HERMANO DE LA SALLE “Ven y sígueme” La vocación a ser Hermano de la Salle es: Un misterio de amor entre un Dios que llama por amor y un hombre que le responde libremente y por amor. Una llamada a ser puente entre Dios y los hombres. Una llamada a seguir en el mundo, para salvarlo, pero sin ser del mundo. La decisión de un joven que quiere dedicar su vida a ayudar a sus hermanos por medio de la educación cristiana y hacer este mundo más como Dios lo pensó. Hay muchas maneras como Dios puede llamar a un joven a la vida religiosa. Aquí tienes algunos de los "síntomas" más frecuentes: Quieres hacer algo grande en tu vida Sientes que Dios espera algo más de ti Te preocupa el dolor de los hombres La vida de un joven "normal" te gusta pero sientes que falta algo SIGNOS DE VOCACIÓN PARA HERMANO Gusto por compartir lo tuyo. Constancia en lo que emprendes. Capacidad de vivir en comunidad. Ser servicial. Encontrar la felicidad en valores distintos al placer, dinero y poder. Realizarte como apóstol de Cristo en el campo de la educación cristiana. Gusto por las cosas de Dios. Disponibilidad de ser enviado(a) a donde te necesiten. Generosidad para hacer las renuncias requeridas. Disposición para prepararte y estudiar.