el grito Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) el grito Fase del projecte: Lliurament Descripció del Recurs: I. Idea. Marco conceptual desde donde se enfoca la propuesta La idea surge de una experiencia personal relacionada con la producción de sonido: querer gritar y no ser capaz de hacerlo. De ahí comienzo una red de reflexiones sobre el tema del grito en nuestra sociedad y al mismo tiempo me enfrento al reto de encontrar por fin un lugar y momento para gritar. El trabajo que desarrollo es de carácter reflexivo, pues investigo y analizo distintos enfoques sobre el tema, paralelamente a un buceo interior sobre la incapacidad de producir determinados sonidos que se salen de lo socialmente aceptado y aprendido. Fui registrando con una grabadora algunas de estas reflexiones, sonidos e intentos. Para finalizar con una composición sonora concluyente, "el grito", en la que intento hacer un breve reflejo de este viaje personal a través del bloqueo y la explosión. II. Referentes. Teóricos, artísticos, literarios, visuales, etc. El enfoque psicológico y terapéutico tiene un papel muy grande en este proyecto, pues las primeras reflexiones que emanaron de este bloqueo fueron los efectos sanadores de hacerlo. Me vino inicialmente a la cabeza el artista y pensador Alejandro Jodorowski y recordé la pregunta que le hizo una seguidora sobre cómo podía celebrar su cumpleaños. Éste le dijo "En tu cumpleaños, abre la ventana y lanza hacia el mundo un grito que resuma todo lo que has vivido." Esta respuesta quedó en mí grabada, me encantó la idea de la potencia y expresión de un solo grito. De la ruptura de la normalidad que supone emitirlo, y más si el motivo es de felicidad y plenitud. De ahí fui investigando sobre nuestros gritos cotidianos, llegando a la conclusión de que solo los niños gritan con total espontaneidad y potencia. Lo hacen no solo para quejarse o pedir algo, sino por exploración y disfrute. Necesitan sentir hasta donde llega su voz y disfrutan con ello. Pero conforme crecemos parece que la cosa cambia, y nuestros sonidos se van modulando y controlando según unas normas sociales. ¿Cuándo gritamos entonces?, ¿lo seguimos haciendo? Sí, pero ya de adultos hay lugares específicos donde no está mal visto gritar y por tanto son espacios canalizadores de energía. Como lo son los partidos de fútbol (tanto si los ves como si los practicas) los gritos eufóricos son completamente admitidos. También son liberadores de energía sonora los conciertos en directo, cantar también es una manera de elevar mucho la voz, los enfados por la negligencia de otro conductor en los coches, en los partidos de tenis cuando le dan a la pelota… y evidentemente el grito Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) en situaciones de alarma para avisar a otro rápidamente. Considero claramente que existe una necesidad humana de gritar y que proviene de nuestros instintos más primitivos. Investigando sobre el grito en la infancia me resultó interesante explorar qué decían distintos psicólogos y educadores sobre gritarles a los niños. ¿Cómo hacer que un niño te obedezca?, ¿es bueno llamar su atención alzando la voz?, ¿cómo reaccionar si el niño grita en exceso? La mayoría están de acuerdo en que no es bueno gritarles para reprenderles (salvo en situaciones de emergencia para evitar un atropello o similar) pues cuando ya el adulto le alza la voz tiene una carga de violencia que anula el mensaje y fuerza a través de la amenaza y el miedo. En cuanto a cómo abordar el tema del grito en la niña o el niño en esa etapa en que hablan gritando hay algunos educadores que denuncian cualquier tipo de grito siendo un problema que el niño lo haga. Y otros, con los que estoy más de acuerdo, que consideran sus necesidades expresivas e intentan canalizar y encontrar momentos para que el niño se exprese, grite, y para que aprenda a respetar. Encontré artículos por la red, como el de la psicóloga Lucía Camín (http://alceapsicologia.com/?p=1183) que afirman que gritar es bueno para la salud si el cuerpo te lo pide, pues relaja y libera ayudando a desbloquear las emociones. De ahí que cuando en clase de Art Sonor nos expusieron las propuestas dadaístas en las que se repiensa el lenguaje y lo sonoro para dar cabida a diferentes expresiones, sentí un gran alivio e inspiración. Puedo volver a ser niña y explorar una infinitud de posibilidades con la voz sin que los tabús o corsés metales me limiten. Me encantó la sencilla idea de usar el sonido como un material más para mezclar, recomponer, experimentar. Me gustó mucho a su vez la idea de falta de control en la realización de una composición sonora, un poco de oxígeno en nuestros modos de hacer occidentales donde todo debe encajar en una clasificación o etiqueta. La idea de poesía fonética como la de Golan Levin & Jaak Blonk o los chicos de Accidents Polipoètics me abrió un campo que me gustaría experimentar. Por eso me pareció un reto empezar rompiendo telarañas interiores gritanto tras tantos años de silencio. La superación de las sensaciones de vergüenza y ridículo son un reto para ello. Según la psicóloga Neus Córdoba al contrario que el miedo o la tristeza que son innatos en el ser humano, la vergüenza es una transmisión cultural. En cuanto al arte relaciono este proyecto con las esculturas de Giuseppe Penone. Éste interactúa y se siente parte del medio natural (por ejemplo en su bosque natal) creando con elementos naturales y su propia energía corporal obras que parecen hablar el mismo lenguaje de la natura. Él se siente un elemento más del paisaje, para él “el hombre no es espectador o actor sino simplemente naturaleza”. Este artista está muy conectado a mi obra, pues en ella la liberación y protagonismo de la energía de mi propio cuerpo es esencial. Y a su vez la conexión con el medio natural y con el animal interior es una vía para superar los desequilibrios y contaminaciones cotidianas. III. Proceso de elaboración. Metodología utilizada para realizar la propuesta el grito Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) Como ya dije el trabajo parte de la necesidad personal de gritar en este semestre. Me parece interesante comentar que yo habitualmente canto para expresar y liberar mis estados emocionales. De ahí que este bloqueo sonoro me resultara un reto para liberar y probar mi voz y transgredir lo conscientemente prohibido. Las canciones que versiono o creo están totalmente conectadas con las emociones que siento. Puedo interpretar, pero lo que mejor me sienta es navegar y sincerarme en lo que deseo sustraer o filtrar del interior. Dudé de escoger el grito, o algún estado sonoro que transmitiera específicamente una emoción por lo efímero y cambiante de las emociones. Pero el grito seguía latente durante semanas, pues ha sido un semestre especialmente frenético por estar matriculada en muchas asignaturas. Por tanto ese grito era la única opción expresiva y sincera a la que podía llegar. El viaje comienza en la necesidad de un grito desesperado, que luego va tomando otros derroteros de expresión y reflexión. Me he encontrado en él frente a la dicotomía de entenderlo o de ser inútil el intento. Reflexionar y pensar demasiado sobre una explosión sonora, que justo carece de reflexión y racionalidad por su carácter espontáneo y visceral. Como si estuviera estudiando la programación de algo que no se puede provocar… De todas formas seguía viéndome incapaz de gritar libremente en casa o de hacer cualquier sonido que se saliera del habla o del canto habitual. Podría decir que me había acostumbrado al férreo control y modulación diaria de la voz. De ahí la necesidad del grito, la voz quería un poco de descontrol, irse algún día de fiesta. Esto me llevó a pensar sobre las necesidades de intimidad sonora, pues podemos resguardarnos del mundo en una habitación cerrada, pero en pequeños pisos con paredes de papel ¿podemos producir sonidos sin que nos oiga el compañero de piso o el vecino?, ¿es un concepto posible la generación de un grito íntimo? Pasaban las semanas y seguía en silencio, y estas reflexiones me llevaron a la transformación del grito que estaba preparando, ahora estudiaba la posibilidad de un grito que rompiera ese escondite íntimo y que fuera capaz de emanar "¡estoy viva!", "¡existo!" o "¡soy feliz!". Seguía en una ebullición mental y me exprimía la cabeza una y otra vez para encontrar la mejor forma de "materializar" artísticamente "algo" para la entrega final. ¿Cómo materializar un sonido tan espontáneo y libre? Consideré bastantes caminos para avanzar. Como encontrar lugares óptimos para gritar y comunicarlos mediante un mapa. También grabé alguna entrevista callejera a gente en la que les pregunté si tenían ganas de gritar en la vida cotidiana y si lo hacían, si canalizaban estas ganas de alguna forma y si querían gritar frente a la grabadora. Sus respuestas fueron sorprendentes, un chico comentó que su manera de gritar era teclear en el ordenador teclas el grito Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) caóticamente y darle al enter, y otro afirmó con su voz tenue que los catalanes no gritan. Estudié la posibilidad liberadora de ir a una sala insonorizada de ensayo, miré precios y visité las instalaciones pero no surgió. Reflexioné que una forma directa era presentarme el día de la presentación y gritar, así de sencillo, mas no iba a disfrutar de ello, no me iba a sentir cómoda (era demasiado), y por tanto lo deseché. La idea más sencilla fue abordar el bloqueo de una vez y subirme a mi lugar de deporte habitual, Monjuic. Y allí registrándolo con la grabadora intentar gritar en un espacio abierto y conocido. Y tras estas grabaciones más espontáneas me encontré con una clara conexión entre el grito y el movimiento, concretamente con el acto de correr. Me percaté de mi gusto por probar el cuerpo hasta sus límites expresivos y energéticos. Correr es una forma socialmente aceptada y al alcance para estirar todos los músculos y probar tu resistencia. A su vez lo identifico como una liberación también de la presión cotidiana, y como el grito, una manera de penetrar en el espacio. De ahí sus interconexiones en la composición final. Para acabar estas reflexiones me gustaría recordar que un grito, en forma de llanto, es el primer sonido que hacemos al nacer, y es lo que identifica que estamos vivos. Por tanto, gritemos al mundo si de alguna manera queremos rasgar el silencio y comenzar de nuevo. IV. Medios de producción. Procedimientos y técnicas utilizadas en la producción del proyecto - Pensar, pensar y pensar - Hablar - Gritar - Grabadora: OLYMPUS VN-712PC - Pista "el grito" editada con el program Audacity. - Subidas a soundcloud.com V. Composición sonora final. Ficha técnica https://soundcloud.com/angela-d-ez/el-grito Título: "el grito" Autora: Angela Díez el grito Publicat el PROCOL (http://www.ub.edu/procol) Lugar: Parque de Montjuic, Barcelona Tiempo: noviembre2013-enero2014 Momento del día: noches, de 21.00 a 1.00 Duración: 3´35" Edición: programa Audacity Formato: .wav y .mp3 Grabadora: OLYMPUS VN-712PC https://soundcloud.com/angela-d-ez/grito2-mp3 Título: "paisaje sonoro-gritos2" Autora: Angela Díez Lugar: Parque de Montjuic, Barcelona Tiempo: 12 de enero de 2014 Momento del día: 17:31 Duración: 40" Formato: .mp3 Grabadora: OLYMPUS VN-712PC Autors del recurs Angela Diez Angela Diez Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)