Tema 4. El español en el mundo. El español de

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TEMA 4 (PAEG). EL ESPAÑOL EN EL MUNDO. EL ESPAÑOL DE AMÉRICA
El español o castellano es una lengua romance que nació en la zona de Cantabria y es el resultado de
la evolución del latín del Norte. Se difundió durante la Reconquista al resto de territorios de la Península
Ibérica y llegó a América tras el descubrimiento de Colón en 1492. El español es una lengua internacional
que posee una tradición cultural de gran importancia y que está en constante expansión. Actualmente es
la tercera lengua más hablada en el mundo (detrás del chino y del inglés); se calcula que tiene más de
cuatrocientos millones de hablantes nativos repartidos por los cinco continentes. Es la lengua oficial de
España y de 19 países hispanoamericanos, incluido Puerto Rico. La mayoría de hablantes de español se
concentra en Hispanoamérica, siendo México el primer país con más número de hablantes. Además, se
habla en otros lugares del mundo: en las antiguas colonias africanas (Guinea ecuatorial y el antiguo
territorio del Sáhara español) y en parte de Filipinas (Asia), debido a que en el pasado formaron parte del
territorio español; así como en la Isla de Pascua (Oceanía), por ser parte de Chile. Asimismo, hay que
recordar que el castellano medieval ha pervivido entre las comunidades judías sefarditas de origen
español, tras ser expulsados de la Península en 1492; variedad que hoy día es hablada por más de un
millón de hablantes repartidos por todo el mundo, fundamentalmente en Israel, Turquía y la ciudad de
Nueva York.
También se habla español en las zonas del antiguo protectorado español de Marruecos como Rif y en
otros territorios europeos como Gibraltar, Andorra y en pequeñas comunidades de Reino Unido, Francia,
Alemania o Suiza. En el resto de América (Brasil, Canadá y EE.UU.) también se habla español debido a la
población inmigrante de habla hispana o a sus descendientes y al comercio con sus vecinos
hispanoamericanos, como es el caso de Brasil. En Estados Unidos está cobrando gran importancia,
aumentando su número de hablantes año tras año. Actualmente cuenta con más de 45 millones y es la
segunda lengua más hablada en California, Texas, Nuevo México, Nueva York, Los Ángeles, Chicago,
Miami o Houston, donde cuenta con varias cadenas de radio y televisión con emisiones exclusivas en
esta lengua. En algunas de estas zonas es común, en el uso coloquial, el empleo de un idioma híbrido,
fusión del español y el inglés, conocido como spanglish.
Aunque todos los hablantes del español o castellano forman una misma comunidad lingüística, no
todos los hablantes hacen un uso homogéneo de la lengua. Por ello existe la “norma” que establece lo
que es correcto y lo que es incorrecto y facilita la comunicación entre todos los hablantes de español.
Gracias a la “norma” existe cierta uniformidad en el nivel culto, a pesar de ser hablado en zonas tan
distantes. Las mayores diferencias son la entonación y el léxico. Para preservar esta unidad ha sido
necesaria la colaboración de las distintas academias de la lengua. Con tal fin se creó en 1951 la Asociación
de Academias de la Lengua Española (Asale) que actualmente está integrada por las 22 academias de le
lengua española existentes en el mundo. Dicha colaboración entre la RAE y las academias de la lengua se
expresa en la coautoría de las dos últimas ediciones del Diccionario de la lengua española (XXII y XXIII) de
2001 y 2014, la Ortografía en sus ediciones de 1999 y 2010, el Diccionario panhispánico de dudas (2005) y
la Nueva gramática de la lengua española (2009-2011). Incluyen novedades de todos estos países en los
diversos aspectos lingüísticos. De ahí la extrañeza de que sean hoy normativas voces que nunca se
produjeron en España, pero que son normales en otros países hispánicos.
También cabe mencionar el hecho de que en las últimas décadas el español se está convirtiendo en
una de las lenguas extranjeras de preferencia. Concretamente, es la segunda lengua extranjera más
hablada del mundo, detrás del inglés. En general, la demanda del aprendizaje de español como lengua
extranjera, tanto en la educación secundaria como en la universitaria, está aumentando, especialmente
en Estados Unidos y Canadá y en algunos países europeos, con 40 millones de estudiantes, según los
últimos estudios.
Hay que destacar la labor del Instituto Cervantes, creado en 1991, en el campo de la difusión y la
enseñanza de la lengua y cultura españolas e hispanoamericanas. Actualmente cuenta con 58 centros en
el mundo dedicados a la enseñanza del español y participa en cursos y actividades culturales diversas en
Europa, Estados Unidos y los países árabes. A esta labor hay que sumar la labor de profesores
internacionales de castellano como segunda lengua en Universidades y centros de enseñanza repartidos
por todo el mundo. Asimismo contribuyen a su difusión TVE y RNE internacional, las oficinas de turismo,
la celebración de congresos y exposiciones, así como la literatura, el cine e internet. Todos estos esfuerzos
han convertido al español en una lengua en expansión.
Por último, recordar que el español es la segunda lengua de comunicación internacional. Es uno de
los seis idiomas oficiales de la ONU, y es también idioma oficial en los organismos internacionales de los
que son miembros España o los países hispanoamericanos como la Unesco, la UE, el COI o la FIFA.
El español de América
El español que se habla en América es el resultado de la hispanización que los colonizadores
realizaron tras su descubrimiento en 1492. El proceso fue lento, siendo el siglo XVI el periodo de mayor
expansión lingüística en el nuevo continente. Los colonizadores procedían, en su mayoría, de Andalucía y
Canarias, hecho que explica las similitudes lingüísticas con las variedades meridionales del castellano. A
partir del siglo XIX, y con más fuerza en el siglo XX, se produjo una importante emigración de gallegos.
Se denomina español de América al conjunto de variedades dialectales del castellano hablado a lo
largo del continente americano, siendo la lengua oficial de diecinueve países, incluido Puerto Rico. Se
habla en México, América Central y América del Sur, excepto Brasil (*). No se puede hablar, por tanto, de
un español de América único y homogéneo. La distinción más evidente es la existente entre la zona
caribeña, más innovadora y de mayor influencia andaluza y canaria, y la zona de las tierras altas (México,
Perú y sus zonas de influencia histórica), más conservadora. Esta diversidad lingüística se debe a distintas
causas: la gran extensión en la que se habla español en el continente americano, los diferentes grados de
desarrollo cultural de cada país, el origen y condición de los colonizadores, la fecha de colonización y las
lenguas indígenas que se hablaban en cada zona: el quechua de los incas (Ecuador, Perú y Bolivia), la
lengua maya (México y Guatemala), el náhuatl o lengua de la civilización azteca (México), el araucano
(Chile) o el guaraní (Paraguay). Las lenguas indígenas forman así el sustrato autóctono del español de
América, lenguas que hoy día aún siguen vivas.
* [Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, México,
República Dominicana, Panamá, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Puerto Rico]
En general, los rasgos del español americano que a los hablantes peninsulares nos resultan más
característicos y llamativos son los siguientes:
Peculiaridades fónicas
- Seseo: pronunciación del sonido [θ] como [s] (sielo, “cielo”). Así, casa y caza se pronunciarían
igual ([kása]).
- Yeísmo: la ll se pronuncia como y. Ej.: caye (calle).
- Relajación y aspiración de –s en final de sílaba o palabra. Ej.: pehcado (pescado), avihpa (avispa).
- La neutralización o confusión de los sonidos –r y –l en final de sílaba o palabra. Ej.: barcón
(balcón).
- Vacilación en el timbre en las vocales. Ej.: siguro (seguro), semos (somos).
- Aspiración de la h- procedente de la f- inicial latina. Ej.: jambre (hambre), jarto (harto).
- Aspiración del sonido [χ] “j”. Ej.: reláhate (relájate).
Peculiaridades morfosintácticas
- El uso de vos (voseo) como tratamiento de confianza y el uso de ustedes tanto en situaciones
formales como familiares. La forma pronominal vosotros no se emplea.
- Mayor uso de los diminutivos. Ej.: ahorita, madrecita, callandito.
- Abundancia del sufijo -ada. Ej.: muchachada.
- Cambio de género en algunos sustantivos. Ej.: la clima, el ovejo.
- Expresión de la posesión con estructuras pospuestas al sustantivo. Ej.: el hijo de nosotros, el
amigo de ustedes, el padre mío.
- Ausencia de laísmo, loísmo y leísmo.
- Preferencia por las formas acá y allá frente a aquí y allí.
- Adverbialización de adjetivos. Ej.: qué lindo cantas, me miró feo.
- Predominio del pretérito perfecto simple sobre el compuesto. Ej.: ¿Te caíste, mi niño?
- Utilización de perífrasis verbales en vez de formas simples. Ej.: estaré llegando a las 10.
- Formación del plural en –ses en palabras acabadas en vocal tónica. Ej.: los cafeses, los pieses, los
sofases.
- Presencia del dequeísmo: adición de la preposición de a verbos que no la llevan. Ej.: Dice de que.
- Uso de recién con el significado de ahora mismo. Ej.: Recién acabamos de llegar.
- Algunos adverbios, preposiciones o conjunciones tienen frecuentemente usos que son extraños al
castellano peninsular.
Peculiaridades léxicas
En el plano léxico existe una mayor diferencia con el castellano peninsular. El léxico dialectal
hispanoamericano se caracteriza por la importante presencia de vocablos transferidos de las lenguas
indígenas, por la pervivencia de arcaísmos, por la herencia del léxico andaluz y canario y por el uso de
neologismos o de préstamos extranjeros (anglicismos y galicismos) como carro (coche) o celular (móvil).
Muchas de las palabras empleadas por los nativos han llegado a la Península: tabaco, patata, cacao,
chocolate, tomate…
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