Insuficiencia respiratoria en pediatría, un estado clínico

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Insuficiencia respiratoria
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en pediatría, un estado clínico
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Jaime Galindo López, MD
Pediatra
Docente pregrado y posgrado Pediatría
Fundación Universidad del Norte
Barranquilla, Colombia
La insuficiencia respiratoria en términos generales se puede entender como un estado y/o evento
terminal derivado en la gran mayoría de los casos
por una dificultad respiratoria progresiva que
ha sobrepasado los límites de compensación, y
en otros como un evento súbito generalmente
originado por una alteración a nivel del sistema
nervioso central. La insuficiencia respiratoria es
diagnosticada más por parámetros bioquímicos
que clínicos; en la actualidad, se propende que
tanto el médico general como el especialista
realice el diagnóstico basado en la clínica, lo
que de un modo u otro es necesario e imperioso en todos los niveles de atención. Ello está
soportado en la importancia de su sospecha y
en un pronto y oportuno manejo, antes de que
la insuficiencia respiratoria progrese a una falla
cardiopulmonar y de allí al paro cardíaco.
Los eventos que llevan a un paro cardíaco
en la población pediátrica son: factores respiratorios, circulatorios y cardíacos súbitos. De
estos factores, son los respiratorios los más
frecuentes; en un 98 al 99%, los paros cardíacos tienen su origen en un proceso respiratorio
que ha progresado de dificultad a insuficiencia
respiratoria. Por otro lado, es bien reconocido y
estadísticamente demostrado que en la población
pediátrica la principal causa de mortalidad en los
primeros cinco años es la infección respiratoria
aguda, la cual, en la gran mayoría de los casos,
se manifiesta y/o presenta como un cuadro concomitante de dificultad respiratoria progresiva
llevando a la insuficiencia o falla respiratoria.
Conceptos
de insuficiencia respiratoria
El proceso de la respiración presenta dos etapas
o fases bien definidas, como son la oxigenación
y la ventilación. Se entiende por oxigenación el
proceso por el cual el organismo tiene la capacidad de internalizar el oxígeno de la atmósfera
para ser entregado a los tejidos. Por otro lado, la
ventilación se refiere a la capacidad que tiene un
organismo de desalojar, eliminar el dióxido de
carbono como producto del catabolismo celular.
Por lo tanto, la respiración es un equilibrio entre
la utilización del oxígeno y la eliminación del
dióxido de carbono.
La dificultad respiratoria es un estado clínico
en el cual el aparato respiratorio logra cumplir
la función de equilibrio entre oxigenación y
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5
Insuficiencia respiratoria en pediatría, un estado clínico
ventilación haciendo acopio de mecanismos
compensadores manifestados en forma general
por el aumento en la frecuencia respiratoria y el
uso de músculos accesorios de la respiración.
Esta dificultad respiratoria se clasifica según el
grado de esfuerzo para mantener este equilibrio
en leve, moderada y severa. La dificultad respiratoria como estado clínico representa un reto
para el médico, ya que las clasificaciones como
“leves” generalmente llevan a una interpretación
muy subjetiva y, en algunos casos, se minimiza la
intervención terapéutica a estos estados. Por otro
lado, los cuadros clasificados como dificultad
respiratoria grave están muy cerca de la falla
o insuficiencia respiratoria, y esto hace que se
interpreten manifestaciones clínicas como de
dificultad cuando en realidad hacen parte más
del cuadro de insuficiencia, lo cual hace que
el manejo algunas veces no sea el adecuado
y el progreso a una falla cardiopulmonar sea
inevitable.
La mayoría de los autores coinciden en que
la insuficiencia respiratoria es un fallo de los
mecanismos compensadores del sistema respiratorio, donde se determina una alteración en el
intercambio gaseoso, sea dado por alteraciones
en la eliminación de CO2, por el ingreso de O2
o de ambos procesos en forma concomitante.
Como se mencionó anteriormente, la eliminación de dióxido de carbono se relaciona con la
ventilación y se cuantifica y califica mediante la
presión parcial de CO2 [PaCO2]. La oxigenación
tiene relación con la difusión y la perfusión, que
cuantifica y califica mediante la presión parcial
de O2 [PaO2]; ambos parámetros se determinan
mediante la gasometría en sangre arterial. En la
actualidad, ambos parámetros, tanto la PaO2 y la
PaCO2, pueden ser extrapolados de la oximetría
de pulso y de la capnografía, respectivamente.
Como se puede observar en la tabla 1, que
relaciona saturación de oxihemoglobina con la
presión arterial de oxígeno.
Analizando la tabla, podemos concluir que
saturación del 90% corresponde a presiones
6 ■ Precop SCP
parciales de oxígeno de 60 mm Hg. Por debajo
de estos valores, pequeñas caídas de la PaO2
reflejan desaturaciones importantes.
También podemos apreciar cómo, por encima
de saturaciones del 95%, grandes aumentos de
la presión parcial de oxígeno no reflejan incrementos significativos de la saturación de oxígeno.
Utilizando los parámetros gasométricos
(bioquímicos), la insuficiencia respiratoria
estará definida como una PaCO2 mayor de 50
mm Hg (hipercapnia) y/o una PaO2 menor de
60 mm Hg (hipoxemia). Continuando con el
soporte bioquímico, como se diagnostica la
insuficiencia respiratoria, podemos explicar las
diferentes clasificaciones de esta:
■
Insuficiencia ventilatoria normocápnica (tipo I): la cual se caracteriza o parametriza por
una PaO2 baja, con una PaCO2 normal o baja
sin una disminución significativa del volumen
minuto; el hecho de tener una presión parcial
de dióxido de carbono baja no debe interpretarse como normal, ya que la hipocapnia genera
efectos compensadores y, una vez agotados, se
iniciarán las manifestaciones de descompensación, que se verán reflejadas sobre todo a nivel
del sistema nervioso central, como se explicará
más adelante.
■ Insuficiencia ventilatoria hipercápnica (tipo
II): se caracteriza por la presencia de una PaO2
baja junto con una PaCO2 aumentada con una
disminución del volumen minuto.
Tabla 1
Saturación de O2 %
PaO2 mm Hg
100
677
98
100
95
80
90
60
80
48
73
40
60
30
50
26
Fuente: tomada de <www.sobreentrenamiento.com/publice/images>.
Jaime Galindo López
Resumiendo, podemos argumentar que
la insuficiencia respiratoria se soporta en un
hallazgo bioquímico y de monitorización,
sin embargo, puede presentar una dificultad
diagnóstica, dado que depende de mediciones
que no están exentas de error, por interpretación, calibración, demora, etc. Por tal motivo,
tenemos que retomar los hallazgos clínicos que
requieren de un conocimiento de la fisiología,
semiología y fisiopatología de las entidades que
de forma directa e indirecta afectan los procesos
de oxigenación y/o ventilación.
Interpretación clínica de la compensación:
debemos recordar algunos puntos muy necesarios para entender el porqué de la dificultad
respiratoria y su progresión a insuficiencia; esta
progresión está llena de signos y síntomas que
debemos conocer, controlar y, en lo posible,
evitar.
■
La frontera entre dificultad
e insuficiencia respiratoria
Como se expone en la figura 1, existen zonas
sombreadas que se superponen, lo cual indica ese
límite fronterizo en el cual, por desconocimiento o
falta de observación y control estricto del paciente,
se pueden solapar las diferentes fases entre los
grados de dificultad respiratoria, los cuales son
importantes saber definir e identificar. De igual
forma, vemos cómo la dificultad respiratoria severa
comparte frontera con el inicio de la insuficiencia
respiratoria; de allí a la falla cardiopulmonar y al
paro cardíaco la progresión puede ser incluso de
segundos, y el no detectar estas transiciones en la
fase nos llevará a un deterioro que, en la mayoría
de los casos, es imparable y de consecuencias, en
un alto porcentaje, irreversibles. Los mecanismos
compensadores evidenciados por la dificultad
respiratoria a medida que esta progresa serán
menos y poco eficaces de no intervenirse el
paciente.
Músculos de la respiración: el músculo respiratorio
es el diafragma, el cual se encarga de permitir el
aumento del volumen pulmonar céfalo-caudal
y anteroposterior durante la inspiración, la cual
es un proceso activo con mayor gasto energético
que la espiración, que es un proceso pasivo con
poco gasto calórico. Por otro lado, los músculos accesorios de la respiración, como son los
intercostales, subcostales, supraclaviculares y
cervicales, durante la excursión respiratoria, inspiración y espiración, mantienen un tono pasivo
que evita la deformidad de la caja torácica en la
contracción y relajación activa del diafragma.
Estos músculos accesorios reflejan su tono activo
y son la manifestación secundaria de la dificultad
respiratoria, siendo la manifestación inicial el aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea),
la cual es el signo más sensible y específico de la
dificultad respiratoria. El reclutamiento de estos
músculos accesorios es en sentido caudo-céfalico, es decir, el grado de dificultad estará medido desde el uso de músculos subcostales con la
retracción subcostal, y a medida que aumenta
la necesidad de compensación se reclutarán los
músculos intercostales inframamilares, supramamilares, supraclaviculares, interpretándose que,
a mayor número de músculos accesorios reclutados, mayor el grado de dificultad respiratoria.
Figura 1
Insuficiencia
respiratoria
Dificultad
respiratoria
Leve
Moderada
Falla
pulmonar
Paro
cardiaco
Severa
Fuente: elaboración propia.
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Insuficiencia respiratoria en pediatría, un estado clínico
Debemos recordar que el uso de músculos abdominales en la dificultad respiratoria debe interpretarse como un signo premonitorio de inicio
de la insuficiencia respiratoria.
■ Ruidos respiratorios: los ruidos respiratorios pueden ser audibles y/o auscultables, siendo los primeros generalmente producidos por una obstrucción de la vía aérea superior, a excepción del
denominado quejido espiratorio, pero, junto con
el uso de los músculos accesorios abdominales,
el cabeceo del paciente producido por el empleo
de los músculos cervicales se constituye en punto de aviso y signo de alarma de estar entrando
en el territorio de una insuficiencia respiratoria.
La auscultación de los ruidos respiratorios en un
paciente con patología respiratoria y/o dificultad
respiratoria está encaminada inicialmente a comprobar que existe una entrada de aire en los pulmones, lo cual nos asegura que ya sea la fracción
inspirada de oxígeno (FiO2) ambiental de 0,21 o
atmósferas terapéuticas, es decir, enriquecidas o
suplementadas con oxígeno (FiO2 > 0,21), están
siendo internalizadas para acopio de oxígeno
(oxigenación), y, por otro lado, y de mucha importancia, se está asegurando un ruido espiratorio que nos evidencia eliminación de dióxido
de carbono (ventilación). La auscultación debe
realizarse en todos los campos pulmonares, pero
se insiste que en todo paciente con signos de dificultad respiratoria debemos no solo observar la
expansibilidad torácica, sino que, al auscultar la
entrada de aire en sitios distales como las axilas,
estaremos de forma clínica evidenciando que
nuestro paciente maneja un volumen corriente
adecuado (5 a 7 ml/kg); una vez establecida esta
comprobación, podemos calcular el volumen
minuto, el cual obtendremos multiplicando el
volumen corriente por la frecuencia respiratoria del paciente. Luego de este primer análisis y
comprobación, podríamos discriminar el tipo de
ruido: gorgoteo o movilización de secreciones;
sibilancias, sean inspiratorias y/o espiratorias;
estertores; zonas de hipoventilación; etc. Por
último, y no menos importante, pero de obligatorio análisis si contamos con un oxímetro de
pulso, es la cuantificación de la saturación de
oxihemoglobina.
8 ■ Precop SCP
Resumiendo, la completa evaluación del sistema respiratorio en todo paciente con patología
respiratoria o manifestaciones de dificultad respiratoria deberá cumplir con datos cualitativos
y cuantitativos dados por:
1. Frecuencia respiratoria.
2. Mecánica respiratoria.
3. Ruidos respiratorios.
4. Volumen corriente.
5. Volumen minuto.
6. Oximetría de pulso.
Evaluar, controlar
y revaluar
Estas seis variables deben ser evaluadas, es
decir, cuantificadas y calificadas en todo paciente
con dificultad respiratoria, pero no una sola
vez, debemos ver la progresión de la dificultad
y respuesta a la terapéutica reevaluando cada
una de ellas en todas las fases de la dificultad
respiratoria; con esto estaremos haciendo un
control clínico menos subjetivo y podremos
discriminar las zonas sombreadas en que se
superponen las diferentes fases de la dificultad,
insuficiencia, falla cardiopulmonar.
El porqué y para qué
de las manifestaciones clínicas
En todo proceso mórbido, sea agudo o crónico,
el médico debe saber interpretar el cuándo, por
qué y para qué se origina una manifestación
clínica, máxime cuando estamos en la fase de
compensación, ya que en la compensación fisiológica de las alteraciones no debemos permitir
ni crear situaciones que pueden obstaculizar la
compensación, como sucede con el llanto en
los niños: debido a sus pequeñas vías aéreas,
el llanto incrementará la resistencia al flujo,
lo cual aumentará el deterioro y disminuirá el
mecanismo compensador.
A continuación, se hará una correlación entre
mecanismos bioquímicos, físicos y anatómicos,
los que en conjunción buscarán mantener la
estabilidad del sistema respiratorio asegurando
un proceso que, aun con dificultad, cumple con
las demandas de oxígeno y con la eliminación
de dióxido de carbono.
Jaime Galindo López
La taquipnea, aumento de la frecuencia
respiratoria, es la respuesta a la caída en la
PaO2 (hipoxemia) o aumento en la PaCO2
(hipercapnia).
La bradipnea, signo de muy mal pronóstico en niños con dificultad respiratoria
progresiva, puede producirse por la fatiga de
los músculos respiratorios y la progresión
de la acidosis metabólica, lo cual marca el
comienzo de una descompensación e inicio
a la insuficiencia y de allí a la falla cardiopulmonar y al paro cardíaco.
Otra causa de bradipnea es generada por
un efecto bioquímico y físico dado por la caída
de la PaCO2 (hipocapnia), en este caso, es la
manifestación de un efecto compensador.
Otras causas en las cuales no profundizaré
en este artículo son debidas a intoxicaciones,
compromiso del sistema nervioso central, sea
infeccioso y/o traumático.
Los mecanismos bioquímicos y físicos que
llevan a una modificación en la frecuencia
respiratoria están mediados y comandados,
a nivel central y periférico, por receptores
que se han denominado: quimiorreceptores,
los cuales censan o detectan alteraciones en
las presiones parciales de oxígeno y dióxido
de carbono, como se resume en la tabla 2.
Como se puede observar, un estímulo
bioquímico desencadena los mecanismos
compensadores que deben ser evaluados
clínicamente, iniciando por las modificaciones de la frecuencia respiratoria, uso de
músculos accesorios, los cuales intentarán
mantener la demanda de oxígeno y la eliminación de dióxido de carbono, que, de
no satisfacerse, iniciarán toda una cascada
de descompensación que llevará a la falla
cardiopulmonar y al paro cardíaco. En esta
cascada de descompensaciones, encontraremos manifestaciones clínicas muy claras
y otras menos percibidas si no tenemos un
control y observación estricta del paciente
con dificultad respiratoria.
Signos y síntomas
de compensación y
descompensación
Los signos y síntomas de compensación
deben ser entendidos como la resultante de
los mecanismos de los cuales hace acopio el
organismo para mantener una estabilidad
dentro de un proceso patológico, por lo que
tenemos que evitar toda maniobra o medicamento que merme o anule esta manifestación compensadora; por otro lado, debemos
aportar al paciente el confort y suplementos
que ayuden a optimizar esta compensación.
Tabla 2
Quimiorreceptor
Localización
Estímulo
Respuesta
Centrales
Protuberancia y bulbo
raquídeo.
Cambios en la concentración
de hidrogeniones a nivel
del líquido cefalorraquídeo,
determinada en gran medida
por el nivel de PaCO2.
Taquipnea por PaCO2
elevada (hipercapnia).
Bradipnea por PaCO2 baja
(hipocapnia).
Periféricos
Cuerpo carotideo.Cayado
aórtico.
Responden principalmente a
una disminución de la PaO2.
Responden en menor grado
al aumento de la PaCO2.
Taquipnea secundaria a
hipoxemia y, en menor
grado, a hipercapnia.
Fuente: elaboración propia.
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9
Insuficiencia respiratoria en pediatría, un estado clínico
Manifestaciones clínicas
de la dificultad respiratoria
El niño con dificultad respiratoria de forma
temprana presentará:
compensadora tiene como objetivo también
suplir las demandas de oxígeno y la necesidad
de una mejor perfusión. Por lo anterior, la
taquicardia se constituye en un mecanismo
compensador de inicio temprano.
■Taquipnea.
■Taquicardia.
■
Uso y reclutamiento secuencial de músculos
accesorios.
■ Ruidos respiratorios audibles y/o auscultables.
■ Cambios de comportamiento defensivos.
La taquipnea, siendo el signo más sensible y específico de dificultad respiratoria, es
generalmente el síntoma inicial en los procesos
que generan dificultad respiratoria, mas no
así en la insuficiencia respiratoria. Se debe
diferenciar de la taquipnea tranquila, la cual
sigue siendo un mecanismo compensador
ante noxas no respiratorias, como pueden
ser fiebre, dolor, angustia, deshidratación; en
esta última, como compensación a la acidosis
metabólica que acompaña a la deshidratación.
Los niños tienen una tasa metabólica alta
dada por su característica de organismos
en crecimiento, de allí que sus necesidades
de oxígeno se tasan de 6-8 ml/kg/min. en
comparación con las del adulto de 3-4 ml/
kg/min., de allí que, ante todo proceso o
actividad que aumente esta tasa metabólica,
sea fisiológica o fisiopatológica, el sistema
respiratorio aumentará la frecuencia respiratoria para cubrir las demandas de oxígeno
exigidas por el proceso y/o la eliminación de
dióxido de carbono.
La presencia de una frecuencia respiratoria
igual o mayor a 60 respiraciones por minuto
a cualquier edad es un signo de alarma y nos
indica la presencia por sí sola de una dificultad
respiratoria severa, que por fatiga progresará
rápidamente a la insuficiencia respiratoria.
La evaluación de un paciente taquicárdico
obliga a descartar siempre una causa subyacente antes de definir esta como de alteración
cardíaca propiamente dicha. La taquicardia
10 ■ Precop SCP
El uso y reclutamiento secuencial de
los músculos accesorios nos permite ir
identificando de una manera más objetiva
los grados de dificultad respiratoria, es así
como las manifestaciones clínicas dadas
por la presencia de retracciones subcostales
hasta uso de músculos supraclaviculares nos
marcará la progresión de una dificultad leve
hasta una severa, respectivamente. De este
modo, podemos interpretar las retracciones
subcostales únicas como signo de dificultad
respiratoria leve; las retracciones subcostales
con tirajes intercostales inframamilares se
pueden catalogar como signo de dificultad
respiratoria moderada; y, finalmente, la
presencia de retracciones subcostales, tirajes
intercostales infra y supramamilares se deben
interpretar como signos de dificultad respiratoria severa. Si a los músculos accesorios
anteriores se adiciona el uso de los músculos
supraclaviculares, estaremos en la máxima
expresión de una dificultad respiratoria severa
y compartiendo parte del terreno de inicio
de la insuficiencia respiratoria, por lo que
se requerirá de un manejo más preventivo
de la insuficiencia que de un manejo de la
dificultad severa o grave.
Los ruidos respiratorios audibles, es decir,
sin necesidad de auscultación con el fonendoscopio, generalmente son manifestaciones de
obstrucción de la vía aérea superior, como el
estridor y el ronquido, y hacen parte más de
signos de dificultad respiratoria que de una
insuficiencia. La auscultación de cualquier
ruido, sibilancias, estertores, gorgoteo, a nivel
de los campos pulmonares nos evidencia una
excursión respiratoria, inspiración y espiración. La no auscultación de ruidos respiratorios acompañada de uso de musculatura
accesoria debe interpretarse como signo de
Jaime Galindo López
dificultad respiratoria grave, que progresará a
una insuficiencia respiratoria desencadenada
por marcada hipoxemia e hipercapnia, más
que por fatiga muscular.
Los cambios de comportamiento defensivos
se interpretan como signos de dificultad respiratoria, el niño adoptará la posición en la que
mejor logre respirar y no debe obligarse a adoptar
otras posturas, evitando al máximo colocar en
decúbito supino, ya que esta posición aumenta
la dificultad respiratoria y la angustia del niño al
sentirse fácilmente vulnerable. El tono muscular
activo y la postura defensiva son mecanismos
de compensación y protección.
Como podemos analizar, existen mecanismos
tempranos que denotan compensación; de progresar en magnitud y tiempo estos mecanismos,
el organismo comenzará a agotarse y entrará en
la fase inicial de la insuficiencia respiratoria, y,
en pocos minutos o segundos, la falla cardiopulmonar se hará evidente y, en segundos, se
presentará el paro cardíaco.
Manifestaciones clínicas
de la insuficiencia respiratoria
El niño con insuficiencia respiratoria temprana
presentará:
■
Disminución de la frecuencia respiratoria.
■ Reducción de la frecuencia cardíaca.
■ Aleteo nasal.
■ Uso de músculos cervicales y cabeceo.
■ Disminución de ruidos respiratorios.
■ Quejido espiratorio.
■ Disbalance toracoabdominal.
■Irritabilidad.
■Cianosis.
Una disminución de la frecuencia respiratoria sin una intervención terapéutica y/o
acompañada con deterioro neurológico del
paciente nos indicará el inicio de insuficiencia
respiratoria. La presencia de respiraciones
irregulares con o sin intervención terapéutica
siempre nos indicará insuficiencia respiratoria.
Es así como la bradipnea se constituye en un
signo de muy pésimo pronóstico en la población pediátrica. La reducción de la frecuencia
cardíaca sin llegar a la bradicardia nos indicará
cierto grado de hipoxia tisular miocárdica,
que, de progresar, llegará a la bradicardia
(frecuencia menor de 60 latidos/minuto),
constituyéndose en uno de los signos de peor
pronóstico e inminencia de paro cardíaco.
El aleteo nasal y el cabeceo por uso de
músculos cervicales son signos iniciales de
la insuficiencia respiratoria.
El quejido espiratorio se encuentra en el
límite bien definido de dificultad respiratoria
grave e inicio de la insuficiencia, es el último
mecanismo compensador donde se intenta
mantener una presión positiva al final de la
espiración por un cierre parcial de la glotis
para evitar el colapso alveolar. La presencia de
quejido espiratorio debe interpretarse como
signo de mal pronóstico.
El disbalance toracoabdominal, también
denominado como respiración paradójica, es
un signo de incoordinación y se clasifica dentro
de los síntomas de insuficiencia respiratoria.
Los cambios en el sensorio son extremadamente importantes, son manifestación de mejoría o deterioro en los eventos
respiratorios. El niño con irritabilidad no
consolable nos indica la progresión a una
insuficiencia respiratoria. La irritabilidad
está más relacionada con la hipoxemia que
con la hipercapnia; esta última se relaciona
más con una alternancia entre irritabilidad
y letargo, y se presenta en forma tardía en la
insuficiencia respiratoria.
La cianosis podemos definirla como la
manifestación clínica de la hipoxemia y se
manifiesta cuando existen 5 g/dl de hemoglobina reducida; es un signo tardío de insuficiencia
respiratoria y comparte frontera con el inicio
de la falla cardiopulmonar.
CCAP  Volumen 11 Número 4 ■
11
Insuficiencia respiratoria en pediatría, un estado clínico
Para apoyar el concepto de que la insuficiencia respiratoria es un estado clínico, recordemos:
■
Signos de ventilación inadecuada: se entiende por
ventilación el componente respiratorio que se
relaciona con el dióxido de carbono; dentro de
los signos y síntomas más específicos de la ventilación inadecuada, tenemos:
• Taquipnea o frecuencia inadecuada para la edad y
Reflexión
Las alteraciones respiratorias en la población
pediátrica son frecuentes, se constituyen en la
principal causa de paro cardíaco si no tienen
una intervención adecuada, progresando desde
la dificultad respiratoria hasta la falla cardiopulmonar y al paro cardíaco.
el estado clínico.
Un indicador crítico de ventilación inadecuada es la alteración del estado de conciencia.
Es importante la medición de la gasometría
arterial en los eventos respiratorios que progresan a una insuficiencia respiratoria cuando se
cuenta con el recurso. Por otro lado, la gasometría arterial no debe ser realizada de rutina
en todo paciente con dificultad respiratoria,
dado que, además de ser un procedimiento
doloroso que puede descompensar al paciente,
no está exenta de otras complicaciones más
severas, como espasmos arteriales, hematomas,
infecciones.
Si se está tratando la hipoxemia con oxígeno
suplementario, pero la PaO2 está aumentando,
el estado clínico del niño pasará de agitación
y ansiedad a disminución de la capacidad de
respuesta, lo que indica de forma indirecta
presencia de hipercapnia y acidosis respiratoria.
La estricta y juiciosa evaluación clínica con
un pleno conocimiento de la fisiología respiratoria y un control estricto de la progresión
de la dificultad respiratoria son las mejores
herramientas diagnósticas de la insuficiencia
respiratoria.
Lecturas recomendadas
Bibliografía
1. Rogers MC, Helfaer MA. Cuidados intensivos en pediatría.
McGraw-Hill.
1. American Heart Association. Pediatric Advanced Life Support
(PALS) Provider Manual. 2010.
2. Martínez, Lince, Quevedo et ál. El niño en estado crítico.
Editorial Médica Panamericana, Sección II. Falla respiratoria,
capítulo 8.
2. Henning R, South M. Respiratory muscle failure: pediatric
respiratory medicine. In: Taussig LM, Landau LI, editors. St
Louis, Missouri: Mosby Inc.; 1999. Chap. 26: 406409.
3. West JB. Fisiopatología pulmonar. 7ª ed. Buenos Aires:
Editorial Panamericana; 2001.
3. West JB. Fisiopatología pulmonar. Buenos Aires: Editorial
Panamericana; 2001.
4. West JB. Fisiología respiratoria. 7ª ed.
4. Sociedad Paraguaya de Pediatría, Comité de Terapia
Intensiva. Consensus on Acute Respiratory Distress Syndrome/
Acute Pulmonary Lesion in Pediatric Intensive Care Units.
• Aleteo nasal.
• Alteración del estado de conciencia (letargo).
■
Signos de oxigenación inadecuada: se entiende por
oxigenación inadecuada la presencia de hipoxemia, cuyos signos y síntomas más específicos son:
• Taquipnea.
• Uso de músculos accesorios.
• Alteración del estado de conciencia (irritabilidad).
5. American Heart Association. Libro del proveedor PALS. 2010.
6. Wheler DW, Wong HR, Shanley TP. Respiratory tract in
pediatric critical illness an injury.
5. Guidelines for the Management of ARDS/ALI in Children.
Have: Universidad de Yale; 2006.
6. Flori HR, Glidden DV, Rutherford GW, Malthay MA.
Pediatric acude lung injury: prospective evaluation of risk
factors associated with mortality. Am J Respir Crit Care Med
2005;171(9):995-1001.
12 ■ Precop SCP
examen consultado
Jaime Galindo López
1. La dificultad
respiratoria es un estado
clínico en el cual el
aparato respiratorio:
A. no cumple las funciones de oxigenación y
ventilación
B. mantiene la oxigenación pero no la
ventilación
C. presenta una mecánica lenta e
inadecuada
D. logra cumplir la función de equilibrio
entre oxigenación y ventilación
E. solo puede compensar la oxigenación
pero no la ventilación
2. La mayoría de los
autores coinciden en
que la insuficiencia
respiratoria es:
A. un fallo de los mecanismos
compensadores del sistema respiratorio
B. un evento terminal irreversible
C. una alteración en la oxigenación
D. una alteración en la eliminación de
CO2, en el ingreso de O2 o de ambos
procesos en forma concomitante
E. es un compromiso bioquímico sin
repercusión clínica
3. Cuando el oxímetro de
pulso cuantifica la saturación
de oxihemoglobina en un
90%, podemos extrapolar
esta a una presión parcial de
oxigeno arterial de:
A.40%
B.50%
C.60%
D.70%
E.90%
CCAP  Volumen 11 Número 4 ■
13
examen consultado
Insuficiencia respiratoria en pediatría, un estado clínico
4. La insuficiencia
ventilatoria
normocápnica (tipo I) se
caracteriza por una:
A. PaO2 baja
B. PaCO2 baja
C. disminución significativa del volumen
minuto
D. PaCO2 alta
E. PaO2 alta
5. Los músculos accesorios
de la respiración reflejan
su tono activo en la:
A. respiración normal
B. dificultad respiratoria
C. insuficiencia respiratoria
D. falla cardiopulmonar
6. En los pacientes con
dificultad respiratoria, la
auscultación de ruidos
respiratorios a nivel axilar
se relaciona con:
A. mayor dificultad respiratoria
B. volumen corriente normal
C. inminencia de falla respiratoria
D. marcada hipoxemia
E. marcada hipercapnia
7. La presencia de
bradipnea con hipocapnia
severa refleja:
A. un mecanismo compensador
B.descompensación
C. marcada hipoxemia
D. marcada hiperoxia
14 ■ Precop SCP
examen consultado
Jaime Galindo López
8. Cuál de los siguientes
no se considera
un mecanismo
compensador de la
dificultad respiratoria:
A.taquipnea
B.taquicardia
C. uso y reclutamiento secuencial de
músculos accesorios
D. aleteo nasal
E. cambios de comportamiento defensivos
9. Un indicador
crítico de ventilación
inadecuada es:
A. la taquipnea
B. la bradicardia
C. la hipoxemia
D. la alteración del estado de conciencia
E. la cianosis
10. Si se está tratando la
hipoxemia con oxígeno
suplementario, pero la
PaO2 está aumentando,
el estado clínico del niño
pasará de agitación y
ansiedad a disminución de
la capacidad de respuesta,
lo que indica de forma
indirecta presencia de:
A. hipoxia anémica
B.hipocapnia
C.hipercapnia
D. alcalosis respiratoria
E.hiperoxia
CCAP  Volumen 11 Número 4 ■
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