Lo anterior, por cuanto ha de decirse, en
consonancia con lo expuesto en líneas anteriores, que tal trabajo corresponde
de manera exclusiva al ente investigador, quien es el encargado de recibir las
versiones libres de los postulados en las que confiesan los hechos cometidos.
En este punto, la Sala exhortará a la Fiscalía para que aclare la situación
de cada uno de los hechos que serán objeto de discusión al momento de
solicitar la acumulación jurídica de procesos y sentencias a fin de tener claridad
si se trata de conductas cometidas durante y con ocasión de la pertenencia al
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
grupo armado ilegal, pero además y, principalmente, si se trata de la intención
dolosa del postulado de querer evadir la responsabilidad por tales hechos, caso
en el cual la solución jurídica debe ser diferente, por ejemplo, pedir la exclusión.
Para sintetizar lo dicho en el presente acápite, se insiste, en primer lugar,
en que esta interpretación no comporta una eventual usurpación de funciones o
el desconocimiento de las previsiones legales dispuestas para el trámite de
Justicia y Paz, pues a pesar de que la decisión de acumulación le corresponde a
las Salas de Conocimiento ello no implica un carácter exclusivo, ya que en
ciertos casos se puede diferir al Juzgado de Ejecución de Sentencias10.
3.1 Sentencias absolutorias.
Restaría indicar en este punto del análisis, para tratar de abordar con
mayor rigurosidad todos los temas tratados por la a quo y, de acuerdo con el
reiterado y pacífico criterio de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia11, en el estudio de la inmutabilidad de la cosa juzgada, en lo específico,
tratándose de sentencias absolutorias y de preclusión, que la simple confesión
de un postulado no puede resultar suficiente en el ámbito de la justicia
transicional para derruir la cosa juzgada, en virtud a que el criterio contrario
“avocaría a la administración de justicia a la anarquía jurídica, al caos judicial,
en tanto sentencias con autoridad de cosa juzgada se verían derruidas con la
sola manifestación de un sujeto procesal”12.
En tal sentido, indicó que de no acogerse el criterio referido se estaría
incurriendo en problemas de competencia y de jerarquía “insoslayables dentro
de un sistema de estructura piramidal, pues de no ser así las decisiones de los
más altos tribunales podrían ser revocadas o desconocidas por funcionarios de
inferior categoría... inadmisible se torna entonces, que la simple manifestación
de un postulado tenga poder suficiente para desconocer la presunción de
10
11
12
Se trata del Juzgado de Ejecución de Sentencias de las Salas de Justicia y Paz el Territorio Nacional.
Auto de noviembre 7 de 2012. M. P. Dr. Fernando Alberto Castro Caballero. Rad. 39665.
Ibídem.
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
acierto y legalidad que ampara una sentencia o una decisión con el mismo
efecto definitorio y la cual ha hecho tránsito a cosa juzgada”13.
De igual modo, el referido Tribunal de cierre expuso que:
“El proceso transicional devela una situación coyuntural diferente,
históricamente distinta y trascendental para la paz del país. Pero no necesariamente de
lo que ese proceso significa intrínsecamente y de lo que propugna por su feliz
culminación, puede entenderse que todo el proceso ordinario debe rendirse a esos fines
y propósitos. Admitirlo comportaría instaurar excesivos privilegios que conducirían al
despotismo jurídico en aras de la paz y otros fines que persigue el proceso transicional y
la paz así lograda, por encima de la juridicidad, genera más injusticia, más guerra. La
paz debe lograrse en los cauces de la legalidad”.
Para concluir, indicó que en aquellos eventos en los cuales a un
postulado se le imputa una conducta punible durante y con ocasión de la
pertenencia al grupo organizado al margen de la ley, luego de haber declarado
su intención de acogerse a la ley 975 de 2005, empero, por el que hubiese sido
absuelto en otro proceso, deberá seguirse el procedimiento “sugerido por la
Magistrada de Control de Garantías”14, no otro que el de la acción de revisión,
“a fin de que a través de ella, se deje sin valor ni efecto esa decisión preclusoria
o absolutoria”15.
Finalmente, la Sala muestra que el criterio anterior ha sido reiterado por
la misma Corporación. Es así que, en auto de agosto 14 de 2013, luego de citar
in extenso la decisión reseñada en precedencia, indicó lo siguiente:
“No se puede perder de vista que el derrumbamiento de la cosa juzgada se encuentra
debidamente reglado en nuestro ordenamiento jurídico a través de la acción de revisión,
y para el caso específico de la posibilidad de demanda en revisión decisiones
absolutorias o preclusorias y en particular las que tienen que ver con violaciones a
derechos humanos o al derecho internacional humanitario, ha de recordarse que la
jurisprudencia de la Corte Constitucional, mediante la Sentencia C-04 de 2003, introdujo
la posibilidad de acudir a la mencionada acción”.
En tal sentido, es claro entonces que para derruir la presunción de acierto
y legalidad de la sentencia absolutoria proferida en favor de RENDÓN HERRERA
por el Juzgado Adjunto al Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia,
13
14
15
Ibídem.
Ibídem.
Ibídem.
30
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
resulta necesario acudir a la acción de revisión para que allí se declare la
responsabilidad del nombrado.
Lo anterior significa además, que no resulta posible declarar entonces la
necesidad de imputar los hechos por los cuales fue absuelto en la mencionada
decisión, pues se itera, para ello deviene imprescindible la discusión el asunto
por la vía de la acción de revisión.
Por último, conviene indicar que en el evento de haberse revocado la
decisión absolutoria, pues no se acreditó por ninguno de los sujetos procesales
que acudieron a la audiencia de solicitud de libertad a prueba la firmeza de la
providencia, esto es, que se hubiese declarado penalmente responsable al
postulado, lo cierto es que no hay duda, de acuerdo con el análisis de la
sentencia, que los hechos por los cuales se juzgó a RENDÓN HERRERA, fueron
cometidos durante y con ocasión de la pertenencia al grupo armado ilegal, no
sólo por la fecha de comisión de los punibles, sino porque se trató de la
incursión del grupo paramilitar del que después fue su comandante16.
4. Sobre la libertad a prueba.
De acuerdo con lo dispuesto en el inciso 4, artículo 29 de la ley 975 de
2005, cuando el postulado ha cumplido la pena alternativa y las condiciones
impuestas en la sentencia, se le concederá la libertad a prueba por un término
igual a la mitad de la pena alternativa impuesta.
Ahora bien, previo a dicho análisis debe determinarse el período de
tiempo a partir del cual ha de entenderse la privación de la libertad. Por
consiguiente, es necesario tener en cuenta lo expresado por la Sala de Casación
Penal de la Corte Suprema de Justicia en aquellos eventos en los cuales se ha
discutido acerca de la sustitución de la medida de aseguramiento empero, que
16
Sentencia de primera instancia de junio 18 de 2010, Juzgado Adjunto al Primero Penal del Circuito Especializado de
Antioquia. Cuaderno No. 4 del Juzgado de Ejecución de Sentencias de las Salas de Justicia y Paz del territorio Nacional,
folios 16 a 39.
31
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
para efectos de contabilización del referido término opera bajo las mismas
condiciones:
“El lapso de ocho años de privación de la libertad para que dentro del proceso
transicional el postulado tenga derecho a la sustitución de la medida de aseguramiento
impuesta, no debe ser subsiguiente a la desmovilización individual, sino a partir del
momento que éste hecho adquiere relevancia jurídica en el proceso transicional, esto es,
cuando el Gobierno Nacional postula al desmovilizado a ser beneficiario de la pena
alternativa de la Ley 975 de 2005, porque considera entregó información que, en la
medida de sus posibilidades de cooperación, contribuyó al desmantelamiento de la
organización armada ilegal a la cual perteneció, tal como lo dispone el parágrafo 2° del
artículo 5° del Decreto 3391 de 2006”17.
En el mismo sentido, la Corte Constitucional en la sentencia C-015 de
enero 23 de 2014 se pronunció a efectos de poder determinar la fecha a partir
de la cual debería contarse la privación de la libertad de las personas sometidas
a la ley 975 de 2005 incluso, sin necesidad de diferenciar entre aquellos que se
desmovilizaron estando en libertad de aquellos que lo habían hecho estando
privados de ella.
4.5.7. En el caso sub examine se cuestiona de manera específica el hito
temporal a partir del cual se debe contar los ocho años de reclusión en el
establecimiento carcelario. Se argumenta en la demanda que para este cálculo debe
tenerse en cuenta todo el tiempo que la persona haya pasado recluida en un
establecimiento carcelario. Este argumento es inadmisible en tanto y en cuanto pasa por
alto uno de los elementos comunes anotados, el de haber sido miembro de un grupo
armado al margen de la ley que se ha desmovilizado. Y es que si no hay
desmovilización, no existe fundamento fáctico para aplicar la Ley 975 de 2005 y, por
ende, para solicitar la audiencia prevista en el artículo 18 A de esta ley, agregado por el
artículo 19 de la Ley 1592 de 2012. El tiempo que una persona haya pasado recluida en
un establecimiento carcelario antes de la desmovilización, es irrelevante para efectos de
la Ley 975 de 2005. Y lo es, porque obedecía a la aplicación de la ley ordinaria y no
implicaba nada distinto a lo que las demás personas, fuesen o no miembros de tales
grupos, experimentaban. En ningún evento es posible, pues, que el hito temporal en
comento sea anterior a la fecha de la desmovilización.
4.5.8. De manera deliberada se omitió en su momento aludir a un tercer
elemento común de los supuestos de hecho comparados, que es determinante para este
caso. En las primeras líneas del primer inciso del artículo 19 de la Ley 1592 de 2012, se
precisa que para poder solicitar la sustitución de la aludida medida de aseguramiento, es
menester que la persona, además de haberse desmovilizado, haya sido postulada para
acceder a los beneficios de la Ley 975 de 2005. Este es el sentido unívoco de la norma al
decir: “El postulado que se haya desmovilizado estando en libertad (…)”. Con esta
precisión normativa, es evidente que en ningún caso los ocho años de permanencia en
un establecimiento carcelario pueden contarse antes de que la persona haya sido
postulada para acceder a los beneficios de la Ley 975 de 2005. En el caso de las
17
Auto de 2ª instancia. Radicado 41215. M. P. Dr. Luis Guillermo Salazar Otero. Junio 5 de 2013.
32
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
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personas postuladas que se desmovilicen estando en libertad, este término se cuenta a
partir de su posterior reclusión en establecimiento carcelario. En el caso de las personas
postuladas cuyo grupo se desmovilice, y estén en ese momento privadas de su libertad,
este término se cuenta a partir de su postulación. No es, pues, la mera circunstancia de
estar recluido en un establecimiento carcelario la determinante para fijar el hito
temporal, sino que, por el contrario, lo verdaderamente relevante es la confluencia de
esta circunstancia con las de la postulación y la desmovilización.
4.5.9. El que en el caso de las personas que se encontraban libres el término
comience a partir de su reclusión en el establecimiento carcelario, previa su postulación
y desmovilización, es apenas una consecuencia lógica de su anterior estado de libertad,
pues no sería posible contar ningún tiempo anterior por sustracción de materia. En el
caso de las personas que estaban recluidas en el establecimiento carcelario, sin haber
sido postuladas y sin haberse desmovilizado el grupo al que pertenecían, no habría
ningún fundamento para aplicarles la Ley 975 de 2005, de la cual hace parte la norma
demandada, hasta que tanto no sean postuladas y se desmovilice dicho grupo. La
secuencia lógica en el primer evento es: postulación y desmovilización previas, reclusión
posterior, mientras que en el segundo evento es: reclusión previa, postulación y
desmovilización posterior. Y es que en el primer evento la reclusión es posterior en el
tiempo, en tanto resulta ser una consecuencia de la postulación y de la desmovilización,
porque la persona se somete a la justicia estando libre; mientras que en el segundo
evento la reclusión es anterior en el tiempo, en tanto resulta ser una consecuencia de la
acción de la justicia, que obró a pesar de la voluntad de la persona e incluso en contra
de ella y que, en realidad, la sometió…”.
Así las cosas, la Sala colige, en cuanto interesa destacar para el caso
concreto, que el término de ocho (8) años de pena alternativa impuesta en
Justicia y Paz empieza a contarse desde la fecha de postulación en caso de que
haya estado privado de la libertad o desde el ingreso al centro carcelario una
vez efectuada la mencionada postulación.
Bastaría aclarar en este punto, que no resulta viable la aplicación e
interpretación dada por la a quo al auto de segunda instancia proferido por esta
misma Corporación con ponencia del magistrado Eduardo Castellanos Roso, en
el asunto adelantado contra Aramis Machado Ortiz, integrante de las AUSAC,
con base en el cual se sustentó la decisión objeto de alzada.
En efecto, en la providencia actualmente revisada se utilizó el auto
referido para indicar erróneamente que “quien se haya desmovilizado y
postulado al proceso de Justicia y Paz, estando privado de la libertad por hechos
que no tienen origen en el conflicto armado, que no fueron cometidos durante y
con ocasión de su pertenencia al grupo armado ilegal desmovilizado, y que son
de competencia de la jurisdicción ordinaria, el tiempo de los ocho (8) años a
que se refiere el artículo 19 de la ley 1592 de 2012, reglamentado por el artículo
38 del decreto 3011 de 2013, se cuenta el momento en que fue dejado a
disposición del proceso de Justicia y Paz”.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
De la simple lectura del aparte reseñado, se advierte la impostura del
argumento, razón por la cual no convenía traer a colación la decisión del
magistrado Castellanos Roso, pues en ella se analizó el caso de una persona
que estaba privada de la libertad al momento de la postulación para ser
beneficiario de la ley de 975 de 2005, por razón de estar purgando una pena
propia de la justicia ordinaria, esto es, que nada tiene que ver con la jurisdicción
de justicia y paz la cual nos convoca.
En efecto, de la revisión del auto referido puede inferirse una situación
fáctica y jurídica del todo distinta a la atestada por la a quo, en especial, porque
en dicho pronunciamiento se afirmó que:
“…El 30 de abril de 1998 ARAMIS MACHADO fue detenido en la Cárcel de
Cúcuta dentro de la investigación que por el delito de concierto para delinquir en razón
a su pertenencia a las AUSAC cursaba en su contra; estando preso y por razones
pasionales ordenó el homicidio de ANTONIO LEÓN BARBOSA ex esposo de su
compañera el cual se ejecutó el 19 de junio de 1998, concurso de delitos por
los que el Juzgado 2º Penal del Circuito Especializado de Cúcuta el 26 de
febrero de 2001 lo condenó a la pena principal de 50 años de prisión, decisión
confirmada por el Tribunal Superior de esa ciudad el 22 de julio de 2002 modificando la
pena en 34 años, quantum a su vez variado a través de tutela donde finalmente se
definió en 31 años 3 meses.
Mientras MACHADO ORTIZ se encontraba detenido en la Cárcel de Cúcuta,
ingresó en mayo de 1999 al Frente Fronteras del Bloque Catatumbo como vocero del
grupo en el Patio 16, Pabellón Disco, con la función de recibir y prestar seguridad a los
miembros del Frente Fronteras que fueran privados de la libertad en ese centro de
reclusión, labor que desarrollo (sic) con unas 40 armas entre revólveres, escopetas,
ametralladoras y pistolas
enviadas por LAVERDE ZAPATA e ingresadas al
establecimiento carcelario entre refrigeradores, igualmente ayudó en la fuga de dos
cabecillas, hechos acaecidos hasta la desmovilización colectiva del BLOQUE
CATATUMBO el 10 de diciembre de 2004, en cuyo listado se encontraba MACHADO
ORTIZ…”
Dicha situación se afianza en el pronunciamiento de la Sala de Casación
Penal de la Corte Suprema de Justicia, que en ejercicio de control de legalidad
en segunda instancia, en providencia de agosto 23 de 2010 señaló “MACHADO
ORTIZ fue condenado por la justicia ordinaria (Juzgado 2º Penal del Circuito Especializado de
Cúcuta) en el año 2001 por hechos cometidos a comienzos de 1998, lapso en el cual no hacía
parte del grupo armado organizado al margen de la ley, sino que estaba
temporalmente fuera de él, tiempo en el cual conformó y lideró una banda criminal dedicada
a extorsionar comerciantes, entre otros delitos; posteriormente, ya como recluso de la Cárcel
Modelo de Cúcuta, al reintegrarse a las AUC, en esta ocasión, como “jefe de patios 16 y disco”,
se dispuso a colaborar con los miembros del Frente Fronteras del Bloque Catatumbo que
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
llegaron como detenidos al penal, en actividades que comprendían desde la logística en el
reclusorio, hasta ocultar armas, e inclusive la fuga de uno de ellos, hechos por los cuales la
Fiscalía lo escuchó en versión e imputó cargos con ocasión de la Ley 975 de 2005 …”.
En consecuencia, deviene evidente que el pronunciamiento reseñado en
primera instancia carece de validez para colegir la situación jurídica de RENDÓN
HERRERA, pues se trata de unos antecedentes fácticos y jurídicos del todo
distintos e inaplicables al presente caso.
Pues bien, en el asunto objeto de esta discusión se tiene que RENDÓN
HERRERA, comandante del Bloque Élmer Cárdenas, se desmovilizó el 15 de
agosto de 2006, se entregó a las autoridades el 21 siguiente, manifestó ante el
Alto Comisionado para la Paz de la época su decisión de someterse al mandato
de la justicia transicional el 31 de agosto, y fue postulado por el Gobierno
Nacional el 27 de febrero de 2007
(c. conocimiento sentencia No. 1. fl. 25 vlto).
De lo allegado al expediente se logró determinar que en octubre de 2006,
RENDÓN HERRERA fue cobijado con medida de aseguramiento por virtud de la
orden de captura proferida en la investigación radicada 2333, adelantada por la
Fiscalía 22 de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional
Humanitario.
Conviene indicar en este punto de la discusión, en principio, que más allá
de cualquier tipo de disquisición respecto a la privación o no de la libertad del
postulado al momento de la postulación, lo cierto es que éste último momento
es el que interesa subrayar para determinar aquél en el que se empieza a
descontar la pena alternativa. De igual modo, que una vez delimitado el lindero
de partida deberá discernirse la autoridad y los hechos por los cuales fue puesto
a disposición el postulado, tal como de manera precisa lo indicó la a quo.
De conformidad con lo anterior, se advierte en principio que la
desmovilización se dio estando en libertad y el sometimiento al imperio de la ley
975 de 2005 se presentó al momento de entregarse a las autoridades quienes lo
mantuvieron recluido en la estación de policía de Necoclí, para luego ser llevado
al lugar de concentración en la Ceja, Antioquia. Así mismo, en el mes de octubre
35
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
de la misma anualidad se profirió orden de captura por la Fiscalía 22 de la
Unidad Nacional de Derechos Humanos, anta la cual se legalizó la aprehensión
en el proceso en el cual se dictó resolución de acusación conocido en la etapa
de juicio por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, y
el Adjunto al que se delegó la función de emitir sentencia, tal como se verá más
adelante.
No obstante, debe indicarse también, que la referida actuación, esto es,
por la que fue afectada formalmente la libertad de RENDÓN HERRERA, culminó
con sentencia absolutoria, por ende, que tal privación de la libertad del
postulado desde el año 2006 debe ser analizada con mayor detenimiento con
base en el material probatorio allegado a la actuación por las partes.
En tal sentido, se dirá que en la presente actuación se acreditó, pues no
fue objeto de controversia ni demostrado lo contrario, que el 9 de septiembre
de 2009 se dictó medida de aseguramiento de detención preventiva contra el
nombrado por virtud de los hechos imputados en esta jurisdicción con la
finalidad de “que el señor Fredy (sic) RENDÒN HERRERA siga a disposición de la
Fiscalía 48 de la Unidad Nacional para la Justicia y la Paz”; decisión cuya
notificación, según indicó la primera instancia, fue efectuada al Director del
INPEC y a la Directora de la Cárcel de Máxima Seguridad de Itagüí, en oficios
1478 y 1479 de septiembre 10 de 2009, respectivamente.
Por otra parte, que el 25 de junio de 2010 se comunicó al INPEC, tal
como consta en la copia de la cartilla biográfica del penado, que con oficio de
junio 21 anterior se ordenó la libertad del postulado en la actuación surtida ante
el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, empero, que
en la misma fecha se ordenó la captura por razón de la orden proferida en el
proceso adelantado por el Juzgado Primero Penal del Circuito de Turbo,
Antioquia, por el homicidio de Francisco Albeiro Bolívar Ceballos; actuación en la
que se dictó fallo condenatorio el 25 de agosto de 2009.
Así las cosas, como la Sala ya se pronunció acerca de aquellos eventos en
los que se ha proferido sentencia absolutoria a favor de un postulado, conviene
ahora abordar el estudio de la procedencia de la aplicación de la suspensión
36
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
condicional de la ejecución de la pena ordinaria contemplado en el artículo 20
de la ley 1592 de 2012, por medio del cual se adicionó el artículo 18 B de la ley
975 de 2005 y, por último, analizar el caso específico de RENDÓN HERRERA.
4.1
Improcedencia
de
la
aplicación
de
la
Suspensión
Condicional de la Ejecución de la Pena Ordinaria contenida en el
artículo 20 de la ley 1592 de 2012 por el cual se adicionó el 18 B de la
ley 975 de 2005.
De conformidad con el análisis de los artículos 19 y 20 de la ley 1592 de
2012, que incorporaron los artículos 18A y 18B18 a la ley 975 de 2005, la Sala se
permite advertir lo siguiente:
18
Artículo 19. La Ley 975 de 2005 tendrá un nuevo artículo 18A del siguiente tenor:
Artículo 18A. Sustitución de la medida de aseguramiento y deber de los postulados de continuar en el proceso. El
postulado que se haya desmovilizado estando en libertad podrá solicitar ante el Magistrado con funciones de control de
garantías una audiencia de sustitución de la medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento
carcelario por una medida de aseguramiento no privativa de la libertad, sujeta al cumplimiento de lo establecido en el
presente artículo y a las demás condiciones que establezca la autoridad judicial competente para garantizar su
comparecencia al proceso del que trata la presente ley. El Magistrado con funciones de control de garantías podrá
conceder la sustitución de la medida de aseguramiento en un término no mayor a veinte (20) días contados a partir de
la respectiva solicitud, cuando el postulado haya cumplido con los siguientes requisitos:
1. Haber permanecido como mínimo ocho (8) años en un establecimiento de reclusión con posterioridad a su
desmovilización, por delitos cometidos durante y con ocasión de su pertenencia al grupo armado organizado al margen
de la ley. Este término será contado a partir de la reclusión en un establecimiento sujeto integralmente a las normas
jurídicas sobre control penitenciario;
2. Haber participado en las actividades de resocialización disponibles. si éstas fueren ofrecidas por el Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario, INPEC y haber obtenido certificado de buena conducta;
3. Haber participado y contribuido al esclarecimiento de la verdad en las diligencias judiciales del proceso de Justicia y
Paz;
4. Haber entregado los bienes para contribuir a la reparación integral de las víctimas, si a ello hubiere lugar de
conformidad con lo dispuesto en la presente ley;
5. No haber cometido delitos dolosos, con posterioridad a la desmovilización
Para verificar los anteriores requisitos el magistrado tendrá en cuenta la información aportada por el postulado y provista
por las autoridades competentes. Una vez concedida, la sustitución de la medida de aseguramiento podrá ser revocada
por el Magistrado con funciones de control de garantías a solicitud de la Fiscalía General de la Nación o de las víctimas
o de sus representantes, cuando se presente alguna de las siguientes circunstancias:
1.Que el postulado deje de participar en las diligencias judiciales de su proceso de justicia y paz, o se compruebe que
no ha contribuido al esclarecimiento de la verdad;
2.Que el postulado incumpla las condiciones fijadas por la autoridad judicial competente;
3. Que el postulado no participe del proceso de reintegración diseñado por el Gobierno Nacional para los postulados a
la Ley de Justicia y Paz en desarrollo del artículo 66 de la presente ley.
Parágrafo. En los casos en los que el postulado haya estado privado de la libertad al momento de la desmovilización del
grupo al que perteneció, el término previsto como requisito en el numeral 1 del inciso primero del presente artículo será
contado a partir de su postulación a los beneficios que establece la presente ley.
ARTÍCULO 20. La Ley 975 de 2005 tendrá un nuevo artículo 18B del siguiente tenor:
Artículo 18B. Suspensión condicional de la ejecución de la pena impuesta en justicia ordinaria. En la misma audiencia
en la que se haya sustituido la medida de aseguramiento en los términos del artículo 18A, el postulado que además
estuviere previamente condenado en la justicia penal ordinaria, podrá solicitar al magistrado de control de garantías de
Justicia y Paz la suspensión condicional de la ejecución de la pena respectiva, siempre que las conductas que dieron
lugar a la condena hubieren sido cometidas durante y con ocasión de su pertenencia al grupo armado organizado al
margen de la ley. Si el magistrado de control de garantías de Justicia y Paz puede inferir razonablemente que las
conductas que dieron lugar a la condena en la justicia penal ordinaria fueron cometidas durante y con ocasión de la
pertenencia del postulado al grupo armado organizado al margen de la ley, remitirá en un término no superior a quince
(15) días contados a partir de la solicitud, copias de todo lo actuado al juez de ejecución de penas y medidas de
seguridad que tenga a su cargo la vigilancia de la condena respectiva, quien suspenderá condicionalmente la ejecución
de la pena ordinaria.
La suspensión de la ejecución de la pena será revocada a solicitud del magistrado de control garantías de Justicia y
Paz, cuando el postulado incurra en cualquiera de las causales de revocatoria establecidas en el artículo 18A. En el
evento de que no se acumulen en la sentencia de Justicia y Paz las penas impuestas en procesos de justicia ordinaria,
o que habiéndose acumulado, la sala de conocimiento de Justicia y Paz no haya otorgado la pena alternativa, se
37
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
1.
La primera de las normas enlistadas incorpora la posibilidad de que
los postulados no condenados por la jurisdicción de justicia y paz soliciten la
sustitución de la medida de aseguramiento privativa de la libertad ante el
magistrado con funciones de control de garantías, por una medida que no
afecte la referida garantía, permitiendo de este modo, mantener al postulado
vinculado al proceso transicional. Esto, en aquellos eventos en los cuales a
pesar de cumplir con el término dispuesto para la pena alternativa, así como con
los demás requisitos que no resulta necesario mencionar aquí, los postulados
aún no han sido condenados por Justicia y Paz, por ende, sin que tengan la
oportunidad jurídica de solicitar el subrogado de libertad a prueba. En tales
eventos, los presupuestos para los desmovilizados privados de la libertad se
mantienen salvo por el hecho de que el término de privación de libertad debe
ser descontado a partir de la fecha de postulación.
Por su parte, el artículo 18B introduce la posibilidad de que los postulados
que aún no han sido condenados en ningún trámite de Justicia y Paz empero,
que tengan sentencia condenatoria ejecutoriada por justicia ordinaria, en la
referida audiencia del 18A en la que se les ha concedido la sustitución de
medida de aseguramiento privativa de la libertad, gestionen la suspensión
condicional de la ejecución de la pena ordinaria, siempre y cuando las conductas
generadoras de la condena hubieren sido cometidas durante y con ocasión de
su pertenencia al grupo armado organizado al margen de la ley. En
consecuencia, si el magistrado puede inferir razonablemente tal situación, ha de
remitir en un período no superior a 15 días copia de todo lo actuado al juez de
ejecución de penas que tiene a cargo la vigilancia de la pena ordinaria.
2.
De lo anteriormente expuesto se colige, además, en primer lugar,
que el trámite de suspensión condicional de la ejecución de la pena sólo opera
respecto de los postulados no condenados, ante quienes se abre la posibilidad
de acceder al beneficio de la sustitución de la medida de aseguramiento y que a
su vez tengan la posibilidad de que una autoridad judicial evalúe si los hechos
revocará la suspensión condicional de la ejecución de la pena que en virtud del presente artículo se haya decretado.
Para estos efectos, se suspenderá el término de prescripción de la pena en la justicia ordinaria, hasta cuando cobre
ejecutoria la sentencia de Justicia y paz.
38
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
por los cuales fueron condenados en la justicia ordinaria corresponden a los
cometidos durante y con ocasión de la pertenencia al grupo armado ilegal.
Por lo tanto, es claro para esta Sala, excusada sea la redundancia, que tal
mecanismo sustitutivo está dirigido para aquellos postulados que aún no han
sido condenados. No por otra razón el trámite ha de adelantarse ante el
magistrado de control de garantías, pues aún no ha sido proferida sentencia
condenatoria.
Y es que tal conclusión se deriva también del análisis de la ubicación de
la norma al interior de la ley 975 de 2005, en la que se dispuso que dicho
trámite se adicionara al de la imputación y al de la solicitud de la sustitución de
la medida de aseguramiento, pues obsérvese, de acuerdo con el tenor literal de
la norma, que la solicitud de la suspensión condicional de la ejecución de la
pena sólo procede “En la misma audiencia en la que se haya sustituido la
medida de aseguramiento en los términos del artículo 18A…”.
3.
Ahora bien, esta fue precisamente la finalidad del legislador, pues
tal como se desprende de la lectura de los informes de ponencia de la discusión
del proyecto de ley, se advierte que la suspensión de la pena para aquellos
postulados “que se encuentran privados de la libertad como consecuencia de
una condena de la justicia ordinaria, siempre que se le haya otorgado el
beneficio de la sustitución de la medida de aseguramiento, y sólo cuando la
condena de la justicia ordinaria sea por conductas cometidas durante y con
ocasión de su pertenencia al grupo organizado al margen de la ley”19.
Para evitar ser reiterativos y demasiado extensos, se dirá simplemente
entonces que con el aparte precedente surge nítido que la referida suspensión
de la ejecución de la pena sólo procede en aquellos casos en los cuales ha sido
decretada la sustitución de la medida de aseguramiento; motivo más para
indicar que tal procedimiento resulta ajeno al de la libertad a prueba.
19
Informe de ponencia segundo debate proyecto de ley 193 de 2011 Senado, 096 de 2011 Cámara, de octubre 8 de
2012.
39
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
4.2
Caso concreto
De acuerdo con lo consignado hasta el momento resulta oportuno
retomar la situación jurídica de RENDÓN HERRERA, con la finalidad de
establecer si se cumplió con el requisito objetivo para acceder al beneficio de la
libertad a prueba consistente en el cumplimiento de la pena de prisión de 8
años por razón de la condena impuesta por esta Corporación.
Para ello, es
necesario
recordar
que
el
postulado se sometió
voluntariamente a la ley de justicia y paz y que la desmovilización se efectuó en
estado de libertad, no así la postulación, pues para dicha época, 27 de febrero
de 2007, el nombrado ya había sido afectado con medida de aseguramiento de
detención preventiva en establecimiento carcelario por virtud de la orden de
captura proferida por la Fiscalía 22 de Derechos Humanos en la investigación
adelantada por el punible de homicidio.
Efectuado dicho análisis, conviene entonces discernir si el proceso por el
cual estuvo privado de la libertad al momento de la postulación corresponde a la
jurisdicción transicional o a la ordinaria y, si en tal caso, los hechos por los
cuales fue procesado y condenado se cometieron durante y con ocasión de la
pertenencia al grupo armado ilegal.
Con esta finalidad, debe indicarse en efecto, que la privación de la
libertad se presentó al interior del proceso adelantado por la jurisdicción
ordinaria, cuya investigación adelantó el Despacho Fiscal reseñado, y que con
posterioridad conoció el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de
Medellín, y después pasó al conocimiento del Juzgado Adjunto al mencionado,
para proferir sentencia.
No obstante, tal como se pudo verificar en desarrollo del presente
trámite, dicha actuación culminó con sentencia absolutoria, sin que se haya
demostrado que fue revocada. En tal situación, conviene advertir que la
privación de la libertad de RENDÓN HERRERA no podrá ser considerada
40
Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
respecto a la mencionada actuación, precisamente porque no constituye
descuento punitivo alguno y para serlo, como se dijo en el acápite precedente,
deberá acudirse a la vía extraordinaria de revisión con la finalidad de derruir la
presunción de acierto y legalidad de la sentencia.
Ahora bien, en caso de que tal sentencia hubiese sido revocada en
segunda instancia y, en su lugar, proferido sentencia condenatoria contra el
postulado, es claro que el descuento punitivo debe imputarse a esa condena,
por tanto, la privación de la libertad se computa a dicha actuación. Sin embargo,
del análisis de la sentencia proferida por el Juzgado Adjunto al Primero del
Circuito Especializado de Antioquia, tal como se dijo con antelación, corresponde
a hechos cometidos, sin ninguna duda, durante y con ocasión de la pertenencia
a grupos organizados al margen de la ley, pues ha de tenerse en cuenta que
esa sentencia se ocupa del juzgamiento de conductas cometidas en el año 1999,
achacadas a un grupo de hombres irregularmente armados. Así mismo, de
acuerdo con lo expuesto en la sentencia vigilada en esta jurisdicción, RENDÓN
HERRERA fue hallado responsable de conformar y pertenecer al grupo armado
ilegal desde el año 1995 y hasta 2006.
Por otra parte, en caso de que la sentencia absolutoria hubiese sido
confirmada, el descuento de pena ha de conmutarse a la pena proferida por el
juzgado Primero Penal del Circuito de Turbo, Antioquia20; actuación por la que
actualmente se encuentra privado de la libertad descontando pena. Sin
embargo, realizado el mismo análisis en cuanto a la comisión de los hechos,
resulta nuevamente evidente que los mismos fueron cometidos durante y con
ocasión de la pertenencia del postulado al Bloque Élmer Cárdenas.
Tal conclusión se afianza en la simple lectura de la referida sentencia, en
lo específico, por lo atestado en el acápite “síntesis de los hechos” en el que se
consignó lo siguiente:
“En su calidad de comandante del bloque Élmer Cárdenas de las denominadas
Autodefensas AUC en el sector de Urabá, FREDY RENDÓN HERRERA, alias EL ALEMÀN,
ordenó a sus subalternos el homicidio de FRANCISCO ALBEIRO BOLÍVAR CEBALLOS,
20
Sentencia de primera instancia de agosto 25 de 2009, Juzgado Primero Penal del Circuito de Turbo, Antioquia.
Cuaderno No. 4 del Juzgado de Ejecución de Sentencias de las Salas de Justicia y Paz del territorio Nacional, folios 44
a 54.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
por supuestos nexos con las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, Ejército del Pueblo, FARC-EP, hecho perpetrado en el sitio conocido como
Piedrecillas, corregimiento del 2, jurisdicción de Turbo, en la vía que conduce a Necoclí,
el 18 de diciembre de 1996, mediante disparos que, según necropsia, le causaron la
muerte por shock traumático por múltiples lesiones por proyectiles de arma de fuego”.
En este punto de la discusión la Sala llama la atención con el fin de evitar
equívocos innecesarios al momento de entender cumplido el requisito objetivo
de los ocho (8) años de privación de la libertad.
En primer lugar, porque evitar reconocer el subrogado deprecado por la
defensa, con fundamento simplemente en que los hechos juzgados y
condenados por la justicia ordinaria no fueron objeto de estudio y sanción en la
sentencia vigilada, implicaría no sólo la negación de la finalidad para la cual fue
concebida la ley 975 de 2005, en cuanto al cumplimiento de la pena de prisión
se refiere, sino además, porque comportaría una situación de hecho
inaceptable, consistente en que las privaciones de libertad de los beneficiarios
de la pena alternativa purguen dos y tres veces la pena o mejor aún, tantas
cuantas sentencias ordinarias vayan apareciendo durante el transcurso del
proceso de justicia transicional, a pesar de que los hechos allí tratados hayan
sido cometidos durante y con ocasión de la pertenencia a los grupos ilegales.
En este orden de ideas, la Sala aclara que uno es el término previsto para
la pena alternativa aplicable a quienes voluntariamente se someten a su
cumplimiento y otro el de la acumulación de los procesos y penas de la
jurisdicción ordinaria relacionados por el nexo ya referido. En primer lugar,
porque la pena alternativa no depende de la decisión que ordene la acumulación
de sentencias, pero además, porque como se ha dicho hasta la saciedad, el
beneficio de la libertad opera por el cumplimiento del tiempo consagrado en la
referida pena alternativa, y de los restantes requisitos, y por razón de la
sentencia vigilada por el Juzgado de Ejecución de Sentencias de las Salas de
Justicia y Paz, lo cual implica que al hacer el estudio de la privación de la
libertad de manera formal, lo que debe tenerse en cuenta es si las órdenes de
captura proferidas por autoridad ordinaria, fueron dictadas en actuaciones que a
la postre son susceptibles de ser tramitadas por virtud de la ley 975 de 2005.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
Lo anterior, por cuanto resulta imprescindible tenerse en cuenta que la
legalización de la captura de los desmovilizados y postulados se dio por virtud
de las órdenes dictadas por las autoridades ordinarias, pues transcurridos
algunos años luego de implementada la ley de justicia y paz no se habían
proferido medidas de aseguramiento en esta jurisdicción, por ende, que no
resultaba procedente la formalización de la detención de los mencionados, pues
no se tenía un sustento jurídico para hacerlo.
En este orden de ideas, la interpretación restrictiva que se ha pretendido
enarbolar no resulta admisible, pues llegaríamos al punto de obligar a cumplir a
los postulados penas muy por encima de la consagrada en principio. Situación
que fue precisamente la que se quiso evitar, por ejemplo, con la reforma
contenida en la ley 1592 de 2012 y el decreto 3011 de 2013, en la que se
permitió a los postulados no condenados acceder a una medida sustitutiva de la
de prisión, una vez se hubiese demostrado el cumplimiento efectivo de los ocho
años.
En consecuencia, lo que resulta claro de todo esto es la vigencia del
principio rector de la libertad, no así su restricción. Por lo tanto, no es dable
compartir una interpretación en ese sentido.
Por otra parte, también aclara la Sala que el estudio del cumplimiento del
requisito expuesto no comporta la negación del subrogado de la libertad a
prueba por razón de encontrarse cumpliendo una pena proferida por la justicia
ordinaria, esto es, por incumplimiento del requisito objetivo. En tal supuesto, es
claro que deberá realizarse el estudio pormenorizado de la situación a fin de
establecer si los hechos en ella consignados son o no susceptibles de tramitarse
por esta jurisdicción.
Así las cosas, la Sala encuentra viable la solicitud elevada por la defensa
del postulado, la que fue apoyada en esencia por la Fiscalía Delegada para el
asunto, en cuanto se ha determinado que la conducta por la que se puso a
disposición de la autoridad ordinaria, permisiva de descontarse de la pena
impuesta, fue cometida con ocasión de la pertenencia al grupo organizado al
margen de la ley, pero además, por cuanto como fue admitido por la a quo, se
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
cumplieron las obligaciones enunciadas en el fallo de primera instancia, tal como
se anunció en el primero de los acápites de la presente decisión.
Esta conclusión se afianza en el hecho de que la pena asignada por el
Juzgado ordinario, esto es, el Penal del Circuito de Turbo, Antioquia, e incluso,
la proferida por el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia
si en gracia de discusión se acepta que fue revocada en segunda instancia para
condenar al postulado, fueron cometidas en desarrollo del conflicto armado,
tanto así, que los hechos constitutivos de la primera de las mencionadas
sentencias ya fueron objeto de debate en justicia y paz, pues hace parte del
proceso priorizado adelantado contra el postulado y que en la actualidad se
encuentra en etapa de conocimiento ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal
de Medellín.
En consecuencia, se revocará el auto por el cual se negó la solicitud de
libertad a prueba y, en su lugar, se concederá con imposición de las
obligaciones previstas en el artículo 65 de la ley 599 de 2000, y de aquellas que
resultan propias del procedimiento de la ley 975 de 2005, en especial, las
contenidas en el inciso 4 del artículo 29, así como la de seguir colaborando con
las autoridades para efectos de verdad, de acuerdo con el artículo 4 ibídem,
cuyo cumplimiento garantizará el acusado con caución prendaria de cinco (5)
salarios mínimos legales mensuales vigentes constituida a favor del juzgado de
primera instancia.
El
postulado
deberá
suscribir
la
diligencia
de
compromiso
correspondiente.
Restaría añadir que para no tornar nugatoria la libertad de RENDÓN
HERRERA, la misma se cumplirá con independencia de los antecedentes y
anotaciones de carácter judicial que el nombrado pueda tener por razón de los
procesos que fueron objeto de análisis en esta decisión y de solicitud de
acumulación en el proceso priorizado adelantado ante la Sala de Justicia y Paz
del Tribunal de Medellín e incluso, respecto de aquellos procesos por los que
resultaría inane su acumulación en los términos reseñados en esta decisión,
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
salvo que por las actuaciones surtidas en la actualidad por esta jurisdicción se
encuentren vigente una o más medidas de aseguramiento.
Por lo tanto, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC,
deberá descartar todos aquellos requerimientos surgidos con ocasión de los
procesos con radicado 2009-00141 adelantado por el Juzgado Primero Penal del
Circuito con Función de Conocimiento de Turbo, Antioquia, el 2013-0032 por el
Juzgado Noveno Penal del Circuito de Medellín, el 2007-00100 del Juzgado
Penal del Circuito Especializado de Quibdó, Chocó, el 2008-00077 del Juzgado
Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, el 2012-00033 del
Juzgado Primero Penal Adjunto del Circuito Especializado de Antioquia, el 2010001500 del Juzgado Adjunto al Primero Penal del Circuito Especializado de
Antioquia y el 2007-00100 del Juzgado Adjunto al Primero Penal del Circuito de
Antioquia21.
En consecuencia, de existir un requerimiento de autoridad judicial distinto
al que fue objeto de pronunciamiento en la presente decisión, esto es, del
proferido el 25 de agosto de 2009 por el Juzgado Primero Penal del Circuito de
Turo, Antioquia, y por aquellos que versan sobre hechos cometidos con ocasión
y durante el conflicto armado, en últimas, por anotaciones o antecedentes
respecto de conductas no cometidas durante o con ocasión de la pertenencia a
grupos organizados al margen de la ley, el postulado será puesto a disposición
de la autoridad competente con la finalidad de cumplir con la sanción impuesta.
Por otra parte, la Sala ordenará a la Fiscalía General de la Nación, a
través de su Delegada, así como a los apoderados judiciales de los postulados,
sean de confianza o asignados por la Defensoría del Pueblo, en concreto, los de
RENDÓN HERRERA, para que de manera inmediata soliciten ante autoridades
judiciales competentes dispuestas por la ley 975 de 2005, la acumulación de las
penas impuestas en la jurisdicción ordinaria por razón de las conductas
cometidas durante y con ocasión de la pertenencia a grupos organizados al
margen de la ley, sobre las que no haya sido proferida orden en tal sentido por
21
Respecto de éste último se advierte que se trata del fallo absolutorio proferido en favor de RENDÓN HERRERA. Por lo
tanto, que su estudio dependerá de si existe algún antecedente o anotación por razón de dicha actuación.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
cualquiera de las Salas de Conocimiento de Justicia y Paz, dando así
cumplimiento a lo ordenado por los artículos 20 y 22 de referida Ley 975.
En lo tocante a RENDÓN HERRERA dicha solicitud se deberá presentar
dentro de los diez días hábiles siguientes a la ejecutoria de la presente decisión.
Finalmente, el postulado se someterá al proceso de reintegración y
reconciliación dispuesto por la Agencia Colombiana para la Reintegración de
Personas y Grupos Alzados en Armas, de conformidad con las previsiones
contenidas en el artículo 66 de la ley 975 de 2005, modificado por el 35 de la
ley 1592 de 2012, en los precisos términos contemplados en la resolución 1724
de 2012 proferida por el Director de la referida Agencia.
En razón y mérito de lo expuesto, el Tribunal Superior de Bogotá, D.C.,
en Sala de Decisión de Justicia y Paz, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley,
RESUELVE
1.
REVOCAR el auto de fecha, naturaleza y origen indicados materia
de la impugnación de la defensa.
2.
CONCEDER el subrogado de libertad a prueba por cumplimiento
de la pena alternativa a FREDY RENDÓN HERRERA, el cual acatará las
siguientes obligaciones: 1. Informar todo cambio de residencia. 2. Observar
buena conducta. 3. Comparecer ante la autoridad judicial que vigile el
cumplimiento de la pena cuando sea requerido. 4. No salir del país sin previa
autorización del funcionario que vigile la ejecución de la pena. Así mismo,
deberá abstenerse de incurrir en cualquier tipo de conductas punibles, pero
además y, principalmente, habrá de seguir colaborando con las autoridades
judiciales en el esclarecimiento de la verdad por los hechos cometidos durante y
con ocasión de la pertenencia al grupo ilegal, so pena de ordenar el retiro del
beneficio de la pena alternativa para dar paso al cumplimiento de la sanción
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
ordenada en la sentencia de primera instancia.
Las referidas obligaciones serán garantizadas con la suscripción de la
diligencia de compromiso correspondiente y la constitución de caución prendaria
fijada en cinco (5) salarios mínimos legales mensuales vigentes a favor del
juzgado de primera instancia.
3.
Por Secretaría de la Sala expídanse las boletas de libertad dirigidas
al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC, con la finalidad de hacer
efectiva la orden contenida en el ordinal anterior.
4.
La libertad se concederá siempre y cuando el nombrado no sea
requerido por otra autoridad judicial, conforme a los parámetros consignados en
la motivación de esta decisión.
En concreto, para no tornar nugatoria la libertad de RENDÓN HERRERA,
la misma se cumplirá con independencia de los antecedentes y anotaciones de
carácter judicial que el nombrado pueda tener por razón de los procesos que
fueron objeto de análisis en esta decisión y de solicitud de acumulación en el
proceso priorizado adelantado ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de
Medellín e incluso, respecto de aquellos procesos por los que resultaría inane su
acumulación en los términos reseñados en esta decisión.
Por lo tanto, el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, INPEC,
deberá descartar todos aquellos requerimientos surgidos con ocasión de los
procesos con radicado 2009-00141 adelantado por el Juzgado Primero Penal del
Circuito con Función de Conocimiento de Turbo, Antioquia, el 2013-0032 por el
Juzgado Noveno Penal del Circuito de Medellín, el 2007-00100 del Juzgado
Penal del Circuito Especializado de Quibdó, Chocó, el 2008-00077 del Juzgado
Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia, el 2012-00033 del
Juzgado Primero Penal Adjunto del Circuito Especializado de Antioquia, el 2010001500 del Juzgado Adjunto al Primero Penal del Circuito Especializado de
Antioquia y el 2007-00100 del Juzgado Adjunto al Primero Penal del Circuito de
Antioquia.
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Segunda instancia 2007-82701
Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
En consecuencia, de existir un requerimiento de autoridad judicial distinto
al que fue objeto de pronunciamiento en la presente decisión, esto es, del
proferido el 25 de agosto de 2009 por el Juzgado Primero Penal del Circuito de
Turo, Antioquia, y por aquellos que versan sobre hechos cometidos con ocasión
y durante el conflicto armado, en últimas, por anotaciones o antecedentes
respecto de conductas no cometidas durante o con ocasión de la pertenencia a
grupos organizados al margen de la ley, el postulado será puesto a disposición
de la autoridad competente con la finalidad de cumplir con la sanción impuesta.
5.
La Sala previene al postulado RENDÓN HERRERA en el sentido de
que ante el incumplimiento de una de estas obligaciones o de cometer nuevo
delito se revocará la pena alternativa, se ejecutará de inmediato la pena
ordinaria contenida en la sentencia y se hará efectiva la caución.
6.
ORDENAR a la Fiscalía General de la Nación, a través de su
Delegada, así como a los apoderados judiciales de los postulados, sean de
confianza o asignados por la Defensoría del Pueblo, en concreto, los de
RENDÒN HERRERA, para que de manera inmediata soliciten ante autoridades
judiciales competentes dispuestas por la ley 975 de 2005, la acumulación de las
penas impuestas en la jurisdicción ordinaria por razón de las conductas
cometidas durante y con ocasión de la pertenencia a grupos organizados al
margen de la ley, sobre las que no haya sido proferida orden en tal sentido por
cualquiera de las Salas de Conocimiento de Justicia y Paz.
En lo tocante a RENDÓN HERRERA dicha solicitud deberá presentarse
dentro de los diez días hábiles siguientes a la ejecutoria de la presente decisión,
en caso de no haberse procedido a ello.
7.
El
postulado
se
someterá
al
proceso
de
reintegración
y
reconciliación dispuesto por la Agencia Colombiana para la Reintegración de
Personas y Grupos Alzados en Armas, de conformidad con las previsiones
contenidas en el artículo 66 de la ley 975 de 2005, modificado por el 35 de la
ley 1592 de 2012, en los precisos términos contemplados en la resolución 1724
de 2012 proferida por el Director de la referida Agencia.
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Postulado: FREDY RENDÓN HERRERA
Bloque Élmer Cárdenas
Devuélvase la actuación al juzgado de origen una vez en firme la
decisión.
Contra este fallo no procede recurso alguno. Cópiese, notifíquese y
cúmplase,
ULDI TERESA JIMÉNEZ LÓPEZ
Magistrada
ALEXANDRA VALENCIA MOLINA
Magistrada
Con Aclaración de voto
EDUARDO CASTELLANOS ROSO
Magistrado
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