SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (1870 -1914)

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SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (1870 -1914)
Es en este período donde el desarrollo industrial llega al conjunto del continente europeo, a los EEUU y
al Japón.
La revolución en los transportes, en las comunicaciones, el nuevo papel de las empresas y las
innovaciones tecnológicas provocan el gran desarrollo del sistema capitalista. Todo el planeta se encuentra
relacionado en sus economías, hablamos entonces de un Mercado Mundial: cada región y país del mundo
dependerá de ese mercado y nadie podrá evitar quedar fuera de ese circuito.
Los transportes, las comunicaciones y la tecnología
Hacia 1870 el ferrocarril ya esta presente en todo el continente Europeo, y es trasladado a las colonias, y
países independientes como EEUU y Japón.
El ferrocarril fue el motor de la Revolución industrial en esos países. En las colonias (Asia, África y
América Latina) significó una gran inversión de capital (sobre todo de Inglaterra) que le permitió a Europa
grandes entradas de dinero, que luego será reinvertido en el desarrollo y la innovación de otras industrias.
En 1880 el barco a vapor desplaza al barco de vela, aumentando la velocidad y capacidad de tonelaje,
generando un importante aumento del comercio.
El motor a explosión comenzó a sustituir lentamente la máquina a vapor, estos motores funcionan con
líquido (que luego será el petróleo), o con la combustión de gases. Así aparecen los primeros automóviles.
El automóvil se impone en el mercado, provocando gran necesidad de acero. Se crean nuevas redes de
comunicación, como ser caminos y carreteras. En los comienzos del siglo XX será la principal industria de los
EEUU con el empresario Ford.
El telégrafo y el teléfono a fines del siglo XIX, y la radio a comienzos del siglo XX permitió la
comunicación de grandes regiones del mundo, que en pocas horas pasan a estar conectados.
La ciencia pasó a ocupar un lugar decisivo. Aparece el científico que debe dedicarse a investigar y
resolver lo que el sistema económico le exige. Los científicos aportan a su vez nuevos materiales que resultasen
menos costosos. Los industriales y muchas veces los gobiernos tendrán que financiar los proyectos científicos.
Los estudios e investigaciones sobre la electricidad serán fundamentales: el telégrafo sin hilos, los rayos
X para la medicina, etc. En 1880 se instalan los generadores de corriente eléctrica para ferrocarril y alumbrado
público. También los tranvías.
Con la aparición del petróleo los automóviles utilizaron esta energía y no la electricidad.
La química: de gran influencia en la industria textil con los colorantes, también con la agricultura
creando abonos artificiales que aumentaron la productividad del campo.
Otro descubrimiento importante fue la dinamita, que se utilizó en las minas y en la industria
armamentista.
El metal: la industria metalúrgica tuvo un gran desarrollo con la utilización del aluminio. El hierro
siguió siendo el principal metal, sobre todo cuando comenzó a ser convertido en acero (más resistente y
flexible). El acero se utilizó para la arquitectura, para los submarinos y para la industria armamentística en
general.
Del capitalismo liberal al capitalismo monopólico
El capitalismo que permitía la libre competencia entre los empresarios va culminando y se deja lugar al
capitalismo monopólico donde los industriales comienzan a unir sus capitales dominando determinadas áreas de
la economía. De esta forma las pequeñas o medianas empresas quiebran, y un nuevo tipo de empresario
enormemente rico aparece (el liberalismo postulado por Adam Smith, que promulgaba la libre competencia, ya
no es realidad).
Estos nuevos empresarios se unen en sociedades anónimas para cubrir el riesgo personal en caso de
crisis de sus productos; ya no es un solo hombre el que debe enfrentar la crisis, sino toda la sociedad, entonces
sus bienes personales no son afectados. Se buscó esta forma jurídica (sociedad anónima) para aumentar sus
ganancias (muchos hombres colocan capital) y no sufrir los riesgos, lo peor que le puede pasar es que las
acciones pierdan su valor.
Estas asociaciones de empresarios comienzan a realizar acuerdos sobre el precio o producción de
determinados productos que les permite monopolizar el mercado y terminan arruinando al empresario que no
pertenece a una sociedad. Un ejemplo que conmocionó la sociedad fue el monopolio del petróleo realizado por
el norteamericano Rockefeller, donde una misma empresa se dedica a la extracción del producto, refinación del
mismo, compra los ferrocarriles para transportarlo dentro de los EEUU, fabrica oleoductos para hacer más
rápido y menos costoso su traslado, fabrica barcos petroleros y por último vende el producto al mundo entero.
Rockefeller llegó a tener en sus manos el 70% de la producción petrolera mundial. A este tipo de monopolio
que controla las diferentes fases del proceso de producción y distribución se le llama trust vertical.
Por otro lado, el trust horizontal es la unión de varias empresas que se dedican a una etapa del proceso
productivo, por ejemplo la extracción de la materia prima, o la producción, o la distribución.
Por último tenemos el cartel que es el acuerdo de empresas independientes para fijar por ejemplo el
precio de un producto en el mercado, o para comprar materias primas buscando conseguir precios bajos de las
mismas.
Estas prácticas monopólicas generaron que un sector de la sociedad (pequeños empresarios) exigiera a
los gobiernos leyes anti-trust que lo defendiesen. Pero los gobiernos, a pesar de que las realizaron, no
cumplieron al momento de llevarlas a cabo, pues los trust eran muy poderosos.
La segunda fase de la Revolución Industria coincide entonces con el capitalismo monopólico. Y por
consiguiente con la expansión imperialista de fines del siglo XIX.
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