LOS TEMPLOS DEL CONSUMO

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LOS TEMPLOS DEL CONSUMO.
AUTORES: DANIEL BENITO BATANERO Y MARCO ANTONIO VALENZUELA MARTIN.
Introducción:
lo que se presenta a continuación es una recensión de las ideas fundamentales
acerca del documental ``los templos del consumo``, a la hora de como se ha
estructurado este trabajo, tras esta breve introducción se procede a situar en primer
lugar el desarrollo de los temas claves que tratan en el documental y se finalizando
con una conclusión en la que se recogen aquellos aspectos que nos han sido mas
enriquecedores y las pequeñas dificultades en la que nos hemos visto inmersos a la
hora de realizar este.
Desarrollo:
Un lugar sagrado es el que nos orienta hacia los valores que la gente tiene en común.
Cada día los centros comerciales atraen a mas fieles a sus compras estos ofrecen las
compras como una experiencia comunitaria para llenar el vacío en estos se ofrecen
compras y espectáculos, restaurantes tiendas etc. el objetivo es entretener a la gente
en estos espacios con el fin de que pasen los individuos el mayor tiempo posible ya
que cuanto mas tiempo están mas gastan ya que se compra más. Desde un primer
momento se busco la creación de un gran espacio cerrado con los establecimientos
totalmente abiertos ya que se dieron cuenta que la gente era mas propensa a entrar
en aquellas tiendas donde estas así lo estuviesen. A lo largo de sus cincuenta años de
existencia estos tienen una serie de unos rasgos comunes y siguen una serie de
pautas estándar, los centros comerciales toman elementos del simbolismo religioso el
agua, como la purificación y así que los consumidores se dejen llevar por esa
sensación a la hora de comprar, lo mismo se puede decir de la luz de esto modo se
transmite la idea de gran luminosidad y grandiosa orientada los objetivos a consumir
por los clientes.
El diseño de los centros comerciales estaba basado en una idea de perdida, ya que la
gente asocia los viajes con perdida y de este modo gracias eso los individuos
entendían la visita de los centros comerciales con la idea de evasión.
Políticos municipales de todo el mundo ya que si los promotores de centros
comerciales corren con los gastos del renacimiento urbano no habrá que financiarlos
con las mermadas arcas públicas. Pero si los centros comerciales sustituyen a los
espacios cívicos públicos quedara reducida la vida urbana solo a las compras. Desde
sus inicios los centros comerciales se han promocionado como lugares seguros para
las compras y el ocio. Los centros comerciales pese a que se muestran como un
espacio público y abierto son una organización privada cuyo único fin es que el cliente
consuma lo máximo posible. Los individuos a través del consumo personalizan y creen
dar sentido a su vida.
Un centro comercial posee una doble función: por una parte ofrecer unlugar físico para
realizar el acto de la compra y por otro ladoconvertirse en sí mismo en un objeto
suntuario.Todas las pequeñas ciudades se sienten orgullosas de tener un un centro
de última generación dedicado al ocio y a la experiencia estética delconsumo para
diferenciarse de las comunidades vecinas. Esta tendencia seintensifica en el caso de
grandes metrópolis cuyos habitantes serelacionan de forma más orgánica o liquida y
tienen mas interiorizado elestilo de vida consumista de la modernidad.(Kuwait es un
buen ejemplo:es una ciudad artificial sin estructurar y sin barrios con sentidopropio de
comunidad). Es decir: los centros comerciales grandes yespectaculares son los
monumentos de nuestra época, son producto delestilo de vida asociado con nuestro
modo de producción. Los egipciosconstruían pirámides para idolatrar al faraón, el dios
de su mundoagrícola, nosotros adoramos el hedonismo.
Por supuesto si los centros comerciales son productos de consumo en simismos
también son desechables y sufren el circulo vicioso de tener que renovarse: se
quedan obsoletos y son sustituidos por nuevas superficiesmas espectaculares aún y
mas acordes con las nuevas tendencias...sin embargo hay que aclarar que esta doble
función no se puede separaren la realidad: para el consumidor forman parte de un
todo, el centrocomercial, su espacio, su arquitectura, su diseño y el acto de la
compraforman parte del mismo ritual, de la misma y experiencia de placerestético,
frivolidad e incluso civismo y socialización con los demás.Todo forma parte del mismo
juego:”ir de compras”. El espacio físico(eledificio) no es un mero contenedor para los
productos sino que ayuda adar significado a ese proceso mágico que es consumir.
Consumir para unomismo y para los demás.
El individuo no esta tan radicalmente atomizado como se puede pensar enun principio
(o por lo menos no desea estarlo) porque los centroscomerciales aunque son espacios
privados, se tratan como si fuesenpúblicos. Son lugares de reunión, con el aspecto de
calles y plazas, de ágoras en las que reunirse para relacionarse y para construir tu rol
colocándote prótesis, determinados símbolos.(ropa y complementos eincluso el café
que te puedes estar tomando...) que te definan en turelación con los demás e incluso
contigo mismo, que te ayuden aconstruir tu realidad inmediata. Normalmente las
personas y su realidadpasan mucho tiempo en ese espacio considerado semipúblico
por lo que se
desarrolla una relación de apego emocional hacia el lugar como la que setiene hacia
un hogar.Por otra parte, acudir al centro comercial es un indicador en si mismosobre tu
estatus: hay que estar “a la moda” no existen “varios” centroscomerciales sino “el”
centro comercial de tu localidad donde todapersona que se precie debe dejarse ver.
Solo puede haber un ágora, la realidad se define socialmente de tal forma que sólo
una de las grandes superficies competidoras se merece el apoyo, la atención y el
tiempo detoda la comunidad. Esto se hace especialmente extremo en
paísesprecisamente con grandes diferencias de estratificación como India,donde el
consumo se parece mas a como lo definía Veblen: como algototalmente enfocado a la
búsqueda competitiva de estatus y no como unarespuesta existencial al sentido de la
vida.Esto quiere decir que no todo el mundo puede permitirse tener tiempolibre y
recursos para pasear por el centro comercial, no todo el mundopuede perderse por él
y gastar de forma impulsiva. Incluso en nuestro
mundo occidental se considera como un signo de prestigio acudir a uncentro
comercial, sobre todo en determinados círculos nichos de mercadoo grupos
especialmente consumistas como algunos grupos de jóvenes o lasfamilias de clase
media para los que “pasar el día” en el centrocomercial es una forma de socialización.
Conclusión critica
Lo primero que se piensa de este ciclo infinito de derroche ymanipulación es que la
sociedad esta enferma. Como afirmaba Erich Fromm:no es un buen síntoma de salud
mental hacer que el propio ego dependacontinuamente de la actitud de los demás.A
veces se hace cerrando filasfrenéticamente en torno a una simbología auto impuesta y
unificada para toda la sociedad, a esto lo llamamos totalitarismo.Otras veces esta
desesperada necesidad de aceptación se traduce en unaestrategia más individual y la
comunión con el grupo y al mismo tiempola diferenciación positiva se consigue con la
moda.En cualquier caso el mecanismo es el mismo, se intenta tapar de forma patética
el vacío existencial y el sentimiento de separatividad.Que en nuestra cultura esto se
haga a través de espacios diseñados porgrandes empresas muestra hasta que punto
nuestra forma de relacióndepende en gran medida de la necesidad de dar salida a la
sobreproducción.
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