OBSERVACIONES EN EQUIDOS DE LA FASE DE INTERVALO

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Tor•lO XXXII
LATIRISMO EN EQUIDOS
NúMERO 1
OBSERVACIONES EN EQUIDOS DE LA
FASE DE INTERVALO ENTRE LA ADMINISTRACION DE UNA DIETA LATIROGENA Y EL COMIENZO DE LA ENFERMEDAD
E. 0RTIZ DE LANDÁZURI y A. GALDO SECO
Clln!cn. Universitaria de Patolog!a General y Sección de
F!s!opatolog1a de la Alimentación (Instituto de F!slologla
y Bloqu!mlca), del Consejo Superior de Investigaciones
Clentlficns. Facultad de Medicina de Granada. Profesor:
E. 0RTIZ DPl LANDÁZURI.
Con la colaboración de
H. Rurz
FERNÁNDEZ
Pro,•incia.l de Ganaderla do Granada.
iョセエッイ@
Es del mayor interés biológico, en el estudio
del latirismo, la fase de intervalo entre la administración de una dieta latirógena y la aparición clínica de la enfermedad. En ocasiones
se hace ostensible un período de latencia, libre
de síntomas, con posterioridad a la ingestión
de almortas, hasta las primeras manifestaciones del latirismo.
Esta observación ya fué señalada por Jnvt:ÉセGez@
DíAZ y colaboradores 1 en la patología humana, y además era ya conocida por los veterinarios, llegando incluso GARCÍA IzcARA セ@ a
mantener un criterio, como luego veremos, muy
contundente: en los animales alimentados con
almorta, al dejar de tomarla es el momento más
apropiado para la iniciación de la enfermedad.
Este lapso de tiempo entre la terminación de
la administración de almorta y la aparición del
latirismo, nos recuerda al período de incubación
de las enfermedades infecciosas, y aunque ya no
se puede pensar en esta etiología a, es lo cierto
que sugiere una serie de hipótesis para dar explicación a este indudable y verídico hecho, que
nosotros hemos comprobado recientemente en
el estudio de una enzootia de latirismo en
equidos.
Se trata de un brote de latirismo en ganado
mular y caballar en un cortijo de Piñar, provincia de Granada. De un total de 24 animales (l6
mulos, 7 yeguas y una burra) alimentados con
almortas durante noventa y siete días, del 11 de
enero de 1948 al 18 de abril del mismo año, 15
enfermaron, y de ellos 3 murieron.
Su alimentación había sido, por cabeza y día,
la siguiente: hasta el 11 de enero de 1948, 5 kilogramos de cebada y paja sin límite. Desde esta
fecha hasta el 18 de abril (noventa y siete días),
un kilogramo de maíz, un kilogramo de yeros,
2,6 kilogramo8 de almortas, 300 gr. de salvado
y 200 gr. de centeno. A partir de este día, 5 kilogramos de cebada y paja. Durante el brote latírico, forraje de cebada y avena.
Cuatro días después de dejar la alimentación
de almortas y yeros (el 22 de abril), se inicia e]
primer síntoma de latirismo en una mula, con
un cuadro de estridor laríngeo. Desde entonces
evoluciona la enfermedad en estos animales,
afectando al 62 por 100 del total.
Su evolución y sintomatología pueden verse
en el cuadro I. En el plazo de cuarenta y cinco
días (desde el 22 de abril hasta el 6 de junio) se
CUADRO I
EVOLUCION CLINICA DEL LATIRISMO EN EQUIDOS TRAS LA ADMINISTRACION DE UNA DIETA LATJROGENA <DEL DIA 11 DE ENERO AL DIA 18 DE ABRil· DE 1948)
AnJmalee
Edad (atlos)
Sexo
Fecha de comienzo
de la enfermedad
EVOLUCIO!':
Cuadro parox1stico de estenosis lar1ngea (C. P. L.).
Continúa enferma. Cuando va a beber sigue dificultad respiratoria, llegando a caer al suelo. Disminuida sensibilidad en tercio posterior.
C. P. L. Intensas crisis de disnea. Fallece con un cuadro de asfbda el 12-V -48.
C. P. L. Fallece el 25-V-48 en pleno accidente asfktico.
C. P. L. Lentamente mejorando.
C. P. L. Fallece el 22-V-48 en pleno accidente astictico.
C. P. L Fallece el 22-V-48 en pleno accidente.
C. P. L. Traqueotom1a. Muere má.s tarde por obstrucción del tubo.
C. P. L. que ha ido cediendo.
C. P. L. Traqueotom1a el 26-V-48. Fallece por taponamiento del tubo.
C. P. L . Lentamente mejorando.
C. P. L. Mejorando lentamente.
C. P. L. Cansancio.
C. P. L. Cansancio.
C. P. L. Mejora lentamente.
C. P. L. Mejora lentamente.
Mula..
14
22-IV-48... . .. . . ..
Mulo ...
12
2-V-48.... .. .
Mulo ..
20
12-V-48.... ...... ....
14
12
12-V-48..
18-V-48..
Yegua.
Mulo...
..
... ..
.. ..... . .. .
. .... ... ...
Mula...... .. .
Mulo.... ..
o
{
18-V-48...
21-V-48.. . .. .. . .. .. .. ..
Mula...... .
Mula.... .. .
S
8
21-V-48.. .. ... ..... ..
21-V-48.. .. .. .. ... . ..
M.ula... .. ... .
Mulo....... ..
Mulo...... .
Mulo...... .. .
Mulo..... . .
Mula ........ .
3
4
23-V-48...... ....... ....
23-V-48.... .............
26-V-48...... . .. .. ....
29-V-48....... ..........
1-VI-48.. .............
6-VI-48...............
10
:S
6
6
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15 enf' ro 1949
REVISTA CLJNICA ESPAÑOLA
desencadena el brote, que para mayor claridad
exponemos en la figura 1, 9ue se ゥセ」。
L@ 」セュ
ッ@
decimos cuatro días despues de deJar la d1et a
ャ。エゥイ￳ァ・セ@
y tiene su máxima intensidad un me_s
después de dejar de tomarla, con una mortahdad de un 25 por 100.
.
No todos los animales se comportan 1g ual : la
respuesta de cada clase y sexo con la misma
dieta latirógena es muy diferente. L os mulos
se afectan en un 100 por 100 (de 7 mulos 7 enfermaron) · las mulas en el 78 por 100 (de 9 mulas 7 enfe;maron y de ellas 2 murieron ) ; las
yeguas, en el 14 por 100 (de 7 yeguas, una ⦅・ャセ ᆳ
ferma la de más edad, que no muere) , y la umca bu;ra, que fué de todos los animales la que
o
.., 0
ゥ セlM M Mセ
ti+ 48
セlM セQ セ セ Qセ セQ セQ@
18-IV-48
6-V148
F i!J 1 -Esquema con la r e pres entac ión dt> cad a a nim a l latlru":o ·en relación con la dieta y f«:> c h a rl t' iniciad ón d t• la
enfermedad.
D el 11-1-948 a l 18-IV -948, dieta latirógena ( \ lmorta セ@
Del 18-IV-948 a l 22-IV-94 , d ieta de cebada.
Del 22-IV-948 a l 6-Vl-948, dieta de cebada y a\·ena .
セ・イッ@
l.
más almorta tomaba, no t uvo la menor mole:::;tiu.
Hacemos hincapié en las siguientes observaciones:
1.· La aparición de un brote de latirismo
después de tomar almorta y yer os durante noventa y siete días en cantidad de 1 kilogramo
de yeros y 2.6 de almortas por cabeza y día.
Durante cuatro meses, en el Instituto de Biología Animal de Madrid (Director: Prof. CARUA ), con el Dr. RODA,
uno de n osotr os (0. ll8 L .), y por ind1cac16n del P rofesor jiA|ヲエ
セez@
DIAZ, t r ató de logr ar latirismo en u n caballo administ rando una diet a exclusiva de almorta y paja
procedente de una zona latirógena de la provinria de
Toledo, no logr ándose el objetivo. E l animal m u rió de
u n cuadro séptico intercurrente (aut opsia realizada fJO r
el Dr. BOTIJA) . Debemos señalar que el ganado caballar es menos sensible que el mular (proporción de 1 a 3,
セl|e
y N | l@ •). Por otro lado, laH cxperil•ncias Ul' '\l w
CALL • no están concordantcs en sus resultados a l tru·
tar de lograr ・クー」イゥセョエ。ャュ@
el latiriHmo ,•n caba·
llos, pues mientras lo encuentra a veces a ャ ッ セ@ pocos días
de administmr alm orta, otras Vt'<'<'S no lo logra
2. La iniciación del primer セ■ョャッ
ュ 。@ latíricn
apareció a los cuatro días de dejar de t omar セ、ᆳ
morta, coincidiendo con la experiencia de I z'- ARA ', que dice textualmente: "Siendo de advertir·
que mientras t oman estos alimentos (almortas l
jamás se han presentado síntomas de latiri:::;nw:
ha sido siempre después de suprimirlos: a lo;-;
ocho o quince días, al mes. a los dos mC!-(CS: a
veces al cabo de más ticmco". Sin ser tan t.:on ·
cluyentes, indudablemente · en nuestra obset vación se repite lo obser\'ado por este au tor.
3.ó Existencia de un indudable período Jc
intervalo o período de "realización" . que en
nuestra ッ「 セ ・イカ。」ゥ
￳ ョ@ fué como máximo dP. cin cuenta días fel último afectado deja de tomat·
almortas ,. yeros el 17 de abril v cnfc1·ma el fi
de junio): c-oincidiendo con lo q·ue ッ「 セ ・ョ ᄋ ￳@ <'Olabor ando con el Prof. JrM(:.:-.:Ez DíA'l. y ャッセ@
Doctores RODA, セQ ariZMNGB@
y lッイオZMNGQセ\@
uno de no ·otr os (0 . DE L.) en el latit i mo hum.11.1l . \ C)lll'
demost raba cómo en una publac10n que estuvo
alimentada con almortas se siguen presentando
casos hasta dos meses des pués de suprimirlas
de la dieta (véase cuadro Il) .
CU ADRO II
RELACION ENTRE LA APARIC ION DE L A TIRI::>MO Y LA I NGESTION DE A LMORT AS, EN PERSON A S
Meses........... .......... ... ........... ....... .........
Ene.
Feb.
Ma r.
Abr .
May.
Jun.
Jul.
Ago.
Sep.
Oct .
Ko,·.
Dk.
Grs. de almorta por día y persona.
Número de casos de latirismo... ...
40
O
40
O
270
270
8
270
150
O
O
O
O
O
O
O
O
7
2
9
7
5
O
O
Tomado de la RI'J\'. CLiN. E s P., 5, 175, 19-12.
4. El sexo influye en los equidos, del mismo modo que en los humanos, en el porcentaje
de afectaciones : mientras que en los híbridos
machos las afectaciones son del 100 por 100 y
en las hembras del 78 por 100, en las yeguas
sólo es del 14 por 100, cifra muy similar a la
que encontramos 3 en la especie humana, en
donde la mujer sólo se afecta en un 11 por 100.
5.0 El cuadro sintomático del latirismo en
los equidos no corresponde a esta comunicación;
sin embargo, brevemente diremos que aparecen
los sfntomas clínicos aceptados como clásicos 4 :
crisis de asfixia con estridor laríngeo, que lleva
hasta la muerte con mucha frecuencia, y tras·
tlorDoa motorea en los tercios posteriores, con
0
pérdida de fuerza y disminución de la sensibilidad.
Nuestras observaciones coinciden con las que
han publicado otros autores, como la de VERRIER, veterinario de Ro u en en octubre de 1867,
y comunicada por SciiUCHARDT 0 , de 45 caballos
que tomaron de 1,5 a 2 kilogramos de almortas
diariamente durante ciento tres días, enfermando 29, y de los cuales 9 murieron, apareciendo
los primeros síntomas a los set enta y cinco dias
de iniciarse la dieta y siguiéndose presentando
casos hasta los ochenta y cuatro días de dejar
de tomarla. Según la observación de LAVOLARD 1,
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ToMo XXXI!
NúMII:RO 1
LATIRISMO EN EQUIDOS
de 362 caballos afectados de latirismo fallecie- fué cincuenta días después de dejar de tomar la
ron 169, es decir, el 48 por 100. En nuestra ex- dieta latirógena. Entre los animales observado'.!
periencia, el 40 por 100 de los afectados mu- hubo amplias diferencias de afectación: afectan
en el 100 por 100 a los mulos, el 78 por 100 a
rieron.
En nuestra pa tria, la primera observación las mulas y el14 por 100 a las yeguas. El cuadel latirismo animal se debe al veterinario IL- dro clínico no difiere del hasta ahora descrito
DEFONSO GARCÍA, del partido de Villalón, resi- en estos animales. De los que sobreviven, sólo
dente en Castroponte (Valladolid), que ante una un escaso número puede reintegrarse a trabagran enzootia de latirismo en caballerías (cita- jos tranquilos. Consideramos muy importante
do por GoNZÁLEZ Rmz '), con una, alta morbili- la masividad, monotonía y constancia en la indad y mortalidad, sospechó su origen en la in - gestión de almorta como base para el latirismo
animal. Desde un punto de vista etiopatogénico,
gesta de almortas.
La masividad y continuidad en la dieta de le- y, naturalmente, no clínico, existen grandes paguminosas latirógenas tiene excepcional impor- ralelismos entre el latirismo humano y el de los
tancia: mientras en nuestra observación con 2,6 equidos. El de mayor importancia patogénica
kilogramos diarios de almortas y 1 kilogramo comparativa, aparte del factor protector del
de yeros por cabeza y día, durante noventa y sexo, estriba en la posible aparición del cuadro
siete días, la morbilidad alcanza un 62 por 100, latírico hasta cincuenta días después de dejar
coincidiendo con las observaciones de SENGLEn n de tomar almorta. Coincide en ello la observadel 70 por 100 en caballos a limentados durante ción humana y animal, planteando así un pecutres meses y medio con 4 kilogramos diarios de liar carácter del proceso latírico. La dieta latialmortas, y los de VERRIER 10 del 64 por 1 00 de rógena, administrada masiva y constantemente,
caba llos alimentados con 1 ó 2 kilogramos de inhibiría la formación de ciertas sustancias mealmorta, las de MALEVAL, con la ingestión dia- tabólicas y enzimáticas, que dejan al organismo
ria de sólo 0,980 kilogramos de almorta por ca- preparado para la realización de la enfermedad,
beza durante dos meses, sólo se afectaba el 10 aunque ya no se le administre almorta, que se
por 100, y cuando la ingestión duraba tres me- desencadenará cuando se aumenten las exigenses la morbilidad ascendía al 20 por 100. Es cias corporales, se modifican las condiciones de
decir, que se alcanza mayor morbilidad cuanto trabajo o hasta en ocasiones sin causa aparente
más tiempo dura la dieta y mayor es su masivi- justificada.
dad, lo que fué también plenamente confirmado
en la clínica humana.
RESUMEN.
La mortaiidad depende, en gran parte, de la
rapidez y adaptación del a nimal a la intubación.
Comunican la observación en un brote de laEntre los 6 animales que murieron de los 15 tirismo en equidos. De 24 animales, se afectan
afectados en nuestra casuística, 2 fueron entu- el 62 por 100 con una mortalidad del 25 por 100.
「。、ッセL@
mejorando notablemente, pero sucum- Cuando se inició el brote latírico, los animales
biendo después por oclusión del tubo. Los cua- ya no tomaban almorta cuatro días antes, y
tro restantes murieron con un cuadro agudo aparecen casos hasta cincuenta días después de
asfíctico.
dejar de tomarla. Esta fase de intervalo entre
Los 9 animales afectados que sobrevivieron se la ingestión de almorta y la aparición clínica de
encuentran en la siguiente forma: 4 aún sin po- la enfermedad plantea otros nuevos problema.;.
der trabajar, con estridor laríngeo de escasa
cuantía, dificultad respiratoria y dilatación de
BIBLIOGRAFIA
ollares, en trompeta, al esfuerzo, y el resto, que
ya incluso por su mejoría han podido realizar
l. c. J IMÉNEZ DiAZ, E. RooA, E. 0RTIZ [)11) L.\::-..-o.\.zt"'ll. c.
una actividad moderada. Según GARCÍA IzcARA ;'
MARINA Y L. LoRENTE.-;-Re\·, Clln. Esp., 5, 168, 1942.
2. D. GARci.A lZCARA.-Re\·. H1g. y San. Pec., 18. 932, 1917.
entre los que sobreviven, la recuperación en al3. C. JtliitNEZ DIAz, E. ORTIZ or.: L.\NDAzcnr y E . RooA.gunos llega a realizarse hasta un año después.
Rev. Cl!n. Esp .. 8. 154, 1943.
4.
5.
6.
Se puede resumir esta observación de una enzootia de latirismo en 16 mulos, 7 yeguas y una
burra en un cortijo de la provincia de Granada
en la siguiente forma: Habiéndose alimentado
durante noventa y siete días con dieta latiróaena (2,6 kilogramos de almorta y un ォゥャッァイ。セ@
de yeros por cabeza y día), al cabo de cuatro
días de dejar esta dieta y tomando sólo 5 kiloァイセッウ@
de cebada se inicia el primer síntoma de
latinsmo. en una mula. Sucesivamente, y ya
como dectmos con una dieta normal, se afectan
el 62 por 100 de los animales, falleciendo el 25
por 100 del total. El último animal afectado lo
7.
8.
9.
10.
E. MALEVAL.- Rev. Veterinnire et J. de Med. VE't et
Zootech., 2, GS, 1927.
·
MAC CALL.- Cit. t3).
SCHUCHARDT.-;-Z. f. klin . Med., 40, 312, 1887.
LAVOL.\RD.-Cit. (4) .
M. GoNZÁLEZ R UIZ. -Rev. Hig. y San. Pec. 18 431 1917
SENGLER.- Cit. (4).
.
'
'
'
.
V&RRI&R.- Cit. (6) .
SUMMARY
An outbreak of lathyrism in horses is reported. Of 24 animals, 62 セ@ were affected and
the death rate was 25 l"c. When the outbrea!<
started, the animaJs had not eaten blue vetch
meal for ヲセオイ@
、セケウ[@
cases appeared up t o 50
days followmg th1s last meal. This lapse of time
between the taking of blue vetches a nd the cli-
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32
REVISTA CL!NICA ESPAiJ'OLA
nical commencement of the disease furnishes
new problems.
ZUSAMMENFASSUNG
Man beobachtete eine kleine Epidemie von
Lathyrismus unter Hufheren,. Von 24 Tieren
wurden 62 % mit einer Mortalitii.t von 25 % befailen. Als der Lathyrismus ausbrach , hatten
die Tiere bereits 4 Tage keine Platterbsen mehr
gefressen オョセ@
man sah noch Falle bei Tieren
die bereits seit 50 Tagen keine mehr gefressen
hatten. Dieses Intervall zwischen der Aufnahme
von Platterbsen und dem klinischen Auftreten
der Krankheit führt zu anderen neuen Problemen.
rセsum@
On com."'llunique l'óbservation dans un bourgeonnement de latyrisme chez des équins. Parmi
24 animaux, un 62 % est affecté avec une mortalité d'un 25 %. Lorsque le bourgeonnement Iatyrique s'initia, les animaux ne prenaient pas
de la farine de gesse depuis quatre jours auparavant, et il existent des cas jusq'a 50 jours
apres l'avoir prise. Cette phase d'intervalle entre l'ingestion de la farine de gesse et l'apparition clinique de la maladie pose de nouveaux
ーイッ「ィセュ・ウ
N@
LA PRUEBA DEL TRATAMIENTO CON PENICILINA PARA EL DIAGNOSTICO DIFERENCIAL DE LAS ENDOCARDITIS LENTAS
ABACI'ERIANAS Y CIERTAS FORMAS DE
LA INFECCION REUMATICA
F.
DE
A. ESTAPÉ
Del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo.
Servicio de Medicina del Pabellón de Nuestl·a Setlora de la
Asunción . Director : Dr. F . Dlil A. EsTAPll. Barcelona.
Cuando un enfermo portador de una lesión
valvular de origen reumático, de ciertas cardiopatías congénitas, especialmente el ductus arteriosus persistente, enfermedad de Roger o tetralogía de Fallot, o más raramente, de una car·
diopatía arterioesclerótica, presenta una fiebre prolongada, de marcha subaguda, con anemia, desnutrición y pérdida progresiva de las
fuerzas, el diagnóstico de endocarditis bacteriana subaguda (endocarditis lenta) es presumible.
La presunción se refuerza cuando el enfermo
con los síntomas que acabamos de indicar presenta la coloración de la piel llamada de café
con leche, dedos hipocráticos, manifestaciones
embólicas, petequiasis, nódulos de OsLER, hematuria y esplenomegalia.
111 enero 1049
El diagnóstico queda confirmado cuando con
el cuadro clínico descrito el hemocultivo, practicado repetidamente, es positivo, demostrando
la presencia en la sangre, generalmente, de un
estreptococo anhemolítico, el Strcptococcus '1-iridans.
Por desgracia, no siempre es posible en la clínica esta confirmación del diagnóstico, ni siquiera su presunción en el grado suficiente. .A
veces no se pasa de una vaga presunción. En
estas circunstancias hay el doble riesgo o de no
salir de la perplejidad ante un diagnóstico dudoso o de hacer un diagnóstico infundado, admitiendo la existencia de la enfermedad sin las
pruebas necesarias.
Las dificultades de este problema diagnóstico provienen de que la endocarditis bacteriana subaguda, por el cuadro clínico, puede confundirse con otras enfermedades. Prescindiendo
de un grupo de enfermedades con cierto pat ecido, como la tuberculosis, la fiebre de Malta
y la enfermedad de Hodgkin, en las cualc::; una
serie de investigaciones complementarias puede resolver, de un modo decisivo, dichas uificultades, el gran problema de diagnóstico diferencial es el que, a menudo, セ・@ plantea ・ョエイセ@
la
endocarditis bacteriana subaguda y cierta:; formas de la infección reumática. Este problema
se plantea con gran frecuencia por el hecho que
la endocarditis bacteriana subaguda se injerta
muchas veces, como hemos indicado, en ャ。セ@
a.htiguas lesiones endocárdicas de origen reumático, especialmente en las lesiones valvulares, y,
en un principio, no es posible distinguir si se
trata de la instalación de una nueva enfermedad o de un rebrote de la infección reumática.
Para el diagnóstico diferencial de la endocarditis bacteriana subaguda y de la infección reumática, algunos asp€ctos del cuadro clínico presentan una significación indudable. La infección reumática suele ocurrir en los primeros decenios de la vida. La endocarditis bacteriana
subaguda, algo más t arde. Esta última se encuentra en diversos defectos valvulares, pero no
es común en los enfermos con estenosis mitra!
y arritmia completa por fibrilación auricular.
En la carditis reumática se registran, con frecuencia, trastornos de conducción, especialmente retardo de la conducción aurículoventricular.
En la endocarditis bacteriana subaguda estos
trastornos son excepcionales. En esta última,
las manifestaciones embólicas y la esplenomegalia, lo mismo que los dedos hipocráticos, son
muy característicos. Pero ninguno de los hechos
indicados como significativos de una u otra enfermedad son constantes y solamente el hallazgo, en estas circunstancias, del germen infectado en la sangre, por regla general el Sエイ・ーセ@
tococcus viridans, asegura el diagnóstico de la
endocarditis bacteriana subaguda. La causa de
la infección reumática, hoy por hoy, es desconocida.
Pero existen además casos de auténtica endocarditis bacteriana subaguda, sin gérmenes
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