Cardenal Posadas

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El asesinato del Cardenal Posadas a 10
años de su muerte.
Carta de obispos mexicanos
al presidente Vicente Fox Quesada
sobre el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo
México, D. F. Mayo 13 de 2003
SR. LIC. D. VICENTE FOX QUESADA,
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos,
Residencia Oficial de Los Pinos,
México, D. F.
1
Señor Presidente Fox:
Los Obispos mexicanos celebramos en Monterrey nuestra LXXV Asamblea Plenaria del 28
de abril al 2 del presente. En esta Asamblea hemos abordado nuevamente el delicado caso
del asesinato, hasta ahora no plenamente esclarecido, del Sr. Cardenal D. Juan Jesús
Posadas Ocampo y de seis personas más, entre ellas el chofer del mismo Cardenal, Sr.
Pedro Pérez Hernández. El próximo día 24 de Mayo se cumplirán diez años de este
penossimo acontecimiento. A lo largo de este tiempo las Procuradurías de los dos
Gobiernos anteriores y desafortunadamente también del actual, a su digno cargo, no han
querido o no han podido investigar a fondo y de manera consistente, para llegar a la
definición de sus autores materiales e intelectuales.
Los miembros del Episcopado han preguntado a esta Presidencia de la CEM acerca de las
gestiones realizadas para solicitar y exigir la resolución de este penoso asunto y con no
poca mortificación les hemos informado: en primer lugar, de las numerosas y continuas
actuaciones de los abogados de la coadyuvancia, los Licenciados José Antonio Ortega y
Diputado Fernando Guzmán, a quienes, lejos de facilitar su trabajo atendiendo a su
condición de coadyuvantes, cada da se les ha obstaculizado en mayor medida, habiendo
ocurrido lo mismo con la Subprocuradora, la Dra. Ma. de la Luz Lima Malvido, formal y
teóricamente a cargo del asunto, aún cuando en los últimos meses, prácticamente durante
todo un año, ni siquiera ha tenido acceso al expediente; habiéndose llegado al extremo de
mantener una presión constante sobre todos ellos, hostilizándolos, y amenazándolos
continuamente.
También les hemos informado que ante esa absurda situación, reveladora de fuertes
intereses encaminados a ocultar la verdad, contrarios a la procuración de justicia, cuyos
móviles hasta ahora nos son totalmente desconocidos e incomprensibles, hemos interpuesto
nuestra solicitud de gestión para remover esos obstáculos, ante su respetable persona, a
cargo de la primera magistratura del país, mediante audiencias en las cuales hemos
entregado personalmente sendas cartas: la primera del 7 de julio de 2002 y la segunda del 1
de abril de 2003.
Hemos dado cuenta de la decepcionante respuesta a la primera de ellas, por parte del
Procurador General de la República, Licenciado Rafael Macedo de la Concha, mes y
medio después de su recepción, es decir el 19 de agosto de 2002; as como de la falta de
respuesta a la segunda, hasta la fecha de la celebración de nuestra mencionada Asamblea,
en la cual nos hubiera gustado dar alguna información satisfactoria, si no de la resolución
de la investigación después de diez años, cuando menos de una actitud diligente, efectiva y
transparente de las autoridades a cargo del desahogo de las actuaciones, con
avances reales y tangibles.
2
Señor Presidente Fox, nos preguntamos: qué pueden esperar nuestros compatriotas, la
mayoría de los cuales no tienen ni abogados, ni la posibilidad de acceso a las más
altas autoridades del país, para recibir justicia; cuando quienes representamos a un gran
número de los mexicanos en su calidad de feligreses católicos, haciéndonos eco del
reclamo no solamente suyo sino también de católicos y eclesiásticos de los Estados Unidos
de Norteamérica, de Latinoamérica y también de Europa, pedimos justicia y no recibimos
sino evasivas que no sabemos si adjudicar a falta de capacidad o de voluntad política?
Nosotros no somos especialistas en la materia, pero como muchos otros, nos preguntamos:
- Por qué no se investiga la razón por la cual los agentes de la Procuraduría, enviados desde
México a investigar el homicidio, salieron antes de que el homicidio fuera cometido?
- Por qué no se investiga a los altos funcionarios de la Procuraduría General de la República
que llegaron al Aeropuerto de Guadalajara una hora antes de perpetrarse el homicidio?
- Por qué no se investigan las presiones a las que fue sometido el Cardenal Posadas
Ocampo en las oficinas de Los Pinos, los das previos a su muerte?
- Por qué no se investiga el vuelo militar que sacó de Guadalajara al Chapo Guzmán
después del homicidio del Cardenal?
- Por que no se investigan las intervenciones telefónicas a varios representantes de la Iglesia
Católica y especialmente las del Seor Cardenal Posadas Ocampo?
- Por qué no se investiga el seguimiento y vigilancia a la casa y oficina del Cardenal
Posadas Ocampo los das previos a su muerte?
Señor Presidente Fox: la justicia es uno de los compromisos más trascendentes de su
gobierno. Sigue siendo asignatura pendiente y un anhelo vehemente de todos los
mexicanos que desean verla como uno de los frutos de los cambios indispensables en el
país. No puede seguir habiendo tanta impunidad afectando a millones de mexicanos
en sus bienes, en su honra y en su integridad personal y en la misma pérdida de su vida, por
eso nosotros en representación de innumerables católicos y de muchas otras personas de
buena voluntad, no deseamos dejar de hacer nada que pueda conducirnos a la resolución de
este doloroso caso del proditorio asesinato del Cardenal Posadas Ocampo; como una
muestra de la voluntad de su gobierno de combatir esa impunidad; como una reivindicación
que nutra la esperanza de los mexicanos de ir evolucionando hacia un verdadero Estado de
Derecho, en el cual puedan obtener la justicia por tantos negada, especialmente a los
millones de pobres y marginados.
Rechazamos las torpes y absurdas acusaciones de algunos en el sentido de tener cualquier
otro tipo de interés que no sea la satisfacción del derecho innegable que tenemos de
conocer la verdad, como lo expresó en el sepelio del Cardenal Posadas, el representante
especial de Su Santidad Juan Pablo II para este acto, el Cardenal Pironio, incluso para saber
a quienes debemos perdonar por tan execrable homicidio. El pueblo mexicano necesita
conocer la verdad en este caso y en todos los sucesos sociales, económicos y políticos que
le afectan, no podemos permitir más la simulación y la mentira porque éstas impedirán
cualquier esfuerzo serio por democratizar la vida del país.
3
Sabemos de su coincidencia personal con estas exigencias y por ello de su propuesta legal,
ya afortunadamente aprobada por el Legislativo, para instalar la Comisión Nacional de
Transparencia. Pues si este derecho se aplica para todas las acciones públicas, con
mayor razón debe buscarse con eficacia la revelación de la verdad en los procesos
judiciales, porque sin ella es imposible su satisfacción.
Pareciera que algunos desearan dejar pasar el tiempo con las investigaciones empantanadas,
para pretender que nos vayamos olvidando de nuestra pena e indignación, o para
alcanzar la prescripción legal de los delitos. No vamos a dejar de exigir la aplicación de la
justicia y nos reservamos el derecho de denunciar las actitudes dolosas o irresponsables de
quienes estando obligados a procurar la investigación y la consignación de los responsables
de estos delitos, no lo hagan.
Por todo lo anterior y como consecuencia del acuerdo unánime de los miembros de la
Conferencia Episcopal Mexicana, reunida en su LXXV Asamblea, en la que participaron
más de 80 obispos mexicanos, nuevamente le solicitamos se atienda con diligencia nuestra
petición para desahogar y cumplir la investigación del asesinato del Cardenal Juan Jesús
Posadas Ocampo, dando las facilidades que la ley otorga a los abogados de la
coadyuvancia, as como los recursos humanos y materiales a la Subprocuradora Lima
Malvido, encargada del caso.
En espera de su oportuna respuesta, nos despedimos ofreciendo nuestra oración para que el
Seor lo ilumine y fortalezca en su delicado servicio en bien de todo el pueblo de México.
Por los Obispos de México, Consejo de Presidencia de la CEM:
+ Luis Morales Reyes
Arzobispo de San Luis
Presidente de la CEM
+ J. Guadalupe Martín Rábago
Obispo de Len
Vicepresidente de la CEM
+ Abelardo Alvarado A
Obispo Auxiliar de México
Secretario General de la CEM
+ J. Guadalupe Galván Galindo
Obispo de Torren
Tesorero de la CEM
4
+ Javier Navarro Rodríguez
Obispo de San Juan de los Lagos
Vocal de la CEM
+ Ricardo Watty Urquidi
Obispo de Nuevo Laredo
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Indicador Político
Carlos Ramírez
16 MAYO 2003
POSADAS: CASO ABIERTO
En la víspera del noveno aniversario del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo
en el aeropuerto de Guadalajara, el conflicto por la investigación oficial entra en la fase de
revelaciones delicadas. Mientras la histeria de Jorge Carpizo McGregor basa su defensa en
su papel de victima ideológica de la "ultraderecha", la jerarquía católica acudió el miércoles
a la protección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA por
amenazas.
En un largo texto enviado a la OEA por José Antonio Ortega Sánchez, representante legal
de la esposa del chofer del cardenal Posadas y abogado del cardenal Juan Sandoval
Iñiguez, hace una nueva recopilación de datos sobre el asesinato de mayo de 1983 y aporta
elementos que muestran fallas en la investigación oficial.
La respuesta oficial y extraoficial ha sido de amenazas de muerte contra el cardenal
Sandoval, contra el diputado panista Fernando Guzmán Pérez y contra el propio abogado
Ortega. Inclusive, a Ortega le abrió la PGR un sospechoso expediente de secuestrador. Al
final, la procuraduría de Rafael Macedo de la Concha se ha convertido en protectora de
la procuraduría de Carpizo McGregor. Inclusive, Carpizo ha tenido la "colaboración" de la
PGR --aunque no de la subprocuradora Mara Lima Malvido-- para allegarse de
información interna que pueda usar contra sus enemigos.
Las denuncias de los abogados de la iglesia sobre las amenazas de muerte y el
fortalecimiento de la hipótesis del asesinato de Posadas como un crimen del poder lleva a
Carpizo McGregor a acusar a la iglesia de alianzas con el narco. Pero Carpizo McGregor -que iba a Los Pinos en pijama y pantunflas-- no aprehendió a los hermanos Arellano Félix
en la nunciatura y los dejó escapar con facilidad. Y el narco tuvo un importante auge en el
salinismo.
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El documento enviado por Ortega a la OEA da la versión de un testigo, Ignacio Flores
Ruiz, a quien Posadas le habrá dicho: "hace algunos das me citaron en Los Pinos y me
hicieron proposiciones indecorosas en el sentido de que no me metiera en el corredor
Tijuana-Guadalajara de prostitución y otras cosas y a cambio me daban todo lo que
quisiera para mi ministerio. Como para m sentí una ofensa tremenda, me levanté
intempestivamente y me retiré de esa reunión. Iba a abrir la puerta para salirme del recinto
cuando me alcanzó José Córdoba Montoya, casi me quería cachetear porque se sentía
ofendido de mi actuación, cogi la puerta y me la aventé detrás de mi y gracias a Dios no me
golpe".
El texto también recuerda el conflicto político de Salinas con la iglesia católica por la
beatificación de cristeros. De acuerdo con el testigo Emeterio Romo Pérez, Posadas le dijo
que Salinas le había dicho al cardenal que era "inoportuno dicho proceso de beatificación,
toda vez que se encontraba muy reciente la memoria del conflicto religioso entre el Estado
y la iglesia y que por el contrario el cardenal le contestó que a la iglesia le parecía
edificante y valiente".
Asimismo, la queja de Ortega a la OEA se la el envío a un equipo de investigación de
Carpizo McGregor a Guadalajara un da antes del asesinato de Posadas. Era un equipo para
"investigar un homicidio que todavía no se cometía".
También Ortega presenta datos y pruebas de que el cardenal Posadas era espiado por el
gobierno de Carlos Salinas: coches que lo seguían, policías en su antesala y teléfonos
intervenidos. Existe el testimonio legal de José Luis Thirin Muñoz, funcionario de
Teléfonos de México en Guadalajara, en el sentido de que se había colocado aparatos de
intercepción telefónica en números de la jerarquía católica local.
Y la queja ante la OEA tiene datos de las amenazas de muerte contra el cardenal Sandoval,
el diputado Guzmán Pérez y el abogado Ortega y su hijo para obligarlos a abandonar las
presiones para reorientar la investigación del asesinato del cardenal Posadas.
En este escenario, el caso Posadas vuelve a calentarse pero ahora en el contexto del
reciclamiento político de Carlos Salinas como hombre fuerte del PRI y de Carpizo
McGregor como uno de los salinistas más connotados que estuvo, por cierto, presente en la
fiesta política de la boda de Cecilia Salinas Occellli.
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Carlos Madrazo Presidente del PRI, Cecilia Salinas Occelli, Carlos Salinas de Gortari, Elba
Esther Gordillo y el expresidente Miguel de la Madrid Hurtado
El caso Posadas ya se internacionalizó por la denuncia de Ortega ante la CIDH de la OEA
que pone en entredicho la parcialidad de la PGR para defender a Carpizo McGregor y a
Carlos Salinas y por presionar a la iglesia católica para alejarla de las investigaciones.
REVISTA PROCESO
19-May-2003
El regreso de Carlos Salinas
Álvaro delgado
México, D. F. (apro).- La nueva aparición de Carlos Salinas en México, el sábado 12 de
abril, transformó la boda de su hija, de suyo respetable, en un acontecimiento político,
sobre todo en momentos en que se libran batallas intestinas en el PRI por las diputaciones
seguras.
Habitualmente certero en sus apariciones o desapariciones, desde que debió ausentarse del
país hace 9 años por el repudio popular y en encarcelamiento de su hermano Raúl, Salinas
se ha instalado en México para cobrar facturas, políticas y económicas.
De las segundas poco puede saberse, ya que los negocios que instaló durante su
administración permanecen en la penumbra, pero las primeras --las políticas-- implican
colocar en posiciones de poder a personajes de su misma cofradía.
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En ese sentido ha avanzado: Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, que deben a Salinas
su ascenso político, lograron apoderarse del control formal del PRI, cuyos candidatos a
diputados plurinominales tendrían que responder a la misma lealtad.
La presencia de ambos dirigentes en la boda de Cecilia Occelli y Luis Gatica, celebrada en
Cuernavaca, representa un acto de lealtad a quien los impulsó políticamente, pero también
un mensaje sobre el poder que todavía posee Salinas.
El tiempo ha sido el mejor aliado del expresidente, que ha sabido manejarlo desde que
asumió la Presidencia tras un fraude electoral en 1988 que distrajo mediante acciones
propagandísticas. Los que se dejaron engañar terminaron repudiándolo, pero con el paso de
los años el encono ha amainado, al menos al interior del PRI.
Olvidada la demanda de expulsión de ese partido, precisamente por el tiempo, Salinas
vuelve para seguir con su estrategia de reivindicación pública, que pasa por la
liberación de su hermano Raúl, quien promovió un amparo por la acusación de
enriquecimiento inexplicable que debe ser resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
Para que sea exitosa la maniobra legal de los Salinas, es preciso que cuenten con un amplio
abanico de políticos que logren persuadir a los ministros, algunos de ellos a punto de
jubilarse, y eso pasa por la Cámara de Diputados.
Por eso no es anodina la fecha de la boda de la hija del expresidente ni la presencia en la
fiesta de Madrazo y Gordillo --a quienes no unió el amor, sino el espanto--, y menos aún
empresarios como Emilio Azcárraga, Director General de Televisa.
El grupo político salinista se dejó ver mediante los periodistas invitados, uno de los cuales,
Guillermo Ortega Ruiz, enumeró el elenco:
El expresidente Miguel de la Madrid y los aspirantes a la candidatura presidencial priista
Miguel Ángel Núñez Soto y Arturo Montiel; Manlio Fabio Beltrones, y Jorge Kahwagi,
empresario y boxeador.
Con ellos el grupo compacto: Pedro Aspe, Patricio Chirinos, Otto Granados, Jorge Carpizo,
Emilio Lozoya, Ramón Aguirre -que quiere ser diputado--, Bernardo Sepúlveda, Manuel
Tello, Francisco Rojas y Luis Carlos Ruano Angulo.
El salinismo, pues. Ese salinismo que, mediante otros personajes que sin duda serán
diputados, está actuante para suceder a Vicente Fox en el poder. Al fin que la memoria de
los mexicanos es flaca.
Comentarios: [email protected]
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MILENIO DIARIO - Trascendió...
Que en no pocos círculos de poder hay gran preocupación por la guerra entre la PGR y el
ex procurador Jorge Carpizo.
La inquietud obedece no sólo al hecho de que Carpizo es una persona que sabe pelear y
que, cuando lo hace, es capaz de arriesgarlo todo, sino más bien por el hecho de que él, si
algo posee, es información.
Que hay quienes no olvidan que Jorge Carpizo fue procurador y secretario de
Gobernación con el presidente Carlos Salinas, y que uno de sus acólitos, Jorge Madrazo
Cuellar, fue procurador con el presidente Ernesto Zedillo.
Como todos los actuales funcionarios importantes del gobierno tuvieron algún tipo de
actividad pública en esos sexenios, es altamente probable que Carpizo les conozca, a casi
todos ellos, sus debilidades, sus vicios, sus romances, sus preferencias sexuales, sus
pecados, sus negocios lícitos e ilícitos, en fin, sus intimidades.
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Y como, en esta transición, tristemente ya todo se vale, no hay que descartar el peor de los
escenarios: el de la cubeta llena de excremento que se vacía frente a las aspas de un potente
ventilador.
Que en la Conferencia del Episcopado Mexicano ya no está gustando la secuela que está
teniendo la reapertura del caso Posadas, de lo que se supone hablará la subprocuradora
María de la Luz Lima Malvido mañana.
Este viernes se cumple el noveno aniversario del asesinato del cardenal y otras seis
personas.
Los obispos de México, por unanimidad, desconocieron su representación en el Grupo
Interinstitucional que trabajó con las autoridades de la PGR, y solicitaron la reapertura del
caso bajo la presunción que hace dos años habían desechado, en el sentido de que el
homicidio fue resultado de un complot.
-------------------------------------------------------------------------------Reforma(24-05-02) Ciudad de México.- Al menos mil fojas fueron sustraídas de la
indagatoria del asesinato del Arzobispo Juan Jesús Posadas Ocampo, Cardenal de
Guadalajara, ocurrido hace nueve años en el estacionamiento del aeropuerto internacional
de la capital jalisciense, afirmó la Subprocuradora María de la Luz Lima Malvido.
Además, aseguró, una revisión minuciosa realizada tras la reactivación de la indagatoria
permitió descubrir deficiencias en las investigaciones, porque no se tomó declaración a
varios involucrados, y la posible sustracción de materiales periciales que fueron sustituidos
por otras pruebas.
Lima Malvido sostuvo que las nuevas rutas en la investigación y los avances logrados, no
se pueden dar a conocer para evitar entorpecer las pesquisas.
En una conferencia de prensa, en la que no aceptó preguntas, la funcionaria relató cómo se
determinó reactivar la investigación desde el 12 de junio del 2001, sin que se hiciera de
conocimiento público para evitar la manipulación de pruebas, la politización del caso o la
eliminación de elementos que pudieran ser importantes.
"Este gobierno tiene autoridad moral, sin fantasías persecutorias que nos quiten la
neutralidad", sostuvo la funcionaria de la Procuraduría General de la República.
19-05-03
EFE.-México.-El arzobispo de Guadalajara, el cardenal Juan Sandoval, acusó al ex
fiscal de México Jorge Carpizo de ser uno de los autores intelectuales del crimen de su
antecesor en el cargo, el cardenal Juan Jesús Posadas, cometido hace una década.
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En una entrevista con la emisora "W Radio", Sandoval denunció que Carpizo no sólo
encubrió el asesinato de Posadas, sino también participó en él.
El ex fiscal "fue uno de los operadores intelectuales del asesinato a quien encomendaron
encubrir el crimen", dijo Sandoval.
"Hay una serie de cosas que lo hacen a él cómplice de encubrimiento pero también tuvo
parte en el asesinato", enfatizó.
Según Sandoval, Carpizo, quien era fiscal cuando Posadas fue asesinado, ocultó pruebas y
sustrajo declaraciones y evidencias de los expedientes.
El ex fiscal argumentó que las acusaciones en su contra son "calumnias" y constituyen una
reacción a la denuncia que interpuso recientemente contra Sandoval y otras personas por
tener vínculos con narcotraficantes.
Carpizo explicó a "W Radio" que denunció al cardenal por "entrega de 'dinerito' para bienes
y beneficios a sus testigos gángsters de la peor ralea y por obstruir la justicia al presentar
testigos con trastornos mentales".
Además, el ex fiscal acusó a Sandoval, a la subprocuradora María Luz Lima Malvido actualmente a cargo de las investigaciones-, al diputado Fernando Guzmán y al abogado
José Antonio Ortega de "usurpar funciones que corresponden al Ministerio Público, filtrar
documentos de la averiguación a la prensa y mentir en sus declaraciones".
Al respecto, Sandoval advirtió que planea demandar a Carpizo por difamación.
La polémica entre Carpizo y Sandoval se remonta a varios años atrás, pero se ha agudizado
con motivo del décimo aniversario de la muerte de Posadas.
Según la versión oficial, que defiende Carpizo, Posadas murió el 24 de mayo de 1993 en el
aeropuerto de Guadalajara al quedar por casualidad bajo fuego cruzado durante un
enfrentamiento entre sicarios de los carteles de las drogas de los Arellano Félix (Tijuana) y
Joaquín "El Chapo" Guzmán.
No obstante, Sandoval insiste en la tesis de que el crimen fue un complot de Estado para
evitar que Posadas aportara pruebas sobre la presunta relación de altos funcionarios del
Gobierno del presidente Carlos Salinas (1988-94) con redes del narcotráfico.
La investigación sobre el crimen fue cerrada a mediados del año 2000 con la conclusión
que defiende Carpizo, pero se reabrió un año después debido a varias irregularidades
detectadas en la primera indagación, como la sustracción de 1.000 hojas del expediente y la
desaparición de algunas declaraciones de implicados en el caso.
11
La llama de la justicia
Ramón Cota Meza*
Editorial de El Universal
Martes 28 de mayo de 2002
Primera sección
12
DE las investigaciones sobre los tres magnicidios perpetrados bajo Carlos Salinas, la del
cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo presenta la peculiaridad de estar impulsada por
fuerzas ajenas al sistema político que posiblemente lo victimó. La investigación sobre el
asesinato de Colosio fue controlada por Salinas, quien logró imponer la tesis del "asesino
solitario". La del caso José Francisco Ruiz Massieu fue realizada por funcionarios de
extracción panista, aunque con apoyo del presidente Zedillo, de modo que resultó en una
investigación "negociada" que se quedó a un paso del último escalón. La del caso Posadas,
en cambio, comenzó a escapar lentamente del control oficial desde 1996, hasta regresar a la
PGR, ahora bajo control (no absoluto) del primer gobierno de alternancia. Así las cosas, las
pesquisas podrían desembocar en el primer caso de combate exitoso a la impunidad en las
más altas esferas del poder.
Como se sabe, la investigación fue retomada por la LIV Legislatura del Congreso de Jalisco
(1996-1998), de mayoría panista, bajo iniciativa del diputado Fernando Guzmán Pérez
Peláez. La Comisión Especial así creada presentó tres informes en los que impugnaba la
tesis de la "confusión" fabricada por Jorge Carpizo, avalada por Antonio Lozano Gracia y
defendida tenazmente por Jorge Madrazo. Este último intentó cerrar el caso en 1998, en la
víspera de la visita de Juan Pablo II, pero la comisión resistió. De los estira y afloja resultó
el Grupo Interinstitucional (GI, 1998), híbrido compuesto por panistas y notarios locales,
tres obispos y cuatro funcionarios de la PGR. En esta etapa, Fernando Guzmán es ya
coordinador de asesores y luego secretario de gobierno del mandatario panista Alberto
Cárdenas Jiménez. Los resultados de la investigación del GI, o mejor dicho, de la parte
jalisciense del grupo, están contenidos en un libro de reciente aparición, Sangre de Mayo, el
homicidio del Cardenal Posadas Ocampo . El GI revisó 47 tomos de la investigación, hizo
139 interrogatorios, desahogó cientos de pruebas y las corroboró con testigos de México y
el extranjero. Los testigos fueron animados a declarar ante notario público (no ante la PGR)
por el cardenal Juan Sandoval, y sus testimonios fueron enviados a expertos de Roma y
Estados Unidos. Varios testigos sufrieron amenazas e intentos de soborno y la PGR
"sembró" algunos testigos falsos.
El nuncio Justo Mullor declaró que uno de los miembros de la comisión, el agente de la
PGR Javier García Ávila, le ofreció un automóvil y una tarjeta de crédito; el cardenal
Sandoval sufrió tres intentos de envenenamiento y Fernando Guzmán fue objeto de un
atentado en Manzanillo. Consta que Guillermo Jiménez Morales, en calidad de embajador
ante el Vaticano, habría presionado en favor de la "promoción" de Sandoval hacia algún
puesto en la santa sede para alejarlo de la investigación. El Vaticano respondió con la
unción de Sandoval como cardenal. Estos son algunos de los episodios en una saga que ha
cobrado más de 36 vidas y desapariciones de testigos, siete de ellos en la escena del crimen.
Considerados individualmente, ningún testimonio ni prueba es concluyente, pero tomados
en conjunto arrojan presunción suficiente para desacreditar la tesis de la "confusión" y
reiniciar la investigación bajo nuevas hipótesis. La más plausible es la del asesinato
producto de un complot de narcopolíticos. La parte jalisciense del GI sugiere que el móvil
fue recuperar un informe en poder del cardenal sobre los vínculos de políticos con
narcotraficantes.
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Hay evidencias de que agentes de la PGR intentaron recuperar esa información "por las
buenas". Jorge G. Castañeda afirma: "No es imposible que el régimen de Carlos Salinas
haya llegado a un entendimiento con el narco mexicano a comienzos de sexenio (...) que
fuese beneficioso para los dos y, por qué no decirlo, para el país como tal". Castañeda
sugiere que el nombramiento de Enrique Álvarez del Castillo, ex gobernador de Jalisco,
"cuna de uno de los cárteles (...) tal vez respondía a este requisito" (La vida te da sorpresas ,
1994).
Posadas trabajó activamente contra el lavado de dinero en Jalisco desde que fue nombrado
obispo de Guadalajara en 1987. Habló con empresarios católicos para persuadirlos de que
se abstuvieran de participar en ese negocio. Recibió informes de los padres de Humberto
Álvarez Macháin, con quien se entrevistó luego en una cárcel de Los Ángeles por
intermediación del obispo de esa ciudad. Posadas y el obispo de Los Ángeles tenían
motivos adicionales para conocer los pormenores del caso, ya que dos de los acusadores de
Álvarez Macháin, testigos protegidos mexicanos en Los Ángeles, estaban a su vez acusados
de haber secuestrado y asesinado a cuatro misioneros católicos estadounidenses en
Guadalajara. Posadas recibió su nombramiento cardenalicio en 1988 como premonición de
su propio sacrificio. Este sería el mensaje de su promoción para beatificar a 25 mártires
cristeros, la mayoría de Jalisco.
Juan Sandoval, sucesor de Posadas, tomó la investigación como asunto de responsabilidad
personal y como de testimonio de su fe. Su primera aportación fue el retrato hablado de un
sospechoso rondando la casa del cardenal un día antes del asesinato. El subprocurador
Mario Ruiz Massieu se burló de él. Entre los indicios aportados por el GI figura la
información sobre dos videos de los hechos filmados por personal de la seguridad privada
del aeropuerto de Guadalajara. Uno de los testigos afirma que Jorge Carpizo los eliminó del
expediente. Los videos estuvieron en poder del jefe de seguridad del aeropuerto, Florentino
Cuervo, antes de ser recogidos por el delegado de la PGR en Jalisco, Antonio García
Torres, quien los entregó al famoso Stergios, ayudante de Mario Ruiz Massieu. Florentino
Cuervo está ahora desaparecido.
La mayoría de los testimonios presentados por el GI revelan la participación y presencia de
muchos elementos de seguridad, militares y ex militares en la escena del crimen. No
obstante, casi todos sus testimonios son contradictorios, lo que sugiere la posibilidad de una
distorsión deliberada de los hechos para anular su carácter probatorio. El GI fue disuelto el
27 de julio de 2000, después de la victoria de Vicente Fox. Hace un año, el Congreso de
Jalisco resolvió en votación unánime solicitar a la PGR la puesta al día de la investigación.
Desde entonces se han acumulado nuevas evidencias, entre ellas dos testimonios sobre dos
investigaciones paralelas ordenadas por Carpizo y de las cuales no hay constancia en el
expediente. Recientemente, la Conferencia del Episcopado Mexicano solicitó al procurador
Macedo reabrir el caso.
Queda claro, pues, que los avances de la investigación son producto de la iniciativa de
fuerzas locales de Jalisco y sectores de la jerarquía eclesiástica en México y el Vaticano.
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El paso decisivo, sin embargo, deberá venir de la PGR, la cual está ahora bajo fuerte ataque
interno y externo, mientras el presidente Fox parece estar más interesado en conseguir un
entendimiento con el PRI que apoyarse en las fuerzas políticas regionales que forman la
base del PAN. Sin duda, el curso de la investigación puede ser definitorio para la
configuración política del país.
* Escritor, analista político
¿QUIÉN ASESINÓ AL CARDENAL POSADAS?
Asegura PGR cuentan con nuevas pistas para aclarar el asesinato ...
En detalle, el documento que entregó Sandoval al Vaticano
Felipe Cobián ,Revista PROCESO, No.1285 17 de junio de 2001
Guadalajara, Jal.- Días antes de que se cumplieran ocho años del asesinato del cardenal
Juan Jesús Posadas Ocampo, el 24 de mayo último, a su sucesor, Juan Sandoval Íñiguez, le
llegó a Roma, donde se encontraba con motivo del consistorio cardenalicio, un correo
electrónico en el que aparecen supuestas nuevas pistas y elementos para que continúe la
investigación, mismo que causó un gran revuelo en los últimos días.En el documento que el
arzobispo de Guadalajara entregó a la Santa Sede, que no tiene fecha ni membrete y sólo
lleva el encabezado: "Caso Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo" —del que Proceso tiene
una copia —, aparecen nombres de personas que no han declarado ministerialmente y ahora
resultan involucradas, como los exdirectores de la Policía Judicial Federal, Adrián Carrera
y Rodolfo León Aragón.
Aparte, en las averiguaciones se citan nombres como el de Carlos Carrillo, quien habría
disparado al cardenal y que nunca fue llamado a comparecer, por lo que el exintegrante del
Grupo Interinstitucional que investigó el caso, Fernando Guzmán Pérez Peláez, exsecretario
general de Gobierno y actual diputado panista, afirma que hay suficientes elementos para
que el asunto se saque de la reserva y se haga declarar a varias personas, entre ellas a
algunas que ya lo hicieron pero sólo parcialmente.
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En el correo enviado al cardenal Sandoval Íñiguez, se da cuenta que fueron exfuncionarios
de la Procuraduría General de la República quienes aportaron la nueva información, en la
que reafirman las conclusiones a las que llegaron el gobierno de Jalisco y el arzobispado de
Guadalajara, en el sentido de que el homicidio fue doloso, "con 14 disparos directísimos y a
corta distancia, en un operativo que implicó premeditación, alevosía y ventaja".
Se señala que quien hizo coincidir en el aeropuerto internacional Miguel Hidalgo a dos
bandas enemigas de narcotraficantes —la de Luis Héctor El Güero Palma y Joaquín
Guzmán Loera, El Chapo y la de los hermanos Arellano Félix— fue el general Jorge
Carrillo Olea, en esa época director del Instituto Nacional de Combate a las Drogas
(INCD).
Se reafirma en el documento que no hubo ni fuego cruzado ni confusión y que el asesinato
y "los homicidios de las otras seis personas —su chofer Pedro Pérez Hernández, Martín
Alejandro, Aceves Rivas, Juan Manuel Vega Rodríguez, Francisca Rodríguez Cabrera,
Ramón Flores Flores y J. Rosario Beltrán Medina— fueron consecuencia de la
determinación que los homicidas tuvieron para privarles de la vida".
A continuación se reproducen las partes más importantes del documento entregado al
Vaticano por Sandoval Íñiguez:
El papel de Carrillo Olea
10 meses después y a ocho años del crimen, revelaciones de exfuncionarios del sistema de
procuración de Justicia Federal mexicano que estuvieron vinculados con las investigaciones
oficiales proporcionan la siguiente información sobre los autores del crimen, que coinciden
con las constancias, elementos y pruebas de la investigación contenidas en los expedientes
del caso:
1.- El asesinato del cardenal Posadas fue un crimen de Estado.
2.- El cerebro del operativo criminal fue el General Jorge Carrillo Olea, exgobernador del
Estado de Morelos, en su tiempo primer responsable de la lucha contra el narcotráfico en
México.
El entonces coronel Jorge Carrillo Olea fue quien convocó a las dos bandas de
narcotraficantes para provocar un enfrentamiento y generar la confusión, en tanto que un
comando de gente de su confianza experimentada en otros operativos, esperó y ejecutó al
cardenal Posadas.
A los Arrellano les avisó que el Chapo Guzmán estaría en Guadalajara y a éste lo citó para
entrevistarse con él.
3.- El operativo se manejó en tres círculos concéntricos sobre el objetivo que era el señor
Cardenal, el primero operado por gente de Carrillo Olea directamente, quienes formaron el
grupo ejecutor.
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El segundo era un cordón de seguridad coordinado por la Policía Judicial Federal de la
PGR al mando de Rodolfo León Aragón, que aisló y dio cobertura al Grupo Ejecutor dentro
del estacionamiento (del aeropuerto).
El tercero mantuvo un cerco más amplio, protegiendo y cubriendo la operación con Policía
Judicial del Estado. (En su momento, el entonces director de la Policía Judicial del Estado,
el teniente coronel Antonio Bejos Camacho, declaró al corresponsal: "Mi gente no estuvo
en el aeropuerto", pues el 24 de mayo de 1993 se encontraba en la zona de la costa en un
operativo contra una ola de secuestros "y fue precisamente en Autlán donde me enteré del
asesinato del cardenal Posadas. Hablé inmediatamente con el procurador —Leobardo
Larios Guzmán— y me vine de inmediato, pero el mismo Leobardo me prohibió
terminantemente que fuera, que me asomara siquiera al aeropuerto. Me dijo que era un
asunto sumamente grueso y que lo dejáramos a la PGR para que lo atrajera. Es más, el plan
de viajar a la costa se tenía para los primeros días de junio, pero repentinamente Larios
Guzmán me dijo el jueves en la noche que me fuera de inmediato y al día siguiente muy
temprano ya me tenían todo listo para que viajara con mi gente y lo del cardenal fue al
lunes siguiente".)
4.- El expediente "Marte", de la Unidad Especial contra la Delincuencia Organizada,
UEDO, de la PGR, en tiempo del procurador Madrazo, profundizó en los vínculos del
narcotráfico con generales del Ejército Mexicano que estuvieron presentes en los asesinatos
del cardenal Posadas y de Colosio; ante la gravedad de la situación, el procurador Madrazo
retiró al director de la UEDO y lo envió de cónsul a Sevilla, evitando el esclarecimiento de
los crímenes.
5.- Adrián Carrera, director de la Policía Judicial Federal en 1993 bajo el auspicio de
Carpizo como procurador, y vinculado al cártel de Amado Carrillo, quien fue procesado por
Pablo Chapa Bezanilla, acusado de coludirse con Mario Ruiz Massieu por lavado de dinero,
obtuvo una sentencia reducida por los beneficios de cooperación de la Ley Contra la
Delincuencia Organizada y proporcionó a la UEDO información sobre el complot para
asesinar al cardenal Posadas que se ha ocultado.
6.- Elementos de la Policía Judicial Federal que participaron en el operativo fueron además
de Rodolfo León Aragón, refugiados después como agregados de la embajada de México
en Guatemala en tiempo de Guillermo Cosío como embajador, Miguel Silva Caballero
Chico Changote, Gustavo Lurs Tijerina, posteriormente asesinados, Salvador Peralta Pérez
(comandante de la Judicial Federal en Jalisco cuando la matanza en la discoteca Christine
del hotel Krystal de Vallarta).
7. Jorge Tello Peón por instrucciones de Jorge Carrillo Olea planeó y operó la "fuga" del
Chapo Guzmán (del penal de Puente Grande, Jalisco).
8.- Cuando se avanzaba en las investigaciones del Grupo Interinstitucional para el caso
Posadas, la PGR filtró información del llamado testigo de Chicago (Marco Enrique Torres
García, de quien Guzmán Pérez P. desconfía como posible testigo sembrado) que
17
incriminaba a Carrillo Olea, ilustrando a éste para preparar su
posterior declaración ante el Grupo en 1999.
El cardenal Juan Sandoval Íñiguez sufrió por ello un atentado
por envenenamiento el 6 de junio de 1999 y el secretario
General de Gobierno de Jalisco, Fernando Guzmán Pérez
Peláez, padeció otro atentado el 22 de noviembre del mismo
año del que se salvó providencialmente y del que el presidente Ernesto Zedillo fue
notificado en su momento.
Los trabajos del Grupo Interinstitucional fueron así bloqueados y desviados para insistir
una vez más en la hipótesis de una confusión que no tiene sustento.
"... Sicariis foraneis..."
Caso Posadas: una carta en latín ofrece pistas
Felipe Cobián / Fotos: Ignacio Mireles –PROCESO 1284,10 de junio del 2001
Guadalajara, Jal.- Luis Reynoso Cervantes, el obispo de Cuernavaca que falleció en
diciembre pasado, en un principio sostuvo que el asesinato del cardenal Juan Jesús
Posadas Ocampo se trató de un atentado, pero después, con Jorge Carpizo a la
cabeza, fue un defensor incondicional de la teoría oficial de la confusión y se convirtió
en un opositor acérrimo del cardenal Juan Sandoval Íñiguez y de su convicción de que
fue un complot y crimen de Estado.No obstante, casi al final de su vida, Reynoso, en
privado, aseguró que el asesinato fue "directo e intencional" y que, además, sabía el
nombre del "mandante".
Una carta en poder de Proceso, escrita en latín clásico por un sacerdote de aquella
diócesis, fechada el 25 de mayo de 2001 y dirigida a Sandoval Íñiguez, habla del
cambio de Reynoso en las postrimerías de su vida, en relación con el caso Posadas:
D. Sandoval
Mense Jun. a 99 D. Aloysius Reynoso mihi, coram testitus, dixit occissionem Domine
Joannis Jesu directe et intentionaliter privatem fuisse, minime ob confussionem sine
adjuvante sed a sicariis faráneis ad hoc insuper se cognoscere nomen mandantis sed...
non posse loqui neque te certiorem facere.
Valeas.
Rúbrica.
Traducción:
Sr. Sandoval
En el mes de junio del 99, el Sr. Luis Reynoso me dijo a mí, delante de testigos, que el
asesinato del Sr. Juan Jesús fue directo e intencional, que de ninguna manera por
confusión o por las circunstancias, sino por sicarios foráneos (contratados) para el
caso.
Más aún, que él conocía el nombre del mandante, pero... que no podía hablar ni
decírtelo a ti.
18
Que estés bien.
El cambio de
pudo ser la
muerte, ocurrida
2000 en un
de México, tras
quirúrgica
colaboradores,
anonimato por el
represalia.
opinión de Reynoso
causa de su inesperada
el 20 de diciembre de
hospital de la Ciudad
una intervención
simple, sospechan sus
quienes guardan el
temor de sufrir alguna
En 1993, poco después del crimen, Reynoso era uno de los obispos que má s
impugnaban la versión oficial dada a conocer por la Procuraduría General de la
República (PGR). Decía entonces: "Ojalá hubiera sido un accidente, pero los disparos a
quemarropa hacen pensar otra cosa... quisiera creer que fue un accidente, pero me
hace dudar que a un metro y medio de distancia se le haya vaciado una metralleta".
Al igual que él, otros prelados se inclinaban por el atentado, principalmente Norberto
Rivera Carrera, entonces obispo de Tehuacán; Juan Sandoval Íñiguez, de Ciudad
Juárez; Carlos Quintero Arce, arzobispo de Hermosillo; y Genaro Alamilla, obispo
emérito de Papantla.
Y decía retador: "Existen muchas formas de querer callarnos, pero no lo haremos,
porque tenemos una misión profética que cumplir".
Asesor jurídico del episcopado, ya que era doctor en derecho canónico, a Reynoso le
tocó, años después, participar en la comisión interinstitucional que investigó el caso
Posadas. En marzo del año pasado, siendo miembro de esa comisión, defendió
fuertemente la postura del gobierno, al grado de pedir que se le diera carpetazo al
asunto:
"Las autoridades deben poner un hasta aquí a la investigación del caso Posadas". Y
agregaba: "No se puede avanzar cuando los testimonios son débiles o cuando sólo hay
sospechas. Y aquí no se trata de eso, se trata de realidades".
Incluso, llegó a atacar al entonces gobernador de Jalisco, el panista Alberto Cárdenas
Jiménez, debido a que éste sostenía la versión del atentado y hacía declaraciones
"precipitadas", basadas en los "testigos débiles" que informaban a las autoridades
jaliscienses.
¿Muerte provocada?
Entre el clero de la diócesis de Cuernavaca hay la convicción de que al obispo Reynoso
lo dejaron morir intencionalmente para que, ya cercano su retiro (tenía 74 años), no
fuera a desmentir públicamente la versión del gobierno.
Aseguran sacerdotes de esa diócesis que tras la operación a que fue sometido, que
concluyó ya muy noche, el obispo fue enviado directamente a piso y no a una sala de
recuperación, sin atención de ninguna especie, donde más tarde murió "de un paro
cardiaco".
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En abril del año pasado se cayó de una barda en la catedral de Cuernavaca, se fracturó
el fémur y algunas costillas. De manera exitosa fue intervenido en dos ocasiones. Se
recuperó, pero a finales del año acudió de nuevo al hospital para que le corrigieran
unas molestias.
Además de la gran amistad que lo unía con Carpizo, que se habría iniciado o se habría
fortalecido cuando éste era rector de la UNAM y el prelado maestro de derecho,
Reynoso se hizo muy amigo del entonces gobernador de Morelos, Jorge Carrillo Olea,
quien, según el último documento entregado por el arzobispo Sandoval Íñiguez al
Vaticano, fue quien instrumentó todo el operativo del 24 de mayo de 1993 en el
aeropuerto de Guadalajara para asesinar a Posadas Ocampo. Cuando sucedieron esos
hechos, Carrillo Olea era director del Instituto Nacional de Lucha contra el Narcotráfico
(INLN).
Durante su estancia en el Vaticano en la penúltima semana de mayo pasado, donde
fue relator general del consistorio, Sandoval —según su versión— recibió un correo
electrónico con nueva información sobre el caso Posadas.
Después, a principios de la semana pasada, el periodista italiano Andrea Tornielli
publicó en el diario Il Giornale, de Milán, parte de esa información.
Y el miércoles 6, en una de sus periódicas reuniones de obispos de la Región Pastoral
de Occidente, realizada en Guadalajara, sin acceso a los medios de comunicación, se
dio cuenta pormenorizada de los nuevos elementos sobre el caso.
En poco más de cuatro cuartillas se sintetizó la nueva información que habría sido
enviada a Sandoval por un muy alto exfuncionario federal. Ahí aparecen como autores
intelectuales Carlos y Raúl Salinas de Gortari "por sus implicaciones en el narcotráfico".
Según la misma versión, quien organizó el operativo fue Jorge Carrillo Olea, y el
operador directo habría sido Rodolfo León Aragón, director de la Policía Judicial
Federal, quien tuvo el apoyo de las autoridades estatales, entre ellas los
exgobernadores Guillermo Cosío y Carlos Rivera Aceves.
La comida en Los Pinos
Los motivos del asesinato: en una comida con Carlos Salinas de Gortari en Los Pinos,
en la que estuvieron presentes Manuel Camacho Solís y Luis Donaldo Colosio, Posadas
Ocampo, entonces vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, reclamó
en tono enérgico al presidente que su familia estuviera involucrada en el narcotráfico.
En su declaración del 14 de abril de 1999 ante los integrantes del Grupo
Interinstitucional —creado en 1998 por el procurador Jorge Madrazo ante la insistencia
de Sandoval—, el obispo de Nezahualcóyotl, José María Hernández González, confirmó
esa comida en Los Pinos, a la que fue invitado por Camacho Solís, de quien el propio
Posadas comentó que "se manifestaba como si ya fuera presidente, en virtud de las
instrucciones o disposiciones que daba...".
También, en declaraciones ministeriales ante el mismo Grupo, corroboraron ese
encuentro los sacerdotes locales Miguel Pérez Velasco y Rafael Uribe Pérez. El primero
—en su parroquia estuvo Posadas la noche anterior a su muerte— expresó: "... que lo
que el cardenal le comentó es que lo que habían hablado en la comida con el
presidente de la República y otros funcionarios que se celebró el día 21 de mayo de
20
1993, fue de cosas muy delicadas y que el señor cardenal Posadas Ocampo le refirió
que en dicha comida estuvieron presentes Manuel Camacho Solís y Luis Donaldo
Colosio, que la misma se había llevado a cabo en Los Pinos, que el señor Posadas
Ocampo no le refirió nada al declarante respecto de la presencia de otros miembros de
la Iglesia...".
El padre Uribe Pérez, responsable de Arte Sacro del Arzobispado, comentó hace tiempo
al corresponsal que a partir de esa comida, "que a mí me consta porque el propio
cardenal me la refirió (Posadas), anduvo sumame nte preocupado, angustiado, pero
nunca supe ni me dijo por qué. Fue hasta después de una larga plática telefónica que
tuvo el señor Posadas con Colosio —yo lo comuniqué con él porque la Sedesol nos
estaba apoyando en la restauración de la catedral— y que terminó con una carcajada
del cardenal, que volvió a su estado normal".
Otro amigo de Posadas que tuvo conocimiento de esa reunión en Los Pinos, Emeterio
Romo Pérez, recordó que el cardenal le dijo que Salinas de Gortari comentó: "... a
nosotros nos parece inconveniente o inoportuno en este momento la beatificación de
los 25 mártires mexicanos". Posadas le respondió: "A nosotros nos parece lo contrario,
pues es el testimonio valiente y edificante el martirio de estas personas...".
Tras aquella comida en Los Pinos, varios sujetos vestidos de negro brincaron el alto
muro de la casa del cardenal en Tlaquepaque, con la intención de robar la
documentación que se creía tenía en su poder y que comprometería a la familia
Salinas. No lograron su objetivo al ser descubiertos. Dos días después Posadas fue
asesinado.
El intento de robo está documentado en declaraciones ante el Grupo Interinstitucional
de Marco Enrique Torres García, testigo interrogado en Chicago:
"Carlos Carrillo le comentó al de la voz que la instrucción de su tío (Carrillo Olea) era
meterse a robar la información que había (....) que tres o cuatro brincaron la barda,
que dicha barda era alta y que medía aproximadamente tres metros o un poco más,
que subieron la barda con la ayuda de una soga (...) que todos iban vestidos de negro
(...) que las personas que se brincaron se toparon con una persona (...) que el general
Carrillo Olea los instruyó para que se trasladaran a la ciudad de Guadalajara a
'levantar' la información que tenía el cardenal, que sin poder precisarlo ésta reunión se
llevó a cabo durante el mes de abril de 1993 (...) que el general Carrillo Olea les
comentó que Carlos Salinas de Gortari había soltado mucho las riendas a la Iglesia y
que ya no sabía cómo recogerlas, que el señor cardenal poseía información
comprometedora que involucra a Carlos y a Raúl Salinas de Gortari, que la información
que poseía el cardenal era comprometedora en razón de que el 'pendejo' de Raúl
Salinas de Gortari se había exhibido mucho en los negocios ilícitos, que ya toda la
gente sabía y que esta información había llegado al cardenal, que se sabía ya de la
corrupción en la que estaban metidos así como los secuestros, homicidios y toda la
corrupción del narcotráfico..."
Hasta hace poco, el gobierno de Jalisco había tenido la sospecha de que Torres García
podría ser un testigo "sembrado", porque ante la procuradora suiza Carla del Ponte,
"había hecho otras declaraciones" contra el mismo Raúl Salinas.
Presiones, amenazas, atentados y muertes
21
En la reunión
se comentó que la
Chapo Guzmán del
Grande, en enero
convenida por los
asesinato de
para que no
que el supuesto
recibido protección
mayo de 1993.
regional de prelados
fuga misma de El
Penal de Puente
pasado, pudo ser
involucrados en el
Posadas Ocampo
denunciara, toda vez
narcotraficante había
judicial ese 24 de
Independientemente de una serie de extrañas muertes entre personas que estuvieron
de alguna manera ligadas al caso Posadas, bien como supuestos partícipes o como
investigadores —como el asesinato del exprocurador Leobardo Larios Guzmán el 10 de
mayo de 1995, quien apoyó incondicionalmente la tesis oficial de homicidio por
confusión—, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez también se considera en peligro.
La semana pasada reconoció públicamente en Puebla que su repentina enfermedad —
una trombosis intestinal que le costó la pérdida de medio metro de intestino— fue
inducida.
Hasta hace algunos meses solamente comentaba que había sido muy extraña su
enfermedad, pues jamás había tenido problemas instestinales, además de que
constantemente nada y práctica la caminata y el golf.
En una ocasión comentó al corresponsal que se trató de un envenenamiento, después
de que sostuvo una comida con políticos en la Ciudad de México, pero rotundamente
se negó a hablar más del asunto.
Meses después de que estuvo grave, a principios de junio de 1999, en el arzobispado
de Guadalajara se recibió al menos una llamada alertando sobre un atentado en su
contra. Quien llamó dijo que había desertado de la banda que lo cometería, al
enterarse de quién se trataba. Eso obligó a la Mitra a comprarle una camioneta
blindada.
El viernes 8, en la PGR se habló de citar a Sandoval para que explique en qué basa su
versión de que el de Posadas Ocampo fue un crimen de Estado y "para que declare
sobre sus conversaciones con la familia de los Arellano Félix".
Apenas un día antes, en una celebración con sacerdotes en el Templo Expiatorio, el
arzobispo había dicho que "las investigaciones hechas por la PGR no sirven para nada".
Mencionó que había recibido "una extraña presión del gobierno del estado",
concretamente de la Procuraduría de Justicia, para que entregara la información que
proporcionó al Vaticano. "No sé si hubo maldad".
También dijo a sus ministros y obispos auxiliares que él no es investigador ni
detective, que la información le llega, pero que sí clama por que se esclarezca la
muerte de su antecesor, se haga justicia y se acabe la impunidad en México.
22
ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
EL CLERO Vs. MARTHA
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“SI ALGO PUEDE poner en riesgo la nueva visita del Papa a nuestro país –anunciada para
finales de 2004— es el protagonismo de Martha Sahagún”, escuchó hace unos días uno de
los empresarios más allegados a Vicente Fox de voz de uno de los colaboradores de
Marcial Maciel, el controvertido fundador de los Legionarios de Cristo.
Sí, hasta la orden que la promovía y protegía, la de Maciel, está hoy en contra de Martha
Sahagún. Ni se diga de la jerarquía católica institucional encabezada por los cardenales de
México y de Guadalajara. Éstos, de plano, ya la han colocado como un lastre en su relación
formal con la administración que, formalmente, encabeza Fox.
Y si, en su momento, Norberto Rivera Carrera calificó el matrimonio de los divorciados
Fox y Sahagún cual una situación irregular que, dijo, les impedía “recibir los sacramentos”,
y si Juan Sandoval Iñiguez, sobre el mismo tema, calificó la boda de ambos cual
“pecaminosa” y mal ejemplo para los 100 millones de mexicanos que hay en el país, ahora
han elevado sus sátiras en torno a la mal llamada “pareja presidencial”, muy en especial en
contra de la parte femenina de ésta.
Y cuando el empresario allegado a Fox preguntó ¿por qué Martha sería el obstáculo para la
quinta visita papal a México?, el legionario precisó palabras más o menos: “Porque en la
anterior visita se había pactado que ella guardaría un segundo plano y que, por su condición
de divorciada, no podría besar el anillo papal. Y ella no sólo hizo eso, sino que además
fingió haber sido recibida por Su Santidad en la residencia pontificia, cuando sólo llegó
hasta el recibidor.”
Y agregó:
“Ya están advertidos los Fox. Ya sabe Martha que no podrá volver a saltarse las trancas. Si
lo intenta, el Papa bien podría cancelar su visita a México”.
Pero Martha Sahagún, al parecer, se ha saltado no sólo las trancas, sino también ha
empezado a retozar con la doctrina de la Iglesia Católica a la que dice pertenecer.
Porque, como usted ya sabe, la señora Sahagún ha tocado apenas hace unos días dos de los
temas tabú de la jerarquía eclesial: el condón y el divorcio.
Víctima ella misma de severas golpizas propinadas por su ex marido –quien, por cierto,
recién voló a Las Vegas, Nevada, en un avión del Estado Mayor Presidencial comisionado
al hijo de ambos, Manuel Bibriesca Sahagún—, agudizadas cuando comenzó a trabajar con
Fox, por lo que hasta estuvo hospitalizada un mes a causa de un fractura en la mandíbula,
Sahagún recién aconsejó a las mujeres que reciben maltratos de sus cónyuges que no les
tiemble la mano para firmar un divorcio, como ella alguna vez lo hizo: “tenemos también
que empezar por darnos permiso de romper lo que la sociedad señala como malo, y lo que
debería de pasar, cuando firmamos un divorcio, no es temblarnos la mano, sino una mano
firme porque lo que estamos rescatando es nuestra propia vida, nuestra propia dignidad de
mujer”, dijo Sahagún.
24
Obviamente, la única “sociedad” que señala “como malo” al divorcio es la sociedad
clerical.
Y ahí se muestra ya el rompimiento de Martha con la Iglesia mexicana.
Sucede lo mismo con el condón, al que tanto se han opuesto los conservadores apoyados
también por la Iglesia.
¿Qué pasa con Martha Sahagún?
¿Por qué si, según su sobrino Alberto Sahagún de la Parra –entrevistado por Francisco
Castellanos J, el 24 de abril del 2002 y distribuido por la agencia CIMAC— la familia de
Martha Sahagún es "muy católica"?
Y explica: "Cuatro tíos paternos son sacerdotes: Jesús Sahagún de la Parra, obispo emérito
de Lázaro Cárdenas, radicado en Uruapan; Alfonso, cura retirado, fundador del semanario
Guía de Zamora y quien recientemente recibió la presea Alfonso García Robles, que otorga
el H. Ayuntamiento de Zamora al mérito ciudadano, y José Luis Sahagún de La Parra, cura
del templo de San Francisco y rector de la Universidad Vasco de Quiroga, en Uruapan,
ciudad donde radica.
“Además, comentó que ‘Julio Sahagún de la Parra (también sicólogo), viceprovincial
general de la Orden de los Jesuitas en la ciudad de México, colgó los hábitos y se casó con
una madre superiora y radica en la Ciudad de México."
¿Ha roto Martha Sahagún con la Iglesia y también con su familia “muy católica”?
¿Es en respuesta al hecho de que la Iglesia ya ha roto con ella, para no poner en riesgo la
siguiente visita papal?
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