La tabla rasa, el cerebro social y la mente seductora

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La tabla rasa, el cerebro
social y la mente seductora
Luis Gómez Jacinto
«La naturaleza, señor Allnut, es lo que hemos
para la cultura, y de la socialización de los niños a
venido a este mundo a vencer», le dice Kathrine
través del contexto social en el que viven. Estos meca-
Hepburn al borracho Bogarth en La reina de África.
nismos generales darían cuenta lo mismo de la adquisi-
Como la moralista misionera de la película dirigida por
ción del lenguaje que de la forma en que se adquiere la
John Huston, muchos humanistas, pensadores y cientí-
identidad de género, de la aversión al incesto que de las
ficos en su afán de superación de la naturaleza, simple-
preferencias por el paisaje, del deseo amoroso que del
mente, la han negado; «que es falso hablar de la natu-
miedo a las serpientes y, en general, de todo lo que los
raleza humana, que el hombre no tiene naturaleza»
seres humanos sean capaces de sentir, pensar y
sentencia Ortega. Durante todo el siglo XX muchos
realizar. Se da por supuesto que funcionan de manera
humanistas y pensadores sociales se han dedicado pre-
uniforme, independientemente del contenido, la mate-
sentar a un ser humano carente de naturaleza, de
ria o el ámbito de la experiencia vital sobre los que
instintos, influido únicamente por la cultura en la que
operen. Por ello se dice que estos mecanismos son de
vive. La negación de la naturaleza humana se sustenta
uso general. Así, la mente sería una tabla rasa en la que
en lo que Steven Pinker considera la santísima trinidad
todos nuestros contenidos mentales tienen su origen en
del pensamiento contemporáneo: la tabla rasa, el buen
el mundo físico y social que entra a través de la percep-
salvaje y el fantasma en la máquina. Es decir, la idea
ción. Para los defensores de la tabla rasa la mayoría de
empirista de que la mente humana es un folio en blan-
los conceptos son construidos socialmente. Es la nueva
co sobre el que se puede escribir cualquier discurso dic-
versión del viejo dogma empiricista: «no hay nada en el
tado por la experiencia. Le acompaña Rousseau y su
intelecto que no haya estado antes en los sentidos».
concepción romántica de que el ser humano en su esta-
La descripción de la vida en Samoa de la
do natural es pacífico y desinteresado, corrompido úni-
antropóloga Margaret Mead es un ejemplo de este
camente por la civilización. El tercer dogma es el del
determinismo cultural de la tabla rasa. Mead sostenía
«fantasma en la máquina». Desde Platón la tradición
que las diferencias psicológicas de sexo eran totalmente
filosófica occidental entiende la mente como sinónimo
culturales. Describió una cultura idílica, sin violaciones
de espíritu o alma. El dualismo cartesiano considera a la
ni guerras, sin frigidez, ni celos; el pueblo samoano era
mente humana como una entidad espiritual sagrada
pacífico, sexualmente desinhibido y feliz. Esto era
que controla la máquina corporal.
debido a una cultura pacífica, a un estilo de crianza per-
En el ámbito de las humanidades y las ciencias
misivo y a la maleabilidad de la naturaleza humana:
sociales esta negación de la naturaleza humana ha ido
culturas felices y pacíficas hacen personas pacíficas y
conformando un modelo estándar de ciencia social,
felices. La obra de Mead ha tenido un gran impacto en
cuya premisa fundamental es que la mente se compone
las ciencias humanas y sociales, especialmente en su
de unos pocos y generales procesos cognitivos carentes
visión de las diferencias sexuales, incluso con las evi-
de un contenido específico. Para esta manera habitual
dencias empíricas en su contra que poco a poco se han
de entender la mente humana, los pensamientos, las
ido formulando.
emociones y los comportamientos tienen su origen en
Otro ejemplo del optimista determinismo cul-
mecanismos generales de aprendizaje, de imitación o
tural de la tabla rasa nos los proporciona el conductismo
de razonamiento; las costumbres y las normas sociales
y su fe en la capacidad ilimitada de la modificación de
son exclusivamente el producto de nuestra capacidad
conducta. Son bien conocidas las palabras del padre del
paradigma - 10
conductismo, John B. Watson, «Dadme una docena de
teras, como los emprendidos en momentos históricos
niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo
diferentes por la sociobiología, el darwinismo social o
me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adies-
la psicología evolucionista.
trarlo para que se convierta en un especialista de
Hoy, cuando se van a cumplir 150 años de la
cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, aboga-
publicación de El origen de las especies (1859) y 200
do, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o
del nacimiento de su autor, es sorprendente la cantidad
ladrón-, prescindiendo de su talento, inclinaciones,
de reflexión e investigación psicológica y social que se
tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus
ha hecho como si Darwin no hubiese existido; como si
antepasados». Aunque la mayoría de sus seguidores
no hubiera escrito al final de El origen: «En el porvenir
sólo se fijaron en las palabras sobre las posibilidades
veo ancho campo para investigaciones mucho más
del aprendizaje y la educación, conviene no olvidar que
interesantes. La psicología se basará seguramente
el propio Watson comienza estableciendo algunas
sobre los cimientos de la necesaria adquisición gradual
restricciones; pide niños sanos y bien formados, lo cual
de cada una de las facultades y aptitudes mentales. Se
se extiende, seguramente, también a sus cerebros.
proyectará mucha luz sobre el origen del hombre y
Pero lo que vino después obvió estas referencias a la
sobre su historia». Ni estas palabras, ni el desarrollo de
maquinaria. Para los conductistas el cerebro era una
las mismas en La expresión de las emociones en los
tabla rasa sin predisposiciones innatas.
animales y en el hombre y en El origen del hombre,
La tabla rasa choca con la consideración del
fueron suficientes para que los científicos sociales del
cerebro como un conjunto de mecanismos adaptativos
pasado siglo incorporasen a su discurso las ideas dar-
diseñados por la evolución para resolver problemas
winianas. Más aún, han estado proscritas e identifi-
que han ido surgiendo a través de la larga historia del
cadas con ideologías ultracapitalistas en lo económico
Homo sapiens. La visión centralizada de los procesos
y fascistas en lo político. Es una lástima, porque
mentales se extiende a la concepción del cerebro
Darwin pensó profundamente en la aplicación de la
humano como una maravilla del diseño, una máquina
teoría evolucionista a la mente humana y trató de
perfecta, de uso general, para la resolución de los más
aprender sobre las observaciones hechas en pacientes
variados problemas. Pero, más que un perfecto arte-
psiquiátricos por sus contemporáneos. Este interés
facto de la ingeniería, nuestro cerebro es una especie
puede verse claramente en La expresión de las emo-
de cajón de sastre en el que se disponen diversas solu-
ciones, la primera obra que expone las principales
ciones ad hoc, atesoradas desde la noche de los tiem-
ideas del moderno campo de la psicología evolu-
pos y que, en muchos aspectos, no son más que el fiel
cionista. En muchos sentidos podría considerarse a
reflejo de la vulnerabilidad humana: la dependencia
Darwin uno de los fundadores de la psicología moder-
afectiva de los demás, la búsqueda del amor, la inten-
na.
sa competición social, el sentimiento trágico de la vida,
etc.
La necesaria visión darwiniana de la mente
humana contempla a ésta como un producto del pro-
Durante todo el siglo XX ha dominado la idea
ceso selectivo, por el que pasan las características que
de la tabla rasa entre la mayoría de los humanistas y
contribuyeron directa o indirectamente al éxito repro-
los científicos sociales, cuando los nuevos hallazgos
ductivo. En todos los seres humanos actuales se narra
científicos, especialmente en el ámbito de la biología,
la historia de un éxito evolutivo. Cada uno de nosotros
contradecían abiertamente su concepción de la natu-
ha heredado los mecanismos mentales y corporales
raleza humana. A la tradicional división de las dos cul-
que llevaron a nuestros ancestros al éxito. No somos
turas, una de letras y otra de ciencias, los científicos
los descendientes de antepasados que fracasaron en
sociales añadieron otra profunda escisión, que separa
su forma de sobrevivir, emparejarse, reproducirse y
lo biológico de lo psicológico y lo social. Otra vez el
resolver su múltiples problemas adaptativos.
dualismo: la máquina para médicos y biólogos, y el
Nuestra mente es la consignataria de los
fantasma para psicólogos y sociólogos. Al habitual
mecanismos psicológicos adaptativos, legados por
bagaje "de letras", Freud, Marx y el modernismo, los
nuestros antepasados desde la noche de los tiempos.
científicos sociales añadieron el funcionalismo, el con-
Toda la conducta manifiesta es una función de esos
ductismo y el postmodernismo, en un particular cóctel
mecanismos mentales, que se han originado mediante
psicosocial. Mientras tanto sin noticias de Darwin y
los procesos evolutivos de la selección natural y de la
excomunión para cualquier intento de borrar las fron-
selección sexual. Los mecanismos psicológicos evoluti-
paradigma - 11
vos son dispositivos de procesamiento de la informa-
las relaciones sociales con más de un centenar de
ción, cuyos productos son la actividad fisiológica, la
individuos obliga a tener una gran capacidad mental
cognición y la conducta manifiesta. Los mecanismos
y una gran habilidad comunicativa. El propio lengua-
se implementan en las estructuras neurales del cere-
je, talento exclusivamente humano por mucho que se
bro. Son funcionales y resuelven problemas adapta-
empeñen algunos conductistas en malgastar el tiem-
tivos estadísticamente recurrentes a los que tuvieron
po enseñándoselo a los chimpancés, tiene su origen
que enfrentarse nuestros ancestros en un determina-
en su capacidad para facilitar la socialización.
do ambiente de adaptación evolutiva; de forma idén-
Junto a esta habilidad para leer la mente de
tica a como sucede con el resto de los órganos del
los demás e interactuar con ellos, nuestra mente
cuerpo, diseñados por la evolución para cumplir una
dedica también muchos de sus «órganos» o módulos
función. En este sentido podría decirse que la mente
a la seducción y al emparejamiento. Podría decirse
no es un único «órgano»; está compuesta por una
que parte de este cerebro social simio multiplicado
serie de órganos interconectados, de módulos espe-
por tres, de 1200 cc en su mayor parte neocórtex,
cializados que resolvieron problemas específicos y
sirve a un sistema reproductivo que está compuesto
recurrentes, relacionados con la supervivencia o la
por una serie de capacidades psicológicas para el
reproducción durante nuestro pasado ancestral.
cortejo, la competición y la rivalidad; para la forma-
Estos «órganos» paleolíticos que componen
ción, compromiso, coordinación y terminación de las
nuestra mente son especialmente habilidosos para
relaciones; para el coqueteo, los juegos preliminares
resolver problemas de naturaleza social. Los seres
y la copulación; para la búsqueda, elección, conser-
humanos somos una especie intrínsecamente social y
vación y recambio de la pareja; y, en fin, para el
gregaria, y hay pocas dudas de que buena parte del
despliegue de talentos conductuales que proporcio-
éxito evolutivo se debe a la altísima y compleja
nan recompensas reproductivas y no sólo de super-
capacidad para interactuar con los demás. La capaci-
vivencia. Siguiendo el segundo gran proceso selecti-
dad humana para la cooperación y la interacción
vo darwiniano, la selección sexual, se produce una
coordinada depende mayoritariamente de la habili-
gran expansión cerebral; algunos dirán que malgas-
dad cognitiva y computacional para representar,
tada en el difícil mercado amoroso.
planificar y predecir la conducta de los demás y de sí
Decía Ortega que el ser humano no tiene nat-
mismo y de interiorizar las normas de los grupos de
uraleza, sólo tiene historia. Pero lo que en realidad
referencia. La evolución de un dispositivo computa-
tenemos es un largo pasado y una corta historia. De
cional inmensamente poderoso, el cerebro humano,
ambos somos el resultado. Y si queremos, como la
fue una consecuencia de la necesidad de manejar los
protagonista de La reina de África, superar nuestra
complejos procesos interactivos en el seno de los
naturaleza, no tenemos más remedio que reconocer-
cada vez más frecuentes grupos de seres humanos
la y analizarla. Está escrita en un folio de apretados
que comenzaron a colonizar el planeta. El cerebro
y, muchas veces, torcidos renglones, con numerosos
humano tiene un alto coste evolutivo y es muy caro
borrones y tachaduras, pero también con la brillante
de mantener. Su peso representa el 2% del peso cor-
prosa de una especie que, como decía Tagore, mira
poral de un adulto pero gasta un 20% de la energía
hacia las estrellas.
consumida. Que este despilfarro se produzca sólo
para afrontar los desafíos ecológicos que otras
especies realizan con una considerable menor capacidad cerebral no es muy razonable. En otros primates
se ha observado una relación entre el tamaño de sus
cerebros y la complejidad de los sistemas sociales en
los que viven. Ningún otro primate vive en grupos
más grandes que en los que interacciona el ser
humano desde los tiempos más remotos. Así que
mantener la cohesión grupal ha obligado a dedicar
casi la mitad del tiempo a la socialización. Manejar
paradigma - 12
Luis Gómez Jacinto es Catedrático de Psicología
Social de la Universidad de Málaga
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