LA RESPIRACIÓN DIAFRAGMÁTICA Autora: Rocío Parrado Parrado Responsable del Grupo de Trabajo de Psicología del Deporte de la Delegación de Córdoba del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Occidental. La respiración diafragmática es una técnica en la que se nos enseña a respirar con la parte de debajo de la caja torácica o diafragma. Es muy útil en la práctica psicológica, llegando a ser como un “comodín” que se usa como instrumento de mejora en muchos síntomas de distintos trastornos. Para cerciorarnos de que la realizamos correctamente hay que tenderse o sentarse cómodamente, nos ponemos una mano en el pecho y otra en la parte de abajo del abdomen, inspiramos lenta y profundamente por la nariz y centramos nuestra atención en la mano del abdomen, la cual tenemos que notar cómo va subiendo a la vez que inspiramos. Seguidamente, expiramos por la boca también lentamente y deberíamos notar cómo esa mano del abdomen va descendiendo a la vez. Luego con la práctica, podemos hacer esta respiración en cualquier sitio, e incluso de pie, sin necesidad de sentarse. En Psicología del Deporte esta forma de respiración nos ayuda, sobre todo, en dos ocasiones muy importantes: - Como forma para calmar los síntomas de ansiedad. La ansiedad es una respuesta de alerta de nuestro organismo ante un estímulo que es, o creemos que podría ser nocivo o peligroso para nosotros. Ante ese estímulo, nuestro sistema parasímpatico activa una serie de procesos de nuestro organismo que nos ayuda y prepara ante una posible huida del peligro, haciendo acopio de oxígeno para poder correr, respirando cada vez más deprisa, padeciendo palpitaciones, sudoración , hormigueo en las extremidades, sensación de ahogo, mareos, etc. Como mencioné anteriormente todo esto nos sirve para prepararnos para huir de esa situación, pero muchas veces no lo hacemos, nos quedamos quietos, con lo que se va acumulando un exceso de oxígeno en nuestro organismo que es el que produce todos esos síntomas negativos. Para poder controlar esto basta con, en cuanto se identifiquen los primeros síntomas, empezar a ralentizar la respiración con la “respiración diafragmática”, por la que controlamos la entrada de oxígeno que nos lleva a utilizar el excedente de éste que tenemos almacenado, y poco a poco van desapareciendo esos síntomas. - También se usa como manera de DETENER la mente, de parar esos pensamientos que se nos amontonan en la cabeza, que nos agobian, y apartan nuestra atención de ellos, evitando que nos desconcentren de lo importante en ese momento. Pararnos a sentir nuestra respiración durante unos segundos nos obliga a estar en EL MOMENTO PRESENTE, nos aporta claridad mental además de favorecer la concentración y la focalización de la atención. Esto nos lleva a esos momentos durante la práctica deportiva, en los que necesitamos concentrarnos, aislarnos de los estímulos secundarios que a veces, tan negativamente nos afecta a la hora de la ejecución de una actividad (antes de un saque, un tiro libre, un penalti, cuando vas desde la esquina del tatami o ring al centro de éste para comenzar el combate, etc.) El concentrarnos en hacer unas cuantas respiraciones profundas en esos momentos es el “click” que nos hace desconectar de todo lo superfluo y entrar en un mundo donde sólo estás tú, la pelota, la canasta, la portería o el contrario.