c columna La importancia de la estimulación en el desarrollo del lenguaje Primeras palabras escucha y entender el código de sus padres para estructurar oraciones. Es por esto que todo lo que hagamos para estimular el desarrollo del lenguaje en esta etapa, es mucho más productivo que en edades más avanzadas. Habla con tu hijo Pamela Cotorás R. Fonoaudióloga Producciones Manantial Cantando Aprendo a Hablar (*) L os seres humanos nacemos con la capacidad innata para comunicarnos en forma oral con otros seres humanos. Para que esto ocurra, necesitamos que se cumplan varios requisitos. Por ejemplo, que haya indemnidad sensorial y cognitiva, es decir, que el cerebro y los órganos sensoriales relacionados con esta capacidad se encuentren en condiciones adecuadas para recibir y transmitir la información, pero principalmente necesitamos tener a nuestro alrededor personas que nos hablen y nos entreguen el modelo de cómo hablar. El recién nacido tiene una inmensa capacidad de aprendizaje, que le permite adquirir rápidamente el vocabulario que 40 El lenguaje se desarrolla en gran parte por imitación. Nacemos con la capacidad de imitar gestos y sonidos, lo que es vital en la adquisición de las habilidades lingüísticas. En los primeros meses de vida es frecuente que los adultos realicen gestos faciales como una forma de llamar la atención y de contactarse con los niños pequeños. Por ejemplo, abrir y cerrar la boca, hacer gestos de sorpresa, cerrar los ojos, etc. Estos gestos, hechos a poca distancia de la cara del bebé, favorecen el desarrollo de la imitación. Ellos prestan atención a estos gestos y lentamente comienzan a repetirlos. Además, los adultos generalmente emiten sonidos vocálicos junto al gesto, con lo que favorecen la emisión de vocales aisladas, por ejemplo, dos sonidos que usan diferentes movimientos labiales son \aaaaaaaaaaa/ y /uuuuuuuuuu/. Posteriormente, los adultos emiten sílabas, y son los sonidos bilabiales los más fáciles de aprender por los bebés. Por ejemplo, con los labios juntos, emitimos sonidos tales como mmm, p, bbb, en los que el niño puede ver el movimiento de los labios y repetirlo. Así aparecen las primeras silabaciones / ma, pa, bu / que luego se convertirán en palabras. Si bien en el inicio estas emisiones son realizadas simultáneamente por el adulto y el niño, pronto comienza a haber un orden; primero “habla” uno y luego el otro. El bebé espera que el adulto se silencie, para repetir el sonido escuchado u otro previamente aprendido. Es una de las primeras manifestaciones de la toma de turnos; fundamental en un diálogo, que increíblemente los pequeños aprenden rápidamente que deben respetar. Cantar con nuestros hijos es una muy buena forma de estimularlos a hablar. El canto capta la atención rápidamente, les estimula a moverse y los motiva a repetir. Además, crea una atmósfera afectiva muy adecuada para que el aprendizaje sea significativo en términos emocionales. No tengamos miedo de cantar, la voz de su madre o de su padre, siempre es bellísima para los niños. (*) Aída Pohlhammer, Myriam Pinto y Pamela Cotorás son las fonoaudiólogas creadoras de Cantando Aprendo a Hablar. Durante este año abordarán distintos temas para ayudar a los padres al adecuado desarrollo del lenguaje de sus hijos.