El sector hotelero en Galicia desde el punto de vista de la

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El sector hotelero en Galicia desde el punto de vista
de la competencia
Estudio para el TGDC
Elaborado por:
José Manuel Sánchez Santos (coordinador)
Pablo Castellanos García
Jesús Ángel Dopico Castro
José Atilano Pena López
Universidad de A Coruña
Noviembre 2007
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RESUMEN EJECUTIVO
El sector hotelero no sólo es un recurso que permite la explotación de
un destino turístico, sino que también puede llegar a constituir uno de
los principales determinantes de la capacidad de atracción de éste.
Concretamente, el potencial de un destino facilita el crecimiento de la
industria hotelera y, a su vez, la competitividad de esta constituye un
recurso clave para el desarrollo de dicho destino al repercutir
directamente en su competitividad.
Desde la perspectiva de la oferta, el rasgo más destacable es que el
sector hotelero gallego se encuentra considerablemente atomizado,
poco integrado y con escasos líderes de mercado. Predominan los
establecimientos de tamaños medios y pequeños (en general se trata
de establecimientos que no superan las 50 habitaciones) y de
categorías intermedias y bajas que se sostienen con muy reducidas
tasas de ocupación. Esta estructura de la oferta, con predominio de
empresas de escasa dimensión y gestión familiar podría constituir una
amenaza para la sostenibilidad de un número importante de empresas
del sector, por su escasa rentabilidad y la falta de intangibles básicos.
Por el lado de la demanda, lo más sobresaliente es el papel
disciplinante que desempeña la misma. Aunque ésta ha crecido en los
últimos años, dicho crecimiento ha sido moderado, aparece
fuertemente vinculado a acontecimientos religioso-culturales y está
sometido a sensibles oscilaciones estacionales. En estas
circunstancias y dado que las tasas de ocupación hotelera en Galicia
se sitúan entre las más bajas de España, se puede afirmar que no
existen limitaciones de oferta. Estas particularidades de la demanda
pueden estar condicionando las características de la oferta hotelera
antes mencionadas.
Mercado relevante
La competencia en el sector hotelero tiene una dimensión
fundamentalmente local. En Galicia, el mercado local se puede definir
a dos niveles: por un lado las principales ciudades (Vigo, A Coruña,
Lugo, Ourense, Pontevedra, Santiago y Ferrol) y sus entornos
metropolitanos y, por otro lado, cuatro núcleos de atracción turística
(Santiago, Rias Baixas, Rias Altas y A Mariña). En cualquiera de estos
ámbitos geográficos los diversos tipos de hoteles (independientes y de
cadena) compiten entre si y los clientes seleccionan hotel en razón de
ubicación, calidad y precio.
La consideración de los cuatro núcleos turísticos como otros tantos
mercados relevantes se justifica por el hecho de que Galicia no puede
ser configurada como un único producto turístico, sino que presenta
una oferta relativamente diferenciada en, al menos, los cuatro destinos
mencionados y que han sido delimitados con arreglo a las densidades
relativas de actividad hostelera.
A su vez, en el marco de cada de uno de los mercados geográficos
definidos (ciudades y núcleos de atracción turística), cabe diferenciar
dos submercados: el conglomerado de hoteles de baja calidad y el de
calidad media-alta. La delimitación de estos conglomerados está
claramente vinculada con las categorías hoteleras: por una parte están
los hoteles de una y dos estrellas y, por otra, los de tres, cuatro y cinco
estrellas
El grupo o submercado de baja calidad estaría formado por
establecimientos que presentan por término medio una dimensión
reducida (inferior a 50 plazas), baja calidad en los servicios (una y dos
estrellas) y precios relativamente reducidos (alterna precios próximos a
60 euros en temporada alta y a 40 en la baja). Por su parte, el segundo
grupo de media y alta calidad está integrado por establecimientos de
mayor dimensión, con una media cercana a 120 plazas por
establecimiento y con predominio de los hoteles de tres y cuatro
estrellas. Lógicamente, se trata de hoteles con tramos de precios
notablemente superiores (aunque con una mayor dispersión de los
mismos) que se sitúan entre 77 y 121 euros.
A partir de los dos conjuntos de oferentes delimitados, se puede
concluir la existencia de una elevada sustituibilidad entre los hoteles de
una y dos estrellas, hasta el punto de constituir un mismo subsector, al
igual que entre los hoteles de tres, cuatro y cinco. A pesar de que en
los informes elaborados por la Comisión Europea el grupo de los
hoteles de muy alta calidad (cinco estrellas) se considera por separado
para constituir un submercado en sí mismo, en el caso gallego se trata
de un conjunto de escasa relevancia que integra exclusivamente a
cinco hoteles que, además, no presentan un comportamiento
significativamente diferente del de los restantes establecimientos que
conforman el conjunto de media y alta calidad.
Concentración y poder de mercado
A partir del análisis de concentración en el sector hotelero gallego se
pueden extraer las siguientes conclusiones:
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• Tanto a escala de las ciudades de mayor tamaño como
de los principales núcleos de atracción turística, los
niveles de concentración y poder de mercado son
considerablemente bajos.
• En el ámbito del conglomerado de hoteles de baja calidad,
en Galicia se constata la persistencia de un importante
conjunto de explotaciones de pequeña dimensión,
independientes y de carácter familiar que operan con
rentabilidades marginales (prácticamente a nivel de
subsistencia). En este sentido, podría hablarse de un
subsector constituido por microempresas con reducido
poder de mercado y de negociación con proveedores y
operadores. Además, esta fragmentación de la oferta de
baja calidad genera un aumento de la rivalidad entre
empresas y una fuerte competencia en precios. Por otra
parte, esta misma fragmentación está condicionando la
reestructuración del sector y la mejora de las
infraestructuras hoteleras.
• En el segmento de mayor calidad se ha comenzado a
experimentar un proceso de reestructuración, asociado al
establecimiento de las cadenas que operan a escalas
nacional e internacional. Este hecho, unido a la mayor
dimensión de los hoteles de este conglomerado, ha dado
lugar a un mayor nivel de concentración que, sin embargo,
no se traduce en ningún caso en un elevado poder de
mercado. Es más, teniendo en cuenta las particularidades
del mercado turístico (integración vertical, dependencia de
touroperadores a escala internacional, etc.) cabe afirmar
que en algunos núcleos turísticos, particularmente Rías
Baixas y A Mariña, es insuficiente, tanto la penetración de
las grandes cadenas de servicios de alojamiento como la
modernización experimentada por el sector.
• En las zonas urbanas, en especial en las ciudades más
pequeñas, dada la limitación del mercado analizado,
existen mayores niveles de concentración, que no
superan en ningún caso el nivel de 3000 medido en
términos de índice de Herfindahl. La demanda reducida y
el escaso crecimiento de la misma que caracteriza a las
pequeñas ciudades, unidos a la escala mínima necesaria
de los establecimientos de elevada calidad, justificarían
esta mayor concentración por razones de eficiencia
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productiva sin que, por otra parte, se generen situaciones
de dominio del mercado dignas de mención.
• Los hoteles de cinco estrellas ubicados en algunas de las
principales ciudades gallegas, constituyen un caso típico
de mercado concentrado por falta de demanda. La escala
de operaciones mínima eficiente de estas empresas es
relativamente elevada en relación con la demanda
potencial de este submercado, de ahí que la
concentración en el mismo sea relativamente elevada,
dato éste que está en consonancia con el hecho de que el
número de empresas que puede sobrevivir es limitado.
• En general, cabe concluir que en un mercado hotelero con
las características del gallego no se observan problemas
significativos derivados de la concentración. De hecho, la
posesión de una elevada cuota de mercado en cualquiera
de las categorías hoteleras es muy improbable que
confiera algún poder de mercado, ya que los
consumidores pueden sustituir fácilmente el hotel que
hubiesen elegido por otro de precio ligeramente superior o
inferior.
Conductas restrictivas de la competencia
A la vista de los resultados que arroja el estudio de los niveles de los
precios hoteleros en el mercado gallego, su variabilidad, su nula
interrelación con los niveles de concentración y su convergencia con la
evolución de los precios en el resto de España, no se detectan indicios
de abuso de posición dominante ni de de prácticas concertadas.
Entre los aspectos más destacables en este ámbito
siguientes:
destacan
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• No parece plausible que empresas del sector puedan fijar
precios o condiciones de venta sin tener en cuenta la
reacción de sus rivales ni de los consumidores. En
consecuencia, no se observan síntomas de poder de
mercado ni riesgos significativos de abuso de posición
dominante.
8
• No se detectan problemas de competencia en aquellas
ciudades en las que operan las grandes cadenas
hoteleras. Es decir, no parecen surgir sospechas de
creación o refuerzo de una posición de dominio. De
hecho, al incluir en los mercados locales a los hoteles
independientes esta posibilidad queda muy atenuada.
• Los mayores niveles de precios que ofrecen los hoteles
integrados en cadenas no cabe interpretarlos como un
rasgo derivado de la concentración ni como indicio de la
existencia de poder de mercado. Se trata de un resultado
acorde con la apuesta de este grupo de hoteles por la
calidad.
• La mayor variabilidad de los precios que se observa en los
hoteles de cadena, además de constituir un indicador de
la inexistencia de prácticas colusorias, cabe interpretarlo
en clave de que las características estructurales de este
segmento (tamaño) junto con las del sector (bajas tasas
de ocupación y elevada estacionalidad) conllevan
estrategias más agresivas en términos de variabilidad de
precios de las que se pueden permitir los hoteles
independientes.
Un aspecto adicional que merece ser destacado en relación con los
resultados que arroja el análisis de los precios es que las anteriores
consideraciones son válidas independientemente de la delimitación del
mercado relevante que se tome como referencia, es decir, tanto si se
efectúa el análisis a nivel de ciudades como de núcleos turísticos.
Competencia dinámica
Del análisis de la normativa que regula el sector hotelero se desprende
que los requisitos administrativos y técnicos establecidos en la misma
están plenamente justificados. La asimetría informativa entre
proveedores y clientes que caracteriza la prestación de servicios
hoteleros impone la necesidad de una regulación básica del ejercicio
de estas actividades, para que un establecimiento hotelero pueda
prestar sus servicios a los consumidores con las garantías de calidad
que requiere un mercado turístico desarrollado.
Esta constatación viene a poner de manifiesto la existencia de
barreras normativas a la entrada en el sector hotelero en Galicia. No
2
obstante, dichas barreras no confieren un particular poder de mercado
a los establecimientos hoteleros ya instalados en el sector. En este
sentido, las autoridades de competencia deben supervisar
exhaustivamente la normativa para verificar que los objetivos que
persigue la misma se puedan lograr sin incurrir en proteccionismos
estériles o contraproducentes, dejando todo el margen posible a la
creatividad y a la capacidad de actuación de las empresas en un
mercado competitivo.
En lo que se refiere a otras posibles barreras de entrada derivadas
tanto de factores estructurales como del comportamiento de los
agentes con intereses en el sector, en ningún caso resultan lo
suficientemente significativas como para ser motivo de preocupación
desde la perspectiva de la defensa de la competencia.
A modo de síntesis global, puede afirmarse que el análisis desarrollado
en el presente estudio permite concluir que la elevada fragmentación
del sector hotelero en Galicia junto con el poder disciplinante que
ejerce la demanda, hace que los problemas de competencia sean, por
el momento, prácticamente inexistentes. De acuerdo con los resultados
obtenidos, tanto del análisis de la concentración en los mercados
relevantes (bajo todas las definiciones alternativas de mercado
consideradas) como de la evidencia sobre la trayectoria de los precios,
la competencia efectiva no es significativamente impedida. Por
consiguiente, no parecen desprenderse indicios que demanden una
atención preferente por parte de las autoridades de la competencia.
INTRODUCCIÓN: OBJETO Y METODOLOGÍA DEL ESTUDIO
Las empresas dedicadas a proporcionar alojamiento son un
componente esencial de la oferta básica del sector turístico. En la
medida en que la infraestructura hotelera desempeña un papel decisivo
en el bienestar de las personas que realizan desplazamientos con
pernoctaciones por motivos laborales o de ocio, la disponibilidad de un
sector hotelero competitivo y de calidad es un elemento clave para el
funcionamiento eficiente de la actividad económica de un país o de una
región.
En este sentido, el crecimiento de la actividad turística que está
experimentando la comunidad autónoma gallega en los últimos años
genera importantes necesidades en el ámbito de las infraestructuras
hoteleras. En las grandes ciudades ha aumentado considerablemente
la oferta de plazas hoteleras destinadas tanto a pernoctaciones por
motivos laborales como de ocio y, al mismo tiempo, en otras zonas
turísticas de menor tamaño poblacional también se ha experimentado
un importante crecimiento de las infraestructuras de este tipo para
recibir viajeros, sobre todo en períodos vacacionales.
En línea con lo anterior, el estudio de la competencia en el sector
hotelero resulta especialmente relevante, tanto desde la perspectiva de
las empresas que operan en el sector como, sobre todo, desde la de
los derechos del consumidor que, en este caso, procede
mayoritariamente de fuera de la comunidad autónoma. De hecho, la
imagen turística y la definición del producto turístico de Galicia
dependen en gran parte del grado de satisfacción de los visitantes con
las infraestructuras hoteleras que éstos utilizan durante su estancia.
Atendiendo a las anteriores consideraciones, el análisis del sector
hotelero desde el punto de vista de la competencia debe realizarse
teniendo en cuenta que forma parte de la cadena de producción y
distribución de la industria turística. Además, dado que el sector
hotelero es un componente esencial del complejo producto turístico
(claramente multisectorial), las posibles restricciones a la competencia
en dicho componente dejarán sentir sus efectos sobre el conjunto del
sector.
El objeto específico de análisis del presente estudio es el mercado
hotelero en Galicia. A este respecto, cabe precisar que, en general, el
conjunto de medios de alojamiento disponibles se puede dividir en dos
grandes grupos: establecimientos de tipo hotelero y establecimientos
de tipo extrahotelero. Los establecimientos de tipo hotelero son los
hoteles, los hoteles-apartamento, los moteles y las pensiones. En los
de tipo extrahotelero se incluyen los campings, los apartamentos,
albergues, residencias, viviendas turísticas, etc. La especial relevancia
de los hoteles se explica, entre otras razones, porque constituyen un
elemento central de oferta de alojamiento en cualquier área con un
sector turístico desarrollado y, además, son un factor determinante de
la imagen y calidad del producto turístico.
De acuerdo con las especificaciones técnicas de la resolución que
anuncia la contratación del estudio sobre el sector hotelero en Galicia
desde el punto de vista de la competencia, los objetivos de dicho
estudio son los siguientes:
a) Identificación de las características económicas del sector,
analizando los aspectos desde los lados de la oferta y la
demanda de los servicios hoteleros, así como los niveles de
concentración en los mercados relevantes (ciudades de mayor
tamaño y principales zonas turísticas de Galicia).
b) Evaluación de las regulaciones que afectan al mercado hotelero
y de los tipos de contratos entre agentes que operan en dicho
mercado.
c) Caracterización de los agentes que operan en el sector y
valoración de las posibles barreras a la entrada en el mismo.
d) Obtención de indicios de la existencia de posibles prácticas
restrictivas de la competencia e identificación de incentivos para
las mismas en el mercado de los servicios hoteleros en Galicia.
Con la finalidad de alcanzar los mencionados objetivos, el enfoque
metodológico que se adopta en este estudio se ajusta al esquema
propuesto por el Tribunal Gallego de Defensa de la Competencia para
elaborar este tipo de estudios de mercado. Concretamente, la
estructura del presente trabajo puede resumirse como sigue.
Como punto de partida, en el capítulo primero se analizan las
características básicas del sector centrándonos fundamentalmente en
tres aspectos: la caracterización de los demandantes o consumidores
de servicios hoteleros, del producto hotelero objeto de negociación en
el mercado, de las empresas que operan en éste y del propio sector en
cuanto tal.
3
El producto se identifica como el alojamiento en establecimientos
hoteleros y, más en concreto, dentro de la heterogeneidad de servicios
que presta un hotel en la actualidad, la pernoctación constituye la
unidad básica de análisis. Por su parte, se considera a los turistas
como consumidores finales del sector hotelero, pudiendo éstos ser
clientes directos de un hotel o utilizar intermediarios para la
contratación del producto. A su vez, la oferta básica del sector hotelero
es identificable con las diferentes tipologías de establecimientos
hoteleros, desde los grandes hoteles de lujo hasta los de menor
categoría.
En paralelo, se estudian las características básicas del proceso
productivo del sector hotelero, analizando tanto la oferta de servicios
como los niveles de integración horizontal y vertical (su vinculación con
otro tipo de operadores del sector turístico, como las agencias de
viajes o los mayoristas turísticos) existentes en el mismo. El análisis de
la cadena de producción y distribución del sector turístico tiene
relevancia fundamentalmente por dos motivos. En primer lugar, se
requiere el estudio de las relaciones entre los distintos eslabones de la
cadena productiva para detectar posibles problemas de abuso de
posición dominante en las relaciones verticales entre los mismos. En
segundo lugar, reviste especial importancia el conocimiento de los
posibles efectos sobre la competencia que se pueden derivar de los
procesos de integración vertical en los que participen empresas del
sector hotelero y otros operadores del sector turístico.
Este primer capítulo del estudio se completa con el análisis del marco
normativo que incide sobre el sector hotelero, haciendo especial
hincapié en aquellos aspectos más relevantes desde el punto de vista
de la competencia. Si bien las empresas del sector turístico, entre ellas
las empresas hoteleras, están sometidas al ordenamiento general
europeo y español en materia de defensa de la competencia, el
alcance del presente estudio se circunscribe a las cuestiones relativas
a la normativa autonómica gallega de ordenación y promoción del
turismo en su ámbito territorial.
En el segundo capítulo se abordan las tendencias más recientes
tanto de la demanda como de la oferta del sector hotelero. A partir de
este análisis de la oferta y demanda hoteleras se extraen las
principales características sectoriales, los condicionantes por el lado de
la demanda a los que responde el sector hotelero en general, así como
las principales particularidades de los sectores turístico y hotelero
gallegos. Concretamente, con los datos del conjunto de la oferta
hotelera gallega se realiza un estudio descriptivo sobre su tipología:
4
tamaños, precios, distribución geográfica, segmentación etc. para
posteriormente considerar su concentración y la existencia de alguna
forma de poder de mercado.
El estudio de la oferta y la demanda que se lleva a cabo en este
capítulo permite a su vez delimitar las características estructurales del
sector hotelero gallego, analizando cuantitativa y cualitativamente las
diferencias entre los hoteles en función de parámetros tales como su
categoría (número de estrellas), su tamaño o su ubicación, para
disponer así de una radiografía del sector sobre la que asentar el
análisis de la competencia en el mismo. La descripción de la demanda
y oferta en el sector hotelero gallego se completa mediante la
comparación con las tendencias presentes en el sector a escala
española y europea.
La caracterización básica del mercado hotelero que se realiza en el
primer capítulo del estudio junto a la caracterización de la oferta y
demanda que se desarrolla en el segundo, sientan las bases que
permiten posteriormente identificar los mercados relevantes en los
ámbitos geográfico y de producto para poder analizar la situación de
este sector desde el punto de vista de la competencia en Galicia. Esta
etapa del análisis se aborda en el capítulo tercero. En este sentido,
cabe señalar que aunque se toman como referencia las
consideraciones estándar sobre delimitación de los mercados
relevantes en el sector hotelero, se lleva a cabo un análisis cluster que
permite adaptar dicha delimitación a las particularidades del mercado
hotelero gallego.
Una vez identificados los mercados relevantes en el caso gallego, el
tercer capítulo se completa con el pertinente análisis de la
concentración. Para realizar dicho análisis, se establecen diferencias
por zonas y por tipos de establecimientos. La diferenciación por
categorías (en función del número de estrellas) y por zonas
(establecidas en función de índices de actividad económica, población
e índices turísticos) permite ver en qué medida la existencia de un
mayor o menor grado de concentración o de poder de mercado en el
sector hotelero en cada segmento de negocio puede tener alguna
repercusión en los precios.
En el capítulo cuatro, con el objeto de profundizar en la investigación
de la posible existencia de situaciones de poder de mercado, de abuso
de posición dominante y/o de prácticas concertadas, el estudio de
concentración previo se refuerza con el estudio de los precios. En esta
línea, se investiga la existencia de posibles indicios de colusión en el
<
sector hotelero gallego a partir del análisis del patrón de crecimiento de
los precios. Específicamente, se lleva a cabo un análisis exhaustivo de
los niveles de precios y su dispersión, así como de la relación entre
niveles de concentración y precios. Además, se investiga la posible
existencia de comportamientos divergentes entre los precios en Galicia
y los del resto de España a lo largo del tiempo. Este capítulo se cierra
con sendos apartados en los que se aborda el asociacionismo y la
problemática de la competencia desleal y el intrusismo.
En el capítulo cinco se efectúa una evaluación teórica de la
competencia dinámica en la que se valoran las posibilidades de
entrada de nuevos competidores en el sector. En este ámbito se
evalúan las barreras de entrada derivadas del marco normativo, de
factores estructurales y del comportamiento de los agentes que operan
en dicho sector. De igual manera, en esta parte del estudio se revisan
los procesos de integración horizontal y vertical que se han producido
en el sector hotelero en España, así como el grado de penetración de
las cadenas hoteleras en el mercado gallego. Se plantean, además, las
consecuencias sobre la competencia en el mercado de este tipo de
procesos, de acuerdo con los informes disponibles sobre estas
actividades concretas, emitidos por el Servicio de Defensa de la
Competencia de España. Lógicamente, la integración vertical entre
grandes touroperadores y cadenas hoteleras y el análisis de las
vinculaciones entre las agencias de viajes y el sector hotelero, resulta
oportuno si se pretende comprobar en qué medida este tipo de
vinculaciones puede incidir sobre los precios y servicios ofertados por
el sector en Galicia.
Finalmente, se ofrecen de forma sistematizada las conclusiones más
importantes con las que se pretenden destacar los principales
resultados e implicaciones que se desprenden de las distintas fases del
análisis que se ha desarrollado para elaborar el estudio del sector
hotelero en Galicia desde el punto de vista de la competencia.
CAPÍTULO
1.
EL
SECTOR
HOTELERO
CARACTERIZACIÓN Y MARCO NORMATIVO
GALLEGO:
1.1. Caracterización del mercado hotelero
1.1.1. El consumidor de servicios hoteleros
El sector hotelero forma parte de la cadena de producción y
distribución del sector turístico y, por lo tanto, el consumidor de
servicios hoteleros puede identificarse con el consumidor de servicios
turísticos.
Atendiendo a esta consideración y con el objeto de delimitar el perfil
del consumidor de servicios hoteleros, se toma como punto de partida
la definición del concepto de turismo, a continuación, se caracterizan
las variables básicas que permiten identificar al consumidor de
servicios turísticos y hoteleros y, por último, se ofrece una clasificación
de las diferentes tipologías de consumidores, aspecto este último muy
relevante para poder analizar el sector desde una perspectiva
económica.
Concepto de turismo
Existen numerosas definiciones del término turismo, algo lógico ya que
se trata de un sector que comprende un conjunto de actividades muy
heterogéneas e implica a numerosos subsectores con unas complejas
relaciones entre si. En este sentido, es habitual utilizar como referencia
la definición de la Organización Mundial de Turismo de las Naciones
Unidas que considera que el turismo comprende las actividades que
realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares
distintos al de su entorno habitual, por un período de tiempo
consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros
motivos.
Esta definición permite realizar dos precisiones relevantes a efectos de
este estudio. Por un lado, los consumidores de servicios hoteleros son
identificables con los consumidores de servicios turísticos y, por otro, el
término turismo no se refiere exclusivamente a los desplazamientos de
las personas en períodos vacacionales con fines de ocio, sino que
incluye también otro tipo de desplazamientos como son los realizados
por motivo de negocios.
'
Concepto de turista
El estudio de la demanda de servicios hoteleros exige precisar de una
forma clara qué tipologías de personas son las que hacen turismo. La
Organización Mundial de Turismo en materia de estadísticas turísticas
internacionales diferencia los conceptos de viajero, visitante, turista y
excursionista. Esa diferenciación es recogida por el Instituto Español
de Turismo en su documento actualizado sobre definición de variables
estadísticas en los siguientes términos:
J Viajero: toda persona que se desplaza dentro o fuera de su país,
por cualquier motivo y utilizando cualquier medio de transporte.
Los viajeros incluyen las categorías de visitante y otros viajeros.
J
Visitante: toda persona que se desplaza a un lugar distinto de su
entorno habitual, bien dentro o fuera de su país de residencia, por
duración menor de doce meses y cuya finalidad primordial no es
la de ejercer actividad remunerada en el lugar visitado (el
concepto de remuneración no incluye las prestaciones para
gastos de transporte o dietas). El concepto de visitante se divide
en dos categorías distintas: turista y excursionista. Esta división
obedece exclusivamente al criterio del número de pernoctaciones
realizadas en el lugar visitado.1
o Turista: visitante temporal a un país en el que esté por lo
menos 24 horas por motivos de placer, negocios u otros
motivos, es decir, el turista debe realizar al menos una
pernoctación en el lugar visitado.
o Excursionista: visitante temporal que permanece en un
país menos de 24 horas también por motivos de placer,
negocios u otros motivos, excluyendo a los pasajeros en
tránsito e incluyendo a los pasajeros en crucero, esto es,
sin que exista ninguna pernoctación en el lugar visitado.
Aunque se han producido enmiendas posteriores en
materia de definición de variables en el sector turístico,
éstas pueden ser consideradas como esencialmente
válidas.
De las anteriores consideraciones se deduce que el consumidor de
servicios hoteleros responde al concepto de turista, ya que se trata de
un viajero que realiza al menos una pernoctación en su lugar de
La distinción entre turista y excursionista se estableció por primera vez en la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Turismo celebrada en Roma en 1963.
@
destino o visita. La definición del término turista permite abordar una
primera cuestión terminológica relevante a la hora de caracterizar al
consumidor de servicios hoteleros. La vulgarización del término turista
hace que se considere como tal, generalmente, a aquellos visitantes
que viajan por motivos de placer o en período vacacional.
Evidentemente, los hoteles no tienen como clientes sólo a visitantes
con fines de ocio, sino también a personas que viajan por otros
motivos, principalmente negocios o visitas de otro tipo. En este sentido,
las definiciones antes señaladas eliminan esta confusión ya que se
considera turista a todo visitante que permanezca en un país más de
24 horas por cualquier motivo, incluyendo el ocio y los negocios.
Tipos de turistas
La diferenciación entre turismo por motivos de placer y turismo de
negocios permite introducir una clasificación de los diferentes tipos de
turistas en función del motivo del viaje. Siguiendo los planteamientos
realizados por la Organización Mundial de Turismo y por Bull (1994),
se pueden identificar los siguientes tipos de turistas:
J Turistas por motivo de ocio: El turismo de ocio o por motivos de
recreo comprende los viajes de vacaciones, que pueden buscar
sol y playa (sunlust) o el conocimiento de otros países, lugares o
culturas (wanderlust); los viajes por salud (por ejemplo las visitas
a balnearios) y deporte (por ejemplo los desplazamientos de
espectadores de eventos deportivos), los viajes por motivos
religiosos (por ejemplo las peregrinaciones) y los viajes que se
realizan para visitar a amigos o parientes.
J Turistas por motivo de negocios: En el turismo de negocios se
incluyen a las personas que se desplazan como consecuencia de
su actividad profesional o empresarial, bien para asistir a
convenciones y congresos o para realizar visitas, compras,
ventas u otras actividades que tienen que ver con su negocio.
Dentro de esta categoría también se pueden ubicar determinadas
visitas por motivos religiosos y las visitas por motivo de estudios.
La distinción entre turistas vacacionales y turistas por motivo de
negocios es relevante, fundamentalmente por dos razones. Por un
lado, ambos forman parte del grupo de consumidores de servicios
hoteleros y configuran dos segmentos de mercado diferenciados. Por
otro lado, sus niveles de gasto en destino son normalmente distintos.
Mientras que los visitantes por motivos vacacionales son más
numerosos que los visitantes por negocios, éstos últimos son los que
8
presentan un mayor gasto per capita en destino. Además, mientras que
los viajes vacacionales se pueden considerar como demanda final, los
viajes de negocios son una demanda derivada que constituye un input
en la producción de otros bienes y servicios. Finalmente, es evidente
que el turismo vacacional tiene un componente estacional mucho más
marcado que el turismo de negocios.
1.1.2. La empresa hotelera
Para dar respuesta a la demanda de servicios hoteleros de los
consumidores finales o turistas, existe un amplio conjunto de medios
de alojamiento que se puede dividir, en una clasificación inicial, en dos
tipologías diferenciadas:
a) Los establecimientos de tipo hotelero. Constituyen la mayor
parte de la oferta de alojamiento en cualquier país con un sector
turístico desarrollado. Aunque no existe una definición única del
término establecimiento hotelero, a efectos del presente estudio
se opta por la que ofrece la normativa autonómica gallega que
regula el sector y que se ajusta al concepto de establecimiento
hotelero más utilizado en la literatura económica sobre el sector
turístico. De acuerdo con esta noción, un establecimiento
hotelero es aquel establecimiento abierto al público que se
dedica de manera profesional y habitual a prestar un servicio de
hospedaje de forma temporal a las personas, a cambio de una
contraprestación económica, con o sin prestación de servicios
de carácter complementario. A su vez, los establecimientos
hoteleros se clasifican en dos grandes grupos o categorías:
hoteles y pensiones.
b) Los establecimientos de tipo extrahotelero. Son aquellos que se
dedican también a ofrecer alojamiento a las personas a cambio
de un precio, pero que cumplen unas funciones o tienen unas
características específicas diferentes de los hoteles y que
dependen de cada tipo particular de alojamiento turístico. Como
ejemplos más ilustrativos de establecimientos de tipo
extrahotelero se pueden citar las viviendas turísticas, los
campings, los apartamentos y las residencias.
2
Tipos de establecimientos hoteleros
Partiendo de la definición de establecimiento hotelero anteriormente
señalada, la normativa gallega de ordenación del sector hotelero
permite diferenciar dos grupos, divididos a su vez en varias categorías:
J Grupo primero: Integrado por los hoteles de cinco, cuatro, tres,
dos y una estrella.
J Grupo segundo: Integrado por las pensiones de tres, dos y una
estrella.
El objeto de estudio del presente estudio se circunscribe a los hoteles
incluidos en el Grupo Primero.
Los hoteles son aquellos establecimientos que, ofreciendo alojamiento
con o sin comedor y otros servicios complementarios, ocupan la
totalidad de uno o varios edificios o una parte independizada de ellos,
constituyendo sus dependencias un todo homogéneo con accesos,
escaleras y ascensores de uso exclusivo y que reúnen unos requisitos
técnicos mínimos para cada categoría determinados de la siguiente
forma:
a) Los hoteles de cinco estrellas deben estar instalados en edificios
que, construidos con materiales de primera calidad, destacan
además por sus condiciones de lujo y confort, tanto en el interior
como en el exterior del establecimiento. Sus instalaciones,
materiales, equipamientos y elementos decorativos deben ser de
excelente calidad y reunir los perfeccionamientos más modernos
de la técnica hotelera. A los establecimientos de esta categoría
situados en núcleos urbanos se les valorará para obtener tal
calificación los servicios, los equipamientos y las singulares
condiciones de su entorno.
b) Los hoteles de cuatro estrellas deben estar instalados en
edificios que, construidos con materiales de primera calidad,
ofrezcan condiciones de alto confort y distinción. Además, sus
instalaciones, materiales, equipamientos, mobiliario y elementos
decorativos deben ser de excelente calidad.
c) Los hoteles de tres estrellas deben estar en edificios que sin
llegar a ser suntuosos ofrezcan buenas condiciones de confort.
Además, sus instalaciones, materiales, equipamientos y
elementos decorativos deben ser de primera calidad.
d) Los hoteles de dos estrellas deben ofrecer a sus clientes buenas
condiciones de comodidad y sus instalaciones, materiales,
equipamientos y elementos decorativos deben ser de buena
calidad.
e) Los hoteles de una estrella pueden contar con instalaciones,
equipamientos y materiales más sencillos que las categorías
anteriores, cumpliendo siempre el requisito de ofrecer a sus
clientes unas condiciones indispensables de comodidad.
Dentro del grupo de los hoteles es posible distinguir varias
modalidades en función de sus instalaciones, forma de explotación,
situación o especialización en segmentos de demanda, pudiéndose
obtener el reconocimiento de dicha tipología que, en todo caso, es
complementaria a la clasificación por estrellas del establecimiento. Las
tres modalidades más relevantes son los hoteles, los hotelesapartamento y los moteles.
Los hoteles se pueden definir por contraposición a los otros dos tipos
de establecimientos hoteleros, de forma que se considera como hotel
el establecimiento hotelero que no cumple las características de los
hoteles-apartamento y los moteles. El distintivo de los hoteles es el
símbolo H y las estrellas doradas representativas de cada categoría.
En el caso concreto de la ordenación hotelera en Galicia, se identifican,
además de los hoteles sin especialización concreta, las siguientes
calificaciones específicas: Hoteles Balnearios, Hoteles Deportivos,
Hoteles Clubes, Hoteles Familiares, Hoteles de Ciudad, Hoteles en
Playa, Hoteles de Montaña, Hoteles de Naturaleza, Hoteles
Gastronómicos, Hoteles de Temporada, Hoteles Paradores, Hoteles
Posadas, Hoteles Rústicos y Hoteles Monumentos.
Los hoteles-apartamento son aquellos establecimientos que por su
estructura y servicios disponen de las instalaciones adecuadas para la
conservación, elaboración y consumo de alimentos dentro de la unidad
de alojamiento. Su distintivo es el símbolo HA y las estrellas doradas
identificativas de cada categoría.
Los moteles son aquellos establecimientos situados en las
proximidades de carreteras que facilitan alojamiento en departamentos
con garaje y entrada independiente para estancias de corta duración.
Su símbolo es la letra M y su categoría es única e identificable con la
de un hotel de dos estrellas.
Como se puede observar, la ordenación hotelera vigente establece
definiciones y clasificaciones sencillas en las que ya no figuran
establecimientos como los que en su día se denominaban hostales,
fondas o casas de huéspedes, ya que estas tipologías han tenido que
adaptarse a alguna de las modalidades reglamentariamente
reconocidas.
Además de la clasificación legal de los establecimientos hoteleros que
se acaba de señalar, se pueden establecer otras dos clasificaciones
especialmente relevantes desde la perspectiva del análisis de la
competencia. Por un lado la clasificación de los hoteles según su
tamaño; por otro, la clasificación basada en la estructura de propiedad
de los mismos.
En función del tamaño, también se puede efectuar una distinción entre
los grandes hoteles y el resto de establecimientos. Esta clasificación se
establece en función del número de habitaciones, de tal modo que un
establecimiento que cuente con más de 300 habitaciones se considera
como gran hotel, frente al resto de hoteles con un número de
habitaciones inferior a esa cifra.
En función de la propiedad de los hoteles existen tres tipos o
categorías diferenciadas: los hoteles independientes, las cadenas
integradas, ya sean gestionadas directamente por su propietario o
indirectamente a través de franquicias o contratos de management, y
aquellas cadenas de hoteles que actúan bajo una misma marca
conformadas por hoteles independientes o grupos de hoteles que se
asocian para llevar a cabo operaciones de marketing, promoción,
compras, etc.
Dentro del análisis del sector hotelero la figura de las cadenas se
revela como una pieza fundamental. Esta importancia viene dada por
el hecho de que un conjunto de establecimientos operando bajo un
marco organizativo común introduce importantes especificidades en la
dirección y gestión de las empresas hoteleras. Desde una perspectiva
de acuerdos de colaboración entre establecimientos, una cadena
hotelera es un grupo de establecimientos hoteleros que están bajo la
misma dirección, tienen objetivos similares y participan en procesos
productivos y de prestación de servicios comunes. El concepto de
cadena hotelera adoptado en este estudio es el de una organización
que opera tres o más hoteles, ya que es la definición más extendida en
el sector hotelero a nivel mundial. Con la adopción de este criterio
numérico se evita contemplar las “cadenas” con dos hoteles que en
3
realidad son propiedades adyacentes operadas como un único
establecimiento.
En lo que respecta a los establecimientos integrados en el Grupo
Segundo, simplemente señalar que las pensiones son aquellos
establecimientos que, ofreciendo alojamiento con o sin comedor y otros
servicios complementarios, tienen una estructura y unas características
que les impiden alcanzar los requisitos y condiciones exigidas para los
hoteles, estando sometidos a unos requisitos técnicos mínimos para
cada categoría. El símbolo que identifica a las pensiones es la letra P.
1.1.3. El producto en el mercado hotelero
El producto básico que ofrecen las empresas hoteleras en el mercado
es la prestación de servicios de alojamiento. Este servicio está
vinculado al concepto de pernoctación, entendiendo como tal el hecho
de dormir fuera de la residencia habitual y estando siempre referido a
un viajero individual2.
Ahora bien, esta definición del producto simplemente como el
alojamiento de un turista durante una noche es excesivamente
restringida, sobre todo si se tienen en cuenta las características de los
establecimientos hoteleros, especialmente de los de mayor categoría.
En la actualidad los hoteles proporcionan un conjunto de servicios
amplio, diverso y heterogéneo, siendo todos ellos, considerados
conjuntamente, los que determinan realmente el grado de satisfacción
del cliente con el servicio prestado.3
A modo de síntesis, entre las características específicas de carácter
estructural de los servicios prestados por los establecimientos
hoteleros cabe destacar las siguientes:
Servicios no almacenables: los servicios hoteleros y, en
particular, los servicios de alojamiento, no se pueden almacenar
ni son inventariables. Eso significa que no se puede mantener
en stock ese producto básico de la industria, y que tiene que ser
2
Esto significa, por ejemplo, que un viaje de tres días de duración realizado por dos
personas da lugar a un total de seis pernoctaciones.
3
Para el caso de los establecimientos hoteleros de Galicia, la información pública sobre
alojamientos proporcionada por Turgalicia hace referencia a un amplio abanico de
servicios complementarios.
4
vendido día a día, ya que las ventas no realizadas en un día
determinado son irrecuperables económicamente.
Ubicación fija como ventaja competitiva: los servicios de la
industria hotelera son proporcionados al cliente con una
ubicación fija, de forma que no pueden ser transportados y
vendidos en lugares diferentes de donde está instalado el hotel.
La localización del establecimiento es uno de los elementos de
competitividad más relevantes del mismo, ya que muchos
hoteles atraen a sus clientes fundamentalmente por su buena
ubicación.
Diversidad y heterogeneidad de servicios: los establecimientos
hoteleros proporcionan hoy en día una amplia oferta de
servicios, mayor cuanto más categoría tenga el hotel. Esta
diversidad de servicios complica notablemente la gestión del
negocio hotelero, ya que cada actividad funciona de acuerdo con
sus propias condiciones de mercado y con sus márgenes de
beneficio.4
Atención continuada del personal: en los establecimientos
hoteleros la planificación y gestión de recursos humanos están
condicionadas por el hecho de que se trata de actividades de
atención continuada, ya que tiene que existir una rotación entre
los integrantes de la plantilla de personal con el objeto de poder
atender a la clientela durante 24 horas. Este aspecto es muy
importante porque uno de los elementos determinantes de la
calidad de los servicios hoteleros es un intangible: la calidad de
la atención del personal a los clientes.
Elevado componente estacional: la actividad hotelera presenta
un elevado grado de estacionalidad, sobre todo en el segmento
de carácter vacacional. Ese perfil cíclico de la actividad hotelera
se corrige mediante el impulso que está teniendo en los últimos
años otro tipo de viajes, como es el caso del viaje de negocios,
de congresos, etc. cuyo componente estacional es mucho
menos marcado que el del turismo de ocio.
4
Esa diversidad de servicios está marcada por la enorme heterogeneidad de los
mismos. Nótese a este respecto la gran diferencia que existe entre tomar un baño en
una piscina climatizada, pedir un café en una habitación, comprar un souvenir, disfrutar
de una sesión de masaje o disponer de un servicio de guardería infantil.
<
1.1.4. Mercados directos y mercados intermediados
De acuerdo con las definiciones que se han expuesto con anterioridad,
el turista es el demandante o consumidor de servicios hoteleros. Las
relaciones entre turistas (demandantes) y hoteles (oferentes) pueden
desarrollarse de dos formas diferenciadas: mediante la negociación
directa entre las dos partes (mercado directo) o mediante la utilización
de intermediarios (mercado intermediado).
En el caso de los mercados directos el consumidor se pone en
contacto directamente con el oferente de servicios hoteleros y realiza la
contratación de dicho servicio. En el caso de los mercados
intermediados no existe un contacto directo entre turista y hotel sino
que el consumidor contrata ese servicio a un touroperador o a una
agencia de viajes como producto único o como una parte de un
paquete turístico.
La negociación directa es la habitual en viajes de turistas individuales
que diseñan su propio itinerario sin participación alguna de
touroperadores o agencias de viajes. La participación en mercados
intermediados es la más habitual en turistas por motivos de ocio, que
suelen contratar paquetes turísticos para disfrutar de sus períodos
vacacionales. Por el contrario, el turismo de negocios no suele estar
integrado en paquetes, pero en muchos casos está intermediado por
agencias de viajes contratadas por las empresas u organizaciones
para las que trabajan los turistas.
1.2. La industria hotelera en la cadena de producción y
distribución del sector turístico
1.2.1. Empresa hotelera y competitividad del sector turístico
La industria hotelera es hoy en día una industria compleja que
desempeña un papel crucial dentro del sector turístico de cualquier
país. La delimitación de lo que constituye el sector turístico resulta en
extremo compleja debido a sus peculiaridades. A título de ejemplo, la
Secretaría de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo
(1971) considera al sector turístico como un conjunto de actividades
industriales y comerciales que producen bienes y servicios consumidos
total o parcialmente por visitantes extranjeros o por turistas nacionales.
De acuerdo con esta caracterización, una empresa turística es
cualquiera que desempeñe un papel en el proceso de satisfacción de
las necesidades de los consumidores turísticos a través de la
configuración de productos turísticos dentro de un destino. De este
modo, se incluyen bajo esta categoría un amplio conjunto de empresas
encadenadas vertical y horizontalmente que van desde las de
transportes hasta las de ocio y animación y que satisfacen
necesidades tanto de residentes como de no residentes. Por tanto, el
sector turístico está integrado por un conjunto heterogéneo de
actividades que implica a diversos tipos de empresas y operadores con
relaciones más o menos complejas entre si (Esquema 1.1.)
ESQUEMA 1.1: CARÁCTER MULTIFACTORIAL DEL MERCADO TURÍSTICO.
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Fuente: Elaboración propia.
La industria turística en sentido amplio abarca subsectores tales como
el transporte, el alojamiento, la restauración, los servicios de
animación, etc., es decir, se encuentra atomizada y parcelada en su
oferta, sin embargo se enfrenta a una demanda considerablemente
concentrada por los servicios del touroperador.
Tal y como se ha señalado anteriormente, el turismo comprende las
actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en
lugares distintos al de su entorno habitual, por un período de tiempo
consecutivo inferior a un año, con fines de ocio, por negocios y otros
motivos. Esta definición pone de relieve un rasgo diferencial de este
'
sector: la no existencia de una relación biunívoca entre demandante y
oferente turístico. En tanto que los oferentes se ocupan de
proporcionar algún componente del producto, la visión de los primeros
es más global, es decir, se trata de una percepción multifactorial,
asumiendo que si algún componente del producto falla o no cumple
sus expectativas ese fallo es de todo el producto en conjunto, de modo
que repercute sobre los restantes oferentes. Consecuentemente los
productos pueden considerarse tanto en sentido vertical como
horizontal (Middleton, 1994).
En orden a delimitar el papel del sector hotelero dentro del producto
turístico general es preciso considerar los determinantes de la
competitividad de los destinos turísticos. En un sentido genérico, dicha
competitividad se define por su capacidad para atraer visitantes e
ingresos. Esta capacidad puede estar determinada por tres grandes
factores: los derivados del país y entorno en el que se localiza la
empresa, los propios del sector y los específicos de la empresa.
De acuerdo con el modelo de Crouch-Ritchie (1997), la competitividad
de un destino depende en último término de la existencia de dos tipos
de factores, los de atracción y los de soporte de los recursos, a los que
se añade la dirección del destino y las restricciones existentes
(Esquema 1.2).
ESQUEMA 1.2:
LOS DESTINOS.
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MODELO
DE
CROUCH-RITCHIE
SOBRE LA COMPETITIVIDAD DE
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Fuente: Elaboración propia.
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El punto de partida de este modelo son los factores de atracción
(fisiología, cultura, mercado, actividades, acontecimientos etc.). La
existencia de éstos es una condición necesaria pero no suficiente en la
consecución del éxito competitivo. Cualquier destino precisa, a su vez,
una serie de factores de soporte que facilitan el desarrollo de la
actividad turística. Así, un destino turístico no es estructuralmente
competitivo si no acompaña a los factores de atracción la existencia de
factores de soporte como las infraestructuras, la accesibilidad, etc. No
obstante, para asegurar el éxito del destino se precisa una dirección
coherente que permita desarrollar todas aquellas actividades que
pueden reforzar el atractivo de los recursos naturales y mejorar la
efectividad y calidad de los factores de soporte, adaptándolos a las
restricciones del destino (seguridad, coste y distancia con los países de
emisión etc.).
Desde esta perspectiva de análisis el sector hotelero se encuentra
vinculado tanto a los factores de soporte como a los factores de
atracción. No sólo es un recurso que permite la explotación de un
destino turístico sino que también puede llegar a constituir uno de los
principales determinantes de la capacidad de atracción de éste. Es
decir, la competencia interna del sector hotelero repercute
directamente en la competitividad del destino. Esto explica la
importancia de una adecuada estructura del sector que incentive la
búsqueda de la competitividad mediante el estímulo de la competencia.
1.2.2. Cadena de producción y distribución del sector turístico
En la medida en que el sector hotelero es un componente fundamental
de la cadena de producción y distribución de la industria turística, la
identificación de los diferentes eslabones de la misma es importante
desde la perspectiva del análisis de la competencia por dos motivos.
En primer lugar, es necesario abordar las relaciones económicas y
contractuales que se establecen entre los diferentes eslabones para
evaluar la posible existencia de algún tipo de abuso de posición
dominante o cualquier otra práctica anticompetitiva. En segundo lugar,
el conocimiento de la naturaleza de dicha cadena puede dar cuenta de
las concentraciones empresariales y, en particular, de procesos de
integración tanto horizontal como vertical, que puedan incidir
negativamente sobre el nivel de competencia deseable en el mercado
hotelero.
8
La cadena productiva del sector turístico desde los proveedores o
productores de servicios turísticos básicos hasta el consumidor final o
turista se presenta de forma simplificada en el esquema 1.3.
ESQUEMA 1.3. LA CADENA DE PRODUCCIÓN Y DISTRIBUCIÓN DEL SECTOR
TURÍSTICO.
Proveedores o productores directos de servicios turísticos (oferta
básica)
El primer eslabón de la cadena está integrado por los proveedores de
servicios turísticos directos, lo que se denomina oferta básica del
sector turístico. Se trata de un grupo de operadores bastante
heterogéneo, cuyos integrantes proporcionan los servicios básicos que
necesitan las personas cuando realizan un viaje turístico o una
estancia. Los sectores que se engloban dentro de este primer eslabón
de la cadena productiva de la industria turística son el transporte de
viajeros (aéreo, terrestre y marítimo), establecimientos hoteleros,
restauración, servicios culturales, de ocio y otra infraestructura turística
y seguros. Este conjunto de actividades pueden contratarse
directamente por parte del consumidor final o turista (demanda
desintermediada). No obstante, en la mayoría de las ocasiones son
32
contratadas por intermediarios mayoristas o minoristas que las ponen a
disposición del consumidor final (demanda intermediada).
Intermediarios o distribuidores mayoristas y minoristas
El resto de componentes de la cadena productiva de la industria
turística tienen como finalidad poner a disposición del consumidor final
los servicios turísticos básicos. En la organización del negocio de la
distribución de servicios turísticos intervienen una amplia gama de
operadores empresariales que intermedian entre productores directos y
consumidores finales, pero que también crean valor añadido en la
cadena productiva del turismo5. En esta cadena actúan como
intermediarios las centrales de reservas, los sistemas globales de
distribución, los agentes mayoristas o touroperadores y los agentes
minoristas o agencias de viajes. Entre todos estos distribuidores
existen numerosas relaciones cruzadas de gran complejidad. A efectos
del presente estudio son objeto de análisis las relaciones del sector
hotelero con los intermediarios mayoristas.
Para definir las figuras del touroperador y de la agencia de viajes se
utiliza como referencia el Informe del Servicio de Defensa de la
Competencia N-03003 Iberostar/Turavia Club. Dichas definiciones son
apropiadas para el estudio del mercado hotelero desde el punto de
vista de la competencia, ya que el mencionado informe se refiere a un
caso particular de concentración económica en el sector turístico.
J Distribuidor mayorista o touroperador: es aquel tipo de empresa
dedicado a la organización de toda clase de servicios y paquetes
turísticos por propia iniciativa que son comercializados a través
de las denominadas agencias minoristas. La actividad de los
mayoristas o touroperadores se encuentra constituida
fundamentalmente por el diseño, la organización, la
comercialización y la operativa de viajes y productos turísticos
originados por la combinación de diferentes servicios,
ofertándolos por un precio global preestablecido. Aunque en
última instancia el demandante final de viajes combinados es el
consumidor o turista, este tipo de productos son ofrecidos por los
touroperadores a las agencias de viajes minoristas, que ponen a
5
Son, por lo tanto, los distribuidores de servicios turísticos, que se pueden considerar
como intermediarios pero que en realidad son mucho más que eso. Por ejemplo, la
función de los distribuidores mayoristas o touroperadores, no es únicamente la
intermediación, sino también la elaboración de un producto turístico diferenciado: el
paquete turístico o viaje combinado.
3
disposición de los consumidores finales un programa o folleto
informativo elaborado por el touroperador6.
J Agencias de viajes minoristas: empresas que actúan como
intermediarios entre los mayoristas y los consumidores finales,
asesorando a éstos en la organización de viajes, previa
presentación de catálogos con viajes organizados por los
touroperadores. Además, las agencias de viajes prestan otro tipo
de servicios como son la adquisición de billetes de transporte, la
tramitación de seguros de viaje, el alquiler de coches o las
reservas en hoteles. Las agencias de viajes minoristas también
pueden producir paquetes turísticos propios, aunque no los
pueden ofrecer a otras agencias. Cuando las agencias minoristas
elaboran paquetes turísticos propios se denominan agencias
mixtas, tipología con una actividad muy limitada, salvo algunas
excepciones. En definitiva, el mercado minorista de agencias de
viajes se define como la prestación de servicios de agencias de
viajes y comprende las actividades desarrolladas por este tipo de
operadores, entre las que se incluyen la puesta a disposición de
los clientes de los productos de los touroperadores y la
prestación de servicios a los viajeros tales como vuelos, reservas
de hotel, alquiler de coches, cambio de divisas, seguros de viajes
y otros servicios conexos.
1.2.3. El sector hotelero y los paquetes turísticos
Uno de los rasgos más característicos de la configuración actual del
sector turístico a nivel internacional es la integración de los diferentes
componentes de un viaje en un solo producto denominado paquete
turístico. Éstos son diseñados y elaborados por los touroperadores,
convirtiéndose así en uno de las piezas centrales del proceso de
producción y distribución. El sector hotelero desempeña un papel muy
relevante en la elaboración de paquetes turísticos, ya que el
alojamiento es un elemento esencial de los mismos.
6
La Ley 21/1995, de 6 de julio, mediante la que se ha incorporado al Derecho español la
Directiva del Consejo de las Comunidades Europeas 90/314/CEE, de 13 de junio de
1990, relativa a los viajes combinados, las vacaciones combinadas y de los circuitos
combinados, define legalmente el viaje combinado como aquella combinación vendida
con arreglo a un precio global, cuando dicha prestación sobrepase las veinticuatro horas
o incluya una noche de estancia de al menos dos de los siguientes servicios: a)
transporte, b) alojamiento, c) otros servicios turísticos no accesorios del transporte o del
alojamiento y que constituyan una parte significativa del viaje combinado. Es decir,
aquellos que combinan alojamiento más transporte.
3
Con la creación de este producto los touroperadores pretenden
responder a aquellos demandantes que desean que una parte
importante o la totalidad de los servicios turísticos en destino esté
perfectamente organizada y planificada. Aunque subsisten viajeros que
prefieren diseñar ellos mismos sus viajes, lo cierto es que cada vez hay
una tendencia más clara a la contratación de paquetes a la hora de
planificar un desplazamiento por motivos de ocio.
Parte del éxito de los citados paquetes turísticos esta ligado a su
flexibilidad. Entre esos elementos de flexibilidad se pueden citar
fundamentalmente tres. En primer lugar, la combinación de
componentes de un viaje turístico puede ser total o parcial, es decir, un
paquete turístico puede comprender a todos los elementos
indispensables para llevar a cabo con satisfacción el desplazamiento o
sólo algunos de esos elementos (por ejemplo, avión y hotel en régimen
AD). En segundo lugar, el mismo paquete turístico puede ofertar
alojamientos de diferente categoría para el mismo viaje, discriminando
así los precios en función de los segmentos de demanda, pero
aprovechando las economías de escala del resto del viaje o circuito
turístico. Finalmente, y en tercer lugar, estos productos casi nunca se
contratan totalmente cerrados, ofreciendo al consumidor final la
posibilidad de contratar en destino otros componentes del viaje
alternativos (tales como excursiones concretas, entradas a museos,
minicircuitos, etc.)
La contratación de los servicios turísticos básicos plantea ciertos
problemas ya que requiere previamente un ejercicio de prospectiva con
la finalidad de determinar la demanda potencial en cada destino y,
posteriormente, iniciar y cerrar los procesos de negociación con líneas
aéreas, hoteles, restaurantes, museos, etc. La estimación de la
demanda por parte del touroperador es imprescindible para fijar el
número de plazas de vuelo y hotel que se van a contratar. Dicha
estimación se realiza generalmente sobre la base de los resultados
recientes del touroperador, datos macroeconómicos de los países de
origen y destino, posible evolución de la renta de los consumidores
potenciales, otros elementos de carácter económico, social y político
tanto en países de origen como de destino y el previsible
comportamiento estratégico de las empresas competidoras del sector.
Existen varias tipologías del paquete turístico que son diseñadas por
los touroperadores u ocasionalmente por las agencias minoristas y
puestas a disposición de los consumidores por estas últimas. En
esencia, se pueden distinguir cinco tipos diferentes de paquetes
33
turísticos: Circuitos, Estancias, Avión más hotel, Avión más coche de
alquiler y Ad-hoc. En todos los paquetes turísticos el sector hotelero
desempeña un papel clave, constituyendo en muchos casos el
distintivo de calidad del paquete correspondiente. Así, en el diseño de
muchos paquetes la diferencia de precios entre viajes combinados que
realizan el mismo circuito se establece exclusivamente en función de la
categoría de los hoteles seleccionados. El papel central que
desempeña el sector hotelero en los paquetes turísticos se debe a que
el alojamiento es necesario para poder realizar un viaje de este tipo y,
salvo en el caso de los cruceros, cualquier viaje de calidad precisa la
pernoctación en uno o varios hoteles generalmente durante varios
días.
1.3. Contratos entre hoteles y touroperadores
En general, los procedimientos de contratación entre los hoteles y los
consumidores finales pueden ser de dos tipos. Por un lado, en un
mercado desintermediado el consumidor final o turista contrata
directamente el producto con el hotel. Por otro, si el consumidor
compra un paquete turístico contrata con diferentes hoteles de forma
indirecta, ya que previamente la elaboración del paquete ha incluido la
contratación de plazas hoteleras por parte del touroperador.
La planificación, diseño y elaboración de un paquete turístico requiere
un período temporal relativamente amplio. En la mayoría de los casos
ese período oscila entre un año y un año y medio. Durante ese período
los touroperadores tienen que realizar todas las gestiones necesarias
para poner a disposición de los consumidores finales un programa de
viaje combinado completamente cerrado. Entre otras gestiones,
durante la elaboración del paquete turístico los touroperadores tienen
que cerrar los contratos con los hoteles de destino de dicho paquete.
Ese proceso tiene un especial interés desde el punto de vista de la
competencia, ya que los distintos procedimientos de contratación que
existen, dentro de la libertad de establecimiento de contratos de un
mercado libre, deben ser vigilados para que no existan problemas de
abuso de posición dominante de alguna de las partes.
La elección del tipo de contrato y del número de plazas hoteleras
ofertadas por un touroperador en cada hotel depende del estudio de
mercado previo que realice el mayorista. El touroperador tiene como
objetivo la contratación de la totalidad de plazas disponibles en cada
hotel, mientras que los hoteleros prefieren, habitualmente, diversificar
el riesgo mediante la contratación de plazas con varios touroperadores.
34
En definitiva, los diferentes tipos de contratación entre touroperadores
y hoteles no son más que formas de distribución del riesgo entre
ambas partes contratantes. A grandes rasgos, se pueden identificar
cuatro modalidades diferentes de contratos entre mayoristas y
establecimientos hoteleros: a) contratación en firme, b) contratación
por cupos o allotments, c) contratación ad hoc y d) contratación
freesale o freebooking.
Contratación en firme
Mediante esta modalidad de contrato el touroperador compra un
número determinado de plazas hoteleras a cambio de un precio fijado
en firme. El touroperador puede o no cubrir las plazas contratadas,
pero tiene que satisfacer el precio pactado con independencia de ello,
de manera que es el distribuidor mayorista el que asume todo el riesgo
de mercado. En contraprestación por el bajo o nulo riesgo del hotel y el
elevado riesgo que asume el mayorista, el precio de contratación de
esta modalidad debe ser más bajo que el de otras modalidades en las
que hay una distribución más simétrica del riesgo o en las que dicho
riesgo es asumido por el hotel.
El sistema de contratación en firme de plazas hoteleras es un sistema
poco flexible para el touroperador pero que puede resultarle muy
interesante en determinadas circunstancias. Por un lado, en destinos
turísticos masivos en los que, en cierto modo, la demanda está
prácticamente asegurada y, de hecho, se compite por disponer de
plazas hoteleras. Por otro, en aquellos casos en los que el
touroperador pretenda especializar a determinados hoteles en
segmentos concretos de demanda para optimizar su planificación de
viajes combinados.
Contratación por cupos o allotments
En esta modalidad de contratación el touroperador reserva durante un
período temporal determinado un número de habitaciones de un hotel.
El período de tiempo de reserva se denomina release y el momento de
finalización del mismo deadline. Los hoteleros prefieren períodos de
reserva cortos y los touroperadores períodos lo más largos posible,
residiendo en este extremo la clave de la distribución de riesgos.
Concretamente, el riesgo lo asume en mayor medida el hotelero, ya
que llegado el deadline puede encontrarse con plazas sin vender,
aunque puede disponer de ellas para clientes que surjan en ese
momento. En consecuencia, el precio de las plazas es mayor en esta
3<
modalidad que en la de contratación en firme. El touroperador por su
parte también asume un riesgo que consiste en que llegado el deadline
necesite disponer de las habitaciones que había reservado.
Contratación ad hoc
En esta modalidad de contratación de plazas hoteleras el touroperador
va comprando dichas plazas a medida que las va vendiendo en viajes
combinados a sus clientes. Para el mayorista este procedimiento
presenta dos grandes problemas. En primer lugar, los precios son
comparativamente elevados, ya que el riesgo en el que incurre el hotel
es similar al que asume cuando vende sus plazas a clientes directos
(sin intermediación de un mayorista). En segundo lugar, si la demanda
es mayor que la prevista por el touroperador, éste puede encontrarse
con el problema de que no existan plazas disponibles para sus viajes
combinados.
La ventaja para el touroperador de esta modalidad contractual consiste
en que sólo contrata las plazas que necesita en cada momento,
aunque sea a un precio más alto que en las modalidades antes
indicadas. Por ello, el procedimiento de contratación ad-hoc resulta
interesante en el caso de paquetes turísticos reservados para altos
niveles de renta, ya que en este tipo de viajes combinados es posible
trasladar ese precio comparativamente alto al consumidor final.
Contratación freesale o freebooking
Esta fórmula de contratación de plazas hoteleras es una combinación
de las modalidades de cupos y ad hoc. Consiste en que el hotelero
concede al touroperador una serie de plazas para que éste las pueda
vender en sus paquetes turísticos, siendo necesario un flujo de
información permanente de las ventas realizadas por el mayorista en
cada hotel. De esta forma, el período de release es más dilatado que
en la modalidad de cupos y no existe para ambos contratantes el
mismo nivel de riesgo que en la modalidad ad hoc.
La contratación freesale es especialmente compleja en el sentido de
que precisa un sistema de información fluido y muy avanzado
técnicamente. Sin embargo, los avances en los procedimientos
informáticos de gestión hacen que en los últimos años esta modalidad
esté experimentando un gran crecimiento como sistema de
contratación de plazas hoteleras por parte de los touroperadores.
3
1.4. Marco normativo del sector hotelero gallego
1.4.1. Las competencias normativas en materia de ordenación
turística y hotelera
En Galicia, de acuerdo con el Estatuto de Autonomía, la normativa
sobre ordenación y promoción del turismo es competencia exclusiva de
la comunidad autónoma. En consecuencia, la Xunta de Galicia es
responsable del establecimiento y del desarrollo de las medidas
regulatorias y de las políticas públicas en materia de turismo.
El sector hotelero es una parte fundamental de la industria turística,
formando parte indispensable de la cadena de producción y
distribución de productos turísticos como proveedor de servicios
turísticos
básicos
(alojamiento
de
personas
y
servicios
complementarios). La normativa sobre el sector hotelero, como parte
integrante de la industria turística es competencia exclusiva de la Xunta
de Galicia. En este sentido, la Comunidad Autónoma de Galicia cuenta
con legislación específica orientada a regular la oferta turística en
territorio gallego y, en particular, a establecer un marco regulatorio para
la actuación de la industria hotelera.7
Con el fin de desarrollar esas competencias regulatorias en materia de
turismo en general y hotelera en particular, la normativa autonómica
cuenta con numerosas referencias legislativas de ordenación del sector
turístico y del sector hotelero8.
Las normas autonómicas sobre turismo y establecimientos hoteleros
abordan un amplio espectro de cuestiones referentes al sector. Éstas
van desde el ordenamiento general hasta cuestiones específicas de
determinados tipos de alojamiento, profesiones vinculadas al turismo,
empresas de distribución de servicios turísticos, fijación y publicidad de
precios en establecimientos turísticos, inspección turística, organismos
de gestión y promoción en materia turística, etc.
Dentro del amplio conjunto de normas actualmente en vigor, es posible
seleccionar dos que revisten especial interés para el análisis de la
El Estatuto de Autonomía de Galicia, en su Título segundo, Capítulo I, artículo 27.21
atribuye a la Comunidad Autónoma de Galicia la competencia exclusiva en materia de
promoción y ordenación del turismo en su ámbito territorial y, por lo tanto, la potestad de
regular en dicho ámbito el sector turístico.
8
En el Anexo legislativo incluido en el presente estudio se recogen esas referencias,
entre las que se incluyen aquellas que están todavía en fase de borrador o anteproyecto.
'
3'
normativa turística en Galicia desde el punto de vista de la
competencia:
J Ley 9/1997, de 21 de agosto, de Ordenación y Promoción del
Turismo en Galicia, modificada por la Ley 10/2004, de 2 de
noviembre, que es la referencia básica en materia de turismo en
dicha Comunidad Autónoma.
J Decreto 267/1999, de 30 de septiembre, por el que se establece
la ordenación de los establecimientos hoteleros.
En todo caso, conviene tener presente que las empresas de la
industria turística están sujetas en materia de competencia a la
normativa europea y española y, en particular, a la Ley 15/2007, de 3
de julio, de Defensa de la Competencia. A este respecto cabe señalar
que, dado el alcance del presente estudio, se analiza en qué medida la
normativa autonómica gallega sobre turismo tiene implicaciones
relevantes para el sector hotelero desde la perspectiva de defensa de
la competencia.
Con anterioridad a la aprobación de la Ley 9/1997 y en el ejercicio de
la competencia exclusiva en este ámbito, se aprobaron diferentes
disposiciones que regulaban aspectos específicos de la actividad
turística como son los casos, entre otros, de la ordenación de los
establecimientos de turismo rural y de los campamentos públicos de
turismo, el ejercicio de las actividades propias de las agencias de
viajes, el procedimiento de comunicación de precios de los
establecimientos turísticos, el régimen de inspecciones y sanciones, el
establecimiento de medidas de apoyo a la mejora de la infraestructura
hotelera, los registros de empresas y actividades turísticas de Galicia y
la creación de órganos específicos para la promoción del turismo en la
comunidad gallega.
La Ley 9/1997, de acuerdo con lo establecido en su apartado I,
pretende ser una
“(…) ley de ordenación del turismo que lo regularice unitaria y
sistemáticamente, garantizando el crecimiento equilibrado de la oferta
turística y el adecuado desarrollo de la actividad de las empresas,
favoreciendo su modernización, mejora de la calidad y competitividad”.
El apartado II de la precitada Ley señala que:
3@
“Con esta ley se dota a Galicia de una normativa turística general que
fije el marco legal adecuado para el desarrollo del sector, ajustado a
las peculiaridades del turismo de esta Comunidad Autónoma (…)”.
Del análisis de los fines de la Ley se extraen algunos de los elementos
más relevantes desde la perspectiva de la competencia. Los fines
concretos, que no experimentan modificación alguna en la Ley
10/2004, son los siguientes:
1. Establecer los instrumentos de ordenación y promoción del sector
turístico y sus directrices, definir los recursos turísticos y su relación
con la ordenación del territorio y aglutinar los esfuerzos de promoción
realizados desde las distintas administraciones públicas y otras
entidades para conseguir un turismo adecuado a la diversidad de
oferta turística que ofrece Galicia.
2. Ofrecer un marco legal operativo y suficiente a las empresas y a los
sujetos turísticos para garantizarles su crecimiento equilibrado y la
elevación de sus niveles de calidad, que estimule su competitividad y
evite las actividades turísticas clandestinas y la competencia desleal.
3. Garantizar el aprovechamiento racional de los recursos turísticos y
procurar su relación armónica con otros sectores productivos,
potenciando su conservación y mantenimiento y velando para que en
todo momento la actividad turística respete, preserve y proteja la
riqueza cultural y su patrimonio histórico-artístico, el medio ambiente y
la forma de vida de la población de Galicia.
4. Establecer la clasificación, los requisitos y las condiciones mínimas
de funcionamiento de las empresas turísticas, adecuadas a las
exigencias actuales de calidad de la oferta.
5. Fijar las competencias de la Administración turística.
6. Proteger y defender los derechos de los consumidores y usuarios
turísticos.
Una vez establecidos los fines, una de las cuestiones a evaluar es la
medida en la que los fines señalados pueden repercutir sobre el
mercado hotelero generando situaciones susceptibles de ser vigiladas
desde el punto de vista de la defensa de la competencia. Desde esta
perspectiva, cabe destacar los siguientes aspectos de la normativa:
38
•
Exigencias de la regulación en materia turística referidas al respeto
al patrimonio cultural, histórico y artístico, y el respeto al medio
ambiente que supone para las empresas turísticas y, en particular,
para los establecimientos hoteleros y extrahoteleros, el
cumplimiento de una serie de requisitos administrativos y en
materia urbanística9.
•
Procedimientos de vigilancia e inspección de la calidad de los
establecimientos turísticos, y exigencias de la normativa hotelera
en materia de calidad y requisitos de construcción y equipamiento
de las infraestructuras hoteleras. Algunas de estas exigencias
pueden erigirse en una barrera a la entrada de carácter económico,
al suponer unos requisitos de inversión elevados para la puesta en
marcha del negocio. Estos requisitos de inversión se suman a los
derivados del primer punto, ya que el respeto al patrimonio cultural
y ambiental supone unas inversiones en materia de adaptación de
los establecimientos que en algunos casos puede ser relativamente
importante.
•
Necesidad de evitar las actividades turísticas clandestinas y la
competencia desleal en el sector, aspectos a considerar desde la
perspectiva de la defensa de la competencia y que se desarrollan
en la citada ley mediante la prohibición del intrusismo profesional y
estableciendo un régimen de sanciones que se modifica con la
entrada en vigor de la Ley 10/2004, que considera como infracción
administrativa de carácter grave la prestación de servicios turísticos
careciendo de autorización o licencia.
•
Ayudas públicas y subvenciones al sector, elemento este vinculado
a la promoción del turismo que se reconoce como uno de los fines
de la Ley 9/1997 y cuyos fundamentos básicos se desarrollan en el
artículo 74 de la mencionada Ley.
1.4.2. La ordenación del sector hotelero en Galicia
Con un esquema similar al planteado al abordar la ordenación del
sector turístico en general, cabe sistematizar los fines de la normativa
más específica sobre establecimientos hoteleros y sus principales
implicaciones desde el punto de vista de la competencia.
9
En algún caso se ha considerado que este tipo de requisitos puede suponer barreras
normativas a la entrada en el sector.
42
Las competencias normativas para la ordenación del sector hotelero en
Galicia corresponden a la Comunidad Autónoma. La regulación básica
sobre este sector está contenida en el Decreto 267/1999, de 30 de
septiembre, por el que se establece la ordenación de los
establecimientos hoteleros, como desarrollo reglamentario del título IV
de la Ley 9/1997, de Ordenación y Promoción del Turismo en Galicia.
En la exposición de motivos del citado Decreto se exponen los
fundamentos básicos de la normativa reguladora de los
establecimientos hoteleros en Galicia, que se resume en los puntos
básicos que se mencionan a continuación:
1. Cualquier política turística que tenga como meta la modernización
de las infraestructuras y los servicios debe apoyarse en la industria
hotelera como protagonista principal y factor clave.
2. La oferta de alojamiento y, singularmente, los establecimientos
hoteleros, son los principales beneficiarios de los esfuerzos de todos
los agentes públicos y privados en la configuración de productos
diversificados en un espacio turístico atractivo y dinamizador del
desarrollo económico. Resulta entonces imprescindible la articulación
de unas reglas de juego claras para el sector y además,
especialmente, para el turista como consumidor final que actúa en un
ambiente ajeno y poco conocido, lo que le hace merecedor de una
tutela singular en la defensa de sus derechos.
3. Toda reglamentación sobre el sector hotelero debe procurar que se
asienten las bases de una seguridad, claridad y garantías mínimas en
relación con las infraestructuras, instalaciones y dotaciones que se
ofrecen al cliente y que supongan para los operadores e intermediarios
turísticos una garantía de calidad y de un alto nivel de satisfacción. Sin
embargo, todo ello debe perseguirse sin incurrir en proteccionismos
estériles o contraproducentes, dejando todo el margen posible a la
creatividad y a la capacidad de actuación de las empresas en un
mercado competitivo.
4. La autonomía normativa de la que dispone la Comunidad Autónoma
en materia de establecimientos hoteleros debe servir además para
poner en valor las particularidades de Galicia y para plantear una oferta
con sello e identidad propia en un mercado de enorme competencia
nacional e internacional como es el mercado turístico. Todo ello,
lógicamente, debe llevarse a cabo sin distanciarse en el ámbito
normativo de las regulaciones europea y española sobre la industria
turística, en general, y sobre el sector hotelero, en particular.
4
Con las finalidades que se acaban de exponer, el Decreto 267/1999
pretende ser un instrumento más orientado a mejorar la competitividad
del sector hotelero gallego basándose en las siguientes coordenadas,
establecidas en el propio Decreto:
“(…) se establece una definición y clasificación sencilla y diáfana (de
los establecimientos hoteleros) (…); se regulan los distintivos y la
publicidad en las coordenadas tradicionales con la finalidad de evitar
confusiones u oscuridades; se simplifica el procedimiento de apertura
(…); se recogen unos requisitos comunes a todos los establecimientos
o como exigencias mínimas irrenunciables, así como aquellas
condiciones indispensables para la obtención de cada una de las
categorías según criterios adaptados a la realidad actual en cuanto a
los servicios, infraestructuras y dotaciones; finalmente, las distintas
especialidades responden a la importancia de estructurar una oferta
plural que tenga en cuenta las especificidades que en cada caso
puedan existir y que son de interés para una demanda cada vez más
segmentada”.
Desde el punto de vista de la competencia interesa resaltar
fundamentalmente que el Decreto 267/1999 pretende establecer una
serie de condiciones mínimas para que los establecimientos hoteleros
puedan prestar servicios de alojamiento y servicios turísticos
complementarios en Galicia con la finalidad de garantizar que la oferta
hotelera tenga la mayor calidad posible en un entorno de elevada
competitividad nacional e internacional.
Esas condiciones mínimas se refieren a la infraestructura hotelera y a
la dotación de servicios de los establecimientos requeridos para
acceder a la categoría correspondiente graduada de una a cinco
estrellas. Por otro lado, esas condiciones de infraestructura y de
servicios se establecen también para la especialización hotelera, ya
que la normativa permite la catalogación de los hoteles en función de
su especialidad, aspecto muy relevante en la atención a segmentos
específicos de la demanda del mercado turístico. Es decir, la normativa
establece requisitos concretos para la catalogación como hoteles de
playa, hoteles de montaña, hoteles de ciudad, hoteles monumentos,
etc.
Todo ello supone que las empresas que quieran operar en el mercado
hotelero en Galicia deben cumplir una serie de condiciones
indispensables para obtener las licencias oportunas y para poder
acceder a las diferentes categorías y tipología de hoteles establecidas
4
en la normativa. Lógicamente, el cumplimiento de dichas condiciones
conlleva, en muchos casos, un desembolso en concepto de inversión
inicial que es, sin duda, mayor del que sería necesario si no existiese
ningún tipo de restricción para operar en el negocio hotelero.
Todo este conjunto de restricciones se plasman en las normas para la
instalación y apertura (capítulo III del Decreto), en los requisitos
técnicos de los hoteles (contenidos en el capítulo V del Decreto) y en
los requisitos exigibles a las distintas especialidades de los
establecimientos hoteleros (capítulo VIII). En este sentido, el análisis
de la normativa permite concluir que se trata de requisitos
administrativos y técnicos absolutamente lógicos y normales para que
un establecimiento hotelero pueda prestar sus servicios a los
consumidores con las garantías de calidad que requiere un mercado
turístico desarrollado.
43
CAPÍTULO 2. MERCADO HOTELERO GALLEGO: DEMANDA Y
OFERTA
2.1. La demanda turística y hotelera en Galicia
El análisis llevado a cabo en el primer capítulo de este estudio ha
permitido poner de manifiesto la estrecha interdependencia entre las
industrias turística y hotelera, de tal modo que resulta incuestionable
que la evolución de la demanda en el sector turístico actúa como un
condicionante fundamental del comportamiento de la demanda en el
mercado hotelero.
En este sentido, buena parte de los estudios realizados para el ámbito
gallego subrayan las potencialidades que presenta el sector turístico,
en especial en lo que respecta a la diversificación del producto
turístico, más allá de la oferta tradicional de sol y playa, hacia el
aprovechamiento de los recursos naturales, históricos y culturales
(Rodríguez, 2006). De ahí la insistencia en la necesidad de una
redefinición de la estrategia colectiva de Galicia que repercuta en los
comportamientos empresariales y que le permita el aprovechamiento
de las ventajas competitivas (Plan estratégico de Galicia 2000-2006).
Del seguimiento de las cifras de demanda, aproximada mediante el
número de viajeros (Gráfico 2.1), se desprende que ésta ha
experimentado un moderado crecimiento bastante estable con un salto
cualitativo a finales de los noventa, pero estructuralmente inferior a la
media española si se consideran períodos amplios. No obstante, en los
últimos diez años, el número de viajeros ha registrado un incremento
próximo al 75%. En este terreno, el impulso de acontecimientos como
los Años Santos parece haber sido decisivo, hasta el punto de que el
período inmediatamente posterior a éstos siempre va asociado a
importantes caídas de la demanda.
44
GRÁFICO 2.1: EVOLUCIÓN ANUAL DE LA CIFRA DE VIAJEROS EN GALICIA EN
EL PERÍODO 1996-2006 (DATOS ABSOLUTOS).
4000000
3500000
3000000
2500000
2000000
1500000
1000000
500000
0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
Respecto a la cifra de pernoctas, la evolución ha sido paralela a la de
viajeros (Gráficos 2.2 y 2.3); sin embargo, revela una cierta debilidad
en las estancias medias. Prueba de ello es que la permanencia o
duración de la visita en el caso del turismo gallego es de las más
cortas del turismo peninsular.
4<
GRÁFICO 2.2: EVOLUCIÓN ANUAL DE LA CIFRA DE
EN EL PERÍODO 1996-2006 (DATOS ABSOLUTOS).
PERNOCTAS EN GALICIA
9000000
8000000
7000000
6000000
5000000
4000000
3000000
2000000
1000000
0
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
GRÁFICO 2.3: VARIACIÓN ANUAL DE LA CIFRA DE VIAJEROS Y PERNOCTAS
EN EL PERÍODO 1996-2006 (%).
Variación de viajeros y pernoctas
60
50
40
30
variación viajeros
20
Variación pernoctas
10
0
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
-10
-20
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
A escala provincial, a lo largo del período 1999-2007 (Gráfico 2.4), se
observa la existencia de dos trayectorias claramente diferenciadas. A
Coruña y Pontevedra registran importantes volúmenes de
4
pernoctaciones, hasta suponer el 85% del total. Adicionalmente ambas
provincias, pero en especial Pontevedra, presentan una elevada
variabilidad estacional. A título de ejemplo, las pernoctas mensuales
variaron entre cifras cercanas a las 700.000 en temporada alta y las
100.000 en temporada baja.
Las características de la oferta turística de Pontevedra, más centrada
en productos estacionales (sol y playa) que A Coruña, puede explicar
este peculiar comportamiento. Para el caso de A Coruña, la oferta de
turismo cultural que supone Santiago estabilizaría la demanda
reduciendo la estacionalidad. En lo que respecta a la evolución de las
cifras, tal y como puede observarse por los resultados del suavizado
por media móvil, la trayectoria de las dos provincias es totalmente
convergente, hasta el punto de que podrían ser consideradas como un
destino conjunto que aglutina la práctica totalidad de la demanda
gallega. Por el contrario, las provincias de Lugo y Ourense, muestran
muy bajos niveles de demanda y trayectorias ligeramente ascendentes.
GRÁFICO 2.4: EVOLUCIÓN MENSUAL DE LA CIFRA DE PERNOCTAS EN
GALICIA POR PROVINCIA EN EL PERÍODO 1999-2007 (DATOS ABSOLUTOS Y
MEDIAS MÓVILES).
Evolución de pernoctas por provincia
800.000
700.000
600.000
500.000
A Coruña
Lugo
400.000
Ourense
Pontevedra
300.000
200.000
100.000
2007M07
2007M01
2006M01
2006M07
2005M01
2005M07
2004M01
2004M07
2003M07
2002M07
2003M01
2001M07
2002M01
2001M01
2000M01
2000M07
1999M01
1999M07
0
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE (Instituto Nacional de Estadística),
Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH).
4'
Un rasgo característico del turismo gallego es que la duración de las
estancias medias se sitúa en torno a la mitad de los datos referidos al
conjunto nacional (Gráfico 2.5), si bien este resultado no es
homogéneo ni por establecimientos ni por provincias. La estancia
media es más prolongada en establecimientos más baratos y de baja
calidad, básicamente por el turismo regional interno, y también en
ofertas de turismo con sol y playa como la de la provincia de
Pontevedra.
GRÁFICO 2.5: EVOLUCIÓN MENSUAL
EL PERÍODO 1994-2003 (DÍAS).
DE LA ESTANCIA MEDIA EN GALICIA EN
2,5
2
1,5
1
0,5
2003/ 9
2003/ 3
2002/ 4
2002/ 10
2001/ 11
2001/ 5
2000/ 12
2000
2000/6
1999/ 7
1999/ 1
1998/ 8
1997/ 9
1998/ 2
1997/ 3
1996/ 10
1996/ 4
1995/5
1995/ 11
1994/12
1994/6
1994
0
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
La composición de la demanda pone de relieve otra de las debilidades
del sector. Ésta es mayoritariamente nacional e incluso existe un
importante componente de turismo interno, hasta el punto de que el de
origen extranjero no ha superado en ningún caso el 20% de los
visitantes. Este dato, teniendo en cuenta la elevada presencia de
turismo internacional para el conjunto de España, evidencia, por un
lado, la escasa capacidad de atracción fuera de un turismo tradicional
interno y, por otro, la falta de comercialización del producto turístico
gallego por parte de los touroperadores (Gráfico 2.6).
4@
GRÁFICO 2.6: PROCEDENCIA DE LOS VISITANTES EN GALICIA EN EL PERÍODO
1998-2006 (% ANUAL).
100%
80%
60%
Extranjeros
Resto España
40%
Gallegos
20%
0%
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
Al desagregar las procedencias, se observa que la mayor parte de las
pernoctaciones de nacionales corresponden al turismo regional interno,
a las regiones directamente limítrofes y al turismo procedente de
Cataluña y Madrid10. En lo que se refiere al turismo extranjero, el
mayor volumen de pernoctaciones procede de Portugal, con lo que la
proximidad constituye uno de los factores determinantes (Gráfico 2.7).
10
La causalidad de este claro predominio está ligada al carácter emisor de turismo
nacional de ambas regiones y, muy probablemente, a la presencia de una importante
colonia gallega.
48
GRÁFICO 2.7: DISTRIBUCIÓN DE LA PROCEDENCIA DE LOS VISITANTES EN
GALICIA EN EL PERÍODO 2004-2006 (DATOS ABSOLUTOS).
2.500.000
visitantes
2.000.000
1.500.000
2004
2005
1.000.000
2006
500.000
Pr
in
ci
pa
do
de
G
al
ici
a
As
tu
ri a
C
s
as
til
la
-L
eó
C
n
om
C
un
at
id
al
ad
uñ
a
e
de
M
R
ad
es
rid
to
de
Es
pa
ña
Ex
tra
nj
er
o
Po
rt u
ga
l
Re
st
o
U
R
.E
es
.
to
pa
ís
es
0
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
En conjunto, se puede concluir que la demanda turística es
primordialmente desintermediada11, en algunos casos “informal”12 y
nacional. De igual manera, la evolución de las cifras de demanda, con
un lento crecimiento global de las cifras de entradas y pernoctaciones,
así como la elevada dependencia del turismo nacional
y de
acontecimientos religioso-culturales periódicos permite calificar a
Galicia como destino maduro. Sin embargo, también cabe afirmar que
existe un importante potencial sin explotar.
2.2. Oferta de servicios hoteleros en Galicia
En lo que respecta a la oferta, el análisis del total de plazas disponibles
sitúa a Galicia por debajo de la media española en términos de plazas
por habitante. Concretamente supone algo menos de un 5% del total,
11
En este sentido, la introducción de las nuevas tecnologías de la información y
comunicación puede beneficiar a este tipo de oferta.
12
Formas de turismo que canalizan su demanda al margen del sector hotelero, en
alquiler de viviendas teóricamente vacías, etc.
<2
lo que colocaría a Galicia en el séptimo lugar en el conjunto de las
regiones españolas. A finales del 2006 la oferta de plazas hoteleras se
situaba en 47.000; a éstas habría que agregar las 20.000 plazas que
son ofrecidas por pensiones u hostales, unas 6.200 plazas en turismo
rural y en torno a 3.000 en régimen de apartamentos (Gráfico 2.8).
A nivel agregado la oferta supera la demanda, dado que con relación a
la entradas de visitantes y las pernoctaciones existe una infrautilización
de dicha oferta en términos relativos, tal y como se comprobará al
analizar las tasas de ocupación.
GRÁFICO 2.8: OFERTA TOTAL DE PLAZAS HOTELERAS POR
ESTABLECIMIENTO EN GALICIA EN 2006 (DATOS ABSOLUTOS).
TIPO DE
50000
45000
40000
35000
30000
25000
20000
15000
10000
5000
0
Hoteles
Pensiones
C. Rurales
Apartamentos
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
Sobre el conjunto nacional es evidente el enorme peso de las regiones
tradicionalmente turísticas o que responden mayoritariamente al
característico estereotipo de turismo “de sol y playa” (Gráfico 2.9). Esta
concentración de la actividad es incluso notablemente superior a la de
la oferta hotelera medida en términos de plazas, dada la divergencia en
los niveles de ocupación.
<
GRÁFICO 2.9: DISTRIBUCIÓN REGIONAL DE LA OFERTA HOTELERA EN
ESPAÑA EN 2005 (% PLAZAS).
Ceuta y Melilla
Rioja
Navarra
Murcia
Cantabria
Extremadura
Pais Vasco
Asturias
Castilla La Mancha
Aragón
Castilla-León
Galicia
Madrid
Valencia
Canarias
Baleares
Andalucía
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Cataluña
% Plazas
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Encuesta de Ocupación Hotelera 2005
(INE)
Desde una perspectiva dinámica, la oferta ha experimentado en Galicia
un importante y sostenido crecimiento en los últimos diez años, hasta
el punto de duplicar el número de plazas (Gráfico 2.10). El incremento
en la demanda al que se ha aludido en el epígrafe anterior, sometido a
una cierta oscilación e impulsado por el encadenamiento de
acontecimientos como los “Años Jacobeos”, ha sido paralelo, aunque
algo superior al aumento de la oferta (Gráfico 2.11).
<
GRÁFICO 2.10: EVOLUCIÓN ESTACIONAL13 DE LA OFERTA
HOTELERAS EN GALICIA EN EL PERÍODO 1994-2003 (DATOS
MENSUALES Y MEDIAS MÓVILES ANUALES).
DE PLAZAS
ABSOLUTOS
45.000
40.000
nº de plazas
35.000
30.000
25.000
20.000
15.000
10.000
5.000
19
94
19
94
/
19 8
95
19 /3
95
/1
19 1
96
19 / 6
97
/
19 1
97
/
19 9
98
19 / 4
98
/1
19 2
99
/
20 7
00
20 / 2
00
/1
20 0
01
/5
20
0
20 2
02
/
20 8
03
20 / 3
03
/1
1
0
GRÁFICO 2.11: VARIACIONES DE LA DEMANDA Y OFERTA HOTELERA EN EL
PERÍODO 1996-2006 (1996=100).
250
200
150
Pernoctas
Oferta
100
50
0
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
13
La oscilación estacional está ligada a que una parte importante de la actividad del
sector es sólo oferta en temporada alta.
<3
Si se efectúa un desglose de las cifras a escala provincial, afloran una
serie de particularidades (Gráfico 2.12). En primer lugar, se refleja de
nuevo la divergencia en las trayectorias de las provincias costeras e
interiores de Galicia. Tanto Lugo como Ourense presentan leves
incrementos en la oferta hotelera total, al mismo tiempo que una
escasa variabilidad estacional. Frente a éstas, las provincias de A
Coruña y Pontevedra experimentan un significativo aumento de la
oferta total y también una elevada oscilación estacional en la misma,
especialmente evidente en el caso de Pontevedra.
GRÁFICO 2.12: EVOLUCIÓN DE LA OFERTA DE PLAZAS HOTELERAS A
ESCALA PROVINCIAL EN GALICIA EN EL PERÍODO 2001-2007 (DATOS
ABSOLUTOS MENSUALES Y MEDIA MÓVIL ANUAL).
Evolución de la oferta de plazas a escala provincial
35.000
30.000
25.000
20.000
15.000
A Coruña
Lugo
Ourense
Pontevedra
10.000
5.000
20
01
20 M0
01 1
M
20 06
01
M
20 11
02
M
20 04
02
M
20 09
03
20 M0
03 2
M
20 07
03
M
20 12
04
M
20 05
04
M
20 10
05
20 M0
05 3
20 M08
06
20 M01
06
20 M06
06
20 M11
07
20 M0
07 4
M
09
0
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
Estos rasgos son una respuesta lógica a las características de la
demanda hotelera para cada una de las zonas turísticas que se
pueden delimitar en Galicia.14 La ausencia de núcleos relevantes en las
provincias de Lugo y Ourense, salvo la excepción del núcleo
emergente de A Mariña, da lugar a la carencia de una oferta pujante en
el sector. No obstante, cabe señalar que en ambos casos el
crecimiento de la actividad ha ido asociado al incremento de la oferta
parahotelera, muy significativo en el ámbito del turismo rural.
14
Véase al respecto la delimitación realizada en el tercer capítulo del presente estudio a
efectos de definir el mercado geográfico relevante.
<4
Las provincias de A Coruña y Pontevedra, en cambio, con mayores
aumentos de la demanda asociados a los principales núcleos turísticos
(Rías Baixas, Santiago y Rías Altas), muestran una trayectoria
ascendente. Respecto a este último rasgo, el carácter
predominantemente estival de la oferta hotelera de las Rías Baixas
explica la fuerte oscilación de la oferta. Esta estacionalidad va ligada
en buena parte de los casos a la existencia de pequeños
establecimientos de categorías de una y dos estrellas que se
incorporan al mercado exclusivamente en temporada alta.
Aunque durante el último período se ha producido una mejoría en los
niveles medios de las tasas de ocupación hasta situarse en cifras
cercanas al 40%, éstas se encuentran muy por debajo de la media
española (hasta 15 puntos) (Gráfico 2.13). La explicación de este dato
se encuentra en una considerable oscilación estacional, con una
demanda fuertemente concentrada en el período estival. En este
mismo sentido, el acontecimiento cultural más relevante, el “Año
Jacobeo” supone aproximar los niveles de ocupación a las medias
nacionales.
GRÁFICO 2.13: TASAS MEDIAS DE OCUPACIÓN HOTELERA EN ESPAÑA A
ESCALA REGIONAL EN 2006 (%).
Ocupación
80
70
60
50
40
30
20
M edia Es paña
C euta y M elilla
R ioja
N av arra
M urc ia
C antabria
Ex trem adur a
Pais Vas c o
As turias
C as tilla La M anc ha
Aragón
G alic ia
C as tilla-León
M adrid
Valenc ia
C anarias
C ataluña
Andaluc ía
0
Baleares
10
Fuente: Elaboración propia a partir de Encuesta de Ocupación Hotelera 2006
(INE).
<<
Las características de la oferta y demanda hotelera previamente
comentadas explican la evolución temporal de las tasas de ocupación
(Gráficos 2.14 y 2.15). En conjunto vuelve a observarse tanto la
existencia de dos trayectorias claramente diferenciadas como la
persistencia de bajas tasas de ocupación, que sólo para las dos
provincias que concentran un mayor volumen de actividad alcanza el
40%. Es reseñable igualmente que los máximos estacionales se
mueven en cifras próximas al 70% para los casos de A Coruña y
Pontevedra y al 50% para las provincias interiores. A su vez, las
temporadas bajas se mueven en cifras que van desde el 15% en Lugo
y Ourense hasta el 20% y 30% de A Coruña y Pontevedra,
respectivamente.
GRÁFICO 2.14: EVOLUCIÓN DE LAS TASAS MEDIAS MENSUALES DE
OCUPACIÓN HOTELERA EN GALICIA EN EL PERÍODO 1994-2003 (VALORES
ABSOLUTOS Y MEDIA MÓVIL ANUAL).
80
70
60
40
30
20
10
2003/ 10
2003/ 3
2002/ 9
2002/ 2
2001/ 8
2001/ 1
2000/7
2000
1999/6
1998/5
1998/ 12
1997/ 11
1997/ 4
1996/ 3
1996/ 10
1995/9
1995/2
1994/8
0
1994/ 1
%
50
<
GRÁFICO 2.15: EVOLUCIÓN
DE LAS TASAS MENSUALES DE OCUPACIÓN
HOTELERA A ESCALA PROVINCIAL EN GALICIA EN EL PERÍODO 1999-2007
(PORCENTAJES MENSUALES Y MEDIAS MÓVILES ANUALES).
Evolución de las tasas de ocupación a escala provincial
80
70
60
%
50
A Coruña
Lugo
40
Ourense
Pontevedra
30
20
10
2007M07
2007M01
2006M07
2006M01
2005M07
2005M01
2004M07
2004M01
2003M07
2003M01
2002M07
2002M01
2001M07
2001M01
2000M07
2000M01
1999M07
1999M01
0
Fuente: Elaboración propia a partir Encuesta de Ocupación Hotelera (IGE).
Una primera lectura de estos datos permitiría afirmar que, en términos
relativos respecto al resto de las áreas turísticas españolas, en Galicia
existe una cierta sobreoferta. No obstante, es preciso tener en cuenta
que los elevados niveles de actividad del sector turístico que registra el
mercado español resaltan especialmente (en términos comparativos) la
infrautilización de la capacidad del sector hotelero gallego. Por otro
lado, la interacción entre actividad hotelera y turística obliga a matizar
esta afirmación. La demanda hotelera es claramente dependiente de la
turística pero, igualmente, la demanda de un determinado núcleo
turístico está también claramente ligada a la oferta hotelera en el
mismo.
2.2.1. Características de la oferta hotelera
El análisis de las características de los establecimientos hoteleros
gallegos pone de manifiesto una calidad inferior a la media nacional
observable en las calificaciones de los hoteles, donde existe un claro
predominio de los de una y dos estrellas (Gráfico 2.16).
<'
GRÁFICO 2.16: ESTABLECIMIENTOS
CATEGORÍA Y PROVINCIA EN 2007.
HOTELEROS
EN
GALICIA
POR
nº establecimientos
160
140
A Coruña
120
Lugo
100
Ourense
Pontevedra
80
60
40
20
0
5
4
3
2
1
Estrellas
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
En términos de plazas hoteleras, este claro predominio de los
establecimientos de baja calidad y precio se ve paliado por la mayor
dimensión de los hoteles de alta calidad. Así, los hoteles de cuatro y
cinco estrellas, pese a constituir un 10% del total de establecimientos,
suponen un 28% de la oferta de plazas (Gráfico 2.17).
Este mismo tipo de análisis trasladado a escala provincial revela las
diferencias en la oferta hotelera de las distintas provincias. La oferta de
menor calidad, medida a través de las plazas, se concentra claramente
en las provincias de Lugo y Ourense, con una patente mayoría de
hoteles de una y dos estrellas, frente al predominio de hoteles de tres a
cinco estrellas en A Coruña y Pontevedra (Gráfico 2.18).
<@
GRÁFICO 2.17: ESTRUCTURA
DE LA OFERTA HOTELERA EN GALICIA POR
ESTABLECIMIENTOS Y PLAZAS. (INTERIOR: ESTABLECIMIENTOS; EXTERIOR:
PLAZAS)
1
23%
5
4%
41%
Estrellas
4
24%
1%9%
5
4
18%
3
2
1
31%
2
25%
3
24%
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
GRÁFICO 2.18: ESTRUCTURA DE LA OFERTA DE PLAZAS HOTELERAS EN
GALICIA POR CATEGORÍAS Y PROVINCIAS.
100%
90%
80%
70%
60%
50%
40%
3
4
30%
5
20%
10%
0%
A Coruña
Lugo
Ourense
Pontevedra
Galicia
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
<8
Si se mide la calidad de la oferta hotelera por el porcentaje de hoteles
de cuatro y cinco estrellas, Galicia se encuentra por debajo de la media
española (10%) (Gráfico 2.19). En este sentido, Galicia es la región
costera que se sitúa a la cola tanto en calidad como en dimensión de
los establecimientos, hasta el punto de que su perfil se ajusta más al
característico de las regiones interiores que no se consideran
fuertemente penetradas por el turismo.
GRÁFICO
2.19:
COMPARATIVA
REGIONAL
DE
LA
OFERTA
DE
ESTABLECIMIENTOS DE ALTA CALIDAD (CUATRO Y CINCO ESTRELLAS) EN
ESPAÑA EN 2006.
40
35
30
%
25
20
15
10
Media España
Ceuta y Melilla
Rioja
Navarra
Murcia
Extremadura
Cantabria
Pais Vasco
Asturias
Castilla La Mancha
Aragón
Castilla-León
Galicia
Madrid
Valencia
Canarias
Cataluña
Andalucía
0
Baleares
5
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Ocupación Hotelera (INE).
Otro de los rasgos más destacables de los establecimientos hoteleros
gallegos es su reducida dimensión. En general se trata de
establecimientos que no superan las 50 habitaciones, lo que sitúa a
Galicia nuevamente a la cola de las regiones españolas (Gráfico 2.20).
Esta insuficiencia en el tamaño conlleva una reducida capacidad para
lograr economías de escala y alcance, es decir, limita las posibilidades
de reducir los costes unitarios en la prestación de servicios y de
proporcionar nuevos paquetes de servicios turísticos más amplios.
2
GRÁFICO 2.20: COMPARATIVA DE LOS TAMAÑOS
ESTABLECIMIENTOS TURÍSTICOS EN ESPAÑA EN 2006.
MEDIOS
DE
LOS
400
350
nº de habitaciones
300
250
200
150
100
Media España
Rioja
Ceuta y Melilla
Navarra
Murcia
Extremadura
Cantabria
Asturias
Pais Vasco
Castilla La Mancha
Aragón
Castilla-León
Galicia
Madrid
Valencia
Canarias
Baleares
Andalucía
0
Cataluña
50
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Ocupación Hotelera (INE)
Este problema también está estrechamente vinculado con la falta de
hoteles de calidades alta y media-alta; de hecho, existe una clara
relación directa entre la categoría de los establecimientos y su
dimensión (Gráfico 2.21).
Estas carencias relativas a categoría y dimensión a las que hemos
aludido pueden explicarse en gran medida por la forma de propiedad
predominante en el entorno gallego y la escasa penetración de las
cadenas hoteleras. En general, en Galicia la oferta se caracteriza por
un elevado número de establecimientos de pequeña dimensión,
gestionados en muchos casos por sus propietarios. Los objetivos de
este tipo de establecimientos se centran más bien en la supervivencia,
(garantizando unas rentabilidades mínimas) que en el crecimiento,
como ponen de manifiesto sus bajos niveles de inversión.
GRÁFICO 2.21: TAMAÑOS MEDIOS
HOTELES GALLEGOS EN 2007.
(Nº
PLAZAS) Y CATEGORÍA DE LOS
250,00
nº de plazas
200,00
150,00
100,00
50,00
0,00
5
4
3
2
1
Total
Estrellas
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
En otro orden de cosas, las cifras de empleo están claramente ligadas
a la evolución y características de la oferta en el sector. Durante el
período 1999-2006 los ocupados en el sector se incrementaron en un
50%, llegando a emplear un volumen próximo a las 10.000 personas
en temporada alta y unas 6.000 en la baja (Gráfico 2.22).
No obstante, hay que distinguir de nuevo trayectorias provinciales.
Aquellas provincias que han incrementado de forma sustancial su
oferta hotelera elevaron paralelamente los niveles de empleo en el
sector. También en este ámbito se distinguen con claridad dos
estrategias (Gráfico 2.23). Por un lado, el sector hotelero de las Rías
Baixas, que concentra la actividad de la provincia de Pontevedra, es
sensiblemente más intensivo en trabajo. La oferta hotelera en este
caso es, sobre todo, de establecimientos de menor dimensión, con
actividad estacional y con reducidas economías de escala, elementos
todos ellos que explican tanto el mayor peso del empleo como su
fuerte oscilación interanual. Por otro lado, en los núcleos turísticos de
Santiago y Rías Altas, las mayores economías de escala y la menor
oscilación estacional se traducen en menores fluctuaciones en el
empleo.
GRÁFICO 2.22: EVOLUCIÓN DE LA CIFRA DE OCUPADOS DEL SECTOR
HOTELERO EN GALICIA (1999-2006).
12.000
nº de emplegados
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
2007M05
2006M12
2006M07
2006M02
2005M09
2005M04
2004M11
2004M06
2004M01
2003M08
2003M03
2002M10
2002M05
2001M12
2001M07
2001M02
2000M04
2000M09
1999M06
1999M11
1999M01
0
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Ocupación Hotelera (INE).
GRÁFICO 2.23: EMPLEO EN EL SECTOR HOTELERO GALLEGO A ESCALA
PROVINCIAL (CIFRAS ABSOLUTAS Y MEDIAS MÓVILES ANUALES).
5.000
4.500
4.000
nº de emplegados
3.500
3.000
A Coruña
Lugo
2.500
Ourense
2.000
Pontevedra
1.500
1.000
500
2007M07
2007M01
2006M07
2006M01
2005M07
2005M01
2004M07
2004M01
2003M07
2003M01
2002M07
2002M01
2001M07
2001M01
2000M07
2000M01
1999M07
1999M01
0
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Ocupación Hotelera (INE).
3
2.2.2. Establecimientos parahoteleros
Los hostales y las pensiones, que se catalogan como establecimientos
parahoteleros, tienen todavía un importante peso (próximo al 25%) en
la oferta total. La menor dimensión de estas actividades conlleva que
en términos de número de establecimientos sean realmente la mayoría
de la empresas constituidas, en especial las pensiones y casas rurales
(Gráfico 2.24). Éstas se acomodan a modelos de gestión familiar
identificados en muchos casos con personas físicas. En cierto sentido,
podría afirmarse que la elevada presencia de estas actividades es un
indicador de la falta de ajuste del modelo turístico regional o de una
necesidad de reestructuración del mismo.
GRÁFICO 2.24: ESTABLECIMIENTOS DE HOSPEDAJE
DEL MODELO DE ACTIVIDAD (AÑO 2007).
EN GALICIA EN FUNCIÓN
450
nº de establecimientos
400
350
300
Hoteles
250
Pensiones
C. Rurales
200
Apartamentos
150
100
50
0
A Coruña
Lugo
Ourense
Pontevedra
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de Actividades Hoteleras.
Lugo y Ourense son las provincias con menor densidad de actividad
turística y, a su vez, son las que presentan un predominio de estas
actividades parahoteleras (Gráfico 2.25). Igualmente, en estas dos
provincias se constata una mayor presencia relativa de las actividades
de turismo rural y agroturismo. Esto último puede atribuirse tanto a una
falta de actividad turística estable como a una opción en la política
turística de promoción de actividades turísticas rurales y agroturismo
4
como una vía de recuperación de entornos en procesos de declive y
vaciamiento económico y demográfico.
GRÁFICO 2.25: DISTRIBUCIÓN DE LA OFERTA DE PLAZAS
ESTABLECIMIENTO ( AÑO 2007).
POR MODELOS DE
100%
90%
80%
70%
Apartamentos
60%
C. Rurales
50%
Pensiones
40%
Hoteles
30%
20%
10%
0%
A Coruña
Lugo Ourense
Pontevedra Galicia
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hotele ras.
En general, en el caso de las pensiones, se trata de establecimientos
de muy reducida dimensión (entre 20 y 25 plazas) y coste, de carácter
familiar y baja calidad en el servicio. En este sentido, existe un claro
predominio de los establecimientos de menor calidad en todas las
provincias (Gráficos 2.26 a 2.28).
<
GRÁFICO 2.26: HOSTALES POR CATEGORÍA Y PROVINCIA (2007).
250
nº de establecimientos
A Coruña
Lugo
200
Ourense
Pontevedra
150
100
50
0
3 estrellas
2 estrellas
1 estrella
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
GRÁFICO 2.27: DISTRIBUCIÓN DE LOS HOSTALES POR CATEGORÍA Y
PROVINCIA EN 2007.
100%
80%
60%
1 estrella
2 estrellas
3 estrellas
40%
20%
0%
A Coruña
Lugo
Ourense Pontevedra
Galicia
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
GRÁFICO 2.28: TAMAÑO MEDIO DE LAS PENSIONES POR CATEGORÍA (2007).
30,00
nº de plazas
25,00
20,00
15,00
10,00
5,00
0,00
3 estrellas
2 estrellas
1 estrella
Total
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
La apuesta por el turismo rural como medio de recuperación de las
zonas interiores de Galicia ha supuesto un notable crecimiento de la
oferta, incluso muy por encima de la demanda actual (Gráficos 2.29 a
2.31). De hecho, es la actividad que presenta las menores tasas de
ocupación y la mayor dependencia estacional. En la mayoría de los
casos se trata de establecimientos de muy reducida dimensión que no
suelen superar las 15 plazas, donde se ha realizado una importante
apuesta por la calidad, tal y como revela el peso de los
establecimientos de tipo A (pazos, castillos, monasterios, etc.).
'
GRÁFICO 2.29: ESTABLECIMIENTOS DE TURISMO RURAL POR CATEGORÍA Y
PROVINCIA EN GALICIA EN 2007.
140
nº de establecimientos
120
100
80
Grupo A
Grupo B
60
Grupo C
40
20
0
A Coruña
Lugo
Ourense
Pontevedra
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
GRÁFICO 2.30: DISTRIBUCIÓN
PROVINCIAL DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE
TURISMO RURAL EN GALICIA EN 2007.
100%
90%
80%
70%
60%
Grupo C
50%
Grupo B
Grupo A
40%
30%
20%
10%
0%
A Coruña
Lugo
Ourense
Pontevedra
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
@
GRÁFICO 2.31: TAMAÑO MEDIO POR CATEGORÍA DE LOS ESTABLECIMIENTOS
RURALES EN GALICIA EN 2007.
18
16
nº de plazas
14
12
10
8
6
4
2
0
Grupo A
Grupo B
Grupo C
Total
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
Finalmente, la oferta de apartamentos hoteleros es muy reducida en
Galicia y, al igual que en los casos anteriores, se trata de
establecimientos de reducida dimensión y, por lo general, de baja
calidad (Gráficos 2.32 a 2.34).
8
GRÁFICO 2.32: ESTABLECIMIENTOS DE APARTAMENTOS POR CATEGORÍA Y
PROVINCIA EN GALICIA EN 2007.
14
nº de establecimientos
12
10
4 llaves
8
3 llaves
2 llaves
6
1 llave
4
2
0
A Coruña
Lugo
Ourense
Pontevedra
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
GRÁFICO 2.33: DISTRIBUCIÓN PROVINCIAL DE LOS ESTABLECIMIENTOS DE
APARTAMENTOS EN GALICIA EN 2007.
100%
90%
80%
70%
1 llave
60%
2 llaves
50%
3 llaves
40%
4 llaves
30%
20%
10%
0%
A Coruña
Lugo
Ourense Pontevedra
Galicia
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
'2
GRÁFICO 2.34: TAMAÑO MEDIO POR CATEGORÍA DE LOS ESTABLECIMIENTOS
DE APARTAMENTOS EN GALICIA EN 2007.
60,00
nº de plazas
50,00
40,00
30,00
20,00
10,00
0,00
3 llaves
2 llaves
1 llave
Fuente: Elaboración propia a partir de Directorio de actividades hoteleras.
2.3. El sector hotelero gallego frente al español
La caracterización de la demanda y oferta en el sector hotelero gallego
puede completarse con la descripción de algunas de las principales
tendencias presentes en el mercado español, que puede servir como
elemento de referencia.
A escala nacional este sector está experimentando transformaciones
significativas en la organización empresarial que todavía se han
introducido muy escasamente en el caso gallego. A modo de ejemplo,
para el conjunto del sector se observa una importante pérdida de
participación de aquellas empresas constituidas como personas físicas
a favor de sociedades de responsabilidad limitada. En 1999 el 48,2%
de los hoteles en España revestían la primera de las formas, mientras
que en 2005, la cifra era de sólo un 38%. Por otra parte, también se ha
registrado una reducción significativa del porcentaje de sociedades
anónimas. Este giro en la composición de la condición jurídica es
resultado de un proceso de concentración en la industria hotelera
española que tiende hacia empresas más grandes, capaces de
alcanzar mayores niveles de competitividad y de negociar productos
turísticos más amplios.
'
Dicho proceso de concentración viene evidenciado no sólo por el
crecimiento de las formas jurídicas de responsabilidad limitada, sino
también por el hecho de que estas nuevas sociedades son ahora
considerablemente mayores. En 1999, sólo el 2% de las sociedades
limitadas y el 12% de las anónimas tenían más de 100 trabajadores,
mientras que en el 2005 estas cifras se sitúan en torno al 4% y 16%
respectivamente.
Esta concentración ha dado lugar a una creciente polarización de la
dimensión de las empresas. En este sentido, las empresas hoteleras
que se organizan como personas físicas se caracterizan por ser
microempresas, en las que más de la mitad se trata de empresas
familiares y no presentan asalariados. Si a éstas se añaden aquellas
que contratan a menos de cinco trabajadores se abarcaría al 97% del
conjunto total. La mayoría de estas empresas subsisten sustentando
sus estrategias en la reducción de costes. En el otro extremo se ha
dado un fuerte desplazamiento hacia las empresas más grandes donde
se dan opciones estratégicas tanto por el lado de los costes como por
el de la calidad.
En resumen, la disminución de las personas físicas junto al aumento
de las sociedades de responsabilidad limitada y el crecimiento en
dimensión de las anónimas ha dado lugar a una mayor concentración
del sector hotelero y a la consiguiente reducción del número de
empresas.
La profundización en este proceso vendrá marcada por la evolución de
la integración de las empresas. En el caso del sector hotelero, tal y
como ha sido mencionado anteriormente, la forma natural de
integración es la incorporación a sistemas de cadena hotelera. A
principios de los noventa en España operaban unas 85 cadenas
hoteleras, que representaban un 18% de los establecimientos y el 34%
de las plazas. Diez años más tarde un 28% de los hoteles está
integrado en estas organizaciones. No obstante, conviene recalcar que
la concentración e internacionalización son considerablemente más
lentos que en el resto de Europa (Moral, 2006).
El análisis de las tendencias de la evolución de la oferta y demanda por
categorías (Gráfico 2.35), permite observar que en el mercado hotelero
español se ha dado un importante crecimiento tanto de oferta como de
demanda en el grupo de alta calidad (cuatro y cinco estrellas). Esta
clase de establecimientos es además el que menor reducción de las
tasas medias de ocupación ha experimentado pese a incrementar en
un 75% su oferta. Los hoteles de calidad intermedia (tres estrellas),
'
presentan una oferta prácticamente estabilizada y comienzan a sufrir
los efectos de una reducción de la demanda en su tasa de ocupación.
Finalmente, los establecimientos de baja calidad (una y dos estrellas
junto con hostales y pensiones) se encuentran en claro declive a
escala nacional y en un patente proceso de reestructuración. En
ambos casos el descenso de la oferta ha ido acompañada de una
mayor caída de la demanda, lo que se traduce en unas cada vez
menores tasas de ocupación (Villacorta, 2006).
GRÁFICO 2.35: TENDENCIAS DEL SECTOR HOTELERO A ESCALA NACIONAL
EN EL PERÍODO 1999-2005.
Hoteles de 4 y 5 estrellas
Hoteles de 4 y 5 estrellas: Tasa de ocupación
70
190
65
170
60
150
oferta de plazas
110
pernoctas
%
55
130
50
45
90
40
70
35
30
50
1999
2000
2001
2002 2003
2004
1999
2005
Hoteles de 3 estrellas
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Hoteles de 3 estrellas: tasa de ocupación
75
190
70
170
65
150
60
130
oferta de plazas
110
pernoctas
% 55
50
45
90
40
70
35
50
30
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
1999
Hoteles de 1 y 2 estrellas
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Hoteles de 1 y 2 estrellas: Tasa de ocupación
60
190
55
170
150
50
130
oferta de plazas
110
pernoctas
90
% 45
40
35
70
30
50
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
1999
2000
2001
2002
2003
2004
'3
2005
Hostales y pensiones
:
Hostales y pensiones: Tasa de ocupación
110
38
105
37
100
36
oferta de plazas
95
pernoctas
% 35
90
34
85
33
32
80
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
1999
2000
2001
2002
2003
2004
Fuente: Elaboración propia a partir de la Encuesta de Ocupación hotelera (INE).
En el total español, las pensiones representan más de la mitad de los
establecimientos hoteleros, aunque sólo aportan un 15% de las plazas.
Por el contrario, los hoteles de categoría superior (cuatro y cinco
estrellas) constituyen el 10% de los establecimientos pero ofrecen un
34% de las plazas. Es decir, la cifras apuntan a una reducción
paulatina de los establecimientos de menor calidad tanto en número
como en plazas.
Consecuentemente, se ha producido un cambio notable en la calidad
de la oferta como respuesta a los cambios en la demanda. En general,
el turismo actualmente presenta un mayor poder adquisitivo y busca
mejores niveles de calidad. Sin embargo, las tendencias recientes
parecen reflejar una leve caída en el gasto medio por turista. Este
fenómeno podría explicarse por una reducción del número medio de
pernoctaciones y por la utilización de alojamientos no reglados
(residencias propias y de amigos). No obstante, el turista que opta por
un alojamiento reglado se caracteriza por exigir mayores niveles de
calidad al conocer las características de los competidores.
El análisis de los datos a escala nacional también evidencia una ligera
tendencia a la reducción de la dimensión de los hoteles,
probablemente asociada a las mejoras en la calidad del servicio. Como
ha sido señalado en su momento, existe una clara relación directa
entre la categoría de los establecimientos y su dimensión. Ahora bien,
en el período más reciente se observa una tendencia a la reducción de
la dimensión en todas las categorías, pero que se vería compensada
con el aumento de los hoteles de más de tres estrellas, que son los de
mayor tamaño.
'4
2005
Este crecimiento de la oferta no ha ido acompañado de un crecimiento
simultáneo de la demanda. Las pernoctaciones no han aumentado al
mismo ritmo y esto se ha reflejado en un cierto deterioro de las tasas
de ocupación hotelera. Esta caída ha sido evidente en los hoteles de
categorías inferiores; de hecho, los hoteles de categoría superior son
los únicos que aumentan sus pernoctaciones. Los hoteles de tres
estrellas son los que sistemáticamente presentan mejores niveles de
ocupación, en tanto que los hoteles de menor categoría han iniciado un
ajuste de la oferta pero a menor ritmo que el descenso de la demanda,
que se encuentra ya en el entorno del 40%. En el extremo inferior,
pese al reajuste de la oferta la tasa de ocupación de hostales y
pensiones ronda el 34%.
Los datos anteriores ponen de manifiesto que el sector hotelero ha
comenzado a enfrentarse a un incipiente problema de sobreoferta
apostando por una mejoría en la calidad de los servicios (Plan Integral
de Calidad del Turismo en España, 2000) y por una contención en los
precios (en 2005 sólo un 27% de los establecimientos a escala
nacional habían aumentado los precios y un 19% habían optado por
reducirlos) en un sector tradicionalmente inflacionista. En esta tesitura,
cualquier planificación del crecimiento de la oferta debe ser más
exhaustiva con el fin de no acentuar el problema de la sobreoferta, en
particular ante un posible agotamiento del modelo de turismo de sol y
playa.
En este sentido, Andalucía, Cataluña, Baleares, Canarias y Valencia
aglutinan más del 70% de las plazas disponibles. Al mismo tiempo
existen diferencias muy acusadas en el tamaño medio de los
establecimientos por comunidades autónomas. Respecto a tasas de
ocupación y dimensión de los establecimientos, el turismo insular es el
mejor posicionado. El resto de las comunidades del litoral mediterráneo
presentan tasas de ocupación inferiores y establecimientos de menor
dimensión. Estos rasgos son particularmente evidentes en el interior y
en el norte de España.
'<
CAPÍTULO 3. ANÁLISIS DE LA COMPETENCIA EN EL MERCADO
HOTELERO GALLEGO
3.1. Mercado relevante
El estudio de la competencia en un sector exige identificar los
mercados relevantes para el mismo, tanto desde el punto de vista
geográfico como del producto. Sólo mediante esta identificación es
posible evaluar si en dicho sector existen o no problemas desde la
perspectiva de la competencia. En el caso de la industria hotelera, para
delimitar los mercados relevantes, se han tomado como referencia las
doctrinas comunitaria y nacional en materia de concentraciones, por
tratarse éstas de operaciones que conllevan el análisis exhaustivo de
un mercado desde el punto de vista de la competencia.
En lo que respecta a la doctrina española sobre el tema se han
consultado los informes del Servicio de Defensa de la Competencia
correspondientes a los expedientes N-100 Sol Meliá/Tryp, N-03003
Iberostar/Turavia Club, N-06052 Iberostar/Cajamadrid/Sa Nostra/Caixa
Galicia/Inhova y N-03070 Barceló Corp/Viajes Barceló. De la doctrina
comunitaria se han tomado como referencia las decisiones de la
Comisión correspondientes a los asuntos núm. IV/M. 126 Accor/Wagon
Lits; IV/M. 1596 Accor/Blackstone/Colony/Vivendi. Estos informes
plantean la segmentación del sector hotelero en razón de las
características diferenciales de la oferta y la atención a demandas
singulares.
3.1.1. Mercado de producto
Tomando en consideración las precisiones efectuadas tanto por la
doctrina comunitaria como nacional anteriormente mencionadas, se
define el mercado de hoteles como aquel que supone la prestación de
servicios de alojamiento en establecimientos hoteleros. En
consonancia con esta caracterización, los parámetros competitivos de
este mercado están determinados por la combinación de precio,
localización y calidad del servicio ofertado por cada hotel que opera en
el mercado.
Además de esta caracterización genérica, caben distintas posibilidades
de definición más estrechas atendiendo a la categoría de los hoteles,
tipo de gestión, tamaño, etc. En particular, dentro del mercado de
'
alojamiento hotelero se puede evaluar la competencia siguiendo dos
aproximaciones diferentes:
1. Segmentación atendiendo al tipo de propiedad, es decir,
considerando por separado los hoteles que forman parte de una
red (cadena) y los independientes.
2. Segmentación del mercado por niveles de precios y/o confort
basándose en la categoría (estrellas) del hotel.
En el asunto Accor-Wagon Lits, la Comisión distingue entre los hoteles
de cadena y los independientes. Basa su razonamiento en que, tanto
por el lado de la oferta como por el de la demanda, se distinguen
características específicas que singularizan a cada uno de estos
grupos. Esta distinción es procedente porque una cadena integrada
puede tener ventajas competitivas (por ejemplo, la posibilidad de
ofrecer descuentos a clientes y proveedores a través de su red y/o
sobre una base nacional) no disponibles para otros tipos de
competidores. Además, en lo que respecta a la demanda,
touroperadores, agencias de viajes y grandes empresas operan
fundamentalmente con hoteles de cadena. Estos clientes de cierto
tamaño hacen sus reservas a partir de contratos preestablecidos
negociando las condiciones de precios, pagos, comisiones y
descuentos.
Por otra parte, las condiciones de la competencia para los hoteles de
cadena y para los hoteles independientes no son las mismas, es decir,
se localizan en mercados distintos. Para las cadenas, el ámbito de
competencia es nacional o incluso internacional, ya que se dirigen a un
segmento de la demanda que abarca este ámbito territorial. Por el
contrario, los hoteles independientes manifiestan una clara
dependencia de la situación de los mercados locales en los que se
fijan, esencialmente, las condiciones de competencia.
El segundo informe (IV/M. 1596 Accor/Blackstone/Colony/Vivendi)
plantea un acercamiento más pormenorizado al problema de la
delimitación del mercado relevante, centrándose en la naturaleza de la
competencia en los mercados locales y la sustituibilidad entre los
productos ofrecidos en los mismos. De acuerdo con este informe,
siguiendo un criterio de competencia más estricto, en un mercado local
no cabe realizar una segmentación en función de la forma de
propiedad, sino en función de las características del servicio y su
precio. Es decir, a escala local, el mercado de producto relevante es el
''
de todos los hoteles (estén o no integrados en cadenas), dado que en
este ámbito los servicios que ofrecen son ampliamente sustitutivos.
En consecuencia, sería preciso establecer una distinción en el propio
seno de los mercados locales en razón de la sustituibilidad de los
productos ofrecidos, expresada ésta por la existencia de rangos de
precios acotados por categoría. En este ámbito, la competencia tiene
lugar entre ciertas categorías de hoteles que buscarían el mismo tipo
de clientes, con lo cual puede afirmarse que, en la medida en que el
mercado se defina a partir de una aproximación basada en la
combinación precio-calidad, los hoteles independientes compiten en
gran medida con las cadenas hoteleras.15
Con arreglo a las anteriores consideraciones, se puede asumir que los
consumidores seleccionan el hotel de entre los que se localizan en la
ciudad en la que van a alojarse y pueden sustituir fácilmente su
elección inicial si las condiciones de precios no fuesen las esperadas.
Consiguientemente, si bien podría resultar relevante aislar las cadenas
hoteleras para medir el poder de mercado de los operadores hoteleros
a nivel nacional, no parece necesario establecer esta restricción en el
ámbito local.
Por último, cabe señalar que también se podría fijar otra delimitación
en función del tamaño del hotel (número de habitaciones), teniendo en
cuenta que la demanda de los touroperadores, agencias de viajes y
grandes empresas puede considerarse separadamente como un
segmento de la demanda distinto de los clientes individuales. En este
sentido, la Comisión establece el umbral de las 40 habitaciones como
mínimo a partir del cual un establecimiento hotelero podría acceder al
mercado de los touroperadores. Con arreglo a este criterio, la
sustituibilidad se encuentra fuertemente determinada por las propias
características del destino turístico y su demanda.
3.1.2. Mercado geográfico
En lo que respecta a la delimitación geográfica del mercado relevante,
el sector hotelero presenta rasgos de carácter tanto nacional como
local. Nacional en la medida en que las condiciones de competencia
son homogéneas a nivel de país y además la estructura de la oferta
puede variar de un mercado nacional a otro. Local en tanto que, tal y
como se ha señalado en el apartado anterior, el primer criterio de
15
En este sentido, cabe poner de manifiesto que la capacidad de sustitución no se da
entre los establecimientos extremos de la clasificación (una y cinco estrellas) sino en los
tramos intermedios
'@
elección de un hotel por parte de un cliente es su localización, de forma
que se establece competencia entre todos los hoteles que configuran
el mercado local (cadenas e independientes). En esta línea, la
delimitación de mercados geográficos locales es útil para medir la
sustituibilidad entre los hoteles desde el punto de vista del consumidor.
Teniendo en cuenta el objeto de análisis del presente estudio, parece
aconsejable efectuar el análisis desde una doble perspectiva: como un
único mercado regional y como diversos mercados locales. Sin
embargo, un análisis de mercado planteado para el total regional o
para cada una de las provincias oculta las realidades diferenciales de
los núcleos de atracción turística. En este sentido, atendiendo a las
particularidades detectadas en el caso gallego, a la hora de proceder a
la delimitación del mercado geográfico relevante en el sector hotelero,
se han considerado como mercados relevantes de carácter local los
núcleos de atracción turística: Santiago, Rias Baixas, Rias Altas y A
Mariña, además de las principales ciudades.
La justificación de considerar a estos núcleos turísticos como otros
tantos mercados relevantes desde el punto de vista geográfico, se
basa en la constatación de que la adopción de una perspectiva
genérica no debe ocultar que Galicia no puede ser configurada como
un único producto turístico, sino que presenta una oferta relativamente
diferenciada en, al menos, los cuatro destinos mencionados y que han
sido delimitados con arreglo a las densidades relativas de actividad
hostelera. Esta precisión resulta de interés entre otras razones porque,
en general, se asume que la elasticidad de demanda de los viajeros
por motivos de ocio es mayor que la de los viajeros por motivos de
negocios.
Simultáneamente, y dado que la elección del consumidor viene en gran
medida determinada por la localización del hotel, las ciudades pueden
ser consideradas como mercados relevantes puesto que los clientes
seleccionan su hotel entre los ubicados en la ciudad donde van a
alojarse. A su vez, en el ámbito de las ciudades se pueden distinguir
dos límites geográficos: un círculo estrecho (hoteles dentro de los
límites de la ciudad) y un perímetro más amplio de hoteles en los
alrededores de las ciudades (“aglomeraciones urbanas”).
Núcleos de atracción turística en Galicia
Tal y como se ha señalado previamente, Galicia no puede ser
configurada como un único producto turístico, sino que presenta una
oferta relativamente diferenciada.
'8
En este sentido, a partir de los datos sobre densidades relativas de
actividad hostelera (medidas a través del pago del IAE)16 se puede
establecer un criterio para delimitar las áreas en las que se concentran
este tipo de actividades (Tabla 3.1 y Gráfico 3.1). La información que
se desprende del cálculo de esta variante de los tradicionales
coeficientes de localización permite constatar una actividad
notablemente concentrada (índice de Gini respecto a la población 0,6)
en cuatro destinos:
• Un primer núcleo de gran dimensión que estaría formado por un
conjunto de municipios costeros del Sur de Galicia o área de las
Rías Baixas. Este grupo de municipios incluye centros tan
relevantes como Sanxenxo, O Grove17 o Baiona e incorpora los
núcleos urbanos de Pontevedra y Vigo. Este conjunto, bajo un
criterio de definición amplio, podría extenderse hacia el norte
hasta Santiago, el principal núcleo interior.
• El núcleo interior que conforma Santiago, está claramente
diferenciado en lo que respecta a oferta y, dada su dimensión,
podría considerarse como el referente más relevante del
conjunto gallego en densidad, calidad de la oferta, penetración
de cadenas etc.
• La costa norte (Rías Altas) constituye un tercer núcleo, aunque
más disperso y con una menor densidad de actividad relativa.
Éste agrupa el conjunto de municipios que van desde A Coruña
hasta Ferrol.
• Un cuarto núcleo relativamente emergente, aunque con una falta
de una oferta hotelera de dimensión relevante va desde
Ortigueira a Ribadeo (A Mariña).
16
Este indicador se elabora a partir de los pagos del Impuesto de Actividades
Económicas realizados por las actividades turísticas. Una concentración mayor de éstos
que la de la población revelaría una mayor densidad de actividad turística. De este modo
este indicador es una variante de los tradicionales coeficientes de localización.
Matemáticamente su cálculo es CLT =
%pago IAE tur
%pob munic.
, donde CLT es el coeficiente de
localización de actividades turísticas. Los datos se extraen del Anuario Comercial de La
Caixa.
17
Ambos casos multiplican por diez la media gallega de actividades de hostelería.
@2
TABLA 3.1: PRINCIPALES MUNICIPIOS POR DENSIDAD DE ACTIVIDAD
TURÍSTICA AÑO 2006
## ,
A2
#
A
48
1
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A
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33
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A
2<
A
'3
A
3
A2
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Anuario Comercial de La Caixa.
Nota: Sólo se han incluido aquellos municipios que presentan un nivel de actividad
turístico, medido a través del pago del IAE, que supera el 75% de la media regional.
@
GRÁFICO 3.1: DENSIDAD DE ACTIVIDAD TURÍSTICA A ESCALA MUNICIPAL
O+
,
O+
,
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Atlas Socioeconómico de Galicia 2006.
Al margen de estos cuatro grandes grupos de municipios habría que
citar, más por actividad relativa que por volumen agregado, una serie
de municipios interiores que o son las propias capitales de provincia
(Lugo y Ourense), o se integran en el Camino de Santiago (Pedrafita,
Portomarín etc.), o presentan actividades emergentes de turismo rural
o paisajístico. Respecto a estos últimos debe tenerse en cuenta que se
trata de áreas en proceso de vaciamiento económico e incluso
demográfico para las que la actividad turística, aunque sea de pequeña
dimensión, constituye un sector de fuerte empuje, de ahí su particular
peso relativo.
Siguiendo el mismo método utilizado para los municipios, es posible
aproximar la actividad total de cada uno de los núcleos mencionados.
@
M
Tal y como ha sido señalado anteriormente, el núcleo de las Rías
Baixas supone un 36% del total de actividades de turismo regional y
éste agregado al de Santiago (que sólo en su municipio ya representa
el 17%) ronda el 55 %. Por su parte, las Rías Altas y A Mariña
concentran entre ambas el 25 % de la actividad, en tanto que los
demás núcleos aislados interiores (Camino de Santiago, Costa da
Morte, centros de turismo rural y paisajístico) constituyen el 24%
restante (Gráfico 3.2).
GRÁFICO 3.2: DISTRIBUCIÓN
(%).
DE LA ACTIVIDAD TURÍSTICA POR NÚCLEOS
24%
36%
A Mariña
3%
Rias Altas
Santiago
Rias Bajas
Resto de Galicia
20%
17%
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Atlas socioeconómico de Galicia 2006
El análisis anterior debe ser matizado teniendo en cuenta algunas
características propias del entorno turístico gallego. La presencia de
actividades informales genera un sesgo en la medición del volumen
total de actividad. Así, por ejemplo, la notable presencia de viviendas
secundarias vacías en los municipios costeros constituye un indicio de
la existencia tanto de un turismo interior como exterior no registrado en
actividades hosteleras y que además es notablemente estable.
La identificación de las características de la oferta en cada núcleo y, en
particular, en los núcleos urbanos, permite detectar algunos rasgos
@3
diferenciales (Gráfico 3.3). En primer lugar es destacable que más de
la mitad de la oferta total se encuentra localizada en los núcleos de
Santiago y Rías Baixas. De hecho, en términos de densidad
prácticamente triplican la media gallega.
GRÁFICO 3.3:
NÚCLEOS.
DISTRIBUCIÓN
DE LA OFERTA DE PLAZAS HOTELERAS POR
11%
30%
Santiago de Compostela
Rías Baixas
Rias Altas
A Mariña
Resto de Galicia
3%
43%
13%
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
Frente a estos casos cabe señalar la debilidad relativa de la oferta de
las Rías Altas (Gráfico 3.4). La falta de un núcleo urbano de dimensión
relevante explica la importante densidad de A Mariña, pese a su
escaso peso en la oferta total. De otro lado, la baja densidad del resto
de Galicia pone en evidencia la debilidad de la oferta fuera de los
núcleos considerados. A este respecto, merece ser destacado que bajo
el epígrafe resto de Galicia se incluye en torno al 60% de la población
gallega y en torno a un 80% de la superficie, así como los núcleos
urbanos de Ourense y Lugo.
@4
GRÁFICO 3.4: DENSIDADES
DE OFERTA DE PLAZAS RESPECTO A LA
POBLACIÓN POR NÚCLEOS DE ACTIVIDAD.
45
40
Plazas por 1000 hab.
35
30
25
20
15
10
5
0
Santiago de
Compostela
Rías Baixas
Rias Altas
A Mariña
Resto de Galicia
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
En lo que se refiere a la distribución por categorías de la oferta de
plazas hoteleras, el núcleo de Santiago está claramente posicionado
hacia una oferta de calidad, hasta el punto de que más de un 80% de
su oferta se encuentra en el grupo de tres estrellas o superior (Gráfico
3.5). Algo inferior es el porcentaje de las Rías Altas, en torno a un 70%.
Frente a éstos, resulta digno de mención que para las Rías Baixas la
oferta mayoritaria es de pequeños establecimientos de baja calidad
(una y dos estrellas) de modo semejante al caso de A Mariña. Este
hecho podría explicarse a partir de los tipos de turismo de estos
núcleos y del predominio de las zonas urbanas. En aquellas áreas en
las que se concentra la actividad turística en una zona urbana
aparecen establecimientos de elevada dimensión y oferta de calidad.
Por el contrario, los núcleos dispersos tienden a favorecer una especie
de minifundio empresarial y a generar establecimientos que atienden
una demanda estacional.
@<
GRÁFICO
NÚCLEO.
3.5: DISTRIBUCIÓN
DE LAS PLAZAS POR CATEGORÍAS Y POR
100%
90%
80%
70%
5 estrellas
60%
4
3
50%
2
40%
1
30%
20%
10%
0%
Santiago
Rías Baixas
Rías Altas
A Mariña
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
A escala urbana cabe delimitar también dos estructuras diferenciadas
(Gráfico 3.6). En tanto Santiago, A Coruña y Vigo presentan un claro
predominio de la oferta de calidad (en especial para las dos primeras,
donde constituye más de un 80% del total), las restantes ciudades
revelan una fuerte presencia de oferta de una y dos estrellas. Este
rasgo es un resultado lógico de la dimensión y estabilidad de la
demanda turística. Los núcleos mayores y con una capacidad de
atracción superior presentan establecimientos de mayor tamaño y que
optan por invertir en calidad.
@
GRÁFICO 3.6: DISTRIBUCIÓN DE LAS CATEGORÍAS HOTELERAS EN LAS
SIETE PRINCIPALES CIUDADES DE GALICIA.
100%
90%
80%
70%
5 estrellas
60%
4
3
50%
40%
1
30%
20%
10%
0%
A Coruña
Ferrol
Lugo
Ourense Pontevedra Santiago
Vigo
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras.
3.2. Delimitación de mercados relevantes en el sector hotelero
gallego
Tomando como punto de partida las anteriores consideraciones sobre
la delimitación de los mercados relevantes geográfico y de producto, y
con el fin de adaptar dicha delimitación a las particularidades del
mercado hotelero gallego, se establece una tipología de los diversos
submercados existentes dentro del mismo y se procede a analizar la
sustituibilidad existente entre los distintos productos en función de sus
características.
Una de las alternativas metodológicas estadísticas para establecer
categorías es el Análisis de Conglomerados18 existentes entre la
totalidad de los casos. A diferencia de las opciones de segmentación
propuestas por la Comisión en las que plantea la existencia de al
menos tres submercados, del análisis realizado sobre la base de datos
de los hoteles gallegos se desprende una estructuración en dos
18
Este método se basa en la agrupación de los casos en grupos homogéneos en razón
de su similitud mediante una simple minimización por agrupamiento de las diferencias o
distancias. En este caso hemos optado por el uso de una técnica de conglomerados
bietápicos empleando la definición euclídea de distancia.
@'
grandes grupos o conglomerados de casos entre los cuales se plantea
una fuerte sustituibilidad intragrupo y una relativamente fuerte nosustituibilidad intergrupos: el conglomerado de baja calidad y el de
calidad media-alta.
En esta línea, cabe señalar que la investigación de mercado ha
confirmado ampliamente que, aunque hay diferencias de precios
significativas entre los niveles superiores e inferiores de las categorías
hoteleras (un hotel de una estrella no competirá con uno de cuatro
estrellas), una distinción que descansase exclusivamente en el criterio
de las estrellas resultaría excesivamente rígida y no reflejaría la
sustituibilidad potencial entre los diferentes tipos de hoteles, puesto
que cabría una cierta sustituibilidad por tramos. La distinción de los
establecimientos hoteleros por estrellas sólo es válida entre los
extremos de la clasificación, ya que en los rangos intermedios la
distinción se vuelve mucho más compleja al aumentar la sustituibilidad.
El primero de estos grupos o submercados estaría formado por
establecimientos con una dimensión media reducida (inferior a 50
plazas) y baja calidad en los servicios (una y dos estrellas), con precios
bajos (próximos a los 60 euros en temporada alta y a 40 en la baja).
Por el contrario, el grupo de media y alta calidad está integrado por
establecimientos de mayor dimensión, con una media cercana a las
120 plazas por establecimiento y con predominio de los hoteles de tres
y cuatro estrellas. Lógicamente se trata de hoteles con tramos de
precios notablemente superiores (aunque con una mayor dispersión de
precios) que se sitúan entre 77 y 121 euros (Tabla 3.2).
TABLA 3.2: PROMEDIOS DE LOS CONGLOMERADOS (AÑO 2007).
Nº medio
Precio medio
Precio medio
plazas
temporada alta ( ) temporada baja ( )
Calidad
Baja calidad
43,60
57,57
41,12
Media y Alta calidad 119,34
121,61
77,01
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007
La razón de esta estructuración diferencial en dos segmentos de
mercado está estrechamente vinculada a las particularidades de la
oferta en Galicia. Existe un importante sector independiente de
pequeña dimensión, calidad baja o intermedia y bajo coste,
predominantemente familiar y centrado tanto en las zonas urbanas
como en los núcleos de atracción turística, unido a hoteles que pueden
ser independientes o de cadenas diferenciados en calidad con precios
sensiblemente superiores y centrados en las zonas urbanas.
@@
Esta situación podría ser considerada como la pervivencia de dos
sistemas de prestación de servicios. El conglomerado de baja calidad
está formado predominantemente por explotaciones que subsisten con
reducidos márgenes y presentan una cierta falta de capacidad para
incrementar su escala. Por el contrario, el grupo de media y alta
calidad incorpora establecimientos que bien por estar integrados en
cadenas, bien por tratarse de explotaciones de elevada dimensión han
realizado fuertes inversiones y tienen capacidad para integrarse en los
grandes mercados turísticos.
El conglomerado de mayor dimensión relativa de ambos submercados
en términos del número de establecimientos es el primer grupo (el 70%
del total) (Gráfico 3.7). No obstante, el hecho de que los integrantes del
segundo conglomerado sean establecimientos de mayor escala
conlleva que representen algo más de un 60% de la oferta total de
plazas hoteleras.
GRÁFICO 3.7: DIMENSIÓN DE LOS CONGLOMERADOS (AÑO 2007) (%).
Plazas
1
Establecimentos
Congl. 2 (Media y Alta calidad)
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
Estos conglomerados se encuentran claramente vinculados con las
clasificaciones hoteleras, de forma que nos encontramos con una
clasificación en dos grandes submercados en función de la calidad de
la oferta. Por una parte están los hoteles de una y dos estrellas y, por
@8
otra, los de tres, cuatro y cinco estrellas (Tabla 3.3). De este modo se
podría hablar de la existencia de una elevada substituibilidade entre los
hoteles de una y dos estrellas hasta el punto de constituir un mismo
subsector, al igual que entre los hoteles de tres, cuatro y cinco. Merece
la pena señalar que el grupo de los hoteles de muy alta calidad (cinco
estrellas) en los informes planteados por la Comisión eran separados
para constituir un submercado en sí mismo; sin embargo, en el caso
gallego se trata de un conjunto de escasa relevancia que integra
exclusivamente a cinco hoteles que no presentan un comportamiento
diferencial.
TABLA 3.3: CONGLOMERADOS VERSUS CATEGORÍAS HOTELERAS (AÑO
2007).
Categorías hoteleras (nº estrellas)
1
2
3
4
5
Casos % Casos
%
Casos
%
Casos % Casos %
Baja calidad
217 100 187 99,46
4
3,53
0
0
0
0
Media/Alta calidad
0
0
1
0,53 109 96,46
58
100
5
100
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007
Conglomerados
Por otra parte, del análisis de los precios en relación con la categoría
de los hoteles en los dos tipos de mercados relevantes delimitados a
efectos del presente estudio (ciudades por un lado y núcleos de
atracción turística por otro), se deriva la existencia una “cadena de
sustitutivos” que queda patente por el hecho de que los precios forman
una serie más o menos continua, sin interrupciones de una magnitud
significativa en el seno de cada uno de los conglomerados (véanse al
respecto los gráficos 3.8.A y B)19. Este tipo de resultados permite
comprobar en qué medida las categorías hoteleras se asocian a
19
Los gráficos representados en las tres páginas siguientes se conocen como diagramas
de cajas. En ellos:
− Los segmentos indican el rango de variación (mínimo-máximo) de los valores de los
precios que no son considerados anómalos desde el punto de vista estadístico (es
decir, no son anormalmente altos o bajos, con relación al conjunto de datos). Los
valores anómalos (“outliers”) aparecen representados con círculos y asteriscos,
respectivamente.
− Los rectángulos de color beige recogen el 50% de los precios situados en la parte
central de la distribución: si ordenamos los precios de menor a mayor, y a
continuación los dividimos en cuatro grupos iguales, cada rectángulo comprendería
los precios de los grupos segundo y tercero.
− Finalmente, la barra que aparece en negro dentro de cada uno de los rectángulos
representa la mediana, es decir, el valor que ocupa exactamente la posición central
de dicha distribución (deja por debajo y por encima, respectivamente, al 50% de los
precios restantes).
82
rangos de precios acotados para cada una de ellas, lo que vendría a
indicar la no sustituibilidad desde el punto de vista del consumidor. En
el caso que nos ocupa, la evidencia es consistente en líneas generales
con la segmentación de los mercados locales en los dos submercados
que se han identificado.
GRÁFICO 3.8.A: ANÁLISIS DE LA SUSTITUIBILIDAD ENTRE LAS DISTINTAS
CATEGORÍAS HOTELERAS, EN LAS SIETE PRINCIPALES CIUDADES GALLEGAS
(AÑO 2007).
A Coruña
Ferrol
250,00
3
120,00
200,00
Precio medio
Precio medio
100,00
150,00
80,00
60,00
100,00
40,00
50,00
20,00
1
2
3
4
5
1
Categoría
2
3
4
Categoría
Nota: En A Coruña tan sólo hay un hotel de
cinco estrellas.
Nota: En Ferrol sólo hay un hotel de dos
estrellas.
Lugo
Santiago
30
180,00
100,00
150,00
92
120,00
Precio medio
Precio medio
80,00
90,00
312
60,00
29
60,00
40,00
325
326
20,00
30,00
1
1
2
3
4
5
2
3
4
Categoría
Categoría
8
Pontevedra
140,00
140,00
120,00
120,00
100,00
100,00
Precio medio
Precio medio
Ourense
80,00
80,00
60,00
60,00
40,00
40,00
20,00
20,00
1
2
3
4
1
Categoría
2
3
4
Categoría
Nota: Ourense cuenta con tan sólo un
hotel de tres estrellas.
Vigo
250,00
Precio medio
200,00
150,00
68
100,00
194
50,00
0,00
1
2
3
4
5
Categoría
Nota: Vigo dispone solamente de un
hotel de cinco estrellas.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Turgalicia (www.turgalicia.com).
8
GRÁFICO 3.8.B: ANÁLISIS DE LA SUSTITUIBILIDAD ENTRE LAS DISTINTAS
CATEGORÍAS HOTELERAS, EN LOS NÚCLEOS DE ATRACCIÓN TURÍSTICA ( AÑO
2007).
A Mariña
Rías Altas
120,00
250,00
264
200,00
412
Precio medio
Precio medio
100,00
80,00
150,00
100,00
60,00
245
240
50,00
40,00
0,00
1
2
3
1
4
2
3
4
5
Categoría
Categoría
Nota: En la comarca de Rías Altas sólo hay
un hotel de cinco estrellas.
Santiago
Rías Baixas
300,00
30
180,00
50
250,00
22
150,00
90
150,00
Precio medio
Precio medio
200,00
151
573
120,00
99
92
90,00
100,00
29
60,00
50,00
326
30,00
0,00
1
2
3
Categoría
4
5
1
2
3
4
5
Categoría
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Turgalicia (www.turgalicia.com).
En lo que respecta a la forma de propiedad, la presencia de cadenas
hoteleras en el segmento de la oferta de alta y media calidad resulta
determinante, en tanto que manifiestan un considerable liderazgo de
mercado en este subsector (Tabla 3.4). A partir de los datos
disponibles (Gráfico 3.9), se observa que las formas de concentración
de la oferta se centran en el segundo de los grupos analizados aunque,
83
tal y como veremos, no alcanzan situaciones que comprometan la
competencia.
TABLA 3.4: CONGLOMERADOS Y FORMA DE PROPIEDAD (AÑO 2007)
Conglomerado
Forma de propiedad
Cadena % Independiente %
Baja calidad
1
1,75
407
77,67
Media y Alta calidad
56
98,24
117
22,32
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007
Este dato, unido a la mayor dimensión de los establecimientos de
media y alta calidad, dará lugar a la presencia de una mayor
concentración en este segundo conglomerado. Por otra parte esta
diferencia de tamaños entre ambos conglomerados pone de manifiesto
la existencia de dos tipos de explotaciones (Gráfico 3.10). El primer
grupo está integrado por explotaciones de carácter familiar con
reducidos márgenes, que operan compitiendo en precios con bajo
poder de negociación y dependen de un turismo no organizado. Por el
contrario, el segundo conglomerado poseería cierta capacidad para
competir en calidad e integrarse en los mercados turísticos más
amplios.
GRÁFICO
PLAZAS).
3.9: FORMA
DE PROPIEDAD VERSUS CATEGORÍA ( AÑO
2007) (%
100%
90%
80%
70%
60%
Independientes
50%
Cadenas
40%
30%
20%
10%
0%
5
4
3
2
1
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
84
GRÁFICO 3.10: MEDIA DE
CONGLOMERADO ( AÑO 2007).
PLAZAS
POR
ESTABLECIMIENTO
SEGÚN
Media de plazas por establecimiento según conglomerado
Nº plazas
125
100
75
50
1
2
Conglomerado
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007
Distribución geográfica de los conglomerados
En lo que respecta a la distribución geográfica de estos mercados
contrasta el predominio del primer conglomerado en las zonas
semiurbanas y rururbanas frente al predominio del segundo en las
zonas urbanas. De este modo, si se realiza un recorrido por los
principales núcleos turísticos (Tabla 3.5), Santiago, dada su doble
condición de principal receptor y núcleo urbano muestra una fuerte
presencia de oferta de calidad media y alta, hasta el punto de ser muy
mayoritaria en términos de plazas.
Por el contrario, las Rías Baixas y Altas, en especial en la parte no
urbana, se caracterizan por una fuerte presencia de establecimientos
de baja calidad e independientes. El núcleo de A Mariña es el que
presenta un predominio muy claro del mercado de baja calidad. Este
hecho está directamente ligado a su carácter emergente y a la
presencia de otras formas de turismo (informal, segundas viviendas
etc).
8<
Lugo y Ourense, en cambio, son zonas urbanas relativamente aisladas
de los núcleos turísticos, de reducida oferta y con predominio de
establecimientos de calidad media y alta. Finalmente, las restantes
zonas de Galicia presentan una clara mayoría de establecimientos de
calidad baja (la calidad media y alta, salvo excepciones, aparece ligada
a los establecimientos termales).
TABLA 3.5: DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LOS CONGLOMERADOS O
SUBMERCADOS HOTELEROS EN EL AÑO 2007 (CIFRAS ABSOLUTAS Y %).
Zona
Santiago
%
Rías Baixas
%
Rías Altas
%
A Mariña
%
Lugo-Ourense
%
Resto Galicia
%
Media y
Baja calidad Alta calidad Total
17
21
38
44,73
187
71,10
28
62,22
18
85,71
10
52,62
148
75,89
55,26
76
28,89
17
37,77
3
14.28
9
47,36
47
24,10
100
263
100
45
100
21
100
19
100
195
100
Fuente: Elaboración propia.
Si se efectúa el análisis de la distribución geográfica en términos de
número de establecimientos, los rasgos más destacables se pueden
resumir del siguiente modo.
En la base de datos de 721 hoteles elaborada para el presente estudio,
517 de ellos (71,71% del total) son de una y dos estrellas. En este
grupo, 90 de los mismos (17,41%) están radicados en las siete
principales ciudades de Galicia. Vigo es la urbe que cuenta con una
mayor proporción de establecimientos (27,78%), aunque Santiago
presenta un porcentaje muy próximo (24,44%). A mayor distancia, les
siguen Lugo y A Coruña, con unas cifras similares (12,22% y 11,11%,
respectivamente). Una situación parecida se da entre Pontevedra y
Ourense (10% y 8,89%). En Ferrol se ubican el 5,56% de
establecimientos de estas categorías. En ninguna de las siete ciudades
8
hay presencia de cadenas hoteleras en las categorías de una y dos
estrellas.
Por núcleos de atracción turística, 26 (5,03%) de los hoteles del
conglomerado de baja calidad están en la comarca de A Mariña, 17
(3,29%) en la zona de Rías Altas, 231 (44,68%) en el área de Rías
Baixas, 27 (5,22%) en la comarca de Santiago y los demás, 216
(41,77%), se distribuyen por el resto de Galicia. A la vista de estos
porcentajes, resulta especialmente llamativa la elevada concentración
de establecimientos hoteleros en la zona de Rías Baixas, frente a
zonas geográficamente mucho más amplias (A Mariña y Rías Altas).
Entre los 517 hoteles de una y dos estrellas de Galicia, tan sólo uno,
perteneciente a la comarca de las Rías Baixas, está integrado en una
cadena.
En lo que se refiere a la distribución geográfica de los establecimientos
integrados en el conglomerado de calidad media-alta, del total de la
muestra, 204 hoteles son de tres o más estrellas (28,29%). Dentro de
ellos, 70 de los establecimientos (34,31%) se sitúan en las siete
principales ciudades gallegas, con una distribución muy dispar:
Santiago (35,71%), Vigo (21,43%), A Coruña (17,14%), Lugo (8,57%)
y las tres restantes ciudades (Pontevedra, Ourense y Ferrol), que
tienen exactamente la misma cuota (5,71%).
En todas las ciudades señaladas, hay presencia de cadenas hoteleras.
Los casos más extremos son los de Pontevedra (un solo hotel
integrado en una cadena, lo que da lugar a que en esta ciudad el
porcentaje de hoteles de cadena sea del 25%) y A Coruña (donde, con
una única excepción, los hoteles de 3 a 5 estrellas pertenecen a una
cadena). Entre estos dos polos se sitúan, por orden creciente: Lugo
(33%), Vigo (46,67%),Ourense (50%), Santiago (60%) y Ferrol (75%).
La presencia de cadenas es, pues, dominante en todos los casos salvo
Pontevedra, Lugo y Vigo.
Por su parte, la distribución de este grupo de hoteles de tres y más
estrellas por los núcleos de atracción turística contemplados para este
estudio es muy dispar: va desde el 3,92% de A Mariña hasta el 41,18%
de Rías Baixas. Entre ambos extremos se sitúan Rías Altas (8,82%),
Santiago (14,22%) y Resto de Galicia (31,86%). Por otro lado, cabe
señalar que en todos los núcleos señalados hay presencia de cadenas
hoteleras, si bien con notables diferencias: así, en A Mariña sólo existe
un establecimiento integrado en una cadena, mientras que en Rías
Altas el 83,33% de los hoteles pertenecen a cadenas. Entre ambos
8'
extremos, se situarían las Rías Baixas (19,05% de hoteles integrados
en cadenas), Resto de Galicia (32,31%) y Santiago (51,72%).
3.3. Concentración y poder de mercado en el sector hotelero de
Galicia
Una vez delimitados los mercados relevantes en los que compiten las
empresas tanto desde el punto de vista geográfico como del producto,
se evalúan los niveles de concentración en los mismos, esto es, el
número de oferentes y sus cuotas de mercado. En este sentido dos
son los indicadores sintéticos de concentración fundamentales: el
denominado índice de Herfindahl-Hirschman (IHH) y el índice de
Lerner.
El primero de los índices mencionados establece la existencia de una
relación directa entre el grado de concentración industrial y el grado
medio de poder de mercado. Matemáticamente su cálculo es
=
, donde qi es la cuota de mercado de cada una de las
=
empresas presentes en el mercado relevante, medida a partir de las
plazas ofertadas por cada establecimiento hotelero. Los valores de
este índice oscilan entre 10000, que reflejaría una situación de
monopolio, y 0, interpretable como competencia perfecta.
El índice de Lerner, por su parte, se basa en las elasticidades de la
demanda del mercado en cuestión, dado que a mayor inelasticidad el
poder de mercado de los oferentes es mayor, con lo cual la expresión
, donde ε es la elasticidad de
ε
demanda. En este caso en un mercado con elasticidad próxima a 0
sería un mercado donde el poder de los oferentes sería máximo
(monopolio), de tal manera que podrían fijar precios muy elevados
apropiándose de la práctica totalidad del excedente del consumidor.
anterior quedaría como
=
En el presente estudio, dadas las dificultades de cálculo de las
elasticidades de demanda20, se aproximan los niveles de concentración
a partir del cálculo del índice de Herfindahl-Hirschman.
El sector hotelero en Galicia presenta notables particularidades que
deben ser tomadas en consideración a la hora de valorar tanto los
20
En el sector turístico las elasticidades de la demanda están ligadas a la estacionalidad,
características del destino, competencia de otros destinos, forma del turismo…
8@
niveles de concentración como el poder de mercado de los oferentes
asociados a aquéllos. En primer lugar, no se debe perder de vista el
mercado relevante de análisis en términos de competencia y,
secundariamente, también cabe tener en cuenta los demandantes
potenciales en dicho mercado.
La actividad hotelera es claramente una de las actividades de
prestación de servicios vinculada a emplazamientos centrales en
términos de atracción turística. Esto es, se trata de un servicio que
precisa un volumen de demanda potencial elevado para ser sostenible,
en particular para los establecimientos de gran dimensión y nivel
medio-alto de calidad de la oferta, con lo cual sólo es viable en
emplazamientos que aseguren el acceso a un determinado volumen de
población (cono de demanda), por tanto, enclaves centrales o
cabeceras y subcentrales y núcleos de atracción turística. Este hecho
obliga a realizar, al mismo tiempo que un estudio de poder de mercado
a nivel regional, un cálculo pormenorizado por los centros y subcentros
relevantes que coinciden con los emplazamientos de estas actividades.
A escala regional los niveles de concentración de la oferta de plazas
son notablemente bajos (72,18)21 (Gráfico 3.11), lo cual es lógico si se
tiene en cuenta, por ejemplo, que la cadena con mayor presencia
regional no alcanza el 5% de la oferta total y ésta se dispersa en 10
hoteles que se mueven en tres categorías distintas. Por lo tanto, existe
una fuerte dispersión de la oferta e incluso un claro predominio de las
pequeñas empresas independientes.
Si se realiza la división en los dos submercados señalados
anteriormente, los resultados experimentan leves variaciones. Dada la
mayor dispersión existente en el mercado de una y dos estrellas y la
ausencia de cadenas, el indicador de concentración presenta niveles
extraordinariamente bajos (28,7). Por el contrario, la mayor penetración
de cadenas en el subsector de mayor calidad da lugar a niveles de
concentración más elevados (229,65). No obstante, en todos los casos
las cifras se aproximarían a lo que podría ser catalogado como de
competencia perfecta. Baste para ello recordar que se habla de
acumulación de poder de mercado en a partir de niveles de 1500 en
mercados de gran dimensión.
Como referencia a este respecto, téngase en cuenta que, normalmente, si el IHH es
inferior a 1000, las autoridades de competencia consideran el mercado objeto de análisis
como un mercado no concentrado.
88
GRÁFICO 3.11: NIVELES DE CONCENTRACIÓN
EN EL AÑO 2007 (ÍNDICES DE HERFINDAHL).
A ESCALA
REGIONAL
1000
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
Galicia
(total)
Galicia (1 y 2 estrellas)
Galicia (3,4 y 5 estrellas)
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
El análisis a escala de núcleos de atracción turística puede aportar
resultados de interés si se tiene en cuenta que la competencia efectiva
no se plantea a nivel regional, sino a un nivel geográfico más
restringido. Tomando como referencia la segmentación realizada
anteriormente, dentro del conjunto gallego cabe distinguir al menos los
cuatro grandes núcleos de actividad turística referidos (Tabla 3.6 y
Gráfico 3.12).
TABLA 3.6: CONCENTRACIÓN POR NÚCLEOS TURÍSTICOS EN EL AÑO
2007.
Núcleos turísticos
Población
Santiago
133.845
Oferta hotelera (plazas)
Plazas por cada mil habitantes
5.356
40
Índice de Herfindahl
Índice Herfindahl (baja calidad)
632
619
Rías Baixas
602.739
19.787
32
62,5
65
Rias Altas
455.503
6.275
14
427,8
363
Índice Herfindahl (media y alta calidad)
705
190
858
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de EmpresasTurísticas 2007.
A Mariña
45.702
1.385
30
414,6
550
1.418
El núcleo de Santiago presenta una muy importante oferta hotelera.
Concretamente aglutina en el núcleo urbano y los municipios
integrados de Teo y Ames (que concentra el 4,7% de la población
22
gallega) el 11,5% de la oferta total de plazas, de hecho es el enclave
con mayor dotación de plazas por habitante. En conjunto, este núcleo
muestra un mayor nivel de concentración relativo, pero se mantiene
dentro de lo que cabría calificar como bajos niveles de poder de
mercado. La razón de esta mayor concentración relativa reside
fundamentalmente en su carácter netamente urbano y en la mayor
penetración de las cadenas hoteleras, dada su importancia como
destino turístico estable. El desglose de los dos submercados ya
señalados arroja resultados semejantes para ambos conglomerados.
GRÁFICO 3.12: CONCENTRACIÓN
2007 (ÍNDICES DE HERFINDAHL).
POR NÚCLEOS TURÍSTICOS EN EL AÑO
5000
4500
4000
3500
3000
Herfindahl
Herf. (baja calidad)
2500
Herf. (media y alta calidad)
2000
1500
1000
500
0
Santiago
Rías Baixas
Rías Altas
A Mariña
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
Las Rías Baixas constituyen un núcleo difuso que se distribuye a lo
largo de la costa de Pontevedra con concentraciones desiguales. Esta
zona se caracteriza por la fuerte dispersión de la oferta, derivada de un
claro predominio de los pequeños establecimientos, y muestra una
escasa penetración de las cadenas hoteleras, sobre todo considerando
la relevancia de este destino. Para ambos submercados (baja calidad y
calidad media-alta) existen muy bajos niveles de concentración y poder
de mercado.
Las Rías Altas constituyen un área de menor actividad relativa con una
oferta hotelera más reducida y más concentrada, en especial en media
2
y alta calidad. Finalmente, en el área de A Mariña lucense se constata
una total ausencia de cadenas y grandes establecimientos; ahora bien,
dadas las peculiaridades mencionadas (otras formas de alojamiento,
carácter emergente del destino etc.) presenta un nivel de
concentración superior al de los restantes núcleos.
Si se traslada el mismo tipo de análisis a escala urbana, es decir, si se
estudia la concentración para las siete principales ciudades gallegas
(Tabla 3.7 y Gráfico 3.13), los resultados parecen poner de relieve
mayores niveles de concentración, consecuencia lógica de circunscribir
el análisis a zonas más restringidas que tienden a presentar
explotaciones con mayor dimensión.
TABLA 3.7: CONCENTRACIÓN A ESCALA URBANA EN EL AÑO 2007.
/
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*
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43 3 2 ' 388 83 4<2
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$ ) .1,
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-
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5 (
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2
823
424
2
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3
382
'
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32
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3
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
GRÁFICO 3.13: CONCENTRACIÓN
(ÍNDICES DE HERFINDAHL).
A ESCALA URBANA EN EL AÑO
2007
5000
4500
4000
3500
3000
Herfindahl
2500
Herf (baja calidad)
2000
Herf (media y alta calidad)
1500
1000
Vigo
Santiago
Ourense
Lugo
Ferrol
A Coruña
0
Pontevedra
500
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas turísticas 2007.
2
Los mayores niveles de concentración se dan en las ciudades más
pequeñas (Lugo, Ourense, Ferrol y Pontevedra). En éstas la oferta de
plazas es reducida y concentrada en establecimientos de tamaño
medio. La reducida demanda de estas ciudades y la necesidad de
unos umbrales mínimos de demanda para sostener establecimientos
de elevada dimensión constituyen una clara barrera de entrada y limita
las posibilidades de ingreso22. No obstante, teniendo en cuenta las
circunstancias se trata de niveles de concentración bajos.
En suma, a partir del análisis de concentración se pueden extraer las
siguientes conclusiones:
• Dentro del conjunto de la oferta hotelera se distinguen dos
submercados en función de la sustituibilidad del producto.
Por una parte, un subsector de “baja calidad” integrado
por los establecimientos de una y dos estrellas y, por otra,
un sector que compite en calidad, de mayor dimensión y
precio que está integrado por los hoteles de tres, cuatro y
cinco estrellas
• Tanto a escala regional como al nivel de los principales
núcleos de atracción turística, los niveles de
concentración y poder de mercado son considerablemente
reducidos para el conjunto de la oferta hotelera y para los
dos submercados señalados. De hecho, en ningún caso
se superan niveles de 1500 (para una escala de 10000).
• La persistencia de un importante conjunto de
explotaciones de pequeña dimensión, independientes y de
carácter familiar que operan con rentabilidades marginales
(prácticamente a nivel de subsistencia) da lugar a una
multiplicación de la oferta de baja calidad y una fuerte
competencia en precios. En este sentido podría hablarse
de un subsector constituido por microempresas con
reducido poder de mercado y negociación con
proveedores y operadores.
• El subsector de mayor calidad ha experimentado el
establecimiento de las grandes cadenas que operan a
nivel nacional. Este hecho, unido a la mayor dimensión
22
La menor densidad de establecimientos turísticos de Pontevedra y Vigo presentan una
cierta peculiaridad al estar integrados en uno de los principales núcleos de atracción. En
este caso es preciso tener en cuenta la elevada especialización funcional de los
municipios del entorno (Poio, Sanxenxo, O Grove…).
23
propia de estos establecimientos, ha dado lugar a un
mayor nivel de concentración que, sin embargo, no
alcanza en ningún caso situaciones de elevado poder de
mercado. Teniendo en cuenta las particularidades del
mercado turístico (integración vertical, dependencia de
touroperadores a escala internacional etc.) en algunos
núcleos existe todavía una falta de penetración de las
grandes cadenas de servicios de alojamiento.
• En las zonas urbanas, en especial en las ciudades más
pequeñas, dada la escasa dimensión del mercado
analizado, existen mayores niveles de concentración, pero
que en ninguno de los submercados superan el nivel de
3000. La reducida demanda estable de las pequeñas
ciudades unida a la escala mínima necesaria de los
establecimientos de elevada calidad explica esta mayor
concentración que, por otra parte, tampoco supone
situaciones de dominio del mercado.
• En el caso de hoteles de cinco estrellas ubicados en las
ciudades, cabe destacar que se trata de un caso típico de
mercados de pequeña dimensión que cuenta con pocas
empresas activas (cinco en el caso gallego). La escala de
operaciones mínima eficiente de las empresas es
relativamente elevada en relación con la demanda
potencial de este segmento de mercado, de ahí que la
concentración en este submercado sea relativamente
elevada, dato éste que está en consonancia con el hecho
de que el número de empresas que puede sobrevivir es
limitado. Es decir, se trata de un segmento más
concentrado por su propia naturaleza y para el cual, por lo
tanto, son mayores las posibilidades de concertar
acciones de forma tácita y no explícita.
• Independientemente del mercado relevante considerado,
los niveles de concentración se pueden catalogar de
relativamente bajos. Además, conviene destacar a este
respecto que la demanda del producto que se ofrece en el
mercado hotelero se ha mostrado considerablemente
elástica, con lo que los resultados derivados del análisis
de concentración podrían resultar incluso sesgados hacia
posiciones de mayor poder de mercado que el
efectivamente existente.
24
CAPÍTULO 4. CONDUCTAS RESTRICTIVAS DE LA COMPETENCIA
4.1. Análisis de precios
En la medida en que la inexistencia de niveles elevados de
concentración en un sector no es garantía de que no se vayan a
producir conductas anticompetitivas, cabe profundizar en la
investigación de la posible existencia de situaciones de poder mercado,
de abuso de posición dominante y/o de prácticas concertadas en el
mercado hotelero gallego, complementando el análisis de
concentración previo con un estudio de los precios. El enfoque que se
adopta en este ámbito se puede resumir como sigue.
En primer lugar, se verifica si el patrón de crecimiento de los precios en
Galicia es similar al observado para el resto de España con el objeto
de extraer algún indicio de colusión en el sector hotelero gallego. En
segundo lugar, se lleva a cabo un análisis para las siete principales
ciudades de Galicia, subrayando los principales rasgos diferenciales
que caracterizan los precios de hoteles independientes y de cadena.
En tercer lugar, se procede de modo análogo a escala de los núcleos
de atracción turística. Por último, se investiga la interrelación entre
niveles de concentración y precios con la finalidad de detectar la
posible existencia de presiones al alza en los precios derivadas del
poder de mercado que detentan los oferentes.
Los datos sobre establecimientos hoteleros de toda Galicia se han
obtenido de las siguientes fuentes23:
-
Xunta de Galicia (Consellería de Innovación e Industria, Dirección
Xeral de Turismo): Directorio de empresas e actividades turísticas
(Aloxamentos turísticos) (2007).
-
Página web de Turgalicia (www.turgalicia.com).
A partir de la información estadística disponible se ha
confeccionado una base de datos que comprende un total de 721
registros. Dicha base se estructura en torno a los siguientes
campos: Nombre del establecimiento, Propiedad (distinguiendo
entre establecimientos independientes y hoteles pertenecientes a
23
Con carácter residual, debido a la falta de algunos datos, se recurrió también a otras
fuentes, tales como las páginas web de los propios hoteles.
2<
una cadena), Municipio, Provincia, Núcleo de atracción turística (A
Mariña, Rías Altas, Rías Baixas, Santiago y Resto de Galicia),
Categoría (nº de estrellas), Nº habitaciones, Nº plazas, Precio
Máximo (precio de una habitación doble en temporada alta, IVA
incluido) y Precio Mínimo (precio de una habitación doble en
temporada baja, IVA incluido).
4.1.1. Evolución comparada de los precios hoteleros en Galicia y
en el resto de España
Para contrastar si el patrón de evolución de los precios en el sector
hotelero gallego considerado en su conjunto es similar al observado en
el resto de España, se recurre al Índice de Precios Hoteleros (IPH)
(elaborado por el INE), que mide la evolución mensual de las
principales tarifas de precios que las empresas aplican a sus clientes24.
Tomando como referencia de tasas de variación interanual, mes a
mes, desde enero de 1999 hasta septiembre de 2007 (81 meses) de
dicho Índice en Galicia, se han calculado las medias de las restantes
Comunidades Autónomas, con el fin de obtener unas cifras sintéticas
de la evolución en el resto de España, y poder contrastarlas con las de
la Comunidad Autónoma Gallega.
Una vez creada en la forma indicada la base de datos, se ha
contrastado estadísticamente la hipótesis de que, en promedio, Galicia
tiene unas tasas de variación en sus precios hoteleros iguales a las del
resto de España. Dicho contraste se efectúa tanto para el caso de las
medias como para el de las medianas.
En el primer caso, el contraste paramétrico de dos colas sobre la
diferencia de medias revela con bastante seguridad (p-valor = 0,8466)
que no se puede rechazar la hipótesis nula de igualdad de medias
(véase Tabla 4.1).
En el caso de las medianas, el test no paramétrico de Wilcoxon/MannWhitney revela rotundamente (p-valor = 0,8696) que no se puede
rechazar la hipótesis nula de que la mediana de la distribución de las
variaciones de los precios hoteleros en Galicia es igual a la del resto de
España (véase Tabla 4.2).
24
Se distinguen cinco tipos de tarifas, todas ellas referidas a una habitación doble con
baño (sin incluir IVA ni desayuno): normal, fin de semana, especial a tour-operadores y
agencias de viajes, especial a empresas y especial a grupos.
2
TABLA 4.1: TEST DE IGUALDAD DE MEDIAS DE LAS VARIACIONES
MENSUALES INTERANUALES DE LOS PRECIOS EN GALICIA VERSUS EL
RESTO DE ESPAÑA EN EL PERÍODO ENERO 1999-SEPTIEMBRE 2007.
Test de Igualdad de Medias entre Series
Observaciones incluidas: 81
Método
gl
Valor
Probabilidad
160
(1, 160)
0.193800
0.037558
0.8466
0.8466
gl
Suma
Cuadrados
Media
Cuadrados
Intergrupos
Intragrupos
1
160
0.148075
630.8063
0.148075
3.942540
Total
161
630.9544
3.918971
Desv. típica
2.078632
1.887953
1.979639
Error
estándar
de la media
0.230959
0.209773
0.155535
Test “t”
Estadístico “F” Anova
Análisis de Varianza
Fuente de Variación
Estadísticos
Variable
X1
X2
Todas
Nº datos
81
81
162
Media
3.165432
3.225898
3.195665
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE (IPH).
2'
TABLA 4.2: TEST DE IGUALDAD DE MEDIANAS DE LAS VARIACIONES
MENSUALES INTERANUALES DE LOS PRECIOS EN GALICIA VERSUS EL
RESTO DE ESPAÑA EN EL PERÍODO ENERO 1999-SEPTIEMBRE 2007.
Test de Igualdad de Medianas entre Series
Observaciones incluidas: 81
Método
Wilcoxon/Mann-Whitney
Wilcoxon/Mann-Whitney (ajust. colas)
Med. Chi-cuadrado
Med. Ajust. Chi-cuadrado
Kruskal-Wallis
Kruskal-Wallis (ajust.
colas)
van der Waerden
gl
Valor
Probabilidad
1
1
1
0.164138
0.164139
0.222222
0.098765
0.027494
0.8696
0.8696
0.6374
0.7533
0.8683
1
1
0.027494
0.136312
0.8683
0.7120
Estadísticos
> Global
Variable
X1
X2
Todas
Nº datos
81
81
162
Mediana
2.880000
3.016667
2.955000
Mediana
39
42
81
Rango Medio
80.88889
82.11111
81.50000
Puntuac.
Media
-0.028319
0.028309
-4.90E-06
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE (IPH).
Adicionalmente a los contrastes sobre las medidas de centralización
(media y mediana), interesa también analizar si los datos de Galicia
muestran o no una dispersión similar a la del resto de España. Para
ello, se realiza un contraste de la hipótesis de igualdad de varianzas,
cuyo resultado se resume en la Tabla 4.3.
2@
TABLA 4.3: TEST DE IGUALDAD DE VARIANZAS DE LAS VARIACIONES
MENSUALES INTERANUALES DE LOS PRECIOS EN GALICIA VERSUS EL
RESTO DE ESPAÑA EN EL PERÍODO ENERO 1999-SEPTIEMBRE 2007.
Test de Igualdad de Varianzas entre Series
Observaciones incluidas: 81
Método
Test-F
Siegel-Tukey
Bartlett
Levene
Brown-Forsythe
gl
Valor
Probabilidad
(80, 80)
1.212196
0.566113
0.734884
0.388341
0.336403
0.3913
0.5713
0.3913
0.5341
0.5627
1
(1, 160)
(1, 160)
Estadísticos
Variable
X1
X2
Todas
Count
81
81
162
Desv. Típ.
2.078632
1.887953
1.979639
Media Abs.
Media Dif.
1.555059
1.427907
1.491483
Media Abs.
Mediana Dif.
1.536543
1.414335
1.475439
Media
Rango
TukeySiegel
79.40741
83.59259
81.50000
Desviación estándar ponderada de Bartlett: 1.985583
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INE (IPH).
Según puede apreciarse, de acuerdo con el test más usual (prueba F
de Snedecor), no puede rechazarse la hipótesis de igualdad de
varianzas (p-valor = 0,3913).
En síntesis, los tres contrastes anteriores avalan la idea de que Galicia
sigue un patrón en la evolución de sus tarifas hoteleras que está en
consonancia con el observado en el resto de España. Por lo tanto,
esta constatación constituye evidencia en favor de la hipótesis de que
no se aprecian indicios de la existencia de prácticas concertadas en
materia de fijación de precios en el mercado hotelero gallego.
28
4.1.2. Niveles y dispersión de precios en los mercados locales
Para disponer de evidencias adicionales sobre los potenciales efectos
de la concentración, la existencia de poder de mercado y la posible
existencia de prácticas colusorias en materia de precios, se ha
procedido a un análisis descriptivo del comportamiento de los precios
en cuanto a sus niveles y a su dispersión. Con esta finalidad se utilizan
cuatro estadísticos (media, máximo, mínimo y coeficiente de variación)
calculados por separado para cada temporada (alta y baja), y
desglosando los mismos para los establecimientos integrados en
cadenas y los hoteles independientes. Este análisis se efectúa para las
siete principales ciudades gallegas (A Coruña, Lugo, Ourense,
Pontevedra, Ferrol, Santiago y Vigo) y para los cuatro núcleos de
atracción turística identificados como tales a efectos del presente
estudio. En ambos casos, se agrupan los establecimientos en función
de la categoría de los mismos, distinguiendo un primer bloque
constituido por los hoteles de una y dos estrellas, y un segundo bloque
formado por los de tres y más estrellas.
Una cuestión previa a tener presente a la hora de interpretar el
comportamiento de los precios en el sector hotelero está relacionada
con una de características específicas de dicho sector: la rigidez de la
oferta en el corto plazo. Es decir, los hoteles tienen una oferta limitada
por su número de habitaciones, de forma que no es posible atender
aumentos de demanda por encima de la capacidad de cada
establecimiento. Esto significa que el número de habitaciones
determina la oferta máxima a corto plazo y que dicha oferta es rígida al
alza, con todo lo que esto supone como condicionante de la evolución
de los precios.25
Análisis por ciudades
Hoteles de una y dos estrellas
Tal y como se desprende de los datos de la Tabla 4.4, la ordenación de
las principales ciudades gallegas atendiendo a los niveles de precios
de los hoteles de una y dos estrellas sitos en las mismas, difiere en
función de la temporada (alta o baja) tomada en consideración.
25
Por ejemplo, el considerable aumento de precios que se produce en períodos de
temporada alta en gran medida es resultado del gran crecimiento de la demanda frente a
la rigidez al alza de la oferta.
2
TABLA 4.4: ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DE LOS PRECIOS HOTELEROS
EN LAS SIETE PRINCIPALES CIUDADES GALLEGAS EN 2007 - HOTELES
DE 1 Y 2 ESTRELLAS.
#
$ ,1
1
.( 7.( ,
+1,
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7 +,
.0 71
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43
2A
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22
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A
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A
32
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Además, estos hoteles muestran, en conjunto, un coeficiente de
variación medio de sus precios del 24,66 %, siendo esta variabilidad
mayor en temporada alta que en temporada baja (27,25 % frente al
22,06 %). Este fenómeno se cumple sin excepción en todas y cada una
de las siete ciudades; aunque existen notorias diferencias entre ellas,
correspondiendo los casos más extremos a Vigo y A Coruña.
Hoteles de tres a cinco estrellas
Si se analizan los datos de la Tabla 4.5, se observa que la variabilidad
de los precios, por término medio, es mayor en los hoteles
independientes (44,52 % frente al 41,5 %) que en los de cadena, si
bien en temporada baja son estos últimos los que reflejan un
coeficiente de variación superior (43,62% frente al 39,28%).
Nótese que en comparación con el grupo de hoteles de una a dos
estrellas, la variabilidad de los precios en los de tres o más estrellas es
casi 20 puntos porcentuales superior.
Si se circunscribe el análisis al grupo de hoteles de tres a cinco
estrellas integrados en cadenas, se constata que:
• No hay una jerarquización clara entre las siete principales
ciudades gallegas en cuanto a los niveles de precios,
dado que las ordenaciones resultantes no presentan
ninguna coincidencia, variando en función del estadístico
considerado (media, máximo o mínimo) y la temporada
(alta o baja).
• La variabilidad media de los precios oscila entre el 26,24%
de Ferrol y el 48,90% de Ourense.26 Entre ambos
extremos se sitúan, de menor a mayor, Lugo (32,65%),
Santiago (35,57%), Vigo (36,49%) y A Coruña (44,49%).
La variabilidad de precios es mayor en el caso de la
temporada alta en Santiago y Lugo, sucediendo justo lo
contrario en A Coruña, Ferrol, Ourense y Vigo. La
diferencia más acusada entre temporadas se da en Lugo
(temporada alta: 61,98%, temporada baja: 3,32%); la
menor, en Santiago (temporada alta: 39,61%, temporada
baja: 31,52%).
• Si se atiende exclusivamente a los datos de precios en
temporada alta, la ordenación de las ciudades en función
de la variabilidad de los mismos, de menor a mayor, sería
muy distinta: Ferrol, Vigo, Ourense, A Coruña, Santiago y
Lugo. En el caso de temporada baja, la ordenación
26
No se tiene en cuenta a Pontevedra, dado que sólo cuenta con un hotel de cadena.
resultaría ser: Lugo, Santiago, Ferrol, Vigo, A Coruña y
Ourense. En definitiva, se producen diferencias notables
entre las siete ciudades, en función de la temporada de
que se trate.
TABLA 4.5: ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DE LOS PRECIOS HOTELEROS
EN LAS SIETE PRINCIPALES CIUDADES GALLEGAS EN 2007 - HOTELES DE
3 A 5 ESTRELLAS.
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datos lleva a las siguientes constataciones:27
• No hay una jerarquización
ciudades en cuanto a sus
ordenaciones resultantes
estadístico empleado y de
consideración.
•
definida entre las distintas
tarifas hoteleras, pues las
varían dependiendo del
la temporada tomada en
La variabilidad de precios es mayor en temporada alta que
en la baja en Lugo y Vigo, sucediendo lo contrario en
Santiago y Pontevedra (en Ourense, es la misma en
ambas temporadas). La diferencia más acusada entre
temporadas se da en Vigo (temporada alta: 64,15%;
temporada baja: 32,69%); la menor, en Ourense, donde
es nula. En temporada alta, la ordenación de las ciudades
por dispersión de las tarifas sería, de menor a mayor:
Ourense, Pontevedra, Santiago, Lugo y Vigo. En el caso
de los precios de temporada baja, la clasificación sería, en
orden creciente: Ourense, Lugo, Pontevedra, Vigo y
Santiago. En resumen, no hay un patrón jerárquico
definido entre las distintas ciudades, pues la ordenación
varía en función de la temporada que se considere.
• En comparación con los hoteles independientes de una y
dos estrellas, los de tres o más revelan una variabilidad de
precios muy superior (44,52 % frente al 24,66 %). No
obstante, hay notorias diferencias entre las distintas
ciudades. En Lugo la diferencia es insignificante (menos
de un punto porcentual), en Ourense y Pontevedra la
variabilidad se reduce con el salto de categorías (29,29 y
4,96 puntos, respectivamente), y, por el contrario, en
Santiago y Vigo la diferencia de precios aumenta de forma
apreciable 21,92 y 22,33 puntos, respectivamente).
Análisis por núcleos de atracción turística
Hoteles de una y dos estrellas
De acuerdo con los datos reflejados en la Tabla 4.6, el grupo de
hoteles de una y dos estrellas, muestran, en conjunto, un coeficiente
27
No se hace referencia a A Coruña porque en esta ciudad sólo hay un hotel
independiente en el segmento de tres a cinco estrellas.
4
de variación medio de sus precios del 26,68 %, siendo algo mayor
en temporada alta que en temporada baja (28,98 % frente al 24,37
%).
TABLA 4.6: ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DE LOS PRECIOS HOTELEROS
EN LOS PRINCIPALES NÚCLEOS DE ATRACCIÓN TURÍSTICA DE GALICIA EN
EL AÑO 2007 - 1 Y 2 ESTRELLAS.
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En todos los núcleos turísticos delimitados a efectos del presente
estudio, la variabilidad de los precios es mayor en temporada alta.
No obstante, la diferencia por temporadas varía entre las distintas
comarcas, correspondiendo los casos más extremos a las Rías
Baixas (temporada alta: 27,32 %; temporada baja: 24,76 %) y al
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Resto de Galicia (temporada alta: 30,38 %; temporada baja: 23,42
%).
La variabilidad media de los precios, oscila entre el 19,37% de
Santiago y el 37,68% de las Rías Altas. Entre ambos extremos,
estarían Rías Baixas (26,04%), A Mariña (26,88%) y Resto de
Galicia (26,90%). De los datos disponibles se desprende que
Santiago es la zona con menor variabilidad de precios, mientras que
las Rías Altas presentan la mayor dispersión.
Por su parte, el examen de los niveles de precios, en conjunto,
desvela que no hay un patrón claro de ordenación de las distintas
áreas: el resultado depende del estadístico utilizado (media, máximo
o mínimo) y de la temporada (alta o baja). Por ejemplo, el estadístico
máximo sitúa a las Rías Baixas como la comarca más cara, tanto en
temporada alta como en temporada baja. Por otro lado, de acuerdo
con los estadísticos media y mínimo, A Mariña ocuparía el primer
lugar en temporada alta y Santiago en temporada baja. Finalmente,
los precios mínimos sitúan como zonas más baratas las Rías Baixas
y el Resto de Galicia, tanto en temporada alta como en la baja.
Hoteles de tres a cinco estrellas
A partir de los datos de la Tabla 4.7, desglosados en hoteles de
cadena frente a los independientes, se observa que la dispersión de
precios es mayor en los hoteles de cadena (44,56 % frente al 37,67
%, en media). Además, la diferencia entre ambos grupos es
bastante más acusada en temporada baja (48,15% frente al 36,01
%, mientras que en temporada alta las cuantías respectivas son del
40,96% y el 39,32%).
En lo que respecta a los hoteles pertenecientes a cadenas, cabría
señalar los siguientes datos de interés:
• La media sitúa a las Rías Baixas como la comarca con
precios más elevados, seguida de las Rías Altas, Santiago
y A Mariña. La ordenación obtenida a partir de los precios
máximos sólo difiere respecto a la anterior en que las Rías
Altas se situaría por encima de las Rías Bajas.
•
La variabilidad de los precios oscila entre el 15,20 % de
las Rías Altas y el 39,46 % de las Rías Baixas. Entre
ambas comarcas, se situarían correlativamente A Mariña
(27,30 %) y Santiago (38,78 %). Se observan dos pautas:
mientras en A Mariña, Rías Altas y Rías Baixas la
variabilidad de los precios es mayor en temporada alta, en
los demás casos (Santiago y Resto de Galicia) ocurre
exactamente lo contrario. La diferencia más acusada entre
temporadas se da en la comarca de Santiago (temporada
alta: 33,63%; temporada baja: 43,92%); la menor, en el
área Resto de Galicia (temporada alta: 30,14%;
temporada baja: 33,72%).
TABLA 4.7 ESTADÍSTICOS DESCRIPTIVOS DE LOS PRECIOS HOTELEROS
EN LOS PRINCIPALES NÚCLEOS DE ATRACCIÓN TURÍSTICA DE GALICIA EN
EL AÑO 2007 – 3 A 5 ESTRELLAS.
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• En comparación con los hoteles independientes de una y
dos estrellas, los de tres o más muestran en conjunto una
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variabilidad de precios mayor (37,67 % frente al 27,19 %).
No obstante, hay notables diferencias entre los distintos
núcleos turísticos, de tal modo que podrían establecerse
tres grupos. En primer lugar, A Mariña, donde los niveles
de dispersión son casi idénticas (diferencia de 4 décimas
porcentuales). En segundo lugar, las Rías Altas, con una
variabilidad en los precios
mucho menor en los
establecimientos de tres o más estrellas (15,20 % frente al
37,68 %). Por último, las Rías Baixas, Santiago y Resto
de Galicia, donde la volatilidad es más acusada en los
establecimientos con tres o más estrellas (siendo
Santiago la comarca donde la diferencia es más notoria:
algo más de 19 puntos porcentuales).
Finalmente, si se lleva a cabo un análisis individualizado para cada
núcleo turístico del comportamiento de los precios de hoteles
integrados en cadenas frente a los independientes, cabe apuntar
que:
• En A Mariña, los estadísticos media y máximo revelan
unos mayores precios en los hoteles independientes tanto
en temporada alta como en la baja. Los dos estadísticos
citados apuntan mayores diferencias entre los dos tipos
de establecimientos en temporada alta; en cambio, el
estadístico mínimo marca más diferencia en temporada
baja.
• En las Rías Altas, por término medio, la variabilidad de los
precios es muy superior en los hoteles pertenecientes a
cadenas (43,70% frente al 15,20%), y la diferencia es
mucho más acusada en temporada baja que en la alta.
• En las Rías Baixas, en promedio, la variabilidad de los
precios es ligeramente mayor en los hoteles de cadena
(41,29 % frente al 39,46 % de los independientes). Sin
embargo, el análisis por temporada desvela un
comportamiento asimétrico: mientras en temporada baja
son los hoteles integrados en cadenas los que registran
mayor dispersión (47,32 % frente al 36,02 %), en
temporada alta ocurre lo contrario (independientes: 42,90
%; cadenas: 35,26 %).
•
En el núcleo de Santiago, la variabilidad de las tarifas es,
en conjunto, algo mayor en los hoteles independientes
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(38,78 % frente al 35,57 %). No obstante, el análisis por
temporada refleja de nuevo un comportamiento
asimétrico, dado que en temporada alta los hoteles
integrados en cadenas tienen una variabilidad mayor
(39,61 % frente al 33,63 %), mientras que en temporada
baja ocurre justo lo contrario (31,52 % frente al 43,92 %).
4.1.3. Niveles de concentración y precios
La interpretación de los datos comentados en el apartado anterior,
puede reforzarse con el análisis de la interrelación entre niveles de
concentración y precios. De hecho, la evidencia conjunta que aportan
estos ejercicios permite prácticamente descartar la existencia de
presiones al alza en los precios atribuibles al poder de mercado de los
oferentes.
En los núcleos turísticos, los mayores niveles de concentración
observados no sólo no se asocian a precios más altos, sino que
guardan una leve relación inversa (Gráficos 4.1 y 4.2). La principal
explicación a este comportamiento la proporciona el carácter
disciplinante de la demanda que limita claramente las posibilidades de
fijar precios por encima de lo que serían los niveles competitivos. Los
mayores niveles de concentración están ligados en algún caso a zonas
con menor nivel de actividad (A Mariña, Rías Altas).
Esta conclusión también es extrapolable al caso de los núcleos
urbanos (Gráficos 4.3 y 4.4). Aquellas ciudades que presentan una
mayor concentración de la oferta hotelera no muestran una mayor
presión al alza en los precios máximos ni en los mínimos. Tanto en los
segmentos de baja como de alta calidad, los mayores niveles de
concentración de la oferta parecen ir asociados a precios más bajos.
Este hecho puede explicarse tanto por el poder disciplinante de la
demanda en aquellas ciudades en las que existen bajos niveles de
actividad como por las propias economías de escala de los oferentes
de gran dimensión.
8
GRÁFICO 4.1: PRECIOS MEDIOS Y DISPERSIÓN VERSUS NIVELES DE
CONCENTRACIÓN POR NÚCLEOS TURÍSTICOS EN EL AÑO 2007
(ESTABLECIMIENTOS DE BAJA CALIDAD).
80
70
Euros
60
50
40
Precio medio máximo
Dispersión
30
Precio medio mínimo
Dispersión
20
10
0
0
100
200
300
400
500
600
700
Herfindahl
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
GRÁFICO 4.2. PRECIOS MEDIOS Y DISPERSIÓN VERSUS NIVELES DE
CONCENTRACIÓN POR NÚCLEOS TURÍSTICOS EN EL AÑO 2007
(ESTABLECIMIENTOS DE MEDIA Y ALTA CALIDAD).
180
160
140
Euros
120
100
Precio medio máximo
80
Dispersión
Precio medio mínimo
Dispersión
60
40
20
0
0
200
400
600
800
1000
1200
1400
1600
Herfindahl
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
2
GRÁFICO 4.3: PRECIOS
MEDIOS Y DISPERSIÓN VERSUS NIVELES DE
CONCENTRACIÓN POR CIUDADES EN EL AÑO 2007 (ESTABLECIMIENTOS DE
BAJA CALIDAD).
80
70
60
Euros
50
P re cio m e d io m á xim o
40
D is p ers ió n
P re cio m e d io m ínim o
30
D is p ers ió n
20
10
0
0
500
1000
1500
2000
2500
H e rfin d a h l
Fuente: Elaboración propia a partir del directorio de empresas turísticas 2007.
GRÁFICO 4.4: PRECIOS
MEDIOS Y DISPERSIÓN VS. NIVELES DE
CONCENTRACIÓN POR CIUDADES EN EL AÑO 2007(ESTABLECIMIENTOS DE
MEDIA Y ALTA CALIDAD).
200
180
160
140
Euros
120
Precio medio máximo
Dispersión
100
80
Precio medio mínimo
60
Dispersión
40
20
0
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
Herfindahl
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Empresas Turísticas 2007.
4.1.4. Precios, concentración y colusión: síntesis de resultados
Aunque la sencillez y limitaciones inherentes al tipo de análisis llevado
a cabo en los apartados anteriores no permite ser concluyente, no
parece arriesgado afirmar que a la vista de los resultados que arroja el
estudio de los niveles de los precios hoteleros, su variabilidad, su
interrelación con los niveles de concentración y su convergencia con la
evolución de los precios en el resto de España, no se detectan indicios
de abuso de posición dominante ni de de prácticas concertadas en
este ámbito.
Si bien es cierto que en general los establecimientos pertenecientes a
cadenas ofrecen unos precios superiores a los hoteles independientes,
también lo es que la variabilidad de las tarifas suele ser
significativamente mayor en los primeros. Asimismo, se ha constatado
que la variabilidad de los precios es mayor en los hoteles de tres o más
estrellas que en los de una o dos, lo cual corrobora la hipótesis de que
no existen prácticas que vulneren la libre competencia.
En síntesis, tanto los diferenciales como la variabilidad (dispersión) de
precios ponen de manifiesto la existencia de una doble realidad
(Gráficos 4.5 y 4.6). Por una parte, el conglomerado de baja calidad
(hoteles de una y dos estrellas) compite en precios con márgenes muy
reducidos y escasa variabilidad de precios, en tanto que el segundo
conglomerado (hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas) presenta una
considerable variabilidad como consecuencia del amplio abanico de
calidades ofertadas.
GRÁFICO 4.5: MEDIA Y DISPERSIÓN DE LOS PRECIOS EN TEMPORADA ALTA
SEGÚN CONGLOMERADO EN EL AÑO 200728.
140
Precio
120
100
80
60
1
Conglomerado
2
!
"##$
Abundando en el tema de la dispersión de precios, ésta se ve
considerablemente reducida en los precios mínimos. Esta constatación
es una clara consecuencia de la fuerte variabilidad de la demanda
estacional. Concretamente, en temporada baja la competencia en el
segundo conglomerado incide más acusadamente en la variable
precio.
28
La dispersión ha sido calculada para un intervalo del 95%
3
GRÁFICO 4.6: MEDIA Y DISPERSIÓN DE LOS PRECIOS EN TEMPORADA BAJA
SEGÚN CONGLOMERADO EN EL AÑO 2007.
100
Precio
80
60
40
20
1
2
Conglomerado
!
"##$
En lo que respecta al comportamiento de los precios en los hoteles de
cadena e independientes cabe destacar los siguientes aspectos:
J
Los mayores precios de los hoteles integrados en
cadenas no cabe interpretarlos como un rasgo derivado
de la concentración ni como indicio de la existencia de
poder de mercado. Se trata de un resultado acorde con
la apuesta de este grupo de hoteles por la calidad.
J
La mayor variabilidad de los precios que se observa en
los hoteles de cadena, además de constituir un
indicador de la inexistencia de prácticas colusorias,
cabe interpretarlo en clave de que las características
estructurales de este segmento (tamaño) junto con los
del sector (bajas tasas de ocupación y elevada
estacionalidad) conllevan estrategias más agresivas en
términos de variabilidad de precios de las que se
pueden permitir los hoteles independientes.
4
Un aspecto adicional a subrayar en relación con los resultados que
arroja el estudio de los precios es que las conclusiones son válidas
independientemente de la delimitación del mercado relevante que se
tome como referencia, es decir, tanto para ciudades como para
núcleos turísticos.
4.2. Asociaciones empresariales y acuerdos horizontales
Al igual que ocurre en otros sectores productivos, los empresarios
hoteleros están integrados en diferentes asociaciones empresariales
con distintos objetivos, entre los que destacan la defensa y promoción
de los intereses comunes de sus miembros y la búsqueda de
economías de escala en la provisión de determinados servicios que
necesitan las empresas del sector (asesoría, formación, información
estadística, etc).
Desde el punto de vista de la competencia es preciso referirse a estas
asociaciones en la medida en que pueden servir como punto de
contacto para que varias o todas las empresas que las integran
desarrollen de forma concertada prácticas restrictivas de la
competencia.
En Galicia las asociaciones de empresarios hoteleros son, en su
mayoría, asociaciones de hosteleros, de las que, además de los
hoteles y otros establecimientos de alojamiento, forman parte de las
mismas empresas de restauración, cafeterías, bares y otras empresas
similares.
La principal asociación hostelera de Galicia es la Confederación de
Empresarios de Hostelería de Galicia (CEHOSGA), de la que forman
parte diferentes asociaciones y federaciones provinciales y comarcales
y que, a su vez, está integrada en la Confederación Española de
Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Un análisis de los objetivos
de esta confederación de ámbito nacional permite ver cuáles son
formalmente los ámbitos de actuación de las asociaciones en las que
participan empresas hoteleras.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos
(CEHAT) se constituyó el 1 de enero de 2004 como resultado de la
fusión entre la Federación Española de Hoteles y la Agrupación
Hotelera de las Zonas Turísticas, siendo su objeto social la
representación, defensa y promoción de intereses comunes de sus
miembros en todo lo relacionado con el ámbito asociativo.
<
La CEHAT está compuesta por asociaciones hoteleras de ámbito local
y provincial repartidas por toda la geografía española, agrupando en la
actualidad a 57 asociaciones provinciales de hoteles, hostales,
pensiones y apartamentos turísticos y participando en la misma tanto
cadenas hoteleras como establecimientos independientes.
El funcionamiento del asociacionismo hotelero en España justifica esta
estructura de la CEHAT, ya que las empresas hoteleras se asocian a
nivel local o provincial, siendo las asociaciones territoriales las que
gestionan todas las cuestiones que afectan a su ámbito geográfico,
mientras que aquellos aspectos que exigen una representación o una
interlocución única a nivel español corresponden a la Confederación.
La CEHAT tiene como principales fines la representación, defensa y
fomento de los intereses comunes del sector. Más en concreto, sus
actividades se orientan a cumplir los siguientes objetivos específicos:
a) Representación de los intereses de los empresarios de la industria
hotelera ante la sociedad, las Administraciones Públicas y todo tipo de
instituciones.
b) Negociar, concertar y suscribir acuerdos o convenios que afecten o
interesen a sus miembros en los ámbitos industrial, sindical,
económico, tributario, laboral o cualquier otro relacionado con la
actividad representada.
c) Organizar actividades de carácter asistencial, formativo o cultural
que redunden en beneficio de los socios de la confederación y de la
sociedad en general.
d) Intervenir en el desarrollo turístico, proporcionando criterios de
actuación y sugerencias para un desarrollo sostenible del sector, para
el mantenimiento de los puestos de trabajo en el mismo y para mejorar
la competitividad empresarial.
e) Fomentar y difundir el sistema de iniciativa privada y de economía
de mercado en el sector turístico.
f) Trabajar de forma activa en todos aquellos asuntos relacionados con
la innovación tecnológica, la calidad, la promoción del turismo, la
seguridad de las instalaciones y la elaboración de estadísticas para la
mejora permanente de los establecimientos hoteleros y apartamentos
de España.
Los objetivos de las diferentes organizaciones que integran la CEHAT
coinciden, a grandes rasgos, con los que se acaban de indicar, pero
restringidos a sus ámbitos territoriales de actuación, ya sean éstos
locales, provinciales o regionales. De acuerdo con la información de la
propia Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos,
las diferentes asociaciones empresariales del sector existentes en
Galicia e integradas en CEHAT son las siguientes:
Con sede social en la provincia de A Coruña:
• Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña
• Asociación Provincial de Hospedaje de Santiago de Compostela
• Confederación de Empresarios de Hostelería de Galicia
(CEHOSGA)
Con sede social en Lugo:
• Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo
Con sede social en Ourense:
• Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de Ourense
Con sede social en Pontevedra:
• Asociación Provincial de Hospedaje de Pontevedra
• Federación Comarcal Empresarial de Hostelería de Vilagarcía
• Federación de Empresarios de Hostelería de Pontevedra
Aunque la CEHOSGA ha sido citada como asociación con sede social
en la provincia de A Coruña, en realidad se trata de una asociación
regional en la que están integradas la mayoría de las asociaciones
provinciales y comarcales del sector existentes en Galicia. En concreto,
CEHOSGA está integrada por:
• Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña
• Asociación de Empresarios de Hostelería de Ferrol y Comarca
• Asociación de Empresarios de Hostelería de Santiago de
Compostela y Comarca
• Asociación de Empresarios de Hostelería de Lugo
• Federación de Empresarios de Hostelería de Pontevedra
• Asociación de Empresarios de Hospedaje de Pontevedra
'
• Federación de Empresarios de Hostelería de Vilagarcía de
Arousa
• Federación de Empresarios de Hostelería de Ourense
La composición de estas asociaciones, en cuanto a los
establecimientos hoteleros, es desigual. Mientras en algunos casos
están integrados prácticamente todos los hoteles representativos del
ámbito territorial de actuación de la asociación, en otros sólo están
representados hoteles independientes junto a otro tipo de empresas,
fundamentalmente de restauración.
En general, estas asociaciones buscan proporcionar a sus asociados
servicios de calidad en materias tales como la asesoría fiscal, laboral y
jurídica, la difusión de publicaciones e información sobre el sector, el
desarrollo de planes formativos o la difusión de información sobre
ayudas públicas al sector hostelero.
El hecho de que en las asociaciones de hostelería estén integrados
diferentes tipos de empresas y que, además, normalmente el número
de empresas asociadas sea muy elevado, dificulta que se puedan
desarrollar acuerdos que limiten la competencia en el sector hotelero
en el seno de dichas asociaciones. Además, es preciso tener presente
que estas asociaciones provinciales están integradas en una
confederación de mayor rango, como es la CEHAT, que sirve de
interlocutor del sector en procesos de negociación de ámbito nacional y
que, entre otras cosas, debe preocuparse por garantizar el
cumplimiento de la legalidad en materia de competencia en las
diferentes asociaciones locales.
En estas circunstancias, y en ausencia de datos fehacientes que
demuestren que en este tipo de asociaciones se realicen acuerdos que
limiten la competencia en el sector hotelero, se puede concluir que el
asociacionismo, por su configuración y por su operativa, no parece que
esté generando problemas de competencia en el sector hotelero en
Galicia. Los fines que persiguen las asociaciones hoteleras en la
comunidad gallega pueden, en efecto, generar acuerdos horizontales,
pero dichos acuerdos están orientados a mejorar la competitividad del
sector y a obtener las ventajas derivadas de procesos de negociación
común frente a otros interlocutores, públicos o privados, sin que se
pueda deducir de ello el incentivo a desarrollar prácticas restrictivas de
la competencia. No obstante, sería recomendable que los órganos de
defensa de la competencia estén alerta ante los acuerdos que se
adopten en este tipo de asociaciones con la finalidad de evaluar sus
efectos sobre el mercado en materia de competencia.
@
4.3. Competencia desleal e intrusismo
En el marco del análisis de las conductas restrictivas de la
competencia en los mercados, además de abordar las cuestiones
vinculadas a prácticas colusorias y de abuso de posición de dominio,
también cabe hacer una referencia a los actos de competencia desleal.
En este sentido, la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la
Competencia establece en su Capítulo I (De las conductas prohibidas)
que el falseamiento de la libre competencia por actos desleales está
tipificado como conducta prohibida en todo el territorio español. En
concreto, el artículo 3 de la citada Ley indica que:
“La Comisión Nacional de la Competencia o los órganos competentes
de las Comunidades Autónomas conocerán en los términos que la
presente Ley establece para las conductas prohibidas, de los actos de
competencia desleal que por falsear la libre competencia afecten al
interés público”.
La normativa gallega sobre turismo aborda el problema de la
competencia desleal en la Ley 9/1997 de Ordenación y Promoción del
Turismo en Galicia. En concreto, en el preámbulo de la citada Ley, al
establecerse los fines de la misma, figura como objetivo de la norma:
“ Ofrecer un marco legal operativo y suficiente a las empresas y a los
sujetos turísticos para garantizarles su crecimiento equilibrado y la
elevación de sus niveles de calidad, que estimule su competitividad y
evite las actividades turísticas clandestinas y la competencia desleal.”
El artículo 22 de la citada Ley 9/1997 completa las referencias a la
competencia desleal incluyendo el problema del intrusismo profesional.
Dicho artículo señala que:
“La realización o publicidad por cualquier medio de difusión de las
actividades de las empresas turísticas sin estar en posesión de la
autorización preceptiva se considera intrusismo profesional y se
sancionará administrativamente según lo previsto en esta ley”.
Dicha sanción se establece en el punto 4, artículo 87, de la Ley
10/2004 de modificación de la Ley 9/1997, donde se tipifica como
infracción administrativa de carácter grave
8
“1. La prestación de servicios y la realización de actividades careciendo
de la autorización, habilitación o título-licencia exigidos por la normativa
turística”.
En el caso concreto de la industria hotelera en Galicia, y realizando un
análisis agregado de los problemas de la misma desde la perspectiva
de la competencia, los principales actos de competencia desleal
proceden del alquiler de pisos o apartamentos en el ámbito de la
economía
sumergida.
Dichas
actividades
se
desarrollan
fundamentalmente en zonas turísticas y en período estival. Aunque la
existencia de dichas actividades resulta incuestionable, no se dispone
de cifras que muestren su magnitud económica ni en qué medida
suponen competencia real para el sector hotelero gallego.
Además, en lo relativo a este tipo de actividades cabe realizar algunas
precisiones.
En primer lugar, para que esa actividad se pueda considerar como de
economía sumergida debe ser realizada sin ningún tipo de contrato y
sin que exista registro alguno de la misma. Evidentemente, el hecho de
que un propietario de un piso o apartamento lo alquile en período
estival o en cualquier otro período del año de acuerdo con la normativa
de alquiler en vigor no supone acto de competencia desleal de ningún
tipo.
En este sentido, cabe traer a colación el artículo 49 de la Ley 9/1997,
referido a las viviendas turísticas vacacionales, en el que se establece
que:
“Con el fin de garantizar la coordinación de la oferta y los derechos de
los usuarios, se determinará reglamentariamente el alojamiento en
unidades aisladas de apartamentos, bungalows, viviendas unifamiliares
y en general en cualquier vivienda ofrecida por motivos vacacionales o
turísticos, mediante contraprestación económica.
En todo caso, se referirá sólo al alojamiento en piso completo o
vivienda unifamiliar, y no por habitaciones, quedando expresamente
prohibido el alojamiento en viviendas particulares”.
En segundo lugar, habría que analizar si ese producto de alquiler de
pisos o apartamentos en el ámbito de la economía oculta es realmente
equiparable a lo que se ha definido como producto hotelero. De hecho,
es posible que la competencia que ejercen estas actividades sean
competencia sólo para un determinado tipo de establecimientos
32
hoteleros (probablemente los de una, dos o como máximo tres
estrellas) o incluso que se consideren competencia no de los
establecimientos hoteleros, sino de los extrahoteleros, dadas las
características del servicio objeto de alquiler.
Finalmente, es preciso señalar que los alquileres de pisos y
apartamentos privados sin contrato se realizan en zonas turísticas en
períodos vacacionales, es decir, cuando existe una mayor presión de la
demanda y, por lo tanto, cuando los establecimientos hoteleros (y
extrahoteleros) están en sus niveles más altos de ocupación (incluso
con plena ocupación). Esta es otra de las cuestiones a tener en cuenta
en la medida en que permite matizar la posible magnitud real de los
efectos que para los establecimientos hoteleros se deriva de la
competencia que ejercen este tipo de actividades.
3
CAPÍTULO 5. COMPETENCIA DINÁMICA
5.1. Análisis estratégico y competencia en el sector hotelero
gallego
Desde una perspectiva dinámica, una cuestión central en el marco del
análisis de la competencia de un sector es la evaluación de si la
entrada de nuevos competidores o la mera presencia de competidores
potenciales evitarán, o al menos compensarán, los efectos de posibles
prácticas restrictivas de la competencia o de abuso de posición de
dominio.
En el sector turístico considerado en su conjunto existe un creciente
nivel de competencia entre destinos. Los factores que determinan esa
rivalidad son de diversa índole: la multiplicidad de formas de cubrir las
necesidades de ocio y cultura, las facilidades de entrada en el sector,
su elevada rentabilidad, el alto poder de negociación de los
proveedores (siempre más concentrados), la especificidad de los
servicios y su caducidad etc. Sin embargo, esta creciente competencia
entre destinos no va acompañada necesariamente de la competencia
interna al destino turístico y, en particular, del sector hotelero.
Desde la perspectiva de Porter (1980), centrada en el posicionamiento
relativo de las empresas en el mercado y las características
estructurales del sector, el grado de rivalidad en el sector turístico
depende de la combinación de las tradicionales fuerzas competitivas
(Esquema 5.1).
En lo que respecta a la penetración de competidores potenciales y
posibles barreras de entrada, cabe destacar que la singularidad de los
destinos turísticos favorece la aparición de rentas de situación y
dificulta el ingreso de nuevas empresas en el sector. A su vez,
siguiendo el esquema de una causalidad circular, las propias
potencialidades del destino y la apuesta de las grandes cadenas por el
mismo pueden acabar constituyendo una limitación al ingreso de
nuevas empresas en el sector. Por otra parte, la industria hotelera,
limitando las posibilidades de ingreso en el sector puede beneficiarse
de notables economías de escala. No obstante, éstas sólo son
alcanzables si los niveles de demanda del destino garantizan un alto
nivel de ocupación.
3
ESQUEMA 5.1: ANÁLISIS ESTRATÉGICO DEL SECTOR HOTELERO GALLEGO.
J
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Fuente: Elaboración propia a partir de Porter (1980).
En el mismo sentido operan las dificultades de acceso a los canales de
distribución -en el sector que nos ocupa, los touroperadores. La
considerable capacidad de que estos agentes disponen para canalizar
y crear demanda, así como el acceso privilegiado a los mismos de las
grandes empresas podría suponer un obstáculo a la entrada de
competidores. Ahora bien, el mercado gallego está muy poco
penetrado por este tipo de distribuidores, predominan las empresas de
pequeña dimensión no integradas y con muy bajos niveles de
ocupación. De hecho, uno de los rasgos significativos de dicho
mercado es la falta de establecimientos de alta calidad y elevada
dimensión en alguno de los núcleos de atracción principales (por
ejemplo, Rías Baixas)
La competencia interna en el sectorestá influenciada por la
fragmentación en pequeñas empresas derivada de las propias
características de la demanda turística. Un crecimiento moderado de
ésta, como es el caso gallego, aumenta considerablemente la rivalidad
entre las empresas, en especial en las de pequeña dimensión, y rebaja
la calidad de la oferta.
33
Evidentemente, la operativa en la mayor parte de los sectores
productivos exige realizar inversiones iniciales en capital fijo y el
cumplimiento de una serie de normativas para el inicio de actividades.
Asimismo, las economías de escala y la necesidad de instalar
tecnología son también elementos comunes a la mayoría de los
sectores productivos. No obstante, sólo se considera que las barreras
a la entrada generadas por estas vías limitan la competencia efectiva
cuando dichos factores son especialmente significativos y no por el
mero hecho de su existencia como necesidades mínimas para operar
en un mercado.
La industria hotelera es intensiva en capital con costes fijos elevados,
al menos en el caso de establecimientos de tamaño medio y grande.
Para poder prestar los servicios hoteleros es necesario realizar una
fuerte inversión en capital fijo (esencialmente en capital inmobiliario),
aspecto que condiciona la rentabilidad de la inversión y los plazos de
recuperación de la misma. En cierto modo esta inversión en capital fijo
para iniciar la actividad puede actuar como una barrera a la entrada en
el sector, ya que se precisa un tamaño concreto del mercado para
poder rentabilizar dicha inversión.
No obstante, esa inversión inicial, al ser esencialmente en inmuebles,
puede recuperarse en el caso de que la empresa decida abandonar el
mercado mediante, por ejemplo, la venta de los mismos. En especial
en los establecimientos de reducida dimensión, existen bajas barreras
de salida, con lo que ante cambios en el volumen y características de
la demanda podría generarse una reducción de la rivalidad. Aunque un
rasgo esencial de los sectores maduros es la existencia de barreras
de salida, bien por la existencia de activos durables y especializados,
bien por la existencia de costes fijos de salida e incluso emocionales,
probablemente el hotelero no sea un sector con elevados costes de
salida, dada la facilidad para transformar los activos inmobiliarios hacia
otros destinos.
En la evaluación de la competencia real y potencial en el sector
hotelero es preciso tener en cuenta también la existencia de
competidores diversos y la entrada de empresas con fuertes intereses
estratégicos en el sector. Ambos factores favorecen un incremento de
la rivalidad.
En el sector hotelero la amenaza de sustitución proviene del importante
incremento de la oferta de servicios “parahoteleros” y de la aparición
de destinos turísticos y de ocio alternativos. Tal y como se ha puesto
de manifiesto en su momento, en algunos destinos ha surgido una
34
importante oferta “parahotelera” que abarca establecimientos que van
desde las casas rurales hasta los apartahoteles, junto a una oferta
informal de alojamiento bajo la forma de alquileres y segundas
viviendas vacías, que constituyen un escape no registrado de la
demanda hotelera. En otro nivel, el turismo gallego, aunque dispone de
activos exclusivos y ciertas ventajas comparativas, puede encontrarse
con la competencia directa de un conjunto de regiones próximas,
dentro de lo que es turismo paisajístico y natural.
Finalmente, el poder de negociación de proveedores y clientes es un
factor clave explicativo de la evolución de la competencia en el sector
hotelero. En el ámbito de los proveedores, la inexistencia de
actividades de ocio asociadas o la debilidad de otros sectores ligados a
la generación del destino situarían al sector en una posición de
dominio; no obstante, la falta de dimensión de las empresas del sector
limita la capacidad de negociación.
Por otra parte, la demanda de servicios hoteleros ha experimentado un
fuerte proceso de concentración paralelo a la creciente intermediación
de los touroperadores. En suma, las empresas hoteleras se encuentran
con un elevado poder de negociación de clientes e intermediarios
derivado de la mayor concentración de estos últimos frente a la fuerte
atomización de la oferta existente (Rodríguez y Guisado, 2003).
En este sentido, la falta de una dimensión apropiada e incluso de
integración horizontal y vertical puede suponer una pérdida de poder
de negociación del sector. Concretamente, la demanda gallega se
caracteriza por una notable falta de intermediación y la oferta por su
falta de integración en los paquetes turísticos planificados por los
intermediarios y su incapacidad para proveer, salvo algunas
excepciones, un producto netamente diferenciado. Estos rasgos,
unidos a una notable infrautilización de la capacidad existente, a una
evolución errática de la demanda (vinculada en muchos casos al clima
o a acontecimientos periódicos, tales como la celebración de los “años
jacobeos”), una baja rentabilidad e incluso un cierto déficit de calidad
de la oferta, sitúan al sector en una posición de debilidad.
En suma, atendiendo a la competencia real y potencial a las que están
expuestas las empresas hoteleras gallegas, parece difícil que puedan
coordinar acciones restrictivas o imponer condiciones abusivas sin que
los consumidores busquen mejores alternativas.
3<
5.2. Barreras a la entrada derivadas del marco normativo
Tal y como se ha señalado anteriormente, las barreras a la entrada
suelen aparecer asociadas a cuestiones como las economías de
escala, la tecnología, los costes irreversibles, determinados
comportamientos estratégicos o elementos relacionados con la
información. Pero además es posible identificar todo un conjunto de
factores que se pueden denominar genéricamente factores legales y
políticos, vinculados a la normativa sectorial, que constituyen barreras
legales a la entrada o barreras a la entrada derivadas del marco
normativo.
En el caso concreto de las barreras legales, sólo se pueden considerar
como tales y, por lo tanto, ser objeto de análisis como posible práctica
restrictiva de la competencia, los requisitos normativos que imponen a
la entrada mayores exigencias que las que precisa el normal
funcionamiento de un mercado competitivo. Con la finalidad de abordar
esta problemática, en primer lugar se puede hacer referencia al estado
de la cuestión a nivel español para, posteriormente, analizar en qué
medida el marco normativo autonómico descrito en el primer capítulo
de este estudio genera barreras a la entrada en el mercado hotelero
gallego.
5.2.1. Las barreras normativas en los informes del Servicio de
Defensa de la Competencia
Los informes del Servicio de Defensa de la Competencia (en adelante
SDC) de España en los que se plantea esta problemática son el
Informe N-03070 Barceló Corp./Viajes Barceló y el Informe N-06052
Iberostar/Cajamadrid/SA Nostra/Caixa Galicia/Inhova.
En el apartado VI.5 del Informe N-03070 el SDC concluye que:
“Es opinión compartida por el sector la inexistencia de dificultades de
acceso significativas a los mercados minoristas de agencias de viajes y
hotelero por parte de nuevos operadores. De ahí, uno de los motivos
de que la oferta esté compuesta por un número tan elevado de
participantes (...). Los requisitos de tipo administrativo son pocos y
relativamente sencillos de cumplir. De acuerdo con fuentes del sector,
instalar una agencia de viajes en una población que cuente con más de
3
20.000 habitantes puede llegar a ser rentable. Lo mismo sucedería en
el caso de los hoteles”.29
En el informe N-06052 del SDC, que trata el caso de una operación de
concentración económica radicada en las Islas Baleares, se afirma en
su apartado V.4:30
“Las principales barreras de entrada en el mercado de instalaciones,
desarrollo y operación de hoteles son de tipo regulatorio, como
consecuencia de las licencias turísticas que debe otorgar el Gobierno
autonómico en función de los estándares de calidad y la licencia de
obras y de apertura que debe conceder el correspondiente
Ayuntamiento en función de la normativa sectorial de construcción e
instalaciones.
Del texto extractado se desprende claramente que en el caso particular
de la Ley General Turística de las Islas Baleares se establece un
riguroso sistema de calidad de la oferta, armonizado, a su vez, con el
control de la calidad de la misma.
En lo relativo a las barreras a la entrada, en este informe se ponen de
manifiesto dos circunstancias nuevas con respecto al Informe N-03070,
fechado en 2003. En primer lugar, se reconoce que las inversiones
iniciales en el sector no se pueden considerar de facto como barreras a
la entrada de tipo económico y que no deben ser motivo de
preocupación alguna desde la perspectiva de la defensa de la
competencia. En segundo lugar, se indica que las principales barreras
a la entrada en el sector hotelero son de tipo administrativo, haciendo
referencia a la exigente normativa turística de las Islas Baleares y a la
necesidad de solicitar determinadas licencias de carácter urbanístico.
5.2.2. Las barreras normativas a la entrada en Galicia
En el primer capítulo de este estudio se han analizado de forma
esquemática los aspectos más relevantes de la normativa turística y
hotelera actualmente en vigor en Galicia. De dicho análisis se deduce
29
La notificación de este informe tiene fecha de entrada de 1 de diciembre de 2003 y
plazo máximo para el traslado del expediente al Tribunal de Defensa de la Competencia
de 2 de enero de 2004. Dicho expediente no fue remitido finalmente al Tribunal de
Defensa de la Competencia.
30
La notificación de la operación tiene fecha de entrada el 2 de junio de 2006, siendo la
fecha límite para su traslado al Tribunal de Defensa de la Competencia el 3 de julio de
2006. No se ha producido la remisión, por parte del SDC, del expediente al Tribunal de
Defensa de la Competencia.
3'
que Galicia cuenta con normativa en materia de calidad que regula la
entrada y desarrollo del negocio hotelero. Además, la instalación y
apertura de establecimientos hoteleros está sujeta a las
correspondientes licencias urbanísticas municipales.
Este último requisito es exigible en todos aquellos sectores en los que
se precisa la construcción de una instalación o una infraestructura
física para la puesta en marcha del negocio. Es posible, sin embargo,
que para el sector hotelero, ese requisito sea especialmente exigente,
sobre todo en casos específicos en los que las instalaciones hoteleras
estén enclavadas en zonas de especial interés patrimonial, ambiental o
paisajístico. Por esa razón este tipo de instalaciones requiere una
vigilancia especial por parte de la Administración que debe ser mayor
que la que existe, por ejemplo, para la instalación de una nave
industrial en un parque empresarial o en un polígono industrial.
Estas especiales exigencias no afectan, sin embargo, a todos los
establecimientos hoteleros, sino que inciden especialmente sobre
aquellos que buscan unas ventajas comparativas derivadas de su
situación en determinados enclaves ambientales, paisajísticos o
culturales. En este sentido, resultaría difícil sostener que las licencias
urbanísticas municipales funcionen como barreras normativas a la
entrada en el sector hotelero y que dichas licencias deban ser objeto
de preocupación especial desde la perspectiva de la defensa de la
competencia, ya que se trata simplemente del cumplimiento por parte
de los Ayuntamientos de la normativa en materia urbanística y
ambiental.
Por otro lado, se puede deducir claramente de los principios generales
que fundamentan la normativa turística y de su desarrollo
reglamentario en Galicia, que el grado de exigencia para la instalación
y desarrollo del negocio hotelero en la Comunidad Autónoma no es
más que la plasmación en materia normativa de las condiciones
mínimas que debe cumplir un establecimiento hotelero para poder
competir en el mercado turístico y ofrecer un servicio adecuado a los
consumidores finales.
En suma, la mayoría de los requisitos administrativos y técnicos
establecidos en la normativa hotelera están plenamente justificados. La
asimetría informativa entre proveedores y clientes que caracteriza la
prestación de servicios hoteleros impone la necesidad de una
regulación básica del ejercicio de estas actividades, para que un
establecimiento hotelero pueda prestar sus servicios a los
consumidores con las garantías de calidad que requiere un mercado
3@
turístico desarrollado. Esta constatación viene a poner de manifiesto la
existencia de barreras normativas a la entrada en el sector hotelero en
Galicia.
No obstante, dichas barreras no confieren un particular poder de
mercado a los establecimientos hoteleros ya instalados en el sector.
Además, las condiciones de calidad deben ser cumplidas por todos los
establecimientos (los que están operativos y los que se planteen entrar
en el mercado), por lo que los hoteles en funcionamiento no presentan
ventajas claras sobre los potenciales competidores derivadas del
marco normativo.
De todos modos, las autoridades de competencia deben supervisar
exhaustivamente la normativa para verificar que los objetivos que
persigue la misma se puedan lograr sin incurrir en proteccionismos
estériles o contraproducentes, dejando todo el margen posible a la
creatividad y a la capacidad de actuación de las empresas en un
mercado competitivo.
5.3. Las ayudas públicas al sector hotelero
La actividad del Sector Público puede constituir un importante
condicionante de la competencia dentro del sector hotelero y turístico
en general. Además de la labor de control de las actividades de las
empresas, los poderes públicos asumen también una doble
responsabilidad como poder ordenador de los mercados y como
potencial cedente de ayudas. Su capacidad de intervención se
concentra, además de en la fijación del marco normativo y regulatorio,
en el establecimiento de planes y programas, de medidas fiscales y
financieras y de acciones de comunicación. Cada uno de estos
instrumentos señalados puede afectar en distinta media a los agentes
que operan en el sector y tener efectos diversos sobre los niveles de
competencia efectiva en el mismo.
En lo relativo a las ayudas públicas, la Ley 15/2007, de 3 de julio, de
Defensa de la Competencia, establece en su Capítulo III (De las
ayudas públicas), artículo 11, que:
“1. La Comisión Nacional de la Competencia, de oficio o a instancia de
las Administraciones Públicas, podrá analizar los criterios de concesión
de las ayudas públicas en relación con sus posibles efectos sobre el
mantenimiento de la competencia efectiva en los mercados (…) “.
38
Además, en el mismo artículo se establece que:
“5. Los órganos de Defensa de la Competencia de las Comunidades
Autónomas podrán elaborar, igualmente, informes sobre las ayudas
públicas concedidas por las Administraciones autonómicas o locales en
su respectivo ámbito territorial, a los efectos previstos en el apartado 1
de este artículo (…)”.
Por su parte, la normativa turística autonómica en Galicia aborda la
cuestión de las ayudas públicas en la medida en que la Comunidad
Autónoma tiene competencias exclusivas en materia de promoción
pública del turismo, estableciendo además incentivos económicos para
la mejora de la infraestructura turística y para otros fines vinculados a
la competitividad y la calidad del turismo en Galicia. En este sentido, el
artículo 74 de la Ley 9/1997 de Ordenación y Promoción del Turismo
en Galicia, señala lo siguiente:
“La Administración turística podrá establecer, de acuerdo con la
normativa aplicable, líneas de ayuda y otorgarles subvenciones a
empresas turísticas, corporaciones locales y otras entidades y
asociaciones como medidas para estimular la realización de las
acciones fijadas en los programas de promoción y fomento del turismo.
La concesión de subvenciones a todo tipo de entidades para la
recuperación, restauración y rehabilitación de bienes de interés
turístico, sean culturales, históricos, arqueológicos, artísticos o de otro
tipo, que puedan producir flujos turísticos llevará siempre aparejada la
existencia inexcusable de asegurar el acceso a ellos de los usuarios en
las condiciones que se determinen, expresada bien en la disposición
normativa que anuncie dichas subvenciones o a través del
correspondiente convenio de colaboración.
La concesión de las subvenciones y apoyos citados respetará los
principios de publicidad, concurrencia y objetividad, así como las
normas generales sobre la libre competencia, sin perjuicio de la
normativa de la Unión Europea”.
Como muestra del tipo de ayudas al sector que se están poniendo en
marcha desde la Administración Autonómica se pueden citar las
convocatorias de ayudas públicas de la Dirección Xeral de Turismo
correspondientes a 2007:
42
-
Modificación de las bases reguladoras de las subvenciones a
empresas turísticas para el fomento del turismo en el medio
rural.
-
Modificación de las bases reguladoras de las subvenciones a
empresas privadas para la creación y mejora de
establecimientos turísticos.
-
Bases reguladoras para la concesión de subvenciones a
Ayuntamientos con destino al apoyo a las fiestas populares y
otros eventos de contenido turístico.
-
Bases reguladoras para la concesión de subvenciones a
Ayuntamientos del litoral para el acondicionamiento y mejora de
las zonas de costa donde se practique asiduamente el baño.
-
Bases reguladoras para la concesión de subvenciones para la
mejora de establecimientos de cafeterías, cafés, bares y
restaurantes.
En este ámbito de las ayudas públicas cabe subrayar que las
empresas del sector hotelero otorgan un gran valor a la utilidad y a la
rentabilidad de las tecnologías dentro de su negocio, y a partir de ahí,
si tienen claro que en el futuro las posibilidades de crecimiento son
reales, es un sector abierto a la incorporación de esas nuevas
tecnologías. Con el fin de favorecer la incorporación de estas
tecnologías de la información y la comunicación del sector, las distintas
administraciones han puesto en marcha programas para ayudar a la
financiación de esas inversiones.
En todo caso, el objetivo de las ayudas públicas es mejorar la
infraestructura turística. A priori, los planes y programas de desarrollo
cuyo ámbito de actuación son sectores y áreas concretas tienen
carácter impulsor de la actividad y suponen una coordinación global del
sector. No obstante, bajo la pretensión de coordinar la actividad pública
y privada, los intereses representados en las negociaciones podrían
ser los de los grupos de gran dimensión y las áreas de máxima
demanda, lo cual podría marginar tanto áreas secundarias como
empresas y establecimientos de tamaño reducido
En general, cabe señalar que las ayudas fiscales y financieras, aunque
se orientan al conjunto del sector, podrían favorecer especialmente a
los oferentes tradicionales y particularmente a las grandes cadenas, ya
que estas presentan una mayor capacidad de captación de dichas
4
inversiones (constitución de garantías…). A título de ejemplo, los
conocidos créditos a bajos tipos de interés (FOMIT) destinados a la
renovación de infraestructuras suelen ser captados preferentemente
por establecimientos y cadenas con dimensiones importantes.
En suma, el análisis de las ayudas públicas al sector hotelero no
permite afirmar que puedan generar problemas desde el punto de vista
de la defensa de la competencia. De hecho, tal y como ya se ha
señalado, la propia Ley 9/1997, establece en su artículo 74 el respeto a
las normas generales sobre libre competencia como requisito para el
diseño y adjudicación de estas ayudas al sector turístico, condición
aplicable también para las ayudas específicas para el sector hotelero.
De todos modos, no se puede obviar la limitación inherente a la
posibilidad de evaluar con más precisión el impacto de las ayudas
sobre la libre competencia, en la medida en que no se dispone de
datos sobre el volumen de ayudas públicas concedidas en Galicia por
las distintas administraciones.
5.4. Los procesos de integración y concentración: eficiencia vs
prácticas anticompetitivas
Al igual que ocurre en otras industrias, en el sector turístico se han
desarrollado en los últimos años procesos de concentración
empresarial mediante integraciones horizontales y verticales. En dichos
procesos, el papel del sector hotelero es muy importante. En el caso de
las integraciones horizontales, éstas han dado lugar a grandes
cadenas hoteleras que operan a escala continental e incluso mundial.
En lo que respecta a las integraciones verticales, los conglomerados
empresariales del sector turístico se forman, generalmente, con la
asociación de empresas de transporte aéreo, cadenas hoteleras,
touroperadores y agencias minoristas (veáse esquema 5.2.)
El estudio de las repercusiones sobre el mercado turístico de estos
procesos de concentración es un elemento muy relevante para el
estudio de la competencia en el mismo. Del mismo modo, en el
mercado hotelero también es preciso investigar en que medida los
procesos de integración y concentración empresarial en el sector
pueden suponer obstáculos al desarrollo de la libre competencia en el
mismo. De hecho, en España, la mayoría de los asuntos remitidos
recientemente al SDC relacionados con operaciones en el sector
turístico y, en particular, en el sector hotelero, son precisamente
operaciones de concentración e integración de empresas de las
distintas fases del proceso de producción y distribución turística.
4
ESQUEMA 5.2.
TURÍSTICO.
PROCESOS
DE CONCENTRACIÓN ECONÓMICA EN EL SECTOR
El desarrollo de operaciones de integración horizontal y vertical puede
conducir a un aumento de la concentración en el sector hotelero, en
particular, y turístico, en general. Un mayor nivel de concentración en
la industria significa que un porcentaje cada vez mayor de la
producción total de la misma es generado por un número menor de
empresas o grupos empresariales. En los últimos años han proliferado
en el sector turístico los procesos de concentración empresarial
resultado de la integración horizontal y vertical de operadores que
forman parte de la cadena de producción y distribución turística. Estos
procesos de concentración son objeto de vigilancia por parte de los
servicios de defensa de la competencia en la medida en que es
necesario analizar si conducen o no a una situación de poder de
mercado o si suponen algún tipo de amenaza a la competencia en el
mercado turístico.
Por consiguiente, en este ámbito, la cuestión clave que se plantea es
evaluar en qué medida los mencionados procesos de concentración
43
empresarial (tanto horizontal como vertical) responden a las
necesidades de organización de la industria, de tal modo que ésta sea
más eficiente desde el punto de vista productivo. Es decir, se trataría
supervisar los cambios que los operadores quieren llevar a cabo y
valorar su incidencia en la consecución o mantenimiento de niveles
adecuados de competencia efectiva.
A este respecto, cabe tener en cuenta algunas consideraciones sobre
la dimensión óptima que deben tener los operadores. En este sentido,
cabe señalar que el crecimiento y la maximización de beneficios en
cualquier sector económico y, en particular, en el sector turístico, están
relacionados con tres líneas de actuación estratégica a largo plazo: a)
la posibilidad de realizar operaciones a gran escala, b) la capacidad de
control de inputs y outputs en diferentes mercados relacionados y c) la
oportunidad de utilizar las ventajas diferenciales existentes en un
mercado para trabajar de forma rentable y eficiente en otros mercados
relacionados (Bull, 1994).
En definitiva, se trataría de mejorar la rentabilidad y de aumentar el
tamaño de la empresa aprovechando economías de escala y
economías de gama mediante procesos de integración o fusión con
otras empresas del mismo sector productivo o de sectores que forman
parte de la misma cadena de producción y distribución, aumentando
así el grado de concentración del sector. En el caso de la industria del
turismo, dadas las características de su cadena de producción y
distribución, existen oportunidades para que los operadores realicen
estos procesos de integración y concentración con los objetivos
anteriormente señalados.
Con la finalidad de aprovechar las potencialidades apuntadas
(economías de escala y economías de gama), los establecimientos
hoteleros pueden realizar, como se ha señalado anteriormente, dos
tipos de integración empresarial: la fusión con otros establecimientos
hoteleros (generalmente fusión entre cadenas hoteleras), que
constituye un proceso de integración horizontal, y la formación de
grupos con otros operadores de la cadena de producción y distribución,
tales como líneas aéreas, touroperadores, agencias de viajes,
compañías de cruceros, etc, siendo en este caso un proceso de
integración vertical.
5.4.1. Los procesos de integración horizontal
Las empresas que se encuentran en la misma fase de la cadena
productiva del sector realizan procesos de integración horizontal con la
44
finalidad de obtener economías de escala en la producción, en la
gestión de compras o en la distribución de servicios. En ocasiones
estos procesos de integración pueden presentar problemas desde el
punto de vista de la competencia, si la cadena integrada resultante
presenta un poder de mercado excesivo en relación con una situación
de competencia efectiva en el mercado correspondiente.
En el caso de las cadenas hoteleras, los procesos de integración
horizontal pueden permitir una mayor eficiencia en la gestión de
compras, en la gestión financiera, en el marketing y en el propio
proceso de producción de servicios hoteleros.
Las empresas hoteleras de mayor tamaño son las cadenas hoteleras,
es decir, empresas que engloban bajo procedimientos de gestión
unificados a un número determinado de establecimientos hoteleros
distribuidos por diferentes zonas geográficas. Estos establecimientos
pueden tener la misma propiedad, total o parcial, o estar adheridos a
las cadenas mediante contratos de alquiler o franquicia. En todo caso,
el objetivo común en cualquiera de las modalidades es el de conseguir
una mayor rentabilidad del negocio mediante el aprovechamiento de
economías de escala.
Las grandes cadenas hoteleras se centran en los segmentos más altos
del mercado hotelero, ya que los establecimientos que forman parte de
las mismas son hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas. Las ventajas
derivadas de las economías de escala permiten a estos grupos
empresariales actuar en los segmentos de mercado de gama alta,
aunque también hay establecimientos individuales (no adheridos a
cadenas hoteleras) que compiten en dichos segmentos de clientela.
Cadenas hoteleras en España
En la Tabla 5.1 se ofrecen algunos datos de la Encuesta de Ocupación
Hotelera del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes a
septiembre de 2007, que se necesitan para obtener algunos
indicadores del poder de mercado de las grandes cadenas hoteleras
en España. Los datos agregados por estrellas se calculan primero para
los hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas y, posteriormente, para la
totalidad de hoteles. Esta desagregación se debe a que las cadenas
hoteleras sólo cuentan con hoteles de tres a cinco estrellas.
4<
TABLA 5.1: ESTABLECIMIENTOS HOTELEROS Y PLAZAS HOTELERAS
SEGÚN LA ENCUESTA DE OCUPACIÓN HOTELERA DEL INE.
Categoría de los hoteles
Nº de
%
Nº de plazas
%
establecimientos
5 estrellas
201
2,5
67.518
5,0
4 estrellas
1.664
21,1
521.419
39,0
3 estrellas
2.687
34,1
542.992
40,6
Subtotal (3, 4 y 5 estrellas)
4.552
57.8
1.131.929
84,7
2 estrellas
1.997
25,3
142.003
10,6
1 estrella
1.340
17,0
62.926
4,7
Total
7.889
100
1.336.858
100
Fuente: Elaboración propia a partir de la EOH del INE de septiembre de 2007.
Las principales cadenas hoteleras españolas son las que se indican en
la Tabla 5.2. En dicha tabla figuran algunas de las cifras que se
consideran básicas desde la perspectiva del análisis de la situación
competitiva del sector: número de hoteles, habitaciones y plazas
hoteleras de cada cadena (categoría sobre la que se establece el
ranking o clasificación del cuadro), y porcentaje que representan
dichas cifras sobre el total del mercado español. Ese porcentaje se
calcula no sólo para la totalidad de hoteles, sino también para la suma
de los hoteles de tres, cuatro y cinco estrellas, que constituyen el
segmento de mercado relevante de las grandes cadenas.
Los datos de la tabla 5.2 ponen de manifiesto que sólo ocho cadenas
hoteleras españolas sobrepasan las 10.000 plazas hoteleras en todo el
territorio español (mercado geográfico relevante de ámbito nacional). El
dominio del sector en cuanto a tamaño lo ejerce claramente la cadena
Sol Meliá; sin embargo, no se puede decir que ésta tenga poder de
mercado alguno en el mercado español, estando situada todavía muy
lejos de una cifra de referencia como puede ser el 10% del total.
Sol Meliá cuenta con el 2,01% del número total de hoteles de España,
lo que representa el 4,94% del número total de plazas. Si se restringe
el análisis al caso de los hoteles de tres o más estrellas, se constata
que la primera empresa del sector cuenta con el 3,49% de los hoteles y
el 5,83% de las plazas disponibles en el mercado español.
4
TABLA 5.2: PRINCIPALES CADENAS HOTELERAS DE ESPAÑA.
Nº
Nº hoteles
Cadena
habitaciones
Nº plazas
Total de la
% total
Total de la
Total de la
% total
cadena
mercado
cadena
cadena
mercado
español*
español*
Sol Meliá
159
2,01 (3,49)
34.263
66.033
4,94 (5,83)
NH
107
1,36 (2,35)
11.776
22.190
1,66 (1,96)
RIU
42
0,53 (0,92)
11.344
22.000
1,66 (1,94)
Iberostar
26
0,33 (0,57)
8.323
17.884
1,34 (1,58)
Husa
120
1,52 (2,64)
9.502
17.862
1,34 (1,58)
Fiesta
25
0,32 (0,55)
7.039
13.915
1,04 (1,23)
Group H10
25
0,32 (0,55)
6.565
12.387
0,93 (1,09)
Hesperia
37
0,47 (0,81)
5.503
10.537
0,79 (0,93)
* La primera cifra corresponde a la totalidad del mercado hotelero español. La segunda
cifra (entre paréntesis) corresponde al mercado de los hoteles de tres, cuatro y cinco
estrellas del mercado español.
Fuente: Elaboración propia a partir del Informe del Servicio de Defensa de la
Competencia N-06052. Datos procedentes de Turespaña, correspondientes a 2006.
Además de Sol Meliá, sólo cinco cadenas hoteleras sobrepasan el 1%
del total de plazas disponibles en España. Esas cadenas son NH y
RIU, las dos con el 1,66% del total de plazas, Iberostar y Husa, ambas
con el 1,34%, y Fiesta, con el 1,04% de las plazas hoteleras
disponibles. Circunscribiendo el análisis a los hoteles de mayor
categoría (tres estrellas o más) son seis cadenas, además de Sol
Meliá, las que superan el 1% del número total de plazas: NH (1,96%),
RIU (1,94%), Iberostar y Husa (1,58% en cada caso), Fiesta (1,23%) y
Group H10 (1,09%).
Agregando los datos de las principales cadenas hoteleras, las cinco
primeras suponen el 10,94% del total de plazas del mercado español y
el 12,89% del número total de plazas disponibles en hoteles de tres o
más estrellas. Aunque Sol Meliá ejerce un dominio claro en este
mercado, de acuerdo con las cifras expuestas difícilmente alguna de
las grandes cadenas hoteleras españolas puede ejercer un poder de
mercado efectivo en el sector, al margen de las ventajas competitivas
que les pueda suponer una determinada imagen de marca.
4'
La configuración de esta estructura del mercado de cadenas hoteleras
españolas no es el resultado de intensos procesos de fusión entre las
empresas. Prueba de ello es que, sólo una es resultado de un proceso
de fusión empresarial de alcance realizado en los últimos años: la
fusión por absorción de las cadenas Meliá y Tryp, operación en la que
hay que remontarse al año 2001 (publicada en el Boletín Oficial del
Registro Mercantil de 27 de abril de 2001). Se debe señalar, sin
embargo, que cada cadena hotelera opera con varias marcas,
normalmente dirigidas a segmentos de mercado diferenciados. Por
ejemplo, la cadena Sol Meliá opera mediante las siguientes marcas:
Meliá Hotels & Resorts, ME by Meliá, Tryp Hoteles, Sol Hoteles y Sol
Meliá Vacation Club.
Del resto de grupos empresariales hay que señalar que algunos son
empresas de origen familiar que han experimentado un gran proceso
de crecimiento en los últimos años o grandes cadenas que han abierto
numerosos establecimientos recientemente, pero que no son el
resultado de procesos de fusión significativos. Sí han existido, en algún
caso, procesos de absorción por parte de alguna de estas cadenas de
establecimientos individuales que han derivado en procesos de
crecimiento empresarial con objetivos similares a las grandes fusiones,
pero con unas características muy diferentes desde el punto de vista
de la competencia. Este último caso, por ejemplo, es el que ha utilizado
como estrategia de crecimiento la cadena Husa.
En síntesis, del análisis de los procesos de concentración turístico que
han configurado el actual mapa empresarial del sector hotelero y de la
industria turística en España, se desprende que los procesos de
integración horizontal que se han producido en el sector hotelero no se
pueden considerar problemáticos desde el punto de vista de la defensa
de la competencia.
El resultado final de los mismos es una estructura sectorial en el que la
empresa dominante (Sol Meliá) tiene menos del 5% del total de plazas
hoteleras disponibles y menos del 6% de las plazas disponibles en
hoteles de tres o más estrellas. Además, la suma del poder de
mercado de las cinco primeras cadenas no alcanza el 11% de la oferta
total de plazas hoteleras ni el 13% de la oferta total de plazas en
hoteles de tres o más estrellas en España. Se puede hablar, pues, de
un mercado hotelero relativamente fragmentado, tal y como reconoce
el SDC de España en su análisis de procesos de concentración
empresarial
en
el
sector
turístico
(informe
N-06052
Iberostar/Cajamadrid/SA Nostra/Caixa Galicia/Inhova).
4@
En definitiva, la estructura de la oferta en el mercado hotelero español
revela que se trata de un sector con un elevado grado de
fragmentación. Aunque existen empresas de gran tamaño, que
aglutinan a diferentes marcas hoteleras, en ningún caso se puede decir
que disponen de poder de mercado de acuerdo con los índices
estándar que se pueden elaborar al respecto.
Cadenas hoteleras en Galicia
En el marco del análisis de la integración horizontal en el sector
hotelero gallego, cabe evaluar el grado de penetración de las cadenas
hoteleras en los mercados relevantes. Esta cuestión reviste un especial
interés porque, tal y como se ha sido señalado, las cadenas hoteleras
como formas organizativas poseen características que les pueden
otorgar claras ventajas competitivas frente a los hoteles
independientes: aspectos relacionados con el marketing y la
comercialización, eficiencia y economías de escala en sus actividades,
aspectos relacionados con los recursos humanos, labor de
investigación e innovación etc.
Los datos que se recogen en la tabla 5.3 y en el gráfico 5.1, permiten
constatar que la penetración de las cadenas en el mercado hotelero
gallego
es
escasamente
significativa.
Concretamente,
las
participaciones de estos grupos en la oferta total supera ligeramente el
20%. No obstante, dada la especialización de éstas en el submercado
de mayor calidad (3, 4 y 5 estrellas), las cadenas suponen un conjunto
relevante de dicha oferta (42%). En este sentido merece la pena
destacar el peso de los grupos Hesperia, Husa, Meliá y NH. Ahora
bien, el análisis realizado a escala regional oculta situaciones diversas
en los mercados locales que podrían resultar dignas de mención
(tablas 5.4 y 5.5 y gráficos 5.2 y 5.3).
48
TABLA 5.3. PARTICIPACIÓN EN LA OFERTA DE PLAZAS POR CADENAS Y
ESTABLECIMIENTOS INDEPENDIENTES EN GALICIA.
Independientes
Cadenas
Pousadas
GH
Zenit
Paradores
NH
Melia
Husa
Hesperia
Eurostars
Caldaria
Barceló
AC
Oca
% oferta
total
78,26
21,74
0,30
1,62
0,63
2,83
2,18
2,65
2,37
4,90
1,02
0,94
0,99
0,62
0,69
% oferta total
(3, 4 y 5
estrellas)
58,72
41.28
0,56
3,08
1,20
5,37
4,14
5,04
4,50
9,31
1,93
1,78
1,89
1,17
1,31
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
GRÁFICO 5.1: PARTICIPACIÓN EN LA OFERTA DE PLAZAS DE CADENAS Y
ESTABLECIMIENTOS INDEPENDIENTES PARA EL CONJUNTO DE GALICIA.
100%
Oca
90%
AC
80%
Barceló
Caldaria
70%
Eurostars
60%
Hesperia
Husa
50%
Melia
NH
40%
Paradores
30%
Zenit
20%
GH
10%
Independientes
Pousadas
0%
% oferta total
% oferta total (3, 4 y 5 estrellas
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
<2
TABLA 5.4: PARTICIPACIÓN EN LA OFERTA DE PLAZAS DE CADENAS Y
ESTABLECIMIENTOS INDEPENDIENTES POR NÚCLEOS DE ATRACCIÓN
TURÍSTICA (% SOBRE OFERTA TOTAL)
.
#
!
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"%
& (
$
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%
?
%/.
% .1
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*
#
M.
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38
28
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4 28
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34
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3
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#
=
83 4
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< 83
''
@ 48
<3
'
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
GRÁFICO 5.2: PARTICIPACIÓN EN LA OFERTA DE PLAZAS DE CADENAS Y
ESTABLECIMIENTOS INDEPENDIENTES POR NÚCLEOS DE ATRACCIÓN
TURÍSTICA (% SOBRE OFERTA TOTAL)
100%
Oca
90%
AC
80%
Barceló
Caldaria
70%
Eurostars
60%
Hesperia
Husa
50%
Meliá
NH
40%
Paradores
30%
Zenit
20%
GH
10%
Independientes
Pousadas
0%
Rias Baixas
Rias Altas
Santiago
A Mariña
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
<
TABLA 5.5. PARTICIPACIÓN EN LA OFERTA DE PLAZA DE CADENAS Y
ESTABLECIMIENTOS INDEPENDIENTES POR NÚCLEOS DE ATRACCIÓN
TURÍSTICA (% SOBRE OFERTA 3, 4 Y 5 ESTRELLAS)
7.
#
!
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"%
& (
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%
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' 8'
243
'<
4
34
4
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
GRÁFICO 5.3: PARTICIPACIÓN EN LA OFERTA DE PLAZA DE CADENAS Y
ESTABLECIMIENTOS INDEPENDIENTES POR NÚCLEOS DE ATRACCIÓN
TURÍSTICA (% SOBRE OFERTA 3, 4 Y 5 ESTRELLAS)
100%
Oca
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AC
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Barceló
Caldaria
70%
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Hesperia
Husa
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Meliá
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40%
Paradores
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Zenit
20%
GH
10%
Independientes
Pousadas
0%
Rías Baixas
Rías Altas
Santiago
A Mariña
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
<
El núcleo de las Rías Altas muestra una mayor presencia de
establecimientos integrados en cadenas, hasta el punto de constituir
un 44.5% de la oferta total y un 65% de la de calidad media y alta. El
grupo con mayor presencia es la cadena Sol-Meliá con un 10% de la
total y un 16.7% de la calidad media-alta, seguido del Barceló. De
forma semejante, el núcleo de Santiago presenta un nivel de
penetración de cadenas hoteleras relativamente elevado, hasta
alcanzar una cifra cercana al 46% de la oferta total. Sin embargo, a
diferencia de las Rías Altas, la existencia de establecimientos
independientes de calidad media-alta limita su peso en este
submercado hasta una cifra próxima al 50%. Para este caso, el grupo
con mayor peso en el área es el Hesperia con 8.5% del total y 11.41%,
del submercado de calidad media-alta, seguido del Meliá con 7.7 % y
10.4% respectivamente. Ambos núcleos han experimentado una
importante reconversión de su oferta hotelera, lo que ha ido asociado a
este posicionamiento de las grandes cadenas.
En el caso del núcleo de Rías Baixas resulta llamativa la escasa
presencia de establecimientos hoteleros integrados en cadenas, hasta
el punto de que la oferta independiente supone prácticamente un 89%
de la total y para el submercado de media y alta calidad la presencia
de cadenas sólo constituye un 25 % del total. El grupo Hesperia
presenta un porcentaje relevante de la oferta 4% y 8.5%
respectivamente. Tal y como ha sido comentado en su momento, este
núcleo se caracteriza por una elevada fragmentación de la oferta, la
escasa dimensión de los establecimientos y el predominio de las
calidades medias-bajas.
El núcleo de A Mariña, por su parte, une al hecho de disponer una
escasa oferta hotelera la práctica ausencia de las grandes cadenas. El
carácter emergente y la presencia de actividades turísticas informales
explican este hecho.
El estudio de los núcleos urbanos revela, como es lógico, mayores
niveles de concentración de la oferta y una mayor participación de las
cadenas, dado que éstas tienden a posicionarse en ciudades que
garanticen un determinado umbral de demanda (tablas 5.6 y 5.7 y
gráficos 5.4 y 5.5) . Sobre el conjunto de las siete grandes ciudades
merece la pena destacar el caso de A Coruña y secundariamente Vigo
y Santiago. La reducida demanda de los restantes núcleos urbanos
explicaría la mayor concentración observada en los mismos.
<3
TABLA 5.6. OFERTA DE PLAZAS DE CADENAS Y ESTABLECIMIENTOS
INDEPENDIENTES POR CIUDADES (% SOBRE OFERTA TOTAL)
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Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
GRÁFICO 5.4. OFERTA DE PLAZAS DE CADENAS Y ESTABLECIMIENTOS
INDEPENDIENTES POR CIUDADES (% SOBRE OFERTA TOTAL)
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Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
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TABLA 5.7 OFERTA DE PLAZAS DE CADENAS Y ESTABLECIMIENTOS
INDEPENDIENTES POR CIUDADES (% SOBRE OFERTA 3, 4 Y 5 ESTRELLAS)
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Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
GRÁFICO 5.5. OFERTA DE PLAZA DE CADENAS Y ESTABLECIMIENTOS
INDEPENDIENTES POR CIUDADES (% SOBRE OFERTA DE 3, 4 Y 5 ESTRELLAS)
100%
Sercotel
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Independientes
Fuente: Elaboración propia a partir del Directorio de Actividades Hoteleras
<<
5.4.2. Los procesos de integración vertical
La existencia de la cadena de producción y distribución de servicios
turísticos, con diferentes tipos de operadores (hoteles, transporte
aéreo, cruceros, mayoristas, agencias de viajes, etc.) posibilita que
mediante procesos de integración vertical de empresas se puedan
conseguir economías de escala y, sobre todo, economías de gama
que, en última instancia mejoran la rentabilidad del negocio turístico.31
Se han formado así grandes grupos turísticos integrados por empresas
de diferentes segmentos de la cadena productiva del turismo, que han
provocado un aumento en el grado de concentración del sector. En
particular, las empresas hoteleras están integradas en esta cadena y
constituyen uno de los proveedores de productos turísticos dirigidos o
bien a los consumidores finales, en algún caso, o bien a los mayoristas
y agencias de viajes en el caso de los viajes combinados o paquetes
turísticos.
Estos procesos de integración vertical entre empresas pertenecientes a
la cadena de producción y distribución turística tienen que ser vigilados
de cerca por los organismos encargados de la defensa de la
competencia. En este sentido, desde el punto de vista de la
competencia, el problema de los procesos de integración vertical surge
cuando el conglomerado empresarial resultante del proceso de
integración tiene poder de mercado suficiente para imponer
condiciones en precios o productos en algunas de las fases del
proceso de producción y distribución de servicios turísticos.
No parece, sin embargo, que esa posibilidad teórica se esté dando en
el caso español y, menos aún que el papel de la industria hotelera sea
verdaderamente relevante en estos procesos de integración vertical.
En los últimos años, el mapa del sector turístico en España se ha
reconfigurado mediante la creación de varios grandes grupos
empresariales derivados de procesos de fusión y absorción entre
empresas de la cadena productiva del sector turístico, principalmente
agencias de viajes y mayoristas y, en menor medida, hoteles,
compañías aéreas y otras compañías de transporte.
Por ejemplo, una compañía aérea, un touroperador, una cadena hotelera, una agencia
de viajes y una compañía de cruceros pueden asociarse para que los turistas dispongan
de un servicio prácticamente completo sin recurrir a empresas ajenas al grupo
empresarial, vendiendo en un paquete la mayoría de los servicios que requiere el cliente
final.
3
<
En la Tabla 5.8 se resumen los componentes básicos de los principales
grupos turísticos existentes en España en 2007. En este ámbito, es
preciso referirse a dos grandes cuestiones que afectan al mercado
hotelero desde el punto de vista de la competencia. En primer lugar,
cómo los procesos de fusión entre empresas han alterado el mapa del
sector turístico en España y, en segundo lugar, en qué medida las
empresas hoteleras han estado implicadas en estos procesos de
integración vertical.
TABLA 5.8: PRINCIPALES GRUPOS TURÍSTICOS EN ESPAÑA.
Marsans
Agencias de viajes: Viajes Marsans, Vie, Rural Viajes, Viajes Crisol
Mayoristas: Horizontes, Tiempo Libre, Trapsatur, Club Vacaciones, Iberrail
Transporte por carretera: Grupo Trapsa
Cadenas de hoteles: Hotetur (50%)
Participaciones en otros mayoristas: Mundosocial (25%), Mundoviaje (38%)
Orizonia Corporación
Agencias de viajes: Viajes Iberia, Viajar.com, D-Viagem
Mayoristas: Iberojet, Turavia, Solplan, Vivatours, Iberski, Viamed
Compañías aéreas: Iberworld, Orbest
Cruceros: Gran Mistral, Gran Voyager
Participaciones en otros mayoristas: Mundosocial (25%)
Globalia
Agencias de viajes: Halcón Viajes, Viajes Ecuador
Mayoristas: Travelplan, Iberotours, TCI Cortes XXI
Compañías aéreas: Air Europa
Cadenas de hoteles: GH & R
Participaciones en otros mayoristas: Mundosocial (25%)
El Corte Inglés
Agencias de viajes: Viajes El Corte Inglés
Mayoristas: Tourmundial
Participaciones en otras empresas: Iberia Lae (3%)
Grupo Barceló
Agencias de viajes: Barceló Viajes
Mayoristas: Mundosocial (25%)
Hoteles: Barceló
Participaciones en otras empresas: Hoteles Grubarges (33%)
First Choice
División mayorista: Royal Vacaciones, Barceló Int.
Participaciones en otras empresas: Globalia
Carlson Wagon Lit
Viajes de empresa: CWL Viajes de Empresa
Receptivo: Intersol
Fuente: Informe del Servicio de Defensa de la Competencia N-07002, con datos del
notificante (Orizonia/Condor Vacaciones) correspondientes a enero de 2007.
<'
De acuerdo con los informes disponibles del SDC de España, en los
últimos cinco años se han producido tres procesos de concentración
empresarial mediante integraciones horizontales y verticales en el
sector turístico que han alterado el mapa del mismo. Dichos procesos
de integración han sido Iberostar/Turavia Club (informe N-03003),
Barceló Corp./Viajes Barceló (informe N-03070) y Orizonia/Condor
Vacaciones (informe N-07002). No se trata, en ninguno de los casos,
de operaciones que hayan alterado significativamente el nivel de
competencia en el sector turístico.
El papel de las empresas hoteleras en estos procesos de fusión no ha
sido demasiado relevante. De hecho, en 2007 sólo cuatro cadenas
hoteleras forman parte de los grandes grupos del sector turístico en
España: Hotetur en Marsans, GH & R en Globalia y Barceló y Hoteles
Grubarges en Grupo Barceló. Dado que, además, ninguno de estos
grupos hoteleros cuenta con un poder de mercado significativo en el
mercado español puede concluirse que el papel del sector hotelero en
los procesos de concentración vertical en el sector turístico español no
merece especial consideración desde la perspectiva de la defensa de
la competencia.
De hecho, el análisis de las operaciones de concentración remitidas en
cumplimiento de la Ley de Defensa de la Competencia al SDC
(Informes N-03003, N-03070, N-06052 y N-07002) concluyen con la
propuesta de no remitir los expedientes de referencia al Tribunal de
Defensa de la Competencia. En el Informe N-03003 Iberostar/Turavia
Club, primera operación de este ámbito analizada por el SDC, se
reconoce que se trata de una operación que conduce a un mayor nivel
de concentración en un sector tradicionalmente atomizado, pero que
difícilmente puede obstaculizar el mantenimiento de una competencia
efectiva en el mercado turístico. Idéntica conclusión se obtiene en el
resto de casos remitidos al SDC; de ahí que no haya sido remitido
ninguno de ellos al Tribunal de Defensa de la Competencia.
Se da la circunstancia, además, de que la inmensa mayoría de las
empresas hoteleras implicadas en estos procesos de concentración
empresarial no están entre las que tienen un mayor peso relativo en el
mercado hotelero español (sólo Iberostar está entre las cinco cadenas
de mayor tamaño). Las marcas hoteleras que integran los grandes
grupos empresariales del sector turístico en España son Hotetur, GH &
R, Barceló y Hoteles Grubarges.
En consecuencia, el análisis de la situación de la industria turística
española en la actualidad pone de manifiesto que las operaciones de
<@
concentración empresarial en las que han estado implicadas empresas
hoteleras no han supuesto amenaza de ningún tipo para la
competencia efectiva en el mercado turístico ni han sido operaciones
relevantes desde la perspectiva de la defensa de la competencia en el
sector.32
A modo de consideración final sobre los procesos de integración
empresarial en el sector hotelero, cabe señalar que, en cierta medida
estaría justificada una estrategia de integración cooperativa como
cadenas integradas, cadenas voluntarias y clusters (Rodríguez y
Guisado, 2003). Las cadenas integradas tienen como objetivo
comercializar un producto turístico homogéneo bajo una marca
determinada integrando establecimientos en alguna forma de contrato.
Las cadenas voluntarias, en cambio, agrupan empresas turísticas
independientes para hacer frente a las empresas integradas mediante
el desarrollo de actividades conjuntas, generando una marca de
calidad. Finalmente, una solución intermedia sería la constitución de
clusters de empresas turísticas en los que puede participar la propia
Administración con el objetivo de lograr una mejora competitiva del
conjunto de empresas localizadas un destino turístico concreto. Estas
alternativas permitirían reducir los costes de transacción sin llegar al
recurso de la integración vertical.
5.5. Innovación tecnológica
Las nuevas tecnologías se están convirtiendo en un recurso vital para
el desarrollo del negocio hotelero. Los hoteles disponen y utilizan las
tecnologías de manera importante y además buscan la incorporación
de nuevos servicios de valor añadido hacia sus clientes finales. En este
ámbito, cabe tener en cuenta que la innovación tecnológica puede
elevar el nivel de los costes fijos del proceso de producción y, en cierta
medida, podría acabar erigiéndose en una barrera de entrada. En
realidad, es la evolución de la competencia quien ha marcado el
devenir de la incorporación de las tecnologías en el sector. De hecho,
la competencia se posiciona de manera más efectiva a través de
distintos factores, y uno de ellos ha sido, sin duda, la incorporación de
las nuevas tecnologías al negocio hotelero.
Las operaciones de concentración tienen que ser notificadas al SDC, al menos cuando
como consecuencia de la operación se adquiera o se incremente una cuota igual o
superior al 25 % de algún mercado definido dentro del mercado nacional. Según los
datos recogidos por el SDC, de las operaciones notificadas en los años 2005 y 2006,
ninguna afecta al sector hotelero.
3
<8
Para constatar el importante papel que desempeña la innovación
tecnológica en el negocio de las empresas hoteleras, resulta de gran
interés la información que proporciona la encuesta que periódicamente
realiza la entidad pública empresarial Red.es, adscrita a la Secretaría
de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información del
Ministerio de Industria Comercio y Turismo, y que se publica en el
“Diagnóstico Tecnológico del Sector Hotelero”. Los aspectos más
destacables que se desprenden de las respuestas a dicha encuesta
por parte de los empresarios hoteleros están relacionados, por este
orden, con los siguientes temas. En primer lugar, con la adecuación de
las TIC a las necesidades de la empresa. En segundo lugar, la
importancia de que dichas tecnologías tuvieran un coste menor y
ajustado. En tercer lugar, y para el caso de las microempresas
hoteleras, la posibilidad de acceder al mercado bancario y financiarse
de manera menos gravosa o la oportunidad de obtener ayudas para la
adquisición de tecnología.
Por otra parte, desde del punto de vista del consumidor, cabe recalcar
que el usuario final busca información, compara calidades, precios,
prestaciones y servicios, además de contrastar su propia percepción
con otros usuarios. De este modo, dicho usuario se siente cada vez
más dueño de su propia decisión y las tecnologías le brinda de manera
clara esa posibilidad (i.e. blogs turísticos y portales que evalúan la
oferta hotelera). Desde esta perspectiva podría afirmarse que el factor
tecnológico es un elemento que potencialmente limita las posibilidades
de abuso de posición de dominio por parte de las empresas hoteleras
en la medida en que incrementa la facilidad que tienen los
consumidores para obtener la información que necesitan sobre las
alternativas que le ofrecen los proveedores.
5.6. Estrategias de ajuste en el sector hotelero gallego y
competencia.
Dadas las características tanto estructurales como de la evolución de
la actividad en el sector hotelero, parece un sector propenso a
experimentar un ajuste en el que pueden combinarse dos estrategias
diferenciadas:
• De declive por parte de los establecimientos de calidad inferior,
• De transición a la madurez en los de mayor calidad.
2
Los hoteles de menos de tres estrellas se enfrentan a una demanda en
declive o, cuando menos, con claros signos de madurez. La caída de
las tasas de ocupación no presenta rasgos de comportamiento cíclico,
sino que apunta a factores relacionados con un cambio en las
preferencias de ocio y en las pautas de consumo.
Un sector en declive se caracteriza por presentar una reducción
absoluta en las ventas unitarias a lo largo de un período sostenido
(Porter, 2002). Estas fases son extremadamente complejas en lo que
respecta a la naturaleza de la competencia y las opciones estratégicas
de que disponen las compañías. La reducción del mercado va a
suponer un incremento de la competencia y una lucha por el liderazgo
que garantice la permanencia en el sector. La erosión que la incipiente
presión competitiva cause en la rentabilidad dependerá de algunas
condiciones que influyen en la capacidad de las empresas existentes
en el sector para aguantar el declive en las ventas.
El proceso por el cual disminuye la demanda y las características de
los segmentos subsistentes en el mercado, condicionan la
competencia durante una fase de estabilización o madurez. Por
ejemplo, el grado de incertidumbre sobre el proceso. La percepción de
una posible revitalización podría forzar a mantener las empresas en el
sector. En el caso del mercado gallego, la estabilización es parte de un
proceso de largo plazo sólo interrumpido por los picos de demanda que
suponen ciertos acontecimientos culturales (años santos). El hecho de
que la estabilización fuese paulatina ha podido enmascararlo bajo la
forma de ciclos, justificando alguna proyección optimista, lo que
probablemente ha generado una cierta lentitud en la retirada de la
capacidad productiva del sector y ciertos intentos de adaptación.
Adicionalmente, en este proceso de transición a la madurez cabe
identificar cuales son los segmentos que van permanecer o que van a
resistir mejor la caída. En principio, en una situación de este tipo las
empresas hoteleras pueden adoptar cuatro posibles alternativas
estratégicas: liderazgo, nicho, recolección y desinversión rápida (Tabla
5.9).
•
La estrategia por el liderazgo se propone sacar partido de un sector
en declive cuya estructura es tal que las empresas que
permanecen están en condiciones de obtener una rentabilidad
superior a la media y, por lo tanto, están en condiciones de
sobrevivir en el sector. Esta sería la estrategia de aquellos
establecimientos que han optado por la integración en asociaciones
hoteleras, incorporación a los mercados electrónicos y mejora de la
calidad del servicio.
TABLA 5.9: ESTRATEGIAS DE ADAPTACIÓN A UN SECTOR EN DECLIVE.
Posee capacidad de
afrontar la competencia.
Carece de fuerzas
suficientes para hacer
frente a la competencia.
Estructura de la industria
favorable al descenso
Liderazgo o nicho
Recolectar o desinvertir
rápidamente
Estructura desfavorable
al descenso
Nicho o recolección
Desinversión rápida.
Fuente: Elaboración propia a partir de Porter (2002).
•
La alternativa de nicho trata de identificar un segmento del mercado
que conserve estable su demanda y trata de invertir para mantener
su posición en el sector. En el ámbito hotelero ésta podría ser la
estrategia de aquellas empresas que opten por especializarse en
un determinado tipo de demanda; no obstante, este tipo de
opciones quedará reservada a mercados locales de carácter central
o con fuertes demandas.
•
La estrategia de recolectar supone rentabilizar al máximo la
inversión ya realizada, preparando una salida del sector. Éste ha
sido el caso de buena parte de la oferta tradicional que optó por no
reinvertir y salir del sector paulatinamente.
•
Finalmente, la desinversión rápida se basa en el supuesto de que
la compañía pueda maximizar la recuperación de su inversión neta
en el negocio vendiendo al comenzar la etapa de descenso o
declive.
En suma, la lógica de este proceso conducirá a una elevación de la
competencia en el período de ajuste y a la aparición de estrategias de
concentración en la búsqueda de liderazgo unidas a la recolección y
desinversión por parte de aquellas empresas que opten directamente
por el abandono.
Por su parte, el sector hotelero de mayor calidad, en el que se integran
los hoteles de más de tres estrellas, se encuentra en una transición
hacia la madurez del sector y todavía presenta una cierta capacidad
para captar nuevas demandas. En estas fases, un crecimiento lento
implica mayor competencia por la participación en el mercado, tanto en
precios como en calidad. Al mismo tiempo, las compañías venden cada
vez más a clientes con experiencia que repiten compra y que, por
tanto, conocen el producto y disponen de otras ofertas.
En esta situación la necesidad de incrementar la capacidad de la
industria y el personal puede plantear un problema de interrupción en
el crecimiento. Ante un previsible crecimiento lento de la demanda, la
tendencia a agregar capacidad debe modificarse vigilando la de sus
competidores. Este problema es de los más característicos de estas
fases, de forma que el exceso de capacidad se convierte en habitual
por la lentitud de la respuesta a los movimientos de estabilización de la
demanda.
Igualmente, el aumento de competencia obliga a las empresas a
cambiar los métodos de producción, marketing y distribución. Este
hecho es particularmente evidente en el sector hotelero. La
contratación directa característica del período previo es sustituida por
la intermediación electrónica y de los touroperadores, lo que, a su vez,
puede suponer una inversión importante en términos de adaptación a
las nuevas condiciones de mercado.
Una fase de este tipo obliga a las empresas a escoger entre las tres
estrategias genéricas: diferenciación, liderazgo en costos o
concentración. Así, una empresa se vería obligada a racionalizar la
diversidad de productos para centrarse en aquellos que permiten
mayores márgenes de rentabilidad y fijar correctamente los precios. En
este sentido, la selección de los clientes y el asegurar su fidelidad es
una estrategia bastante común. De igual manera, la innovación y la
internacionalización, explotando mercados hasta ahora inaccesibles,
es decisiva. En conjunto, la concentración e integración horizontal son
dos estrategias predominantes para hacer frente a las necesidades de
esta etapa.
En este ámbito, la evidencia empírica disponible (Ingram y Baum, 1997
y Villacorta Rodríguez, 2002) señala la relación existente entre el
hecho de que un establecimiento esté integrado en una cadena
hotelera y el aumento de su probabilidad de éxito. Asimismo, existen
diversos autores que argumentan que las ventajas asociadas a las
cadenas plantean un escenario en el que se ven considerablemente
mermadas las perspectivas de futuro de los hoteles independientes.
3
CONCLUSIONES
El sector hotelero se encuentra vinculado tanto a los factores de
soporte como a los de atracción de un destino turístico, es decir, no
sólo es un recurso que permite la explotación del destino, sino que
puede llegar a constituir uno de los principales determinantes de la
capacidad de atracción de éste. Por tanto la relación es biunívoca: el
potencial de un destino facilita el crecimiento del sector hotelero y,
simultáneamente, la competitividad del sector hotelero es un recurso
de capital importancia para un destino.
Oferta hotelera
• Las cifras del total de plazas disponibles por habitante sitúa a
Galicia por debajo de la media española. Cuantitativamente, la
oferta hotelera gallega ha experimentado un importante y
sostenido crecimiento en los diez últimos años, hasta el punto de
duplicar el número de plazas a finales del 2006, situándose en
unas 47.000. A nivel agregado la oferta supera la demanda,
dado que si se tienen en cuenta las entradas de visitantes y las
pernoctaciones, se constata una infrautilización de la capacidad
hotelera instalada. En este sentido, aunque últimamente han
mejorado las tasas medias de ocupación hasta situarse en cifras
cercanas al 40%, éstas se encuentran muy por debajo de la
media española (hasta 15 puntos).
• A escala provincial se refleja la divergencia existente en las
trayectorias de la demanda que registran las provincias costeras
e interiores. Tanto en Lugo como en Ourense aumenta
ligeramente la oferta hotelera total y ésta se caracteriza además
por una escasa variabilidad estacional. Frente a éstas, las
provincias de A Coruña y Pontevedra presentan un significativo
incremento de la oferta total y una elevada oscilación estacional
en la misma, especialmente evidente en el caso de Pontevedra.
• Entre las regiones costeras españolas, Galicia se sitúa a la cola
tanto en calidad como en dimensión de los establecimientos
hoteleros:
o Si se mide la calidad de la oferta hotelera por el
porcentaje de hoteles de cuatro y cinco estrellas, Galicia
se encuentra por debajo de la media nacional. Este hecho
4
aparece estrechamente vinculado al claro predominio de
los establecimientos de una y dos estrellas que se detecta
en el mercado hotelero gallego.
o En términos de plazas hoteleras, el predominio de los
establecimientos de baja calidad y precio se ve en parte
compensado por la mayor dimensión de los
establecimientos de alta calidad. Así, la oferta de plazas
de los hoteles de cuatro y cinco estrellas, pese a que
éstos constituyen un 10 % del total de establecimientos,
supone un 28% de la oferta de plazas. A escala provincial,
la oferta de menor calidad, medida a través de las plazas,
se concentra en las provincias de Lugo y Ourense, con
una clara mayoría de hoteles de una y dos estrellas.
o Por termino medio, los establecimientos hoteleros
gallegos no superan las 50 habitaciones. Este rasgo
conlleva una reducida capacidad para lograr economías
de escala y alcance, es decir, limita las posibilidades de
reducir los costes unitarios en la prestación de servicios y
de acceder a los tamaños mínimos necesarios para
proporcionar nuevos paquetes de servicios turísticos más
amplios.
o Estas carencias relativas a categoría y dimensión se
explican en gran medida por la forma de propiedad
predominante en el entorno gallego y por la escasa
penetración de las cadenas hoteleras.
Demanda hotelera
• La demanda hotelera es una demanda derivada de la turística,
de tal modo que la evolución de esta última actúa como un
condicionante fundamental del comportamiento de la demanda
en el mercado hotelero.
• En términos globales, se puede concluir que la demanda
turística en Galicia es primordialmente desintermediada, en
algunos casos “informal” (formas de turismo que canalizan su
demanda al margen del sector hotelero, alquiler de viviendas
teóricamente vacías, etc.) y de origen nacional. Además, cabe
mencionar como rasgos adicionales de la evolución de la
demanda, el lento crecimiento global de las cifras de entradas y
pernoctaciones, la elevada dependencia del turismo nacional y
<
de acontecimientos religioso-culturales periódicos, y un fuerte
componente estacional de esta variable.
• Las características apuntadas de la demanda turística están
claramente vinculadas con la fragmentación en pequeñas
empresas que se detecta en el mercado hotelero gallego y,
además, aumentan considerablemente la rivalidad entre dichas
empresas. Estas mismas características le confieren a la
demanda un poder disciplinante que limita claramente las
posibilidades de ejercicio de abuso de posición de dominio y, en
concreto, de fijar precios por encima de lo que serían los niveles
competitivos.
• En síntesis, la demanda gallega se caracteriza por una notable
falta de intermediación y la oferta por su falta de integración en
los paquetes turísticos planificados por los intermediarios y su
incapacidad para proveer, salvo algunas excepciones, un
producto netamente diferenciado de otras ofertas. Estos
factores, a los que cabe añadir los ya mencionados de
infrautilización de la capacidad existente, una evolución de la
demanda con un fuerte componente estacional, una baja
rentabilidad e incluso un cierto déficit de calidad de la oferta,
sitúan al sector hotelero gallego en una posición de relativa
debilidad, con el consiguiente aumento del riesgo de quiebra e
insolvencia para las pequeñas empresas.
Mercado relevante
• La competencia en el sector hotelero tiene una dimensión
fundamentalmente local. En Galicia, el mercado local se puede
definir a dos niveles: por un lado las principales ciudades (Vigo,
A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Santiago y Ferrol) y sus
entornos metropolitanos y, por otro lado, cuatro núcleos de
atracción turística (Santiago, Rías Baixas, Rías Altas y A
Mariña). En cualquiera de estos ámbitos geográficos los
diversos tipos de hoteles (independientes y de cadena) compiten
entre si y los clientes seleccionan hotel en razón de ubicación,
calidad y precio.
• La consideración de los núcleos turísticos como otros tantos
mercados relevantes se justifica por el hecho de que Galicia no
puede ser configurada como un único producto turístico, sino
que presenta una oferta relativamente diferenciada en, al
menos, los cuatro destinos mencionados y que han sido
delimitados con arreglo a las densidades relativas de actividad
hostelera.
• En el marco de cada de uno de los mercados geográficos
definidos (ciudades y núcleos de atracción turística), cabe
diferenciar dos submercados en función de la calidad de la
oferta: el conglomerado de hoteles de baja calidad (una y dos
estrellas) y el de calidad media-alta (tres, cuatro y cinco
estrellas).
o El submercado catalogado como de baja calidad estaría
formado por establecimientos con una dimensión reducida
(inferior a 50 plazas), baja calidad en los servicios (una y
dos estrellas) y con precios bajos (próximos a los 60
euros en temporada alta y a 40 en la baja).
o El grupo de media y alta calidad está integrado por
establecimientos de mayor dimensión (con una media
cercana a las 120 plazas por establecimiento) y con
predominio de los hoteles de tres y cuatro estrellas. Se
trata de hoteles con tramos de precios notablemente
superiores (aunque con una mayor dispersión de los
mismos) que se sitúan entre 77 y 121 euros.
• Existe una elevada sustituibilidad entre los hoteles de una y dos
estrellas, hasta el punto de constituir un mismo subsector, al
igual que ocurre entre los hoteles de tres, cuatro y cinco. A pesar
de que en los informes de la Comisión Europea el grupo de los
hoteles de muy alta calidad (cinco estrellas) era separado para
constituir un submercado en sí mismo, en el caso gallego se
trata de un conjunto de escasa relevancia que integra
exclusivamente a cinco hoteles que no presentan un
comportamiento diferencial con respecto a los demás
integrantes del segundo conglomerado.
• Del análisis de la interrelación entre los precios y la categoría de
los hoteles en los dos ámbitos locales delimitados a efectos del
presente estudio (ciudades por un lado y núcleos de atracción
turística por otro), se deriva la existencia de una “cadena de
sustitutivos” que queda patente por el hecho de que los precios
forman una serie más o menos continua, sin interrupciones de
'
una magnitud significativa en el seno de cada uno de los
conglomerados.
• En lo que respecta a la forma de propiedad, uno de los rasgos
especialmente destacable es la presencia de cadenas hoteleras
en el segmento de la oferta de alta y media calidad, en la
medida en que manifiestan un considerable liderazgo de
mercado en este subsector. A partir de los datos disponibles se
observa que las formas de concentración de la oferta aparecen
fundamentalmente en el segundo de los grupos, aunque no
alcanzan situaciones que comprometan la competencia.
• Desde el punto de vista de la distribución geográfica de estos
mercados, contrasta el predominio del primer conglomerado en
las zonas semiurbanas y rururbanas (o de ciudad dispersa)
frente al predominio del segundo en las zonas urbanas.
Análisis de concentración
Del análisis de concentración se pueden extraer las siguientes
conclusiones:
• Tanto a escala regional como para los principales núcleos de
atracción turística los niveles de concentración y poder de
mercado son considerablemente reducidos para el conjunto de
la oferta hotelera y para los dos submercados señalados.
• En el submercado de baja calidad, la persistencia de un
importante conjunto de explotaciones de pequeña dimensión,
independientes y de carácter familiar que operan con
rentabilidades marginales (prácticamente a nivel de
subsistencia) da lugar a una multiplicación de este tipo de oferta
y a una fuerte competencia en precios. En este sentido podría
hablarse de un subsector constituido por microempresas con
reducido poder de mercado y negociación con proveedores y
operadores.
• El subsector de mayor calidad ha experimentado el
establecimiento de las grandes cadenas que operan a nivel
nacional. Este hecho, unido a la mayor dimensión propia de
estos hoteles, ha originado un mayor nivel de concentración que,
sin embargo, no ha dado lugar a situaciones de elevado poder
de mercado.
@
• En las zonas urbanas, en especial en las ciudades más
pequeñas, dada su limitación de mercado, existen mayores
niveles de concentración, que no superan en ningún caso el
valor de 3000 en términos de IHH. La reducida demanda y su
moderado crecimiento en las pequeñas ciudades, unidos a la
escala mínima necesaria de los establecimientos de elevada
calidad, explica esta mayor concentración que, por otra parte,
tampoco supone situaciones de dominio del mercado.
• En el caso de hoteles de cinco estrellas ubicados en las
ciudades, cabe destacar que se trata de un caso típico de
mercados de pequeña dimensión que cuenta con pocas
empresas activas (cinco en el caso gallego). La escala de
operaciones mínima eficiente de las empresas es relativamente
elevada en relación con la demanda potencial de este segmento
de mercado, de ahí que la concentración en este submercado
sea relativamente elevada, dato éste que está en consonancia
con el hecho de que el número de empresas que puede
sobrevivir es limitado. No obstante, el carácter disciplinante de la
demanda los equipara a los hoteles de tres y cuatro estrellas.
• Con independencia del mercado relevante considerado, los
niveles de concentración se pueden catalogar de relativamente
bajos. Además, conviene destacar a este respecto que el
producto que se ofrece en el mercado hotelero ha mostrado una
elevada elasticidad de demanda, con lo que los resultados
derivados del análisis de concentración podrían resultar incluso
sesgados hacia posiciones de mayor poder de mercado que el
efectivamente existente.
Prácticas concertadas: análisis de precios
• En términos generales, Galicia sigue un patrón en la evolución
de sus tarifas hoteleras que está en consonancia con el
observado en el resto de España. Esta constatación de la
ausencia de divergencias significativas en la evolución de los
precios constituye una evidencia de que no se aprecian
síntomas de colusión en la actividad del sector hotelero en
nuestra Comunidad.
• A la vista de los resultados que arroja el estudio de los niveles
de los precios hoteleros, su variabilidad y su nula interrelación
8
con los niveles de concentración, tampoco se detectan indicios
de abuso de posición dominante ni de prácticas concertadas en
este ámbito.
• Los establecimientos pertenecientes a cadenas ofrecen unos
precios superiores a los hoteles independientes, pero la
variabilidad de las tarifas suele ser significativamente mayor en
los primeros. Asímismo, se ha comprobado que la variabilidad
de los precios es mayor en los hoteles de tres o más estrellas
que en los de una o dos, lo cual refuerza la hipótesis de que no
existen prácticas que vulneren la libre competencia.
• En lo que respecta al comportamiento de los precios en los
hoteles de cadena e independientes, cabe destacar los
siguientes aspectos:
o Los mayores precios de los hoteles integrados en
cadenas no cabe interpretarlos como un rasgo derivado
de la concentración ni como indicio de la existencia de
poder de mercado. Se trata de un resultado acorde con la
apuesta de este grupo de hoteles por la calidad.
o La mayor variabilidad de los precios que se observa en
los hoteles de cadena, además de constituir un indicador
de la inexistencia de prácticas colusorias, puede ser
interpretado en clave de que las características
estructurales de este segmento (tamaño) junto con las del
sector (bajas tasas de ocupación y elevada
estacionalidad) conllevan estrategias más agresivas en
términos de variabilidad de precios de las que se pueden
permitir los hoteles independientes.
• Un aspecto adicional a subrayar en relación con los resultados
que arroja el estudio de los precios es que las conclusiones son
válidas independientemente de la delimitación del mercado
relevante que se tome como referencia, es decir, tanto si se
efectúa el análisis a nivel de ciudades como de núcleos
turísticos.
Competencia real y potencial
• La competencia interna en el mercado hotelero gallego está en
gran medida determinada por la fragmentación en pequeñas
'2
empresas derivada, a su vez, de las propias características de la
demanda turística. En concreto, el crecimiento moderado de
ésta aumenta considerablemente la rivalidad entre las
empresas, en especial en las de pequeña dimensión.
• En el sector hotelero, la amenaza de sustitución proviene
fundamentalmente de la oferta de actividades de alojamiento al
margen de las convencionales y de la aparición de destinos
turísticos y de ocio alternativos.
o El primer factor resulta particularmente relevante para el
caso gallego dado que, por un lado, se expande la oferta
de establecimientos “parahoteleros” y, por otro, en
algunos destinos ha surgido una oferta informal de
alojamiento bajo la forma de alquileres y segundas
viviendas vacías que constituyen un escape no registrado
de la demanda hotelera.
o En otro nivel, el turismo gallego, aunque dispone de
activos exclusivos y ciertas ventajas comparativas dentro
de lo que es turismo paisajístico y natural, puede
encontrarse con la competencia directa de un conjunto de
regiones próximas.
• En términos generales, dadas la competencia real y potencial a
las que está expuesto el mercado hotelero gallego, parece difícil
coordinar acciones restrictivas o imponer condiciones abusivas
sin que los consumidores busquen mejores alternativas.
Normativa
• En lo que respecta a los instrumentos normativos, la actividad
hotelera se encuentra fuertemente reglamentada. Para operar
en el mercado gallego, las empresas hoteleras deben cumplir
una serie de condiciones mínimas indispensables que les
permita obtener las licencias oportunas y acceder a las
diferentes categorías y tipología de hoteles establecidas en la
normativa. Ello supone, en muchos casos un desembolso en
concepto de inversión inicial que es, sin duda, mayor del que
sería necesario si no existiese ningún tipo de restricción o
exigencia para poder operar en el negocio hotelero.
'
• Los requisitos administrativos y técnicos establecidos en la
normativa hotelera están plenamente justificados. La asimetría
informativa entre proveedores y clientes que caracteriza la
prestación de servicios hoteleros impone la necesidad de una
regulación básica del ejercicio de estas actividades, para que un
establecimiento hotelero pueda prestar sus servicios a los
consumidores con las garantías de calidad que requiere el
mercado turístico desarrollado.
• Si bien resulta indudable la existencia de barreras normativas a
la entrada en el sector hotelero en Galicia, dichas barreras no
confieren un particular poder de mercado a los establecimientos
hoteleros ya instalados en el sector. En este sentido, las
autoridades de competencia deben supervisar exhaustivamente
la normativa para verificar que los objetivos que persigue la
misma se puedan lograr sin incurrir en proteccionismos estériles
o contraproducentes, dejando todo el margen posible a la
creatividad y a la capacidad de actuación de las empresas en un
mercado competitivo.
Ayudas públicas
• A priori, el objetivo de las ayudas públicas es mejorar la
infraestructura turística. Los planes y programas de desarrollo
cuyo ámbito de actuación son sectores y áreas concretas tienen
carácter impulsor de la actividad y suponen una coordinación
global del sector. No obstante, bajo la pretensión de coordinar la
actividad pública y privada, los intereses representados en las
negociaciones podrían ser los de los grupos de gran dimensión y
las áreas de máxima demanda, lo cual podría marginar tanto
áreas secundarias como empresas y establecimientos de
tamaño reducido.
• El análisis pormenorizado de las ayudas públicas al sector
hotelero no permite afirmar que puedan generar problemas
desde el punto de vista de la defensa de la competencia. Ahora
bien, no se puede obviar la limitación inherente a la posibilidad
de evaluar con más precisión el impacto de las ayudas sobre la
libre competencia, en la medida en que no se dispone de datos
sobre el volumen de ayudas públicas concedidas en Galicia por
todas las administraciones.
'
Competencia desleal
• Entre las conductas contrarias a la competencia se incluyen
ciertas prácticas desleales que pueden afectar negativamente al
nivel de competencia efectiva en los mercados. En el caso
concreto de la industria hotelera en Galicia, los principales actos
de competencia desleal proceden del alquiler de pisos o
apartamentos en el ámbito de la economía sumergida. Dichas
actividades se desarrollan fundamentalmente en zonas turísticas
y en período estival. Sin embargo, aunque la observación del
mercado pone de manifiesto que dichas actividades existen, no
hay dato alguno que muestre su relevancia económica ni en qué
medida suponen competencia real para el sector hotelero
gallego.
Procesos de integración empresarial
• Los procesos de integración y concentración empresarial (tanto
horizontal como vertical) que se desarrollan en el seno del
mercado hotelero gallego responden a las necesidades de
organización de la industria en aras a mejorar la eficiencia
productiva. En este sentido, los cambios que los operadores han
llevado a cabo en este ámbito no parecen estar encaminados
prioritariamente al aumento del poder de mercado y la
consiguiente búsqueda de beneficios derivados de las prácticas
anticompetitivas. Por consiguiente, no se perciben riesgos
apreciables de que dichos procesos incidan significativamente
sobre los niveles de competencia efectiva. Además, dadas las
características específicas de la demanda del sector hotelero en
Galicia, no cabe esperar que repercutan negativamente sobre la
eficiencia asignativa.
• En general, el mercado gallego está poco penetrado por las
cadenas hoteleras, predominando las empresas de pequeña
dimensión no integradas y con niveles de ocupación
relativamente bajos. Teniendo en cuenta las particularidades del
mercado turístico (integración vertical, dependencia de
touroperadores a escala internacional etc.) cabe afirmar que en
algunos núcleos existe todavía la posibilidad de que se
desarrollen nuevos procesos de concentración. De hecho, uno
de los rasgos significativos de dicho mercado es la falta de
establecimientos de alta calidad y elevada dimensión en alguno
de los principales núcleos de atracción turísitica.
'3
Asociaciones
• La configuración y operativa de las asociaciones de las que
forman parte las empresas hoteleras gallegas, no parece que
esté generando prácticas restrictivas de la competencia en el
sector hotelero. Los fines que persiguen las asociaciones
hoteleras en la comunidad gallega pueden generar acuerdos
horizontales, pero dichos acuerdos están orientados a mejorar la
competitividad del sector y a obtener las ventajas derivadas de
procesos de negociación común frente a otros interlocutores,
públicos o privados. No obstante, sería recomendable que los
órganos de defensa de la competencia estén alerta ante los
acuerdos que se adopten en el seno de este tipo de
asociaciones con la finalidad de evaluar sus potenciales efectos
sobre los niveles de competencia efectiva en el sector.
Ajuste del sector y competencia
• Las características tanto estructurales como de la evolución de
la actividad en el sector hotelero gallego, lo convierten en un
sector especialmente propenso a experimentar un proceso de
ajuste. La lógica evolución del mercado conducirá muy
probablemente a una elevación de la competencia en dicho
período de ajuste y a la aparición de estrategias de
concentración en la búsqueda de liderazgo, unidas a la
recolección y desinversión por parte de aquellas empresas que
opten directamente por el abandono de la actividad.
• El sector hotelero de mayor calidad, en el que se integran los
establecimientos de más de tres estrellas, se encuentra en una
transición hacia la madurez y todavía presenta una cierta
capacidad para captar nuevas demandas. En estas fases de
crecimiento lento se genera una mayor competencia por la
participación en el mercado tanto en precios como en calidad.
'4
ANEXO LEGISLATIVO
Las normas básicas de la Comunidad Autónoma de Galicia en materia
de turismo y establecimientos hoteleros, con sus fechas de aprobación
correspondientes, son las siguientes:
Leyes:
Anteproyecto de la Ley de Turismo de Galicia (anteproyecto de 13 de
junio de 2007).
Ley 10/2004 de modificación de la Ley 9/1997 de Ordenación y
Promoción del Turismo en Galicia (2 de noviembre de 2004).
Ley 9/1997 de Ordenación y Promoción del Turismo en Galicia (21 de
agosto de 1997).
Decretos:
Borrador de Decreto por el que se establece la ordenación de los
establecimientos de restauración denominados “furanchos” en Galicia
(borrador de 15 de octubre de 2007).
Borrador de Decreto por el que se regula la Señalización Turística de
Galicia (borrador de 11 de octubre de 2007).
Decreto de creación del Consorcio “Instituto de Estudios Turísticos de
Galicia” (11 de mayo de 2007).
Decreto 11/2007, del 10 de enero, por el que se modifica el Decreto
143/2006, de 27 de julio, por el que se establece la ordenación de los
campamentos de turismo en Galicia (6 de febrero de 2007).
Decreto 8/2007, del 10 de enero, por el que se modifica el Decreto
108/2006, del 15 de junio, por el que se establece la ordenación
turística de los restaurantes y las cafeterías de la Comunidad
Autónoma de Galicia (6 de febrero de 2007).
Decreto 267/1999 de ordenación de establecimientos hoteleros y
Corrección de Errores (26 de enero de 2007).
Decreto 191/2004, del 29 de julio, de establecimientos de turismo rural
(26 de enero de 2007).
'<
Decreto 142/2006, de 27 de julio, por el que se modifica el Decreto
191/2004, del 29 de julio, de establecimientos de turismo rural (26 de
enero de 2007).
Decreto 143/2006, del 27 de julio, por el que se establece la
ordenación de los campamentos de turismo de Galicia (24 de
noviembre de 2006).
Decreto 108/2006, del 15 de junio, por el que se establece la
ordenación turística de los restaurantes y de las cafeterías de la
Comunidad Autónoma de Galicia (24 de noviembre de 2006).
1ª Corrección de Errores. Decreto 108/2006, del 15 de junio, por el que
se establece la ordenación turística de los restaurantes y cafeterías de
la Comunidad Autónoma de Galicia (24 de noviembre de 2006).
2ª Corrección de Errores. Decreto 108/2006, del 15 de junio, por el que
se establece la ordenación turística de los restaurantes y las cafeterías
de la Comunidad Autónoma de Galicia (24 de noviembre de 2006).
Decreto 292-2004. Catálogo de espectáculos públicos y actividades
recreativas de la Comunidad Autónoma de Galicia (18 de noviembre de
2004).
Decreto 297-2002. Libro de visitas de inspección turística y hojas de
reclamaciones de turismo (24 de octubre de 2002).
Decreto 66-2001. Documentación Normativa de accesibilidad y de
prevención y protección contra incendios (22 de marzo de 2001).
Decreto 39-2001. Refundición en materia de Consello Galego de
Turismo, declaración de municipio turístico gallego y declaración de
fiestas de Galicia de interés turístico (1 de febrero de 2001).
Decreto 40-2001. Refundición de la Normativa en materia de
Inspección de Turismo y órganos competentes en el procedimiento
sancionador (1 de febrero de 2001).
Decreto 42-2001. Refundición en materia de agencias de viajes, guías
de turismo y turismo activo (1 de febrero de 2001).
Decreto 45-2001. Refundición de la normativa en materia del Camino
de Santiago (1 de febrero de 2001).
'
Decreto 198-1991. Creación de la Sociedade de Imaxe e Promoción
Turística de Galicia, S. A. (Tur-Galicia) (27 de marzo de 1991).
Decreto 82/1987. Creación del Registro de empresas y actividades
turísticas de la Comunidad Autónoma Gallega (26 de marzo de 1987).
Órdenes:
Orden del 17 de junio de 2003. Criterios y procedimiento para la
homologación de cursos que realicen los guías de turismo
especializados de Galicia (22 de febrero de 2007).
Orden del 5 de mayo de 1999. Tarjeta de Identificación de la
Inspección Turística (5 de mayo de 1999).
Orden del 29 de septiembre de 1994. Comunicación de los precios
fijados por los alojamientos turísticos a la Administración turística
gallega (29 de septiembre de 1994).
Orden de 27 de mayo de 1993. Regulación del sellado de precios en
establecimientos turísticos (27 de mayo de 1993).
Orden de 11 de marzo de 1993. Uso del término Posada para los
establecimientos hoteleros (11 de marzo de 1993).
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'8
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