Pactos: con pinzas Políticas y estado Ántero Flores-Aráoz Hay una marcada inclinación de autoridades y de actores políticos de suscribir pactos o acuerdos, muchos de los cuales o son intrascendentes, o únicamente son para la “foto”, y otros ilusamente con la esperanza de que se cumplan. Muchos de los que suscriben las autoridades se limitan a ratificar mediante “convenios” lo que desde antes de la suscripción la normatividad legal los obliga, con lo cual es claro que bien podían omitir la firma de documentos sin mayor trascendencia que sólo son para salir en la foto. Los actores políticos también alucinan en proponer y otros firmar: pactos, acuerdos, convenios, contratos y cuantas otras denominaciones quieran aplicarles. Les damos el beneficio de la duda y queremos creer que son formulados de buena fe y con la intención de cumplimiento, pese a lo cual tenemos que tomarlos “con pinzas”. En la Historia los “Tratados de Paz y de No Agresión” suscritos entre Estados ¿han evitado o impedido guerras o conflictos externos? Por supuesto que no, y los historiadores nos han mostrado infinidad de incumplimientos. También la Historia nos enseña que el contrato o pacto social que son las constituciones, no siempre se han respetado y que pese a los juramentos, se ha hecho añicos de las propias constituciones, y no por cualquiera, sino por quienes estaban obligados a acatarlas y obedecerlas. Los acuerdos políticos no se libran del incumplimiento y ha sido frecuente el rompimiento de alianzas, de fraccionarse bancadas parlamentarias hechas para “llegar” pero no necesariamente para “permanecer”. Igual sucede lamentablemente con las ofertas electorales que se formulan para seducir al elector, pero no necesariamente para cumplirlas, y peor aún cuando se suscriben supuestos “compromisos” para ahuyentar temores y endulzar a confundidos electores. Recordemos que contamos con el “Acuerdo Nacional” desde el 2002, casi una década, que contiene 32 “Políticas de Estado” que trascienden a los sucesivos gobiernos, y que las agrupaciones políticas que las suscribieron o se adhirieron con posterioridad y participan incluso en el “Foro del Acuerdo Nacional” están obligados a su cumplimiento, por lo que si sería oportuno que los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta también lo hagan. Saludamos los esfuerzos de buena fé que se hacen, sin olvidar que el contenido de los nuevos compromisos tienen aureola redundante y su firma no garantiza cumplimiento, máxime cuando no tenemos una acendrada cultura en tal sentido, basta con darse una vueltita por los juzgados donde notaremos que gran parte de los procesos se deben al incumplimiento de pactos y compromisos. Fuente: Diario El Comercio Fecha: Viernes 22 de abril de 2011