expte. 17.060 sala 2 fd. n - Poder Judicial de la Nación

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Poder Judicial de la Nación
FD. N*
EXPTE. 17.060 SALA 2
BOL 72
CÁMARA FEDERAL DE APELACIONES
DE LA PLATA.OF. DE JURISPRUDENCIA
PUBLICACIÓN EN SITIO WWW.PJN.GOV.AR
B 300____
Carpeta LABORAL
UNIVERSIDAD NACIONAL.PERSONAL CONTRATADO. DESPIDO
ARBITRARIO.APLICACION LEY CONTRATO DE TRABAJO EN
LUGAR
DE
LOCACIÓN
DE
SERVICIO.PRIMACIA
DE
LA
REALIDAD.
“el examen de los agravios debe llevar, efectivamente a analizar los hechos
que componen esta litis conforme con el principio de primacía de la realidad.
USO OFICIAL
Esta importantísima regla implica esclarecer el vínculo entre la actora y la
demandada, más allá del modo en el que las partes lo denominen. Es decir,
desentrañar o develar la naturaleza de las relaciones entre las tareas de
limpieza del actor y la Universidad que usufructúa sus servicios para poder
cumplir con sus objetivos propios. Adentrándonos en el caso en análisis, se
observa que es un supuesto que los tribunales han resuelto reiteradamente.
Esto es, la situación del personal empleado en reparticiones públicas,
mediante contratos sucesivamente renovados, que por estar excluido tanto
del régimen administrativo como del laboral, carece de protección a la hora
en que se dispone su desvinculación.Ciertamente, como lo plantea la
demandada, en la normativa que regula las relaciones de la Universidad con
su personal, se encuentra prevista la posibilidad de contar con planteles de
agentes no permanentes, incorporados en calidad de "contratados" para la
realización de objetivos específicos, de carácter transitorio o estacionales, y
por períodos determinados. En el orden nacional, tal previsión aparece
recogida actualmente en los arts. 7°° y 9°° de la ley 25.164. Empero, entiendo
que, como sucede en el caso de autos, la utilización de esta forma de vínculo
puede desvirtuarse, dejándose de lado las características que debe poseer y
que se encuentran reglamentadas en la norma mencionada (…)conforme
surge de la documental agregada a la causa y de las declaraciones
testimoniales el ACTOR, que revistió como personal contratado durante
siete años, con sucesivas prórrogas de su vínculo que fue encuadrado en la
figura de contrato de locación de obra, realizó tareas de limpieza, propias de
un ordenanza de planta permanente, bajo órdenes y dirección del personal
de la Facultad de Humanidades, quienes indicaban y organizaban tareas
(subordinación jurídica y económica). Tenía horario predeterminado para
efectuarlas (jornada) y percibía una remuneración mensual, no un precio por
la obra.A la luz de estas pruebas (arts.386 y 456 del CPCC. y 155 de la ley
18.345), estas notas significativas de su relación, subordinación jurídica y
económica, jornada laboral, remuneración, etc., permiten identificarlo con un
contrato de trabajo. Desde esta perspectiva, la cuestión debatida evidencia
el infructuoso esfuerzo de la demandada por aparentar un contrato de
locación de obra, que intentan ocultar la concreta relación de trabajo que la
vinculó con la actora (con las notas características de los arts.21 a 23 de la
LCT) y la legítima expectativa de permanencia laboral que merece la
protección que el art.14 bis de la Constitución Nacional otorga al trabajador
contra el despido arbitrario. (DEL VOTO DEL JUEZ SCHIFFRIN CON
ADHESION DEL JUEZ ALVAREZ).
23/4/2013.SALA SEGUNDA.EXPTE. 17.060”A., D.J. c/ U.N.L.P. s/
despido” Juzgado Federal N° 2 de esta ciudad
PODER JUDICIAL DE LA NACION R.S. 2 T 232f*174-176
En la ciudad de La Plata, a los 23
días del mes de abril del año dos mil trece,
reunidos en Acuerdo los señores Jueces que integran la Sala II de la Cámara
Federal de Apelaciones de La Plata, toman en consideración este expediente N°
17.060/11, caratulado “A.,D.J. c/ U.N.L.P. s/ despido” procedente del Juzgado
Federal de Primera Instancia N° 2 de esta ciudad, para resolver el recurso de
apelación interpuesto por la demandada contra la sentencia de primera instancia
….
El Tribunal establece la siguiente cuestión a resolver:
Se ajusta a derecho la sentencia apelada?
Practicado el pertinente sorteo resultó el siguiente orden de votación: Juez
Leopoldo Héctor Schiffrin, Juez César Álvarez y Jueza Olga Ángela Calitri.
Y CONSIDERANDO:
EL JUEZ SCHIFFRIN DIJO:
I. Llegan los autos a la alzada en virtud del recurso de apelación interpuesto
por la demandada…contra la sentencia de primera instancia…que fue contestado
por la actora….
La decisión recurrida hizo lugar a la demanda del (actor) y, en consecuencia,
condenó a la Universidad Nacional de La Plata a abonar una indemnización por
despido arbitrario. Asimismo, estableció que a la suma resarcitoria se le adicionen
intereses, impuso las costas a la vencida y difirió la regulación de los honorarios
profesionales.
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II. Cabe señalar que el apoderado del (actor) inició esta causa contra la
Universidad Nacional de La Plata con el objeto de obtener el pago de una suma de
dinero en concepto de indemnización por despido.
En su demanda, se exponen las circunstancias que dieron motivo a la acción.
Menciona que el actor comenzó a trabajar bajo las órdenes y en relación de
dependencia para la demandada el 01/08/1998.
Dice que su labor se hizo efectiva en la Facultad de Humanidades y Ciencias
de la Educación y que fue contratado en forma irregular y fraudulenta bajo la
modalidad de contrato de locación de obra.
Señala que, todos los meses, desde la fecha indicada hasta el 30/06/2005,
firmaba un contrato en el cual se estipulaba el plazo de duración (un mes) y las
tareas a cumplir (limpieza). Destaca que para su suscripción, las autoridades de la
Facultad dictaban mensualmente un acto administrativo (Resolución) que
USO OFICIAL
autorizaba la firma del contrato.
Por otra parte, expresa que, en la realidad de los hechos, trabajaba como
ordenanza bajo relación de dependencia y subordinación en la Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación, toda vez que prestaba su actividad
personal a cambio de una remuneración que pagaba la UNLP que requirió de sus
servicios. Subraya que cumplía horarios, recibía órdenes, estaba sometido a las
facultades de organización, dirección, control y poder disciplinario por parte de la
demandada, de modo idéntico a los compañeros de planta permanente.
Expresa que a partir del 01/07/2005, le comunican que no seguiría
trabajando, ya que habían decidido no renovarle el contrato y que, luego de un
intercambio epistolar, se consideró despedido.
En síntesis, considera aplicable el principio de primacía de la realidad y
sostiene el fraude a la ley laboral, mediante la utilización de maniobras evasivas
realizadas, con la adopción de figuras no laborales, con la finalidad de eludir las
normas y principios protectorios del trabajo. Ante ello, pretende, entre otras sumas
complementarias, la indemnización prevista en el art.245 de la LCT.
III. La demandada, por su parte, en primer lugar plantea la excepción de
falta de legitimación para obrar y controvierte el régimen laboral por el que se
acciona. Expresa, pues, que la relación que vinculó al actor con su parte no es la
derivada de un contrato de trabajo, sino de un contrato de locación de obra, cuyo
acto de nombramiento se encuentra fuera del alcance de la LCT.
En este sentido, resalta que las Universidades Nacionales están sometidas a
un régimen legal autónomo y sus relaciones de trabajo se rigen por normas de
derecho administrativo laboral, la ley 22.140 (Régimen Básico de la Función
Pública) que se aplica a la generalidad de los empleados públicos. Con lo cual la
accionante, dice, no puede pretender una indemnización de la LCT, cuando esa
misma norma excluye esa posibilidad en su art.2º.
Empero, asimismo contestó la demanda y negó que haya existido entre la
accionante y su parte una vinculación laboral en los términos de la LCT. Por el
contrario, afirmó que su relación con la contraria fue a través de contratos de
locación de obra, ingresando la actora como personal no permanente de la
Universidad.
Expresa, entonces, que el vínculo contractual que ligó a las partes reúne los
requisitos exigidos por el art.13 de la ley 22.140 y afirma que para la adquisición
del carácter de personal permanente, como pretende la actora, hace falta algo más
que el mero transcurso del tiempo o la calidad de los servicios, por cuanto se
requiere un acto expreso y una imputación presupuestaria. Por ello, refuta que a la
actora la corresponda el derecho a la estabilidad.
Niega, por tanto, que le corresponda el pago de alguna indemnización
prevista en la L.C.T. y normas complementarias.
IV. Pues bien, como señalamos al comienzo, la sentencia de primera
instancia hizo lugar a la acción. Para así hacerlo, el juzgador consideró que la
relación jurídica que unió a las partes era un contrato de trabajo y que ante la
prueba reunida correspondía condenar a la demandada a abonar a la actora una
indemnización por despido arbitrario análoga a la que surge del art.11 de la Ley
Marco de Regulación de Empleo Público Nacional (ley 25.164), con más intereses a
la tasa activa del Banco de la Nación Argentina, desde la fecha señalada hasta la
del pago.
V. Disconforme con la sentencia, la demandada interpuso contra ella recurso
de apelación.
Los agravios del apelante se circunscriben a la decisión del juzgador de
condenar a su parte al pago de una suma de dinero por despido arbitrario. Desde
esta perspectiva resalta que con el accionante no mantuvo una relación de empleo
público, ni mucho menos una relación laboral encuadrada en la Ley de Contrato de
Trabajo. Por el contrario, su vínculo se encuadraba en un contrato de locación de
obra, con los requisitos establecidos en la ley 22.140.
Así, sostiene que la actora ingresó en el ítem de personal no permanente y
que no posee derecho a la estabilidad, con lo cual entiende que no se configuró
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ninguna conducta ilegítima de su parte en perjuicio de la contraria y, por ello, no
se ha generado un perjuicio que obligue al pago de una indemnización.
VI. 1. Ahora bien, el examen de los agravios debe llevar, efectivamente a
analizar los hechos que componen esta litis conforme con el principio de primacía de
la realidad.
Esta importantísima regla implica esclarecer el vínculo entre la actora y la
demandada, más allá del modo en el que las partes lo denominen. Es decir,
desentrañar o develar la naturaleza de las relaciones entre las tareas de limpieza
del actor y la Universidad que usufructúa sus servicios para poder cumplir con sus
objetivos propios.
2. Adentrándonos en el caso en análisis, se observa que es un supuesto que
los tribunales han resuelto reiteradamente. Esto es, la situación del personal
empleado en reparticiones públicas, mediante contratos sucesivamente renovados,
USO OFICIAL
que por estar excluido tanto del régimen administrativo como del laboral, carece
de protección a la hora en que se dispone su desvinculación.
Ciertamente, como lo plantea la demandada, en la normativa que regula las
relaciones de la Universidad con su personal, se encuentra prevista la posibilidad
de contar con planteles de agentes no permanentes, incorporados en calidad de
"contratados" para la realización de objetivos específicos, de carácter transitorio o
estacionales, y por períodos determinados. En el orden nacional, tal previsión
aparece recogida actualmente en los arts. 7° y 9° de la ley 25.164.
Empero, entiendo que, como sucede en el caso de autos, la utilización de
esta forma de vínculo puede desvirtuarse, dejándose de lado las características que
debe poseer y que se encuentran reglamentadas en la norma mencionada.
3. Para darle un marco a mi opinión, transcribiré un párrafo del artículo
“Tendencias jurisprudenciales actuales en torno al encuadre del personal
contratado ad hoc en el sector público” (Navarro, Marcelo Julio, DT 2006
(noviembre), 1643) que es claro al respecto:
“La realidad ha ido mostrando que en numerosas ocasiones los organismos estatales
recurrieron al mecanismo de las contrataciones cuando no se hallaban configurados los
requisitos que justificaran su utilización, es decir, para obtener prestaciones características
del régimen de carrera, para el cumplimiento de tareas de carácter permanente
correspondientes a la actividad normal de la administración —o de sus entes
descentralizados— o necesarias para el logro de sus cometidos específicos. Por lo común,
dichas contrataciones se instrumentaron bajo la figura de la locación de servicios o de obra,
con arreglo al derecho civil y, aunque se estructuraron para tener una duración definida —
comúnmente un año— resultaron renovadas repetidamente por extensos períodos. Los
agentes así vinculados quedaron al margen tanto de la reglamentación aplicable al empleo
público, caracterizada por la estabilidad (art. 14 bis Constitución Nacional), como de la
protección que brinda la ley laboral común, de manera que ante la ruptura inmotivada
dispuesta por la autoridad administrativa, se han visto privados de todo tipo de
resarcimiento”.
Como precisamos anteriormente, la demandada insiste en sus agravios en
denominar su vínculo con la actora como una “locación de obra”.
Si nos detenemos un poco en esta figura civil, que Vélez Sársfield
expresamente menciona en la nota al art.1629 del C.C., y se desprende del art. 1493,
donde se brinda la definición del contrato de "locación" en general, siguiendo a
Spota (Spota, Alberto G., “Contrato de locación de obra”, publicado en
Obligaciones y contratos. Doctrinas esenciales, Tomo V, 883. La ley 140, 1045),
podemos definir a este contrato como “contrato por el cual una de las partes se
obliga a hacer alguna cosa (o alcanzar un resultado material o inmaterial) para la
otra y sin subordinación frente a ésta, todo mediante un precio en dinero”,
observamos que es absolutamente diferente con la realidad de la relación que unió
a las partes.
En efecto, conforme surge de la documental agregada a la causa y de las
declaraciones testimoniales… el (actor), que revistió como personal contratado
durante siete años, con sucesivas prórrogas de su vínculo que fue encuadrado en la
figura de contrato de locación de obra, realizó tareas de limpieza, propias de un
ordenanza de planta permanente, bajo órdenes y dirección del personal de la
Facultad de Humanidades, quienes indicaban y organizaban tareas (subordinación
jurídica y económica). Tenía horario predeterminado para efectuarlas (jornada) y
percibía una remuneración mensual, no un precio por la obra.
A la luz de estas pruebas (arts.386 y 456 del CPCC. y 155 de la ley 18.345),
estas notas significativas de su relación, subordinación jurídica y económica,
jornada laboral, remuneración, etc., permiten identificarlo con un contrato de
trabajo. Desde esta perspectiva, la cuestión debatida evidencia el infructuoso
esfuerzo de la demandada por aparentar un contrato de locación de obra, que
intentan ocultar la concreta relación de trabajo que la vinculó con la actora (con las
notas características de los arts.21 a 23 de la LCT) y la legítima expectativa de
permanencia laboral que merece la protección que el art.14 bis de la Constitución
Nacional otorga al trabajador contra el despido arbitrario.
Pues bien, ello sentado, cabe señalar que si bien la expectativa de reparación
del actor lo fue en los términos de la Ley de Contrato de Trabajo, el juez a quo,
Poder Judicial de la Nación
citando jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en un caso
análogo, en Fallos 333:311 (R. 354.XLIV, "Ramos, José Luís c/ Estado Nacional
(Ministerio de Defensa - Armada de la República Argentina)", del 06/04/2010)
entendió que el reclamo indemnizatorio de este caso debía ser de contenido similar
al art.11 de la ley de empleo público nacional, nº25.164. Suma que el actor ha
aceptado en esta instancia.
Con lo cual, sólo cabe la confirmación de la sentencia apelada en todas sus
partes.
VI. Por todo lo expuesto, soy de opinión que debe confirmarse la sentencia
de primera instancia y, en consecuencia, rechazarse el recurso interpuesto, con
costas (arts.68 del CPCC y 155 de ley 18.345).
EL JUEZ ÁLVAREZ DIJO:
Que adhiere al voto del Juez Schiffrin.
USO OFICIAL
Por ello, SE RESUELVE: Confirmar la sentencia de primera instancia y, en
consecuencia, rechazar el recurso interpuesto, con costas (arts.68 del CPCC y 155
de ley 18.345).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.Fdo.Jueces Sala II Leopoldo Héctor
Schiffrin y César Álvarez.
JJueza Olga Ángela Calitri (Art. 109, R.J.N.).
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