tres astronautas partieron rumbo a la estación espacial

Anuncio
19-c.qxd
10/18/03
9:27 PM
Página 1
Interés general
La Plata, domingo 19 de octubre de 2003
19
ESTA A MAS DE 400 KILOMETROS DE LA SUPERFICIE TERRESTRE
Cerca del infinito: tres astronautas
partieron rumbo a la estación espacial
Se produjo ayer, en Kazajistán, el despegue del cohete ruso Soyuz TMA-3. Transporta a tres astronautas que reemplazarán a sus pares que, desde
abril, se encuentran en la Estación Espacial Internacional. Se vivió una jornada muy especial, y se prevé que recién mañana la nave llegue a destino
De la tierra desértica al espacio infinito. En cuestión
de minutos el imponente cohete ruso Soyuz TMA-3,
que despegó ayer desde el desierto de Kazajistán, fue
tan sólo un pequeño punto en el cielo.
A bordo van tres intrépidos astronautas: el ruso
Alexandr Kaleri, el estadounidense Michael Foale
y el español Pedro Duque. Hasta hace 14 años,
cuando aún el mundo se encontraba inmerso en la
denominada Guerra Fría, la posibilidad de lanzar
misiones conjuntas entre estos países tan sólo eran
quimeras, temas que sólo podían ser abordadas por
novelas de ciencia ficción. Pero el constante avance de la ciencia pudo más, y ahora los astronautas
tendrán que cumplir la arriesgada tarea de relevar a
los actuales ocupantes de la Estación Espacial Internacional (ISS): Yuri Malenchenko y Edward Lu,
que se hallan desde abril en la inmensidad del espacio exterior.
Esta estación está ubicada a más de 400 kilómetros
de la superficie terrestre. Allí la tierra tan sólo es una
El astronauta español partió
con la misión de realizar
experimentos biológicos,
físicos y de observación
gran esfera de color azul, distorsionada por nubarrones y la figura de los continentes que flotan sobre los
océanos.
El sólo hecho de observar los propulsores de la nave rusa constituía un espectáculo único. Los 20 millones de caballos de potencia y el ruido de los motores rompieron, durante algunos minutos, la tranquilidad del desierto. Todo transcurrió como si fuese en cámara lenta.
Dentro del cohete, aplastados contra los sillones
anatómicos, estaban los tres astronautas. Para ellos,
el despegue fue la forma de dejar atrás la tensa espera, que se había vuelo interminable. No obstante, un
especialista ruso que estuvo presente en la lanzamiento explicó, mientras una tenue sonrisa se le dibujaba en el rostro, que ese tiempo antes del despegue es, en realidad, “el único momento de descanso
entre los entrenamientos preparatorios y el intenso
trabajo en el espacio”
Ni bien la nave comenzó a elevarse, un extraño ai-
A punto de partir. Los astronautas en la base espacial de Kazajistán
Una misión para el
progreso científico
Los astronautas realizarán tareas relacionadas con experimentos biológicos y
físicos, educación y tecnología. Toman precauciones para el regreso de la nave
La nave rusa que despegó ayer sustituirá a la
Soyuz TMA-2, actualmente acoplada a la
Estación Espacial Internacional (ISS). En el
espacio, el astronauta español Pedro Duque,
de la Agencia Espacial Europea (ESA), deberá
cumplir la Misión Cervantes: un programa
científico que comprende experimentos
biológicos y físicos, observación de la Tierra,
educación y tecnología. Los estudios servirán
para ampliar la experiencia de la ESA con vistas al desarrollo del laboratorio europeo
Columbus, que será añadido a la estación.
Por su parte, los astronautas Michael Foale y
Alexandr Kaleri deberán salir por primera vez
al espacio y trabajar en el exterior de la ISS sin
el respaldo de un tercer hombre en su interior. “Estamos preparados para salir juntos al
espacio”, dijo Kaleri antes del despegue de la
nave rusa.
Tras la desintegración del transbordador
Columbia de la NASA, con la muerte de sus
siete astronautas, las tripulaciones permanentes de la ISS fueron reducidas de tres a
sólo dos hombres.
Actualmente, la única comunicación de la ISS
con tierra son las naves rusas Soyuz, de menor
capacidad que los transbordadores espaciales.
Los expertos esperan con cierto nerviosismo la
vuelta de Duque y los dos astronautas que
actualmente se encuentran en la ISS, dentro
de diez días, pues durante el regreso del último Soyuz tripulado una falla en una computadora hizo que la nave tuviera un duro aterrizaje a 500 km. del lugar fijado.
re golpeó el pecho de los espectadores. Casi todos
poseían binoculares y miraron con atención en dirección al cielo: sólo pudieron observar una resplandeciente llama que luego se convirtió en una estrella antes de desaparecer en el infinito azul.
Un altavoz atizó la tensa espera, informando cada
diez segundos acerca del funcionamiento estable de
los sistemas del portador, la separación de la primera etapa, luego la segunda y por fin la tercera.
La multitud de militares, especialistas, periodistas
y familiares irrumpió en ovaciones y gritos de júbilo: la nave ya estaba en órbita. Y así quedó atrás la
tensión de los últimos días de preparativos. Los especialistas rusos y extranjeros se abrazaron, aparecieron botellas de champan y vodka y sonaron los
brindis.
Los hijos de los astronautas apenas se percataron
de lo que había sucedido. Jugaban y se entretenían
en las instalaciones cercanas a la plataforma de despegue. Ellos saben que sus padres están trabajando,
Luego del despegue que llenó
de emoción a los presentes, el
silencio volvió a dominar el
desierto de Kazajistán
igual que lo hace un taxista o un médico.
Una mujer se quedó mirando al cielo durante algunas horas, apoyándose en un bastón. Era
Lourdes, la madre de Pedro Duque. Sonreía, pero
su rostro expresaba una sensación ambigua. Sabía
que su hijo estaba cumpliendo el sueño de su vida
pero, por el otro lado, la aquejaba una sensación de
vacío. Pocos minutos después del despegue, comenzaron a llegar las felicitaciones de los funcionarios.
El primero fue el administrador general de la NASA,
Sean O’Keefe, quien destacó que “hoy es un gran
día para el mundo”.
Los especialistas afirman que mañana la nave Soyuz se acoplará a la ISS y los tres astronautas empezarán su trabajo en la órbita, que para Kaleri y
Foale durará medio año y para Duque tan sólo 10
días, aunque saturados por casi la misma cantidad
de experimentos e investigaciones que los que realizarán sus compañeros durante su larga estancia en
el espacio exterior.
Descargar