No todo está en el estómago

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No todo está en el estómago
“Es importante que la cirugía
vaya acompañada por un
tratamiento psicológico para
reducir los niveles de ansiedad
post operatorios”, indica la
licenciada en Psicología María
Teresa Murillo Samper.
El comedor compulsivo tiene cambios en su comportamiento que lo van
envolviendo en un círculo vicioso. Son
personas que no tienen un control en
su alimentación. Por lo general comen
solos, de manera rápida, sin hambre
y no sienten saciedad. Experimentan
culpa, tienen una muy baja autoestima, un concepto de sí mismo muy
pobre que les hace empezar dietas a
cada rato y romperlas, generándoles
frustración y atrapándolos en un círculo vicioso de autoagresión.
¿Qué pasa si esta persona se so-
mete a una cirugía gástrica? Estaríamos viendo nada más la obesidad severa o este trastorno de alimentación
como una conducta y no como un
síntoma que me dice que una persona
está experimentando falta de control,
mucha ansiedad, mucha angustia,
muchos sentimientos negativos o situaciones que no están en su control,
y esto se manifiesta con la conducta
de comer compulsivamente. Si nada
más se le opera, esta persona va a
liberar por otro lado esta angustia.
“Las cirugías bariátricas son muy
efectivas, tiene muchos beneficios,
las personas con diabetes tienen
hasta una recesión en la enfermedad,
tengo entendido”, destaca la licenciada Murillo. “Sin embargo, es importante que vaya acompañada con un
tratamiento psicológico, porque a ve-
ces este comportamiento puede ser
la punta del iceberg y detrás de esto
se encuentra una depresión u otro
trastorno. Si atendemos las causas, lo
que está provocando esta conducta
compulsiva, el paciente va a bajar mucho la ansiedad, esta conducta adictiva y cuando tenga la operación va a
tener un mayor control. He sabido de
casos de personas que se realizan la
operación y experimentan una mayor
ansiedad y frustración, porque quieren
seguir comiendo como lo hacían y ya
no pueden. Al practicarles esta operación que, desde mi punto de vista es
maravillosa, ya no les cabe la comida,
y al menos antes con esto saciaban
temporalmente esa necesidad”.
El tratamiento de apoyo posterior
es indispensable, pues para el paciente es un periodo de reequilibrio, es una
nueva forma de vida. Es como rehabilitar a una persona con muletas, no
puedes quitárselas y pedirle que corra, necesita una rehabilitación.
“El tratamiento de la obesidad es
multidisciplinario y el apoyo de otros
especialistas es previo a la operación
como una preparación, y posterior a
ella como un reacomodo. Sería razonable que el paciente acudiera con el
psicólogo dos meses antes de la operación y después de la misma, en este
caso no podríamos hablar de un tiempo determinado, todo dependería de
su evolución. Antes de la operación
habría que identificar los factores que
están provocando en el paciente esta
ansiedad que llena con la comida y
posteriormente adaptarlo a un nuevo
estilo de vida y a una nueva imagen
corporal”, finalizó.
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