Los frutos secos son alimentos muy completos que aportan proteínas, vitaminas, minerales y grasas esenciales. Son muy energéticos por su alto contenido en grasa; como aportan muchas calorías, tomados sin control engordan mucho. Las castañas son las que menos calorías contienen y aportan vitamina E. La berenjena, al igual que el calabacín, tiene muy pocas calorías: más o menos 15 kilocalorías por coda 100 gramos si lo tomamos cocido o al horno. Sin embargo, si lo freímos en aceite, la misma cantidad tendrá 300 kilocalorías, ya que actúa como una esponja absorbiendo toda la grasa. El marisco tiene pocas calorías ya que es pobre en grasas, pero, sin embargo, es muy rico en colesterol, por lo cual no resulta aconsejable abusar de él en los casos de hipercolesterolemia. En muchos guisos de la cocina tradicional aparece el famoso “majado”. Consiste en triturar en un mortero alimentos con gran sabor y olor. Seguir esta práctica con determinados frutos secos en salsas y sopas ayudar á a rebajar la dosis de sal. Durante la menopausia se producen síntomas como sofocos, irritabilidad, trastornos del sueño, aumento de peso y pérdida de calcio en los huesos, todos ellos causados por la disminución de las hormonas femeninas. Es recomendable, por tanto, tomar lácteos, ricos en calcio, y derivados de la soja, por su contenido en sustancias estrogénicas. Puede utilizarse la infusión de salvia para aliviar los sofocos. Sería muy interesante y recomendable hacer gran cantidad de fumet. Se puede mantener en recipientes de plástico congelado durante uno o dos meses y disponer de él cuando necesitemos hacer salsa o sopas, así evitaremos el uso de pastillas de caldo concentrado. Respecto a las cremas y los purés que lleven en su elaboración productos lácteos como leche, nata líquida o quesos cremosos y no se vayan a consumir después de su elaboración, habrá que evitar incorporar dichos ingredientes si vamos a congelarlos, pues es más fácil la conservación sin lácteos. Evitamos así la posibilidad de que se corten y tomen un sabor agrio nada deseado. Debe dejarse enfriar este tipo de caldos por completo para que la grasa sobrante se solidifique en lo superficie y se pueda retirar con gran facilidad para desgrasar el caldo u convertirlo en una elaboración aún más sana. Las elaboraciones que llevan como ingrediente principal la patata, tanto cremas o guisos que se acompañen de ella, no deben congelarse, ya que la patata tras la congelación toma un ligero sabor dulzón y la textura varía y resulta más fibrosa. ARELAS CATERING CONSEJOS NUTRICIONALES 1/3 Las partes de la ternera que más sabor dan a los caldos son precisamente las menos valoradas debido a su dureza en otro tipo de cocinado. Son el morcillo, la culata de contra o la falda de ternera. Los huesos de rodilla, con gran cantidad de cartílagos y ternillas, desprenden sustancias imprescindibles que potenciarán su sabor. Para disminuir las calorías y el colesterol de un guiso con salsa o caldo, debemos dejarlo enfriar varias horas y luego quitar la capa de grasa sólida que queda encima. La forma más saludable de comer cualquier parte del cerdo es quitarle toda la grasa visible antes de cocinarlo, y la mejor manera de elaborarlo será hornearlo o asarlo a la parrilla, de forma que se elimine más grasa durante el proceso. El alcoholismo durante la gestación puede provocar el denominado síndrome alcohólico fetal, asociado a graves alteraciones físicas y psíquicas del feto, y además aumenta la posibilidad de que éste fallezca. Por todo ello, aconsejamos a las embarazadas evitar al máximo el consumo de cualquier bebida alcohólica, aquí también incluimos las cervezas sin alcohol, ya que la mayoría de las marcas contienen una pequeña graduación alcohólica. Los huevos son un alimento extraordinario, pero en condiciones excepcionales puede transmitir enfermedades como la salmonelosis, un cuadro de diarrea aguda que puede llegar a ser grave. La contaminación del huevo es externa, a través de la cáscara, y se produce por falta de higiene y la manipulación en las granjas. Para evitarla, se recomienda comprar siempre huevos frescos y limpios, tirar los que estén con la cáscara rota, respetar la fecha de caducidad, mantenerlos a temperaturas bajas, no lavarlos, y al usarlos, cascarlos fuera del plato. El xilitol y el sorbitol son edulcorantes que sustituyen al azúcar, pero que poseen sus mismas calorías. Se usan para fabricar caramelos y chicles sin azúcar, e incluso en la elaboración de jamón de york para diabéticos. Aunque cuando los contienen los dulces ayudan a evitar que nos salgan caries, si los tomamos en exceso, además de engordar lo mismo, nos pueden producir molestias gastrointestínales, como gases e incluso diarrea. La miel es un alimento energético que aporta unas 300 calorías cada 100 gramos. Debe su sabor dulce al alto contenido en fructosa, un azúcar que al metabolizarse se transforma en glucosa, hecho que deben tener en cuenta sobre todo los diabéticos. A parte de tener mucha tradición en nuestra cultura, posee propiedades naturales curativas (aunque no están demostradas científicamente), por lo que es bueno tomarla, eso sí, siempre con moderación. La leche desnatada tiene menos grasa y calorías que la leche entera, pero mantiene la misma cantidad de calcio. Se recomienda a personas con sobrepeso o niveles de colesterol elevados. 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