Evaluación de la condición financiera en las administraciones

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Presupuesto y Gasto Público 43/2006: 113-126
Secretaría General de Presupuestos y Gastos
© 2006, Instituto de Estudios Fiscales
Evaluación de la condición financiera
en las administraciones locales a través del análisis
de componentes principales
JOSÉ LUIS ZAFRA GÓMEZ
ANTONIO MANUEL LÓPEZ HERNÁNDEZ
AGUSTÍN HERNÁNDEZ BASTIDA
Universidad de Granada
Recibido: Abril 2006
Aceptado: julio 2006
Resumen
El objetivo del presente trabajo es evaluar la condición financiera en las administraciones locales a través de un indi­
cador que sea capaz de sintetizar los elementos que la integran. En primer lugar, se elabora un índice sintético que
pone de relieve la condición financiera de los ayuntamientos andaluces a través de una serie de indicadores relacio­
nados con los tres elementos que la conforman —sostenibilidad, independencia financiera y flexibilidad—, y ello
mediante el empleo del análisis de componentes principales. Posteriormente, a través del análisis de conglomerados
(k-medias), medimos los aspectos sociales y económicos de los municipios que influyen en la prestación de sus ser­
vicios. Esta metodología es aplicada al ámbito municipal andaluz para el período 1998-2002, obteniendo un índice
de condición financiera (ICF) para cada municipio.
Palabras clave: Municipios, condición financiera, caracterización socio-económica, componentes principales.
1.
Antecedentes de la investigación y objetivos del trabajo
Tradicionalmente, cuando se han llevado a cabo estudios relacionados con la situación
económico-financiera de una entidad, generalmente, se ha acudido al concepto de posición
financiera, entendido éste como la capacidad de la entidad para atender sus obligaciones con
los recursos de los que dispone (Lorig, 1941). Así, este concepto se centraría en el estudio de
los activos que se convierten en efectivo y de los pasivos que han de ser atendidos en un futu­
ro lejano (Berne, 1992).
Sin embargo, a lo largo de los últimos años este concepto ha evolucionado en el ámbito
de las administraciones locales hacia denominaciones que considerasen otros muchos facto­
res que influyen en el desarrollo de la actividad de los municipios, tales como, crisis fiscal,
«estrés» fiscal, desastre fiscal, emergencia fiscal o condición financiera.
De entre estos términos, entendemos que el concepto más amplio y apropiado para eva­
luar la salud financiera de las administraciones locales es el de condición financiera. No se
114
José Luis Zafra, Antonio Manuel López y Agustín Hernández
trata de una magnitud directamente observable, por lo que no tiene una forma unívoca de ser
medida, ya que existen diferentes alternativas para ello.
Así, para Groves et al. (1981) el concepto de «condición financiera» puede medirse a
través de cuatro magnitudes relacionadas con la solvencia de tesorería, la solvencia presu­
puestaria, la solvencia a largo plazo y, finalmente, la solvencia del nivel de servicios. Para su
correcta evaluación se deben de tener en cuenta los factores que la componen: ambiental, fi­
nanciero y organizacional. El factor ambiental afecta tanto en la creación de demanda como
en la provisión de servicios públicos. El factor organizacional hace referencia a la capacidad
del gobierno para adaptarse a los cambios del entorno. Por último, el factor financiero refleja
la condición de buena salud de las finanzas municipales.
De otro lado, autores como Copeland e Ingram (1983), Berne (1992) y Clark (1990,
1994) han relacionado este término con el análisis de la corriente de ingresos y gastos y con
los determinantes que caracterizan a las entidades para la adquisición de pasivos financieros,
dentro de un determinado horizonte temporal y en un espacio o dimensión económica con­
creta y determinada.
Para Berne y Schramm (1986) una correcta evaluación de la condición financiera exige
considerar una serie de magnitudes del entorno relacionadas con necesidades y preferencias
de la sociedad, condiciones locales que afectan a la prestación de servicios públicos, coste de
factores productivos, recursos de la sociedad y políticas públicas que afecten a la entidad lo­
cal. De esta forma, la condición financiera se convierte en una magnitud compleja al incor­
porar factores financieros y no financieros tanto a corto como largo plazo.
Por su parte, Greenberg y Hiller (1995) y CICA (1997) señalan que la condición finan­
ciera de una entidad puede medirse mediante tres indicadores relacionados con la sostenibili­
dad, flexibilidad y vulnerabilidad. Se entiende por sostenibilidad la capacidad que presenta
la entidad para mantener, fomentar y preservar el bienestar social de sus ciudadanos a través
de recursos que tiene a su disposición. Por flexibilidad, se entiende la facultad que tiene la
entidad a la hora de responder a los nuevos cambios económicos y circunstancias financieras
dentro de los límites de su capacidad fiscal, y depende de su capacidad para atender a dichos
cambios, a través de incrementos en los impuestos, en la deuda o en las transferencias (Bala­
guer, 2001). Por vulnerabilidad se entiende el nivel de dependencia de una entidad respecto a
la financiación recibida del exterior para el mantenimiento del gasto público, a través de
transferencias y subvenciones recibidas (González y Salvador, 1996).
Mercer y Gilbert (1996) estudian la creación de un índice de condición financiera para
los municipios de Nueva Escocia. En primer lugar, consideran un conjunto de 17 indicadores
que reflejan un total de cinco dimensiones de la condición financiera: ingresos, gastos, im­
puestos, peso de la deuda y variables económicas. Con el objetivo de extraer cuales son las
dimensiones más relevantes en la determinación de la condición financiera de los munici­
pios, aplican el análisis factorial para obtener un total de tres factores (condición fiscal, peso
de la deuda e ingresos base).
Honadle y Lloyd-Jones (1998) analizan la condición financiera de los gobiernos locales
rurales en el condado Swift, Minnesota (EE.UU.) mediante tres procedimientos: el test de
diez indicadores de Brown (1996); las tendencias de diez años de Alter; y el sistema de indi­
Evaluación de la condición financiera en las administraciones locales...
115
cadores propuestos como observadores de la tendencia financiera por The International
City/County Management Association (Groves, et al, 1994). Estos autores concluyen que los
tres procedimientos son válidos, aunque la utilización de los mismos va a depender de los
objetivos pretendidos por la investigación.
Determinados estudios realizados en el ámbito español en torno a la evaluación de la
posición o situación financiera en las administraciones locales (Benito, 1993; Abad, 1994;
Brusca, 1997; Pablos y Fernández, 1998; Balaguer, 2001; Cárcaba, 2003, 2004) han optado
por técnicas que inicialmente no permiten obtener una medida agregada de esta magnitud.
En este contexto, el objetivo del presente trabajo consiste en obtener un índice sintético
(ICF) que permita evaluar el concepto de condición financiera en los municipios a través del
análisis de componentes principales. Para ello, es necesario que los servicios públicos presta­
dos sean lo más homogéneos posibles, y que los municipios tengan características socioeco­
nómicas similares. De esta forma, nos aseguramos un factor ambiental y organizacional ho­
mogéneo a la hora de llevar a cabo la valoración. Posteriormente, se estudian, a lo largo de
varios ejercicios, los siguientes aspectos relacionados con el factor financiero:
— Políticas presupuestarias sostenibles (sostenibilidad).
— Niveles de solvencia adecuados en los distintos horizontes temporales (sostenibili­
dad).
— Autonomía financiera de la entidad, tanto desde el mantenimiento de los criterios de
equilibrio presupuestario y de endeudamiento (flexibilidad).
— Porcentaje de gasto presupuestario que es financiado con ingresos que no dependen
de otras entidades (independencia financiera).
Para ello, en una primera fase, consideramos la flexibilidad, sostenibilidad e indepen­
dencia financiera de los municipios andaluces, extrayendo la primera componente del análi­
sis factorial aplicado sobre un conjunto de indicadores que integran los tres elementos de la
condición financiera. Posteriormente, consideramos el factor relacionado con el entorno so­
cioeconómico andaluz a través de una sectorización con las principales variables que afectan
a la prestación de los servicios públicos municipales. Finalmente, analizamos el factor orga­
nizacional, a través del análisis de la evolución de los ICF a lo largo de los cinco ejercicios
analizados.
2. La medición del factor financiero a través del análisis
de componentes principales
Uno de los principales problemas con el que nos encontramos a la hora de medir la con­
dición financiera de una entidad pública es la necesidad de utilizar un número amplio de ra­
tios, proporcionando cada uno de ellos una visión parcial de este concepto. No obstante, a
través del análisis de componentes principales es factible obtener una medida agregada de la
condición financiera.
Entre los objetivos que se plantea la línea de investigación en la que se enmarca este tra­
bajo se encuentra la construcción de un índice que mida la condición financiera de un munici­
116
José Luis Zafra, Antonio Manuel López y Agustín Hernández
pio. Ya se ha argumentado anteriormente sobre el hecho de que, a pesar de la depuración de
magnitudes que se ha realizado, la condición financiera es una magnitud no directamente ob­
servable, que está caracterizada por diversas magnitudes observables, de ahí la necesidad, para
poder efectuar análisis comparativos, de condensar en un único número los distintos aspectos.
En este punto son diversas las metodologías a seguir y ninguna completamente satisfac­
toria 1. De entre éstas, descartamos la consideración de procedimientos de agregación más
allá de la combinación lineal por razones de simplicidad y a su vez entendemos que no es po­
sible, en el estado actual de la investigación, una asignación unívoca de factores de pondera­
ción. Por todo esto, nos inclinamos por la utilización del análisis de componentes principa­
les 2 con sus ventajas e inconvenientes. La gran ventaja del análisis de componentes
principales es que evita la necesidad de fijar los factores de ponderación. Los grandes incon­
venientes de este análisis mutivariante son: se obtiene una combinación lineal distinta para
cada conjunto de datos, por lo que se rompe la imagen conceptualmente atractiva de condi­
ción financiera igual (o aproximada) por una agregación sencilla y estable de las magnitudes
observables; necesariamente, sólo se puede trabajar con la primera componente principal, y
según cada conjunto de datos nos encontramos con que el porcentaje de varianza explicada
es uno u otro.
Concretamente, para los datos que utilizamos y como puede verse mas adelante en la
Tabla 1, se obtienen diversos porcentajes de varianza explicada que aproximadamente están
entre el 50% y el 95%. Aunque es evidente la gran variabilidad que se presenta, se ha decidi­
do continuar ahondando en este camino por lo siguiente: realmente, el objetivo final de este
estudio es afinar un conjunto de factores de ponderación que resulte lo más apropiado posi­
ble para expresar el peso relativo de cada una de las magnitudes observables en la magnitud
no observable condición financiera.
Tabla 1
Análisis de componentes principales
Extracción de la
1.ª Componente Principal
Autovalor
% de la Varianza Explicada
Año 1998
Año 1999
Año 2000
Año 2001
Año 2002
2,84
95%
2,6
86,8%
1,735
57,83%
1,58
52,9%
1,43
47,68%
Para llevar a cabo nuestro trabajo, hemos utilizado las liquidaciones presupuestarias de
gastos e ingresos de los municipios andaluces para el período 1998-2002. Los datos han sido
obtenidos a través de la página web del Instituto de Estadística de Andalucía 3, y de la Con­
sejería de Gobernación de la Junta de Andalucía, utilizándose únicamente aquellos munici­
pios que presentan todos los datos presupuestarios necesarios para realizar nuestro estudio.
Así, la muestra seleccionada alcanza el 78% del total.
Evaluación de la condición financiera en las administraciones locales...
2.1.
117
Variables y técnica aplicada
Aunque partimos de los indicadores propuestos por Groves et al. (1981), Greenberg y
Hillier (1995) y por la CICA (1997), se han formulado algunas adaptaciones a los mismos
para adecuarlos a las características propias del subsector público local. Así de la totalidad de
ratios propuestos por los autores mencionados, hemos seleccionado aquellos que, a priori,
son capaces de explicar en mayor medida, las características financieras de los municipios
andaluces. Las ratios presupuestarios utilizados son los siguientes:
— Cobertura de gastos totales: Pone en relación la totalidad de las obligaciones y dere­
chos reconocidos netos en cada uno de los ejercicios e indica la capacidad de la entidad mu­
nicipal para cubrir sus gastos totales con lo recursos que tiene a su disposición, por lo que si
hacemos referencia a los niveles en los que hemos definido la condición financiera de un
ayuntamiento, este indicador afectaría a la sostenibilidad del mismo.
— Margen de autofinanciación corriente 4: Relaciona las obligaciones reconocidas ne­
tas de los capítulos 1 a 3 junto con el 9, con los derechos reconocidos correspondientes a los
capítulos 1 a 5. Un aumento de este indicador implicaría una menor flexibilidad de la entidad
puesto que un mayor volumen de gastos de funcionamiento y financieros (excluidos transfe­
rencias), estaría financiado con ingresos corrientes.
— Independencia de subvenciones: es una fracción que incluye en el numerador todos
los capítulos de obligaciones reconocidas y en el denominador todos los ingresos menos los
generados a través de transferencias y subvenciones. Así, podemos decir que un aumento de
este ratio implicaría un incremento de las transferencias recibidas, disminuyendo el nivel de
independencia, y por tanto, empeoraría la condición financiera de la entidad.
Los tres indicadores mencionados se encuentran relacionados con los tres componentes
de la condición financiera definidos anteriormente. La Figura 1 muestra estas relaciones (el
trazo más grueso de la flecha muestra una relación más fuerte con el elemento de la condi­
ción financiera al que señala).
Una vez definidas las variables, aplicamos una técnica multivariante de reducción de
datos, concretamente el análisis de componentes principales, sobre los datos de los munici­
pios. Como es conocido, este método consiste en la reducción de un número elevado de va­
riables extrayendo las características principales a través de la formación de otras nuevas que
son combinación lineal de las anteriores, con la intención de que se pierda la menor informa­
ción posible y que se recoja la mayor parte de la varianza de los datos.
Así pues, pretendemos reducir las tres variables utilizadas, a un solo componente para
así, poder asignar un numeral a cada uno de los municipios estudiados y comparar entre ellos
su condición financiera.
2.2.
Resultados del análisis de componentes principales
Las Tablas 1 y 2, muestran los resultados obtenidos de la aplicación de la técnica multi­
variante, teniendo en cuenta que tendrán una mejor condición financiera aquellos ayunta­
118
José Luis Zafra, Antonio Manuel López y Agustín Hernández
Figura 1.
Relaciones entre elementos de la condición financiera e indicadores
CONDICIÓN FINANCIERA
Flexibilidad
Gastos capítulos 1, 2, 3 y amortización de deuda
Derechos liquidados corrientes
Total obligaciones reconocidas
Total derechos liquidados
Sostenibilidad
Independencia
Total obligaciones reconocidas
Total derechos liquidados menos transferencias corrientes de capital
mientos que posean un índice menor, debido a que incrementos en lo ratios, tal como se han
definido, implican obtener un ICF superior y, por tanto, que el municipio presente una peor
condición financiera.
La primera componente principal mide de forma distinta la varianza explicada en cada
uno de los ejercicios analizados, disminuyendo su valor conforme avanzamos a lo largo de
los ejercicios, lo que confirmaría que existen cada vez más diferencias entre los ratios que
conforman la condición financiera. La Tabla 2 nos informa acerca del peso que cada variable
aporta a los factores desarrollados.
Tabla 2
Peso de cada componente en la valoración ICF
Matriz de componentes del
análisis factorial
Año 1998
Año 1999
Año 2000
Año 2001
Año 2002
Cobertura de gastos totales
Margen de autofinanciación corriente
Independencia de subvenciones
0,989
0,985
0,949
0,966
0,89
0,939
0,842
0,722
0,711
0,82
0,73
0,618
0,806
0,611
0,638
Evaluación de la condición financiera en las administraciones locales...
119
3. El factor ambiental: sectorización socioeconómica
de los municipios
Para completar la medición de la condición financiera, y con la intención de considerar
el factor ambiental, es necesario llevar a cabo una sectorización socioeconómica que nos per­
mita contextualizar los valores obtenidos en cada índice comparándolos con aquellas entida­
des que presenta características similares. A este respecto, los trabajos que han pretendido
obtener espacios socioeconómicos homogéneos en el ámbito municipal han utilizado distin­
tas técnicas del análisis de conglomerados (Kageyama y Troncoso, 1999; Schneider y Dab­
dab, 2001; Beltrán y Pacheco, 2001, Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid,
2001, IPARDES, 2003). Por nuestra parte, optamos por la utilización del análisis de conglo­
merados k-medias por ser el que mejor se ajusta a las características de nuestra muestra.
En nuestro trabajo, para llevar a cabo el proceso de sectorización seleccionamos un
conjunto total de 696 municipios lo que supone un 90,5% sobre el número total de ayunta­
mientos andaluces. En relación con las variables utilizadas, seleccionamos un total de diez,
que entendemos que, en su conjunto, son capaces de actuar como indicadores de la realidad
social y económica de los municipios andaluces 5: a) porcentaje de población dispersa en nú­
cleos de población (se trata de una variable que resulta de la relación entre la población resi­
dente en diseminado y esta misma junto con la población residente en núcleos de población);
b) porcentaje de población mayor de 65 años; c) porcentaje de población inferior a 20 años;
d) porcentaje de población inmigrante; e) tasa de incremento relativo de la población (se re­
coge el incremento porcentual que experimenta la población de un ejercicio a otro); f) por­
centaje de paro registrado); g) n.º de viviendas por habitante; h) n.º de plazas hoteleras por
habitante; i) renta media declarada per capita (nivel de renta de que disponen las economías
domésticas para gastar y ahorrar, o bien como la suma de todos los ingresos efectivamente
percibidos por las economías domésticas durante un período); j) presión fiscal (hace referen­
cia a la política fiscal que ha seguido el ayuntamiento durante el ejercicio, obteniéndose
como los impuestos de cada ayuntamiento dividido entre el número de habitantes).
Partiendo de estas variables, la primera acción fue determinar si tenían algún tipo de re­
lación con los gastos en los que incurren cada uno de los municipios. Nos decantamos por la
utilización de la variable gastos corrientes per cápita, en lugar de la utilización de los gastos
totales per cápita, debido a que la primera está sujeta a menores oscilaciones, y, en nuestra
opinión, es una mejor aproximación a las dotaciones regulares para la prestación de los servi­
cios municipales.
A la hora de seleccionar las variables utilizamos un método de correlación que permite
conocer la posible relación entre cada una de las variables seleccionadas y los gastos corrien­
tes per cápita. La medida más utilizada es el coeficiente de correlación de Pearson, que mide
el grado de asociación lineal entre dos variables cualesquiera y puede calcularse dividiendo
las covarianzas de ambas entre el producto de las desviaciones típicas de las dos variables.
Para determinar la importancia de la correlación, es necesario utilizar el test de significa­
ción proporcionado junto al coeficiente de correlación de Pearson, información necesaria para
contrastar la hipótesis nula de que el valor poblacional del coeficiente es cero. La Tabla 3
muestra la relación existente entre las variables seleccionadas y los gastos corrientes per cápita.
120
José Luis Zafra, Antonio Manuel López y Agustín Hernández
Tabla 3
Selección de variables
Variables del entorno socioeconómico
Porcentaje de población dispersa
Porcentaje de población menor de 20 años
Porcentaje de población mayor de 65 años
Porcentaje de población inmigrante
Tasa de incremento relativo de la población
N.º de viviendas del municipio por habitante
N.º plazas de alojamiento por habitante
Tasa de paro registrado
Renta media declarada por habitante
Presión fiscal por habitante
Niveles de significación en
relación con los gastos
corrientes medios del período
0,63
0,13
0,57
0,00003
0,08
0,002
0,0009
0,14
0,00004
0
Con la información anterior, las variables seleccionadas fueron 6 el número de vivien­
das del municipio por habitante, el número de plazas de alojamiento por habitante, la renta
media declarada por habitante y la presión fiscal por habitante.
El siguiente paso en nuestro estudio, consiste en realizar la sectorización de los munici­
pios mediante las variables socioeconómicas seleccionadas anteriormente, para ello, como
ya se señaló, hemos considerado el análisis de conglomerados de k-medias. Ese tipo de aná­
lisis permite, a partir de una determinada información recogida en una serie de variables,
agrupar a los distintos individuos mediante el grado de similitud existente entre ellos. Con­
cretamente, el análisis de conglomerados se basa en algoritmos no jerárquicos y para la de­
terminación del grado de similitud utiliza la distancia euclídea, es decir, la longitud de la rec­
ta que une ambos casos.
A partir del criterio de clasificación poblacional establecido en la Ley de Bases del Ré­
gimen Local, hemos aplicado conglomerados k-medias a tres grupos (menos de 5.000 habi­
tantes, entre 5.000 y 50.000, y más de 50.000 habitantes) para obtener agrupaciones lo más
homogéneas posibles.
Ya que este método no nos proporciona un número óptimo de conglomerados, nuestra
metodología fue ir probando entre los distintos modelos variando en cada uno de ellos el ta­
maño de la agrupación, hasta considerar que ésta era la adecuada y que el siguiente nivel de
agrupación no aportaba un mayor grado de homogeneidad.
En cualquier caso, se ha tenido en cuenta que pueden existir ayuntamientos con carac­
terísticas socioeconómicas similares pero, que por estar en tramos poblacionales distintos,
no se encuentran en un mismo grupo. Con todo lo anterior, obtuvimos un total de diez con­
glomerados, cuyas características en relación con las variables utilizadas, se muestran en la
Tabla 4.
121
Evaluación de la condición financiera en las administraciones locales...
Tabla 4
Valores medios alcanzados en los conglomerados para cada variable
N.º Viviendas
por habitante
Poblaciones de menos
de 5.000 habitantes
Pob. entre 5.001
y 50.000 hab.
Conglomerado A
Conglomerado B
Conglomerado C
Conglomerado D
0,89
0,59
0,60
0,43
0,01
0,02
0,02
0,01
7.100
8.807
6.769
7.107
129,21
148,88
136,26
131,07
Conglomerado E
Conglomerado F
0,39
0,01
9.779
164,91
0,34
0,38
0,02
0,01
13.038
9.223
233,13
166,34
0,56
0,13
13.253
503,64
0,36
0,33
0,01
0,01
10.946
15.192
217,01
288,90
Conglomerado G
Conglomerado H
Conglomerado I
Pob. más de 50.001
habitantes
Conglomerado J
4.
N.º Plazas
Renta Media
Presión fiscal
hoteleras
declarada por
por habitante
por habitante
habitante
El factor organizacional: estudio de los ICF
El estudio del factor organizacional, tal como lo hemos definido anteriormente, consis­
te en determinar si el gobierno local ha adaptado sus finanzas a las características del entor­
no. Para ello, analizamos la evolución de los ICF a lo largo del período analizado y en cada
conglomerado. En la Tabla 5, se muestran los valores medios (M) para cada conglomerado,
así como la desviación típica (D) y el coeficiente de variación de Pearson (C).
Tabla 5
Valores medios alcanzados por el ICF para cada conglomerado y año
1998
M
Conglomerado A
Conglomerado B
Conglomerado C
Conglomerado D
Conglomerado E
Conglomerado F
Conglomerado G
Conglomerado H
Conglomerado I
Conglomerado J
D
9,8 26
4,7 1,5
4,9 1,6
5
1,5
4,3 1,1
3,3 0,5
3,9 0,8
3
0,3
3,4 0,3
3,3 0,8
1999
C
M
D
2,6
0,3
0,3
0,3
0,2
0,1
0,2
0,1
0,1
0,2
5,1 2
4,9 1,9
6,2 10
4,6 1,2
4,4 1,5
3,2 0,6
3,8 0,6
2,9 0,2
3,4 0,5
3,1 0,5
2000
C
M
D
0,4 4,8 2,6
0,4 13 66
1,6 4
1,2
0,2 3,8 1,1
0,3 3,3 0,8
0,2 2,7 0,5
0,2 3
0,6
0,1 2,2 0,3
0,1 2,6 0,3
0,1 2,4 0,3
2001
2002
C
M
D
C
M
D
C
0,5
5
0,3
0,3
0,3
0,2
0,2
0,1
0,1
0,1
4,5
3,4
3,2
3,4
3
2,5
2,7
2,3
2,4
2,2
2,3
1,1
0,8
0,8
0,6
0,4
0,5
0,2
0,2
0,2
0,5
0,3
0,2
0,2
0,2
0,2
0,1
0,1
0,1
0,1
4,2
3,5
3,4
3,3
3
2,4
2,6
1,9
2,4
2,2
2,5
1,4
0,9
0,8
0,7
0,4
0,5
0,2
0,3
0,3
0,6
0,4
0,2
0,2
0,2
0,1
0,2
0,1
0,1
0,1
Tal como puede apreciarse en la Tabla 5, son los municipios de menor dimensión so­
cioeconómica los que presentan peores valores medios de la condición financiera, alcanzado
especial significación el conglomerado A (municipios de menor tamaño de Andalucía). Con­
122
José Luis Zafra, Antonio Manuel López y Agustín Hernández
forme aumenta el tamaño socioeconómico de los municipios, el valor de los índices se redu­
ce y, por tanto, presentan mejores ICF. También puede observarse como los municipios que
componen las agrupaciones de menor tamaño socioeconómico presentan valores desiguales,
mientras que la homogeneidad en el interior aumenta conforme lo hace el tamaño de las
agrupaciones. Por otra parte, a lo largo de los cinco ejercicios analizados se observa como los
valores medios de los conglomerados mejoran su condición financiera. La dispersión encon­
trada en diversos valores del ICF viene determinada a raíz de la propia dispersión de las va­
riables presupuestarias utilizadas.
Y es que, tal como puede observarse, existen ciertos valores muy extremos que condi­
cionan los valores medios y las desviaciones típicas de los conglomerados A, B y C en los
ejercicios de 1998, 2000 y 1999, respectivamente (Alsodux, 151; Lecrín, 412; Larva, 99). En
este sentido, en el Gráfico 1 y en la Tabla 6, se muestran los valores medios y desviaciones
típicas una vez eliminados estos valores extremos.
Gráfico 1. Valores medios alcanzados por el ICF para cada conglomerado y año sin outliers
6
5
4
3
2
1
J
I
ad
o
o
m
er
on
gl
o
C
C
on
gl
om
m
er
on
gl
o
C
2001
er
ad
ad
o
o
ad
C
on
g
lo
m
er
m
er
on
gl
o
2000
H
G
F
ad
o
o
1999
C
C
on
gl
om
er
ad
er
ad
gl
om
1998
5.
E
D
o
C
o
C
on
C
on
g
lo
m
er
ad
er
ad
gl
om
C
on
C
on
gl
om
er
ad
o
o
B
A
0
2002
Conclusiones
De entre las distintas alternativas para evaluar la salud financiera de las administracio­
nes locales, consideramos que el estudio de la condición financiera es uno de los más ade­
cuados, al recoger aspectos relacionados con el entorno socioeconómico, política fiscal y va­
123
Evaluación de la condición financiera en las administraciones locales...
Tabla 6
Valores medios alcanzados por el ICF para cada conglomerado y año sin outliers
1998
Conglomerado
Conglomerado
Conglomerado
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I
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1999
2000
2001
2002
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M
D
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5,0
4,7
4,9
5
4,3
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3,9
3
3,4
3,3
2
1,5
1,6
1,5
1,1
0,5
0,8
0,3
0,3
0,8
2,6
0,3
0,3
0,3
0,2
0,1
0,2
0,1
0,1
0,2
5,1
4,9
5,0
4,6
4,4
3,2
3,8
2,9
3,4
3,1
2
1,9
1,7
1,2
1,5
0,6
0,6
0,2
0,5
0,5
0,4
0,4
1,6
0,2
0,3
0,2
0,2
0,1
0,1
0,1
4,8
3,8
4
3,8
3,3
2,7
3
2,2
2,6
2,4
2,6
1,4
1,2
1,1
0,8
0,5
0,6
0,3
0,3
0,3
0,5
5
0,3
0,3
0,3
0,2
0,2
0,1
0,1
0,1
4,5
3,4
3,2
3,4
3
2,5
2,7
2,3
2,4
2,2
2,3
1,1
0,8
0,8
0,6
0,4
0,5
0,2
0,2
0,2
0,5
0,3
0,2
0,2
0,2
0,2
0,1
0,1
0,1
0,1
4,2
3,5
3,4
3,3
3
2,4
2,6
1,9
2,4
2,2
2,5
1,4
0,9
0,8
0,7
0,4
0,5
0,2
0,3
0,3
0,6
0,4
0,2
0,2
0,2
0,1
0,2
0,1
0,1
0,1
riables económico-financieras y presupuestarias. Sin embargo, hasta ahora la valoración de
la condición financiera, generalmente, se ha realizado mediante indicadores individualiza­
dos, sin considerar algunos de los elementos que la componen.
En nuestro estudio hemos querido presentar un índice capaz de resumir una serie de
variables que expresan la condición financiera de una entidad local (ICF), y relacionarlo
con las características del entorno que condiciona la prestación de los servicios públicos
locales. De esta forma, obtenemos grupos más homogéneos de municipios que permiten, a
su vez, comparaciones más efectivas del ICF. Para la obtención del ICF destacamos la uti­
lidad del análisis de componentes principales como instrumento para su diseño, ya que per­
mite ponderar dentro de cada grupo homogéneo las variables más importantes y no de for­
ma subjetiva, siendo los propios valores utilizados los que determinan la importancia de
cada componente.
En cuanto a los resultados obtenidos, el ICF viene determinado por la primera compo­
nente principal, explicando la condición financiera en peor medida conforme avanzan los
ejercicios analizados. Por otra parte, se evidencia que los ayuntamientos andaluces mejoran
su condición financiera conforme nos aproximamos al final del período analizado y cuanto
mayor es el tamaño socioeconómico mejor es la condición financiera de la entidad. En gene­
ral, podemos concluir que, de los tres componentes que conforman la condición financiera,
el peso más significativo lo alcanzan las componentes de sostenibilidad y de flexibilidad de
cada ayuntamiento.
Notas
1. Ver trabajo de Cancelo y Uriz (1994).
2. Aunque el objetivo primitivo de esta técnica multivariante es distinto, es frecuente la utilización de la misma
con el propósito que nos ocupa, al menos como aproximación al problema.
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José Luis Zafra, Antonio Manuel López y Agustín Hernández
3. http://www.juntadeandalucia.es/institutodeestadistica/corploc/index.htm.
4. Este indicador forma parte de la red de alerta financiera, desarrollada por la Direction de la Comptabilité Pu­
blique para las entidades locales francesas, con lo que se pretende medir la autonomía financiera del municipio
(véase Benito y Martínez, 2002).
5. Estas variables han sido seleccionadas teniendo en cuenta los trabajos de Leone (1976), Petersen (1977), Tou­
che Ross (1977), Clark (1977) y Berne (1992) donde se relacionan conceptos como el de posición financiera,
condicióin financiera, y fiscal distress en los ayuntamientos, con una serie de variables socieconómicas.
6. No hemos considerado la variable de población inmigrante debido a que no tenemos demasiada confianza en
que los datos disponibles sean correctos, ya que no recogen las inmigraciones ilegales, que muy probablemen­
te son las que originan unos mayores gastos de tipo social.
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José Luis Zafra, Antonio Manuel López y Agustín Hernández
Abstract
The aim of this paper is to asses Local Governments’ Financial Condition using an indicator that summarizes diffe­
rent elements. Firstly, a factor analysis is used to create a synthetic indicator to asses the financial condition of sam­
ple andalusian Local Governments three elements of financial condition —sustanaibility, financial independency
and flexibility—, are taken into account to create this synthetic indicator. Secondly, k-means cluster analysis is used
for measuring the regional socio-economic variables that affect above local public services provision. This methodo­
logy is applied for 1998-2002 period, obtaining a financial condition index (FCI) for each municipality.
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