Annales Nestlé Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 Consecuencias clínicas de la disbiosis inducida por la dieta Yee Kwan Chan · Mehbrod Estaki M · Deanna L Gibson Departamento de Biología, University of British Columbia Okanagan, Kelowna, B.C., Canadá Mensajes clave • A la alteración indeseable de la microbiota que resulta en un desequilibrio entre las bacterias protectoras y las dañinas se le denomina disbiosis. • Los patrones dietéticos alteran la microbiota intestinal de manera ecológica y funcional, esto deriva en consecuencias fisiológicas para el huésped. • La disbiosis se ha implicado en muchas enfermedades humanas, incluidas las gastrointestinales, locales y sistémicas. • La restauración y el mantenimiento de la microbiota en un intestino sano puede ser un remedio eficaz, barato y seguro para enfermedades asociadas con disbiosis. ma microbiano en el intestino. Los cambios en la estructura de la comunidad de la microbiota intestinal no están libres de consecuencias si se consideran los amplios efectos que tienen los microbios tanto en la inmunidad local como en la sistémica. El objetivo de esta revisión es proporcionar un panorama sobre la importancia de la microbiota intestinal en el desarrollo de la enfermedad y en las posibles intervenciones terapéuticas en los medios clínicos. Presentamos la compleja relación tripartita entre la dieta, los microbios y el epitelio intestinal. Esto, seguido por un resumen de la evidencia clínica de disbiosis inducida por la dieta como factor contribuyente en el desarrollo de enfermedades gastrointestinales, como la enfermedad inflamatoria intestinal, el síndrome del intestino irritable y cáncer colorrectal, lo mismo que trastornos sistémicos (obesidad, diabetes, aterosclerosis y enfermedad de hígado graso no alcohólico). Por último, se revisan las intervenciones dietéticas y microbianas actuales para promover un perfil microbiano sano. © 2013 S. Karger AG, Basel Palabras clave Microbiota intestinal • Disbiosis • Nutrición • Inflamación • Susceptibilidad a la enfermedad • Bacterioterapia Resumen Diversos estados de enfermedad se asocian con un desequilibrio de las bacterias protectoras y patógenas del intestino, este desequilibrio se denomina disbiosis. La evidencia actual revela que los factores dietéticos afectan al ecosiste- © 2013 Nestec Ltd., Vevey/S. Karger AG, Basel Fax +41 61 306 12 34 E-Mail [email protected] www.karger.com Colonización y diversidad de los microbios intestinales Los humanos han coevolucionado con vastas cantidades de microorganismos que habitan el cuerpo. El humano promedio alberga 10 veces más células bacterianas que su propio número de células. Estos microbios colonizan la piel, la cavidad nasal y oral, así como el tracto urogenital y gastrointestinal (TGI). Entre todos los sitios, el TGI es el área más densamente poblada, mientras que el colon sólo aloja de Deanna L. Gibson Department of Biology, The Irving K. Barber School of Arts and Sciences University of British Columbia Okanagan, ASC 368, 3333 University Way Kelowna, BC V1V 1V7 (Canada) E-Mail deanna.gibson @ ubc.ca Microbiota intestinal de la madre Colonización inicial Factores de desarrollo • Transferencia de microbiota materna vaginal, colónica y dérmica • Modo de nacimiento • Exposición a antibióticos • Entorno • Genética de huésped • Dieta materna • Alimentación con leche materna o fórmula • Exposición a antibióticos • Exposición al medioambiente • Desarrollo del sistema inmune Nacimiento En útero exposición a ADN microbiano Infancia Microbiota temprana Microbiota estable adquirida alrededor de los 2 a 4 años Microbiota intestinal del bebé Figura 1. El desarrollo de la microbiota intestinal en un neonato. El intestino fetal en el útero se expone al ADN microbiano y, en potencia, a los microbios maternos. Después del nacimiento, éste se coloniza de manera rápida por bacterias que se transfieren de la microbiota materna vaginal, del colon y la piel, dependiendo del modo de nacimiento y de la exposición a antibióticos. Los factores ambientales también pueden jugar un papel relevante en la adquisición de microbios, incluyendo: la presencia de poblaciones microbianas en el lugar de nacimiento y las microbiotas de la piel de las personas que entran en contacto con el bebé, como la del padre, las enfermeras y los doctores. La colonización continua aumenta en cantidad y diversidad de especies bacterianas en el intestino debido a la influencia de diversos factores de desarrollo, como: la genética de huésped del bebé, dieta materna, alimentación por leche materna o fórmula, antibióticos y exposición ambiental a microbios, lo mismo que el desarrollo del sistema inmune. Tal microbiota se vuelve más estable y se adquiere alrededor de los 2 y 4 años. 1010 a 1012 unidades formadoras de colonias por gramo de heces o 70% de todos los microbios en el cuerpo humano.1 Aunque se ha pensado que el feto se encuentra en condiciones de esterilidad en el útero, hay cierta evidencia de que el AND microbiano y posiblemente hasta microbios entren en contacto con el feto y el intestino fetal a través de la placenta (analizado por Luoto y colaboradores, en este número). Durante el nacimiento tiene lugar la colonización microbiana del TGI, la cual, a partir de entonces, se desarrolla con rapidez, con microbios maternos y ambientales. La colonización no parece surgir al azar, sino estar preprogramada; no obstante, el modo de nacimiento del bebé, la exposición a antibióticos, la nutrición y otros factores extrínsecos influyen en la ecología microbiana (Figura 1). La diversidad microbiana aumenta durante los primeros años de vida y luego se estabiliza alrededor de los 2 y 4 años de edad para parecerse a la de un adulto.2 La mayoría de estas bacterias se asocian con la superficie de mucosa intestinal y mantienen sus nichos específicos a lo largo del tiempo como poblaciones de origen. Las bacterias de nueva introducción pasan a través del TGI en las heces o compiten con las bacterias de origen para crear su nicho. Aunque hay evidencia de que la microbiota intestinal es, en su mayoría, es- table a lo largo de la vida, factores extrínsecos como estrés, consumo de alcohol, ejercicio y las elecciones de la dieta cambian la ecología y la función de la microbiota en los adultos. Aún no se comprende qué tan dinámica es su ecología, así que es posible que los cambios microbianos sólo sean transitorios y reversibles, pero se requieren mayores estudios para comprender esta plasticidad. Los humanos portan de 500 a 1 000 especies bacterianas en el TGI, de las cuales la mayoría pertenece sólo a dos phyla: Firmicutes y Bacteroidetes (> 90%). Otras phyla presentes en menor medida incluyen: Actinobacteria, Proteobacteria, Fusobacteria, Spirochaetae y Verrucomicrobia. Aunque los phyla dominantes son bastante constantes entre individuos, la diversidad aumenta a lo largo de la línea taxonómica y cada individuo alberga más de un centenar de especies únicas. En humanos se han identificado tres conglomerados definidos de microbiota intestinal. Estos “enterotipos” son impulsados sobre todo por la composición de las especies y no son específicos de zonas geográficas, de edad ni de género.3 La alteración indeseable de la microbiota que resulta en un desequilibrio entre las bacterias protectoras y las dañinas se denomina disbiosis y puede agruparse como un enterotipo específico. Dieta microbios y salud humana Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 29 Normal Patobionte Disbiosis Luz Antígeno dietético Bacteria SCFA sIgA MAMPs Gotitas de moco Unión estrecha Moco AMPs Células calciformes APC IEC Submucosa DC M1:M2 Treg Th1 Th17 DC M1:M2 Vaso sanguíneo Vaso linfático Figura 2. El TGI bajo condiciones homeostáticas y disbióticas. La microbiota intestinal yace estratégicamente en la interface del medio interno y externo del intestino. Juega diversos papeles biológicos importantes, incluidos: ayudar en la digestión y absorción de nutrimentos de alimentos digeridos de manera parcial, producción de SCFA, una fuente primaria de energía para células epiteliales intestinales (CEI), estimular las respuestas inmunes mediante la liberación de ligandos y protección contra enteropatógenos por la producción de péptidos antimicrobianos (PAM). Además, las bacterias comensales también funcionan como una barrera protectora contra patobiontes mediante la competencia por espacio y alimentos. La monocapa permeable altamente selectiva formada por IEC y uniones estrechas adyacentes actúa como la única barrera que separa el lado rico en microbios de la luz del área estéril de la submucosa. El daño en esta capa o la pérdida de la integridad de las uniones estrechas en un estado de enfermedad permite que aumente el paso de microorganismos y sus moléculas de estimulación inmune, como las MAMP, es decir, lipopolisacáridos, hacia la submucosa, donde por fin pueden entrar a la circulación, inducir señales proinflamatorias y “reclutar” leucocitos. Las células caliciformes que se encuentran dentro de la capa de CEI reabastecen la capa de moco que cubre el epitelio al liberar grandes polímeros de glucoproteína, como la mucina. La secreción de gotitas de moco de las células caliciformes se regula por la microbiota, por tanto, la disbiosis juega un papel clave en la alteración de la capa de moco. Los antígenos dietéticos (triángulos color gris oscuro) pueden inter­actuar con la microbiota y las CEI e inducir respuestas biológicas en ambas. Después de la capa de CEI, las células de presentación de antígenos (CPA) actúan como la siguiente línea de defensa celular. Las CPA, que incluyen células dendríticas (CD), macrófagos tipo M1 y M2, son parte de la respuesta inmune innata que protege al huésped contra los patobiontes invasores. En general, bajo condiciones disbióticas, la activación excesiva de la respuesta inmune innata conduce a expresiones mayores de las normales de macrófagos activados tipo M1 a M2, los cuales aumentan los eventos proinflamatorios. Las células T reguladoras (Treg) ajustan la respuesta inmune adaptativa al mantener la tolerancia a los autoantígenos y suprimir la activación excesiva de las respuestas inmunes. La expresión insuficiente de Treg puede conducir a niveles altos de Th1 y Th17, además de facilitar las respuestas inflamatorias crónicas. Para apoyar esto, se ha demostrado que los enterotipos se vinculan con enfermedades crónicas (inflamación del colon,3 aterosclerosis sintomática4 y esteatohepatitis no alcohólica).5 Factores como la carga de nutrimentos, macro y micro, inducen cambios en la ecología y funcionalidad de la microbiota intestinal; los patrones dietéticos a largo plazo pueden alterar el enterotipo original.6 La identificación de factores dietéticos que promueven a los microbios benéficos y previenen la intrusión de patobiontes puede ser una táctica importante en la prevención de enfermedades asociadas con disbiosis. El sistema microbiano intestinal ejerce una gran influencia sobre el estado general de salud del huésped humano. La microbiota yace en la interface del medio interno y externo del intestino, y forma una relación tripartita con las células epiteliales intestinales y los antígenos de la dieta (Figura 2). Debido a esta localización destacada, la microbiota es capaz de unirse tanto a la superficie de la mucosa intestinal como al medio de la luz que contiene alimentos parcialmente digeridos. Los antígenos de la dieta interactúan con los microbios y con el epitelio intestinal. Los microbios imparten cambios fisiológicos al huésped 30 Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 El TGI, los microbios y la dieta Chan/Estaki/Gibson al interactuar con las células epiteliales del intestino por medio funcionalidad de las células epiteliales intestinales y las céde los receptores inmunes (analizado por Walker en este nú- lulas inmunes subyacentes,10 los antígenos de la dieta tammero). Los intestinos contienen la mayor masa de tejido lin- bién pueden alterar el ecosistema intestinal al permitir que foide en el cuerpo: el tejido linfoide asociado con el intestino ciertas poblaciones microbianas proliferen y reduzcan la (GALT). Éste deriva señales desde la superficie de la mucosa al dominancia de otras (revisión de Brown y colaboradores).11 resto del cuerpo mediante diversas células y receptores inmu- Las consecuencias de la disbiosis no son inofensivas, sino nes, incluidos los receptores innatos tipo Toll (TLR) y los re- dañinas, cuando los patobiontes (cualquier microorganismo ceptores tipo NOD (NOD-like receptors, NLR). La microbio- causante de enfermedad) predominan en las comunidades ta intestinal juega papeles cruciales en el desarrollo del TGI, la microbianas. Para apoyar esta idea, se ha visto que microbios inmunidad sistémica y homeostasis del colon; de igual mane- orales secuenciados de dientes antiguos, encontrados en esra, puede modular la función y la capacidad de respuesta de las queletos de diversos periodos de la historia, se han vuelto células inmunes intestinales, como las células T reguladoras, cada vez más colinérgicos, o ricos en microbios que prohacia los productos bacterianos. Esto se requiere para regular mueven la enfermedad dental.12 Estos cambios microbianos los mecanismos que mantienen la inmunidad sistémica y de tuvieron lugar durante los dos mayores cambios en la dieta de la mucosa en equilibrio, permitiendo que las superficies de la la evolución humana: la transición del cazador-recolector mucosa toleren bacterias inocuas y, sin embargo, respondan de la época paleolítica a la agricultura rica en hidratos de carde forma adecuada a los patógenos invasores. La producción bno de la época neolítica (hace ∼10 000 años) y el inicio del de ácido graso de cadena corta (SCFA, por sus siglas en inglés) periodo industrializado, caracterizado por los alimentos propor parte de los microbios intestinales también juega un pa- cesados (hace ∼160 años). Estos resultados apoyan la idea de pel importante en la regulación de la homeostasis intestinal. que la dieta induce disbiosis que altera la salud del huésped. Por ejemplo, el butirato formado por microbios del colon no La evidencia sugiere que los factores de la dieta alteran la sólo es la principal fuente de energía para los colonocitos, sino ecología intestinal tanto en los modelos de roedores (revisión que también inhibe la prolifeefectuada por Brown y colaboración de células intestinales, radores)11 como en humanos, La nutrición posnatal podría usarse lo cual puede reducir los síny el cambio en la ecología se tomas de colitis.7 Dada la religa con consecuencias clínipara dirigir cambios específicos lación vital entre microbios y cas (Cuadro 1). La nutrición en la diversidad microbiana salud intestinal, una microbioneonatal es crítica en el deta normal funcional es básica sarrollo inicial de la ecología para mantener el equilibrio de microbiana.13 Por ejemplo, los la inmunidad local y sistémica. Como se señala más adelante, lactantes alimentados con fórmula tienen mayores niveles de en ausencia de una microbiota sana pueden presentarse trastor- patobiontes como Enterobacteriaceae y menos microbios benénos inmunes. Identificar los factores de la dieta que controlan la ficos como Bifidobacteria sp., en comparación con los lactantes ecología microbiana intestinal y su papel en la vulnerabilidad a alimentados con leche materna.14 Resulta interesante observar la enfermedad entérica podría aclarar las funciones de la micro- que los lactantes alimentados con leche de vaca, pero no fórmubiota en individuos enfermos y sanos. No obstante, debido a la la para bebés, complementada con aceite de pescado, presentagran diversidad de antígenos dietéticos y microbios intestinales, ban mayor cantidad de Bifidobacteria sp.,15 lo cual sugiere que es un reto definir las interacciones exactas entre los microbios, la nutrición posnatal se puede usar para dirigir cambios especílos antígenos de la dieta y el epitelio, lo mismo que sus conse- ficos en la diversidad microbiana. Más allá del periodo posnatal, cuencias para el huésped. las elecciones de dieta a largo plazo guardan un estrecho vínculo Los antígenos de la dieta pueden interactuar con la mi- con la composición intestinal de la microbiota.6 En humanos, crobiota y con la mucosa intestinal e iniciar reacciones bio- las dietas que incluyen consumo regular de carne roja tienlógicas en el huésped. La comida contiene numerosos com- den a favorecer la predominancia de bacteroides en el ecopuestos que conforman la química del intestino, lo mismo sistema intestinal,16 aunque la especie Prevotella domina en que de todo el cuerpo. Por ejemplo, los antígenos de la dieta los vegetarianos.17 Los niños europeos presentan deficencia de se absorben a través del intestino, esto da como resultado Bacteroidetes pero son ricos en Enterobacteriaceae, respecto a que los metabolitos pasen a los líquidos circulantes, como niños del África rural que consumen dietas ricas en fibra.18 Este la sangre y la linfa.8 La asociación de metabolitos específi- estudio puede ser una clave importante para comprender el cos en el cuerpo con las clases dominantes de bacterias en aumento en enfermedades no contagiosas en niños eurolos lactantes sugiere que la composición química de la die- peos. Aunque hay un consenso general de que las dietas ricas ta puede definir la ecología microbiana intestinal.9 Aunque en grasas promueven la disbiosis, evidencia reciente de nueslos factores de la dieta pueden afectar de manera directa la tro laboratorio sugiere que el tipo específico de ácido graso Dieta microbios y salud humana Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 31 32 Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 Chan/Estaki/Gibson 40 40 Chocolates libres de sacarosa + malitol + agentes para dar volumen (polidextrosa y almidón resistente) Pan enriquecido con arabinoxilanooligosacáridos Dieta libre de gluten 634 16 30 Alimentos terapéuticos listos para usarse compuestos de pasta de maní, azúcar, aceite vegetal y leche fortificada con vitaminas y minerales 3 tazas de café diarias por tres semanas Chocolate oscuro Orina Heces Heces de pares de gemelos de Malawi durante los primeros 3 años de vida Boca de lactantes de 3 meses de edad 207 FISH DGGE, qPCR qPCR ↑Bifidobacterium y Lactobacillus ↑En el DNA bacteriano general ↓la cantidad y cambió la diversidad del conglomerado IV de Clostridium ↑Bacteroides sp. 1HNMR, análisis MS DGGE, FISH Secuenciación con pistola multiplex Cultivo, qPCR FISH ↑Bifidobacterium y Lactobacillus ↑Lactobacillus sp. qPCR ↑Bifidobacterium y grupo Bacteroides-Prevotella-Porphyromonas Pirosecuenciación 454 TTGE ↑Bifidobacterium y Lactobacillus ↑Bacteroidetes ↓Firmicutes y Verucomicrobia Pirosecuenciación 454 ↑Bacteroidetes ↓Firmicutes ↑Prevotella y Xylanibacter ↓Enterobacteriáceas No se menciona qPCR ↑Firmicutes, Eubacterium rectale, Roseburia, Ruminococcus bromii (R. ruminococos) ↓Bifidobacterium y Lactobacillus ↑Enterobacteriáceas Pirosecuenciación 454 Cariogénico-dominante DGGE Pirosecuenciación multiplex amplicón ↑Clostridium innocuum, Catenibacterium mitsuokai, Enterococcus sp. ↓Bacteroides sp. El consumo de leche de vaca y fórmula para lactantes resultó en diferentes patrones microbianos; la complementación con aceite de pescado sólo afecta el patrón microbiano del grupo de leche de vaca Método de detección bacteriana Población bacteriana alterada 19217682 19810704 ↑Actividad metabólica de Bifidobacteria sp. Diferentes perfiles de energía, metabolismo y actividad microbiana 23363771 22955450 22585924 21327021 23239972 19641302 22657950 20370946 22576129 15975167 20679230 Desnutrición aguda grave causada cuando se trasplanta microbiota de Kwashiorkor a ratones Inhibición del crecimiento de Streptococcus sp. cariogénico Las redes de genes (inflamación, adhesión celular, función de barrera, histamina, etc.) diferencialmente expresadas en células epiteliales intestinales exfoliadas. ↓TNF-α. IFN-γ, IL-8 e IL-10 en células mononucleadas de sangre periférica No se observaron cambios funcionales cuando se trasplantaron a ratones No se examinó ↑Butirato ↓Isovalerato y ácidos grasos asociados con fermentación de proteínas ↑Propionato y butirato de SCFAs ↑Glucosidasas microbianas y SCFAs ↑Butirato y acetato cecales cuando se trasplantan a ratas ↑Genes bacterianos para la hidrólisis de celulosa y xilanas ↑SCFAs 20686513 23416520 ↑Enfermedad dental ↑Digestibiliad del almidón 17460496 20368178 Núm. de acceso de la Ref. PubMed No se examinó ↑Obesidad cuando se trasplanta a ratones Efecto asociado del huésped DGGE = electroforesis en gel con gradiente desnaturalizante, FISH = hibridación por fluorescencia in situ, 1HNMR = resonancia magnética nuclear de protones, MS = espectrometría de masa, qPCR = reacción en cadena cuantitativa de la polimerasa, TTGE = electroforesis de gradiente de temperatura temporal. Otros Heces de lactantes de 3 meses de edad Heces Heces Heces Heces Heces Heces Heces Microbiota fecal de niños de 1 a 6 años de edad Heces de hombres con sobrepeso Boca de esqueletos antiguos Heces de lactantes de 10 meses de edad Heces de hombres Localización de los microbios analizados en el huésped No se reportó 10 24 ratones 10 Kiwis (frutas) Dieta rica en carne roja 1 hombre, 48 ratas Inulina y coles de Bruselas 29 29 Dietas ricas en fibra que se encuentran en África rural comparadas con dietas de Europa Occidental Vegetariana 14 Dietas ricas en almidones resistentes comparadas con polisacáridos no almidonosos y bajas en hidratos de carbono Leche materna comparada con fórmula Proteína 34 Incremento en alimentos ricos en hidratos de carbono 65 Leche para lactante complementada con grasa de pescado vs. leche de vaca Hidratos de carbono 1 hombre, 15 ratones Rica en grasa (manteca) y rica en azúcar Grasa Tamaño de la muestra Dieta específica Factor dietético implicado Cuadro 1. Resumen de estudios, donde se demuestra que los factores dietéticos cambian los perfiles microbianos en humanos y las consecuencias clínicas asociadas. de la dieta parece ser relevante, en oposición a las calorías totales provenientes de la grasa. Por ejemplo, las dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA, por sus siglas en inglés) Las dietas ricas en omega-6 PUFA causan aumento de patobiontes, pero las dietas isocalóricas complementadas con omega-3 PUFA pueden revertir tales alteraciones microbianas en ratones omega-6 causan aumentos de patobiontes, pero las dietas isocalóricas complementadas con omega-3 PUFA pueden revertir tales alteraciones microbianas en ratones.19,20 Una de las funciones principales de la microbiota es degradar los alimentos para hacerlos accesibles al huésped y, como resultado, el efecto de la disbiosis en el metabolismo ha recibido una atención considerable en las investigaciones actuales. Ahora se utilizan ratones “humanizados” o libres de gérmenes trasplantados con microbiota fecal humana para probar los efectos de la microbiota intestinal humana en la fisiología de los mamíferos. Usando este modelo, se observa que estos ratones, alimentados con una dieta “occidental”, rica en grasa y azúcar, presentaron mayor adiposidad como resultado de una proporción reducida de Bacteroidetes respecto a Firmicutes en la microbiota fecal.21 De igual manera, se demostró que el microbioma intestinal jugaba un papel trascendente en el desarrollo de la enfermedad de kwashiorkor, una forma grave de desnutrición.22 En este estudio, se trasplantó a los ratones la microbiota fecal de gemelos de Malawi, que era discordante para kwashiorkor. Cuando se alimentaron con una dieta de Malawi, la pérdida de peso y las perturbaciones metabólicas fueron más graves en los ratones que recibieron la microbiota del gemelo que tenía kwashiorkor, en comparación con los que recibieron microbios del gemelo sano. Otro estudio vincula de manera elegante los factores específicos de nutrición con la ecología microbiana y las complejas consecuencias biológicas que ocurren en las células epiteliales intestinales.23 Este estudio examinó microbiota fecal de lactantes con consumo variable de oligosacáridos de leche humana y determinó que las diferencias en la microbiota modulaban redes mayores de genes, incluidas las de transducción de señales, inflamación, histamina, migración y adhesión celulares. La movilidad del TGI es otra función fundamental que se ve afectada por las intrincadas interacciones entre la dieta y los microbios. Cuando los ratones humanizados se alimentaron con una dieta que contenía fructooligosacáridos (FOS) fermentables, se alteró el tiempo de tránsito gastrointestinal.24 Dieta microbios y salud humana Los factores de la dieta alteran la ecología microbiana en el intestino delgado, donde los antígenos alimentarios se digieren de manera principal, lo mismo en el ciego y el colon distal, sitios en los que la digestión no es una función principal del huésped, sino una tarea importante de los microbios. La alimentación rica en grasa induce la disbiosis mediante la actividad antimicrobiana directa de la bilis. Las moléculas insolubles de lípidos se rompen en gotitas pequeñas por acción de la bilis y las lipasas, luego se convierten en ácidos grasos libres solubles y monoglicéridos, que a continuación entran al torrente sanguíneo. Como se ha demostrado, la bilis secretada durante la alimentación rica en grasas podría afectar el crecimiento o la supervivencia de algunos microbios,25 aunque hemos encontrado que diversos tipos de ácidos grasos juegan un papel más sobresaliente en la disbiosis que la sola alimentación rica en grasas.19,20 El proceso de la digestión de lípidos puede dar más indicios sobre la manera en que los microbios podrían relacionarse con las diversas enfermedades. Evidencia clínica sobre las enfermedades asociadas a la disbiosis intestinal Una microbiota sana se define por la alta diversidad y por su capacidad para resistir el cambio bajo estrés fisiológico. En contraste, la microbiota relacionada con enfermedad se especifica por menor diversidad de especies, menos microbios benéficos e inmunidad; la alteración de la microbiota se ha ligado con varias enfermedades humanas del TGI y de manera sistémica en todo el cuerpo. Aquí revisamos evidencia de estudios clínicos recientes que conectan la disbiosis con diversas enfermedades, haciendo énfasis en la participación de factores dietéticos. La disbiosis intestinal en las enfermedades gastrointestinales Los papeles funcionales del TGI humano incluyen la absorción de nutrimentos, eliminación de desechos mediante la peristalsis, defensa contra patógenos ingeridos y prevención de la translocación de los alimentos o los antígenos hacia el torrente sanguíneo. La microbiota intestinal regula varias de estas funciones, incluida la peristalsis, la función de barrera y el mantenimiento del equilibrio en las respuestas inflamatorias y homeostáticas. La alteración de la microbiota intestinal vuelve al TGI vulnerable a los estados de enfermedad local (Figura 3). Enfermedades inflamatorias intestinales Estudios clínicos han identificado disbiosis en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII), incluida tanto la enfermedad de Crohn (EC) como la colitis ulcerativa (CU). Otros, donde se analizaron gemelos, mostraron enriquecimiento de actinobacterias y proteobacterias, así como reducción de bacteroidetes en los gemelos con CU, en com- Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 33 EHGNA • Colina • ↑ Gammaproteobacterias • ↓ Erysipelotrichia Diabetes tipo 2 • Azúcar/grasa elevadas • ↓ Bifidobacterias Obesidad • Alto en hidratos de carbono, grasa • Bajo en proteína • Resistencia-almidón • Fibra dietética • ↓ Bacteroidetes: Fimicutes Ateroesclerosis • Colesterol • Fosfatidilcolina • ↓ Bacteroides • ↑ Ruminococcus CRC • Dieta occidental • Fibra en la dieta • ↓ Bacteroides SII • Cadena corta hidratos de carbono mal absorbidos • ↓ Bifidobacterium EII • Grasa de leche animal • Omega-6 PUFA • ↑ Enterobacterias • ↓ F. praunitzii Figura 3. Disbiosis y enfermedades inducidas por la dieta. El diagrama resume las enfermedades gastrointestinales (en recuadros gris oscuro) y las enfermedades sistémicas (en recuadros gris claro), los factores dietéticos relevantes y los cambios inducidos en la comunidad microbiana intestinal que se discuten en esta revisión. paración con sus hermanos sanos.26 Un aumento en la subespecie Desulfovibrio generadora de sulfuros y de Fusobacterium varium, que puede invadir el epitelio, se presenta en los pacientes con CU,27 mientras que se reduce el Faecalibacterium prausnitzii asociado con el efecto antiinflamatorio.28 Una característica típica de pacientes humanos de EII es la reducción de la biodiversidad microbiana intestinal.29,30 Por ejemplo, sujetos con CU tienen niveles reducidos de Faecalibacterium y Roseburia, aumento de Ruminococcus30 y Enterobacteriaceae, incluida Escherichia coli adherente e invasiva.31 Se demostró en roedores que el exceso de grasa de la leche32 y de omega-6 PUFA19 exacerban las EII mediante disbiosis, apoyado por un aumento de 30% en el riesgo de CU por consumo excesivo de omega-6 PUFA.33 Cáncer colorrectal Se ha comprobado que la adaptación de los afroamericanos a las dietas occidentales aumenta la incidencia y la mortalidad debida al cáncer colorrectal (CRC), lo que corresponde a los perfiles microbianos fecales alterados.34 También se ha visto que los pacientes de CRC muestran niveles aumentados de ciertas especies bacterianas como Bacteroides fragilis, Enterococcus, Escherichia/Shigella, Klebsiella, Streptococcus, Peptostreptococcus, Roseburia y una reducción en la abundancia de Lachnospiraceae,35 productoras de butirato. Evidencia creciente apoya una relación inversa entre la in- 34 Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 gestión de fibra dietética, frutas y verduras con el riesgo de desarrollar CRC. La ingestión de fibra a largo plazo puede resultar en un enterotipo de microbiota que se asocia positivamente con Firmicutes y Proteobacterias y en forma inversa con Bacteroidetes, Actinobacteria6 y Bifidobacteria.36 Es posible que esto suceda debido a una mejor función de la barrera intestinal, dado que los microbios mejoran la integridad de la barrera y esto se asocia con la disminución de las complicaciones en pacientes sometidos a colectomía.37 La ingestión de fibra en la dieta también puede reducir el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer al promover una microbiota intestinal enriquecida con la producción de SCFA.38 Síndrome del intestino irritable La dieta y la microbiota intestinal son dos componentes cruciales, implicados en la patogénesis del síndrome de intestino irritable (SII). La mala absorción de los hidratos de carbono de la dieta induce producción prolongada de hidrógeno en los intestinos de pacientes con SII (criterio Roma III), lo cual es importante, dado que la cantidad de metano generado corresponde con los síntomas de la enfermedad.39 Los pacientes de SII tienen un metabolismo alterado de hidratos de carbono y proteínas en el intestino, acompañado por cambios en la diversidad de géneros bacterianos intestinales particulares,40 donde se encuentra que Firmicutes enriquecidos y Bacteroidetes reducidos se vinculan con un subconjun- Chan/Estaki/Gibson to definido de pacientes de SII.41 Los estudios realizados en éstos pacientes con diarrea predominante mostraron reducción en las bacterias fecales aeróbicas, Bifidobacteria y Verrucomicrobium, así como un aumento en Lactobacillus, Veillonella, Prevotella y Parasporo.42,43 Además, el incremento en E. coli y la disminución en Leptum y Bifidobacteria, y bacterias implicadas en la transformación de los ácidos biliares, van acompañados por el aumento en los ácidos biliares fecales, lo cual actúa como un laxante endógeno que exacerba aún más los síntomas de la enfermedad.44 participaban más en la síntesis de de novo B12 y en la producción de butirato.53 Se determinó que las mujeres finlandesas con trastornos metabólicos presentaron aumento en Eubacterium rectale-Clostridium coccoides, que captan con eficiencia energía y nutrimentos, y además se correlacionan positivamente con marcadores metabólicos.54 Dieta microbios y salud humana Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 Diabetes La diabetes tipo 2 (DT2) es un trastorno metabólico que se define por resistencia a la insulina, permeabilidad intestinal deficiente, endotoxemia e inflamación crónica, las cuales se Disbiosis intestinal en las enfermedades sistémicas vinculan con disbiosis inducida por la dieta.55 Se ha demosAdemás de las enfermedades locales del TGI, la disbiosis in- trado que los pacientes con DT2 tienen una microbiota fecal testinal también guarda nexos con enfermedades sistémicas, con poblaciones reducidas de microbios Firmicutes, incluicomo obesidad, diabetes, aterosclerosis y enfermedad del dos microbios del grupo de Clostridia.56 En fecha reciente, hígado graso no alcohólico (EHGNA) (Figura 3). Sin duda, un estudio de asociación metagenómica amplia que inclumuchos trastornos metabólicos se relacionan con inflama- yó a 345 chinos, a los que se realizó una secuenciación de ción crónica inducida por la microbiota fecal, confirmó lipopolisacáridos, un compodisbiosis en los pacientes con nente destacado de la memDT2. Los resultados revelaEn las placas ateroscleróticas están brana externa de bacterias que la microbiota fecal presentes filotipos bacterianos específicos ron gramnegativas. Otros factores de los pacientes estaba enrique son comunes en las muestras causales asociados con la miquecida con más patógenos crobiota intestinal incluyen oportunistas y menos microorales o intestinales de pacientes con disfunción de la barrera inbios implicados en la productestinal, inmunomodulación, aterosclerosis, donde la cantidad de DNA ción de butirato. Esto derivó producción de SCFA y otros en aumento de las funciones bacteriano se correlacionaba con metabolitos, lo mismo que que implicaban la cantidad de leucocitos encontrados microbianas cambios en las vías metabólila reducción de sulfato y la reen la placa aterosclerótica cas implicadas en la captación sistencia al estrés oxidativo.57 de nutrimentos o energía. Otro estudio determinó que los pacientes de DT2 de oriObesidad gen chino también presentaban una microbiota con reducLa evidencia actual revela que los microbios intestinales son ción de Bifidobacteria sp.,58 un microbio benéfico que, se ha críticos en la captación global de energía que influye sobre la visto con frecuencia, disminuye en los modelos de DT2 con obesidad.45 Las dietas con restricción de grasa y hidratos de roedores. Aunque hay evidencia creciente, la cual revela que carbono conducen a un aumento en Bacteroidetes y dismi- los microbios intestinales son importantes en la patogénesis nución de Firmicutes.46 Otras dietas con bajo contenido de de DT1, hasta ahora los factores de la dieta se han vinculado hidratos de carbono y ricas en proteínas, almidón resistente47 con escasa evidencia con el progreso de la enfermedad. y fibra dietética48 también conducen a incrementos definidos en diversas poblaciones bacterianas. Los niños obesos Aterosclerosis tienen una microbiota rica en Enterobacteriaceae,49 con Demostraciones recientes revelan que la microbiota intestiproporción reducida de bacteroides y Bacteroidetes, respecto nal participa en la aterosclerosis, un padecimiento inflamaa Firmicutes, los cuales se correlacionan de manera negati- torio crónico de las arterias con la formación de múltiples va con el índice de masa corporal.50 Asimismo, estos niños placas que restringen el flujo sanguíneo. Diversos subpropresentan aumento en Desulfovibrio y Akkermansia muci- ductos microbianos, o los llamados patrones moleculares niphila,49 entidades que resultaron relevantes para la disfun- asociados con microorganismos (MAMP), juegan un papel ción de la barrera intestinal.51 Más aún, también muestran fundamental en la aterogénesis.59 Además, el metabolismo incrementos en los SCFA y una utilización más exhaustiva de la fosfatidilcolina dietética y la generación subsiguiente de de sustratos, lo cual implica que los microbios son capaces marcadores de riesgo de enfermedad cardiovascular depende aumentar la captación de energía.52 De la misma manera, den de la microbiota intestinal.60 Filotipos bacterianos espelos adolescentes obesos tenían microbios en el intestino que cíficos están presentes en las placas ateroscleróticas que son 35 Probióticos Prebióticos Antibióticos Microbiota intestinal normal Disbiosis Posbacterioterapia l eca te f an spl Tra Donador sano Figura 4. La bacterioterapia en el tratamiento de las enfermedades asociadas con disbiosis. La disbiosis resulta en la alteración de la composición microbiana que a menudo se caracteriza por una reducción significativa de la diversidad de las especies y un aumento en el crecimiento de la taxa típicamente no dominantes. La bacterioterapia es un método por medio del cual la restauración de la microbiota original o de una microbiota nueva y sana se logra con la manipulación bacteriana. Esto gracias una combinación de varias intervenciones que incluyen: eliminación de las bacterias patógenas por medio de antibióticos, complementación con prebióticos para promover el crecimiento de bacterias benéficas, complementación con probióticos a fin de compensar los niveles inadecuados de cepas bacterianas específicas y, más recientemente, la introducción de un nuevo ecosistema microbiano por el trasplante de bacterias fecales de un donador sano. comunes para las muestras orales o intestinales de pacientes con este padecimiento, donde la cantidad de DNA bacteriano correlaciona con la de leucocitos que se encuentran en la placa aterosclerótica.61 La secuenciación de escopeta de muestras fecales reveló que los enterotipos dominantes Bacteroides y Ruminococcus se sobre o subexpresaban, respectivamente, en pacientes ateroscleróticos. El microbioma de la enfermedad se había enriquecido en genes que codificaban para síntesis de peptidoglicanas, pero estaba desgastado en la fitoeno deshidrogenasa, requerida para el metabolismo de los antioxidantes liposolubles.4 Aunque hay estudios clínicos limitados hasta la fecha, los disponibles presentan un importante mensaje para las estrategias terapéuticas contra la aterosclerosis dirigida al intestino. los triglicéridos hepáticos y modular el metabolismo lipídico sistémico que afecta de forma indirecta el almacenamiento de ácidos grasos en el hígado.63 En apoyo de esto, el SIBO se correlaciona con un intestino con fugas en humanos64 y con esteatosis hepática en pacientes obesos.65 La gravedad de la EHGNA se relaciona con la exposición crónica a endotoxinas en humanos.66 La deficiencia de colina y el desarrollo del ácido graso también se han ligado con cambios en la abundancia de γ-proteobacterias y Erysipelotrichi.67 El cambio inducido por la dieta de tal abundancia bacteriana ayuda todavía más a predecir el riesgo de desarrollo de hígado graso. Enfermedad del hígado graso no alcohólico La EHGNA se vincula con el crecimiento excesivo de las bacterias del intestino delgado (SIBO, por sus siglas en inglés) y los efectos resultantes del aumento de acetaldehído, trimetilamina, N-óxido de trimetilamina y factor de necrosis tumoral –α.62 Dado que el intestino y el hígado están conectados por el sistema de la vena porta, esto hace que el hígado sea más vulnerable a la translocación de bacterias, productos bacterianos y endotoxinas o citocinas secretadas. Una microbiota obesogénica puede alternar la función hepática al estimular 36 Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 Bacterioterapia para promover un perfil microbiano sano La dieta se considera una intervención modificable; sin embargo, nuestra comprensión sobre la manera de manipularla con el fin de promover una microbiota sana se encuentra “en pañales”, ya que los efectos de muchos factores dietéticos con frecuencia cambian, son objeto de polémica o simplemente se carece de evidencia sobre ellos. Un método novedoso para alterar nuestros microbios intestinales es mediante el uso de bacterioterapia (Figura 4). Aunque ésta puede representar un método alternativo para prevenir, tratar o incluso curar enfermedades, existe falta de claridad respecto a su eficacia en humanos. Chan/Estaki/Gibson Dieta microbios y salud humana Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 37 2 x 109 5 x 109 1 x 1011 E. faecium M-74, selenio L. plantarum 299v L. plantarum DSM9843 26 28 60 50 28 8 297 4 semanas 6 semanas 56 semanas 24 semanas 16 36 43 66 4 semanas pre 159 y 6 semanas posparto 12 semanas 15 días 20 días 40 días 60 días 6 días pre 100 y 10 días posoperatorio 8 semanas 6 semanas 4 semanas Arterioesclerosis incipiente Fumadores excesivos Sanos EHNA Embarazo Obesidad Síndrome metabólico Estreñimiento Estreñimiento crónico con dieta hipocalórica Hibridación de microarreglo ND Cultivo ↑Lactobacillus sp. ↓Enterobacterias ND Cultivo, T-RFLP ↑Lactobacillus sp. ↑ diversidad ND ND ND qPCR ND Cultivo, REPPCR ND ND ND ND ND Cambio semejante en ambos grupos ND Sin cambios ND Cultivo, DGGE Secuenciación directa, 454 pirosecuenciación Sin cambios ↑Bifidobacterium sp. qPCR ↑Lactobacillus sp. Sin cambios ND CRC, para someter- ↑Variedad se a colectomía bacteriana EII, CU leve del lado izquierdo SII SII SII, diarrea predominante SII 22695039 22872030 20495470 17312986 21083585 20737210 22899904 22837798 22247743 21418261 Ref. PubMed No. De acceso Disminución de la concentración de SCFA, sin cambio en marcadores sanguíneos Reducción del desarrollo del riesgo cardiovascular Reducción del colesterol total y de lipoproteínas de baja densidad Reducción de la inflamación y del índice de actividad de EHNA 19608185 12450890 16026136 21901256 Restricción del aumento de peso excesivo 20231842 en el bebé durante los primeros años de vida Sin cambio en biomarcadores metabólicos Aumento en la inflamación Alteración en la concentración de EHNA, actividad metabólica fecal, mejoría en estreñimiento Mejoría del estreñimiento Mejor impermeabilidad intestinal, mejor recuperación de la cirugía Disminución de la inflamación Agravamiento síntomas SII Mejoría síntomas SII Sin cambios importantes Mejoría en síntomas de SII y CVD Cambio microbiano Método de detec- Resultado (generalizado) intestinal/fecal ción bacteriana CFU= unidades formadoras de colonias; DGGE = electroforesis en gel de gradiente desnaturalizante; ND = no disponible; EHNA = esteatohepatitis no alcohólica; CDV = calidad de vida; qPCR = reacción cuantitativa en cadena de la polimerasa; REP-CPR = reacción en cadena de la polimerasa repetitiva y basada en la secuencia; T-RFLP = polimorfismo terminal de longitud de fragmento de restricción. ND 1.95 x 1010 3 meses L.casei Shirota B. longum FOS 2 x 1010 L. paracasei MGP22043 Alcachofas 1 x 1010 ND B. longum W11 FOS Actilight L. rhamnosus GG 2.6 x 1014 L. plantarum L. acidophilus B. longum 1 x 10 1.6 x 109 L.casei DG (rectal) L. salivarius Ls-33 1 x 1010 L. plantarum MF1298 10 ND B. longum L. acidophilus 24 8 semanas 9 x 1011 VSL#3 122 Tamaño Condición del muestra sujeto 4 semanas 1 x 109 B. Bifidum M1MBb75 Duración Dosis, CFU/día Probióticos Cuadro 2. Resumen de estudios clínicos utilizando probióticos contra enfermedades inducidas por disbiosis. Probióticos, prebióticos y simbióticos Los probióticos se definen como microorganismos vivos que confieren beneficios de salud al huésped cuando se toman en cantidades adecuadas. Versalovic analiza esto en el presente número. Los prebióticos son ingredientes alimenticios no digeribles que afectan de modo provechoso al huésped al estimular el crecimiento o la actividad, o ambos, de bacterias colónicas benéficas. La combinación de probióticos y prebióticos se denomina con el término simbióticos. Los probióticos son específicos de su cepa y requieren dosis y tiempo suficiente para ejercer distintos efectos. Se han probado clínicamente diversos tipos de probióticos como posibles agentes terapéuticos, tanto para padecimientos localizados como sistémicos. Una revisión reciente de los efectos de los probióticos sobre la salud y la enfermedad se muestra en el Cuadro 2. Los alcances de los probióticos en las enfermedades gastrointestinales locales casi siempre son positivos, aunque por lo general hace falta evidencia de que éstos hayan sido mediados por la microbiota intestinal. Aunque aún se desconocen en gran medida, los efectos de los probióticos en las enfermedades sistémicas son más variables. Antibióticos Está bien documentado que los tratamientos con antibióticos causan aberraciones en la microbiota del huésped. Aunque por lo general se cree que tales cambios se normalizan algunas semanas después de suspender los antibióticos, evidencia reciente pone en duda esta idea.68 Por ejemplo, la reducción significativa en la diversidad de bacteroides persistió hasta 2 años después de haber administrado clindamicina por 7 días.68 En el contexto de la disbiosis, los antibióticos, por tanto, pueden verse como una espada de dos filos. Son eficaces para erradicar los patógenos, pero también reducen de manera inespecífica la diversidad microbiana, lo cual permite que prolifere Clostridium difficile, un patógeno oportunista que surgió en la década de 1970 en pacientes tratados con clindamicina.69 Otro caso de la naturaleza conflictiva de los antibióticos en la disbiosis es su efecto sobre la SII. Por ejemplo, se ha comprobado clínicamente que el uso de ciprofloxacina mejora modestamente los síntomas y las tasas de remisión de los pacientes con EC;70 no obstante, la exposición a antibióticos en la infancia se ha vinculado con el desarrollo de SII en años posteriores.71 En un medio clínico, esto genera preocupaciones importantes acerca del uso adecuado de los antibióticos o sobre evitar su empleo. Es importante desarrollar terapias antimicrobianas más específicas o 38 Reimpreso con permiso de: Ann Nutr Metab 2013;63(suppl):28-40 DOI: 10.1159/000354902 concurrentes para restaurar o minimizar las alteraciones de la microbiota normal. Trasplante fecal Un método prometedor para aliviar las enfermedades asociadas con disbiosis es el restablecimiento de la microbiota normal por medio del trasplante de heces de un donador sano a un huésped sintomático, lo cual se denomina trasplante fecal (TF) (Figura 4). En medios clínicos, éste ha surgido como un procedimiento mucho más eficaz y seguro que el tratamiento estándar con antibióticos en la resolución inmediata y duradera de C. difficile recurrente. En la actualidad, este procedimiento carece de un método estandar; no obstante, su tasa de éxito es mayor a 95%72 y su aparente carencia de efectos adversos ha llevado a los expertos a investigar su uso en el tratamiento de enfermedades crónicas, como el SII73 y el síndrome metabólico.74 A medida que aumenta nuestra comprensión del papel fundamental que la microbiota del huésped juega en la enfermedad y la inmunidad, el uso de terapias de manipulación de la microbiota se hace más inteligente. Por ejemplo, una posible técnica futura de la TF es utilizar las heces sanas almacenadas del propio paciente para restaurar su microbiota intestinal después del tratamiento con antibióticos o el inicio de una enfermedad. Debido a su naturaleza barata, la TF puede ser en particular favorable en poblaciones donde los tratamientos caros no son accesibles. Conclusiones Las interacciones entre diferentes factores de la dieta y microbios intestinales pueden conducir a disbiosis, la cual ejerce respuestas inmunes definidas en el huésped, que resultan en una mayor vulnerabilidad a diversas enfermedades gastrointestinales y sistémicas. La restauración y el mantenimiento de una microbiota intestinal sana puede ser un remedio eficaz, barato y seguro para estos padecimientos. Agradecimientos D.L.G. fue financiado con fondos de la Crohn’s and Colitis Foundation of Canada, Natural Sciences and Engineering Research Council y la Intestinal Diseases Education Awareness Society. Declaración de conflicto de interés Los autores declaran no tener ningún conflicto de interés. La escritura de este artículo fue financiada por el Nestlé Nutrition Institute. Chan/Estaki/Gibson Referencias 1. 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