A C U E R D O

Anuncio
A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 14 de agosto de 2013,
habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en
el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden
de votación: doctores Pettigiani, Kogan, Genoud, Soria, se
reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia
en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva
en la causa A. 70.832, "Sosa, Ángela M. del Valle contra
Colegio
Obstétricas
anulatoria.
Recurso
Distr.
V
San
extraordinario
Isidro.
de
Pretensión
inaplicabilidad
de
ley".
A N T E C E D E N T E S
La
Cámara
de
Apelación
en
lo
Contencioso
Administrativo con asiento en San Martín declaró la nulidad
de todo lo actuado en la presente causa por la gestora
doctora Villar en representación de la señora Ángela Marina
del Valle Sosa (fs. 61/63).
Contra
ese
pronunciamiento
la
señora
Sosa
interpuso, por derecho propio y con el patrocinio letrado
de
la
mencionada
profesional,
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley (fs. 79/87), el que fue concedido
por la Cámara interviniente a fs. 88/91 y 99.
Dictada
la
providencia
de
autos
(fs.
109)
y
encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia,
la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente
C U E S T I O N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
de
inaplicabilidad de ley?
V O T A C I Ó N
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Pettigiani dijo:
1. El 10-X-2008 la letrada María Natalia Villar
interpuso
demanda
ante
el
Juzgado
en
lo
Contencioso
Administrativo de San Isidro -en los términos del art. 48
del Código Procesal Civil y Comercial- contra el Colegio de
Obstétricas
Distrito
V
-San
Isidro-
de
la
Provincia
de
Buenos Aires, con el objeto de que se declare la nulidad de
la resolución del Tribunal de Disciplina de la referida
entidad de fecha 2 de junio de 2008 y, con ello, de todo el
procedimiento
sancionatorio
incoado
contra
la
Obstetra
Ángela Marina del Valle Sosa mediante sumario 16/2005 (fs.
7/23).
A fs. 24, el juez que previno tuvo por presentada
a la doctora Villar en los términos del art. 48 del Código
Procesal Civil y Comercial, por remisión del art. 77 del
Código Contencioso Administrativo; se inhibió de entender y
remitió
las
actuaciones
a
la
Cámara
departamental
por
aplicación del art. 74 del último cuerpo normativo.
Una vez radicada la causa en la Cámara en lo
Contencioso Administrativo con asiento en San Martín, ésta
declaró la inconstitucionalidad del art. 74 citado -texto
según ley 13.325- y asumió la competencia para conocer en
el presente proceso (ver fs. 27/30 vta.).
El 8 de mayo de 2009 se presentó nuevamente la
doctora Villar con invocación del art. 48 mencionado, en
carácter de representante de la señora Sosa y peticionó,
como medida cautelar, la suspensión del acto impugnado (ver
fs. 47/54 vta.).
2. Mediante sentencia interlocutoria de fecha 14VII-2009, la Cámara declaró -de oficio- la nulidad de lo
actuado en la presente causa por la doctora Villar en su
carácter de gestora, por aplicación del art. 48 del Código
Procesal Civil y Comercial (art. 77, C.C.A.) y ordenó la
devolución del sumario oportunamente acompañado al Colegio
de Obstétricas antes referido. A su vez, no impuso costas
en el proceso por no haber existido contradicción -dado que
la
demandada
no
intervino-,
sin
perjuicio
de
la
responsabilidad por los daños que pudiera haber ocasionado
(fs. 61/63).
Para
señaló
que
de
así
las
resolver,
en
constancias
lo
de
que
autos
aquí
interesa,
surgía
que
la
doctora Villar no acreditó su carácter de representante de
la señora Sosa, ni ésta ratificó su gestión, y que el plazo
de sesenta días previsto por el aludido art. 48 se había
cumplido.
3. Luego de ese pronunciamiento se presentó la
señora Ángela Marina del Valle Sosa, por derecho propio y
con patrocinio letrado de la doctora Villar, se notificó
espontáneamente de la resolución de la Cámara e interpuso
los
recursos
de
reposición
(ver
fs.
68/73
vta.)
y
extraordinario de inaplicabilidad de ley (ver fs. 79/87).
El mencionado en primer término fue desestimado
por la Cámara a fs. 88/90 vta. y el otro fue concedido (ver
fs. 99).
4.
Mediante
inaplicabilidad
de
el
ley,
recurso
la
extraordinario
parte
actora
denunció
de
el
quebrantamiento de las reglas de apreciación de la prueba
en grado de absurdo (conf. arts. 49 y 384 del C.P.C.C.) y
que la Cámara incurrió en exceso ritual manifiesto. También
denuncia
la
vulneración
de
la
garantía
del
derecho
de
defensa en juicio, el acceso irrestricto a la justicia y el
principio de razonabilidad (arts. 10, 11, 15 y 56 de la
Const. prov. y 28 de la Const. nac.).
a.
Expresó
que
las
partes
deben
sujetarse
a
ciertas limitaciones en cuanto a su forma y tiempo, y que
el
proceso
judicial
no
puede
ser
conducido
en
términos
estrictamente formales, pues no se trata del cumplimiento
de ritos caprichosos sino del desarrollo de procedimientos
destinados
objetiva.
al
establecimiento
de
la
verdad
jurídica
Adujo que la sentencia recurrida era arbitraria,
toda vez que el tribunal apelado para declarar "nulo todo
lo
actuado
en
la
presente
causa
por
la
gestora
dra.
Villar", con fundamento en que su parte no ratificó su
actuación en los términos del art. 48 del rito, omitió
ponderar
constancias
fáctico-procesales,
de
autos
eran
que,
como
conducentes
antecedentes
para
la
justa
composición del caso.
Concretamente,
refirió
a
la
presentación
efectuada por ante el Colegio de Obstétricas Distrito V San
Isidro obrante a fs. 44/45, en la que se encontraba inserta
la firma de la señora Sosa, y a las cartas documento de fs.
46 por ella remitidas al referido Colegio.
Argumentó que si bien era cierto que "... de las
constancias
de
autos
surge
que
la
doctora
Villar
no
acreditó su carácter de representante de la señora Sosa ni
ésta ratificó su gestión y que el plazo de sesenta días se
ha
cumplido...",
constancias
no
dejaban
es
menos
patentizado
cierto
su
que
total
las
referidas
conocimiento
y
aceptación de la interposición de la acción contencioso
administrativa deducida por su patrocinante doctora Villar.
Consideró
resuelto
por
la
que
Cámara,
debía
dejarse
habida
cuenta
sin
que
efecto
lo
resultaba
evidenciado que la doctora Villar actuó con mandato tácito
de su parte (conf. arts. 1869, 1873/1876 y concs. del Cód.
Civ.).
Reconoció que incumplió con la carga formal del
art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial (acreditar
personería en el plazo perentorio de 60 días), no obstante
lo cual -según lo adujo- "la documentación obrante a fs.
44/47
cristaliza
una
circunstancia
que
no
podría
ser
soslayada ni obviada por el Tribunal a quo, en tanto la
misma
constituye
evidencia
suficiente
que
mi
persona
ratificaba lo actuado por la misma, por lo que se han
quebrantado las reglas de apreciación de prueba en grado de
absurdo" (conf. arts. 49 y 77 inc. 1 del C.C.A. y 384 del
C.P.C.C.).
b.
omisión
de
sentencia,
En
la
en
manifiesto,
justicia,
otro
orden,
alzada
tanto
definía
la
constituyó
inconciliable
la
puntualizó
negativa
con
a
la
señalada
arbitrariedad
"...
un
que
un
de
exceso
adecuado
considerar
su
ritual
servicio
de
documentación
comprobatoria del derecho alegado por el litigante...".
c.
Por
último,
señaló
que
el
fallo
de
Cámara
cerró de modo arbitrario la vía del control judicial de los
actos
del
consiguiente
Colegio
profesional
frustración
del
demandado,
derecho
de
su
con
parte
la
a
un
juicio pleno y justo contra la sanción disciplinaria cuya
nulidad es objeto de la litis. Invocó la violación de su
derecho de defensa, del acceso irrestricto a la justicia y
del principio de razonabilidad (conf. arts. 10, 11, 15 y 56
de la Const. prov.; 18, 28, 33 y 75 inc. 22 de la Const.
nac.).
5. Adelanto que el recurso no puede prosperar.
No son de recibo los planteos relacionados con la
prueba
documental
carácter
acompañada
de
ratificación
Es
que
obrante
tácita
de
a
lo
fs.
44/46
actuado
y
su
por
el
gestor.
la
apreciación
del
material
probatorio
constituye una típica cuestión de hecho no revisable, en
principio, en la instancia extraordinaria, salvo eficaz y
acabada demostración de la existencia de absurdo (conf.
causas L. 60.107, sent. del 16-IX-1997; L. 72.786, sent.
del 28-VIII-2002; A. 69.592, "B.", sent. del 6-V-2009; A.
69.841, "C.", sent. del 7-IV-2010; A. 71.002, sent. del 13VII-2011, entre otras).
El señalado vicio, que habilita la revisión de la
valoración
probatoria
por
parte
del
tribunal
de
la
instancia de grado, exige la demostración del error grave,
grosero
y
fundamental
cristalizado
en
una
conclusión
incoherente y contradictoria en su aspecto lógico formal e
incompatible con las constancias objetivas que resultan de
la
causa
101.224,
(conf.
"Dillon",
L.
73.205,
sent.
del
sent.
del
10-IV-2001;
26-VIII-2009;
L.
C.
97.473,
"Aguirre", sent. del 23-III-2010 y A. 71.002, cit.; entre
otras), carga que el recurrente no ha cumplido.
En el caso, el a quo -como quedara resumido ut
supra-
concluyó
a
fs.
61/63,
luego
de
analizar
las
constancias de autos, que transcurrido el plazo de 60 días
otorgado
Comercial
por
la
el
art.
doctora
48
del
Villar
Código
no
Procesal
acreditó
el
Civil
carácter
y
de
representante de la recurrente ni ésta ratificó tampoco su
gestión, razón por la cual decretó nulo lo actuado por la
letrada ordenando la devolución del sumario oportunamente
acompañado.
De lo expuesto se deduce que resultaba ineludible
para
la
exigencia
recurrente
legal,
o
evidenciar
que
las
el
cumplimiento
reseñadas
de
conclusiones
la
del
tribunal -que giran en torno de cuestiones de hecho y de
apreciación
absurdas,
de
las
extremos
circunstancias
que
no
logra
de
la
demostrar
causala
eran
agraviada
(doct. art. 279, C.P.C.C.).
En efecto, más allá de que se interprete que lo
contenido en las fotocopias simples obrantes a fs. 44/46
importe una ratificación tácita del mandato, no se demostró
la existencia de absurdo en el cómputo del plazo corrido
entre la fecha de la interposición de la demanda (10 de
diciembre de 2008) y las fechas consignadas a fs. 44/46 (28
y 30 de abril de 2009), lo cual, aún en esta hipótesis y
atento la fatalidad del plazo en cuestión, decide la suerte
del recurso.
Tiene
cuando
se
resuelto
pretenden
reiteradamente
impugnar
las
esta
Corte
conclusiones
de
que
un
pronunciamiento sobre las cuestiones fácticas de la litis
no basta con presentar la propia versión del recurrente
sobre el mérito de las mismas. Es menester realizar un
juicio crítico de los razonamientos desarrollados en aquél
y demostrar que padecen de un error grave y manifiesto que
ha derivado en conclusiones contradictorias, incoherentes
o
inconciliables
con
las
constancias
objetivas
que
resultan de la causa (Ac. 91.549, "H.S.B.C. Bank", sent.
del 14-XII-2005, entre otras). Lo que no acontece en la
especie.
Así
las
cosas,
se
puede
observar
que
el
discurrir de la recurrente sólo evidencia su discrepancia
subjetiva con el fallo, pero en modo alguno demuestra la
errónea
aplicación
de
las
normas
que
cita
(art.
279,
C.P.C.C.).
Cabe recordar que el beneficio que acuerda el
art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial comprende
tanto el supuesto del poder conferido que no se ha podido
presentar,
como
el
del
mandato
no
otorgado
(conf.
Ac.
43.557, sent. del 2-X-1990, en "Acuerdos y Sentencias",
1990-III-538; Ac. 91.549, cit.).
Ha
dicho
este
Tribunal
que
la
nulidad
que
contempla el art. 48 del Código Procesal Civil y Comercial
no es de la índole de las que consideran el art. 169 y
siguientes del mismo Código, porque mientras que para el
régimen
tiempo
de
es
las
nulidades
susceptible
procesales
de
convalidar
el
el
transcurso
vicio,
para
del
el
supuesto de falta de acreditación del poder o ausencia de
ratificación es precisamente el cumplimiento del plazo el
que
acarrea
la
sanción
de
ineficacia
(conf.
doct.
Ac.
91.549, cit.; C. 99.847, "Chiarello", sent. del 14-IV-2010
y
C.
105.367,
"Barrera",
sent.
del
17-XI-2010,
entre
otras).
Dicha ineficacia opera automáticamente pues es un
plazo perentorio, ya que su sólo vencimiento hace decaer el
derecho correspondiente. En virtud de ello carece de toda
relevancia
la
circunstancia
de
que
en
autos
se
hubiera
operado el plazo y posteriormente presentado documentación
que pudiese considerarse como una ratificación tácita (fs.
44/46) pues la declaración de nulidad procede por el solo
imperio de la ley (conf. doct. causas Ac. 91.549; C. 99.847
y C. 105.367, cits., entre otras).
Con
respecto
a
la
doctrina
del
exceso
ritual
manifiesto, ha dicho esta Corte que no puede ser entendida
como
doctrina
abierta
que
permita
sustituir
a
los
principios de orden procesal, que tienen también su razón
de ser al fijar pautas de orden y seguridad recíprocas (C.
91.708, sent. del 11-X-2006; C. 92.698, sent. del 25-X2009; C 99.847, cit.; entre otras).
Cabe también destacar que la garantía de defensa,
el
debido
proceso
legal
y
el
acceso
irrestricto
a
la
justicia no cubren ni amparan la negligencia (conf. Ac.
79.758, sent. del 11-VII-2001; C. 97.778, sent. del 25-II2009; C. 106.718, sent. del 21-IX-2011; entre otras).
Por las consideraciones vertidas, la recurrente
no
ha
logrado
demostrar
las
infracciones
legales
que
denuncia ni el invocado absurdo (art. 279, cit.).
Costas de esta instancia a la recurrente (arts.
60.1, ley 12.008 -texto según ley 13.101-; 68 y 289 in
fine, C.P.C.C.).
Voto por la negativa.
Los
señores
jueces
doctores
Kogan,
Genoud
y
Soria, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor
Pettigiani, votaron también por la negativa.
Con
lo
que
terminó
el
acuerdo,
dictándose
la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se
rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley
interpuesto.
Costas de esta instancia a la recurrente (arts.
60.1, ley 12.008 -texto según ley 13.101-; 68 y 289 in
fine, C.P.C.C.).
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
DANIEL FERNANDO SORIA
LUIS ESTEBAN GENOUD
HILDA KOGAN
EDUARDO JULIO PETTIGIANI
JUAN JOSE MARTIARENA
Secretario
Descargar