LONG FILM FOR AMBIENT LIGHT Notes in duration This film sits

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LONG FILM FOR AMBIENT LIGHT
Notes in duration
This film sits deliberately on a threshold, between being considered a work of movement
and being considered a static condition. Formalist art criticism has continued to maintain
a stern, emphatic distinction between these two states, a division that I consider absurd.
Everything that occurs, including the (electro-chemical) process of thinking, occurs in
time. It is cultural habit that persuades us otherwise - perhaps a function of intelligence that breaks up perception of continuous time into "moments" in order to analyse them.
Our insistence upon static, absolute lumps of experience, as opposed to continuous,
overlapping, multiple durations, shows a warped epistemology, albeit a convenient one.
Art that does not show change within our time-span of attending to it we tend to regard
as "object". Art that does show change within our time-span of attending to it, we tend to
regard as "event". Art that outlives us we tend to regard as "eternal". What is at issue is
that we ourselves are the division that cuts across what is essentially a sliding scale of
time-bases. A piece of paper on the wall is as much a duration as the projection of a
film. Its only difference is in its immediate relationship to our perception.
A static thing, in terms of impulses to the brain is a repetitive event. Whether the locus
for consideration is "static" or "moving", we deal with time-spans of attention, the
engagement of cognition and memory within the context of art behaviour. Neither
objects nor events are for the most part, accessible. They are rarely "on show". Since
they are intentional, meaningful signs, this is of no consequence: once an idea is
established "in mind", it has entered the circuit of (art) ideas, and it won't go away,
except through debate within the circuit. The apprehension of any artwork, static or
moving, is a fleeting moment, as are all experiences. It is their mental residue that is
important.
One of the norms of film presentation has been "limited, group access". It has been
necessary to assemble at a particular time to see the work, thus forming the social
group, "audience". This group has specific behavioural characteristics.
With "Fire Cycle" (MOMA Oxford June 9 '74 NYC), I established to my satisfaction that
extending the duration could significantly alter the kind of concentration possible on the
part of the spectator. Because the time-span of attention was not prescribed, the works
being advertised as merely "open" between certain hours, people came and went in their
own time. The structure of each of them, though continually shifting, had a systematic
evenness. No special viewing positions were dictated, and in each case the entire space
was utilised such that there was no particular axis of attention (unlike earlier films like
"Line describing a Cone" where, though there was an infinite set of possible viewing
positions, there was nevertheless, a one-line axis running through space, which in terms
of eye direction, always ended at one point, the lens of the projector). When there were
several people present at one moment, the scale was sufficient to provide spatial
separations. These formal characteristics made possible a one-to-one relationship
between spectator and work.
I am now interested in reducing the "performance" aspect, in order to examine certain
other fundamentals, via temporality, light. I am presently assuming that it is possible to
do this without using the customary photo-chemical and electro-chemical processes
(which have the disadvantage of being expensive, is slow). I am aware of the dangers
of back-tracking, that behind every "first principle" lurks another, and I do not rule out the
possibility of continuing to make "films". However, for the time being I intend to
concentrate less on the physical process of production and more on the presuppositions
behind film as an art activity.
Anthony McCall NY June'75
SOURCE: http://lightindustry.org/longfilmdocuments
LARGOMETRAJE PARA LUZ AMBIENTAL (Long Film For Ambient Light).
Notas en duración
Este film se encuentra deliberadamente en el umbral, entre el ser considerado una obra
de movimiento y el ser considerada una condición estática. La crítica de arte formalista,
ha seguido manteniendo una distinción rígida, contundente entre estos dos estados,
una división que me parece absurda. Todo lo que ocurre, incluyendo el proceso
(electro-químico) de pensar, se produce en el tiempo. Es una costumbre cultural la que
nos convence de lo contrario - tal vez una función de la inteligencia -, que rompe con la
percepción del tiempo continuo en "momentos" con el fin de analizarlos. Nuestra
insistencia en volúmenes absolutos y estáticos de experiencia, en lugar de duraciones
continuas y múltiples que se sobreponen, muestra una epistemología deformada,
aunque muy conveniente.
El arte que no muestra el cambio dentro de nuestro período de tiempo de asistir a ella,
tendemos a considerarlo como "objeto". El arte que muestra el cambio dentro de
nuestro período de tiempo de asistir a ella, tendemos a considerarlo como "evento". Arte
que nos sobrevive, tendemos a considerarlo como "eterno". Lo que se discute es que
nosotros mismos somos la división que atraviesa lo que es esencialmente una escala
de bases de tiempo. Un trozo de papel en la pared es tanto una duración como la
proyección de una película. Su única diferencia es en su relación inmediata con nuestra
percepción.
Una cosa estática, en términos de impulsos al cerebro es un evento repetitivo. Si el
lugar para el escrutinio, ya sea "estática" o en "movimiento", nos ocupamos de lapsos
de tiempo de atención, la acción de la cognición y la memoria en el contexto del
comportamiento artístico. Ni objetos ni eventos son en su mayoría, accesibles. Raras
veces están "en exhibición". Como son signos intencionales y significativos, esto no es
de consecuencia: una vez que una idea se establece "en mente", ha entrado en el
circuito de las ideas (de arte), y no va a desaparecer, sino a través de un debate dentro
del circuito. La aprehensión de cualquier obra de arte, ya sea estático o en movimiento,
es un momento fugaz, al igual que todas las experiencias. Es su residuo mental lo que
es importante.
Una de las normas de presentación de una película ha sido "un acceso limitado, al
grupo". Ha sido necesario reunirse en un determinado momento para ver la obra,
formando así el grupo social, "público". Este grupo tiene características específicas de
comportamiento.
Con el " Fire Cycle" (MOMA Oxford, 9 de junio’74 NY), establecí para mi satisfacción
que la ampliación de la duración podría alterar significativamente el tipo de
concentración posible por parte del espectador. Debido a que el lapso de tiempo de
atención no fue prescrito, y que las obras se anunciaban meramente como "abiertas" a
ciertas horas, la gente iba y venía en su propio tiempo. La estructura de cada una de
ellas, aunque continuamente cambiante, tenía una uniformidad sistemática. Ninguna
posición especial de observación fue dictada, y en cada caso, todo el espacio fue
utilizado de tal manera que no había un determinado eje de atención (a diferencia de
anteriores películas como "línea que describe un cono", donde, aunque no había un
conjunto infinito de posiciones de visualización posible, fue, sin embargo, un eje de una
línea que corre a través del espacio, que en términos de dirección de la mirada,
siempre terminaba en un punto, el lente del proyector). Cuando habían varias personas
presentes en un momento, la escala fue suficiente para proporcionar separaciones
espaciales. Estas características formales hicieron posibles una relación de uno a uno
entre el espectador y la obra.
Ahora me interesa reducir el aspecto de "performance", con el fin de examinar algunos
otros principios fundamentales, a través de la temporalidad y la luz. Actualmente estoy
suponiendo que es posible hacer esto sin necesidad de utilizar los procesos
fotoquímicos y electroquímicos tradicionales (que tienen la desventaja de ser caros,
lentos). Soy consciente de los peligros de retroceso, que detrás de cada "primer
principio" se esconde otro, y no descarto la posibilidad de seguir haciendo "filmes". Sin
embargo, por el momento tengo la intención de concentrarme menos en el proceso
físico de la producción y más en los supuestos detrás del film como una actividad de
arte.
Anthony McCall NY Junio'75
SOURCE: http://lightindustry.org/longfilmdocuments
TRADUCCIÓN: Byrt Wammack Weber
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