El juego controlado es mejor que la abstinencia total para los

Anuncio
Lima, 28 de Noviembre del 2013
Diario El Comercio / Familia
El juego controlado es
mejor que la abstinencia
total para los ludópatas
Los especialistas recomiendan este tratamiento cuando el caso es extremo y destacan que
el estado civil es un factor determinante.
Aún no termina el almuerzo
familiar pero Ana ya quiere partir.
Las tardes de bingo con sus
amigas han dejado de ser un
pasatiempo para convertirse en un
hábito que cumple religiosamente
a diario. No importa si es
cumpleaños de su esposo o si sus
hijas han ido a visitarla. Pase lo
que pase, a las cinco de la tarde
ella sale a su sala de juegos
favorita.
Ana argumenta que esto la
relaja, que tiene nuevas amigas y
que lo pasa bien, pero cuesta
creerlo, pues en el lugar
permanece callada para no
distraer a los demás jugadores que
escuchan atentos al locutor que
canta números al azar. En este
tiempo ha perdido bastante dinero
y cada día aumenta el monto
invertido.
Ella es ludópata aunque no lo
acepte. "Un adicto a los juegos no
controla el impulso de jugar,
cuando deja de hacerlo se siente
ansioso y necesita jugar más para
sentir la misma emoción que al
inicio. Además, comienza a
cambiar sus actividades por el
juego", explica el psiquiatra
Enrique Galli.
Viviendo con un ludópata
La familia de Ana no sabe qué
h a c e r. N i l o s c o n f l i c t o s
familiares, ni los problemas
económicos generados por su
adicción la detienen.
Pilar Matta, especialista en
adicciones del Instituto de
Psicología de Lima (IPL)
comenta que lo óptimo es buscar
ayuda profesional, tanto
psiquiátrica como
psicoterapéutica.
"El tratamiento se adecuará
al tipo de jugador, el tiempo que
lleva jugando y las variables
sociales y personales según el
caso. Entonces, para algunos
jugadores patológicos o aquellos
que llevan mucho tiempo, una
meta realista podría ser un juego
controlado en vez de la
abstinencia total del juego",
indica Matta.
Como las terapias cognitivas
ayudan a manejar mejor las
conductas adictivas y el
tratamiento médico contribuye a
reducir la angustia y a controlar
los impulsos, resulta más efectivo
llevar el tratamiento médico y el
psicológico a la par.
En este proceso es muy
EN LA RED
NUEVAS TECNOLOGÍAS
Una Investigación de Cedro publicada
el año pasado señala que los
universitarios en Lima y Callao dedican
hasta quince horas semanales (cinco
horas diarias, tres veces por semana) a
los juegos en Internet. Según los
investigadores, este comportamiento
puede derivar en una adicción
compulsiva al juego.
necesario contar con el apoyo de
la familia que funcionará como el
principal soporte del paciente y se
encargará principalmente de
mantenerlo alejado de los juegos
de azar, las apuestas y el dinero.
Al igual que con los
alcohólicos o drogadictos, para
superar esta adicción se debe
cambiar el entorno social que
puede provocar alguna recaída. Y
reemplazar las rutinas con
actividades familiares.
Sin distinciones
Aunque no hay cifras exactas
que nos permitan medir este
problema, se sabe que va en
aumento y que se acrecienta por la
falta de diagnóstico y tratamiento.
" L o s
e s t u d i o s
epidemiológicos han demostrado
que este trastorno se da
mayormente en jóvenes menores
de 30 años. Justamente esta
población es la más reticente a
acudir a un tratamiento", destaca
Matta.
En el caso de los hombres, la
ludopatía aparece entre los 16 y
18 años, mientras que en las
mujeres se da alrededor de los 20
años. El estado civil es un factor
determinante, pues se registran
más personas solteras,
divorciadas, viudas o separadas
con este mal.
Quienes tienen parientes
ludópatas son más proclives a
caer en el juego, por lo que deben
alejarse de estas prácticas.
FRENTE A LA PANTALLA
Niños no deben pasar más de dos horas en los videojuegos
Volar cometa, pasear en
bicicleta y jugar un partido de
fulbito en el parque s on
actividades que han quedado en el
olvido. En la actualidad, por la
escasez de espacios públicos, la
inseguridad en la ciudad y el
avance tecnológico, los chicos se
reúnen para disfrutar de los juegos
en línea.
Una pantalla, una consola y
un par de controles bastan para ser
parte de una persecución policial
o una competencia de autos de
carrera. Nada que temer mientras
el niño no caiga en la adicción.
Los especialistas no
recomiendan prohibir los famosos
juegos en red porque se trata de un
elemento de socialización de esta
era. Lo que se debe hacer es
dosificar el tiempo de exposición
a estas nuevas
Si los padres no conocen mucho
sobre nuevas tecnologías, pueden
adquirir o contratar filtros que bloquean
páginas pornográficas y otros espacios
no aptos para menores en Internet.
psiquiatra Enrique Galli, de la
clínica Ricardo Palma.
Según Galli, un niño con
menos de 10 años puede
permanecer máximo dos horas
diarias frente a los videojuegos.
Otro es el caso de las redes
sociales. Es común que los
escolares realicen sus tareas en la
computadora, conectados a
Internet, y al mismo tiempo
revisen sus cuentas en Facebook
o Twitter. Lo ideal sería que los
padres programen horarios para
que Ingresen a las redes sociales y
que durante la tarde, por ejemplo,
solo se dediquen a efectuar lo
pendiente para sus clases.
Esto lo debe coordinar con los
hijos y la persona que se quede a
caigo, sea ia nana o un familiar
para supervisar que se cumpla.
más. El juego compulsivo, como
cualquier otra adicción, pone en
riesgo a la persona porque trae
diversas dificultades en su vida.
Si bien no se describe un perfil de
personalidad específico entre los
jugadores patológicos se han
descrito algunas patologías
psiquiátricas asociadas a este
problema como cuadros de
depresión, ansiedad y abuso de
sustancias. Es común que la
persona busque ayuda por estos
problemas y no mencione su hábito
de jugar. También pueden aparecer
o agravarse síntomas depresivos o
de ansiedad como consecuencia
del progreso de la ludopatía junto
con otros problemas como quiebra
financiera, divorcio, pérdida del
trabajo e incluso intento de
suicidio.
El tratamiento consiste en lograr la
abstinencia de la conducta de
juego y la aceptación del problema
es el primer paso para la
recuperación. El uso de fármacos y
psicoterapia es recomendable para
brindar apoyo al paciente y evitar
las recaídas.
alternativas recreativas.
El padre será encargado de
evaluar cuánto tiempo está
conectado el menor. "Si el chico
deja de ir al colegio, se escapa de
clases, no hace las tareas o se
gasta toda su propina en las
cabinas, es momento de
intervenir porque el niño está
cayendo en una adicción a los
videojuegos", recomienda el
CONSEJO ÚTIL
ANÁLISIS
Juego patológico
ADHARA AMPUERO
Psicólogo clínica de la PUCP
Los juegos de azar existen desde
la antigüedad y, probablemente,
en todas las épocas hubo personas
que apostaron compulsivamente.
No obstante, el juego patológico
o ludopatía se reconoce como
trastorno recién en 1980 en la
tercera edición del "Manual de
diagnóstico psiquiátrico" de la
Asociación Psiquiátrica
Americana (APA).
La ludopatía se define como un
trastorno de control de impulsos.
La persona no resiste la tentación
de jugar. Esta conducta es
reiterativa y va en aumento a pesar
de las pérdidas económicas hasta
afectar de manera significativa el
funcionamiento en todos los
aspectos: personal, familiar,
económico, laboral y social.
La búsqueda de ayuda se retrasa
pues cree que tiene el control
sobre el juego cuando realmente
es esclavo del mismo. Este pasa
de ser ocasional a convertirse en el
eje de la vida de la persona. El
jugador atraviesa diferentes fases:
ganancia, pérdida, desesperación
y desesperanza. Las apuestas
aumentan, se endeudan cada vez
más y a pesar de las pérdidas, no
pueden dejar de jugar.
En ese sentido, los síntomas del
juego patológico son similares a
los definidos para el abuso de
drogas, la persona no puede
refrenar la conducta y sufre de
síndrome de abstinencia cuando no
juega, por eso la ludopatía es
considerada una adicción sin
sustancia, ya que hay una
dependencia hacia una actividad y
no a una droga. El juego también
provee fascinación y placer
momentáneo, pero luego se cae en
un estado de angustia que lleva a
volver a jugar y hundirse cada vez
Descargar