Documento descargado de http://www.elsevier.es el 20/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. RESÚMENES izquierda. El aumento del tamaño de la aurícula izquierda predispone a la cronificación de dicha arritmia. Verdecchia P, Reboldi G, Gattobigio R, Bentivoglio M, Borgioni C, Angeli F, et al. Atrial fibrillation in hypertension. Predictors and outcome. Hypertension 2003;41:218. Comentario Fibrilación auricular en la hipertensión arterial: predictores y evolución El presente estudio siguió durante 16 años a 2.482 pacientes hipertensos esenciales, todos ellos con ritmo sinusal al inicio del seguimiento. Se descartaron aquellos pacientes con enfermedad valvular, enfermedad coronaria, síndromes de preexcitación, enfermedades tiroideas o pulmonares. A lo largo del seguimiento 61 pacientes presentaron un primer episodio de fibrilación auricular, lo que supone una tasa de 0,46 % pacientes-año. Los pacientes que presentaron un episodio de fibrilación auricular mostraban al inicio del seguimiento una serie de características diferenciales respecto al resto: mayor edad (59 frente a 51 años), presión arterial sistólica en consulta y ambulatoria de 24 horas más elevadas (165 y 144 mmHg frente a 157 y 137 mmHg, respecti vamente), mayor masa ventri cul ar izquierda (58 frente a 49 g/talla[m] 2,7) y mayor diámetro del ventrículo izquierdo (3,89 frente a 3,56 cm) (p < 0,05 en todos los casos). Los únicos predictores independientes de fibrilación auricular fueron la edad y la masa ventricular izquierda (p < 0,001 en ambos casos). Por cada incremento de una desviación estándar de la masa ventricular izquierda, el riesgo de fibrilación auricular aumentaba 1,20 veces (intervalo de confianza al 95 %: 1,07-1,34). Se observó una cronificación de la fibrilación auricular en el 33 % de los casos. Los predictores independientes de fibrilación auricular crónica fueron la edad, la masa ventricular izquierda y el diámetro de la aurícula izquierda (p < 0,01 en todos los casos). Se registró una tasa de accidente cerebrovascular isquémico del 2,7 % y 4,6 % por año en sujetos con fibrilación auricular paroxística o crónica, respectivamente. Estos datos indican que en pacientes hipertensos con ritmo sinusal sin otras patologías predisponentes, el ri esgo de fi bri l aci ón auri cul ar aumenta con la edad y la masa ventricular Los principales factores de riesgo para la fibrilación auricular (FA) son la edad, sexo masculino, hipertensión arterial, tirotoxicosis, consumo de tabaco, diabetes, hipertrofia ventricular izquierda, aumento de la aurícula izquierda, enfermedad valvular o coronaria, insuficiencia cardíaca congestiva y el accidente cerebrovascular. En el estudio Framingham la hipertensión y la diabetes fueron los únicos factores de riesgo cardiovascular con valor predictivo para FA tras ajustar para edad y otras condiciones predisponentes. El papel de la hipertensión arterial como factor de riesgo de FA es conocido desde hace tiempo, pero no ha sido analizado en profundidad. Diversos estudios en población general muestran que la hipertensión es un factor de riesgo para FA. El riesgo de FA en hipertensos respecto a sujetos normotensos es 1,9 veces mayor según el estudio Framingham y 1,4 veces mayor en el estudio Manitoba. La dilatación de la aurícula izquierda fue también un precursor de FA en el estudio Framingham. Entre los procesos electrofisiológicos que acontecen en una aurícula izquierda dilatada están el acortamiento del período refractario y la prolongación del tiempo de conducción. Ambas al teraci ones pueden favorecer el desarrollo de vías de reentrada, que pueden perpetuar la FA. Los resultados de este estudio sugieren que la dilatación de la aurícula izquierda en pacientes hipertensos en ritmo sinusal puede identificar a los individuos más propensos a presentar una FA crónica. Además, este es el primer estudio que destaca el papel de la masa ventricular izquierda como un predictor independiente de FA en pacientes con hipertensión arterial no complicada. Entre las limitaciones de este estudio debe destacarse la inclusión exclusiva de pacientes de raza blanca con la imposibilidad de extrapolar a otros grupos étnicos. Asimismo, este estudio no recoge información sobre los cambios de tratamiento y su influencia a lo largo del seguimiento. Por último, al tratarse de un corte transversal tampoco es posible analizar el efecto del control de la presión arterial y de la masa ventricular sobre el riesgo de FA. Hipertensión 2003;20(4):188-92 J. Segura 191